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POSGRADOS EN ESTUDIOS DE GÉNERO

MUJERES, CONFLICTOS ARMADOS Y CONSTRUCCION DE PAZ


Profesora: Dora Isabel Díaz Susa
Estudiante: Susana Enríquez Ugalde
CE 423466

Aportes conceptuales feministas a la interpretación de la guerra (I)

Para este primer apartado se retoma la lectura de la autora Magdala Velásquez del año 2000 la cual se
titula “Reflexiones feministas en torno a la guerra, la paz y las mujeres, desde una perspectiva de
género”1 en este escrito ella realiza un acercamiento a la mirada feminista de la guerra y desde un análisis
de género comenta como la guerra afecta a las mujeres y cuales son algunas de las posturas feministas
al respecto.

Según la autora “Helena Swanwick publicó también en 1935 su libro “Las raíces de la guerra”, afirmaba
que las mujeres odian la guerra “porque la guerra las golpea más duramente y tiene muy poco que
ofrecerles a cambio”” (Velásquez, M. 2000 Pp. 6). Las mujeres sufren consecuencias atroces producto de
las guerras y del rol que adquieren ellas en estas, ya que como menciona la autora en 1998 Radhika
Coomaraswamy presentó el informe sobre “La Violencia contra la Mujer en tiempos de Conflictos
Armados”, y sus apuntes fueron los siguientes:

- La violencia contra las mujeres es considerada como tradición, se crea entonces un ambiente
hostil para las mujeres.
- La violencia sexual contra las mujeres tiene como propósito “simbólico” afectar al enemigo,
humillarlo, desmoralizarlo.
- Se presenta la prostitución forzada y la esclavitud sexual.
- Contagio de enfermedades de transmisión sexual y traumas psicológicos.

La autora también afirma que

“…feministas plantean que los orígenes del conflicto armado, más que en los hombres mismos, se
encuentran en las estructuras patriarcales cuyos intereses están particularmente representados en la nación. Por lo
tanto, la guerra sólo podrá eliminarse con la supresión del patriarcado y sólo habrá paz y sostenimiento de la misma
cuando se acaben las estructuras sociales patriarcales y se transformen las relaciones de subordinación y opresión
de las mujeres” (Velásquez, M. 2000 Pp. 11)

Las consecuencias del patriarcado en el accionar de la guerra ha dejado secuelas en la vida de las
mujeres que han vivido de cerca esta gran problemática social, ya que al estar las mujeres en una posición
de desventaja se cometen con ellas muchas violaciones a los Derechos Humanos siendo víctimas de
abortos forzados, embarazos no deseados, pérdida de propiedades, pérdida de hijos y/o esposos, entre
otra gran lista de situaciones.

Las mujeres como partícipes de la guerra. (II)

En este segundo apartado se tomará como referencia a la autora Cynthya Cockburn publicado en el 2007,
“La opción de ser mujer: qué aporta la guerra al feminismo”2

1
Velázquez, Magdala, 2000, “Reflexiones feministas en torno a la guerra, la paz y las mujeres, desde una perspectiva de
género”. En books.openeditions.org, pp. 75 – 101. -veslaquez.pdf

2
Cockburn, Cynthya, 2007, “La opción de ser mujer: qué aporta la guerra al feminismo” cap. VIII, Mujeres ante la guerra. Desde
donde estamos, Barcelona, Icaria / Antrazyt, pp. 279-308.
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La autora agrega que

“estar en la guerra, experimentarla de primera mano tiene efectos contradictorios en el pensamiento de las
mujeres. Por un lado, tiende a cerrarse hacia el feminismo. Las mujeres cuyos amantes, maridos, padres e hijos se
alistan como combatientes, muchos de ellos corriendo un peligro mortal, no soportan verse conceptualmente
separadas de los hombres, y son reacias a imaginar rasgos comunes entre estos ya que los conocen o como
amantes perdidos o como enemigos temibles. Pero, por otro lado, la guerra arroja a las mujeres hacia nuevos
desafíos que muchas deben enfrentar solas: como mantener la familia, encontrar nuevos trabajos o desplazarse
para sobrevivir. Y este nuevo amor propio que adquieren, algunas veces las conduce al feminismo” (Cockburn, C.
2007 Pp. 279).

