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F UENTES DE ENERGÍA Y

TECNOLOGÍAS APLICADAS
Módulo 1. Introducción a la Eficiencia Energética y
Sostenibilidad

Ciudades Inteligentes Totalmente Integrales,


Eficientes y Sostenibles - CITIES
AUTOR: Dr. Luis Hernández Callejo
CURSO: 2018
COORDINADOR: RED TEMÁTICA CITIES

FUENTES DE ENERGÍA Y TECNOLOGÍAS APLICADAS

Módulo 1: Introducción a la Eficiencia Energética y Sostenibilidad

Luis Hernández-Callejo1

(1) Luis Hernández-Callejo1: Universidad de Valladolid (UVa), España, luis.hernandez.callejo@uva.es

RESUMEN DEL TEMA


El panorama energético mundial está cambiando desde hace unas cuantas décadas, y en este nuevo
escenario, las fuentes de energía renovables juegan y jugarán un papel fundamental en el escenario político
y social. Este tema pretende dar una visión general de las fuentes de energía existentes. Para comenzar, el
tema presentará los recursos energéticos primarios disponibles, posteriormente se detallarán las
transformaciones de energía que suceden en la Tierra. El tema continúa con la clasificación de las fuentes
energéticas existentes y el estado de las mismas. Posteriormente, se trata un tema de gran interés en este
momento, concretamente la generación distribuida, la cual se complementa con el almacenamiento
distribuido. El tema finaliza con la integración de generación y almacenamiento distribuido en las ciudades,
poniendo especial interés en las fuentes de energía renovables.
ÍNDICE DEL TEMA

1. INTRODUCCIÓN A LOS RECURSOS ENERGÉTICOS


PRIMARIOS ........................................................................ 6

2. LA TIERRA Y LA TRANSFORMACIÓN DE LA ENERGÍA


SOLAR ............................................................................... 6

3. CLASIFICACIÓN DE LAS FUENTES ENERGÉTICAS ....... 7

4. ESTADO DE LAS DIFERENTES FUENTES DE ENERGÍA . 8

5. CONCEPTO DE GENERACIÓN DISTRIBUIDA ................ 9


5.1. La generación distribuida y sus tecnologías ....................... 10
5.2. Valor, aplicaciones y problemas de generación distribuida 11
5.3. Recursos distribuidos .......................................................... 12
5.4. Capacidad y factores de crecimiento de la generación
distribuida .................................................................................... 13
5.5. Estructura general de la generación distribuida y la
integración de las renovables ...................................................... 14

6. CONCEPTO DE ALMACENAMIENTO DISTRIBUIDO ..... 15


6.1. Almacenamiento distribuido y sistema eléctrico ................ 15
6.2. Necesidad del almacenamiento eléctrico ............................ 16
6.3. El papel del almacenamiento eléctrico ............................... 17

7. INTEGRACIÓN DE GENERACIÓN Y ALMACENAMIENTO


DISTRIBUIDO EN LAS CIUDADES INTELIGENTES ............. 18
7.1. Eficiencia energética y conservación .................................. 18
7.2. Las fuentes de energía renovables como clave del problema
18
7.3. Áreas prioritarias para la integración de fuentes de energía
renovables en ciudades ................................................................ 19
7.3.1. Los edificios y las fuentes de energía renovables .............19
7.3.1.1. Calefacción .....................................................................20
7.3.1.2. Refrigeración ..................................................................21
7.3.1.3. Cocina .............................................................................21
7.3.1.4. Paso del consumo a la producción..................................21
7.3.2. Transporte .........................................................................22
7.3.2.1. Biocombustibles ............................................................. 22
7.3.2.2. Hidrógeno .......................................................................23
7.3.2.3. Movilidad eléctrica ......................................................... 23
7.3.3. Crear sistemas inteligentes de energía urbana integrada
24
7.3.3.1. Integración de transporte y potencia ............................. 24
7.3.3.2. Integrando calor y potencia ...........................................24
7.3.3.3. Redes más inteligentes .................................................. 25
7.4. El road map de las ciudades renovables y sostenibles .......25
7.4.1. Las ciudades y el uso de la energía en los siguientes años
25
7.4.2. Impacto de: densidad y crecimiento de población y clima26
7.4.3. Políticas a nivel de ciudad para promover las energías
renovables ..................................................................................... 27
7.4.3.1. Las ciudades como planificadores: objetivo la integración
de renovables ................................................................................ 27
7.4.3.2. Planificación urbana integrada .....................................28
7.4.3.3. Las ciudades como agentes del desarrollo urbano
sostenible ...................................................................................... 28
7.4.3.4. Ciudades como dueños de infraestructura municipal ...29
7.4.3.5. Fuente de alimentación.................................................. 29
7.4.3.6. Energía de distrito ......................................................... 30
7.4.3.7. Alumbrado público ......................................................... 30
7.4.3.8. Las ciudades como consumidoras directas de energía
renovable ...................................................................................... 31
7.4.3.9. Las ciudades como reguladores ..................................... 32
7.4.3.10. Las ciudades como agregadoras de la demanda......... 32
1. INTRODUCCIÓN A LOS RECURSOS ENERGÉTICOS
PRIMARIOS

Es un hecho que la energía fluye hacia fuera de la Tierra y hacia dentro de la misma, por lo
que la energía de la Tierra debe ser vista como un concepto relativo. En la Tierra, la principal
fuente de energía es la nuclear, la sigue la energía electromagnética procedente del Sol y la
gravitacional debida a la interacción entre la Tierra, el Sol y la Luna.
No obstante, solo algunas de las capacidades energéticas descritas anteriormente pueden ser
empleadas en la Tierra, y la causa radica en la tecnología desarrollada hasta este momento. De
esta forma, es posible decir que la fuente de energía más importante es la electromagnética, y más
concretamente la energía solar, seguida por la energía nuclear y luego la energía gravitatoria. A
menor escala, también se dispone del magma caliente en el interior de la Tierra.
En la Tierra se produce un fenómeno muy interesante gracias a los vegetales, y las hojas que
los componen, ya que captan cierta cantidad de radiación solar, la cual es almacenada por ellos en
forma química, siendo este fenómeno llamado fotosíntesis. Posteriormente, esta energía podrá ser
liberada mediante un proceso de combustión (oxidación) a un ritmo aproximadamente igual al de
su almacenamiento.
Pero una fracción pequeña de la anterior energía ha sido almacenada a lo largo de millones
de años, sometida y enterrada a ciertas condiciones de oxidación y desintegración incompletas,
dando lugar a los combustibles que hoy conocemos como fósiles, como por ejemplo el carbón,
petróleo, gas, etc.
El Sol irradia gran cantidad de energía al espacio, pero tan solo una pequeña cantidad de la
misma alcanza la superficie de la Tierra. La energía que llega a la Tierra es la que origina los
fenómenos atmosféricos y el agua, entre otros.
De toda esta energía que llega a la Tierra, el 30% es reflejada de nuevo al espacio, por lo que
no será aprovechable por nosotros. El 50% de la energía es absorbida por la Tierra para calentar la
superficie de la misma, y posteriormente ser devuelta al espacio. El 20% de la energía restante se
encarga de formar parte del ciclo hidrológico, causando los vientos, mientras que el resto de dicha
energía es empleada para la fotosíntesis.

2. LA TIERRA Y LA TRANSFORMACIÓN DE LA ENERGÍA


SOLAR

Lo primero es definir recurso como “(…) todas las cantidades conocidas de una fuente de
energía, o incluso supuestas con un cierto grado de incertidumbre”. Complementariamente, se
define reservas a “(…) las cantidades conocidas (recurso) que pueden ser técnica y
económicamente rentables (en la actualidad o en cierto plazo temporal establecido)”; como se
puede observar, el concepto de reserva lleva asociado la disponibilidad de la fuente de energía, y
que puede ser extraída y, por lo tanto, empleada.
Dentro de las reservas, las comprobadas son aquellas de las que se conoce su existencia y su
volumen, mientras que las no comprobadas son de las que se tiene cierta información razonable a
nivel geológico y de ingeniería.
Por tanto, el paso de recurso a reserva es muy sutil, ya que un recurso se convertirá en
reserva cuando sus técnicas de extracción avancen y hagan viable su extracción, o incluso cuando
el aumento de los precios de dicha energía lo propicie. Sirva de ejemplo la situación del aumento
de precios del crudo de petróleo en el Mar del Norte en 1973, cuya consecuencia fue que los
recursos pasaran a reservas y comenzara la explotación de los mismos. Suele ser común que la
aparición de nuevos yacimientos de una fuente de energía incremente los recursos de ésta y, en
ocasiones, también de sus reservas.
El paso de recurso a reserva lleva asociado unas restricciones técnicas y económicas. Por
ejemplo, la extracción completa de un pozo de gas ya no será rentable, o si es preciso emplear
más energía para extracción que la almacenada en dicho recurso.
Conviene recordar que los recursos no renovables tienen asociados un ciclo de vida, en el
cual la propia explotación del mismo causa la desaparición del recurso. Asociado a esto, aparece
el índice de producción (capacidad de un yacimiento), el cuál tiende a crecer exponencialmente
desde el primer instante, para después, y a medida que aumenta la dificultad para localizar el
recurso y su extracción, tras pasar por varios máximos, comienza a disminuir de forma progresiva
hasta cero. Teniendo en cuenta las producciones de un recurso fósil, las estimaciones de
producción futuras, es posible saber su vida esperada.

3. CLASIFICACIÓN DE LAS FUENTES ENERGÉTICAS

Una posible clasificación de las energías disponibles en la Tierra, atendiendo a su topología


y duración puede verse en la Figura 1.
Como puede verse en la clasificación, casi todas las fuentes de energía pueden agruparse en
torno al Sol, exceptuando las procedentes del magma caliente del interior de la Tierra, la debida a
la gravitación terrestre y la de los núcleos atómicos.
Con respecto a las procedentes al Sol, puede distinguirse la que se genera de forma
instantánea y la que es de consecuencia de la acumulación. Dentro de la solar instantánea
aparecen: energía del viento (eólica y de oleajes), energía hidráulica, energía de gradiente térmico,
energía fotovoltaica, energía solar térmica y energía de biomasa. Dentro de la energía acumulada
aparece: energía del gas, energía del petróleo, energía de pizarras bituminosas, energía de pizarras
asfálticas y energía del carbón.

Figura 1.- Clasificación de las energías disponibles en la Tierra. Fuente Hernández Callejo
(2018).
4. ESTADO DE LAS DIFERENTES FUENTES DE ENERGÍA

A continuación se presentan las siguientes características de las principales fuentes de


