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Justiniano con convicción de evitar alteración alguna del trabajo codificado, prohibió con
severas penas cualquier publicación, mas siendo el latín, lengua ajena a los griegos y con
la cual fue hecha la redacción y publicación del corpus, pronto aparecieron traducciones
griegas de las institutas, digesto y el código, y este hecho fue mas allá de lo deseado por
el emperador, en tal aparecieron redacciones de índices, paráfrasis, comentarios que a la
mano dieron extensión a la ciencia del derecho, mas dieron un incierto a la compilación
de Justiniano. Así aparecieron los resúmenes de Teófilo, Doroteo, autores de las
institutas y los profesores de Constantinopla Cirilo y Estéfano.
Paráfrasis realizada en lengua griega a las Institutas de Justiniano, por el mismo Teófilo
uno de sus redactores, es una exegesis de tales institutas, realizado meses luego de la
inmediata compilación. Allí radica el merito para dar iluminación del verdadero
significado de algún texto justinianeo con relación al derecho anterior.
León el Isáurico, fue el primer emperador que quiso dar solución al problema
promulgando una codificación nueva llamada la Egloga, no para dar remplazo a la
compilación justineanea, sino, para darle accesibilidad tanto en su lengua como en su
espíritu a la interpretación del derecho a su pueblo griego.
Corriente continuada por el emperador Basilico Macedonio que confecciono dos breves
colecciones con carácter general de la compilación justinianea, llamadas el prochiron y el
Epanagoge.
Las basílicas
El mismo Basilico, quiso dar supresión a la compilación justinianea con la colección griega
llamada las basílicas, centrada en resúmenes griegos de aquello que era la esencia del
derecho justinianeo, mas dicho emperador murió antes de realizar dicha meta y fue su
hijo León el Sabio, quien llevo a cabo dicha propuesta, tuvo elogios e importancia y fue
merodeada de amplias explicaciones llamadas Escolios, a los que se les otorgo valor oficial,
repercutiendo su maniobrabilidad en el mundo oriental puesto que quiso modernizar el
derecho. Mas este resulto también desproporcionado para la escasa cultura de la época,
dando así decaimiento a la legislación justinianea, en tal situación se dio origen a índices
y repertorios que facilitaran su manejo, en los que se nombran el índice Sinopsis
Basilicorum y el repertorio llamado Tipucitus.
Hexabiblos
A finales del imperio bizantino, se realizo el postres intento doctrinal del derecho
romano, por el juez de Tesalónica, Constantino Armenopulo, que publica un manual
legun en 6 libros, al que se le llama hexabiblos y es así que por varios siglos subsiste el
derecho romano en la Europa bizantina.
En occidente
Luego de la caída del imperio romano en occidente en el año 476, el derecho romano
mantuvo su vigencia a través de leyes romano bárbaras, promulgadas por caudillos
germánicos, mas este débil sobrevivir se fortaleció y enriqueció, luego de que Justiniano
reconquistara la península en el año 554 y sancionara la sanctio pragmática pro
petitione vigilii, en la que se disponía la aplicación del corpus en todo el territorio y se
diese la abrogación del edicto de Teodorico.
El método utilizado por la escuela de Bolonia, llamada escuela de los glosadores, era el
unir sus propias explicaciones al texto del corpus iuris, ya fuera intercalándolas en sus
textos, o escribiéndolas al margen, con el fin de buscar paralelismo den citas dispersas y
completando así los déficits contradictorios. Dicho trabajo sistemático en comentarios
del derecho justinianeo, fue recolectado por Acursio en el año 1250, al que le llamaron
Gran Glosa o Glosa Acursiana.
Como continuación de los glosadores, alcanza su cumbre en el siglo XIV, la escuela de los
comentaristas o postglosadores, con sus eminentes figuras de Bartolo de Saxoferrato y
Baldo de Ubaldia. Estos, contrario a los jurisconsultos romanos se extendieron en
generalizaciones, con divisiones y subdivisiones y oposiciones sutiles, más todo vacio de
originalidad. A pesar de su repercusión, se alejaron de los textos de Justiniano dando
origen a teorías bastardas con disfraz justinianeo. Aunque fueron los autores de este
terrible declive, se les considera como la escuela fundadora de la juridisprudencia
moderna.
