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DERECHO
ECONÓMICO
3a Edición Actualizada
ÍNDICE GENERAL
PRÓLOGO
CAPÍTULO PRIMERO
CAPÍTULO SEGUNDO
1. Aspectos generales
2. Concepto...
2.1. La noción funcional
2.2. La noción material
2.3. Orden público económico constitucional
2.4. Técnicas del orden público económico
2.5. Evolución del orden público económico
3. El orden público económico en su manifestación constitucional
3.1. La subsídiariedad del Estado
3.2. Libertad de trabajo y su protección
3.3. Legalidad de los tributos
3.4. Equidad tributaria
3.5. Libertad económica
3.6. La no discriminación arbitraria
3.7. El derecho a la propiedad
3.8. El derecho de propiedad
3.9. La seguridad legal
4. Hipótesis sobre el orden público económico
5. El amparo económico
5.1. Generalidades
5.2. Procedencia y causal
5.3. Tribunal competente
5.4 . Procedimiento
5.5. Evolución jurisprudencial
5.6. Naturaleza jurídica y compatibilidad con el recurso de protección
5.7 Diferencias con el recurso de protección
5. El mercado de valores
5.1. Los valores
5.2. Normativa aplicable 89
5.3. Conceptos de la ley N° 18.045
5.4. Principios ordenadores de la ley N° 18.045
5.5. Los intermediarios de valores
CAPÍTULO QUINTO
LAS OPERACIONES DE CAMBIOS INTERNACIONALES Y REGULACIÓN DEL
MERCADO CAMBIARIO
1. Introducción
2. El decreto ley N° 600, Estatuto de la Inversión Extranjera
2.1. Marco regulatorio
2.2. Concepto de inversionista extranjero
2.2.1.Se trate de personas naturales o jurídicas extranjeras o chilenos con residencia o
domicilio en el exterior
a) Personas jurídicas
b) Personas naturales extranjeras
c) Chilenos domiciliados o residentes fuera de Chile
2.2.2.Efectúen transferencia de capitales extranjeros a Chile
2.2.3.Celebre contrato de inversión extranjera
3. Concepto de inversión extranjera
4. El contrato de inversión extranjera
4.1. Algunos comentarios sobre su carácter de contrato ley
4.2. Características del contrato de inversión extranjera
5. Derechos y obligaciones del inversionista extranjero
5.1. Derecho a remesar las utilidades líquidas y a transferir al exterior su capital y dé
acceso al mercado cambiarlo formal
5.2. Derecho a no ser discriminado
6. Régimen tributario
6.1. Impuestos directos
6.2. Impuestos indirectos
7. Tratamiento especial respecto de los megaproyectos
7.1. Requisitos para los megaproyectos
7.2. Régimen especial
7.3. Normas aplicables a proyectos de exportación
7.4. Renuncia a los derechos de invariabilidad de resoluciones y circulares y de la
autorización para llevar contabilidad en moneda extranjera
8. Límite de acceso al crédito interno a los inversionistas extranjeros
9. Cesión de derechos del contrato de inversión extranjera
10. Cambio de objeto del contrato de inversión extranjera
11. Normas orgánicas del D.L. N° 600
11.1. Naturaleza jurídica del Comité de Inversiones Extranjeras
11.2. Composición del Comité de Inversiones Extranjeras
11.3. Forma de funcionamiento del Comité
11.4. Atribuciones de la Vicepresidencia del Comité
11.5. El Vicepresidente del Comité y sus atribuciones.
El Estado, como ente abstracto y titular permanente del poder, ha asumido diversos
roles en la economía. En efecto, lo que sostenemos en estas líneas no es más que
constatar que, atendidas las diversas visiones y posturas ideológicas imperantes en el
mundo, el Estado ha ido, en forma cambiante, asumiendo diversas funciones con
respecto a materias económicas. Así las cosas, para nadie es un descubrimiento el hecho
de que el Estado tenga una participación significativa en el mercantilismo del siglo
XVII o en la variante keynesiana del siglo XX, como tampoco que tenga un rol menos
significativo en el laissez faire del liberalismo clásico o en las posturas neoliberales a
partir de Hayek.
En este escenario, al Estado no le queda más que ser un mero observador, es decir,
determinado por lo que se pasó a denominar el laissez faire, debiendo abstenerse de
intervenir. Adam Smith señalaba que el Estado debia asumir dicho rol en forma limitada
porque el mundo económico marcha por si mismo, movido por el interés individual, por
lo que al intervenir entorpece y frena la actividad individual. Asimismo, argumentaba
que aquél no está animado del interés necesario, como el individuo, porque es
descuidado cuando se trata de intereses públicos.
Para Smith, el rol del Estado "según el sistema de libertad, sólo tiene tres obligaciones
principales que atender... La primera, proteger a la sociedad de la violencia e invasión
1
Un ejemplo de ello lo constituyó el pensamiento fisiocrático del siglo XVII, que propugnaba en lo
político un poder absoluto y, en lo económico, el mínimo intervencionismo
de otras sociedades...; la segunda, poner en lo posible a cubierto de la injusticia y
opresión de un miembro de la república a otro que lo sea también de la misma o la
obligación de establecer una exacta justicia entre los pueblos, y, la tercera, de mantener
y erigir ciertas obras y establecimientos públicos, a los que nunca pueden alcanzar ni
acomodarse los intereses de los particulares o de pocos individuos, sino los de toda la
sociedad en común...".2
La gran crisis económica de la década de los treinta del siglo veinte es la que hace surgir
nuevas voces que explicitan un rol más activo del Estado en materia económica,
especialmente por la gran depresión que se advierte en el mercado. En dicho contexto,
la figura de John Maynard Keynes aparece como el paradigma de la época. Su punto de
partida difiere de ios economistas clásicos, quienes se centran en la producción. Keynes,
por el contrario, se preocupa de la crisis y advierte que ésta se produce por un exceso de
producción, debido a la falta de demanda y, por ello, la teoria económica debe orientarse
a determinar los factores que mantengan activa esta última. Para dicho objetivo, será
necesaria la intervención del Estado, sustituyendo el laissez faire por un rol más activo
de fomentar y mantener la demanda y lograr el equilibrio económico.
Para Keynes el intervencionismo estatal podría provenir de las inversiones (uno de los
elementos que dinamizan la demanda agregada interna). Para él es destacable "la gran
ventaja social que se derivaría del aumento de la cantidad de capital hasta que deje de
ser escaso".3
El planteamiento keynesiano supone que el Estado debe tener un doble control, sobre la
moneda y la tasa de interés, utilizando el sistema tributario para lograr una mejor
distribución de la renta.
2
ADAM SMITH, "Riqueza de las Naciones". LIV, capítulo 9, final.
3
JOHN MAYNARD KEYNES, "The general theory", capítulo 22, página 325.
siendo en su concepto el bienestar económico una parte del bienestar general de la
sociedad.
Para Pigou el Estado, lejos de impedir o interferir con la libre competencia, debe
trabajar positivamente para defenderla y protegerla, creando condiciones para su mejor
funcionamiento. Para tal efecto, le corresponde crear a través de un sistema legal
medios para eliminar la competencia injusta y desleal, que recurre al dumping y el
boicot.4
Desde Hayek, pasando por Von Mises y llegando a los neoclásicos de la década de los
setenta, entre ellos a Friedman, es posible advertir una reacción al intervencionismo
estatal y una vuelta a la primacía de la libertad del hombre, que entre otras
manifestaciones, se sustenta en el emprendimiento y capacidad de innovar.
Desde esta perspectiva, él Estado debe redefinir su rol en la economía, siendo éste
esencialmente estabilizador del ciclo económico, lo menos regulador e interventor,
dejando un amplio espacio para los agentes económicos privados, configurándose así el
Estado subsidiario.
Hasta ahora se han descrito las diversas posiciones ideológicas y cómo el modelo
económico liberal en sus diversas variaciones define el rol del Estado en la economía.
Sin embargo, a partir de los planteamientos analizados es posible establecer que aquél
puede asumir todos o algunos de los siguientes roles, ello dependiendo de la variante del
modelo económico que se esté aplicando y las condiciones coyunturales de dicho
modelo.
A este rol se le denomina generalmente "fijación de las reglas del juego" o “rol
regulador”, consistente en fijar el marco jurídico al que deben sujetarse los agentes
económicos privados y el propio Estado. Estas reglas se refieren a la propiedad y su
protección, a las normas sobre los contratos (autonomía y libertad contractual), la forma
jurídica de la empresa, el ejercicio de la libertad económica, el régimen laboral y la
regulación de la actividad económica en general.
En lo que a reglas del juego se refiere, se vislumbra una evidente evolución desde el
siglo XIX en que primaba una amplia libertad para los agentes económicos (el
denominado laissez faire), donde los conceptos de propiedad y libertad económica eran
4
A.C. PIGOU. "La economía del bienestar", página 194.
concebidos a ultranza por las distintas legislaciones; más bien se trataba de una
concepción dogmática de dichos principios que impedía una matización de los mismos.
No obstante ello, ya en el siglo XX se comienza a desarrollar respecto de la propiedad
un rol o función social y su atomización en formas jurídicas destinadas a reunir gran
cantidad de recursos, como lo son las sociedades anónimas. Por otra parte, la libertad
económica comienza a desenvolverse dentro un marco regulatorio fijado por la ley y
con ciertos limites de interés colectivo, donde destacan las restricciones que emanan de
la legislación laboral y, posteriormente, de las normas sobre salubridad y protección
ambiental.
Cabe consignar que numerosas son las situaciones en las que se debate entre regulación
y libertad de los agentes, ya que la primera podria afectar en la esencia dicho derecho.
Al respecto, se ha sostenido que el rol regulador del Estado debe considerar la
generación de un sistema de incentivos apropiados.
2.2. Lograr la estabilización macroeconómica
2.3. La asignación
2.4. La redistribución
Una de las primeras lecciones que se aprendió del laissez faire y de la mano invisible (el
Estado como mero observador) fue que la asignación puede ser eficiente, pero ciega a la
equidad. Frente a ese cuadro, las economías actuales entienden como función del Estado
la redistribución de la renta.
En décadas anteriores, el Estado tenía una concepción distinta a la que está hoy en boga,
ya que asumía un rol empresarial, bastando sólo advertir el significativo número de
empresas estatales existentes en la década de los cincuenta y sesenta. Sin embargo,
como lo analizaremos en su oportunidad, el principio de la subsidiariedad y la
ampliación de la libertad económica hacen que el Estado, a partir de la década de los
ochenta, se desprenda de sus empresas a través de procesos privatizadores y se
establezcan una serie de restricciones para que pueda asumir una función empresarial,
incluso de índole constitucional.
2.6. La planificación
Esta función planificadora del Estado va más allá de una simple orientación de los
agentes económicos, sino que a una conducción de éstos hacia objetivos claramente
predefinidos en una elección pública, estableciendo incentivos hacia las conductas
deseadas, gravámenes e, incluso, restricciones y prohibiciones respecto de las conductas
no esperadas en la definición del plan.
3. EL DERECHO ECONÓMICO
3.1. Concepto
Como todo concepto, él se construye a base de su contenido, por lo que desde hace
décadas la doctrina se ha preguntado qué tópicos aborda el Derecho Económico para
poder dar una definición de él:
- Otros sostienen que el Derecho Económico es solamente una rama especializada del
Derecho Administrativo, en cuanto el Estado preserva el orden público económico a
través de la administración que persigue objetivos económicos, ejemplo el Servicio
Nacional de Aduanas, el Servicio de Impuestos Internos, el Banco Central, etc.
- Se sostiene por otra corriente que el Derecho Económico es un derecho coyuntural del
Estado frente a requerimientos económicos, ya que en él advierten una realidad
engorrosa y que concuerda con lo anárquico de la legislación económica.
- Finalmente, se sostiene por una parte importante de la doctrina en nuestro país que el
Derecho Económico es el Derecho del Orden público económico, ya que éste es
precisamente su objeto (Aimone, 1976).
Lo mismo ocurre con los acuerdos del Banco Central, los que no hacen sino poner en
ejecución objetivos de política monetaria o cambiaría. Así se aumenta o disminuye la
tasa de instancia, se fija la tasa de encaje, se aplica o no la exclusividad de operaciones
y restricciones al mercado cambiario formal.
Entendiendo el Derecho Económico en una primera fase como aquel que constituye la
herramienta jurídica de la intervención del Estado en la economía (como más adelante
denominaremos "orden público económico funcional"), no cabe duda que está dentro
del ámbito del Derecho Público. A la misma conclusión tendríamos que llegar al
advertir el Derecho Económico en su visión actual -y que nosotros defendemos- como
aquel que teniendo sus bases en el orden público económico de la Constitución Política
de 1980 constituye un instrumento de política orientado al cumplimiento de objetivos
que ésta se ha propuesto. En este contexto serían normas de orden público la Ley
General de Bancos, la Ley de Mercado de Valores, la normativa sobre libre
competencia, las reglas sobre inversión extranjera.
3.3. Características
Cuando se efectúa una caracterización, se buscan los aspectos más relevantes para
describir conceptualmente un objeto de estudio. A continuación, se realizará un intento
por establecer las principales características del Derecho Económico.
b) Es un Derecho instrumental
Si bien en todas las ramas del Derecho existen normas de diversa jerarquía, en muchas
de ellas predomina cierta categoría de normas, como ocurre por ejemplo en el Derecho
Civil, donde las normas con jerarquía de ley son la mayoría. En el ámbito del Derecho
Económico, en cambio, existe una cantidad vasta de normas de diversa jerarquía. Así
existen numerosas normas legales, pero, además, nos encontramos con normas que
emanan del Ejecutivo e, incluso, normas que surgen de órganos autónomos,
constituyéndose tal vez esta disciplina jurídica como aquella que tiene la variedad
jerárquica normativa más significativa del sistema jurídico nacional.
4.- RELACIONES ENTRE ECONOMÍA Y EL DERECHO
De esta forma, el objeto, los métodos y los instrumentos de la economía son muy
diversos a los del Derecho, entendido éste como un fenómeno normativo y de casuística
judicial, en que lo que predomina es un razonamiento práctico deductivo para resolver
los problemas y conflictos jurídicos.
El carácter utilitario del Derecho se advierte en el hecho que la economía utiliza a las
normas jurídicas como medio para imponer un determinado modelo económico,
entiéndase una forma preestablecida de solución de los problemas económicos. La
coercibilidad de las normas y la consecuencia negativa que ellas contienen a los
incumplimientos de las conductas exigidas hacen posible que se institucionalicen los
principios y reglas económicas fundamentales. En este contexto, se asume que el
Derecho está al servicio de la economía como un medio de implementación del modelo
que se asuma en cada Estado o comunidad, surgiendo así el Derecho de las
Regulaciones Económicas o Derecho Económico. Así entendemos el régimen normativo
de la propiedad privada y su protección, de resguardo de la libre competencia, de
libertad económica y límite a la actividad empresarial estatal. Sin normas dichos
principios fundantes del modelo económico no serían respetados.
Como el Derecho es utilitario para la economía, también lo es esta última para efectos
de poder comprender el Derecho como fenómeno normativo. En efecto, las conductas
descritas en las normas y las consecuencias jurídicas que ellas establecen a priori para el
caso de incumplimiento, la validez y eficacia de las normas, las soluciones casuísticas
que adoptan los Tribunales y que mantienen en el tiempo, es posible analizarla a la luz
de las teorías y enfoques económicos, tales como la racionalidad de la elección, los
riesgos y el riego mínimo, las reglas de incentivos y la de costo – beneficio y costo de
oportunidad, entre otros.
El análisis económico del derecho supone, entonces, utilizar las reglas y principios
económicos respecto de las conductas descritas en las normas y sus consecuencias
jurídicas (sanción o premio) permitiendo incluso una más eficiente redacción de normas
y contratos y predicción de las conductas que asumirán los sujetos normados.
En el análisis económico del Derecho se advierten dos etapas, que se han denominado la
“antigua” y la “nueva” (Veljanoski, Cento, 1990 Economía del Derecho. Ediciones
Universidad Diego Portales. Santiago. 2006.). La primera concibe un análisis
económico de leyes (normas) que afectaban el funcionamiento del mercado, como por
ejemplo las referidas a la libre competencia o las regulaciones de tarifas. La segunda
concepción –también conocida como “la nueva”- implica un análisis económico de
todas las normas del ordenamiento, independiente de si son normas que regulan
actividades económicas, pudiendo llegar a los ámbitos del Derecho de Familia y
Derecho Penal. Sin duda alguna, es en este ámbito donde adquiere relevancia el aporte
del juez norteamericano (Richard Posner. Economic analysis of law. Little, Brown and
Company. Boston 1968).
Se ha sostenido que el análisis económico del Derecho incluye tesis de índole diferente:
En primer lugar está la tesis normativa que nos señala que el Derecho debe ser eficiente
entendiéndolo como una exigencia abstracta en la creación de toda norma jurídica; la
tesis predictiva: puesto que las personas son agentes racionales y podemos utilizar la
teoría económica para predecir cómo se comportarán en función de los incentivos y
desincentivos generados por las normas jurídicas. En tercer lugar está la tesis
descriptiva, según la cual cierto sistema jurídico es eficiente, tanto en cuanto al mercado
y al gasto público y el rol del Estado en la administración de Justicia, entendiendo al
Derecho más allá de las normas sino que a las instituciones en su integridad y,
finalmente, advertimos la tesis evolucionista que concibe el análisis económico como
una tendencia del Derecho en cuanto a adoptar normas eficientes (Spector, Horacio.
2004. Elementos de Análisis económico del Derecho. Rubinzal-Cuzoni Editores.
Buenos Aires. 2004).
CAPÍTULO SEGUNDO
CONCEPTO
La noción funcional
Uno de los conceptos que frecuentemente envuelve a las diversas disciplinas jurídicas,
tanto del ámbito del Derecho Privado como del Derecho Público, es el de "orden
público". Don Arturo Alessandri Rodríguez sostenía que es el "conjunto de principios
morales, religiosos, políticos, sociales y económicos sobre los cuales reposa, en un
momento histórico dado, la organización de una sociedad y le permite a ésta
desenvolverse correcta y adecuadamente".
La evolución del orden público económico encuentra un hito que marca su autonomía
conceptual. Este es la dictación de la Constitución Política de la República de 1980, la
que consagra un conjunto de principios económicos elevados al mayor rango jurídico: el
constitucional.
5
Merece citarse los casos de nacionalización de empresas producidas en el gobierno de la Unidad Popular
y el uso de los denominados "resquicios legales".
Esta evolución, sin embargo, no se produjo en forma espontánea. Los hechos acaecidos
en el régimen de la Unidad Popular llevaron a que quienes elaboraron el texto
constitucional se preocuparan de consagrar en dicho código político los principios
fundamentales que se reconocieron a mediados de la década de los setenta y que no eran
sino los que informaban el modelo económico que hoy se conoce como neoliberal. Así
la Comisión de Estudios de la Nueva Constitución señaló que el orden público
económico está constituido por las "normas fundamentales destinadas a regular la
acción del Estado en la economía y a preservar la iniciativa creadora del hombre para el
desarrollo del país, de modo que ellas conduzcan al bien común".
En este sentido, se puede señalar que existe coincidencia en el ámbito del Derecho
Constitucional, en cuanto a entender que el orden público económico tiene su
manifestación tangible en las normas del Capítulo III de la Constitución de 1980,
referidas a los derechos y garantías constitucionales; sin embargo, se advierte que va
6
Por ejemplo, en RDJ LXXXI (1984), II parte, sección 5, págs. 71 y 72.
más allá de dicho capítulo, ya que no se agota con aquéllas al incluir limitaciones a la
potestad estatal (Evans de la Cuadra, Enrique, 1986). Incluso, la historia fidedigna del
establecimiento de la Carta Fundamental vigente permite advertir que la Comisión de
Estudios de la Nueva Constitución estimó conveniente que "el nuevo ordenamiento
jurídico debe contemplar normas fundamentales destinadas a regular la acción del
Estado en la economía y a preservar la iniciativa creadpra del hombre para el desarrollo
del país, de modo que ellas conduzcan a la consecución del bien común" (Actas oficial
de la comisión de estudios de la Nueva Constitución).
Una vez aclarado que el orden público económico se desarrolla como principio
transversal de la Carta Fundamental, el punto de discusión se centra, a continuación, en
establecer si aquél se agota o no en dicho código político. Sobre el particular, se ha
entendido en forma casi absoluta que aquél se desarrolla en el ámbito constitucional,
legal y administrativo (Cea, José Luis, 1988), por lo que podríamos sostener que es un
concepto superior que envuelve el ordenamiento jurídico completo de un Estado, sin
perjuicio de que sea en el ámbito constitucional donde se fijan las bases estructurales
que luego desarrollarán las normas legales y reglamentarias. Asi lo ha entendido la
jurisprudencia, al señalar que el orden público económico se da más allá que el ámbito
constitucional, incluso las normas emitidas en ejercicio de la potestad reglamentaria del
Poder Ejecutivo lo integran.7
Otro aspecto que merece análisis es si los principios del orden público económico que
se consagran en la Constitución del ochenta tienen correspondencia y armonía con los
valores de la sociedad -siguiendo el concepto de orden público económico del profesor
Cea-, ya que dicho texto surge en un régimen autoritario y con notorios vicios de
ilegitimidad de origen. La duda que surge es si en la sociedad chilena estaban
internalizados, a la época en que se dictó la Constitución, los principios de
subsidiariedad del Estado, máxima protección al derecho de propiedad, libertad
económica, no discriminación arbitraria, libertad de trabajo, en la forma que los concibe
el texto constitucional. Como respuesta preliminar a dicha interrogante puede plantearse
que, en términos generales, los principios del orden público económico que se
desarrollan en la Constitución Política de 1980, se han ido legitimando en la sociedad,
lo que queda claramente demostrado por la cantidad significativa de recursos de
protección y amparo económico deducidos para resguardar derechos que integran dicho
concepto. Asimismo, ,es posible sostener que el proceso de globalización económica ha
facilitado la aceptación de estos principios y culturalmente, en gran parte, ha permitido
la adopción de ellos por la existencia de un paradigma único en el mundo que responde
a las bases de la economía de mercado. No obstante lo anterior, se advierten ciertas
manifestaciones que discrepan con los principios del orden público económico y que
generalmente se manifiestan en cuestionamientos de grupos de influencia y de presión
en el país. Así, las críticas a los sistemas de salud privada (ISAPRE), al sistema
previsional (AFP) y la oposición a la privatización de empresas del Estado constituyen
evidencias empíricas de que los principios del orden público económico no se reflejan
completamente en la sociedad.
7
Gaceta Jurídica N° 144, año 1992, pág. 74.
Si hemos entendido el orden público económico como un conjunto de principios y
reglas facultativas de la regulación de las actividades económicas por parte de la
autoridad, debemos preguntarnos cómo se manifiesta instrumentalmente dicho concepto
o, dicho de otra forma ¿qué técnicas utiliza el orden público económico? Al respecto la
doctrina es coincidente, en términos generales, en reconocer las siguientes técnicas:
a) La regulación
Como se analizó en el Capítulo Primero, para la teoría económica uno de los roles del
Estado en la economía es establecer el marco legal, siendo reconocida como necesaria
dicha función a fin de permitir el adecuado funcionamiento de la economía. No
obstante, escuelas de corte neoclásico sostienen que la regulación debe ser muy sutil, ya
que no debería interferir y afectar la libertad de los agentes económicos y, por tanto,
evitar ser distorsionadora.
b) El control
Cabe precisar que no todos dichos agentes son objeto de control, como, asimismo, no
todos los sectores o actividades económicas se fiscalizan. Es el Estado el que, en una
decisión discrecional, evalúa qué agentes o sectores deben estar bajo control de
cumplimiento de la regulación. Asi, en nuestro sistema jurídico se advierte la existencia
de Superintendencias en áreas como previsión social, bancos, mercado de valores,
ISAPRES, etc.
Anteriormente se señaló que los principios y normas que configuran el orden público
económico no sólo se encuentran en la Constitución Política de 1980, sino que en todo
el ordenamiento jurídico,- independiente de la jerarquía de la norma de que se trate. Si
bien las normas constitucionales gozan de primacía respecto de las demás, los principios
en ellas establecidos son amplios y generales y han ido evolucionando en los casi veinte
años de vigencia de la Carta Fundamental. Para poder comprobar este aserto basta
analizar la evolución que ha tenido el principio de la subsidiariedad del Estado,
contenido en los artículos 1o inciso tercero y 19 N° 21 inciso segundo. Dichos preceptos
reconocen a los agentes económicos privados el derecho a desarrollar actividad
empresarial libremente sin más restricciones que la moral, el orden público y la
seguridad nacional. Pues bien, el Estado va a desarrollar sólo aquellas actividades
económicas que los particulares no deseen o no puedan realizar, por lo que actúa en
subsidio de ellos.
Si se compara las actividades que desarrollaba el Estado en la década de los ochenta con
las que lleva a cabo hoy, se advierte una evolución en su rol subsidiario. No sólo las
privatizaciones realizadas en dicha década, sino que la incorporación de los privados en
las concesiones de obras públicas, con cuantiosas inversiones, muestra el rol subsidiario
del Estado en su mayor manifestación. En síntesis, es evidente que el principio de la
subsidiariedad, parte del orden público económico, ha evolucionado sin que ello
signifique la modificación de la norma constitucional.
De las disposiciones antes aludidas se puede sostener que el Estado les asegura a los
agentes económicos un ámbito en el cual van a desarrollar libremente sus actividades
económicas, por lo que él sólo intervendrá cuando los privados no deseen o no puedan
desarrollarlas o, excepcionalmente, estime que él es el único que podría llevarlas a cabo,
lo que hace que este principio se denomine subsidíariedad, ya que el Estado participa en
subsidio.
Del análisis de dicha declaración se desprende que ella no hace más que asumir las
posturas liberales clásicas de Smith y los fisiócratas, quienes sostenían que el Estado no
debía intervenir en la economía y, en definitiva, dejar el ámbito más amplio para los
agentes privados, ya que éstos debían desarrollar su capacidad emprendedora y creativa.
8
Corte Suprema, sentencia del 23 de noviembre de 1995, Caso "Mersa con Subsecretaría de Pesca".
No obstante que el Estado debiese asumir una conducta activa ante la reticencia de los
privados, en la actualidad se advierte un incremento de actividades en que estos últimos
se han incorporado y en las cuales tienen interés de hacerlo, quedando restringido para
aquél sólo contadas actividades de carácter estratégico. Más aún, es el mismo Estado el
que ha decidido que algunas actividades no serán desarrolladas por él, a fin de que los
privados se interesen en ellas, poniéndose muy en boga esta politica en el ámbito de las
concesiones de obras públicas.
Algunos plantean que este principio no es más que una simple declaración hecha por el
constituyente, ya que s'i se consagra la libertad de contratación entendida en ambos
sentidos, trabajador-empleador, éste es libre de decidir a quién contrata, siendo muy
difícil probar la discriminación.
Eje del enfoque económico es evitar que elementos ajenos al mercado incidan en la
asignación de recursos y en el proceso productivo, por lo que si bien la Constitución en
el artículo 19 N° 16 reconoce los derechos a la negociación colectiva y a la huelga, éstos
se ven muy restringidos en comparación a como se daban en las décadas pasadas. La
actual legislación contenida en los libros III y IV del Código del Trabajo imponen el
principio de la autonomía sindical, siendo la negociación colectiva concebida como un
medio de solución de los conflictos laborales que impide un resentimiento en la
productividad de cada unidad y, a su vez, de la actividad económica en general. Asi ella
está circunscrita a ciertas empresas y ciertas actividades y la huelga como el lock-out
(cierre temporal de la empresa por decisión del empleador) son instancias que van a
operar sólo cuando fracase la negociación.
Este principio, también conocido como "reserva legal", está reglamentado en los
artículos 60 N° 14 y 62 N° 1 de la Constitución Política de la República, y consiste en
que sólo por ley se pueden crear, modificar o extinguir tributos. No cabe duda que este
principio adquiere importancia al constituirse en una garantía para los agentes
económicos, ya que otorga la certeza de que a la autoridad administrativa le está vedado
imponer tributos.
El Estado tiene múltiples fuentes de ingreso, entre las que destacan los tributos. Estos se
pueden conceptualizar como "las prestaciones en dinero que el Estado, en ejercicio de
su poder de imperio, exige con el objeto de obtener recursos para el cumplimiento de
sus fines" (Zavala, José Luis, 1998).
- Tributos con tasa progresiva, que implica que la tasa aumenta conforme aumenta, a su
vez, la base imponible, esto es, siendo mayor la renta es mayor la tasa a aplicar,
quedando un mínimo exento, como ocurre con el impuesto global complementario y el
impuesto único al trabajo dependiente en el D.L. N° 824, Ley de Impuesto a la Renta.
Asimismo, el artículo 19 N° 20 añade que los tributos que se recauden, cualquiera que
sea su naturaleza, ingresarán al patrimonio de la Nación y no podrán estar afectos a un
destino determinado, que es que lo que la doctrina constitucional ha denominado "regla
de no afectación tributaria".
- La ley autorice tributos que puedan estar afectados a fines propios de la defensa
nacional.
- La ley autorice que los tributos que gravan actividades o bienes que tengan una clara
identificación regional o local puedan ser aplicados, dentro de los marcos que la misma
ley señale, por las autoridades regionales o comunales para el financiamiento de obras
de desarrollo.
a) Concepto
Se ve consagrado este principio, de tanta importancia en el ámbito del orden público
económico chileno, en el articulo 19 N° 21 de la Constitución Política, norma que
señala en su inciso primero que el Estado asegura a todas las personas el derecho a
desarrollar cualquier actividad económica siempre que no sea contraria a la moral, al
orden público o a la seguridad nacional, respetando las normas legales que la regulan.
- La libertad económica está destinada a desarrollarse respetando las normas legales que
la regulan, lo que implica que aquélla tiene un canal de ejercicio contenido en la ley.