energía, a saber: origen, potencial energético, formas de aprovechamiento, reservas, consumo y
duración prevista.
 Energía de fisión nuclear: su origen es por la ruptura de núcleos pesados, su potencial
energético es de 1 GWh/año = 30 TnU235, su producción energética es mediante energía
térmica (producción vapor y conversión en energía mecánica para posteriormente generar
electricidad), su reserva de forma aproximada es de 3.734 103 T, la estimación de
consumo es de 622 106 Tep y una duración prevista de 27,8 años con reservas de 80
años.
 Energía de fusión nuclear: reacción que se produce cuando dos núcleos poco densos
sometidos a elevadas temperaturas se fusionan y forman un núcleo más pesado, su
potencial energético es de 1 m3 agua = 1025 átomos deuterio = 8x1012 Julios, su
producción energética es mediante energía térmica (producción vapor y conversión en
energía mecánica para posteriormente generar electricidad), su reserva es ilimitada,
consumo inexistente y una duración ilimitada.
 Energía del carbón: su origen es debido a la existencia de masas vegetales enterradas
sometidas a presión y proceso anaerobio, su potencial energético es madera = 5,491
kWh/kg; turba = 5,18 kWh/kg; lignito = 7,55 kWh/kg; hulla = 8,91 kWh/kg; antracita =
9,04 kWh/kg, su producción energética es mediante energía térmica (producción vapor y
conversión en energía mecánica para posteriormente generar electricidad), para fundir
mineral de hierro en altos hornos y obtener productos de industria química y para
convertir carbón en combustibles líquidos y gaseosos, su reserva de forma aproximada es
de 847 109 T, la estimación de consumo es de 3.177 106 Tep y una duración prevista de
147 años.
 Energía del petróleo: su origen es debido a restos de animales y vegetales en fondos
marinos a presión y calor, su potencial energético es 1 kg petróleo=11kWh, su producción
va destinada a sólidos (vaselinas, parafinas y alquitranes), líquidos (fuel, gasóleo, gasolina
y keroseno) y gases (propano, etano, butano y metano), su reserva de forma aproximada
es de 168 103 millones de Tep, la estimación de consumo es de 4 109 Tep y una duración
prevista de 40 años.
 Energía del gas natural: su origen está asociado al petróleo, su potencial energético es
1.000 m3 GN= 900 kg petróleo, su producción va destinada al uso doméstico (calefacción
y cocción) y a producir vapor de agua por combustión de gas, su reserva es de 177 1012
m3, la estimación de consumo es de 1,2 1012 m3 y una duración prevista de 60 años.
 Energía solar: su origen es el Sol, su potencial energético es 478 kcal/m2día, su
producción va destinada a la producción de energía térmica y fotovoltaica, su reserva es
de 1.000 TWh, la estimación de consumo es de 300 MWe fotovoltaicos y una duración
ilimitada.
 Energía eólica: su origen es debida a las masas de aire debidas al calentamiento del Sol,
su potencial energético es de 2,8 MWh/m2año para viento 8 m/s, su producción va
destinada a la conversión en energía mecánica (bombeo y energía eléctrica), su reserva es
de 5.000 TWh en viento (2% accesible), la estimación de consumo es de 60 GW y una
duración ilimitada.
 Energía del oleaje: su origen es debida a la acción del viento en las aguas, su potencial
energético es de 40-70 kW por metro de ola, su producción va destinada a la conversión
en energía mecánica (bombeo y energía eléctrica), su reserva y consumo no están
cuantificados y una duración ilimitada.
 Energía hidráulica: su origen es debida a la contención de una masa elevada, su potencial
energético es de 1T de agua a 10m = 278 kWh, su producción va destinada a la
conversión en energía mecánica (energía eléctrica), su reserva es de 50.000 TWh año, la
estimación de consumo es de 650 GW y una duración ilimitada.
 Energía de la biomasa: su origen es debida a la energía solar dentro de los seres vivos, su
potencial energético es madera=15 GJ/Tn, papel=17 GJ/Tn, paja=14 GJ/Tn, caña
azúcar=14 GJ/Tn, césped=4 GJ/Tn, boñigas=16 GJ/Tn, residuos domésticos=9 GJ/Tn,
residuos comerciales=16 GJ/Tn, su producción va destinada a calor por combustión para
calefacción o electricidad, su reserva es de 1,8 1012 T, la estimación de consumo es de
400.000 MTn/año (tan solo una pequeña fracción se emplea) y una duración ilimitada.
 Energía de las mareas: su origen es debida a la interacción entre la Luna y la Tierra, su
potencial energético es en aquellos lugares donde exista un desnivel de mareas de 4 m, su
producción es de 1.000 GW, la estimación de consumo es de 9.000 GW y una duración
ilimitada.

5. CONCEPTO DE GENERACIÓN DISTRIBUIDA


La generación distribuida es un concepto complejo de definir, ya que puede realizarse en
función de diferentes atributos (tecnología empleada, potencia o emplazamiento a conectar en red
eléctrica). No obstante, se puede entender por generación distribuida como aquella que se
encuentra cerca del consumidor final de energía eléctrica, y en muchos casos, es el propio
consumidor el que adopta la función de generador, apareciendo el nuevo término prosumer
(productor y consumidor).
La generación distribuida puede estar conectada tanto en baja tensión como en media tensión
a la red eléctrica en su capa de distribución, pero también podría aparecer conectada en la red de
transporte.
El concepto de generación distribuida puede también emplearse en entornos aislados de la
red eléctrica, donde los consumos se alimentan directamente de los generadores instalados, con o
sin apoyo de almacenamiento eléctrico.
Con respecto al punto de conexión, lo normal es que la generación distribuida aparezca
conectada en baja tensión. En cuanto al tamaño de la instalación, concretamente en España, el
Régimen Especial habla de instalaciones de hasta 50 MW. Por tanto, y según la literatura, algunas
de las definiciones encontradas de generación distribuida son:
“(…) la generación distribuida es típicamente desde unos pocos kilovatios hasta 400 MW
(…)”;
“(…) la ubicación de generación distribuida se define como la instalación y operación de las
unidades de generación de energía eléctrica conectadas directamente a la red de distribución o
conectadas en el emplazamiento del consumidor”.
Otro concepto novedoso, y asociado a la generación distribuida, es que la generación de
energía eléctrica procede de generadores instalados en el sistema eléctrico propio de la empresa,
esto es, en su red eléctrica interna. Lo anterior podría ser un ejemplo claro de lo que sucede en
una microrred eléctrica o en una Smart City.
Las fuentes de generación renovables tienen una gran oportunidad para su penetración bajo
el concepto de generación distribuida, y además, las ubica en emplazamientos no contemplados
hasta el momento, concretamente en las proximidades de los puntos de consumo.
Además, la generación distribuida puede proporcionar electricidad a un menor coste,
proporcionando altos niveles de fiabilidad y de seguridad, y por supuesto, con menos
consecuencias ambientales que las plantas clásicas de energía, siempre y cuando la generación
distribuida sea renovable. En otro orden de magnitud, los sistemas con generación distribuida
emplean numerosas plantas de tamaño pequeño por unidad, pudiendo abastecer de energía a
consumos locales, evitando la dependencia del abastecimiento de energía de la capa de
distribución.
La potencia de la generación distribuida podrá variar en el rango amplio, desde de un
kilovatio hasta los centenares de megavatio. A partir de esto, es posible decir que existen dos
modelos de generación distribuida, a saber:
 Generación distribuida local: son los grandes parques eólicos o las grandes plantas de
módulos fotovoltaicos para la producción de electricidad. El objetivo principal de estas
instalaciones es buscar la producción de energía a gran escala, aunque siempre a un rango
de producción menor que las plantas clásicas (nucleares y térmicas), al menos hasta la
fecha.
 Generación distribuida en el punto final: el objetivo es instalar tecnologías renovables en
los consumidores finales (biomasa, fotovoltaica, eólica, hidráulica, etc.), caracterizadas
por potencias reducidas. Cabe destacar que también podrían ser instalaciones no
renovables, como motores de gas.
Con respecto a la mejora de la eficiencia energética de la entrega de energía eléctrica, la
generación distribuida hace que el sistema vea aumentada dicha eficiencia. Destacar que para que
la energía fluya desde las grandes plantas de producción hasta los consumidores finales, dicha
energía estará sujeta a una pérdida de entre 4% y 9%, principalmente por las pérdidas por efecto
Joule. Los consumidores, las microrredes eléctricas y las empresas que generan energía a nivel
local (generación distribuida), podrán vender la energía excedente a la red de distribución,
originando un nuevo modelo de negocio alrededor de la generación distribuida.
La generación distribuida proporciona otros beneficios adicionales, como por ejemplo
evitando emisiones contaminantes en comparación con las grandes plantas eléctricas clásicas.
Además, a nivel de país, la generación distribuida ayudará a incrementar la diversidad de fuentes
de energía, y así poder diversificar su matriz energética.
Con independencia del modelo económico sobre la generación distribuida, y dejando a un
lado las primas del sector, si existe potencial de generación eléctrica en los emplazamientos donde
se consumen energía eléctrica, tendría que aprovecharse dicho recurso.
Por último, los Gobiernos y Administraciones Públicas deben ver la generación distribuida
como una oportunidad de generación de empleo local. La red del futuro, o la Smart Grid, deberá
integrar las plantas centralizadas clásicas y las nuevas de generación distribuida, e
indiscutiblemente la generación distribuida formará parte de los elementos disponibles entre los
diferentes desarrolladores y planificadores de ciudades.

5.1. La generación distribuida y sus tecnologías


La Tabla 1 muestra algunas de las tecnologías de generación existentes y que pueden
entenderse como generación distribuida. La tabla adjunta el rango de potencia asociada a la
tecnología que hoy en día puede encontrarse en el mercado.
Tabla 1. Tecnologías para la generación distribuida. Fuente Hernández Callejo (2018).

Potencia disponible
Tecnología
por unidad
Turbina de gas de ciclo combinado 35-400 MW
Motor de combustión interna 5 kW-10 MW
Turbina de combustión 1.250 MW
Potencia disponible
Tecnología
por unidad
Microturbina 25 kW-1 MW
Mini-hidráulica 1.100 MW
Micro-hidráulica 25 kW-1 MW
Turbinas eólicas 200 W-3 MW
Módulos fotovoltaicos 20 W-100 kW
Solar térmica-torre de concentración 1-100 MW
Biomasa (gasificación) 100 kW-20 MW
Geotérmica 5-100 MW
Energía oceánica 100 kW-1 MW
Motor Stirling 210 kW
Almacenamiento de batería 500 kW-5 MW

A continuación, algunas consideraciones son tenidas en cuenta:


 Aunque los recursos energéticos renovables se pueden describir como ilimitados, su
disponibilidad variará de unos países o zonas a otras. Otra consideración es la eficiencia
de cada una de las tecnologías, ya que es preciso tenerlas en cuenta debido a su
variabilidad.
 Algunas tecnologías suponen fácil instalación pero es preciso tener en cuenta el tiempo de
demora debido a su diseño e instalación. Algunas de estas tecnologías son la mini/micro
hidráulica, fotovoltaica, mini eólica, motores diésel, solar térmica, pila de combustible y
almacenamiento en baterías.
 Las turbinas de gas de ciclo combinado, los motores de combustión interna, las turbinas
de combustión, la gasificación de biomasa, los motores geotérmicos, los motores Stirling
y las pilas de combustible son adecuados para una cogeneración. Esta combinación de
electricidad junto a calor hace que el sistema sea todavía más eficiente.

5.2. Valor, aplicaciones y problemas de generación distribuida


La energía renovable local aporta valor añadido al sistema, a saber:
 Aumenta considerablemente la eficiencia del sistema, ya que se reducen drásticamente las
pérdidas en el mismo.
 Fomentan la creación de empleo local, además de generar un nuevo modelo de negocio
con la venta de la energía.
 La garantía de suministro se ve mejorada, ya que el aporte de energía puede servir para
hacer de la red un sistema más robusto y seguro.
 La matriz energética del país o la zona se diversifica.
La infraestructura de red está caracterizada por líneas de transporte y distribución largas,
existencia de pocos productores de energía y su elevado costo de mantenimiento. Otro problema
asociado al sistema es la dificultad en cuadrar la demanda existente con la producción conseguida
Por otra parte, el agotamiento de los combustibles fósiles y el efecto negativo sobre el medio
ambiente por su consumo de las fuentes fósiles, ha propiciado un aumento del interés
internacional en la reducción del uso excesivo de los recursos energéticos no renovables, siendo
más conscientes con las emisiones de CO2. Por tanto, para conseguir fortalecer estas
infraestructuras, la integración de generación distribuida renovable es una forma de conseguirlo.
La centralización de la actual infraestructura presenta algunos problemas, a saber:
 La garantía de suministro se ve comprometida, principalmente por el aumento de la
demanda de forma exponencial.
 La centralización en la generación lleva asociada unas limitaciones técnicas y geográficas
difíciles de desbloquear.
 La seguridad es sumamente importante, y la criticidad de los núcleos centralizados de
producción es un problema serio.
 Efecto medioambiental asociado a la generación clásica, como las emisiones de CO2 y
gases de efecto invernadero en general, residuos nucleares, etc.
La generación distribuida por tanto aporta grandes beneficios a la infraestructura existente. A
continuación, se añade una definición de generación distribuida que aglutina todo lo anterior, a
saber:
“Generación de electricidad por medio de instalaciones que son suficientemente más
pequeñas que las centrales de generación clásicas, para permitir la interconexión en
prácticamente cualquier punto del sistema eléctrico”.
A modo resumido, los elementos de generación distribuida aglutinarán microgeneradores,
tales como:
 las microturbinas,
 las pilas de combustible,
 los motores de combustión interna o Stirling.
Aunque también fuentes de energía renovable, a saber:
 los módulos fotovoltaicos, y
 las turbinas eólicas.
Las fuentes de energía renovables, debido a su dependencia con el recurso existente, son
consideradas de generación aleatoria y no gestionable. Esto lleva asociado que los elementos de
generación distribuida causarán tantos problemas como los que puedan resolver. Algunos de los
problemas se presentan a continuación:
 Es necesario adecuar las estrategias de los elementos de electrónica de potencia asociados
a los elementos de generación distribuida, ya que éstos trabajan cerca del nivel de tensión
de distribución de 480 V, están geográficamente cerca de las cargas y proporcionan una
corriente continua o una salida de corriente alterna de frecuencia variable.
 La incertidumbre de producción anteriormente comentada, también es un tema que suscita
cierta controversia, en tanto en cuanto su producción se convierte en no gestionable.
 La generación distribuida rompe con el paradigma clásico del trasiego del flujo de energía
desde transporte pasando por distribución. Esto es consecuencia de que la generación
distribuida es producida en niveles de distribución, y de forma cercana a los puntos de
consumo. Por lo tanto, este cambio en el flujo de energía pueden causar problemas a nivel
de protecciones, entre otros.

