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DESENVOLVIMIENTO HISTORICO
DE LA SOCIEDAD
4. Aspectos generales
15
16 SOCIEDADES
5. La sociedad en Roma
11. La Cooperativa
1966 y el artículo 1844-5 del Código Civil, según texto fijado por la
ley 81-1162 de 31 de Diciembre de 1981.
El derecho societario francés contempla medidas de protec-
ción a los terceros contratantes. En primer lugar en la sociedad de
responsabilidad limitada y la por acciones se otorga a los terceros
derecho a exigir de los asociados el entero de sus aportes. Tam-
bién en dichas compañías rige el principio de la intangibilidad del
capital social, que otorga derechos a terceros a oponerse a una
disminución de capital que pudiera ser contraria a sus intereses.19
La legislación italiana sobre sociedades está contenida funda-
mentalmente en el Código Civil del año 1942, en su Título V, del
Libro V, que trata del Trabajo, que ha sufrido diversas modificacio-
nes, entre otras en los años 1993, sin perjuicio de que por ley 1.127
de 29 de Diciembre de 1969, se efectuaron reformas a la legislación
societaria, tendientes a compatibilizarla con las del mercado co-
mún. Como es sabido, dicho Código unificó en la península el
Derecho Civil y Mercantil en materia de obligaciones y contratos.
Por lo tanto, en Italia, no es procedente la distinción entre socieda-
des civiles y mercantiles, por lo menos en cuanto al tipo social y a la
legislación de fondo. El Código reglamenta las sociedades sin perso-
nalidad jurídica, cuyo tipo general denomina sociedad simple y tam-
bién a tipos especiales de sociedades sin personería moral como la
asociación en participación y las sociedades agrarias, tales como la
aparcería y el colonato. En cuanto a las sociedades con personali-
dad jurídica, el Código Italiano reconoce y reglamenta la sociedad
colectiva, la en comandita simple y la sociedad de responsabilidad
limitada, en que el capital está dividido en cuotas y no en acciones y
a las sociedades por acciones, como se llaman en este Derecho la
anónima y la en comandita por acciones. También el Código se
refiere a las cooperativas, estableciendo que puede haber cooperati-
vas con responsabilidad limitada o ilimitada de los socios. Además,
el Código Civil Italiano trata de las asociaciones de colaboración
empresaria con el título de “consorcios”.
La normativa italiana sobre sociedades, no obstante datar del
año 1942, o sea de la época de la Segunda Guerra Mundial, puede
estimarse de corte moderno. Reconoce las figuras de la fusión,
división y transformación de la sociedad, la exclusión y retiro de
socios y contiene profusas normas sobre contabilidad y cuentas de
resultados de la sociedad.
En España, la situación del Derecho Societario es muy similar
a la chilena. El Código Civil rige a las sociedades civiles, que lo son
DESENVOLVIMIENTO HISTORICO DE LA SOCIEDAD 35
17. Alemania 22
Este país y otros que han seguido sus inspiraciones tales como
Austria, Hungría y Suiza se asemejan más en su legislación sobre
sociedades al llamado “Grupo Latino”, que a los anglosajones.
Daremos una visión general del derecho societario alemán, que
está contenido en la ley sobre Sociedades de Capital (Äktiengesetz)
de 6 de Septiembre de 1965, modificada por las leyes de 14 y 15 de
Agosto de 1969, de 25 de Octubre de 1982 y 19 de Diciembre de
1985, sin perjuicio de que el Código de Comercio, de 10 de Mayo
de 1987 reglamenta las otras sociedades comerciales (H.G.B. o Han-
delsgesetzbuch), y de las normas que rigen las sociedades civiles sin
personalidad jurídica contenidas en el Código Civil.
La distinción entre la asociación o corporación (Verlaine) y la
sociedad (Gerselschaft), es diversa en las legislaciones de inspira-
ción germana y latina. Dicha distinción para las legislaciones lati-
nas consiste en que necesariamente las sociedades deben tener un
fin lucrativo; mientras que las asociaciones por ningún motivo
pueden tener tal objetivo en forma directa. En el Grupo Germano
no es jurídicamente trascendente para efectos de diferenciar las
asociaciones de la sociedad la distinción basada en el objeto lucra-
tivo o no de la persona jurídica. En Alemania tanto las sociedades
como las asociaciones deben tener finalidades comunes a sus aso-
ciados, pero ambas pueden tener objetivos de lucro económico o
de otra índole, o sea, pueden haber asociaciones con fines lucrati-
vos y sociedades sin tales fines.
Las asociaciones en Alemania han sido definidas como una
unión estable de personas, cuya existencia no depende del cam-
bio o variación de sus miembros; que tiene una constitución cor-
porativa, un nombre colectivo, y su administración le toca a sus
miembros. La calidad de asociado, es intransferible, pero existe el
derecho a retirarse de la asociación.
Los derechos y obligaciones de los asociados y en especial los
de carácter patrimonial son determinados por el estatuto, no exis-
tiendo disposiciones legales que los hagan obligatorios.
Tienen estos derechos el carácter de personales, que vinculan
a la asociación con cada uno de sus miembros, pero no a éstos
42 SOCIEDADES
forma en ilícito los actos o contratos que pueda realizar una admi-
nistración fuera de su giro y que tiende a proteger a los inversio-
nistas en una compañía que tiene una determinada actividad.
3. Frente al abuso de la personalidad jurídica cuando ella se
crea con fines ilícitos de cualquier especie la respuesta del dere-
cho consuetudinario americano ha sido la doctrina “to pierce the
corporate veil o disregard” que consiste en que la justicia puede
en un caso concreto y para los efectos de evitar una injusticia,
prescindir en ese caso de la personalidad jurídica sin necesidad de
declarar la ilicitud o inexistencia de la persona jurídica.
4. Se reconoce la independencia entre la administración (board
of directory) y la junta de accionistas de manera tal que estos
últimos no pueden dar instrucciones a los primeros.
Francisco Ferrara, ob. cit., pág. 492; Antonio Brunetti, Tratado del Derecho de
Sociedades, tomo I, Nº 242, págs. 523 y siguientes.
13. Felipe de Solá Cañizares, ob. cit., tomo III, págs. 7 y siguientes y 322 y
siguientes; Arturo Davis, Sociedades Anónimas, tomo I, págs. 18 y siguientes;
Juan M. Farina, Tratado de Sociedades Comerciales, tomo I, págs. 41 y siguientes;
Antonio Brunetti, ob. cit., tomo II, Nos 372 a 384, págs. 1 a 24.
14. Ver supra Nº 48.
15. Felipe de Solá Cañizares, ob. cit., tomo III, pág. 477; Juan Pablo Román
Rodríguez, Introducción al Derecho Cooperativo Chileno, págs. 3 y siguientes; Anto-
nio Brunetti, ob. cit., tomo III, Nos 1121 y siguientes, págs. 339 y siguientes.
16. En el texto de este número se reproduce lo expuesto en el Nº 224, pág. 157,
de la obra del autor denominada Curso Práctico de Sociedades de Responsabili-
dad Limitada.
17. Arturo Davis, ob. cit., tomo I, págs. 26 y siguientes; Gabriel Palma Rogers,
Derecho Comercial, tomo I, pág. 36; Jesús de Galíndez, Derecho Vasco, págs. 113
a 123; Bernardino Bravo Lira, Derecho Común y Derecho Propio en el Nuevo
Mundo, págs. 40 y 98.
18. Sobre actual derecho francés, en materia de sociedades: Jean Guyenot, Curso
de Derecho Comercial; y Codes Dalloz, Code de Commerce, 85ª ed. año 1989-1990.
Sobre actual derecho italiano de sociedades: Doménico Barbero, Sistema de
Derecho Privado; Francisco Messineo, Manual de Derecho Civil y Comercial; y
Antonio Brunetti, ob. cit. Sobre la situación actual en España, en esta mate-
ria, se ha consultado a Joaquín Garrigues, Curso de Derecho Mercantil, y el
texto del Código de Comercio y normas complementarias, edición 1987,
publicado por la Editorial Bosh, Barcelona del año 1987.
19. Ver arts. 63 y 216 de la Ley de Sociedades del año 1966 y Ripert et Roblot,
Traité de Droit Commercial, tomo I, Nº 738, págs. 603 y 604.
20. En cuanto a legislación actual de la Argentina, se ha consultado la obra de
Juan M. Fariña citada en la Nota 9. Sobre legislación brasilera al año 1976:
Código Comercial Brasilero e legislaçao complementar, Ed. Forema, Río de Janeiro,
1976. Sobre legislación colombiana, se ha consultado el Código de Comer-
cio del año 1971 y a don José Ignacio Narváez García, Teoría General de las
Sociedades. Sobre Derecho Mexicano hemos consultado el Tratado de Socieda-
des Mercantiles de don Joaquín Rodríguez Rodríguez, y la obra de don José
Héctor Macedo Hernández denominada Ley General de Sociedades Mercantiles.
Sobre legislación peruana, se ha tenido a la vista el texto de la ley 16.123 del
año 1980 confeccionado por Editora Lima S.A., año 1980.
21. Artículos 54 y 150 de la ley 19.550 sobre sociedades, y Guillermo Cabanellas
de las Cuevas, Derecho Societario, tomo V, págs. 687 y siguientes.
22. Sobre asociaciones alemanas ver el Tratado de Derecho Civil, de Eneccerus,
Kipp y Wolf, en su parte general, vol. 1, págs. 434 y siguientes. Sobre socie-
dades civiles; ídem Derecho de Obligaciones, volumen 2, págs. 379 y siguientes.
En relación con sociedades comerciales: Julius Von Gierke, Derecho Comercial
y de la Navegación, tomo I, págs. 255 y siguientes, tomo II págs. 1 y siguientes.
Sobre aspectos generales del derecho alemán, Felipe de Solá Cañizares, ob.
cit., tomo 3; págs. 14 y siguientes, y para comprobar la actualidad de la
legislación alemana: Martindale, Hubbell, Law Digest, 1990.
23. Sobre Derecho Societario en el Reino Unido se ha consultado a Julius Von
Gierke, ob. cit., págs. 385 y 386; y Felipe de Solá Cañizares, ob. cit., tomo 3,
págs. 9, 15 a 26, 112, 116, 161, 229 y 327.
DESENVOLVIMIENTO HISTORICO DE LA SOCIEDAD 57
24. Las fuentes de información para redactar este número son Steven Emanuel,
Corporations; Mervin Aron, Corporation and Business Associations; William L.,
Cary; Mervin, Aron, Cases and Materials on Corporations. Manual Vargas Var-
gas, La Sociedad Anónima en el Derecho Angloamericano, págs. 29 y siguientes;
Felipe de Solá Cañizares, ob. cit., tomo III, págs. 10, 27, 116 y 162, y Julius
Von Gierke, ob. cit., tomo I, págs. 385 y siguientes.
25. Sobre derecho comunitario puede consultarse a Berthold Goldman y Antoi-
ne Lyon-Caen en su obra Derecho Comercial Europeo, y Estudios y Textos del
Derecho de Sociedades de la Comunidad Económica Europea, de la Facultad de
Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, dirigida por don José
Girón Tena; Alfonso Materra, El Mercado Unico Europeo. Sus reglas, su funcio-
namiento; Rafael Pérez Escobar, La Sociedad Anónima Europea.
PRINCIPIOS COMUNES A TODA SOCIEDAD 59
CAPITULO II
59
60 SOCIEDADES
contratos. De otro lado, el párrafo I, del Título XXVIII, del Libro IV,
del Código Civil, que se refiere a estas materias, en gran medida se
mantiene vigente en nuestro ordenamiento jurídico, pues las leyes
posteriores, en términos generales han respetado sus lineamientos
básicos en cuanto ellos establecen qué debe entenderse por sociedad
y cuáles son los elementos que la conforman.
39. Conclusiones
b) Teorías realísticas
bajo. Ello significa que si de hecho cambia quien utiliza los servi-
cios del trabajador, éste, sin perjuicio de que mantiene los dere-
chos derivados del contrato respecto de su contratante, puede
hacerlos valer, además respecto de la nueva persona que sustituye
a su primitivo empleador.
Se define, por el Código del Trabajo, el concepto de empresa,
para fines laborales relacionándolo con aquel de empleador, como
“toda organización de medios personales, materiales e inmateria-
les, ordenados bajo una dirección, para el logro de fines económi-
cos, sociales, culturales o benéficos, dotada de una individualidad
legal determinada”.
Las normas laborales establecen, en el inciso segundo del
artículo 4 del Código del Trabajo, que “Las modificaciones totales
o parciales relativas al dominio, posesión o mera tenencia de la
empresa no alteran los derechos y obligaciones de los trabajadores
emanados de sus contratos individuales o de los instrumentos co-
lectivos de trabajo que mantendrán su vigencia y continuidad con
el o los nuevos empleadores”.
Las normas expuestas del Código del Trabajo en realidad no
importan estrictamente alguna forma de desestimación de la per-
sona jurídica, pero sí establecen normas que pueden paliar los
efectos de abusos de la personalidad jurídica. Entendemos, que
sin perjuicio de los derechos que otorgan las normas para exigir el
cumplimiento de los contratos, que también puede ejercer el tra-
bajador, las disposiciones en comento le permiten accionar en
contra del empleador de hecho. Si hay continuidad en la presta-
ción de servicios, aunque haya cambios de carácter jurídico en el
empleador la ley vincula al nuevo ente con el trabajador. El cam-
bio de empleador, subsistiendo los servicios que se prestan, otor-
gan una opción al trabajador de dar por terminados los contratos
o de continuarlos con el nuevo empleador.
La Ley General de Bancos establece varios límites en relación
con las operaciones de crédito, que puede otorgar un banco, que
en general se refiere a determinar máximos por persona, que
dicen relación con porcentajes de su capital y reservas, y señalados
en el artículo 84 de la Ley General de Bancos. El artículo 85 de la
misma ley, considera como obligaciones de un deudor, además de
las propias, las contraídas por sociedades colectivas o en comandi-
tas en que sea socio solidario o por sociedades de cualquier natu-
raleza, que tenga más del 50% del capital y de las utilidades,
estableciendo la ley un aumento de las cantidades que se presu-
108 SOCIEDADES
26. Como fuentes generales que tratan sobre las teorías relativas a la naturaleza
jurídica de la sociedad hemos empleado preferentemente los textos de Joa-
quín Rodríguez, ob. cit., tomo I., págs. 15 y siguientes; José Ignacio Narváez,
ob. cit., págs. 37 y siguientes. Guillermo Cabanellas de las Cuevas, ob. cit.,
págs. 377 y siguientes; Antonio Brunetti, Tratado del derecho de las sociedades,
tomo I, págs. 3 y siguientes.
