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ASIGNATURA: Pedagogía I
DOCENTE: TAQUIRI YANQUI, Nesias
SERIE: 100-PAR
TURNO: Mañana
INTEGRANTES:
-APARI HINOSTROZA, Liz Rocío
-ATAUCUSI QUISPE, Nelly Jannet
-FERNÁNDEZ MEJÍA, Carlos
AYACUCHO-PERÚ
2018
DEDICATORIA
Este trabajo lo dedicamos
encarecidamente a las personas quienes
nos brindaron su apoyo incondicional,
gracias a los cuales fue posible la
realización de esta labor académica.
INTRODUCCIÒN
5. LEV VYGOTSKY
Lev Semiónovich Vygotsky. Nace el 17 de noviembre de
1896, Orsha, Imperio Ruso, actual Bielorrusia-11 de junio
de 1934, Moscú, Unión Soviética).Fue un psicólogo ruso de
origen judío, uno de los más destacados teóricos de la
psicología del desarrollo, fundador de la psicología
histórico-cultural y claro precursor de la neuropsicología
soviética, de la que sería máximo exponente el médico ruso
Alexander Luria. Su obra fue descubierta y divulgada por
los medios académicos del mundo occidental en la década
de 1960.
El carácter prolífico de su obra y su temprano fallecimiento
hicieron que se lo conozca como "el Mozart de la psicología". La idea fundamental de
su obra es la de que el desarrollo de los humanos únicamente puede explicarse en
términos de interacción social. El desarrollo consiste en la interiorización de
instrumentos culturales (como el lenguaje) que inicialmente no nos pertenecen, sino que
pertenecen al grupo humano en el que nacemos, el cual nos transmite los productos
culturales a través de la interacción social. La cultura, pues, tiene un papel
preponderante en la teoría de Vygotsky: "el desarrollo individual no se puede entender
sin referencia al medio social... en el que el niño está. El niño utiliza alguna clase de
´herramienta´ o ´signo´ para convertir relaciones sociales en funciones psicológicas".
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
Destacó durante toda su obra la importancia del entorno en el desarrollo de los niños,
oponiéndose a la teoría respaldada por Piaget. El autor considera al medio social como
pieza clave en el proceso de aprendizaje. La actividad social permite explicar los
cambios en la conciencia de los alumnos.
Para Vygotsky el aprendizaje es una actividad social, y no sólo un proceso de
realización individual como hasta el momento se ha sostenido; una actividad de
producción y reproducción del conocimiento mediante la cual el niño asimila los modos
sociales de actividad y de interacción, y más tarde en la escuela, además, los
fundamentos del conocimiento científico, bajo condiciones de orientación e interacción
social. Este concepto del aprendizaje pone en el centro de atención al sujeto activo,
consciente, orientado hacia un objetivo; su interacción con otros sujetos (el profesor y
otros estudiantes) sus acciones con el objeto con la utilización de diversos medios en
condiciones socio históricas determinadas. Su resultado principal lo constituyen las
transformaciones dentro del sujeto, es decir, las modificaciones psíquicas y físicas del
propio estudiante, mientras que las transformaciones en el objeto de la actividad sirven
sobre todo como medio para alcanzar el objetivo del aprendizaje y para controlar y
evaluar el proceso.
6. PAULO FREIRE
Paulo Reglus Neves Freire (Recife, Pernambuco, 19 de septiembre de 1921-São Paulo,
2 de mayo de 1997) fue un educador y experto en temas de educación, de origen
brasileño. Uno de los más influyentes teóricos de la educación del siglo XX.
Estudió filosofía en la Universidad de Pernambuco e inició su labor como profesor en la
Universidad de Recife, como profesor de historia y filosofía de la educación.
Desde unas creencias profundamente cristianas, Paulo Freire concibió su pensamiento
pedagógico, que es a la vez un pensamiento político. Promovió una educación
humanista, que buscase la integración del individuo en su realidad nacional. Fue la suya
una pedagogía del oprimido, ligada a postulados de ruptura y de transformación total de
la sociedad, que encontró la oposición de ciertos sectores sociales. Definió la educación
como un proceso destinado no a la domesticación sino a la liberación del individuo, a
través del desarrollo de su conciencia crítica.
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
Es el creador de una pedagogía en la que los individuos se forman a través de
situaciones de la vida cotidiana. La pedagogía libertadora de Freire plantea dos
momentos diferentes. En la primera etapa el individuo deberá tomar conciencia de la
realidad en la que vive, como ser sujeto de opresión. En un segundo momento; los
oprimidos lucharan contra los opresores para liberarse.
La propuesta de Freire es la «Educación Problematizadora» que niega el sistema
unidireccional propuesto por la «Educación bancaria» ya que da existencia a una
comunicación de ida y vuelta, y elimina la contradicción entre educadores y educandos.
Ambos, educador y educandos, se educan entre sí mientras se establece un diálogo en el
cual tiene lugar el proceso educativo. Con la «Educación Problematizadora» se apunta
claramente hacia la liberación y la independencia, pues
destruye la pasividad del educando y lo incita a la
búsqueda de la transformación de la realidad, en la que
opresor y oprimido encontrarán la liberación
humanizándose.
7. CÉLESTIN FREINET
Célestin Freinet nace en la aldea de Gars, Alpes
marítimos del sur de Francia, el 15 de octubre de 1896
en una familia de campesinos que trabajaban como
tejedores, pero que se preocupó de fomentar en su hijo
una buena educación. Freinet fue un maestro de pueblo. Esta condición le dio la
oportunidad de conocer a fondo su entorno, caracterizado por espacios y medios
inapropiados, soledad e incomprensión y aislamiento.
También le permitió aprender mucho de su gente, del contacto con la naturaleza, de
la lucha junto al pueblo. Freinet no partió de una gran teorización pedagógica, sino
del intento de dar respuestas practicas validas a los múltiples problemas de su
actividad cotidiana planteaba. Esto es lo que hace que su pedagogía está cargada de
estrategias, técnicas, recursos, lo que hace en definitiva, que esa pedagogía sea
realista y práctica. Freinet tiene una confianza plena en la naturaleza del niño y en
sus posibilidades; él la concibe como un torrente cuya fuerza es preciso dirigir pero
a la que la educación no debe oponerse.