5.3. Recursos distribuidos


Puede asumirse que la generación distribuida será aquella que genere energía eléctrica y que
esté conectada directamente a la red de distribución, o en las proximidades del punto de consumo.
Además, la legislación claramente marca la frontera entre transporte y distribución, y aplica lo
siguiente, transporte suele venir de la mano con la regulación del mercado eléctrico, por lo que
cualquier otra cosa deberá entenderse como distribución.
La literatura presenta los recursos distribuidos como “recursos de demanda y suministro que
pueden desplegarse en todo el sistema de distribución eléctrica (a diferencia del sistema de
transporte) para satisfacer las necesidades de energía y fiabilidad de los clientes atendidos por
ese sistema. Los recursos distribuidos se pueden instalar tanto en el lado del cliente como en el
lado de la compañía de bienes de servicio”.
A partir de la anterior definición es posible destacar algunos aspectos de los recursos
distribuidos:
 La generación distribuida estará situada dentro del sistema de distribución o en el lado del
cliente.
 Los recursos de la demanda no solo se basan en la generación local en el sistema eléctrico
por parte del cliente, sino también en los diferentes medios que reducen la demanda de los
clientes. Por tanto, esto influirá en el suministro de electricidad de la red de distribución.

5.4. Capacidad y factores de crecimiento de la generación


distribuida
En paralelo con los términos de generación distribuida o recursos distribuidos aparece otro
asociado llamado capacidad distribuida. Es un término menos reconocido, probablemente porque
es aún más difícil de definir. Se puede ver la capacidad distribuida como todos los elementos de
los recursos distribuidos, pero añadiendo las capacidades de la capa de transporte y distribución.
Para distinguir capacidad distribuida de generación distribuida, sirva un ejemplo: la generación
distribuida tiene por objetivo (uno de ellos) reducir la demanda existente, pero no incluye ni tiene
en cuenta la capacidad de reserva, por lo que esta responsabilidad es asumida por transporte y
distribución, debiendo cubrir cierta parte de la demanda que la generación distribuida no pueda
llegar a abastecer. Precisamente este es el motivo por el que las líneas de transporte y distribución
están sobredimensionadas.
Por tanto, la capacidad distribuida incluye ahora todos los aspectos de la generación
distribuida y de los recursos distribuidos, más la capacidad de reserva. Esta capacidad incluye los
generadores de reserva, pero también la gestión de la carga, y así poder minimizar los requisitos
de sobredimensionamiento del sistema de transporte y distribución.
Es posible aseverar que los aspectos medioambientales, comerciales y regulatorio son los
principales impulsores del crecimiento de la generación distribuida. A continuación se van a
explicar estos factores.
La integración masiva de elementos de generación distribuida renovable, tenderá a reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que el impacto medioambiental será notable
en este aspecto. En este sentido, es necesario aclarar que la integración de la generación
distribuida incluye algunas de las cuestiones relacionadas con la integración de fuentes
renovables, pero no hace referencia a la integración de las fuentes renovables conectadas en la
capa de transporte, como por ejemplo, los grandes parques eólicos onshore (sobre tierra) y
offshore (fuera de tierra).
Continuando con el aspecto medioambiental, el aumento de la penetración de la generación
distribuida tratará de evitar la construcción de nuevas líneas de transporte, así como de las grandes
centrales eléctricas. Esto es positivo para la generación distribuida, ya que existe una creciente
oposición pública para el despliegue de nuevas redes de transporte o la construcción de grandes
plantas clásicas de generación de energía eléctrica.
Con respecto al aspecto comercial, la incertidumbre de la competencia de los mercados
eléctricos puede favorecer el despliegue de proyectos de generación con capacidades menores,
cuyo riesgo financiero es proporcionalmente inferior a los grandes proyectos de centrales
convencionales. En este sentido, los proyectos de generación distribuida se verán apalancados en
tanto en cuanto se integre la generación distribuida en el mercado de libre competencia.
Complementando lo anterior, la calidad de la energía y la garantía de suministro pueden verse
mejoradas gracias a la integración de la generación distribuida en el punto de consumo.
Con respecto al marco regulatorio, en los últimos años ha habido una creciente preocupación
entre los responsables de las políticas energéticas, sobre la seguridad energética. Una de las
causas principales de esta inseguridad tiene que ver con la dependencia de los recursos
energéticos de esta sociedad actual, donde una interrupción abrupta supondría un colapso
inadmisible. Por ello, la política energética global se centra en la seguridad energética, además de
la sostenibilidad, donde la generación distribuida es una propuesta crucial, además de muy
atractiva.
Los generadores de pequeña potencia, seguramente agregados, podrán comerciar en el
mercado de energía y también participar en el comercio de servicios auxiliares, por lo que
nuevamente le generación distribuida aporta un valor añadido a las redes existentes.
Entre las energías renovables, en las últimas décadas la energía hidroeléctrica y la energía
eólica ofrecen la mayor integración. Además, en países con potencial hidroeléctrico, también se
utilizan pequeñas turbinas hidráulicas (micro y mini hidráulica) a nivel de distribución para apoyo
de la red de servicios existente.
Otra tecnología de energía renovable en auge es la tecnología fotovoltaica. Si bien no ha
tenido el desarrollo y capacidad de instalación que ha tenido la tecnología eólica, en los últimos
años se están instalando nuevamente grandes plantas fotovoltaicas, y lo que es más importante,
instalaciones fotovoltaicas bajo el concepto de generación distribuida, y cada vez más cercanas a
los puntos finales de consumo.

5.5. Estructura general de la generación distribuida y la


integración de las renovables
La estructura general de la generación distribuida puede mostrarse en la Figura 2. La unidad
de conversión de potencia es el elemento clave del sistema, y será dependiente del tipo de
potencia que tenga a la entrada del mismo. La electricidad producida servirá para alimentar a las
cargas locales o entregar a la utility1.

Figura 2. Estructura esquemática de la generación distribuida. Fuente Hernández Callejo (2018).


La máxima potencia de la fuente de entrada es responsabilidad principal del controlador del
lado de entrada, que además implementará la protección del convertidor de entrada. Las tareas de
este controlador son varias, a saber:
 controlar la potencia activa que se entrega a la red,

1Empresas que prestan servicios generales de los que no se puede prescindir como el agua, el
gas y la energía.
 controlar la energía reactiva transferida entre la red y el elemento de generación
distribuida,
 si la generación es en continua, controlar el bus de tensión,
 garantizar la inyección de potencia con calidad y
 sincronización de la red.
Adicionalmente a estos elementos básicos, en ciertas ocasiones el operador de la red puede
solicitar del convertidor algunos servicios auxiliares, como por ejemplo, la regulación de la
frecuencia y la tensión local, el filtrado o compensación de armónicos, etc.

6. CONCEPTO DE ALMACENAMIENTO DISTRIBUIDO

La electricidad tiene asociada algunos problemas, los cuales son debidos principalmente a
dos factores. En primer lugar, la generación debe estar asociada al consumo, o dicho de otra
forma, la energía eléctrica debe consumirse de forma instantánea. Si la generación y la demanda
están desequilibradas, originarán una inestabilidad del sistema y la pérdida de calidad de la
energía entregada por la fuente generadora.
En segundo lugar, otro gran inconveniente es la distancia física entre elementos de
generación y consumo. La infraestructura de transporte y distribución es la encargada de unir la
generación y el consumo, formando parte de un sistema global y único. Esta situación, y debido al
flujo de energía cambiante, puede causar que ciertos tramos de la infraestructura quede
congestionado.
Por lo tanto, parece justificada la necesidad de disponer de almacenamiento eléctrico en el
sistema energético. Además, ya que dicho almacenamiento estará repartido a lo largo de la
infraestructura de red, se puede hablar de distribuido.

6.1. Almacenamiento distribuido y sistema eléctrico


El precio de la electricidad es muy cambiante, y esto es debido principalmente a que la
demanda cambia en cada instante. El ajuste del precio de la electricidad sigue a la demanda, esto
es, el precio aumenta en los instantes en que la demanda está en su punto más alto, e inversamente
para los precios más bajos. Además, lo anterior también está influenciado por las diferencias de
costo de la generación en cada período.
En los periodos con pico de demanda, los generadores de energía menos rentables deben
apoyar a las centrales eléctricas de carga básica (nucleares y térmicas clásicas), pero que son más
flexibles en cuanto a su gestión y control (gas y petróleo principalmente). Durante los periodos
valle (demanda más baja), los generadores más costosos deben ser detenidos. Con este escenario,
los sistemas de almacenamiento eléctrico encuentran una brecha para integrarse en el sistema
eléctrico, siendo además competitivos económicamente.
Las compañías reducen sus costes de generación actuando sobre las tecnologías más caras,
debido a que presentar gran flexibilidad en su gestión. Para conseguir esta flexibilidad, el
almacenamiento eléctrico asociado con las centrales eléctricas de bajo coste durante periodos
nocturnos es crucial, para posteriormente durante el día en demanda punta, inyectar esa
electricidad acumulada.
La penetración de las fuentes de generación renovables es cada vez mayor, con la eólica y la
fotovoltaica como tecnologías rompedoras. Es común la aparición de energía sobrante libre de
costos, por lo que para reducir los costes de generación, estos sobrantes pueden ser acumulados en
almacenamiento eléctrico. Los sistemas de almacenamiento eléctrico también pueden servir para
los consumidores finales, y así sus costes de electricidad, ya que pueden almacenar la electricidad
comprada a precios bajos y emplearla en otro momento del día durante los períodos de coste de
energía eléctrica elevado.
Como ya ha quedado demostrado, las utilities se ven obligadas a mantener el flujo de energía
desde sus puntos de generación hasta sus consumos intermedios y finales. En caso contrario, se
podría originar una interrupción del servicio y no cumplir con la garantía de suministro. Para
satisfacer el consumo de energía, se deben generar cantidades continuas de electricidad, y de
forma continuada en el tiempo, para lo cual será imprescindible disponer de una previsión precisa
de las variaciones de la demanda.
Por tanto, además de la función básica de generación, los generadores de energía precisan
dos funciones adicionales. Primero, aparece la función kilovatio, la cual permite generar
suficiente potencia en el momento preciso. En segundo lugar, algunas instalaciones de generación
deben poseer una función de control de frecuencia. La función kilovatio y la función de control de
frecuencia no aparecen en las plantas eólicas ni fotovoltaicas, a menos que se modifiquen de
forma adecuada, y esta adecuación viene añadiendo funcionalidades al inversor y penalizando la
potencia en consecuencia.
Por tanto, la función kilovatio y una función de control de frecuencia pueden venir
compensadas por el almacenamiento eléctrico. Una forma clásica de es mediante la tecnología
hidráulica. Últimamente, las fuentes de generación renovable se están viendo apoyadas por
baterías estacionarias, debido a su respuesta rápida en el tiempo.
Como ya se sabe, los consumidores están lejos de las instalaciones de generación de energía,
por lo que la probabilidad de una interrupción en el suministro de energía eléctrica aumenta
considerablemente. Los sistemas de almacenamiento eléctrico apoyarán a los usuarios si se
producen fallos en el suministro de electricidad. La congestión en las redes eléctricas es una
consecuencia del problema anterior, debido a la larga distancia entre generación y consumo. Las
utilities tratan de predecir la congestión futura y evitar las sobrecargas, mediante el despacho de
generación o, en última instancia, mediante la construcción de nuevas infraestructuras de
transporte y distribución. Los sistemas de almacenamiento eléctrico establecidos en
emplazamientos apropiados, tales como subestaciones en los extremos de líneas muy cargadas,
pueden mitigar la congestión. Este enfoque de almacenamiento distribuido ayudará a las utilities a
posponer el despliegue de nuevas infraestructura de la red eléctrica o adecuación de las existentes.
La necesidad de disponer en transporte y distribución de una infraestructura cableada es
evidente, y esto puede resultar un serio problema, por ejemplo cuando es necesario abastecer
zonas remotas o aisladas. Los sistemas de almacenamiento en general pueden resolver en cierta
medida este problema. Una recarga de un vehículo eléctrico en una zona remota puede ser un gran
reto, pero deja de serlo con sistemas de almacenamiento eléctrico distribuido.

