Módulo 3.

Estimulación del razonamiento

Una de las capacidades del pensamiento es la de razonar. Es decir, ordenar y

relacionar ideas mentales para llegar a conclusiones y poder explicarlas. Así el
razonamiento lógico es una de las operaciones básicas que interviene en casi todas las
actividades mentales, especialmente en el lenguaje y la capacidad para operar. Razonar
es pues sinónimo de pensar, discurrir, deducir. Ejercitar la capacidad de razonamiento y
manejar todos sus componentes va a ayudar a que nuestra inteligencia sea más eficaz,
especialmente en situaciones nuevas o que supongan un cierto nivel de dificultad.

Como hemos dicho la capacidad de razonamiento se puede desgranar en un

conjunto de habilidades tales como:

- Asociación: es la capacidad que nos permite establecer relaciones entre dos

estímulos en función de los rasgos que comparten o que les diferencian. Para
realizar dichas tareas ponemos en práctica estrategias de comparación,
emparejamiento, clasificación…

- Analogías: partiendo de la base de que una analogía es la relación de semejanza

que se establece entre dos pares de elementos, podemos trabajar con distintos
tipos de analogías: gráficas, verbales, numéricas…

- Razonamiento lógico: es una capacidad que implica resolver problemas

poniendo en marcha estrategias como:

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o Detectar y localizar errores

o Responder preguntas
o Deducir a partir de una serie de pistas.
o Series lógicas
o Secuencias temporales
o Relaciones causa – efecto
o Matrices
o Problemas lógicos.

- Resolución de problemas.

Todas estas estrategias se pueden poner en marcha tanto con material gráfico, como
con material de contenido verbal.

A continuación, expondremos cómo podemos trabajar los distintos tipos de

razonamiento:

Ejemplos y propuestas para trabajar el razonamiento en sus distintas

vertientes:
Razonamiento verbal:

Manejar el lenguaje es fundamental en el proceso educativo para que este pueda

desarrollarse de una forma más eficaz. Un buen dominio de habilidades relacionadas
con el razonamiento verbal implica tener acceso a la información de forma más rápida,
lo que supone que la comprensión, análisis e interpretación de esta se realice de forma
más efectiva, pudiendo expresar con mayor fluidez los conocimientos adquiridos y las
ideas que los sustentan.

El objetivo de trabajar el razonamiento verbal es que el/la niño/a sea capaz de

resolver tareas que implican la realización de actividades con contenido verbal, que
dependen del dominio del lenguaje y sus elementos.

Categorización: esta habilidad tiene que ver con la adquisición de conceptos y la

capacidad de establecer relaciones entre ellos. De tal forma que podamos ordenar,
organizar y clasificar la información que nos llegar de entorno, en base a una serie de
criterios tales como el color, el tamaño, la forma, pertenencia a una categoría concreta,
utilidad, origen o procedencia, dónde podemos encontrarlo, material del que está
hecho, orden creciente o decreciente…

Existen diversas actividades y estrategias que nos permiten adquirir, conocer y

relacionar conceptos nuevos y vocabulario, entre ellas podemos destacar:

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- Buscar información en el diccionario, libros, periódicos, medios digitales, medios

de comunicación, tareas escolares, explicaciones de los adultos en el caso de los
niños…
- Hacer series. por ejemplo, ordenar palabras de mayor a menor tamaño, ordenar
palabras alfabéticamente, ordenar palabras siguiendo un criterio temporal…
- Emparejar conceptos
- Clasificar conceptos atendiendo a las características que comparten (color,
tamaño, forma, pertenencia a una categoría concreta, utilidad, origen o
procedencia, dónde podemos encontrarlo, material del que está hecho…) o a las
características que los distinguen.
- Enumerar elementos de una categoría dada: por ejemplo “dime todos los
nombres de animales que te sepas”

Razonamiento: tiene que ver con la capacidad establecer relaciones entre conceptos y
explicar qué reglas explican esas relaciones, es decir, el por qué.

- Tareas de asociación:
o Decir en qué se parecen varios elementos propuestos. Por ejemplo, una
manzana y una pera se parecen en que las dos son frutas.
o Asociar palabras que tienen algo en común (forma, color, tamaño,
utilidad, dónde hay, pertenencia a una categoría…). Algunos ejemplos: la
flor y la mariposa se pueden asociar porque ambas cosas se pueden
encontrar en el campo, o son de colores, o aparecen en primavera, o son
seres vivos…; el chupete y el bebé se pueden asociar porque los bebés
usan chupete; la vaca y la leche se pueden asociar porque la vaca da
leche…

