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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN............................................................................................................................. 1
CAPÍTULO I: MEDICIÓN DE LA POBREZA ............................................................................ 2
1. ¿Qué es la pobreza?............................................................................................................... 2
2. Medición de la pobreza ......................................................................................................... 3
3. Pobreza Multidimensional .................................................................................................... 7
3.1 El Índice de Pobreza Multidimensional ...................................................................... 8
3.2 ¿Qué mide el MPI? ........................................................................................................ 8
3.3 ¿Quiénes usan el enfoque multidimensional? ............................................................. 8
3.4 Modo de Aplicación: ..................................................................................................... 9
4. Método de las Necesidades Básicas Insatisfechas ............................................................. 12
4.1 Proceso de selección de indicadores ........................................................................... 13
4.2 Indicadores típicamente utilizados ............................................................................ 16
4.3 Evaluación crítica del método NBI ............................................................................ 17
4.4 Propuestas de medición de la pobreza a partir de NBI ........................................... 18
5. El Índice de Desarrollo Humano (IDH) ............................................................................ 19
a) Ventajas: .......................................................................................................................... 20
b) Desventajas: ..................................................................................................................... 20
6. Pobreza subjetiva ................................................................................................................ 21
7. Pobreza Crónica y Transitoria........................................................................................... 22
8. Perfiles de Pobreza .............................................................................................................. 25
8.1 Perfil de la población por condición de pobreza....................................................... 25
8.2 Pobreza y etnia ............................................................................................................ 26
8.3 Características educativas .......................................................................................... 26
Conclusiones .................................................................................................................................... 27
Bibliografía ...................................................................................................................................... 28
INTRODUCCIÓN

La pobreza es una situación socioeconómica que desgraciadamente está muy presente en pleno siglo
XXI y afecta sobre todo a los países menos desarrollados. Regiones de África, Asia y Latinoamérica
se encuentran entre las más afectadas. Ya que se entiende por pobreza entendemos la situación o
condición de un sector de la población que no puede acceder a los recursos básicos mínimos para
cubrir sus necesidades físicas y psíquicas, lo que hace que tengan un inadecuado nivel de vida. El
objetivo a largo plazo es la erradicación de la pobreza y la marginalidad en el mundo.

Entonces para medir la pobreza es necesario definirla, asunto que constituye una tarea compleja.
Debido a que el problema es que al no existir una única definición de “qué es ser pobre”, tampoco
habrá solo un método para calcularla, ya que existen varias formas de medir la pobreza.

Esto veremos a las siguientes páginas del presente trabajo, teniendo como estructura como parte
inicial a dar a conocer: a la pobreza multidimensional seguida del método de las necesidades básicas
insatisfecha (NBI), las ventajas del índice de desarrollo humano (IDH), conocer sobre la pobreza
crónica y transitoria y finalmente perfiles de la pobreza.

Concluyendo que, así como tenemos diversas formas de ver y de medir a la pobreza, tendremos
resultados y un análisis distinto, esto debido a que el método de medición de pobreza que se utilice
en un país tiene que ser acorde con la realidad de éste, para así poder identificar correctamente a los
que están en situación de pobreza, pobreza extrema y vulnerabilidad.

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CAPÍTULO I: MEDICIÓN DE LA POBREZA

1. ¿Qué es la pobreza?
El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española define el sustantivo pobreza
como “necesidad, estrechez, carencia de lo necesario para el sustento de la vida”. Boltvinik al
respecto comenta: i) los términos de pobreza y pobre están asociados a un estado de necesidad y
carencia y ii) dicha carencia se relaciona con lo necesario para el sustento de la vida. Esto significa
que la pobreza es una inevitable situación de comparación entre lo observado y una condición
normativa (Boltvinik, 2000a)

Por su parte Amartya Sen (1981), Premio Nóbel de Economía señala que ante todo para la
conceptualización de la pobreza hay que definir quién debe de estar en el centro de nuestro interés,
en un sentido lógico, la pobreza es una característica de los pobres, como un grupo que forma
parte de la sociedad, y en los cuales debemos de centrar nuestro análisis para conocer sus
características. Lo anterior no debe significar que se niegue la interrelación e influencia que existe
con los no pobres del mismo grupo social.

Así mismo Sen señala el concepto de pobreza a partir de las capacidades, es decir lo que la gente
puede hacer, definiendo la pobreza como la ausencia de capacidades básicas que le permiten a
cualquier individuo insertarse en la sociedad, a través del ejercicio de su voluntad. En un sentido
más amplio, la pobreza no es cuestión de escaso bienestar, sino de incapacidad de conseguir
bienestar precisamente debido a la ausencia de medios. En resumen, Sen afirma que la pobreza no
es falta de riqueza o ingreso, sino de capacidades básicas (Sen, 1992)

Paul Spicker (1999) reconoce once posibles formas de identificar esta palabra: como necesidad,
estándar de vida, insuficiencia de recursos, carencia de seguridad básica, falta de titularidades,
privación múltiple, exclusión, desigualdad, clase, dependencia y padecimiento inaceptable. Todas
estas interpretaciones serían mutuamente excluyentes, aunque varias de ellas pueden ser aplicadas
a la vez, y algunas pueden no ser aplicables en toda situación.

El Banco Mundial (1990) define la pobreza como la imposibilidad de alcanzar un nivel de vida
mínimo. Para llegar a esta definición el Banco Mundial tuvo que responder a las siguientes
preguntas: ¿cómo medimos el nivel de vida?, ¿qué queremos decir con nivel de vida mínimo? y
¿cuánta pobreza hay?

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La Organización de la Naciones Unidas por medio del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo presentó por primera vez la expresión pobreza humana, basada en el concepto de
capacidades de Sen y definió la pobreza como la negación de opciones y oportunidades de vivir
una vida tolerable (PNUD, 1997).

En una de las aproximaciones, la pobreza se asocia con la incapacidad de las personas para
satisfacer sus necesidades básicas de alimentación. Luego, se considera un concepto más amplio
que incluye la salud, las condiciones de vivienda, educación, empleo, ingresos, gastos, y aspectos
más extensos como la identidad, los derechos humanos, la participación popular, entre otros.

Por lo anterior, una persona se considera pobre cuando se encuentra en una situación precaria en
la que carece de capacidades de desarrollo y que están por debajo de un estándar mínimo aceptado
socialmente, lo que se manifiesta en situaciones de escasos ingresos, insalubridad, desnutrición y
vulnerabilidad a las enfermedades y a las inclemencias del medio ambiente, que inciden
negativamente en sus oportunidades de sobrevivir y mejorar su calidad de vida.

Sin embargo, como podemos observar encontrar un conjunto de características que causan y
expliquen el fenómeno de la pobreza, es solo un lado del fenómeno ya que como lo señala el Banco
Mundial, existen un importante número de técnicas econométricas para identificar las causas de
la pobreza, pero son menos exitosas para encontrar el origen de estas causas, por ejemplo, se puede
comprobar que la falta de educación provoca pobreza, pero no se puede explicar fácilmente por
qué las personas tienen una escasa educación.

2. Medición de la pobreza
La razón más importante para medir la pobreza señala Ravallion (1992), no es la necesidad de
obtener un simple número para algún lugar y en alguna fecha, sino más bien para poder realizar
comparaciones de la pobreza, ya sea entre países o a través del tiempo. Decir que la pobreza existe
es solo el primer paso.