27. Ripert, Tratado Elemental de Derecho Comercial, tomo II, Nos 583 y siguientes;
Mossa, Derecho Mercantil, 1ª parte, págs. 92 y siguientes. En nuestra doctrina,
aceptan la tesis contractual: Gabriel Palma, ob. cit., tomo II, pág 68, y Her-
nán Toro Manríquez, Sociedades Civiles y Comerciales, págs. 98 y siguientes. En
la doctrina francesa sostienen la tesis contractual: Colin y Capitant, Curso
Elemental de Derecho Civil, tomo IV, págs. 431 y siguientes; y Aubry et Rau,
Cours de Droit Civil Francais, tomo IV, págs. 377, 542 y siguientes.
28. Sobre estas teorías puede consultarse a Joaquín Rodríguez, ob. cit., tomo I,
págs. 15 a 17; José Ignacio Narváez, ob. cit., pág. 39; Francisco Messineo,
Manual de Derecho Civil y Comercial, tomo IV, Nº 1335, pág. 436, y tomo V, Nos
150, 152 y 153, págs. 296 y siguientes; Brunetti, ob. cit., tomo I, Nº 32, págs.
128 y siguientes.
29. José Ignacio Narváez, ob. cit., pág. 41 y Ripert et Roblot, ob. cit., tomo I,
Nº 671, págs. 551 y 552.
30. Tullio Ascarelli sostiene esta teoría en sus obras Sociedades y Asociaciones Co-
merciales, págs. 24 y siguientes y Panorama de Derecho Comercial, págs. 94 y
110 SOCIEDADES
siguientes. Siguen esta tesis Doménico Barbero, ob. cit, tomo IV, págs. 314 y
siguientes; José Ignacio Narváez, ob. cit., págs. 42 y siguientes; Brunetti, ob.
cit., tomo I, Nº 37, págs. 135 y siguientes; y Guillermo Cabanellas de las
Cuevas, ob. cit., tomo I, págs. 378 y siguientes.
31. El art. 1832 del Código Civil francés expresa: “La societé est un contrat par
lequel deux ou plusiers personnes conviennent de mettre quelque chose en
commun, dans le vue de partager le bénéfice que pourra en résulter”.
32. Ver Franklin Otero Espinoza, Concordancias y Jurisprudencia del Código Civil
Chileno, tomo V, pág. 443.
33. Felipe de Solá Cañizares, ob. cit., tomo III, págs. 65 y siguientes.
34. Troplong, ob. cit., Nos 108, 109, 110, págs. 50 y siguientes.
35. Pothier, ob. cit., pág. 446. Este autor señala “Mais il faut que ce chacun des
associes apporte a la societé, soit quelque chose d’appréciable”.
36. Brunetti, ob. cit., tomo I, pág. 129.
37. Sobre derecho alemán, ver Enneccerus, ob. cit., vol. 2, pág. 382. Opiniones
contrarias: Narváez, ob. cit., págs. 111 y siguientes; Rodríguez, ob. cit., tomo
I, pág. 35.
38. Felipe Solá Cañizares, ob. cit., tomo III, Capítulo I, Nº 3, pág. 66. Guillermo
Cabanellas de las Cuevas, ob. cit., tomo I, págs. 225 y siguientes.
39. Troplong, ob. cit., Nos 11, 13, 16, págs. 9 y siguientes.
40. Pothier, Du Contrat de Société, Nos 11 y 12, pág. 446 y Nº 133, pág. 503.
41. Gabriel Palma, ob. cit., tomo II, págs. 62 y 63.
42. Raúl Varela Varela, Derecho Comercial. Apuntes, tomo I, Nº 142, pág. 147.
43. Georges Ripert, ob. cit., tomo II, Nº 731, pág. 119. Ripert et Roblot, ob. cit.,
tomo I, Nº 674, pág. 553
44. Lyon, Caen et Renault, ob. cit, tomo II, pág. 28.
45. Tullio Ascarelli, Sociedades y Asociaciones Comerciales, pág. 130.
46. Así lo ha determinado la Corte Suprema, en fallo de 13 de enero de 1932,
Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo XXI, sec. 1ª, pág. 544.
47. Troplong, ob. cit., Nº 622, pág. 235.
48. Georges Ripert, ob. cit, tomo II, pág. 119.
49. Lyon, Caen et Renault, ob. cit., tomo II, Nº 56, pág. 41.
50. Ascarelli, Sociedades y Asociaciones Comerciales, pág. 131.
51. Brunetti, ob. cit., tomo I, pág. 444.
52. Joaquín Rodríguez, ob. cit, pág. 49
53. Francisco Ferrara, citado por Ignacio Narváez, ob. cit., pág. 133;
54. Joseph Pothier, ob. cit., Nº 27, pág. 455.
55. Troplong, ob. cit., Nos 638 y siguientes, págs. 245 y siguientes.
56. Corte de Santiago, 24-5-1930, Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo XX-
VIII, sec. 2ª, pág. 44; misma Corte, 23 de octubre 1914, Revista de Derecho y
Jurisprudencia, tomo XI, sec. 2ª, pág. 75; Arturo Davis, ob. cit., Nº 37, pág.
107; Gabriel Palma, ob. cit., tomo II, págs. 63 a 65; Hernán Toro Manríquez,
ob. cit., Nº 30 bis, págs. 71-75.
57. Hernán Toro Manríquez, ob. cit., Nº 30 bis, pág. 72.
58. Ripert et Roblot, ob. cit., tomo I, Nº 582, pág. 640.
PRINCIPIOS COMUNES A TODA SOCIEDAD 111
46. Materia a tratar. 47. Sociedad y comunidad. 48. Sociedad y asociación. 49. La
sociedad y las corporaciones o asociaciones y las asociaciones gremiales. 50. La
sociedad y la cooperativa. 51. La sociedad y la sociedad conyugal y la sociedad
legal minera. 52. La sociedad y los contratos laborales y de prestación de servicios
con participación de utilidades. 53. La sociedad, la empresa y el establecimiento
de comercio. 54. La sociedad y los contratos de colaboración empresaria. 55.
Sociedad y joint venture. 56. Las joint venture y el derecho chileno. 57. La
sociedad y los grupos empresariales o económicos.
115
116 SOCIEDADES
d) Comunidades indígenas
e) Copropiedad inmobiliaria
Las “joint venture”, como otras muchas figuras del derecho co-
mercial moderno, reconoce su origen en las prácticas y jurispru-
dencia de los Estados Unidos de Norteamérica.
Se señala que el origen de las “joint venture” se remonta a las
“joint adventures”, que fueron formas usadas en la colonización
del país del Norte.
Como no se trata de una institución legislada, en su país de
origen, no existe claridad en cuando a su alcance y características,
habiendo variadas opiniones jurisprudenciales y doctrinarias.
En términos muy generales, en los Estados Unidos se entiende
existir joint venture, cuando tratándose de un negocio de benefi-
cio común, cada uno de los participantes se encarga bajo su riesgo
y costo de determinadas partes de él. Como por ejemplo, en el
caso de la construcción de un edificio para un tercero, cada partí-
cipe realiza una parte de la obra, sin repartición de beneficios
comunes sino que, cobrando cada uno en forma independiente y
recibiendo directamente las retribuciones del caso.
En el Derecho Norteamericano también se considera que exis-
te “joint venture” tratándose de sociedades sin personalidad jurí-
dica, especialmente aquellas que se asemejan a la asociación o
cuentas en participación de nuestro derecho.
Las diferencias entre la “joint venture” y otras instituciones es
sutil en el Derecho Norteamericano. Se dice que una mera situa-
ción de copropiedad o condominio no es suficiente por sí misma
para crear una “joint venture”. La entrega de una suma de dinero
para una determinada operación puede ser una joint venture,
pero también puede tener el carácter de un préstamo. En deter-
minadas circunstancias, el acuerdo para repartirse las utilidades
LA SOCIEDAD E INSTITUCIONES AFINES 135
196. Brunetti, ob. cit., tomo I, Nº 8, pág. 24; Manuel Somarriva Undurraga,
Indivisión y Partición, tomo I, Nº 6, págs. 32 y siguientes.
197. Luis Claro Solar, Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado, tomo VI,
Nº 371, pág. 503.
198. La discusión sobre el tema la trata Somarriva, ob. cit., Nos 183 a 185, págs.
247 a 255.
199. La Corte Suprema falló que si entre las partes hubo un acuerdo de volun-
tad para explotar en común un establecimiento mercantil en interés de
ambas y bajo la administración exclusiva de la otra parte se configura una
asociación o cuentas en participación. La Corte de Concepción por su lado,
había fallado con el apoyo de Raúl Varela, que en tal evento había una
comunidad. Ver Repertorio del Código Civil al artículo 2304, Corte Suprema, 2
de Noviembre de 1965, Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 64, sec. 4,
pág. 479, y Corte de Concepción, 22 de Abril de 1965, misma revista, sec. 4,
pág. 479.
100. Ripert y Roblot, ob. cit., tomo 1, Nº 675, págs. 553 y siguientes.
101. Francesco Galgano, Derecho Comercial, volumen 2, “Las Sociedades”, págs. 18
y siguientes.
102. Guillermo Cabanellas de las Cuevas, Introducción al Derecho Societario, tomo I,
pág. 278.
103. Juan Pablo Román Rodríguez, ob. cit., págs. 181 y siguientes. Sostiene las
diferencias entre las sociedades civiles y comerciales y las cooperativas.
104. Guillermo Cabanellas de las Cuevas, ob. cit., tomo I, pág. 330.
105. Juan Luis Ossa Bulnes, Derecho de Minería, págs. 208 y siguientes, págs. 238 y
siguientes; Samuel Lira Ovalle, Curso de derecho de Minería, págs. 281 y 244,
sostienen que la llamada sociedad legal minera es un tipo de sociedad.
106. Sobre sociedades y contratos de prestación de servicios y contratos laborales,
ver Guillermo Cabanellas de Las Cuevas, ob. cit., tomo I, págs. 298 y 302.
140 SOCIEDADES
107. Guillermo Cabanellas de las Cuevas, ob. cit., tomo I, págs. 284 a 296, y
Brunetti, ob. cit., tomo 1, págs. 67 y siguientes.
108. Jean Guyenot, Arnoldo Kleifermacher, Los Agrupamientos empresarios de co-
laboración, págs. 21 a 35; Guillermo Cabanellas de las Cuevas y Alberto Kelly,
Contratos de Colaboración Empresaria, págs. 3 y siguientes; Fernando Fueyo
Laneri, Los Contratos de colaboración empresaria, págs. 41 y siguientes.
109. Sobre joint venture puede consultarse: Sergio Le Pera, Joint Venture y Socie-
dad; Guillermo Cabanellas de la Cueva y Julio Alberto Kelly, Contratos de
Colaboración Empresaria; Bertelio Fusaro, Los contratos de colaboración empresa-
ria; Andrea Astolfi, El contrato internacional de joint venture; Enrique Zaldívar,
Rafael M. Manovil y Guillermo E. Rugazzi, Contratos de colaboración empresa-
ria; Juan Luis Colaiacovo, Rubén Daniel Amaro, Marilda Rosado de Sa
Ribeiro y Hernán Narbona Véliz, Joint Ventures; Eduardo M. Favier Dubois
“Joint Venture bajo forma de sociedad anónima”, en Negocios Parasocietarios,
varios autores, pág. 275; Guillermo Cabanellas de las Cuevas, ob. cit., tomo
I, págs. 306 y siguientes y 324 y siguientes.
110. Los arts. 96 y siguientes de la ley 18.045 y la ley francesa Nº 89 - 377 de 13
de Junio de 1989 trata sobre ellos. En la obra de Goldman y Lyon, ya citada,
sobre Derecho Comercial Europeo, se refieren a estos grupos, los Nos 220 y
siguientes, págs. 189 y siguientes, y Nos 491 y siguientes, págs. 347 y siguien-
tes. Antonio Boggiano en su obra Sociedades y Grupos Multinacionales los trata
en las págs. 137 y siguientes.
111. Goldman y Lyon-Caen, ob. cit., Nº 220, pág. 189.
NORMATIVA APLICABLE A LA GENERALIDAD DE LAS SOCIEDADES 141
CAPITULO IV
141
142 SOCIEDADES
60. Excepciones
Nos parece que al igual que con respecto al objeto hay que
distinguir la causa de las obligaciones de los socios y la causa del
contrato de sociedad. En las relaciones entre el socio y la sociedad
que derivan del aporte, la contraprestación por tal contribución
por la sociedad, tratándose de sociedades de capital, es la acción
que la sociedad debe emitir en favor del accionista. En las demás
sociedades es la cuota en el haber social que se le reconoce a los
socios por su aporte. A estas relaciones se le aplican las reglas
generales, sobre la causa lícita, que pueden llegar a anular la
sociedad, si un aporte nulo por este motivo es fundamental para
la sociedad.
En cuanto a la causa lícita de la sociedad, requisito que debe
concurrir en los socios al momento de constituirse la sociedad,
existen al menos las siguientes doctrinas:
a) La clásica, sostenida en nuestro medio por Avelino León,
en que la causa o contraprestación para cada socio es el dinero o
servicios prestados o prometidos por los otros socios o sea, las
obligaciones de los demás socios.112
b) Para Claro Solar,113 la causa en la sociedad es el propósito
de obtener beneficios y repartirlos entre los contratantes, que de-
termina a los interesados a asociarse. Brunetti, por el carácter que
reconoce a la sociedad, de contrato plurilateral originado en un
acto colectivo que persigue un interés común considera que la
causa de la sociedad consistiría en la obtención del beneficio co-
mún al cual deben tener derecho todos los socios. Para este autor,
la causa ilícita se reduce a considerar que existe tal vicio en una
sociedad leonina en que algún socio no tenga derecho a la utili-
dad o en situaciones similares.114
c) Otros autores se atienen a la causa real y concreta del nego-
cio que da origen a la sociedad para determinar si es lícita o
ilícita. Esta causa concreta según Galgano115 difiere en las clases
de sociedad y puede darse en un triple orden de intereses, todos
ellos destinados a ser realizados mediante el contrato de sociedad.
El primer aspecto puede referirse a transformar la riqueza transfe-
rida por los socios a la sociedad en una eficiente organización
empresarial que se consigue cuanto mayor es la eficiencia produc-
tiva o distributiva de la sociedad, que puede darse en aumentos de
producción o de los negocios, conquista de nuevos mercados, o
en el acrecentamiento de la potencia económica de la sociedad.
En un segundo aspecto, puede interesar a los socios el aumento
de los beneficios de un negocio organizándose como sociedad; y
NORMATIVA APLICABLE A LA GENERALIDAD DE LAS SOCIEDADES 149
el tercer aspecto, que puede ser concausa para formar una socie-
dad es obtener el máximo de dividendos para los accionistas. Ca-
banellas, por su parte, señala que en la sociedad aparte de la
finalidad o función típica de la obtención de beneficios a través
de una actividad común, adicionalmente los socios pueden perse-
guir propósitos de las más diversas índoles Estos propósitos son
susceptibles de ser ilícitos, por ejemplo, el fraude a la ley. La
sociedad podrá ser nula por ilicitud de causa si los socios en los
cuales concurre la causa ilícita tienen una participación esencial
en la sociedad, pero si la actividad común, efectiva o prevista en el
objeto, no ha sido acordada sino para llevar adelante un propósito
ilícito, no será preciso analizar cada vínculo individualmente sino
que la causa o fin del contrato en su conjunto será afectada y con
ello la validez del mismo.