6.2. Necesidad del almacenamiento eléctrico


Los sistemas de almacenamiento eléctrico distribuido pueden enmarcarse en dos mercados
concretos: aquél que potencia la penetración de las fuentes de energía renovable y el que apuesta
por el despliegue de las Smart Grids.
La red eléctrica podrá estar afectada por el aumento de penetración de las fuentes de energía
renovables. Un primer problema tiene que ver con la fluctuación de la producción que hace que el
control de frecuencia del sistema sea más complicado. De forma clásica, el control de frecuencia
es realizado gracias a la capacidad de cambio de los generadores térmicos, pero el aumento de la
penetración de la generación renovable, el margen de capacidad de salida de los generadores
térmicos tendrá que ser aumentado, disminuyendo aún más la eficiencia de dicha tecnología.
Un segundo problema tiene que ver con la intermitencia en la producción de energía
renovable. Una posible solución ya implementada es mediante la sobrecapacidad de la planta, que
consiste en incrementar la cantidad de generación renovable instalada. Otra solución es que la
planta renovable cubra una gran extensión de terreno. Teniendo en cuenta el incremento en el
coste de la instalación de generación extrarrenovable, así como la dificultad de realizar nuevas
infraestructuras de transporte y distribución, el almacenamiento eléctrico distribuido son una
medida alternativa.
En la Smart Grid también es esperado el protagonismo del almacenamiento eléctrico
distribuido. En primer lugar, el flujo de potencia puede ser controlado a partir de éstos instalados
en las subestaciones eléctricas, mitigando además la congestión. También servirá de apoyo a los
equipos existentes.
Una tercera aplicación esperada para los sistemas de almacenamiento eléctrico distribuido es
como medio de almacenamiento de energía para hogares y edificios. De esta forma, los
consumidores finales podrán variar su patrón de demanda, empleando para ello la flexibilidad
(carga y descarga) de los sistemas de almacenamiento.

6.3. El papel del almacenamiento eléctrico


El papel fundamental de los sistemas de almacenamiento eléctrico distribuido para conexión
a red, pueden describirse por sus ciclos y la duración de la operación, a saber:
 Cambio de hora: las utilities deben conseguir el equilibrio entre generación y demanda,
por lo que precisan desarrollar centrales de generación. En estas situaciones, la reducción
del costo de generación puede obtenerse almacenando electricidad en horas valle (por
ejemplo por la noche) y descargándola en las horas punta. Este almacenamiento será tanto
o más beneficioso, en cuanto la brecha de diferencia sea mayor entre la demanda pico y
valle. Por estas razones, las utilities construyeron centrales hidráulicas de bombeo, y
recientemente han comenzado a instalar baterías a gran escala en sus subestaciones
eléctricas.
 Calidad de energía: mantener la tensión y la frecuencia del sistema dentro de los límites
admisibles serán algunos de los servicios que deben ofrecer las utilities. Lo anterior puede
realizarse de la forma siguiente:
o Los sistemas de almacenamiento eléctrico distribuido pueden proporcionar
funciones de control de frecuencia, ya que la frecuencia se controla
ajustando la salida de los generadores de energía.
o La tensión es controlada mediante la regulación de tomas de los
transformadores, y la potencia reactiva es controlada mediante los
modificadores de fase.
 Hacer un uso más eficiente de la red: la congestión puede ocurrir cuando las líneas de
transporte y distribución no pueden ampliarse, para así satisfacer la creciente demanda de
energía. En este caso, los sistemas de almacenamiento eléctrico de gran escala instalados
en subestaciones apropiadas pueden mitigar la congestión. Pero este apoyo puede bajar de
escala, y ubicarlo en subestaciones secundarias, e incluso en puntos muy cercanos al
consumo final.
 Redes aisladas: en redes aisladas, la empresa suministradora debe asegurar que toda la
demanda sea abastecida con la generación que gestiona, normalmente con generadores de
potencia baja (diésel y renovables). En este sentido y al instalar sistemas de
almacenamiento eléctrico distribuido, el abastecimiento de energía estable a los
consumidores está garantizado.
 Equipos de control y protección: la protección y control de las fuentes de alimentación
son funcionalidades críticas. Muchas baterías se utilizan como una fuente de alimentación
de emergencia en caso de interrupción.
7. INTEGRACIÓN DE GENERACIÓN Y ALMACENAMIENTO
DISTRIBUIDO EN LAS CIUDADES INTELIGENTES
Aproximadamente el 70% de las emisiones de carbono en el mundo son debidas a las
ciudades. Esto debe servir como alerta para la toma de medidas a las autoridades locales,
regionales y gubernamentales. Según las Naciones Unidas para el cambio climático, es la
responsabilidad para las autoridades locales el guiar a sus ciudades contra este drama medio
ambiental.
Tres son las grandes áreas para atacar serio problema: integración de fuentes de energía
renovables en las ciudades, sostenibilidad en el transporte y creación de sistemas integrados de
energía urbana. Lo anterior ha quedado documentado por la International Renewable Energy
Agency (IRENA) en su trabajo “Renewable Energy in Cities”. Como punto clave del documento
está la necesidad de combinar la eficiencia energética con el uso de renovables para impulsar el
crecimiento futuro de las ciudades.

7.1. Eficiencia energética y conservación


Muchos de los aspectos de eficiencia energética y conservación pueden aplicarse a la
edificación. Los edificios nuevos pueden diseñarse con numerosos avances tecnológicos, los
cuales garanticen un gasto mínimo de energía. No obstante, el desafío singular es el de
modernizar los edificios ya existentes en las ciudades. Es importante evitar la inversión en
tecnologías marginalmente más eficientes, para no crear un “bloqueo tecnológico”, como por
ejemplo reemplazar una caldera antigua por otra que es ligeramente más eficiente (en lugar de una
bomba de calor significativamente más eficiente). Del mismo modo, la renovación de las
cubiertas de los edificios que fueron construidos con materiales de construcción ineficientes en
energía puede ser una tarea altamente costosa.
La mayoría de los países desarrollados tienen objetivos ambiciosos para lograr un bajo
consumo de energía en sus edificios, y además ya cuentan con códigos técnicos de la edificación
en materia de eficiencia energética en la misma. Pero este no es el caso en muchos países en vías
de desarrollo, ya que estos adolecen de falta de información y conocimiento sobre opciones de
eficiencia energética, aplicación deficiente de códigos y normas de construcción, y desalineación
entre gobiernos nacionales y locales en la implementación y aplicación de políticas de desarrollo.
Dado que representan la mayoría de las nuevas construcciones en las próximas décadas, los países
en desarrollo tienen un papel fundamental que desempeñar para reducir el uso de energía en los
edificios a nivel mundial. Los edificios de diseño ineficiente construidos en la actualidad corren el
riesgo de convertirse en activos varados mañana, y es posible que se necesiten fondos importantes
para la renovación.
Los esfuerzos para ahorrar energía en el sector del transporte incluyen la innovación
tecnológica y el cambio en los hábitos. Estas innovaciones incluyen motores de combustión
interna más eficientes en combustible, autos más pequeños y ligeros, y sobre todo, el empleo de
vehículos eléctricos de cero emisiones. Más importante es el movimiento hacia el transporte
electrificado que, a su vez, puede impulsar una mayor proporción de energías renovables en la
mezcla de suministro de energía. El cambio en cuanto a hábitos incluye la promoción hacia el
transporte sostenible, pero también caminar y andar en bicicleta. Generalmente, la participación
del transporte sostenible es mayor en las ciudades con alta densidad de población. Las ciudades
pueden fomentar activamente el cambio de comportamiento, como por ejemplo en Copenhague,
donde grandes partes de la ciudad ya no son accesibles para los automóviles, o en Nueva Delhi,
donde el gobierno experimentó con la prohibición alternativa de automóviles con matrículas pares
e impares para apoyar el uso compartido del automóvil, el ciclismo y el transporte a pie.

7.2. Las fuentes de energía renovables como clave del problema


Si bien muchas ciudades se han centrado hasta ahora principalmente en la eficiencia
energética, el próximo paso hacia un sistema de energía sostenible requerirá un aumento
significativo de la penetración de las fuentes de energía renovables. La energía renovable es
limpia, lo que reduce las emisiones de CO2 y la contaminación del aire. Además, es altamente
asequible, lo que significa que es un costo competitivo con alternativa a la generación de energía.
Es sostenible y ofrece una mayor seguridad energética y resistencia a los impactos externos, ya
que diversifica la matriz energética de la zona. Además, es creador de empleo, ya que brinda una
gran cantidad de nuevos empleos y mayores oportunidades económicas a los habitantes de las
ciudades. Según un estudio de IRENA, duplicar la proporción de fuentes de energía renovables en
las ciudades del planeta hasta 2030, puede crear millones de nuevos puestos de trabajo, mejorar la
salud e impulsar la economía mundial en hasta 1,3 billones de dólares.
Como dato importante, en 2013 aproximadamente el 20% de energía para todos los edificios
y para el transporte en las ciudades fue suministrado por energía renovable. Lo anterior fue
posible por el empleo directo e indirecto de fuentes de energía renovables en los edificios. No
obstante, la participación de las fuentes de energía renovables en el transporte sigue siendo más
limitada, alrededor del 4%, principalmente por los biocombustibles líquidos. La caída de los
costos y la creciente conciencia de las renovables tecnologías (facilidad de financiación) implican
que hay una oportunidad de aumentar esta participación de manera significativa. A nivel mundial,
las instalaciones de las plantas de energía eólica y las plantas de energía solar fotovoltaica, así
como los sistemas fotovoltaicos en tejados han alcanzado niveles récord. En cuanto a la
calefacción, refrigeración y transporte, sin embargo, el progreso ha sido más lento. Las
inversiones en biocombustibles líquidos (gasolina renovable y productos sustitutivos del diesel
producidos a partir de materias primas de biomasa) se han desacelerado significativamente y los
países están perfeccionando sus planes para utilizar la bioenergía para la calefacción. La
absorción de las bombas de calor y el calentamiento solar de agua progresa relativamente bien.
La promoción de las fuentes de energía renovables a nivel de ciudad depende de varios
factores, incluso si los objetivos y las políticas se establecen a nivel nacional o local, así como el
nivel de control que las ciudades tienen sobre los servicios públicos. Pero otro de los grandes
hándicaps es ganar el apoyo ciudadano también es esencial.

7.3. Áreas prioritarias para la integración de fuentes de energía


renovables en ciudades
Las ciudades pueden acelerar la integración de fuentes de energía renovables a través de tres
áreas prioritarias:
1. Energía renovable en edificios;
2. Transporte;
3. Crear sistemas inteligentes de energía urbana integrada.
Como ya es sabido, los edificios y el transporte son los dos mayores consumidores de
energía en las ciudades, por tano, estos sectores determinarán la sostenibilidad del uso de la
energía. En este sentido, los gobiernos municipales deben desempeñar un papel fundamental,
como por ejemplo con la implementación de políticas de apoyo, la demostración de tecnologías
innovadoras y la provisión de la infraestructura adecuada para dichos sectores. A medida que el
suministro y la demanda de energía se vuelven cada vez más interconectados, la planificación
sistémica, a largo plazo e integrada para los sistemas de energía urbana se volverá más
importante.

