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TEMA 2.

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

INTRODUCCIÓN

Con las revoluciones liberales la burguesía ha conseguido el poder político, no es una


casualidad ni un capricho, lo necesita para llevar a cabo una serie de transformaciones
económicas que cambiarán radicalmente la vida de la humanidad y que no hubieran sido
posibles con el poder absoluto del rey. Las transformaciones son, en esencia, el paso del
trabajo manual a la producción en la fábrica. La revolución industrial, que es como se llama
este proceso, se inicia en Gran Bretaña, país que tiene unas condiciones idóneas para ello: ha
realizado una revolución agrícola, es un sistema parlamentario, tiene capitales, mano de obra,
fuentes de energía, innovaciones mecánicas, ingenieros, transportes desarrollados... La
revolución industrial se va a dar en dos fases. La primera (primera revolución industrial) de
mediados del siglo XVIII a mediados del XIX, caracterizada por el avance de la máquina de
vapor para mover las máquinas. La segunda (segunda revolución industrial) a finales del XIX y
primera mitad del XX caracterizada por las nuevas fuentes de energía (petróleo y carbón) y por
otras innovaciones.

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Conocemos como Revolución Industrial el proceso de transformación económico, social y


tecnológico que se produjo desde mediados del siglo XVIII hasta aproximadamente la mitad del
siglo XIX, proceso que aportará importantísismas innovaciones al progreso económico de la
Humanidad. Este proceso tendrá su origen en Gran Bretaña y se irá extendiendo
progresivament por otras zonas de Europa occidental y Amércia. Tradicionalmente la
revolución industrial se divide en dos fases:

. La primera revolución industrial, que es la que se da a finales del XVIII y

hasta mediados del siglo XIX.

• La segunda revolución industrial, se da a finales del siglo XIX y principios

del XX.

Las consecuencias fueron enormes, afectaron a todos los ámbitos de la vida y no sólo al
económico. Por sus consecuencias hay historiadores que la comparan con la revolución
neolítica, recordemos la trascendencia que tuvo para el hombre de la Edad de Piedra el
descubrimiento de la agricultura y la ganadería. Su importancia es tal que va a marcar toda la
política de los países en los siglos XIX y XX.

1.1. LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN INGLATERRA.

1.1.2 La situación de partida: el Antiguo Régimen.

Ya veíamos en el tema anterior la situación económica que se vivía durante el Antiguo


Régimen, la economía era eminentemente agraria y la supervivencia dependía de que hubiera
buenas o malas cosechas. El panorama industrial era muy limitado, aunque existía ya la
mentalidad capitalista en los empresarios (máximo beneficio al menor coste posible e idea de
competencia), a menudo coexistía con estructuras gremiales que perduraban desde la Edad
Media. La industria más extendida era la artesanal y de carácter familiar; desde el punto de
vista de la tecnologia casi no había máquinas y por tanto la producción era meramente manual.
Sin embargo, a lo largo del siglo XVIII al sistema artesanal se añade un nuevo sistema de
producción denominado "putting out system” o sistema de trabajo doméstico. Esta actividad se
desarrolló al margen de las reglamentaciones gremiales. Era una industria de carácter rural que
conjugaba el trabajo agrícola con la manufactura casera de textiles. No se desarrollaba por
tanto en fábricas y tenía las siguientes características:

El empresario (capitalista) era generalmente un comerciante no un industrial. Proporcionaba


materia prima a los campesinos, esencialmente mujeres, y éstas la trabajan en su hogar.

• El pago se realizaba mediante salario. El campesino no era dueño ni de la

materia prima ni del producto resultante, aunque sí lo era de los útiles de trabajo.

La producción trascendía la limitación del mercado local o regional, estaba destinada a la


exportación. Su proceso de trabajo era sencillo y no requería una maquinaria compleja.

Se concentró esencialmente en el sector textil, con la fabricación de mercancías de lana o lino.

Un aspecto positivo en estos momentos será la expansión del comercio a larga distancia, el cual
estimulará las manufacturas y permitirá la acumulación de capitales, parte de los cuales fueron
invertidos en la naciente industria moderna. A pesar de este desarrollo del comercio exterior,
las comunicaciones terrestres eran malas y escasas, los medios de transporte lentos y
primitivos, lo que complicaba los intecambios interiores y terrestres.