Sobre el particular cabe señalar que los ámbitos de la libertad económica son:
Con respecto a la expresión "normas legales que la regulan" que utiliza el articulo 19
N° 21 inciso primero de la Constitución, surge la duda en cuanto a si el constituyente
sólo entendió que a través de la ley en sentido estricto, esto es la que es tramitada en el
Parlamento, se puede regular la actividad económica o también es posible realizarlo a
través de la potestad reglamentaria del Ejecutivo o de la potestad de órganos autónomos
como las municipalidades y el Banco Central. Incluso hay órganos jurisdiccionales sui
generis, como el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, que están dotados de
facultades normativas.
Por su parte, el Tribunal Constitucional estimó en un principio que sólo una ley en
sentido estricto puede regular la actividad económica (principio de legalidad absoluta)10,
pasando posteriormente a un criterio en que la ley fija el marco general o bases,
pudiendo el Ejecutivo a través de la potestad reglamentaria complementar dicha
normativa o ponerla en ejecución (principio de legalidad relativa). En este último caso,
se deben cumplir los requisitos de “determinación” y “especificidad”. El primero exige
que los derechos que puedan ser afectados se señalen, en forma concreta, en la norma
legal; y el segundo requiere que la misma indique, de manera precisa, las medidas
especiales que se puedan adoptar con tal finalidad. Por último, los derechos no podrán
ser afectados en su esencia, ni imponerles condiciones, tributos o requisitos que impidan
su libre ejercicio. Cumplidas que sean dichas exigencias, es posible y lícito que el Poder
Ejecutivo haga uso de su potestad reglamentaria de ejecución, pormenorizando y
particularizando, en los aspectos instrumentales, la norma para hacer así posible el
mandato legal11.
9
Gaceta Jurídica N° 211, enero de 1998.
10
Sentencia del Tribunal Constitucional del 21 de abril de 1992, Rol N°146 en que presentó
requerimiento en contra de D.S. del Ministerio de Obras Públicas N° 357, publicado en el Diario Oficial
de 19 de febrero de 1992, que prohibió la colocación de carteles, avisos de propaganda o cualquiera otra
forma de anuncios comerciales en los caminos públicos.
11
Sentencia del Tribunal Constitucional del 26 de junio de 2001, requerimiento Rol Nº 325
Es evidente que detrás de la norma del artículo 19 N° 21 de la Constitución Política
existe una posición ideológica en virtud de la cual son los privados los que van a
participar en la economía como agentes casi exclusivos y, por tanto, se les debe asegurar
la suficiente libertad y autonomía en su accionar. De esta forma, el Estado se va a
mantener al margen de las actividades reservadas a los particulares, lo que queda de
manifiesto en el artículo 19 N° 21, inciso segundo, norma que en plena concordancia
con el artículo 1o inciso tercero de la misma Carta Fundamental, señala que el Estado y
sus órganos sólo podrán desarrollar actividades empresariales o participar en ellas si así
lo permite una ley de quorum calificado.
Por otra parte, se ha discutido acerca de qué significa que el Estado participe en
actividades empresariales, fijando al respecto la jurisprudencia, en el recurso de amparo
económico que se ventiló entre la Asociación Nacional de la Prensa y Metro S.A., un
criterio muy amplio. En efecto, se señaló en el fallo respectivo que la participación del
Estado en un determinado negocio o actividad económica con otra persona, sea natural
o jurídica, no es menester que se haga bajo la forma de un contrato de sociedad, sino
basta que exista lo que se denomina en doctrina "colaboración empresarial", esto es, la
cooperación entre unidades económicas, como sería el caso si una de las partes
contribuye o facilite un bien que haga viable económicamente el negocio.13
También los tribunales han determinado necesario precisar qué se entiende por
"organismos del Estado", conforme reza el artículo 19 N° 21, inciso segundo, de la
Carta Fundamental. Al respecto, en el aludido fallo de la acción de amparo económico
entre Asociación Nacional de la Prensa y Metro S.A., se discutió si dicha empresa,
12
RDJ XCII, segunda parte, sección quinta, pág. 197 (Mersa con Subsecretaría de Pesca).
13
Corte Suprema, sentencia del 31 de enero de 2000. Rol N° 248-2000. En el mismo sentido, la Corte
Suprema en los autos rol 328-99, "Chile Express y otro con Empresa de Correos de Chile", por fallo del
17 de marzo de 1999, acogió amparo económico, señalando que "De acuerdo al articulo 2° del decreto
con fuerza de ley N° 10, en virtud del cual se establece el objeto de la Empresa de Correos de Chile, y a
los Tratados Internacionales suscritos por Chile en la materia, la Empresa de Correos de Chile no está
autorizada para realizar el servicio postal de encomienda expresa y paquetería denominado "Ultracom",
respecto de bultos o paquetes que excedan de 33 kilos de peso y de un porte no mayor de 3 metros, con
una tolerancia de 30 centímetros y su mayor dimensión no debe exceder de 2,00 metros, con una
tolerancia de 10 centímetros, y que tampoco está autorizada para desarrollar actividades relacionadas con
la cobranza de cuentas de consumo, recaudación de pagos por cuenta de terceros, es decir, lo que
actualmente se realiza a través de la denominada "Banca de Personas". De lo contrario, requeriría una ley
de quórum calificado que así lo estableciera".
regulada por la Ley de Sociedades Anónimas y, por lo tanto, dentro del sector privado es
o no un "organismo del Estado". Sobre el particular, el fallo señaló que:
1°) La ley N° 18.772 transformó el servicio público denominado "Dirección General del
Metro" en la sociedad anónima "Empresa de Transportes de Pasajeros Metro S.A.", la
que puede usar el nombre de fantasía "Metro S.A.". Esta ley, de quorum calificado,
autorizó al Estado para desarrollar una actividad empresarial específica, a saber,
"servicio público de transporte de pasajeros, mediante ferrocarriles urbanos y
suburbanos u otros medios eléctricos complementarios y servicios anexos". Dispuso
también que la Corporación de Fomento de la Producción y el Fisco constituyeran la
referida sociedad en proporciones de un 28% y un 72%, respectivamente, y que ésta se
regiria por las normas que regulan las sociedades anónimas abiertas.
2°) Que el hecho de que Metro S.A. se haya organizado como una sociedad anónima y
que la rijan las normas que regulan el funcionamiento de esa clase de personas jurídicas,
no debe llevar a concluir que la mencionada sociedad es una "empresa privada del
Estado", sino que, la ley, al darle a la organización encargada de administrar el
transporte de pasajeros por ferrocarriles eléctricos urbanos el estatuto jurídico de una
sociedad anónima, ha pretendido que sea administrada por un directorio, que es
designado por CORFO y el Fisco, sus únicos accionistas, y que puede realizar todos los
actos jurídicos necesarios, destinados al desarrollo de su giro específico, bajo un
estatuto jurídico de derecho privado, de por sí el más adecuado para intervenir en la
actividad económica, que en el caso de Metro S.A. se circunscribe al transporte de
pasajeros en la forma señalada en su ley orgánica y en sus estatutos.
3º) Que así, parece a esta Corte que Metro S.A. es un órgano estatal que desarrolla su
actividad bajo la forma de una sociedad anónima, por lo que la limitación establecida en
el inciso segundo del N° 21 del artículo 19 de la Constitución Política de la República le
es aplicable plenamente y, por lo mismo, su objeto social, impuesto por una ley de
quorum calificado y no por la voluntad de sus socios como ocurre en la generalidad de
las sociedades, circunscribe a Metro S.A. a desarrollar sólo esa actividad económica
pues, para realizar una distinta, es menester que otra ley, también de quorum calificado,
le permita desarrollarla o participar en ella.14
Del fallo transcrito en sus considerandos más importantes se desprende que el máximo
tribunal estima que una sociedad anónima, regida por el Derecho Privado, es un
organismo del Estado si es controlada por éste.
14
Corte Suprema, sentencia del 31 de enero de 2000, Rol N° 248-2000.
pueden discriminar en forma arbitraria en favor de una actividad, sector o zona
determinada.
Exige el constituyente que la discriminación sea arbitraria y este último término implica
la ausencia de una razón o fundamento que justifique al Estado gravar o beneficiar a
actividades, sectores o zonas determinadas. Así lo ha entendido la jurisprudencia
constitucional al señalar que por discriminación arbitraria "se ha entendido siempre una
diferencia no razonable o contraria al bien común".16
Para comprender con mayor claridad este principio es necesario efectuar ciertas
precisiones, siendo la primera aquella que consiste en sostene rque la discriminación es
un trato diferenciado que se efectúa para un determinado sujeto o grupo. La segunda,
que ella puede ser positiva o negativa, esto es, con el objeto de favorecerlo o
perjudicarlo y, la tercera, es que la discriminación prohibida por el texto constitucional
es la arbitraria, esto es, carente de toda razón o fundamento.
15
Tribunal Constitucional, fallo del 8 de abril de 1995, Rol N° 28. En el mismo sentido
Corte Suprema, sentencia del 5 de junio de 1986, en Revista Gaceta Jurídica N° 72,
página 22 y en sentencia del 20 de abril de 1994, en Revista Gaceta Jurídica N° 166,
página 61.
16
Tribunal Constitucional, fallo de 6 de diciembre de 1994, Rol N° 203.
Lo esbozado anteriormente constituye uno de los principios del orden público
económico regulado en el articulo 19 N° 23 de la Carta Fundamental, donde se señala
que se asegura a todas las personas la libertad (y el derecho) para adquirir toda clase de
bienes, excepto aquellos que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres o que
deban pertenecer a la nación toda. El Estado, en virtud de este principio, no puede
limitar a los agentes económicos privados la adquisición de ninguna clase de bienes,
existiendo, como debe ser lógico, la limitación con relación a los bienes que no están en
el comercio (por ejemplo el aire) o los bienes del Estado (fiscales y nacionales de uso
público).17
Para nuestro estudio adquiere especial relevancia el artículo 19 N° 24, en los siguientes
aspectos:
Como se señaló, se reconoce y protege la propiedad sobre los bienes corporales y los
derechos, como asimismo en el sentido de que los sujetos que detentan este derecho no
pueden verse privados o afectados en las facultades inherentes al mismo: uso, goce y
disposición.
Al igual que la Carta de 1925, la Constitución de 1980 viene a establecer como límite al
derecho de propiedad su- función social que comprende cuánto exijan los intereses
generales de la nación, la seguridad nacional, la utilidad y la salubridad pública, y la
17
El Tribunal Constitucional por sentencia de 2 de diciembre de 1996, en los autos Rol
245 y 246 ha precisado que sobre los bienes nacionales de uso público no es posible
constituir propiedad y teniendo las playas de mar esta naturaleza, no pueden ser objeto
de propiedad privada.
conservación del patrimonio ambiental. Adquiere relevancia el hecho de que las
limitaciones al ejercicio del derecho de propiedad, en virtud de la función social, se
deban establecer por ley al tenor de la norma constitucional en análisis. Sobre el
particular, se han generado criterios dispares en el caso que la autoridad administrativa
mediante decretos restrinja o limite el derecho de propiedad en razón de su función
social, en ejercicio de una ley. Así, las restricciones a la circulación de vehículos con o
sin convertidor catalítico se han establecido en virtud de decretos supremos, fijándose
desde el año 1988 una posición casi permanente por la Corte Suprema consistente en
estimar que dichas medidas obedecen a la función social del derecho de propiedad,
teniendo facultades el Ejecutivo para dictar los decretos supremos por el hecho de que la
ley le ha conferido atribuciones para ello.18
Con respecto a la restricción del dominio basada en la función social del mismo, la
justicia constitucional ha evolucionado desde el principio de la reserva legal absoluta,
en que sólo se puede restringir por ley dicho derecho, a la reserva legal relativa, en que
se entiende que la ley y el reglamento de ejecución, siendo ambos un todo exigen el
cumplimiento, de las exigencias de especificidad y determinación.
El inciso tercero del artículo 19 N° 24 establece que nadie puede ser privado de su
propiedad, del bien sobre que recae o de alguno de los atributos o facultades esenciales
del dominio, sino en virtud de una ley general o especial que autorice la expropiación
por causa de utilidad pública o interés nacional, calificada por el legislador. Esta
disposición excluye terminantemente cualquier otra forma de privación del dominio de
los agentes económicos, tales como las nacionalizaciones, confiscaciones y otras formas
utilizadas en el pasado.
18
RDJ LXXXV, segunda parte, sección quinta, página 230. Sobre función social de la
propiedad basada en salubridad pública véase Gaceta Jurídica N° 57, 1985, página 67.
Sobre función social de la propiedad basada en la conservación del patrimonio
ambiental véase Gaceta Jurídica N°-\29, pág. 42
Se debe tener presente que casi todos los cuerpos constitucionales del mundo consagran
la indemnización frente a una expropiación, salvo casos aislados como sucede en ciertas
situaciones previstas en la Constitución de Colombia. (Anzola Gil, Marcela)
En este caso el Estado, si bien se reserva el dominio o propiedad sobre las aguas y
minerales, es evidente que atendida la concepción subsidiaria que de él se da, dichos
bienes corresponderá explotarlos a los agentes económicos privados, a través del
régimen de concesiones y derechos de aprovechamiento que se regulan en los códigos
de Minería y Aguas, respectivamente.
Esta hipótesis probablemente es la que cualquier estudioso del tema habría formulado
en primer lugar. Se trata de establecer que los principios que integran el orden público
económico deben estar contenidos en la Constitución Política de la República, ello
porque dichos principios adquieren un mayor grado de estabilidad jurídica y facilitan la
inversión interna y extema.
Junto a la situación antes descrita, el nuevo paradigma que refuerza la iniciativa privada
y hace que el Estado retroceda -fenómeno de tipo global-, sugiere "reglas del juego"
claras en materia de propiedad privada, libertad y trato no discriminatorio.
3a Hipótesis. El principio del rol subsidiario del Estado no se ha internalizado por los
agentes económicos y la sociedad chilena.
Junto a lo anterior, el rol subsidiario del Estado se enmarca dentro de una definición
político-económica de gasto público que, en su cuantía, dependerá de las condiciones
macroeconómicas de cada momento y en las que tiene una alta incidencia el escenario
internacional. Esta situación lleva a que en muchas oportunidades el Estado carezca de
recursos para prestaciones destinadas a sectores que constituyen una demanda no
solvente como ocurre, por ejemplo, en materia de salud y educación.
19
Basta hacer referencia al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, en vigencia en Chile desde la fecha de su publicación, el 27 de mayo de
1989.
También no puede desconocerse el hecho de que el sector privado solicite subsidios y
aportes monetarios al Estado, cuando se ven amenazados sus mercados o requiere
alcanzar mejores resultados de competitividad.
Entre las manifestaciones legislativas sobre el particular cabe destacar la Ley N° 19.496
sobre Derechos de los Consumidores y las regulaciones sectoriales en materia eléctrica
y de telecomunicaciones.
5a Hipótesis: Existe una tendencia de que el derecho de propiedad sobre los medios de
producción ceda ante otros derechos de tipo colectivo y, en definitiva, al bien común.
20
Un ejemplo de ello lo constituye el fallo del Tribunal Constitucional antes aludido, en
que rechaza el requerimiento presentado en contra del D.S. N° 20 que restringe la
circulación de vehículos con convertidor catalítico en los días de emergencia y
preemergencia ambiental.
6a Hipótesis: Se ha producido una evolución en la forma que se conciben y se aplican
los principios que conforman el orden público económico.
Los casos antes expuestos no hacen sino mostrar la evolución sustentada y la hipótesis
que se plantea a continuación.
Esta hipótesis, cuyo sustento son las seis hipótesis anteriores, plantea que los principios
que conforman el orden público económico incorporado en la Carta de 1980 son lo
suficientemente flexibles para adoptar decisiones de política económica de tipo
estructural, lo que se ha evidenciado en los 20 años de vigencia de la Constitución, en
que sin ninguna reforma a las disposiciones respectivas, se ha ido asumiendo cada uno
de los principios en una óptica evolutiva y así, como ya se señaló y a via de ejemplo, el
Estado subsidiario del año 2001 no es el mismo del año 1980 y la libertad económica de
los agentes se ha ido encauzando -para bien o para mal-dentro de un marco regulatorio.
5. EL AMPARO ECONÓMICO
Generalidades
La Constitución Política de la República no sólo consagra y reconoce los derechos
constitucionales que constituyen lo que la doctrina ha denominado "orden público
económico", sino que además establece un medio de resguardo de dichos principios.
Así, el artículo 20 de la Carta Fundamental concibe el recurso de protección
constitucional, el que sí bien no es un arbitrio exclusivo de los principios del orden
público económico chileno, protege la libertad de trabajo (en lo tocante a la libre
contratación), la libertad económica, la no discriminación arbitraria, el derecho a la
propiedad y el derecho de propiedad.
La fecha en que se publica la citada ley, 10 de marzo de 1990, llevó a que originalmente
se postulara que la intención del legislador de la época fue establecer, propiamente tal,
una acción que pudieran deducir los particulares, cuando el Estado y sus organismos
vulneraran la limitante del artículo 19 N° 21 inciso segundo, esto es, desarrollar o
participar en actividades empresariales sin contar con una ley de quorum calificado que
asi lo autorice.
5.2. Causal
El articulo único de la ley N° 18.971 señala que este arbitrio procederá cuando exista
una infracción al articulo 19 N° 21 de la Constitución Política del Estado. El concepto
"infracción" supone un acto de autoridad o de un particular' que vulnera el derecho
constitucional antes aludido, sin que la norma de la ley especifique de qué forma lo
hace.
En otro ámbito es frecuente ver en el foro que los libelos en que se deduce el amparo
económico aluden a una conducta ilegal o arbitraria, esto es, se deduce con los mismos
presupuestos del recurso de protección, situación que ha sido rechazada por los
tribunales. Así, se ha resuelto que "en el amparo económico no se revisa la legalidad o
arbitrariedad de un proceder, sino la violación de la garantía del N° 21 del artículo 19 de
la Constitución", por lo que se está en presencia de un arbitrio más amplio en cuanto a
sus presupuestos que el recurso de protección.21
21
Corte Suprema, sentencia de 12 de noviembre de 2001, Rol 3.900-01, en La Semana Jurídica N° 56.
22
Corte de Apelaciones de San Miguel, sentencia de 15 de noviembre de 2001, Rol 176-01, aprobada por
la Corte Suprema el 29 del mismo mes, en La Semana Jurídica N° 58.
23
Corte de Apelaciones de San Miguel, sentencia de 8 de noviembre de 2001, Rol 239-00, confirmada por
la Corte Suprema el 28 de noviembre del mismo mes, en La Semana Jurídica N" 58.
Al efectuar un seguimiento a las acciones de amparo económico deducidas ante los
tribunales superiores de justicia desde el año 1990 a la fecha, es posible advertir las
siguientes etapas y criterios de interpretación:
a) Primera etapa
Interpretación restrictiva del amparo económico como medio de resguardo del artículo
19 N° 21 inciso segundo, 1990-1995.
En esta primera etapa, los fallos aclaran la procedencia del amparo económico sólo
respecto de la infracción a la limitante del Estado para desarrollar o participar en
actividades empresariales del artículo 19 N° 21 de la Carta Fundamental. En este
sentido se sostuvo que en el caso que se denuncia una infracción al ejercicio de la
libertad económica (articulo 19 N° 21 inciso primero) "no cabe duda que el medio legal
de defensa que corresponde es el recurso de protección ... y no el especial creado por la
ley N° 18.971. En efecto, carecería de sentido que, para una situación tan concreta de
interés personal comprometido como seria el que plantea el recurrente, existiera lo que
podría calificarse de acción popular. Tampoco seria racional que, si el afectado
personalmente puede recurrirde protección sólo dentro del plazo de quince días, un
tercero sin interés actual disponga de un plazo de seis meses" 24. En otro fallo se señaló
que "se concluye, por tanto, que esta acción de amparo económico está orientada a
regular la actividad empresarial del Estado en los casos en que no existe ley de quorum
calificado como ocurre en la especie".25
b) Segunda etapa
Sin embargo, es a partir de 1995, en que numerosos fallos contestes sientan el criterio
de que el amparo económico procede respecto de una infracción al artículo 19 N° 21 en
24
Corte de Apelaciones de Santiago, sentencia del 17 de abril de 1991, amparo
económico Rol N° 785-91, Gaceta Jurídica N° 130, abril de 1993, páginas 41-43).
25
Corte de Apelaciones de Santiago, sentencia del 6 de mayo de 1992, amparo
económico Rol 738-92. Gacefa Jurídica N° 143, mayo de 1992, páginas 63-66.
Esta tendencia se mantiene hasta la fecha. Incluso las Cortes de Apelaciones que
conocen de las acciones de amparo económico desechan las alegaciones que efectúan
los recurridos, señalando que este arbitrio procede sólo respecto del artículo 19 N° 21
inciso segundo.
c) Tercera etapa
27
Corte de Apelaciones de Santiago, sentencia del 26 de enero de 1994, Rol 3.899-
94,Gacefa Jurídica N° 177, marzo de 1995, páginas 20 a 25; en el mismo sentido, Corte
de Apelaciones de Santiago, sentencia del 25 de mayo de 1996, Gaceta Jurídica N° 192,
julio de 1998, páginas 29 a 36; Gaceta Jurídica N° 211, enero de 1998, pág. 32.
Añade, finalmente, que "de lo anterior se sigue que la sentencia definitiva en este tipo
de asuntos es meramente declarativa y ha de limitarse a señalar cuál es la infracción y el
modo como se ha cometido".
d) Cuarta etapa
Acción de amparo económico sólo procede respecto del inciso segundo artículo 19 N°
21 de la Constitución Política y es declarativo
La Tercera Sala fijó un nuevo criterio de mayoría de los ministros Pierry, Carreño y
Oyarzún a partir de abril de 2009, (causa Rol 501-2009, sentencia del 1° de abril de
2009), de los ministros Oyarzún, Carreño, Pierry y el abogado integrante Guillermo
Ruiz Pulido (causa Rol 1188-2009, sentencia del 16 de abril de 2009); de los ministros
Carreño, Oyarzún y del abogado integrante Gorziglia (causa Rol 1655-2009, sentencia
del 7 de mayo de 2009), consistente en que la acción sólo procede respecto de la
vulneración por parte del Estado y sus organismos de la limitación para desarrollar o
participar en actividades empresariales sin ley de quórum calificado que así lo autorice
y no respecto de la garantía del inciso primero del artículo 19 N° 21, esto es la libertad
económico o de emprendimiento.
La ministra Sonia Araneda, quien integra la Tercera Sala, en ambos fallos ha mantenido
la posición que había fijado la Sala, consistente en que el amparo económico procede
respecto de ambos incisos y que sólo es declarativo.
Cabe tener presente que la nueva jurisprudencia de la Tercera Sala, consistente en que el
amparo económico sólo procede respecto del inciso segundo del artículo 19 N° 21, esto
es para el caso que el Estado y sus organismos desarrolle o participe en una actividad
empresarial sin ley de quórum calificado que lo autorice.
El recurso de protección se debe deducir en un plazo de 15 días desde que cesó el acto
ilegal o arbitrario que amenaza, priva o perturba el derecho constitucional amagado. En
el caso del amparo económico, el plazo es de 6 meses contados desde que se produjo la
infracción al articulo 19 N° 21.
En el recurso de protección una vez dictada la sentencia definitiva, podrá ésta ser
revisada por la Corte Suprema por la vía de la apelación. En el caso del amparo
económico no sólo existe el derecho para apelar, sino que la causa se eleva en consulta a
la Corte Suprema.
CAPÍTULO TERCERO EL MERCADO DE CAPITALES
1. CONCEPTO
Debemos partir por señalar que la noción que se tiene del mercado de capitales es
bastante ambigua. Sin embargo, y tratando de aproximarnos a él, podemos señalar que
es aquél en que se coordinan la oferta y la demanda de capital financiero en sus más
variadas formas. Lo anterior implica la existencia de demanda y oferta de dicho capital,
esto es, dinero y valores o activos financieros, surgiendo intermediarios especializados,
regulados y controlados.
El ahorro no siempre es voluntariamente asumido por los agentes económicos, sino que
existen casos en que por disposición de la ley se les impone, como ocurre en Chile con
el sistema previsional del D.L. N° 3.500. Desde la época de Keynes se han esbozado los
factores que hacen propender al ahorro, donde se distinguen:
a) La seguridad
En cuanto a la seguridad, debemos señalar que las instituciones que actúan como
intermediarios deben ser confiables (bancos, sociedades financieras, corredores de
bolsa) como, asimismo, se deben utilizar diversos instrumentos para evitar los riesgos o
abordarlos en forma inmediata, siendo un ejemplo de ello la garantía estatal a los
depósitos bancarios y los requisitos que se exigen a los corredores de bolsa y agentes de
valores para desarrollar dicha actividad.
b) La expectativa de ganancia
d) Liquidez
2.2. Otra función del mercado de capitales es permitir distinguir unidades económicas
con déficit y unidades económicas con superávit
2.3. Tiende al surgimiento de intermediarios que asumen cada vez una función más
especializada en la materia
Al señalarse que es una asignación eficiente se está aludiendo a que el capital financiero
se coloca respecto de aquellas actividades económicas rentables y no aquellas que
presentan altos riesgos de incumplimiento.28
3. MERCADO FINANCIERO
28
La existencia de financiamiento para proyectos que tienen alto índice de riesgo por parte de agentes del
Mercado de Capitales es uno de los principios que se contienen en la reforma en estudio a dicho mercado.
El mercado financiero actualmente se encuentra regulado por el D.F.L. N° 3 de 1998,
que contiene el Texto Refundido, Sistematizado y Coordinado de la Ley General de
Bancos. El citado texto legal deroga el antiguo D.F.L. N° 252, que sufrió serias
modificaciones por la ley N° 19.528 del año 1997, incorporándose en el actual D.F.L.
N° 3 no sólo el marco regulatorio de la actividad financiera, sino que además la
estructura y atribuciones de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras,
materia que antes estaba tratada en el D.L. N° 1.097.
Toda la actividad financiera está sujeta a control de parte de un órgano del Estado,
siendo en nuestro país la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras el
órgano llamado a ejercer esta función de fiscalización sobre los intermediarios
financieros. Cabe destacar que las facultades de la Superintendencia se han extendido,
ya que la ley que la regula establece un catálogo bastante amplio de atribuciones
fiscalizadoras, que van desde las visitas e inspecciones hasta la obligación de informar
en forma regular cada vez que ella lo requiera. Incluso, la última reforma, la de la ley
N° 19.528, facultó a la Superintendencia para calificar a las instituciones bajo su control
con respecto a su gestión y solvencia.
La actividad financiera en Chile ha tenido una evolución que muestra las reacciones del
legislador frente a las sucesivas crisis que han afectado a la banca, dictándose normas
destinadas a evitarque se presenten situaciones que llevaron a que ellas se produjeran y,
en definitiva, constituir en la actualidad un marco regulatorio eficiente y moderno. En
efecto, la banca en Chile estuvo regulada desde la década de los treinta por el D.F.L. N°
252, denominado Ley General de Bancos, texto que se mantuvo vigente por casi setenta
años, sufriendo modificaciones que fueron fiel reflejo de los cambios de la política
económica que se adoptaba con respecto al sector.
Hasta el año 1976, el sector financiero se caracterizó por una regulación que impedía su
endeudamiento con la banca del exterior por sobre ciertos porcentajes del capital y
carecía de restricciones para que los propietarios de los bancos pudieran desviar
recursos captados por ellos a empresas relacionadas y financiar a tasas preferenciales y
en plazos mayores sus proyectos. Precisamente, se reformó la Ley General de Bancos y
se eliminaron los límites a la contratación de créditos con el exterior, situación que llevó
a un sobreendeudamiento de la banca chilena con los bancos extranjeros, lo que a fines
de la década de los setenta se hizo incontrolable, especialmente por el flujo de créditos
que se desviaron hasta Latinoamérica por las tasas negativas en Europa y los Estados
Unidos.
El triple shock externo del año 1982 (caída en los precios del cobre, alza de tasas de
interés en los países desarrollados y la crisis de la deuda) significó una incapacidad de
los bancos chilenos para pagar sus deudas con la banca internacional y, por tanto, una
cesación de nuevas líneas de crédito. Esta situación obligó al Estado a asumir como
garante los pasivos de los bancos nacionales, surgiendo así la conocida "deuda
subordinada", que las instituciones financieras deberían pagar en algún momento.
Los planteamientos antes aludidos fueron recogidos por la autoridad y en el año 1997 se
dictó la ley N° 19.528, texto que significó una reforma del D.F.L N° 252 -Ley General
de Bancos- y del D.L. N° 1.097 que regulaba la Superintendencia de Bancos e
Instituciones Financieras. La reforma permite a los bancos, cumpliendo ciertos
requisitos, constituir o efectuar aportes para constituir bancos en el exterior, e incluso
desarrollar negocios tales como agentes financieros, fondos de inversión, fondos
mutuos, etc. Asimismo, se facilita a los bancos desarrollar otras actividades anexas al
giro principal, tales como el transporte de valores, la adquisición de bienes para darlos
en leasing, fondos mutuos, de inversión, agentes financieros, corredores de valores,
entre otros.
Sobre el particular, debemos absolver esta interrogante señalando que las financieras se
someten al mismo régimen jurídico y control de los bancos, ya que ellas desarrollan
actividades de intermediación financiera, debiendo entenderse que ellas se encuentran
bajo el ámbito del artículo 3o N° 11 del Código de Comercio.
- Bancos
- Sucursales de Bancos Extranjeros
- Banco del Estado
- Cooperativas de Ahorro y Crédito.
Se debe precisar no obstante que, de hecho, hay empresas que otorgan créditos, a pesar
de que su giro es el comercio de bienes, como es el caso de los establecimientos
comerciales y las grandes tiendas. En este caso, si bien no asumen el rol de
intermediarios financieros, si otorgan créditos y actúan como oferentes de recursos
financieros para la adquisición de bienes en sus propias tiendas.
Es preciso señalar que el D.F.L. N° 3 contenía un título especial que contenía reglas
particulares para las sociedades financieras, el que fue derogado por el artículo 3 N° 14
de la Ley N° 20.190, por lo que en nuestro ordenamiento sólo hay bancos.