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
Fue un maestro francés creador de la escuela nueva. Propone una pedagogía
vinculada de forma directa a los intereses de los niños, colocándolos en un rol
activo. Se construye una escuela que tiene en cuenta la vida familiar y la del pueblo,
generando una pedagogía única que vincula a la escuela con el medio social. Freinet
es creador de actividades artísticas de motivación y expresión.
Las propuestas de Freinet a la educación para la acción la denomina "educación con
el trabajo" y es uno de los principios básicos de la pedagogía freinetista. Para Freinet
el conocimiento es: la acción, la experiencia, el ejercicio; la base de la nueva
pedagogía debe ser crear la atmósfera de trabajo adecuada para que el niño pueda
desarrollar actividades productivas y formativas. La educación por el trabajo ha de
tratarse de una educación-juego, que esté a la altura de las necesidades e intereses
del niño, si el trabajo-juego no puede realizarse debe ser sustituido por el juego-
trabajo.
El proceso de aprendizaje se basa en la: observación, experimentación, acción y no
en la razón como lo hace la pedagogía tradicional. El papel del maestro es
antiautoritario, colaborando con el alumno en la búsqueda del conocimiento.
8.- ANTANAS MOCKUS
Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad
Pedagógica Nacional, magíster en Estudios Políticos
de la Pontificia Universidad Javeriana, magíster en
Historia de la Universidad Nacional de Colombia y
doctor en Educación de la Universidad Pedagógica
Nacional. En la actualidad es profesor titular de la
Universidad Distrital Francisco José de Caldas,
particularmente del Doctorado en Educación, énfasis
Historia de la Educación Comparada.
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
Para Mockus, siguiendo a Basil Bernstein, hay dos tipos de pedagogías, aceptando
además, que en nuestras prácticas se pueden incorporar elementos de unas y
otras: pedagogías visibles y pedagogías invisibles. Se trata de dos caminos
relevantemente distintos para acceder a la tradición escrita. En primera instancia, las
pedagogías tradicionales, es decir, aquellas visibles en las que el orden es un orden
evidente, marcado permanentemente en la superficie de la vida escolar. En estas, el
maestro y el alumno mantienen unos rolesdiferenciados y jerarquizados:
Las reglas tienden a ser explicitas y las secuencias y los ritos de aprendizaje se hallan
claramente definidos y esperados. La evaluación se constituye en un acto claramente
separado de otras actividades y en general fuertemente ritualizado, y usualmente, busca
ante todo detectar deficiencias por comparación con los patrones de desempeño
correctos. Dentro de las pedagogías visibles, “los espacios, los tiempos y los discursos
se encuentran nítidamente separados unos de otros”, es decir, “cada cosa en su lugar y
tiempo”
Por otro lado, en las pedagogías invisibles la jerarquía y la diferencia en las relaciones
entre el docente y el alumno tienden a desaparecer. En esta, las reglas de la escuela
tradicional se debilitan o desaparecen, por tanto, se establece una única regla para la
interacción que consiste en no romper la comunicación. El ritmo de trabajo no se
encuentra explícitamente regulado; incluso, es posible que no exista una actividad
específica de evaluación. Del mismo modo, Mockus menciona:
Las actividades, las actitudes y las realizaciones de los alumnos son objeto de
seguimiento e interpretación en cuanto se apoyan en consideraciones teóricas sobre el
desarrollo, el lenguaje y el conocimiento. En todos los casos, esa “lectura” transmite
simultáneamente criterios que parecen formarse espontáneamente en el alumno; es la
interpretación la que tácitamente moldea, a través de sus consecuencias sobre la
interacción y la identidad del alumno.
De ahí que en las pedagogías invisibles no haya un patrón explícito de corrección; del
mismo modo se debilitan las enmarcaciones entre los distintos espacios, tiempos y
discursos, por ejemplo, tienden a borrarse las fronteras entre juego y trabajo y las
fronteras entre distintas materias. Mockus se enfoca en los rasgos positivos del alumno,
propios de cada estudiante. Por tanto, las relaciones entre los maestros y estudiantes son
más personales, es decir, la socialización y educación se mueven en las lógicas de
afectación y constitución de sujetos.
Las nuevas pedagogías, las que hemos llamado invisibles, al centrarse en la intensidad
de la comunicación, al privilegiar una expresión permanentemente enriquecida, son una
alternativa importante. En ellas se muestra cómo el orden superficial de la escuela se
puede relativizar en la realidad misma en que impera un orden intrínseco a la
comunicación, recuérdese que la única regla intransgredible en las pedagogías invisibles
es aquella según la cual está absolutamente prohibido romper la comunicación.
En conclusión, las pedagogías invisibles pueden lograr que la escuela sea menos
destructiva de la movilidad y del deseo de los estudiantes. Es decir, pueden permitir que
el estudiante se guíe más por el reconocimiento de las actividades, las lecturas, los
diálogos que para él tienen sentido. Si en las pedagogías visibles, el maestro y el alumno
mantienen roles diferenciados y jerarquizados, en las invisibles, el rol del docente tiende
a mimetizarse y las marcas externas de la diferencia y jerarquía tienden a desaparecer;
así, el maestro destaca rasgos positivos y originales en las realizaciones de cada
estudiante.
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
“Conjunto de saberes que se ocupan de la educación, y como ciencia de carácter
psicosocial ligada a los aspectos psicológicos del niño en la sociedad.”
Fullat, en primer lugar describe minuciosamente la (Teoría de la Educación), para
esclarecer sus causas y principios próximos (Tecnología y Ciencias de la Educación).
La consideración propia del discurso científico-tecnológico somete la educación a la
categoría de proceso, en el que los aconteceres sucesivos integran una linealidad
presidida en todo momento por la razón instrumental o estratégica, es decir, la que
atiende a la relación medio-fin, pero desde la perspectiva del medio.
La teoría tecnológica de la educación tendría que estar en condiciones de encontrar los
medios más adecuados para lograr los fines en este caso, objetivos a corto y medio
plazo que se le propongan a la educación desde otras instancias ya más de tipo
filosófico o político-educativo.
En segundo lugar se sitúa el discurso prescriptivo, propio de la Pedagogía Fundamental.
Ésta procura normar (normieren) el proceso, desde el punto de vista de la eficiencia.
