El desarrollo de los diferentes procesos de refino ha respondido desde un
principio a la necesidad de producir mayor y mejor calidad de productos sin olvidar las exigencias medioambientales cada vez más restrictivas, con el objetivo de incorporar el máximo valor añadido al producto refinado al mínimo costo posible.
En general, cada refinería se alimenta de varios crudos de distinta
procedencia y, por tanto, de distintas características, seleccionados previamente teniendo en cuenta sus precios de adquisición y los rendimientos de las distintas fracciones que van a proporcionar los productos finales que demanda el mercado, de forma que se obtenga el máximo beneficio de explotación.
En cualquier caso, la rentabilidad del negocio del refino depende de una
gran cantidad de factores. Junto con todas las inversiones asociadas al proyecto, existen la regulación de los productos RIESGOS ASOCIADOS A LA EVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS:
la promoción de combustibles alternativos
las restricciones ambientales sobrevenidas Además, en el caso del petróleo, la evolución de los precios está sometida a una gran volatilidad debido a la actuación de la OPEP y a factores geopolíticos de difícil valoración.
A pesar de la variabilidad de los distintos factores que afectan a la
rentabilidad de una refinería, es posible optimizar la misma durante su funcionamiento en base a una adecuada utilización de los recursos disponibles:
Tipos de crudo disponibles
Unidades de conversión de la refinería Además de tener en consideración las restricciones que se puedan imponer exteriormente, por ejemplo de tipo ambiental. Dada la complejidad de los procesos involucrados, se suele llevar a cabo una formulación matemática que recoja las distintas variables involucradas y que permita tanto una visión de la gestión a corto plazo como la planificación a más largo plazo. La medición del resultado económico de la actividad de refinación se realiza mediante un indicador que, generalmente, aunque existen diversas metodologías de cálculo, se mide como margen de contribución (ingresos por ventas totales menos costos de aprovisionamiento y otros costos variables) en valores unitarios expresados en $US/barril.
Los costos de inversión de una refinería adaptada a la actual demanda son
4 veces superiores a los de una refinería simple de 1970 y el doble de una convencional de 1980.
El costo de inversión de una refinería depende principalmente de la
capacidad de destilación y de la complejidad de la misma Los análisis potenciales de mejora de estos márgenes, siempre llegan a la conclusión de que las actuaciones más interesantes están en los márgenes brutos (diferencia entre el valor de los productos obtenidos del crudo procesado en una refinería y el costo de dicho crudo puesto en la refinería) y que es, tanto en la selección adecuada de crudos como en la mejora de los rendimientos, donde pueden conseguirse resultados tangibles inmediatos, mientras que la reducción de los costos operativos (variables), aunque no despreciable, tiene posibilidades mas limitadas.
En la estructura de costos operativos, destaca la participación de la energía,
que concentra casi la mitad de dichos costo El margen de refinación permite medir cómo de competitiva es, comparativamente, una refinería o un sistema de refino en función de su esquema.
Su eficiencia en la planificación operativa, al carácter deficitario o
excedentario de los productos finales comercializados en su ámbito geográfico de influencia y, obviamente, de la gestión y eficacia operativa de los gestores.
El análisis y seguimiento de los márgenes de refinación es
consecuentemente, un elemento esencial en la gestión de la industria del refino. No existe una metodología única de cálculo de los márgenes, por lo que es altamente improbable que los márgenes de una compañía coincidan con los de cualquier otra aun cuando pudieran estar utilizando una misma calidad de crudos como materia prima.