Históricamente, el estudio científico de la pobreza se remonta a comienzos del siglo XX. Atkinson
(1987) señala que antes de esta fecha se habían realizado algunas estimaciones sobre la pobreza,
pero que fue Booth entre 1892 y 1897 el primero en combinar la observación con un intento
sistemático de medición de la extensión del problema, elaborando un mapa de pobreza de Londres.
Posteriormente, Rowntree en 1901 realizó un estudio para medir la pobreza en York, y utilizó un
estándar de pobreza basado en requerimientos nutricionales. A partir de entonces se han

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desarrollado nuevos conceptos sobre la medición del bienestar y nuevas metodologías para medir
la pobreza.

La medición de la pobreza se ha convertido actualmente en el campo de investigación más


prolifero. Se han realizado una gran cantidad de estudios para determinar cuál es el método más
adecuado para la cuantificación de este fenómeno. El cual, sin embargo, dependerá en gran medida
de la definición y el enfoque que se le dé a la pobreza.

Este debate en torno a la cuantificación de la pobreza es importante pues revela la compleja


conceptualización que existe sobre este tema, así como las diferentes maneras de abordarlo. Sin
embargo, el renovado interés en este fenómeno se debe a que hasta hace poco tiempo en el medio
académico se escuchaban voces escépticas sobre la utilidad de este tipo de información sobre la
pobreza, ya que pensaban que el fenómeno era tan obvio que resultaba innecesario dedicar
esfuerzos para medirla. Dichos estudios se basaban principalmente en hacer diagnósticos de las
causas de la pobreza, de sus manifestaciones y repercusiones.

Actualmente, tantos los académicos, los gobiernos y las organizaciones internacionales se ocupan
del tema de la pobreza, buscan soluciones para enfrentarla y conocerla con más claridad, para lo
cual se hace imperativo recurrir a la medición del problema, para un mejor diagnóstico, ya que
resolver el problema de la pobreza deja de ser un imperativo moral, para convertirse en un
imperativo económico, en un mundo en que las naciones deben competir (Boltvinik, 1992).

Para el Banco Mundial (1990) librar de la pobreza a las personas dependerá en gran medida de un
mejor conocimiento de cuantos pobres existen, donde viven y, sobre todo porque lo son. La
respuesta a cada una de estas preguntas no resulta fácil. Así mismo en cada ejercicio de medición
no solo se presenta un dato cuantitativo de los pobres, sino que hay un diagnóstico y juicio de lo
que es la pobreza, una distinción entre lo importante y trivial en la pobreza, una identificación de
un grupo de personas bajo la categoría de pobres y un agrupamiento de los pobres en un contexto
social, lo que proporciona una imagen global de la pobreza.

Existen al menos cuatro motivos para medir la pobreza (The World Bank, 2005). Primero,
mantener a los pobres en la agenda, ya que si la pobreza no se midiera sería fácil olvidarse de
ellos, debido a que la pobreza se podría ignorar si son estadísticamente invisibles. Por lo tanto, la
medición de la pobreza es necesaria para que sea incluida en la agenda política y económica de un
país. Un segundo motivo es la capacidad de identificar la pobreza si se desea intervenir
directamente con el propósito de reducir o aliviar la pobreza. Tercero, para monitorear y evaluar

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los programas y políticas de intervención elaboradas para la población pobre, y finalmente, para
evaluar la efectividad de las instituciones cuyo objetivo principal es combatir la pobreza.

En esta misma dirección, una fuerte justificación para la medición de la pobreza es propuesta por
Ravallion (1998) quien argumenta que una medida creíble de pobreza puede ser un poderoso
instrumento para centrar la atención de los políticos en las condiciones de vida de los pobres.

Detrás de cada medida de pobreza hay un concepto analítico, el cual debe de incluir dos ejercicios
bien definidos (Sen, 1981): i) un método para incluir a un grupo de personas en la categoría de
pobres (identificación) y ii) un método para integrar las características del conjunto de pobres en
una imagen global de la pobreza (agregación).

El camino más común hacia la identificación de la pobreza consiste en definir un conjunto de


necesidades básicas o mínimas y considerar la incapacidad de satisfacer estas necesidades como
prueba de pobreza.

Los métodos explicados anteriormente son útiles para la identificación de las personas pobres, sin
embargo, es importante contar con una medida que indique la extensión y situación real de la
pobreza. Dentro de las ventajas que ofrecen las diferentes medidas de pobreza es la facilidad para
comparar entre distintas situaciones y sobre todo para evaluar la efectividad de las políticas
sociales.

Una buena medida de pobreza deberá (Ravallion, 1998): i) permitir calcular los efectos de los
programas, de las crisis o políticas gubernamentales en la pobreza, ii) permite comparar la pobreza
en el tiempo, iii) permitir hacer comparaciones con otros países y iv) detectar a los pobres con el
propósito de mejorar su condición.

Para obtener una buena medida de pobreza es necesario que esta cumpla con una serie de axiomas.
El enfoque axiomático fue incorporado por Sen (1976) y posteriormente extendido o modificado
por diversos autores. Este enfoque plantea que las medidas de pobreza deben cumplir con una
serie de condiciones.

El axioma focal señala que el índice de pobreza debe ser independiente de los niveles de ingresos
de los individuos que están por encima del umbral de la línea de pobreza. Esta propiedad trata de
preservar que el valor del índice no dependa del ingreso de los no pobres.

El axioma de monotonicidad establece que la reducción de los ingresos de los pobres debe hacer
crecer el valor del índice. Esta condición que es elemental significa que debe de haber una

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correspondencia entre la medida de pobreza y la distancia de los pobres respecto de la línea de
pobreza.

El axioma de simetría considera que el valor del índice no se altera cuando dos personas de la
población intercambian posiciones.

El axioma de independencia a la replicación dice que si varias poblaciones se agrupan el índice de


pobreza será el mismo.

Según el axioma de transferencia una transferencia de ingresos de una persona pobre a uno menos
pobre debe traducirse en un aumento del índice de pobreza. Por lo tanto, el axioma exige que la
medida de pobreza sea sensible a la distribución de ingresos bajo la línea de pobreza y sobre todo
que asigne una ponderación mayor a los más pobres.

Una extensión de este axioma es el de la sensibilidad a las transferencias incorporada


originalmente por Kakwani (1980), que señala que la transferencia a un pobre que proviene de
una persona con renta superior a él tendrá tanto mayor impacto en el índice en la medida que sea
más pobre el que la transfiera. El grado de pobreza del donante se puede calcular a partir de su
posición en la escala de ingresos o de su nivel de ingresos.

Foster, Greer y Thorbecke (1984) incorporaron el axioma de monotonicidad en subgrupos, el cual


significa que el índice de pobreza debe crecer cuando aumente en un subgrupo y permanezca igual
en los demás. Así se garantiza que un cambio en el ingreso de algunos individuos afecte, en
función directa a la pobreza de cualquier subgrupo en el que estos individuos se encuentren.

Por último, el axioma de descomposición subgrupal dice que el índice de pobreza global puede
calcularse como la suma ponderada de los índices de los subgrupos.

Actualmente, tantos los académicos, los gobiernos y las organizaciones internacionales se ocupan
del tema de la pobreza, buscan soluciones para enfrentarla y conocerla con más claridad, para lo
cual se hace imperativo recurrir a la medición del problema, para un mejor diagnóstico, ya que
resolver el problema de la pobreza deja de ser un imperativo moral, para convertirse en un
imperativo económico, en un mundo en que las naciones deben competir (Boltvinik, 1992).