7.3.1.Los edificios y las fuentes de energía renovables


La calefacción, la refrigeración y la alimentación de los electrodomésticos suponen la mayor
parte del uso de energía en una ciudad, y tiene lugar en sus edificios residenciales, comerciales y
públicos. Algunas de las opciones empleadas en las ciudades van desde la producción de energía
renovable descentralizada, el suministro de energía en las inmediaciones de los edificios, hasta la
producción de energía renovable centralizada, en la que la energía se genera en otros lugares y
luego se distribuye a los edificios a través de redes de energía.
Las opciones descentralizadas incluyen colectores solares térmicos, paneles solares
fotovoltaicos, calderas de biomasa y estufas modernas que utilizan bioenergía. Mientras que las
opciones centralizadas incluyen el uso de aplicaciones de energía renovable para generar calor o
frío suministrado a los edificios a través de las redes de energía del distrito, que se puede utilizar
para cocinar, iluminación y electrodomésticos, y calefacción o refrigeración.
Existen más de 600 códigos y normas de construcción en todo el mundo, que varían
sustancialmente en su grado de aplicabilidad y de nivel técnico. Los estándares de construcción
brindan pautas técnicas y requisitos mínimos para el rendimiento de un edificio; los códigos de
construcción son estándares transpuestos a la ley por los gobiernos locales, regionales o
nacionales. La mayoría de los códigos son legalmente vinculantes, aunque su cumplimiento tiende
a ser rezagado, mientras que algunos códigos existen únicamente como esquemas voluntarios de
certificación energética sostenible.

7.3.1.1. Calefacción
Las opciones de energía renovable para calefacción (ambiente y agua) están centradas en dos
vertientes contrapuestas, la primera estrategia integra equipos descentralizados en edificios,
mientras que la segunda lo hace en forma de generación centralizada.
Las calderas de combustión de biocombustibles sólidas descentralizadas (por ejemplo pellets
de madera) son una tecnología convencional. Para las ciudades, la implementación de códigos y
normas para minimizar el impacto negativo sobre la salud de dichas calderas es importante, dado
que pueden contribuir a la contaminación del aire. Los sistemas solares térmicos se han usado
durante décadas para calentar el agua y, en cierta medida, también para calentar el ambiente. Se
ha estimado para 2030 en todo el mundo un potencial de más de 3.200 millones de m2 de
superficie en azoteas para instalar los colectores solares térmicos; esto supone un aumento casi
seis veces superior a la capacidad instalada en 2014. Históricamente, las ciudades han
desempeñado un papel importante en la promoción del uso de sistemas de energía solar térmica,
en particular para el calentamiento de agua.
Se ha demostrado que grandes cantidades de calor se pierden cada año a partir de la
generación de energía y los procesos industriales. La cogeneración es una de los procesos más
eficientes de reutilizar este calor, pero representa menos del 10% de la generación de energía
mundial, y su empleo está disminuyendo. Las redes de calefacción y refrigeración urbana son otra
forma de proporcionar energía más rentable. Las comúnmente llamadas redes de distrito,
consisten en una red de tuberías aisladas y subterráneas que bombean agua caliente o fría a
múltiples edificios en un distrito, vecindario o ciudad. Algunos sistemas solo conectan algunos
edificios, mientras que otros conectan miles de edificios y hogares en una ciudad, o incluso toda
la ciudad.
Sin embargo, a pesar de los beneficios, la instalación de las redes de distrito es bastante
limitada, y tan sólo representa una décima parte de la demanda de calor en los sectores comercial
y residencial. Por tanto, este hecho crea oportunidades significativas para ampliar aún más el uso
de energías renovables para la generación de calor distribuido a través de los sistemas de
calefacción en las ciudades o pueblos. Sin embargo, el potencial es dependiente de cada ciudad,
no solo por la diferencia en la disponibilidad de recursos renovables sino también porque
generalmente se requiere un nivel mínimo de densidad de calefacción para que ésta sea viable.
Las redes de distrito de calor urbanas que utilizan bioenergía han estado en funcionamiento
durante mucho tiempo en muchas ciudades, principalmente en los países nórdicos y en otras
partes de Europa. El calor se produce generalmente en grandes calderas conocidas como plantas
de calor, para luego ser transportado a través de las conducciones hasta los hogares, edificios
comerciales y plantas industriales. También se utilizan otros recursos de energía renovable, como
la geotermia (Islandia) y el exceso de calor residual industrial en varias ciudades de Europa. El
uso de energía renovable está creciendo en ciertas ciudades, como la geotérmica en Munich y
París, y los colectores solares en Dinamarca. La red de distrito se ha convertido en la piedra
angular del objetivo de Dinamarca, ya que pretende abastecer el 100% de sus necesidades
energéticas con energías renovables.

7.3.1.2. Refrigeración
A medida que las sociedades de climas cálidos prosperan y progresan, su demanda de
refrigeración aumenta rápidamente.
Casi todo el enfriamiento es proporcionado actualmente por sistemas de aire acondicionado
dependientes de la electricidad. Mucha de esta energía electricidad puede ser generada por energía
renovable, pero además la refrigeración también puede ser suministrada mediante opciones
renovables integradas en la infraestructura de los edificios que componen las ciudades.
Algunos de los dispositivos integrados en los edificios son los sistemas de enfriamiento
solar, como los enfriadores de absorción, los enfriadores de adsorción y los sistemas de
enfriamiento de desecante. Los enfriadores de absorción usan un refrigerante para enfriar el
medioambiente y representan más del 70% de los sistemas instalados en la actualidad.
Algunos hogares conectan sus sistemas de aire acondicionado a un panel solar fotovoltaico
montado en el tejado del edificio. Esto se está volviendo una práctica habitual en las ciudades,
especialmente con la disminución de precios del almacenamiento eléctrico en baterías.
Sin embargo, el mercado global para la refrigeración basado en energía renovable aún está
en una etapa incipiente, y las ciudades podrían hacer más para promover su aceptación. El
enfriamiento de distrito a través de una fuente de energía renovable también es una opción,
empleando para ello agua fría de ríos, lagos o el mar, calor residual para enfriadores de absorción
y energía solar (térmica y fotovoltaica).

7.3.1.3. Cocina
Actualmente, el 60% del uso de energía renovable en los edificios consiste en usos
tradicionales de la bioenergía, como por ejemplo la forma clásica de cocinar mediante fuego en
hogares o intemperie, lo cual se sigue empleando en países en vías de desarrollo.
Si bien lo anterior es una práctica rural, los hogares urbanos también usan combustibles
sólidos para cocinar en estufas/cocinas altamente ineficientes. Esto es perjudicial para la salud
humana, debido a la contaminación del aire en ambientes interiores. En los países desarrollados,
los habitantes urbanos tienden a tener mayores niveles de acceso a fuentes de energía comerciales
que las poblaciones rurales. Sin embargo, alrededor del 18% de las poblaciones urbanas en los
países desarrollados todavía usan leña y carbón para cocinar, y en los países menos desarrollados,
esta proporción alcanza cerca del 70%.
Por lo tanto, las estufas/cocinas modernas, que utilizan bioenergía o electricidad, son una
solución clave que se promueve activamente. La electricidad utilizada para cocinar puede a su vez
ser generada mediante una o varias fuentes de energía renovables.

7.3.1.4. Paso del consumo a la producción


Una de las características fundamentales de la energía renovable es que los consumidores
ahora pueden convertirse en productores al mismo tiempo. Este nuevo término, consumidor y
productor a la vez, es conocido como prosumer. Los edificios comerciales y residenciales se
encuentran entre los mayores consumidores de energía en las ciudades, pero en un sistema de
energía renovable, también son el recurso urbano con mayor disponibilidad. Esto se debe
principalmente al espectacular crecimiento de la energía solar fotovoltaica instalada en los tejados
de los edificios.
Entre 2010 y 2014, la capacidad de energía solar fotovoltaica en tejados se ha triplicado en
todo el mundo, de aproximadamente 30 GW hasta los 100 GW, lo suficiente para cubrir la
demanda de electricidad de aproximadamente 30 millones de hogares, según una estimación
basada en promedios globales para el factor de capacidad de la energía solar fotovoltaica (10%) y
el uso de electricidad (3.000 kWh/hogar). Para el año 2030, se estima que la instalación de solar
fotovoltaica sobre tejado alcance una capacidad instalada de 580 GW. Este cambio de paradigma
brinda a los hogares la opción de producir su propia electricidad y reducir los riesgos relacionados
con la garantía de suministro y la volatilidad en los precios de la electricidad.

7.3.2.Transporte
Aproximadamente un tercio del uso total de la energía empleada en las ciudades del mundo
está destinado al transporte, y se espera que podría crecer casi un 50% para 2030. Si la demanda
de energía resultante se satisface con combustibles fósiles, tendrá importantes consecuencias
adversas para la contaminación atmosférica y acústica en las ciudades, así como para el
calentamiento global.
Para el transporte ferroviario, las principales opciones son los trenes eléctricos, el tren ligero
y los sistemas de metro. Para el transporte rorado, las principales opciones son vehículos
eléctricos, biocombustibles (tanto líquidos como gaseosos) e hidrógeno (cuando se producen a
partir de energía renovable).
Al igual que con los edificios, la electrificación en el transporte puede impulsar la absorción
de energía renovable. Nuevamente los edificios e infraestructuras de las ciudades juegan un papel
crítico, ya que por ejemplo para la integración del vehículo eléctrico, estos espacios deberán
acomodar la infraestructura de recarga necesaria.

7.3.2.1. Biocombustibles
Los motores de combustión interna seguirán desempeñando un papel indispensable en el
sistema de transporte en el futuro previsible. Para disminuir su impacto medio ambiental, los
vehículos pueden ser alimentados con biocombustibles, una forma de energía renovable líquida o
gaseosa.
Los biocombustibles son generalmente clasificados como primera y segunda generación, de
acuerdo con las materias primas empleadas para su producción. Los biocombustibles de primera
generación o convencionales están hechos de productos agrícolas, como el maíz o la caña de
azúcar.
Para 2030, al mezclar biocombustibles líquidos con gasolina, diesel y queroseno, y biogás
con gas natural, estos biocombustibles podrían representar el 10% del consumo de energía en el
sector transporte. Sin embargo, se requeriría un desarrollo significativo del mercado de
biocombustibles para poder conseguir lo anterior.
Las políticas nacionales suelen abordar de forma centralizada el tema de los
biocombustibles, aunque algunas ciudades han lanzado sus propias iniciativas. Por ejemplo, en
Brasil, la ciudad de Curitiba está implementando a nivel regional un mandato de 100% de
biodiesel en su flota de autobuses municipales, como parte de su programa Biocidade.
Los biocombustibles de segunda generación, también conocidos como biocombustibles
avanzados, hechos de materias primas no comestibles como residuos y material lignocelulósico,
han comenzado a comercializarse a nivel comercial. Tienen el potencial de reducir las emisiones
de los gases de efecto invernadero en un 50-70% en comparación con el diesel y la gasolina. Para
biocombustibles convencionales, por ejemplo etanol a partir de maíz o biodiesel a partir de aceite
de palma, este potencial de reducción es menor, del 30 al 50%.
El biometano es una alternativa más limpia a los biocombustibles líquidos. Este
biocombustible se puede utilizar para una amplia variedad de opciones de transporte por carretera,
desde automóviles hasta camiones. El biometano puede producirse a partir de la depuración del
biogás generado por digestión anaerobia, o bien a partir del lavado del gas de síntesis generado en
la gasificación de la biomasa, siendo 100% renovable. También se incluye el metano del proceso
Power-to-Gas, cuando la energía eléctrica utilizada se ha generado a partir de fuentes renovables
y el hidrógeno se convierte biológicamente en metano en el digestor, conjuntamente con el C02.
En Suecia, el biometano se transporta desde la producción a los sitios de distribución como
gas natural comprimido, pudiendo recorrer de esta forma distancias inferiores a 200 km, mientras
que el gas licuado se prefiere para distancias más largas. En la capital del país, Estocolmo, 250
autobuses públicos a base de biogás están en funcionamiento como parte de la visión a largo plazo
de la flota de autobuses libres de fósiles de la Agencia de Transporte Público de Estocolmo.
Desde 1994, la región metropolitana de Lille en Francia ha utilizado la mitad de los bio-residuos
de la ciudad para producir biometano para su uso en autobuses públicos.

7.3.2.2. Hidrógeno
El hidrógeno se presenta como otra tecnología prometedora, a pesar de poderlo considerar
como en sus primeras etapas de implantación. Algunos países están considerando usar el exceso
de electricidad renovable para producir hidrógeno.
El hidrógeno se puede mezclar en redes de gas natural, pero también se puede almacenar y
usar en vehículos con pilas de combustible. Varias ciudades han desplegado autobuses que usan
hidrógeno, aunque a una escala limitada debido a los altos costos del vehículo. En Londres, ocho
autobuses han estado operando con éxito desde 2011, y como resultado la confiabilidad ha
mejorado significativamente desde su período de prueba entre 2007 y 2009. En Munich, el primer
operador de vehículos compartidos ofrece 50 automóviles impulsados por hidrógeno a clientes
privados.