Atiende. En todo caso, a qué debe obrarse para obtener tal resultado, tomando aquí el
deber-ser no en el sentido de la praxis moral sino de la normativa técnica, si bien
fundándose también en una descripción correcta de los posita educationalia (Teoría de
la Educación) y en los principios, en este caso ya no próximos sino remotos. Afirma
Fullat: "La Pedagogía Fundamental producirá enunciados fundamentales en el sentido
de fundamentantes de las diversas pedagogías. Las normas producidas por éstas últimas
quedarán fundamentadas en la medida en que puedan deducirse de los enunciados
fundamentales. El resultado de la inducción, acumulado en ciencias y tecnologías de la
educación proporciona sugerencias a la Pedagogía para que ésta enuncie normas
pedagógicas. El salto del ser datos científicos y tecnológicos al deber normativa
pedagógica no resulta particularmente escandaloso ya que no nos hallamos ante un
imperativo categórico que obliga a la conciencia, sino que se trata solamente de un
ejercicio de la prudencia y de la cordura phrónesis por parte de los pedagogos
fundamentalistas
Un pedagogo fundamentalista es un enterado de lo que dice el tekhnítes tecnólogo de la
educación y de lo que cuenta el hombre de la epistéme ciencia merced a demostración,
pero un enterado que va más allá, meditando estas cosas a fin de mejorar al ser humano
según pautas prudenciales y no absolutamente científicas" .
Por último tenemos el discurso propiamente filosófico de Fullat sugiere que la Filosofía
de la Educación se configura como un saber sobre lo que se dice (análisis lógico del
lenguaje educativo y epistemología de las ciencias de la educación) y sobre lo que se
quiere (antropología, axiología y teleología de la educación).
Propone el autor las siguientes definiciones de la Filosofía de la Educación:
— "saber globalizador comprensivo y crítico, de los procesos educacionales que facilita
presupuestos antropológicos, epistemológicos y axiológicos, amén de producir análisis
críticos"
— "saber racional y crítico de las condiciones de posibilidad de la realidad experimental
educativa en su conjunto"
— "saber crítico que esclarece los conceptos, los enunciados y las argumentaciones que
utilizan educadores y pedagogos"
Más que definiciones podría hablarse de tres descripciones incompletas de algunas de
las facetas de las que se ocupa la Filosofía de la Educación (lo que se quiere y lo que se
dice).
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
“PEDAGOGÍA SOCIAL Y POLÍTICA”.
PEDAGOGÍA SOCIAL.
La pedagogía social tiene por objeto el estudio de la educación en sus relaciones con la
sociedad, es decir, la acción de los grupos sociales en la formación del hombre y la
influencia de la educación en la sociedad humana. No siendo la educación un solo
elemento pasivo, sino también un factor dinámico, reformando la sociedad.
Y otro axiológico y normativo: el cual expone los valores e ideas de la educación, tal
como debería de ser en la realidad. Denominada “pedagogía social”.
Siendo los dos aspectos inseparables en la realidad, ya que son complementarios en toda
acción educativa.
Como la pedagogía general no es una ciencia aislada, sino que está en conexión con
todas las que se ocupan del hombre y de la sociedad. Con la filosofía, en particular con
la ética, se halla en íntima relación con la historia, también en relación muy estrecha con
la economía y el derecho. Teniendo más directa conexión con la sociología en general y
con la sociología de la educación en particular, hasta el punto que se confunde con ésta,
diferenciándolas en los siguientes aspectos:
2. porque la pedagogía no se agota en su aspecto social, sino que tiene otro, más
importante, que es la formación de la personalidad, muchas veces en oposición.
La sociedad además de los individuos está integrada por diversos factores y grupos
sociales. Siendo los más interesantes de los relacionados con la educación como son las
clases sociales, las generaciones, las masas y las minorías, la familia y la comunidad
local.
PEDAGOGÍA POLÍTICA.
Pedagogía y política que han nacido juntas y tienen ciertos rasgos comunes. Su punto de
partida está en Platón y Aristóteles, que consideraban a la educación como la base del
Estado y la pedagogía como base de la política. Estando en relación estrecha con todas
las ciencias y actividades que se refieren a la vida del Estado y que le afectan más
directamente, como la filosofía, con el derecho, con la sociología, con la economía, con
la religión y finalmente con la historia.
A nuestro juicio, ninguna de las dos concepciones es totalmente exacta, por ser
demasiado exclusiva. Para nosotros la educación depende esencialmente de la
pedagogía, pero está en relación íntima con la política. La pedagogía crea los fines y los
métodos de la educación, organiza sus instituciones y después la política los generaliza.
Siendo la función política puramente formal, para la realización de ideas. Y necesaria,
en cuanto presta sus medios económicos y legales para su generalización.
A la política le corresponde determinar la educación que se halla en relación con el
Estado, no en cuanto a su vida propia que es cosa de la pedagogía. La pedagogía dice,
por ejemplo, la necesaria escolarización de la juventud, la política trata de crear los
centros de secundaria y su obligada asistencia a ellos.
Con problemas que son exclusivamente de orden político, como los de la relación de la
educación con la iglesia. Lo mismo ocurre en cuanto a la intervención del Estado, la
relación entre la educación pública y la privada, etc. Aquí la política es definitiva, sin
que deba quedar excluida la pedagogía. Siendo lo decisivo no el Estado, ni la sociedad,
ni la iglesia, sino el individuo, debiendo intervenir el Estado en su aspecto cívico y su
lado social, teniendo siempre como fin de la educación la individualidad. A ésta hay que
subordinar la educación y no al Estado, a la sociedad, la Iglesia o otra institución
cualquiera.
La religión es uno de los factores que más han influido en la educación, siendo su
principal sostenedor hasta que el Estado se encargó de ella. Interviniendo diferentes
concepciones, surgiendo la educación religiosa confesional de las diferentes iglesias, la
educación religiosa extraconfesional de carácter filosófico y la educación laica, que
separa la religión de la escuela, confiándola a las iglesias.
La vida económica es otro de los factores que influye más en la educación pública,
dando lugar a la orientación y preparación profesional, con instituciones cada vez más
preparadas sin oscurecer la cultura general.
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
Educación general y educación técnica
Pedagogía
La Pedagogía no tiene una definición única, sino diversas interpretaciones. Veamos:
La Pedagogía como un arte
El educador - como un artista - procura formar o modelar la personalidad del
alumno.