El desarrollo industrial contaba además con importantes frenos para su desarrollo; entre éstos
estaba, en primer lugar, el poco crecimiento demográfico que hacía que no aumentara la
demanda de productos. El crecimiento de la población estaba condicionado por las buenas
cosechas. Cuando eran malas, la mayoría de la población pasaba hambre. Si éstas se sucedían
en el tiempo, entonces la mala alimentación debilitaba el organismo y muchos enfermaban. Al
no existir una medicina desarrollada que curase las enfermedades epidémicas, la muerte se
adueñaba de gran cantidad personas. Todo ello se compensaba, en parte, con una alta tasa de
nacimientos, aunque muchos niños morían en el parto o en los dos primeros años de vida.
Otro aspecto negativo era la desorganización financiera y la intervención de los poderes
públicos en los asuntos económicos que con altos impuestos impedían el desarrollo
productivo.

1.1. 3. La Revolución Agrícola y los cambios demográficos

A mediados del siglo XVIII Inglaterra contaba con la agricultura más productiva de Europa,
debido a que sus estructuras habían sido objeto de una serie de transformaciones favorecidas
por una serie de circunstancias: cambios en la estructura de la propiedad agraria, donde los
"open fields" (campos abiertos) son sustituidos por las "Enclosures" (cercamientos), la puesta
en práctica de innovaciones agrarias que posibilitaron el gradual abandono del barbecho a raíz
de la aplicación del "Sistema Norfolk", la estabulación del ganado, la introducción de nuevos
cultivos (maíz, patata, plantas forrajeras, etc.) y el empleo hacia de los primeros modelos de
maquinaria agrícola (sembradoras, trilladoras). Debido a estas medidas, entre 1700 y 1800 los
rendimientos agrícolas se incrementaron en un 90%.

Las "Enclosures" o cercado de los campos abiertos fueron puestas en práctica en Inglaterra tras
la aplicación de las "Leyes de cercamiento" (Enclosure Acts) que establecían la división, el
reparto y el cercamiento de los campos, praderas y dehesas abiertas y comunes y de las tierras
baldías y comunes situadas en cada demarcación territorial. Los campos abiertos (open fields)
eran explotados colectivamente por pequeños agricultores que hubieron de abandonarlos por
cuanto sus derechos basados en la tradición no fueron respetados por las nuevas leyes.
Estaban dispersas en franjas de terreno desconectadas entre sí y abiertas a la entrada del
ganado. Los rendimientos de estas tierras eran muy bajos y su función económica estaba
orientada a la supervivencia. En muchas áreas de Europa, por ejemplo en Inglaterra, este
sistema era muy utili? Las leyes de cercamiento supusieron la sustitución de los derechos
comunales por los de propiedad privada. Las parcelas antes dispersas pasaron a ser propiedad
de particulares, agrupadas y cerradas mediante vallas. En ellas se aplicaron las mejores técnicas
agrícolas del momento (rotación de cultivos, drenaje de suelos, empleo de nuevos abonos,
etc.). Los campesinos desposeídos hubieron de desplazarse a las ciudades en busca de sustento
o a convertirse en jornaleros. Con ello la actividad agrícola dejó de ser un bien heredado y
destinado a la subsistencia para convertirse en una empresa regida por las leyes del mercado,
orientada al logro de beneficios y ejercida por asalariados. Los cercamientos contribuyeron a lo
siguiente:

La mejora de productividad agrícola y el incremento de los excedentes

alimentarios disponibles.

La mejora en la calidad de la alimentación que propició la "Revolución Demográfica".

Un aporte de capital procedente de los beneficios de los terratenientes, esencial en la


financiación de las nuevas empresas industriales.

El suministro de una mano de obra barata que fue empleada en la industria y

contribuyó a la acumulación de capital esencial para su desarrollo.

Norfolk Charles Townshend; político británico y miembro del partido de los wighs, será el
introductor del sistema rotación de cultivos (trigo-nabos-cebada-forraje). La introducción del
sistema Norfolk allí donde se produjo eliminó el barbecho, mediante la introducción de plantas
forrajeras y la conveniente rotación de cultivos. Supuso la estabulación del ganado (alimentado
con los forrajes) y, junto con la mejora del utillaje agrícola (aún no mecanizado), permitió un
incremento, tanto de los rendimientos de la tierra como de su producción.

En relación a las consecuencias de la Revolución agrícola debemos destacar las siguientes:

El crecimiento de sobrantes alimentarios necesarios para satisfacer la fuerte demanda de una


población en alza.

La disponibilidad de excedentes de mano de obra sobrante del agro, fundamental

para satisfacer las crecientes necesidades de una industria urbana en desarrollo.

El incremento de los beneficios de los propietarios de tierras, parte de los cuales se invirtieron
en las primeras fábricas modernas.

