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Historia del psicoanálisis

Cómo hacer la historia del psicoanálisis: una lectura de tres ensayos para una teoría sexual
de Freud
El texto nos acompaña en la lectura de tres ensayos para una teoría sexual de Freud,
contextualizando la época y primeros esbozos de esta teoría. Desde una mirada
historiográfica y epistemológica se construye la historia del psicoanálisis, utilizando el
método arqueológico de Foucault. Comienza por construir una historiografía de la historia
de la ciencia, haciendo énfasis en la verdad expuesta en los discursos y cómo ésta es
producto del método arqueológico.

Ciudad de espejos, ciudad de sueños


El autor nos muestra el recorrido de Sigmund Freud en la construcción de un modelo de la
mente. Retoma los primeros modelos esbozados desde la filosofía, pasando por la filosofía
de la naturaleza, la medicina romántica, el empirismo y racionalismo, la biofísica, la
psicofísica, hasta llegar a la construcción de la teoría propuesta por Freud.
Freud necesitaba desarrollar un modelo de la mente en el que sus teorías sobre el conflicto
psíquico adquirieran sentido (Makari, 2012), y como científico del cerebro de finales del XIX,
lo nombró como el órgano de la mente. Recurrió a Kant como uno de los primeros en
proponer un modelo como este. Kant reunía el empirismo y el racionalismo. El primero
postula a la realidad como un reflejo de la mente y producto de la experiencia sensorial. El
segundo, establece a la realidad como resultado de una construcción mental a través de la
organización de categorías (de ahí el nombre del capítulo). Posteriormente surgió la filosofía
postkantiana de la cual derivó la filosofía de la naturaleza y el monismo dual, a la par que
emergía el romanticismo inglés y el trascendentalismo americano. Cada vez más fue
eliminándose el trascendentalismo y la dimensión metafísica, dando lugar a la ciencia del
cerebro. Shopenhauer y su teoría son algunos de sus representantes. Dado que se buscaba
la cientifización de la psicología, fueron introduciéndose diversos personajes como
médicos, anatómicos y fisiólogos que estudiaron los efectos de la vida externa a la interna
a través de procesos fisiológicos. Más adelante fueron emprendiéndose otros métodos
como la psicofísica con Fechner, quienes encontraban la reacción ante determinados
estímulos y tomaban esto como medida de un umbral.
Freud se dejó guiar por teorías deductivas en la búsqueda de evidencia empíricas y organizó
su psicología científica alrededor de dos teoremas a priori que conectarían los hechos.
Formuló tres teoremas: 1) basado en las leyes de Newton y conservación de la energía; 2)
basado en la unidad anatómica del cerebro, la neurona; y 3) un sistema de construcción
basado en las neuronas. A partir de la muerte de su padre, Freud acentuó el proceso de su
investigación y con ello postuló a los sueños como un medio para el estudio de lo
consciente/inconsciente y el autoanálisis y la introspección como los métodos para acceder
a ella.

Dos artículos de enciclopedia


El texto muestra una serie de supuestos básicos en la teoría psicoanalítica.
Psicoanálisis. Procedimiento para indagar procesos anímicos.
Catarsis. Se logra, en el tratamiento, por apertura de la vía hasta la conciencia y descarga
normal del afecto.
Asociación libre. El estado hipnótico había traído aparejado un gran aumento de la capacidad de
asociación del paciente. El psicoanálisis como arte de interpretación y ley universal.

La interpretación de las operaciones fallidas y de las operaciones casuales. Ciertos actos


anímicos, frecuentes en los hombres normales debían comprenderse de igual modo que los
síntomas de los neuróticos; poseían un sentido que la persona no conocía y que fácilmente podía
hallarse mediante un empeño analítico.

La interpretación de los sueños. Un nuevo acceso a lo profundo de la vida anímica se abrió al


aplicarse la técnica de la asociación libre a los sueños, los propios o los de pacientes en análisis. La
interpretación de los sueños procede lo más y lo mejor que sabemos acerca de los procesos que
ocurren en los estratos inconcientes del alma.