La Pedagogía como una técnica
Se han inventado - y se siguen inventando - métodos y procedimientos para
enseñar. Es una tecnología.
La Pedagogía como una teoría
La educación requiere de una reflexión teórica previa, para no ser un simple
empirismo o rutina.
La Pedagogía como una ciencia
Como toda ciencia tiene un objetivo propio, que no pertenece a las otras
ciencias.
La Pedagogía como una filosofía
Toma de la filosofía ideas y trata de realizarlas en forma práctica educativa.
Conclusión:
La Pedagogía es un arte, una técnica, una teoría y una filosofía a la vez.
Es la Ciencia de la Educación
Según Renè Hubert
"La Pedagogía tiene por objeto elaborar una doctrina de la educación, a la vez teórica y
práctica como la doctrina de la moralidad, de la que es una prolongación, y que no sea
exclusivamente ni ciencia, ni técnica, ni filosofía, ni arte, sino todo junto y ordenado
según articulaciones lógicas".
Didáctica y Metodología
Didáctica
Es un conjunto de preceptos, normas, reglas o principios que indican el
contenido de la enseñanza, la forma de transmitir los conocimientos y la
dosificación de los mismos.
Metodología
Es la ciencia del método. Conjunto de procedimientos que deben aplicarse para
alcanzar los fines de la enseñanza en forma directa y segura. Es una lógica
práctica.
Métodos didácticos
Observación y experimentación
Consiste en la consideración o percepción de los hechos, tal como se presentan
espontáneamente. La observación se limita a registrar los hechos, sin
modificarlos.
Análisis y síntesis
El análisis es la disociación o descomposición de un todo en sus partes. La
síntesis consiste en la inversión del análisis, es decir, recomponer un todo en sus
partes antes separadas.
Inducción y deducción
La inducción es ir de lo particular a lo general, de los hechos a la ley. La
deducción es la inversión de la inducción, demostrando lo particular a partir de
lo general. La inducción es el método que se prefiere en la educación técnica y la
ingeniería.
Comparación
Relacionar hechos o fenómenos para encontrar sus parecidos o diferencias, y
obtener conclusiones.
Genético
Consiste en relacionar los fenómenos o actos educativos, en relación con las
diversas edades y situaciones sociales.
Tests
Consiste en provocar reacciones o respuestas a estímulos fijados de antemano,
como preguntas, actos o sugestiones , que han sido previstos con anterioridad en
forma científica.
Comprensión
Es la forma más aceptada por la filosofía moderna y aplicable particularmente a
las ciencias del espíritu. Consiste en llegar a lo interior del ser, interpretando sus
manifestaciones externas.
Educación profesional
Es la rama de la Educación que se ocupa de la formación de recursos humanos para el
desempeño de las profesiones, en general.
Educación técnica
Prepara personas para el desempeño de las profesiones técnicas, pero que a la vez sean
económicamente útiles, humanamente felices y socialmente cultas.
Objetivos de la Educación Técnica
1º Preparar personas para que, además de cumplir con su vocación, obtengan una
retribución justa por su trabajo, y contribuyan al progreso de la sociedad.
2º Ofrecerle, simultáneamente, la oportunidad de completar su cultura personal.
3º Permitirle, si lo desea, continuar posteriormente estudios de más nivel con
carrera abierta, estimulándole el interés por la educación continua.
Educación GENERAL Educación TECNICA
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
Educación y Pedagogía
1. Pedagogía deriva del griego, y educación, del latín. Ricardo Nassif menciona las
raíces griegas “Paidos” (niño) y “Agogía” (conducción), equivalentes a conducción del
niño, que es el sentido primitivo de la palabra. El término pedagogía ha evolucionado, y
en la actualidad se refiere al “estudio científico, intencionado y sistemático de la
educación”, la palabra educación procede del latín“educare” que significa criar, nutrir,
alimentar, y “ex ducere” que equivale asacar, llevar o conducir desde adentro hacia
fuera, según Nassif. Esa doble etimología origina las dos acepciones aparentemente
opuestas de hetero-educación y auto-educación. La primera se entiende como el proceso
que se organiza, seejerce y se impone desde afuera y desde arriba, en forma autoritaria,
por parte de otra persona o institución, ajena a quien se educa.
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
Considera a la pedagogía como la única ciencia de la educación, donde las demás
ciencias relacionadas con la educación serian simples ramas de aquella y por tanto son
denominadas “ciencias pedagógicas
TEORÍA DE LA EDUCACIÓN:
a principios del Siglo XIX pedagogía se refiere a cualquier contenido q tuviese q ver
con cuestiones educativas.
A principios del Siglo. XX: primera escisión metodológica: afecta a los métodos o
maneras de estudiar la educación. Surge la pedagogía experimental: basándose en el
método científico y la pedagogía racional: desde la reflexión y racionalización.
A partir de los años 30: segunda desmembración a los contenidos: psicología,
sociología, filosofía, afectaron con sus aportaciones al conocimiento de la educación.
El objeto de la teoría de la educación es estudiar cualquier fenómeno educativo.
La teoría se entiende como conocimiento inductor de la práctica educativa. La teoría de
la educación significa conocer para hacer, saber para luego aplicar mejor las
innovaciones educativas y mejorar la calidad de la educación mediante el conocimiento,
educación que no solo se refiere a la escolar también a la no formal e informal.
2. Otro grupo de autores son los que también consideran a la Pedagogía como la
«ciencia general de la educación», pero admiten que hay otras «ciencias de la
educación» que, sin embargo no llegan a tener carácter independiente respecto la
primera. Se trata de una posición muy próxima a la primera con la única diferencia de la
terminología citada. Aquí se podrían encuadrar los nombres de García Hoz y Nassif, por
ejemplo.
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
La pedagogía es un conjunto de saberes que se ocupa de
la educación, y como ciencia de carácter psicología del
niño en la sociedad, de ahí que esta ciencia haya
requerido el apoyo de otras áreas del saber cómo
sociología, economía, antropología, y psicología, como
campos sociales relacionados con el hombre como ser
social que ha formado parte del contexto b histórico de
las diversas épocas conocidas.