Los cambios en la demografía

El siglo XVIII asiste a un cambio de tendencia demográfica. Si durante siglos la población había
crecido lentamente y concentrada en el campo, en Inglaterra se apreció un crecimiento sin
precedentes de los recursos humanos. El fenómeno ha sido denominado “Revolución
demográfica". Sus causas fueron principalmente el descenso de la mortalidad catastrófica e
infantil como consecuencia de una mayor disponibilidad y variedad de alimentos propiciada
por los cambios y mejoras en la agricultura, los avances en la higiene y el desarrollo de la
asepsia y la medicina. En tal sentido, cabe destacar la incidencia de avances como la invención
de la vacuna de Jenner. La consecuencia de este cambio de tendencia fue un enorme
incremento de la población, que junto a los cambios en la agricultura, posibilitó el crecimiento
de las ciudades industriales y propició el fenómeno de la emigración desde campo a los núcleos
urbanos.

1.1.4. El crecimiento de los medios financieros.

Para que se produzca la industrialización es necesario que haya una gran concentración de
capitales. Las máquinas y la infraestructura para instalar una industria son tan costosas que con
el capital de una sola familia es imposible comprarlos, es necesario echar mano de
instituciones que adelanten ese capital, nos referimos, evidentemente, a los bancos. En la
Inglaterra desde finales del XVIII y principios del XIX se ha producido esa importante
acumulación de capitales, ya hemos visto como la Revolución Agrícola ha generado capitales
importantes, por otro lado la tradicional actividad económica de la burguesía británica, el
comercio, genera también una importante concentración de capitales. Estos capitales serán
invertidos en la creación de un sistema bancario ordenado y efectivo, sistema indispensable
para iniciar cualquier inversión importante.

1.1.5. La mecanización de la industria.

La sustitución de la fuerza humana y animal por la mecánica fue posible gracias a una serie de
innovaciones técnicas que se extendieron por Inglaterra a lo largo del siglo XVIII. Los conceptos
científicos en los que se basaban ya eran conocidos desde hacía siglos, hecho que contribuyó a
que la Primera Revolución Industrial fuese relativamente simple desde el punto de vista técnico
y su coste no excesivo.

La novedad radicó en la aplicación de esos conocimientos ya existentes a la producción de


bienes materiales. Los principales campos en los que se produjeron las innovaciones técnicas
fueron el de la energía (máquina de vapor de Watt), el textil (hilado y tejido del algodón), la
metalurgia (altos hornos. etc) y, finalmente, los transportes (locomotora de Stephenson).

La incorporación de las máquinas a la producción sustituyó el trabajo manual y los tradicionales


sistemas de fabricación por otros nuevos. El trabajo se traslado desde los talleres artesanales
con un reducido número de operarios a las fábricas, donde máquinas y obreros fueron
agrupados en grandes concentraciones. La división del trabajo derivó en un notable
incremento de la productividad así como en la disminución de los costes de fabricación, lo que
redundó a su vez en la disminución de los precios y en el crecimiento del número de
consumidores. Durante la fase inicial del proceso de industrialización dos fueron los principales
sectores afectados por los cambios:

El sector textil: La industria del algodón se erigió en la actividad líder de la Primera Revolución
Industrial tras incorporar importantes innovaciones a los procesos de tejido e hilado. Desplazó
en magnitud a la de la lana. En 1733 Kay inventó el telar de Lanzadera Volante, que revolucionó
el sector del tejido de algodón. Más tarde fue el sector del hilado con la Spinning Jenny de
Hargreaves (1765) y la Water Frame de Arkwright (1767). En 1779 Crompton inventó la Mule
Jenny, fusión entre la Jenny y la Water Frame. Además, los avances llevados a cabo en las
máquinas movidas por vapor de James Watt se aplicaron para la fabricación de algodón desde
1780, convirtiéndose éste en el mayor avance tecnológico del siglo XVIII. A partir de estos
momentos, todas las fases de la producción de tejidos se mecanizaron y perfeccionaron. El
crecimiento del sector fue continuo, alcanzando a principios del siglo XIX el 40% del total de las
exportaciones inglesas.
El sector siderúrgico jugó un papel menos relevante que el textil en los inicios de la
industrialización. La industria del hierro estuvo muy vinculada con la minería del carbón. Fue
este mineral (hulla, coque) con mucho mayor poder calorífico, el que sustituyó a la madera
como combustible. Las industrias siderúrgicas se asentaron allí donde había minas de carbón.
Al desarrollo del sector contribuyó la incorporación de nuevas técnicas como el pudelaje del
hierro, que permitieron eliminar las impurezas del hierro inglés y emplearlo con mayor eficacia
en la producción de bienes.