3.5.1. El Banco del Estado (BancoEstado)
El Banco del Estado es creado hacia el año 1953, siendo actualmente regulado por el
D.L. N° 2.079 que fija el texto de su ley orgánica. En cuanto a su naturaleza jurídica, es
una empresa autónoma, sometida al régimen de la Ley General de Bancos y a los
controles de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras.
La Ley Orgánica del Banco del Estado señala que su objeto será "prestar servicios
bancarios y financieros con el fin de favorecer el desarrollo de las actividades
económicas nacionales".
En la década de los años sesenta el volumen operacional del Banco del Estado era
significativo, debido a que existía la denominada Cuenta Única Fiscal, en la que se
centralizaban todos los recursos del Fisco. Con posterioridad, se autorizó a un
significativo grupo de empresas e instituciones dependientes del Estado a separarse de
dicha cuenta.
3.5.2.1. Concepto
Los bancos, conforme a la Ley General de Bancos, deben constituirse como sociedades
anónimas especiales, debido a que tienen que cumplir los siguientes requisitos:
a) La sociedad anónima, por regla general, puede tener cualquier fin, siempre que sea
lícito. Los bancos, según el artículo 40 de la ley, sólo pueden tener como giro el negocio
de recibir dinero en depósito y darlo, a su vez, en préstamo, sea en forma de mutuo, de
descuento de documentos o en cualquier otra forma y realizar las demás operaciones
que les autorice la ley.
b) Como toda sociedad anónima se forma de acciones, que son títulos que representan
una parte alícuota del dominio de la sociedad. Sin embargo, tratándose de las sociedades
anónimas bancos, la Ley General de Bancos, en sus artículos 49 N° 10 y 36 señala
quiénes no pueden ser accionistas.
El N° 10 del artículo 49 señala que no podrán ser accionistas de un banco: el Fisco, los
servicios públicos, las instituciones fiscales, semifiscales, organismos autónomos,
empresas del Estado y, en general, todos los servicios públicos creados por ley, como
sociedades o entidades públicas o privadas en que el Estado o sus empresas tengan
participación de capital mayoritario, o en igual proporción, representación o
participación.
El artículo 36 señala, por su parte, que por exigirlo el interés nacional ninguna persona
podrá adquirir directamente o a través de terceros acciones de un banco que, por sí solas
o sumadas a las que posea, representen más del 10% del capital de éste, sin previa
autorización de la Superintendencia. En relación con este último límite, debemos
señalar que el porcentaje del 10% se establece a fin de evitar la concentración del poder
en la propiedad del banco en determinadas personas.
c) En cuanto al capital
Con respecto a los bancos e instituciones financieras, éstos deben tener un capital
mínimo. En efecto, el artículo 50 del D.F.L. N° 3 señala que los bancos deberán tener un
patrimonio efectivo de, a lo menos, 800.000 unidades de fomento. El mismo artículo 50
agrega que si el capital pagado y reservas se redujeren de hecho a una cantidad inferior
al mínimo, el banco estará obligado a completarlo dentro de un año, plazo que el
Superintendente podrá ampliar por motivos calificados hasta por otro año. Si no lo
completare, se le revocará la autorización para funcionar.
Finalmente, conforme el artículo 53, sólo con autorización previa del Superintendente,
un banco podrá acordar la reducción del capital. En ningún caso se autorizará que el
capital quede reducido a una cantidad inferior al mínimo legal.
El artículo 42 N° 2 señala que en los estatutos del banco se deberá indicar la ciudad en
que se instalará su casa matriz u oficina principal, siendo éste su domicilio social.
e) En cuanto a la duración
Los bancos e instituciones financieras como sociedades anónimas abiertas deben tener
una duración indefinida.
- Basadas en idoneidad, ya que el número 5 del artículo 42 establece que no podrá ser
director de un banco la persona que hubiere sido condenada o estuviese procesada por
delito sancionado con pena principal o accesoria de suspensión o inhabilitación
temporal o perpetua para desempeñar cargos u oficios públicos.
- Basadas en el desempeño de cargos públicos, a las que alude el artículo 42 N° 7,
quedando excluidos de esta limitación aquellos funcionarios públicos que desempeñan
cargos docentes.
a) Requisitos
Cabe tener presente que la ley señala que se considerarán accionistas fundadores de un
banco aquellos que, además de firmar el prospecto, tendrán una participación
significativa en su propiedad, remitiéndose al artículo 36, esto es aquellos que
directamente o a través de terceros, acciones de un banco que, por sí solas o sumadas a
las que ya posea, representen más del 10% del capital de éste.
ii) Que en los últimos quince años, contados desde la fecha de solicitud de la
autorización, haya sido director, gerente, ejecutivo principal o accionista mayoritario
directamente o a través de terceros, de una entidad bancaria, de una compañía de
seguros del segundo grupo o de una Administradora de Fondos de Pensiones que haya
sido declarada en liquidación forzosa o quiebra, según corresponda, o sometida a
administración provisional, respecto de la cual el Fisco o el Banco Central de Chile
hayan incurrido en considerables pérdidas. No se considerará para estos efectos la
participación de una persona por un plazo inferior a un año;
iii) Que registre protestos de documentos no aclarados en los últimos cinco años en
número o cantidad considerable;
iv) Que haya sido condenado o se encuentre bajo acusación formulada en su contra por
cualquiera de los siguientes delitos:
El artículo 28, inciso final, indica que tratándose de una persona jurídica, los requisitos
de solvencia e integridad se considerarán respecto de sus controladores, socios o
accionistas mayoritarios, directores, administradores, gerentes y ejecutivos principales,
a la fecha de la solicitud. Asimismo, la Superintendencia verificará el cumplimiento de
estos requisitos, para lo cual podrá solicitar que se le proporcionen los antecedentes que
señale; y en caso de rechazo, deberá justificarlo por resolución fundada.
a.2. Si se trata de instituciones extranjeras que soliciten participar en forma significativa
en la creación o adquisición de un banco en Chile o constituir una sucursal, conforme el
artículo 29, se establecen los siguientes requisitos:
-Que en el país en que funciona su matriz exista una supervisión que permita vigilar
adecuadamente el riesgo de sus operaciones.
-Se debe contar con autorización previa del organismo fiscalizador del país en que esté
constituida la casa matriz.
- Pronunciarse favorablemente.
Deberán los socios fundadores constituir una garantía equivalente al 10% del capital de
la sociedad, mediante un depósito a la orden de la Superintendencia, en alguna
institución financiera.
La ley señala que los socios fundadores están obligados a depositar en alguna
institución financiera los fondos que reciban en pago de suscripción de acciones.
El artículo 31 inciso cuarto señala que la Superintendencia, dentro del plazo de 90 días
desde que se evacuaron los trámites anteriores, verificará si la entidad bancaria se
encuentra preparada para iniciar sus actividades y si cuenta con recursos profesionales,
tecnológicos y procedimientos de control adecuados. Es en esta oportunidad en que la
Superintendencia va a analizar el plan de desarrollo de negocios para los primeros tres
años que se acompañó al prospecto.
Si el banco cumple con los requisitos, dentro del plazo de 30 dias, la Superintendencia
dictará la autorización de funcionamiento, en que se fijará a la institución un plazo no
superior a un año para que inicie sus actividades.
Esta temática se regula por el artículo 37 inciso segundo del D.F.L. N° 3, que exige a los
bancos, antes de abrir cualquier oficina dentro del pais, informar de ello a la
Superintendencia, la que dictará normas de carácter general que contengan requisitos
para acceder a dicha petición.
Es necesario hacer presente que si el banco se encuentra en alguna de las dos últimas
categorías del artículo 60 del mismo D.F.L. N° 3 se requerirá de autorización expresa
para la apertura, ello debido a la situación patrimonial del banco.
Durante años se discutió si era necesario regular la participación porcentual que los
bancos podrían tener en las colocaciones en el mercado financiero. Dicho de otra forma,
si era conveniente precisar un limite para la concentración en la venta de créditos y
facilitar así la competencia.
El tema se reguló en el artículo 14 de la ley N° 19.705, texto que regula las Ofertas
Públicas de Adquisición de Acciones (OPAS), el que incorpora un artículo 35 bis al
D.F.L. N° 3, que señala que sólo se podrá proceder a la fusión de bancos, a la
adquisición de la totalidad del activo y pasivo de un banco por otro o de una parte
sustancial de ellos, o a la toma de control de dos o más bancos por una misma persona o
grupo controlador, o bien a aumentar sustancialmente el control ya existente, en
términos que el banco adquirente o el grupo de bancos resultante alcancen una
participación significativa en el mercado, si los interesados cuentan con la autorización
de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras.
a) Que el patrimonio efectivo de el o los bancos, según el caso, deba ser superior al
8% de sus activos ponderados por riesgo, con un límite de 14%.
b) Que la reserva técnica que establece el artículo 65 sea aplicable desde que los
depósitos y demás sumas a que se refiere esa norma excedan de una vez y media su
capital pagado y reservas.
c) Que el margen de préstamos interbancarios establecido en el artículo 84, N° 1)
párrafo penúltimo de la ley, se rebaje al 20% del patrimonio efectivo. La
Superintendencia podrá imponer total o parcialmente las exigencias antes señaladas
mediante resolución fundada y, asimismo, limitar su aplicación en relación al monto o
porcentaje que contiene cada letra precedente.
Los requisitos del artículo 29 respecto de los bancos entre cuyos accionistas fundadores
existen instituciones financieras extranjeras son plenamente aplicables para el
establecimiento de sucursal de un banco extranjero.
b) Procedimiento
Esencialmente son captar y colocar dinero del o en el público. Ellas se pueden dar en las
siguientes modalidades:
3.6.2. La captación
Los depósitos a la vista son aquellos en que el banco recibe una suma de dinero,
pudiendo girarse todo o parte de ella por el titular sin mayores restricciones.
La cuenta corriente bancaria es un contrato en virtud del cual el banco se obliga a pagar
a terceros fondos que el cuentacorrentista tiene disponibles en su cuenta corriente, y
pagaderos a la presentación de documentos denominados cheques.
En estos casos, al abrir una cuenta de ahorro el banco entrega al cliente una libreta o
cartilla en la que se anotan los abonos, los cargos y saldos vigentes.
3.6.3. La colocación
Los recursos financieros que captan los bancos lo hacen con el objeto de colocarlos, a
través de mutuos, a personas naturales o jurídicas que los soliciten. El articulo 69 N° 3
de la Ley General de Bancos señala como operaciones de bancos: las de hacer
préstamos con o sin garantía. El artículo 69 N° 4, por su parte, señala que los bancos
podrán descontar letras de cambio, pagarés y otros documentos que representen
obligación de pago. El artículo 69 N° 5 indica que los bancos podrán emitir letras de
crédito hipotecario. Finalmente, el articulo 69 N° 7 se refiere a los créditos con garantía
hipotecaria.
De lo expuesto precedentemente se advierten las siguientes categorías de colocación en
el mercado financiero:
a) Créditos simples
Son aquellos en que el banco a través de un mutuo entrega recursos a los particulares,
constando ello en un pagaré. Cabe tener presente que se han generado numerosos
conflictos con respecto a las cláusulas de aceleración que los bancos introducen en los
pagarés, utilizándose en la mayoría de ellos una redacción de “cláusula facultativa”.
Se está en presencia del contrato de cuenta corriente, en virtud del cual el banco se ve
obligado al pago de los cheques hasta el monto que el cuentacorrentista tenga
depositado en su cuenta corriente. En este caso, si dichos fondos son insuficientes se
pacta entre el banco y el cliente un crédito por el sobregiro. Muy común es la
denominada línea de crédito, que constituye un crédito rotativo en que el banco carga a
la cuenta corriente del cliente el interés por la utilización de la línea en forma mensual y
la amortización del capital prestado se efectúa mensualmente o bien al término del plazo
estipulado para el crédito.
- Banco emisor
- Operador, empresa que participa en el proceso de operación de la tarjeta
- Tarjetahabiente, usuario y titular de la tarjeta
- Establecimiento asociado, el que en virtud de un contrato con el banco emisor acepta
el pago por este medio.
Entre los emisores de tarjeta (bancos) y los usuarios, también conocidos como
tarjetahabientes, se deberá suscribir un “Contrato de afiliación al sistema y uso de la
tarjeta”, que deberá contemplar los siguientes contenidos mínimos:
- El costo de comisiones y/o cargos por mantención de la Tarjeta, las que podrán ser
modificadas previo aviso del emisor al titular;
- Solución de controversias;
- Los requisitos y condiciones aplicables respecto del término del contrato, incluidas las
causales de término unilateral del mismo; y,
- Los derechos conferidos al titular o usuario de que trata el párrafo 4° de la Ley 19.496,
en materia de normas de equidad en las estipulaciones y en el cumplimiento de los
contratos de adhesión.
- Las medidas que las partes acuerden, tendientes a cautelar la integridad y certeza de
los pagos efectuados por medio de dicho instrumento, así como a precaver el uso
indebido de la Tarjeta, ya sea porque no se encuentra vigente o por cualquier otra causa.
Finalmente, hay un tercer contrato: entre los emisores y los operadores de las tarjetas.
Finalmente, la RAN regula la información mínima que deben contener las tarjetas.
Así se señala que las tarjetas de crédito son intransferibles, deben emitirse a nombre del
respectivo titular, con observancia de las mejores prácticas existentes en este negocio y
deben contener, a lo menos, la siguiente información:
Son aquellas colocaciones en que el banco exige a quien solicita un crédito, una garantía
o caución que puede ser la fianza o el aval, la prenda en cualquiera de sus formas
jurídicas y la hipoteca.
- Créditos hipotecarios
Debemos señalar que esta operación está regulada en el Titulo XIII del D.F.L. N° 3, en
relación al articulo 69 N° 5 del mismo texto legal.
En estas operaciones, el banco actúa como emisor de las letras que van a respaldar el
crédito hipotecario, haciendo entrega de ellas a la empresa constructora o al vendedor,
dependiendo si el inmueble es nuevo o usado. Las letras hipotecarias representan el
crédito otorgado al cliente -que generalmente será del 75% del precio del inmueble-,
pudiendo el constructor o el vendedor, según corresponda, conferir mandato al banco
para que transfiera las letras en el mercado de valores, recibiendo por ellas dinero en
efectivo. En dicho mercado aparecen interesados en estos papeles de renta fija, como
son las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) o las Compañías de Seguros,
existiendo seguridad y liquidez en la inversión, pudiendo liquidarse a la par, sobre o
bajo de ella, dependiendo de la demanda por estos valores. En el caso que se transe bajo
la par, la diferencia deberá asumirla el deudor hipotecario.
Si se pudiera caracterizar esta operación se debería precisar que ella tiene la virtud de
que el banco no pierde liquidez, ya que los recursos financieros provienen de
inversionistas del mercado de valores.
Los bancos están facultados para otorgar préstamos endosables con garantía hipotecaria,
sujetos a las disposiciones contenidas en el Nº 7 del artículo 69 de la Ley General de
Bancos. Es el Capítulo 8-4 de la Recopilación Actualizada de Normas de la
Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras la que regula esta operación,
fijando las siguientes reglas:
Los contratos de mutuo deberán extenderse en escritura pública que llevará cláusula a la
orden, de la cual se otorgará una sola copia autorizada endosable, la que será para el
banco acreedor. El mutuo y la hipoteca que lo garantice deberán constar en el mismo
documento. Cualquiera de las partes podrá obtener del notario autorizante, copias no
endosables según lo previsto en el artículo 1º de la Ley Nº 19.439, las que no tendrán en
caso alguno mérito para cobrar lo adeudado, sea por la vía ejecutiva u ordinaria.
La propiedad entregada en garantía deberá contar con seguro de incendio por el valor de
tasación del inmueble, el que se mantendrá hasta la extinción del importe total de la
deuda. Asimismo, el mutuario deberá mantener vigente un seguro de desgravamen por
un monto equivalente al saldo insoluto de la deuda.
Los préstamos que otorguen los bancos bajo esta modalidad, no podrán exceder del 80%
del valor de tasación del inmueble ofrecido en garantía.
Los límites cuantitativos tienden a evitar o impedir la concentración del crédito, como
asimismo a disminuir la magnitud de los riesgos que los bancos asumen en la
colocación. Estos límites se expresan en el articulo 84 del D.F.L. N° 3.
Las obligaciones directas son aquellas que el sujeto tiene en forma personal con el
banco, siendo él precisamente el deudor.
Las obligaciones indirectas, por su parte, son aquellas que se producen cuando la
persona es socio o accionista de una sociedad que se obliga con el banco, siempre que
tenga el 50% o más de la participación social o acciones, según el caso. Ahora bien, si
su participación social o el número de acciones fluctúa entre un 2% y el 50% ,las
obligaciones indirectas se determinarán a prorrata de su participación o el número de
acciones para efectos del limite.
Las obligaciones complementarias son aquellas en que el solicitante del crédito asume
en forma personal caucionar obligaciones de otro deudor.
Están dados los límites sustantivos a las colocaciones por la exigencia de solvencia del
deudor, o bien el otorgamiento de ciertos documentos o garantías que respaldan o
caucionan dicha colocación.
de este número, reconociendo a los bancos esta actividad como complementaria de las
anteriores. ;
El artículo 72 de la ley establece una serie de requisitos para que se puedan constituir
estas sociedades filiales. Ellos son:
Con respecto a esta última situación, el artículo 84 N° 5 señala que los bancos deberán
enajenar dichos inmuebles dentro del plazo de un año desde su adquisición, plazo que
podrá extenderse a dieciocho meses, conforme a normas generales que emita la
Superintendencia.
Esta materia se regula en el artículo 69 N° 21, norma que se relaciona con los artículos
76 y siguientes del mismo D.F.L. N° 3, con las modificaciones introducidas por la ley
N° 19.528. Así los bancos constituidos en Chile podrán abrir sucursales en el extranjero,
invertir en acciones de bancos establecidos en el extranjero o en sociedades que tengan
los giros del articulo74, antes analizados, o servicios destinados a facilitar el
cumplimiento de entidades bancarias o que por su intermedio las empresas bancarias
puedan efectuar determinadas operaciones, excluidas las de captación.
El procedimiento común supone que el banco debe cumplir con exigencias mínimas de
patrimonio efectivo, no estar calificado por la Superintendencia en las dos últimas
categorías, acompañar un estudio económico financiero, que en el país en que se abre la
sucursal o se efectúa la inversión se den condiciones de fiscalización de riesgo, y si en
la empresa que se proyecta participan otros socios distintos del banco con porcentaje
igual o superior al 10% del capital cumplan con las exigencias del mínimo de
patrimonio efectivo. La Superintendencia, en este caso, deberá pronunciarse en un plazo
de 90 días y si no lo hace el solicitante podrá pedir que se certifique ese hecho y el
certificado que se otorgue constituirá autorización.
Ahora bien, si el banco que desea abrir la sucursal o invertir en las sociedades con los
giros antes aludidos, cumple con tener un patrimonio efectivo que excede en un 25% al
porcentaje mínimo, está calificado en primera categoría por la Superintendencia; sí su
participación es mayoritaria en cuanto al capital de la institución que se invierte y si el
país en que se invierte tiene condiciones de riesgo calificadas en primera categoría,
conforme metodologías y publicaciones de empresas calificadas internacionales o exista
convenio con el organismo de supervisión del respectivo país, el plazo se reducirá a la
mitad.
f) El otorgamiento de garantías
La segunda, del N° 13 del artículo 69 del mismo texto legal, que se refiere a las boletas
bancarias de garantía de determinadas obligaciones, constituyendo una caución muy
atractiva en el ámbito de las concesiones y contratos de obra pública.
También participa el beneficiario, la persona natural o jurídica que está facultado para
cobrar la boleta bancaria y el banco, quien emite la boleta bancaria y cobra una
comisión por dicho servicio
El artículo 86 de la ley señala que los bancos comerciales podrán asumir, mediante el
establecimiento de un departamento especial, las siguientes comisiones de confianza:
- Adquirir, conservar y enajenar, sujeto a las normas que fije el Banco Central,
bonos de la deuda interna y cualquier otra clase de documentos en serie, representativos
de obligaciones del Estado o de sus instituciones, según el artículo 69 N° 18.
i) Adquirir, ceder y transferir efectos de comercio, con sujeción a las normas que
acuerde el Banco Central de conformidad a su Ley Orgánica.
Se consagra esta operación en el Nº 4 del artículo 69. La misma norma agrega que los
bancos podrán efectuar operaciones con productos derivados, tales como futuros,
opciones, swaps, forwards u otros instrumentos o contratos de derivados, conforme a las
normas y limitaciones que establezca el Banco Central de Chile.
a) Capitalización preventiva
El articulo 118 de la ley señala que cuando en un banco ocurriesen hechos que afecten
su situación financiera y su directorio no hubiese normalizado tal situación dentro del
plazo de 30 dias, contado desde la fecha de presentación del estado financiero
correspondiente, se procederá a convocar por aquél, dentro de quinto día hábil, a una
junta de accionistas que se debe celebrar dentro de 30 dias hábiles siguientes a la fecha
de convocatoria, a fin de que en ella se acuerde el aumento de capital que estime
necesario para su normal funcionamiento.
El artículo 118, inciso cuarto, establece que se presumirá que la situación financiera del
banco está afectada cuando:
- El capital básico, después de deducidas las pérdidas acumuladas durante el
ejercicio que aparezcan en un estado financiero, es inferior al 3% de los activos totales
de provisionales exigidos y ponderados por riesgo.
Estos créditos tienen duración máxima de dos años y si el banco prestatario no pagase,
podrá ser capitalizado previamente en caso de que se acuerde la fusión de la empresa
prestataria con la prestamista o para enterar un aumento de capital acordado por la
empresa prestataria, siempre que las acciones que se emitan las suscriba un tercero o
para suscribir y pagar un aumento de capital, debiendo en este casó las acciones ser
enajenadas en un mercado secundario formal en un plazo de 180 días, desde la fecha de
la capitalización, a menos que se hayan repartido entre sus accionistas (banco
prestatario).
Esta norma parte del supuesto de que una institución financiera presenta un estado de
inestabilidad financiera o administración deficiente. En este caso, el Superintendente,
por resolución fundada, podrá imponer por un plazo máximo de seis meses, renovable
por una sola vez, alguna de las siguientes prohibiciones:
- Otorgar nuevos poderes que habiliten para efectuar cualesquiera de los actos
señalados en los números anteriores.
La Ley General de Bancos regula la existencia y los efectos del estadio de insolvencia
de una institución financiera. En efecto, el articulo 120 señala que los bancos sólo
podrán ser declarados en quiebra cuando se encuentren en liquidación voluntaria,
situación diferente a la liquidación forzosa que realiza la Superintendencia de Bancos e
Instituciones Financieras.
Sobre el último punto, el artículo 122 inciso segundo consagra una serie de situaciones
que hacen presumirque el banco presente problemas de solvencia que comprometen el
pago oportuno de las obligaciones de éste.
La ley establece que el acreedor a quien el banco no pagó la obligación, podrá recurrir a
la Superintendencia a fin de obtener de parte de éste la declaración de insolvencia.
Sin perjuicio de lo anterior, el banco debe asumir una serie de acciones orientadas a
resolver la situación de insolvencia que lo afecte. Asi, el directorio del banco debe
presentaren un plazo de 10 días, contados desde que se detectó la falta de solvencia, una
proposición de convenio a los acreedores. Estas proposiciones de convenio, conforme el
artículo 123, podrán recaer sobre:
Esta resolución que dicta el Superintendente deberá ser fundada y contener, además, la
designación del liquidador, salvo que aquél asuma directamente dicho rol.
Los artículos 131 a 139 de la ley regulan la liquidación forzosa en extenso, materia que
no se analizará en esta obra, atendidos sus objetivos.
Los artículos 144 y siguientes de la Ley General de Bancos consagran esta garantía del
Estado a las obligaciones provenientes de depósitos y captaciones a plazo, mediante
cuentas de ahorro o documentos nominativos o a la orden, de propia emisión de bancos
e instituciones financieras.
Esta garantía sólo favorece a las personas naturales y cubre el 90% del monto de la
obligación, como asimismo, ninguna persona podrá ser beneficiaría de esta garantía por
obligaciones superiores a 120 unidades de fomento en cada año calendario.
Cuando una persona realiza operaciones con un banco, éste adquiere información acerca
de su cliente de la más variada índole. Asi por ejemplo, tiene la información de sus
depósitos a la vista y a plazo, como de su saldo en la cuenta corriente. También de sus
créditos y obligaciones, junto a los cuales dispone de su estado de situación.
También el artículo 154, en su inciso tercero, señala que los bancos podrán dar a
conocer las operaciones de captación y depósitos en términos agregados, esto es, no
personalizados ni parcializados, para fines estadísticos o de información cuando exista
interés público o general comprometido calificado por la Superintendencia.
Fuera de los casos señalados anteriormente, los bancos no podrán divulgar información
alguna acerca de las operaciones de captación y depósitos de sus clientes, y si ello
ocurriera las personas involucradas incurrirán en el delito que se tipifica en el inciso
primero del artículo 154, cuya pena será de reclusión menor en sus grados mínimo a
medio.
Qué ocurre con las otras operaciones que no son de captación y depósitos, como por
ejemplo las colocaciones de los bancos (créditos). En este caso, la ley en el mismo
artículo 154, inciso segundo señala que respecto de ellas opera la "reserva bancaria",
esto es, que la información respectiva sólo se podrá dar a quien muestre un interés
legítimo y siempre que no sea previsible que el conocimiento de los antecedentes pueda
ocasionar un daño patrimonial al cliente.
Son aplicables a la reserva bancaria las mismas excepciones que existen respecto del
secreto, esto es, la relativa a la información agregada que se entrega a la
Superintendencia y la que pueden exigir los tribunales de justicia.
a) Fiscalización
- Velar porque las instituciones financieras cumplan con las leyes, reglamentos y
cualquier otra disposición que las rija.
- Categoría II, los que en solvencia están en nivel A y en gestión en nivel B; nivel
B de solvencia y nivel A de gestión o en nivel B de gestión y B de solvencia.
Categoría IV, instituciones que están en nivel A o B de solvencia y por dos veces
consecutivas en nivel C de gestión.
Igualmente se podrá amonestar, censurar o multar hasta por una cantidad equivalente a
1.000 unidades de fomento a los directores, gerentes y funcionarios en general que
resulten responsables de las infracciones cometidas. La multa se comunicará al infractor
y al gerente general de la empresa.
Por otra parte, el artículo 21 señala que los directores, administradores, gerentes,
apoderados o empleados de una institución fiscalizada que aprueben o ejecuten
operaciones no autorizadas por la ley, por los estatutos o por las normas impartidas por
la Superintendencia, responderán con sus bienes de las pérdidas que dichas operaciones
irroguen a la empresa.
Todas las multas que las leyes establecen y que corresponda aplicara la
Superintendencia serán impuestas administrativamente por el Superintendente al
infractor y deberán ser pagadas dentro del plazo de diez días, contado desde que se
comunique la resolución respectiva.
Las multas que aplique la Superintendencia prescribirán en el plazo de tres años contado
desde la fecha en que hubiere terminado de cometerse el hecho o de ocurrir la omisión
sancionada. Este plazo será de seis años si se hubiere actuado con dolo y éste se
presumirá cuando se hayan hecho declaraciones falsas a la Superintendencia,
relacionadas con los hechos cometidos.
En estos casos, la reclamación deberá interponerse dentro de los diez dias siguientes a la
fecha de comunicación de la resolución y deberá ser suscrita por la mayoría de los
directores de la empresa afectada, aun cuando sus funciones hayan quedado suspendidas
o terminadas por efecto de la resolución reclamada. Por la interposición del reclamo no
se suspenderán los efectos de la resolución ni podrá la Corte decretar medida alguna con
ese objeto mientras se encuentre pendiente la reclamación.
a) Ninguna persona natural o jurídica que no hubiera sido autorizada para ello por otra
ley, podrá dedicarse a giro que, en conformidad al D.F.L. N° 3, corresponda a las
empresas bancarias y, en especial, a captar o recibir en forma habitual dinero del
público, ya sea en depósito, mutuo o en cualquiera otra forma.
b) Ninguna persona natural o jurídica que no hubiere sido autorizada por ley, podrá
dedicarse por cuenta propia o ajena a la correduría de dinero o de créditos representados
por valores mobiliarios o efectos de comercio, o cualquier otro título de crédito.
Tampoco podrá poner en su local u oficina plancha o aviso que contenga, en cualquier
idioma, expresiones que indiquen que se trata de un banco, de una empresa bancaria, ni
podrá hacer uso de membretes, carteles, títulos, formularios, recibos, circulares o
cualquier otro papel que contenga nombres u otras palabras que indiquen que los
negocios a que se dedica dicha persona son de giro bancario o de intermediación
financiera. Le estará, asimismo, prohibido efectuar propaganda por la prensa u otro
medio de publicidad en que se haga uso de tales expresiones.
La misma norma señala que se presume que una persona natural o jurídica ha infringido
las prohibiciones descritas anteriormente cuando tenga un local u oficina en el que, de
cualquier manera, se invite al público a llevar dinero a cualquier título o al cual se haga
publicidad por cualquier medio con el mismo objeto.
Quienes incurran en las conductas prohibidas serán castigados con presidio menor en
sus grados medio a máximo. La Superintendencia, en este caso, pondrá los antecedentes
a disposición del Ministerio Público, a fin de que inicie la investigación que
correspondiere.
5. EL MERCADO DE VALORES
Estos son aquellos en que se representa una parte alícuota del capital de una compañía y,
a través de ellos, las empresas pueden reunir importantes cantidades de recursos para
efectuar una inversión. Esencialmente los instrumentos representativos de propiedad son
las acciones de la sociedad anónima.