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o Asignar el nombre de una categoría a un conjunto de elementos o

palabras. Por ejemplo, la pera, la manzana, el plátano, la fresa, el
melocotón… son frutas.
o Identificar qué elemento de un conjunto guarda relación con un modelo
propuesto. Ej: la palabra modelo es “nevera”, y el conjunto de palabras
es “cuadro, microondas, cama, toalla”. ¿Cuál de esas palabras guarda
relación con “nevera”? “Microondas y nevera” son electrodomésticos.
o Identificar qué elemento de un conjunto no guarda relación con un
modelo propuesto. Ej: la palabra modelo es “nevera”, y el conjunto de
palabras es “lavavajillas, microondas, tostadora, toalla”. ¿Cuál de esas
palabras no guarda relación con “nevera”? Sería “toalla” que no es un
electrodoméstico. Otra variante podría ser presentar un conjunto de
elementos en el que todos tengan alguna relación menos uno de ellos.
Sería el típico juego de “¿Qué está mal?”/ ”¿Qué sobra?”
o Decir en qué se parecen varios elementos propuestos. Por ejemplo, una
manzana y una pera se parecen en que las dos son frutas.
o Decir qué categorías diferencian a los elementos propuestos. Por
ejemplo, la pera es una fruta y el gato es un animal doméstico.
o Establecer semejanzas entre elementos. Por ejemplo, una silla y una
mesa se parecen en que las dos son muebles, las dos pueden ser de
madera, las dos pueden ser marrones, las dos tienen cuatro patas….
o Establecer diferencias entre elementos. Por ejemplo, una silla y una mesa
se diferencian en que la silla sirve para sentarse, y la mesa sirve para
comer, para estudiar…
o Explicar los usos que puede tener un objeto
o Identificar palabras de entre varias presentadas que significan lo mismo
que una dada.
o Identificar palabras de entre varias presentadas que significan lo
contrario que una dada.
o Enumerar palabras que significan lo mismo.
o Enumerar palabras que significan lo contrario.
o Sinonimia: ej. Sustituir en una frase una palabra por su sinónimo.
 Sinonimia conceptual: palabras que evocan conceptos con un
idéntico valor semántico.
 Sinonimia contextual: se da entre aquellas palabras que, sin ser
sinónimos en todos los contextos. Ej. “expresó su opinión” /
“expresó su creencia”

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o Antonimia: ej. Sustituir en una frase una palabra por su antónimo.

 Antonimia parcial.
 Antonimia total.
Todas las actividades expuestas, y otras que se vayan exponiendo, se puede
realizar con palabras impresas o con tarjetas de dibujos, en función de la edad del niño,
su nivel de abstracción, sus dificultades…

- Analogías: una analogía es una comparación entre objetos o conceptos. Es una

habilidad que se desarrolla con el lenguaje. Al establecer una analogía, se indican
características particulares y generales, y se establecen las semejanzas y
diferencias entre los elementos contrastados. Ej: “el pan se come y la leche se…”.
Podemos proponer analogías gráficas, verbales o numéricas.
- Completar frases de complejidad creciente.
- Identificar absurdos verbales en una frase.
- Identificar incongruencias en una historia.
- Explicar el significado de frases hechas.
- Estructura correctamente frases desordenadas.

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Razonamiento lógico:
Es un proceso mental que implica aplicar la lógica, partiendo de una premisa para
llegar a una conclusión que puede finalmente ser verdadera, falsa o posible. El proceso
de análisis puede inductivo o deductivo. Las actividades que podemos hacer para llevar
a cabo este tipo de razonamiento pueden ser:
o Detectar y localizar errores en material verbal o icónico.
o Responder preguntas que exigen respuestas lógicas.
o Deducir conceptos:
 Definiciones: implica comprender y definir elementos.
 Hacer dibujos a partir de la descripción verbal que otra persona
da de los mismos.
 Adivinar elementos en base a una enumeración de sus
características (“pistas”)
 Adivinar elementos en base a su descripción.
 También se pueden hacer deducciones con números tomando en
cuenta una serie de premisas y pistas. Por ejemplo: “tiene menos
de veinte elementos, más de diecisiete y es impar” o “cifra impar
menor de veinte y compuesto por dos números iguales”.
o Secuenciaciones: en este sentido se pueden organizar palabras siguiendo
una secuencia lógica y luego explicar la lógica aplicada para llevar a cabo
esa secuenciación, ordenar un texto desordenado, resolver secuencias
temporales (en imágenes o en frases), establecer relaciones causa –
efecto…
o Series lógicas atendiendo a formas, colores, tamaños, posiciones,
numeración, letras…
 Completar series de letras, de sílabas, de palabras…
 Realizar series según número de letras, número de sílabas, un
fonema, una terminación, orden alfabético…
o Matrices lógicas
o Problemas lógicos

- Resolución de problemas mediante adivinanzas, jeroglificos…

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Razonamiento matemático:

La competencia matemática sigue un proceso de construcción lento y gradual,

que va desde lo concreto y específico, a lo abstracto y general, siendo las actividades
concretas y manipulativas con los objetos la base sobre la que se apoya dicha
construcción.

La capacidad matemática elemental se puede descomponer en otras habilidades

como la numeración, el cálculo, la resolución de problemas, la estimación, el manejo de
las unidades de medida y algunas nociones de geometría.