En relación con nuestro derecho, el art. 1445 Nº 4 del Código
Civil exige que exista una causa lícita, como requisito para que una
persona se obligue para con otra. En la sociedad el socio se obliga
con la sociedad y ésta con el socio. Además, existen obligaciones
recíprocas entre ellos. Por su lado, el art. 1467 del mismo Código
prescribe que no puede haber obligación sin una causal real y lícita.
Este precepto señala que la causa es el motivo que induce al acto o
contrato, agregando que hay causa ilícita si ella se encuentra prohi-
bida por la ley, o es contraria a las buenas costumbres o al orden
público. El art. 2057 del Código Civil hace referencia a sociedades
con causa ilícita. También para los efectos que estamos estudiando,
cabe recordar que el inciso primero del art. 2053 del Código Civil,
que conceptualiza la sociedad en nuestro derecho, incluye dentro
de los requisitos o elementos de ésta que los socios tengan la mira
de repartir los beneficios sociales, lo que evidentemente se relacio-
na con los motivos o causas de la sociedad.
No nos parece que se compadece con nuestro ordenamiento
legal equiparar la causa en la sociedad con el elemento esencial
de ella consistente en la prosecución de un beneficio pecuniario
por parte de los socios y que la licitud de ella consista en que
efectivamente cada socio tenga un derecho efectivo a los benefi-
cios sociales, como lo preconiza Brunetti. Ello porque nuestra
legislación positiva exige en todo acto o contrato una causa real y
no presunta. La concurrencia del requisito de la causa real y lícita,
entonces, debe examinarse con respecto a cada uno de los socios
fundadores. Si ella consiste exclusivamente, en la expectativa de
obtención de beneficios sociales, será menester, en tal caso, apli-
150 SOCIEDADES
car lo que sostiene Brunetti, pero ello no nos habilita para dejar
de examinar la problemática de la existencia de otras concausas
con relación a un mismo socio fundador y la posible concurrencia
de causa ilícita respecto de alguno de los socios.
La misma observación cabe aplicarla a la tesis que afirma que
la causa para los socios está constituida por las obligaciones de los
demás, pues al no contemplar nuestra ley causas presuntas en la
sociedad habrá que estarse, al igual que en cualquier otro acto, a
la causa real y efectiva en virtud de la cual el socio celebra el acto.
De modo que la determinación de la causa real y efectiva es lo que
en definitiva se requiere para estimar su licitud o ilicitud.
Es posible concebir, y pensamos que de hecho ocurre, que la
causa para formar una sociedad puede ser ilícita no obstante apa-
recer formalmente una sociedad con un objeto lícito. Por ejem-
plo, ella se presenta en el caso de la formación de una sociedad
con giro amplio, pero con la finalidad no expresada en los estatu-
tos de dedicarse a la producción de estupefacientes para su co-
mercio ilegal. No nos parece que tal sociedad tenga causa lícita.116
No compartimos, entonces la afirmación, en cuanto a que en
materia de sociedades la ilicitud de la causa se identifica con la
ilicitud del objeto.
Al igual que en todo acto, los vicios sobre la causa que afectan
a uno de los socios fundadores de una sociedad pueden acarrear
la nulidad de la compañía.
El art. 2054 del Código Civil trata, dentro de las reglas generales
aplicables a la sociedad, los acuerdos de socios, expresando:
“Art. 2054: En las deliberaciones de los socios que tengan de-
recho a votar, decidirá la mayoría de votos, computada según el
contrato, y si en éste nada se hubiere estatuido sobre ello, decidirá
la mayoría numérica de los socios.
Exceptúanse los casos en que la ley o el contrato exigen unani-
midad o conceden a cualquiera de los socios el derecho a oponer-
se a los otros.
La unanimidad es necesaria para toda modificación substan-
cial del contrato, salvo en cuanto el mismo contrato estatuya otra
cosa”.
En la actualidad la norma en examen tiene un ámbito de
aplicación muy limitado. No se aplica en materia de acuerdos de
socios o accionistas de sociedades anónimas, cooperativas, y socie-
dades legales mineras, pues existen normas especiales expresas en
esas sociedades referentes al derecho a voto y a las mayorías nece-
sarias para tomar acuerdos en general y en materia de reformas
de estatutos. Estas normas expresas, hacen inaplicables las reglas
del art. 2054 del Código Civil a dichas sociedades.
En la sociedad colectiva civil y comercial, de responsabilidad
limitada y en comanditas, la ley ha consagrado disposiciones ex-
presas sobre administración que hacen inaplicables en general en
tales materias los acuerdos de socios, tomados de conformidad al
art. 2054 del Código Civil.
152 SOCIEDADES
El inciso final del art. 2054 del Código Civil, permite a la mayoría
de los socios efectuar modificaciones no substanciales al pacto
social, salvo si el contrato estatuyere otra cosa. El problema consis-
te en definitiva en determinar, en un caso concreto, si es o no
substancial la materia propia de la reforma.
A nuestro entender constituiría una modificación substancial
para los efectos del precepto en comento, una reforma de im-
portancia al pacto social, contrapuesta a una reforma concer-
niente a materias accidentales, de detalle, sin mayor trascendencia.
Para determinar respecto a un caso concreto si una modificación
del estatuto social es o no substancial, habrá que estarse primera-
mente a lo establecido en el contrato y a la intención de las
partes, con sujeción a las reglas establecidas en los arts. 1560 y
siguientes del Código Civil. Si, en un caso determinado, no se
pudiera recurrir al contrato o a la intención de las partes, cree-
mos que debe estimarse como “substancial” aquello que objetiva-
mente y en el hecho tiene tal carácter. Si las partes nada
expresaron al respecto o su intención no puede deducirse, hay
que entender que estimaron por substancial lo que ordinaria-
mente y para la generalidad de las personas tiene tal carácter. Lo
tendrían, indudablemente, aquellas cláusulas que afectan subs-
tancialmente a elementos esenciales de la sociedad como lo son
los aspectos de importancia relativos a la obligación de aportar o
los que pretendieren afectar el derecho a la utilidad y otros
derechos individuales de los socios. También consideramos como
substanciales aquellas estipulaciones que se refieren a materias
básicas, tales como el objeto social, la forma o sistema de admi-
nistración, causales de disolución, etc.
Estimamos, en todo caso, que siendo la regla del inciso final
del art. 2054 del Código Civil, una notable excepción a la norma
del art. 1545 del mismo Código, que establece que todo contrato
es ley para las partes contratantes y que no puede ser invalidado
sino por su consentimiento mutuo o por causal legal, el precep-
to debe interpretarse restrictivamente; y que, en caso de duda
razonable en cuanto a si una estipulación es o no substancial,
cabe exigir la unanimidad, para reformar el estatuto.
154 SOCIEDADES
Por objeto ilícito se entiende, según don Avelino León,122 “el que
versa sobre cosas incomerciables o sobre hechos o contratos pro-
160 SOCIEDADES
hibidos por las leyes o sobre hechos contrarios a las buenas cos-
tumbres o al orden público”.
En cuanto al concepto del objeto y causa ilícita en las socieda-
des nos remitiremos a lo expuesto en los Nos 63 y 64 precedentes.
El artículo 1468 del Código Civil agrega que no podrá repetir-
se lo que se ha dado o entregado por un objeto o causa ilícita a
sabiendas.
El inciso segundo del artículo 2057 del Código Civil prescribe
que estas sociedades quedan regidas por el Código Penal. Sin
embargo, dicho Código no abarca todas las situaciones de objeto
o causa ilícitas pues sólo comprende el objeto o causa ilícita cons-
titutivo de delito o cuasidelito penal y no aquellas meramente
civiles. ¿Puede aplicarse, entonces, el Código Penal a situaciones
que éste no tipifica, ni castiga como delito?
Cabe destacar que el Código Civil establece dos reglas diversas
en materia de sociedades nulas. La primera contenida en el
artículo 2057, que tiende a proteger los intereses de los asociados
al darles derecho de recuperar sus haberes. La otra es aquella del
artículo 2058 del mismo Código, que persigue la protección de los
intereses de terceros, estableciendo la responsabilidad de los aso-
ciados por las deudas de la sociedad de hecho. La norma del
artículo 2058 del Código Civil, que protege el interés de terceros,
tiene también vigencia en las sociedades nulas por ilicitud de obje-
to o causa. Sólo no se aplica a estas sociedades la regla del inciso
primero del artículo 2057 del Código Civil, que permite a los
asociados recuperar sus aportes y percibir la parte de las utilidades
de las operaciones sociales. Esta disposición se justifica, en cuanto
se trate de situaciones que importen la comisión de un delito
penal, como ocurre en el caso de las asociaciones ilícitas a que se
refiere el artículo 292 del Código Penal, ya que en tales casos los
efectos del delito están constituidos por los bienes de la asocia-
ción, y caen en comiso. No es posible por consiguiente, su devolu-
ción a los asociados. No ocurre lo mismo, en el caso que el objeto
o causa ilícita, no es constitutivo de un delito penal, sino que
simplemente configura un ilícito civil. En tal caso, no habrá comi-
so. No obstante se podría sostener que cabe aplicar a la referida
situación lo dispuesto en el artículo 1468 del Código Civil. Este
último precepto ordena que no puede repetirse lo que se haya
dado o pagado por un objeto o causa ilícita, a sabiendas.
Concordamos con la doctrina que sostiene que el alcance de
la prohibición de repetición de pagos que establece el artículo
NORMATIVA APLICABLE A LA GENERALIDAD DE LAS SOCIEDADES 161
90. Plan de desarrollo. A. Sociedades generales sin personalidad jurídica. 91. Oríge-
nes. 92. Existencia de la sociedad general sin personalidad jurídica. 93. Normativa
aplicable. 94. Requisitos que debe cumplir la sociedad sin personalidad jurídica. 95.
La obligación de aportar. 96. Relaciones con terceros. 97. Caracteres. 98. Diferencias
con la sociedad irregular o nula y con la comunidad. B. La Asociación o Cuentas en
Participación. 99. Orígenes y antecedentes generales. 100. Plan de desarrollo y nor-
mativa aplicable. 101. Concepto legal de la asociación o cuentas en participación
102. Naturaleza jurídica de la asociación. 103. Efectos del contrato. 104. Caracteres
del contrato y aspectos diferenciales con otros tipos sociales. 105. Liquidación de la
cuenta. C. La mediería y aparcería. 106. Generalidades sobre la mediería o aparce-
ría. 107. La aparcería en Chile. 108. Concepto. 109. ¿Es la mediería o aparcería una
sociedad? 110. Diferencias de la aparcería con las otras clases de sociedades.
91. Orígenes
171
172 SOCIEDADES
En general sólo rigen a este tipo social las normas generales sobre
la sociedad contemplados en el Título XXVIII del Libro IV del
Código Civil, exceptuando a aquellas que el propio legislador se-
ñala como aplicables a determinadas sociedades y las que son
incompatibles por carecer el tipo social en estudio de personali-
dad jurídica.
Nos parece que las normas contenidas en los párrafos 1, 3 y 7
del referido Título IV del Código Civil se concilian con la falta de
personalidad jurídica de la sociedad, siendo plenamente aplica-
bles. En cuanto a las reglas del párrafo 2, estimamos que se aplica
a la sociedad sin personalidad jurídica lo dispuesto en los arts.
2059 y 2060 del Código Civil. Los demás preceptos de dicho párra-
fo no corresponden al tipo en estudio, por referirse a otros tipos
sociales o ser incompatibles con la inexistencia de la personalidad
jurídica.
Sobre las reglas del párrafo 4, que trata de la administración
de la sociedad colectiva, nos parece que no aplicables a la socie-
dad en estudio en forma directa, sin perjuicio que algunas de tales
disposiciones pudieran tener vigor en el tipo social en estudio por
traducir el espíritu general de la legislación. En efecto, dicho arti-
culado, en nuestra opinión, establece una normativa solamente
aplicable a la sociedad colectiva, a la que consideramos un tipo
social diverso de aquel que estamos estudiando en este capítulo.
Los preceptos del párrafo 5, que fundamentalmente son atinen-
tes a las relaciones de los socios en materia de aportes, en general
los consideramos aplicables a la sociedad sin personalidad jurídica,
pues el Código no impone su aplicación a determinado tipo social,
salvo en cuanto fueren ellos incompatibles con la ausencia de la
personalidad jurídica en el tipo social que estamos tratando. Dicha
incompatibilidad se refiere, según nuestra opinión, a que la obliga-
ción de aportar no puede cumplirse con respecto a la sociedad,
pues ella, como persona jurídica, no existe, materia ésta que tratare-
mos en mayor extensión en los Nos 95 y 96 que siguen.
SOCIEDADES SIN PERSONALIDAD JURIDICA 175
Este tipo de contrato debe cumplir con las reglas generales que se
exigen para la validez y existencia de los actos o contratos. Tam-
bién debe ajustarse a las normas aplicables a toda sociedad, en
especial con los requisitos esenciales de ella, que examinamos en
el Capítulo II de esta obra; esto es, que debe perseguir un benefi-
cio pecuniario; que cada socio debe tener la obligación de apor-
tar; y que cada socio debe tener derecho a participar del beneficio
social y soportar las pérdidas.
A continuación nos referiremos a peculiaridades que presenta
este tipo social, que a nuestro entender dicen relación con el
cumplimiento de la obligación de aportar y a las relaciones con
terceros.
97. Caracteres
108. Concepto
191
192 SOCIEDADES
112. Capacidad
116. Patrimonio
a) TRANSFORMACIÓN
122. Clases
123. Concepto
b) FUSIÓN
128. Concepto
136. Orígenes
Se trata del caso de una sociedad que modifica sus estatutos esti-
pulando el cambio de tipo, aumentando el capital para recibir
aportes de los patrimonios de otras sociedades que se fusionan
por absorción en la primera.
No vemos inconveniente de orden jurídico para la realización
de este negocio, en el supuesto que se cumplan con las exigencias
legales tanto de la transformación como de la fusión en todas las
sociedades intervinientes.
145. División-fusión
145. El art. 39 inciso segundo del Código de Procedimiento Penal, así lo estable-
cía y también lo señala el art. 55 del nuevo Código Procesal Penal.
146. Ascarelli, ob. cit., págs. 55 y 56.
147. Ascarelli, ob. cit., pág. 72.
148. Sobre este tema puede consultarse: Camilo Pérez de Arce, “Nacionalidad
de las sociedades” (1994), Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo XC, 1ª
parte, págs. 91 y siguientes; Luis Claro Solar, ob. cit., tomo V, Nos 2767 a
2790, págs. 465 y siguientes; Sergio Le Pera, Cuestiones de Derecho Comercial
Moderno, págs. 181 y siguientes; Diego Guzmán y Marta Millán, ob. cit.,
págs. 324 y siguientes; Alberto Lyon Puelma, ob. cit., págs. 161 y siguientes.
