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MARCO TULIO CICERÓN

EN DEFENSA DE
T. ANIO MILÓN

TRADUCCIONES, INTRODUCCIONES Y NOTAS DE


JOSÉ MIGUEL BAÑOS BAÑOS

BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, 195

EDITORIAL GREDOS
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 1

INTRODUCCIÓN

1. Las circunstancias históricas (56-52 a. C.)

Tal como hemos ido viendo a lo largo de los discursos post reditum, la figura de Clodio
constituyó una referencia casi obsesiva en boca de Cicerón. El orador ha ido dibujando, con trazos
enérgicos, con pasión y resentimiento, la trayectoria vital y política de quien durante diez largos
años fue su más enconado enemigo personal: el escándalo que protagonizó en casa de César durante
la celebración de los misterios de la Buena Diosa, su adopción plebeya, su tribunado de la plebe en
el 58, las medidas legislativas «revolucionarias» que presentó durante su mandato, el exilio de
Cicerón y la pérdida de sus posesiones, su violenta oposición al regreso del orador, los obstáculos
de todo tipo que presentó para impedir que Cicerón recuperara su casa del Palatino, la violencia
física y jurídica contra los partidarios (Milón y Sestio) del exiliado, su elección como edil en el 56,
etc.1.
No vamos, por tanto, a detenernos en estos hechos suficientemente conocidos2 ni a recordar los
apoyos (casi siempre de las masas populares y de César, pero también de Pompeyo, de Craso e,
incluso, de parte de la oligarquía senatorial) que Clodio supo buscar con habilidad en cada
momento3. Puesto que entre el último de los discursos post reditum (el De haruspicum responso de
mayo del 56) y la muerte de Clodio (20 de enero del 52) transcurren casi cuatro años, es a este
período al que vamos a prestar atención brevemente, para completar así el marco histórico en el que
se sitúa uno de los discursos más brillantes y famosos de Cicerón: el Pro Milone.
Habíamos dejado a Cicerón irritado tras la elección de Clodio como edil (enero del 56),
satisfecho por el éxito político de su defensa de Sestio (marzo), sorprendido al conocer los acuerdos
de Luca (abril) y molesto con Pompeyo por haberlo engañado y mantenido al margen de las
negociaciones. Ante el cambio en la situación política que supuso el nuevo reparto de poder entre
los triunviros, el orador dio muestras, una vez más, de sus dudas y contradicciones; es cierto que,
durante largos períodos, se mantuvo al margen de la actividad política (entregado al estudio de la
filosofía y a la redacción de algunos de sus tratados de retórica) y que, en su correspondencia
particular, se manifestó cada vez más crítico y desengañado al constatar la degradación de las
instituciones republicanas (reflejada, por ejemplo, en la irregular elección como cónsules de
Pompeyo y Craso en el 55) y cómo su sueño de la concordia ordinum se veía sustituido por el
reparto del poder entre unos pocos, por el desprecio a la legalidad de un régimen ya caduco y por un
clima de inestabilidad política y de desórdenes públicos. Y, sin embargo, incapaz de renunciar a
algún protagonismo, en vez de denunciar públicamente la situación, se dejó vencer por las presiones
y los halagos de los triunviros4; sólo así se explica, por ejemplo, que, poco después de los acuerdos

1
No hace falta insistir en que la imagen que Cicerón nos ofrece de Clodio en estos discursos es parcial y poco objetiva
(cf. W. M. F. RUNDELL, «Cicero and Clodius. The question of credibility», art. cit.). Ha sido en los últimos años
cuando ha comenzado a reivindicarse la figura política de Clodio y su importancia, haciendo ver que muchas de las
descalificaciones de Cicerón han de entenderse «en el marco del lenguaje propio de la invectiva, en el cual todo vale, en
el que el insulto y la calumnia juegan un papel importante» (F. PINA, «Cicerón contra Clodio...», art. cit., pág. 140).
Cf., a este respecto, las monografías ya mencionadas de W. J. TATUM (P. Clodius Pulcher (tr. pl. 58 B.C.): The rice of
power, tesis, Austin, 1986) y H. BENNER (Die Politik des P. Clodius Pulcher, Stuttgart, 1987).
2
Remitimos, para ello, a las introducciones de cada unos de los discursos y. en especial. a las págs. 13-22 y 203-207.
3
3 N. S. GIMEN (»P. Clodius: instrument or independent agent?», Phoenix 20 (1960). 120-130) pone de manifiesto
cómo Clodio no fue un simple instrumento en mano de los triunviros (y, sobre todo, de César) por más que, en muchas
ocasiones, unos y otros se apoyaran mutuamente. Cf. también, L. UTCHENKO, Cicerón y su tiempo. op. cit., págs.
178-179 y Att. II 7, 3; 11 12, 2.
4
Para M. C. MITTELSTADT («Cicero's political velificatio mutata: 54 B.C.-51 B.C., compromiso or capitulation?»,
PP 40 (1985), 13-28), del análisis de los sucesos políticos a través de la correspondencia privada de Cicerón durante
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 2

de Luca, preste su voz y su prestigio para, en el De provinciis consularibus, apoyar la concesión a


César de la prórroga de su gobierno de las Galias y el incremento de sus legiones; o que, en el 54,
acabe siendo el abogado defensor de dos personajes (Vatinio y Aulo Gabinio) a los que años antes
había atacado con la mayor dureza5.
La degradación de la situación política y la violencia en las calles impedían el normal desarrollo
de las instituciones; las elecciones eran interrumpidas o aplazadas según los intereses de cada bando
y resultaba imposible un mínimo de continuidad en la acción judicial. Esta inestabilidad se agudizó
en el 53 (los cónsules para aquel año tardaron seis meses en tomar posesión del cargo) y a ello
contribuyó, sin duda, la reciente quiebra del triunvirato; en efecto, la muerte un año antes de Julia,
esposa de Pompeyo e hija de César, había supuesto la ruptura de un vínculo personal entre los dos
aliados; con la derrota y muerte de Craso en el 53 durante su campaña contra los partos, el dis-
tanciamiento entre César y Pompeyo se acentuó y sus ambiciones personales acabarán haciendo
inevitable el enfrentamiento entre ambos6.
Ante esta situación, animado tal vez por su reciente nombramiento como augur, Cicerón, cuando
se enteró de que Milón pensaba presentarse a las elecciones a cónsul para el año siguiente, se
dispuso a apoyarlo con todas sus fuerzas al ver en él la última posibilidad de restaurar las
instituciones republicanas y devolverle al propio orador el protagonismo que había perdido:

Todos mis afanes, esfuerzos, preocupaciones, actividad y reflexiones, en fin mi alma entera, los he puesto
y fijado en el consulado de Milón; he decidido que debo buscar en él, además de la recompensa a mi entrega,
la gloria de una amistad cumplida; en verdad creo que nunca persona alguna se ha preocupado tanto por la
salvaguarda de su propia vida y de su fortuna como yo lo hago por el éxito de Milón. He decidido jugármelo
todo a esta carta7.

Se presentaban también al consulado P. Plaucio Hipseo y Q. Metelo Escipión, candidatos de


Pompeyo que contaron, además, con el apoyo de Clodio, dispuesto a todo con tal de evitar la
elección de Milón. De ahí que la campaña electoral estuviera salpicada de violencia y corrupción
por uno y otro bando8 y que, como consecuencia de los frecuentes enfrentamientos armados, la
fecha de los comicios fuera postergándose sine die.
El resultado de una de estas refriegas fue la muerte del propio Clodio a manos de los hombres de
Milón; era el capítulo final y el desenlace esperable de una relación de odio y resentimiento entre
estos dos «agitadores profesionales» que había ido alimentándose con el paso de los años.

2. El enfrentamiento entre Clodio y Milón

Como ya hemos señalado9, el enfrentamiento entre Clodio y Milón se remonta al 57, cuando

este período, concluye que el orador intentó mantenerse fiel a sus aliados, pero que finalmente debió reconocer que no
podía seguir defendiendo una causa política ya perdida. Para una justificación filosófico-política de la actitud de
Cicerón, cf. J. BOES, La philosophie et l'action..., op. cit., págs. 285-292.
5
Sobre la defensa de Vatinio, cf., supra, págs. 396-397. Respecto a Gabinio, recuérdese que fue uno de los cónsules que
durante el 58 contribuyó directamente al exilio de Cicerón.
6
Cf., J. M. BAÑOS, Cicerón. Discursos cesarianos, op. cit., pág. 10 ss.
7
Fam. II 6, 3: cf., también, Q. fr. III 7, 2. A. W. LINTOTT («Cicero and Milo», JRS 64 (1974). 62-78) analiza con
detalle la relación entre las carreras políticas de Cicerón y Milón, señalando precisamente que el apoyo del orador a la
candidatura de Milón al consulado, además de una manifestación de amistad y lealtad, ha de interpretarse como un
esfuerzo por restablecer su propia autoridad y principios frente a la amenaza que suponía el que Clodio fuera elegido
pretor.
8
Cf. ASCON., 2 y nota 2. En palabras del propio Cicerón, «todos los candidatos al consulado están acusados de
corrupción electoral...Hay en juego algo muy importante: la perspectiva que se nos ofrece es o la muerte de los hombres
o la de las instituciones» (Q. fr. III 1 3).
9
Cf. supra, pág. 21.
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Milón, uno de los tribunos de la plebe que más contribuyó al regreso de Cicerón10, reclutó tropas
para hacer frente a las bandas callejeras de Clodio que, con su violencia, impedían cualquier medida
en favor del exiliado11.
Los desórdenes continuaron tras el regreso de Cicerón. Clodio no se resignó ante la decisión de
los pontífices y del senado, favorable a la restitución de las propiedades de Cicerón, y el 3 de
noviembre sus bandas atacaban a los obreros encargados de la reconstrucción de la casa del Palatino
y, días después, al propio Cicerón en la Vía Sacra. También Milón fue blanco de su violencia:

El 12 de noviembre intentó asaltar e incendiar la casa de Milón en el Cermalo: a la hora quinta y a la vista
de todo el mundo condujo a su banda de hombres armados con escudos, espadas desenvainadas y teas
encendidas...12.

Milón aprovechó estos incidentes para acusar de vi a Clodio y, puesto que éste se presentaba
como candidato a edil (con lo que, de ser elegido, se habría sustraído a la acción de la justicia),
además de recurrir a la obnuntiatio, ocupó por la fuerza el Campo de Marte para evitar la
celebración de los comicios. Así nos lo cuenta Cicerón:

Su valor (el de Milón] es admirable. Pasando por alto algunos signos divinos, esto es lo fundamental: creo
que no habrá comicios; pienso, además, que Clodio será acusado por Milón si es que no lo ha matado antes;
si se lo encuentra en medio de la gente, veo que Milón es capaz de matarlo. No lo duda, lo dice abiertamente
y no teme lo que me ha ocurrido a mí.13.

Las últimas palabras de Cicerón no sólo son una premonición —la carta está fechada el 23 de
noviembre del 57— de lo que años después sucederá, sino que, además, ponen de manifiesto que
Milón estaba decidido a acabar con la vida de Clodio desde hacía ya tiempo14: la falta de
premeditación que Cicerón intentará alegar en su defensa no parece, pues, muy convincente.
Milón, sin embargo, ha de esperar aún algunos años para hacer realidad sus deseos. Mientras
tanto, irá acumulando agravios y resentimientos. Así, no pudo impedir que finalmente Clodio fuera
elegido edil (20 de enero del 56) con el apoyo de la facción de los optimates contraria a Pompeyo15;
es más, poco después (6 de febrero) hubo de hacer frente a una acusación de vi16 presentada por
Clodio que pagaba así con la misma moneda a su adversario. Ante los enfrentamientos que se
produjeron en las calles de Roma y que llevaron a la paralización de los tribunales17, el proceso se
fue prolongando y Clodio acabó abandonando su propósito.
Entre tanto, el senado había decretado la disolución de todas las bandas callejeras (las de Clodio,
pero también las de Milón), una medida que apenas surtió efecto ya que los disturbios volvieron a
reanudarse en abril del mismo año: al incendio por segunda vez de la casa que Cicerón había hecho
reconstruir en el Palatino, las bandas de Milón (a las que acompañaba el propio orador)

10
Cf. sen. 19; 30: Quir. 15; Sest. 85-89; Mil. 38 y passim.
11
Hay que recordar, de todos modos, que, al no existir un cuerpo policial, la presencia de escoltas armadas era un hecho
bastante frecuente en Roma; era habitual que muchos nobles se hicieran acompañar públicamente de un grupo de
hombres armados (praesidia).
12
Att. IV 3, 3; cf. supra, pág. 96 y nota 21. Sobre este asedio a la casa de Milón y su posible coincidencia con Sest. 85.
cf. T. MASLOWSKI, «Domus Milonis oppugnata», art. cit.
13
Att. IV 3, 5.
14
Meses después, Cicerón volverá a repetir la misma idea: «(Clodio) parece haberse convertido en la víctima
propiciatoria de un hombre tan enérgico y distinguido como Tito Anio...; del mismo modo que el ilustre Publio Escipión
me parece que nació para la destrucción y muerte de Cartago..., Tito Anio ha nacido para reprimir, extinguir y destruir
totalmente esa peste y le ha sido concedido a la República como si de un presente divino se tratara» (har. 6).
15
Cf., supra, págs. 204-205.
16
Clodio lo acusó de perturbar la paz pública «porque se había servido de gladiadores para que se pudiese aprobar la
propuesta sobre el regreso de Cicerón» (Sest. 95; Mil. 40; Schol. Bob. 125 Stangl.).
17
Pompeyo, que defendía a Milón, hubo de sufrir las injurias de Clodio y llegó a temer por su propia vida: cf., supra
pág. 205 y har. 50, nota 116.
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respondieron con el asalto del Capitolio y la destrucción de las tablas de bronce en que estaban
grabadas las leyes de Clodio.
Pero, tal como acabamos de ver, fue en el 53 cuando «la lucha llegó al paroxismo de violencia y
encarnizamiento»18; Clodio se presentaba a las elecciones de pretor; Milón aspiraba al consulado
con el apoyo entusiasta de Cicerón. Los disturbios habían ido retrasando los comicios; como
consecuencia de ello Clodio, en el caso de ser elegido pretor, veía reducido el tiempo de su mandato
con el riesgo, además, de quedar su actuación paralizada si, como temía, Milón alcanzaba el
consulado. De ahí que posponga su candidatura para el año siguiente y concentre todos sus
esfuerzos en apoyar a los candidatos de Pompeyo al consulado para así evitar la elección de Milón.

3. La muerte de Clodio

Con estos precedentes, cuando en la noche del 20 de enero del 52 se supo que Clodio había
muerto a manos de los hombres de Milón en la Vía Apia, la noticia no debió de sorprender a mucha
gente. Las circunstancias de la muerte de Clodio son suficientemente conocidas por el relato que
Cicerón hace de los hechos a lo largo del discurso y por el detallado testimonio de Asconio que, por
su interés, hemos incluido como prólogo al Pro Milone19. En síntesis, los hechos fueron los
siguientes: en la tarde del 20 de enero, Milón se dirigía por la Vía Apia a Lanuvio, acompañado de
su mujer y una comitiva de esclavos y sirvientes, para presidir el nombramiento del flamen de su
villa natal. Fue entonces cuando se produjo el encuentro con Clodio que, procedente de Aricio,
regresaba a Roma junto con una escolta de hombres armados. De las palabras se llegó en seguida a
las manos; Clodio, herido, se refugió en una posada vecina que los hombres de Milón asaltaron para
darle muerte. Su cadáver, abandonado en la Vía Apia, fue recogido por un caminante y llevado a
Roma20.
¿Encuentro casual o premeditado? Poco importa en realidad. Como tampoco (a la vista de los
acontecimientos posteriores) habría importado mucho que como resultado de la refriega, en vez de
Clodio, hubiera muerto Milón. Los dos eran por igual culpables del clima de terror instaurado en
Roma y el incidente fue aprovechado por el senado (con el apoyo de Pompeyo) para intentar
restablecer el orden y la normalidad institucional y por Pompeyo para conseguir un mayor
protagonismo político. Si muchos ciudadanos recibieron con alivio la noticia de la muerte de Clodio
y aprobaron la condena de Milón, las reacciones no habrían sido muy distintas en el caso de que los
papeles de víctima y acusado se hubieran invertido.
Como era de esperar, los partidarios de Clodio, sedientos de venganza, provocaron violentos
disturbios en Roma llegando, incluso, a incendiar la Curia (a donde habían transportado el cadáver)
y a asaltar la casa del interrey M. Lépido21. Ante esta situación, con César ocupado en la conquista
de las Galias, Pompeyo se presentaba como la única persona capaz de garantizar el orden y un
juicio justo. Dada la gravedad de los hechos, el senado votó un senatus consultum ultimum: «que el
interrey, los tribunos de la plebe y Gneo Pompeyo... velaran para que la República no sufriera
menoscabo alguno»22.
Días después, Pompeyo fue nombrado consul sine collega y, revestido de un poder político y
militar casi absoluto, promulgó dos leyes para que, mediante un procedimiento judicial abreviado y
con agravamiento de las penas, se juzgara de inmediato, tanto a los culpables de la muerte de

18
A. BOULANGER, Cicéron. Discours XVII, París, 1949, pág. 48.
19
Sobre la validez de esta y otras fuentes (el escoliasta Bobiense, Dión Casio, Apiano, Plutarco, etc.) para los sucesos
del 52, cf. A. C. CLARK, M. T. Ciceronis Pro T Annio, Amsterdam. 1967, págs. IX-XIV.
20
La descripción más detallada de los sucesos que rodearon al proceso contra Milón es obra de J. S. RUEBEL («The
trial of Milo in 52 B. C.», TAPhA 109 (1979), 231-249), quien reconstruye la cronología de los mismos a partir de los
relatos de Asconio, Dión y Plutarco y de los datos proporcionados por la correspondencia de Cicerón.
21
Cf. ASCON., 8.
22
ASCON., 10.
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Clodio como a los responsables del incendio de la Curia y del ataque a la casa del interrey.

4. Las circunstancias del proceso

Milón fue obligado, pues, a comparecer el 4 de abril ante un tribunal excepcional: el presidente,
L. Domicio Enobarbo, fue elegido por sufragio popular entre quienes habían sido cónsules y «la
lista de jueces que presentó Pompeyo para que dictaminaran sobre el asunto fue tal que todo el
mundo reconocía que nunca hasta entonces se habían propuesto unos jueces tan ilustres y tan
íntegros»23.
El ambiente que rodeó al proceso fue de una gran tensión; en los días previos, algunos tribunos
de la plebe (T. Munacio Planco, Q. Pompeyo y el futuro historiador G. Salustio) habían inflamado
los ánimos de la multitud contra Milón, pero también contra Cicerón por haber accedido a
defenderlo. Los partidarios de Clodio rodeaban el foro para influir con su intimidación en el ánimo
de los testigos y del jurado, mientras las tropas de Pompeyo intentaban garantizar el normal
desarrollo del juicio.
Cuando, tras los testimonios de los testigos (5-7 de abril) y de los abogados de la acusación (que
fueron acumulando pruebas sobre la premeditación de Milón, su ensañamiento con Clodio, sus
amenazas previas y los numerosos actos de violencia que habían salpicado toda su trayectoria
política), le llegó el turno a Cicerón, las circunstancias no podían serle más desfavorables. Hombre
de poco ánimo, fue incapaz de substraerse al ambiente hostil que le rodeaba:

Milón, temeroso de que Cicerón, turbado al ver el inusitado espectáculo de las armas brillando a su
alrededor, no pudiera defender acertadamente su causa, le persuadió de que, haciéndose llevar en litera de
madrugada a la plaza, descansara allí a la espera de la llegada de los jueces y de que se llenara el estrado.
Pues Cicerón no sólo era miedoso ante las armas, sino también a la hora de pronunciar un discurso: nunca
comenzaba a hablar sino agitado y tembloroso...Yendo, pues, a defender la causa de Milón, cuando al salir
de la litera...vio a Pompeyo sentado en lo alto como si estuviese en un campo de batalla y toda la plaza
alrededor llena de armas resplandecientes, se asustó hasta el extremo de que a duras penas pudo comenzar a
hablar: le temblaba el cuerpo y no le salía la voz24.

El discurso que el orador pronunció en estas circunstancias, recogido por los estenógrafos25,
aunque no se nos ha conservado, se podía leer todavía en la época de Quintiliano (que lo denomina
despectivamente oratiuncula26) y de los escoliastas de Cicerón27. Su valoración negativa debió de
coincidir con la del propio Cicerón; así se explicaría una posterior redacción y reelaboración mucho
más cuidada y que es la que ha llegado hasta nosotros: «lo redactó con tal perfección que, con
razón, podría considerarse el primero»28. Según una conocida anécdota, cuando Milón, desde su
exilio en Marsella, recibe esta nueva redacción no pudo dejar de exclamar: «¡Ah, Cicerón, si me
hubieses defendido de esta forma, no habría podido comer tan buenos salmonetes en Marsella!»29.
No parece verosímil, sin embargo, que Cicerón hubiese conseguido salvar al acusado ni con el
más brillante de los discursos. Las circunstancias que rodearon al proceso, el deseo de muchos

23
ASCON., 23.
24
PLUT., Cic. 35. Para B. A. MARSHALL («Excepto oratio. The other Pro Milone and the question of shorthand»,
Latomus 46 (1987), 730-736) el desprecio sistemático al discurso pronunciado realmente por Cicerón sería fruto de una
tradición hostil; no habría razón para creer que el orador se dejó intimidar por los soldados de Pompeyo y los partidarios
de Clodio hasta el punto de pronunciar un discurso vacilante e inconnexo.
25
Cf. ASCON., 31, nota 10.
26
. Inst Orat. IV 3, 17. L. LAURAND Op. cit., pág. 14, nota 4) prefiere interpretar el término oratiuncula en el
sentido de que el discurso original de Cicerón habría sido bastante breve.
27
También DIÓN CASIO (XL 54, 1) dice que Cicerón pronunció con dificultad un discurso breve y frío.
28
ASCON. 31.
29
DIÓN CASIO, XL 54, 2.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 6

ciudadanos de que se pusiera fin al clima de inseguridad y violencia al que habían contribuido tanto
Milón como Clodio, la animadversión de Pompeyo hacia el acusado y, sin duda, las numerosas y
concluyentes pruebas presentadas por la acusación y los testigos hicieron de la absolución de Milón
una tarea imposible. Condenado por 38 votos contra 13, se exilió de inmediato para no tener que
hacer frente a los otros procesos que se habían iniciado contra él30.

5. Análisis y estructura del discurso

El texto que se nos ha conservado (y que, sin duda, no diferiría mucho en su estructura y
argumentos, aunque tal vez sí en su elaboración y exposición, del discurso pronunciado)31
constituye una de las obras maestras de la oratoria clásica en general y, por supuesto, de la
elocuencia ciceroniana: «La extraordinaria habilidad de la composición, la fuerza persuasiva de los
argumentos, la perfección formal lo hacen inigualable. Encontramos a la vez la astucia de un
abogado retorcido y el soplo poderoso de un gran orador»32.
Siendo el Pro Milone un discurso eminentemente judicial (aunque no falten en ocasiones las
obligadas referencias políticas), todo el empeño de orador estaba encaminado a demostrar la
inocencia de Milón: al ser imposible negar la evidencia de la muerte de Clodio, Cicerón intentará
convencer a los jueces de que, frente a lo sostenido por la acusación y los testigos, su defendido no
había premeditado la agresión de Clodio sino todo lo contrario: Milón actuó en legítima defensa
ante un atentado con el que Clodio hacía realidad sus amenazas previas contra la vida de su cliente.
Es éste el leit-motiv en torno al que se estructura todo el discurso33.
Así, en el exordio (1-6), Cicerón no puede evitar mostrarse impresionado por las circunstancias
excepcionales que rodean al proceso; quiere pensar que las fuerzas militares que ocupan el foro son
una garantía para poder expresarse con libertad y, pese a las intimidaciones de los partidarios de
Clodio, está convencido de que cuenta con el favor de la mayoría de los ciudadanos; apela, por
tanto, a la conciencia de los jueces para que juzguen con libertad a un hombre tan benemérito de la
República como T. Anio Milón. Dejando a un lado su trayectoria política, su elocuencia se
encaminará a demostrar que «fue Clodio quien preparó la emboscada contra Milón»34.
Sigue a continuación una refutación previa35 (7-23), en la que con gran habilidad el orador