En otras palabras, la pedagogía ha tenido varias concepciones, de ahí. Que algunos la
consideren un arte y otros crean que son saberes o ciencias. En relación a estas
concepciones, cada posición tendrá su aceptación, dependiendo del enfoque que le den,
ya que le corresponda, mientras que como saberes, la idea está referida al cumulo de
teorías que aporta a la formación del hombre como ser social.
16.-PHILIPPE MEIRIEU
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
El concepto "pedagogía" en la obra del pedagogo Philippe
Meirieu se presenta como el resultado de la experiencia
adquirida a lo largo de tres décadas. La "preocupación de sí"
y la "preocupación por el otro" revelan la base teórica del
concepto. La pedagogía reflexiona la educación, los
aprendizajes, la enseñanza y la escuela. El terreno de
reflexión se encuentra en las ciencias de la educación y la
pedagogía diferenciada, lugar donde logra producir un
nuevo discurso pedagógico.
Philippe Meirieu desarrolló el postulado de educabilidad del alumno. En efecto cada
docente parte del postulado que el alumno es educable. No importa saber si es cierto o
no, hay que tomarlo como una premisa. Esta afirmación no garantiza el éxito, pero
constituye un motor. Sin este postulado, los dados son echados de antemano.
Ejemplo: ¿Cuantos maestros piensan desde los primeros días de clase que tal alumno
fracasará y tendrá que repetir al final del año?
Otro ejemplo: Lo que se llama el efecto "Brunel".
Experiencias docentes, hechas con alumnos en clases y que consistía en dar una visión
optimista o pesimista del alumnado al docente muestran resultados sorprendentes. Así
la práctica mostró la fragilidad del docente y como éste parte de las experiencias a
priori para catalogar a sus alumnos.
La experiencia consistió en presentar al docente alumnos con dificultades como niños
"excelentes" y al contrario presentando a muy buenos alumnos como niños con
dificultades escolares. La conclusión es aleccionadora y nos demuestra que la Teoría del
rumor y los a priori son muy significativos en la visión que se hacen los docentes de sus
estudiantes. El concepto de los docentes cambia con lo que se dijo del alumno. Los
alumnos " buenos" bajaron de nivel, y los niños considerados con dificultades subieron
los promedios de manera muy significativa.
El punto de apoyo: Es otro concepto propuesto por Philippe Meirieu y que el autor
elaboró en sus libros y en su experiencia. Este principio consiste en postular que el
alumno no es "una pagina en blanco". Tiene un pasado, conocimientos, habilidades.
Hay que buscar en cada alumno los recursos, las entradas sobre las cuales articular y
organizar el aprendizaje; hay que buscar sobre que punto el docente se puede apoyar
para hacer evolucionar y adelantar al alumno, para hacerlo crecer y que sienta que la
educación y sus contenidos no solo son agradables sino también significativos.
Esas entradas pueden ser de orden cognoscitivo: capacidades, conocimientos,
competencias. Pueden ser también del orden sensitivo: capacidades de expresión,
habilidades de manipulación, o de orden afectivo: interés, curiosidades, pasiones.
la evaluación formativa
Evaluación "formativa": el maestro determina lo que el alumno es capaz de hacer: sabe
usar un diccionario, lee un trozo sin errores fonéticos, lee con tono, sabe usar un atlas,
buscar en una enciclopedia, asociar fechas y momentos históricos. Por cada objetivo se
determina lo que logra cada alumno, y en lo que necesita un apoyo. Se califican los
progresos del niño, y la posición con relación al objetivo.
La evaluación sumativa: es la corriente: una nota promedio con, o sin
adecuación sanciona el total de un trabajo. Contrario de lo que se puede pensar:
La evaluación sumativa no nos indica el logro, ni tampoco las capacidades de un
alumno, es una nota accidental en muchos casos, espuria, afectada por muchas
consideraciones subjetivas del que evalue. La función de los errores .El error
tiene que ser tomado como un punto de apoyo y no como una falta sancionada
por una nota. Un error significa un conocimiento erróneo. Veamos un caso en
matemáticas.
Por ejemplo en la comparación de números decimales, un niño escribe: 4,56<4,89 lo
que es exacto
Pero después escribe:
4,6< 4,24 lo que significa que compara el conjunto de la parte decimal. (6 < 24)
Un ejemplo en Geografía se indica a un niño o niña que debe definir el istmo
centroamericano, y que lo comparé con las nociones de América Central y que trace un
croquis de ambas representaciones. Un ejercicio de por sí ya complicado para cualquier
profesional. En este caso es mejor usar las respuestas para potenciar el conocimiento y
para construir conocimiento, cualquier sistema de notación será falaz y entorpecerá el
proceso de creación de nuevo conocimiento.
Una nota en esos casos no significa nada, en estos casos es más conveniente estudiar
las calidades de los errores cometidos, ya que estos errores se podrían convertir
posteriormente en un impedimento al progreso ulterior del niño, en la construcción del
saber.
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
La pedagogía como una corriente filosófica que llega a ser la
aplicación de los problemas referidos a la educación, de una
manera de sentir y pensar sobre el mundo.
Es decir la pedagogía social concibe la educación como un medio de modificación y
perfección de la sociedad. Cuyo fin es era lograr el buen funcionamiento de la sociedad
se trata de una pedagogía orientada a un fin político es decir la conciencia nacional se
debe lograr a través de la educación.
La pedagogía idealista
La pedagogía vitalista
Trata nuestro autor de justificar su tesis desde diversos argumentos. El primero de ellos,
que en los organismos biológicos hay unas funciones más vitales que otras. Aquellas
funciones más radicalmente vitales son las especializadas, las no mecanizadas, y por
ello, las genuinas representativas de la vida; por su especialización pueden dar
respuestas a plurales, diversas y cambiantes situaciones; tienen una capacidad de
resolver no sólo una tipología de situaciones, sino situaciones de las más variadas
tipologías.
El segundo de los argumentos, es que esa vida primigenia, radical, es realmente la
creadora de cultura, “La cultura y la civilización, que tanto nos envanecen, son una
creación del hombre salvaje y no del hombre culto y civilizado”23. Todas las grandes
épocas de creación han sido precedidas de una explosión de salvajismo. Si queremos
tener una cultura dinámica, que realmente sea plenitud humana, hay que centrarse en el
estudio, análisis y potenciación de esa vitalidad primaria que, como explosión de sí
misma, generará nuevas formas de cultura.
