Se distinguen claramente varias fases de funcionamiento de los
motores de c.c.
Arranque, es el momento inicial en el que, partiendo del reposo,
se conecta a la red, en ese instante el motor debe vencer el par resistente que se le opone constituido por las resistencias debidas a la inercia y a los rozamientos de los órganos móviles del motor, este par resistente debe ser inferior al par de arranque del motor, porque de no ser así el motor no arrancaría. Este régimen es crucial para el motor ya que la intensidad captada de la línea alcanza picos muy elevados que podrían ocasionar graves daños a la línea y quemar los bobinados del motor.
Aceleración, es el periodo en que el motor va ganando velocidad
hasta alcanzar la de régimen nominal, por ello el par motor debe ser muy poderoso en esta fase, ya que además de vencer el par resistente debe acelerar el motor hasta alcanzar la velocidad de funcionamiento normal.
Régimen nominal, es cuando el motor ha alcanzado su marcha
nominal y se mantienen todos los parámetros, en este instante el par motor debe ser igual al par resistente y de signo opuesto.
Estabilidad en los motores de c.c. tras alcanzar el régimen
nominal, pueden modificarse los parámetros del motor de forma inesperada, debido a pérdidas de carga,… para que el motor se comporte de modo estable es preciso que responda a estas variaciones de modo que trate de anularlas, para recuperar el régimen nominal, de no ser así, se dice que el sistema es inestable, es decir, cuando tras producirse una acción que modifica los parámetros, estos continúan separándose más y más de sus valores nominales. Por lo tanto cuando se produce un aumento brusco de velocidad el motor estable responde con un par motor inferior al resistente, para tratar de reducir la velocidad y así recuperar el régimen nominal. Si el motor fuese inestable el par motor sería mayor que el resistente con lo que aumentaría progresivamente la velocidad, embalándose el motor. Inversión del sentido de giro, el motor puede funcionar en ambos sentidos de giro, para lo que es necesario intercambiar las conexiones de ambos devanados. Recordemos que el sentido del par motor depende de la polaridad del campo magnético y del sentido de la corriente del inducido; si invertimos las conexiones del inducido, invertimos el sentido de la corriente en él, y si lo hacemos en el inductor invertiremos la polaridad del campo magnético. Si se cambia el sentido de giro con el motor detenido, no importa cuál sea el devanado en el que se permutan las conexiones, pero si el cambio de sentido de giro se realiza con el motor en marcha, es necesario que sea el devanado inducido el que cambie de conexión, porque si se hiciera con el bobinado inductor, durante un instante quedará la máquina sin excitación, lo que provocaría el embalamiento del motor.
Frenado de un motor de c.c. para detener un motor no es
suficiente con desconectarlo de la red, ya que por inercia éste continuaría girando. Existen tres procedimientos distintos para frenar un motor:
Frenado dinámico, se hace funcionar al motor como generador,
transformando la energía mecánica de rotación en energía eléctrica, que puede ser inmediatamente consumida en unas resistencias conectadas al efecto (frenado reostático), o bien se cede a la red de alimentación eléctrica (frenado regenerativo).
Frenado en contramarcha, para lo que se precisa invertir el
sentido del par electromagnético mientras el motor está en marcha.
El funcionamiento de un motor de c.c. se basa en la fuerza que
se produce sobre un conductor eléctrico recorrido por una intensidad de corriente eléctrica en el seno de un campo magnético, según la expresión: En la que: B es la inducción de campo magnético (teslas). l es la longitud del conductor cortado por líneas de campo magnético (metros). I es la intensidad que recorre al conductor (amperios). F es la fuerza que se produce sobre el conductor (newton). Para conocer la dirección de la fuerza se aplica la regla de la mano izquierda, tal y como vemos en la figura, si colocamos los dedos de la mano izquierda índice, corazón y pulgar abiertos y perpendiculares entre sí, de modo el índice coincida con el sentido de la inducción magnética; el corazón coincida con el de la corriente eléctrica que recorre el conductor, el pulgar indicará el sentido de la fuerza que se ejerce sobre el conductor.