30
Confiscados sus bienes, fueron vendidos públicamente. Para sorpresa del condenado, Cicerón constituyó una
societas con Filotimo, liberto de Terencia, para adquirirlos. Según P. GRIMAL (Les secrets..., I, op. cit.. págs. 185 ss;
cf. también Att. VII 3, 7), Cicerón, necesitado de dinero, habría llegado a un acuerdo con Pompeyo para perder la causa
de Milón y hacerse posteriormente con sus bienes; una hipótesis que corrige y matiza A. HAURY («Philotime et la
vente des biens de Milon», REL 34 (1956), págs. 179-190) y A. W. LINTTOT («Cicero and Milo», art. cit., págs. 76-
78). Sea como fuere, la trayectoria posterior del acusado confirma, en cierto modo, su culpabilidad. Instalado en
Marsella durante algunos años, su espíritu inquieto no pudo resistir la inactividad por lo que en el 48, tras el estallido de
la guerra civil, regresó a Italia para morir en la Apulia mientras participaba en la insurrección de Celio contra el poder
de César.
31
Según J. N. SETTLE («The trial of Milo and the other Pro Milone», TAPhA 94 (1963), 268-280), es difícil inferir
de la publicación del Pro Milone las diferencias respecto al discurso original. Además, el propio Cicerón no hace
ninguna alusión a la existencia de dos versiones y parece como si considerara que el discurso que se nos ha transmitido
es realmente el que pronunció en el momento del proceso. Para K. Wellesley, en cambio («Real and unreal problems in
the Pro MiIone», ACD 7 (1971), 27-31) se pueden imaginar algunos de los argumentos ausentes de la versión publicada
y que fueron esgrimidos por el orador en el discurso original. Sobre esta controvertida cuestión, cf., entre otros, J.
HUMBERT (Les plaidoyers écrits..., op. cit., págs. 189-197), L. LAURAND (Études..., op. cit., págs. 6-7, 14 y 22-23),
A. HAURY (L'ironie..., op. cit., págs. 158-161) y P. FEDELI (In difesa di Milone, Venecia, 1990, págs. 23-26).
32
A. BOULANGER, op. cit., pág. 56.
33
Para un análisis general de la composición de este discurso, siguen siendo excelentes las páginas (XLIX-LVII)
que a ello dedica A. C. Clark en su edición comentada de 1895 (reimpr. Amsterdam, 1967).
34
Mil. 6. Para un análisis de este exordio, cf. C. CHAPARRO, «Comentario de oratoria latina: Cicerón, Pro Milone
1-6», en Primeras Jornadas de Filología latina: Comentario de Textos, Mérida. Univ. de Extremadura, 1982, págs. 69-
85.
35
QUINTILIANO (Inst. orat. IV 2, 25) ve en ella un rasgo de originalidad.
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demuestra, en primer lugar, que una muerte no conlleva necesariamente una condena ya que las
propias leyes romanas establecen que se puede matar en legítima defensa (7-11); además, frente a lo
que sostienen los acusadores, ni el senado ni el propio Pompeyo han prejuzgado desfavorablemente
al acusado por el hecho de haberse constituido un tribunal extraordinario cuya composición es, en
realidad, una garantía de imparcialidad (12-22); lo único que han de decidir los jueces es «quién de
los dos preparó la emboscada al otro» (23).
La narración (24-31) es, sin lugar a dudas, una de las partes fundamentales de este discurso, ya
que de la exposición de los hechos que se juzgan depende en gran medida la inocencia de su
defendido; de ahí que, después de señalar cómo durante la campaña electoral Clodio se mostró
dispuesto a todo con tal de evitar la elección de Milón como cónsul (24-26), con gran viveza y
claridad haga un relato hábil y tendencioso36 del enfrentamiento que se produjo en la Vía Apia y del
que se deduce que la premeditación no pudo estar del lado de Milón sino del de Clodio (27-30); es
éste, una vez más, el punto fundamental que debe juzgar el tribunal (31).
Para ello, el orador desarrolla la confirmación (32-92) en dos partes. En la primera o confirmatio
de causa (32-71), a falta de pruebas directas, recurre a las presunciones para mostrar que, de haber
conseguido sus propósitos, Clodio habría sido el gran beneficiado de la muerte de Milón (32-35):
mientras que aquél había recurrido siempre a la violencia, Milón ni siquiera aprovechó las muchas
ocasiones y motivos que su rival le proporcionó para librarse de él; además, la muerte de Clodio
suponía un serio contratiempo para su candidatura al consulado (36-43). a los intereses de cada uno,
se añaden las circunstancias mismas del enfrentamiento en la Vía Apia, provocado
premeditadamente por Clodio en todos sus detalles (44-56). Frente a la fuerza de estos argumentos,
carece de valor la insinuación de la acusación en el sentido de que Milón había liberado a los
esclavos que participaron en la refriega para evitar que declararan la verdad: su liberación es la justa
recompensa a su fidelidad y, además, la propia legislación romana prohíbe a los esclavos testificar
en contra de su dueño (57-60). Por último, mientras que el regreso de Milón a Roma tras la muerte
de Clodio es una buena prueba de que tenía la conciencia tranquila (61-63), los planes que se le
imputan contra el Estado y contra Pompeyo no son sino calumnias: las medidas extraordinarias
tomadas por Pompeyo pretenden únicamente garantizar la libertad del tribunal (64-71).
En la segunda parte de la confirmación, denominada compensatio extra causam (72-91) y
considerada un añadido al discurso original37, Cicerón desarrolla la idea de que, incluso si Milón
hubiera premeditado la muerte de Clodio, debería ser absuelto por haber prestado a la República un
servicio al librarla de Clodio (72-78); como los tiranicidas a los que la patria manifiesta su eterna
gratitud, Milón ha sido un instrumento en manos de los dioses38 para poner fin a la locura de Clodio
(79-91).
Para concluir su discurso39, en la peroración (92-105) Cicerón da muestras de una gran
originalidad al ser el mismo orador el que solicita la compasión de los jueces (93); al acusado (que
en su firmeza se niega a suplicar al tribunal), en el caso de tener que exiliarse, el orador lo imagina
lleno de entereza diciendo adiós a cuantos con sus sacrificios y entrega había salvado, incluido el
propio Cicerón (95-99); pero el orador, en pago de amistad, está dispuesto a defenderlo hasta el
final y de ahí que, con lágrimas en los ojos, después de manifestar el profundo dolor que la condena
de Milón le provocaría, exprese su confianza en el sentido de la justicia del tribunal y del propio

36
Cf. Mil. 30, nota 45. Esta simplicidad de la narratio del Pro Milone (entendida como falta de brillantez) fue
criticada en época imperial (QUINT., inst. orat. IV 2, 59), pero el propio Quintiliano señala precisamente que su
sencillez es la mejor muestra de la maestría del orador. Ya Cicerón había señalado que «las narrationes han de ser
creíbles y han de exponerse con claridad con un lenguaje cotidiano, no con el de los historiadores» (Orat. 124). Sobre
este punto. cf. L. LAURAND, Études..., op. cit. págs. 323-324.
37
Cf. ASCON.. 30, nota 9. Para su estudio, cf. J. M. MAY. «The ethica digressio and Cicero's Pro Milone». CJ 74
(1979), 240-246.
38
Esta «teoría» de Cicerón sobre el tiranicida ha sido estudiada por M. E. CLARK-J. S. RUEBEL, «Philosophie and
Rhetoric in Cicero's Pro Milone», RhM 128 (1985). 57-72.
39
Un análisis de las cualidades literarias y formales de esta peroración se puede encontrar en T. W. GUZIE,
«Conclusion of Cicero's Milo», CB 32 (1956), 43-45.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 8

Pompeyo.

6. La tradición manuscrita

Tal vez por la fama que desde la antigüedad alcanzó este discurso, el texto del Pro Milone ha
podido ser establecido con mucha más seguridad que la mayor parte de las restantes piezas oratorias
de Cicerón40.
Así, en un palimpsesto de la biblioteca de Turín (P) Taurinesis, A, II, 2, de los siglos IV-V, se
descifraron algunos fragmentos del Pro Milone (§ 29-32; 34-36; 72-75; 86-88 y 92-95), publicados
por A. Peyron41 antes de que un incendio destruyera el manuscrito en 1904.
También desapareció el manuscrito de Cluny, Cluniacensis 496 (C), anterior al s. IX, que Poggio
trajo a Italia en 1414 y que contenía el texto del Pro Milone. Algunas de sus lecturas se pueden
restituir a través de dos manuscritos posteriores: el Laurentianus plut. LIV, 5 (B) y el Parisinus,
14749 (V) del s. XV. Muy próximo al Cluniacensis está el Harleianus 2682 (H) del s. XI: ambos
presentan la misma laguna desde § 18 cruentata hasta § 37 paene in.
A una misma familia, pero distinta de la anterior, pertenecerían a su vez tres códices importantes:
el Monacensis 18787 (T) del s. XI, el Berolinensis 252 (E) del s. XII y un códice también antiguo y
hoy perdido, el Werdensis (W), pero del que se han conservado algunas de sus lecturas.
Finalmente, a los numerosísimos manuscritos de los siglos XIV y XV (que no representan una
tradición diferente a la de los manuscritos más antiguos, pero que contienen interesantes
correcciones de humanistas), habría que añadir la tradición indirecta representada por los
comentarios de Asconio y del escoliasta Bobiense y por las numerosas citas de Quintiliano, de
gramáticos y de retores.

7. Ediciones y traducciones42

J. BAUTISTA CALVO, Obras completas de M. Tulio Cicerón, vol. VI. Buenos Aires, 1946.
A. BOULANGER, Cicéron. Discours XVII, París, 1949.
A. C. CLARK, M. Tulli Ciceronis Orationes II, Oxford, 1970 (= 19182).
A. C. CLARK, M. T Ciceronis, Pro T. Annio Milone, Amsterdam, 1967 (reimpr.= Oxford,
1895).
P. COLLIN, Pro Milone, Lieja, 19636.
R. FARANDA, Pro Milone, Turín, 1969.
P. FEDELI, In difesa di Milone, Venecia, 1990.
1. DI GALLO, Orazioni clodiane, Roma, 1969.
M. GIEBEL, Rede für Titus Annius Milo, Stuttgart, 1972.
M. GRANT, Selected political speeches of Cicero, Baltimore, 1969.
A. M. GUILLEMIN, Pro Milone de Cicéron, París, 1938.
A. KLOTZ, M. Tullí Ciceronis scripta..., VIII, Leipzig, 19182.
J. QUÉMENER, Pro Milone, París, 1972.
J. S REID, M.T. Ciceronis Pro T. Annio Milone, Cambridge, 1916 (reimpr. = 1894).
C. ROMERO BARRANCO - GÁMEZ GONZÁLEZ, Cicerón. Discurso en defensa de T. Annio
Milón, Barcelona, 1984.
N. H. WATTS, Cicero. The Speeches, XIV, Londres, 1979 (reimp. = 1931).
J. VON ZIEGLER, Pro T. Annio Milone, Heidelberg, 1977.

40
Cf. J. BOULANGER, Cicéron. op. cit., pág. 62, a quien estamos resumiendo en este punto. Cf. también A. C.
CLARK, M. T. Ciceronis Pro T. Annio Milone..., op. cit., págs. XXXI-XLIX.
41
Ciceronis orationum...fragmenta indita, Stuttgart-Tubinga, 1824, pág. 218 ss.
42
Citamos únicamente algunas de las ediciones y traducciones más importantes del s. xx. Sobre la presencia de este
discurso en España, cf. lo dicho en pág. 27, nota 41.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 9

Para la presente traducción hemos seguido la conocida edición de OCT de A.C. Clark (que es
una revisión, a su vez, de su edición comentada de 1895), pero teniendo también presentes las de
Klotz y Boulanger. Las variaciones respecto al texto de Clark que pueden afectar al sentido de la
traducción han sido las siguientes:

CLARK TEXTO SEGUIDO


Mil. 5: coniunctis. cunctis (ET).
Mil. 14: volnerarunt. non volnerarunt (codd.).
Mil. 42: rumoreen, fabulam falsam, fictam, leven. rumorem leven fictam fabulam
(BOULANGER).
Mil. 50: occultator et receptor locus. occultator locus (codd.).
Mil. 60: ceteri. a ceteris (codd.).
Mil. 64: quamvis. quemvis (ETW).
Mil. 90: cui mortuo unus. qui mortuus uno (T).
Mil. 91: fascibus. facibus (HET).
Mil. 95: ceperit. dederit (ET).
Mil. 105: exceperit. excipiet (B).

8. Bibliografía43

J. AXER, «Gladiator's death: some aspects of rhetorical technique in Cicero's speech Pro
Milone», Eos 77 (1989), 31-43.
BENNER, Die politik des P. Clodius Pulcher, Stuttgart. 1987.
R. CAHEN, «Examen de quelques passages du Pro Milone», REA 25 (1923).119-138.
C. CHAPARRO GÓMEZ, C., «Comentario de oratoria latina: Cicerón, 'Pro Milone' 1-6»,
Primeras jornadas de Filología latina: Comentario de Textos, Mérida, Univ. de Extremadura,
1982, 69-85.
M. E. CLARK - J. RUEBEL, «Philosophy and rhetoric in Cicero's Pro Milone», RhM 128
(1985), 57-72.
E. DONNELLY, Cicero's Milo: a rhetorical commentary, N. York, 1934.
T. W. GUZIE, «Conclusion of Cicero's Milo», CB 32 (1956), 43-45.
A. W. LINTOTT, «Cicero and Milo», JRS 64 (1974), 62-78.
B. A. MARSHALL, «Excepta oratio. The other Pro Milone and the question of shorthand»,
Latomus 46 (1987), 730-736.
J. M. MAY, «The ethica digressio and Cicero's Pro Milone», CJ 74 (1979), 240-246.
M. C. MITTELSTADT, «Cicero's political velificatio mutata. 54 B.C.-52 B.C., compromise or

43
Dada la abundante bibliografía que este discurso ha suscitado (cf., por ejemplo, P. FEDELI In difesa di Milone,
op. cit. págs. 191-193), no incluimos las biografías o estudios generales sobre Cicerón ni sobre el marco histórico
común de los discursos post reditum (supra. págs. 29-31). Nos limitaremos, pues, a recoger una selección actualizada
de los trabajos que abordan aspectos concretos de este discurso.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 10

capitulation», PP 40 (1985),13-28.
J. H. MOLYNEUX, «Clodius in hiding», CQ 11 (1961), 250-251.
J. S. J. PEDRAZ, Oratio pro Milone. Estudio histórico-literario, Sal Terrae, Santander, 19706.
L. PEPPE, «Ancora a proposito di Cic. Mil. 32,87 e della legislazione di Clodio», Scritti
Guarino, IV, Nápoles, 1984, 1675-1687.
J. S. RUEBEL «The trial of Milo in 52 B.C. a chronological study», TAPhA 109 (1979), 231-
249.
A. SCAILLET, «Cicéron Pro Milone. La théorie oratoire appliquée á l'exorde et á la narration»,
EC 59 (1991), 345-347.
J. N. SETTLE, «The trial of Milo and the other Pro Milone», TAPhA 94 (1963), 268-280.
A. M. STONE: «Pro Milone. Cicero's second thoughts», Antichthon 14 (1980), 88-111.
W. J. TATUM, P. Clodius Pulcher (tr. pl. 58 B.C.): the rise of power, tesis, Austin, 1986.
E. VEREECKE, «Le rythme binaire et ternaire dans l'argumentation. Cicéron Pro Milone 1-31»,
EC 59 (1991), 171-178.
J. WELLESLEY, «Real and unreal problems in the Pro Milone», ACD 7 (1971), 27-31.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 11

MARCO TULIO CICERÓN

DISCURSO EN DEFENSA
DE

TITO ANIO MILÓN*

INTRODUCCIÓN

1. Desde el tiempo de los dos demagogos Tiberio y Cayo Graco (133.124 a. C.), padecía Roma
una enconada y esterilizadora lucha de partidos políticos en la que se desahogaban todas las
pasiones, intereses bastardos y rencores personales y colectivos de aquella sociedad romana caduca
del último siglo de la República. Las agitaciones y rivalidades entre los demócratas y los llamados
optimates o aristócratas, que defendían las prerrogativas del senado, habían llegado al punto
máximo de su encono en el tiempo del primer triunvirato Craso, César y Pompeyo (60 a. C.). Este
quedó en Roma mientras Craso se encargaba de la guerra en Siria y César en la Galia Cisalpina.
Pompeyo, excelente estratega en el campo de batalla, pero inhábil para el gobierno civil y de
programa político sumamente indeciso, vacilaba entre los dos partidos y era impotente para
contener la anarquía en que se agitaba Roma. Los asesinatos y atropellos de todas clases se
multiplicaban de manera increíble.

2. PUBLIO APIO CLODIO (o CLAUDIO) PULCRO. Perteneciente a la antigua familia patricia


de los Claudios (gens Claudia), había llevado una juventud turbulenta y desenfrenada, a pesar de
pertenecer por nacimiento a la primera aristocracia romana, se afilió a los partidos populares, en
cuyos programas y procedimientos extremistas encontraba desahogo su índole inquieta y revoltosa.
Su audacia y desenfreno no retrocedía ante el crimen, si era necesario, para satisfacer sus
ambiciones. Cargado siempre de deudas y amenazado por los acreedores, no veía otro remedio para
su apurada situación que un tumulto popular revolucionario que pegara fuego a los archivos donde
se guardaban los registros de esas deudas. Simpatizante de los catilinarios, necesariamente había de
odiar a Cicerón. El año 58, siendo tribuno de la plebe, fue el principal promotor de la ley que obligó
a Marco Tulio a desterrarse. Cuando el año siguiente, 57, el tribuno Fabricio propuso una ley que
llamaba a Cicerón del destierro, Clodio, con los suyos, obligó varias veces a dispersarse la asamblea
que debía votarla. Desde entonces cayó mucho el prestigio de Clodio y se exacerbaron los odios de
los aristócratas y de Cicerón contra él.

3. TITO ANIO MILÓN. Nació en Lanuvio (70 km. al sureste de Roma), Había sido adoptado
por su tío Tito Anio, del cual recibió el nombre, aunque más bien se le llamaba en Roma con el
apodo Milón, por la forma hercúlea de su cuerpo que recordaba la del famoso atleta griego Milón de
Crotona (520 a. C.). En 57, como tribuno de la plebe, intervino en la repatriación de Cicerón.
Aunque éste elogia en su discurso las virtudes ciudadanas y domésticas, no se diferenciaban éstas
mucho de las de Clodio. Milón pertenecía al partido aristócrata y era el más acerbo rival de Clodio.
En diferentes ocasiones se habían batido los esclavos de ambos en batalla campal al encontrarse sus
dueños en las calles o en las vías de Roma. Milón, dotado de una fuerza y habilidad de gladiador,
gustaba de tomar parte personal en estas luchas.

*
Esta otra introducción no pertenece a la edición de Gredos sino a Selecta Latina, 5ª edición, Editorial Pontificia,
Barcelona, 1946, Antología de textos a cargo de Eugenio Subirana.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 12

4. LA CAMPAÑA ELECTORAL PARA EL AÑO 52. La rivalidad entre Clodio y Tito Anio se
hallaba en el momento de mayor exacerbación cuando comenzó la campaña electoral para los
cónsules del año 52. Tres eran los candidatos, Publio Plaucio Hipseo, Quinto Cecilio Metelo
Escipión y Milón. Este mismo año so presentaba Clodio como candidato para la pretura y empezó a
trabajar con todas sus fuerzas en favor de la candidatura de Hipseo y Metelo Escipión y a hostilizar,
en cambio, la de Milón. Pompeyo favorecía a los competidores de Milón y, a pesar de que Clodio
había atentado varias veces contra su vida, se mostraba entonces como reconciliado con él. Para
lograr mejor sus intentos Clodio comenzó a prometer diversas leyes democráticas, a fin de atraer los
votos de la plebe. Varias veces se intentaron las elecciones y todas fueron estorbadas por los
clodianos. El año 53 se terminó sin poderse celebrar las elecciones de cónsules para el 52. Así es
que al comenzar este año cesó el mando de los cónsules del anterior y no quedaron otros
magistrados que los tribunos. En esos casos los senadores sacaban por suertes el interrex, que tenía
interinamente todo el poder consular. Este se nombraba a los cinco días un sucesor, y así
sucesivamente hasta la elección de los cónsules. En el caso presente los tribunos, con la connivencia
de Pompeyo, que deseaba obligar al senado a entregarlo poderes dictatoriales, fueron estorbando la
reunión de los patricios para el nombramiento del interrex. En estas circunstancias fue cuando
acaeció el hecho ruidoso que cambió el aspecto político de Roma.

5. LA MUERTE DE CLODIO. El 18 de enero* del 52, se dirigió Milón a su pueblo de Lanuvio,


de cuyo municipio era prefecto, para consagrar allí un sacerdote. Algo más allá de Bovilas (12 km.
de Roma) le sale al paso, según parece casualmente, volviendo de Aricia, Clodio en la vía Apia,
cerca de la capilla de la Buena Diosa (Bona Dea). Clodio iba a caballo rodeado de unos treinta
esclavos en actitud belicosa y con las espadas preparadas para cualquier refriega. Milón iba en
carruaje con su esposa Fausta y con mucha impedimenta y servidumbre, entre la cual no faltaban
algunos gladiadores como Eudamo y Birria. Los dos rivales pasaron de largo entrecruzándose una
hosca mirada, pero entre los últimos esclavos de las dos comitivas se trabó una pelea. Volvióse
entonces Clodio, amenazador, en ademán de acercarse al carruaje de Milón. Birria le atravesó un
hombro con el arma llamada rumpia, especie de lanza. El herido tuvo que ser trasladado al próximo
mesón. Allí fue rematado por los esclavos de Milón. El cadáver quedó abandonado en el camino
hasta que el senador S. Tedio, que volvía de la campiña, lo recogió y lo llevó a Roma en su propia
litera. Aquella misma noche grupos de plebeyos a sueldo de los clodianos desfilaron. con muestras
espectaculares de gran dolor por la casa de Clodio, y al día siguiente, por Instigación de los tribunos
Munacio Planco y Pompeyo Rufo, favorecedores de los clodianos, se formó una especie de
procesión macabra en la que fue conducido al foro el cadáver de Clodio, desnudo y sucio como
estaba, para que se vieran las heridas. Allí los tribunos arengaron a la multitud contra Milón y ésta,
enfurecida, quemó el cadáver con los escaños, mesas y documentos de la curia, entre los cuales se
encontraban los registros de muchas deudas de los clodianos. El fuego se propagó hasta la misma
curia. Estos fueron los hechos reales. Asconio, que los narra, dice que la posada en la vía Apia fue
asaltada por orden de Milón, pero no dice que éste mandara matar a Clodio. Milón iba jactándose
por Roma de que él había mandado rematar a su enemigo. Parece que así fue, pero la excitación de
los ánimos y la impericia de los clodianos embrollaron horriblemente todo el hecho. Ante la
gravedad de la situación se procedió en seguida al nombramiento de un interrex (21 enero). Fue
elegido M. Emilio Lépido, cuya casa fue asaltada por las turbas.

6. EL PROCESO. Pompeyo dejó crecer los tumultos para obligar al senado a otorgarle poderes

*
Los historiadores antiguos, Asconio, Dion Casio y Plutarco, nos han referido con bastante pormenor todo lo referente
al proceso de Milón, aunque con algunas divergencias. Algunos autores señalan el 20 de enero como fecha de la muerte
de Clodio. Tanto Cicerón como Asconio dicen que fue el día 13 antes de las calendas de febrero (ante diem XIII
Kalendas Februarias). Según el calendario vigente entonces, enero tenía veintinueve días, no treinta y uno, como tuvo
después. Según eso, y teniendo en cuenta que los romanos incluían en el cómputo el día del hecho y de referencia (aquí
el 1, de febrero), resulta que el de la muerte de Clodio fue el 18 de enero.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 13

dictatoriales que al fin obtuvo. El senado concedió a Pompeyo el título de consul sine collega y le
dio plenos poderes para enrolar tropas y proponer leyes excepcionales. Entonces el dictador obligó
al senado a presentar al pueblo varias leyes. Por ellas constaba que el hecho ocurrido en la vía Apia
y los desórdenes que se siguieron constituían un atentado contra la seguridad del Estado. Se procesó
a varios autores de los recientes alborotos, con lo cual preparaba Pompeyo lo que más anhelaba, que
era enredar en un proceso a Milón y desembarazarse de él, pues temía con fundamento que fuera
elegido cónsul. Para asegurar más el golpe introdujo notables variaciones en el proceso judicial.
Presentó un proyecto de ley por la cual, en vez del tribunal ordinario, se constituía uno
extraordinario formado por jueces elegidos por suerte entre los 360 que presentaría el mismo
Pompeyo. Los senadores se indignaron ante tamaña coacción a la libertad judicial, pero hubieron de
ceder al amenazar Pompeyo con la violencia. Cuando estaba todo dispuesto, los dos sobrinos de
Clodio, llamados ambos Apio Claudio, acusaron a Milón de violencia (de vi), de intriga (de ambitu)
y de uso ilícito de las asociaciones en orden a la campaña electoral (de sodalitis). Desde el primer
momento se dió por descontado que si Milón era condenado en el primer proceso, no se presentaría
en juicio a defenderse de las otras dos acusaciones, sobre todo porque la pena impuesta en él era el
destierro perpetuo. Para este primer proceso de Milón se introdujeron todavía otras innovaciones.
Debía durar sólo cinco días, de los cuales se destinarían cuatro al interrogatorio de los esclavos,
examen de los testimonios y otras formalidades jurídicas. En el quinto día debía elegirse a los
jueces, tenerse el juicio y darse la sentencia. La acusación y la defensa debían pronunciarse este
mismo día; a la primera, se le asignaban dos horas como máximo y tres a la segunda. Antes del
juicio se procedió al interrogatorio de los esclavos durante los días 4, 5, 6 y 7 de abril. Milón había
libertado a los suyos, sin duda para que no declarasen la verdad; por eso el presidente concedió al
acusador Apio que sometiese a interrogatorio a los de Clodio en el atrio del templo de la Libertad.

7. EL JUICIO. El día 8 de abril era el señalado para el juicio. Milón veía segura su condena,
dada la animosidad de Pompeyo contra él y el temor que se había apoderado de la mayor parte de
los jueces. Por eso, cediendo a su carácter altanero y audaz, no se presentó en el foro, como solían
presentarse los reos en actitud propicia a mover la compasión de los jueces, sino arrogante y
amenazador. Desde el banquillo interrumpió varias veces a los acusadores y lanzaba miradas
retadoras a los grupos clodianos esparcidos por los alrededores del foro. Este presentaba un aspecto
imponente. Se había reunido una muchedumbre inmensa. La plaza estaba tomada militarmente lo
mismo que las bocacalles que daban a ella. La multitud se arracimaba compacta en los edificios
contenida por los soldados armados. Pompeyo estaba sentado delante del Aerarium al pie del
Capitolino, y desde allí dominaba el foro. Antes de comenzar la acusación se eligieron los 81 jueces
que debían formar el tribunal de los 300 que había presentado Pompeyo. Cicerón, consciente del
riesgo que iba a correr, había aceptado la defensa por un sentimiento noble de gratitud para con el
amigo que le había llamado del destierro. Pero el aspecto del foro, y sobre todo la actitud de los
clodianos, que se agitaban furiosamente entre la multitud, le intimidó profundamente. Cuando
comenzó a hablar, una gritería desaforada de los clodianos interrumpió sus primeras frases.
Entonces el orador perdió por completo la serenidad y no pudo pronunciar más que un discurso
deshilvanado y lánguido.*

8. LA SENTENCIA. Cuando acabó Cicerón de hablar, se procedió a la llamada reiectio, por la


cual el acusador y el acusado descartaban quince jueces cada uno, esto es, cinco senadores, cinco
caballeros (equites) y cinco tribunos del erario que eran las tres clases que constituían el tribunal.
Este quedó reducido con eso a cincuenta y un jueces. Se procedió a la votación y Milón fue
condenado por 38 votos contra 13. Se le impuso la pena llamada interdictio aquae et ignis, esto es,

*
Este discurso fue recogido por los exceptores o taquígrafos. Todavía se conservaba en tiempo de Asconio (reinado de
Tiberio) y Quintiliano. Asconio se limita a decir: non ea qua solitus erat constantia dixit. Quintiliano la llama
oratiuncula (IV, 3, 4).
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el destierro perpetuo. Milón marchó a Marsella, donde estuvo desterrado hasta la guerra civil entre
César y Pompeyo. Después de la batalla de Farsalia, Indignado contra César porque no lo había
llamado del destierro, se evadió y comenzó a levantar contra él los pastores del sur de Italia; hasta
que fue herido de muerte en el asedio de la ciudad de Compsa por una piedra lanzada desde el muro
el año 48 a. C.