Se les llama bonos y no son sino títulos de crédito a un plazo determinado emitidos por
el Estado o una empresa, colocados en el mercado a fin de obtener recursos de los
inversionistas. Aquí, el que adquiere estos títulos no pasa a serdueño de una parte
alícuota de la sociedad, sino que los adquiere para alcanzar una rentabilidad fija.
c) Instrumentos derivados
El mercado de valores, por otra parte, se caracteriza por tener dos grandes intereses en
juego. Por una parte, la eficiencia para captar recursos en el interior del país (ahorrantes
locales) o en el exterior (inversionistas extranjeros), y de esta forma incidir
notablemente en el ritmo de crecimiento de la economía30. Por otra, se encuentra la
transparencia del mercado, en virtua de la cual se logra entregar a los agentes niveles
óptimos de seguridad de su inversión, ya que podrán acceder a conocer la información
pertinente de los emisores de valores, las características de aquéllos y su
comportamiento en el mercado.
La regulación del mercado de valores se manifiesta como aquella que está orientada a
lograr que se resguarden los dos grandes principios de dicho mercado: eficiencia y
transparencia.
En Chile, es la ley N° 18.045, con sus reformas de las leyes N°s. 19.301,19.389, y
19.705, el marco jurídico del mercado de valores, sin perjuicio de la aplicación de otros
cuerpos legales tales como el D.L. N° 3.500 que crea el nuevo sistema de pensiones, la
ley N° 18.657 que crea el fondo de inversión de capital extranjero, la ley N° 18.815 que
crea los fondos de inversión y el D.L. N° 1.019 del año 1979 que crea los fondos
mutuos.
Sin duda alguna que la ley N° 18.045 sobre mercado de valores es el texto fundamental
en esta materia, ya que viene a establecer el marco jurídico general que inspira a toda la
normativa que regula este mercado, como asimismo viene a definir los mecanismos de
fiscalización del mercado de valores y los agentes económicos que participan en él.
a) Valores
La ley N° 18.045 establece que es cualquier titulo transferible, incluyendo las acciones,
opciones de compra y venta de acciones, bonos, debentures, cuotas de fondos mutuos,
planes de ahorros, efectos de comercio y, en general, todo título de crédito o de
inversión (artículo 3°).
Este concepto engloba a cualquier título que contenga una obligación de pago en el
futuro, lo que nos lleva necesariamente a aclarar que la ley N° 18.045 se aplicará sólo
respecto de los valores que sean de oferta pública, quedando excluidos de su regulación
los que se emiten en transacciones privadas.
Este concepto está desarrollado en el artículo 4° bis letra a) de la ley, señalándose que es
aquél en que los compradores y los vendedores están pública y simultáneamente
participando en forma directa o a través de un agente de valores o corredores de bolsa
en la determinación de los precios de los títulos que se transan en él, siempre que se
publiquen diariamente el volumen y el precio de las transacciones efectuadas y cumpla
con los requisitos relativos a número de participantes, reglamentación interna y aquellos
tendientes a garantizar la transparencia de las transacciones que se efectúen,
establecidas por la Superintendencia de Valores y Seguros.
d) Mercado informal
Si bien la ley no lo define, se puede inferir de ella que es aquél formado por los
organismos (empresas, instituciones, personas) que realizan operaciones sobre valores,
pero cuyo objetivo principal no es realizar estas transacciones más que como
operaciones esporádicas.
e) Accionista minoritario
Según el artículo 4° bis letra d) es toda persona que por sí sola o en conjunto con otras,
con las que tenga acuerdo de actuación conjunta, posea menos del 10% de las acciones
con derecho a voto de una sociedad, siempre que dicho porcentaje no le permita
designar un director.
Del concepto antes transcrito, surge que el accionista minoritario para la ley supone tres
requisitos. Uno positivo, que tenga acuerdo vigente de actuación conjunta con otros
accionistas, y dos negativos: que no posea el 10% más de las acciones con derecho a
voto y no pueda designar un director de la sociedad.
f) Accionista mayoritarío
Si bien la ley no los define, se extrae del aludido artículo 4° bis letra d) y del artículo 12
de la ley N° 18.045, disposiciones que lo conceptualizan como las personas que
directamente o a través de terceros (sean éstos personas naturales o jurídica) posean el
10% o más del capital suscrito de una sociedad, cuyas acciones se encuentren inscritas
en el Registro de Valores o que a causa de una adquisición lleguen a tener dicho
porcentaje.
g) Intermediarios de valores
h) Inversionistas institucionales
Importante definición, ya que son los que comúnmente vienen a colocar recursos en este
mercado, adquiriendo los papeles que en él se transan. La ley N° 19.301 vino a
introducir este concepto al actual artículo 4o bis letra e), señalando que son tales los
bancos, sociedades financieras, compañías de seguro, entidades nacionales de reaseguro
y administradoras de fondos autorizadas por la ley (pensiones, inversión de capital
extranjero, inversiones, mutuos, etc.).
Tienen, asimismo, dicho carácter las entidades que señale la Supe-rintendencia de
Valores y Seguros, según normas de carácter general, y que cumplan los siguientes
requisitos copulativos:
i) Grupo empresarial
El mismo artículo 96 señala que forman parte de un mismo grupo empresarial una
sociedad y su controlador, las sociedades que tienen un controlador común y este último
y toda entidad que determine la Superintendencia, conforme los criterios que señala el
mismo artículo.
j) Bolsas de Valores
Según el artículo 38 de la ley N° 18.045, son entidades que tienen por objeto proveer a
sus miembros de la implementación necesaria para que puedan realizar, eficazmente, en
el lugar que les proporcione, las transacciones de valores mediante mecanismos
continuos de subasta pública y para que puedan efectuar las demás actividades de
intermediación de valores, que procedan, de conformidad a la ley.
La ley N° 18.045 contiene una serie de principios ordenadores, cuyo análisis nos
permitirá desarrollar sus instituciones, teniendo en cuenta el aporte de la ley N° 19.301
en la materia.
Debemos concluir en esta materia, que a través de esta obligación que recae sobre
emisores y títulos se viene a delimitarquiénes y qué instrumentos se pueden transar en el
mercado.
c) Actividades prohibidas
El artículo 54 de la ley señala que cuando una o más personas, directamente o a través
de sociedades filiales o coligadas, pretendan obtener el control de una sociedad anónima
sometida a la fiscalización de la Superintendencia de Valores y Seguros, deberá
previamente informar tal propósito al público en general.
e) Responsabilidad y sanciones
Son los artículos 55 a 63 de la ley N° 18.045, los que tratan esta materia, estableciendo
las responsabilidades de aquellos que mediando dolo o culpa infringen los términos de
la ley.
Se establece por la ley que la publicidad, propaganda y difusión que por cualquier
medio hagan las personas vinculadas con la emisión o colocación de valores, no podrá
contener declaraciones, alusiones o representaciones -que puedan inducir a error,
equívocos o confusión al publico, en relación a naturaleza, precios, rentabilidad, rescate,
liquidez, garantías y cualquier otra característica de los valores.
g) Registro público
Analizaremos en este acápite a las bolsas de valores, los corredores de bolsa y los
agentes de valores.
Se regulan las bolsas de valores por la Ley N° 18.045 de Mercado de Valores, como
también por la Ley N° 18.046 sobre Sociedades Anónimas. Podemos conceptualizarlas
como las entidades que tienen como rol permitir a sus miembros los medios necesarios
para que puedan realizar las transacciones de valores, mediante mecanismos continuos
de subasta pública, y para que puedan efectuar las demás actividades de intermediación
de valores, de conformidad a la ley.
Las Bolsas de Valores tienen un papel muy trascendente en este mercado, ya que deben
reglamentar la actividad de los corredores de bolsa y garantizar la existencia de un
mercado en un ambiente de equidad, competencia, orden y transparencia.
Para poder actuar como corredor de bolsa se debe adquirir, a lo menos, una acción de la
Bolsa de Valores.
Son aquellos intermediarios de valores que se dedican al corretaje de los mismos y que
actúan fuera de la bolsa de valores, quedando bajo la fiscalización de la
Superintendencia de Valores y Seguros, para lo cual deben encontrarse inscritos en los
registros que, al efecto, lleva la citada entidad.
CAPÍTULO CUARTO EL BANCO CENTRAL, EL RÉGIMEN MONETARIO Y
CAMBIARIO
1.1. Fundamentos económicos: La política monetaria como objeto del Banco Central
El objetivo final, hace algunas décadas, estaba compuesto por lo que los economistas
han denominado "cuadrado mágico", esto es, el crecimiento, pleno empleo, estabilidad
de precios y equilibrio externo (balanza de pagos), planteamiento que fue superado en
los últimos años, entendiéndose que el objetivo final de la política monetaria está en el
control de la inflación o, dicho de otra forma, la estabilidad de precios.
Si bien el objetivo final de la política monetaria es uno solo, éste adquiere importancia
para el cumplimiento de los otros objetivos coyunturales de la política económica
(crecimiento, equilibrio extemo y pleno empleo), ya que una variación de precios que
sea asumida por la autoridad en un determinado porcentaje anual permitirá crear las
condiciones para el ahorro, la inversión y el consumo, componentes esenciales para el
crecimiento del producto a base del comportamiento de una demanda agregada
dinámica.
Para alcanzar el objetivo final antes aludido, la autoridad monetaria trabaja con dos
variables: Una, la masa monetaria, esto es, la cantidad de dinero que circula en la
economía. La otra, el tipo de cambio, esto es, el precio que se paga por la divisa
(moneda extranjera de general aceptación en las transacciones internacionales). Los
indicadores cuantitativos de dichas variables se pasan a denominar objetivos
intermedios.
Los instrumentos, especialmente los vinculados con la variable masa monetaria, son de
índole cuantitativa y se centran en las tasas de encaje que se fijan a los depósitos y
obligaciones de los bancos e instituciones financieras; las operaciones de mercado
abierto, esto es, la venta y compra de papeles de propia emisión del Banco Central y de
los bancos, a fin de inyectar o drenar liquidez en el mercado; el descuento y redescuento
de documentos, con el mismo objetivo anterior, y la fijación de las tasas de interés
interbancaria.
2. CONCEPTO
El interés del constituyente fue introducir normas que aseguraran el carácter técnico y
autónomo del ente a quien se le encargaba la conducción de la política monetaria,
incluyendo en ésta a la cambiaría. Asi, se llegó a definir los aspectos fundamentales que
podríamos resumir en:
a) Carácter autónomo del Banco Central, lo que se refuerza por su personalidad
jurídica y patrimonio propio.
d) Se establece que ningún gasto público o préstamo podrá financiarse con créditos
directos o indirectos del Banco Central salvo que se dé el caso de guerra exterior o de
peligro de ella, que calificará el Consejo de Seguridad Nacional, el Banco Central podrá
obtener, otorgar o financiar créditos al Estado y entidades públicas o privadas.
La ley N° 18.840 constituye la Ley Orgánica del Banco Central, la que lo define en su
artículo primero como un organismo autónomo, de rango constitucional, de carácter
técnico, con personalidad jurídica, patrimonio propio y duración indefinida.
El articulo tercero de la ley N° 18.840 señala que el Banco Central tendrá como objeto
velar por la estabilidad de la moneda y el normal funcionamiento de los pagos internos
y externos.
Conforme lo señala el inciso segundo del artículo tercero de la ley, para alcanzar el
cumplimiento del objetivo antes señalado, el Banco Central tendrá las siguientes
atribuciones:
Con respecto a esta última atribución, el Banco Central deberá informar al Presidente de
la República y al Senado de las normas generales que emita al respecto.
ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN
a) Capital inicial
Como todo banco, el Banco Central tiene un capital inicial, constituido por la suma de
$500.000.000.000 (quinientos mil millones de pesos), el que podrá ser aumentado por
acuerdo de la mayoría del consejo del banco, mediante la capitalización de reservas y
ajustado por corrección monetaria.
b) El consejo
El consejo será presidido por uno de los consejeros que en dicho carácter designe el
Presidente de la República y durará cinco años en su cargo, pudiendo ser reelegido. En
este caso, no se requerirá de autorización del Senado.
Por su parte, el artículo 9° señala que el Consejo elegirá de entre sus miembros, a la
persona que se desempeñará como Vicepresidente del mismo y del Banco. El
Vicepresidente permanecerá en este cargo por el tiempo que señale el Consejo, o por el
tiempo menor que le reste como consejero, y podrá ser reelegido o removido por dicho
órgano.
En las sesiones podrá participar el Ministro de Hacienda, con sólo derecho a voz. La
norma del artículo 19 señala que “normalmente” se le comunicará al Ministro
previamente y por escrito, toda citación a sesión del Consejo y la tabla de asuntos a
tratar. La expresión utilizada debe entenderse como “siempre” ya que podría concluirse
que si es normal que se le comunique podría haber casos excepcionales en que ello no
ocurra y precisamente ese no fue el objetivo del legislador.
La ley faculta al Ministro para que, en la misma sesión a que asista, proponga al
Consejo verbalmente o por escrito la adopción de determinados acuerdos, debiendo
dicho órgano tratar tales proposiciones en la sesión siguiente, para cuyo efecto las
incluirá en la tabla respectiva.
El inciso final del artículo 19 de la Ley señala que en ausencia del Ministro de
Hacienda, podrá asistir a las sesiones del Consejo el Subsecretario del ramo con el
objeto de informar a aquél acerca de lo tratado.
Una de las limitaciones a la autonomía del Banco Central que se analizará más adelante
es la que se refiere a la posibilidad de que el consejo completo o alguno(s) de sus
integrantes sea susceptible de remoción. Así los artículos 15,16 y 17 establecen las
siguientes opciones:
Conforme lo preceptuado por el artículo 15, los integrantes del Consejo que infrinjan las
prohibiciones del artículo 13 de la ley, consistentes en votar acuerdos que incidan en
operaciones de crédito, inversiones u otros negocios en que tenga participación él, su
cónyuge o ciertas personas vinculadas por razones de parentesco por consanguinidad o
afinidad, en los que tengan interés patrimonial, podrán ser acusados a la Corte de
Apelaciones de Santiago, tribunal que resolverá por intermedio de una de sus salas en
única instancia.
También procederá esta acusación cuando alguno de los integrantes del Consejo realice
conductas que impliquen un abuso de su calidad de tal, con el fin de obtener para sí o
terceros beneficios directos o indirectos.
- Remoción del presidente del Banco Central por decisión del Presidente de la
República
29
El articulo 11 de la ley N° 19.653 de 14 de diciembre de 1999, exige que los
consejeros del Banco Central, antes de iniciar el ejercicio de su cargo, efectúen una
declaración de sus bienes. La misma ley introdujo esta causal de acusación.
El artículo 16 de la ley faculta ai Presidente de la República para destituir a aquel
consejero que se desempeñe como presidente del consejo y, por tanto, del banco, a
petición fundada de a lo menos tres de los integrantes, en razón de incumplimiento de
las políticas adoptadas o de las normas impartidas por el consejo.
Para tal efecto, el Presidente de la República requerirá el acuerdo del Senado, el que
deberá ser requerido en un plazo de 30 dias desde la petición efectuada de remoción por
parte de los consejeros.
Remoción de alguno o todos los integrantes del Consejo del Banco Central por decisión
del Presidente de la República.
AUTONOMÍA
b) Autonomía normativa
El Consejo del Banco Central adopta acuerdos, los que se van incorporando en los
compendios. Uno de ellos es el Compendio sobre Normas Financieras y el otro el
Compendio de Cambios Internacionales.
Estas normas de carácter general son obligatorias desde que se publican en el Diario
Oficial y no existe ningún control preventivo de ellas, es decir, no son objeto de examen
de constitucionalidad y legalidad por parte de la Contraloría General de la República u
otro órgano, por lo que dichos acuerdos pasan a regir de inmediato.
A la inquietud antes señalada surgen variadas opciones, debiendo descartarse que sean
leyes, ya que éstas emanan únicamente del Legislativo, existiendo una norma expresa en
la Constitución que reserva las materias de ley. No son reglamentos ni decretos, ya que
no emanan del Presidente de la República, y el Banco Central no es parte de la
administración central del Estado.
Pareciera ser, y esta es la noción más conveniente hasta ahora, que se trata de normas
que emanan del ejercicio de una potestad autónoma de un órgano del Estado, aun
cuando la Contraloría General de la República en alguna oportunidad las ha
considerado, si es posible asimilarlas, a un decreto.
c) Autonomía financiera
d) Autonomía funcional
La ley N° 18.840 lo que ha hecho es establecer que el Banco Central tiene personalidad
jurídica y patrimonio propio. Asimismo ha entregado al Consejo del Banco Central la
facultad fijar las políticas monetaria y cambiaría, orientadas a lograr la estabilidad de la
moneda y el normal funcionamiento de los pagos internos y externos.
Dicho consejo, si bien tiene una generación de índole política, ya que en su designación
participa el Presidente de la República y el Senado y la práctica ha mostrado que se han
dado negociaciones políticas que pretenden afianzar en el consejo las tendencias
económicas de las fuerzas políticas más representativas del poder, una vez que los
consejeros asumen sus funciones, debiesen desempeñarse con total prescindencia de los
distintos sectores a quienes afectarían las decisiones del banco.
Esta autonomía funcional del Banco Central, según se analizará más adelante, tiene
como límite la participación del Ministro de Hacienda en las sesiones y la obligación
que se impone al consejo de considerar en sus acuerdos la política económica general
del Gobierno.
d) Límites a la autonomía
- El artículo 6° inciso segundo que señala que el Consejo, al adoptar sus acuerdos,
deberá tener presente la orientación general de la política económica del Gobierno, lo
que supone que el Banco no se podrá alejar, en la definición e implementación de la
política monetaria y cambiaria de los objetivos y metas que el gobierno se haya
propuesta en el plano fiscal, producto y empleo.
La regla antes expuesta refleja la intención del legislador de que el Banco Central
cumpla con una de las exigencias que la Teoría le impone a toda política económica: La
coherencia.
En la práctica, se ha observado en los últimos años que el Consejo del Banco Central ha
ido adaptando su política monetaria a las variables macroeconómicas demanda
agregada, crecimiento del producto y empleo y si bien se ha puesto como meta una
variación anual del 3% de la inflación, ello no ha impedido a los gobiernos aumentar el
gasto público y relajar la regla de superávit estructural.
Del contexto de la ley N° 18.840, el Banco Central asume las siguientes operaciones y
funciones:
Esta función del Banco Central se encuentra establecida en el párrafo segundo del titulo
III, señalando el artículo 28 que es potestad exclusiva del Banco Central el emitir
billetes y acuñar moneda. Asimismo, los billetes y monedas emitidos y acuñados por el
Banco Central serán los únicos medios de pago con poder liberatorio y de circulación
ilimitada.
La ley consagra reglas respecto de los billetes en el artículo 32. Así el Banco retirará de
la circulación los billetes o monedas en mal estado. Los billetes mutilados que
conserven claramente más de la mitad de su texto original podrán ser canjeados en el
Banco por su valor nominal; si conservaren un porcentaje menor, podrán ser canjeados
por su valor nominal cuando, a juicio exclusivo del Banco, se pruebe que la porción
faltante ha sido totalmente destruida. El Banco no estará obligado a canjear los billetes
mutilados que no estén comprendidos en el inciso anterior.
El encaje consiste en una cantidad de dinero que los bancos e instituciones financieras
deben mantener en caja, evidenciándose de inmediato el rol instrumental del encaje, ya
que a través de él se puede disminuir o aumentar el circulante en la economía. Por regla
general, el encaje debe ser en billetes y monedas de curso legal que estén disponibles o
depositados a la vista en un banco, sin perjuicio de que, excepcionalmente, el encaje
pueda constituirse en valores o títulos emitidos por el Banco Central.
De esta forma, el Banco Central al emitir papeles con una tasa de rentabilidad atractiva
puede sacar dinero del mercado, o bien, si desea darle liquidez al mercado, puede
comprar papeles que emitan los bancos e instituciones financieras.
El Banco Central es el órgano que orienta la actividad financiera, esto es, dirige dicha
actividad hacia los objetivos que estime conveniente, teniendo en consideración el
cumplimiento de la política monetaria y crediticia. Este rol que asume el Banco Central
se manifiesta en la función normativa que el artículo 35 de la ley le encomienda y que
se traduce en:
c) Dictar las normas y limitaciones referentes a las relaciones que deben existir
entre las operaciones activas y pasivas de los bancos e instituciones financieras, esto es,
la relación entre la captación y colocación de recursos.
En esta materia, la ley N° 18.840, en su párrafo sexto, artículo 37, confiere al Banco
Central el rol de agente fiscal en la contratación de créditos extemos e internos, por lo
que será dicho ente el que asumirá la gestión en esas operaciones.
Por otro lado, la ley le otorga la facultad al Banco Central de contratar créditos para
aquellas operaciones que sean compatibles con las finalidades del banco.
Sea en uno u otro caso, el Banco Central en su calidad de agente fiscal actuará en el
servicio y amortización de la deuda externa del Estado, ya sea directa o indirecta,
debiendo el Fisco, a través de la Tesorería General de la República proveer de los
fondos suficientes al banco para el cumplimiento de esta función.
Esta función será objeto de análisis particular, en el capitulo referente a las operaciones
de cambios internacionales.
7.7. Otras funciones
El artículo 53 de la ley N° 18.840 señala que el Banco Central será el órgano que
compile y publique las principales estadísticas macroeconómicas nacionales, entre las
que destacan las de carácter monetario y cambiario, de balanza de pagos y otros
sistemas de contabilidad económica y social.
El artículo 57 de la ley señala, por otro lado, que el Banco Central podrá adquirir a
cualquier título bienes raíces o muebles, como asimismo, mantenerlos, administrarlos o
enajenarlos, función que debemos necesariamente entender involucrada dentro del
contexto en que el banco se desenvuelve.
b) Los acuerdos o resoluciones que digan relación con la regulación del sistema
financiero y del mercado de capitales.
e) Los acuerdos o resoluciones que a juicio del consejo del Banco Central o alguno
de sus miembros requieran ser de conocimiento público.
Siendo el señalado el único procedimiento para impugnar las decisiones del Banco
Central de Chile contemplado en el artículo 35 de su Ley Orgánica entonces vigente,
fluye con claridad que el banco demandante eludió la única vía dispuesta por la ley para
reclamar de cualquiera pretendida ilegalidad o arbitrariedad en que a su respecto hubiere
incurrido el Banco Central de Chile, tanto más si, como se reconoce, no fueron
impugnados de ¡legalidad los acuerdos y sus modificaciones de que se trata
(Considerando 11°).
En cuanto a la tramitación del reclamo, la Corte dará traslado de él por 10 días hábiles al
banco. Evacuado el traslado o acusada su rebeldía, podrá abrir un término probatorio, el
que no podrá exceder de 15 días hábiles y dictará sentencia en cuenta o previa vista de
la causa en un plazo de 30 días.
Del fallo de la Corte de Apelaciones se podrá apelar ante la Corte Suprema, en un plazo
de 5 días hábiles.
30
Sentencia de la Corte Suprema del 29 de marzo de 1995, Rol N° 18.515.
CAPÍTULO QUINTO
La ley indica que se entenderá que una operación de cambios internacionales se realiza
en el mercado cambiario formal, cuando se efectúa por alguna de las personas o
entidades que lo constituyen o a través de alguna de ellas.
Debemos precisar que la ley define al mercado cambiario formal, lo que da a entender la
existencia de un mercado cambiario informal, que es aquel en que se transa la divisa
fuera de las instituciones que constituyen el aludido mercado cambiario formal. Se trata,
entonces, de un mercado que la ley no regula ni prohibe, más bien es residual.
2.1. Concepto
Las tres categorías anteriores hacen concluir que el legislador no sólo ha considerado
como operaciones de cambios internacionales a las que implican la entrada y salida de
moneda extranjera desde y hacia al exterior, sino que también a los pagos que se
efectúen en esa moneda por convenciones entre sujetos que se encuentren en el país.
El artículo 39 inciso primero de la ley N° 18.840 entiende por moneda extranjera a los
billetes o monedas de países extranjeros, cualquiera sea su denominación o
características, y las letras de cambio, pagarés, cartas de crédito, cheques y cualquier
otro documento en que conste una obligación pagadera en dicha moneda.
El articulo 39 de la ley N° 18.840 señala como principio que toda persona podrá
efectuar libremente operaciones de cambios internacionales. Sin perjuicio de lo anterior,
el Banco Central puede exigir que determinadas operaciones de cambios internacionales
sean individualizadas con precisión y de manera escrita. La regulación de las
operaciones de cambios internacionales está dada por los siguientes textos legales:
a) Ley Orgánica Constitucional del Banco Central, donde se consignan los instrumentos
de que este órgano está dotado para regular dicha materia. Lo anterior hace necesario
establecer que el legislador le entregó al banco un conjunto de herramientas que le
permitirán cumplir con su política cambiaría.
b) Normas generales y dinámicas que emanan de sus acuerdos y que pasan a constituir
un cuerpo sistemático denominado Compendio de Normas de Cambios Internacionales.
Este compendio no hace sino desarrollar los instrumentos de política cambiaría que la
ley N° 18.840 concede al banco. Su concepción dinámica apunta a que frecuentemente
el Banco Central va adoptando acuerdos que reforman el compendio, atendida las
coyunturas que se dan en el mercado y, en general, la economía nacional.
El artículo 42 establece que el Banco Central podrá, previo acuerdo fundado por la
mayoría de los consejeros, regular que las siguientes operaciones se realicen
exclusivamente en el mercado cambiario formal:
de mercaderías, dentro de los plazos que el mismo banco fije, no pudiendo ser el de
retorno inferior a noventa días desde el embarque, ni " el de la liquidación inferior a
diez días desde el vencimiento del plazo para retornar.
El plazo para el retorno no podrá ser inferior a noventa días desde la fecha de pago real
o presente de la divisa y el de la liquidación no podrá ser inferior a diez días desde el
vencimiento del plazo de retomo. El artículo 42 contiene una presunción legal,
consistente en que la fecha de pago de las divisas no podrá ser posterior a 180 días del
embarque de la mercadería o en que se contrajo la obligación (tratándose de la
exportación de servicios).
Los agentes económicos que se ven sujetos a la obligación precedente, cumplen con ella
medíante un balance que cuente con la opinión de auditores externos, en virtud del cual
se ha precedido a retornar y liquidar divisas en el período por el equivalente a moneda
nacional de una ecuación de pagos e ingresos internos.
Hemos aludido a los dos primeros números del artículo 42, en virtud de los cuales el
Banco Central puede exigir el retorno y liquidación de divisas en el mercado cambiario
formal. El retorno y liquidación son conceptos no definidos en la ley, pero si en el
Compendio de Cambios Internacionales del Banco Central, el que constituye un cuerpo
normativo reglamentario de las operaciones de cambios internacionales.
e) Finalmente, el Banco Central puede exigir que a través del mercado cambiario formal
se efectúe la liquidación total o parcial de las divisas percibidas por cualquier persona
residente en Chile, con ocasión de actos u operaciones realizadas dentro o fuera de
Chile.
Finalmente, el Banco Central puede exigir que a través del Mercado Cambiario Formal
se deba efectuar la liquidación total o parcial de las divisas percibidas por cualquier
persona residente en Chile, con ocasión de actos u operaciones realizadas dentro o fuera
de Chile.
De las resoluciones que pronuncia esta comisión, se podrá reclamar ante la Corte de
Apelaciones de Santiago, aplicándose el procedimiento de reclamo a los acuerdos del
Banco Central antes analizado.
El articulo 49 señala que el Banco Central podrá, por acuerdo de la mayoria del total de
sus miembros, imponer las siguientes restricciones a fin de lograr la estabilidad de la
moneda o el financiamiento de la balanza de pagos del pais y por un periodo máximo de
un año:
Estamos señalando que el banco, en este caso, no impone que el retorno y liquidación
de las divisas se efectúe en el Mercado Formal, sino que derechamente viene a exigir a
los exportadores y a cualquier persona residente en el país que perciban divisas del
extranjero, que las retornen y las liquiden.
La ley N° 18.840 faculta al Banco Central para exigir a quienes realicen operaciones de
cambios internacionales y a los agentes del Mercado Cambiario Formal informar de
dichas operaciones.
Las normas antes aludidas constituyen las reglas marco que facultan al Banco Central
para poder regular el mercado cambiario. En los últimos años se ha ido generando una
clara liberalización en la materia, al punto que hoy las divisas para importación y las
que retornan de exportación no es necesario que se adquieran, retornen y liquiden,
respectivamente, en el mercado cambiario formal, sino que se informe a través de él al
Banco Central.
Los mercados pueden ser más o menos perfectos, dependiendo del número de
productores, distribuidores y consumidores y cómo pueden estos influir en los precios.
Es evidente, en este análisis, advertir que la perfección es una utopía y lo que
corresponde asumir es que los mercados son “estructuras” que se deben analizar caso a
caso.
En la teoría económica se ha sostenido que para poder acercarse aun mercado lo más
perfecto posible, en cuanto a la competencia de los agentes económicos, se deben
cumplir los siguientes requisitos copulativos:
2.1. El monopolio
Otra forma de monopolio es el cartel, organización creada por algunos productores para
la venta en común de su producto, lo que constituye una restricción seria de la
competencia, en especial cuando dichos agentes tienen preponderancia en el mercado.
Hay una serie de consideraciones de índole técnico que hacen posible la existencia de
un monopolio y que, en cierta medida, no hacen sino reconocer que es más eficaz un
solo oferente que varios. En este caso, se argumenta que es conveniente que exista un
solo agente ya que al cubrir toda la demanda y frente a la demanda potencial los costos
unitarios de producción disminuyen. Esta estructura es lo que se denomina "monopolio
natural".
La posición dominante supone una estructura de mercado en que uno o más agentes
concentran un porcentaje significativo de la oferta o de la demanda. En efecto, la
estructura de un mercado parte desde los productores de bienes (incluidos los
importadores) quienes venden sus productos –en calidad de proveedores- a los
distribuidores, sean estos mayoristas o minoristas, quienes a su vez comercializan
dichos productos, al por mayor o por menor, a los consumidores.
Los oligopolios y duopolios “per se” no son atentatorios a la libre competencia. En los
casos en que exista abuso de estas formas de posición dominante se estará ante
conductas anticompetitivas.