La industria textil y la siderúrgia fueron los sectores productivos más importantes en la


insdustrialización de Gran Bretaña. En 1850, el territorio contaba con técnicas muy avanzadas
en todos los sectores, su renta per capita había crecido un 20% y su población se había
duplicado.

1.1.5. La revolución de los transportes.

Hasta el siglo XIX no llegarían a aplicarse las nuevas tecnologias a los transportes, y también fue
Gran Bretaña el pais donde se iniciaron las innovaciones en este sector.

Es un requisito básico para la industrialización mejorar la manera de hacer llegar las materias
primas a las fábricas y los productos elaborados a los consumidores. Para ello, es fundamental
tener una buena red de transportes. La Revolución de los Transportes se produce con la
aplicación de la máquina de vapor al ferrocarril y a los barcos, primero para el traslado de
mercancias y más tarde para el desplazamiento humano. En 1826 se inició la construcción de la
primera línea férrea del mundo entre dos ciudades: Liverpool y Manchester. El diseño de la
línea se encargó a Stephenson, que tenía experiencia en diseños de ferrocarriles de minas. La
construcción constituyó uno de los inventos de la época y supuso un gran estímulo para todas
las actividades económicas.Las consecuencias de la utilizacióndel ferrocarril fueron de gran
importancia al abaratar el traslado de mercancias. Permitió la importación de toda clase de
artículos desde lugares lejanos en un tiempo muy reducido y articuló los mercados nacionales
e internacionales. Además posibilitó la multiplicación de los intercambios y desde el punto de
vista social promovió la movilidad de personas.

2. LA INDUSTRIALIZACIÓN

Hasta el primer tercio del siglo XIX, la Revolución Industrial no se extendió fuera de Gran
Bretaña. Los britáicos intentaron conservar el monoplio de sus inventos comercializando
solamente su producción en el extranjero. Los fabricantes contientales en principio imitaron la
maquinaria inglesa y trataron de importar trabajadores especializados. Sin embargo, la
expansión industrial fue inevitable.

Bélgica

Fue uno de los primeros países del continente en industrializarse. Pesía importantes recursos
naturales yun capital humano significativo. Además, se ubica en una posición central
privilegiada entre Gran Bretaña, Francia y Alemania que le permitirá una buenas relaciones
naturales. Destacó la industria siderúrgica, basada en un tradición industrial previa en la región
a la que se le añadió nueva maquinaria y tecnología de alta calidad. Otro gran motor de la
Revolucion Industrial fue el ferrocarril. En 1848, Bélgica ya contaba con una red ferroviaria,
mucho antes que cualquir otro país continental.

Francia
La Revolución Francesa (1789) y sus cinsecuencias retrasaron la industrialización. Además,
existían otros motivos para su retraso, como una cierta debilidad demográfica, grandes
latifuendios con propietarios poco interesados en inversiones de nuevas tecnologías y una
escasez de recursos naturales. Sin embargo, durante el II Imperio, Napoleon III (1852-1871)
apoyará el librecambismo y desarrollará una nueva política económica. Se crearán numerosas
líneas de ferrocarril, canales fluviales y grandes compañías de navegación. La industria, el
comercio y la agricultura prosperaron de forma significativa. Desde mediadosdel siglo XIX,
Francia fue una importante potencia industrial que en gran medida debió su despegue al sector
siderúrgico, desarrollado gracias a la expansión del ferrocarril.

Alemania

Alemania contaba a principios del siglo XIX con abundantes recursos naturales, una población
en ascenso y unos recursos agrícolas significativos. La unión aduanera Zollverin, creada en
1834, facilitó la formación de un gran mercado común y contribuyó a la expansión del sector
del hierro, el acero y el carbón. Sin embargo, su fragmentación política impedía que se
emprendieran proyectos unitarios y hasta después de su unifcación en 1871, no se inició el
desarrollo industrial, que a partir de esos momentos fue muy rápido. A finales del siglo XIX,
Alemania sobrepasó a Gran Bretaña en la producción de acero y se convirtió en el líder mundial
en industria química.

España

España tardó más en incorporarse a la primera Revolución Industrial que los países de su
entorno. Esto se debió principalmente a la gran inestabilidad existente en el país: Guerra de
Independencia (1808-1814), la pérdida de las colonias americanas, la vuelta al absolutismo
durante el reinado de Fernando VII y las Guerras carlistas. Todo esto creó un clima de
inestabilidad que no favorecíanada el desarrollo de la industria nacional.