Alemania fue uno de los pioneros de tal evento, Francia se fracciono en dos, en uno
escrito romanista, y el otro consuetudinario germano hasta 1804 en que Napoleon da la
unificación, España mantuvo el influjo romanista con la lex romana visigothorum.
El único país europeo que se resistió a la recepción de derecho romano fue Inglaterra,
dando así origen al commun law, con cierta impregnación romanista, de allí que surja el
nuevo sistema jurídico anglosajón.
Con el advenimiento de esta edad, siglo XV, surgen series de escuelas que asumen
distintas actitudes con relación al corpus, como derecho Europeo fundamental.
Escuela humanista
Es la primer escuela de dicha época, la cual toma posición ante el derecho romano, y lo
expone solo como tema de interés histórico o sociológico, puesto que consideraba que
sus normas no eran aplicables a dicho cambiado tiempo, puesto que habían transcurrido
mas de 1000 años.
Escuela que surge al mismo tiempo y fundamento su teoría en el racionalismo del siglo
XVII y XVIII. Dicha escuela rompe el equilibrio entre derecho natural y positivo. Dan
defensa del primero y sostienen que en él, se puede elaborar un derecho perfecto,
eterno e inmutable a todo tiempo y lugar. Mostraron simpatía al derecho romano, pues
de allí afirmaban que era un derecho derivado de la razón misma, la que ellos mismos
pregonaban como la ideal.
Escuela histórica
Surge a inicios del siglo XIX, con su exponente Savigny, es la reacción contra el derecho
natural abstracto que pretendía estar fundado en principios de validez universal. De
igual busca la reivindicación a las fuentes sin el utilitarismo de los teóricos. Afirma que el
derecho es un producto del espíritu del pueblo a semejanza del idioma, el arte, etc. Por
tal busca el retorno al derecho romano, concebido como el más magnifico exponente de
la cultura occidental.
El movimiento codificador del siglo XIX puso fin al derecho romano como derecho
vigente y allí tenemos el código de Napoleón, herramienta básica para la interpretación
de las legislaciones que en él se inspiraban. A partir de 1900 con la sanción del código
civil alemán y donde se determina la supresión de las pandectas, pierde el corpus su
influjo, fecha a la que se le llama la crisis del derecho romano.
Siguiendo el erudito trabajo del profesor Diaz Bialet, titulado la recepción del derecho
romano en la Argentina, término que luego el autor lo denomina como la trasfusión del
derecho romano al derecho actual.
El primero inicia a mitad del siglo XVI en que se inicia la organización político-jurídico
colonial, hasta la fundación de la universidad de Córdoba en el año 1614, aquí el aporte
del derecho romano está implícito en el aporte a la legislación canónica, a la de indias y
a la castellana, aplicable a todos los dominios de Castilla; el ordenamiento legal de
Alfonso el Sabio fue el que tuvo su mayor difusión y su glosa su mayor propagación.
Tercer periodo, desde la creación de dicha cátedra, hasta el año 1834, donde Dalmacio
Velez Sarsfield realiza su trabajo en recordancias entre el derecho romano y el derecho
patrio. Se forma la cátedra de derecho en la que se impulsa la legislación romana y al
surgir la juridisprudencia de Buenos Aires, se toma como estudio las institutas de
Justiniano como referencia de estudio académico.
El cuarto periodo, desde los estudios de Velez, hasta la sanción del código civil argentino
de 1869. De importancia ya que se deja entrever la relación del derecho romano y el
español y el derecho patrio.
El goteo trasfusionista no ha cesado en la Argentina con la sanción del código civil, sino,
que se ha mantenido y seguido por intermedio de la ley 17.711, incorporo en 1968 un
siglo después, incorporo importantes reformas a la obra de velez, con rancios estudios
jurídicos románicos, que el autor había proscripto y los juristas Argentinos vieron
oportuno insertar, como la prodigalidad, la cautio damni infecti, etc.
De igual de los 2280 artículos que constituyen el código napoleónico, la mitad ha sido
reproducidos en el código argentino y 145 fueron escritos literalmente. De igual se tomo
como herramienta el Esboso de freitas, de Brasil, el cual estaba impregnado por el
trabajo de Savigny.
Con lo dicho y según el profesor Elguera, el Código Civil Argentino es el mas romanista de
los derechos modernos, punto que lo legitima en honor ya que dicho titulo es ostentado
tal cual.