Para el Banco Mundial (1990), librar de la pobreza a las personas dependerá en gran medida de
un mejor conocimiento de cuantos pobres existen, donde viven y, sobre todo porque lo son. La
respuesta a cada una de estas preguntas no resulta fácil. Así mismo en cada ejercicio de medición
no solo se presenta un dato cuantitativo de los pobres, sino que hay un diagnóstico y juicio de lo
que es la pobreza, una distinción entre lo importante y trivial en la pobreza, una identificación de

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un grupo de personas bajo la categoría de pobres y un agrupamiento de los pobres en un contexto
social, lo que proporciona una imagen global de la pobreza.

Existen al menos cuatro motivos para medir la pobreza (The World Bank, 2005). Primero,
mantener a los pobres en la agenda, ya que si la pobreza no se midiera sería fácil olvidarse de
ellos, debido a que la pobreza se podría ignorar si son estadísticamente invisibles. Por lo tanto, la
medición de la pobreza es necesaria para que sea incluida en la agenda política y económica de un
país. Un segundo motivo es la capacidad de identificar la pobreza si se desea intervenir
directamente con el propósito de reducir o aliviar la pobreza. Tercero, para monitorear y evaluar
los programas y políticas de intervención elaboradas para la población pobre, y finalmente, para
evaluar la efectividad de las instituciones cuyo objetivo principal es combatir la pobreza.

En esta misma dirección, una fuerte justificación para la medición de la pobreza es propuesta por
Ravallion (1998) quien argumenta que una medida creíble de pobreza puede ser un poderoso
instrumento para centrar la atención de los políticos en las condiciones de vida de los pobres.

Detrás de cada medida de pobreza hay un concepto analítico, el cual debe de incluir dos ejercicios
bien definidos (Sen, 1981): i) un método para incluir a un grupo de personas en la categoría de
pobres (identificación) y ii) un método para integrar las características del conjunto de pobres en
una imagen global de la pobreza (agregación).

El camino más común hacia la identificación de la pobreza consiste en definir un conjunto de


necesidades básicas o mínimas y considerar la incapacidad de satisfacer estas necesidades como
prueba de pobreza.

3. Pobreza Multidimensional
La Multidimensional Poverty Peer Network menciona que la mayoría de los países del mundo
definen la pobreza como la falta de dinero. Sin embargo, los propios pobres consideran que su
experiencia de la pobreza es mucho más amplia que la carencia de ingresos. Una persona que es
pobre puede sufrir múltiples desventajas al mismo tiempo – por ejemplo, puede tener una mala
salud o estar desnutrida, puede carecer de agua limpia o electricidad, tener un trabajo precario o
tener muy poca educación. Enfocarse en un solo factor, tal como el ingreso, no es suficiente para
capturar la verdadera realidad de la pobreza.

Las medidas de pobreza multidimensional pueden ser utilizadas para crear una imagen más
completa. Revelan quiénes son pobres y la manera en que son pobres – la gama de diferentes

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desventajas que experimentan. Además de proporcionar una medida titular de la pobreza, las
medidas multidimensionales se pueden desglosar para revelar el nivel de pobreza en diferentes
zonas de un país y entre los diferentes sub-grupos de personas.

Las medidas multidimensionales nos permiten ver cuántas carencias experimentan los hogares al
mismo tiempo. En un vistazo, las medidas presentan una visión integrada de situaciones. También,
podemos examinar situaciones específicas por grupos poblacionales, o carencias, para ver en
detalle la situación de distintas comunidades. La medición multidimensional es rigurosa, fácil de
usar, flexible, y adaptable a contextos.

3.1 El Índice de Pobreza Multidimensional


El Índice de Pobreza Multidimensional- Global (IPM Global) es una medición de la pobreza
que refleja las múltiples carencias que enfrentan las personas pobres al mismo tiempo en áreas
como educación, salud, entre otros. El IPM refleja tanto la incidencia de la pobreza
multidimensional (la proporción de personas en una población que son pobres
multidimensionales), y su intensidad (el número promedio de carencias que cada persona pobre
experimenta al mismo tiempo). Se puede utilizar para crear una imagen completa de las
personas que viven en la pobreza, y permite hacer comparaciones tanto entre los países, las
regiones y el mundo, y dentro de los países por grupo étnico, la ubicación urbana / rural, así
como otras características de los hogares y de la comunidad.

Varios países han desarrollado sus propias mediciones de la pobreza multidimensional a nivel
nacional o local.

3.2 ¿Qué mide el MPI?


Este índice utiliza 10 indicadores para medir tres dimensiones críticas de la pobreza a un nivel
individual: educación, salud y estándares de vida; en 109 países en desarrollo. Esto mide
directamente las privaciones en la salud y en la educación como también los servicios
primordiales tales como el agua, la electricidad, y el saneamiento, que revelan no solo cuantas
personas son pobres, pero también la composición de su pobreza individual. De igual forma,
refleja la suma de las privaciones ponderadas que cada persona enfrenta al mismo tiempo. Una
persona que se encuentra privada en 70% de los indicadores se encuentra claramente peor que
una persona que se encuentra privada en un 40% de los indicadores.

3.3 ¿Quiénes usan el enfoque multidimensional?


Las medidas de pobreza multidimensional se están usando cada vez más. Aquellas creadas
usando enfoques como el método Alkire-Foster (desarrollado por OPHI) son atractivas para

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quienes están a cargo de elaborar las políticas públicas, porque diferentes dimensiones e
indicadores pueden ser seleccionados para crear medidas específicas para contextos
particulares.

Los países que han implementado un Índice de Pobreza Multidimensional nacional o local son:

 2009: México
 2010: Bután
 2011: Colombia
 2014: Ho Chi Minh City (Vietnam)
 2015: Chile, El Salvador, Costa Rica y Vietnam
 2016: Ecuador, Pakistán, Honduras, Mozambique y Armenia
 2017: Panamá, República Dominicana, y Nepal
 2018: Nigeria y Filipinas

Otros gobiernos y organizaciones internacionales están en proceso de elaboración o interesadas


en explorar la creación de este tipo de medidas, muchos de ellos son parte de la MPPN. Al día
de hoy, en la red participan ministros y funcionarios de alto nivel de más de 60 gobiernos y
agencias internacionales.

3.4 Modo de Aplicación:


Existen 12 pasos para la medición multidimensional de la pobreza y la metodología Alkire
Foster puede introducirse intuitivamente en doce pasos. Los primeros seis son comunes a
muchas medidas multidimensionales de la pobreza; el resto son específicos del método Alkire
Foster. Para obtener vídeo-guías en línea gratuitas sobre la aplicación del método Alkire Foster,
vea el portal de formación online de OPHI.

Paso 1: Elegir la Unidad de Análisis. La unidad de análisis más común es la persona o el hogar,
pero también podría ser la comunidad, escuela, clínica, empresa, distrito, u otra unidad.

Paso 2: Elegir las Dimensiones. La elección de las dimensiones es importante y menos aleatoria
de lo que la gente cree. En la práctica, la mayoría de los investigadores recurren implícitamente
a cinco métodos de selección, ya sea por si solos o combinándolos:

 Ejercicios deliberativos participativos continuados que susciten los valores y


perspectivas de las partes interesadas. Una variante de éste método consiste en usar
datos de encuestas sobre las necesidades percibidas por las personas.

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 Una lista que haya conseguido cierto grado de legitimidad a través del consenso
público, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los ODM, o listas
similares a nivel local y nacional.
 Hipótesis implícitas o explícitas sobre lo que la gente valora o debería valorar. A veces,
éstas responden a las suposiciones fundamentadas del investigador; en otras ocasiones,
se extraen de las convenciones, teoría social o psicológica, o de la filosofía.
 Conveniencia o una convención que se toma por fidedigna o es usada porque son los
únicos datos disponibles que cumplen con las características requeridas.
 Prueba empírica sobre los valores de las personas, datos sobre preferencias y
comportamiento de los consumidores, o estudios sobre qué valores son los más
favorables para la salud mental o el beneficio social de las personas.