2.3. Colusión
Hay otras conductas que “per se” son atentatorias a la libre competencia. Una de ellas es
la colusión, esto es el acuerdo entre los productores (proveedores) o distribuidores
31
Uno de esos casos fue la fusión entre las empresas VTR y Metrópolis y, anteriormente, la fusión de las
líneas Lan y Ladeco.
(comerciantes) en fijar precios de venta o de compra, paralizar o reducir la producción o
en la asignación de zonas o cuotas de mercado.
La competencia desleal es aquella en que los agentes que participan en las fases de
producción y distribución no respetan reglas básicas que permitan el libre acceso y
salida del mercado de que se trate. En la práctica, son conductas en que ilícitamente se
pretende alcanzar una posición de mercado –sea monopólica o dominante- a través del
uso de medios no aceptados o reconocidos por el ordenamiento jurídico.
Estas conductas “per se” son atentatorias a la libre competencia y podemos destacar
entre ellas a:
Se trata de una serie de conductas destinadas a impedir que otro agente entre al mercado
y, por tanto, evitar que se transforme en una competencia seria. Las prácticas podrían
ser de la más diversa índole tales como las rebajas de precios en forma temporal,
cláusulas contractuales que impiden negocios u operaciones con otros agentes
competidores, presiones a proveedores (productores).
b) Precios predatorios
c) Otras conductas
Algunas de ellas dicen relación con la publicidad comparativa y los abusos marcarios
Antes se señaló que una de las condiciones para la existencia de un mercado lo más
perfecto posible es la estabilidad macroeconómica. Dicha afirmación no es meramente
referencial, sino que muestra la importancia que tienen en la libre competencia de un
mercado las decisiones que constituyen las políticas monetaria, cambiaría y fiscal.
Así, por ejemplo, en una economía en que la tasa de inflación es elevada, no cabe duda
alguna que los agentes económicos verán que los precios de los bienes y servicios que
ofertan variarán permanentemente, con un incremento de sus costos por la indización de
los insumos y de la mano de obra a la inflación. De esta forma, existe la posibilidad
cierta de- que algunos productores y prestadores de servicios desaparezcan del mercado,
quedando sólo aquellos que pueden afrontar la crisis monetaria.
De lo expuesto se puede colegir que la estabilidad macroeconómica asegura un efecto
neutro en la competencia de los mercados.
Los artículos 172, 173, 174 y 181 de este texto legal misceláneo en materia económica
definian el monopolio en forma bastante criticable, ya que lo conceptualizaban como un
conjunto de conductas atentatorias a la libre competencia y que posteriormente
integraron el actual artículo 2° del D.L. N°211.
Este texto legal creó un organismo que asumiría el rol de resguardar la libre
competencia en las actividades económicas: la Comisión Resolutiva.
Al año 1973 se advierte por las autoridades que asumieron el poder, que la ley N°
13.305 de 1959 no era suficiente para una economía en que primaría la libertad
económica y la libre iniciativa privada y en que el Estado asumiría un rol esencialmente
regulador. Por ello, se dicta el D.L. N° 211 del 22 de diciembre de 1973, texto que
contiene normas de protección de la libre competencia (no obstante que generalmente se
le denomina ley antimonopolios).
En el año 1979, este cuerpo legal sufre una reforma en virtud del D.L. N° 2.760, lo que
hizo que el Ejecutivo de aquella época dictara el decreto supremo N° 511, que contiene
el texto coordinado, refundido y sistematizado del D.L. N° 211.
Esta interrogante debe ser abordada partiendo por considerar que la libre competencia es
una materia que está regulada por un texto legal bastante escueto, el D.F.L. N° 1, que
contiene el texto refundido, coordinado y sistematizado del D.L. N°211.
En base a dicha primera consideración deberíamos buscar los principios que están
inmersos en dichas normas y que es el papel propio de la dogmática jurídica. Así las
cosas, tendríamos que concluir que estamos frente a una legislación que regula
instrumentalmente una materia determinada, orientada más que nada a alcanzar
objetivos que están dentro de lo que es el rol del Estado en la economía: mantener el
equilibrio del ciclo económico y las condiciones para que se dé la competencia entre los
agentes económicos.
Para responder a la interrogante en cuanto a cuál o cuáles son los bienes jurídicos
protegidos, cabe acudir a la reforma que introdujo al D.L. N° 211 la Ley N° 19.911. El
texto del mensaje del Ejecutivo pretendió hacerse cargo de la necesidad de precisar los
bienes jurídicos protegidos y en el artículo 1° del proyecto (Boletín de Tramitación N°
2944-03), que no obstante no alcanzó a incluirse en el texto definitivo, se precisó que el
objeto de dicha normativa sería “… promover la libre competencia a fin de lograr una
eficiente asignación de recursos y el bienestar de los consumidores…”. No es
indiferente lo que señalaba dicha norma, ya que durante años se ha discutido cuál es, en
esencia, el bien jurídico protegido por la legislación sobre libre competencia. Así se ha
sostenido que la regulación debe orientarse a impedir la concentración económica,
porque ella "per se" atenta en contra del bienestar y óptimo social. En cambio, otras
tendencias sostienen lo contrario, que la regulación sólo es necesaria cuando las
imperfecciones del mercado generen una ineficiente asignación de recursos. Estas
diversas posturas tienen paradigmas muy marcados en las legislaciones de la Unión
Europea y los Estados Unidos de América.
Lo que pretendió hacer el legislador chileno fue intentar asumir una posición ecléctica
en este ámbito, fijando como fundamento último de la protección de la libre
competencia: tanto a la eficiencia como el bienestar, surgiendo la interrogante acerca de
si será posible que el Tribunal que se crea en la ley, con atribuciones incluso normativas
según se verá más adelante, logre conciliar ambas posturas.
A pesar de que, en definitiva, no se precisó en el texto definitivo del nuevo D.L.N° 211,
hoy D.F.L. N° 1, el bien jurídico protegido, la historia de su establecimiento nos
evidencia la concepción del mismo por parte del legislador, debiendo tenerse presente
que toda decisión que adopten los órganos que constituyen la institucional de protección
de la libre competencia en Chile, deberá considerar los aludidos bienes jurídicos:
eficiencia de los mercados y el bienestar de los consumidores.
Finalmente, cabe destacar que con la reforma de la Ley 19,911 al D.L. N° 211 se
despenalizan las conductas atentatorias a la libre competencia, cuestión que ha generado
muchas controversias, en cuanto a la eficacia de las normas en análisis.
9. Conductas infraccionales
Lo que reconoce este inciso es una realidad palmaria que han destacado gran parte de
los especialistas en libre competencia, la conveniencia de fijar tipos infraccionales
genéricos, debido a la vasta cantidad de hechos, actos o conductas que pueden afectarla.
a) Los acuerdos expresos o tácitos entre competidores, o las prácticas concertadas entre
ellos, que les confieran poder de mercado y que consistan en fijar precios de venta, de
compra u otras condiciones de comercialización, limitar la producción, asignarse zonas
o cuotas de mercado, excluir competidores o afectar el resultado de procesos de
licitación.
No deja de ser relevante que respecto de esta conducta infraccional, la prueba podría ser
las presunciones, en especial cuando el Fiscal Nacional Económico, luego de investigar
un mercado con los precios antes del acuerdo o práctica concertada, logra establecer que
hubo un alza de los mismos, lo que constituye el hecho conocido del cual se deduce la
infracción.32
Los sujetos activos que pueden incurrir en la conducta infraccional descrita son una
empresa o conjunto de empresas que tengan un controlador común, estructura muy
común en nuestra economía en el ámbito del retail y otros mercados. En este último
aspecto, el legislador reconoce la realidad de que las fusiones, absorciones y
reorganizaciones empresariales pueden derivar en integraciones verticales u
horizontales. Cuando se alude al “controlador común” debe entenderse a quien tenga el
control de propiedad de las empresas.
32
En este punto no deja de ser relevante la sentencia de la Comisión Resolutiva dictada en el caso de
colusión de cadena de farmacia el 16 de mayo de 1995, Rol 464-1994.
El abuso puede darse en diversos aspectos, como la fijación de precios de compra o de
venta, ya sea que se de en la relación proveedor (productor) y distribuidor, o en la
relación distribuidor consumidor; la imposición de la venta atada esto es de un producto
o servicio que el consumidor no puede dejar de adquirir sin el producto o servicio
principal que impone la empresa que incurre en el abuso y la asignación de zonas o
cuotas de mercado e imponiendo, como señala la norma en análisis, “otros abusos
semejantes”, siendo en este último concepto que se deja a la decisión del Tribunal de
Defensa de la Libre Competencia el establecer qué otro tipo de abusos se podrían dar 33.
Esta letra generó bastante debate en la Comisión Mixta del Congreso Nacional que, en
definitiva, aprobó el proyecto, ya que algunos parlamentarios propusieron que se
reemplazara su texto actual por el de "competencia desleal", ya que en ésta cabían todas
las conductas de esta naturaleza, como por ejemplo las barreras de acceso a mercado,
publicidad comparativa que no sea objetiva y demostrable, los abusos marcarios, entre
otros. Aún más las prácticas predatorias son una categoría de conductas que quedan
dentro del concepto más amplio de “competencia desleal”. Ante esta situación, se
planteó una indicación que agregaba una nueva letra, la d), precisamente competencia
desleal, al que fue rechazada (Boletín de Tramitación N° 2944-03).
Se señaló, asimismo, que cualquier conducta atentatoria a la libre competencia y que sea
competencia desleal, si afecta el bien jurídico protegido por la ley, estará bajo el imperio
de ésta en virtud del tipo infraccional genérico del inciso primero del artículo 3°.
No deja de ser relevante que el objetivo de la conducta, esto es lo que busca quién o
quiénes incurren en la práctica descrita es alcanzar, mantener o incrementar una
posición dominante, por lo que cualquier conflicto que pudiera constituir competencia
desleal sin que se dé ese objetivo será una cuestión que mira al interés de las partes y no
es de orden público económico, por lo que no será sancionada34.
33
Cabe citar al respecto resolución del TDLC del 5 de octubre de 2004, N° 9/2004, Consulta Rol N° 3-
2004, en que se estableció que cadenas de supermercados habrían incurrido en fijación de precios de
compra a proveedores, traspaso de los costos de promociones, además de la práctica del “rappel” y uso
de marcas propias.
Como se señaló con anterioridad, en esta letra se van a subsumir conductas de la más
diversa índole que suponen de parte de los agentes económicas el no respetar las normas
legales vigentes ni prácticas comerciales aceptadas en los mercados en su competencia
con los demás, tales como las consistentes en establecer barreras de acceso a mercado 35,
publicidad comparativa y abusos marcarios y los demás en que la competencia desleal
tenga como objetivo alcanzar, mantener o incrementar una posición dominante de
mercado.
10.- El monopolio
34
Ese fue precisamente el criterio que adoptó el Tribunal en sentencia del 24 de noviembre de
2004, Rol C N° 27-04, en "Mitani Inversiones Limitada con Coesam S.A.".
35
En barreras de acceso a mercado cabe citar sentencia del 14 de abril de 2008, dictada por el
Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, Rol C 103-06 en requerimiento de la FNE contra
Almacenes Paris y Falabella por la denominada “Guerra de los Plasmas”
corregir y sancionar los atentados a la libre competencia. El artículo 8°, por su parte,
señala que dicho tribunal tendrá su sede en Santiago.
El Tribunal tendrá cuatro suplentes, dos de los cuales deberán ser abogados y dos
licenciados o con postgrados en ciencias económicas. El Consejo del Banco Central y el
Presidente de la República, en su caso, designarán cada uno dos integrantes suplentes,
uno porcada área profesional, respectivamente, conforme al procedimiento vigente para
los titulares, para lo cual se podrán considerar las mismas nóminas y concursos
previstos para el nombramiento de los titulares.
La ley señala que los concursos para proveer los cinco ministros del Tribunal deberán
fundarse en condiciones objetivas, públicas, transparentes y no discriminatorias,
establecidas, respectivamente, mediante un auto acordado de la Corte Suprema y un
acuerdo del Consejo del Banco Central.
En cuanto a la duración en sus cargos, los integrantes titulares y suplentes del Tribunal
de Defensa de la Libre Competencia permanecerán seis años en sus cargos, pudiendo
ser designados por nuevos períodos sucesivos, conforme al procedimiento señalado en
el artículo anterior. No obstante, el Tribunal se renovará parcialmente cada dos años.
En lo que atañe al funcionamiento del tribunal, conforme el artículo 9°, éste será en
forma permanente y fijará sus días y horarios de sesión. En todo caso, deberá sesionar
en sala legalmente constituida para la resolución de las causas, como mínimo dos dias a
la semana. El quorum para sesionar será de a lo menos tres miembros, y los acuerdos se
adoptarán por simple mayoría, dirimiendo el voto de quien presida en caso de empate.
En lo demás se estará a lo dispuesto en el Párrafo 2 del Titulo V del Código Orgánico de
Tribunales, en cuanto fuere aplicable.
En caso de ausencia o impedimento del Presidente del Tribunal, éste sesionará bajo la
presidencia de uno de los restantes miembros titulares de acuerdo al orden de
precedencia que se establezca, mediante auto acordado del Tribunal. Asimismo, por ese
medio, se determinará el orden en que los suplentes reemplazarán a los integrantes
titulares.
La causal invocada podrá ser aceptada por el integrante afectado. En caso contrario, será
fallada de plano por el Tribunal, con exclusión de aquél, aplicándose una multa a
beneficio fiscal de hasta veinte unidades tributarias mensuales al incidentista, si la
implicancia o la recusación fuere desestimada por unanimidad.
La resolución que haga efectiva la destitución deberá señalar los hechos en que se funda
y los antecedentes tenidos a la vista para acreditarlos.
Esta función es la que cumplían las comisiones preventivas regionales y central. Ahora,
el Tribunal asume un rol consultivo para casos concretos, determinando si los hechos,
actos o contratos son o no atentatorios a la libre competencia.
En este caso, quienes pueden promover el ejercicio de esta función del Tribunal de la
Libre Competencia son las personas que tengan un interés legítimo. Así puede ser quien
advierte que un determinado mercado habría un acto o convención o hecho que atente
contra la ley y, sin que se deduzca una demanda, se solicita la opinión del tribunal,
como también de quienes desean desarrollar una actividad económica determinada y
necesitan que se les precise si se afecta o no a la libre competencia36.
Por lo expuesto, estamos en presencia de una potestad normativa de los criterios que
emanan de la sentencia o dictamen (si asi se le llamare) que se dicte en un caso
concreto, ahora, en términos generales.
36
Un ejemplo de esta tipo de consultas es lo que se resolvió en sentencia del 8 de mayo de 2008, Rol 65-
2008, consistente en exigir a una cadena de supermercado, antes de la toma de control de otro
establecimiento, autorización al TDLC.
El legislador previo un procedimiento para la díctación de estas resoluciones, más bien
precaviendo cualquier impugnación por ausencia del debido proceso y asegurando a los
que van a estar regidos por ellas, el derecho de plantear la defensa de sus intereses que
se analizará más adelante.
Según lo señala el artículo 20, el procedimiento será escrito -salvo la vista de la causa-,
público e impulsado de oficio por el Tribunal hasta su resolución definitiva. Las partes
deberán comparecer representadas en la forma prevista en el artículo 1° de la ley N°
18.120, sobre comparecencia en juicio.
Sin perjuicio de lo anterior, el artículo 29 establece que las normas contenidas en los
Libros I y II del Código de Procedimiento Civil se aplicarán supletoriamente al
procedimiento, en todo aquello que no sean incompatibles con él.
El artículo 20 indica que el procedimiento podrá iniciarse por requerimiento del Fiscal
Nacional Económico o por demanda de algún particular, la que deberá ser puesta en
inmediato conocimiento de la Fiscalía. Como se advierte, dos son los legitimados
activos para el ejercicio de la acción: el Fiscal Nacional Económico que representa el
interés de la sociedad en la defensa de la libre competencia y, el particular debiendo
entenderse que lo es quién tiene interés actual en la controversia, sea afectado
directamente por la conducta infraccional o que ella le vaya a afectar en forma indirecta.
Si bien el legislador es amplio en cuanto a permitir el ejercicio de la acción no podría
sostenerse que, en este caso, hay acción popular.
El artículo 22 establece que vencido el plazo de quince días o el término mayor que el
Tribunal señale, sea que se hubiere evacuado o no el traslado por los interesados, el
Tribunal podrá llamar a las partes a conciliación. De no considerarlo pertinente o
habiendo fracasado dicho trámite, recibirá la causa a prueba por un término fatal y
común de veinte días hábiles.
En todo caso, sólo se admitirán por punto de prueba, declaraciones de tres testigos por
cada parte, salvo que el tribunal, a petición fundada al presentarse la lista de testigos,
amplíe dicho número. No regirá respecto de los testigos lo establecido en los artículos
358, 360, número 2, 373, 374, 376, 377 y 378 del Código de Procedimiento Civil.
La resolución que reciba la causa a prueba deberá notificarse por cédula. Transcurridos
30 días hábiles, contados desde la dictación de dicha resolución sin que ésta se hubiere
notificado, el Tribunal procederá a notificarla por los medios que las partes hayan
acordado por medios electrónicos.
Cabe tener presente la eficacia que podría adquirir la conciliación como forma de
quebrar el pacto de colusión (conducta descrita en la letra a) del artículo 3°) al verse uno
de los agentes que acordó la colusión incentivado a arribar a una conciliación con el
Fiscal Nacional Económico o el demandante.
d) Medios de prueba
37
Cabe citar con respecto a la conciliación sentencia del TDLC del 13 de abril de 2009, Rol C Nº 184-08,
en requerimiento de Fiscalía Nacional Económica en contra de Farmacias Ahumadas, Cruz Verde y
SalcoBrand.
Según el artículo 22, inciso segundo, serán admisibles los medios de prueba indicados
en el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil y todo indicio o antecedente que,
en concepto del Tribunal, sea apto para establecer los hechos pertinentes. Al efecto, el
Tribunal podrá decretar, en cualquier estado de la causa y aun después de su vista,
cuando resulte indispensable para aclarar aquellos hechos que aún parezcan obscuros y
dudosos la práctica de las diligencias probatorias que estime convenientes.
Tal como sucede en casi todos los procedimientos, las partes que deseen rendir prueba
testimonial deberán presentar una lista de testigos dentro del quinto día hábil contado
desde que la resolución que reciba la causa a prueba quede ejecutoriada.
Por otra parte, las diligencias a que dé lugar la inspección personal del Tribunal, la
absolución de posiciones o la recepción de la prueba testimonial, serán practicadas ante
el miembro que el Tribunal designe en cada caso, el que podrá efectuar las preguntas
que estime convenientes, impedir que las declaraciones y las preguntas de las partes se
desvíen hacia aspectos irrelevantes o inadmisibles y resolver de plano las objeciones
que le fuesen formuladas.
Debido a que la sede física del Tribunal es Santiago, la ley se pone en la situación de
actuaciones probatorias que hayan de practicarse fuera de su territorio, las que podrán
ser conducidas a través del correspondiente juez de letras, garantizando su fidelidad y
rápida expedición por cualquier medio idóneo.
Las demás actuaciones serán practicadas a través del funcionario de planta del Tribunal
que se designe al efecto.
El Tribunal dispondrá el registro de todas las audiencias a que hubiere lugar en forma
íntegra, por cualquier medio que asegure su fidelidad.
La prueba instrumental podrá presentarse hasta diez días antes de la fecha fijada para la
vista de la causa. A solicitud de parte, el Tribunal podrá decretar reserva respecto de
terceros ajenos al proceso o confidencialidad incluso respecto de las demás partes, de
aquellos instrumentos que contengan fórmulas, estrategias o secretos comerciales o
cualquier otro elemento cuya revelación pueda afectar significativamente el
desenvolvimiento competitivo de su titular. Los instrumentos que tengan carácter
reservado o confidencial en virtud de lo dispuesto en el inciso segundo de la letra a) del
artículo 39 de la ley, deberán presentarse siempre en tal carácter por la Fiscalía Nacional
Económica, y el Tribunal deberá mantener la reserva o confidencialidad de los mismos.
Finalmente, siguiendo también una tendencia, la ley señala que el Tribunal apreciará la
prueba de acuerdo a las reglas de la sana crítica, esto conforme a la lógica, las máximas
de la experiencia y los conocimientos científicos afianzados.
e) Fallo
El artículo 26 indica, por su parte, que la sentencia definitiva será fundada, debiendo
enunciar los fundamentos de hecho, de derecho y económicos con arreglo a los cuales
se pronuncia. En ella se hará expresa mención de los fundamentos de los votos de
minoría, si los hubiere. Esta sentencia deberá dictarse dentro del plazo de cuarenta y
cinco días, contado desde que el proceso se encuentre en estado de fallo.
g) Cuestiones accesorias
El artículo 24 fija la regla general de que las cuestiones accesorias al asunto principal
serán resueltas de plano, pudiendo el Tribunal dejar su resolución para definitiva.
La resolución que conceda o deniegue una medida cautelar se notificará por carta
certificada, a menos que el Tribunal, por razones fundadas, ordene que se notifique por
cédula. En caso de que la medida se haya concedido prejudicial-mente, el Fiscal o el
solicitante deberá formalizar el requerimiento o la demanda en el plazo de veinte dias
hábiles o en el término mayor que fije el Tribunal, contado desde la notificación de
aquélla. En caso contrario, quedará sin efecto de pleno derecho.
La norma en análisis señala que las medidas podrán llevarse a efecto antes de notificar a
la persona contra quien se dictan, siempre que existieren motivos graves para ello y el
Tribunal así lo ordenare. En este caso, transcurridos cinco días sin que la notificación se
efectúe, quedarán sin valor las diligencias practicadas. El Tribunal podrá ampliar este
plazo por motivo fundado.
a) Modificar o poner término a los actos, contratos, convenios, sistemas o acuerdos que
sean contrarios a las disposiciones de la ley.
c) Aplicar multas a beneficio fiscal hasta por una suma equivalente a veinte mil
unidades tributarias anuales. Dichas multas podrán ser impuestas a la persona jurídica
correspondiente, a sus directores, administradores y a toda persona que haya intervenido
en la realización del acto respectivo.
La reforma legal de la Ley N° 20.361 que se introdujo al artículo 18 letra c) implicó que
en el caso de sancionar una conducta prevista en la letra a) del artículo 3°, esto es por
colusión, la multa será hasta por una suma equivalente a treinta mil unidades tributarias
anuales
La antes aludida reforma legal, señala que las multas aplicadas a personas naturales no
podrán pagarse por la persona jurídica en la que ejercieron funciones ni por los
accionistas o socios de la misma. Asimismo, tampoco podrán ser pagadas por cualquiera
otra entidad perteneciente al mismo grupo empresarial en los términos señalados por el
artículo 96 de la Ley de Mercado de Valores, ni por los accionistas o socios de éstas.
Para la determinación de las multas se considerarán, entre otras, las siguientes
circunstancias: el beneficio económico obtenido con motivo de la infracción, la
gravedad de la conducta, la calidad de reincidente del infractor y, para los efectos de
disminuir la multa, la colaboración que éste haya prestado a la Fiscalía antes o durante
la investigación.
Cabe tener presente en este análisis la relación entre el artículo 3° del D.F.L. N°
(D.L.N° 211) con el encabezado del inciso segundo del artículo 26. En la primera de las
disposiciones se señala que “…el que ejecute o celebre, individual o colectivamente,
cualquier hecho, acto o convención que impida, restrinja o entorpezca la libre
competencia, o que tienda a producir dichos efectos, será sancionado con las medidas
señaladas en el artículo 26 de la presente ley, sin perjuicio de las medidas correctivas o
prohibitivas que respecto de dichos hechos, actos o convenciones puedan disponerse en
cada caso…”, por su parte, el encabezado del artículo 26, inciso segundo señala “… en
la sentencia definitiva, el Tribunal podrá adoptar las siguientes medidas…”, surgiendo
la duda de si las medidas que señala la última norma son las únicas que podría imponer
el Tribunal en la sentencia definitiva o, dicho de otro modo, podría dicho órgano
imponer otras medidas sancionatorias que las que le expresa la ley.
Por su parte, será susceptible de recurso de reclamación, para ante la Corte Suprema, la
sentencia definitiva que imponga alguna de las medidas que se señalaron anteriormente,
como también la que absuelva de la aplicación de dichas medidas. Dicho recurso deberá
ser fundado y podrá interponerlo el Fiscal Nacional Económico o cualesquiera de las
partes, en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, dentro del plazo de diez días
hábiles, contado desde la respectiva notificación. Este plazo se ampliará con el aumento
que corresponda al lugar en que tenga su domicilio el afectado, si éste fuere distinto al
de la sede del Tribunal, de conformidad con la tabla a que se refiere el artículo 259 del
Código de Procedimiento Civil.
Para interponer el recurso de reclamación, en caso que se hubiere impuesto una multa,
la parte sancionada deberá consignar una suma de dinero equivalente al diez por ciento
de la multa decretada. Sin embargo, cuando sea el Fiscal Nacional Económico el que
interponga el recurso, estará exento de este requisito.
Innovando en la materia, el artículo 20, inciso cuarto, señala que las acciones
contempladas en él prescriben en el plazo de dos años, contado desde la ejecución de la
conducta atentatoria de la libre competencia en que se fundan. Dicha prescripción se
interrumpe por requerimiento del Fiscal Nacional Económico o demanda de algún
particular, formulados ante el Tribunal.
Sin perjuicio de lo anterior, las acciones para perseguir las conductas previstas en la
letra a) del artículo 3°, referidas a las de colusión, prescribirán en el plazo de cinco
años, y el cómputo de la prescripción no se iniciará mientras se mantengan en el
mercado los efectos imputables a la conducta objeto de la acción.
Agrega el inciso quinto del citado precepto que las medidas que se determinen para
prevenir, corregir o sancionar un atentado a la libre competencia, prescriben en dos
años, contados desde que se encuentre firme la sentencia definitiva que las imponga.
Esta prescripción se interrumpe por actos cautelares o compulsivos del Tribunal, del
Fiscal Nacional Económico o del demandante particular.
El artículo 31, fijado por la Ley N° 20.361, contempla el procedimiento para el ejercicio
de las atribuciones a que se refieren los números 2) y 3) del artículo 18, así como la
emisión de los informes que le sean encomendados al Tribunal en virtud de
disposiciones legales especiales, se someterán al siguiente procedimiento:
El Tribunal arbitrará siempre las condiciones necesarias para que todos los
intervinientes puedan imponerse del expediente.
3.- Vencido el plazo señalado en el número 1, el Tribunal deberá citar a una audiencia
pública, la cual se llevará a efecto dentro de un plazo no inferior a quince días ni
superior a treinta días contado desde la notificación, la que se practicará mediante un
aviso publicado en el Diario Oficial y en el sitio de Internet del Tribunal, para que
quienes hubiesen aportado antecedentes puedan manifestar su opinión.
Las resoluciones de término, sea que fijen o no condiciones, sólo podrán ser objeto del
recurso de reclamación. Dicho recurso deberá ser fundado y podrán interponerlo el o los
consultantes, el Fiscal Nacional Económico y cualquiera de los terceros que hubieren
aportado antecedentes de conformidad con lo dispuesto en el número 1.
Con la finalidad de dar estabilidad jurídica, el artículo 32 señala que los actos o
contratos ejecutados o celebrados de acuerdo con las decisiones del Tribunal de Defensa
de la Libre Competencia, no acarrearán responsabilidad alguna en esta materia, sino en
el caso que, posteriormente, y sobre la base de nuevos antecedentes, fueren calificados
como contrarios a la libre competencia por el mismo Tribunal, y ello desde que se
notifique o publique, en su caso, la resolución que haga tal calificación.
El articulo 30 señala que la acción de indemnización de perjuicios a que haya lugar con
motivo de la dictación por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia de una
sentencia definitiva ejecutoriada, se interpondrá ante el tribunal civil competente de
conformidad a las reglas generales, y se tramitará de acuerdo al procedimiento sumario,
establecido en el Libro III del Titulo XI del Código de Procedimiento Civil.
El inciso primero de la norma indica que el que ejecute una conducta prevista en la letra
a) del artículo 3° podrá acceder a una reducción o exención de la multa cuando aporte a
la Fiscalía Nacional Económica antecedentes que conduzcan a la acreditación de dicha
conducta y a la determinación de los responsables.
El inciso segundo del artículo 39 bis señala que para acceder a uno de estos beneficios,
el ejecutor de la conducta deberá cumplir los siguientes requisitos:
Ahora bien, para acceder a una reducción de la multa, además de cumplir los requisitos
descritos en la ley, el ejecutor de la conducta deberá aportar antecedentes adicionales a
los presentados por quien primero acompañó antecedentes a la Fiscalía en virtud de este
artículo. La norma añade que en todo caso, la rebaja de la multa que solicite el Fiscal en
su requerimiento, no podrá ser superior al 50% de la mayor multa solicitada para los
demás ejecutores de la conducta que no pueden acogerse a los beneficios de este
artículo.
La norma establece que si el Tribunal diere por acreditada la conducta, no podrá aplicar
multa a quien haya sido individualizado como acreedor de una exención, como tampoco
una multa mayor a la solicitada por el Fiscal a quien haya sido individualizado como
acreedor de una reducción de la misma, salvo que se acredite durante el proceso que
dicho acreedor fue el organizador de la conducta ilícita coaccionando a los demás a
participar en ella.
El inciso final del artículo 39 señala que quien alegue la existencia de la conducta
prevista en la letra a) del artículo 3°, fundado a sabiendas en antecedentes falsos o
fraudulentos con el propósito de perjudicar a otros agentes económicos acogiéndose a
los beneficios de este artículo, será sancionado conforme a lo establecido en el artículo
210 del Código Penal.
1.1.- No son posibles ni aun en estado de necesidad financiera los acuerdos sobre
precios
Los acuerdos sobre precios de venta a público quedan comprendidos entre los hechos,
actos o convenciones que tienden a impedir la libre competencia, contraviniendo la letra
d) del artículo 2° del D.L. N° 211 de 1973.