9. JUICIO DEL DISCURSO DE CICERÓN «PRO MILONE». El discurso de Cicerón en


defensa de Milón, tal como hoy lo tenemos, fue editado por el orador poco tiempo después del
proceso. Es muy probable que reproduzca substancialmente el mismo que habia preparado Cicerón
para el foro, aunque luego pudo pulir más pacientemente la forma externa. Este discurso, tal como
ha llegado a nosotros, es una obra admirable de artificio oratorio.* En él aparecen con gran relieve
todas las dotes oratorias del gran orador romano. La misma dificultad de la causa que defiende, le
hace prodigar la técnica retórica que logra levantar un edificio de lógica persuasiva, vistoso e
impresionante, sobre el terreno movedizo de unas pruebas endebles. Al orador se le presentaban
diversos modos de enfocar la defensa. Se sabe que el célebre orador Bruto, amigo de Cicerón,
compuso como ejercicio oratorio y aun publicó una defensa de Milón sobre este principio: «no
merece castigo el que ha librado a la República de su mayor enemigo». El fin del orador sería
entonces convencer a los jueces de que en las circunstancias anárquicas en que estaba Roma, podía
cualquier ciudadano tomarse el derecho propio del Estado de despachar a los ciudadanos
perturbadores del orden. Cicerón no quiso seguir ese camino. Aprovechando la afirmación de los
clodianos de que el encuentro había sido buscado por alguno de los dos rivales (ellos, naturalmente,
querían indicar a Milón), se hace fuerte el orador en la argumentación de que es absurdo pensar que
Milón saliera a un encuentro como ése, con el impedimento de su mujer y los acompañantes que
iban a la fiesta de Lanuvio, mientras que Clodio iba a caballo y rodeado de gladiadores y esclavos
desembarazados. Es admirable el artificio de Cicerón en acentuar las circunstancias que favorecen
su aserto y dejar en la penumbra los puntos flojos de su argumentación. Con eso pretende probar en
la primera parte que Milón mató a Clodio con derecho, ya que no hizo más que defenderse. Así
satisface a los jueces que preferían considerar la cuestión en el aspecto jurídico. Pero le era
necesario al orador reforzar los puntos débiles de esa argumentación, y por eso añade una segunda
parte, cuyo argumento esquematizado podría ser el siguiente: Aunque Milón hubiera matado a
Clodio contra todo derecho (el orador insiste siempre en que eso es falso, como se ha demostrado en
la primera parte), con todo, podía gloriarse de esa muerte por el bien inmenso que con ella ha hecho
a la República. Suponiendo ya reforzado en la parte primera el punto falso de esta argumentación, o
sea el aspecto jurídico, el orador pisa terreno firmísimo al evocar los beneficios inmensos que de
hecho se siguieron a la muerte de aquel hombre inicuo. Ni Pompeyo podía negarlos, ni ninguno de
los jueces. Por eso esta parte es la que encierra mayor vigor y en la que la elocuencia de Cicerón se
levanta a regiones nunca alcanzadas en su larga y brillante carrera. Apenas habrá precepto alguno
en la minuciosa retórica que se enseñaba aquel tiempo en las escuelas, que no haya sido tenido en
cuenta en esta oración. El estilo de la miloniana es lo más perfecto que produjo la prosa latina.
Abundan los fragmentos trabajados con el primor y minuciosidad de una obra de orfebrería. Como
se ha dicho, aparecen en esta oración, también algo abultados, los defectos de la oratoria
ciceroniana. Abunda la palabrería excesivamente huera, a las veces impuesta por el prurito casi
continuado de la sonoridad en la frase y arquitectura simétrica en el período. No hay figura de
dicción y pensamiento de las que se exponen con tan pueril minuciosidad en el Orator, que no se
repita aquí con frecuencia. Menudean las exageraciones retóricas a las que era tan aficionado el
orador cuando le convenía ensalzar las virtudes de los que defendía, con menoscabo de la sinceridad
que tanto apreciamos y exigimos hoy en la oratoria. Pero esos defectos quedan obscurecidos ante

*
Ya en el primer siglo de la era cristiana se explicaba en las escuelas de retórica, como la obra maestra del primer
orador. Asconio dice: «scripsit vero hanc quam legimus ita perfecte ut iure prima haberi possit». (Asc., párrafo
XXXVI, 27.) También Dión Casio le prodiga los elogios y Quintiliano lo cita continuamente.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 15

los esplendores del arte literario, de la sagacidad oratoria, de la habilidad técnica derrochada aquí
por Cicerón. Cuando se acaba de leer la oración, se tiene el pleno convencimiento de que si se
hubiera pronunciado tal como está, con el vigor y elegancia de expresión de aquel hombre que
tantos triunfos había obtenido en el senado y en el foro en circunstancias no menos difíciles que las
que rodearon el proceso de Milón, los jueces hubieran absuelto al reo y Pompeyo, hábilmente
cogido en las redes sutiles de la elocuencia ciceroniana, no se hubiera atrevido a oponerse a la
sentencia.»**

ANÁLISIS Y PARTES DEL DISCURSO EN DEFENSA DE T. ANIO MILÓN

Género: Judicial.

Fin último: que sea absuelto Milón.


Fin próximo: probar que Milón mató a Clodio justamente.

Estado de la cuestión***: 1) ¿Quién de los dos preparó la emboscada al otro?


2) ¿Había otro medio que el usado por Milón para evitar a la
República, el mal que le hacía Clodio?

Proposición: 1) Milón mató a Clodio con el derecho de la propia defensa.


2) Milón mató a Clodio con el derecho que tenía de defender a la patria.

N. B. Esta es la verdadera proposición en el ánimo del orador, aunque él no la propone tan


claramente.

El discurso se compone de estas partes:

Exordio (1-5).
Proposición (6).
Refutación previa de tres objeciones (7-23): Primera (7-11), segunda (12-22) y tercera 23
Narración (24-29).
Estado de la cuestión (30-31).
Confirmación de la primera parte (32-71). Confirmatio de causa
Confirmación de la segunda parte (72-92). Confirmatio extra causam
Peroración (92-105).

EXORDIO

Es de los llamados de circunstancias (ab adiunctis). El intento del orador en él es ganarse la


atención y benevolencia de los jueces y también de Pompeyo. Los oyentes estaban divididos en tres
grupos: a) los prevenidos contra el orador, como Pompeyo, algunos jueces y una parte del público;
b) los intimidados, como el propio orador y la mayor parte de los jueces; c) los clodianos,
dispuestos a intimidar con sus alborotos al tribunal. El orador se propone conciliarse la
benevolencia de Pompeyo y de los jueces prevenidos, animar a los tímidos e intimidar a los
clodianos.

**
Cuenta Dión Casio (XL, 54) que Cicerón envió un ejemplar de su oración, tal como la tenemos hoy, a Milón, y que
éste le contestó con mordaz ironía: «me alegro de que no hayas pronunciado esta oración en el tribunal, pues si la
hubieras echado, no comería Milón ahora los sabrosos barbos de Marsella.»
***
Llámase en los libros de retórica estado de la cuestión (status quaestionis) a aquella proposición o proposiciones que
constituyen el punto principal que se discute en la causa y de cuya solución depende principalmente la prueba de la
proposición.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 16

ANEJOS DE ORATORIA LATINA: PARTES DEL DISCURSO*


Introducción del tema a tratar. Es el comienzo del discurso (proemium, principia), cuya
finalidad es la captatio benevolentiae, y esto se busca en: 1) a propria persona, 2) ab adversarii
persona, 3) ab iudicis persona , 4) a causa. En esta parte se dan los tópicos de la falsa modestia,
de la incapacidad de uno para esa causa, de su inexperiencia, no presentarse arrogante,
1º - EXORDIUM / EXORDIO

etc... DIFFICULTATES de la causa (INCOMMODA). Hay dos modalidades para el mismo


término genérico Exordium: 1) PRINCIPIUM 2) INSINUATIO. El uso de uno y otro
depende de poner la causa en relación con la dÒxa o communis opinio: genus honestum, el que
se adecua a la causa ; genus humile: causas sobre cuestiones baladíes por lo que la finalidad
del exordio es captar la atención; genus anceps: causa muy importante, la que tiene una
parte con la que estamos de acuerdo y otra con la que no: genus turpe: causa que versa
sobre algo en contra de la opinión común (p. ej. la defensa de un asesino) , y es cuando
hace falta acudir a la INSINUATIO ( modalidad de exordio que se basa en la sorpresa y
suposición ("supongamos que..., y supongamos que...” en que por medio de una forma
disimulada y con un rodeo va penetrando el discurso oscuramente en el ánimo del oyente.
El estilo del exordium no ha de ser encendido ni patético, ni tampoco demasiado sencillo.
Ha de dar sensación de naturalidad. Es un estilo moderado, de períodos largos y bien
equilibrados. Es donde se suelen encontrar las clausulas métricas (prosa métrica). No
siempre hay necesidad de que haya exordium.
Exposición o demostración persuasiva del tema o los hechos acaecidos o que pudieron
haber ocurrido (hechos verosímiles). El silogismo que utiliza es el entimema, premisas
probables para persuadir. Clases de narratio: a) narratio oratoria, la de un discurso, de la
2º- NARRATIO / NARRACION

que su función es la exposición persuasiva de los hechos; b) digresión: no relacionada con la


causa tratada (fragmento de aparato de exhibición del orador, amplificationis causa.
relacionada con la causa, cuya finalidad es aclarar algún punto de la acusación (crimen) o
marcar el paralelismo entre dos casos semejantes, o bien para deleitar como un trozo
ameno, amplificationis causa. La NARRATIO ha de cumplir con estos tres requisitos: que sea
breve, clara y verosímil: brevitas (hay que decir lo justo y necesario sumariamente, sin
pecar por exceso —adiectio— o por defecto -detractatio- que lleva a la obscuritas; la
perspicuitas —claridad— que afecta a las ideas y a las verba, palabras, —singula, coniuncta—
y que sean correctas —puritas—, exponiendo lo ocurrido según el orden cronológico de los
tiempos (ordo naturalis). También ha de ser verosímil o probabilis si se narran hechos que
tengan reproducción en la realidad (ocurrieran o no), teniendo en cuenta la dignidad de
las personas (caracterización del personaje) y exponiendo las causas de los hechos y si se
atienen los hechos al carácter del personaje al que se le imputan. Puede hacer referencia a
Quis? ¿quién?, Quid? ¿Qué? (el hecho en sí), Cur?¿Por qué? (la causa), Ubi? ¿dónde?,
Quando? (el tiempo), Quamadmodum? (indica el modus), Quibus auxiliis? Quibus adminiculis?
(por medio de qué). Su función es preparar para la argumentación.

*
Este esquema y el de la página siguiente son addendas del escaneador que no pertenecen a la edición de Gredos.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 17

(Es potestativa): contiene la exposición distribuida de los temas a tratar; aparece


3ª- DIVISIO / DIVISION o
PARTITIO / PARTICION
principalmente después de la NARRATIO y antes de la ARGUMENTATIO aunque
también puede aparecer como un segundo momento del exordio anunciando las
divisiones o su planificación o también una al comienzo de cada parte. El orador ha de
incluir brevemente una SUMMA CAUSA o resumen de en qué se va a basar la
ARGUMENTATIO (en qué puntos hay acuerdo o desacuerdo, y se anuncia el plan que se
va a seguir). La distribución tiene dos partes: una enumeración donde se dan a conocer
enumerándolos cuántos puntos se van a tratar y una exposición, que consiste en exponer
brevemente y en su totalidad los puntos de que vamos a hablar.

Aportación de los argumentos, donde se enuncian las "pruebas" que se elaboraron en el


curso de la INVENTIO. Es la parte mayor y central del discurso, en función de la cual están
todas las demás. Las primeras sirven para dar información y tras esta viene la
4º ARGUMENTATIO /
ARGUMENTACIÓN

ARGUMENTATIO a la que sirven de presentación. A menudo se ha identificado


ARGUMENTATIO = CONFIRMATIO / CONFIRMACION, siendo esta última únicamente
la parte positiva, las pruebas propias que sirven para afirmar los argumentos de uno que
prueben lo propuesto en la narración o división, dando crédito, autoridad y fundamento a
la causa defendida, no al hecho de rebatir los de la parte contraria, que es la REFUTATIO /
REFUTACION o CONFUTATIO / CONFUTACION , que sirve para refutar disolver,
invalidar o debilitar los argumentos de la confirmación de los adversarios. A veces tiene
lugar la ALTERCATIO, que es cuando se interrumpe el discurso continuo de una de las
partes y se produce un diálogo muy vivo con el abogado de la otra parte o con un testigo.
No tiene norma ninguna, sino que siempre se acomoda a la naturaleza de la causa, por lo
que pueden existir distintos tonos.
Destinada a ganarse a los jueces y al auditorio. Parte del discurso de la que menos teoría
hay y solamente se definen las partes y los tópicos de la misma. Es el fin artístico o artificial
de un discurso: su función es mouere "conmover" o llegar al ánimo del oyente valiéndose
de cualquier medio, incluyendo el patetismo (p. ej. una exposición de miserias para tocar la
5º - PERORATIO / PERORACION o CONCLUSIO /

parte sensible del jurado). Una PERORATIO canónica tiene tres partes: a) enumeratio o
enumeración, recapitulación de los argumentos, es el nivel de las cosas o asuntos (posita in
rebus) . En la práctica son pocos los discursos que la llevan. b) indignatio o indignación, que
tiene como finalidad suscitar sentimientos de rechazo, indignación u odio contra el
adversario o sus argumentos, nivel de los sentimientos (posita in affectibus). ¿Cómo se
indispone al adversario frente al juez?, argumentando que: éste es depravado;
CONCLUSION

mencionando quiénes fueron perjudicados por su felonía; que una acción tal merece
siempre castigo por un fin de ejemplaridad, para los que estén pendientes de la impunidad
no se sientan atraídos por tal impunidad; caracterizando la acción como atroz, la peor
posible; que la acción es inusual (amplificatio) incluso entre los animales; falta de
atenuantes, etc... c) conquestio / concuestión o conmiseratio / conmiseración, para suscitar
sentimientos de lástima hacia el acusado a través de una serie de tópicos como la
evocación de la anterior felicidad; inquiriendo qué desgracias sufrirá si es condenado;
enumerando una serie de desgracias del encausado (muerte de un hijo, traiciones, la
pobreza, la soledad, etc...) presentando alguna desgracia ante los presentes para apoyar las
palabras; deploración de una vida grata anterior con alguno de sus parientes; alusión a los
detalles sobre su entierro o muerte, etc... Es la parte mejor caracterizada desde el punto de
vista de la forma. Hay una mayor rapidez, dramatismo o patetismo, los periodos son
menos amplios que en el exordium y las figuras que se utilizan son más atrevidas,
exclamaciones, apóstrofo, vocativos, subjuntivo exhortativo, interjecciones retóricas,
antítesis, asíndeton, construcciones duplicadas o trimembres, gradaciones ascendentes,
anáforas, etc…
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 18
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 19

Ediciones en latín:
Del Argumento de Asconio Pediano:
http://www.intratext.com/X/LAT0425.htm
Textos latinos del discurso obtenidos de:
http://www.thelatinlibrary.com/cicero/milo.shtml
http://www.intratext.com/X/LAT0096.htm

basados en la edición de J. B. Greenough & G. L. Kittredge, eds. Select Orations of Cicero (Boston,
1896).

Puede consultarse el comentario en inglés del comentario de Asconio:


http://www.csun.edu/~hcfll004/asconius.htm

ARGUMENTO DE QUINTO ASCONIO PEDIANO

PRO MILONE EN DEFENSA DE MILÓN


Introducción
Argumentum. ARGUMENTO 1

Orationem hanc dixit Cn. Pompeio III cos. 1 (Cicerón) pronunció este discurso durante el tercer
a. d. VII Id. April. Quod iudicium cum consulado de Gneo Pompeyo seis días antes de los
ageretur, exercitum in foro et in omnibus idus de abril. Durante la celebración del juicio, Gneo
templis quae circum forum sunt collocatum Pompeyo colocó tropas en el foro y en todos los
a Cn. Pompeio fuisse non tantum ex templos que rodean el foro: esta noticia la
oratione et annalibus, sed etiam ex libro conocemos, no únicamente por este discurso y por los
apparet qui Ciceronis nomine inscribitur de relatos históricos sino también por el libro, obra de
optimo genere oratorum. Cicerón, que se titula Sobre el mejor género de
elocuencia.
Argumentum hoc est El argumento es el siguiente:
T.Annius Milo et P. Plautius Hypsaeus et 2 Tito Anio Milón, Publio Plautio Hipseo y Quinto
Q. Metellus Scipio consulatum petierunt Metelo Escipión presentaron su candidatura al
non solum largitione palam profusa sed consulado: además de repartir con largueza, durante
etiam factionibus armatorum succincti. la campaña, grandes cantidades de dinero, se hicieron
rodear de partidarios armados2.
Miloni et Clodio summae erant inimicitiae, Entre Milón y Clodio existían motivos de enemistad
quod et Milo Ciceronis erat amicissimus in muy profundos, ya que, por una parte, Milón era muy
reducendoque eo enixe operam tr.pl. amigo de Cicerón y, cuando fue tribuno de la plebe,
dederat, et P. Clodius restituto quoque había colaborado con gran empeño en el regreso del
Ciceroni erat infectissimus ideoque summe orador: por otra, Publio Clodio era enemigo

1
De Q. Asconio Pediano se conservan, además, los comentarios a los discursos In Pisonem. Pro Scauro, Pro Cornelio
de maiestate e In toga candida. Compuestos en Roma entre el 54 y 57 d. C., se trata de unos comentarios
fundamentalmente históricos y bien documentados. Del referido al Pro Milone reproducimos únicamente la
introducción y la conclusión, como hace en su edición A. BOULANGER (Cicéron. Discours XVII, op. cit.), de quien
hemos tomado la numeración de los parágrafos.
2
Según cuenta Plutarco, fue una de las campañas electorales más escandalosas: «se servían no sólo de la corrupción y el
dinero..., sino, abiertamente, de las armas, la intriga y los asesinatos, con riesgo de una guerra civil...» (KIT., Cato 72).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 20

studebat Hypsaeo et Scipioni contra encarnizado de Cicerón —incluso después de su


Milonem. regreso— y, por ello, apoyaba a Hipseo y Escipión3
contra Milón.
Ac saepe inter se Milo et Clodius cum suis Además, Milón y Clodio, junto con sus bandas, se
factionibus Romae depugnaverant: et erant habían enfrentado a menudo entre sí en las calles de
uterque audacia pares, sed Milo pro Roma: los dos eran igualmente audaces, pero Milón
melioribus partibus stabat. Praeterea in defendía una causa mejor. Además, aspiraban —en el
eundem annum consulatum Milo, Clodius mismo año— Milón al consulado y Clodio a la
praeturam petebat, quam debilem futuram pretura; éste se daba cuenta de que su cargo tendría
consule Milone intellegebat. escaso poder si Milón alcanzaba el consulado.
Deinde cum diu tracta essent comitia 3 Después, se habían ido retrasando durante bastante
consularia perficique ob eas ipsas perditas tiempo los comicios consulares y no podían
candidatorem contentiones non possent, et celebrarse por culpa de las propias disputas, sin
ob id mense Ianuario nulli dum neque sentido, de los candidatos; por ello, en el mes de
consules neque praetores essent enero no había todavía ni cónsules ni pretores y se iba
trahereturque dies eodem quo antea modo retrasando la fecha por los mismos motivos que
cum Milo quam primum comitia confici antes: Milón deseaba que los comicios se celebraran
vellet confideretque cum bonorum studiis, cuanto antes y, por su oposición a Clodio, confiaba en
quod obsistebat Clodio, tum etiam populo el apoyo de la gente de bien, así como en el apoyo del
propter effusas largitiones impensasque pueblo por el reparto generoso de dinero y por las
ludorum scaenicorum ac gladiatorii inmensas sumas gastadas en espectáculos escénicos y
muneris maximas, in quas tria patrimonia de gladiadores (Cicerón señala que había disipado en
effudisse eum Cicero significat; ello tres patrimonios)4; sus adversarios, en cambio,
competitores eius trahere vellent, ideoque querían aplazar los comicios; por ello Pompeyo,
Pompeius gener Scipionis et T.Munatius yerno de Escipión, y el tribuno de la plebe Tito
tribunus plebis referri ad senatum de Munacio no permitieron que se discutiera en el
patriciis convocandis qui interregem senado la propuesta de convocar a los patricios para
proderent non essent passi, cum interregem que nombraran un interrey pese a ser un hecho
prodere stata res esset -: a. d. XIII Kal. regular el nombramiento de un interrey...
Febr. Acta etenim magis sequenda et ipsam 4 En medio de esta situación, trece días antes de las
orationem, quae Actis congruit, puto quam calendasde febrero (creo que es preferible seguir las
Fenestellam qui a. d. XIIII Kal. Febr. tradit Actas y el discurso mismo que coincide con las
Milo Lanuvium, ex quo erat municipio et Actas5, en vez de a Fenestela que habla de catorce
ubi tum dictator, profectus est ad flaminem días antes) Milón se dirigió a Lanuvio (de donde era
prodendum postera die. natural y en donde ejercía entonces como dictador)
para nombrar un flamen al día siguiente.
Occurrit ei circa horam nonam Clodius Sobre la hora nona se encontró —poco después de
paulo ultra Bovillas, rediens ab Aricia, pasado Bovila— con Clodio que regresaba de Aricia,
prope eum locum in quo Bonae Deae muy cerca del lugar en el que hay un pequeño

3
Los dos candidatos de Pompeyo. El triunviro se casaría poco después con Cornelia, la hija de Q. Metelo Escipión y
viuda de Craso. a su vez, Q. Plautio Hipseo había sido cuestor de Pompeyo durante la tercera guerra contra Mitrídates
(en el 66).
4
Cicerón destaca este hecho como uno de los factores que favorecieron la candidatura de Milón: «Contamos con todo
esto: el favor de las gentes de bien que se ganó durante su tribunado..., su celo por mi causa, el de la gente del pueblo
por la magnificencia de sus juegos y su naturaleza generosa» (Fam. II 6, 3: cf. también Q. III 6, 6: III 7, 2).
5
Es decir, las Actas de las sesiones del senado. Aun siendo el relato de Asconio el más completo para conocer las
circunstancias del proceso, el comentarista rompe a veces la sucesión lineal de los hechos en su afán por establecer
causas y consecuencias. De ahí que sea necesaria una reconstrucción cronológica confrontando los datos de Asconio
con otras fuentes paralelas (el propio discurso de Cicerón, Dión. Plutarco, etc.). Cf. J. S. RUEBEL, «The trial of
Milo...», art. cit., págs. 231-232.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 21

sacellum est; erat autem allocutus santuario consagrado a la Buena Diosa. Clodio había
decuriones Aricinorum. Vehebatur Clodius pronunciado una arenga ante los decuriones de
equo; servi XXX fere expediti, ut illo Aricia. Viajaba a caballo y le seguían como unos
tempore mos erat iter facientibus, gladiis treinta esclavos armados a la ligera (como era la
cincti sequebantur. Erant cum Clodio costumbre entre los viajeros de aquella época) y
praeterea tres comites eius, ex quibus eques ceñidos con espadas. Clodio tenía además tres com-
Romanus unus C. Causinius Schola, duo de pañeros de viaje: uno de ellos era el caballero romano
plebe noti homines P. Pomponius, C. Gayo Causinio Escola; los otros dos, conocidos
Clodius. Milo raeda vehe batur cum uxore plebeyos, eran Publio Pomponio y Gayo Clodio. Por
Fausta, filia L. Sullae dictatoris, et M. su parte, Milón viajaba en coche acompañado de su
Fufio familiari suo. Sequebatur eos esposa Fausta, hija del dictador Lucio Sila, y de
magnum servorum agmen, inter quos Marco Fufio, un amigo suyo.
gladiatores quoque erant, ex quibus duo 5 Los seguía una larga columna de esclavos, entre
noti Eudamus et Biria. Ii in ultimo agmine los que había también gladiadores; dos de ellos eran
tardius euntes cum servis P. Clodi rixam famosos: Eudamo y Birria. Éstos, que marchaban
commiserunt. Ad quem tumultum cum algo retrasados al final de la columna, entablaron una
respexisset Clodius minitabundus, umerum disputa con los esclavos de Publio Clodio; a Clodio
eius Biria rumpia traiecit. Inde cum orta que, ante este tumulto, había vuelto sobre sus pasos
esset pugna, plures Miloniani accurrerunt. en actitud amenazante, Birria le atravesó el hombro
Clodius vulneratus in tabernam proximam con una gran espada. Entablado entonces un combate,
in Bovillano delatus est. acudieron en ayuda la mayoría de los hombres de
Milón. Clodio, herido, fue transportado a una posada
próxima, en Bovila.
Milo ut cognovit vulneratum Clodium, 6 Cuando supo Milón que Clodio había resultado
cum sibi periculosius illud etiam vivo eo herido, consciente de que, si se mantenía con vida,
futurum intellegeret, occiso autem magnum aquel episodio sería muy peligroso para él mientras
solacium esset habiturus, etiam si subeunda que, con su muerte (aunque tuviera que sufrir un
esset poena, exturbari taberna iussit. Fuit castigo), iba a tener un gran alivio, ordenó que le
antesignanus servorum eius M. Saufeius. sacaran a la fuerza de la posada, a la cabeza de sus es-
Atque ita Clodius latens extractus est clavos estuvo Marco Saufeyo; así que Clodio fue
multisque vulneribus confectus. Cadaver sacado a la fuerza de su escondrijo y abatido con
eius in via relictum, quia servi Clodi aut numerosas heridas. El senador Sexto Tedio (que
occisi erant aut graviter saucii latebant, casualmente regresaba desde el campo a la ciudad)
Sex.Taedius senator, qui forte ex rure in recogió su cadáver abandonado en el camino (pues
urbem revertebatur, sustulit et lectica sua los esclavos de Clodio o habían sido muertos o
Romam ferri iussit; ipse rursus eodem unde andaban escondidos gravemente heridos) y ordenó
erat egressus se recepit. que fuera transportado a Roma en su litera; él regresó
al lugar de donde había partido.
Perlatum est corpus Clodi ante primam 7 El cuerpo de Clodio llegó antes de la primera hora
noctis horam, infimaeque plebis et de la noche y una inmensa multitud de la gente más
servorum maxima multitudo magno luctu humilde y de esclavos, en medio de grandes
corpus in atrio domus positum circumstetit. manifestaciones de dolor, rodeó el cadáver que había
Augebat autem facti invidiam uxor Clodi sido colocado en el atrio de su casa. Además, la
Fulvia quae cum effusa lamentatione mujer de Clodio, Fulvia, mostrando sus heridas y des-
vulnera eius ostendebat. Maior postera die hecha en lamentaciones, hacía que aumentara la
luce prima multitudo eiusdem generis reprobación del crimen.
confluxit, compluresque noti homines visi Al amanecer del día siguiente acudió al lugar una
sunt. Erat domus Clodi ante paucos menses multitud mayor aún de gentes de la misma clase;
empta de M. Scauro in Palatio: eodem fueron vistos muchos hombres conocidos, entre ellos
T.Munatius Plancus, frater L. Planci el senador Gayo Vibieno. La casa de Clodio,
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 22