Un gran número de las situaciones que llevan a las mujeres a colocarse en contra de la guerra y
a desmilitarizarse es mediante una dignificación de su rol como mujer en la sociedad, el cual, desde la
perspectiva feminista, busca la igualdad de condiciones socioeconómicas, la lucha contra la guerra se
genera en gran parte, y por un número de feministas, a partir de una lucha por la maternidad, como aclara
la autora, y el generar un estado de alerta en contra de la violencia sexual por parte de los militantes.

La autora también retoma la decisión propia de las mujeres a ser soldados y como frente a esto se toman
distintas posiciones desde el antimilitarismo y el feminismo, ya que el primero lo condena fuertemente y
el segundo intenta comprender por qué las mujeres se inscriben en el ejército, esto respondiendo a un
posible desempleo o para evitar la exclusión social.

La autora concluye que “mirar a través de las lentes de la guerra nos hizo mucho más conscientes de que manera
las mujeres son oprimidas y explotadas utilizando sus cuerpos, su sexualidad y su capacidad reproductora. La guerra
ahonda las profundas divisiones sexuales, magnifica el contraste entre lo femenino y lo masculino, y legitima la
violencia machista. La guerra eleva en un salto espectacular la autoridad de los hombres. De manera que este
feminismo tiende a ser radical en el sentido de que ve la opresión de las mujeres mucho más que un mero producto
de un sistema explotador económico o de un sistema político ilegítimo” (Cockburn, C. 2007 Pp. 305).

Se busca entonces a partir de este feminismo defender los derechos humanos y los derechos de las
mujeres internacionalmente los cuales han sido negados por la guerra y que además se desarrolle una
justicia internacional.

Masculinidades, militarización, violencias y paz (III)

Película MANDARINAS

“Corría el año de 1992, en el lejano poblado estonio de Abjasia, en medio de una cruenta lucha entre las antiguas
provincias soviéticas de Georgia y Abjasia, en su búsqueda de conseguir el reconocimiento como un país
independiente, una vez que la Unión Soviética se había desintegrado. Dicho conflicto étnico y bélico trajo como
resultado más de seis mil muertos entre ambas partes, tanto de combatientes como de civiles, además de otros
miles de heridos y desaparecidos en combate.”3

Esta película muestra el lado humano de la guerra y como la sociedad vive estos conflictos armados como
propios a pesar de las consecuencias tan nefastas que generan, particularmente Ivo, uno de los actores

3
http://www.elespectadorimaginario.com/mandarinas/
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principales, posee una personalidad contundente, hombre íntegro, en pro de la vida de cada ser humano,
ante el enorme absurdo de la guerra. Es ecuánime, bondadoso, compasivo e inteligente y sabe cómo
manejar a sus inquilinos, un georgiano y un checheno, combatientes enemigos, los cuales quedaron
heridos en un confrontamiento, convirtiendo su vivienda en un terreno neutral. En la sencillez de la película
se observa lo verdaderamente complejo de los conflictos humanos, se puede también atribuir rostros
humanos a los rudos combatientes que a veces se imaginan insensibles e implacables.

Diversos dilemas éticos y morales se van planteando a lo largo del relato, se muestra una cultura con
valores como la integridad o el respeto a la palabra, un rasgo más arraigado en lo masculino, de la
importancia del honor aún en tiempos de hostilidad, en los que, se cree, carecería de relevancia, a partir
de esto hay una confrontación por parte de Ivo a uno de los sobrevivientes sobre quien da el permiso de
matar a otra persona.

Se puede hacer un análisis también en la ausencia total de mujeres en la película y como los hombres
realizan las actividades que en teoría les corresponden a ellas, hay un reajuste de las labores domésticas
producto del desplazamiento que la guerra genera.

Genera un profundo impacto al finalizar la película descubrir que el hijo de Ivo había muerto producto de
la guerra, probablemente es la razón por la que él continúa viviendo ahí, pero a pesar de eso, su decisión
de ayudar a los combatientes es enfática y la realiza con toda la entrega que esto le ameritaba.
Una película que lleva a la reflexión y que además demuestra que a la guerra va el que tiene menos
oportunidades, los políticos y las personas con poder son solo espectadores.