1.2.- Acuerdo de precios que se deja sin efecto por quienes incurren en él, amerita no
deducir la acción penal
1.6. Colusión de compañías que tienen posición dominante de mercado para que
proveedores no participen en evento de venta de productos al público
2.1.2. Hay abuso de posición dominante de parte de Asociación Gremial que impide a
uno de sus asociados seguir prestando servicios por acto arbitrario
La Comisión Resolutiva ha señalado que en el caso de que dos agentes que compiten
como únicas empresas en la prestación de un determinado servicio y uno de ellos
absorbe al otro, constituyéndose en un poder monopólico, éste abusa de él si alza
ostensiblemente los precios (Resolución N° 376 del 11 de agosto de 1992).
La Comisión estima como una conducta contraria a la libre competencia el hecho de que
dos o más laboratorios elaboradores de productos similares y sustitutos, que representan
en conjunto una participación dominante en el mercado de tales productos, celebren
convenios expresos o tácitos con el objeto de coordinar su política de precios. Lo mismo
puede decirse, en este caso, respecto de la simultaneidad y/o similitud con que ambos
laboratorios fijan los precios bases de sus productos, las fechas de entrada en vigencia
de sus listas de precios, y las estructuras y montos de sus descuentos por volumen
(Resolución N° 397, del 21 de septiembre de 1993).
El criterio antes aludido tiene plena vigencia en cuanto a lo que debe entenderse como
"transparencia" de la información de un agente monopólico a sus usuarios, no obstante
que las tarifas estén fijadas por la autoridad (Resolución N° 402 del 2 de noviembre de
1993).
La Comisión ha señalado que el hecho de que existan dos prestadores en una misma
zona explica el interés de competir entre ellos, lo que en ningún caso faculta a uno de
los prestadores para abusar de su posición dominante con respecto a su competidor y
dejarlo fuera del mercado (Resolución N° 409, del 22 de marzo de 1994).
2.1.8. Sistema de tarifas que altera a la que rige, conforme normas reglamentarias
sectoriales, puede facilitar el abuso de posición dominante
La Comisión ha fijado como criterio que, en el caso de existir un régimen tarifario con
reglas fijadas por la autoridad, y algunos agentes prestadores de un servicio ofertan
aquél con un sistema tarifario de diferente naturaleza (por ejemplo tarifas planas), ello
permite el abuso de posición dominante en el mercado al hacer menos visible la
existencia de precios depredatorios y al constituirse competencia mediante infracción de
normas en perjuicio de quien se ajusta al marco juridico vigente (Resolución N° 492 del
29 de julio de 1997).
Queda en evidencia que sólo se tenderá a perseguir y sancionar como atentado a la libre
competencia las conductas que signifiquen efectivamente un abuso de la posición
monopóiica o dominante (Resolución N° 445 de 10 de agosto de 1995. Resolución N°
377 de 15 de septiembre de 1992).
2.1.10. Posición dominante supone de parte de agente asegurar condiciones de igualdad
de acceso al servicio que presta
2.1.11. Existe abuso de posición monopóiica de prestadora que deriva a sus usuarios
para que se atiendan con instaladores asociados a Colegio Profesional, impidiendo a los
demás agentes el acceso a dicha actividad
En el fallo existe, además, opinión de minoría que señala que la presencia accionaria en
las empresas no es determinante para la libre competencia, sino que lo que interesa es el
comportamiento que observan en el mercado las empresas respectivas (Resolución N°
368 del 7 de abril de 1992).
El abuso en que podrían incurrirtales empresas es hipotético, pues las tarifas por
generación, transmisión y distribución de energía están fijadas por la autoridad
(Resolución N° 372 del 2 de junio de 1992).
La Honorable Comisión basa su resolución en que el sector eléctrico ha sido hasta hace
poco uno en que la integración vertical entre generación, transmisión y distribución, y la
integración horizontal entre plantas generadoras de un mismo sistema, representa la
organización industrial más eficiente, sumado al hecho que no se acredita en autos una
conducta concreta de abuso de poder de mercado por parte de los requeridos.
La nueva legislación que se dicte debiera evitar que las empresas concesionarias de
servicios públicos participen en empresas sanitarias que tengan un territorio común de
concesión de aquéllas.
Esta Comisión comparte el criterio manifestado por el Sr. Fiscal Nacional Económico,
en cuanto a la necesidad de que en el futuro no se autorice, en virtud del texto expreso
de la ley, la integración horizontal entre empresas concesionarias de servicios públicos
en una misma área territorial, con el objeto de prevenir los riesgos de que se cometan
abusos de posición dominante por parte de las empresas que actúan en los mercados
eléctricos, sanitarios e inmobiliarios (Resolución N° 494 del 24 de octubre de 1997).
2.2.5. Exigencia de consulta previa para la toma de control en un mercado en que agente
tiene posición dominante
3.1.1. No se puede utilizar organismos del D.L. N° 211 para restringir acceso a
mercados
La Comisión ha resuelto que la negativa de incorporar al recorrido nuevos buses que sus
propietarios, socios de la Asociación Gremial de Transportes de Microbuses y
Taxibuses, habían adquirido para reemplazar los antiguos, operación aceptada en los
estatutos de la entidad, es un atentado a la libre competencia, restrictivo del acceso al
mercado (Comisión Resolutiva, Resolución N° 361 del 18 de julio de 1991).
Considerar que si bien los asociados no tienen la obligación de acatar sus comunicados,
por ser libres de pertenecer o no a una organización empresarial, dicha entidad tiene
significativa injerencia sobre el sector económico de los supermercados que utilizan
servicios de seguridad. De acuerdo con lo anterior, la influencia de dicha asociación en
la promoción de algún agente que presta ese tipo de servicios tiene la capacidad de
entorpecer la libre competencia en el mercado de los sistemas de protección o de
seguridad (Comisión Resolutiva, Resolución N° 564 de 2 de marzo de 2000).
3.2.5. Ejercicio del derecho de uso exclusivo de marca en forma abusiva podría atentar
contra la libre competencia La protección para el uso exclusivo de la marca, del invento
o del modelo, en las condiciones que establece la Ley de Propiedad Industrial, no
excluye la posibilidad de que un abuso en el ejercicio de ese derecho pueda atentar
contra la libre competencia y, portante, caerdentro de la esfera de los organismos
antimonopolios (Resolución N° 472 del 5 de noviembre de 1996).
Declara que las compañías han incurrido en conductas contrarias al decreto ley N° 211,
de 1973, al inscribir a su nombre la primera -por cuenta de la segunda-marcas
comerciales que se encuentran registradas y son usadas por una empresa transnacional,
desde hace varios años y en diversos países del mundo, con el objeto de tratar de
impedir o entorpecer el ingreso de dicha empresa al mercado nacional en el rubro de
supermercados. Con ello se han establecido barreras de entrada al mercado nacional a la
referida empresa, competidora potencial de la denunciada, todo lo cual revela la
existencia de un concierto entre las requeridas, quienes han infringido los artículos 1o y
2o letra f) del referido texto legal y deberán pagar una multa a beneficio fiscal.
Si bien el Tribunal es competente para conocer y juzgar casos en los que pueda haberse
utilizado una marca registrada como barrera a la entrada de legítimos competidores, con
el objeto de alcanzar, mantener o incrementar una posición dominante, el demandante
no alegó en su demanda que las conductas imputadas al demandado fueron ejecutadas
con dicho objeto, ni puede deducirse tal circunstancia de los hechos de la causa, que no
fueron controvertidos por la partes. Además, el Tribunal reiteró su jurisprudencia
anterior, en el sentido que la circunstancia que una persona sea titular de una
determinada marca, si bien lo protege de cualquier intento de utilizarla ilegítimamente
por terceros, no lo faculta para impedir que otros importen y comercialicen en el país
productos originales de la misma marca, sin perjuicio de su derecho a ejercer las
acciones judiciales que estime pertinentes en defensa de sus legítimos intereses
(Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, 18 de junio de 2008, Rol C 142-07).
Es contrario a las normas del decreto ley N° 211, de 1973, efectuar publicidad que
tienda, de cualquier modo, a inducir a engaño, error o confusión a los consumidores,
como asimismo, a desacreditar los productos de la competencia, los que, aunque
similares, no reúnan las mismas condiciones de calidad y pese a ello se publiciten con
dichas condiciones de calidad y características a un precio inferior, no reuniendo la
exigencia de transparencia para una sana competencia (Resolución N° 475 del 12 de
noviembre de 1996).
3.4.4. No basta conducta de competencia desleal sino que es necesario que se realice
con el objetivo de alcanzar, mantener o incrementar una posición dominante de mercado
Si bien es efectivo que las conductas de las demandadas –que comercializan los
productos de una marca- consistentes en amedrentar y amenazar a los clientes de la
demandante con la confiscación de los productos que hubieren adquirido o adquieran de
dicha empresa, constituye una práctica constitutiva de competencia desleal, que está
reñida con la buena fe y que tiene por finalidad desviar la clientela de un rival, no se
acreditó que esas prácticas desleales hubieran sido realizadas por las demandadas con el
objeto de alcanzar, mantener o incrementar una posición dominante en el mercado
relevante, ya que no se probó que las demandadas tuviesen poder de mercado, ni que
pudiesen alcanzarlo por medio de la realización de las conductas denunciadas (Tribunal
de Defensa de la Libre Competencia, 8 de enero de 2009, Rol C 97-06).
3.4.5. Se exige que la práctica predatoria lo sea para alcanzar una posición dominante
1. Generalidades
La citada ley ha tenido dos reformas importantes. La primera en el año 1999, a través de
la ley N° 19.659, que profundizó la regulación del crédito del proveedor al consumidor
y la segunda del año 2004, ley N° 19.955, que introdujo una serie de modificaciones al
ámbito de aplicación, las normas sobre cláusulas ineficaces en contratos de adhesión,
derecho de retracto de los consumidores, las asociaciones de consumidores, aumento de
sanciones a determinadas conductas y el procedimiento para ejercicio de acciones
cuando existen intereses colectivos y difusos, una verdadera innovación en el sistema
jurídico nacional.
2. Definiciones legales
El artículo primero de la ley contiene una serie de definiciones que pretenden aclarar
conceptos que son de uso frecuente en el ámbito de la protección del consumidor. Estas
definiciones son:
a) Consumidores o usuarios
b) Proveedores
d) Publicidad
- La idoneidad del bien o servicio para los fines que se pretende satisfacer y que
haya sido atribuida en forma explícita por el anunciante;
- Las características relevantes del bien o servicio destacadas por el anunciante o
que deban ser proporcionadas de acuerdo a las normas de información comercial;
- El precio del bien o la tarifa del servicio, su forma de pago y el costo del crédito,
en su caso, en conformidad a la normas vigentes;
e) Anunciante
f) Contrato de adhesión
Por lo expuesto, se define al contrato de adhesión como aquél cuyas cláusulas han sido
propuestas unilateralmente por el proveedor sin que el consumidor, para celebrarlo,
pueda alterar su contenido.
g) Promociones
h) Oferta
Una de las materias más complejas durante la vigencia de la ley N° 19.496 ha sido la
referida a su ámbito de aplicación, esto es, a qué relaciones de consumo se aplican sus
disposiciones.
Sobre el particular, la ley N° 19.955 introdujo nuevos incisos al artículo 2o cuya
finalidad es precisar mercados en los que las relaciones entre proveedores y
consumidores están regidas por esta ley que pasa a ser de carácter general en la materia.
a) Regla general:
b) Situaciones particulares
Se precisa por la ley que no quedará sujeto a ella el derecho a recurrir ante los tribunales
de justicia por la calidad de la educación o por las condiciones académicas fijadas en los
reglamentos internos vigentes a la época del ingreso a la carrera o programa respectivo,
los cuales no podrán ser alterados sustancialmente, en forma arbitraria, sin perjuicio de
las obligaciones de dar fiel cumplimiento a los términos, condiciones y modalidades
ofrecidas por las entidades de educación.
- También el texto citado incorporó al ámbito de la Ley de Protección de los
Derechos del Consumidor los contratos de venta de viviendas realizadas por empresas
constructoras, inmobiliarias y por los Servicios de Vivienda y Urbanización, en lo que
no diga relación con las normas sobre calidad contenidas en la ley N° 19.472.
La reforma de la ley N° 19.955 agregó el articulo 2° bis y precisó las actividades que
quedan excluidas de la aplicación de la ley. Estas son la producción, fabricación,
importación, construcción, distribución y comercialización de bienes o de prestación de
servicios reguladas por leyes especiales, como por ejemplo las referidas al mercado
financiero (banca), telecomunicaciones, energía y otras.
Sin embargo, la pretensión del legislador de la ley N° 19.955 fue precisar aquellas áreas
grises en que no se sabe si se aplica la ley N° 19.496 y sus modificaciones, como texto
general regulatorio de las relaciones de consumo, o normas especiales que rigen dichas
relaciones en mercados específicos. Asi, el texto del artículo 2o bis agrega que la ley N°
19.496 se aplicará;
- En las materias que las leyes especíales no regulen. Por ejemplo, las normas
sobre oferta y promociones de la ley N° 19.496 regirían en el mercado de las
telecomunicaciones, ya que la ley que regula las relaciones entre las prestadoras y los
usuarios no abordan dicha temática.
Esta precisión que realiza el legislador tiene como finalidad hacer aplicable, cualquiera
sea el mercado y las relaciones de consumo de que se trate, el procedimiento que se
incorpora en la reforma de la ley N° 19.955, sobre acciones de interés colectivo o
difuso, lo que denota su interés en el uso de dichas vías para obtener compensaciones
por parte de los usuarios, cualquiera sea el mercado de que se trate.
a) La libre elección del bien o servicio. Debido a una serie de situaciones que se
dieron durante la vigencia de la ley N° 19.496, la reforma de la ley
Esta libertad implica que el consumidor podrá optar sin presión alguna a la elección del
bien que va a consumir o al servicio que va a utilizar, siendo por tanto contrarias a la ley
aquellas prácticas en que el proveedor condiciona la venta de un bien o la prestación de
un servicio a la adquisición o utilización por parte del consumidor de otros
complementarios o anexos.
Muy ligado a este derecho se encuentran las normas del párrafo 1o del Título III,
articulos 28 a 34, que regulan la información y publicidad, las que constituyen una
manifestación tangible de la protección de este derecho.
a) El derecho de retracto
Este derecho no se encontraba contenido en el texto original de la ley N° 19.496. No
obstante, una serie de situaciones tácticas que generaron reclamos de usuarios por la
aplicación de la denominada "Ley del Contrato", llevaron al legislador a regular el
retracto en el ámbito del Derecho del Consumidor, cuestión excepcional en el sistema
jurídico nacional atendidos los principios que emanan del Código Civil y, en especial,
del articulo 1545.
Es así como la ley N° 19.955 incorporó un artículo 3o bis que señala los casos en que
procede el retracto, precisando que el término unilateral al contrato se debe dar dentro
de un plazo de diez días, contados desde la recepción del producto o desde la
contratación del servicio y antes de la prestación del mismo:
La ley exige que el ejercicio de este derecho se haga efectivo mediante carta certificada
enviada al proveedor, al domicilio que señala el contrato, expedida dentro del plazo de
los diez días antes aludido.
La ley señala que para ello podrá utilizar los mismos medios que empleó para celebrar
el contrato.
En este caso, el plazo de diez dias para ejercer el derecho de retracto se contará desde la
fecha de recepción del bien o desde la celebración del contrato en el caso de servicios,
siempre que el proveedor haya cumplido con la obligación de remitir la confirmación
escrita, ya sea por vía electrónica o por cualquier medio de comunicación que garantice
el debido y oportuno conocimiento del consumidor, el que se le indicará previamente, la
que deberá contener una copia integra, clara y legible del contrato. En caso que el
proveedor no cumpla con esta exigencia, el plazo aumentará a noventa días.
La ley limita el ejercicio de este derecho cuando el bien, materia del contrato, se haya
deteriorado por hecho imputable al consumidor. También se pone en el caso que el
precio del bien o servicio haya sido cubierto total o parcialmente con un crédito
otorgado al consumidor por el proveedor o por un tercero previo acuerdo entre éste y el
proveedor, estableciendo que el retracto resolverá dicho crédito y, en caso de haber
costos involucrados, éstos serán de cargo del consumidor, cuando el crédito haya sido
otorgado por un tercero.
Asi se faculta al alumno o a quien efectúe el pago en su representación para que, dentro
del plazo de diez días contados desde aquél en que se complete la primera publicación
de los resultados de las postulaciones a las universidades pertenecientes al Consejo de
Rectores de las Universidades chilenas, deje sin efecto el contrato con la respectiva
institución, sin pago alguno por los servicios educacionales no prestados.
Las exigencias que se fijan por la ley para hacer efectivo el retracto son: ser alumno de
primer año de una carrera o programa de pregrado y acreditar, ante la institución
respecto de la cual se ejerce esta facultad, encontrarse matriculado en otra entidad de
educación superior.
La ley se pone en el caso de trabas para el ejercicio de este derecho y señala que, en
ningún caso, la institución educacional podrá retener con posterioridad a este retracto
los dineros pagados ni los documentos de pago o crédito otorgados en respaldo del
período educacional respectivo, debiendo devolverlos todos en el plazo de 10 días desde
que se ejerza el derecho a retracto. En el evento de haberse otorgado mandato general
para hacer futuros cobros, éste quedará revocado por el solo ministerio de la ley desde la
fecha de la renuncia efectiva del alumno al servicio educacional. Incluso, se impide al
prestador del servicio de negociar o endosar los documentos recibidos, antes de que se
complete la primera publicación de los resultados de las postulaciones a las
universidades pertenecientes al Consejo de Rectores de las Universidades chilenas.
Si bien el artículo 3 no los alude, los artículos 19 y 20 de la ley contienen otros dos
derechos muy significativos para los consumidores:
El articulo 35, inciso tercero de la ley, señala que en caso de rehusarse el proveedor al
cumplimiento de lo ofrecido en la promoción u oferta, el consumidor podrá requerir del
juez competente que ordene su cumplimiento forzado, pudiendo éste disponer una
prestación equivalente en caso de no ser posible el cumplimiento en especie de lo
ofrecido.
El artículo 4o de la ley señala que los derechos establecidos en ella son irrenunciables
anticipadamente por los consumidores.
Las carencias antes señaladas pretenden ser resueltas por la ley N° 19.955, la que
denomina a estas entidades como asociaciones y las conceptualiza como la organización
constituida por personas naturales o jurídicas, independientes de todo interés
económico, comercial o político, cuyo objetivo sea proteger, informar y educar a los
consumidores y asumir la representación y defensa de los derechos de sus afiliados y de
los consumidores que así lo soliciten, todo ello con independencia de cualquier otro
interés.
La ley sólo establece normas especiales en cuanto a las causales de disolución, ya que
además de las indicadas en el artículo 18 del aludido decreto ley N° 2.757, de 1979, las
organizaciones de consumidores pueden serdisueltas por sentencia judicial o por
disposición de la ley, a pesar de la voluntad de sus miembros. Incluso, en caso de que el
juez, dentro del plazo de tres años, declare temerarias dos o más demandas colectivas
interpuestas por una misma Asociación de Consumidores, podrá, a petición de parte, en
casos graves y calificados, decretar la disolución de la asociación, por sentencia
fundada.
5.3. Funciones
El artículo 8 de la ley señala que las funciones que van a asumirlas organizaciones de
consumidores serán:
d) Representar a sus miembros y ejercer las acciones a que se refiere esta ley en
defensa de los consumidores que le entreguen mandato.
Esta enumeración es taxativa y cualquier otra actividad está fuera del objeto de las
organizaciones de consumidores.
Más aún, el articulo 9 prohibe determinadas actividades que si se dan, traen como efecto
la cancelación de la personalidad jurídica, tales como: desarrollar actividades lucrativas,
incluir como asociados a personas jurídicas que se dediquen a actividades
empresariales, percibir ayudas de empresas o agrupaciones de empresas que se dediquen
a suministrar bienes o servicios, realizar publicidad o difundir comunicaciones sobre
otras materias y dedicarse a actividades distintas de las señaladas en el articulo anterior.
Inhabilidades
Los artículos 10 y 11 de ley consagran una serie de inhabilidades para integrar los
consejos directivos de estas organizaciones, las que se detallan a continuación:
b) El que hubiere sido condenado por delito contra la propiedad o por delito
sancionado con pena aflictiva, por el tiempo que dure la condena.
La ley N° 19.955 incorporó el articulo 11 bis que crea un Fondo Concursable, destinado
al financiamiento de iniciativas que las Asociaciones de Consumidores para sus
actividades, con exclusión de las que se señalan en las letras d) y e) del artículo 8o, esto
es las referidas a representar a sus miembros y ejercer las acciones en defensa de
aquellos consumidores que le otorguen el respectivo mandato y las de representar tanto
el interés individual como el interés colectivo y difuso de los consumidores ante las
autoridades jurisdiccionales o administrativas, mediante el ejercicio de las acciones y
recursos que procedan.
En cuanto a la conformación del Fondo, éste estará compuesto por los aportes que cada
año se contemplen en el presupuesto del Servicio Nacional del Consumidor y por las
donaciones que realicen para dicho efecto organizaciones sin fines de lucro nacionales o
internacionales.
Esta materia se regula en el párrafo III de la ley. No obstante, en el mismo texto legal
existen otras obligaciones específicas.
Otra obligación que señala la ley que es que una vez perfeccionado el contrato, el
proveedor estará obligado a enviar confirmación escrita del mismo, la que podrá hacerlo
por vía electrónica o por cualquier medio de comunicación que garantice el debido y
oportuno conocimiento del consumidor, el que se le indicará previamente. Se precisa
que dicha confirmación deberá contener una copia íntegra, clara y legible del contrato.
d) El artículo 14, por su parte, señala que cuando con conocimiento del proveedor
se expendan productos con alguna deficiencia, usados o refaccionados o cuando se
ofrezcan productos en cuya fabricación o elaboración se hayan utilizado partes o piezas
usadas, se deberán informar de manera expresa las circunstancias antes mencionadas al
consumidor, antes de que éste decida la operación de compra. Será bastante constancia
el usar en los propios artículos, en sus envoltorios, en avisos o carteles visibles en sus
locales de atención al público las expresiones "segunda selección", "hecho con
materiales usados" u otras equivalentes.
La ley N° 19.496 se preocupa de esta materia, ya que es frecuente que en las relaciones
existentes entre proveedores y consumidores se adviertan dichas formas contractuales.
Al respecto, el párrafo 4o de la ley N° 19.496 tiene como epígrafe "normas de equidad
en las estipulaciones y en el cumplimiento de los contratos de adhesión", lo que
demuestra el interés del legislador de regular esta materia y no sólo ello, sino que dejar
sin efecto aquellas estipulaciones de los contratos de adhesión y que se entiende que son
leoninas.
a) Los contratos de adhesión relativos a las actividades regidas por la ley N° 19.496
deberán estar escritos de modo claramente legible, con un tamaño de letra no inferior a
2,5 milímetros y en idioma castellano, salvo aquellas palabras de otro idioma que el uso
haya incorporado al léxico. Se establece como sanción que las cláusulas que no cumplan
con estos requisitos no producirán efecto alguno respecto del consumidor.
Como una forma de valorar la voluntad de las partes por sobre el tenor literal del
contrato, la ley señala que en los contratos impresos en formularios prevalecerán las
cláusulas que se agreguen por sobre las del formulario cuando sean incompatibles entre
sí.
Excepcionalmente, tendrán validez los contratos redactados en idioma distinto del
castellano cuando el consumidor lo acepte expresamente, mediante su firma en un
documento escrito en idioma castellano anexo al contrato, y quede en su poder un
ejemplar del contrato en castellano, al que se estará, en caso de dudas, para todos los
efectos legales.
a) Las que otorguen a las partes la facultad de dejar sin efecto o modificar a su solo
arbitrio el contrato o suspender unilateralmente su ejecución.
Queda exceptuada de esta norma, el caso en que se concede al comprador algunas de las
facultades antes aludidas, en la venta por correo o a domicilio, por muestrario, usando
medios audiovisuales u otros análogos.
g) La ley N° 19.955 introdujo una nueva letra, la g), en que se señala que no
producirán efecto alguno las cláusulas en contra de las exigencias de la buena fe,
atendiendo para estos efectos a parámetros objetivos, que causen en perjuicio del
consumidor, un desequilibrio importante en los derechos y obligaciones que para las
partes se deriven del contrato. Para ello se atenderá a la finalidad del contrato y a las
disposiciones especiales o generales que lo rigen.
Si bien el legislador tuvo como finalidad, tratándose de esta letra, lograr a través de la
incorporación de este tipo de cláusulas una limitante para el abuso de derecho por parte
de los proveedores, su definición quedará entregada a lo que los tribunales señalen en
los casos que se vayan a ventilar en el futuro.
No obstante lo anterior, la propia norma establece una presunción de buena fe para las
cláusulas de contratos que han sido revisados y autorizados por un órgano
administrativo en ejecución de sus facultades legales.
7.3. Arbitraje
La ley N° 19.955 fijó nuevas normas sobre las cláusulas compromisorias contenidas en
contratos de adhesión. Sobre el particular establece que cuando en dichos contratos se
designe un arbitro, será obligatorio incluir una cláusula que informe al consumidor de su
derecho a recusarlo, conforme a lo establecido en el inciso anterior. Añade el texto del
inciso final del artículo 16 que lo que se entiende sin perjuicio del derecho que tiene el
consumidor de recurrir siempre ante el tribunal competente.
Esta materia se regula en el párrafo primero del Título III de la ley, señalando el articulo
28 que el proveedor que a sabiendas o debiendo saberlo y a través de cualquier tipo de
mensaje publicitario induzca a error al consumidor en cuanto a los componentes del
producto y el porcentaje en que concurren; la idoneidad del bien o servicio para los
fines que se pretende satisfacer y que haya sido atribuida en forma explícita por el
anunciante; las características relevantes del bien o servicio destacadas por el
anunciante o que deban ser proporcionadas de acuerdo a las normas de información
comercial; el precio del bien o la tarifa del servicio, su forma de pago y el costo del
crédito en su caso, en conformidad a las normas vigentes; las condiciones en que opera
la garantía, y su condición de no producir daño al medio ambiente, a la calidad de vida y
de ser reciclable o reutilizable, incurrirá en infracción y será responsable de los
perjuicios que se causen.
También la ley se refiere a los casos de los proveedores que dirijan comunicaciones
promocionales o publicitarias a los consumidores por medio de correo postal, fax,
llamados o servicios de mensajería telefónicos, deberán indicar una forma expedita en
que los destinatarios podrán solicitar la suspensión de las mismas. Solicitada ésta, el
envío de nuevas comunicaciones quedará prohibido.
El artículo 29 de la ley se refiere a esta temática que ha ido adquiriendo relevancia por
la fiscalización que han realizado otros organismos, específicamente del sector salud
ambiental. Es así que desde el punto de vista del Derecho del Consumidor, se establece
que el proveedor que estando obligado a rotular los bienes o servicios que produzca,
expenda o preste, no lo hiciere, o faltare a la verdad en la rotulación, la ocultare o
alterare, será sancionado con multa de cinco a cincuenta unidades tributarias mensuales.
Cuando se exhiban los bienes en vitrinas, anaqueles o estanterías, se deberá indicar allí
sus respectivos precios.
El monto del precio deberá comprender el valor total del bien o servicio, incluidos los
impuestos correspondientes.
Cuando el consumidor no pueda conocer por sí mismo el precio de los productos que
desea adquirir, los establecimientos comerciales deberán mantener una lista de sus
precios a disposición del público, de manera permanente y visible.
Los consumidores pueden denunciar la publicidad falsa. Ello se puede hacer efectivo de
oficio o petición de parte, por el Juzgado de Policía Local, para efectos de disponer la
suspensión de las emisiones publicitarias cuando la gravedad de los hechos y los
antecedentes acompañados lo ameriten. La ley señala que, asimismo, podrá, exigir al
anunciante que, a su propia costa, realice la publicidad correctiva que resulte apropiada
para enmendar errores o falsedades.
Habiéndose efectuado la distinción entre lo que son las promociones y ofertas al tenor
del artículo 1° de la ley, el párrafo 2o del Título III regula estas materias.
Se establece así, por el articulo 35, que en las promociones y ofertas se deberá informar
al consumidor sobre las bases de las mismas y el tiempo o plazo de su duración.
Muy importante es la acción que se concede al consumidor por el inciso segundo del
precepto en análisis, ya que se lo faculta para requerir del juez competente el
cumplimiento forzado de la promoción u oferta y si ello no es posible una prestación
equivalente, para aquellos casos en que el proveedor no cumpla lo ofrecido promoción u
oferta.
Los artículos 37, 38 y 39 de la ley tratan estas materias en la cual se han presentado
numerosas denuncias por abusos. En efecto, es en el crédito que los proveedores dan al
consumidor en donde se producen ciertas transgresiones, a marcos legales y éticos.
Para solucionar este problema, la ley en la redacción vigente que le dio la ley N° 19.955
establece que el proveedor que conceda crédito directo al consumidor deberá poner a
disposición de aquél:
a) El precio al contado del bien o servicio de que se trate, el que deberá expresarse
en tamaño igual o mayor que la información acerca del monto de las cuotas.
- Gastos notariales.
Conforme lo señalado en el articulo 38, los intereses se aplicarán solamente sobre los
saldos insolutos del crédito concedido y los pagos no podrán ser exigidos por
adelantado, salvo acuerdo en contrario virtud de lo dispuesto en el artículo 1o, N° 2, de
la Ley N° 19.659.
La ley se pone, en el articulo 39, en el caso de los proveedores que cobren intereses por
sobre el interés máximo convencional a que se refiere el artículo 6o de la ley N° 18.010,
sobre operaciones de crédito en dinero, señalando que aquélla se considerará una
conducta infraccional, sin perjuicio de la sanción civil que se contempla en el artículo
8o de la aludida ley N° 18.010. La sanción aplicable seria la genérica de hasta 50
Unidades Tributarias Mensuales.
