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PEC “DOCE ESCRITORES CONTEMPORÁNEOS” OPCIÓN B:

1) Contexto histoó rico y literario del texto propuesto.

El texto elegido es un pasaje de la novela “Vísperas, festividad y octava de San


Camilo del año 1936”, obra de Camilo Joseó Cela publicada en 1969. En esta novela,
Cela se centra en los acontecimientos que rodearon la sublevacioó n del bando
nacional, y la posterior reaccioó n popular, durante los díóas 17, 18 y 19 de julio de
1936, en Madrid, hechos que dieron lugar al inicio de la cruenta Guerra Civil que
asoloó al paíós durante maó s de tres largos anñ os.

Como se ha dicho, la novela fue publicada en 1969, treinta anñ os despueó s del final
de la guerra, en un momento histoó rico marcado por las convulsiones sociopolíóticas
relacionadas con el Mayo del 68, la Primavera de Praga, etc… En este sentido,
podríóa pensarse que la rigidez de un reó gimen que empezaba a cuestionarse maó s o
menos abiertamente desde varios frentes, habíóa empezado a relajarse, pero el
escaó ndalo que la publicacioó n de San Camilo, 1936 provocoó entre los sectores maó s
reaccionarios parece desmentirlo. Si bien un tíómido aperturismo políótico permitíóa
la aproximacioó n a los luctuosos eventos dejando de lado la exaltacioó n patrioó tica
propia de los decenios anteriores, y que Cela aprovecha para narrar los sucesos de
forma imparcial, sin culpabilizar a ninguno de los dos bandos, la novela fue
rechazada por hasta cinco censores, y soó lo su amistad con el ministro Fraga
permitioó su publicacioó n final sin enmienda alguna. En lo referente al contexto
literario, San Camilo, 1936 participa de dos corrientes que se dieron en la literatura
espanñ ola de posguerra. Por un lado, y a nivel temaó tico, la obra supone la incursioó n
de Cela en el fecundo subgeó nero de las novelas de la guerra civil; pero a nivel
estilíóstico, la novela huye del realismo y la linealidad espacio-temporal habitual,
participando del ansia de experimentalismo y renovacioó n formal que tuvo lugar en
la narrativa espanñ ola a partir de la deó cada de los 60´s. Tendencia influida tanto por
el “realismo maó gico” que empezaban a poner en praó ctica escritores
iberoamericanos como Garcíóa Maó rquez, Vargas Llosa o Cortaó zar, como por las
innovadores propuestas estilíósticas y narrativas que habíóan llevado a cabo autores
de referencia en la esfera internacional como Dos Passos, Joyce o Faulkner.
2) ¿Cuaó les son los principales recursos narrativos y estilíósticos usados en este
fragmento? Explique su funcioó n.

