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¿Qué es inteligencia artificial?

Actualmente, la inteligencia artificial (IA) es uno de los temas que más


invita a la reflexión en el campo de la tecnología y los negocios. Este
entusiasmo tiene fundamentos: vivimos en un mundo cada vez más
conectado e inteligente. Hoy en día, se puede fabricar un
coche, componer Jazz mediante un algoritmo o conectar su CRM a su
bandeja de entrada para dar prioridad a los correos más importantes.
La tecnología detrás de todos estos avances está relacionada con la
Inteligencia artificial (IA).
En esta publicación le hablaremos sobre:

La definición de Inteligencia artificial

La historia de la Inteligencia artificial

Cómo funciona la IA

Una descripción general de las principales técnicas de la IA

Ejemplos del uso de la Inteligencia artificial en los negocios

¿cuales son sus ventajas y deventajas en la actualidad?

Ventajas

En el ámbito laboral reduce los costos y salarios adicionales.


Por resultar un atractivo, conlleva a generar más ingresos.

Se han desarrollado aplicaciones que realizan tareas que el hombre


nunca hubiera podido hacer debido a su complejidad.

Puede predecir situaciones a largo plazo.

Reduce el tiempo que consume realizar cierta actividad.

Lograr grandes hallazgos y avances.

Desventajas
Por ser software, requieren de constantes actualizaciones
(mantenimiento).

Realizar estos sistemas expertos requiere de mucho tiempo y dinero.

Crear máquinas que sean autosuficientes y puedan ir desplazando a la


raza humana.

El uso irracional y exagerado de esta tecnología podría conllevar a la


dominación de las máquinas sobre el hombre, como también llegar a
depender mucho de ellas.

El hombre se siente menos importante cuando una máquina o un


sistema “lo supera”.

¿Qué riesgos se corren?


En los últimos años, varios expertos como Stephen Hawking, Nick
Bostrom, Elon Musk y Bill Gates, han advertido de los peligros que
conlleva una Super Inteligencia Artificial (ASI), la cual, en teoría, podría
poner en riesgo la hegemonía humana en el planeta y significaría el fin
del mundo tal y como lo conocemos.

La amenaza, creen ellos, es tan real que incluso han llegado destinar
dinero para una fundación llamada OpenAI, la cual está dedicada al
desarrollo de la IA con el fin de beneficiar a la humanidad.

Pero para muchos, tales temores son exagerados. Como Andrew Ng de


la Universidad de Stanford, quién también es científico en jefe del
gigante chino de Internet Baidu. Ng cree que temer a un aumento de
robots asesinos (que es la representación más usual del levantamiento
de una ASI) es como preocuparse por la superpoblación en Marte.

Sin embargo, esto no quiere decir que nuestra creciente dependencia


de la IA no tenga riesgos reales. De hecho, esos riesgos ya existen. A
medida que los sistemas inteligentes se involucran en decisiones cada
vez más delicadas, existe el peligro de que partes importantes de
nuestras vidas se estén haciendo sin un escrutinio suficiente.

Aún más, la IA podría tener efectos inesperados en ámbitos para los


que aún no nos hemos preparado, como el cambio de nuestra relación
con los médicos o la forma en que nuestros vecindarios son vigilados.

Por otro lado, otro de los riesgos que presenta la automatización (y de


los que nadie habla) es que puede hacer que nos volvamos cada vez
más torpes y dependientes. Por ejemplo, se espera que en un futuro
todos los vehículos sean autónomos y los humanos ya no tengamos que
manejarlos, pero ¿qué pasará cuando en algún momento el sistema
falle y sea el humano quién tenga que asumir el control del auto?

En lugar de preocuparnos por un futuro levantamiento de las máquinas,


el verdadero riesgo es que podemos confiar demasiado en los sistemas
inteligentes que estamos construyendo. Recordemos que el aprendizaje
automático funciona mediante la formación de software para detectar
patrones de datos. Una vez entrenado, se pone a trabajar analizando
datos frescos e invisibles. Pero cuando la computadora escupe una
respuesta, típicamente no podemos ver cómo es que la maquina llegó
a esa conclusión.

A medida que las IAs se despliegan para evaluar todo, desde la


calificación crediticia hasta la idoneidad para un trabajo, se corre el
riesgo de que se equivoquen. Y aunque la intuición humana no es
infalible, en ocasiones tiene un componente de análisis que los sistemas
inteligentes aún no tienen.