11. Normas sobre cobranzas extrajudiciales
Se fija como regla general que los gastos de cobranza sólo podrán cobrarse una vez
transcurridos 15 días desde la mora del deudor.
Una vez transcurrido dicho plazo, se aplica la siguiente escala:
- Obligaciones por la parte que exceda de 10 UF hasta 50 UF, se aplica una tasa de
6%
Las nuevas normas sobre protección de los consumidores con relación a las cobranzas
extrajudiciales contienen procedimientos prohibidos, tales como el envío al consumidor
de documentos que aparenten ser, escritos judiciales; comunicaciones a terceros ajenos
a la obligación en las que dé cuenta de la morosidad; visitas o llamados telefónicos a la
morada del deudor durante dias y horas que no sean hábiles conforme a las normas
sobre actuaciones judiciales y, en general, conductas que afecten la privacidad del
hogar, la convivencia normal de sus miembros ni la situación laboral del deudor.
Se produce como consecuencia del pago la terminación del contrato de mandato que el
proveedor otorgó en favor de la empresa de cobranza, quedando aquél obligado a dar
aviso de inmediato a esta última para que se abstenga de seguir en su gestión.
La posición de los bancos ha sido rechazada en forma unánime por los Juzgados de
Policia Local, ya que hacen aplicable el principio de que las normas de la ley N° 19.496
y sus modificaciones son de orden público y persiguen conducir el ejercicio de la
libertad económica reconocida en el artículo 19 N° 21 de la Constitución Política de la
República.
Esta materia tratada en el párrafo cuarto del título III, artículos 40 a 43. Se regulan las
prestaciones de servicios, señalando que cuando se trate de reparación de cualquier tipo
de bienes se entenderá implícita la obligación del prestador del servicio de emplear
componentes o repuestos adecuados, viéndose obligado el prestador de servicios si no
cumple con esta obligación a sustituir los componentes empleados, sin perjuicio de las
indemnizaciones que correspondan.
El inciso segundo de la ley, modificado por la ley N° 19.955, señala que el consumidor
podrá reclamar del desperfecto o daño ocasionado por el servicio defectuoso dentro del
plazo de treinta días hábiles, contado desde la fecha en que hubiere terminado la
prestación del servicio o, en su caso, se hubiere entregado el bien reparado. Añade que
si el tribunal estimare procedente el reclamo, dispondrá se preste nuevamente el servicio
sin costo para el consumidor o en su defecto, la devolución de lo pagado por éste al
proveedor.
La ley señala que para ejercer estas acciones, el consumidor deberá acreditar el acto o
contrato con la documentación respectiva, salvo en casos en que el proveedor tribute
bajo el régimen de renta presunta, en los cuales el acto o contrato podrá ser acreditado
mediante todos los medios de prueba que sean conducentes.
Una norma muy interesante es la del artículo 42. Se trata de la situación en que las
especies entregadas al proveedor que asume la obligación de repararlas y no son
retiradas en un plazo de un año desde que se haya otorgado el respectivo documento de
recepción del trabajo, caso en el cual dichas especies se entenderán abandonadas en
favor del proveedor.
Por su parte, el artículo 43 señala que el proveedor que actúe como intermediario en la
prestación de un servicio responderá directamente frente al consumidor por el
incumplimiento de las obligaciones contractuales, sin perjuicio de su derecho a repetir
contra el prestador de los servicios o terceros que resulten responsables.
Los artículos 44 a 49 se refieren a esta materia. Asi, tratándose de productos cuyo uso
resulte potencialmente peligroso para la salud o integridad física de los consumidores o
para la seguridad de sus bienes, el proveedor deberá incorporar en los mismos, o en
instructivos anexos en idioma español, las advertencias e indicaciones necesarias para
que su empleo se efectúe con la mayor seguridad posible.
13.2. Sanciones
La ley señala, en el artículo 46, que todo fabricante, importador o distribuidor de bienes
o prestador de servicios que, con posterioridad a la introducción de ellos en el mercado,
se percate de la existencia de peligros o riesgos no previstos oportunamente, deberá
ponerlos, sin demora, en conocimiento de la autoridad competente para que se adopten
las medidas preventivas o correctivas que el caso amerite, sin perjuicio de cumplir con
las obligaciones de advertencia a los consumidores analizadas en el punto anterior.
13.4. Responsabilidad solidaria
El artículo 19 establece una norma que muchas veces tiende a confundirse con las
situaciones del artículo 20. Se trata de la entrega que el proveedor hace de un producto
en cantidad inferior a la señalada en el envase.
En este caso surge una opción para el consumidor: se le bonifique por el valor en la
compra de otro producto o la devolución del precio pagado en exceso.
f) Cuando la cosa objeto del contrato tenga defectos o vicios ocultos que
imposibiliten el uso a que habitualmente se destine.
g) Cuando la ley de los metales en los artículos de orfebrería, joyería y otros sea
inferior a la que en ellos se indique.
La ley señala que para ejercer estas acciones, el consumidor deberá acreditar el acto o
contrato con la documentación respectiva, salvo en casos en que el proveedor tribute
bajo el régimen de renta presunta, en los cuales el acto o contrato podrá ser acreditado
mediante todos los medios de prueba que sean conducentes.
La reforma de la ley N° 19.955 también alcanzó esta materia al señalar que la póliza de
garantía producirá plena prueba si ha sido fechada y timbrada al momento de la entrega
del bien. No obstante, igual efecto tendrá la póliza que no haya sido fechada ni timbrada
al momento de la entrega del bien, siempre que se exhiba con la correspondiente factura
o boleta de venta.
El articulo 21 distingue ante quien se pueden ejercer las opciones. Asi, si se trata de la
del artículo 20 se podrán ejercer ante el vendedor, fabricante o importador. Cabe añadir
que la ley N° 19.955 fijó la regla de que el consumidor que, en el ejercicio de los
derechos que contempla el artículo 20, opte por la reparación, podrá dirigirse, indistinta
o conjuntamente, al vendedor, al fabricante o al importador y ejercida la opción, el
requerido no podrá derivar el reclamo.
En caso de que el consumidor solicite la reparación sólo al vendedor, éste gozará del
derecho de resarcimiento señalado en el artículo 22 de la ley y que analiza en la letra f).
Por su parte, la opción del articulo 19 sólo podrá ejercerse ante el vendedor.
La ley, con el objeto de que el ejercicio de estos derechos se hagan efectivos, señala que
el vendedor, fabricante o importador, en su caso, deberá responder al ejercicio de los
derechos a que se refieren los artículos 19 y 20 en el mismo local donde se efectuó la
venta o en las oficinas o locales en que habitualmente atiende a sus clientes, no
pudiendo condicionar el ejercicio de los referidos derechos a efectuarse en otros lugares
o en ' condiciones menos cómodas para el consumidor que las que se le ofreció para
efectuar la venta, salvo que éste consienta en ello.
Salvo norma en contrario, el articulo 24 establece que las infracciones a la ley serán
sancionadas con una multa de hasta 50 Unidades Tributarias Mensuales.
La ley establece que el juez, en caso de reincidencia, podrá elevar las multas antes
señaladas al doble. Se considerará reincidente al proveedor que sea sancionado por
infracciones a esta ley dos veces o más dentro del mismo año calendario.
Cuando el servicio de que trata el inciso anterior fuere de agua potable, gas,
alcantarillado, energía eléctrica, teléfono o recolección de basura o elementos tóxicos,
los responsables serán sancionados con multa de hasta 300 unidades tributarias
mensuales.
El proveedor no podrá efectuar cobro alguno por el servicio durante el tiempo en que se
encuentre interrumpido y, en todo caso, estará obligado a descontar o reembolsar al
consumidor el precio del servicio en la proporción que corresponda.
El artículo 24 señala que el juez, en caso de reincidencia, podrá elevar las multas al
doble y precisa que se considerará reincidente al proveedor que sea sancionado por
infracciones a esta ley dos veces o más dentro del mismo año calendario.
15.4. Prescripción
Al tenor del artículo 26 de la ley, las acciones que persigan la responsabilidad del
fabricante, productor o distribuidor por haber incurrido en una contravención a la ley
prescribe seis meses desde aquélla. Asimismo, las sanciones impuestas prescribirán en
un plazo de un año, desde que hubiere quedado a firme la sentencia condenatoria.
Una de las materias mayormente modificadas por la ley N° 19.955 es la referente a los
procedimientos. En efecto, se incorpora, por primera vez, en el sistema jurídico chileno,
un procedimiento en que se hagan efectivos los intereses colectivos o difusos, en que un
grupo de consumidores u otros entes autorizados por la ley persigan la responsabilidad
del proveedor y, declarada la infracción a la ley, los afectados puedan hacer efectivos
sus derechos.
Añade el citado precepto que "El ejercicio de las acciones puede realizarse a título
individual o en beneficio del interés colectivo o difuso de los consumidores".
Por su parte, son de interés colectivo las acciones que se promueven en defensa de
derechos comunes a un conjunto determinado o determinable de consumidores, ligados
con un proveedor por un vínculo contractual. Sería el ejemplo de una empresa
prestadora de servicios de televisión por cable que en la facturación mensual agrega un
servicio no aceptado expresamente por los usuarios. Obviamente, se da la exigencia
legal de haber derechos comunes, entendidos como de similar naturaleza, respecto de un
conjunto determinado o determinable -los usuarios- y un vínculo contractual con la
aludida empresa.
Dependiendo del interés de que se trate, esto es, individual, colectivo o difuso, la ley
consagra procedimientos para el ejercicio de los derechos por parte de los
consumidores.
a) Juez Competente
Los jueces de policía local conocerán de todas las acciones en que esté vinculado el
interés individual del consumidor, siendo competente el de la comuna en que se hubiera
celebrado el contrato respectivo, se hubiere cometido la infracción o dado inicio a su
ejecución, a elección del actor.
El artículo 58 letra f), en la redacción que le da la ley N° 19.955, consagra una instancia
de conciliación entre el proveedor y el consumidor, en que interviene el Servicio
Nacional del Consumidor (SERNAC), el que recibido el reclamo lo dará a conocer al
proveedor a fin de que busque las alternativas de solución que estime convenientes. Si
se llega a un entendimiento éste se contendrá en un documento que tendrá la naturaleza
jurídica de una transacción extrajudicial y extinguirá las acciones del consumidor para
perseguir la responsabilidad del proveedor.
La ley consagra una presunción para efectos de hacer eficaz los derechos del
consumidor y hacer responder al proveedor. Así se señala que se presume que representa
a aquél, y que en tal carácter lo obliga, la persona que ejerce habitualmente funciones de
dirección o administración por cuenta o representación del proveedor, esto es, al
representante legal de ésta o bien al jefe del local donde se compró el producto o se
prestó el servicio. Será obligación de todos los proveedores exhibir en un lugar visible
del local la individualización completa de quien cumpla la función de jefe del local,
indicándose al menos el nombre completo y su domicilio.
Si el tribunal realiza tal declaración, los responsables serán sancionados con una multa
de hasta 50 UTM.
d) Medidas conservativas
El artículo 50 G regula este procedimiento que procederá respecto de las causas cuya
cuantía, de acuerdo al monto de lo pedido, no exceda de diez unidades tributarias
mensuales, las que se tramitarán en única instancia, por lo que todas las resoluciones
que se dicten en él serán inapelables.
Agrega la citada norma que en las causas que se sustancien conforme este
procedimiento de única instancia, la multa impuesta por el juez no podrá superar el
monto de lo otorgado por la sentencia definitiva.
a) Normas generales
Respecto de este procedimiento rigen las mismas normas señaladas en las letras a), b),
c) y d) del punto 17.1, con las siguientes salvedades:
b) Titulares de la acción
La ley, en su artículo 51, establece que el procedimiento se sujetará a las normas del
juicio sumario, con excepción de los artículos 681,684 y 685 del Código de
Procedimiento Civil y con las particularidades que se contemplan en la misma ley, las
que se reducen a:
- Todas las pruebas que deban rendirse, se apreciarán conforme a las reglas de la
sana crítica.
Las facultades y actuaciones del procurador común, así como los derechos de las partes
representadas por él y las correspondientes al tribunal, se regirán por lo dispuesto en el
Título II del Libro I del Código de Procedimiento Civil. Con todo, la resolución que al
efecto dicte el tribunal conforme al artículo 12 del Código de Procedimiento Civil, se
notificará por avisos, en la forma que determine el tribunal. Estos avisos serán
redactados por el secretario.
El juez regulará prudencialmente los honorarios del procurador común, previa propuesta
de éste, considerando las facultades económicas de los demandantes y la cuantía del
juicio.
El juez fijará los honorarios en la sentencia definitiva o bien una vez definidos los
miembros del grupo o subgrupo. Asimismo, el juez, de oficio o a petición de parte y por
resolución fundada, podrá revocar el mandato judicial, cuando la representación del
interés colectivo o difuso no sea la adecuada para proteger eficazmente los intereses de
los consumidoresocuandoexista otro motivoque justifique la revocación.
Una vez que se encuentre ejecutoriada la resolución que declara admisible la acción, se
certificará esta circunstancia en el expediente. Si es declarada inadmisible, la acción
respectiva sólo podra deducirse individualmente ante el juzgado competente.
La ley establece que si aparecen nuevas circunstancias que justifiquen la revisión de la
inadmisibilidad declarada, cualquier legitimado activo podrá iniciar ante el mismo
tribunal una nueva acción.
El articulo 53 señala que una vez ejecutoriada la resolución que declaró admisible la
acción, el tribunal ordenará al demandante que, dentro de décimo día, mediante
publicación de al menos dos avisos en un medio de circulación nacional, informe a los
consumidores que se consideren afectados, para que se hagan parte, si lo estiman
procedente.
Será el secretario del tribunal quien deba fijar el contenido del aviso, el que contendrá, a
lo menos, las siguientes menciones:
- La fecha de la certificación;
- El llamado a los afectados por los mismos hechos a hacerse parte en el juicio,
expresando que los resultados del juicio empecerán también a aquellos afectados que no
se hicieran parte en él.
Desde la publicación del aviso ninguna persona podrá iniciar otro juicio en contra del
demandado fundado en los mismos hechos, sin perjuicio que dentro del plazo de 30 días
contados desde la publicación el consumidor haga reserva de sus acciones, en cuyo caso
no le serán oponibles los resultados del juicio y el caso del articulo 54 C, esto es,
cuando los interesados hagan reserva de sus derechos, para perseguir la responsabilidad
civil derivada de la infracción en un juicio distinto, sin que sea posible discutir la
existencia de la infracción ya declarada en sentencia definitiva.
e) Formación de grupos
f) Conciliación y avenimiento
Conforme el artículo 53 letra b), el juez podrá llamar a conciliación cuantas veces
estime necesario durante el proceso. Agrega dicha disposición que, por su parte, el
demandado podrá realizar ofertas de avenimiento, las que deberán ser públicas.
g) Desistimiento
El articulo 53 letra b) señala que en caso del desistimiento del legitimado activo, el
tribunal dará traslado al Servicio Nacional del Consumidor, quien podrá hacerse parte
del juicio dentro de quinto día. Esta resolución se notificará de conformidad al artículo
48 del Código de Procedimiento Civil. Igual procedimiento se hará en caso que el
legitimado activo pierda la calidad de tal.
h) Sentencia y recurso
Declarar la forma en que tales hechos han afectado el interés colectivo o difuso de los
consumidores.
- Declarar la responsabilidad del o los proveedores demandados en los hechos
denunciados y la aplicación de la multa o sanción que fuere procedente.
La ley agrega que, en todo caso, el juez podrá ordenar que algunas o todas las
indemnizaciones, reparaciones o devoluciones que procedan respecto de un grupo o
subgrupo, se efectúen por el demandado sin necesidad de la comparecencia de los
interesados, cuando determine que el proveedor cuenta con la información necesaria
para individualizarlos y proceder a ellas.
j) Notificación de la sentencia
El artículo 54 de la ley establece que la sentencia será dada a conocer para que todos
aquellos que hayan sido perjudicados por los mismos hechos puedan reclamar el cobro
de las indemnizaciones o el cumplimiento de las reparaciones que correspondan. Ello se
hará por avisos publicados, a lo menos en dos oportunidades distintas, en los diarios
locales, regionales o nacionales que el juez determine, con un intervalo no inferior a tres
ni superior a cinco días entre ellas.
No obstante lo anterior, el juez podrá disponer una forma distinta de dar a conocer la
información referida en aquellos casos en que el número de afectados permita asegurar
el conocimiento de todos y cada uno de ellos por otro medio.
El artículo 54 letra C) señala que los interesados deberán presentarse a ejercer sus
derechos establecidos en la sentencia, ante el mismo tribunal en que se tramitó el juicio,
dentro del plazo de noventa dias corridos, contados desde el último aviso.
No obstante, dentro del mismo plazo, podrán hacer reserva de sus derechos, para
perseguir la responsabilidad civil derivada de la infracción en un juicio distinto, sin que
sea posible discutir la existencia de la infracción ya declarada. La ley señala que esta
presentación deberá contar con patrocinio de abogado.
El artículo 54 letra B) señala que los interesados podrán comparecer al juicio ejerciendo
sus derechos, para lo cual podrá hacerlo con patrocinio de abogado o personalmente. No
obstante, si se ha designado procurador común, los interesados actuarán a través de él.
En caso contrario, se procederá a designarlo para que represente a aquellos interesados
que hubieran comparecido personalmente, una vez vencido el plazo de noventa días.
Cabe señalar que el artículo 54 D) establece que la presentación que haga el interesado
que hace efectivo sus derechos se limitará únicamente a hacer presente y acreditar su
condición de miembro del grupo.
Una vez fallado el incidente, quedará irrevocablemente fijado el monto global de las
indemnizaciones o las reparaciones que deba satisfacer el demandado.
La ley señala finalmente que las resoluciones que dicte el juez en estos casos no serán
susceptibles de recurso alguno.
El titulo V de la ley, en sus artículos 57 a 60, crea el Servicio Nacional del Consumidor,
servicio público funcionalmente descentralizado y desconcentrado territorialmente en
todas las regiones del país, con personalidad jurídica y patrimonio propio, que se
relaciona con el Presidente de la República a través del Ministerio de Economía,
Fomento y Reconstrucción.
El articulo 58 de la ley se refiere a las funciones y atribuciones del Servicio. Ellas son:
La ley agrega que aquellos análisis que excedan en su costo de 250 unidades tributarias
mensuales, deberán ser efectuados por laboratorios o entidades elegidas en licitación
pública. En todo caso el Servicio deberá dar cuenta detallada y pública de los
procedimientos y metodología utilizada para llevar a cabo estas funciones.
h) Llevar un registro público. La ley indica que los jueces de letras y de policía local
deberán remitir al Servicio Nacional del Consumidor copia autorizada de las sentencias
definitivas que se pronuncien sobre materias de la ley y de las sentencias interlocutorias
que fallen cuestiones de competencia, una vez que se encuentren ejecutoriadas. Se
añade que un Reglamento determinará la forma en que será llevado el registro de estas
sentencias.
1. INTRODUCCIÓN
No existe duda hoy en día de la importancia que tiene la inversión extranjera para
nuestro país, la cual es uno de los pilares fundamentales en nuestra estrategia de
desarrollo económico.
Este régimen ha tenido una evolución armónica con la apertura de nuestra economía, en
otras palabras, con el paso de los años el régimen contenido en el citado decreto ley -en
lo sucesivo D.L. N° 600- se ha liberalizado.
Desde 1974 al 2002, los inversionistas extranjeros han canalizado a través del D.L. N°
600, cifras del orden de 49,7 billones de dólares, según estadísticas publicadas por el
Comité de Inversiones Extranjeras38. Sin embargo, al hablar de inversión extranjera en
Chile, no podemos olvidar la existencia de otro mecanismo de internación de capitales,
como es el Capítulo XIV del Compendio
38
httpJ/www. cinver. cl/fdiJnch¡le/stats/2002/gt1-_2002s. htm
de Normas sobre Cambios Internacionales del Banco Central, el que ha canalizado entre
1974 al 2001 alrededor de 5,7 billones de dólares, según estadísticas publicadas por el
Banco Central y el Comité de Inversiones Extranjeras.39
Con relación a ambos regímenes, debemos señalar que el D.L. N° 600 de 1974 es un
cuerpo legal que tiene como principal característica jurídica el proveer seguridad para la
inversión extranjera que se canalice a través de él, ofreciendo modos y formas de aporte
de capital extranjero más amplias que las consagradas en el señalado Capítulo XIV. Así,
las inversiones en bienes físicos y tecnología establecidas en las letras b y c del artículo
2° del referido decreto ley, demuestran el deseo del legislador en fomentar el desarrollo
de nuestro país a través de la transferencia tecnológica.
Más allá de las garantías especificas que consagra el D. L. N° 600, debemos destacar
desde la perspectiva jurídica que un elemento fundamental en materia de atracción de
inversión extranjera hacia nuestro país lo constituye una serie de garantías que el
ordenamiento jurídico-económico chileno consagra, entre las cuales cabe destacar: el
derecho de propiedad privada con un alto nivel de protección y con reglas
preestablecidas relativas a la expropiación, la libre iniciativa económica, la igualdad
ante la ley, la no-discriminación arbitraria y la existencia de un Banco Central autónomo
e independiente, que en su obligación
39
http://wvm.foreigninvestment.cl/fdiJnchile/stats/2001/html/GT6_2001d.htm
40
Decreto ley N° 600 de 1974, Considerandos N° 1, N° 4 y N° 5.
constitucional de velar por la estabilidad de la moneda y el correcto funcionamiento del
sistema de pagos internos y externos, adopta medidas en el ámbito de sus facultades en
materias de cambios internacionales que responden a criterios técnicos y no a
coyunturas de política contingente, todas ellas analizadas someramente en este manual.
El artículo 1o señala que las personas naturales y jurídicas extranjeras, y las chilenas
con residencia y domicilio en el exterior, que transfieran capitales extranjeros a Chile y
que celebren un contrato de inversión extranjera, se regirán por las normas contenidas
en el D.L. N° 600.
a) Personas jurídicas
Con respecto a las personas jurídicas, sí bien existen varias teorías en cuanto a la
nacionalidad de dichos entes, el legislador chileno no hace
distinción alguna por lo que el Comité de Inversiones Extranjeras entiende que ellas son
entidades jurídicas creadas en el extranjero, independiente de quiénes sean sus dueños,
siempre que cumpla con los requisitos del articulo 545 del Código Civil.
Para acreditar la persona jurídica ante el Comité, primeramente se deben legalizar los
estatutos de la entidad y los instrumentos en que consta que está vigente y se constituyó
en forma legal en dicho país (teniendo presente que generalmente las legislaciones de
los países utilizan un régimen registral de sociedades). Así, el documento oficial del
Estado en que está constituida la persona jurídica se debe certificar por el cónsul de
Chile y luego el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, el que a través de su
Departamento de Legalizaciones certifica la veracidad de la firma del cónsul, para
proceder a su posterior protocolización.
Frente a esta operación podría surgir como duda si la persona jurídica sigue vigente en
el Estado en que se constituyó, situación frente a la cual no queda más que hacer fe que
se encuentra vigente a la fecha de la presentación de la solicitud al Comité de
Inversiones Extranjeras.
En cuanto al idioma en que están redactados, tanto los estatutos como las
certificaciones, el Comité ha adoptado la siguiente práctica, distinguiendo:
Se exige certificación del cónsul de Chile, en el que hace fe que dicha persona tiene
domicilio y residencia en el país y ciudad extranjera en que se emite.
En caso que no se cumplan las exigencias señaladas en las letras a), b) y c), el Comité
no cursa la solicitud de inversión que se le presente.
Es una exigencia el que los capitales sean transferidos a Chile desde el extranjero. Esta
materia se vincula con las normas cambiarías de la ley N° 18.840 (Orgánica
Constitucional del Banco Central) y el Compendio de Normas de Cambios
Internacionales (CNCI), que imponen que dichas transferencias de capital se hagan a
través del mercado cambiario formal (MCF).
Este contrato debe ser firmado por ambas partes. Una que es el inversionista extranjero
y, la otra, el Presidente o el Vicepresidente del Comité de Inversiones Extranjeras, según
el caso, al tenor del articulo 3o del D.L. N° 600.
Respecto de este punto hay que destacar que tanto para la tramitación de la solicitud de
inversión extranjera como para la firma del contrato, el inversionista extranjero debe
actuar representado por un mandatario domiciliado en Chile. El poder de tal mandatario
puede ser otorgado en Chile o en el extranjero y en este último caso, si es otorgado en
idioma extranjero, debe ser legalizado, traducido oficialmente y protocolizado.
Al tenor del articulo 2° del D.L. N° 600, "los capitales que se transfieren desde el
exterior a Chile, podrán internarse y valorarse de la siguiente manera...":
a) Moneda extranjera de libre convertibilidad, internada mediante su venta en una
entidad autorizada para operar en el mercado cambiario formal, la que se efectuará al
tipo de cambio más favorable que los inversionistas extranjeros puedan obtener en
cualquiera de ellas.
i Este aporte en moneda extranjera debe cumplir las exigencias cambiarías, por lo cual
su operación de cambio debe darse a través del MCF, al tipo de cambio más favorable
para el inversionista, teniendo presente que en Chile el tipo de cambio es de flotación,
esto es, el precio de la divisa se determina por la oferta y demanda en el mercado.
Sobre este punto cabe destacar que de la lectura del literal a) del artículo 2o del D.L N°
600, se concluye que siempre existe en este caso la obligación de liquidar la moneda
extranjera, es decir, debe ejecutarse a todo evento la operación de cambio internacional
desde moneda extranjera a moneda nacional.
En este caso y por disposición del numeral 5 de la letra A del Capitulo II de tal
Compendio, hoy sólo existe la obligación de internar a través del mercado cambiario
formal y de informar por las personas ¡ntervinientes. Con todo, debemos señalar que
este régimen puede variar al ejercer el Consejo del Banco Central de Chile sus
facultades en materia de cambios internacionales.
b) Bienes físicos, en todas sus formas o estados, que se internarán conforme las normas
generales que rijan a las importaciones sin cobertura de cambios, los que serán
valorizados conforme los procedimientos generales aplicables a las importaciones.
La expresión "se internarán conforme las normas generales que rijan a las importaciones
sin cobertura de cambios" tiene la siguiente explicación. Cuando se produce una
importación general se está en presencia de la internación legal de un producto a Chile
para su uso o consumo, a través de una compraventa, en la que la contraprestación del
importador es el pago del precio, lo que hará en divisas que adquiere en el mercado
cambiario formal (MCF). Existe, por lo tanto, una salida de divisas que se va a registrar
en la cuenta corriente (partida de la balanza comercial y de la balanza de pagos).
Constituye una tarea muy difícil el precisar qué es la tecnología, pero debe tenerse
presente que ella puede ser capitalizada, esto es, alguien hace aporte de tecnología al
efectuarse una inversión extranjera. La valorización es difícil, ya que la tecnología
cambia drásticamente, corriéndose el riesgo de que caiga en desuso y pierda su valor de
mercado.
Aquí se está en presencia de que la inversión se hace a través de un crédito que viene
del exterior asociado a la inversión extranjera, situación muy frecuente en los
megaproyectos, atendida la envergadura de la inversión que se pretende materializar.
Será el Banco Central el que fije las condiciones a través de normas generales, ello a fin
de evitar que por medio de los créditos haya una salida significativa de capital vía
amortización de la deuda y pago de intereses.
En esta materia surge una cuestión de sumo interés. Debemos recordar que por expresa
disposición del artículo 52 de la Ley N° 18.840, Orgánica Constitucional del Banco
Central de Chile, las facultades en materia de cambios internacionales que el párrafo
octavo de tal ley otorga al Consejo del Banco Central de Chile, lo que en la práctica se
traduce en las restricciones y limitaciones que el Banco puede aplicar en materia de
cambios internacionales, se entienden sin perjuicio de las normas establecidas en el D.L.
N° 600. En otras palabras, las restricciones y limitaciones que el Consejo del Banco
decida aplicar de conformidad a su ley orgánica, no son aplicables a las inversiones que
se efectúen a través del D.L. N° 600.
En otras palabras, el encaje en caso de tener una tasa efectiva, la cual por disposición de
la propia ley no puede ser superior a un 40% de la respectiva
operación, tiene plena aplicación a los créditos asociados que se internen al país al
amparo del D.L N° 600, lo cual no tiene aplicación en el caso de que el aporte internado
al país bajo el régimen de tal decreto ley sea moneda extranjera de libre convertibilidad.
Sobre esta materia debemos recordar que el articulo 49 de la Ley Orgánica del Banco
Central lo faculta para imponer, de acuerdo con el procedimiento indicado en el artículo
50 de la misma ley, varias restricciones a las operaciones de cambios internacionales
que se realicen o deban realizarse en el mercado cambiario formal.
Estas restricciones por disposición del artículo 50 sólo pueden ser impuestas mediante
acuerdo de la mayoría del total de los miembros del Consejo del Banco, fundado en la
circunstancia de exigirlo la estabilidad de la moneda o el financiamiento de la balanza
de pagos del pais, y por un plazo preestablecido que, como máximo, se extenderá por un
año, renovable. Dicho acuerdo podrá ser objeto de veto por el Ministro de Hacienda, en
cuyo caso la respectiva restricción sólo podrá ser adoptada si cuenta con el voto
favorable de la totalidad de los miembros del Consejo.
Como ya se indicó, el numeral 2 de tal artículo faculta al banco para establecer que los
créditos, depósitos o inversiones en moneda extranjera que provengan o se destinen al
exterior queden sometidos a la obligación de mantener un encaje.
Esta facultad tiene una limitación temporal, puesto que sólo puede afectar las
operaciones cuya remesa se efectúe con posterioridad a la imposición de la restricción, y
una cuantitativa que corresponde a que el encaje en ningún caso puede exceder del 40%
de la respectiva operación.
