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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA | MARX 1 ​.

KARL MARX 
(Tréveris, 5 de mayo de 1818-Londres, 14 de marzo de 1883)

​CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA ​ ​ .
Karl Heinrich Marx nació el 5 de mayo de 1818 en Tréveris, ciudad de la Prusia
renana (a la que también pertenecían Bonn y Colonia). Aunque su familia era de
origen judío se habían convertido al protestantismo en 1824. Su padre, Heinrich
Marx, era abogado en Tréveris. En dicha ciudad cursó sus estudios de Bachillerato,
iniciando luego sus estudios universitarios en Bonn, que proseguiría en Berlín,
donde se dedicó al estudio de la historia y la filosofía, en una época en la que la
influencia del pensamiento hegeliano era predominante. Marx terminaría sus
estudios en 1841, con una tesis doctoral sobre la filosofía de Epicuro. En Berlín
entró en contacto con los llamados "Jóvenes hegelianos", haciéndose socio del Club
de Doctores (Doktorklub). De esa época data su amistad con Bruno Bauer, uno de
los miembros destacados del club.

En 1842 comenzó su colaboración con la revista "Rheinische Zeitung",


(Gaceta Renana), dedicada cuestiones de "política, comercio e industria", que
destacó por su carácter crítico, y de la que posteriormente sería redactor jefe, en
Colonia, actividad que le puso en contacto directo con los problemas políticos y
sociales de la época en Alemania. Consecuencia de tal contacto, y del análisis de la
realidad social y política, fue el giro dado por Marx en su pensamiento, que le llevó a
adoptar una actitud crítica ante la teoría del Estado de Hegel.

El 19 de junio de 1843 se casará con Jenny von Westphalen, joven


perteneciente a la nobleza prusiana (cuyo hermano sería Ministro de Interior en uno
de los períodos más reaccionarios, después de la revolución de 1848). A raíz del
cierre de la revista, en 1843, censurada por las autoridades, Marx se traslada con
Jenny a París, donde colaborará con Arnold Ruge en los "Anales franco-alemanes,
revista de la que se llegaría a publicar un sólo número, en la que publicará su
"Crítica de la filosofía hegeliana del Derecho". En París entrará en contacto con el
movimiento socialista francés, a través de Proudhon y Louis Blanc, dos de sus
destacados líderes, conociendo también al anarquista ruso Bakunin. En esa época
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA | MARX 2 ​.

iniciará sus estudios de la economía política inglesa, sumergiéndose en la obra de


Adam Smith y Ricardo, lo que supondrá un nuevo giro en su pensamiento.

En 1844 entabló de nuevo contacto con F. Engels, a quien había conocido


anteriormente, llegado a París procedente de Inglaterra, iniciándose una
colaboración duradera entre ambos, que dará su primer fruto en 1845, con la
publicación de "La sagrada familia", una obra crítica en contra de las posiciones
idealistas defendidas por Bruno Bauer y sus seguidores.

En 1845 Marx es expulsado de Francia, trasladándose a Bruselas. Allí


continuará su actividad política e intelectual, plasmada en las conocidas "Tesis
sobre Feuerbach" y en "La ideología alemana", escrita ésta en colaboración con
Engels, y que no será publicada hasta 1932, pero que contiene ya los elementos
fundamentales de la concepción materialista de la historia.

En 1847 se asocia a la Liga Comunista. De nuevo en colaboración con


Engels, redacta los principios y objetivos de la misma, recogidos en el conocido
"Manifiesto comunista", que sería publicado en Londres en 1848. Ese mismo año
comienza una oleada de revoluciones en Europa. Marx será expulsado de Bélgica,
donde se temía el éxito de la revolución, sin contemplaciones, Dirigiéndose a
Francia, invitado por el gobierno provisional. Marx y Engels deciden regresar a
Alemania, para participar en la que se producía allí, y que se saldará con un fracaso.
Marx editará en Colonia la "Neue Rheinische Zeitung", por cuyos artículos se le
llevará ante los tribunales de justicia juzgado, pero será absuelto. Tras las derrotas
de las insurrecciones de mayo de 1849 de trasladará de nuevo a París, pero será
nuevamente expulsado de Francia, en 1849, por lo que se dirigirá a Londres, donde
establecerá su residencia, aunque realizará algunos viajes, relacionados con la
salud y visitas familiares, a Francia y a Alemania.