7.3.2.3. Movilidad eléctrica


La movilidad eléctrica es vista como una de las formas más prometedoras de reducir la
contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero, y es considerado como uno de los
puentes principales para la integración de las fuentes de energía renovables.
En 2010, la electricidad tan solo suministró el 1,3% del total de la energía necesaria para el
transporte. Según IRENA, se estima que este porcentaje podría aumentarse hasta el 4% para 2030.
En esta situación, el transporte público representaría el 60% del uso total de electricidad en el
transporte, y el 40% restante proviene de varias formas de vehículos eléctricos. Además, la
movilidad eléctrica se considera renovable cuando funciona con fuentes de energía renovables.
El transporte público mediante energía eléctrica por lo general se centra en el transporte
mediante trenes, tranvías y sistemas de metro. Pese a esto, los autobuses eléctricos son cada vez
más populares, y esto es gracias a la mejora de la eficiencia de las baterías, el abaratamiento de las
mismas y la facilidad de carga a través de infraestructuras de carga ubicada en las estaciones de
autobuses. El stock de autobuses eléctricos se estimó en 173.000 a fines de 2015, un aumento casi
seis veces superior al del año anterior. Como los vehículos eléctricos generalmente tienen costos
de compra más altos pero un costo operativo más bajo que los vehículos convencionales, su costo
de operación disminuye cuanto más se usan.
Los sistemas de tránsito y metro de tren ligero eléctrico también se están expandiendo, y son
especialmente interesantes en grandes ciudades con alta densidad de población. En 2014, 160
ciudades de todo el mundo tenían un sistema de metro en funcionamiento. En ese mismo año, se
pusieron en servicio en todo el mundo 513 km de nueva infraestructura de metro, para un total de
11.300 km, y 355 nuevas estaciones de metro. Los sistemas de tránsito de tren ligero (incluido
tranvía) ahora operan en 388 ciudades y transportan unos 45 millones de pasajeros de forma
diaria.
Las ventas mundiales de vehículos eléctricos han ido en progreso de forma continuada. En
2030 se podrían alcanzar los 160 millones.
Actualmente, el uso del vehículo eléctrico básicamente se centra al entorno urbano, debido
principalmente a las cortas distancias promedio que se hacen con ellos. Las ciudades también
desempeñan un papel crucial como catapulta del vehículo eléctrico, como por ejemplo don el
desarrollo de la instalación de infraestructura de carga, los beneficios de estacionamiento o el
acceso exclusivo a carriles para viajes compartidos.
Los vehículos eléctricos de dos a tres ruedas, como los scooters y las bicicletas, son una
forma rápida para que los ciudadanos viajen dentro de grandes ciudades de alta densidad.
Continentes como el Asiático dominan la venta de estos medios de transporte, y son aceptados
positivamente entre la ciudadanía. Debido a las reducidas dimensiones de su batería, su carga es
realizada de forma rápida.

7.3.3.Crear sistemas inteligentes de energía urbana integrada


Las ciudades no solo consumen energía, sino que también la producen, y tanto una como
otra deben ser suministradas a través de las redes de distribución de las ciudades. Dado que una
parte cada vez mayor de la electricidad se genera mediante fuentes de energía renovables (no
gestionables y variables), en particular la energía eólica y solar, esto conlleva desafíos específicos
para la infraestructura eléctrica y su gestión.
Aparece la necesidad de sincronizar la oferta y la demanda, debido principalmente a la
existencia de estas fuentes de generación renovables, ya que la producción de éstas es complicada
tenerla de forma anticipada. Para equilibrar la oferta y la demanda, las redes deben ser más
inteligentes y flexibles, y por tanto, las ciudades tendrán mucho que aportar.
A medida que la generación se enmarca dentro del concepto de generación distribuida en las
ciudades (en la industria y los edificios), y el almacenamiento distribuido de energía es más
frecuente, es preciso prestar atención y desarrollar herramientas eficaces de gestión de la
demanda. Esto puede llevarse a cabo a través de medidas técnicas o mediante precios flexibles, y
las tecnologías de la información y la comunicación son esenciales para gestionar los
desequilibrios entre oferta y demanda.

7.3.3.1. Integración de transporte y potencia


La interconexión entre el transporte y la potencia está cada vez más justificada y clara. Como
ya es sabido, los vehículos eléctricos a menudo se recargan en casa, o toman energía de la
infraestructura de red a través de las estaciones de recarga disponibles a lo largo de las ciudades.
Con la creciente penetración de los vehículos eléctricos, sus baterías pueden desempeñar un papel
importante en el equilibrio de las cargas eléctricas, ya sea entregando energía para la recarga de
las baterías del vehículo (“carga inteligente”) o descargando las baterías en tiempos de escasez de
suministro de energía eléctrica (“vehículo-a-red”).

7.3.3.2. Integrando calor y potencia


Parece que la interacción entre la infraestructura de potencia y la calefacción/refrigeración
también serán más frecuentes. Las bombas de calor proporcionan una forma directa de usar
electricidad para suministrar calor. Un estudio basado en datos alemanes sobre bombas de calor
que el 20-30% de la demanda de electricidad para calefacción podría cambiarse en invierno, el
65% de la demanda de electricidad de agua caliente doméstica podría cambiarse durante todo el
año y 40-90% de enfriamiento de la demanda de electricidad podría ser cambiado dependiendo de
la época del año.
Una forma de ajustar el consumo térmico en industrias y en edificios es empleando
almacenamiento de energía térmica. La carga de un sistema de almacenamiento de calor o frío
durante períodos de alta radiación solar o picos de viento evita la reducción en momentos en que
la generación variable de electricidad renovable excede la demanda.
En la actualidad, el almacenamiento de energía térmica distribuida a lo largo de edificios
consiste principalmente en sistemas de almacenamiento intermedio para acumular calor de los
calentadores eléctricos, pero también calor solar a través de los tanques de agua caliente. La
creación de acumuladores de calor diarios permite la producción de agua caliente por la noche.
Existen otras opciones, como el almacenamiento subterráneo (por ejemplo en pozos, cráteres
volcánicos o cavernas), el uso de materiales de cambio de fase (por ejemplo congelación/fusión
del hielo) o mediante reacciones químicas.

7.3.3.3. Redes más inteligentes


La integración en ciudades de las fuentes de energía renovables tendrá que estar apoyadas
por las redes de transporte y distribución. Las redes eléctricas se están interconectando dentro de
los países y a través de las fronteras, lo que permite una mayor flexibilidad para esta integración
de las fuentes de energía renovables. Al mismo tiempo, otras redes a menor escala también están
ganando mucha importancia en el panorama energético de apoyo a las renovables.
Las ciudades, distritos dentro de las ciudades, e incluso pueblos, están implementando cada
vez más la arquitectura de las microrredes. Esto permitirá su funcionamiento isla y el aumento de
la generación distribuida de mediana y pequeña potencia, entre otros beneficios.
Un concepto más avanzado y que se acerca al paradigma de las microrredes y la generación
distribuida, es el de las plantas de energía virtual (VPP). Este concepto también está ganando gran
interés en varias ciudades. Un VPP incluye una o múltiples microrredes y combina esto con la
gestión de la energía y los sistemas avanzados de control y pronóstico (recurso renovable y
demanda entre otros) para formar una red integrada y proporcionar un suministro de energía
global fiable, además de tratar de maximizar el beneficio económico del gestor de la VPP.
La integración de estos nuevos paradigmas con importantes para las ciudades, ya que
proporcionan soluciones directas para aumentar el porcentaje de penetración de las fuentes de
energía renovables. Para maximizar el potencial, las ciudades deberán integrar sistemas actuales
basados en las tecnologías de la información y comunicaciones. Esto incluye dispositivos de
comunicación digital de dos vías conectados a la red, como medidores de energía inteligentes,
detectores de fallos y sensores de tensión. Las redes inteligentes permiten que una empresa
aumente su nivel de control sobre millones de dispositivos conectados y administre la demanda y
los flujos de energía en tiempo real. Además, y como ya se ha dicho, esta inteligencia en las
infraestructura permitirá aumentar la instalación y explotación de mayor número de plantas de
energía renovable.
Del mismo modo, las redes de energía inteligentes del distrito pueden mejorar la gestión de
la calefacción y la refrigeración mediante el uso de contadores de calor inteligentes y
subestaciones de suministro avanzadas. Teniendo en cuenta la disponibilidad de calor residual de
la industria, la energía almacenada y las plantas de potencia y calor combinadas (CHP), estos
sistemas pueden equilibrar de forma más óptima la demanda y la generación de calor y frío en las
ciudades. Al ajustar el modo de operación y regular la salida de calor y electricidad, las plantas de
CHP pueden introducir más flexibilidad al sistema de energía.

7.4. El road map de las ciudades renovables y sostenibles

A continuación se va a tratar de dar una visión a medio y largo plazo de las ciudades del
futuro, desde una perspectiva de la energía.

7.4.1.Las ciudades y el uso de la energía en los siguientes años


Según aparece recogido en la literatura, en 2014 las ciudades de todo el mundo utilizaron
139 exajulios (EJ), distribuidos en edificios residenciales y comerciales y para el transporte
urbano. La cifra anterior representó el 60% de la demanda mundial de energía, pudiendo ver el
porcentaje tan elevado que supone la necesidad energética de las ciudades en el panorama actual
energético. Estimaciones recientes consideran que para 2030 el número anterior aumentará en un
35%, alcanzando los 187 EJ.
Volviendo al panorama actual, las ciudades de los países de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) consumen significativamente más energía que
las ciudades de los países que no pertenecen a la OCDE, pero se espera que aquéllas crezcan más
lentamente que éstas. Actualmente, un ciudadano medio de Nueva Delhi emplea solo el 25% de la
energía que precisa un ciudadano en Tokio. Sin embargo, se estima que el uso de energía per
cápita de Nueva Delhi crecerá un 45% para 2030, principalmente debido al aumento en los
niveles de ingreso de sus ciudadanos, mientras que en Tokio se espera que el consumo de energía
per cápita disminuya, principalmente debido a un uso de energía más eficiente.
En la actualidad, básicamente el 37% de la energía empleada en las ciudades es para calentar
el ambiente y el agua, aunque se espera que disminuya al 31% para 2030, ya que muchas de las
ciudades con crecimiento alto se encuentran en climas cálidos. Para el año 2030, se espera que el
transporte represente la mayor proporción del uso total de energía en las ciudades, en un 35%,
mientras que hoy es de aproximadamente el 32%. También se espera que el uso de electricidad
aumente en casi un 50%, sin incluir enfriamiento.
El porcentaje de necesidad de energía para el enfriamiento dentro de la sima total en la
ciudad seguirá siendo baja, esperando que sea del 5% en 2030, frente al 4% de hoy, pero en
términos absolutos el uso de energía de refrigeración aumenta significativamente, hasta un 68%
para 2030. Se pronostica que el número de unidades de aire acondicionado aumentar de 900
millones de unidades hoy a 1,6 mil millones de unidades en 2030, o dicho de otra forma, casi 1 de
cada 5 personas tendrá una unidad de aire acondicionado. La mayor parte de ese crecimiento
tendrá lugar en China, que ya representa cerca de un tercio del stock mundial de aire
acondicionado en la actualidad. Sin embargo, US seguirá siendo el mayor usuario de energía para
la refrigeración, debido a los grandes tamaños de sus sistemas y los mayores niveles de uso diario.
Para 2030, se espera que la calefacción represente más de dos tercios del consumo de energía
en ciudades como Teherán o Moscú. En áreas con menor demanda de calefacción, como Hong
Kong y Nueva Delhi, el transporte representará la mayor parte de la demanda de energía.
Pero debe tenerse en cuenta que los marcos legales y administrativos de los países a nivel
nacional, afectan al uso de energía y pueden variar significativamente entre ciudades de diferentes
países. Existen diferentes vías de solución a nivel de la ciudad, que requieren un enfoque más
localizado para el despliegue de las fuentes de energía renovables.