oratoris, et Q. Pompeius Rufus, Sullae comprada algunos meses antes a Marco Escauro, se
dictatoris ex filia nepos, tribuni plebis encontraba en el Palatino; allí también acudieron Tito
accurrerunt: eisque hortantibus vulgus Munacio Planco, hermano del orador Lucio Planco, y
imperitum corpus nudum ac calcatum, Quinto Pompeyo Rufo, tribuno de la plebe y nieto,
sicut in lecto erat positum, ut vulnera videri por el lado de su madre, del dictador Sila; siguiendo
possent in forum detulit et in rostris posuit. sus consejos, la masa ignorante transportó hasta el
foro y colocó sobre la tribuna de los oradores el
cadáver desnudo pero calzado, tal como había sido
colocado en el lecho, para que se pudieran
contemplar sus heridas.
Ibi pro contione Plancus et Pompeius qui 8 Allí, delante de la asamblea, Planco y Pompeyo,
competitoribus Milonis studebant invidiam que apoyaban a los candidatos rivales de Milón,
Miloni fecerunt. Populus duce Sex.Clodio encendieron el odio contra Milón. El pueblo, guiado
scriba corpus P. Clodi in curiam intulit por el escribano Sexto Clodio, introdujo el cadáver de
cremavitque subselliis et tribunalibus et Publio Clodio en la curia y lo quemó sirviéndose de
mensis et codicibus librariorum; quo igne los escaños y estrados de los senadores, de las mesas
et ipsa quoque curia flagravit, et item y de los libros. Como consecuencia del fuego ardió
Porcia basilica quae erat ei iuncta ambusta también la propia curia; asimismo la basílica Porcia,
est. que estaba pegada a la curia, fue rodeada por las
llamas.
Domus quoque M. Lepidi interregis is Esta misma muchedumbre de partidarios de Clodio
enim magistratus curulis erat creatus et atacó también la casa del interrey Marco Lépido
absentis Milonis eadem illa Clodiana (pues había sido elegido en su calidad de magistrado
multitudo oppugnavit, sed inde sagittis curul) y la del ausente Milón; pero fue rechazada de
repulsa est. Tum fasces ex luco Libitinae allí con flechas. Entonces llevaron las fasces (robadas
raptos attulit ad domum Scipionis et del bosque sagrado de Libitina) a la casa de Escipión
Hypsaei, deinde ad hortos Cn. Pompeii, e Hipseo, y después a los jardines de Gneo Pompeyo
clamitans eum modo consulem, modo mientras lo llamaban a grandes gritos cónsul unas
dictatorem. veces y, otras, dictador.
Incendium curiae maiorem aliquanto 9 El incendio de la curia había provocado en la
indignationem civitatis moverat quam ciudad una indignación bastante mayor que la muerte
interfectio Clodi. Itaque Milo, quem opinio de Clodio. De modo que Milón, de quien se había
fuerat ivisse in voluntarium exsilium, supuesto que había marchado voluntario al exilio,
invidia adversariorum recreatus nocte ea reanimado ante la impopularidad de sus adversarios,
redierat Romam qua incensa erat curia. había regresado a Roma la noche misma del incendio
Petebatque nihil deterritus consulatum; de la curia y persistía, sin ningún temor, en su
aperte quoque tributim in singulos milia candidatura al consulado; abiertamente, además,
assium dederat. Contionem ei post aliquot había repartido por tribus mil ases a cada ciudadano.
dies dedit M. Caelius tribunus plebis ac Algunos días después, el tribuno de la plebe Marco
Cicero ipse etiam causam egit ad populum. Celio le preparó una asambea popular para que
Dicebant uterque Miloni a Clodio factas hablara y el propio Cicerón defendió ante el pueblo la
esse insidias. causa de Milón. Los dos sostenían que era Clodio
quien había preparado una emboscada a Milón.
Fiebant interea alii ex aliis interreges, quia 10 Entretanto, se sucedían los interreyes, uno tras
comitia consularia propter eosdem otro, al no lo poderse celebrar los comicios
candidatorum tumultus et easdem manus consulares por culpa de los desórdenes que
armatas haberi non poterant. provocaban los propios candidatos y por las bandas
armadas.
Itaque primo factum erat S.C. ut interrex et Ante esta situación, en primer lugar se había dictado
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 23

tribuni plebis et Cn. Pompeius, qui pro cos. un senadoconsulto: que el interrey, los tribunos de la
ad urbem erat, viderent ne quid detrimenti plebe y Gneo Pompeyo (éste se encontraba, en
res publica caperet, dilectus autem calidad de procónsul, a las puertas de Roma) «velaran
Pompeius tota Italia haberet. Qui cum para que la República no sufriera menoscabo
summa celeritate praesidium comparasset, alguno»; que, por su parte, Pompeyo realizara una
postulaverunt apud eum familiam Milonis, leva de tropas por toda Italia. Después que hubo
item Faustae uxoris eius exhibendam duo preparado Pompeyo con gran rapidez medios de
adulescentuli qui Appii Claudii ambo defensa, le pidieron que hiciera comparecer para de-
appellabantur; qui filii erant C. Claudi, qui clarar a la servidumbre de Milón y a la de su esposa
frater fuerat Clodi, et ob id illi patrui sui Fausta; la petición la hiceron dos jóvenes, de nombre
mortem velut auctore patre persequebantur. los dos Apio Claudio y que eran hijos de Gayo
Claudio, hermano a su vez de Clodio; por este motivo
buscaban vengar la muerte de su tío, por decirlo así, a
instancias de su padre.
Easdem Faustae et Milonis familias Esta misma comparecencia de la servidumbre de
postulaverunt duo Valerii, Nepos et Leo, L. Fausta y de Milón la exigieron dos Valerios: Nepote
Herennius Balbus P. Clodi quoque y León. Lucio Herenio Balbo exigió también la de la
familiam et comitum eius postulavit; servidumbre y acompañamiento de Publio Clodio, y
eodem tempore Caelius familiam Hypsaei Celio, asímismo, la de la servidumbre de Hipseo y
et Q. Pompeii postulavit. Quinto Pompeyo.
Adfuerunt Miloni Q. Hortensius, M. 11 Asistieron a Milón Quinto Hortensio, Marco
Cicero, M. Marcellus, M. Calidius, M. Cicerón, Marco Marcelo, Marco Calidio, Marco
Cato, Faustus Sulla. Verba pauca Q. Catón y Fausto Sila. La intervención de Quinto
Hortensius dixit, liberos esse eos qui pro Hortensio fue breve: dijo que, a quienes se exigía
servis postularentur; nam post recentem comparecer como esclavos, eran en realidad hombres
caedem manu miserat eos Milo sub hoc libres, pues Milón, poco después del asesinato, les
titulo quod caput suum ulti essent. Haec había concedido la libertad con el pretexto de que
agebantur mense intercalari. habían vengado a su persona. Todo esto sucedía
durante el mes intercalado.
Post diem tricesimum fere quam erat 12 Aproximadamente treinta días después del
Clodius occisus Q. Metellus Scipio in asesinato de Clodio, Quinto Metelo Escipión, al
senatu contra Q. Caepionem conquestus est contrario que Quinto Cepión, lamentó en el senado la
de hac caede P. Clodi. muerte de Publio Clodio;
Falsum esse dixit, quod Milo sic se afirmó que no era cierto todo aquello en lo que Milón
defenderet, sed Clodium Aricinos basaba su defensa..., que Clodio había abandonado
decuriones alloquendi gratia abisse Roma para arengar a los decuriones de Aricio,
profectum cum sex ac XX servis; Milonem acompañado de veintiséis esclavos; que Milón,
subito post horam quartam, senatu misso, súbitamente, después de la hora cuarta, tras haber le-
cum servis amplius CCC armatis obviam ei vantado la sesión, había partido a su encuentro con
contendisse et supra Bovillae inoponantem más de trescientos esclavos armados y, pasada la villa
in itinere aggressum. Ibi P. Clodium tribus de Bovila, le había atacado de improviso en el
vulneribus acceptis Bovillas perlatum; camino; que, entonces, Publio Clodio, después de
tabernam in quam perfugerat expugnatam a recibir tres heridas, había sido transportado a Bovila y
Milone; semianimen Clodium extractum in que la posada en la que se había refugiado había sido
via Appia occisum esse anulumque eius ei asaltada por Milón; Clodio, medio muerto, sacado de
morienti extractum. Deinde Milonem, cum allí a la fuerza, había sido rematado en la Vía Apia y,
sciret in Albano parvolum filium Clodi mientras expiraba, se le había robado su anillo; a
esse, venisse ad villam et, cum puer ante continuación, Milón, sabiendo que se encontraba en
subtractus esset, ex servo Halicore las proximidades de Alba un hijo pequeño de Clodio,
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 24

quaestionem ita habuisse ut eum se había dirigido a aquella villa y, como hubiese sido
articulatim consecaret; vilicum et duos ya sacado de allí el muchacho, había intentado
praeterea servos iugulasse. Ex servis Clodi sonsacar con torturas al esclavo Halicor hasta el
qui dominum defenderant undecim esse punto de que lo descuartizó; había degollado al
interfectos, Milonis duos solos saucios granjero y a dos esclavos más; de los esclavos de
factos esse; ob quae Milonem postero die Clodio que defendieron a su señor, once habían sido
XII servos qui maxime operam navassent muertos mientras que sólo dos de Milón habían
manu misisse populoque tributim singula resultado heridos; por este motivo, al día siguiente
milia aeris ad defendendos de se rumores Milón había concedido la libertad a los doce esclavos
dedisse. que más se habían destacado en ayudarle, y había
repartido entre el pueblo, por tribus, mil ases a cada
uno para defenderse así de los rumores que corrían
contra él.
Milo misisse ad Cn. Pompeium dicebatur 13 Milón —se decía— había enviado a Gneo
qui Hypsaeo summe studebat, quod fuerat Pompeyo (quien apoyaba con gran empeño a Hipseo
eius quaestor, desistere se petitione por haber sido su cuestor) un mensaje en el sentido de
consulatus, si ita ei videretur; Pompeius que estaba dispuesto a renunciar a su candidatura al
respondisse nemini se neque petendi neque consulado en el caso de que Pompeyo lo considerara
desistendi auctorem esse, neque populi oportuno; éste le respondió que no daba consejos a
Romani potestatem aut consilio aut nadie que aspirara o deseara renunciar a su
sententia interpellaturum. Deinde per C. candidatura, y que no interferiría con sus consejos u
Lucilium, qui propter M. Ciceronis opiniones en la potestad del pueblo romano; según se
familiaritatem amicus erat Miloni, egisse decía después, sirviéndose de Gayo Lucilio (que por
quoque dicebatur ne se de hac re sus estrechos lazos con Cicerón era amigo de Milón)
consulendo invidia oneraret. había intentado también no aumentar su
impopularidad tomando una decisión en este tema.
Inter haec cum crebresceret rumor Cn. 14 En medio de estos acontecimientos, como fuera
Pompeium cerari dictatorem oportere cobrando fuerza la opinión pública de que lo más
neque aliter mala civitatis sedari posse, conveniente era nombrar dictador a Gneo Pompeyo y
visum est optimatibus tutius esse eum que no había otra forma de poder solucionar los
consulem sine collega creari, et cum males de la ciudad, a los optimates les pareció más
tractata ea res esset in senatu, facto in M. seguro nombrarlo cónsul sin colega; después de ser
Bibuli sententiam S.C. Pompeius ab discutido el asunto en el senado, de acuerdo con un
interrege Servio Sulpicio V Kal. Mart. senadoconsulto a propuesta de Marco Bíbulo, Gneo
mense intercalario consul creatus est Pompeyo fue nombrado cónsul por el interrey Servio
statimque consulatum iniit. Sulpicio, cinco días antes de las calendas de marzo,
en el mes intercalado, e inició de inmediato su
consulado.
Deinde post diem tertium de legibus novis 15 Tres días después propuso nuevas leyes y
ferendis rettulit: duas ex S.C. promulgavit, mediante un senadoconsulto promulgó dos de ellas: la
alteram de vi qua nominatim caedem in primera, relativa a los actos de violencia, en la que se
Appia via factam et incendium curiae et refirió de forma expresa al asesinato cometido en la
domus M. Lepidi interregis oppugnatam Vía Apia, al incendio de la curia y al ataque a la casa
comprehendit, alteram de ambitu: poena del interrey Marco Lépido; la segunda, sobre co-
graviore et forma iudiciorum breviore. rrupción electoral; una y otra, con penas más duras,
Utraque enim lex prius testes dari, deinde pero mediante un procedimiento judicial más
uno die atque eodem et ab accusatore et a abreviado.
reo perorari iubebat, ita ut duae horae
accusatori, tres reo darentur.
His legibus obsistere M. Caelius tr.pl. En efecto, ambas leyes prescribían que, en primer
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 25

studiosissimus Milonis conatus est, quod et lugar, se presentaran los testigos; que, después,
privilegium diceret in Milonem ferri et acusación y defensa pronunciaran sus discursos en un
iudicia praecipitari. Et cum pertinacius mismo y único día, concediéndosele dos horas al
leges Caelius vituperaret, eo processit irae acusador y tres al acusado.
Pompeius ut diceret, si coactus esset, armis 16 El tribuno de la plebe Marco Celio, ardiente
se rem publicam defensurum. Timebat partidario de Milón, intentó oponerse a estas leyes
autem Pompeius Milonem seu timere se porque, decía, estaban dirigidas directamente contra
simulabat: plerumque non domi suae des in Milón y el procedimiento jucial era precipitado; ante
hortis manebat, idque ipsum in la obstinada crítica de Celio a estas leyes, Pompeyo
superioribus circa quos etiam magna se irritó llegando a decir que, si se veía obligado, de-
manus militum excubabat. fendería la República con las armas. Por otra parte,
Pompeyo temía a Milón o daba la impresión de
temerlo: la mayor parte del tiempo no permanecía en
su casa sino en sus jardines y, además, en la parte
más elevada; en sus alrededores montaba guardia un
gran número de soldados.
Senatum quoque semel repente dimiserat 17 Pompeyo, incluso, había levantado la sesión del
Pompeius, quod diceret timere se senado en una ocasión porque, decía, temía la llegada
adventum Milonis. Dein proximo senatu P. de Milón. En la siguiente sesión Publio Cornificio
Cornificius ferrum Milonem intra tunicam había denunciado que Milón llevaba escondida bajo
habere ad femur alligatum dixerat; la túnica una espada atada a su muslo; le había
postulaverat ut femur nudaret, et ille sine exigido descubrir el muslo y Milón, sin dudarlo, se
mora tunicam levarat: tum M. Cicero había levantado la túnica. Había sido entonces
exclamaverat omnia illi similia crimina cuando Marco Cicerón exclamó que todas las demás
esse quae in Milonem dicerentur alia. imputaciones que se lanzaban contra Milón tenían el
mismo valor.
Deinde T.Munatius Plancus tribunus 18 Con posterioridad, el tribuno de la plebe Tito
plebis produxerat in contionem M. Ae Munacio Planco había hecho comparecer ante una
milium Philemonem, notum hominem, asamblea popular a Marco Emilio Filemón, personaje
libertum M. Lepidi. Is se dicebat pariterque conocido y liberto de Marco Emilio. Afirmaba que él,
secum quattuor liberos homines iter junto con cuatro hombres libres que iban de viaje,
facientes supervenisse cum Clodius habían estado presentes cuando Clodio fue asesinado
occideretur, et ob id proclamassent, y que, al haber protestado por ello, fueron arrestados
abreptos et perductos per duos menses in y recluidos durante dos meses en una villa de Milón.
villa Milonis praeclusos fuisse; eaque res Este suceso, fuera cierto o no, le había provocado a
seu vera seu falsa magnam invidiam Milón una gran impopularidad.
Miloni contraxerat. Idem quoque Munatius 19 También Munacio y Pompeyo, en su calidad de
et Pompeius tribuni plebis in rostra tribunos de la plebe, habían hecho comparecer ante
produxerant triumvirum capitalem, eumque la tribuna de oradores al triunviro encargado de los
interrogaverant an Galatam Milonis delitos capitales y le habían preguntado si había
servum caedes facientem deprehendisset. arrestado o no a un esclavo de Milón llamado Gálata
Ille dormientem in taberna pro fugitivo cuando estaba cometiendo un asesinato. Su respuesta
prehensum et ad se perductumn esse fue que había sido detenido, como fugitivo, cuando
responderat. Denuntiaverant tamen dormía en una posada y que había sido conducido a
triumviro, ne servum remitteret: sed su presencia. Al triunviro le habían advertido, de
postera die Caelius tribunus plebis et todos modos, que no liberara al esclavo. Pero, al día
Manilius Cumanus collega eius ereptum e siguiente, los tribunos de la plebe Celio y su colega
domo triumviri servum Miloni reddiderant. Quinto Manilio Cumano, sacándolo de la casa del
Haec, etsi nullam de his criminibus triunviro, habían devuelto el esclavo a Milón. Aunque
mentionem fecit Cicero, tamen, quia ita Cicerón no hizo referencia a estas imputaciones, he
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 26

compereram, putavi exponenda. Inter creído un deber exponerlas porque es así como he
primos et Q. Pompeius et C. Sallustius et tenido conocimiento de ellas.
T.Munatius Plancus tribuni plebis 20 Los tribunos de la plebe Quinto Pompeyo, Gayo
inimicissimas contiones de Milone Salustio6 y Tito Munacio Planco eran los que más se
habebant, invidiosas etiam de Cicerone, destacaban en pronunciar ante el pueblo discursos
quod Milonem tanto studio defenderet. llenos de hostilidad hacia Milón, pero también
Eratque maxima pars multitudini infensa cargados de odio contra Cicerón por defender con
non solum Miloni sed etiam propter tanto empeño a Milón; la mayor parte de la multitud
invisum patrocinium Ciceroni. Postea era contraria, no sólo a Milón sino también a Cicerón
Pompeius et Sallustius in suspicione por una defensa que les resultaba odiosa.
fuerunt redisse in gratiam cum Milone ac 21 Posteriormente hubo sospechas de que Pompeyo y
Cicerone; Plancus autem infestissime Salustio se habían reconciliado con Milón y Cicerón.
perstitit, atque in Ciceronem quoque Por su parte, Planco persistió en su enconada
multitudinem instigavit. Pompeio autem hostilidad e instigó también a la multitud en contra de
suspectum faciebat Milonem, ad perniciem Cicerón. Hacía, además, que Milón resultara
eius comparari vim vociferatus: sospechoso ante Pompeyo diciendo a gritos que
Pompeiusque ob ea saepius querebatur sibi estaba tramando un atentado para darle muerte; por
quoque fieri insidias et id palam, ac maiore estas razones Pompeyo se quejaba con demasiada
manu se armabat. frecuencia de que se preparara un complot también
contra él y de que se hacía además abiertamente. En
consecuencia, se estaba armando con fuerzas aún
mayores.
Dicturum quoque diem Ciceroni Plancus 22 Además, Planco anunciaba que iba a citar a
ostendebat postea, ante Q. Pompeius idem continuación a Cicerón para que compareciera a
meditatus erat. Tanta tamen con stantia ac juicio; ya antes Quinto Pompeyo había pensado hacer
fides fuit Ciceronis ut non populi a se lo mismo. Sin embargo, fue tal la firmeza y lealtad de
alienatione, non Cn. Pompeii Cicerón que ni el alejamiento del pueblo hacia su
suspicionibus, non periculo futurum ut sibi persona ni las sospechas de Pompeyo ni el peligro
dies ad populum diceretur, non armis quae que suponía el que se le citara a juicio ni las armas
palam in Milonem sumpta erant deterreri que abiertamente se habían preparado contra Milón
potuerit a defensione eius: cum posset pudieron hacerle desistir de su defensa, a pesar de
omne periculum suum et offensionem que le era posible evitar todos estos peligros y la
inimicae multitudinis declinare, redimere desafección de una multitud que le era adversa, y
autem Cn. Pompeii animum, si paulum ex volver a ganarse el ánimo de Gneo Pompeyo con tal
studio defensionis remisisset. de que remitiera un poco en su empeño por defender
a Milón.
Perlata deinde lege Pompei, in qua id 23 Al entrar, después, en vigor la ley de Pompeyo en
quoque scriptum erat ut quaesitor suffragio la que se había prescrito, además, que el presidente
populi ex iis qui consules fuerant crearetur, del tribunal se eligiera por sufragio popular entre
statim comitia habita, creatusque est L. quienes habían sido cónsules, se celebraron de
Domitius Ahenobarbus quaesitor. Album inmediato los comicios y fue elegido presidente del
quoque iudicum qui de ea re iudicarent tribunal Lucio Domicio Enobarbo. Además, la lista
Pompeius tale proposuit ut numquam de jueces que presentó Pompeyo para que
neque clariores viros neque sanctiores dictaminaran sobre el asunto fue tal que todo el
propositos esse constaret. Post quod statim mundo reconocía que nunca hasta entonces se habían
nova lege Milo postulatus est a duobus propuesto unos jueces tan ilustres y tan íntegros7.

6
Salustio Crispo, el historiador.
7
También Cicerón reconoce la integridad y prestigio del jurado (Mil. 21). Los jueces fueron sacados a sorteo de una
lista de 360 nombres establecida por Pompeyo (infra § 26).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 27

Appiis Claudiis adulescentibus iisdem a 24 Inmediatamente después y en virtud de una nueva


quibus antea familia eius fuerat postulata; ley, Milón fue citado a juicio por los dos Apios
itemque de ambitu ab iisdem Appiis, et Claudios, los mismos jóvenes que con anterioridad
praeterea a C. Ateio et L. Cornificio; de habían exigido la comparecencia de su servidumbre;
sodaliciiis etiam a P. Fulvio Nerato. a un mismo tiempo fue acusado de corrupción
Postulatus autem erat et de sodaliciis et de electoral por estos mismos Apios Claudios, de
ambitu ea spe, quod primum iudicium de vi actuación violenta por Gayo Cetego y Lucio
futurum apparebat, quo eum damnatum iri Cornificio, y de asociación ilegal por Publio Fulvio
confidebant nec postea responsurum. Nerato. Se le había citado para responder a las
acusaciones de asociación ilegal y corrupción electo-
ral porque estaba claro que el proceso sobre actuación
violenta sería el primero en celebrarse; confiaban en
que resultaría condenado y en que, por tanto, no
comparecería después.
Divinatio de ambitu accusatorum facta est 25 El debate judicial previo entre los acusadores del
quaesitore A. Torquato, atque ambo proceso sobre corrupción electoral se celebró bajo la
quaesitores, Torquatus et Domitius, prid. presidencia de Aulo Torcuato; los dos presidentes,
Non. April. reum adesse iusserunt. Quo die Torcuato y Domicio, ordenaron que el acusado
Milo ad Domiti tribunal venit, ad Torquati compareciera el día anterior a las nonas de abril. Ese
amicos misit; ibi postulante pro eo M. día Milón compareció ante el tribunal de Domicio y
Marcello obtinuit ne prius causam de envió al de Torcuato, en representación suya, a unos
ambitu diceret quam de vi iudicium esset amigos. Ante la petición formulada, en su lugar, por
perfectum. Marco Marcelo, consiguió que la causa sobre
corrupción electoral no se celebrara antes de haberse
resuelto el proceso sobre actuación violenta.
Apud Domitium autem quaesitorem maior Por otra parte, ante el presidente Domicio, el mayor
Appius postulavit a Milone servos exhiberi de los Apios pidió que se citara a declarar a cincuenta
numero IIII et L, et cum ille negaret eos y cuatro esclavos de Milón; como aquél afirmara que
qui nominabantur in sua potestate esse, los esclavos nombrados no estaban bajo su autoridad,
Domitius ex sententia iudicum pronuntiavit Domicio, de acuerdo con la decisión de los jueces,
ut ex servorum suorum numero accusator falló que el acusador podía citar de entre el número
quot vellet ederet. de sus esclavos a cuantos quisiera.
Citati deinde testes secundum legem quae, 26 Fueron citados a continuación los testigos de
ut supra diximus, iubebat ut prius quam acuerdo con la ley que, tal como hemos señalado más
causa ageretur testes per triduum arriba, prescribía que, antes de celebrarse el proceso,
audirentur, dicta eorum iudices fueran oídos los testigos durante tres días, que los
consignarent, quarta die adesse omnes jueces consignaran sus declaraciones, que se ordenase
iuberentur ac coram accusatore ac reo pilae comparecer a todos el cuarto día y que, en presencia
in quibus nomina iudicum inscripta essent del acusador y del acusado, se comprobara el número
aequarentur; dein rurusus postera die de bolas en las que estaban escritos los nombres de
sortitio iudicum fieret unius et LXXX: qui los jueces; que después, al día siguiente, se celebrara,
numerus cum sorte obtigisset, ipsi protinus a su vez, el sorteo de ochenta y un jueces; aquellos a
sessum irent; tum ad dicendum accusator quienes les hubiese correspondido por sorteo, debían
duas horas, reus tres haberet, resque eodem tomar asiento de inmediato en el tribunal; que el
die illo iudicaretur; prius autem quam acusador tenía entonces dos horas para hablar y tres
sententiae ferrentur, quinos ex singulis la defensa; que la causa sería dictaminada aquel
ordinibus accusator, totidem reus reiceret, mismo día; pero que, antes de la votación, el acusador
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 28

ita ut numerus iudicum relinqueretur qui recusaría a cinco jueces de cada estamento y otros
sententias ferrent quinquaginta et unus. tantos el acusado, de forma que quedaran cincuenta y
un jueces para emitir su voto.
Primo die datus erat in Milonem testis C. 27 El primer día, como testigo contra Milón había
Causinius Schola, qui se cum P. Clodio sido presentado Gayo Causinio Escola que declaró
fuisse, cum is occisus esset, dixit, haber acompañado a Publio Clodio cuando fue
atrocitatemque rei factae quam maxime asesinado y exageró lo más que pudo la atrocidad del
potuit auxit. Quem cum interrogare M. suceso. Marco Marcelo, cuando ya había comenzado
Marcellus coepisset, tanto tumultu a interrogarlo, se amendrentó ante los desórdenes
Clodianae multitudinis circumstantis provocados por la multitud partidaria de Clodio, que
exterritus est ut vim ultimam timens in se encontraba a su alrededor, hasta el punto de que,
tribunal a Domitio reciperetur. Quam ob temiendo lo peor de su violencia, fue acogido por
causam Marcellus et ipse Milo a Domitio Domicio en el tribunal. Por este motivo Marcelo y el
praesidium imploraverunt. propio Milón le rogaron a Domicio protección.
Sedebat eo tempore Cn. Pompeius ad En aquel momento Pompeyo se encontraba
aerarium, perturbatusque erat eodem illo sentado junto al erario y se había visto perturbado
clamore: itaque Domitio promisit se también por aquel griterío. De modo que le prometió
postero die cum praesidio descensurum, a Domicio que al día siguiente bajaría al foro con
idque fecit. Qua re territi Clodiani silentio tropas de protección y así lo hizo.
verba testium per biduum audiri passi sunt. 28 Intimidados como consecuencia de ello los
Interrogaverunt eos M. Cicero et M. partidarios de Clodio, permitieron que, durante dos
Marcellus et Milo ipse. Multi ex iis qui días, las declaraciones de los testigos se oyeran en
Bovillis habitabant testimonium dixerunt silencio. Los interrogaron Marco Cicerón, Marco
de eis quae ibi facta erant: coponem Marcelo y el propio Milón. Muchos de los habitantes
occisum, tabernam expugnatam, corpus de Bovila declararon sobre los sucesos que allí habían
Clodi in publicum extractum esse. ocurrido: que el posadero había sido muerto, asaltada
la posada y el cuerpo de Clodio sacado fuera a la
fuerza.
Virgines quoque Albanae dixerunt Unas jóvenes de Alba dijeron también que se
mulierem ignotam venisse ad se quae había presentado ante ellas una mujer desconocida
Milonis mandato votum solveret, quod para, por mandato de Milón, cumplir un voto por
Clodius occisus esset. Ultimae testimonium haber resultado muerto Clodio. Las últimas que
dixerunt Sempronia, Tuditani filia, socrus prestaron declaración fueron Sempronia, hija de
P. Clodi, et uxor Fulvia, et fletu suo Tuditano y suegra de Publio Clodio, y su mujer
magnopere eos qui assistebant Fulvia: con sus llantos conmovieron profundamente a
commoverunt. Dimisso circa horam los asistentes. Al levantarse la sesión del juicio en
decimam iudicio T.Munatius pro contione torno a la hora décima, Tito Munacio en una
populum adhortatus est ut postero die asamblea exhortó al pueblo a que acudiera en masa al
frequens adesset et elabi Milonem non día siguiente, a que no consintiera que Milón quedara
paterentur, iudiciumque et dolorem suum libre y a que manifestara su dolor ante los jueces
ostenderet euntibus ad tabellam ferendam. cuando fueran a depositar su voto.
Postero die, qui fuit iudicii summus a. d. 29 Al día siguiente, que fue el más importante del
VII Idus Aprilis, clausae fuerunt tota urbe proceso, el sexto antes de los idus de abril, se
tabernae; praesidia in foro et circa omnis cerraron las tiendas en toda la ciudad: Pompeyo
fori aditus Pompeius disposuit; ipse pro dispuso tropas de protección en el foro y en todos los
aerario, ut pridie, consedit saeptus delecta accesos al foro; él mismo, como el día anterior, tomó
manu militum. Sortitio deinde iudicum a asiento delante del erario rodeado de tropas
prima die facta est: post tantum silentium escogidas. A continuación, al comienzo del día, se
toto foro fuit quantum esse in aliquo foro procedió al sorteo de los jueces. Después se produjo
posset. Tum intra horam secundam en todo el foro un gran silencio en la medida en que
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 29