En el caso de las deudas externas, se está en presencia de los derechos que surgen con
motivo de las importaciones con cobertura de cambio. Aquí, el futuro inversionista
extranjero es un proveedor de bienes de capital que son importados al país y las
condiciones de pago de dicha importación son diferidas. Con posterioridad, el futuro
inversionista capitaliza el saldo de precio a través del D.L. N° 600. Lo que está
haciendo es capitalizar una deuda externa que es precisamente la suma que se debía
pagar por la importación. La capitalización se traduce en la incorporación de este nuevo
inversionista a una sociedad en Chile, receptora del aporte extranjero, que normalmente
es la deudora original de los saldos de precio por la importación.
El aspecto más importante de esta modalidad es que para que ella tenga lugar, deben
encontrarse vigentes las coberturas de los créditos y/o deudas extemas que se pretende
capitalizar. Esto significa que el acceso al mercado cambiario formal para adquirir
divisas para pagar tales créditos y/o deudas externas exista a la fecha de la
capitalización.
Con relación a esta temática es posible que el inversionista que efectúa la inversión a
través de la capitalización de las utilidades en algún momento realice retiro de ellas de
la sociedad (generalmente es una sociedad la que utiliza esta figura). En este caso se
está en presencia de utilidades tributables, quedando el impuesto que grava las remesas
(adicional) pospuesto hasta que el inversionista haga el retiro y la posterior remesa.
¿Qué ocurre con el derecho de este inversionista de acceder al mercado cambiarlo
formal (MCF). ¿Se le dará en un 100% de esta inversión (utilidad capitalizada) o en un
65%, teniendo presente que debe ser objeto de retención y pago el 35% por la tasa
proporcional del impuesto adicional?
El artículo 3o del D.L. N° 600 señala que las autorizaciones de inversión extranjera
constarán en contratos que se celebran por escritura pública y que se suscribirán, por
una parte, en representación del Estado de Chile, el Presidente del Comité de
Inversiones Extranjeras cuando la inversión requiera de un acuerdo de dicho Comité o
el Vicepresidente Ejecutivo en caso contrario, y por la otra, las personas que aporten
capitales extranjeros, quienes se denominarán "inversionistas extranjeros" para todos los
efectos del D.L. N° 600.
En Chile existe hoy en día consenso en que la naturaleza jurídica de este contrato
corresponde a la de un "contrato ley".
La figura jurídica del contrato ley ha sido ampliamente analizada por la doctrina y la
jurisprudencia nacional, más aún sí tenemos presente que el Estado de Chile como
sujeto de derechos y obligaciones y con el propósito de lograr los fines que le son
pertinentes, en especial el del bien común, puede usar distintas herramientas, entre ellas
la de la contratación.
La contratación que desarrolla el Estado debe cumplir con el principio jurídico básico,
que establece que éste o sus órganos deben estar autorizados por normas legales para
contratar y que en virtud de tal acto, no podrá contraer obligaciones más allá del
mandato normativo. Esta idea no es más que un reflejo de los postulados
constitucionales contenidos en los artículos 6o y 7° de nuestra Constitución.
El Estado si contrata debe cumplir sus obligaciones de acuerdo a las normas del derecho
público y supletoriamente las de derecho privado que fueren aplicables. Nada puede
estar más alejado de los fines que persigue el Estado, que el desconocer obligaciones
contractuales válidamente asumidas por éste, bajo el pretexto de que por su naturaleza
se encuentra en un plano superior a las normas jurídicas de aplicación general.
Respecto del concepto de contrato ley, se han propuesto varias definiciones, entre ellas
cabe destacar las siguientes:
La del Consejo de Defensa del Estado, dada en 1967, que lo define como "una
convención autorizada por ley entre un particular y el Estado que compromete la
soberanía, la que quedaría limitada, ella misma o su ejercicio, por la obligación que
asume el Estado de respetar la estabilidad de un régimen especial de franquicias, sean
ellas aduaneras, tributarias, cambiarías, etc., generalmente con duración determinada".
En octubre de 1966, la Excelentísima Corte Suprema señaló: "las convenciones legales
o contratos leyes son aquellos con los cuales el Estado, con el objeto de procurarse
recursos u obtener la celebración de proyectos o acuerdos que le beneficien, otorga
franquicias a terceros que pueden consistir en liberación de contribuciones, regulación
de tarifas, concesión de servicios u otras regalías que sirvan de compensación al
provecho que el Estado recibe de instituciones nacionales o extranjeras o de
particulares".
El profesor de Derecho Constitucional Enrique Evans define los contratos leyes como
"convenciones que, con autorización del legislador, celebra el Estado con uno o más
particulares, otorgándoles o reconociéndoles por tiempo determinado el goce de un
tratamiento especial en materias financieras, tributarias, de comercio exterior o de otra
naturaleza que tenga significación patrimonial".
Sin perjuicio de que un elemento distintivo de los contratos leyes es el hecho de otorgar
el Estado ciertos tratamientos favorables de Índole patrimonial a los particulares, lo cual
encuentra su fundamento en el artículo 19 N° 22 de nuestra Constitución que establece
la posibilidad de la discriminación no arbitraria, su principal particularidad, a nuestro
entender, está en la obligación que contrae el Estado de mantener invariable el régimen
especial otorgado a la contraparte.
Específicamente y respecto del contrato ley que contempla el D.L. N° 600, la doctrina
ha expresado su entendimiento de que se trata de un contrato ley. Es necesario señalar
que existen pocos trabajos en Derecho relativos al contrato de inversión extranjera que
se celebra al amparo de tal decreto ley y el único texto de estudio existente corresponde
al libro "Inversión Extranjera en Chile", de Roberto Mayorga y Luis Montt.
En la página 66 de la obra antes citada, sus autores señalan que el contrato de inversión
extranjera ha sido denominado como contrato ley al no poder ser objeto de modificación
unilateral por parte del Estado de Chile en el ejercicio de sus derechos de Estado
soberano.37
En estos contratos se fija el plazo dentro del cual el inversionista extranjero deberá
efectuar la internación de estos capitales. Este plazo no excederá de ocho años en las
inversiones mineras y de tres años en las restantes. Con todo, el Comité de Inversiones
Extranjeras, por acuerdo unánime, podrá en el caso de inversiones mineras, extender el
plazo hasta doce años, cuando se requieran exploraciones previas, considerando la
naturaleza y duración estimada de éstas, como asimismo, en el caso de inversiones en
proyectos industriales o extractivos no mineros por montos no inferiores a U S$
50.000.000, moneda de los Estados Unidos de América, o su equivalente en otras
monedas extranjeras, extender al plazo hasta ocho años cuando la naturaleza del
proyecto así lo requiera.
Revista Chilena de Derecho y Jurisprudencia, tomo 83, segunda parte, sección quinta,
pp. 84-91.
Respecto de esta norma es posible distinguir los siguientes aspectos de interés:
a) Se debe otorgar por escritura pública. Respecto de esta solemnidad del contrato, se
debe precisar que la mayoría de los contratos son "modelos o tipos". El borrador se pone
en conocimiento del inversionista y se le comunica que su solicitud de inversión
extranjera ha sido aprobada, disponiendo de un plazo de seis meses para formalizar el
contrato en una notaría de Santiago, lo que no es indiferente, ya que en representación
del Estado la firmarán el Presidente o el Vicepresidente del Comité, los que tienen su
domicilio en Santiago, razón por la cual la escritura no puede otorgarse en otra ciudad.
b) Las partes del contrato soalas personas naturales o jurídicas que aporten capitales
extranjeros, llamados inversionistas extranjeros, y el Estado de Chile, representado por
el Presidente del Comité o el Vicepresidente, según se trate de una inversión que
requiera o no un acuerdo de dicho comité.
Para tales efectos, el artículo 16 señala que requerirán para su autorización acuerdo del
Comité de Inversiones Extranjeras las inversiones:
- Que se realicen por un Estado extranjero o por una persona jurídica extranjera de
derecho público.
c) Plazos de internación del capital. Debe precisarse que a través del contrato de
inversión extranjera, el inversionista no se obliga a internar el capital, pero si lo va a
hacer, el propio contrato fijará los plazos, los que no excederán de ocho años en las
inversiones mineras y tres años en las restantes.
En caso de que el plazo venza, se sugiere presentar una nueva solicitud y otorgar un
nuevo contrato respecto de las divisas no internadas en el plazo ya extinguido.
Debemos señalar que el D.L. N° 600 establece que el régimen cambiario a la remesa de
los capitales y de las utilidades líquidas no puede ser menos favorable que el que rija
para la cobertura de la generalidad de las importaciones. En materia del tipo de cambio
aplicable para la transferencia al exterior del capital y de las utilidades líquidas, el D.L.
N° 600 siguiendo el principio de que el tipo de cambio en el mercado cambiario formal
será el que libremente acuerden las partes intervinientes contenido en el artículo 44 de la
Ley Orgánica Constitucional del Banco Central de Chile, establece que éste será el más
favorable que los inversionistas extranjeros puedan obtener en cualquier entidad
autorizada para operar en tal mercado.
En esta materia se hace un trato diferenciado respecto de la remesa del capital y de las
utilidades. En efecto, respecto del capital se establece un plazo de un año de
permanencia en el pais.contado desde la fecha de su respectivo ingreso para poder
remesarlo al exterior.
En ambos casos, se deberá presentar una solicitud al Comité para la remesa de ellas. Tal
solicitud tiene como propósito la obtención de un certificado que emite la
Vicepresidencia Ejecutiva del Comité, en el cual se establece el monto a remesar y que
habilita al inversionista extranjero para acceder al mercado cambiario formal.
El artículo 9o del D.L. N° 600 de 1974, establece que la inversión extranjera y las
empresas en que ésta participe "se sujetarán también al régimen jurídico común
aplicable a la inversión nacional, no pudiendo discriminarse respecto de ellas, ni directa
o indirectamente, con la sola excepción de lo dispuesto en el artículo 11 \39
El articulo 11 del D.L. N°600 de 1974, señala que se podrán establecer fundadamente
normas aplicables a las inversiones comprendidas en ese decreto ley, que limiten su
acceso al crédito interno.
participe la inversión extranjera solicitar la eliminación de normas que se hayan dictado
que estimen discriminatorias, siempre que no haya transcurrido un plazo superior a un
año desde la dictación de dichas normas.
De acuerdo con lo anterior, puede establecerse que la tramitación de esta acción tiene
entonces un procedimiento administrativo simple, que comprende las etapas40 de
iniciativa, instrucción, decisión y ejecución. La "iniciativa" consiste en la petición del
interesado que se estima agraviado por una discriminación cuyo origen se encuentra en
normas jurídicas, sean administrativas o legislativas, la que debe efectuarse dentro del
señalado plazo de un año. Durante la "instrucción" se allegan todos los antecedentes
para que el Comité de Inversiones Extranjeras adopte una determinada resolución, no
pudiendo tardar más de 60 días corridos desde la fecha de presentación de la solicitud
por quien se estima agraviado.
Al adoptar una "decisión", el Comité puede denegar la solicitud, por estimar que no
existe discriminación y, por ende, no se produce vulneración al artículo 9o del D.L. N°
600, o puede acoger la petición, estimando que se vulnera el derecho del inversionista
extranjero a no ser discriminado. Aun cuando nuestro Estatuto de Inversión Extranjera
nada establece en esta materia, la decisión del Comité debiera ser notificada al
peticionario, sea personalmente o por carta certificada, formas usualmente utilizadas por
los servicios de la Administración del Estado.
La verdad es que aquí se produce una distorsión: de la lectura de la norma pareciera que
el Comité tuviera atribuciones legislativas o reglamentarias, cuando en realidad ello no
ocurre. Como máximo podría suponerse que posee la influencia política a alto nivel de
los ministros que lo integran, la que podría intentar utilizarse ante el Poder Ejecutivo o
Legislativo, pero sin ningún carácter vinculante.
El articulo 9o del citado D.L. N° 600, señala que se considerarán expresamente como
discriminatorias las disposiciones legales o reglamentarias relativas a determinada
actividad productiva41, si llegaren a ser aplicables a la generalidad o a la mayor parte de
dicha actividad productiva del país, con excepción de la inversión extranjera. Asimismo,
tendrán esta calidad las disposiciones legales o reglamentarias que establezcan
regímenes excepcionales de carácter sectorial o zonal, si la inversión extranjera no
tuviere acceso a ellas, no obstante cumplir las mismas condiciones y requisitos que para
su goce se impone a la inversión nacional.
Con todo, la interposición de esta acción declarativa también tiene un aspecto procesal
que debe ser considerado: según sea el origen de la norma cuya discriminación se
reclama, correspondería demandar al Estado de Chile o al organismo con potestades
normativas autónomas de que se trate, con las complejidades propias que supone un
juicio de hacienda.
41
El mismo articulo 9o , en su inciso final, señala que para estos efectos se entenderá
por "determinada actividad productiva", aquélla desarrollada por empresas que tengan
igual definición de acuerdo con las clasificaciones internacionalmente aceptadas y que
produzcan bienes ubicados en igual posición arancelaria de acuerdo al Arancel
Aduanero de Chile, entendiendo por igual posición arancelaria, aquella que no
experimenta una diferencia entre productos de más de una unidad en el último dígito del
Arancel.
Debe tenerse presente que una vez interpuesta la acción declarativa administrativa, el
Comité tiene el deber de pronunciarse dentro de 60 días, denegándola o adoptando las
medidas administrativas correspondientes. Legalmente no puede adoptar otra actitud
distinta a las antes descritas, u omitir su pronunciamiento, dado que escaria creando un
procedimiento no establecido en la ley.
Independiente de las criticas que se pueden formular a su utilidad práctica, cabe hacer
presente que esta acción sólo procede respecto de los inversionistas que hayan suscrito
un contrato de inversión extranjera al amparo del señalado D.L. N° 600, excluyendo
atadas las efectuadas por otro medio, como el Capítulo XIV del Compendio de Normas
de Cambios Internacionales del Banco Central.
6. RÉGIMEN TRIBUTARIO
En materia de impuestos directos debemos señalar que en el artículo 4o del D.L. N° 600
se consagra por una parte, el derecho de los inversionistas extranjeros a transferir al
exterior las utilidades liquidas que originen sus capitales. Tal remesa de utilidades al
exterior no está afecta a plazo alguno.
Es esta remesa de utilidades la que está afecta al pago de un impuesto adicional de tasa
35%, el cual corresponde al gravamen establecido en los artículos 58 y siguientes del
Título IV de la Ley de Impuesto a la Renta contenida en el decreto ley N° 824,
publicado en el Diario Oficial del 31 de diciembre de 1974.
Por otra parte, debemos tener presente que las utilidades liquidas devengadas que
genere la empresa receptora de la inversión extranjera, están afectas al impuesto de
primera categoría establecido en el artículo 19 de la Ley de Impuesto a la Renta, cuya
tasa vigente a la fecha de este trabajo es de un 16,5%.42
Con todo debemos destacar que el impuesto de primera categoría pagado por la empresa
receptora de la inversión constituye un crédito respecto del impuesto adicional a pagar
por concepto de remesa de utilidades.
Debemos recordar que con relación a las últimas modificaciones introducidas a la Ley
de la Renta, el artículo 1 ° transitorio de la ley N° 19.753 dispone respecto al aumento
de la tasa del impuesto de primera categoría para ios años calendarios 2002 y 2003, que
la tasa de tal impuesto será de 16% y de 16,5%, respectivamente, y que a contar del 1 de
enero del año 2004, ésta se llevará a un 17%.
Por otra parte, el artículo 7o del D.L. N° 600 consagra un régimen de invariabilidad
tributaria que pretende otorgar al inversionista extranjero una seguridad de que si opta
por dicho régimen, cualesquiera sean las variaciones del régimen general, este régimen
especial por el que optó seguirá vigente hasta un plazo de 10 años, para lo cual debe
solicitar dicha invariabilidad en la solicitud de inversión extranjera.
El inversionista tiene derecho a optar a esta invariabilidad con tasa del 42%, que en
principio no es ninguna ventaja frente al régimen general, razón por la cual el
inversionista lo que hace es solicitarla, ya que conforme el artículo 7o tiene derecho a
renunciar a dicha invariabilidad, medíante comunicación al Comité, y pasar a estar
regido por régimen general. Lo que se ha hecho en la práctica es reinvertir las utilidades
en la empresa, posponiendo el impuesto, y una vez que se decida efectuar el retiro y la
remesa evaluar si a dicha fecha lo que va a pagar será mayor o menor, sea que esté en el
régimen de invariabilidad o el régimen general.
En el caso de los créditos asociados, se debe recordar que la tasa que grava a los
intereses que se pagan al exterior es de un 4%, si tales créditos han sido otorgados desde
el exterior por instituciones bancarias o financieras extranjeras o internacionales. Con
relación a este punto, es importante tener presente lo dispuesto en el numeral 1 del
artículo 59 de la Ley de la Renta en lo relativo a la aplicación del impuesto adicional a
este tipo de créditos.
Con relación al tema de impuestos directos, es necesario señalar, además, que el artículo
4o del decreto ley N° 600 consagra el derecho de los inversionistas extranjeros a
transferir al exterior sus capitales, remesa que sólo puede efectuarse una vez
transcurrido un año desde la fecha de su respectivo ingreso al pais. Respecto de esta
materia, es necesario recordar que el artículo 5o del decreto ley N° 600 dispone que las
divisas necesarias para cumplir con la remesa de capital o de parte de él, sólo podrán ser
adquiridas con el producto de la enajenación de las acciones o derechos representativos
de la inversión extranjera, o de la enajenación o liquidación total o parcial de las
empresas adquiridas o constituidas con dicha inversión.
Con relación a este punto debemos señalar que el articulo 58 de la Ley de la Renta en su
numeral 2 dispone expresamente que estarán exceptuadas del impuesto adicional
establecido en tal numeral las devoluciones de capitales internados al país que se
encuentren acogidos o que se acojan a las franquicias del D .L. N° 600 de 1974, pero
únicamente hasta el monto del capital efectivamente internado en Chile.
Ésta es la denominada invariabilidad accesoria del articulo 8o del D.L. N° 600. Esta
norma señala que los titulares de inversiones extranjeras acogidos a tal decreto ley,
tendrán derecho a que en sus respectivos contratos se establezca que se les mantendrá
invariable, por el periodo en que demore realizar la inversión pactada, el régimen
tributario del impuesto sobre las ventas y servicios y el régimen arancelario, aplicables a
la importación de máquinas y equipos que no se produzcan en el país y que se
encuentren incorporados a la lista a que se refiere el número 10 de la letra B del articulo
12 del decreto ley N° 825, de 1974 (Ley del Impuesto al Valor Agregado), vigentes a la
fecha de celebración del contrato. De la misma invariabilidad gozarán las empresas
receptoras de la inversión extranjera, en que participen los inversionistas extranjeros,
por el monto que corresponda a dicha inversión.
Se trata de una invariabilidad sobre los siguientes tributos y por el período en que
demore concretarse la inversión pactada:
a) Derechos aduaneros.
El artículo 11 bis consagra una norma que contiene reglas especiales para los
megaproyectos, la que obedece a fundamentos de política económica.
El articulo 11 bis señala que se beneficiarán con este régimen especial las inversiones
que cumplan los siguientes requisitos:
c) Que se internen en conformidad al articulo 2o, esto es, que la inversión sea de
cualquiera de las modalidades allí expresadas y el ingreso al país de ese capital se haga
de acuerdo a la legislación vigente (divisas, en el MCF; bienes de capital, a través de
una importación ante el Servicio de Aduanas, etc).
7.2. Régimen especial
Estos proyectos pueden acceder aun régimen especial que implica los siguientes
derechos:
Las materias reguladas por las resoluciones o circulares del SU son de la mayor
importancia. En efecto, la depreciación de activos adquiere relevancia con los proyectos
mineros, ya que éstos son de largo plazo y es distinto el uso que se les da a los bienes de
capital con relación a otros proyectos.
El N° 3 del artículo 11 bis señala que respecto de los proyectos que contemplen la
exportación de parte o el total de los bienes producidos, el Comité de Inversiones
Extranjeras podrá conceder a los inversionistas o empresas
receptoras, por plazos de 10 ó 20 años, en los mismos supuestos que la invariabilidad
tributaria directa, los siguientes derechos:
La Ley Orgánica Constitucional del Banco Central, ley N° 18.840, entrega a dicha
institución una serie de instrumentos de política cambiaría, entre los que destacan las
restricciones que pueden implicar que el exportador esté obligado no sólo a liquidar las
divisas que obtiene como productos de la exportación en el Mercado Cambiarte Formal
(MCF), sino que además esté obligado a retomar en los plazos que fije el Banco Central
dichas divisas, también a través del mercado cambiarlo formal (MCF).
Dicha restricción hoy no está operando, ya que la autoridad cambiaría ha estimado que
no es necesario imponer a los exportadores el retorno de las divisas. No obstante, en
cualquier momento puede modificarse el Compendio de Normas y Cambios
Internacionales del Banco Central de Chile e imponerse dicha restricción. Precisamente
por dicha razón, el articulo 11 bis N° 3 letra b) permite que el exportador pueda obtener
que se le autorice a mantener fuera del país dichas divisas al amparo de este régimen
especial de retorno para efectuar pagos obligaciones que autorice el Banco Central,
incluidos desembolsos que sean gastos para efectos tributarios y remesa de capital y
utilidades líquidas que ellos originen. Esta autorización la otorga el Comité de
Inversiones Extranjeras, previo informe favorable del Banco Central de Chile.
La razón de esta norma está en dar garantía a los acreedores y financistas externos del
inversionista por créditos otorgados al proyecto de la inversión extranjera.
Las utilidades tributables anuales que generen, de acuerdo al respectivo balance, los
establecimientos permanentes de inversionistas extranjeros o las correspondientes
empresas receptoras que por cualquier concepto mantengan divisas en el exterior, se
considerarán, para efectos tributarios, remesadas, distribuidas o retiradas, según sea el
caso, el 31 de diciembre de cada año, en la parte que corresponda a las divisas que
mantengan en el exterior los inversionistas. Las rentas u otros beneficios generados por
las divisas, que en conformidad a la presente disposición puedan mantenerse en el
exterior, serán consideradas para todos los efectos legales como rentas de fuente
chilena.
Estos derechos sólo podrán ejercerse una vez que la materialización de la inversión
alcance los US$ 50.000.000 o más, según el inciso primero del artículo 11 bis.
Con todo, el mismo D.L. N° 600 respecto del punto anterior, establece que los derechos
antes indicados no se entenderán renunciados cuando los inversionistas extranjeros
hayan pactado, en el correspondiente contrato de inversión, que dicha renuncia sólo se
producirá cuando el o los inversionistas extranjeros que renuncien a su derecho a la
invariabilidad tributaria, sean titulares de un monto superior a un porcentaje
determinado de la inversión total amparada por el contrato que se encuentre
efectivamente materializada a la fecha de la renuncia.
Esta norma tiene como fundamento lograr que la inversión extranjera sea financiada
desde el exterior, en cualquiera de las modalidades en que ella se concrete y así evitar
que sea el sistema financiero del país el que financie dicha inversión.
Esta norma data del D.L. N° 600 que se generó en la década de los setenta, teniendo
presente que el ahorro interno era escaso, por lo que se pretendía el ingreso de divisas a
través de la inversión extranjera directa.
En la actualidad no hay limitación alguna vigente para que los inversionistas extranjeros
accedan al mercado financiero local.
Es evidente que los negocios siempre son variables y es posible que el inversionista
pretenda recuperar todo o parte de la inversión efectuada, apareciendo otro inversionista
extranjero interesado en ser cesionario de esta operación. El inversionista lo que hace es
una cesión de los derechos en la sociedad que ha constituido y que es la receptora de la
inversión. Sin embargo, no es suficiente esta situación, ya que se debe hacer la cesión de
los derechos contenidos en el contrato de inversión extranjera. Antes de efectuar
cualquier operación se debe solicitar a la Vicepresidencia del Comité de Inversiones
Extranjeras la autorización, debiendo acreditar el cesionario que es inversionista
extranjero.
Una vez autorizada la cesión de los derechos del contrato de inversión extranjera, el
precio deberá ser pagado fuera de Chile, ya que el inversionista
cedente no tiene a la fecha acceso al mercado cambiario formal. De esta forma el
proceso ideal es el siguiente:
Debe tenerse presente que si no se ha cumplido el plazo de un año para la remesa del
capital, el cedente deberá concretar la cesión con el inversionista cesionario fuera de
Chile y se harán llegar al Comité los instrumentos de la cesión para que se otorgue,
ahora, la escritura de cesión de los derechos del contrato de inversión extranjera, y si
ella involucra el total del capital, el finiquito entre el Comité y el inversionista cedente.
En esta materia es menester considerar que el precio de la cesión debe ser equivalente al
valor que se le asignó a la inversión al internarse al país, ya que de existir una diferencia
se podría aplicar el impuesto que grava la ganancia de capital.
Existen otras figuras, tales como los cambios de nombre de empresa receptora de la
inversión o la sociedad que recibe la remesa, lo que implica una modificación al
contrato de inversión extranjera.
11. NORMAS ORGÁNICAS DEL D.L. N° 600
El artículo 12 del D.L. N° 600 señala que el Comité de Inversiones Extranjeras es una
persona jurídica de derecho público, funcionalmente descentralizada, con patrimonio
propio, domiciliada en la ciudad de Santiago, que se relacionará con el Presidente de la
República por intermedio del Ministerio de Economía, Fomentoy Reconstrucción. Será
el único organismo autorizado.en representación del Estado de Chile, para aceptar el
ingreso de capitales del exterior acogidos al presente decreto ley y para establecer los
términos y condiciones de los respectivos contratos.
El artículo 13 señala que el Comité de Inversiones Extranjeras estará integrado por los
siguientes miembros:
b) El Ministro de Hacienda;
Los Ministros sólo podrán ser subrogados por sus subrogantes legales.
d) Asistir, con derecho a voz, a las sesiones del Comité de Inversiones Extranjeras
y adoptar las provisiones y medidas que se requieran para su funcionamiento, actuando
al efecto como ministro de fe y secretario de actas;
Conforme con el articulo 17 del D.L. N° 600, todas las otras inversiones serán
autorizadas por el Vicepresidente Ejecutivo del Comité, previa conformidad de su
Presidente, sin que sea necesario el acuerdo de dicho Comité. No obstante, el
Vicepresidente deberá dar cuenta al Comité de las inversiones aprobadas por el
mecanismo de la conformidad en la próxima reunión que se celebre con posterioridad a
la autorización.
.1. Introducción
13.3. Aspectos específicos del Capítulo XIV del Compendio de Normas de Cambios
Internacionales del Banco Central de Chile
Este capítulo del Compendio establece las normas aplicables a las operaciones de
cambios internacionales relativas a créditos, depósitos, inversiones y aportes de capital,
provenientes del exterior, superiores a 10.000 dólares o su equivalente
en otras monedas extranjeras y no se aplica a este tipo de operaciones realizadas por
empresas bancarias, las que son reguladas básicamente por el Capitulo XIII del
Compendio.
El capitulo en análisis define lo que se entiende por cada uno de los tipos de operaciones
que regula. Al efecto, las definiciones son la siguientes:
- Créditos: Cualquier acto, convención o contrato en virtud del cual una de las
partes entrega o se obliga a entregar divisas provenientes del exterior, a otra, con
domicilio o residencia en Chile, que contrae la obligación de restituirlas, en un
momento distinto, con o sin intereses o reajustes, tales como: mutuos; lineas de crédito;
descuentos o redescuentos de documentos, sea que lleven o no envuelta la
responsabilidad del cedente; y créditos y sobregiros en cuentas corrientes bancarias o
mercantiles.
- Depósitos: Los actos, convenciones o contratos en virtud de tos cuales una parte
entrega divisas provenientes del exterior, o el producto de su liquidación en el país a
otra, domiciliada o residente en Chile, quien se hace dueña de ellas a título de depósito y
se obliga a restituirlas en un momento distinto al de la entrega.
- Inversiones: Cualquier acto, convención o contrato en virtud del cual una parte
adquiere, con divisas provenientes del exterior o con el producto de su liquidación en el
país, el dominio, o el derecho de usar, gozar, ser poseedor o mero tenedor de valores
mobiliarios, efectos de comercio, acciones, derechos sociales y cualquier otra clase de
títulos o valores, o bienes raíces o muebles. Para esta definición se consideran
inversiones, la adquisición de acciones de sociedades anónimas abiertas o de cuotas de
Fondos de Inversión, domiciliados en Chile, que tengan por objeto la conversión de
aquéllas o éstas en títulos representativos de las mismas, que se transen en mercados
extranjeros.
- Aportes de Capital: Cualquier acto, convención o contrato en virtud del cual una
parte destina divisas provenientes del exterior, o el producto de su
liquidación en el pais a constituir o aumentar el capital de una' persona jurídica
domiciliada en Chile, como asimismo la capitalización en ésta de obligaciones en
moneda extranjera que ella haya contraído en o con el exterior.
Uno de los aspectos más relevantes del actual Capítulo XIV se refiere a que las normas
aplicables a una operación en el ámbito de esta disposición pueden ser diferentes según
el momento que se trate.
Con relación a lo anterior debemos tener presente que el Capitulo XIV dispone que en
el caso de ingreso de las divisas, sean éstas liquidadas o no, o en el caso de la utilización
de ellas en el extranjero, las normas aplicables serán las vigentes a tal fecha.
Por otra parte, el referido capitulo en el caso de pagos o remesas de divisas que
corresponda efectuar con motivo de las operaciones reguladas por él, incluidos los
intereses, reajustes, utilidades y demás beneficios que éstas puedan generar, se regirán
por las normas vigentes en la fecha en que se efectúe el correspondiente pago o remesa.
CEA, JOSÉ LUIS. Ver en Gaceta Jurídica N° 135, año 1992, pág. 18.
CEA, JOSÉ LUIS, Tratado de la Constitución de 1988, Editorial Jurídica de Chile, pág.
158)
ZAVALA ORTIZ, JOSÉ LUIS. "Amparo económico: ¿Una acción desvirtuada?. Revista
Gaceta Jurídica, Editorial Jurídica ConoSur, marzo de 2001.