La industria textil empezará a utilizar la máquina de vapor en 1844, ya durante el reinado de


Isabel II, gracias al régimen político liberal constitucional. En 1848 se inaguró la primera línea
de ferrocarril entre Barcelona y Mataró. La minería y el ferrocarril fueron los dos sectores
donde se invirtieron cuantiosas fortunas. Sin embargo, las circunstancias políticas en España,
con la revolución de 1868 y la posterior instauración de la República (1873-1874), no
permitieron al país llegar a ser una potencia industrial hasta bien entrado en siglo XX.

Estados Unidos

Los Estados Unidos contaba desde principios del siglo XIX con importantes recursos naturales y
una mano de obra especializada que le permitióuna rápida indstrialización. Existían una
intensas relaciones comerciales con Gran Bretaña y una inmigración incesante que favorecía la
difusión de las nuevas técnicas. Además, se crearon gran cantidad de industriaslocales y los
principales sectores económicos se establecieron en 3 regiones: el oeste se especializó en la
producción agrícola y ganadera, el este en industria y el suren el cultivo del algodón.

La mejora de las comunicaciones permitirá que el país avanzar más rápido creando

il que fueron fundamentales en la colonización del oeste. A finales del siglo XIX, Estados Unidos
era ya la mayor potencia industrial del mundo.

3. LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA EXPANSIÓN DEL

CAPITALISMO
A mediados del siglo XIX se iniciará un nuevo ciclo industrial en muchos países. Se detectrá un
estancamiento de Gran Bretaña frente a Francia y Alemania, y se produce el despegue
industrial de Estados Unidos y Japón. Además, el panorama cambiará de manera significativa
con la aparición de dos nuevas fuentes de energía: el petróleo y la electricidad.

El petróleo empezó a utilizarse desde mediados del siglo XIX en Estados Unidos y cobró
especial importancia con el descubrimiento de los motores de combustión (K. Benz) y
explosión (Diesel) que utilizaron los derivados del petróleo (gasolina, gasoil, queroseno...)
como fuentes de energía; a partir de entonces el petróleo sería un producto estratégico e
insustituible en nuestro mundo.

La electricidad se conocía desde la Antigüedad (efectos de los rayos y tormentas) pero no se


podía producir industrialmente. Destacaron los trabajos de Volta, un científico italiano que
descubrió la pila en el año 1800; y de Gramme que inventó la dinamo en 1872, pero de todos
ellos el más importante fue Edison que puso en marcha la primera central eléctrica para la
producción industrial de electricidad en 1882, de ahí se aplicará el invento a la bombilla
incandescente, el teléfono, el telégrafo, los transportes...

La nueva siderometalurgia y la industria química.

La producción de hierro aumentó y se mejoró la calidad de este metal al utilizar el convertidor


Bessemer que producía hierro de buena calidad en grandes cantidades y a precios razonables,
gracias a esto se dio respuesta a la gran demanda de hierro para los ferrocarriles, la navegación
y la industria de guerra. De todas formas la novedad más importante fue la obtención y
generalización del uso del aluminio, para su producción eran necesarias grandes cantidades de
electricidad.

La acumulación de capitales generó también una fuerte inversión en la investigación científica


en el campo de la industria química. Los nuevos descubrimientos revolucionarían la producción
de fertilizantes, textiles, tintes y la de explosivos con la aparición de la dinamita.

El desarrollo de los transportes.

En el último tercio del siglo XIX los transportes experimentaron un gran desarrollo en Europa y
América del Norte. Las redes ferroviarias estaban concluidas en muchos países hacia 1870, se
había invertido mucho dinero pero gracias a estas redes la producción crecería y se
multiplicarían los intercambios comerciales.

La navegación a vela fue sustituida por el vapor, lo que aumentaba la velocidad de los
transportes; a esto hemos de añadir la apertura de nuevas rutas (Canal de Suez en 1869 y de
Panamá en 1914) que acortaron distancias e incidieron directamente en un abaratamiento de
los costes de los productos.

Por último la aparición del automóvil y de la aviación trajo consigo una auténtica revolución
económica, fue preciso aumentar la producción siderúrgica y mejorar el trazado de carreteras,
ello requirió un gran esfuerzo inversor y a la larga se

aceleró el desarrollo económico.

La expansión del capitalismo.