Dado que muchos de los datos con los que alimentamos a las IAs son
imperfectos, no debemos esperar respuestas perfectas todo el tiempo.
Reconocerlo es el primer paso en la gestión del riesgo. Los procesos de
toma de decisiones construidos sobre las IAs necesitan ser más
abiertos al escrutinio. Dado que estamos construyendo inteligencia
artificial a nuestra propia imagen, es probable que termine siendo tan
brillante o tonto como nosotros mismos.
Mexico y la inteligencia artificial que se ha hecho.
Especialistas del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica
(INAOE), desarrollan la programación de un robot que tendrá la
capacidad de hacer búsquedas en internet y adquirir habilidades por
imitación.
El proyecto financiado con recursos del Fondo Sectorial de
Investigación para la Educación SEP-Conacyt, forma parte de los
estudios que actualmente se llevan a cabo en México desde el campo
de la Inteligencia Artificial (IA).
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Eduardo
Morales Manzanares, investigador del INAOE y responsable del
proyecto, explicó que el objetivo es lograr que el robot aprenda a
reconocer objetos que no conoce, con información e imágenes que
encuentre en internet.
“Básicamente el escenario es que una persona le dice al robot ‘tráeme
una grabadora’ y el robot no sabe qué es una grabadora, o cualquier
otro objeto, puede ser una manzana, unas llaves, la cosa es que el robot
no sabe qué es ese objeto. Lo que hace es que busca en internet cuál
es el lugar más probable de encontrar el objeto que le pidieron, dentro
de una casa, si puede estar en el baño, cocina, comedor, sala, y eso lo
encuentra buscando información en internet”, expuso.
Agregó que las imágenes que encuentra el robot en internet, las
descarga y utiliza para construir un modelo que le permita reconocer el
objeto y distinguirlo de otros, de tal manera que una vez que sabe cuáles
son los lugares probables para encontrarlo, busca dentro de ellos.
“La idea es tratar de dotar de más autonomía a los robots para que
busquen, por sí solos, información en internet, como ahora todo mundo
lo hace, para poder resolver un problema”, puntualizó el miembro nivel
III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Aprendizaje por imitación


El robot que investigadores y estudiantes del INAOE están
programando fue adquirido para el proyecto. El doctor Morales
Manzanares especificó que la programación del robot se desarrolla con
diferentes lenguajes, pero lo esencial es dotarlo de la habilidad de
aprender, por imitación y retroalimentación.
“¿Cómo un robot puede aprender viendo gente o que la gente le diga
cómo hacer una tarea? Son dos habilidades que sería bueno que los
robots tuvieran para que pudieran ir aprendiendo, para hacerlo más útil”,
subrayó.
Detalló que para ello es necesario desarrollar técnicas, por ejemplo, el
diseño de un nuevo algoritmo que toma en cuenta el lugar más probable
del objeto que el robot busca, qué tan lejos está del lugar en que se
encuentra el robot y cuál es el tamaño del lugar.
“Se diseñó una nueva estrategia de cómo combinar esas tres cosas al
mismo tiempo para decidir cuál sería la mejor forma de ir por el objeto y
eso lo comparamos con los algoritmos y resulta que esto funciona más
o menos bien”, comentó el investigador del INAOE.
Reconoció que ha sido un reto lograr que el robot identifique la
información relativa al lugar más probable en que encontrará el objeto
que se le ha ordenado encontrar, por lo que fue necesario idear nuevas
estrategias.
“Ahorita tenemos unas primeras pruebas en las que el robot, si le pides
un objeto, ya logra ir por él, lo que nos falta todavía es que el robot tome
el objeto y se lo lleve a la persona. Hay alumnos que están trabajando
en cómo tomar objetos y ahí hay técnicas ya hechas pero también
estamos tratando de innovar en cómo tomar un objeto, porque puede
estar volteado, vistas raras, etcétera”, adelantó.
Morales Manzanares consideró que la siguiente etapa de pruebas
tendría que ser con personas que no estén familiarizadas con robótica,
para que le den la orden al robot y medir su efectividad.
“Esto lo podríamos pensar en un futuro para que alguien tenga un robot
y le pida ‘tráeme una medicina’; lo interesante es que ya aprendió,
entonces eso lo guarda, si le pediste una manzana, si se la vuelves a
pedir ya sabe dónde está, ya tiene el modelo y va acumulando digamos,
conocimiento de eso”, apuntó.

IA en México
Para el doctor Miguel González Mendoza, presidente de la Sociedad
Mexicana de Inteligencia Artificial (SMIA), proyectos como el que se
desarrolla en el INAOE contribuyen a que México destaque en el campo
de IA a nivel internacional.
“México figura en áreas muy particulares como cómputo evolutivo; por
ejemplo, el equipo del doctor Carlos Coello, quien recibió el Premio
Scopus como el investigador más citado en el área, tenemos también el
caso del doctor Enrique Sucar, quien ha sido reconocido en robótica y
aprendizaje bayesiano, y varios investigadores en otras iniciativas que
están evolucionando rápidamente”, resaltó.
Refirió que el propósito en común es lograr una representatividad
internacional fuerte y consideró que esta va creciendo a través de los
egresados de los programas de posgrados.
El presidente de la SMIA mencionó al INAOE y el Centro de
Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada
(CICESE) como dos de los principales centros mexicanos que destacan
por proyectos que incorporan herramientas de IA.
“Las áreas de machine learning, sistemas expertos, robótica,
procesamiento del lenguaje natural, son áreas en las que México ha
producido resultados muy interesantes; por ejemplo, con estos agentes
con los que podemos conversar en algunos productos comerciales, si
bien solo podemos llevar una conversación en órdenes y búsquedas,
en realidad ahora podemos llevar conversaciones muy interesantes
con bots”, afirmó.

Centro de inteligencia artificial en México


La creación de un centro de inteligencia artificial en México es uno de
los proyectos que a lo largo de décadas ha sido impulsado por
investigadores de la SMIA que lo perciben como una estrategia para
incentivar no solo la inversión pública en el campo de la IA, sino también
inversión privada.
“Pueden existir proyectos de mayor impacto, mayor tamaño y que no
sea solamente gobierno de la mano de la academia, sino que en
realidad pueda ser más abierto, con iniciativas público-privadas
alrededor de temáticas verticales importantes como puede ser salud o
seguridad, donde la IA pueda ser finalmente el hilo conductor de todas
estas iniciativas”, aseveró González Mendoza.

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