Y aquí es donde juega su papel la pedagogía, ya que la propuesta de Ortega, como él
mismo confiesa, está muy lejos del naturalismo a la manera de Rousseau. La pedagogía
tiene que buscar los artificios para intensificar esa vida y en su aplicación consiste la
educación. No hay que dejar al niño a su libérrimo desarrollo, no hay que imitar los
procesos de la naturaleza; las acciones educativas son acciones intencionales, reflexivas,
tras la consecución de una meta: cooperar técnicamente en la maximización del
potencial vital más profundo de los niños. Hay que orientar la educación no a la
adquisión de formas culturales, sino hacia la puesta en forma de la propia vida, al
incremento del propio poder vital.
¿Cuáles son aquellas funciones espontáneas que es necesario potenciar? Ortega se
atreve a hacer un intento de enumeración: “el coraje y la curiosidad, el amor y el odio,
la agilidad intelectual, el afán de gozar y triunfar, la confianza en sí y en el mundo, la
imaginación, la memoria”. Estas funciones son como las secreciones internas que
dinamizan el organismo como un todo integral y, cuando falta alguna de ellas, el
organismo no funciona. Son para la psique lo que la hormona es para lo fisiológico: la
sustancia básica, lo incitante.
Lo que Ortega propugna es que la educación elemental esté dirigida a asegurar la salud
vital, supuesto de toda otra salud: “La enseñanza elemental debe ir gobernada por el
propósito último de producir el mayor número de hombres vitalmente perfectos;
hombres que sientan brotar su actuación espiritual de un torrente pleno de energía, que
no percibe su propia limitación, que parece saturado de sí mismo; hombres cuyas
acciones son como un desborde de su interna abundancia.
A pesar de lo que pueda parecer, Ortega ni propugna un primitivismo naturalista, como
testimonian sus críticas a Rousseau, ni defiende ningún tipo de irracionalismo anti
culturalista. Simplemente ha revisado el papel que le había conferido anteriormente a la
cultura, de ser el principio y el sentido de la vida humana. Ahora, por el contrario,
encarna la cultura en la vida, puesto que el sentido de la cultura está precisamente en ser
una función de la vida. No es la vida para la cultura sino la cultura para la vida. El
equilibrio vida-cultura se descompensa en favor de la vida ya que ella es el principio de
valoración de la cultura. Se trata ahora de autentificar y vivificar la cultura poniendo a la
vida como criterio de autentificación.
Ortega no sólo realiza una sugerente exposición de dos funciones básicas de esa vida
primigenia, el deseo y los sentimientos, sino que también procura señalar
procedimientos para la educación de esa vida esencial. Así, para potenciar su impulso
vital, el niño ha de ser envuelto en una atmósfera de sentimientos audaces y
magnánimos, ambiciosos y entusiastas. Un medio pedagógico de importancia es
presentarle, más que hechos, mitos; el mito, según Ortega, suscita en nosotros las
corrientes inducidas de los sentimientos que nutren el pulso vital, mantienen a flote
nuestro afán de vivir y aumentan la tensión de los más profundos resortes biológicos.
Otro procedimiento al que presta especial atención es al de educar a los niños no como
adultos sino como niños; no desde un ideal de hombre ejemplar, sino desde una pauta de
puerilidad.
Ortega critica que juzguemos a los niños desde nuestras categorías de adultos,
suponiendo que están sumergidos en el mismo medio vital que nosotros. El niño tiene
su propio medio vital de intereses, no utilitarios, que han de ser desarrollados y,
precisamente de ese desarrollo dependen, con frecuencia, las direcciones vitales más
ricas de la vida de adulto. Así “el canto del poeta y la palabra del sabio, la ambición del
político y el gesto del guerrero son siempre ecos adultos de un incorregible niño
prisionero” 26. Los objetos que para el niño vitalmente existen, que le ocupan y
preocupan, que fijan su atención, que disparan sus afanes, sus pasiones y sus
movimientos, no son los objetos reales cualesquiera, sino los deseables, que pueden ser
reales o no, pero que al niño le interesan en cuanto deseables; por eso le atraen los
cuentos, las leyendas en las que purifica los aspectos de la realidad para convertirla en
un paisaje según sus deseos.
La postura definitiva y madura de Ortega no es la que acabamos de exponer, sino la
alcanzada a partir de 1930, cuando busca un equilibrio entre vida y cultura. Una
espontaneidad vital, fuera de las instituciones, degenera en un irresponsable
primitivismo; y unas instituciones sin Pedagogía de la madurez.
En su artículo, “Un rasgo de la vida alemana”, Ortega nos dice que el individuo tiene
ilimitadas posibilidades de ser una personalidad u otra; pero, cuando nos acercamos al
hombre concreto, sus posibilidades reales se limitan, son aquellas que provienen del
entorno en el que vive, que es un entorno cultural y social concreto, en el que se ha
depositado lo que los demás hombres, antes que él, han hecho. La cultura, los objetos
culturales, siempre surgieron como acciones individuales, pero, al convertirse en
objetos, se des individualizaron y adquirieron vida propia. De ahí que las posibilidades
reales que un individuo tenga sean las aportadas por las instituciones des
individualizadas, extrañas a los individuos y que se les imponen. Esa imposición tiene
una doble vertiente: por un lado, es una constricción, una limitación; por otro lado, es lo
que hace posibles nuevos individuos.
La vida, como libertad, se encuentra amenazada siempre por aquello mismo que la
posibilita: la cultura. Por eso tiene que volverse contra la cultura, desconfiar de ella,
aunque sea precisamente porque es el presupuesto de su seguridad; criticarla y
transcenderla siempre de nuevo, no hacia la naturaleza, sino hacia nuevas
configuraciones culturales.
Por ello Ortega, en las lecciones de sus cursos para estudiantes universitarios, insistía en
que tenían que partir de la cultura con la que se encontraban; pero, al igual que los
creadores de cultura, deberían esforzarse en un análisis crítico de la misma, y ver si la
producida hasta el momento les satisfacía o si, por el contrario, sentían la necesidad
vital de hacerla de otra manera.