accusatores coeperunt dicere Appius maior es posible en una plaza pública cualquiera.
et M. Antonius et P. Valerius Nepos. Usi Comenzaron entonces —era la hora segunda— su
sunt ex lege horis duabus. intervención los acusadores: el mayor de los Apios,
Marco Antonio y Publio Valerio. De acuerdo con la
ley emplearon dos horas.
Respondit his unus M. Cicero: et cum 30 Les respondió únicamente Cicerón; y, aunque
quibusdam placuisset ita defendi crimen, algunos habían opinado que la defensa contra la
interfici Clodium pro re publica fuisse acusación estaba en que la muerte de Clodio se había
quam formam M. Brutus secutus est in ea producido en interés del Estado (planteamiento que
oratione quam pro Milone composuit et siguió Marco Bruto en el discurso que compuso en
edidit quasi egisset Ciceroni id non placuit defensa de Milón y que publicó como si lo hubiera
ut, quisquis bono publico damnari, idem pronunciado)8, a Cicerón no le pareció bien la idea de
etiam occidi indemnatus posset. Itaque que, quien podía ser condenado por interés público,
cum insidias Milonem Clodio fecisse pudiera también ser matado sin haber sido
posuissent accusatores, quia falsum id erat condenado9. Así pues, dado que los acusadores
nam forte illa rixa commissa fuerat Cicero habían sostenido que Milón había preparado una
apprehendit et contra Clodium Miloni emboscada a Clodio, y puesto que ello era falso (pues
fecisse insidias disputavit, eoque tota oratio el enfrentamiento se había entablado por casualidad),
eius spectavit. Sed ita constitit ut diximus, Cicerón alegó y sostuvo, por el contrario, que fue
nec utrius consilio pugnatum esse eo die, Clodio quien había preparado una emboscada a
verum et forte occurrisse et ea rixa Milón: todo su discurso se orientó en este sentido. Sin
servorum ad eam denique caedem embargo sucedió tal como hemos expuesto: el
perventum. Notum tamen erat utrumque enfrentamiento de aquel día no fue planeado por
mortem alteri saepe minatum esse, et sicut ninguno de los dos; el encuentro fue casual y las
suspectum Milonem maior quam Clodi muertes se produjeron como consecuencia de la pelea
familia faciebat, ita expeditior et paratior de los esclavos. Ahora bien, de todos era conocido
ad pugnam Clodianorum quam Milonis que uno y otro se habían amenazado con la muerte en
fuerat. numerosas ocasiones y, de igual modo que hacía
sospechoso a Milón el hecho de que el número de sus
esclavos fuera mayor que el de los de Clodio, no era
menos cierto que la servidumbre de Clodio estaba
mejor equipada y preparada para la lucha que la de
Milón.
Cicero cum inciperet dicere, exceptus est 31 Al comenzar a hablar, Cicerón se vió sorprendido
acclamatione Clodianorum, qui se por el griterío hostil de los partidarios de Clodio que
continere ne metu quidem circumstantium fueron incapaces de contenerse ni siquiera por miedo
militum potuerunt. Itaque non ea qua a los soldados que los rodeaban. Como consecuencia
solitus erat constantia dixit. Manet autem de ello, el orador no habló con la firmeza
illa quoque excepta eius oratio: scripsit acostumbrada. Se conserva también aquel discurso,
vero hanc quam legimus ita perfecte ut iure que fue copiado10. Pero éste que estamos leyendo lo
prima haberi possit. redactó con tal perfección que, con razón, podría
considerarse el primero.

8
El proceso de Milón, por su importancia y por la fama del discurso de Cicerón, se convirtió en un tema de
declamación en las escuelas: así, por ejemplo. Séneca el Viejo (contr. 3, praef. 16), cita un In Milonem de un tal Cestio.
9
Sin embargo, en el discurso que se nos ha conservado Cicerón desarrolla (Mil. 72-91) la idea de que Milón debería ser
absuelto por haber prestado un gran servicio a la República con la muerte de Clodio. Esta compensatio extra causam
sería, por tanto, un añadido al discurso original.
10
La expresión excepta Oratio ha sido interpretada de diversas maneras. Así, para B. A. MARSHALL («Excepta
oratio.». art. cit.), dicha expresión no significaría que el discurso fue copiado por estenógrafos sino simplemente que
fue interrumpido por los gritos de los partidarios de Clodio.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 30

(La edición de Gredos no comprende la traducción de la narración de Q. Asconio Pediano)


Seguimos el comentario en inglés del texto de Asconio (tr. John Paul Adams [copyright 1996]):
http://www.csun.edu/~hcfll004/asconius.htm

Enarratio. Narración
Vers. a primo L
Unum genus est adversum infestumque (3) UNUM GENUS EST ADVERSUM
nobis et cetera. INFESTUMQUE NOBIS, ETC.
Ita ut in causae expositione diximus, As I noted in the Introduction, Munatius Plancus on
Munatius Plancus pridie pro contione the day before, in a public meeting, urged the People
populum adhortatus erat ne pateretur elabi not to allow Milo to escape.
Milonem.
Ver. a primo CC
Declarant huius ambusti tribuni plebis (12) DECLARANT HUIUS AMBUSTI TRIBUNI
illae intermortuae contiones quibus PLEBIS ILLAE INTERMORTUAE
cotidie meam potentiam invidiose CONTIONES QUIBUS COTIDIE MEAM
criminabatur. POTENTIAM INVIDIOSE CRIMINABATUR.
T.Munatius Plancus et Q. Pompeius Rufus Since Titus Munatius Plancus and Quintus Pompeius
tribuni pl., de quibus in argumento huius Rufus, tribunes of the plebs, of whom I spoke in the
orationis diximus, cum contra Milonem Introduction to this speech, were supporters of Scipio
Scipioni et Hypsaeo studerent, contionati and Hypsaeus against Milo, they held a public
sunt eo ipso tempore plebemque in meeting and stirred up the plebs against Milo at that
Milonem accenderunt quo propter Clodi very time when the Senate House had been burned
corpus curia incensa est, nec prius down for the sake of the [cremation of the] body of
destiterunt quam flamma eius incendii Clodius. They did not quit until the flames from the
fugati sunt e contione. Erant enim tunc fire forced them to flee from the meeting place. At
rostra non eo loco quo nunc sunt sed ad that time the Rostra was not in the place where it now
comitium, prope iuncta curiae. Ob hoc is, but at the comitium, virtually joined to the Senate
T.Munatium ambustum tribunum appellat; House. On account of this Cicero calls Titus
fuit autem paratus ad dicendum. Munatius ambustum tribunum. He had been,
however, prepared to say this.
Paulo post
Cur igitur incendium curiae, (13) CUR IGITUR INCENDIUM CURIAE,
oppugnationem aedium M. Lepidi, OPPUGNATIONEM [P. 43C] AEDIUM M.
caedem hanc ipsam contra rem LEPIDI, CAEDEM HANC IPSAM CONTRA
publicam senatus factam esse decrevit? REM PUBLICAM SENATUS FACTAM ESSE
Post biduum medium quam Clodius DECREVIT?
occisus erat interrex primus proditus est M. In the middle of the second day after Clodius had
Aemilius Lepidus. Non fuit autem moris ab been killed [January 20], the first Interrrex, Marcus
eo qui primus interrex proditus erat comitia Aemilius Lepidus, was appointed. It was not,
haberi. Sed Scipionis et Hypsaei factiones, however, the custom that the electoral assembly
quia recens invidia Milonis erat, cum should be summoned by the man who was first
contra ius postularent ut interrex ad comitia selected as interrex. But when the factions of Scipio
consulum creandorum descenderet, idque and Hypsaeus, because of the recently aroused hatred
ipse non faceret, domum eius per omnes of Milo, began to demand (contrary to the law) that
interregni dies fuerunt autem ex more the Interrex should summon the electoral assembly,
quinque obsederunt. Deinde omni vi ianua and he would not do it, besieged his town house the
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 31

expugnata et imagines maiorum deiecerunt whole term of his interregnum--five days, according
et lectulum adversum uxoris eius to custom. Then they broke down the doors by force;
Corneliae, cuius castitas pro exemplo they threw down the images of his ancestors and they
habita est, fregerunt, iterumque telas quae broke into pieces the marriage bed, in the presence of
ex vetere more in atrio texebantur his wife Cornelia (whose morality was held up as a
diruerunt. Post quae supervenit Milonis model); likewise, they pulled down the weapons
manus et ipsa postulans comitia; cuius which decorated the atrium in accordance with a very
adventus fuit saluti Lepido: in se enim old tradition. After these events, the gang of Milo
ipsae conversae sunt factiones inimicae, arrived, itself demanding an electoral meeting too.
atque ita oppugnatio domus interregis Their arrival saved Lepidus: for these factions turned
omissa est. their hostility on each other, and thus the siege of the
house of the interrex was abandoned.
Paulo post
Quod si per furiosum illum tribunum pl. (14) QUOD SI PER FURIOSUM ILLUM
senatui quod sentiebat perficere TRIBUNUM PL. SENATUI QUOD SENTIEBAT
licuisset, novam quaestionem nullam PERFICERE LICUISSET, NOVAM
haberemus. Decernebat enim ut QUAESTIONEM NULLAM HABEREMUS ...
veteribus legibus, tantum modo extra SUBLATA EST.
ordinem, quaereretur. Divisa sententia
est postulante nescio quo. Si reliqua
auctoritas senatus empta intercessione
sublata est. Cicero does what is called `DIVIDERE
Quid sit dividere sententiam ut enarrandum SENTENTIAM', as your age thinks it ought to be
sit vestra aetas, filii, facit. termed.
Cum aliquis in dicenda sententia duas When a speaker, in giving his formal opinion, weaves
pluresve res complectitur, si non omnes eae together two or more proposals, and if not all of them
probantur, postulatur ut dividatur, id est de are approved of, the demand is made that the
rebus singulis referatur. Forsitan nunc hoc proposition be divided, that is that the question be put
quoque velitis scire qui fuerit qui id on each point individually and separately. Now
postulaverit. Quod non fere adicitur: non perhaps you may wish to know as well who it was
enim ei qui hoc postulat oratione longa who made this demand. This is almost never
utendum ac ne consurgendum quidem recorded. For the person who makes the demand does
utique est; multi enim sedentes hoc unum not need to make a long formal speech, nor indeed
verbum pronuntiant Divide: quod cum does he even have to stand up. For many sitting there
auditum est, liberum est ei qui facit may call out this one word, DIVIDE: and when it is
relationem dividere. Sed ego, ut curiosius heard, the person who is making the proposal is free
aetati vestrae satisfaciam, Acta etiam totius to make the division. But I, ... also checked the Acta
illius temporis persecutus sum; in quibus of the entire period; in them I found that on the last
cognovi pridie Kal. Mart. S.C. esse factum, day of the intercalary month a Decree of the Senate
P. Clodi caedem et incendium curiae et was made that the slaughter of Publius Clodius, the
oppugnationem aedium M. Lepidi contra burning of the Curia, and the attack on the house of
rem p. factam; ultra relatum in Actis illo Marcus Lepidus were treasonous; nothing further is
die nihil; postero die, id est Kal.Mart., related in the Acta under that date; but on the next
T.Munatium in contione exposuisse populo day, that is March 1, Titus Munatius revealed in a
quae pridie acta erant in senatu: in qua public meeting to the Populus what had been
contione haec dixit ad verbum: transacted in the Senate on the previous day. In that
meeting he spoke the following, and I quote:
Cum Hortensius dixisset ut extra ordinem When Hortensius had said that the matter should be
quaereretur apud quaesitorem; existimaret looked into outside of the usual procedures by a
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 32

futurum ut, cum pusillum dedisset quaesitor, he thought that it would be the case that,
dulcedinis, largiter acerbitatis devorarent: when he had given his little drop of sweetness, they
adverus hominem ingeniosum nostro would devour bitterness abundantly: we used our
ingenio usi sumus; invenimus Fufium, qui talent against a talented man. We found Fufius who
diceret "Divide"; reliquae parti sententiae cried `DIVIDE'. Sallustius and I interposed our veto
ego et Sallustius intercessimus. on the remaining part of the sententia.

Haec contio, ut puto, explicat et quid This contio, I think, explains both what the Senate
senatus decernere voluerit, et quis wanted to decree and who demanded the divisio. I
divisionem postulaverit, et quis don't doubt that you will remember the fact that, at
intercesserit et cur. Illud vos meminisse the time when a decree was passed against Publius
non dubito per Q. Fufium illo quoque Clodius de incesto, it was brought about through
tempore quo de incesto P. Clodi actum est Quintus Fufius that a more rigorous decree was not
factum ne a senatu asperius decerneretur. passed by the Senate.
De L. Domitio dicit: Concerning Lucius Domitius he says:
Dederas enim quam contemneres (22) DEDERAS ENIM QUAM CONTEMNERES
populares insanias iam ab adulescen tia POPULARES INSANIAS IAM AB
documenta maxima. Constantiam L. ADULESCENTIA DOCUMENTA MAXIMA.
Domiti quam in quaestura praestitit He refers to the steadfastness which Lucius Domitius
significat. Nam eo tempore cum M. exemplified during his quaestorship (66 B.C.). For, at
Manilius tribunus plebis subnixus that time, when Caius Manlius, tribune of the plebs,
libertinorum et servorum manu assisted by a band of freedmen and slaves, was
perditissimam legem ferret ut libertinis in sponsoring a completely subversive law that the votes
omnibus tribubus suffragium esset, idque of the freedmen should be distributed among all the
per tumultum ageret et clivum Captitolium tribes, and was pushing it forward through rioting,
obsideret, discusserat perruperatque and was besieging the Capitoline hill, Domitius had
coetum Domitius ita ut multi struck at and broken up the crowd in such a way that
Manilianorum occiderentur. Quo facto et many of Manlius' supporters were killed. By that
plebem infimam offenderat et senatus action he both earned the hostility of the lowest class
magnam gratiam inierat. of plebs and the great favor of the Senate.
Itaque illud Cassianum indicium in his (32) ITAQUE ILLUD CASSIANUM INDICIUM
personis valeat. IN HIS PERSONIS VALEAT.
L. Cassius fuit, sicut iam saepe diximus, Lucius Cassius [Longinus Ravila, consul 127, censor
summae vir severitatis. Is quotiens 125] was (as I have already often noted) a man of
quaesitor iudicii alicuius esset in quo greatest severity. As often as he was a quaesitor in
quaerebatur de homine occiso suadebat some trial in which inquiry was being made
atque etiam praeibat iudicibus hoc quod concerning the murder of a man he would advise and
Cicero nunc admonet, ut quaereretur cui even instruct the jury as to what Cicero is now
bono fuisset perire eum de cuius morte advising: that they should consider in whose interest
quaeritur. (cui bono) it was that the man perish whose murder
they were investigating.
Ob quam severitatem, quo tempore Because of this rectitude, on the occasion on which
Sex.Peducaeus tribunus plebis criminatus Sextus Peducaeus the tribune of the plebs [113]
est L. Metellum pontificem max. totumque indicted Lucius [Caecilius] Metellus [Delmaticus] the
collegium pontificum male iudicasse de Pontifex Maximus [from before 114 to 103] and the
incesto virginum Vestalium, quod unam whole College of Pontiffs on the grounds of having
modo Aemiliam damnaverat, absolverat improperly passed judgment [December 16 and 18,
autem duas Marciam et Liciniam, populus 114] on the chastity of the Vestal Virgins, because
hunc Cassium creavit qui de eisdem they had condemned only one, Aemilia, but
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 33

virginibus quaereret. Isque et ultrasque eas exonerated the other two, Marcia and Licinia, the
et praeterea complures alias nimia etiam, ut Populus appointed this Cassius to investigate the
existimatio est, asperitate usus damnavit. same Vestal Virgins. He condemned the two of them,
and several others besides, with too great asperity (as
people think).
Et aspexit me illis quidem oculis quibus (33) ET ASPEXIT ME ILLIS QUIDEM OCULIS
tunc solebat cum omnibus omnia QUIBUS TUNC SOLEBAT CUM OMNIBUS
minabatur. Movet me quippe lumen OMNIA MINABATUR. MOVET ME QUIPPE
curiae! LUMEN CURIAE.
Hic est Sex.Clodius quem in argumento This is the Sextus Clodius, whom we noted in the
huius orationis diximus corpus Clodi in Introduction of this speech, who carried the corpse of
curiam intulisse et ibi cremasse eoque Clodius into the Senate House and there burned it,
incenso curiam conflagrasse; ideo lumen thereby burning down the House in the fire. For that
curiae dicit. reason he is termed `The Light of the Senate'.
Quando illius postea sica illa quam a (37) QUANDO ILLIUS POSTEA SICA ILLA
Catilina acceperat conquievit? Haec QUAM A CATILINA ACCEPERAT
intenta nobis est, huic ego obici vos pro CONQUIEVIT? HAEC INTENTA NOBIS EST,
me passus non sum, haec insidiata HUIC EGO OBICI VOS PRO ME PASSUS NON
Pompeio est. SUM, HAEC INSIDIATA POMPEIO EST.
Haec intenta nobis est et obici vos pro me It is obvious that `HAEC...PASSUS' refers to the
non sum passus, manifestum est pertinere time when Cicero departed from Rome after the
ad id tempus quo post rogationem a P. rogatio passed against him by Clodius [58 B.C.].
Clodio in eum promulgatam urbe cessit. Perhaps you may wonder in what situation he alleges
Qua re dicat insidiata Pompeio est fortassis that murder attempts were made against Pompeius. In
quaeratis. the consulship of Piso and Gabinius [58], after Cicero
Pisone et Gabinio coss. pulso Cicerone in had been driven into exile, when Pompeius came into
exilium, cum III Idus Sextiles Pompeius in the Senate on June 11, it is said that a dagger fell
senatum venit, dicitur servo P. Clodi sica from the person of a slave of Publius Clodius, and
excidisse, eaque ad Gabinium consulem when that was reported to the consul Gabinius it was
delata dictum est servo imperatum a P. stated by the slave that he had been ordered by
Clodio ut Pompeius occideretur. Publius Clodius to kill Pompeius. Pompeius
Pompeius statim domum rediit et ex eo immediately returned home and from that moment (or
domi se tenuit. Obsessus est etiam a liberto `for that reason') kept himself at home. He was also
Clodi Damione, ut ex Actis eius anni attacked by [p. 47 C] Damio, a freedman of Clodius,
cognovi, in quibus XV Kal. Sept. L. as I have discovered in the Acta of that year. In them,
Novius tribunus plebis, collega Clodi, cum under August 16, when Lucius Novius, tribune of the
Damio adversum L. Flavium praetorem plebs, a colleague of Clodius, called upon the
appellaret tribunos et tribuni de tribunes for the right of appeal against Lucius Flavius
appellatione cognoscerent, ita sententiam the praetor for Damio, and he made a speech
dixit: concerning the right of appeal that belonged to a
Et si ab hoc apparitore P. Clodi vulneratus tribune, he spoke his opinion as follows: `And if I
sum, et hominibus armatis praesidiis have been wounded by this servant (apparitor) of
dispositis a re publica remotus Cn. Publius Clodius, and Cnaeus Pompeius, separated
Pompeius obsessusque est, cum appeller, from public life with armed guards posted, has been
non utar eius exemplo quem vitupero et besieged, when I use the right of appeal I would not
iudicium tollam, et reliqua de use the example of the man whom I loathe and take
intercessione. away his right to trial (and various other things
concerning intercessio).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 34

Haec viam Appiam monumentum (37) HAEC VIAM APPIAM MONUMENTUM


nominis sui nece Papiri cruentavit. NOMINIS SUI NECE PAPIRI CRUENTAVIT.
Pompeius post triumphum Mithridaticum After his triumph against Mithridates [61 B.C.,
Tigranis filium in catenis deposuerat apud September 29 and 30], Pompeius placed the son of
Flavium senatorem: qui postea cum esset Tigranes in chains in the custody of Flavius, a
praetor eodem anno quo tribunus plebis senator. Afterwards when Flavius was praetor, in the
Clodius, petiit ab eo Clodius super cenam same year in which Clodius was tribune of the plebs
ut Tigranem adduci iuberet ut eum videret. [58 B.C.], Clodius requested him during dinner that
Adductum collocavit in convivio, dein he should order Tigranes to be brought in so that he
Flavio non reddidit Tigranem: domum could see him. When Tigranes was brought in he
misit et habuit extra catenas nec repetenti escorted him to a party, but then did not return him to
Pompeio reddidit. Flavius. He sent him (to his own) home and kept him
Postea in navem deposuit, et cum without restraints. Nor would he send him back,
profugeret ille, tempestate delatus est when Pompeius requested. After that he put him onto
Antium. Inde ut deduceretur ad se, Clodius a ship, and as he was fleeing he was carried by a
Sex. Clodium, de quo supra diximus, misit. storm to Anzio. When he was brought back from
Qui cum reduceret, Flavius quoque re there to his own house, Clodius sent him to Sextus
cognita ad eripiendum Tigranem profectus Clodius (whom I discussed above). When he was
est. Ad quartum lapidem ab urbe pugna bringing him back, Flavius also heard what was going
facta est in qua multi ex utraque on and set out to snatch Tigranes. At the fourth
ceciderunt, plures tamen ex Flavi, inter milestone from the City a battle took place in which
quos et M. Papirius eques Romanus, many on both sides fell, more from the band of
publicanus, familiaris Pompeio. Flavius Flavius, however, among whom were Marcus
sine comite Romam vix perfugit. Papirius a Roman knight, a publican, a close friend of
Pompeius. Flavius without any travelling companion
almost didn't get away from Rome. [p. 48 C]
Haec eadem longo intervallo conversa (37) HAEC EADEM LONGO INTERVALLO
rursus est in me: nuper quidem, ut scitis, CONVERSA RURSUS EST IN ME; NUPER
me ad Regiam paene confecit. QUIDEM, UT SCITIS, ME AD REGIAM PAENE
Quo die periculum hoc adierit, ut Clodius CONFECIT.
eum ad Regiam paene confecerit, nusquam On what day the danger had reached such a critical
inveni; non tamen adducor ut putem point that Clodius almost drove Cicero to the Regia I
Ciceronem mentitum, praesertim cum have found recorded nowhere. I am not, however,
adiciat ut scitis. Sed videtur mihi loqui de brought to conclude that Cicero is lying, especially
eo die quo consulibus Domitio et Messala when he uses the expression ut scitis. But it seems to
qui praecesserant eum annum cum haec me that he is speaking about that day on which (in the
oratio dicta est inter candidatorum Hypsaei consulship of Domitius and Messala who had
et Milonis manus in via Sacra pugnatum preceeded this year [i.e. in 54] when this oration was
est, multique ex Milonianis ex improviso spoken) a battle took place on the Via Sacra between
ceciderunt. De cuius diei periculo suo ut the gangs of the candidates Hypsaeus and Milo, and
putem loqui eum facit et locus pugnae nam many of Milo's men unexpectedly were killed. Cicero
in Sacra via traditur commissa, in qua est is speaking, I think, about the danger to himself on
Regia et quod adsidue simul erant cum this day, and the place of the confrontation--for it is
candidatis suffragatores, Milonis Cicero, said that it took place on the Via Sacra, on which
Hypsaei Clodius. street the Regia is located--and the fact that the
campaign managers were constantly in the company
of the candidates: Cicero with Milo and Clodius with
Hypsaeus.
Potuitne L. Caecili, iustissimi (38) POTUITNE L. CAECILI, IUSTISSIMI
fortissimique praetoris, obpugnata FORTISSIMIQUE PRAETORIS, OBPUGNATA
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 35

domo? DOMO?
L. Caecilius Rufus de quo dicitur fuit Lucius Caecilius Rufus, who is mentioned, was
praetor P. Lentulo Spinthere Q. Metello praetor in the consulship of Publius Lentulus Spinther
Nepote coss., quo anno Cicero restitutus and Quintus Metellus Nepos [57 B.C.], the year in
est. Is cum faceret ludos Apollinares, ita which Cicero was restored. When Caecilius
infima coacta multitudo annonae caritate celebrated the Ludi Apollinares [July 4-12], the
tumultuata est ut omnes qui in theatro lowest sort of crowd assembled and rioted on account
spectandi causa consederant pellerentur. of the shortage of grain in such a way that everyone
De oppugnata domo nusquam adhuc legi; who were seated in the theater to see the performance
Pompeius tamen cum defenderet Milonem were driven out. I have read nothing anywhere about
apud populum, de vi accusante Clodio, his house being attacked. When Pompeius was
obiecit ei, ut legimus apud Tironem defending Milo before the popular assembly,
libertum Ciceronis in libro IIII de vita eius, however, when Clodius was accusing him de vi,
oppressum L. Caecilium praetorem. Pompeius remarked in reply that Lucius Caecilius the
praetor had been attacked by Clodius, as we read in
Book IV of the Life of Cicero by his freedman Tiro.
[p. 49 C]
Paulo post
At quo die? quo, ut ante dixi, fuit (45) AT QUO DIE? QUO, UT ANTE DIXI, FUIT
insanissima contio ab ipsius mercen INSANISSIMA CONTIO AB IPSIUS
nario tribuno plebis concitata. MERCENNARIO TRIBUNO PLEBIS
Hoc significat eo die quo Clodius occisus CONCITATA.
est contionatum esse mercennarium eius He means on the day on which Clodius had been
tribunum plebis. Sunt autem contionati eo killed that mercenary tribune of the people had held a
die, ut ex Actis apparet, C. Sallustius et Q. meeting. As is evident from the Acta Diurna, Caius
Pompeius, utrique et inimici Milonis et Sallustius and Quintus Pompeius held a public
satis inquieti. Sed videtur mihi Q. meeting on that day, both of them personally hostile
Pompeium significare; nam eius seditiosior to Milo and both turbulent enough. But it seems to
fuit contio. me that Quintus Pompeius is being referred to here,
since his contio was the more given to sedition.
Dixit C. Causinius Schola (46) DIXIT CAUSINIUS SCHOLA
Interamnanus, familiarissimus et idem INTERAMNANUS, FAMILIARISSIMUS ET
comes Clodi, P. Clodium illo die in IDEM COMES CLODI, P. CLODIUM ILLO DIE
Albano mansurum fuisse. IN ALBANO MANSURUM FUISSE.
Hic fuit Causinius apud quem Clodius This is the Causinius at whose house at Interamna
mansisse Interamnae videri volebat qua Clodius was eager to appear to have stayed on the
nocte deprehensus est in Caesaris domo, night on which he was caught in the house of Caesar,
cum ibi in operto virgines pro populo when the Vestal Virgins were conducting rituals in
Romano sacra facerent. secret in behalf of the Roman people. [Bona Dea
scandal, 4/5 December 62 B.C.]
Paulo post
Scitis, iudices, fuisse qui in hac rogatione (47) SCITIS, IUDICES, FUISSE QUI IN HAC
suadenda diceret Milonis manu caedem ROGATIONE SUADENDA DICERET MILONIS
esse factam, consilio vero maioris MANU CAEDEM ESSE FACTAM, CONSILIO
alicuius. Me videlicet latronem et VERO MAIORIS ALICUIUS. ME VIDELICET
sicarium abiecti homines ac perditi LATRONEM ET SICARIUM ABIECTI
describebant. HOMINES AC PERDITI DESCRIBEBANT.
Q. Pompeius Rufus et C. Sallustius tribuni Quintus Pompeius Rufus and Caius Sallustius, the
fuerunt quos significat. Hi enim primi de tribunes, were the people he means. These were the
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 36