7.4.2.Impacto de: densidad y crecimiento de población y clima


Según estudios realizados por IRENA, en 2030 las ciudades en áreas con climas fríos
consumirán dos tercios del total de energía, principalmente porque representan casi el 90% de la
energía utilizada para sus sistemas de calefacción. En áreas con climas cálidos, el transporte y la
electricidad para electrodomésticos dominan el uso de energía, y también la refrigeración es
importante.
La densidad de población también tiene un gran impacto en el uso de energía,
particularmente para el transporte, pero también para la electricidad y la refrigeración. Las
ciudades con menor densidad de población consumen más del doble de energía per cápita que las
ciudades con mayor densidad de población.
La demanda de calefacción varía drásticamente entre los distintos tipos de ciudades. El
menor crecimiento de la población urbana de las ciudades desarrolladas, y el enfoque en la
eficiencia energética en calefacción, supone una disminución en el uso de energía. Sin embargo,
el uso de la energía para calefacción en las ciudades en vías de desarrollo crecerá en un 20% o 9,3
EJ hasta 2030.
Para el transporte, se espera que el uso de energía aumente en todos los tipos de ciudades.
Solo en las ciudades desarrolladas con alta densidad de población (como ciudades capitales en
Europa) se prevé un aumento menor, debido a un enfoque continuo en modos de transporte más
eficientes desde el punto de vista energético, como por ejemplo el transporte público.

7.4.3.Políticas a nivel de ciudad para promover las energías


renovables
Las ciudades pueden acelerar el cambio hacia las fuentes de energía renovables de diferentes
formas. Trabajan como planificadores, reguladores, recaudadores de impuestos, financieros,
propietarios y operadores de infraestructura urbana. Los gobiernos municipales se encuentran en
una posición única para integrar aplicaciones renovables en sus diversas funciones.
Del mismo modo, la ciudadanía está tratando de movilizarse para hacer que sus gobiernos
progresen rápidamente hacia la sostenibilidad. Las ciudades también pueden influir en cómo se
comportan sus ciudadanos, las empresas locales y otras organizaciones, a través de la
participación de la comunidad, las consultas con las partes interesadas y la facilitación del
diálogo. Las empresas presionan a las ciudades para que les ayuden con datos, información,
proyectos piloto, etc. También desempeñan un papel fundamental en la difusión del conocimiento
a través de proyectos de demostración, estudios de viabilidad, campañas en los medios y
programas educativos.

7.4.3.1. Las ciudades como planificadores: objetivo la


integración de renovables
Un número creciente de ciudades han establecido nuevos objetivos para la integración de las
fuentes de energía renovables. Muchos están utilizando estos objetivos para alinear las políticas a
través de sus infraestructuras disponibles (suministro de agua, transporte, electricidad, calor,
desechos, etc.), para crear sinergias y alinear los objetivos renovables con los objetivos climáticos
y de eficiencia dentro de las ciudades.
La efectividad de los objetivos de integración de las fuentes de energía renovables se basa
fundamentalmente en el compromiso político y el apoyo público y privado. El compromiso de los
políticos locales y el consenso político entre partidos es esencial para garantizar la continuidad en
los sucesivos ciclos electorales, en particular cuando los objetivos de integración de las fuentes de
energía renovables a nivel de ciudad superan a los nacionales.
Esto está bien ilustrado en el caso de la ciudad Alemana de Friburgo. En 2009, una coalición
de concejales entre partidos encabezada por el Partido Verde adoptó los objetivos de
Sostenibilidad de Freiburg de una reducción del 50% de CO2 para 2030 y 100% de energía
renovable para 2050.
En algunos países, las ciudades han excedido los objetivos nacionales. Esto es el caso de
Malmö, Vancouver y Canberra, donde están trabajando hacia el 100% de dependencia de las
fuentes de energía renovables. Las ciudades 100% renovables incluyen una diversidad de tipos de
objetivos y estrategias. Algunos son a corto plazo y están directamente dentro del control de la
jurisdicción de las ciudades, como los objetivos que apuntan a un consumo de electricidad 100%
renovable en los edificios municipales. Otros son tan ambiciosos como para inducir una profunda
transformación estructural más allá del sector de la electricidad, la calefacción y el transporte, y
entre todos los usuarios, tanto públicos como privados. Para alcanzar estos ambiciosos objetivos,
las ciudades a menudo necesitan mirar más allá de sus propias fronteras territoriales, que pueden
ser demasiado restrictivas. Esto incluye la exploración de oportunidades en las áreas rurales, que
pueden tener recursos renovables de buena calidad.
En 2009, la ciudad de Malmö, Suecia, estableció objetivos que superaron significativamente
los objetivos nacionales y de la Unión Europea (UE). El objetivo era lograr las cero emisiones
para las operaciones municipales en 2020, y el 100% de energía renovable para toda la ciudad en
2030. Esto siguió un proceso inclusivo, involucrando compañías, servicios públicos, expertos,
academia y regiones vecinas. En particular, la principal empresa local de energía, E.ON, participó
en las discusiones para formular los objetivos. Un número cada vez mayor de ciudades también
tiene como objetivo una parte de la calefacción o refrigeración renovables, como Copenhague,
Frankfurt, Oslo, París y Växjö.

7.4.3.2. Planificación urbana integrada


Muchas actividades urbanas no se enfocan directamente en la energía, pero pueden tener un
impacto significativo en el uso de energía, como por ejemplo los edificios y el transporte. Esto
requiere una planificación urbana integrada, donde los procesos de planificación espacial y
energética se combinan para encontrar la solución óptima para el desarrollo y diseño a nivel del
sitio, no solo a nivel de edificios, sino también a nivel de distrito y ciudad.
La integración de las opciones de energía renovable en la planificación urbana y las políticas
sectoriales puede aumentar significativamente la eficiencia energética a escala de los sistemas de
infraestructura urbana y a nivel de vecindario, como por ejemplo empleando sistemas de energía
de distrito, el uso de calor residual, el desarrollo orientado al tránsito, etc.
Lo anterior también incluyen ciertas medidas a tener en cuenta, como una mejor orientación
y distancias entre edificios, el ancho de las calles para evitar sombras y permitir la integración de
la energía solar fotovoltaica en tejados y paredes, etc.
La planificación urbana integrada requiere una comprensión profunda de los procesos de
planificación en todos los sectores. Los responsables de las políticas urbanas deben coordinarse de
forma horizontal entre los departamentos municipales y los intereses locales, así como
verticalmente en múltiples niveles de gobierno. Los ejemplos exitosos, con objetivos elaborados
de energía renovable y planes de acción claros, incluyen las ciudades de Viena y Vancouver. La
Estrategia del Marco de Smart City Wien establece una estructura de gobierno a largo plazo para
implementar los objetivos de sostenibilidad 2050 de Viena, incluido el objetivo del 50% de
consumo de energía a través de fuentes de energía renovables. La estrategia de ciudad renovable
100% de Vancouver para 2050 se enfoca en edificios, transporte y oportunidades económicas
ecológicas, y enfatiza la necesidad de una fuerte capacidad institucional, no solo para cuidar las
operaciones de la ciudad sino también para crear conciencia y guiar al público en general.
Una infraestructura urbana más integrada puede mejorar la resiliencia y la seguridad de los
sistemas energéticos urbanos. La generación distribuida basad en renovables puede ayudar a
aumentar la fiabilidad y la resistencia de las redes eléctricas al hacerlas menos vulnerables a las
interrupciones causadas por desastres naturales. Un ejemplo en este sentido lo tenemos en Japón,
la ciudad de Higashimatsushima sufrió el tsunami de 2011, que causó pérdidas significativas de
vidas y cortes de electricidad de hasta tres meses. Las energías renovables forman una parte
importante de los planes de reconstrucción post-desastre, y la ciudad está construyendo
actualmente la primera comunidad de microrredes a prueba de catástrofes de Japón con energía
solar fotovoltaica y generadores biodiesel.
La planificación urbana integrada es un desafío en la implementación y requiere coherencia
y coordinación entre los diferentes niveles de gobierno. Este enfoque sistémico es más desafiante
en contextos de países en desarrollo, con capacidades institucionales a menudo débiles y recursos
limitados, especialmente en ciudades pequeñas a medianas, donde se prevé que la mayoría del
crecimiento urbano tendrá lugar en las próximas décadas. Sin embargo, también es en estas
ciudades donde se pueden cosechar los mayores beneficios socioeconómicos de las energías
renovables.

7.4.3.3. Las ciudades como agentes del desarrollo urbano


sostenible
Las soluciones de energía renovable juegan un papel importante en el desarrollo urbano
sostenible. Las soluciones descentralizadas de generación de energía y cocina limpia y eficiente,
pueden ayudar a expandir el acceso a los servicios de energía modernos, una prioridad principal
en los países en vías de desarrollo.
En 2012, cerca de mil millones de personas vivían en barrios marginales, sin infraestructura
básica. En el África subsahariana, se estima que dos tercios de todos los habitantes de las ciudades
se asientan en emplazamientos informales o barrios marginales. Muchos habitantes en estos
estratos no tienen un estatus legal y tienen dificultades para obtener conexiones de electricidad.
Las energías renovables descentralizadas son adecuadas para enfrentar estos desafíos. Se
pueden implementar a gran velocidad, para mantenerse al día con el crecimiento de los barrios
marginales, y se pueden implementar utilizando los canales de distribución existentes. También
promueven la actividad social y económica, contribuyendo al desarrollo económico local.
Algo que está proliferando a gran velocidad es la integración de fuentes de generación
renovable pero fuera de la red interconectada, sistemas aislados. La mayor integración se ha
producido con los sistemas fotovoltaicos de pequeña potencia (1-10 W), para sustituir fuentes de
iluminación ineficientes. La energía solar fotovoltaica, la energía mini/micro hidráulica, el biogás,
los sistemas eólicos de pequeña potencia y las microrredes también se están haciendo cada vez
más populares, ya que se pueden ampliar rápidamente aprovechando las fuentes de energía
renovables disponibles de forma local, totalmente alineadas con el recurso disponible en el
emplazamiento. El interés en el desarrollo de microrredes aumenta a medida que su costo
disminuye y las curvas de aprendizaje técnico y normativo se consolidan, a pesar de que todavía
no exista un marco legislativo sólido que las integre.
Los gobiernos, tanto a nivel nacional como local, tienen un papel clave que desempeñar para
proporcionar apoyo público y hacer que el acceso a la energía sea una parte integral de las
políticas urbanas. Como planificadores, los municipios pueden crear economías de escala al
fomentar la agregación de proyectos. Como reguladores, pueden desarrollar e implementar
estándares de calidad y seguridad. Además, al innovar dentro de su mandato como autoridades
tributarias, los gobiernos de las ciudades pueden desarrollar un marco para incentivar la
integración de fuentes de energía renovables en sistemas aislados. Un ejemplo es el pueblo de
Kasese en Uganda, donde se han desarrollado alianzas estratégicas y marcos municipales para la
integración de estos sistemas.
La implementación de las soluciones de sistemas aislados es técnicamente factible y cada
vez más resulta una solución competitiva en términos económicos. Las soluciones basadas en
sistemas aislados reducen tanto las facturas de electricidad para las zonas con menos recursos
como aumentan la fiabilidad de suministro en los mismos.

7.4.3.4. Ciudades como dueños de infraestructura municipal


Un aspecto crítico y clave es la propiedad de las fuentes de generación renovables y sus
vínculos regulatorios con los gobiernos de las ciudades. Tal y como se ha dicho, los gobiernos
centrales y locales deben tomar partido en este aspecto, y tratar de definir un marco que beneficie
a la ciudadanía.

7.4.3.5. Fuente de alimentación


El mandato para el suministro de energía y la electrificación urbana en las ciudades a
menudo recae en las empresas nacionales de energía (utilities) y las autoridades reguladoras
nacionales. Sin embargo, hay varios ejemplos de ciudades que tienen como objetivo devolver los
servicios públicos de energía a la propiedad local pública y colectiva. Este es el caso en Europa y
en los US, donde la tendencia a menudo se conoce como “remunicipalización”. Estos modelos
están ganando popularidad debido a los beneficios socioeconómicos más amplios que aportan a
las comunidades, principalmente en términos de empleos locales y creación de valor. También a
menudo ayudan a abordar la resistencia de la comunidad a los proyectos que contemplan la
integración de fuentes de energía renovables.
En Europa, en los países nórdicos, numerosas ciudades poseen directamente servicios de
energía municipales, y suelen ser desarrolladores, inversores y propietarios de la energía eólica,
fotovoltaica, hidráulica y bioenergía. Además, los servicios públicos de residuos y aguas a
menudo invierten en la generación de energía a partir de biogás, basada en la captura de metano
proveniente de aguas residuales, lodos y vertederos. La experiencia nórdica muestra que la
propiedad de los servicios públicos municipales es una de las palancas más efectivas para que las
municipalidades canalicen el financiamiento en aras de las fuentes de energía renovables.
En Alemania, los servicios públicos locales adquirieron importancia después de la
liberalización del mercado eléctrico Alemán a fines de la década de 1990, y han desempeñado un
papel importante en la transición hacia un sistema energético limpio y sostenible. En 2012, 860
empresas de servicios públicos locales operaban, y gestionaban redes de distribución de
electricidad, mientras que más de 450 cooperativas de energía locales poseían y operaban
sistemas de distribución con generación de electricidad renovable. Hoy en día, las cooperativas
locales de energía y los ciudadanos poseen el 47% de la capacidad de electricidad renovable del
país.
A finales de 2015, 14 ciudades japonesas habían formado empresas para generar energía
renovable a partir de sus recursos locales. Con la desregulación total del mercado eléctrico de
Japón a partir de 2016, el gobierno espera tener 1.000 de estas compañías operando en ciudades
japonesas para el 2021.