Cuando a partir de las revoluciones liberales se asienta definitivamente la burguesía en el


poder, tiene ya el poder económico y el poder político, va a crear leyes económicas que
lógicamente van a favorecer sus propios intereses; tales leyes se basan en la no-intervención
del Estado en la economía, la ley de la oferta y la demanda como base de la regulación del
mercado donde la mano de obra es tratada como una mercancía más. Señalar también que es
la época del gran capital, que sin enormes inversiones es imposible hacer frente a la
renovación tecnológica que exige la competencia, las empresas de carácter familiar van a ir
desapareciendo y los grandes bancos van a adquirir cada vez más protagonismo. El volumen de
intercambios comerciales va a experimentar también un gran desarrollo. Si tomamos como
referencia dos años, 1870 y 1914 veremos como el comercio internacional casi se ha
cuadriplicado. De todas las transacciones comerciales aproximadamente el 75 % eran
realizadas por Europa. Este desarrollo comercial venía dado también por la profundización en
los avances de esta II revolución industrial que generó productos elaborados en grandes
cantidades y a precios muy asequibles. Señalemos también que Europa (y Estados Unidos) se
especializan en la producción de productos industriales mientras que, debido al desarrollo de
los transportes, África, América del Sur y Asia serán solamente productores de materias
primas, materias primas indispensables para la industria europea y por la obtención de las
cuales los países europeos se enfrentarán en guerras.

Los grandes costes de capitales que se necesitaban para ampliar las empresas, así como el
tratar de obtener mejores beneficios controlando distintos sectores productivos, hicieron que
muchas empresas se concentrasen para mejorar su situación frente a la competencia, esta
concentración podía ser de dos tipos, o bien vertical que consistía en la agrupación de
empresas que intervenían en la elaboración de un producto desde sus orígenes hasta el
producto acabado, o bien horizontal, empresas de un mismo producto se unen para luchar
contra la competencia.

Consecuencias económicas

La industrialización siguió ritmos y pautas distintas según los distintos estados, pero llevó
implícitas consecuencias que afectaron a todos en general.

La sociedad agraria fue sustituida por una de carácter industrial. Industria y servicios
concentraron la mayor parte de la población activa, concentrada en las ciudades en lugar de en
el campo.

La producción tanto industrial como agrícola se incremento enormemente, eliminando las


hambrunas y multiplicando el consumo.

La población creció a un ritmo desconocido hasta entonces y fue objeto de gran movilidad,
dando lugar a grandes migraciones.

El capitalismo sufrió notables cambios, tendiendo hacia la concentración empresarial, la banca


y la Bolsa adquirieron cada vez mayor protagonismo, dando lugar al capitalismo financiero.

- La economía adquirió cada vez más un carácter global.

Consecuencias sociales

La Revolución Industrial intensificó la transición de la sociedad estamental a la sociedad de


clases.
La nueva sociedad capitalista contemplaba la igualdad de los hombres ante la ley, frente a las
desigualdades jurídicas de la estamental. Pero en su seno albergaba otro tipo de diferencias,
las económicas.

Frente a los burgueses, propietarios de todos los medios de producción y poseedores de la


riqueza, se alzaba toda una masa de obreros o proletarios que percibían míseros salarios a
cambio de vender su fuerza de trabajo a aquellos. Con el tiempo, los obreros se organizaron en
sindicatos y partidos políticos para luchar contra los abusos que sufrían: largas jornadas
laborales, pésimas condiciones de trabajo y baja remuneración. Surgía así el movimiento
obrero, con un marcado carácter urbano, pues el campesinado, aún arraigado a las tradiciones,
siguió anclado en gran medida a las formas de vida del pasado.

4. LA SOCIEDAD DE CLASES Y EL AUGE DE LOS MOVIMIENTOS

OBREROS

El fenómeno de la industrialización, junto con las revoluciones políticas que se desarrollaron


desde el último tercio del siglo XVIII (Estados Unidos, Francesa, 1848, etc.) destruyó la sociedad
estamental. De sus cenizas surgió la sociedad capitalista de clases. Las antiguas clases
dominantes, la aristocracia y el clero cedieron paso a un nuevo grupo dominante, la burguesía.
Dueña de las fábricas, de los bancos, con gran capacidad de iniciativa e inversión, se superpuso
a un creciente número de industriales a los que sometió a explotación. Buena parte de la
aristocracia se fusionó con la burguesía y se dedicó a los negocios. El campesinado siguió
constituyendo en el siglo XIX una importante masa de trabajadores, sobre todo en aquellos
donde la industrialización fue más débil y tardía. Su nivel de vida no mejoró sensiblemente con
respecto al de sus antepasados y muchos de ellos se vieron obligados a emigrar a las ciudades.