Carlos Gilberto Villegas, ob. cit., tomo I, págs. 409 y siguientes.
149. Artículos 4º y 6º del D.F.L. 251 del año 1931 y artículo 11 del D.L. 2.222, del
año 1978.
150. En el opúsculo citado en nota 145, de don Camilo Pérez de Arce, se contie-
ne una nómina de referencias legales a sociedades extranjeras.
236 SOCIEDADES
LA SOCIEDAD COLECTIVA
237
238 SOCIEDADES
El artículo 2061, inciso 2º del Código Civil, señala que “es socie-
dad colectiva aquella en que todos los socios administran por sí o
por un mandatario elegido de común acuerdo”.
Estimamos errónea la definición transcrita, toda vez que la
sociedad colectiva no solo admite los dos sistemas de administra-
ción que anota la definición, esto es, administración conjunta o
por un mandatario. En efecto, los estatutos de la sociedad colecti-
va pueden establecer otros sistemas de administración, además de
LA SOCIEDAD COLECTIVA 239
El art. 2095 del Código Civil establece con respecto a las obligacio-
nes válidamente contraídas por la sociedad, que de ellas respon-
den los socios a prorrata de su interés en la sociedad. Dicha norma
agrega, además que la cuota del insolvente grava a los otros. Solo
habrá solidaridad entre los socios y la sociedad o entre éstos entre
sí, si ello hubiere sido expresamente pactado cada vez por los
socios o por mandatario especial de éstos.
Si el capital de la sociedad se encontrare repartido entre los
socios en proporciones distintas de aquellas establecidas para el
reparto de las utilidades y pérdidas, cabe preguntarse si en la
prorrata para quedar obligado frente a terceros al pago de las
deudas, que según la ley depende del interés del socio en la socie-
dad, debe estarse a las proporciones para la repartición del capital
a aquellas que rigen para repartir las utilidades o se aplican las
determinadas para soportar las pérdidas que pueden ser también
diversas. La situación se complica más, cuando forma parte de la
sociedad un socio industrial, si no se le fijó estatutariamente una
cuota en las ganancias, la que entonces debe determinar el juez,
de conformidad a lo dispuesto en el art. 2069 del Código Civil.
También constituye un factor adicional de complicación en la
determinación de la cuota de la deuda de la compañía que el
acreedor social pueda cobrar a cada socio, el carácter consensual
de esta compañía, que no hace posible un conocimiento cierto
por terceros de los derechos en el capital, utilidades y pérdidas de
cada socio.
Creemos que la determinación de la cuota de la deuda por la
cual responde cada socio y que depende del interés del socio en la
sociedad, si existen las diferencias anotadas, constituye una cues-
LA SOCIEDAD COLECTIVA 243
160. La capacidad
164. Partición
167. Lyon, Caen et Renault, ob. cit., tomo 2, Nº 151, pág. 110.
168. Joaquín Garrigues, ob. cit., tomo II, pág. 50.
169. Gabriel Palma, ob. cit., tomo II, págs. 92 y 93.
170. Pothier, Traité de Société, Nº 104, pág. 490.
171. Luis Claro Solar, Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado, tomo X,
Nos 372 y siguientes.
172. Toro, ob. cit., Nº 200, pág. 217.
173. Ver Raúl Varela, ob. cit., tomo I, Nº 159, pág. 199.
174. Ver Ripert, ob. cit., tomo II, Nos 648 y 655, págs. 68 y 71.
175. Garrigues, ob. cit., tomo II, pág. 52.
176. Párrafo V del Capítulo X de las Ordenanzas de Bilbao, según publicación
de ellas de don Vicente Salvá, París, 1846.
177. Ver Hernán Toro, ob. cit., Nº 256, pág. 251, y Arturo Davis, Sociedades Civiles
y Comerciales, Nos 100 y 101, págs. 283 y siguientes. No obstante don Manuel
Somarriva en su obra Indivisión y Partición, tomo I, Nº 57, pág. 94, sostiene
que en todas las sociedades persiste la personalidad jurídica para los efectos
de la liquidación, opinión que no compartimos, pues nos parecen muy
decidores los textos legales que hemos citado en este número, que hacen
inaplicable en Chile la tesis jurisprudencial y doctrinaria francesa que pre-
tende aplicar Somarriva.
178. Arturo Guzmán Reyes y Pedro Lira Urquieta, “El contrato de sociedad y los
incapaces”, Revista de Derecho y Jurisprudencia, año 1961, tomo 58, inc. 1, pág.
57, y Raúl Varela Morgan, ob. cit., tomo I Nº 149, pág. 193. Sergio Baeza
Pinto, “De la capacidad para celebrar ciertos contratos de sociedad”, artícu-
lo publicado en la Revista de Derecho y Jurisprudencia, año 1961, sec. 1ª, pág.
160; Julio Olavarría Bravo, ob. cit., Nº 262, pág. 252, y Alvaro Puelma Accor-
si, Curso Práctico sobre Sociedades de Responsabilidad Limitada, Nº 13, pág. 10.
179. Ver Proyecto de Código de Comercio, Imprenta del Ferrocarril, 1859.
180. Ver Nº 61.
LA SOCIEDAD EN COMANDITA 257
CAPITULO VIII
LA SOCIEDAD EN COMANDITA
257
258 SOCIEDADES
El inciso tercero del artículo 2061 del Código Civil señala que “es
sociedad en comandita aquella en que uno o más de los socios se
obligan solamente hasta la concurrencia de sus aportes”.
El artículo 470 del Código de Comercio, por su parte, prescri-
be que “la sociedad en comandita es la que se celebra entre una o
más personas que prometen llevar a la caja social un determinado
aporte, y una o más personas que se obligan a administrar exclusi-
vamente la sociedad por sí o sus delegados y en su nombre parti-
cular.
Llámanse los primeros socios comanditarios y los segundos
gestores”.
El elemento más característico de este tipo social, lo constituye
el que la sociedad debe contar con dos tipos o clases de socios: el
o los socios gestores o colectivos, a quienes les cabe privativamente
el uso de la razón social y la administración de la compañía, los
cuales responden de las deudas sociales; y el o los socios comandi-
tarios o capitalistas, que no responden de las deudas sociales y que
no deben tener injerencia alguna en la administración de la socie-
dad.
Si existen varios socios gestores o colectivos las relaciones en-
tre ellos y con terceros se rigen por las reglas de la sociedad
colectiva como lo señala el artículo 2063 del Código Civil, regla
que repite el artículo 489 del Código de Comercio.
Debe recalcarse que siendo el gestor también socio, se aplican
a su respecto las normas generales de toda sociedad. Por tanto,
LA SOCIEDAD EN COMANDITA 259
a) Escritura de estatutos
Nuestra ley señala que este tipo de sociedad debe tener dividido
su capital en acciones; pero nada dice sobre los derechos del
accionista, las características de la acción y su forma de transferen-
cia. A diferencia de la legislación de otros países, en la chilena no
son subsidiarias las disposiciones de la sociedad anónima a las de
la en comandita por acciones.
Por consiguiente, reviste de especial trascendencia en estas
sociedades contar con las estipulaciones estatutarias, que regirán
en el silencio de la ley, las que valdrán salvo que afecten normas
de orden o derecho público.
En cuanto a la transferencia de acciones, los arts. 494 y 495,
LA SOCIEDAD EN COMANDITA 275
Los arts. 496, 498, 500 y 506 del Código de Comercio se refieren a
las juntas de accionistas en estas sociedades, pero sólo para efectos
puntuales. El art. 496 trata de la junta, que debe verificar y apro-
bar o rechazar aportes no monetarios y ventajas particulares, lo
que ya hemos tratado. Los arts. 498 y 500 se refieren a las reunio-
nes de los accionistas con relación a la junta de vigilancia; y el
art. 506 dice relación con las juntas que traten sobre contiendas
judiciales de los comanditarios con los gestores.
Se observa, entonces, que en nuestra ley no existe una regla-
mentación general respecto a las materias indicadas, a las cuales
tampoco le son aplicables supletoriamente las normas generales
sobre juntas de accionistas de la sociedad anónima. Por ello, pos-
tulamos la absoluta conveniencia que existe de reglamentar estas
materias en los estatutos, especialmente en materia de quórum,
trámites de citación y materias propias de juntas extraordinarias y
ordinarias. Para reafirmar esta conclusión, citamos la posible apli-
cabilidad, como legislación supletoria en estas sociedades, de lo
prescrito en el art. 2054 del Código Civil, lo que consideramos
que no se ajusta a los requerimientos que precisa una sociedad de
capital.
276 SOCIEDADES
194. Materias a tratar. 195. Origen y antecedentes generales. 196. Actuales ten-
dencias en el Derecho Comparado. 197. Características de la sociedad limitada,
en el Derecho Comparado. 198. Antecedentes históricos de la ley 3.918. 199.
Concepto de la sociedad de responsabilidad limitada en el derecho chileno. 200.
Características de la sociedad de responsabilidad limitada, en el derecho chileno.
201. El derecho de socio. Su cesibilidad. 202. Responsabilidad del socio por las
obligaciones sociales. 203. Legislación aplicable a estas sociedades. 204. La liber-
tad contractual y la legislación aplicable.
TITULO I
ASPECTOS GENERALES
279
280 SOCIEDADES
Chile fue uno de los primeros países en que se promulgó una ley
sobre sociedades de responsabilidad limitada. Esta tuvo su origen
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 283
en una moción del ilustre civilista y senador de esa época don Luis
Claro Solar, que la presentó en la 15ª sesión extraordinaria del
Senado celebrada el 7 de noviembre de 1921. Aprobada por el
Congreso se publicó esta ley con el Nº 3.918 en el Diario Oficial
de 14 de marzo de 1923.
El proyecto como después la ley consta de cinco artículos.
Durante su tramitación en el Parlamento sufrió algunas modifica-
ciones. A propuesta de la Comisión de Legislación y Justicia del
Senado, y a imitación de la legislación inglesa, se estableció el
límite de 50 socios y se prohibió que estas sociedades se dedicaran
a negocios bancarios. En la discusión en el Senado, a iniciativa del
senador don Romualdo Silva Cortés, se agregó en su artículo cuar-
to la referencia al artículo 2104 del Código Civil, con el propósito
de evitar la liquidación anticipada de la sociedad, por muerte,
quiebra, etc., de algún socio. Sin embargo, no obstante esa inten-
ción, el texto de la ley sólo permite afirmar que la sociedad no se
disuelve por la muerte del socio. También, a iniciativa del senador
don José Pedro Alessandri, se agregó como formalidad de la cons-
titución de la sociedad aquella de la publicación del extracto en el
Diario Oficial.195
Con posterioridad, la ley 6.156, del año 1938, modificó los
artículos 3º y 4º de la Ley 3.918. Las reformas consistieron en
adecuar las formalidades de esta sociedad con aquellas de la socie-
dad colectiva comercial que también modificó dicha ley, eliminán-
dose publicaciones en diarios y trámites judiciales que debía
cumplir la sociedad colectiva comercial; y por ende, también las
sociedades limitadas, de acuerdo al antiguo texto del artículo 354
del Código de Comercio.
La Ley 6.156 además modificó la ley 3.918 agregando los re-
quisitos especiales que debe cumplir la razón social de estas com-
pañías. Se exigió en ella una referencia al giro social o al nombre
de uno o varios de los socios, más la palabra limitada, supliendo
así un vacío legal, como quiera que con anterioridad las socieda-
des civiles de responsabilidad limitada no tenían norma aplicable,
al no existir una regla al respecto en la sociedad colectiva civil y
serle inaplicables las de las colectivas mercantiles.
La ley 3.918, fue modificada por la Ley 12.588 del año 1957,
que permitió celebrar estas sociedades a la mujer casada separada
totalmente de bienes, sin autorización marital, siempre que la
separación fuere convencional y a la separada legalmente de bie-
nes, de conformidad a lo prescrito en el artículo 150 del Código
284 SOCIEDADES
DE LOS SOCIOS
205. Materia a tratar. 206. Formas de ingresar como socio a una sociedad de
responsabilidad limitada. A. Ingreso por acto voluntario a la sociedad. 207. Plan
de desarrollo. 208. Reglas sobre capacidad. 209. El menor. 210. Otros incapaces.
211. Las personas jurídicas. 212. El fallido. B. Ingreso a la sociedad por vía no
voluntaria. 213. Explicación. 214. Muerte de algún socio. 215. La adjudicación
del derecho de socio. 216. Transformación, fusión o división de una sociedad
socia.
291
292 SOCIEDADES
209. El menor
212. El fallido
213. Explicación
NOTA AL TITULO II
196. Ver Claro Solar, ob. cit., tomo V, Nº 2821, pág. 534; y Francesco Galgano,
Diritto Civils e Commerciale, primer volumen, págs. 199 y siguientes.
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 299
TITULO III
217. Generalidades
A. CONSTITUCIÓN LEGAL
218. Trámites
299
300 SOCIEDADES
los socios, según las reglas del Código Civil y Código de Procedi-
miento Civil sobre partición de bienes hereditarios, como lo dis-
pone el artículo 2115, inciso 2, del Código Civil.
Si falta en la escritura tratar la forma de dirimir los conflictos
entre socios que trata el Nº 10 del artículo 352 del Código de Comer-
cio, se aplica lo prescrito en los artículos 415 del Código de Comercio
y artículos 227 Nº 4 y 235, inciso 1 del Código Orgánico de Tribuna-
les que disponen para tal caso, que el asunto es materia de compro-
miso ante árbitro de derecho. Debe agregarse que las disposiciones
legales no mencionan expresamente los casos de conflictos entre un
socio y la sociedad. Sin embargo, don Patricio Aylwin entiende que se
comprenden en el arbitraje forzoso los litigios entre el socio y la
sociedad, porque realmente son conflictos entre socios,199 opinión
que nos parece la más acertada. Dada la redacción del Nº 10 del
artículo 352 del Código de Comercio, se admite que la escritura
señale que estos conflictos los conozca la justicia ordinaria.200
223. El extracto
197. Sobre este tema y materia, puede consultarse artículo del autor denomina-
do “Formalidades de constitución de la sociedad colectiva comercial y de la
sociedad de responsabilidad limitada”, Revista de Derecho y Jurisprudencia,
tomo LXII, año 1965, págs. 23 y siguientes; y Sergio Baeza Pinto, Sociedades
mercantiles de personas. Formalidades y Sanciones.