Teoría dinámica de la formación del sueño. Su fuerza impulsora no es aportada por los
pensamientos oníricos latentes o restos diurnos, sino por una aspiración inconciente, reprimida
durante el día, con la que los restos diurnos pudieron ponerse en conexión, y que a partir del
material de los pensamientos latentes compuso para sí un cumplimiento de deseo.

Simbolismo. En el estudio de los modos de expresión creados por el trabajo del sueño se tropieza
con un hecho sorprendente: ciertos objetos, ciertas acciones y relaciones están figurados en el
sueño de una manera indirecta mediante «símbolos» que el soñante emplea sin conocer su
significado, y respecto de los cuales por lo común su asociación nada produce.

Valor etiológico de la vida sexual. La segunda novedad a que se llegó tras sustituir la técnica
hipnótica por la asociación libre fue de naturaleza clínica y se halló a raíz de la continua busca de las
vivencias traumáticas de que parecían derivarse los síntomas histéricos.

Libido. La pulsión sexual, cuya exteriorización dinámica en la vida del alma ha de llamarse «libido»,
está compuesta por pulsiones parciales en las que puede volver a descomponerse, y que sólo poco
a poco se unifican en organizaciones definidas.

Hallazgo de objeto y complejo de Edipo. La pulsión parcial oral halla primero su satisfacción
apuntalándose en el saciamiento de la necesidad de nutrición, y su objeto, en el pecho materno.
Acometida en dos tiempos de desarrollo sexual. Este período temprano de la vida sexual
encuentra su término normalmente hacia el quinto año de vida, y es relevado por una época de
latencia más o menos completa. En el período que sigue, el de la pubertad, el complejo de Edipo
experimenta una reanimación en el inconciente y arrostra sus ulteriores remodelamientos

Transferencia. Particular vínculo afectivo del paciente con el médico; ese vínculo rebasa con mucho
la medida de lo que sería acorde a la ratio, varía desde la tierna entrega hasta la más terca hostilidad,
y toma prestadas todas sus propiedades de actitudes eróticas anteriores del paciente, devenidas
inconcientes.

Narcisismo. Se llegó a concebir al yo mismo como un reservorio de libido -llamada narcisista- del
que fluyen las investiduras libidinales de los objetos y 'en el cual estas pueden ser recogidas de
nuevo. Con ayuda de esta imagen fue posible abordar el análisis del yo y trazar la división clínica de
las psiconeurosis en neurosis de trasferencia y afecciones narcisistas.

Líbido primordial. Una única libido primordial que podía ser sexualizada y desexualizada, y por
tanto coincidía en esencia con la energía anímica.

Sublimación. Lo que se llamaba pulsión sexual era de naturaleza extremadamente compuesta y


podía volver a descomponerse en sus pulsiones parciales.

Pulsión gregaria. Muchos autores sostienen que existe una «pulsión gregaria» particular, innata y
no susceptible de ulterior descomposición. Ella regularía la conducta social de los seres humanos, y
esforzaría a los individuos a unirse en comunidades mayores.

Aspiraciones sexuales de meta inhibida. Las pulsiones sociales pertenecen a una clase de
mociones pulsionales que todavía no hace falta llamar «sublimadas», aunque se aproximan a estas.
No han resignado sus metas directamente sexuales, pero resistencias internas les coartan su logro;
se conforman con ciertas aproximaciones a la satisfacción, y justamente por ello establecen lazos
particularmente fijos y duraderos entre los seres humanos.

Pulsión y destinos de pulsión

Referencias
Davidson, A.
Freud, S. (1914-16). Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico. Trabajos sobre
metapsicología y otras obras. Obras completas. Tomo XIV. Amorrortu. Buenos Aires, 1976.
Freud, S. (1920-22). Más allá del principio del placer. Obras completas. Tomo XVIII.
Amorrortu. Buenos Aires, 1986.
Makari, G. (2012). Cap. 2. Ciudad de espejos, ciudad de sueños. En Revolución en mente. La
creación del psicoanálisis. España: Sexto Piso.

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