La burguesía

La burguesía existía desde la Edad Media. Designaba al grupo de personas que vivía en las
ciudades dedicado fundamentalmente al comercio. Durante los siglos XVII y XVIII el comercio
trasatlántico le permitió acumular gran cantidad de capital. Fue esa riqueza la que permitió a la
burguesía inglesa invertir en negocios industriales de una manera creciente, rompiendo con
ello el poder de los gremios artesanales que controlaban esa actividad. Los burgueses eran los
dueños de las fábricas, de la maquinaria, de las materias primas y de de los productos
manufacturados, del capital dinerario y de una importante parte de tierras agrícolas e
inmuebles urbanos. Gozaban de una posición acomodada y su forma de vida contrastaba
profundamente con la de los obreros, especialmente, la de la alta burguesía que fue
acaparando cada vez más poder económico, político y social. La llamada pequeña burguesía
(tenderos, pequeños empresarios, funcionarios, etc.) subsistió muchas veces a duras penas y
en ocasiones (Revolución de 1848), se alió al proletariado en sus reivindicaciones.

El proletariado

La palabra proletario deriva de “Prole”, es decir, familia, descendencia, su única posesión. Es


otra forma de designar fundamentalmente a los obreros industriales que vivían en las
ciudades. Su número fue incrementándose a medida que el proceso de

minaba a la agricultura como elemento esencial de riqueza. En los inicios de la revolución


industrial las condiciones de vida de los obreros fueron muy difíciles. Sometidos a extenuantes
jornadas de trabajo en fábricas, sin condiciones de higiene y seguridad, percibiendo bajos
salarios, carecían de derechos laborales y de seguros de jubilación o paro. Constantemente
estaban expuestos a caer en la mendicidad. Vivían hacinados en barrios miserables junto a las
fábricas y minas. Fue

discriminados salarialmente por razón de sexo y edad, siendo las mujeres y niños los peor
remunerados. A lo largo del siglo XIX fueron organizándose en sindicatos y partidos políticos,
tomaron conciencia de su situación y lograron mejorar sus condiciones de vida,

- Los obreros no eran propietarios de las máquinas que manipulaban, carecían de control sobre
ellas, éstas pertenecían a los patronos o burgueses. Para sobrevivir vendían sus servicios a
aquellos a cambio de míseros salarios. Mujeres y niños (el trabajo infantil estaba permitido)
percibían menores salarios que los adultos varones.

- Las condiciones de vida de la clase trabajadora durante las primeras fases de la


industrialización fueron pésimas. Eran sometidos a largas jornadas de trabajo (hasta 16 horas),
las condiciones de seguridad en las fábricas y minas eran muy precarias, carecían de seguro
médico, de paro o de vejez.

Esta situación los llevó en muchas ocasiones al alcoholismo, al juego, la prostitución e incluso la
delincuencia.

Las ideologías

A lo largo del siglo XIX, a medida que se desarrollaba el capitalismo industrial, las relaciones
sociales se estructuraron en torno a la relación de dos clases enfrentadas: la burguesía y el
proletariado. La explotación de esta última alentó el desarrollo de ideologías de signo socialista
que propugnaban una nueva realidad basada en la igualdad y la solidaridad. Las principales
ideologías de signo obrero fueron tres: el socialismo utópico, el marxismo y el anarquismo.
Como reacción a las penosas condiciones de vida que atravesaba la clase obrera, la Iglesia
Católica elaboró su propia doctrina social, recogida en la Encíclica de León XIII “Rerum
Novarum” (De las Cosas Nuevas). El Socialismo Utópico (nombre impuesto por Marx), fue el
primer movimiento en defensa de una mejora de las condiciones de vida de los obreros. No
obstante, su carácter poco pragmático y no revolucionario, lo hizo efímero y fue relegado por
otras corrientes como el Marxismo. Destaca la figura de Robert Owen, a quien se considera el
padre del cooperativismo moderno.

El marxismo

El marxismo constituyó la ideología que más seguidores tuvo a lo largo de siglo XIX. Su
influencia siguió siendo de suma importancia a lo largo del siglo XX. Carlos Marx y su
colaborador Federico Engels hicieron un exhaustivo análisis de las sociedades a lo largo de la
historia, poniendo especial énfasis en la capitalista de su tiempo. A través de obras como el
Manifiesto Comunista o El Capital, elaboraron una teoría que sostenía que la sociedad
capitalista se encuentra dividida en clases con intereses irreconciliables. Una de ellas, la
burguesía, explota a la otra, el proletariado. Desarrollaron para explicarlo la teoría de la
“plusvalía”. Es menester que la clase obrera tome conciencia de su situación y se rebele contra
los opresores, destruyendo la sociedad capitalista y creando en su lugar una nueva, basada en
solidaridad, donde ya no existan clases sociales. Para llegar a ello es precisa una fase
intermedia en la que el proletariado imponga una dictadura socialista (la "dictadura del
proletariado").