198. Los arts. 412 y 426 del Código Orgánico de Tribunales señalan taxativamen-
te los casos en que se produce nulidad de una escritura pública o cuando
un instrumento contenido en un protocolo de un notario, no tiene el valor
de escritura pública. La omisión u error relativo a datos en la identificación
de un socio, accionista o representante, sólo puede considerase vicio, si de
ello puede derivarse dudas en cuanto a la identidad de la persona de que se
trata, según lo señala la letra b) del art. 9 de la ley 19.499, sobre saneamien-
to de vicios en sociedades.
199. Patricio Aylwin, “El juicio arbitral”, Nº 55, págs. 93 y siguientes.
200. Patricio Aylwin, ob. cit., Nº 56, pág. 95.
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 313
TITULO IV
LA INFRACCION DE LEY
313
314 SOCIEDADES
236. Inoponibilidad
238. Explicación previa. 239. Casos de nulidad. 240. Solidaridad de los socios.
241. Posibilidad de saneamiento. 242. Liquidación de la sociedad nula. 243.
Obligaciones de la sociedad nula. 244. Situación especial de las modificaciones
viciadas. 245. Interés en la acción. 246. La disolución y la nulidad. 247. Plazo de
prescripción de las acciones de nulidad.
318
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 319
res acorde con las reglas establecidas en los arts. 408 y siguientes
del Código de Comercio que nosotros tratamos en el Título XIV
de este capítulo.
También de acuerdo con lo ya expresado, hay que excluir de la
aplicación de la regla en estudio a la sociedad nula de pleno dere-
cho pues ella, en caso que origine una comunidad, se parte de
acuerdo con las normas que le son aplicables a dicha institución.
A. Nombre de la sociedad. 248. Requisitos del nombre o razón social. 249. Pro-
piedad o derecho sobre el nombre social. 250. Sanción legal a la falta de requisi-
tos. 251. Pluralidad de razón social. 252. La sigla. B. Domicilio de la sociedad.
253. Domicilio social. 254. Importancia del domicilio social. 255. Varios domici-
lios estatutarios.
A. NOMBRE DE LA SOCIEDAD
326
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 327
mercial nos parece que toda persona jurídica tiene algún dere-
cho sobre su nombre para proteger su identidad, el cual puede
estar prestigiado por largos años de trabajo; y que por ello no
debería una nueva sociedad denominarse igual que una socie-
dad existente. Este principio hoy está reconocido legislativamen-
te para las sociedades anónimas en el artículo 8, inciso 2, de la
Ley 18.046. Hace excepción a esta norma, cuando la razón social
contiene el nombre de algún socio, pues sostenemos que toda
persona tiene el derecho, si es socio, a que su nombre aparezca
en la razón social de la compañía de que forma parte, no obs-
tando a ello, que otras personas, de su mismo nombre o apellido
hayan ejercido tal facultad.
252. La sigla
B. DOMICILIO DE LA SOCIEDAD
CAPITAL SOCIAL
256. Concepto de capital social. 257. Importancia del capital. 258. La obligación
de aportar. Requisitos y modalidades. 259. Normas supletorias sobre la obliga-
ción de aportar. 260. Clases de capital y aportes. 261. Forma de enterar los
aportes. 262. Cosas susceptibles de aportarse. 263. Aportes en propiedad y usu-
fructo. 264. Aportes en dinero. 265. Capitalización de fondos de revalorización.
266. Capitalización de otros fondos sociales. 267. Capitalización con cargo a
obligaciones sociales de dinero. 268. Aporte de universalidades. 269. Aportes de
créditos contra terceros y valores mobiliarios. 270. Aportes de servicios. 271.
Incumplimiento de la obligación de aportar. 272. Inembargabilidad del aporte.
273. Necesidad de nuevos aportes. Exclusión o retiro de socios. 274. Cantidades
que facilitan los socios a la sociedad, a más de los aportes.
331
332 SOCIEDADES
Cabe aplicar las reglas generales del pago, que señalan que este
debe hacerse al acreedor (artículo 1576 del Código Civil), en este
caso, la sociedad, representada por su administrador;
Esta materia la trata el artículo 2084 del Código Civil, con relación
con el artículo 2102 del mismo Código.
Si el aporte de la cosa, de acuerdo a lo convenido debe hacer-
se en propiedad, el socio cumple su obligación transfiriendo el
dominio de la cosa aportada a la sociedad. Si la cosa aportada
desaparece o se pierde posteriormente, ello no influye en la exis-
tencia de la sociedad, salvo que la sociedad no pueda continuar
útilmente, sin dicha cosa aportada, como es el caso de una socie-
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 337
En esta clase de sociedades, las partes son libres para evaluar los
aportes que la ley exige estimar; y aun pueden evaluar otros apor-
tes, que la ley no requiere necesariamente de su justiprecio, como
es el caso de los aportes de trabajo personal.
Basados en estos principios podría afirmarse que los socios,
con posterioridad a la escritura de constitución, al igual que pue-
den reformar cualesquier aspecto de la sociedad, podrían modifi-
car las avaluaciones de los aportes, pero ello no es tan simple y
absoluto, como lo veremos a continuación.
Ya hemos dicho que capital social o capital de escritura, que es el
formado por el conjunto de los aportes de los socios, es un concepto
estático e histórico, y que su utilidad práctica incide en que determi-
na los derechos de los socios en la sociedad, pues si un socio aportó
un bien raíz en $ 10.000.000 y el otro $ 5.000.000 en efectivo, lo
normal es que al primero le corresponden los 2/3 de los derechos
sociales y al segundo 1/3; no obstando a ello, que a posteriori el valor
de los bienes aportados sufra variaciones en el mercado.
El capital efectivo o patrimonio neto, contrariamente al capi-
tal social, es un concepto dinámico, cambiante con el tiempo, que
fluctúa según la suerte comercial de la compañía y los cambios del
mercado. Sin embargo, existe un momento en que el capital so-
cial es igual al capital efectivo. Ello ocurre cuando se crea la socie-
dad y por mientras no contraiga deudas, que entran a formar
parte del pasivo exigible de la sociedad. En tal caso, cualesquier
revalorización o plus valor de los bienes del activo favorece por la
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 339
clusión vale, en caso que la sociedad fuere civil, pues los anticipos
a cuenta de negocios que no se realizan, generan la obligación de
reembolso.
d) Si el pago de deuda social se efectúa por un socio, sin el
conocimiento o contra la voluntad de la sociedad, habría que
estarse a lo prescrito en los artículos 1573 y 1574 del Código Civil,
sin perjuicio de la subrogación convencional que puede efectuar-
le el acreedor y de las normas del pago de lo no debido de los
artículos 2295 del Código Civil y de la doctrina sobre el enriqueci-
miento injusto;
e) Si el pago de deuda social lo ha hecho el socio, con el
conocimiento de la sociedad, pero sin su consentimiento, de acuer-
do a lo prescrito en el artículo 2089 del Código Civil, dicho socio
tiene derecho a reembolso de la suma entregada y además al pago
de perjuicios, normalmente intereses, siempre que estos adelantos
se hubieren efectuado para cumplir obligaciones contraídas en
negocios legítimos que el socio haya celebrado de buena fe. Opi-
namos, que no rige en materia de sociedades de responsabilidad
limitada, la norma del inciso 2 del artículo 2089 del Código Civil,
que impone responsabilidad de pago a los otros socios, pues en
esta clase de sociedades los socios sólo responden por el monto de
sus aportes.
f) En los demás casos de ingresos de dineros realizados por el
socio, con el conocimiento de la sociedad, pero sin su consenti-
miento, procede la acción de reembolso, con intereses o perjui-
cios, de acuerdo a las reglas generales.
275. Materias a tratar. A. Giro u objeto social. 276. Giro efectivo y giro estatutario
u objeto social. 277. Giro ordinario y extraordinario. 278. Giro permitido a estas
sociedades. 279. El principio del “ultra vires” o especialidad de la sociedad. 280.
Clases económicas de giro u objeto social. 281. Importancia del giro u objeto
social. B. Obligación de lealtad, competencia leal. 282. Obligación de lealtad o
fidelidad. 283. Obligación de no competir. 284. Normas mercantiles. 285. Situa-
ción de la sociedad civil.
348
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 349
Código Civil. Las sociedades de giro mixto, son aquellas que se dedican
a negocios mercantiles y civiles, y se estiman comerciales. De acuerdo
al Código de Comercio, lo mercantil abarca la industria fabril.
c) Sociedades de gestión, de inversiones y mixtas. Son socie-
dades de gestión, aquellas dedicadas a negocios activos, y las de
inversión, son aquellas cuya actividad es pasiva o rentística. El
objeto de estas últimas es obtener beneficios de las inversiones
que realice, sea en bienes raíces (sociedades inmobiliarias), o
en derechos sociales, acciones o valores. Estas sociedades son
civiles, ya que no se proponen la realización de actos de comer-
cio. También existen sociedades con giro mixto de gestión e
inversión.
Según lo señala el artículo 1546 del Código Civil, todos los contra-
tos deben ejecutarse de buena fe. Sin embargo, la necesidad de
actuar de buena fe se hace mucho más intensa en los contratos
plurilaterales en que las partes persiguen un objetivo común, como
ocurre en la sociedad, que los llamados contratos de “cambio” por
los italianos, en que se proporcionan prestaciones mutuas pero no
existe permanentemente la obligación de lealtad, y cooperación
para conseguir el objetivo común que se encuentra implícita en la
sociedad. En efecto, si la sociedad es un contrato en virtud del
cual dos o más personas se obligan a hacer aportes para conseguir
beneficios o utilidades en el ejercicio de la actividad social, todas
ellas, en la medida que corresponda. Además de aportar, con-
traen los socios obligación de lealtad y fidelidad con la compañía
que forman parte y con sus consocios, que importan actuaciones
positivas y de abstención o negativas. Dentro de las positivas se
encuentra el imperativo a colaborar en las labores sociales, concu-
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 353
que les veda, aun implícitamente, por la sola naturaleza del pacto
de sociedad, hacer una competencia desleal a la sociedad de que
forman parte. Estas obligaciones existirían aun cuando faltara la
regla del Nº 4 del art. 504 del Código de Comercio, porque ellas
emanan de la buena fe y de naturaleza de la sociedad, acorde con
lo que prescribe el art. 1546 del Código Civil.211 Julio Olavarría
sostiene que el legislador del art. 404 del Código de Comercio, al
emplear en el inciso primero el término que se prohíbe “en parti-
cular” a los socios, está indicando la existencia de una obligación
general o deber de los socios “para asegurar en forma colectiva y
armónica el éxito social y por consiguiente la prohibición implíci-
ta de abstenerse de todo aquello que vaya en su detrimento”.212
206. Consultar Julio Olavarría, ob. cit., 3ª edición, Nº 256, págs. 245 y siguientes.
207. Ver arts. 386, 390, 397 y 400 del Código de Comercio y artículos 2075, 2076,
2077 y 2079 del Código Civil. En el mismo sentido, Ascarelli Tullio, ob. cit.,
cap. III, Nº 8, pág. 55.
208. El art. 41 de la ley de Quiebras, requiere giro efectivo para que operen
reglas especiales. Ver obra del autor Curso de Derecho de Quiebras, 4ª Edición,
Nº 14, págs. 11 y siguientes:
209. Esta tesis fue acogida en fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago de
fecha 20 de Mayo de 1999 en causa “Mebus con Mebus”, no publicado. En
el considerando cuarto de dicha sentencia se expresa: “Que para interpre-
tar la prohibición de que da cuenta el precepto en análisis, es clave deter-
minar el sentido y alcance de la locución “por cuenta propia” allí
contemplada, pues mientras la demandada y el actor reconvencional sostie-
ne en su apelación que debe entendérsela en sentido restrictivo, por tratar-
se de “una disposición prohibitiva y sancionatoria”, el sentenciador concluye
que “es indiferente que se desarrolle personalmente o por interpósita per-
sona, toda vez que el objetivo de la ley es evitar la práctica desleal del
comercio”.
210. Gabriel Palma, ob. cit., tomo II, pág. 157.
211. Sobre el particular puede consultarse a Garrigues, ob. cit., tomo II, pág. 59;
Brunetti, ob. cit., tomo I, Nº 272, pág. 584; Vivante, ob. cit., tomo II, Nº 362,
pág. 107; Gulperin y Lodi, ob. cit., pág. 151.
212. Olavarría Julio, ob. cit., Nº 312, pág. 284.
358 SOCIEDADES
TITULO IX
358
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 359
Según lo señalan los artículos 2314 y 2329 del Código Civil, consti-
tuye delito o cuasidelito civil, todo acto o hecho realizado con
culpa o dolo, que cause perjuicio a un tercero, aunque no haya
una expresa infracción de ley. Si un administrador social incurre
en hechos o actos dolosos o negligentes que dañen a terceros,
evidentemente incurre en responsabilidad frente a ellos, sin per-
juicio de la responsabilidad que recaiga a la sociedad.224
Sobre tal punto nos parece ilustrativo citar las opiniones sos-
tenidas por los tratadistas franceses Lyon-Caen et Renault: “Los
administradores sólo están obligados personalmente en princi-
pio, por actos diversos de aquellos que realicen a nombre o por
cuenta de la sociedad, pero ellos, pueden, al menos, incurrir en
responsabilidad personal en razón de faltas que cometan en sus
funciones”. “Hay cuatro causas de responsabilidad para los admi-
nistradores: 1º Violación de ley; 2º Violación de estatuto; 3º Fal-
tas de gestión; 4º Fraude”. “La responsabilidad de los
administradores existe, sea con la sociedad, sea con terceros.
Ella es contractual en el primer caso y ella es delictual o cuaside-
lictual en el segundo caso”.225
A esta materia se refieren los artículos 2076 del Código Civil y 399
del Código de Comercio.
De acuerdo con lo preceptuado en los preceptos citados si se
designan varios administradores y no se señala si deben actuar
conjunta o separadamente, cada uno de los administradores pue-
de ejecutar por sí solo cualesquier acto que le permita su título o
la ley.
En cuanto a determinar si concurren los requisitos estatutarios
para la actuación conjunta o si existe derecho de oposición de los
demás socios y los efectos de la oposición respecto de terceros, las
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 375
213. Ver Solá de Cañizares, ob. cit., tomo III, págs. 129 y siguientes y 276 y
siguientes. Sobre diferencias entre gestión o administración y representa-
ción o uso de la razón social, ver Garrigues, ob. cit., tomo II, págs. 65 a 69; y
Von Gierke, ob. cit., tomo I, págs. 309 y siguientes.
214. Ver Olavarría, ob. cit, 3ª edición, Nº 300, pág. 275.
215. Misma situación en el derecho francés. Ver Alfred Jauffret, ob. cit., Nº 237,
pág. 163. Ripert et Roblot, ob cit., tomo I, Nº 685, pág. 575.
382 SOCIEDADES
216. Ver Julius von Gierke, ob. cit., tomo I, pág. 312. Víctor Loewenwarter,
Derecho Civil Alemán, tomo I, págs. 87 y siguientes.