En Londres desarrollará una intensa actividad intelectual, (son conocidas sus


intensas sesiones de trabajo en la biblioteca del Museo Británico), que le llevará a la
realización de su obra cumbre, "El capital", colaborando también en el "New-York
Tribune". En 1859 publica, como fruto de sus trabajos sobre economía, la
"Contribución a la crítica de la Economía política", donde expone su teoría del valor,
que se convertirá en la piedra angular de sus estudios sobre el capital. No obstante,
Marx no deja completamente al margen su actividad política en el movimiento
comunista internacional, de la que será una muestra su participación en la creación,
en 1864, de la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores), que sería conocida
también como la Iª Internacional. Las divergencias en el seno de la AIT con los
anarquistas, así como con los socialistas franceses y alemanes, sobre todo respecto
a la hegemonía del Consejo General, se saldará con lo que se ha considerado un
fracaso político para Marx, quien no consigue imponer sus tesis sino formalmente,
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aunque gracias a la situación de poder de la que sigue gozando, consigue que la


sede de la Internacional sea trasladada a Nueva York.

En 1867 se publicará la primera edición del primer tomo de "El capital". Los 2
restantes volúmenes serán publicados póstumamente por Engels, en 1885 y 1894.
En 1871, tras la revolución que lleva a la Comuna de París, Marx organiza
manifestaciones de apoyo y escribe "La guerra civil en Francia", que interpreta la
Comuna como el primer intento para instituir la dictadura del proletariado.

Fallece el 14 de marzo de 1883, siendo enterrado en el cementerio


londinense de Highgate.

​PRINCIPALES OBRAS DE MARX ​ ​ .


● 1841 Diferencias entre la filosofía natural de Demócrito y la filosofía natural de
Epicuro. (Tesis doctoral)

● 1841 Crítica de la filosofía del derecho de Hegel.

● 1844 Manuscritos económico-filosóficos. (Publicados en 1932).

● 1845 Tesis sobre Feuerbach.

● 1847 Trabajo asalariado y capital.

● 1847 La miseria de la filosofía.

● 1848 Discurso sobre el libre cambio.

● 1849 La burguesía y la contrarrevolución (segundo artículo). Publicado en la Neue


Rheinische Zeitung.

● 1849 Trabajo asalariado y capital.

● 1850 Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850.

● 1851-1852 El dieciocho brumario de Luis Bonaparte.

● 1853 La dominación británica en la India.

● 1853 Futuros resultados de la dominación británica de la India.

● 1854 La España revolucionaria.

● 1859 Contribución a la Crítica de la Economía Política.

● 1864 Manifiesto inaugural de la Asociación Internacional de los Trabajadores.

● 1865 Salario, precio y ganancia.

● 1867 El Capital.

● 1871 La guerra civil en Francia.


HISTORIA DE LA FILOSOFÍA | MARX 4 ​.

● 1874 Acotaciones al libro de Bakunin El Estado y la Anarquía.

● 1875 Crítica al Programa de Gotha.

Obras escritas en colaboración con Engels


● 1845 La ideología alemana. (Publicada en 1932).

● 1845 La sagrada familia.

● 1848 Manifiesto del Partido Comunista.

● 1850 Circular del Comité Central a la Liga Comunista.

● 1871 De las resoluciones de la Conferencia de Delegados de la Asociación


Internacional de los Trabajadores.

● 1872 Las pretendidas escisiones de la Internacional.

● 1879 De la carta circular a A. Bebel, W. Liebknecht, W. Bracke y otros.

​CONTEXTUALIZACIÓN FILOSÓFICA ​ ​ .
La obra de Marx contiene elementos que pertenecen a campos de la reflexión y la
actividad considerados tradicionalmente como de orden diferente. Eso ha permitido
tratar a Marx como un economista, como un filósofo, como un revolucionario, según
los intereses de quien se acerca a sus obras, estableciendo una separación
arbitraria en el comjunto de su pensamiento, que se ha prestado a diversas
manipulaciones. Pese a ello, ha predominado entre sus estudiosos el afán por
comprender su obra en conjunto, dado que el mismo Marx no estableció tales
distinciones, y que utilizó elementos procedentes de un campo para aplicarlos a
otro, extrayendo conclusiones que difícilmente pueden considerarse estrictamente
económicas, filosóficas o políticas.