Evidentemente, éstos procesos se solapan y con frecuencia son usados en conjunto


empíricamente; por ejemplo, casi todos los ejercicios necesitan considerar la disponibilidad de
información o los problemas de datos, y a menudo la participación, o al menos el consenso,
son necesarios para otorgarle legitimidad pública a las dimensiones.

Paso 3: Elegir los Indicadores. Los indicadores son seleccionados para cada dimensión según
los principios de la precisión (usando tantos indicadores como sea necesario para que el análisis
pueda guiar adecuadamente las políticas públicas) y de la parsimonia (usando tan pocos
indicadores como sea posible para asegurar la facilidad del análisis con fines de política pública
y de transparencia). Las propiedades estadísticas son a menudo relevantes—por ejemplo,
cuando sea posible y razonable, es mejor elegir indicadores que no estén altamente
correlacionados.

Paso 4: Fijar Líneas de Privación. Se fija una línea de corte de privación para cada indicador.
Este paso establece el primer umbral en la metodología. Cada persona puede ser entonces
identificada como privada o no privada respecto a cada indicador. Por ejemplo, en el caso del
indicador de escolarización (‘¿Cuántos años de educación formal ha completado?’), un posible
umbral de privación podría identificar a individuos con ‘6 años o más’ de educación como no
privada, mientras que aquellos que cuentan con ‘menos de 6 años’ de educación serían
identificados como privados en este indicador. Se puede poner a prueba la robustez de los
umbrales de privación, o se pueden usar múltiples conjuntos de umbrales para clarificar
explícitamente diferentes categorías de pobreza (como privado y extremadamente privado).

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Paso 5: Aplicar las Líneas de Privación. Este paso sustituye el logro de una persona con su
estatus respecto a cada umbral; por ejemplo, en la dimensión de salud, cuando los indicadores
sean ‘acceso a un centro médico’ y ‘autoevaluación del índice de masa corporal en morbilidad,’
las personas serán identificadas como privadas o no privadas para cada indicador.

Paso 6: Contar el Número de Privaciones para cada persona. Este paso se muestra en la última
columna de la Tabla 1. (Se asumen ponderaciones iguales entre los indicadores para mayor
simplicidad. Sin embargo, se puede aplicar ponderaciones diferentes, en cuyo caso se calcula
la suma ponderada.)

Paso 7: Fijar el Segundo Umbral o Línea de Pobreza. Asumiendo ponderaciones equivalentes


por simplicidad, se fija un segundo umbral de identificación, k, que indica el número de
indicadores en que una persona debe estar privada para ser identificada como
multidimensionalmente pobre. En la práctica, es útil calcular la medida para varios valores de
k. Se pueden efectuar pruebas de robustez para todos los valores de k.

Paso 8: Aplicar el Umbral k para obtener el conjunto de personas pobres y censurar todos los
datos de las no pobres. Se centra la atención ahora en el perfil de los pobres y en las dimensiones
en las que están desfavorecidos.

Paso 9: Calcular la Tasa de Recuento, H, o Incidencia de la Pobreza. Esta tasa se obtiene


dividiendo el número de personas identificadas como pobres por el número total de personas
en la sociedad.

Paso 10: Calcular la Intensidad de la Pobreza entre los Pobres, A. A la proporción de


privaciones que sufren los pobres, en promedio. Se calcula sumando la proporción del total de
privaciones que sufre cada persona pobre (por ejemplo, en la Tabla 2, la Persona 1 sufre 4 de
6 privaciones y la Persona 4 sufre 6 de 6 privaciones) y dividiéndola por el número total de
personas pobres. A = (4/6 + 6/6)/2 = 5/6.

Paso 11: Calcular la Tasa de Recuento Ajustada, M0. Si los datos son binarios u ordinales, la
pobreza multidimensional se mide con la tasa de recuento ajustada M0, que se calcula
multiplicando H por A.

Paso 12: Fijar las Ponderaciones. Lea los Documentos de Trabajo de OPHI sobre ponderación
de dimensiones del bienestar y los materiales del taller de OPHI sobre la configuración de
ponderaciones en las medidas multidimensionales (ambos disponibles solo en inglés).

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Entonces este Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) se puede utilizar para implementar
políticas públicas con sustento empírico al elaborar programas sociales más rentables que
apunten a las necesidades de las personas viviendo en la pobreza. La estructura de la
metodología Alkire Foster tiene propiedades que hacen que un IPM sea particularmente útil
para informar de manera transparente a la política pública. Entre otras cosas, puede utilizarse
para:

 Producir medidas oficiales de pobreza multidimensional


 Comparar la incidencia y la intensidad de la pobreza entre países
 Comparar grupos subnacionales, como regiones, poblaciones urbanas/rurales y grupos
étnicos
 Comparar la composición de la pobreza por dimensiones e indicadores
 Informar sobre los cambios en la pobreza a lo largo del tiempo

4. Método de las Necesidades Básicas Insatisfechas


El método de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) se encuadra dentro de los llamados
métodos directos de medición de la pobreza1 con un enfoque multidimensional. Se orienta a
identificar la falta de acceso a bienes y servicios (o problemas críticos en cuanto a la calidad de
aquellos) cuya disposición constituye una
condición para el ejercicio de derechos sociales. En tanto requiere la selección de las necesidades
que serán consideradas básicas y la fijación de los umbrales por debajo de
los cuales se estima que la privación es crítica, el método tiene un carácter fuertemente
normativo. Constituye una herramienta para la identificación de población potencialmente
beneficiaria de políticas públicas orientadas a asegurar el ejercicio de derechos (como habitar una
vivienda decorosa, acceder a la educación o a la atención de salud) la fijación de prioridades de
intervención del Estado y el seguimiento de los
resultados de dichas intervenciones (de los Campos, 2005; Fernández, 2012).

Propuesta por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) como instrumento para
realizar mediciones de pobreza desde la década del 80, la metodología
es ampliamente utilizada en América Latina a partir de datos censales (Feres y Mancebo, 2001,
Calvo y Giraldez 2000, Battinson et al 2007). Entre las ventajas del método pueden destacarse su
sencillez, su fácil entendimiento por parte de la población

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en general y su capacidad, aplicada sobre datos censales, para detectar las diferentes carencias
críticas en áreas menores.

El proceso típico de definición de las NBI implica seleccionar las necesidades básicas
que se quieren evaluar (establecer las dimensiones relevantes), determinar el o los indicadores con
los que se va a medir la insatisfacción de dichas necesidades y fijar los
umbrales que permiten identificar la no satisfacción de tales necesidades. Este proceso
supone no solo alcanzar acuerdos normativos, sino evaluar su posibilidad de medición
sobre la base de la información disponible, ya sea en los censos o en otras fuentes de datos.

4.1 Proceso de selección de indicadores


La fuente de información utilizada por el método NBI son los censos de población y vivienda,
disponibles en prácticamente todos los países de América Latina. Esto se debe a que sólo los
censos permiten lograr el grado de desagregación geográfica requerido para que un mapa de
pobreza sea útil en la identificación de necesidades espacialmente localizadas.

