¿Qué son las instalaciones eléctricas?

Se denomina instalación eléctrica a la serie de circuitos que se encargan de proporcionar

energía eléctrica a toda edificación con sistema eléctrico. Incluidos aparatos y equipos que
necesiten de esta energía. Esta infraestructura deberá encargarse de asegurar un correcto
funcionamiento eléctrico, sin problemas ni percances.

Esta energía viaja a través de cableados de cobre o aluminio hasta nuestros hogares. Estos
parten desde la planta productora hasta nuestras casas, de este modo podremos accionar
interruptores y electrodomésticos con toda seguridad. Se trata de un ciclo absolutamente
cerrado y conocido como circuito. Normalmente se manejan cifras de 120 o 240 v en casi
todos los hogares, esto es lo que conocemos como voltaje o presión. Otro término a conocer
es el amperaje, esto califica a la cantidad de electricidad que circula por un cable.

Tipos de instalaciones eléctricas

Diferenciaremos cuatro tipos principales de instalaciones eléctricas:

Totalmente Visibles: en ellas todo permanece a la vista, cada una de sus partes y
componentes. No tienen elementos protectores ni contra el medio ambiente ni otros efectos
externos.

Visibles entubadas: este caso sí está protegido frente a agentes externos y ambientales.
Suelen ser las más comunes.

Temporales: se realizan para periodos temporales cortos y efímeros. Se utilizan para

abastecer temporalmente algunas instalaciones que se desmontarán posteriormente. Se
suelen utilizar para ferias, obras en proceso, instalaciones o exhibiciones.

De emergencia: son muy comunes en grandes edificaciones en las que es necesario

abastecer muchos puntos diferentes con energía. Por ejemplo en centros comerciales o
edificios grandes de oficinas. En ellos existe este tipo de sistema de emergencia para casos
de cortes o fallos eléctricos.

Totalmente ocultas: son de un muy buen acabado, son estéticas y de muy buena calidad.
Quedarán a la vista solamente las tapas tras las que se encuentra la instalación.

A prueba de explosiones: se usan en locales donde existen riesgos de explosión por gases
o polvos inflamables.