ea lege ferenda populum hortati sunt et first to stir up the people about passing that law, [p.
dixerunt a manu Milonis occisum esse 50 C] and they stated that Clodius had been killed by
Clodium et cetera. Milo's gang, etc.
Atqui ut illi nocturnus adventus (49) ATQUI UT ILI NOCTURNUS ADVENTUS
vitandus fuit, sic Miloni, cum insi diator VITANDUS FUIT, SIC MILONI, CUM
esset, si illum ad urbem noctu INSIDIATOR ESSET, SI ILLUM AD URBEM
accessurum sciebat, subsidendum et NOCTU ACCESSURURM SCIEBAT,
cetera. SUBSIDENDUM ETC.
Via Appia est prope urbem monumentum The monument of Basilius is on the Via Appia near
Basili qui locus latrociniis fuit perquam the City. The place had a horrible reputation for
infamis, quod ex aliis quoque multis robberies, a fact which can be seen from many other
intellegi potest. references.
Comites Graeculi quocumque ibat, (55) COMITES GRAECULI QUOCUMQUE
etiam cum in castra Etrusca properabat. IBAT, ETIAM CUM IN CASTRA ETRUSCA
Saepe obiecit Clodio Cicero socium eum PROPERABAT.
coniurationis Catilinae fuisse; quam rem Cicero often throws it up against Clodius that he had
nunc quoque reticens ostendit. Fuerat enim been a participant in the Catilinarian Conspiracy. He
opinio, ut Catilina ex urbe profugerat in now makes delicate reference to the affair. For the
castra Manli centurionis qui tum in Etruria common belief had been that Catiline had fled from
ad Faesulas exercitum ei comparabat, the City to the camp of Manlius the Centurion, who at
Clodium subsequi eum voluisse et that time was putting together an army for him in
coepisse, tum dein mutato consilio in Etruria at Faesulae; that Clodius had wanted to follow
urbem redisse. after him and had begun to do so, but thereafter
changed his mind and returned to the City.
Non iam hoc Clodianum crimen (67) NON IAM HOC CLODIANUM CRIMEN
timemus, sed tuas, Cn. Pompei te enim TIMEMUS, SED TUAS, CN. POMPEI—TE
appello, et ea voce ut me exaudire possis ENIM APPELLO, ET EA VOCE UT ME
tuas, inquam, suspiciones EXAUDIRE POSSIS—TUAS, INQUAM,
perhorrescimus. SUSPICIONES PERHORESCIMUS.
Diximus in argumento orationis huius Cn. We said in the Introduction to this oration that
Pompeium simulasse timorem, seu plane Cnaeus Pompeius had pretended to be afraid, perhaps
timuisse Milonem, et ideo ne domi quidem he really feared Milo, and for that reason did not
suae sed in hortis superioribus ante remain even at home before the trial, but instead in
iudicium mansisse, ita ut villam quoque his gardens on the hill so that he could surround his
praesidio militum circumdaret. villa as well with a guard of soldiers. Quintus
Q. Pompeius Rufus tribunus plebis, qui Pompeius Rufus, tribune of the plebs, who had been
fuerat familiarissimus omnium P. Clodio et the closest of all of Clodius' friends and openly
sectam illam sequi se palam profitebatur, proclaimed that he was his follower, [p. 51 C] said in
dixerat in contione paucis post diebus a public meeting a few days after Clodius was killed:
quam Clodius erat occisus. Milo gave you somebody to be cremated in the
Milo dedit quem in curia cremaretis: dabit Senate House; he will give you somebody to be
quem in Capitolio sepeliatis. buried on the Capitol.

In eadem contione idem dixerat habuit At the same meeting--this meeting was held on
enim eam a. d. VIII Kal. Febr. cum Milo January 23 [VII Kal. Feb.]-- he likewise said he had
pridie, id est VIIII Kal. Febr., venire ad wanted to come with Milo to Pompeius in his gardens
Pompeium in hortos eius voluisset, yesterday (that is, on January 22), but that Pompeius
Pompeium ei per hominem propinquum sent him a note through a close associate of his not to
misisse nuntium ne ad se veniret. Prius come to his place. Even before Pompeius had been
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 37

etiam quam Pompeius ter consul crearetur, made consul for the third time [24th day of the
tres tribuni, Q. Pompeius Rufus, C. Intercalary Month, 52 B.C.] three tribunes, Quintus
Sallustius Crispus, T.Munatius Plancus, Pompeius, Caius Sallustius Crispus and Titus
cum cotidianis contionibus suis magnam Munatius Plancus, when they had aroused great
invidiam Miloni propter occisum Clodium hostility toward Milo on account of the death of
excitarent, produxerant ad populum Cn. Clodius through their daily meetings, they brought
Pompeium et ab eo quaesierant num ad Cnaeus Pompeius before the people and had asked
eum delatum esset illius quoque rei him whether the report of this matter had been
indicium, suae vitae insidiari Milonem. brought to him, namely that Milo was plotting against
Responderat Pompeius: Licinium quendam his life. Pompey replied that a certain Licinius who
de plebe sacrificulum qui solitus esset was a plebeian sacrificulus (who was employed to
familias purgare ad se detulisse servos engage in the purgations of families) brought news to
quosdam Milonis itemque libertos him that certain slaves and freedmen of Milo had
comparatos esse ad caedem suam, nomina been assigned to murder him, and also supplied the
quoque servorum edidisse; se ad Milonem names of the slaves. He himself sent to Milo (to
misisse utrum in potestate sua haberet; a inquire) whether he owned these slaves. Milo replied
Milone responsum esse, ex iis servis quos that, of the slaves he had named, some he had never
nominasset partim neminem se umquam owned, others he had manumitted. Next, when he had
habuisse, partim manumisisse; dein, cum Licinius at his place ... a certain plebeian named
Licinium apud se haberet, Lucium Lucius came in order to suborn the informer. When
quendam de plebe ad corrumpendum this was found out, he was tossed into the public
indicem venisse; qua re cognita in vincla lockup. For the Senate had decreed that Pompeius
eum publica esse coniectum. Decreverat along with the interrex and the tribunes of the plebs
enim senatus ut cum interrege et tribunis should `see to it that the state come to no harm.'
plebis Pompeius daret operam ne quid res Because of these suspicions, Pompeius [p. 52 C] kept
pulica detrimenti caperet. Ob has himself in his upper gardens. Then when he returned
suspiciones Pompeius in superioribus after the recruitment had been held throughout Italy
hortis se continuerat; deinde ex S.C. dilectu in accordance with the Decree of the Senate, the only
per Italiam habito cum redissent, person whom he would not admit to his presence who
venientem ad se Milonem unum omnium came to see him was Milo. Likewise, when a meeting
non admiserat. Item cum senatus in porticu of the Senate was being held in the Portico of
Pompeii haberetur ut Pompeius posset Pompeius so that Pompeius might take part, he
interesse, unum eum excuti prius quam in ordered him alone to be physically searched before he
senatum intraret iusserat. Hae sunt entered the hall. These are the suspicions which
suspiciones quas se dicit pertimescere. [Cicero] says he greatly fears.
Quid enim minus illo dignum quam (71) QUID ENIM MINUS ILLO DIGNUM
cogere ut vos eum condemnetis in quem QUAM COGERE UT VOS EUM
animadvertere ipse et more maiorum et CONDEMNETIS IN QUEM ANIMADVERTERE
suo iure posset? sed praesidio esse et IPSE ET MORE MAIORUM ET SUO IURE
cetera. POSSET? SED PRAESIDIO ESSE, ETC.
Idem T.Munatius Plancus, ut saepe This same Titus Munatius Plancus, as I have often
diximus, post audita et obsignata testium said, after the statements of the witnesses had been
verba dimissosque interim iudices vocata heard and sealed, and the jurors in the meantime
contione cohortatus erat populum ut clausis dismissed, called a public meeting and exhorted the
tabernis postero die ad iudicium adesset populace that, since the taverns had been closed, on
nec pateretur elabi Milonem. the next day they should come to the trial and not
allow Milo to get away.
Incidebantur iam domi leges quae nos (87) INCIDEBANTUR IAM DOMI LEGES
servis nostris addicerent. QUAE NOS SERVIS NOSTRIS ADDICERENT.
Significasse iam puto nos fuisse inter leges I think he is meant that we are subject to the laws
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 38

P. Clodi quas ferre proposuerat eam which Publius Clodius had moved to pass, especially
quoque qua libertini, qui non plus quam in the one by which freedmen who used to vote in no
IIII tribubus suffragium ferebant, possent more than 4 [urban] tribes, now vote in the [31] rustic
in rusticis quoque tribubus, quae propriae tribes as well, which used to be the preserve of the
ingenuorum sunt, ferre. freeborn.
Senatus, credo, praetorem eum (88) SENATUS, CREDO, PRAETOREM EUM
circumscripsisset. Ne cum solebat CIRCUMSCRIPSISSET. NE CUM SOLEBAT
quidem id facere, in privato eodem hoc QUIDEM ID FACERE, IN PRIVATO EODEM
aliquid profecerat. HOC ALIQUID PROFECERAT.
Significat id tempus quo P. Clodius, cum This refers to the time when Publius Clodius, while
adhuc quaestor designatus esset, still quaestor designatus, [p. 53 C] was arrested
deprehensus est, cum intrasset eo ubi because he had entered the place where the sacrifice
sacrificium pro populo Romano fiebat. for the Roman People was taking place. [p. 47 KS]
Quod factum notatum erat S.C., The incident had been noted [....] in a Decree of the
decretumque ut extra ordinem de ea re Senate, and it had been decreed that the trial on the
iudicium fieret. matter should take place extra ordinem.
Ver. a novis. CLX
Quo loco inducit loquentem Milonem cum In this place he brings Milo in, speaking with the boni
bonarum partium hominibus de meritis concerning his own achievements:
suis:
Plebem et infimam multitudinem, quae (95) PLEBEM ET INFIMAM MULTITUDINEM,
P. Clodio duce fortunis vestris QUAE PUBLIO CLODIO DUCE FORTUNIS
imminebat, eam, quo tutior esset vestra VESTRIS IMMINEBAT, EAM, QUO TUTIOR
vita, se fecisse commemorat ut non modo ESSET VESTRA VITA, SED ETIAM TRIBUS
virtute flecteret, sed etiam tribus suis SUIS PATRIMONIIS DELENIRET.
patrimoniis deleniret. I believe it was already noted earlier that Milo
Puto iam supra esse dictum Milonem ex belonged to the Papia family, then had been adopted
familia fuisse Papia, deinde adoptatum esse by Titus Annius, his maternal grandfather. The `third
ab T.Annio, avo suo materno. Tertium patrimony' seems to be that of his mother; I haven't
patrimonium videtur significare matris; found out anything else it could be.
aliud enim quod fuerit non inveni.

Conclusión (TRAS EL COMENTARIO)


Peracta utrimque causa singuli quinos Concluidos los discursos de una y otra parte, la
accusator et reus senatores, totidem equites acusación y la defensa recusaron, cada una, a cinco
et tribunos aerarios reiecerunt, ita ut unus senadores y a otros tantos caballeros y tribunos del
et L sententias tulerint. Senatores tesoro, de modo que fueron cincuenta y uno los
condemnaverunt XII, absolverunt VI; jueces que votaron. Doce senadores, trece caballeros
equites condemnaverunt XIII, absolverunt y trece tribunos del tesoro lo condenaron; lo
IIII; tribuni aerarii condemnaverunt XIII, consideraron inocente seis senadores, cuatro
absolverunt III. caballeros y tres tribunos de la plebe.
Videbantur non ignorasse iudices inscio Los jueces parecían no haber ignorado que, en un
Milone initio vulneratum esse Clodium, principio, Clodio resultó herido sin conocimiento de
sed compererant, post quam vulneratus Milón, pero habían entendido que, después de herido,
esset, iussu Milonis occisum. Fuerunt qui se le dio muerte por orden de Milón. Hubo quienes
crederent M. Catonis sententia eum esse creían que el voto de Marco Catón había sido
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 39

absolutum; nam et bene cum re publica absolutorio; en efecto, no había ocultado su opinión
actum esse morte P. Clodi non de que, con la muerte de Clodio, se había rendido un
dissimulaverat et studebat in petitione servicio al Estado, apoyaba a Milón en su candidatura
consulatus Miloni et reo adfuerat. al consulado y lo había asistido cuando fue acusado.
Nominaverat quoque eum Cicero Además al mismo Catón, pese a ser uno de los que
praesentem et testatus erat audisse eum a presidían el proceso, Cicerón lo había citado y él
M. Favonio ante diem tertium quam facta había declarado haber oído a Marco Favonio, tres
caedes erat, Clodium dixisse periturum días antes de producirse la muerte, que Clodio había
esse eo triduo Milonem Sed Milonis declarado que Milón iba a morir dentro de tres días....
quoque notam audaciam removeri a re Pero también se consideró provechoso librar a la
publica utile visum est. Scire tamen nemo República de una audacia tan conocida como la de
umquam potuit utram sententiam tulisset. Milón. Nadie, sin embargo, pudo saber nunca cuál
Damnatum autem opera maxime Appi había sido el sentido de su voto. Por otra parte, se
Claudi pronuntiatum est. publicó que había sido condenado por obra, sobre
todo, de Apio Claudio.
Milo postero die factus reus ambitus apud Al día siguiente Milón, acusado de acuerdo con la
Manlium Torquatum absens damnatus est. nueva ley de un delito de corrupción electoral ante
Illa quoque lege accusator fuit eius Appius Manlio Torcuato, al no comparecer, fue declarado
Claudius, et cum ei praemium lege daretur, culpable. En este caso el acusador fue también Apio
negavit se eo uti. Subscripserunt ei in Claudio; al corresponderle, conforme a la ley, una
ambitus iudicio P. Valerius Leo et Cn. recompensa, la rehusó. Firmaron la acusación en el
Domitius Cn. f. Post paucos dies quoque proceso de corrupción electoral Publio Valerio León
Milo apud M. Favonium quaesitorem de y Gneo Domicio, hijo de Gneo. Pocos días después
sodaliciis damnatus est accusante P. Fulvio Milón fue también declarado culpable de asociación
Nerato, cui e lege praemium datum est. ilegal ante un tribunal presidido por Marco Favonio;
Deinde apud L. Fabium quaesitorem la acusación la presentó Publio Fulvio Nerato, a quien
iterum absens damnatus est de vi: accusavit se le concedió la recompensa establecida por la ley. A
L. Cornificius et Q. Patulcius. Milo in continuación, y sin que compareciese, fue condenado
exilium Massiliam intra paucissimos dies por segunda vez por un delito de actuación violenta
profectus est. Bona eius propter aeris alieni ante el tribunal presidido por Lucio Fabio: los
magnitudinem semuncia venierunt. acusadores fueron Lucio Cornificio y Quinto
Patulcio. Muy pocos días después Milón partió
exiliado a Marsella. Sus bienes, a causa de la
magnitud de sus deudas, fueron vendidos a bajo
precio11.
Post Milonem eadem lege Pompeia primus Después de Milón, el primero en ser acusado de
est accusatus M. Saufeius M. f. qui dux acuerdo con la ley de Pompeyo fue Marco Saufeyo,
fuerat in expugnanda taberna Bovillis et hijo de Marco, que había dirigido el asalto a la posada
Clodio occidendo. Accusaverunt eum L. en Bovila y el asesinato de Clodio. Los acusadores
Cassius, L. Fulcinius C. f., C. Valerius; fueron Lucio Casio, Lucio Fulcinio —hijo de Gayo—
defenderunt M. Cicero, M. Caelius, y Gayo Valerio. Lo defendieron Marco Cicerón y
obtinueruntque ut una sententia Marco Celio, y consiguieron que fuera absuelto por
absolveretur. Condemnaverunt senatores un solo voto: lo absolvieron ocho senadores, ocho
X, absolverunt VIII; condemnaverunt caballeros y diez tribunos del tesoro; lo consideraron
equites Romani VIIII, absolverunt VIII; culpable diez senadores, nueve caballeros y seis
sed ex tribunis aerariis X absolverunt, VI tribunos del tesoro. Quedó claramente de manifiesto
damnaverunt: manifestumque odium Clodi que el odio contra Clodio fue lo que salvó a Saufeyo,

11
Sobre la venta de los bienes de Milón cf. pág. 450, nota 30.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 40

saluti Saufeio fuit, cum eius vel peior causa teniendo en cuenta que su causa era peor que la de
quam Milonis fuisset, quod aperte dux Milón ya que había dirigido abiertamente el asalto a
fuerat expugnandae tabernae. Repetitus la posada. De nuevo fue llamado a juicio, pocos días
deinde post paucos dies apud C. Considium después, ante un tribunal presidido por Gayo
quaestiorem est lege Plautia de vi, Considio, en virtud de la ley Plautia sobre
subscriptione ea quod loca edita occupasset actuaciones violentas, bajo la acusación de haber
et cum telo fuisset; nam dux fuerat ocupado un puesto destacado y de haber estado
operarum Milonis. Accusaverunt C. Fidius, armado: había sido, en efecto, el cabecilla de las
Cn. Aponius Cn. f., M. Seius Sex.f.; bandas de Milón. Los acusadores fueron Gayo Fidio,
defenderunt M. Cicero, M. Terentius Varro Gneo Aponio —hijo de Gneo—, Marco Seyo... —
Gibba. Absolutus est sententiis plenius hijo de Sexto—; lo defendieron Marco Cicerón y
quam prius: graves habuit XVIIII, Marco Terencio Varrón Giba. Fue absuelto con
absolutorias duas et XXX; sed e contrario mayor número de votos que en el proceso anterior:
hoc ac priore iudicio accidit: equites enim tuvo diecinueve votos en contra, y treinta y dos
ac senatores eum absolverunt, tribuni absolutorios. Pero resultó al contrario que en el ante-
aerarii damnaverunt. rior proceso: los caballeros y senadores lo
absolvieron, mientras que lo consideraron culpable
los tribunos del tesoro.
Sex. autem Clodius quo auctore corpus A su vez, Sexto Clodio, bajo cuya dirección el
Clodi in curiam illatum fuit accusantibus cadáver de Clodio fue llevado dentro de la curia,
C. Caesennio Philone, M. Alfidio, acusado por Gayo Cesenio Filón y Marco Alfidio, y
defendente T.Flacconio, magno consensu defendido por Tito Flaconio, fue condenado por una
damnatus est, sententiis sex et XL; gran mayoría: cuarenta y seis votos; sólo tuvo cinco
absolutorias quinque omnino habuit, duas votos absolutorios, dos de los senadores y tres de los
senatorum, tres equitum. Multi praeterea et caballeros. Además, fueron condenados muchos
praesentes et cum citati non respondissent otros; unos estuvieron presentes, otros no
damnati sunt, ex quibus maxima pars fuit comparecieron a la citación; la mayoría fueron
Clodianorum. partidarios de Clodio.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 41

EN DEFENSA DE T. ANIO MILÓN

M. TVLLI CICERONIS PRO T. ANNIO MILONE ORATIO

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34
35 36 37 38

I. 1. Etsi vereor, iudices, ne turpe sit pro 1 1 Aunque mucho me temo, jueces, que constituya un
fortissimo viro dicere incipientem timere, hecho vergonzoso1 el que manifieste temor al comenzar
minimeque deceat, cum T. Annius ipse mi defensa de un hombre tan esforzado, y que no esté
magis de rei publicae salute quam de sua bien que, mientras el propio Tito Anio se preocupa más
perturbetur, me ad eius causam parem del peligro de la República que del suyo propio, no sea
animi magnitudinem adferre non posse, yo capaz de presentar una grandeza de ánimo similar al
tamen haec novi iudici nova forma terret defender su causa, con todo, esta nueva forma de juicio
oculos, qui, quocumque inciderunt, extraordinario atemoriza unos ojos como los míos que,
consuetudinem fori et pristinum morem adondequiera se dirigen, echan en falta la antigua
iudiciorum requirunt. Non enim corona costumbre del foro y la práctica ancestral de los juicios.
consessus vester cinctus est, ut solebat; Vuestra asamblea, en efecto, no se ve rodeada, como de
non usitata frequentia stipati sumus: 2. costumbre, por un auditorio en círculo ni estamos
non illa praesidia, quae pro templis apelotonados por la habitual afluencia de gentes.
omnibus cernitis, etsi contra vim 2 Aquellas tropas que veis delante de todos los
conlocata sunt, non adferunt tamen templos2, aunque han sido colocadas para evitar la
[oratori] aliquid, ut in foro et in iudicio, violencia, no dejan sin embargo de provocar cierto
quamquam praesidiis salutaribus et temor en el orador; de ahí que, en medio del foro y en
necessariis saepti sumus, tamen ne non pleno juicio, no somos capaces siquiera de sentirnos
timere quidem sine aliquo timore seguros, libres de cualquier temor, a pesar de que
possimus. Quae si opposita Miloni hemos sido rodeados por unas fuerzas militares
putarem, cederem tempori, iudices, nec saludables y necesarias. Si creyera que estas tropas han
inter tantam vim armorum existimarem sido puestas contra Milón, cedería ante las
esse oratori locum. Sed me recreat et circunstancias, jueces, y consideraría que no hay
reficit Cn. Pompei, sapientissimi et posibilidad para mi discurso en medio de semejante
iustissimi viri, consilium, qui profecto despliegue militar. Pero me tranquilizan y animan las
nec iustitiae suae putaret esse, quem intenciones de un hombre muy sabio y justo como
reum sententiis iudicum tradidisset, Gneo Pompeyo, quien, sin duda, no consideraría propio
eundem telis militum dedere, nec de su sentido de la justicia entregar a las armas de los
sapientiae, temeritatem concitatae soldados al mismo hombre que había entregado como
multitudinis auctoritate publica armare. reo para ser juzgado por los jueces, ni de su sabiduría
armar con la autoridad pública la temeridad de una
multitud exaltada.
3. Quam ob rem illa arma, centuriones, 3 Por lo tanto, esas armas, los centuriones y las

1
Para el análisis de este comienzo del discurso, cf. QUINT., inst. orat. XI 3, 47-51 y IX 4, 73. Para un estudio global
sobre el exordio, cf. C. CHAPARRO. «Comentario de oratoria latina...», art. cit.
2
Los de Vesta, Cástor, Concordia y Saturno. Este último era el que ocupaba Pompeyo y en sus inmediaciones se
celebró el juicio. Sobre el estado de ánimo de Cicerón ante las circunstancias excepcionales que rodearon el proceso, cf.
supra, pág. 449 y Ascos., 31.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 42

cohortes non periculum nobis, sed cohortes no representan para nosotros un peligro sino
praesidium denuntiant; neque solum ut una protección: nos animan a estar, no ya tranquilos
quieto, sed etiam ut magno animo simus sino incluso con ánimo decidido y nos aseguran tanto
hortantur; neque auxilium modo ayuda para mi defensa como silencio. El resto de la
defensioni meae, verum etiam silentium muchedumbre, compuesta sin duda de ciudadanos, nos
pollicentur. Reliqua vero multitudo, quae es enteramente favorable y todos esos a quienes estáis
quidem est civium, tota nostra est; neque viendo que nos observan desde todos los lugares desde
eorum quisquam, quos undique intuentis, donde puede verse alguna parte del foro y que esperan
unde aliqua fori pars aspici potest, et el buen término de este proceso, a la vez que miran con
huius exitum iudici exspectantis videtis, buenos ojos la valentía de Milón piensan que en el día
non cum virtuti Milonis favet, tum de se, de hoy se está combatiendo por sus propias personas,
de liberis suis, de patria, de fortunis por sus hijos, por su patria y por sus bienes.
hodierno die decertari putat.
II. Unum genus est adversum 2 Sólo hay una clase de personas que nos es contraria y
infestumque nobis, eorum quos P. Clodi hostil: aquella que la locura de Publio Clodio alimentó
furor rapinis et incendiis et omnibus con pillajes, incendios y todo tipo de calamidades
exitiis publicis pavit: qui hesterna etiam públicas; además, a éstos, en la asamblea celebrada
contione incitati sunt, ut vobis voce ayer3, se les incitó a dictaros de antemano con sus
praeirent quid iudicaretis. Quorum gritos el sentido de vuestro veredicto. Si, por
clamor si qui forte fuerit, admonere vos casualidad, se produjera tal griterío, deberá serviros de
debebit, ut eum civem retineatis, qui aviso para que conservéis entre vosotros a ese
semper genus illud hominum ciudadano que, mirando por vuestra salvación, siempre
clamoresque maximos prae vestra salute despreció a esta clase de personas y los mayores gritos
neglexit. hostiles.
4. Quam ob rem adeste animis, iudices, et 4 Por todo ello, jueces, mostraos firmes y, si tenéis
timorem si quem habetis deponite. Nam algún temor, abandonadlo. Pues, si alguna vez tuvisteis
—si umquam de bonis et fortibus viris, si la posibilidad de juzgar a hombres íntegros y valientes,
umquam de bene meritis civibus potestas si alguna vez a ciudadanos beneméritos, si, en fin,
[vobis] iudicandi fuit, si denique alguna vez les fue concedida a personajes escogidos
umquam locus amplissimorum ordinum entre los estamentos más distinguidos4 la ocasión de
delectis viris datus est, ut sua studia erga manifestar directamente con su voto sus simpatías
fortis et bonos civis, quae voltu et verbis hacia unos ciudadanos íntegros y valientes (unas
saepe significassent, re et sententiis simpatías que ya a menudo habían dado a entender con
declararent— hoc profecto tempore eam su semblante y sus palabras), es sin duda en este
potestatem omnem vos habetis, ut momento cuando vosotros tenéis la potestad de decidir
statuatis utrum nos, qui semper vestrae si nosotros, que siempre nos hemos sometido a vuestra
auctoritati dediti fuimus, semper miseri autoridad, nos lamentaremos para siempre en nuestra
lugeamus, an, diu vexati a perditissimis desgracia o si, después de haber sido ultrajados durante
civibus, aliquando per vos ac per vestram tanto tiempo por los hombres más perversos, seremos
fidem, virtutem, sapientiamque restablecidos alguna vez gracias a vosotros, a vuestra
recreemur. rectitud, valor y sabiduría.
5. Quid enim nobis duobus, iudices, 5 Realmente, ¿se puede nombrar o imaginar a alguien
laboriosius, quid magis sollicitum, magis más abrumado, preocupado o inquieto que nosotros
exercitum dici aut fingi potest, qui, spe dos, que, atraídos a la tarea política con la esperanza de