En esto consiste el vivir de verdad, el vivir en la cultura de los tiempos . Sólo podemos
decir que hemos encontrado una verdad cuando hemos hallado un pensamiento que
satisface una necesidad sentida por nosotros. Si el estudiante sólo siente la necesidad de
aprender lo que otros han descubierto, tendrá afición o gusto, ya que parte de una
necesidad impuesta, algo artificial. Esa necesidad es distinta de la de aquellos hombres
que generaron un nuevo conocimiento, porque lo necesitaban para vivir, porque era una
necesidad vital. De ahí que Ortega nos proponga un interesante concepto de la
enseñanza: “Enseñar no es primaria y fundamentalmente sino enseñar la necesidad de
una ciencia, y no enseñar la ciencia cuya necesidad sea imposible hacer sentir al
estudiante”.
Es necesario promover, por lo tanto, unas instituciones educativas dinamizadas por la
inquietud de encontrar las respuestas a los problemas vitales sentidos por los alumnos; y
en las que la libertad, la democracia y la modernidad sean las orientaciones básicas.
Esas instituciones educativas son las que propone Ortega en uno de sus escritos más
conocidos, Misión de la Universidad. Inicia su trabajo haciendo un diagnóstico de la
Universidad española. ¿Qué es la universidad actualmente? Su respuesta es: un centro
de enseñanza superior, donde se prepara a los hijos de las familias acomodadas, no a los
de las obreras, para que ejerzan las profesiones intelectuales; y un centro, continúa
Ortega, cuyos profesores están obsesionados por la investigación científica y por
preparar a futuros investigadores.
A esa Universidad, Ortega le critica: su elitismo, ya que no reciben la enseñanza
superior todos los que podían y deberían recibirla; su escaso criterio investigador, ya
que confunde la enseñanza y el aprendizaje de la ciencia con el descubrimiento de la
verdad o la demostración del error; y, sobre todo, le critica el abandono de la enseñanza
de la cultura, es decir, no transmitir ideas claras y firmes sobre el universo, convicciones
positivas sobre lo que son las cosas y el mundo; en otras palabras, no ser la institución
que enseñe a vivir de acuerdo a las ideas más avanzadas de su tiempo.
¿Cuál debe ser la misión de la universidad de nuestro tiempo? Ortega responde:
transmitir la cultura; enseñar las profesiones; la investigación científica y la educación
de nuevos investigadores. Formulada así la misión de la universidad, parece ser que
Ortega aporta poca vitalidad degeneran en rutina e inercia.
Hay que partir del estudiante, de sus posibilidades de saber y de lo que él necesita para
vivir. Hay que partir del estudiante medio y darle sólo el cuerpo de enseñanzas que se le
puedan exigir con absoluto rigor; en otros términos, enseñarle lo que se requiera para
vivir a la altura de su tiempo, y que esos contenidos pueda aprenderlos con holgura y
plenitud. De acuerdo con lo anterior, Ortega establece los siguientes lemas: “La
universidad consiste, primero y por lo pronto, en la enseñanza que debe recibir el
hombre medio; hay que hacer del hombre medio, ante todo, un hombre culto, situarlo a
la altura de los tiempos...; hay que hacer del hombre medio un buen profesional...; no se
ve razón ninguna densa para que el hombre medio necesite ni deba ser un hombre
científico”.
El lema en el que Ortega centra su exposición es que la universidad debe enseñar
cultura. Entiende por cultura el sistema de ideas vivas que cada época posee: “Esas que
llamo ideas vivas o de que se vive son, ni más ni menos, el repertorio de nuestras
efectivas convicciones sobre lo que es el mundo y son los prójimos, sobre la jerarquía
de los valores que tienen las cosas y las acciones: cuáles son estimables, cuáles son
menos”.
El hombre, cada hombre, no puede vivir sin reaccionar ante su entorno o mundo,
forjándose una interpretación intelectual de él y de su posible conducta en él. Esta
interpretación es el repertorio de convicciones o ideas, sobre el universo y sobre sí
mismo, que tiene que enseñar la universidad.
Es cierto que, en nuestra época, el contenido de la cultura viene, en su mayor parte, de
la ciencia; la cultura espuma de la ciencia lo vitalmente necesario para interpretar
nuestra existencia, pero hay pedazos enteros de la ciencia que no son cultura, sino pura
técnica científica.
El hombre necesita vivir y la cultura es la interpretación de esa vida; la vida, que es el
hombre, no puede esperar a que las ciencias expliquen científicamente el universo; el
hombre, para su vida, que es urgencia, necesita la cultura como un sistema completo,
integral y claramente estructurado del universo; y esa cultura tiene que ser la de su
tiempo. Enseñar esta cultura en la universidad requiere profesores con una gran
capacidad sintética y sistemática.
En resumen, y según sus propias palabras, la delimitación que nos presenta de la misión
primaria de la universidad es la siguiente: “Primero, se entenderá por Universidad,
stricto sensu, la institución en que se enseña al estudiante medio a ser un hombre culto y
un buen profesional; segundo, la universidad no tolerará en sus usos farsa ninguna, es
decir, que sólo pretenderá del estudiante lo que prácticamente puede exigírsele; tercero,
se evitará, en consecuencia, que el estudiante medio pierda parte de su tiempo en fingir
que va a ser un científico. A este fin se eliminará del torso o mínimum de estructura
universitaria la investigación científica propiamente tal; cuarto, las disciplinas de cultura
y los estudios profesionales serán ofrecidos en forma pedagógicamente racionalizada,
(sintética, sistemática y completa), no en la forma que la ciencia abandonada a sí misma
preferiría: problemas especiales, “trozos” de ciencia, ensayos de investigación; quinto,
no decidirá en la elección del profesorado el rango que como investigador posee el
candidato, sino su talento sintético y sus dotes de profesor; sexto, reducido el
aprendizaje de esta suerte al mínimum en cantidad y calidad, la universidad será
inexorable en sus exigencias frente al estudiante”.
Ortega era consciente, y explícitamente lo hace constar, de que sus opiniones sobre la
investigación científica y la formación de investigadores serían negativamente
valoradas; lo que él denuncia es la farsa de la investigación científica y de su pretendida
enseñanza en los estudios ordinarios. Para que no quede duda de su posición, nos dice
que: “La universidad es distinta, pero inseparable de la ciencia. Yo diría: la universidad
es, además, ciencia”. La ciencia es el supuesto radical para la existencia de la
universidad, ésta tiene que vivir de aquélla, ya que la ciencia es el alma de la
universidad. Además de estar relacionada con la ciencia, la universidad necesita tener
contacto con la existencia pública, con la realidad histórica, con el presente. La
universidad tiene que estar abierta a la plena actualidad, e intervenir en ella como tal
universidad, tratando los grandes temas del día, desde su punto de vista propio, cultural,
profesional o científico. Entonces concluye Ortega volverá a ser la universidad lo que
fue en su hora mejor: un principio promotor de la historia europea.