El método de las necesidades básicas insatisfechas (NBI) y sus aplicaciones en América


Latina 10 De la gran variedad de datos que contienen los censos, es necesario seleccionar
indicadores adecuados para reflejar las necesidades primordiales de la población. Estos
indicadores, a su vez, están restringidos al tipo de información que proporcionan los censos.
El proceso de selección está constituido, de manera general, por cuatro pasos:

1°. Determinar el grupo de necesidades básicas mínimas susceptibles de estudiarse con la

información del censo.

2°. Elegir indicadores censales que representen dichas necesidades.

3°. Definir el nivel crítico de satisfacción para cada necesidad.

4°. Asegurar que los indicadores seleccionados correspondan a situaciones de pobreza.

a) Necesidades básicas a considerar


Según este esquema, el primer paso en el proceso de selección de indicadores es
determinar el conjunto de necesidades que deben ser satisfechas por un hogar para que
su nivel de vida sea considerado digno, de acuerdo a los estándares de la sociedad a que
pertenece.

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En este sentido, es posible distinguir entre necesidades “absolutas” y “relativas”. Las
primeras son aquellas cuya satisfacción es indispensable para la existencia humana,
independientemente del medio social en que se desenvuelve la persona. Por ejemplo, un
nivel de nutrición que permita ejecutar actividades físicas mínimas es una necesidad
“absoluta”, ya que su satisfacción es esencial en cualquier sociedad.
Como ya se indicó, el grupo de necesidades básicas a tomar en cuenta está restringido
por la fuente de información utilizada. Debido a su capacidad de desagregación
geográfica, los censos de población y vivienda son la fuente usualmente utilizada en la
elaboración de mapas de pobreza.
Estos, sin embargo, no cuentan con datos sobre todas las características y privaciones de
un hogar. Por esta razón, las necesidades consideradas suelen limitarse a las siguientes
cuatro categorías:

i) Acceso a una vivienda que asegure un estándar mínimo de habitabilidad para el


hogar.
ii) Acceso a servicios básicos que aseguren un nivel sanitario adecuado.
iii) Acceso a educación básica.
iv) Capacidad económica para alcanzar niveles mínimos de consumo.

b) Variables censales y necesidades básicas


Ya se ha dicho que la utilización del censo como fuente de información para la
elaboración de un mapa de carencias críticas es crucial para alcanzar un alto grado de
desagregación en la información, pero que ello también impone restricciones en cuanto
al tipo de necesidades a considerar y los indicadores disponibles para evaluar la
satisfacción de dichas necesidades.
Aunque sería muy útil contar con información sobre el ingreso o el gasto de los hogares
para medir su capacidad económica, los censos suelen no contener información sobre
esas variables y, cuando la contienen, ésta es poco fiable. Indiscutiblemente, el método
NBI también debería considerar necesidades básicas como la salud y la nutrición, pero
las variables respectivas no están disponibles en los censos de la región. Dadas estas
limitaciones, el segundo paso en el proceso de selección de indicadores consiste en
determinar cuáles son las dimensiones factibles de ser medidas dentro de cada necesidad
básica, y qué variables censales serán utilizadas para dar cuenta de dichas dimensiones.

14
Tabla 1: Necesidades básicas, dimensiones y variables censales.

Fuente: CEPAL / PNUD (1989).

c) Indicadores de necesidades básicas y niveles críticos de satisfacción


Las variables seleccionadas hasta aquí definen las dimensiones en las cuales se evaluará
las condiciones de vida de los hogares encuestados. Pero aún hace falta determinar el
grado mínimo aceptable de satisfacción de cada necesidad; es decir, el “nivel crítico” a
partir del cual un hogar deja de ser “carente” para pasar a ser “no carente”, o viceversa.
Por lo tanto, el tercer paso en el proceso de selección de los indicadores de NBI consiste
en transformar una gama de niveles de satisfacción en dos alternativas dicotómicas: el
hogar satisface sus necesidades básicas o no lo hace.

d) Representatividad de los indicadores


La determinación de los satisfactores mínimos no es una tarea fácil cuando en un mismo
país se juntan características muy diversas. Un ejemplo lo constituye la gran variedad de
regiones climáticas dentro de los países, por la cual los materiales aceptables en la
construcción de viviendas para regiones frías o secas no son adecuados en regiones
calurosas o lluviosas. En estos casos, lo ideal sería contar con niveles críticos de
satisfacción específicos a cada región geográfica, grupo étnico, grupo social, etc., cuando
la diferencia entre ellos lo amerite. Sin embargo, este proceso conlleva una gran

15
complejidad operativa en la construcción de mapas de pobreza, cuyo costo generalmente
supera los beneficios. Más aún, la diferenciación de estándares puede traer consigo
problemas de tipo conceptual, dado que los distintos satisfactores no necesariamente
corresponden a un mismo nivel de bienestar. Así, la condición de “insatisfacción” de una
necesidad no representaría el mismo grado de privación para todas las regiones o grupos.

4.2 Indicadores típicamente utilizados


a) Calidad de vida
Para que una vivienda cumpla con un nivel mínimo de habitabilidad, debe ofrecer a las
personas protección contra diversos factores ambientales -aislamiento del medio natural-
, privacidad y comodidad para llevar a cabo ciertas actividades biológicas y sociales -
aislamiento del medio social-, y no generar sentimientos de privación relativa en sus
habitantes (CEPAL / PNUD, 1989). De estas tres funciones, sólo para las dos primeras
se puede aproximar su medición a través de la información censal.

b) Condiciones sanitarias
El análisis de las condiciones sanitarias de una vivienda suele llevarse a cabo a través de
dos indicadores; a saber, la disponibilidad de agua potable y el acceso a servicios
sanitarios para el desecho de excretas.

c) Educación
La educación constituye un requerimiento mínimo para que las personas puedan
incorporarse adecuadamente a la vida productiva y social. Junto con la familia, la escuela
es el agente socializador más importante, “al punto que las deficiencias que se
experimenten en cualquiera de estos ámbitos, particularmente en edades tempranas,
tendrán consecuencias negativas que repercutirán en las capacidades de aprendizaje de
los individuos y en su incorporación a la vida activa” (CEPAL / PNUD, 1989). En base
a esto, puede decirse que la falta de educación representa una severa limitación para poder
escapar de la pobreza, y puede generar un círculo de perpetuación de la misma.

d) Capacidad económica
Si bien los censos permiten identificar necesidades básicas como las planteadas
anteriormente, ellos no disponen de información sobre otras necesidades igualmente
esenciales, como el vestido, la alimentación o el transporte. Para dar cuenta de estas
necesidades, los mapas de pobreza suelen incluir un indicador de la “capacidad

16
económica” del hogar, que actúa como una aproximación al nivel de ingreso del mismo.
Por lo tanto, este indicador “no se orienta a captar una necesidad básica en particular sino
en reflejar la disponibilidad de recursos del hogar y, a través de ellos, las chances de vida
de sus miembros” (CEPAL / PNUD, 1989).

e) Otros posibles indicadores


Los indicadores de necesidades básicas detallados anteriormente se han constituido en un
referente importante para la mayoría de los mapas de pobreza elaborados en América
Latina. Esto se debe no sólo a su alto nivel de representatividad de situaciones de pobreza,
sino a que constituyen las mejores opciones para aprovechar la información censal
disponible. Asimismo, a medida que los censos de población han incorporado mayor
información, ha sido posible mejorar dichos indicadores. Tal es el caso de las
características de la vivienda, el acceso a agua potable y la disponibilidad de servicios de
evacuación, que actualmente se investigan con mayor profundidad y en categorías más
discriminantes. Sin embargo, estos indicadores no son suficientes para dar cuenta de
todas las necesidades del hogar, ya sea porque los indicadores son muy básicos, o porque
los censos no contienen información más detallada.