La triple influencia recibida por Marx


Así, se ha convertido ya en un tópico tradicional presentar la obra de Marx como el
resultado de una triple influencia: la de la ​filosofía hegeliana​, asimilada en sus
años de estudiante en Berlín; la de la ​economía política inglesa​, en la que se inicia
durante su primer exilio en París; y la del ​socialismo francés​, con el que también
entrará en contacto durante su primer exilio en París, (llamado posteriormente
"socialismo utópico", por contraposición a su propia interpretación del socialismo,
conocida como "socialismo científico"). Esta triple influencia se puede desglosar en
los siguientes elementos:

● De la filosofía hegeliana o, más bien, como resultado de su crítica del


idealismo, tal como lo presentaba Hegel, (o sus seguidores, tanto de la
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derecha como de la izquierda hegeliana), conservará algunos conceptos que


resultarán fundamentales en su pensamiento (especialmente las ideas de
dialéctica y de historia como proceso orientado hacia un fin.)
● Del "socialismo utópico" francés (Saint-Simon, Fourier, Proudhom) tomará las
ideas socialistas y revolucionarias de su pensamiento político, como la idea
de la lucha de clases.
● De la economía política inglesa (Adam Smith y David Ricardo), tomará las
herramientas técnicas del análisis económico y sobre todo la idea del
valor-trabajo como eje articulador de toda actividad productiva.

Es en los "Manuscritos económico-filosóficos" y en "La ideología alemana", escritas


en 1844, la primera, y en 1845, la segunda, (ésta en colaboración con Engels), pero
que no fueron publicadas hasta 1932, donde se encuentran los principales análisis
de la naturaleza de la alienación del ser humano. El extrañamiento del sujeto en el
proceso de su objetivación había sido ya estudiado por Hegel, pero será a raíz de la
crítica de la noción de alineación mantenida por Feuerbach como irá perfilando Marx
su propia interpretación de la naturaleza de la alineación en el ser humano.

​LA ALIENACIÓN EN FEUERBACH​ ​ .


Feuerbach plantea el problema de la alineación en su obra "La esencia del
cristianismo", en el contexto de la explicación del origen y naturaleza de la religión.
El ser humano no es el producto de los dioses, sino más bien lo contrario​, los
dioses son el producto de los seres humanos: la religión es una invención de los
seres humanos, el resultado de aplicar atributos trascendentes al mundo conocido,
al mundo material y sensible, la duplicación trascendente de este mundo terrenal.
Una vez creado ese mundo trascendente de la religión, se produce una extraña
inversión, por la que se intercambian los papeles del creador y de la criatura, que da
lugar a la alineación religiosa. En el caso del cristianismo, pues, resulta que no es
Dios quien crea al ser humano, sino el ser humano quien crea a Dios. Ahora bien,
una vez creado Dios, los seres humanos no lo ven como su propia imagen, sino que
lo conciben como algo superior, hasta el punto de invertir completamente la relación
de semejanza, creyéndose ellos imagen de Dios, y terminando por someterse a él.
Pues bien, es en ese sometimiento en donde se consuma la alienación, la
enajenación del ser humano, en la medida en que supone la pérdida de sí mismo, la
renuncia a su propia naturaleza en favor de la de un ser ajeno. De este modo el ser
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humano se convierte en algo extraño para sí mismo, en un ser alienado. El producto


de su objetivación se le impone como la verdadera y única realidad, a la que debe
someterse, viéndose obligado a vivir "para otro".

​LA ALIENACIÓN EN MARX ​ ​ .