217. Sobre lo tratado en este número, consultar a Solá de Cañizares, ob. cit.,
tomo II, Capítulo V, Nos 13 al 17, págs. 279 y siguientes.
218. Misma opinión Guyenot Jean, ob. cit., volumen 1, Nº 33, pág. 422.
219. Artículos 2077, 2079 y 2094 del Código Civil, y arts. 373, 374, 384, 393, 397,
399, 400 y 402 del Código de Comercio.
220. Corte de Apelaciones de Santiago, 20-XI-1984, Revista de Derecho y Jurispru-
dencia, tomo LXXI, 2ª parte, sec. 2ª, pág. 138.
221. Arts. 2132 y 2160 del Código Civil.
222. Proyecto del Código de Comercio, Imprenta del Ferrocarril, Santiago, 1859, pág.
147.
223. Gabriel Palma afirma que deben tratarse de actos del giro social, ob. cit.,
tomo II, pág. 129.
224. Arturo Alessandri Rodríguez, De la responsabilidad extracontractual en el Dere-
cho Civil Chileno, Nº 109, pág. 157; y Arturo Davis, Sociedades Civiles y Comer-
ciales, pág. 260.
225. Traducción libre del Traité de Droit Commercial, tomo II, Nº 823, pág. 617, y
Nº 824 bis, pág. 613.
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 383
TITULO X
383
384 SOCIEDADES
226. Ascarelli, ob. cit., págs. 14 y 409. Sobre la situación en el Derecho Compara-
do consultar a Felipe de Sola Cañizares, ob. cit., tomo III, Capítulo I, Nº 10-
3, pág. 66.
227. Guillermo Cabanellas de Las Cuevas, Introducción al Derecho Societario, tomo
I, págs. 225 y siguientes.
390 SOCIEDADES
TITULO XI
390
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 391
del artículo 404 del Código de Comercio. Caben sobre esta nor-
ma, las mismas observaciones generales del caso anterior. Lo no-
vedoso, también en esta situación, son los derechos especiales que
se otorgan para el caso de contravención, aplicables solo a las
sociedades comerciales, que castigan al infractor obligándolo a
llevar a la sociedad las ganancias que origine la sustracción o el
mal uso de la razón social, y a soportar exclusivamente las pérdi-
das de dichos negocios. Además debe anotarse, la facultad que
otorga la ley, en forma expresa, en el caso que estamos estudiando
para exigir la exclusión de la compañía de este mal socio.
5) Prohibición de ceder su interés en la sociedad sin el con-
sentimiento de los demás socios, según lo reza el Nº 3 del artículo
404 del Código de Comercio y que estimamos aplicable también a
las sociedades civiles. Con respecto a la prohibición de hacerse
sustituir en la administración, a ella nos hemos referido en el
número Nº 287 que precede al tratar de la administración.
Más que una obligación se trata de una carga que deriva del
carácter de sociedad de personas del tipo en estudio.
Al igual que en materia de derechos individuales, la enumera-
ción anotada no pretende ser taxativa y no comprende obligacio-
nes estatutarias o derivadas de títulos ajenos al contrato social.
321. Derechos colectivos de los socios que deben ejercerse por mayoría
228. Ver de Solá Cañizares, ob. cit., tomo II, cap. II, Nº 3, pág. 141. Sobre teorías
que justifican la exclusión consultar Osmida Innocenti, La Exclusión del
Socio, Nº 7862, págs. 205 y siguientes. Además ver infra Nº 435 y nota 274.
229. Consultar María de los Angeles Alcalá Díaz, La impugnación de acuerdos del
consejo de administración de sociedades anónimas, págs. 35 y siguientes
230. Patricio Aylwin, ob. cit., Nº 47, pág. 81.
231. Patricio Aylwin, ob. cit., Nº 342, pág. 447.
232. Patricio Aylwin, ob. cit., Nº 56, págs. 95 y siguientes.
233. Sobre el particular puede consultarse a Emilio Betti, Teoría General de las
Obligaciones, tomo I, págs. 85, 115 a 116; y José Giron de Tena, Derecho de
Sociedades, págs. 295 a 297; Brunetti, ob. cit., tomo I, págs. 488 y 504; Federi-
co N. Videla Escalante, Las Sociedades Civiles, pág. 47.
234. Ver Nos 118 y siguientes.
235. Sobre el particular puede consultarse lo expresado en el Nº 66 de esta obra.
236. Ver supra Nº 35.
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 401
TITULO XII
DURACION DE LA SOCIEDAD
324. Regla general. 325. Fórmulas contractuales de duración. 326. Plazo de dura-
ción. 327. La cláusula de prórroga automática. 328. Cláusulas de prórroga auto-
mática que agregan más requisitos que los legales. 329. Cláusulas de prórroga
automática que suprimen requisitos legales. 330. Retiro del aviso de término.
331. Determinación de condiciones para la duración de la sociedad. 332. La
sociedad a término indefinido. 333. Fórmulas mixtas. 334. Normas supletorias en
caso de no estipularse duración de la sociedad. 335. Renuncia de un socio. 336.
Efectos de la disolución respecto de terceros.
401
402 SOCIEDADES
dispuesta por la ley, que permite hacerlo hasta el día que vence el
término del plazo que estuviere corriendo. La conveniencia de
esta estipulación es obvia. La terminación de los negocios sociales
no debe producirse de un día para el otro. Las sociedades tienen
contratos con proveedores y clientes y relaciones que obligan a
tomar anticipadamente las medidas oportunas para el evento del
término de la sociedad. Además, esta estipulación tiende a evitar,
en lo posible, el abuso de derecho que puede pretender algún
socio, para tratar de obtener un pago mayor que aquel que le
corresponde en justicia, por sus derechos sociales. Este objetivo se
podría intentar conseguir, por un socio, poniendo término antici-
pado sorpresivo a la sociedad. Por el contrario, se pretende, con la
estipulación en comento, conseguir un tiempo, para que los de-
más socios puedan tomar las medidas oportunas que requiere la
disolución o para evitarlas, antes que ella se produzca.
c) Exigir en el estatuto, que no baste el aviso de un socio y que
deban dar tal aviso varios socios o socios que representen un de-
terminado número o porcentaje de los derechos sociales.
La estipulación de estas cláusulas evitan la necesidad de exten-
der escrituras y hacer inscripciones para que opere la prórroga
automática; en cuanto ellas cumplan con los requisitos estableci-
dos en el artículo 350, inciso 3 del Código de Comercio. Ello no
obsta a que pueden establecerse otras formalidades en el estatuto
que las partes pueden legítimamente acordar.
Tenemos dudas sobre los efectos de la cláusula, indicada en la
letra c, precedente, por cuanto ella impide el ejercicio de la facultad
legal de un socio de poner término a la sociedad, lo que contraviene
el texto del artículo citado, que otorga tal derecho a cualesquier
socio. Nos inclinamos a sostener, que la cláusula no priva al socio de
su derecho legal, contenida en una disposición de orden público.
del Código Civil, ella se entiende contraída por toda la vida de los
asociados, salvo el derecho de renuncia. En este caso, se aplican
las normas legales, que son operantes en el evento de ausencia de
pacto en materia de duración de la compañía.
Debe anotarse, que si las partes pactan en forma directa y
expresa que la duración de la sociedad sea indefinida, pero pres-
criben además que ella termine por la ocurrencia de algún even-
to, se trata realmente de un caso de determinación de condiciones
destinados a fijar la duración de la sociedad, situación que exami-
namos en el número anterior. Ello es así aunque la condición
pactada sea potestativa de algún socio, de poner término a la
sociedad por desahucio o renuncia.
Por la vía del pacto pueden combinarse las diversas fórmulas con-
tractuales para fijar la duración de la sociedad. Por ejemplo, pue-
de pactarse que la sociedad durará hasta un plazo determinado,
pero que expirará con anterioridad si ocurre algún evento o con-
dición prevista en el contrato. Debe anotarse, que si el pacto so-
cial establece plazo y también condición para la duración, y no
señala cuál de ellos prevalece y el plazo transcurre antes del adve-
nimiento de la condición, la sociedad se disuelve, como lo señala
el artículo 2099 del Código Civil. La estipulación de plazo mínimo
y no extintivo no se presume.
DISOLUCION DE LA SOCIEDAD.
RETIRO Y EXCLUSION DE SOCIOS
410
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 411
taria y en otros casos debe ser decretada por la justicia. Esto últi-
mo ocurre cuando existe discrepancia entre los socios sobre su
procedencia; o tratándose de determinadas causales, la ley requie-
re su homologación judicial.
346. Explicación
351. Explicación
D. OTRAS CAUSALES
358. Explicación
365. Explicación
Se refieren a esta materia los artículos 2101, 2108 del Código Civil
y el artículo 379 del Código de Comercio.
De acuerdo con dichos textos, tratándose de una sociedad
comercial, si incumple algún socio su obligación de aportar, pue-
de exigirse por cualesquiera de los otros socios la disolución de la
sociedad, más los perjuicios. Además, la sociedad tiene el derecho
a exigir el cumplimiento de la obligación y/o la indemnización de
perjuicios. Cualesquiera de los otros socios, por su parte, puede
solicitar la exclusión del socio moroso. O sea, tratándose del in-
cumplimiento de la obligación de aportar en una sociedad mer-
cantil cualquiera de los restantes socios puede exigir la exclusión
del moroso o la disolución de la sociedad, y la sociedad puede
exigir el cumplimiento forzado, en todos los casos más la indemni-
zación de perjuicios.
Si la sociedad es civil puede exigirse del socio moroso el cum-
plimiento de su obligación, de acuerdo a las reglas generales que
permiten exigir el cumplimiento de las obligaciones a todo acree-
dor. Además, cualquiera de los socios puede pedir la disolución
de la compañía. La exclusión del moroso solo está prevista en la
sociedad colectiva mercantil. En la sociedad civil habría que fun-
darla en la equidad natural.
El incumplimiento de otras obligaciones del socio con la socie-
dad y sus consocios, además de las situaciones previstas en el artí-
culo 404 del Código de Comercio y en otras diversas normas legales
puede ser causal de disolución de la sociedad de acuerdo con lo
previsto en el artículo 2108 del Código Civil. Dicho incumplimien-
to puede fundar grave motivo que habilite a un socio para renun-
ciar, que puede provocar la disolución de la sociedad.
Se puede presentar algún problema cuando se pide la disolu-
ción por algún socio fundado en el incumplimiento de la obliga-
ción de otro socio, pues la ley otorga, derivados del mismo
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 429
371. Procedimiento
237. Innocenti Osmida, ob. cit., Nos 63 a 77, págs. 167 y siguientes.
238. Consultar Jorge Zunino, Disolución y Liquidación, tomo I, Nº 110, págs. 308 y
siguientes, e Ignacio Escuti (h), Receso, Exclusión y muerte del socio, págs. 91 y
siguientes.
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 433
LA LIQUIDACION
434
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 435
Están tratadas en los ocho numerandos del artículo 413 del Códi-
go de Comercio.
Nosotros examinaremos, a continuación, las facultades y atri-
buciones de los Nos 1, 3, 5, 7 y 8 del referido artículo. A las otras
nos referiremos en los números siguientes, pues merecen de más
lata explicación.
Las obligaciones y/o atribuciones de orden público a las cua-
les nos referiremos en este número, son las siguientes:
a) Formar inventario de los bienes, deudas y documentos so-
ciales, obligación mencionada en el Nº 1 del precepto en examen.
Se trata de una exigencia requerida para el buen orden de la
liquidación. Tiende a proteger los intereses de los socios y los del
propio liquidador, que sólo tendría responsabilidad por regla ge-
neral por custodia y conservación de los bienes y documentos
inventariados.
LA SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA 443
TITULO I
ASPECTOS GENERALES
455
456 SOCIEDADES
des anónimas, la ley 17.308 del año 1970, el D.L. 544 del año
1974 y el D.L. 849 del año 1975.
Además, en este período se dictó el Reglamento sobre socie-
dades anónimas nacionales y extranjeras que se establezcan en el
país, por Decreto Supremo de Hacienda 1995 de 17 de Septiem-
bre de 1970.
3er período. Desde la dictación de la ley 18.046 en adelante.
La normativa sobre sociedades anónimas en el período en el
cual estamos viviendo al momento de escribirse esta obra, es la
materia del presente capítulo. Como un adelanto de ella pode-
mos destacar las siguientes características.
1. La fiscalización está a cargo de un organismo estatal autó-
nomo y especial para las sociedades anónimas. Dicho organismo
se denomina “Superintendencia de Valores y Seguros”. La fiscali-
zación sólo abarca a aquellas sociedades que hacen oferta pública
de sus valores o que tienen un número considerable de accionis-
tas, llamadas sociedades anónimas abiertas y a ciertas sociedades
que se considera que tienen importancia social por su giro, tales
como bancos, compañías de seguros, administradoras de fondos
de pensiones, etc. Los bancos, sociedades financieras y adminis-
tradoras de fondos mutuos cuentan con superintendencias espe-
ciales para su fiscalización.
2. Los objetivos de la fiscalización varían. Se abandona una
fiscalización que tiende a proteger a los inversionistas y a las
minorías mediante instrucciones de la autoridad atendiendo fac-
tores de conveniencia, calificados por la propia autoridad espe-
cialmente para otorgar la autorización de existencia y
funcionamiento de la sociedad anónima, trámites que en gene-
ral se eliminan.
En aquellos ámbitos en que persiste la fiscalización externa
por la autoridad, la fiscalización se enfoca en dos aspectos funda-
mentales. Por un lado el control de legalidad que abarca no solo
la vigilancia en el acatamiento a la ley, sino también de las demás
normas que rigen a las sociedades anónimas, sean ellas estatuta-
rias, reglamentarias y otras disposiciones obligatorias.
De otro lado se pretende obtener la llamada “transparencia”,
esto es, que los libros y antecedentes sociales arrojen resultados
reales que reflejen la verdadera situación de la sociedad y que
ésta debe dar a conocer a sus accionistas y al público en general.
Tratándose de sociedades abiertas las informaciones también se
refieren a aspectos esenciales. Todo lo anterior con el fin que
460 SOCIEDADES
408. Consecuencias jurídicas que acarrea que una sociedad sea filial o
coligada de una sociedad anónima
411. Reseña histórica. 412. Plan de desarrollo. 413. La escritura pública de cons-
titución. 414. Las formalidades de publicidad. Inscripción y publicación. 415.
Solemnidades de las modificaciones. 416. Momento en que producen sus efectos
las escrituras de constitución y modificación de la sociedad. 417. El estatuto
social. 418. Obligatoriedad del estatuto social. 419. Los pactos de accionistas.
487
488 SOCIEDADES
Entendemos que ellas, en primer lugar son las que tienen por
materia estipulaciones respecto de las cuales existe norma supleto-
ria legal, pero que la ley permite que el estatuto contenga norma
diversa, por ejemplo la duración de la sociedad.