18.-IMMANUEL KANT:(1742-1804)
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO
Define a la pedagogía como una disciplina fundamental
en la que plantea que el conocimiento es una operación
transformadora que lleva a cabo un sujeto.
En el tratado de la pedagogía, Kant estudia el problema
de la formación del niño y joven.
Es posible educar al hombre en función de sus
proyectos. Puede decirse que la educación investiga los
principios reguladores: la pedagogía no habla del ser, sino por su propia naturaleza del
deber ser. Este; sin embargo, es una adquisición racional.
El hombre es un ser educable; el ser humano no solo puede, sino que requiere ser
educable.
Con esta indicación se da con la idea de que la propuesta pedagógica por eso tiene
sentido de la observación de Kant según la cual razón le permite al hombre adaptarse al
medio; es ella es un instrumento de adaptación; pues, no sólo comprende donde se
encuentra y hacia donde puede ir, para hacerse cada vez más humano, sino que se toma
su propia reflexión. De ahí que se da la compresión de que la naturaleza humana se le
puede formar mediante la educación, pues la humanidad se halla en progreso constante
gracias a los niveles de educación que se van alcanzando de ella; es con este proceso
educativo que se alza, ante los ojos del hombre la visión del futuro.
La pedagogía o ciencia de la educación es física o practica; en cuanto a la física estudia
los cuidados que comparte en el aprendizaje animal con el humano; en cuanto a la
práctica o moral su estudio es relativo al comportamiento y trata la libertad como la
manera en que éste se obtiene como adquisición cultural; entonces se interroga por el
sentido de ésta para el individuo y para la especie.
19.- JOSÉP MARIA QUINTANA
Fue un escritor y pedagogo en la universidad de
Barcelona, estudio Humanidades y filosofía.
Nacido en el Pirineo catalán, alcanzó una sólida
formación humanística en los diversos campos del
saber: filológico, con estudios etimológicos y
traducciones del alemán (Kant, Hegel y Pestalozzi,
entre otros autores).
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO:
Siempre mantuvo un diálogo con las distintas
corrientes de pensamiento pedagógico, descollando en
diferentes ámbitos como la Sociología de la Educación,
la Teoría de la Educación y la Pedagogía Social.
Formado en la Universidad de Barcelona, a la sombra de Juan Tusquets y Alejandro
Sanvisens, defendió una posición intermedia entre las diferentes posiciones que
entroncan con la tradición de la pedagogía perenne. Si Juan Tusquets fue el pedagogo
de la problematicidad influido por la crisis de la cultura y Alejandro Sanvisens un
pedagogo sistémico- cibernético, el profesor Quintana –discípulo de los dos anteriores–
construyó una sugestiva filosofía de la educación, que haciéndose igualmente eco de los
planteamientos de Juan Mantovani, puede ser calificada de antinómica.
Ahora bien, de acuerdo con los principios de la pedagogía perenne supo situarse en un
oportuno término medio, lo cual le permitió establecer puentes con todas las filosofías,
aceptándolas en aquello que resulta plausible y combatiéndolas cuando lo exige la
honestidad intelectual y la responsabilidad profesional. Quintana optó –como él mismo
declaraba– por el término medio, «visto que los términos oponentes son parcialmente
interesantes y, por lo mismo, es conveniente conservar lo que de bueno hay en cada uno
de ellos» (La axiología como fundamentación de la filosofía. Madrid: UNED, 2000, pp.
86- 87). De ahí que considerase el ser humano como algo siempre mejorable,
distanciándose tanto del optimismo como del pesimismo antropológico, tema que
abordó en uno de sus últimos libros (Ni lobo ni cordero: el hombre es un ser mejorable,
2012).
De igual modo, el profesor Quintana daba importancia a la convergencia entre lo
biológico y lo psíquico, hasta el punto de ser un defensor de la caracteriología.
Siguiendo a Kretschmer, dio la siguiente descripción de la tipología leptosómica o
asténica. «Individuo alto y delgado, de figura escuálida a causa de que el tronco, brazos
y piernas son alargados y estrechos, con músculos delgados, piel enjuta y pálida». Estas
palabras del profesor Quintana, bien pueden atribuirse a su propia persona. Y ello más
todavía si tenemos en cuenta que aunque su fortaleza aparentemente sea menor, los
leptosómicos acostumbran a vivir muchos años, como felizmente se ha dado en su caso
superando de largo los ochenta años de edad.
Entre los innumerables méritos que atesoró el profesor Quintana destaca el haber
defendido con ahínco y acierto –en ocasiones desde la soledad y la incomprensión– la
Pedagogía, al no compartir la disolución postmoderna del saber pedagógico, y menos
aún que la Pedagogía se haya volatizado entre el magma de las Ciencias de la
Educación. En su opinión, no pueden las Ciencias de la Educación sustituir a la
Pedagogía, simplemente porque ambas tienen perspectivas diferentes: lo que las une es
el estudio de la educación (objeto material); lo que las distingue es el aspecto que
estudian de la educación (objeto formal). En realidad, la educación es una realidad
semántica doble, según se la considere in fieri o in facto esse; lo primero lo estudia la
Pedagogía, y lo segundo las Ciencias de la Educación. En el primer caso tenemos una
ciencia «práctica», normativa (la Pedagogía), mientras que en el segundo surgen unas
ciencias teorético-descriptivas (las Ciencias de la Educación). Objeto de la primera es el
«acto educativo» (o acción de educar), mientras que las segundas se ocupan del «hecho
educacional », o sea, de los fenómenos educacionales.
La pedagogía también tiene como objetivo explicar el proceso educativo, por ende le
sirve al educador para saber sus falencias en su método de enseñar y de tal manera
mejorarlas.
http://www.quieroapuntes.com/
www4.ujaen.es/~ahernand/documentos/efdgmagtema_1.pdf