3
Sobre esta asamblea, cf. ASCON. 28. Hay que señalar que una parte importante de los partidarios de Clodio procedía de
la plebs contionalis (CH. MEIER, Res publica amissa. Weisbanden 1980, págs. 114-115), es decir de los asiduos a las
asambleas populares que tan bien supo utilizar Clodio: artesanos, tenderos (muchos de ellos libertos), etc.
4
Según la lex Aurelia. los tribunales estaban compuestos por miembros de los tres estamentos más importantes de la
ciudad: senadores, caballeros y tribunos del erario.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 43

amplissimorum praemiorum ad rem las recompensas más elevadas, no podemos vernos


publicam adducti, metu crudelissimorum libres del miedo a los suplicios más crueles? a decir
suppliciorum carere non possumus? verdad, siempre creí que Milón debía hacer frente a las
Equidem ceteras tempestates et procellas demás borrascas y tormentas (al menos en el caso de
in illis dum taxat fluctibus contionum las agitadas asambleas populares) puesto que siempre
semper putavi Miloni esse subeundas, se había manifestado a favor de la gente de bien y en
quia semper pro bonis contra improbos contra de los desalmados, pero en un juicio como éste y
senserat; in iudicio vero, et in eo consilio ante un tribunal en el que imparten justicia los hombres
in quo ex cunctis ordinibus amplissimi más distinguidos de todos los estamentos, nunca pensé
viri iudicarent, numquam existimavi que iban a tener los enemigos de Milón alguna
spem ullam esse habituros Milonis esperanza, no ya de destruir su persona sino, incluso, de
inimicos, ad eius non modo salutem debilitar su prestigio, sirviéndose de tales hombres5.
exstinguendam, sed etiam gloriam per
talis viros infringendam.
6. Quamquam in hac causa, iudices, T. 6 De todos modos, en este proceso, jueces, para
Anni tribunatu, rebusque omnibus pro defenderlo del crimen que se le imputa no vamos a
salute rei publicae gestis ad huius mencionar demasiado el tribunado de Tito Anio y todo
criminis defensionem non abutemur. Nisi cuanto hizo por la salvación de la República6; mientras
oculis videritis insidias Miloni a Clodio no veáis con vuestros ojos que fue Clodio quien
factas, nec deprecaturi sumus ut crimen preparó la emboscada contra Milón, no os suplicaremos
hoc nobis propter multa praeclara in rem que nos perdonéis este crimen en consideración a sus
publicam merita condonetis, nec muchos y distinguidos servicios a la República ni os
postulaturi, ut si mors P. Clodi salus pediremos que, dado que la muerte de Clodio ha
vestra fuerit, idcirco eam virtuti Milonis significado vuestra salvación, por esta razón la
potius quam populi Romani felicitati atribuyáis al valor de Milón más que a la fortuna del
adsignetis. Sed si illius insidiae clariores pueblo romano. Si, por el contrario, los proyectos
hac luce fuerint, tum denique obsecrabo criminales de Clodio os resultasen más evidentes que la
obtestaborque vos, iudices, si cetera luz de este día, entonces sí que os rogaré y suplicaré,
amisimus, hoc saltem nobis ut jueces, que, aunque hayamos perdido todo lo demás, se
relinquatur, ab inimicorum audacia nos deje al menos la posibilidad de defender
telisque vitam ut impune liceat impunemente nuestra vida de la osadía y las armas de
defendere. nuestros enemigos.
III. 7. Sed ante quam ad eam orationem 3 7 Pero antes de abordar la parte de mi discurso que
venio quae est propria vestrae atañe a vuestra acción judicial, me parece que he de
quaestionis, videntur ea esse refutanda, refutar cuanto con frecuencia se ha dicho en contra de
quae et in senatu ab inimicis saepe iactata él, en el senado por parte de sus enemigos, en la
sunt, et in contione ab improbis, et paulo asamblea popular por hombres desalmados y hace poco
ante ab accusatoribus, ut omni errore por boca de sus defensores, a fin de que, eliminada toda
sublato, rem plane quae veniat in posible confusión, podáis examinar claramente el
iudicium videre possitis. Negant intueri asunto que se presenta a juicio. Afirman que no tiene
lucem esse fas ei qui a se hominem derecho a ver la luz del día aquel que admite haber
occisum esse fateatur. In qua tandem dado muerte a un hombre. Pero, ¿en qué ciudad hay
urbe hoc homines stultissimi disputant? hombres tan necios que sostengan esta afirmación? Sin

5
Es decir, Milón podría sentir temor ante una asamblea popular (donde dominaban los partidarios de Clodio), pero no
ante un tribunal compuesto por miembros de los estamentos más nobles de la ciudad, ya que Milón había sido el sostén
de los optimates.
6
Sobre esta actuación de Milón, cf. supra. págs. 443-445 y A. W. LINTOTT, «Cicero and Milo», art. cit.. págs. 62-68.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 44

nempe in ea quae primum iudicium de duda en la ciudad que vio como primer juicio capital el
capite vidit M. Horati, fortissimi viri, qui de un hombre tan valeroso como Marco Horacio7,
nondum libera civitate, tamen populi quien, aun cuando todavía Roma no gozaba de la
Romani comitiis liberatus est, cum sua libertad republicana, fue absuelto por los comicios del
manu sororem esse interfectam fateretur. pueblo romano a pesar de reconocer que había dado
8. An est quisquam qui hoc ignoret, cum muerte a su hermana con sus propias manos.
de homine occiso quaeratur, aut negari 8 ¿Hay alguien acaso que ignore que, cuando se juzga
solere omnino esse factum aut recte et sobre la muerte de un hombre, o bien se suele negar
iure factum esse defendi? Nisi vero con rotundidad el haberlo hecho o bien se alega como
existimatis dementem P. Africanum defensa que se hizo con razón y justicia? a no ser, en
fuisse, qui cum a C. Carbone [tribuno verdad, que consideréis que Publio el Africano, al ser
plebis seditiose] in contione interrogado por el tribuno de la plebe Gayo Carbón en
interrogaretur quid de Ti. Gracchi morte una agitada asamblea popular sobre qué opinaba de la
sentiret, responderit iure caesum videri. muerte de Tiberio Graco, fue un loco por haber res-
Neque enim posset aut Ahala ille pondido que le parecía que había sido muerto con toda
Servilius, aut P. Nasica, aut L. Opimius, justicia8. Ni podrían dejar de ser considerados
aut C. Marius, aut me consule senatus, abominables aquel famoso Servilio Ahala o Publio
non nefarius haberi, si sceleratos civis Nasica, Lucio Opimio, Gayo Mario o el senado durante
interfici nefas esset. Itaque hoc, iudices, mi consulado9, en el caso de que se considere ilegal dar
non sine causa etiam fictis fabulis muerte a ciudadanos criminales. En consecuencia,
doctissimi homines memoriae jueces, no sin razón unos hombres de gran talento han
prodiderunt, eum qui patris ulciscendi legado también a la posteridad en sus obras de teatro la
causa matrem necavisset, variatis noticia de que, quien había dado muerte a su madre
hominum sententiis, non solum divina, para vengar a su padre, al ser diversos los votos de los
sed etiam sapientissimae deae sententia jueces humanos, fue absuelto también por el juicio
liberatum. 9. Quod si duodecim tabulae divino de la más sabia de las diosas10.
nocturnum furem quoquo modo, diurnum 9 Y si las Doce Tablas permitieron que se pudiera dar
autem, si se telo defenderet, interfici muerte impunemente a un ladrón por la noche de
impune voluerunt, quis est qui, quoquo cualquier forma11 y de día en el caso de que se
modo quis interfectus sit, puniendum defendiera con armas, ¿hay alguien que crea que hay
putet, cum videat aliquando gladium que imponer un castigo sin importar la forma en que
nobis ad hominem occidendum ab ipsis alguien ha sido muerto, cuando está viendo que a veces
porrigi legibus? son las propias leyes las que nos alargan la espada para
dar muerte a un hombre?
IV. Atqui si tempus est ullum iure 4 Pues bien, si hay circunstancias —que las hay y
hominis necandi, quae multa sunt, certe numerosas—en que con derecho se puede matar a un
illud est non modo iustum, verum etiam hombre, es sin duda una circunstancia justa y necesaria
necessarium, cum vi vis inlata defenditur. cuando se repele la fuerza con la fuerza. Al pretender

7
Horacio, que había dado muerte a su hermana, fue condenado por los duunviros, pero absuelto posteriormente por una
asamblea popular en el primer ejemplo de provocatio ad populum (LIV., 1 26; VAL. MÁX., VIII 1,1 ).
8
«Si [Graco] tuvo la intención de hacerse con el poder, entonces su muerte fue legalmente justa», respondió Escipión
(VEL. PATÉR., VII 4, 4).
9
Ahala dio muerte en el 439 a Espurio Melio, sospechoso de aspirar a la realeza (LIV., IV 15, 4). Por su parte, P.
Cornelio Escipión Nasica inició en el 133 el movimiento de oposición a Tiberio Graco que acabaría con la muerte de
éste. L. Opimio, cónsul en el 121 (Sest. 140, nota 202), investido de plenos poderes, dio muerte a Gayo Graco y a tres
mil de sus partidarios. Gayo Mario, en el 100, hizo ajusticiar a los rebeldes Glaucia y Saturnino (har. 51, nota 118). Por
último, Cicerón en el 63 hizo que el senado votara la pena de muerte contra los partidarios de Catilina. Los mismos
personajes y en el mismo orden cronológico volverán a ser citados en Mil. 83.
10
Según la leyenda de Orestes (recreada por los trágicos griegos y latinos), éste, después de haber dado muerte a su
madre Clitemnestra, fue absuelto por el Areópago gracias a la intervención de la diosa Atenea que presidía el tribunal.
11
El texto conservado dice: si nox furtum faxit. si im occisit, iure caesus esto.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 45

Pudicitiam cum eriperet militi tribunus arrebatarle la castidad a un soldado un tribuno militar
militaris in exercitu C. Mari, propinquus del ejército de Gayo Mario, allegado de este general,
eius imperatoris, interfectus ab eo est, cui fue muerto por aquel al que intentaba violentar: el jo-
vim adferebat. Facere enim probus ven virtuoso prefirió ponerse en peligro antes que sufrir
adulescens periculose quam perpeti una afrenta12. Aquel gran hombre lo liberó del castigo
turpiter maluit. Atque hunc ille summus absolviéndole del delito.
vir scelere solutum periculo liberavit. 10. 10 Pero, ¿existe alguna muerte injusta contra un traidor
Insidiatori vero et latroni quae potest y un ladrón? ¿Para qué sirven nuestras escoltas?13.
inferri iniusta nex? Quid comitatus nostri, ¿Para qué las espadas? No se nos permitiría tenerlas si
quid gladii volunt? quos habere certe non de ningún modo pudiéramos hacer uso de ellas. En
liceret, si uti illis nullo pacto liceret. Est suma, jueces, se trata de una ley no escrita pero natural,
igitur haec, iudices, non scripta, sed nata una ley que no hemos aprendido, ni leído, ni nos ha
lex; quam non didicimus, accepimus, sido legada sino que la hemos tomado, sacado y
legimus, verum ex natura ipsa extraído de la propia naturaleza, para la que no hemos
adripuimus, hausimus, expressimus; ad sido instruidos o preparados sino que nos es innata y
quam non docti sed facti, non instituti sed estamos imbuidos de ella: si nuestra vida corriera
imbuti sumus, —ut, si vita nostra in peligro ante las asechanzas, la violencia y las armas de
aliquas insidias, si in vim et in tela aut ladrones o enemigos, todo medio de buscar nuestra
latronum aut inimicorum incidisset, salvación se consideraría legítimo.
omnis honesta ratio esset expediendae 11 Así pues, las leyes guardan silencio en medio de las
salutis. 11. Silent enim leges inter arma; armas y no ordenan que se aguarde su veredicto cuando
nec se exspectari iubent, cum ei qui el que desearía hacerlo puede sufrir una pena injusta
exspectare velit, ante iniusta poena antes de obtener justicia. De todos modos la ley misma
luenda sit, quam iusta repetenda. Etsi que prohíbe, no que se mate a un hombre sino que se
persapienter et quodam modo tacite dat esté armado con la intención de matarlo, otorga muy
ipsa lex potestatem defendendi, quae non sabiamente (y en cierto modo de forma implícita) la
hominem occidi, sed esse cum telo posibilidad de defenderse; así que, al tenerse en cuenta
hominis occidendi causa vetat; ut, cum la intención y no las armas, quien hubiera usado sus ar-
causa non telum quaereretur, qui sui mas en defensa propia no se considera que tenía esas
defendendi causa telo esset usus non armas con intención de matar. Que esto, jueces, quede
minis occidendi causa habuisse telum claro en el proceso. Pues estoy seguro de que
iudicaretur. Quapropter hoc maneat in conseguiré que aceptéis mi defensa si recordáis lo que
causa, iudices, non enim dubito quin no podéis olvidar: se puede matar en justicia a quien
probaturus sim vobis defensionem meam, prepara una emboscada.
si id memineritis quod oblivisci non
potestis, insidiatorem iure interfici posse.
V. 12. Sequitur illud, quod a Milonis 5 12 Viene a continuación una idea que sostienen muy
inimicis saepissime dicitur, caedem in a menudo los enemigos de Milón: el senado consideró
qua P. Clodius occisus est senatum que la muerte de la que fue objeto Publio Clodio fue un
iudicasse contra rem publicam esse atentado contra el Estado. Pero, en realidad, el senado
factam. Illam vero senatus non sententiis la aprobó, no sólo con sus votos sino también con sus
suis solum, sed etiam studiis muestras de simpatía. ¡Cuántas veces abordamos
comprobavit. Quotiens enim est illa aquella cuestión en el senado, con qué asentimiento de

12
Se trataría del tribuno militar G. Lusio, hijo de una hermana de Mario, que en la guerra contra los cimbros intentó
violentar a uno de sus soldados (P. Trebonio o Arruncio), prendado de su belleza (QUINT. inst. orat. III 11. 4: VAL.
MÁX., VII. 12).
13
Cicerón está, pues, reconociendo como un hecho habitual en Roma la presencia de escoltas (normalmente clientes)
que, a la manera de cortejos de honor, acompañaban a los magistrados o personajes influyentes, una costumbre que
explica el que Catilina. Clodio o Milón pudieran circular rodeados de hombres armados sin provocar extrañeza en la
población.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 46

causa a nobis acta in senatu! quibus todo el estamento senatorial y de la forma más rotunda
adsensionibus universi ordinis, quam nec y evidente!14. ¿Cuándo, en un senado en pleno, se
tacitis nec occultis! Quando enim encontraron cuatro o, a lo sumo, cinco que no
frequentissimo senatu quattuor aut aprobaran la causa de Milón? Buena prueba de ello son
summum quinque sunt inventi qui aquellas arengas sin sentido del ardiente tribuno15 de la
Milonis causam non probarent? plebe aquí presente, con las que, lleno de envidia,
Declarant huius ambusti tribuni plebis censuraba todos los días mi poder diciendo que el
illae intermortuae contiones, quibus senado decidía no lo que creía sino lo que yo quería.
cotidie meam potentiam invidiose Ciertamente, si esto se ha de denominar poder en vez
criminabatur, eum diceret senatum non de moderada autoridad en causas justas, debido a mis
quod sentiret, sed quod ego vellem grandes servicios a la República, o bien influencia entre
decernere. Quae quidem si potentia est la gente de bien, gracias a mi abnegada dedicación, que
appellanda—potius quam aut propter se denomine así, con tal de que utilicemos este poder
magna in rem publicam merita mediocris en defensa de los buenos y en contra de la locura de los
in bonis causis auctoritas, aut propter hos malvados.
officiosos labores meos non nulla apud
bonos gratia,—appellatur ita sane, dum
modo ea nos utamur pro salute bonorum
contra amentiam perditorum.
13. Hanc vero quaestionem, etsi non est 13 Pero, por más que sea legal, nunca sin embargo el
iniqua, numquam tamen senatus senado pensó que hubiera de constituirse este tribunal
constituendam putavit. Erant enim leges, extraordinario, puesto que existían ya leyes16 y
erant quaestiones vel de caede vel de vi; tribunales para tratar casos de asesinato o violencia y la
nec tantum maerorem ac luctum senatui muerte de Clodio no provocaba en el senado una
mors P. Clodi adferebat, ut nova quaestio tristeza o dolor tan grandes como para que se cons-
constitueretur. Cuius enim de illo incesto tituyera un tribunal extraordinario. En efecto, ¿quién
stupro iudicium decernendi senatui puede creer que el senado, a quien se le había privado
potestas esset erepta, de eius interitu quis de la potestad de decidir un tribunal sobre el incesto y
potest credere senatum iudicium novum el estupro de Clodio17, pensó establecer un juicio
constituendum putasse? Cur igitur extraordinario sobre su muerte? ¿Por qué razón, pues,
incendium curiae, oppugnationem el senado estableció que el incendio de la curia, el
aedium M. Lepidi, caedem hanc ipsam asalto a la casa de Marco Lépido18 y esta misma muerte
contra rem publicam senatus factam esse se realizaron en contra de la República? Porque, en una
decrevit? quia nulla vis umquam est in ciudad libre, nunca ha habido violencia alguna entre
libera civitate suscepta inter civis non ciudadanos que no se emprendiera contra la República.

14
Desde la muerte de Clodio hasta el proceso actual han transcurrido casi tres meses y, por tanto, es lógico suponer que
Cicerón abordara este tema más de una vez en sus intervenciones en el senado. Aunque de las palabras de Cicerón
parece deducirse que la práctica totalidad de los senadores eran hostiles a Clodio y favorables a Milón, la realidad fue
muy diferente: el veredicto pronunciado por los jueces y las cifras dadas por Asconio muestran que la mayoría de los
senadores y caballeros desconfiaban en este momento de Milón. En cuanto a la plebe, que Cicerón pretende también
favorable a su defendido (Mil. 95) por los juegos fastuosos que había organizado, a quien realmente apreciaba era a
Clodio (DIÓN CASIO, XL 49) como se puso de manifiesto en los funerales de su antiguo tribuno.
15
Se refiere al tribuno de la plebe T. Munacio Planco, «ardiente» en muchos sentidos: como partidario de Clodio, por
«inflamar» a las masas en contra de Milón y por haber incendiado la curia (ASCON., 8; 20).
16
Entre otras, la lex Cornelia de sicariis et veneficiis del 81 y la lex Plotia de vi, probablemente del 89.
17
Nueva alusión al escándalo de los misterios de la Buena Diosa (supra, pág. 13, nota 8). Al considerar el crimen de
Clodio como un sacrilegium, los cónsules establecieron un tribunal extraordinario presidido por uno de los pretores.
Con motivo de la constitución de este tribunal se produjeron disturbios en Roma (Att. 114, 5-6).
18
ASCON., 8. M. Emilio Lépido, nombrado interrey por el senado, fue quien confirió a Pompeyo poderes
extraordinarios. Sobre su posible identificación con el cónsul homónimo del 46 o del 66, cf. J. S. RUEBEL, «The trial
of Milo...», art. cit., pág. 234, nota 7.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 47

contra rem publicam. 14. Non enim est 14 A decir verdad, por más que en ocasiones sea
illa defensio contra vim umquam necesaria, no es deseable en ninguna circunstancia
optanda, sed non numquam est defenderse contra la violencia; a no ser que aquel día en
necessaria. Nisi vero aut ille dies quo Ti. el que fue muerto Tiberio Graco, en el que lo fue Gayo
Gracchus est caesus, aut ille quo Gaius, o en el que fueron aplastadas las armas de Saturnino
aut quo arma Saturnini oppressa sunt, (aunque procedían del Estado), dichos episodios no
etiam si e re publica oppressa sunt, rem infligieran una herida a la República19.
publicam tamen non volnerarunt.
VI. Itaque ego ipse decrevi, cum caedem 6 Al haber constancia de que se había producido una
in Appia factam esse constaret, non eum muerte en la Vía Apia, yo mismo voté que Milón no
qui se defendisset contra rem publicam había cometido un delito contra la República por haber
fecisse, sed, cum inesset in re vis et actuado en defensa propia; pero, al producirse en el
insidiae, crimen iudicio reservavi, rem propio acto violencia y premeditación, me limité a
notavi. Quod si per furiosum illum señalar el hecho y reservé a un tribunal la decisión de
tribunum senatui quod sentiebat perficere juzgarlo. No tendríamos necesidad de ningún tribunal
licuisset, novam quaestionem nullam extraordinario si aquel furibundo tribuno de la plebe
haberemus. Decernebat enim, ut hubiera permitido al senado llevar a cabo sus
veteribus legibus, tantum modo extra propósitos; pues éste establecía acudir a las antiguas
ordinem, quaereretur. Divisa sententia leyes, aunque fuera de forma extraordinaria20. Ante la
est, postulante nescio quo: nihil enim demanda de no sé qué individuo (no hay ninguna
necesse est omnium me flagitia proferre. necesidad de que yo ponga al descubierto las opiniones
Sic reliqua auctoritas senatus empta vergonzosas de todo el mundo) se produjo una división
intercessione sublata est. de pareceres; de este modo, y con esta oposición
comprada, el resto de la proposición del senado quedó
sin valor21.
15. At enim Cn. Pompeius rogatione sua 15 Por otra parte, Gneo Pompeyo, con su proyecto de
et de re et de causa iudicavit: tulit enim ley, emitió una valoración sobre el propio hecho y
de caede quae in Appia via facta esset, in sobre el proceso: presentó, en efecto, una proposición
qua P. Clodius occisus esset. Quid ergo relativa a la muerte que se había producido en la Vía
tulit? nempe ut quaereretur. Quid porro Apia y en la que Publio Clodio había resultado ser la
quaerendum est? Factumne sit? at víctima. ¿En qué consistió, en suma, su propuesta? Sin
constat. A quo? at paret. Vidit igitur, duda, en que se realizara una investigación judicial.
etiam in confessione facti, iuris tamen Una investigación, ¿sobre qué? ¿Acaso sobre el hecho?
defensionem suscipi posse. Quod nisi Pero hay ya constancia de él. ¿Sobre su autor? Pero es
vidisset posse absolvi eum qui fateretur, conocido. Vio, por tanto, que en la propia confesión del
cum videret nos fateri, neque quaeri hecho se podía alegar de todos modos una defensa. Si
umquam iussisset, nec vobis tam hanc no hubiese visto que quien admitía los hechos podía ser
salutarem in iudicando litteram quam absuelto (al ver que nosotros también lo reconocíamos),
illam tristem dedisset. Mihi vero Cn. no habría ordenado nunca una investigación judicial ni
Pompeius non modo nihil gravius contra os habría concedido la posibilidad tanto de absolverlo
Milonem iudicasse, sed etiam statuisse como de condenarlo. En realidad, me da la impresión
videtur quid vos in iudicando spectare de que Gneo Pompeyo no sólo no emitió un juicio en

19
Sobre la muerte de los Gracos y de Saturnino, cf. har. 41 y 43.
20
El orador Hortensio había propuesto que el proceso contra Milón se abordara de inmediato, por delante de los demás
juicios (extra ordinem), y ante un tribunal ordinario. Pero el tribuno T. Munacio Planco (Mil. 12, nota 15), con el visto
bueno de Pompeyo, consiguió que triunfara la propuesta de un tribunal extraordinario.
21
Puesto que la proposición de Hortensio tenía dos partes, el tribuno Q. Fufio Caleno (aludido en el desdeñoso «no sé
qué individuo») hizo que cada una fuera votada por separado (divisa sententia); Caleno interpuso su veto a la «segunda
parte» (es decir, a que fuera un tribunal ordinario el que juzgara a Milón), con lo que el resto de la proposición quedó
también invalidada.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 48

oporteret. Nam qui non poenam exceso desfavorable contra Milón, sino que incluso
confessioni, sed defensionem dedit, is señaló qué era lo que debíais tener en consideración a
causam interitus quaerendam, non la hora de juzgar. Sin duda, puesto que dio no un
interitum putavit. 16. Iam illud ipse dicet castigo a la confesión sino la posibilidad de defenderse,
profecto, quod sua sponte fecit, Publione pensó que lo que había que investigar era el móvil de la
Clodio tribuendum putarit an tempori. muerte y no la muerte misma. 16 Seguramente él
mismo nos dirá si, lo que hizo por propia iniciativa,
pensó que era una concesión obligada a Publio Clodio
o a las circunstancias.
VII. Domi suae nobilissimus vir, senatus 7 Un hombre de la nobleza del tribuno de la plebe
propugnator, atque illis quidem Marco Druso22, defensor del senado y casi su protector
temporibus paene patronus, avunculus en aquella época, tío materno de uno de los jueces de
huius iudicis nostri, fortissimi viri, M. este tribunal (del íntegro Marco Catón), fue asesinado
Catonis, tribunus plebis M. Drusus en su propia casa. El pueblo no presentó ningún decreto
occisus est. Nihil de eius morte populus ni el senado estableció ningún tribunal de investigación
consultus, nulla quaestio decreta a senatu relativo a su muerte. Hemos aprendido de nuestros
est. Quantum luctum in hac urbe fuisse a mayores el gran dolor que se produjo en esta ciudad
nostris patribus accepimus, cum P. cuando Publio el Africano, mientras descansaba en su
Africano domi suae quiescenti illa casa, fue víctima de un atentado nocturno23. ¿Quién no
nocturna vis esset inlata? Quis tum non se lamentó entonces?, ¿quién no se consumió de dolor
gemuit? Quis non arsit dolore, quem al no haberse siquiera esperado la muerte natural de
immortalem, si fieri posset, omnes esse aquel cuya inmortalidad deseaba todo el mundo, de ser
cuperent, eius ne necessariam quidem posible? ¿Acaso, pues, se propuso tribunal alguno
exspectatam esse mortem! Num igitur sobre la muerte del Africano? Ciertamente, no. 17 ¿Por
ulla quaestio de Africani morte lata est? qué? Porque los hombres insignes no resultan muertos
certe nulla. 17. Quid ita? quia non alio por un crimen diferente a aquel con el que son muertos
facinore clari homines, alio obscuri los hombres desconocidos. Aunque haya una diferencia
necantur. Intersit inter vitae dignitatem en la dignidad de vida de los hombres encumbrados y
summorurn atque infimorum: mors de los humildes, ciertamente la muerte producida por
quidem inlata per scelus isdem et poenis un atentado está en los dos casos sometida a los
teneatur et legibus. Nisi forte magis erit mismos castigos y leyes. a no ser que el que mató a su
parricida, si qui consularem patrem quam padre por ser consular sea más parricida que el que
si quis humilem necarit: aut eo mors mató a un padre humilde; o que la muerte de Publio
atrocior erit P. Clodi, quod is in Clodio vaya a ser más horrible por haber sido muerto (a
monumentis maiorum suorum sit menudo lo dicen esos individuos) sobre un monumento
interfectus—hoc enim ab istis saepe de sus antepasados. ¡Como si el famoso Apio el Ciego
dicitur; proinde quasi Appius ille Caecus hubiese construido esta vía, no para uso del pueblo sino
viam muniverit, non qua populus como un lugar donde sus descendientes se dedicaran al
uteretur, sed ubi impune sui posteri pillaje impunemente!
latrocinarentur!
18. Itaque in eadem ista Appia via cum 18 ¡De modo que, habiendo asesinado Publio Clodio en
ornatissimum equitem Romanum P. esa misma Vía Apia a un caballero romano tan
Clodius M. Papirium occidisset, non fuit distinguido como Marco Papirio24, no debió ser
illud facinus puniendum, homo enim castigado aquel crimen (pues un hombre noble había
nobilis in suis monumentis equitem matado, sobre un monumento de sus antepasados, a un