Además, dentro de este grupo de estipulaciones se encuentran
“los demás pactos que acordaren los accionistas” a que se refiere
el Nº 12 del art. 4 de la L.S.A. Estas normas, por regla general
deben versar sobre relaciones o vínculos entre la sociedad y sus
accionistas, relacionados directamente con la sociedad pues, por
definición el estatuto es considerado la “ley interna de la socie-
dad” que debe regular precisamente tales relaciones.
272. Estos trámites según lo prescrito en los antiguos arts. 440 del Código de
Comercio en relación con el art. 355 del mismo Código eran la fijación de
carteles que contienen el decreto autorizatorio y los estatutos por tres me-
ses en el juzgado correspondiente, la publicación de los mismos por diez
veces en un periódico del departamento. Además, si la sociedad pretendía
establecer “casa de comercio en diversos parajes de la República”, la ins-
cripción, la fijación de carteles y publicaciones debían realizarse en cada
lugar con una anticipación de 15 días a la apertura de la sucursal. Además,
los decretos, escrituras y extracto debían ser publicados en el periódico
oficial, que lo fue por mucho tiempo El Monitor Araucano y publicarse en el
Boletín de Leyes del Gobierno.
273. Arts. 427 a 440 del antiguo Código de Comercio.
274. Garrigues, ob. cit., tomo II, pág. 120.
275. Consultar, Federico de Castro, ob. cit., pág. 280, y Justino F. Luque Domín-
guez, “Escritura, estatutos y límites a la libertad estatutaria”, contenido en el
libro sobre Derecho de Sociedades Anónimas, tomo I, La Fundación, págs. 80 y
siguientes.
276. Ver Justino Luque, ob. cit., págs. 65 y siguientes.
277. En esta materia hemos seguido de cerca lo expuesto por don Cristián He-
rrera Barriga en su memoria, aún no publicada sobre Pactos de Accionistas.
502 SOCIEDADES
TITULO III
420. Aspectos generales. 421. Conversión del acto nulo. 422. La nulidad de pleno
derecho de la sociedad y sus modificaciones. 423. Aplicación de normas legales
en caso de infracción estatutaria de ellas. 424. Normas especiales sobre nulidad
de una sociedad anónima. 425. Prescripción.
502
LA SOCIEDAD ANONIMA 503
425. Prescripción
426. Explicación. 427. Nombre. 428. Domicilio social. 429. Duración. 430. Objeto
de la sociedad.
426. Explicación
427. Nombre
509
510 SOCIEDADES
429. Duración
431. Plan de desarrollo. A. Del Capital. 432. Capital dividido en acciones. 433. El
capital como parte integrante del estatuto. Aumento o disminución del capital.
434. Revalorización automática del capital social y de las acciones con valor
nominal. 435. Igualdad de las acciones y series de acciones. 436. Plazos para
enterar el capital. 437. Capital nominal, suscrito y pagado. 438. Adquisición por
la sociedad de sus propias acciones. Aspectos doctrinarios. 439. Adquisición de la
sociedad de sus propias acciones. Situación en Chile. 440. Adquisición de accio-
nes de la sociedad cuyas acciones tengan transacción bursátil. 441. Bienes suscep-
tibles de aportarse a la sociedad anónima. 442. Entero de aportes. Contrato de
suscripción de acciones, valor de colocación. 443. Derecho de suscripción prefe-
rente. Aspectos sustantivos. 444. Derecho de suscripción preferente. Aspectos
adjetivos. 445. El derecho de suscripción preferente y los trabajadores. 446. In-
cumplimiento de un accionista de la obligación de pagar las acciones por él
suscritas. B. De las Acciones. 447. Concepto y aspectos generales. 448. La acción
como título-valor. ¿Desincorporación de la acción? 449. Requisitos de los títulos
de acción y extravío de los mismos. 450. Clases de acciones. 451. Acciones ordi-
narias y preferidas. 452. Acciones con o sin derecho a voto. 453. Acciones con o
sin valor nominal. 454. Acciones de pago y liberadas de pago. 455. Acciones no
permitidas por nuestra legislación. 456. Transferencia de las acciones. 457. El
registro de accionistas. 458. Limitación a la transferencia de acciones. Plan de
desarrollo. 459. Limitaciones estatutarias y contractuales a la libre cesibilidad de
las acciones. Limitación legal a la adquisición de acciones mediante OPAS obli-
gatorias. 460. Explicación general. 461. Origen. 462. Ambito general de aplica-
ción de las OPAS. 463. Obligación de adquirir mediante OPAS acciones, bonos y
otros instrumentos convertibles en acciones de sociedades anónimas que hagan
oferta pública de las mismas. Reglas generales. 464. Excepciones. 465. Caracteres
y naturaleza jurídica de la oferta. 466. La aceptación. 467. Forma legal de efec-
tuar la oferta. 468. Trámites legales para realizar una OPA. 469. Efectos de la
presentación de la oferta. 470. Actos y contratos prohibidos y permitidos sobre
acciones y documentos representativos de éstas emitidos por sociedades anóni-
mas que hacen oferta pública de los mismos. 471. Sanciones. 472. Comentario
sobre la legislación relativa a OPAS. 473. Gravámenes sobre acciones. 474. Trans-
misión de acciones. 475. Derechos y obligaciones del accionista. 476. Derechos y
obligaciones colectivos de los accionistas. 477. Obligaciones individuales del ac-
cionista. 478. Derechos individuales del accionista. 479. Derecho de retiro del
accionista y su exclusión. 480. Retiro o exclusión declarados judicialmente.
513
514 SOCIEDADES
A. DEL CAPITAL
parte, el art. 69, inciso final del Código Tributario señala que no
pueden efectuarse disminuciones de capital en las sociedades sin
autorización previa del Servicio de Impuestos Internos. Entende-
mos que esta norma, aplicable a toda sociedad, se refiere a “efec-
tuar” la disminución y no a acordarla. De otro lado, creemos que el
Servicio está obligado a darla, sin perjuicio de su derecho a liquidar
o cobrar impuestos debidos. Además, la infracción de tal norma no
acarrea efectos civiles acorde con lo previsto en el art. 4 del Código
Tributario.
dad, los que ésta sólo podría recibir como una forma de facilitar
el pago de los aportes, sin que hubiere novación. También afirma-
mos que estaría vedado a los estatutos una estipulación que permi-
tiera tales aportes.
B. DE LAS ACCIONES
6. Preferencias políticas
Se han denominado así a las preferencias otorgadas a una acción
aumentando su derecho a voto, en comparación a las acciones
ordinarias.
El art. 21 de la L.S.A. establecía una regla absoluta en cuanto
prohibía las acciones con voto múltiple y elevó al carácter de
548 SOCIEDADES
7. Derecho a retiro
todos y cada uno de los comuneros. Por esto último, este acto
jurídico causal se opone al negocio abstracto, que hace abstrac-
ción de la causa y que por tanto se basta a sí mismo. El llamado
“Traspaso de acciones” por tanto, no se basta a sí mismo”.
Evidentemente que la compañía no responderá en caso de
inscribir un traspaso ilegítimo si ha exigido los antecedentes míni-
mos que el caso requiera y que la costumbre establece. En tal
evento, al menos aparentemente habría un traspaso legítimo, y en
tales eventos no podría imputársele negligencia o culpa a la com-
pañía.
Si se trata de una sociedad anónima cerrada, cuyos estatutos
contienen restricciones válidas a la transferencia de acciones y en
un traspaso no se respetara tales restricciones, opinamos que en
tal evento la compañía debe repeler el traspaso pues los estatutos
constituyen la ley interna de la sociedad, que ésta debe respetar.
Las controversias que pueden dar origen al rechazo de la ins-
cripción de acciones, en las sociedades anónimas abiertas las re-
suelve administrativamente la Superintendencia, como lo señala
el inc. 3 del art. 12 de la L.S.A. De la resolución de la Superinten-
dencia puede reclamarse de conformidad con las normas estable-
cidas en los arts. 44 y siguientes del D.L. 3.538 del año 1980,
orgánico de dicho instituto o recurrir a la justicia ordinaria en su
caso.
Si se trata de una sociedad cerrada estas cuestiones debe resol-
verlas la justicia ordinaria.
Opinamos que no cabe resolución por el tribunal arbitral que
pueden señalar los estatutos en las dos situaciones precedentes
indicadas pues el adquirente de acciones cuyo traspaso ha sido
rechazado aún no es accionista. Tampoco tendría tal carácter la
persona que obtuvo ilegítimamente la inscripción del traspaso.
Sobre el incumplimiento de las normas sobre OPAS y las ins-
cripciones de traspasos que las transgredan, ello lo examinaremos
al tratar dicha materia.
461. Origen
464. Excepciones
466. La aceptación
La ley dispone los siguientes trámites para realizar una OPA, a saber:
1. Aviso. Según lo prescrito en el art. 202 de la ley sobre Merca-
do de Valores, debe avisarse al público su presentación, al inicio
de la vigencia de la oferta de adquisición, mediante publicaciones
que deben realizarse en forma destacada el día previo al de vigen-
cia de la oferta, a lo menos en dos diarios de circulación nacional.
La Superintendencia debe determinar mediante norma de carác-
ter general el contenido de los avisos, lo que ha efectuado me-
diante la Circular 1514 de 5 de enero de 2001.
Según lo prescrito en el artículo 54 b) de la ley en estudio, en
los casos que se pretenda obtenerse el control a través de una
OPA, no es aplicable el aviso de toma de control que establece el
artículo 54 de la misma ley.
2. Prospecto. El artículo 203 de la misma ley regla en forma
detallada lo que debe contener el prospecto que el oferente debe
poner a disposición de los interesados y en copia a la Superinten-
dencia de Valores. Una copia del prospecto debe estar a disposi-
ción del público en la oficina de la tarjet, en las oficinas del
oferente o en la de su representante, si lo hubiere, como también
en las sociedades que sean controladas por aquella y que hagan
oferta pública de sus acciones.
De acuerdo con la ley dicho prospecto debe contener:
a) Individualización completa de las personas naturales o jurí-
dicas que efectúan la oferta; y en caso de tratarse de estas últimas,
deberá indicarse el nombre, el cargo y domicilio de sus directores,
gerentes, ejecutivos principales y administradores; participación
en otras sociedades e individualización de las personas relaciona-
das con el oferente. Adicionalmente deberá contener una descrip-
ción financiera, jurídica y de negocios del oferente o de sus
controladores efectivos y finales, si fuere del caso. El oferente, en
todo caso, deberá fijar un domicilio en el territorio nacional
b) Acciones o valores a que se refiere la oferta y número de
acciones o porcentaje de las acciones emitidas cuya adquisición
mínima es requisito para el éxito de la oferta.
LA SOCIEDAD ANONIMA 571
ras, en estos casos, quedan sujetas a las normas del passivity rule
que trataremos en el número siguiente.
471. Sanciones
Por regla general todo accionista tiene derecho a voz y voto en las
juntas de accionistas. Con respecto al derecho a voto rige la regla
que se expresa “por una acción un voto”, prohibiéndose el voto
múltiple, pero permitiéndose su división en caso de elecciones.
Pueden, por excepción existir acciones preferentes con mayores
derechos políticos que las ordinarias o acciones sin derecho a voto
o con voto restringido.
6. Derecho a la información
7. Derechos judiciales
8. Derecho a retiro
d) Procedimiento
f) Pago al disidente
g) Renuncia y retracto
El inciso final del art. 69 bis prescribe:
“El accionista disidente podrá renunciar a hacer efectivo su
derecho a retiro, hasta antes de que la sociedad le efectúe el pago
o que la sociedad y los accionistas disidentes acuerden el convenio
de pago, a que se refiere el inciso penúltimo de este artículo”.
El art. 71 inc. 1º de la L.S.A. sobre el particular dispone:
“El directorio podrá convocar a una nueva junta que deberá
celebrarse a más tardar dentro de los 30 días siguientes al venci-
miento del plazo señalado en el art. 70, a fin de que ésta reconsi-
dere o ratifique los acuerdos que motivaron el ejercicio del derecho
a retiro. Si en dicha junta se revocaren los mencionados acuerdos,
caducará el referido derecho a retiro.”
Por último el art. 81 del Reglamento prescribe las pertinentes
anotaciones en el registro de Accionistas del retiro consumado.
nes deben ser aprobadas por las juntas de accionistas, y que de otro lado,
con el saldo positivo, debe formarse un fondo de reservas “por ajuste del
valor del activo fijo” que solo puede ser destinado a capitalización.
284. En el mismo sentido, Enrique Testa Arueste, Las Acciones Preferidas en las
Sociedades Anónimas, Nº 17, págs. 27 y siguientes.
285. Ver supra 322.
286. Ver supra Nº 264.
287. Francesco Galgano, Derecho Comercial, volumen II, págs. 298 y siguientes.
288. Carlos Gilberto Villegas, ob. cit., págs. 273 y siguientes.
289. Antiguo artículo 103 del DFL 251 del año 1931.
290. Esta circular señala que son acciones que tienen presencia o transacción
bursátil las que cumplen con los siguientes requisitos:
a) Ser valores inscritos en el registro de valores que lleva la Superintendencia;
b) Estar registrados en una bolsa de valores de Chile, y
c) Tener una presencia ajustada igual o superior al 25%.
La presencia ajustada de una acción se determinará de la siguiente forma:
Dentro de los últimos 180 días hábiles bursátiles, se determinará el número
de días en que las transacciones bursátiles totales diarias hayan alcanzado
un monto mínimo por el equivalente en pesos a 200 unidades de fomento.
Dicho número será dividido por ciento ochenta y el cuociente así resultan-
te se multiplicará por cien, quedando expresado en porcentaje.
La verdad es que no divisamos las diferencias en los requisitos a y b de la
Circular de la Superintendencia.
291. La disposición en comento estaba contenida en el art. 95 del primitivo
texto del D.F.L. 251 del año 1931 y luego de la dictación de la ley 17.308
del año 1970, en el art. 93 de dicho texto legal.
292. Art. 119 del DFL 251 del año 1931 después de la reforma de la ley 17.308 y
art. 116 del mismo cuerpo legal antes de dicha reforma.
293. Ver Héctor María García Cuerva, El Contrato de Suscripción de Acciones, págs.
7 y 115.
294. Von Gierke, ob. cit., tomo I, pág. 393; Vivante, ob. cit., tomo II, Nº 458, pág.
208; Garrigues, ob. cit., tomo II, pág. 147; Víctor Manuel Garrido de Palma
y Juan Carlos Sánchez González, La sociedad anónima en sus principios configu-
radores, págs. 29 y siguientes.
295. Guyenot, ob. cit., tomo I, pág. 533.
296. Von Gierke, ob. cit., tomo I, pág. 400 expresa: “El título de las acciones no
es esencial para la calidad de socio, pero cada accionista tiene derecho a su
expedición”.