Pero esta noción de alienación, que Feuerbach restringía al ámbito religioso, Marx la
extenderá a todas las esferas de la actividad humana, empezando por la actividad
esencial del ser humano: la producción de bienes para la satisfacción de sus
necesidades. Producir es la actividad esencial de los humanos, lo que los distingue
de otras especies animales. Producir significa transformar la Naturaleza, y al
transformar la Naturaleza el ser humano expresa su rasgo esencial. No se limita a
tomar de la Naturaleza, sino que deliberadamente busca modificarla. De ahí que el
trabajo sea el concepto fundamental para entender al ser humano. El trabajo, como
actividad productiva libre, es la actividad en la que el ser humano expresa su
humanidad, su verdadera naturaleza. Todo lo producido de esta forma -un vestido,
una estatua, una casa- es la esencia de la vida humana convertida en un objeto
físico y, por tanto externo al productor. En la sociedad industrial, el trabajador no
controla el producto de su trabajo. El producto en el que se objetiva su trabajo no le
pertenece, convirtiéndose así en algo extraño, ajeno al trabajador: su actividad
transformadora no le pertenece, no es considerada como suya, sino que deviene
propiedad de "otro". "El objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él
como un extraño, como un poder independiente del productor... el trabajador se
relaciona con el producto de su trabajo como con un objeto extraño", dice Marx en
los "Manuscritos económico-filosóficos". Además, en la medida en que el producto
se convierte en una mercancía, el trabajo objetivado en él es tratado también como
mercancía, por lo que el mismo sujeto productor, cuya actividad se halla objetivada
en la cosa, en el objeto producido, se ve sometido a un proceso de reificación, de
cosificación, mediante el que termina por ser considerado simplemente como cosa,
como mercancía.

¿En qué consiste entonces la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo
es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el
trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no
desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo, arruina su
espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo, fuera
de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo
no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una
necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo.
Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no
existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste.
El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de
autosacrificio, de ascetismo​ [ Marx, "Manuscritos económico-filosóficos" ]
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El trabajo se convierte, pues, en una actividad alienada y alienante​, cuando los


seres humanos producen objetos sobre los cuales ya no ejercen ningún control, que
no ponen de manifiesto su humanidad, ya que no resultan de su libre actividad, sino
de una actividad que es "para otro", que ya no les pertenece porque le pertenece a
quien haya pagado su salario, y de la son despojados. De esta manera es el
capitalista el que, con la apropiación del producto, se apropia de la actividad de los
demás, resultando para ellos una actividad enajenada, alienada. Además, el objeto
producido se vuelve contra su creador, puesto que sirve para enriquecer al
capitalista y aumentar su poder sobre el proletario. De este modo la actividad
productiva se convierte en una actividad realizada bajo "dominación, coerción y el
yugo de otro hombre". ​Los seres humanos en vez de relacionarse entre sí
cooperativamente lo hacen competitivamente. El amor y la confianza mutua se
ven reemplazadas por el comercio y el intercambio de y como mercancías. Los
seres humanos no reconocen en el otro una naturaleza humana común: ven a los
otros como instrumentos para satisfacer sus intereses egoístas. La humanidad, bajo
la explotación del trabajo asalariado, aparece escindida, separada en dos partes
que no reconocen su común humanidad.

La explotación del trabajador se produce por partida doble​; en primer


lugar, el capitalista lo explota al apropiarse de la materia prima y de los medios de
producción, así como de la plusvalía producida por el trabajador; pero en segundo
lugar, lo explota como mercancía, considerándolo un mero apéndice de la
maquinaria, una pieza más del sistema de producción. En esta segunda forma de
explotación, el trabajador pierde toda autonomía personal y toda posibilidad de
encontrar satisfacción en el trabajo. El capital no sólo se apropia de la plusvalía sino
que se convierte en una fuerza tangible que exprime la vida misma del trabajador y
que mutila sus talentos: el trabajo, su propia actividad, se convierte en el medio de
su esclavitud, de su alienación.

Pero la alienación no sólo se da en el terreno de la actividad productiva, del


trabajo. Además de la alienación económica, estructural y radical en la sociedad
capitalista, derivan de ella otras formas de alienación, como la social, (a través de la
división de la sociedad en clases), la política (con la división entre la "sociedad civil"
y el "Estado") de las que, a su vez derivan otras formas de alienación ideológica,
(como la religiosa y la filosófica) que buscan justificar la situación real de miseria
para la mayoría y, al mismo tiempo, confundir y mistificar la realidad, creando una
falsa conciencia de la misma.

La última fase de la alienación es, pues, la ​alienación ideológica​. En ésta el


trabajador cree que es legítima la apropiación de la plusvalía por parte del
capitalista. El trabajador cree que, como el capitalista posee legítimamente los
medios de producción (talleres, maquinaria, fábricas...), tiene una pretensión o un
derecho fundado para apropiarse una parte de su trabajo, de una parte de su
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actividad, de una parte de su vida. A su vez, se considera legítima la posesión de


los medios de producción porque deriva de una apropiación legítima de plusvalías
en etapas anteriores, construyéndose un círculo vicioso en los procesos de
legitimación de la explotación. La eficacia de la explotación capitalista descansa
sobre la noción de legitimidad: presentarse ante las conciencias de los explotados
como moralmente justificables.

