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La carretera con la que quieren pavimentar el Amazonas
Medio Ambiente
“Aquí para la gente de Miraflores. Les mandamos esta pequeña prueba de cómo
estamos trabajando con el alcalde, el gobernador (…) en esta vía tan importante
para nuestro municipio”. Esto se escucha en un video grabado por funcionarios
del departamento de Guaviare mientras recorren la trocha que conecta a los
municipios de Calamar y Miraflores, “es una vía que va a abrir al municipio las
puertas del desarrollo. Aquí le estamos cumpliendo a Miraflores y a toda esa
comunidad que tanto necesita y que tanto ha esperado este gesto de voluntad de
sus gobernantes”.
Si la trocha que ha existido ahí desde hace 16 años, construida por las Farc, se
aplana, amplía y pavimenta, se convertiría en la vía por la que entraría la
deforestación masiva, las fincas ganaderas, los problemas legales por tierras no
titulables y una idea de desarrollo totalmente contraria a la que necesita la región.
¿Y la promesa que hizo Colombia en la Cumbre de Cambio Climático de París de
2015, al comprometerse a reducir a cero la deforestación en el Amazonas? La
carretera de Calamar a Miraflores sería el principio del fin de esa promesa.
Todos contra todos
El problema ha crecido en silencio y ha provocado un enredo político y judicial a
todo nivel. En esta historia están involucrados los alcaldes de los municipios que
toca la carretera, la Gobernación de Guaviare, la Corporación del Norte y Oriente
Amazónico, el Ministerio de Medio Ambiente, el Ministerio de Transporte, la
Fiscalía y la Fuerza Pública. Y por si fuera poco, el frente Primero de las Farc,
que se negó a participar en el proceso de paz, se declaró en disidencia y sigue
operando en la zona.
Fragmentando el Amazonas
Las carreteras no vienen solas. Todos lo saben. Especialmente en sitios como este
del Amazonas. Un análisis del Ideam sobre los corredores viales y la densidad de
deforestación demuestran que el aumento de la densidad de carreteras o la mejora
en las condiciones de navegabilidad, es el dinamizador más importante en los
procesos de intervención del bosque en Colombia. En el bioma amazónico, entre
los años 2000 y 2012, el 50 % de las zonas deforestadas se encontraban a una
distancia menor de 2 kilómetros de un segmento vial y el tamaño de parche
deforestado en las zonas próximas a vías es en promedio de 4,55 ha.
Impunidad ambiental
Quienes están a favor de la carretera argumentan que se trata de una vía ya
establecida que sólo necesita mantenimiento y mejoras, y, por lo tanto, no exige
licenciamiento ambiental. Del otro lado, quienes se oponen, aseguran que eso es
una interpretación tramposa de las normas y esa carretera es sencillamente
“ilegal”.
A NIVEL NACIONAL AUMENTÓ EL 23 %
La deforestación se duplicó en el Amazonas
Medio Ambiente
Imagen aérea de la trocha que une Calamar con Miraflores y se convertiría en una vía
pavimentada.Cortesía
via GIPHY
Aunque el Ideam explica que durante el 2017 el 70 % de la deforestación que se
concentró en los 8 núcleos principales tiene que ver con causas directas de la
praderización, los cultivos ilícitos, la infraestructura de transporte, la extracción
ilícita de minerales, la ganadería extensiva y la extracción de madera, la
Amazonia tiene sus particularidades. En esta región pesan más la ganadería
extensiva, el acaparamiento de tierras y la construcción de carreteras que los
cultivos de uso ilícito y la tala de madera. Una cosa que está quedando clara con
el paso de los meses es que esa alta tasa de deforestación es el precio que el país
está pagando en el posconflicto.
Por ejemplo, entre los municipios de Calamar y Miraflores (Guaviare), la
Gobernación del Guaviare comenzó a promover la ampliación de una antigua
trocha utilizada por las Farc. Y, en cálculos del Ideam, el 75 % de la
deforestación en los núcleos del amazonas ocurrieron cerca de una carretera
y el 25 % a un río principal. (Vea: La carretera con la que quieren
pavimentar el Amazonas)
Para José Yunis, director de Visión Amazonia, lo importante en este punto es
que todos los actores involucrados, tanto del Gobierno Nacional como los
departamentos y municipios, así como autoridades judiciales y la Fuerza Pública,
trabajen juntos para cambiar la trayectoria de esa curva de deforestación y lograr
que comience a descender lo antes posible.
Imagen aérea de la trocha que une Calamar con Miraflores y se convertiría en una vía
pavimentada.Cortesía
via GIPHY
Aunque el Ideam explica que durante el 2017 el 70 % de la deforestación que se
concentró en los 8 núcleos principales tiene que ver con causas directas de la
praderización, los cultivos ilícitos, la infraestructura de transporte, la extracción
ilícita de minerales, la ganadería extensiva y la extracción de madera, la
Amazonia tiene sus particularidades. En esta región pesan más la ganadería
extensiva, el acaparamiento de tierras y la construcción de carreteras que los
cultivos de uso ilícito y la tala de madera. Una cosa que está quedando clara con
el paso de los meses es que esa alta tasa de deforestación es el precio que el país
está pagando en el posconflicto.
Por ejemplo, entre los municipios de Calamar y Miraflores (Guaviare), la
Gobernación del Guaviare comenzó a promover la ampliación de una antigua
trocha utilizada por las Farc. Y, en cálculos del Ideam, el 75 % de la
deforestación en los núcleos del amazonas ocurrieron cerca de una carretera
y el 25 % a un río principal. (Vea: La carretera con la que quieren
pavimentar el Amazonas)
Para José Yunis, director de Visión Amazonia, lo importante en este punto es
que todos los actores involucrados, tanto del Gobierno Nacional como los
departamentos y municipios, así como autoridades judiciales y la Fuerza Pública,
trabajen juntos para cambiar la trayectoria de esa curva de deforestación y lograr
que comience a descender lo antes posible.
¿Y la solución?
La solución, dice José Yunis, director del programa Visión Amazonia del
Ministerio de Ambiente, que recibirá en los próximos años hasta US$200
millones de Noruega, Inglaterra y Alemania para ayudar al país a detener la
deforestación en la Amazonia, cree que lo correcto en este caso es pensar en que
estos municipios sí tienen derecho al transporte, pero deberían ser multimodales.
Es decir, que contemplen avenidas fluviales y transporte aéreo de bajo costo.
El ministro Murillo dice que es un caso difícil y “hay que considerar todas las
opciones. Mirar cómo respondemos al problema de comunicación de las personas
de Miraflores y otros municipios, pero sin ese alto precio ambiental”.
Rodrigo Botero cree que incluso el país debería discutir la posibilidad de reubicar
un municipio como Miraflores y ofrecer así oportunidades económicas reales a
sus pobladores y cerrar definitivamente el avance de la frontera agrícola.
Una posible solución que hemos propuesto los habitantes es un tren eléctrico o
un ferrocarril con una única estación en Barranquillita, el punto medio entre
Calamar y Miraflores. Sería mucho más económico y sin tantas emisiones de
carbono”
–Pablo César Tobón. Líder social de Miraflores–