Como ya sabemos, en la novela San Camilo, 1936 se narran los acontecimientos que
rodearon la sublevacioó n militar de 1936 en Madrid, imbricando los hechos
histoó ricos con la vida cotidiana de centenares de personajes anoó nimos, en una
especie de collage polieó drico que tiene la funcioó n de captar la atmoó sfera y el sentir
de todo un pueblo víóctima de tan traó gicos momentos. El pasaje elegido es un
perfecto ejemplo de esto, pues en eó l se integra la narracioó n de varios de estos
episodios triviales con un evento histoó ricamente trascendental: la sublevacioó n del
ejeó rcito de Marruecos, pistoletazo de salida de la Guerra Civil. En el texto pueden
distinguirse varias líóneas narrativas diferentes que se mezclan en una uó nica
simultaneidad polifoó nica. Para conseguir esta absoluta integracioó n, en un retablo
que trasciende el tiempo y el espacio, el autor se sirve de una narracioó n comuó n que
prescinde de la separacioó n en paó rrafos, e incluso del punto y seguido, formato
unificador que es utilizado en el largo paó rrafo que forma cada uno de los tres
capíótulos en que sabemos que estaó dividido el libro. En el caso que nos ocupa,
pueden distinguirse hasta cuatro acciones: la primera es una especie de
admonicioó n hecha en segunda persona, que en realidad es reflejo de un subjetivo
monoó logo interior del narrador, y que incluye algunos rasgos autobiograó ficos (el
bacilo de Koch, la lujuria…) y que parece retratar la sordidez moral, la tristeza y la
soledad que aquejaban al autor en esa eó poca. En la segunda accioó n toma forma el
narrador omnisciente en tercera persona, que nos adentra en la vida de Don Roque
a traveó s de sus haó bitos cotidianos y de su relacioó n con otros personajes de su
entorno; una tercera accioó n nos describe las vicisitudes de una criada, Evelina
Castellote, relacionadas con un aborto, y que finalmente entronca con un uó ltimo
personaje, Josualdo, trabajador de radio a traveó s del cual conoceremos la noticia de
la sublevacioó n. La inclusioó n de anuncios de los perioó dicos y de la radio (casa
Carmena, aguas La Maravilla…), e incluso un retazo de copla cantada en primera
persona por Evelina, ayudan a tejer ese tapiz social de vocacioó n totalizadora,
intencioó n reforzada tambieó n por la voluntad de reflejar el habla popular y sus giros
linguü íósticos, que no excluyen una cierta escatologíóa salaz habitual en la obra de
Cela.
Analice el valor del incesto en Cien años de soledad.

El tema del incesto se erige como uno de los pilares baó sicos en la obra maestra de
Garcíóa Maó rquez. Y lo hace a partir de una multiplicidad de funciones, natural en
una novela de su extrema complejidad estilíóstica y temaó tica. A un nivel baó sico y
formal, el incesto es en Cien años de soledad un potente recurso narrativo y
dramaó tico. De hecho, es el incesto y sus consecuencias lo que pone en marcha la
misma sociedad de Macondo, pueblo fundado por los primos Joseó Arcadio Buendíóa
y ÚÚ rsula Iguaraó n en su huida culpable. Tras marcar con su fuego pecador muchas
de las relaciones sentimentales que se establecen a lo largo de la novela,
sobrevolando las deó cadas como una constante fatal, seraó tambieó n el incesto entre
los dos uó ltimos representantes del linaje familiar lo que precipitaraó de alguna
forma la desaparicioó n de la estirpe, y con ella la de la una civilizacioó n macondiana
que acabaraó sus díóas “arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los
hombres”, víóctima de una especie de maldicioó n ancestral encarnada por el incesto,
una suerte de pecado original cuyas claras resonancias bíóblicas se dejan sentir en
toda la obra, desde las sucesivas plagas que asolan el pueblo, hasta ese lujurioso y
exuberante paraíóso terrenal en el que terminan habitando Amaranta ÚÚ rsula y
Aureliano Babilonia. Por otro lado, la presencia del incesto tanto al principio como
al final de la historia, subraya tambieó n otro aspecto clave de la obra como es la
circularidad, esa especie de eterno retorno del que no pueden zafarse los
protagonistas, verbalizado repetidamente por la matriarca ÚÚ rsula. Pero a un nivel
maó s general, las implicaciones de un tema como el incesto son tambieó n profundas y
variadas. Su tratamiento entronca con los albores de la literatura misma, a traveó s
de la figura de Soó focles y su Edipo Rey, muy caros a Garcíóa Maó rquez. Se trata de un
tema de alta densidad, cargado de una gran significacioó n moral, social y cultural.
Ún síómbolo muy poderoso, relacionado tanto con aspectos que afectaban
directamente al contexto de la obra y del autor, como es el mestizaje, como con
aspectos maó s universales tales como la pasioó n, el amor, la culpa y la tragedia, todos
ellos elementos que habitan en el mismo nuó cleo de la novela. El incesto es pues un
miedo, un tabuó y una maldicioó n, pero tambieó n una necesidad nacida al amparo de
la soledad y la ignorancia de los habitantes de Macondo, una suerte de encarnacioó n
descarnada de la dualidad Eros-Tanatos que rige al ser humano.

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