​IDEOLOGÍA EN MARX ​ ​.
La ideología es una forma de ver el mundo que satisface los intereses de los
explotadores. La ideología es una falsa conciencia, una representación inadecuada
de la realidad a fin de que los explotados consideren naturales y por tanto
justificables e inevitables sus condiciones de vida: “siempre ha habido ricos”, “es
natural que el amo se lleve una parte de la cosecha: es el dueño de la tierra, al fin y
al cabo”, “si no fuera por las amos ¿quién nos daría trabajo”, son expresiones que
manifiestan la aceptación de la ideología dominante por parte de los dominados. La
ideología se constituye en la culminación del proceso de alienación.

Aunque lo fundamental de las ideologías consiste en falsear la realidad,


podemos destacar dos tipos de ideologías:

● La ideología política: consistente en declarar al pueblo soberano y a todos


los ciudadanos libres e iguales. El falseamiento es manifiesto: el pueblo es
soberano, según lo afirman las constituciones de los Estados, pero la
soberanía del pueblo, la libertad y la igualdad son puramente formales porque
no alcanzan a la persona real y concreta. El Estado, teóricamente, es el
árbitro de las diferencias entre los ciudadanos, es el que tiene que estar por
encima de las diferencias particulares de los individuos. Pero, lo que
realmente ocurre, es que el Estado es un instrumento de opresión en manos
de la clase dominante.

● La ideología religiosa: ​al igual que la ideología filosófica, crea sus propios
objetos que carecen de consistencia real. Sólo son productos imaginarios de
los hombres que proyectan en las nubes su subordinación a la naturaleza y a
sus propias relaciones sociales.

La diferencia entre la ideología religiosa y la política es de grado. La religiosa es


más primitiva y la política es más evolucionada. La ideología que predomina en una
sociedad es la ideología de la clase dominante. Esta clase dominante, que posee
los medios de producción, refleja espontáneamente su situación social y elabora
inconscientemente una teoría acerca de la sociedad y del ser humano, con el
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objetivo de justificar sus intereses, justificar el modo de producción existente y


justificar el dominio de la clase dominante.

Más tarde, cuando la lucha de clases se agudiza, la clase explotada toma


conciencia de sí misma y de sus propios intereses, elaborando una nueva ideología
contrapuesta a la de la clase dominante, para justificar la lucha de los explotados y
para justificar un nuevo modelo de sociedad. Las ideologías, por tanto, juegan un
papel fundamental, justificar la situación de la clase que domina en la sociedad.

Las ideologías desaparecerán cuando termine la subordinación de los


hombres a las fuerzas sociales, cuando puedan autodeterminarse con plena
libertad. Es decir, las ideologías no desaparecerán hasta que no se instaure la
sociedad sin clases, la sociedad comunista. Por tanto, cuando desaparezca la
situación de alienación.

​ANÁLISIS DE TEXTOS 1​ ​.
¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo?

Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en


que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino
desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo
y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el
trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo.
Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción
de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del
trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como
no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste.
El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio,
de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en
que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se
pertenece a sí mismo, sino a otro. Así como en la religión la actividad propia de la fantasía
humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre el individuo independientemente
de él, es decir, como una actividad extraña, divina o diabólica, así también la actividad del
trabajador no es su propia actividad. Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo.

K. MARX, Manuscritos económico-filosóficos de 1844, trad. de F. Rubio Llorente, Madrid,


Alianza Editorial, 1968, Primer Manuscrito, XXIII (El trabajo enajenado), pp. 108-109

​ANÁLISIS DE TEXTOS 2​ ​.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA | MARX 10 ​.