Principios aplicables al proceso de enseñanza – aprendizaje de las matemáticas:

- Es un proceso de construcción activa.

- Los conocimientos previos ocupan un papel crucial, dado que son la base para la
adquisición y comprensión de otros conocimientos nuevos. Y aquí se distinguen
dos tipos de conocimientos:

o Declarativos: supone conocer los conceptos matemáticos.

o Procedimental: se refiere a las estrategias de resolución y la forma de

aplicarlas.

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El conocer los conceptos matemáticos no asegura el saber aplicarlos, por lo que

tanto los conocimientos declarativos como los conocimientos procedimentales
deben enseñarse de forma explícita.

- Para lograr el dominio de las habilidades es primordial la automatización de los

procedimientos, para liberar la carga cognitiva y permitir a los alumnos centrarse
en la ejecución matemática y la interpretación de los problemas.

- Aplicar los conocimientos en gran variedad de contextos.

- El análisis de los errores sistemáticos permite estudiar esos errores y conocer las
estrategias incorrectas o “vicios” que emplean los/as alumnos/as.

Es importante conocer cuáles son las habilidades matemáticas básicas que los niños
deben conocer para saber dónde se sitúan las dificultades y planificar la enseñanza.

Smith y Rivera (1991) agrupan en ocho grandes categorías los contenidos que debe
cubrir la enseñanza de las matemáticas:

- Numeración: para aprender a contar y comprender el sistema numérico, los

niños deben haber adquirido algunos conceptos básicos tales como mucho,
poco, demasiado, más, menos…también deben captar el concepto de número,
su uso y su sentido, el orden de las unidades y valor posicional en los números
de varias cifras. Estos aprendizajes se logran a través de experiencias informales
y la manipulación, y sus experiencias escolares desde la etapa infantil.

- Cálculo.

- Resolución de problemas: durante muchos años predominaba la idea de que los

niños debían dominar el sistema numérico y el cálculo antes de realizar
problemas de enunciado verbal, sin embargo, investigaciones posteriores
advierten que este aprendizaje debe integrarse desde el inicio de la escolaridad
(Carpenter y Moser, 1982), siempre y cuando los/as niños/as dispongan de
objetos concretos para representarlos.

Es importante enseñar de forma explícita las estrategias y fases implicadas a la

hora de resolver un problema, es decir, comprender el problema, planificar la forma de
resolverlo, ejecutarlo y resolverlo.

Cuando trabajamos razonamiento numérico lo hacemos con el objetivo de que

el/la niño/a ponga en marcha estrategias que le permitan resolver tareas que implican
la realización de actividades de contenido matemático basadas en el dominio del
número y sus elementos. Para lo que es necesario que sepa:

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- Establecer series de acuerdo con un contenido matemático:

o Completando series

o Identificando la pauta que sigue una serie numérica dada.

o Continuar series numéricas de un dígito

o Continuar series numéricas de dos o más dígitos.

o Realizando series siguiendo un criterio (elegido por el/la niño/a o

propuesto por nosotros)

o Ordenar de mayor a menor y viceversa.

o Identificar el número anterior y posterior.

o Clasifica números atendiendo a criterios de pertenencia (pares, impares,

terminados en…, múltiplos de…)

o Indicar si un número pertenece o no pertenece a un conjunto y explicar

por qué-

- Definir números atendiendo a distintos criterios:

o Definir números atendiendo al criterio mayor que, menor que, el doble

que, el triple que, la mitad de…

- Establecer y realizar operaciones sencillas utilizando la reversibilidad:

o Contar de dos en dos, de tres en tres, de diez en diez…

o Contar de atrás hacia delante.

o Contar de atrás hacia delante de dos en dos, de tres en tres…

o Poner el signo de sumar, restar, multiplicar y dividir cuando corresponde

en una operación dada.

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- Identificará globalmente cantidades, empleará la noción de conjunto y realizará

operaciones que impliquen relaciones de equivalencia y orden:

o Formar conjuntos con determinadas propiedades.

o Asignar a un conjunto su cardinal y viceversa.
o Reconocer las cifras hasta la veintena y dirá el número correspondiente
cuando se le señale.
o Ordenar números en forma ascendente y descendente.
o Realizar series en forma creciente y decreciente (de uno en uno, de dos en
dos, de tres en tres...).
o Contar de dos en dos, de tres en tres, de cinco en cinco...
o Completar series en las que faltan números.
o Escribir números al dictado (el anterior y posterior a uno dado).
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o Realizar sumas ayudado de objetos: bolas, judías, etc.

o Representar estas sumas gráficamente con números y objetos.
o Reconocer y utilizar los conceptos MAYOR/MENOR/IGUAL QUE (>,<, =) con
cifras.
o Ordenar números secuencialmente.
o Descomponer una cifra en otras y viceversa.
o Realizar restas sencillas con ayuda de objetos.
o Realizar mentalmente operaciones sencillas.

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