4.3 Evaluación crítica del método NBI


Sin duda alguna, la mayor fortaleza del método de Necesidades Básicas Insatisfechas radica
en la efectiva utilización de la información censal, que le permite identificar situaciones de
pobreza con un alto grado de desagregación geográfica. Esto, a su vez, ha facilitado la
generación de “mapas de pobreza”, herramientas fundamentales para la aplicación de
políticas sociales, ya que permiten identificar el tipo de necesidades de la población -siempre
y cuando el censo cuente con información respecto a dichas necesidades- y focalizar
apropiadamente su ejecución. También es pertinente mencionar que la aplicación del método
NBI implica costos reducidos en lo que se refiere a recolección de información, puesto que
se aprovecha la información censal existente. Inclusive desde el punto de vista informático,
el progresivo abaratamiento y mayor capacidad de la tecnología ha facilitado la generación
de mapas de pobreza, así como una creciente interactividad con los usuarios finales a través
de interfases geográficas muy útiles.

17
4.4 Propuestas de medición de la pobreza a partir de NBI
a) El enfoque bidimensional y el método integrado
La serie de ventajas y desventajas del método NBI mencionadas anteriormente permiten
intuir que esta herramienta puede ser utilizada de manera complementaria a otros métodos
de medición de la pobreza. En esta sección se analiza una propuesta que aprovecha la
complementariedad existente entre el método NBI y el método de Costo de las
Necesidades Básicas (CNB) o de Líneas de Pobreza (LP). En primer lugar, cabe
mencionar que el método de Costo de Necesidades Básicas es un método indirecto de
identificación, que clasifica como pobres a aquellas personas u hogares con un ingreso
insuficiente para adquirir bienes y servicios básicos, cuyo costo está determinado por una
“línea de pobreza”. El procedimiento resumido para estimar la pobreza bajo el método LP
sigue aproximadamente los siguientes pasos: i) construir una canasta básica de bienes y
servicios; ii) estimar el valor de esa canasta y, por lo tanto, el ingreso necesario para
adquirirla (“línea de pobreza”); iii) clasificar como pobres a aquellas personas cuyo
ingreso sea inferior al de la línea de pobreza. En América Latina, la manera más extendida
de construir la canasta básica consiste en elaborar primeramente una canasta básica de
alimentos -que cumpla con ciertos requisitos nutricionales, estimar el valor de esta canasta
a precios de mercado, y luego multiplicar el valor obtenido por un índice que da cuenta
del gasto en los bienes y servicios básicos no-alimentarios.

b) El método NBI y la estimación de ingresos a partir de los censos


Una de las críticas al método NBI frecuentemente señaladas en la literatura consiste en su
incapacidad para generar un indicador de bienestar teóricamente sólido. Si bien existe la
propuesta (comentada en la sección sobre “Agregación bajo el Método NBI”) orientada a
dotar al método de una medida de la intensidad de la pobreza y que permita construir
índices de “agregación”, éste representa más bien un esfuerzo aislado y con resultados
insatisfactorios. A pesar de que el ingreso o el consumo per cápita adolecen también de
defectos, éstos han sido los indicadores más utilizados en la medición del bienestar durante
las últimas décadas. De allí que una posibilidad que se ha explorado para mejorar el
desempeño del método NBI como herramienta de medición de la pobreza sea crear una
correspondencia entre sus resultados y el nivel de ingreso o consumo per cápita pertinente.
Así, se intenta generar mapas de pobreza en los cuales se identifique a los hogares más
pobres a partir de su nivel de recursos, aprovechándose las ventajas en la agregación de
resultados que este indicador presenta.

18
5. El Índice de Desarrollo Humano (IDH)
Según el Ministerio de Economía y Finanzas, el Índice del Desarrollo Humano (IDH) es uno de
los instrumentos más utilizados a nivel internacional para medir el adelanto medio de un país en
lo que respecta a la capacidad básica de su población, la cual es representada por tres componentes:
 Esperanza de vida al nacer, que refleja una existencia larga y saludable;
 Logro educativo, que resume la capacidad de las personas para acceder al sistema educativo
lo cual se traduce en menores tasas de analfabetismo y mayor asistencia a la educación básica.
 El ingreso, que indica la capacidad de acceso a los recursos para vivir dignamente. En el caso
internacional, y a nivel más agregado, la variable que se utiliza es el PBI per cápita el cual
contempla adicionalmente las ganancias empresariales; sin embargo dado que no se puede
desagregar, esta variable fue desestimada y se utiliza en su lugar como proxy el ingreso per
cápita.
A continuación, se muestran las ponderaciones de cada uno de los componentes para el
cálculo del IDH nacional:

Tabla 2: Componentes del IDH Nacional


Peso en el
Componente Indicator
IDH
Vida larga y
I. Esperanza de vida al nacer 1/3
saludable
II. Logro educativo (Alfabetismo + tasa de asistencia
1/3
escolar en educación básica)
Educación a. Alfabetismo 2/9
b. Tasa de asistencia escolar en educación básica
1/9
(población de 5 a 18 años)
Nivel de vida digno III. Ingreso familiar per cápita mensual en nuevos soles 1/3
Fuente: PNUD: Informe de Desarrollo Humano 2009

El valor del IDH indica cuánto avanzó un país, a fin de llegar a ciertas metas. El rango fluctúa entre
0 (cero) y 1 (uno). Cuanto más cercano esté un determinado lugar de un IDH igual a 1, tanto mayor
será su desarrollo humano.
En el caso peruano, a partir del año 2005 y a través del Censo se vienen recogiendo datos a nivel
local, lo cual ha permitido desagregar información del IDH a estos niveles de precisión. Ya en el

19
cálculo del IDH 2007 se ha recopilado información del Censo 2007, lo cual ha permitido que su
cálculo se extienda a nivel de cuencas.
Al 2007, el IDH a nivel departamental tiene un rango entre 0.5 y 0.7, siendo el promedio nacional de
0.62. Como se observa en el gráfico, solo 8 departamentos superan el promedio nacional, mientras
que Huancavelica es el departamento con menor IDH.

a) Ventajas:
 Una ventaja del IDH es la facilidad con la que puede desagregarse por regiones geográficas
o modificarse para captar desigualdades distributivas de diversos tipos.

 Es un indicador relativamente fácil de entender y muy utilizado en América Latina por lo que
existe un consenso en cuanto a la utilización de sus variables.

 Puede funcionar como una herramienta de corto plazo importante para toma de decisiones en
materia de política pública en lo que se refiere a la priorización de zonas geográficas.

b) Desventajas:
 Salvo las variables derivadas del CENSO, las variables derivadas de las encuestas de hogares
sólo tienen representatividad a nivel departamental, por lo que podrían existir deficiencias en
la actualización de las IDH a nivel distrital.

 Ante dos localidades/regiones/naciones con IDH similares, es necesariamente forzosa una


desagregación de las variables que lo componen, dado que sus variables insumos podrían
mostrar coyunturas totalmente distintas.

 Dado que la mayor parte de sus variables son de carácter estructural, salvo la variable de
ingreso, los demás indicadores tenderán a no modificarse en el corto o mediano plazo.
Adicionalmente, se señala que las variables utilizadas en el IDH hacen casi imposible para
los países desarrollados aumentar su desarrollo humano cuando se llega a cierto nivel.