Por completo en contraposición a la filosofía alemana, que baja del cielo a la tierra, aquí se
sube al cielo a partir de la tierra misma. Esto es, no se parte de lo que los hombres dicen, se
imaginan, se representan, ni tampoco del hombre dicho, pensado, imaginado, representado,
para desde ahí acceder al hombre de carne y hueso; se toma pie en el hombre realmente
activo y a partir de su proceso vital real se expone la evolución de los reflejos y ecos
ideológicos, de este proceso vital. También las formaciones nebulosas en el cerebro de los
hombres son sublimaciones necesarias del proceso material de su vida, empíricamente
constatable y vinculado a premisas materiales. Con ello, la moral, la religión, la metafísica y
demás ideologías, así como los contenidos de consciencia a ellos correspondientes, pierden
bien pronto su apariencia de autonomía. Carecen de historia, carecen de evolución; son los
hombres que evolucionan con su producción y su tráfico materiales los que, con esta
realidad suya, cambian también su pensamiento y los productos de su pensamiento. No es
la consciencia lo que determina la vida, sino la vida lo que determina la consciencia. De
acuerdo con el primer enfoque, se parte de la consciencia como si se tratara del individuo
viviente; de acuerdo con el segundo, que es el que corresponde a la vida real, se parte del
individuo vivo, del individuo real, y la consciencia no es asumida sino como su consciencia.

K. MARX / F. ENGELS; La ideología alemana, en Marx. Antología, ed. de J. Muñoz,


Barcelona, Península, 2002, p. 127

​ANÁLISIS DE TEXTOS 3​ ​.
El resultado general que obtuve y, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor de mis
estudios puede formularse brevemente de la siguiente manera. En la producción social de
su existencia, los hombres establecen determinadas relaciones, necesarias e
independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a un
determinado estadio evolutivo de sus fuerzas productivas materiales. La totalidad de estas
relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real
sobre la cual se alza un edificio jurídico y político, y a la cual corresponden determinadas
formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material determina el
proceso social, político e intelectual de la vida en general. No es la conciencia de los
hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es su existencia social lo que
determina su conciencia. En un estadio determinado de su desarrollo, las fuerzas
productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de
producción existentes o —lo cual sólo constituye una expresión jurídica de lo mismo— con
las relaciones de producción dentro de las cuales se habían estado moviendo hasta ese
momento. Esas relaciones se transforman de formas de desarrollo de las fuerzas
productivas en ataduras de las mismas. Se inicia entonces una época de revolución social.

K. MARX; Contribución a la crítica de la economía política (1859), trad. de J. Tula y otros,


México, Siglo XXI, 1986, Prólogo, pp. 4-5
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA | MARX 11 ​.

​ANÁLISIS DE TEXTOS 4​ ​.
De otra parte, el concepto de trabajo productivo se restringe. La producción capitalista no es
ya producción de mercancías, sino que es, sustancialmente, producción de plusvalía. El
obrero no produce para sí mismo, sino para el capital. Por eso, ahora, no basta con que
produzca en términos generales, sino que ha de producir concretamente plusvalía. Dentro
del capitalismo, sólo es productivo el obrero que produce plusvalía para el capitalista o que
trabaja para hacer rentable el capital. (…) Por tanto, el concepto del trabajo productivo no
entraña simplemente una relación entre la actividad y el efecto útil de ésta, entre el obrero y
el producto de su trabajo, sino que lleva además implícita una relación específicamente
social e históricamente dada de producción, que convierte al obrero en instrumento directo
de valorización del capital. (…)

La producción de plusvalía absoluta se consigue prolongando la jornada de trabajo


más allá del punto en que el obrero se limita a producir un equivalente del valor de su fuerza
de trabajo y haciendo que este plustrabajo se lo apropie el capital. La producción de
plusvalía absoluta es la base general sobre que descansa el sistema capitalista y el punto
de arranque para la producción de plusvalía relativa. En ésta, la jornada de trabajo aparece
desdoblada de antemano en dos segmentos: trabajo necesario y trabajo excedente. Para
prolongar el segundo se acorta el primero mediante una serie de métodos, con ayuda de los
cuales se consigue producir en menos tiempo el equivalente del salario. La producción de
plusvalía absoluta gira toda ella en torno a la duración de la jornada de trabajo; la
producción de plusvalía relativa revoluciona desde los cimientos hasta el remate los
procesos técnicos del trabajo y las agrupaciones sociales.

K. MARX; El capital, trad. de W. Roces, México, F.C.E., 1991, Tomo I (Crítica de la


economía política), Libro I, Sección V, Cap. XIV (Plusvalía absoluta y relativa), pp. 425-426

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