El anarquismo
Tras el marxismo, el anarquismo fue la corriente socialista más influyente durante el siglo XIX.
Conservó importancia a durante el primer tercio de la siguiente centuria. Básicamente el
anarquismo partía de la misma realidad que el marxismo, es decir, de la situación de
explotación que vive la clase obrera y la injusticia del capitalismo. Desde esa premisa, defendía
la destrucción del sistema, pero a diferencia del marxismo, abogó por la negación de cualquier
tipo de autoridad, es decir, del Estado en sí (gobierno, instituciones, administración, ejército,
etc.). El mismo término "anarquía” proviene del griego "úvapxía”, es decir, sin gobierno. Dentro
del anarquismo existen numerosas corrientes. Entre sus pensadores más destacados están
Bakunin, Proudhon y Kropotkin. Todos ellos abogaban en sus escritos por la abolición de la
propiedad privada de los medios de producción, algo que también defendía el marxismo.

El movimiento obrero

Las precarias condiciones en que se desarrollaba la vida de la clase trabajadora, alentó la


aparición de ideologías que criticaban el sistema capitalista. Propugnaban su destrucción y la
búsqueda de alternativas basadas en la igualdad y la solidaridad. Surgieron así diversas
corrientes ideológicas como el socialismo utópico, pero, destacaron por su importancia dos: el
marxismo y el anarquismo.

El proletariado se organizó en partidos políticos y sindicatos de carácter revolucionario para


reivindicar sus intereses y luchar por la desaparición del capitalismo. Nacieron organizaciones
como el SPD (Partido Social Demócrata Alemán) o las Trade Unions británicas. Los trabajadores,
al margen de su nacionalidad, tenían problemas e intereses comunes, ello dio lugar a la
aparición de asociaciones de carácter internacional como la AIT (I Internacional), fundada en
1864. La huelga fue uno de los recursos empleados como medida de presión para conseguir
sus reivindicaciones.

El movimiento obrero se fue desarrollando con mayor o menor fuerza según el grado de
industrialización de los países. Las primeras acciones tuvieron lugar en Inglaterra en forma de
destrucción de máquinas, al considerar sus protagonistas, los

rruinaban a los obreros que trabajaban en los talleres tradicionales. Duró de 1800 a 1830 y fue
duramente reprimido. El “Cartismo" supuso la incursión de la clase obrera inglesa en la vida
política. Su nombre viene de la "Carta del Pueblo", presentada al Parlamento Británico en
1838. En ella se reivindicaba el sufragio universal masculino. El fracaso de la Revolución de
1848 supuso la desaparición de dicho movimiento. El movimiento sufragista arrancó en la
segunda mitad del siglo XIX. Reivindicaba el derecho al voto de las mujeres.
Fundamentalmente arraigó en las de clase media. Significada representante del mismo fue la
británica Emmeline Pankhurst. Ya en el siglo XX la Revolución Rusa de 1917 logró la creación
del primer estado designo socialista.

Las organizaciones obreras

El movimiento obrero se organizó en partidos políticos y sindicatos. Los primeros, de carácter


revolucionario, tenían como fin último la destrucción del sistema capitalista. El más influyente
fue el SPD alemán, fundado en 1863. En España destacó el PSOE, creado en 1879. Los
sindicatos se crearon con la finalidad de defender los intereses laborales y profesionales de los
obreros (salario, jornada laboral, pensiones, etc.). Los primeros surgieron en Inglaterra, fueron
los Trade Unions (Asociaciones de Oficios). No fueron legalizados hasta 1871.

Algunas acciones de ciertos grupos o individuos anarquistas fueron de carácter violento, como
el atentado del Liceo de Barcelona reproducido en portada por este periódico francés.
En su “Manifiesto Comunista", Marx abogaba por la unión de todos los trabajadores, al margen
de su nacionalidad. Consideraba que todos ellos tenían intereses comunes y que la unión hacia
la fuerza. Así surgió en 1864 la I Internacional (AIT), compuesta por socialistas, anarquistas o
sindicalistas. Las disputas entre anarquistas y marxistas la hicieron fracasar. Una II Internacional
se fundó en 1889 y duraría hasta 1916. No logró evitar la Primera Guerra Mundial.

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