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Nombre: jordani Rodríguez

Matricula: 153881

Maestra: clarisa cuevas


Materia: educación para la paz

Fecha: 09-12 -2017

República dominicana

María trinidad Sánchez

INTRODUCCION:
La importancia y la necesidad de la “participación ciudadana
(de la sociedad, de la sociedad civil, de la ciudadanía) en
educación” han devenido en tema recurrente y aceptado, de
modo general, en la mayoría de países en el mundo. La
sociedad civil (su propia caracterización como tal, su nuevo
papel, sus límites y posibilidades) se ubica y define hoy en esta
compleja trama de relaciones entre Estado, mercado, y agencias
internacionales.

Investiga en la web en relación a la formación ciudadana en la


República Dominicana y presenta un análisis crítico sobre los
aspectos planteados. Incluye sugerencias para mejorar la
educación ciudadana.

La creciente visibilidad de la sociedad civil tiene relación con el


crecimiento y el cada vez mayor peso de las Organizaciones de
la Sociedad Civil (OSC), y particularmente de las Organizaciones
No Gubernamentales (ONGs), en el ámbito nacional e
internacional. En esto, las agencias internacionales han jugado
un rol importante, viendo el fortalecimiento y la participación de
las OSC como elementos fundamentales de democratización,
modernización y gobernabilidad, así como de mayor eficacia y
sustentabilidad en la ejecución de las políticas y los proyectos
de desarrollo que vienen haciéndose con apoyo de la
cooperación internacional.

La educación no se limita a la educación escolar, ni los


aprendizajes necesarios – para la vida, para el trabajo, para la
participación, para la ciudadanía plena - pueden limitarse a un
período determinado de la vida de una persona. El aprendizaje
se inicia con el nacimiento y se extiende a lo largo de toda la
vida, arranca en el hogar, antecede y excede a la institución
escolar, abarcando un amplio conjunto de instituciones,
modalidades, relaciones y prácticas.

La educación, la comunidad educativa y la política educativa


son mucho más amplias, respectivamente, que la educación
escolar, la comunidad escolar y la política escolar.

La participación ciudadana en las decisiones y acciones de la


educación no es un lujo o una opción: es condición
indispensable para sostener, desarrollar y transformar la
educación en las direcciones deseadas.
Es un imperativo no sólo político-democrático - derecho
ciudadano a la información, a la consulta y a la iniciativa, a la
transparencia en la gestión de lo público - sino de relevancia,
eficacia y sustentabilidad de las acciones emprendidas. Porque
la educación y el cambio educativo involucran a personas y
pasan, por ende, por los saberes, el razonamiento, la
subjetividad, las pautas culturales, las expectativas, la voluntad
de cambio y el propio cambio de personas concretas; lo que se
ahorra – en tiempo, en recursos, en complicaciones – al pasar a
las personas y sus organizaciones por alto, se paga en
inadecuación de las ideas propuestas a las realidades y
posibilidades concretas, en incomprensión, resistencia o, peor
aún, apatía, de quienes están llamados a apropiarse y a hacer.

2. Analiza la situación social y democracia que se vive en


América Latina y El Caribe. Mediante un croquis, presenta los
países que viven en democracia en América Latina.

A persistencia de las desigualdades en América Latina.

En estos últimos meses han surgido a la luz pública distintos


Informes internacionales que vuelven a poner en el centro de la
atención mundial la gravedad inusitada que ha cobrado la
desigualdad en el contexto global más actual.

Según Oxean, el año pasado el 1% más rico del planeta era


dueño del 48 por ciento de la riqueza del mundo. Pero las
tendencias tienden a agravarse: en el 2016 ese 1% tendrá más
del 50% y en el 2019 más del 54%. Si desagregáramos los
grandes segmentos, nos encontraremos con asimetrías incluso
más irritantes: en el 2014, el 20% del 99% concentraba el 46.5
% de ese restante 52, al tiempo que las ochenta personas más
ricas del planeta poseen actualmente lo mismo que los 3.600
millones de personas más pobres.

En ese contexto escandaloso, la situación de América Latina, a


pesar de haber mejorado en la última década, sigue
manteniendo guarismos muy preocupantes. Según el Banco
Mundial y el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y
Sociales (CEDLAS), América Latina es la segunda región más
desigual del planeta (52,9 de coeficiente de Gini), apenas por
debajo del África Subsahariana (56,5) y seguida desde bastante
lejos por Asia (44,7) y por Europa del Este y Asia Central (34,7).
Por su parte, el recientemente publicado Panorama Social de
América Latina 2014 de la Comisión Económica para América
Latina de las Naciones Unidas (CEPAL) ha registrado un
estancamiento en la baja de la pobreza: el porcentaje de
personas con ingresos inferiores a la Línea de Pobreza fue 28.1
en el 2013, al igual que en el 2012, y se proyecta que baje
apenas en una décima porcentual para el 2014 (Gráfico 1).

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