297. Ver Davis, Sociedades Anónimas, tomo I, Nº 37, págs. 192 y siguientes.
298. Ascarelli, ob. cit., pág. 91.
299. Ver Davis, Sociedades Anónimas, tomo I, Nº 38, págs. 194 y siguientes, y Alfre-
do Hueck y Claus Canaris, Derecho de los Título-Valores, págs. 286 y siguientes.
300. Garrido de Palma y Sánchez González, ob. cit., págs. 55 y 56.
301. A las acciones suscritas y no pagadas nos referiremos supra Nº 437. A las
acciones de pago, en el Nº 442.
LA SOCIEDAD ANONIMA 593
ADMINISTRACION Y REPRESENTACION
481. Aspectos generales. 482. Plan de desarrollo. A. Del Directorio. 483. Administra-
ción de la sociedad por el directorio. 484. Representación de la sociedad anónima
por su directorio. 485. Delegación de facultades del directorio y poderes. 486.
Naturaleza jurídica de los vínculos de la sociedad con el directorio. 487. Naturaleza
de los vínculos jurídicos entre la sociedad y los delegados o apoderados del direc-
torio. 488. Los estatutos y el directorio. 489. Mínimo de directores y duración en
sus cargos. 490. Clases de directores. Titulares y suplentes. Otras clases. 491. El
Presidente, el Vicepresidente y el Secretario del directorio. 492. Funcionamiento
del directorio. 493. Quórums para sesionar y tomar acuerdos. 494. Elección de
directores. 495. Revocación de directores. 496. Criterio de fondo de cómo deben
ejercerse las atribuciones, deberes y obligaciones del directorio. El interés social.
497. Deberes de información del directorio. Aspectos generales. 498. Deber de
información. Obligaciones legales del directorio. 499. Actos y contratos con perso-
nas relacionadas. B. De los directores. 500. Naturaleza jurídica de los vínculos entre la
sociedad y sus directores. 501. Remuneración de los directores. 502. Incapacida-
des, inhabilidades y calidades para desempeñar el cargo de director. Aspectos
generales. 503. Inhabilidades o incapacidades para ser director. Normas especiales
aplicables a toda sociedad anónima. 504. Inhabilidades aplicables a directores de
una sociedad anónima abierta o de sus filiales. 505. Derecho a información de los
directores. 506. Obligaciones legales de un director. 507. Obligaciones legales
específicas. 508. Diligencia que debe emplear cada director en el ejercicio de sus
funciones. 509. Responsabilidad de los directores. 510. Presunciones de culpabili-
dad. 511. Exoneración de responsabilidad mediante oposición. C. Del gerente. 512.
Concepto de gerente. 513. Disposiciones legales aplicables a los gerentes. 514.
Vínculos jurídicos entre el gerente y la sociedad. 515. Principales atribuciones y
obligaciones legales del gerente general.
594
LA SOCIEDAD ANONIMA 595
A. DEL DIRECTORIO
h) Presunción de asistencia
salvo que los estatutos dispongan otra cosa, decidirá el voto del
que presida la reunión.
Los estatutos podrán establecer quórum superiores a los seña-
lados. El Reglamento determinará y los estatutos especificarán la
forma en que debe efectuarse la citación a reunión del directorio
de la sociedad y la frecuencia mínima de su celebración”.
Como se puede apreciar la ley, a título de disposiciones de
orden público, solo establece quórums mínimos que los estatutos
pueden aumentar y aun exigir el quórum máximo, la unanimidad
de los directores, para todas o determinadas materias, tanto de
asistencia como para tomar acuerdos.
En cuanto a empates, la ley establece que a falta de norma
estatutaria decide el voto del que preside la sesión, que pueden
ser el presidente titular o quien lo reemplace. Los estatutos indu-
dablemente y por expresa disposición de la ley pueden establecer
otros sistemas para decidir empates, entre ellos la designación de
terceros nombrados por el directorio o por los estatutos para diri-
mir la cuestión.
En los Nos 483 y 484 nos hemos referido a las atribuciones del
directorio de administrar y representar a la sociedad. En los nú-
LA SOCIEDAD ANONIMA 615
Incluyen esta doctrina dentro del interés social a aquel de los traba-
jadores, dirigentes y de la empresa misma. Pueden considerarse
dentro de esta corriente, los autores franceses que propician la
teoría de la institución y la legislación holandesa sobre sociedades.
c) Doctrinas que vinculan el interés social con el del público inversor, los
acreedores y los accionistas no participantes
d) Doctrina contractualista
El art. 44, inc. 1º de la L.S.A. ordena que los actos a que se refiere
deben ajustarse a condiciones de equidad similares a las que habi-
tualmente prevalecen en el mercado. El art. 93 de la L.S.A. en las
situaciones de que trata se remite al art. 44 citado. El art. 89 de la
misma L.S.A. respecto de las operaciones de que trata, señala que
en ellas deben observarse condiciones de equidad similares a las
que habitualmente prevalecen en el mercado.
Por su parte el art. 136 de la L.S.A. señala:
“Cada vez que en esta ley se haga referencia a las condiciones
de equidad, a las imperantes en el mercado o a las ventajas o
beneficios indebidos u otras similares, debe entenderse que son
aquellas imperantes en la misma época de su ocurrencia”.
La finalidad de estas normas tienden, por un lado a impedir
que personas relacionadas con una sociedad anónima obtengan
beneficios indebidos de ella. De otro lado, en cuanto a operacio-
nes entre sociedades relacionadas, la norma pretende evitar que
se traspasen recursos de una sociedad a otra, mediante contratos
que sean favorables a una de ellas, pues ello puede dañar los
intereses de los otros accionistas, ya que la composición accionaria
de dos sociedades relacionadas, puede no ser la misma. Una ma-
yoría rapaz puede tener un mayor porcentaje en la compañía
beneficiada en el contrato respecto de la otra sociedad o persona
relacionada. También estas operaciones pueden producir una al-
teración artificial de la situación económica y financiera de las
compañías, que de ninguna manera es recomendable.
Aunque las normas hacen jugar dos factores, la equidad y el
mercado, nos parece que de la redacción de ellas emana una
subordinación del primer concepto al segundo. Se estiman condi-
ciones equitativas, las de mercado, al menos en relación con el
precio. El factor equidad se aplica más plenamente a las demás
condiciones de la operación, tales como época de realizarla, pla-
zos, forma de pagos y garantías.
B. DE LOS DIRECTORES
508. Diligencia que debe emplear cada director en el ejercicio de sus funciones
C. DEL GERENTE
314. Estas diversas funciones en algunos países se ejercen por distintos órganos
sociales.
315. Ripert et Roblot, ob. cit., tomo I, págs. 951 y siguientes; Rodrigo Uria y
otros, Comentario al régimen legal de las sociedades mercantiles, tomo VI, págs. 44
y siguientes. Francisco Galgano, Derecho Comercial, “Las sociedades”, volu-
men III, pág. 371.
316. Villegas, ob. cit., tomo II, pág. 411.
317. Guillermo Cabanellas de las Cuevas, ob. cit, “Los órganos societarios”, tomo
IV, págs 216 y 569.
318. Ver Narváez, ob. cit., págs. 265 y 330.
319. Ver von Gierke, ob. cit., vol. 1, pág. 442, nota 165. Galgano expresa la
misma idea, pero señalando que no opera la responsabilidad en caso de
dolo del tercero, ob. cit., tomo II, pág. 370.
320. Ver David Stitchkin, ob. cit., Nos 15 y 16, págs. 37 y siguientes; Ver Nº 441,
letra b).
321. Sobre diversas teorías relativas a los vínculos de la sociedad con el directo-
rio, ver Miguel A. Sasot y Miguel P. Sasot, Sociedad Anónima. El órgano de
administración, pág. 369.
322. Ver supra Nº 484.
323. Tratan sobre el “interés social”, doña Mónica Roimisier, El interés social en la
sociedad anónima, págs. 3 a 51; Barrera, ob. cit., Nº 151, págs. 540 y siguien-
tes; y Ascarelli, ob. cit., pág. 325. Galgano, ob. cit., volumen II, págs. 393 y
siguientes.
324. Francesco Galgano, ob. cit., volumen II, pág. 293.
325. Las obligaciones de información al público, bolsas de valores y a la Superin-
tendencia de Valores y Seguros que deben proporcionar los emisores de
efectos de oferta pública, están contenidas en la ley 18.045, sobre Mercado
644 SOCIEDADES
FISCALIZACION DE LA ADMINISTRACION
516. Aspectos generales. 517. Plan de desarrollo. 518. El estatuto y las facultades
de fiscalización. 519. Derechos de fiscalización de los accionistas. 520. Sistema
mínimo de fiscalización propio de las sociedades anónimas cerradas. 521. Siste-
ma mínimo de fiscalización propio de las sociedades anónimas abiertas. 522.
Normas comunes aplicables a auditores externos e inspectores de cuentas. 523.
Fiscalización por comité de directores. 524. Fiscalización por la Superintenden-
cia de Valores y Seguros.
645
646 SOCIEDADES
333. Ver Felipe de Solá Cañizares, ob. cit., tomo III, págs. 411 y siguientes.
334. Tal es el caso del derecho francés, ver arts. 226 y siguientes de la ley sobre
Sociedades Comerciales de 24 de Julio 1966;
335. Felipe de Solá Cañizares, ob. cit., tomo III, págs. 422 y siguientes; arts. 148 y
siguientes de la ley peruana de sociedades, 16.123 de 1966.
336. Felipe de Solá Cañizares, ob. cit., tomo III, págs. 413 y siguientes, y 419 y
siguientes.
337. Los arts. 3, letra e) del D.L. 3538 del año 1980; el art. 2 inc. 4º de la L.S.A. y
el art. 2 de la ley 18.045 sobre Mercado de Valores, establecen normas
sobre la fiscalización que estamos comentando.
LA SOCIEDAD ANONIMA 655
TITULO VIII
655
656 SOCIEDADES
532. Convocatoria
534. Asistencia
338. Rodrigo Uria, Aurelio Menéndez y José María Muñoz, Comentario al Régimen
Legal de las Sociedades Mercantiles, tomo V, pág. 20.
339. En cuanto a facultades administrativas que corresponden a la junta, para
cuyo ejercicio se requiere además acuerdo de directorio, ver supra Nos 484 y
486, y Rodrigo Uria, Aurelio Menéndez y José María Muñoz, ob. cit., tomo
V, págs. 42 y siguientes.
340. Sobre concepto de interés social, ver supra Nº 496.
341. Sobre naturaleza del derecho a voto, ver Juan M. Farina, ob. cit., Parte
especial, II B, pág. 187, y Laureano F. Gutiérrez Falla, Derecho Mercantil.
Contratos societarios y derechos individuales de los accionistas, tomo 2, págs. 280 y
siguientes.
342. Sobre consecuencias de la infracción de pactos de accionistas, que pueden
versar sobre formas de votación o pool de votación, ver supra Nº 419.
343. Sobre este punto ver supra Nos 435 y 451.
344. Las materias de los números 1 y 2 del art. 56 de la L.S.A. se examinarán en
el título siguiente de este capítulo. Hemos tratado sobre la elección de
directores y fiscalizadores en los números 494, 495, 520 y 521.
345. A la disolución de la sociedad nos referiremos en el título XI de este
capítulo. A la división, transformación y fusión, en el título X del mismo y a
las reformas de estatutos nos referiremos en los Nos 415 y siguientes que
preceden.
346. Ver supra 481.
347. Así se ha fallado en causa Rol 49.453 del año 1994, del 22º Juzgado Civil de
Santiago, sobre citación a junta de la sociedad Inversiones y Desarrollo Los
Andes S.A.
LA SOCIEDAD ANONIMA 677
TITULO IX
677
678 SOCIEDADES
544. Memoria
b) Capitalización de utilidades
550. Plan de desarrollo. 551. Transformación. 552. Fusión. 553. División. 554.
Norma común.
551. Transformación
552. Fusión
689
690 SOCIEDADES
553. División
“spin off”, sin perjuicio que aplicando las normas generales deriva-
das de libertad de contratación podría en Chile hacerse una divi-
sión o escisión total o split-up; disolviendo la sociedad primitiva y
repartiendo su patrimonio entre dos o más sociedades sean éstas
nuevas o preexistentes.357
El art. 94 de la L.S.A. señala que: “La división de una sociedad
anónima consiste en la distribución de su patrimonio entre sí y
una o más sociedades anónimas que se constituyan al efecto, co-
rrespondiéndole a los accionistas de la sociedad dividida, la misma
proporción en el capital de cada una de las nuevas sociedades que
aquella que poseían en la sociedad que se divide”.
En cuanto a la forma de efectuar la división el art. 95 de la
L.S.A. prescribe:
“La división debe acordarse en junta general extraordinaria de
accionistas en la que deberán aprobarse las siguientes materias:
1. La disminución del capital social y la distribución del patri-
monio de la sociedad entre ésta y la nueva o nuevas sociedades
que se crean;
2. La aprobación de los estatutos de la o de las nuevas socieda-
des a constituirse, los que podrán ser diferentes a los de la socie-
dad que se divide, en todas aquellas materias que se indiquen en
la convocatoria. Esta aprobación incorpora de pleno derecho a
todos los accionistas de la sociedad dividida en la o las nuevas
sociedades que se formen”.
Debe recordarse que el acuerdo de división requiere del
quórum estatutario, que no puede ser inferior a los 2/3 de las
acciones emitidas, según lo previsto en el art. 67 Nº 1 de la L.S.A.
694
LA SOCIEDAD ANONIMA 695
A esta materia se refieren los arts. 3, inc. 2º, 108 y 112 de la L.S.A.,
sin perjuicio de normas especiales que también mencionaremos.
La ley no distingue, al contrario que en las sociedades de
personas, entre efectos de disolución para los socios y terceros.
En las sociedades de personas, que se supone de no muchos
socios, puede presumirse que ellos saben o deben saber el hecho
motivo de una disolución. Ello puede ser distinto en la anónima
que puede constar de gran número de accionistas. Además, es
muy corriente una desvinculación entre accionistas meramente
inversores o especuladores con la sociedad que hace convenien-
te equiparar la época en que produce sus efectos la disolución
de la sociedad respecto de terceros con aquellos respecto de los
socios.
Los efectos de la disolución se producen tanto respecto de los
accionistas con respecto de terceros desde el momento que se
cumple con la última formalidad exigida por la ley, para acordar y
publicitar la disolución.
En cuanto a la disolución acordada en junta de accionistas, el
art. 2 inc. 2º de la L.S.A. exige reducir a escritura pública la junta,
además de deberse practicar la inscripción y publicación de su
LA SOCIEDAD ANONIMA 701
CONFLICTOS SOCIETARIOS
713
714 SOCIEDADES
573. Prescripción
576. Procedimientos
362. En el mismo sentido, Patricio Aylwin, ob. cit., Nº 56, pág. 95.
363. Patricio Aylwin, ob. cit., Nº 234, pág. 323.
LA SOCIEDAD ANONIMA 719
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