20
6. Pobreza subjetiva
Las medidas subjetivas de pobreza se apoyan en la percepción que tienen los hogares o personas
sobre cuáles son sus propias necesidades y cuál es su situación económica y social. Usualmente,
en la literatura económica la medición subjetiva de pobreza suele realizarse a través de Líneas de
Pobreza Subjetivas (LPS) y consiste en establecer a partir de los ingresos de los hogares si éstos
tienen o no la capacidad de satisfacer por medio de la compra de bienes y servicios un conjunto
de necesidades alimentarias y no alimentarias que ellos consideran esenciales para su subsistencia.
Estas líneas están definidas por el ingreso familiar mínimo que, según cada familia, se necesita
para cubrir sus necesidades básicas. Las necesidades básicas se refieren a las necesidades básicas
de consumo de bienes y servicios, que sería el equivalente a lo que en la Argentina el INDEC
define como Canasta Básica Total (CBT). Las LPS utilizan el ingreso como indicador monetario
del nivel de vida (es un indicador monetario), pero son las propias familias quienes definen sus
necesidades, por lo cual, a diferencia de las Líneas de Pobrezas Objetivas, no se requiere del uso
de escalas de equivalencias.

Sin embargo, la LPS tal como es definida por la literatura económica es un concepto diferente al
de Pobreza Subjetiva (PS) que se utiliza en ente trabajo. La LPS es el límite que separa a los pobres
de los no pobres según éstos tengan ingresos suficientes como para cubrir sus necesidades básicas
de consumos que hacen a su subsistencia física. Si una familia o persona no logra cubrir sus
necesidades básicas es pobre. Pero si logra cubrirlas con sus ingresos, no será pobre. Se la llama
LPS en lugar de LPO (lo que sería la línea de pobreza objetiva) porque quien define cuáles son
sus necesidades básicas para subsistir es cada familia. Pero se use la LPS o la LPO para delimitar
la pobreza, quienes estén por debajo de esa línea son pobres en el mismo sentido. No son pobres
subjetivos, porque su pobreza no es un problema de subjetividad, sino que directamente son pobres
reales porque no cubren sus necesidades básicas de subsistencia.

Los Pobres Subjetivos, en cambio, o la Pobreza Subjetiva, abarca a aquellas personas que teniendo
ingresos que superan al mínimo de subsistencia (es decir están por encima de la LPS), sostienen
que de todos modos ganan menos de lo que necesitan ganar para no sentirse pobre. En este caso,
la pobreza es subjetiva porque estas personas no son pobres según la definición consensuada de
pobreza (una familia será pobre si sus ingresos son menores a los necesarios para cubrir una
canasta de subsistencia), pero a pesar de ello se perciben pobres. Así, una vez definida la línea de
pobreza que separa los pobres de los no pobres, podemos definir a los Pobres Subjetivos o a la
Pobreza Subjetiva como una categoría que se presenta entre aquellas personas que sí cubren sus
necesidades básicas para subsistir (que, como se dijo, no serían por lo tanto pobres en el sentido

21
que se entiende y mide tradicionalmente el concepto de pobreza), pero que sin embargo se sienten
pobres. Es decir, a pesar de tener cubiertas sus necesidades básicas de subsistencia, se sienten
pobres. Su percepción de pobreza es claramente subjetiva porque trasciende a la definición
tradicional de pobreza que vincula a la pobreza con no poder cubrir una canasta básica de
subsistencia.

Definiendo como Yd al ingreso mensual deseado por una persona u hogar para no sentirse pobre,
Yr al ingreso mensual recibido y Ym al ingreso mensual que esa familia considera como mínimo
de subsistencia, bajo la interpretación que se propone en este trabajo una persona u hogar será
pobre si su ingreso recibido es menor al ingreso que considera de subsistencia, es decir: si Yr <
Ym. En cambio, será pobre subjetivo si su ingreso es mayor al ingreso de subsistencia, pero menor
al ingreso que desea para no sentirse pobre. Es decir, si Ym > Yr < Yd.

 Si Yr < Ym => Pobre


 Si Ym > Yr < Yd => Pobre Subjetivo

Donde

Yr = ingreso recibido
Ym = ingreso mínimo de subsistencia
Yd = ingreso deseado para no sentirse pobre

Es importante aclarar un aspecto que hace a la distinción entre Línea de Pobreza Subjetiva (LPS)
y Pobreza Subjetiva (PS): para categorizar a los Pobres Subjetivos, no necesariamente se requiere
de una Línea de Pobreza Subjetiva. Podría también categorizárselos utilizando una línea de
pobreza objetiva. Así, serán pobres quienes estén por debajo de la línea de pobreza y serán pobres
subjetivos quienes estando por encima de tal línea, ganan menos de lo que ellos necesitarían ganar
para no sentirse pobre. Para simplificar el análisis, en este trabajo se cuantificará la Pobreza
Subjetiva de acuerdo a la LPS.

7. Pobreza Crónica y Transitoria


Sobre el informe del Banco Mundial que analiza la pobreza crónica en América Latina y el Caribe,
en el que se señala que uno de cada cinco pobladores de la región, es decir 130 millones, vive en
la pobreza, opinan: Pedro Francke, economista, experto en políticas sociales y pobreza; Kurt

22
Burneo, economista, vicerrector del Centro de Investigación de la Universidad San Ignacio de
Loyola; y Elmer Cuba, economista de Macroconsult.

Hay diversos estudios internacionales que han demostrado que la pobreza crónica todavía afecta
a una enorme cantidad de personas en América Latina y el Caribe. El problema mayor de la
pobreza crónica es que deja a la población sin esperanza. Refleja el hecho que la gente se mantiene,
cautivamente, pobre durante años, décadas, y que carece de las capacidades para salir de esa
situación. Hay un enorme componente de transmisión intergeneracional de la pobreza, pasando de
padres a hijos a través de las dificultades en temas como educación y salud. La pobreza crónica es
un tema fundamental que se debe analizar. Por ello, el Banco Mundial ha hecho bien en resaltar
que, a pesar de algunos años de buen desempeño económico, la pobreza no se ha resuelto y se
requieren políticas especialmente dirigidas a este sector de la población. En el caso peruano, un
problema es que mantenemos una alta proporción de pobreza crónica, ubicada sobre todo en las
zonas rurales, en la sierra y en la selva, donde el crecimiento económico no ha generado las
oportunidades necesarias para salir de esta situación. Hay problemas de salud, educación,
infraestructura, que son factores que mantienen a la población en una especie de trampa de
pobreza.

El informe del Banco Mundial reconoce una realidad, y es que, a pesar del crecimiento de los
últimos años en América Latina, una de las regiones con las tasas de crecimiento, en promedio,
más altas en comparación al resto de regiones, todavía existe el problema de la pobreza. Pero no
sólo los niveles de pobreza son relevantes, sino también los niveles de desigualdad. América
Latina sigue siendo la región del mundo donde la desigualdad en la distribución de ingresos es la
más alta. En nuestro país la desigualdad es mucho más marcada. Los retos del Perú son llegar a
pobreza extrema cero y reducir sustantivamente los niveles de desigualdad. Un elemento
fundamental para lograr estos retos es la promoción de condiciones para el empleo de calidad, que
cubran las canastas básicas de consumo, vivienda, vestimenta, educación, salud. Todo esto debe
estar impulsado por el Estado. Es absurdo que se deje pasar el tiempo sin definir el incremento de
la remuneración mínima vital, teniendo en cuenta que se ha incrementado la productividad laboral,
perdiendo una oportunidad interesante para contribuir a revertir la desaceleración actual de la
economía. Esto es una muestra de una falta de voluntad política por parte del gobierno para debatir
el incremento del salario mínimo vital.

