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° 17410 - 2016
CUSCO
III. CONSIDERANDO
PRIMERO. Antecedentes. 1.1. Demanda: Con fecha catorce de enero de dos mil
quince, obrante a fojas setenta y nueve, los demandantes Julián Avalos Arias y
Felipa Pillco Ayte, interponen demanda de impugnación judicial de acuerdos de
asamblea general, contra, lo siguiente: a) Acta del once de setiembre de dos mil
once, culminada el dieciocho de setiembre de dos mil once, donde revierten a la
comunidad demandada el huerto familiar que posee la codemandante Felipa
Pillco Ayte transmitida por herencia por su hermano comunero hoy finado
Paulino Pillco Ayte. b) Acta del veintitrés de octubre de dos mil once, donde
aprueban la descalificación y la separación definitiva de la comunidad
demandada al codemandante Julián Avalos Arias, y volviendo al estado anterior
de las cosas se le considere comunero calificado de la comunidad demandada y
declarar sin efecto la separación definitiva. c) Acta del diez de agosto de dos mil
catorce, donde la demandada decide declarar lotes libres y destinaron para el
sorteo de los comuneros sin lotes, el huerto familiar, y el lote N° 164, que poseen
los demandantes. 1.2. Excepción: Mediante escrito del doce de marzo de dos mil
quince (fojas ciento uno), la Comunidad Campesina Anansaya Urinsaya Ccollana
de Anta, deduce la excepción de caducidad, la misma que por medio de la
resolución número cinco (fojas ciento veinticinco), se declaró improcedente. 1.3.
Contestación: La Comunidad Campesina Anansaya Urinsaya Ccollana de Anta, con
fecha diecinueve de marzo de dos mil quince (de fojas ciento nueve), contesta la
demanda, solicitando se declare infundada, manifestando que, es imposible que
la actora pretenda hacer uso de las tierras de la Comunidad utilizando un
testamento otorgado por su hermano, teniendo en cuenta que la Comunidad es
la única propietaria y solamente los comuneros hacen uso de sus tierras, hecho
que se encuentra establecido en su propia ley; la actora señala que con el
testamento dejado por su fallecido hermano es que venía poseyendo los terrenos
de la Comunidad haciendo hincapié al artículo 17 del Estatuto de la Comunidad;
sin embargo, efectuando un análisis de aquella norma, se tiene que la misma se
aplica a una descendencia directa y legal, es decir, de padres a hijos o viceversa,
más no de parientes colaterales como pretende hacer valer la actora; agrega que
si bien la parte actora indicó que en el año dos mil doce solicitó una
reconsideración a la Comunidad hasta en dos oportunidades, sin embargo,
aquellas cartas fueron presentadas una año después de haberse realizado la
asamblea materia de impugnación, cuando ya había caducado el derecho;
además que, pese a que se les requirió a que declararan nulo el testamento con
el que aducen ser dueños, estos hicieron caso omiso. 1.4. Sentencia de primera
Instancia:Con fecha veintitrés de setiembre de dos mil quince (fojas ciento
cincuenta y cinco), se emite la sentencia de primera instancia que declara fundada
en parte la demanda, sustentándose en que, respecto de la decisión de reversión
del huerto familiar en asamblea del once de setiembre de dos mil once, no existe
controversia en que el señor Paulino Pillco Ayte fue comunero al igual que su
deceso y que no tuvo descendencia, entonces, el huerto familiar que poseía de la
Comunidad demandada, podía ser revertido de acuerdo al estatuto comunal, no
estando sometido a juicio de validez el testamento otorgado por la aludida
persona, ni si a mérito de dicho documento los actores tienen derecho a la
propiedad o mejor derecho de propiedad sobre la Comunidad; sobre la
descalificación y separación definitiva de Julián Avalos Arias acordado en la
Asamblea del veintitrés de octubre de dos mil once, no existe prueba que
demuestre que la Comunidad hiciera conocer al demandante qué falta
disciplinaria cometió para merecer la sanción más grave, no dando la posibilidad
de ejercer su derecho de defensa, indicando la demandada que, les advirtió a los
demandantes que declararan nulo el testamento, lo que es inadmisible pues los
cargos se deben conocer antes de dar tiempo para descargar y lo afirmado por
la Comunidad no es un cargo, sino una amenaza/advertencia; ahora bien, sobre
la declaración de los lotes libres y destino para sorteo entre los compañeros sin
lotes, del huerto familiar y del lote N° 164 que poseen los demandantes
acordados en asamblea del diez de agosto de dos mil catorce, se infiere que el
lote N° 82 es el huerto familiar revertido, en tal sentido nada pueden cuestionar
los demandantes pues la Comunidad como propietaria puede y debe ejercer los
atributos de la propiedad libremente, en cuanto al lote N° 164 que fue concedido
a Julián Avalos Arias, al ser nula su descalificación y separación como comunero,
sus derechos como tal están intangibles. 1.5. Sentencia de vista: del treinta de
mayo de dos mil dieciséis (fojas doscientos veintiocho), confirmó la sentencia de
primera instancia, manifestando, respecto del acuerdo acogido por la Asamblea
General de la Comunidad Campesina del once de setiembre de dos mil once,
debe quedar claro que el carácter inalienable del territorio comunal, hace
imposible que un comunero pueda disponer a título personal de los bienes que
le pertenecen a la comunidad campesina, por tanto, no puede pedirse el derecho
de uso respecto de un bien de la comunidad aduciendo que le fue heredado; en
consecuencia, la decisión adoptada por la Asamblea General de la demandada
sobre la reversión del lote 82 conformante del territorio comunal de la
demandada, no es producto de una interpretación equivocada de nuestro
ordenamiento jurídico, ni puede catalogarse como arbitraria; en relación a los
acuerdos de la Asamblea General de la Comunidad Campesina del veintitrés de
octubre de dos mil once, y diez de agosto de dos mil catorce, no se refutan los
argumentos por los cuales se declaró fundada en parte la demanda, esto es, la
trasgresión del derecho de defensa de Julián Avalos Arias, al haber tomado la
decisión de descalificarlo como comunero, sin que se le haga conocer sobre las
imputaciones, ni que pueda efectuar sus descargos, por lo que se entiende que
dicho argumento fue acogido por las partes; en consecuencia, tampoco resulta
errado que se haya declarado nulo el acuerdo del diez de agosto de dos mil
catorce solo respecto del lote N° 164.
IV. DECISIÓN
[2] Artículo 139 de la Constitución Política del Perú. Son principios y derechos de la función
jurisdiccional: […] 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias,
excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los
fundamentos de hecho en que se sustentan.
[3] Artículo 197. Todos los medios probatorios son valorados por el Juez en forma conjunta,
utilizando su apreciación razonada. Sin embargo, en la resolución sólo serán expresadas las
valoraciones esenciales y determinantes que sustentan su decisión.