De la mano con lo anterior, ya que en la película la búsqueda de paz en medio de los personajes que
representan ambas partes del conflicto es parte principal de la historia, se puede citar a Vincenç Fisas
que en 1998, en su escrito “Una cultura de paz”4, aborda este tema, Él menciona al respecto “la paz es
algo más que la ausencia de guerra, y tiene que ver con la superación, reducción o evitación de todo tipo de
violencias, y con nuestra capacidad y habilidad para transformar los conflictos, para que en vez de tener una
expresión violenta y destructiva, las situaciones de conflicto puedan ser oportunidades creativas, de encuentro,
comunicación, cambio, adaptación e intercambio.” (Fisas, V. 1998 Pp. 1)

La búsqueda de paz se ha generado a partir de las diferentes entidades encargadas de velar por el
cumplimiento de los Derechos Humanos, como es el caso de la UNESCO, la cual señala que así como
los hombres fueron los generadores de guerra deben estar en la capacidad también de fomentar la paz,
este es uno de los retos que se derivan de las nuevas sociedades que buscan vivir en mejores condiciones
y propiciando igualdad y equidad entre los seres humanos.

Algunos de los fundamentos esenciales que sostienen y le dan soporte a la cultura de violencia son los
siguientes:

 el patriarcado y la mística de la masculinidad.


 la búsqueda del liderazgo, el poder y el dominio.

4
Fisas, Vincenç, 1998, “Una cultura de paz”, capitulo XI de Cultura de paz y gestión de conflictos, Icaria/NESCO,
Barcelona, 26 págs.
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 la incapacidad para resolver pacíficamente los conflictos.


 el militarismo y el monopolio de la violencia por parte de los Estados
 los intereses de las grandes potencias
 las interpretaciones religiosas, que permiten matar a otras personas
 las ideologías exclusivistas
 el etnocentrismo y la ignorancia cultural
 la deshumanización (la consideración de otros seres humanos como “objetos”)
 el mantenimiento de estructuras que perpetúan la injusticia y la falta de oportunidades y de participación
(Fisas, V. 1998 Pp. 2)

Cuando se habla de paz, la disminución, o en el mejor de los casos, la erradicación de estos fundamentos
que utilizan los propiciadores de la guerra es la tarea fundamental por realizar, ya que como han afirmado
las y los autores a lo largo de este trabajo, la búsqueda de dignificar a las personas que sufren las
consecuencias de la guerra, principalmente a las mujeres desde un enfoque feminista, es la prioridad.

Mujeres víctimas, no solo víctimas en los conflictos armados. (IV)

La primera parte de este cuarto apartado será basado en la autora Olga Amparo Sánchez que, en el año
2008, publicó “El cuerpo de las mujeres territorio en disputa por los actores armados en el
patriarcado moderno”5

La cual inicia su texto de la siguiente manera

“La cultura patriarcal se expresa en el cuerpo de las mujeres de múltiples formas: la violación, el feminicidio,
el hostigamiento y el acoso sexual, la esclavitud sexual, la servidumbre doméstica, el control afectivo y económico,
entre otras. El poder patriarcal se materializa también en la guerra, convirtiendo el cuerpo de las mujeres en territorio
que se disputan los actores armados. En el campo de batalla, se viola, se humilla, se tortura y se maltrata a las
mujeres, se rapta a mujeres para complacer sexualmente a los combatientes.” (Sánchez, O. 2008. Pp. 65)

En la guerra, al utilizar el cuerpo de la mujer como botín de guerra, buscando hacerle daño al oponente
mediante el abuso sexual a las mujeres pertenecientes al grupo o al país del contrincante, se podría
entonces afirmar, como dice la autora, que la misoginia sirve de soporte y motivación a la agresión y la
violencia masculina en escenarios de guerra, el buscar controlar a la mujer por todos los medios y en
todos sus aspectos denota que para los hombres en la guerra es una prioridad mostrar superioridad ante
las mujeres y evitar a toda costa comportamientos que puedan ser catalogados como “femeninos”, para
ejemplificar esto la autora menciona que “históricamente los ejércitos violan a las mujeres para humillar a los
varones del ejército contrario despojándolos de su valorada propiedad. Una mujer violada es una propiedad
devaluada y es la marca de la derrota para los varones que no pudieron protegerla.” (Sánchez, O. 2008. Pp. 66)

La violación en guerra presenta tres características:

 La violación es pública: el enemigo tiene que ver lo que le hacen a su propiedad. Los torturadores a
menudo violan en casa o cerca de la casa de la mujer. Así, la violación pasa a ser un acto contra su
marido/padre/nación.