De acuerdo al Banco Mundial, estos últimos diez años han sido los mejores en la economía de
América Latina y el Caribe, y del Perú en particular, lo que ha ayudado a que mucha población
salga de la pobreza. Han sido los pobres que tenían cierta educación y viven en cierta ubicación

23
geográfica los que han sido más proclives a salir de la pobreza. Sobre las brechas que persisten en
la población, claramente es un tema rural, agrícola y de baja productividad. La economía ha
crecido fuerte y sus efectos se han sentido más en la derrota de la pobreza urbana. El crecimiento
económico ha sido la principal razón para que parte de la población haya salido de la pobreza,
pero no ha sido suficiente. Pareciera que hay que hacer políticas públicas más focalizadas para
ayudar a reducir la pobreza. Es un reto muy fuerte mejorar las políticas sociales porque no ha
bastado con crecer. La idea es que en los próximos cinco años crezcamos lo más que se pueda,
pero de la mano con políticas públicas, como un combo, es decir no llegar sólo con luz, agua,
saneamiento o telecomunicaciones, debe ser todo eso a la vez. Eso implica un esfuerzo mayor en
la articulación de las políticas públicas, que hoy están segmentadas, cada una yendo a diferentes
velocidades.

En su intervención, Javier Herrera, director de investigación en el Instituto de Investigación para


el Desarrollo de Francia (IRD, por sus siglas en francés), mencionó que cuando se estudia la
pobreza es importante distinguir entre el “pobre crónico” y el “pobre transitorio”. La distinción se
hace más importante si dichas formas de pobreza tienen perfiles y determinantes distintos. Herrera
explicó que los pobres crónicos se caracterizan no solo por el hecho de que sus activos son bastante
inferiores al resto de la población (considerando la posesión de tierras, el capital humano, entre
otros elementos), también por acumular de manera persistente privaciones en varias d menciones
del bienestar. En cambio, los pobres transitorios son aquellos hogares que caen en situación de
pobreza como resultado de fuertes choques. “Las implicancias para desarrollar políticas públicas
no son las mismas en cada caso. Para reducir la pobreza crónica se requiere mejorar la dotación
de activos y capital humano, mientras que, para combatir la pobreza transitoria, las políticas de
aseguramiento y protección social son las más adecuadas”, señaló.

Herrera sostuvo también que, en Perú, a diferencia de otros países de la región, se puede distinguir
a los pobres crónicos de los pobres transitorios pues se tiene la suerte de contar con datos
longitudinales desde hace casi 25 años. En el caso de países que no cuentan con encuestas de tipo
panel, la metodología propuesta por el Banco Mundial es una tentativa de crear, mediante un
modelo econométrico, un panel simulado (“sintético”) de hogares. Esta metodología –explicó
Herrera– es una extensión de la metodología de mapas de pobreza que combina encuesta a hogares
y datos censales, y que fue propuesta inicialmente por investigadores del Banco Mundial. De
acuerdo con el especialista, la validez del método propuesto reposa sobre la validación e varias
hipótesis implícitas. En particular, que las variables explicativas deben ser invariantes en el tiempo

24
(la variabilidad proviene de los cambios en los coeficientes y no de cambios en las variables
explicativas). Cabe señalar que

los errores de modelización y de muestreo se acumulan cuando Según Júmele Rigolini (Banco
Mundial), la reducción de la pobreza en la región dependerá de factores macroeconómicos, así
como de la expansión de programas sociales. se extiende la simulación a varios periodos
consecutivos, con lo cual los estimados de pobreza crónica y transitoria pierden precisión. Esta es
una limitación importante cuando se quiere estudiar la persistencia de la pobreza sobre un largo
periodo. Los ejercicios de validación y robustez, que comparan la incidencia de la pobreza crónica
y transitoria estimadas a partir de los paneles sintéticos (simulados) versus la incidencia observada
en los verdaderos paneles de la Enaho (Perú), han dado resultados contrastados. Por un lado, los
paneles sintéticos predicen con bastante precisión las transiciones de pobreza. Pero, por otro lado,
no logran identificar el perfil de los hogares en situación de pobreza crónica. La existencia de
verdaderos paneles, como es el caso de la Enaho, permitirá seguir profundizando el estudio de los
alcances y las limitaciones del método de paneles sintéticos para el caso de los países en donde
tales encuestas no existen.

8. Perfiles de Pobreza
Según el INEI (2016) los hogares y las personas en situación de pobreza se diferencian de los
hogares y personas no pobres respecto a varias dimensiones socioeconómicas claramente
identificables. En este informe se han seleccionado los rasgos que más diferencian a los pobres de
los no pobres. Estas diferencias, en la mayoría de casos, muestran factores generadores de pobreza
y sirven para analizar su alcance y significación en la elaboración de Estrategias y Políticas
Públicas destinadas a su reducción.

8.1 Perfil de la población por condición de pobreza


La caracterización de los pobres en Perú se construye a partir de la comparación de los
hogares y las personas pobres con los que no lo son, en áreas urbanas, rurales, regiones
naturales y entre diferentes niveles de pobreza.

8.1.1 Incidencia de la pobreza según edad


En la población infantil y adolescente, la incidencia de la pobreza es alta, pues la falta
de recursos en los hogares pobres suele estar asociada con situaciones de riesgo
específicas para esta población, tales como la desnutrición, el abandono escolar o la

25
falta de acceso a servicios médicos. Estas circunstancias pueden afectar las
oportunidades de niñas, niños y adolescentes para desarrollarse en el futuro, pues los
efectos de la pobreza son difíciles de remontar, e incluso llegan a ser irreversibles.
Aunque las carencias descritas no son exclusivas de la población infantil y
adolescente, es altamente probable que no sólo les acompañen a lo largo de su vida,
sino que sean un factor determinante para perpetuar la transmisión intergeneracional
de la pobreza.

8.2 Pobreza y etnia


Nuestro país se caracteriza por su diversidad étnico-racial. A través de la encuesta es posible
distinguir la población en pobreza según su origen étnico a partir de dos variables: lengua
materna y autopercepción étnica.

8.3 Características educativas


Según diversos estudios existentes, señalan que la educación es el factor más importante en
la reducción de la pobreza. Si el nivel educativo es alto, la probabilidad de caer en la
pobreza es menor.

26
Conclusiones
El método de medición de pobreza que se utilice en un país tiene que ser acorde con la realidad de
éste, para así poder identificar correctamente a los que están en situación de pobreza, pobreza extrema
y vulnerabilidad. Es muy importante contar a la vez con información de otras dimensiones distintas
al ingreso, las cuales al presentar carencias limitan el desarrollo potencial de las personas y las llevan
a vivir en situación de pobreza.

El estudio multidimensional de la pobreza permite una mejor focalización de los grupos que no
cuentan con ingresos o presentan carencias sociales. Se define un grupo de pobreza extrema más
acorde a la realidad chilena actual, pues el grupo de indigentes que no pueden consumir la canasta
básica alimentaria es ahora muy pequeño. La incidencia de pobreza no aumenta por cómo están
definidas las líneas, y se define el grupo de individuos identificados como vulnerables
económicamente, con alta probabilidad de caer en situación de pobreza. Con esto se logra caracterizar
el fenómeno de la pobreza de mejor manera, con una mayor información de sus causas y dimensiones
que afecta a las personas.

Final mente, es recomendable mantener y tomar con suma importancia la medición de la pobreza, ya
que nos ayudara a poder cuantificar los efectos de las políticas públicas en el largo plazo y poder
observar los avances de estos.

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Bibliografía
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Banco Mundial. (1990). La medición de la pobreza. México.

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