7.4.3.6. Energía de distrito


Muchas ciudades tienen autoridad sobre la distribución pública de electricidad, gas,
calefacción y refrigeración. Además, muchas ciudades poseen las redes subterráneas a través de
las cuales se suministran los servicios de energía y comunicaciones. Por tanto, las ciudades
pueden administrar y mantener estas redes, u otorgar concesiones a empresas públicas o privadas.
Sirva de ejemplo Viena, ciudad que es propietaria de sus empresas de servicios públicos para la
calefacción urbana, el gas y la electricidad, y ejerce el control para promover la participación de la
integración de las fuentes de energía renovables. La ciudad de París posee un tercio de la
Compañía de Calefacción Urbana de París, donde la compañía tiene un contrato de concesión
para distribuir agua caliente o vapor, y mantiene y administra la red de calefacción urbana en toda
la ciudad. A fines de 2015, la Compañía de Calefacción Urbana de París alcanzó un 50% de cuota
de energía renovable o recuperada. A fines de 2016, esta compañía pretende aumentar la cuota de
energía renovable y recuperada al 53%, mediante el lanzamiento de grandes plantas de biomasa
cerca de la ciudad con una potencia térmica de 200 MWth.
En muchas jurisdicciones, las autoridades de planificación urbana pueden obligar a
conectarse a una red de calefacción o refrigeración urbana, ayudando a crear una demanda
estable. Como ejemplo está Växjö (Suecia) donde la regulación municipal exige que los
propietarios se conecten a una red de calefacción urbana, la cual está alimentada por biomasa. En
Reykjavik (Islandia) el 95% de las viviendas están conectadas a la red de calefacción urbana
geotérmica.
Es importante señalar que la conexión obligatoria no es el único modelo para fomentar el uso
de energías renovables en los sistemas de energía del distrito. Numerosas ciudades parecen estar
adoptando un modelo totalmente público, que puede respaldar objetivos de política pública más
amplios, como la pobreza energética y el acceso a la energía, controlando las tarifas de la
calefacción. Sin embargo, el modelo de negocios más prevalente es el de Asociaciones Público-
Privadas, las cuales permiten un fuerte rol para los gobiernos municipales sin que necesariamente
ser propietario de empresas de calefacción/refrigeración de distrito. De hecho, existe una amplia
gama de modelos para los sistemas de energía del distrito, que dependen estrechamente de las
condiciones locales, especialmente de los recursos y las prioridades de las ciudades.

7.4.3.7. Alumbrado público


Todas las ciudades tienen cierto grado de control sobre el alumbrado público exterior, y la
mayoría tiene control total. El alumbrado público puede consumir hasta el 40% del presupuesto
de energía de una ciudad, como es el caso en las principales ciudades del norte de África. Con un
estimado de 300 millones de farolas en total, el alumbrado público juega un papel importante en
el consumo de energía en todo el mundo.
Los gobiernos locales pueden asumir un rol proactivo al proporcionar el financiamiento y
administrar la adquisición, instalación y supervisión del alumbrado público exterior. En
Zimbabwe, una junta local se autofinancia con la instalación de un proyecto piloto de 100 farolas
solares fotovoltaicas, por valor de 300.000$. Los objetivos pretendidos son reducir la tasa de
criminalidad y el coste de las facturas de electricidad. En Brasil, el gobierno local de Río de
Janeiro instaló más de 4.300 luminarias solares fotovoltaicas a lo largo de un tramo de 73 km de
la autopista. Esto ha mejorado el nivel de seguridad en la carretera, sin suponer un lastre adicional
en la infraestructura eléctrica local.
El alumbrado público autónomo mediante fotovoltaica es particularmente beneficioso para
las áreas que no tienen redes eléctricas. No solo debe pensarse en entornos rurales y lugares
remotos, si no que esto puede ser especialmente relevante en áreas de rápida urbanización en las
propias ciudades. En asentamientos informales, o en áreas subdesarrolladas de una ciudad, la
iluminación autónoma de las vías puede ser el primer paso para proporcionar un nivel básico de
iluminación eléctrica, permitiendo la actividad social y productiva durante la noche, y además,
puede mejorar las condiciones de seguridad. La energía renovable también se puede usar en áreas
donde la red está presente pero presenta problemas de fiabilidad. En Somalia, el gobierno
nacional ha financiado la instalación de farolas solares fotovoltaicas en Las Anod, una ciudad de
120.000 habitantes. El municipio del pueblo es responsable de la instalación y la operación y
mantenimiento. El objetivo del proyecto fue la mejora de la seguridad vial en la zona.
En algunos casos, los gobiernos nacionales y municipales pueden trabajar junto con grupos
de consumidores para financiar, instalar y operar farolas solares fotovoltaicas. En Nepal, el existe
un programa para financiar a la ciudadanía, el cual está diseñado por el Ministerio de Asuntos
Federales y Desarrollo Local, los gobiernos locales y los grupos de consumidores. Los municipios
de todo el país, incluidas las ciudades de Pokhara y Durbarmarg, persiguen la participación de
grupos de consumidores, como comités de consumidores, centros de concientización ciudadana,
institutos de desarrollo vecinales y oficinas gubernamentales para instalar farolas solares
fotovoltaicas. Este alumbrado pretende conseguir un servicio ininterrumpido en áreas que carecen
de red eléctrica o sufren continuos apagones, además de reducir las facturas de servicios públicos
y las emisiones de CO2.

7.4.3.8. Las ciudades como consumidoras directas de energía


renovable
Los gobiernos locales son importantes consumidores de energía, y lo hacen a través de
hospitales, escuelas, oficinas y el ya citado alumbrado público. Su alta participación en el
mercado significa que pueden crear una masa crítica a favor de las fuentes de energía renovables,
especialmente cuando los esfuerzos se coordinan a escala regional o nacional. Para hacer esto, las
ciudades pueden usar una variedad de instrumentos políticos, como las subastas, y en algunos
casos pueden convertirse en compradores de acuerdos de compra de energía, que consiste en que
un “comprador externo” compra energía de un desarrollador de cierto proyecto a una tasa
negociada por un plazo específico sin tomar posesión del sistema.
Muchas ciudades pueden controlar o influenciar sobre la compra de sus fuentes de energía
renovables. Por ejemplo, el Distrito de Servicios Municipales de Sacramento fue uno de los
primeros en US en ofrecer un contrato integral a largo plazo para los productores solares
fotovoltaicos locales. Ya en 2012 habían completado todo el programa de instalación de 100 MW.
En 2014, el contrato de franquicia de servicios de veinte años entre la Ciudad de Minneapolis y
sus dos servicios públicos (Xcel Energy para electricidad y CenterPoint Energy para gas natural)
expiró, y la Ciudad utilizó las negociaciones para explorar opciones para lograr su objetivo de
generar el 10% de su electricidad a partir de fuentes locales y renovables para 2025, lo que
también brindó una oportunidad para una mejor planificación de la integración de la red de
energía solar fotovoltaica distribuida. En 2011, Austin (Texas) hizo historia como el gobierno
local más grande en los US en adquirir energía 100% renovable para todos los edificios e
instalaciones municipales, a través de un programa llamado GreenChoice®.
Las ciudades también pueden unirse a otras organizaciones para generar demanda de
energías renovables. Varias empresas y universidades se han asociado con las autoridades
municipales en el Proyecto de Energía Renovable de Melbourne. Desarrollado y administrado por
el ayuntamiento, el organismo licita a concurso 110 GWh de energía renovable por año, suficiente
para alimentar a 28.500 hogares. Melbourne pretende abastecer el 25% del consumo de
electricidad de fuentes renovables para 2018 y tener cero emisiones netas para 2020.

7.4.3.9. Las ciudades como reguladores


Los gobiernos municipales también pueden promover la integración de fuentes de energía
renovables en su papel como regulador. Los mecanismos incluyen la planificación del uso de la
tierra y de sus zonas, la concesión de licencias de construcción comercial y residencial, la
redacción e implementación de códigos de construcción urbana, ordenanzas específicas de
instalaciones solares fotovoltaicas, regulaciones de conexión a la red y programas de
rehabilitación y reacondicionado de la edificación pública.
Los gobiernos municipales pueden ayudar a simplificar los códigos técnicos de la
construcción. Esto puede incluir restricciones para los sistemas solares fotovoltaicos en tejados,
simplificación de requisitos para permisos de construcción o imposición de requisitos de
eficiencia energética y energía renovable.
Hacer nuevos edificios “listos para el sol” casi no agrega costos de construcción adicionales.
Por lo tanto, las ciudades se beneficiarán enormemente al diseñar y construir los edificios nuevos
para la próxima generación de producción de energía. Los municipios pueden distribuir
información sobre directrices listas para energía solar fotovoltaica durante los permisos o el
proceso de revisión del diseño. Los programas de vivienda social también ofrecen una buena
oportunidad, ya que los ahorros provenientes de fuentes renovables naturalmente respaldan las
viviendas de este estilo.
Los mandatos municipales alrededor de la energía solar térmica, también conocidos como
ordenanzas solares, son un ejemplo del impacto de las regulaciones de la ciudad. Sirva de ejemplo
São Paulo en 2007, donde se adoptó una ordenanza solar para reducir la demanda de electricidad
para el calentamiento de agua. Se requirió que todos los edificios residenciales, comerciales e
industriales nuevos instalaran sistemas solares de calentamiento de agua para cubrir al menos el
40% de la energía utilizada para calentar el agua. Se estima que la ordenanza evitó gastos de más
de 400 millones $ entre 2007 y 2015.
Una gama de programas de vivienda social han integrado las fuentes de generación
renovables en su planificación. Los ahorros logrados a través de las energías renovables
naturalmente apoyan la vivienda social. Por ejemplo, el “Programa de Vivienda Social de la
Ciudad de México” apoya el uso de paneles fotovoltaicos en todas las estructuras multifamiliares.
Las ciudades pueden alentar el despliegue de la energía solar fotovoltaica mediante la
creación de un entorno normativo que les permita a las familias consumir o vender su producción
de electricidad excedente a la red, incluso permitiendo mecanismos como el net metering. Net
metering es una regulación del sector eléctrico que permite a los consumidores que generan su
propia electricidad obtener un crédito en su factura por la cantidad que generan. El crédito puede
usarse luego para compensar el consumo y el exceso de crédito puede ser remunerado a una tasa
específica.

7.4.3.10. Las ciudades como agregadoras de la demanda


La agregación de la comunidad es una tendencia creciente en la adquisición de energía en los
US, y cuyo objetivo es el aumento de la demanda de las fuentes de energía renovables. Bajo este
modelo, un municipio o un grupo de municipios forma una nueva entidad conocida como un
agregador para la comunidad.
Esta nueva entidad adquiere electricidad al por mayor, para cubrir la demanda conjunta de
los residentes y los negocios interesados dentro de los límites políticos de los municipios. Al
agregar la demanda de energía, las ciudades pueden negociar con los proveedores de energía
tarifas competitivas, pudiendo conseguir tarifas entre un 3% y un 10% más bajas.
Gran parte de la electricidad proviene de productores de energía independientes que
proporcionan energía renovable a estas nuevas entidades, bajo un acuerdo de compra de energía a
largo plazo. La empresa local, que en estos casos ya no genera electricidad, sigue siendo
responsable del transporte y distribución de la energía, así como de la facturación, cobros y otros
servicios al cliente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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