5
Sánchez, Olga Amparo, 2008, Introducción y “El cuerpo de las mujeres territorio en disputa por los actores armados
en el patriarcado moderno”, En Las violencias contra las mujeres en una sociedad en guerra, Ruta Pacífica de las
Mujeres Colombianas, Bogotá, Offset Gráfico Editores, pp.65-88
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 La violación es masiva: esto es, se hace en masa, los varones lo realizan juntos, en solidaridad. Todos
pueden ser iguales en la apropiación del cuerpo de la mujer.
 La muerte: matar a la mujer que acaba de violar es una decisión que depende del capricho personal
del violador. (Sánchez, O. 2008. Pp. 66)

La violencia sexual que viven las mujeres en la guerra por lo general no viene sola, es una serie de
acontecimientos seguidos uno tras otro, primeramente, son secuestradas o retenidas en sus hogares,
luego se procede a la violación en colectivo o individual y luego esto es seguido por la muerte o
desaparición de la mujer.

Cabe resaltar de la autora este punto importante

“Las violencias contra las mujeres, en el contexto del conflicto armado, no han estado presentes en las agendas de
negociación; pero gracias a la iniciativa de grupos y organizaciones de mujeres y de espacios de concertación como
la Ruta Pacífica y la Mesa de Mujer y Conflicto Armado, entre otros, se ha conocido de las violencias contra las
mujeres, las adolescentes y las niñas en las zonas de conflicto armado.” (Sánchez, O. 2008. Pp. 68)

Recalcar la importancia del papel que juegan estas instituciones en la dignificación de la mujer en las
negociaciones de paz es fundamental para darle voz a aquellas que no son escuchadas, ya que lo que
no se nombra en sociedades como ésta no existe. La lucha para dar a conocer la violencia que sufren
las mujeres en la guerra debe seguir sin descanso.

Para finalizar el presente trabajo, se retomará una idea del texto de Julissa Mantilla del año 2008 llamado
“La violencia contra las mujeres: violencia sexual como crimen de lesa humanidad a la luz de los
avances del derecho internacional”6 en el cual la autora en sus conclusiones menciona que a pesar
de los diferentes esfuerzos que se hacen por medio del proceso de paz y en la desmilitarización “Las
víctimas no perciben que se hayan recuperado condiciones para que puedan vivir libres de la violencia y del conflicto
armado, de manera que puedan ejercer y reclamar sus derechos” (Mantilla, J. 2008 Pp. 51).

Con esto se concluye que a pesar de todos los esfuerzos por parte de los diferentes organismos
nacionales e internacionales por cambiar o modificar la vida de las víctimas del conflicto armado, aún se
necesita mucho mas trabajo y que el Estado esté más presente en los lugares donde estas guerras se
presentan.

El incentivar un cambio en el paradigma y dotar a las personas de condiciones dignas para vivir puede
lograr una mayor desmilitarización y una mejor calidad de vida.

Además, el recrudecer las penas a las personas que comentan crímenes de lesa humanidad y que no
queden en la impunidad ayudaría a que las personas víctimas del conflicto armado se sientan
acompañadas en el proceso de búsqueda de paz.

El realizar un acompañamiento con las mujeres que han sido víctimas de violencia sexual y que ellas
mismas adquieran liderazgo con otras, mejoraría su autoestima y dignificaría su condición ya que no
serían vistas solamente como víctimas si no como mujeres resilientes.

6
Mantilla, Julissa. La violencia contra las mujeres: violencia sexual como crimen de lesa humanidad a la luz de los avances del
derecho internacional. En “Más allá de las cifras”, 2008, Red Nacional de Mujeres, Corporación Sisma Mujer.
http://www.rednacionaldemujeres.org

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