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El jardín infantil o el preescolar son unas de las primeras experiencias de aprendizaje a

las que acceden los niños. Todo lo que ocurre en estos espacios va a incidir en el futuro
de su proceso educativo: desde los contenidos y actividades que realizan hasta los retos
de socializar y compartir con los demás. De ahí que algunos profesores hayan destacado
la importancia de esta etapa inicial y recomienden estrategias innovadoras para la
enseñanza en preescolar, teniendo en cuenta las complejidades de un mundo permeado
por la tecnología al cual los niños tienen acceso cada vez más temprano.

El objetivo es lograr un modelo de educación que responda a las necesidades y primeras


inquietudes de los niños. Una de las recomendaciones del portal educativo Early
Childhood Teacher es motivar la participación en clase y la interacción entre los
estudiantes. El consejo es generar espacios para que los niños puedan discutir los
contenidos en grupo y así todos hagan parte de la actividad. La idea es que el maestro se
convierta en una especie de facilitador para el aprendizaje.

Así los estudiantes empezarán a comprometerse con su propio proceso educativo y a ser
parte activa del mismo. Una actitud que puede fortalecerse si se establecen metas
individuales. Los profesores pueden preguntarle a cada niño sobre su desempeño en
determinadas áreas y entre los dos definir un objetivo. La retroalimentación para alcanzar
este logro es fundamental y necesita del acompañamiento docente.

El portal de contenidos educativos Edutopia explica que en las actividades está la clave
para que los estudiantes estén cada vez más motivados. Una asignación como crear un
afiche con los materiales disponibles en el salón promueve su imaginación y
creatividad. Edutopia le recomienda a los maestros que les propongan a sus alumnos
unos pasos a seguir y luego les permitan crear sin mayor interferencia.

Los expertos coinciden en la importancia que tiene el juego en el aprendizaje de los


primeros años. Por eso debe ser el protagonista en la mayoría de actividades dirigidas y
debe contar con materiales que lo estimulen naturalmente como juguetes, una pequeña
biblioteca, bloques para armar, marcadores, colores y cartulinas para dibujar.

El aula debe ser un espacio para fomentar el pensamiento crítico, la creatividad, la


comunicación, la colaboración y la responsabilidad a través de actividades como juegos
matemáticos y cuentos sencillos. El profesor puede plantear problemas de la vida real,
como la contaminación de agua, el reciclaje o los perros que no tienen hogar, para que
sus alumnos busquen soluciones en las que puedan aplicar no solo sus conocimientos
sino sus habilidades. El objetivo es que desde muy pequeños sepan que pueden ser
agentes de cambio en el lugar en el que viven. Esto los llevará a apropiarse más de sus
espacios.

Además, si se crea un proyecto para responder a una problemática real en la que el niño
está interesado, se le pueden enseñar contenidos de diversas materias en una sola
actividad. Puede profundizar en los conceptos a través de la experiencia y va a estar
motivado a aprender y a preguntar sobre el tema. De nuevo, el docente desempeña un
papel de facilitador y puede promover que el estudiante aprenda habilidades que le serán
útiles en el futuro.
Si desea conocer todas las estrategias y recomendaciones para los profesores de
preescola,r puede visitar los portales Edutopia y Early Childhood Teacher.

Para leer más sobre educación, tendencias de aprendizaje y opiniones de expertos


descargue la revista digital Semana Educación.

4. Gamificación
Se trata de la integración de mecánicas y dinámicas de juego y videojuegos
en entornos no lúdicos, con el fin de potenciar la motivación, la
concentración, el esfuerzo, la fidelización y otros valores positivos comunes
a todos los juegos. La integración de dinámicas de juego en dichos entornos
no es un fenómeno nuevo, pero el crecimiento exponencial del uso de
videojuegos en los últimos años ha despertado el interés de muchos
expertos del ámbito educativo.

Aprendizaje Basado en el Pensamiento (Thinking


Based Learning)
Enseñarles a contextualizar, analizar, relacionar, argumentar, convertir
información en conocimiento y desarrollar destrezas del pensamiento más
allá de la memorización. Ese es el objetivo del thinking-based learning o
aprendizaje basado en el pensamiento (TBL).

En las guarderías, los maestros de educación infantil utilizan el juego estructurado como
metodología de aprendizaje. Organizan actividades para que los niños puedan expresarse de
manera creativa, al mismo tiempo que aprenden cosas cotidianas como los colores, los días
de la semana y cómo decir la hora.

Asimismo, se sirven del juego para enseñar los principios básicos de la conducta social,
como compartir con los demás o esperar su turno. Además, entre las funciones del maestro
está prestar ayuda práctica en tareas como vestirse, comer, lavarse o ir al baño.

Los maestros del ciclo de educación infantil suelen ser responsables de un aula de niños de la
misma edad pero con capacidades e intereses muy distintos. Entre sus funciones
destacan promover el aprendizaje en la primera infancia; facilitar la evolución del lenguaje
oral e introducir el lenguaje escrito; identificar las habilidades, intereses y necesidades
especiales del alumnado; fomentar la buena convivencia en el aula y la adquisición de hábitos,
etc. Para lograr sus objetivos pueden utilizar el juego estructurado y el apoyo de materiales
audiovisuales, ordenadores, etc.

Otras de sus funciones son reunirse con las familias; supervisar el trabajo de los maestros en
prácticas; elaborar informes y mantener al día los expedientes del alumnado. Además, pueden
ser responsables de la compra y el mantenimiento del equipo utilizado por los niños, organizan
salidas y están pendientes de los niños durante las visitas de interés educativo; están
informados de tes de los problemas sanitarios y de prevención de riesgos.

Perfil profesional
Para ser maestro de educación infantil, se requiere:

 Tener formación específica en educación infantil.


 Poseer capacidad para animar, motivar e inspirar a los niños.
 Tener paciencia, tacto y tolerancia.
 Tener mucha energía, entusiasmo y dedicación.
 Saber escuchar y observar.
 Poseer capacidad para expresarse con claridad oralmente y por escrito.
 Saber mantener la disciplina.
 Saber organizar y planificar.
 Trabajar bien bajo presión.
 Poseer capacidades creativas y prácticas para encontrar actividades que despierten
interés en los niños y estimulen su aprendizaje.

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