22
Sobre M. Livio Druso, tribuno de la plebe en el 91, cf. dom. 41, Sest. 135 y notas.
23
En la extraña muerte de P. Escipión Africano se pretendió ver la mano de Gayo Graco o de su propia esposa
Sempronia.
24
Sobre M. Papirio, muerto en la Vía Apia en el 58, en las refriegas por el asunto de Tigranes, cf. dom. 49, nota 71.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 49

Romanum occiderat: nunc eiusdem caballero romano) y ahora el nombre de esta misma
Appiae nomen quantas tragoedias Vía Apia suscita semejantes manifestaciones patéticas!
excitat! Quae cruentata antea caede ¡No se hablaba de ella cuando fue ensangrentada con la
honesti atque innocentis viri silebatur, muerte de un hombre honesto e inocente, y ahora se la
eadem nunc crebro usurpatur, postea menciona sin cesar después que resultó salpicada con la
quam latronis et parricidae sanguine sangre de un ladrón y un parricida! Pero, ¿por qué
imbuta est. Sed quid ego illa menciono aquellos hechos? Fue sorprendido en el
commemoro? Comprehensus est in templo de Cástor un esclavo de Publio Clodio a quien
templo Castoris servus P. Clodi, quem éste había apostado allí para dar muerte a Gneo
ille ad Cn. Pompeium interficiendum Pompeyo; se le arrebató de las manos el puñal mientras
collocarat: extorta est ei confitenti sica de confesaba el delito. Después de esto Pompeyo se
manibus: caruit foro postea Pompeius, abstuvo del foro, del senado y del público. Se protegió
caruit senatu, caruit publico: ianua se ac tras sus puertas y paredes y no con el derecho de las
parietibus, non iure legum iudiciorumque leyes y de los tribunales25.
texit. 19. Num quae rogatio lata, num 19 ¿Acaso se presentó alguna proposición de ley o se
quae nova quaestio decreta est? Atqui si estableció un tribunal extraordinario? Y, sin embargo,
res, si vir, si tempus ullum dignum fuit, si alguna vez el hecho, el personaje y las circunstancias
certe haec in illa causa summa omnia fueron merecedores de ello, todos estos factores se
fuerunt. Insidiator erat in foro conlocatus, dieron de la forma más clara en aquella causa. El
atque in vestibulo ipso senatus; ei viro asesino se había apostado en el foro, en la entrada
autem mors parabatur, cuius in vita misma del senado: se maquinaba la muerte de un
nitebatur salus civitatis; eo porro rei hombre de cuya vida dependía la salvación del Estado;
publicae tempore, quo, si unus ille además, en unas circunstancias políticas en las que,
occidisset, non haec solum civitas, sed sólo con que él hubiese muerto, habrían perecido
gentes omnes concidissent. Nisi vero también, no sólo esta ciudad sino todas las naciones, a
quia perfecta res non est, non fuit no ser que se diga que esta acción no fue digna de
poenienda: proinde quasi exitus rerum, castigo porque no llegó a consumarse: ¡como si se
non hominum consilia legibus castigaran con las leyes los resultados de las acciones y
vindicentur. Minus dolendum fuit re non no las intenciones de los hombres! Hubo que
perfecta, sed poeniendum certe nihilo lamentarse menos, ya que la acción no se realizó, pero
minus. 20. Quotiens ego ipse, iudices, ex no por ello debió quedar sin castigo.
P. Clodi telis et ex cruentis eius manibus 20 ¡Cuántas veces yo mismo, jueces, he escapado de
effugi! ex quibus si me non vel mea vel las armas y de las manos sangrientas de Publio
rei publicae fortuna servasset, quis Clodio!26. Si no me hubiese salvado de ellas mi fortuna
tandem de interitu meo quaestionem o la del Estado, ¿quién habría propuesto, al final, un
tulisset? tribunal para castigar mi muerte?
VIII. Sed stulti sumus qui Drusum, qui 8 Somos, de todos modos, unos insensatos por
Africanum, Pompeium, nosmet ipsos atrevemos a comparar a Druso, al Africano, a Pompeyo
cum P. Clodio conferre audeamus. y a nosotros mismos con Publio Clodio. Aquellos
Tolerabilia fuerunt illa: P. Clodi mortem hechos se pudieron soportar; nadie puede, en cambio,
aequo animo ferre nemo potest. Luget sobrellevar con serenidad la muerte de Publio Clodio:
senatus, maeret equester ordo, tota civitas se lamenta el senado, se entristece el orden ecuestre,
confecta senio est, squalent municipia, toda la ciudad se encuentra abatida, están de luto los
adflictantur coloniae, agri denique ipsi municipios, se afligen las colonias y, en fin, los campos
tam beneficum, tam salutarem, tam mismos se duelen de la pérdida de un ciudadano tan

25
Sobre esta misma idea, cf. set:. 4; 29: dom. 8; 13; 67: 110: har. 49; Sest. 69, y las notas respectivas.
26
Sobre uno de estos ataques de las bandas de Clodio a Cicerón, cf. Att. IV 3, 3: «El 11 de noviembre [del 57], cuando
bajaba por la Vía Sacra, [Clodio] me siguió con su gente. De improviso, gritos, piedras, palos, espadas. Nos refugiamos
en el vestíbulo de la casa de Tecio Damión. Mis acompañantes no tuvieron ninguna dificultad en impedirles el acceso».
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mansuetum civem desiderant. 21. Non benefactor, favorable y apacible.


fuit ea causa, iudices, profecto, non fuit, 21 No fue éste, jueces, no fue éste, sin duda, el motivo
cur sibi censeret Pompeius quaestionem por el que Pompeyo creía que debía proponer la
ferendam; sed homo sapiens atque alta et constitución de este tribunal sino que un hombre sabio
divina quadam mente praeditus multa como él y dotado de una inteligencia profunda y, en
vidit: fuisse illum sibi inimicum, cierto modo, divina se dio cuenta de muchas cosas: que
familiarem Milonem; in communi Clodio era su enemigo personal mientras que Milón era
omnium laetitia, si etiam ipse gauderet, un amigo íntimo27; temió que diera la impresión de que
timuit ne videretur infirmior fides era poco firme su confianza en la reconciliación si él
reconciliatae gratiae; multa etiam alia mismo se alegraba también en medio de la alegría
vidit, sed illud maxime, quamvis atrociter general de todo el mundo; se dio cuenta, además, de
ipse tulisset, vos tamen fortiter muchas otras cosas, pero, sobre todo, de que, a pesar de
iudicaturos. Itaque delegit ex haber presentado una proposición rigurosa, vosotros
florentissimis ordinibus ipsa lumina: seríais capaces de juzgar con firmeza. Así pues, eligió a
neque vero, quod non nulli dictitant, los más brillantes de entre los estamentos más
secrevit in iudicibus legendis amicos distinguidos28 y, en verdad, no excluyó (cosa que
meos. Neque enim hoc cogitavit vir algunos andan diciendo) a amigos míos a la hora de
iustissimus; neque in bonis viris legendis elegir a los jueces. a buen seguro, un hombre tan justo
id adsequi potuisset, etiam si cupisset. como él nunca tuvo tales intenciones ni, aunque lo
Non enim mea gratia familiaritatibus hubiese querido, habría podido alcanzar su propósito a
continetur, quae late patere non possunt, la hora de elegir hombres honestos. En efecto, mi
propterea quod consuetudines victus non influencia no se limita al círculo de mis allegados (que
possunt esse cum multis; sed, si quid no puede ser más amplio porque los hábitos de vida no
possumus, ex eo possumus, quod res se pueden compartir con muchas personas) sino que, si
publica nos coniunxit cum bonis: ex tenemos alguna influencia es porque la vida pública me
quibus ille cum optimos viros legeret, ha puesto en estrecha relación con las gentes de bien.
idque maxime ad fidem suam pertinere Puesto que Pompeyo eligió de entre éstos a los mejores
arbitraretur, non potuit legere non y pensó que ello estaba en consonancia con su sentido
studiosos mei. 22. Quod vero te, L. de la lealtad, no pudo dejar de elegir a partidarios míos.
Domiti, huic quaestioni praeesse maxime 22 En cuanto a su deseo de elegirte sobre todo a ti,
voluit, nihil quaesivit [aliud] nisi Lucio Domicio29, como presidente de este tribunal, no
iustitiam, gravitatem, humanitatem, buscó otra cosa que no fuera el sentido de la justicia, de
fidem. Tulit ut consularem necesse esset: la ponderación, la bondad y la lealtad. Hizo la
credo, quod principum munus esse propuesta de que fuera necesariamente un hombre
ducebat resistere et levitati multitudinis consular porque —en mi opinión— consideraba una
et perditorum temeritati. Ex consularibus obligación de los líderes de la ciudad hacer frente a la
te creavit potissimum: dederas enim veleidad de la muchedumbre y a la temeridad de los
quam contemneres popularis insanias iam malvados. De entre los consulares te eligió a ti de
ab adulescentia documenta maxima. forma especial porque ya desde tu juventud habías dado
excelentes pruebas de cómo despreciabas los actos
alocados del pueblo30.
IX. 23. Quam ob rem, iudices, ut 9 23 Por todo ello, jueces, para abordar ya de una vez

27
Cicerón intenta ocultar la enemistad de Pompeyo con Milón; aunque en el pasado habían sido aliados y Pompeyo,
incluso, había defendido a Milón (cf. pág. 205), en la actualidad Milón era el rival al consulado de los candidatos de
Pompeyo y la hostilidad del triunviro fue decisiva en la condena de Milón: «A Milón lo condenó no tanto el odio por el
delito cometido cuanto la voluntad de Pompeyo» (VAL. PATÉR., 11 47. 4-5).
28
Sobre la composición del tribunal, cf. ASCON., 23 y 26.
29
L. Domicio Enobarbo. ASCON., 23.
30
En el 65. G. Manilio, cuyo tribunado se había destacado por una agitación constante, fue acusado de maiestate por
Gn. Domicio; L. Domicio salió en defensa de Municio cuando Manilio agitó a la multitud contra él.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 51

aliquando ad causam crimenque el proceso y la acusación: si no resulta inusual toda


veniamus,—si neque omnis confessio confesión de un delito; si no se ha emitido, por parte
facti est inusitata, neque de causa nostra del senado, ningún juicio sobre nuestra causa distinto a
quicquam aliter ac nos vellemus a senatu nuestros deseos y si el propio autor de la ley, al no
iudicatum est, et lator ipse legis, cum existir controversia sobre el hecho en sí, quiso que se
esset controversia nulla facti, iuris tamen diera sin embargo una discusión de derecho; si se han
disceptationem esse voluit, et ei lecti elegido como jueces y presidente de este tribunal unos
iudices isque praepositus est quaestioni, hombres para que juzguen estos hechos de forma justa
qui haec iuste sapienterque disceptet,— y razonable, ya sólo os queda, jueces, que no
reliquum est, iudices, ut nihil iam investiguéis otra cosa sino quién de los dos preparó la
quaerere aliud debeatis, nisi uter utri emboscada al otro. Para que podáis más fácilmente
insidias fecerit. Quod quo facilius emitir un juicio de acuerdo con las pruebas, os ruego
argumentis perspicere possitis, rem me prestéis la máxima atención mientras expongo
gestam vobis dum breviter expono, brevemente lo sucedido.
quaeso, diligenter attendite.
24. P. Clodius cum statuisset omni 24 Después de haber decidido Publio Clodio
scelere in praetura vexare rem publicam, atormentar a la República durante su pretura con toda
videretque ita tracta esse comitia anno suerte de crímenes y dándose cuenta de que los
superiore, ut non multos mensis comicios se habían retrasado el año anterior de tal
praeturam gerere posset,—qui non modo que no podría desempeñar la pretura durante
honoris gradum spectaret, ut ceteri, sed et muchos meses, él, que no aspiraba a alcanzar —como
L. Paulum conlegam effugere vellet, los demás— un grado más en su carrera política31 sino
singulari virtute civem, et annum que deseaba evitar como colega a un hombre de
integrum ad dilacerandam rem publicam singular valor como Lucio Paulo32 y que buscaba
quaereret,—subito reliquit annum suum, conseguir un año completo para poder destrozar a la
seseque in annum proximum transtulit: República, de repente renunció al año que le co-
non (ut fit) religione aliqua, sed ut rrespondía33 y se reservó para el siguiente, no —como
haberet, quod ipse dicebat, ad praeturam suele suceder— por algún escrúpulo religioso sino para
gerendam, hoc est, ad evertendam rem disponer, como él mismo decía, de todo un año
publicam, plenum annum atque integrum. completo para desempeñar su pretura34, es decir, para
25. Occurrebat ei mancam ac debilem subvertir la República.
praeturam futuram suam consule Milone: 25 Se daba cuenta de que su pretura quedaría
eum porro summo consensu populi paralizada y debilitada con un cónsul como Milón.
Romani consulem fieri videbat. Contulit Veía, además, que éste iba a ser nombrado cónsul con
se ad eius competitores, sed ita, totam ut la total unanimidad del pueblo romano. Se asoció con
petitionem ipse solus etiam invitis illis los rivales de Milón35, pero de forma que era él y sólo
gubernaret, tota ut comitia suis, ut él el que dirigía, incluso contra la voluntad de éstos,
dictitabat, umeris sustineret. Convocabat toda la campaña electoral a fin de sostener —como
tribus, se interponebat, Collinam novam solía decir— sobre sus espaldas toda la responsabilidad

31
La pretura era el penúltimo grado del cursus honorum.
32
Sobre L. Emilio Paulo, cf. Vat. 25. nota 47. Cónsul en el 50. César compró su neutralidad en la guerra civil ingenti
mercede (SUET., Caes. 29). Era hermano de Lépido, el futuro triunviro.
33
Según la lex Villia annalis que regulaba los intervalos entre las magistraturas. Clodio había sido cuestor en el 61 y
edil curul en el 56.
34
Al haberse ido retrasando las elecciones, en el caso de que Clodio hubiese sido elegido como pretor su mandato
habría durado sólo seis meses.
35
Es decir, con los candidatos de Pompeyo, Q. Metelo Escipión y P. Plaucio Hipseo (supra, pág. 443).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 52

dilectu perditissimorum civium de los comicios. Convocaba a las tribus, se entremetía y


conscribebat. Quanto ille plura miscebat, reclutaba una nueva tribu Colina36 con el alistamiento
tanto hic magis in dies convalescebat. de los hombres más depravados. Cuanto mayor era la
Ubi vidit homo ad omne facinus agitación que aquél provocaba, tanto más se fortalecía,
paratissimus fortissimum virum, día a día, el papel de Milón. Cuando un hombre como
inimicissimum suum, certissimum él, tan dispuesto a toda clase de crímenes, se dio cuenta
consulem, idque intellexit non solum de la gran firmeza de un hombre que era tan enérgico
sermonibus, sed etiam suffragiis populi cónsul como enemigo suyo, cuando comprendió que la
Romani saepe esse declaratum, palam situación había sido a menudo confirmada, no sólo por
agere coepit, et aperte dicere occidendum las manifestaciones sino también por los sufragios del
Milonem. 26. Servos agrestis et barbaros, pueblo romano, comenzó a actuar a la vista de todo el
quibus silvas publicas depopulatus erat mundo y a decir públicamente que Milón debía morir37.
Etruriamque vexarat, ex Apennino 26 Había hecho bajar de los Apeninos a unos esclavos
deduxerat, quos videbatis. Res erat salvajes y bárbaros, con los que había devastado los
minime obscura. Etenim palam dictitabat bosques públicos y tiranizado Etruria; unos esclavos a
consulatum Miloni eripi non posse, vitam los que veíais con vuestros ojos. Los hechos eran, sin
posse. Significavit hoc saepe in senatu, duda, evidentes pues andaba diciendo públicamente
dixit in contione. Quin etiam M. Favonio, que no podía arrebatársele a Milón el consulado, pero sí
fortissimo viro, quaerenti ex eo qua spe la vida. Esto lo declaró a menudo en el senado y lo dijo
fureret Milone vivo, respondit triduo en una asamblea popular; más aún, al preguntarle el
illum aut summum quadriduo esse intachable Marco Favonio qué esperaba conseguir con
periturum: quam vocem eius ad hunc M. su locura mientras estuviera vivo Milón, le respondió
Catonem statim Favonius detulit. que Milón iba a morir antes de tres días o, a lo sumo,
cuatro; palabras éstas que Favonio refirió de inmediato
a Marco Catón, aquí presente38.
X. 27. Interim cum sciret Clodius— 10 27 Clodio, entre tanto, al enterarse —pues no era
neque enim erat difficile scire—iter difícil de saber—de que Milón tenía que hacer el viaje
sollemne, legitimum, necessarium ante oficial obligado de cada año a Lanuvio39 (trece días
diem xiii. Kalendas Februarias Miloni antes de las calendas de febrero) para proclamar al
esse Lanuvium ad flaminem prodendum, Flamen de la ciudad40 (Milón era entonces dictador de
[quod erat dictator Lanuvi Milo,] Roma Lanuvio), partió de Roma, de improviso, el día de antes
subito ipse profectus pridie est, ut ante para, de este modo, preparar una emboscada a Milón
suum fundum, quod re intellectum est, delante de una propiedad suya, tal como quedó de
Miloni insidias conlocaret. Atque ita manifiesto por lo sucedido. Y, además, partió tan
profectus est, ut contionem turbulentam, rápidamente que abandonó una agitada asamblea
in qua eius furor desideratus est, [quae popular que se celebró aquel mismo día y en la que se
illo ipso die habita est,] relinqueret, quam echó de menos su furiosa pasión, una asamblea que

36
Tribu urbana (llamada así por la puerta más septentrional de Roma) compuesta, sobre todo, por libertos y ciudadanos
de condición social humilde. Seguramente el hecho está en relación con la lex de collegiis que Clodio había hecho
aprobar durante su tribunado del 58 y que supuso una mayor libertad de asociación y de participación de la plebe en la
vida política al hacer inscribir en los registros a gentes de baja condición (dom. 54, nota 83).
37
Pese a las afirmaciones interesadas de Cicerón, a Clodio no le faltaban argumentos cuando acusó a Milón, por
ejemplo, de ocultar sus deudas y de presentarse a cónsul para escapar así de una situación financiera desesperada.
Cicerón hubo de salir al paso de estas insinuaciones, lo que provocó un violento altercado en el senado. El orador
publicó posteriormente esta intervención, en forma de interrogatio de aere alieno Milonis (Schol. Bah. 151 Stang.). Cf.
K. KUMANIECKI, «Ciceros Rede De aere alieno Milonis», Klio 59 (1977). 381-401.
38
Este testimonio de M. Catón, que, además de testigo de la defensa, era uno de los jueces del tribunal, fue una de las
armas fundamentales utilizadas por Cicerón para demostrar la premeditación de Clodio.
39
Lanuvio se encontraba a unos 30 km. al suroeste de Roma.
40
La divinidad principal de Lanuvio era Juno Sospita. Clodio habría partido para Aricia el 17 de enero (J. S. RUEBEL,
«The trial of Milo», art. cit., pág. 232).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 53

nisi obire facinoris locum tempusque nunca habría abandonado si no hubiese sido su inten-
voluisset, numquam reliquisset. 28. Milo ción aprovechar el lugar y la ocasión para perpetrar el
autem cum in senatu fuisset eo die, quoad crimen.
senatus est dimissus, domum venit; 28 Por su parte, Milón, después de haber permanecido
calceos et vestimenta mutavit; paulisper, en el senado aquel día hasta que se levantó la sesión,
dum se uxor (ut fit) comparat, acudió a su casa, se cambió de ropa y de calzado y se
commoratus est; dein profectus id entretuvo un poco mientras su mujer —como suele
temporis cum iam Clodius, si quidem eo suceder— se arreglaba41; después se puso en camino a
die Romani venturus erat, redire una hora en la que ya Clodio —si realmente su
potuisset. Ob viam fit ei Clodius, intención era volver a Roma en aquel día— habría
expeditus, in equo, nulla raeda, nullis podido regresar. Clodio salió a su encuentro expedito, a
impedimentis; nullis Graecis comitibus, caballo, sin coche, sin impedimenta alguna, sin la
ut solebat; sine uxore, quod numquam compañía habitual de esclavos griegos y sin su mujer
fere: cum hic insidiator, qui iter illud ad —cosa rarísima—, mientras que este agresor, Milón,
caedem faciendam apparasset, cum uxore puesto que había preparado el viaje para cometer un
veheretur in raeda, paenulatus, magno et asesinato, viajaba en un coche, con su mujer, cubierto
impedito et muliebri ac delicato con una capa de viajero y con un gran acompa-
ancillarum puerorumque comitatu. 29. Fit ñamiento, embarazoso, femenino y delicado,
ob viam Clodio ante fundum eius hora compuesto de sirvientes y jóvenes esclavas42.
fere undecima, aut non multo secus. 29 El encuentro con Clodio se produjo delante de una
Statim complures cum telis in hunc finca de éste, a las cuatro y media de la tarde poco más
faciunt de loco superiore impetum: o menos; al momento, un grupo numeroso, desde una
adversi raedarium occidunt. Cum autem posición elevada, lanzó un ataque contra él con armas
hic de raeda reiecta paenula desiluisset, arrojadizas43; los que iban al frente mataron al cochero.
seque acri animo defenderet, illi qui erant a su vez, como Milón, despojándose de su capa de
cum Clodio, gladiis eductis, partim viaje, hubiese saltado del coche y se defendiera con
recurrere ad raedam, ut a tergo Milonem ánimo decidido, los que estaban con Clodio, desenvai-
adorirentur; partim, quod hunc iam nando sus espadas, volvieron rápidamente, unos al
interfectum putarent, caedere incipiunt coche para atacar por la espalda a Milón, mientras
eius servos, qui post erant: ex quibus qui otros, por creer que ya había sido muerto, comenzaron
animo fideli in dominum et praesenti a golpear a sus esclavos que estaban situados en la
fuerunt, partim occisi sunt, partim, cum parte posterior del cortejo. Los que de entre éstos
ad raedam pugnari viderent, domino fueron de espíritu fiel y decidido para con su dueño,
succurrere prohiberentur, Milonem unos murieron y otros, viendo que se luchaba junto al
occisum et ex ipso Clodio audirent et re coche, al impedírseles socorrer a su señor, al oír del
vera putarent, fecerunt id servi Milonis— propio Clodio que Milón había sido muerto y creyendo
dicam enim aperte, non derivandi en la verdad del hecho, dichos esclavos de Milón (pues
criminis causa, sed ut factum est—nec voy a hablar claramente no para eludir la acusación
imperante nec sciente nec praesente sino tal como sucedió), sin que su amo se lo mandase,
domino, quod suos quisque servos in tali lo supiese o estuviese presente, hicieron lo que cada
re facere voluisset.< uno hubiese deseado que hiciesen sus esclavos en una
situación como aquélla.

41
Quintiliano cita (Inst. orat. IV 2, 57-58) este pasaje como un brillante ejemplo de una de las cualidades
fundamentales de toda narratio: la sencillez (cf. L. LAURAND. Études..., op. cit. págs. 323-324).
42
Compárese la descripción que hace Cicerón del acompañamiento de Milón con el relato paralelo de ASCON., 4-5.
43
La proximidad de una finca de Clodio, lo repentino del ataque, la ventaja de la posición. Éstos son los tres hechos que
Cicerón desea recalcar para demostrar la premeditación de Clodio.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 54

XI. 30. Haec, sicuti exposui, ita gesta 11 30 Los hechos se desarrollaron, jueces, tal como
sunt, iudices. Insidiator superatus est, vi acabo de exponer44: fue el agresor el que resultó
victa vis, vel potius oppressa virtute derrotado; la violencia fue vencida con violencia o,
audacia est. Nihil dico quid res publica mejor, la audacia fue reprimida con el valor. Nada digo
consecuta sit, nihil quid vos, nihil quid de las consecuencias para la República, para vosotros y
omnes boni: nihil sane id prosit Miloni, para todos los hombres de bien. Admitamos que este
qui hoc fato natus est, ut ne se quidem hecho en nada benefició a un hombre como Milón que
servare potuerit, quin una rem publicam nació con el destino de no poder siquiera salvarse sin
vosque servaret. Si id iure fieri non salvar a la vez a la República y a vosotros mismos. Si
potuit, nihil habeo quod defendam. Sin resulta que, de acuerdo con el derecho, no pudo
hoc et ratio doctis, et necessitas barbaris, actuarse así, nada tengo que defender. Pero si lo que la
et mos gentibus, et feris etiam beluis razón ha prescrito a los hombres instruidos, la
natura ipsa praescripsit,—ut omnem necesidad a los bárbaros, el modo de vivir a los pueblos
semper vim, quacumque ope possent, a y la propia naturaleza a los animales es que rechazaran
corpore, a capite, a vita sua siempre toda violencia, por todos los medios que
propulsarent,—non potestis hoc facinus pudieran, de su cuerpo, de su cabeza y de su vida, no
improbum iudicare, quin simul iudicetis podéis considerar esta acción como un delito sin que
omnibus, qui in latrones inciderint, aut juzguéis al mismo tiempo que todos los que se
illorum telis aut vestris sententiis esse encuentren con ladrones han de perecer bien por las
pereundum. 31. Quod si ita putasset, armas de éstos, bien por culpa de vuestras sentencias.
certe optabilius Miloni fuit dare iugulum 31 Y, si Milón hubiese pensado de este modo, sin duda
P. Clodio, non semel ab illo neque turn que le habría valido más ofrecer su cuello a Publio
primum petitum, quam iugulari a vobis, Clodio (un cuello, por cierto, que éste había intentado
quia se non iugulandum illi tradidisset. atacar, no una sola vez ni entonces por vez primera)45
Sin hoc nemo vestrum ita sentit, non illud que ser degollado por vosotros por no haberse dejado
iam in iudicium venit, occisusne sit degollar por él. Pero, si ninguno de vosotros piensa de
(quod fatemur), sed iure an iniuria, quod este modo, lo que se presenta a juicio ahora no es si fue
multis in causis saepe quaesitum est. o no muerto (algo que nosotros reconocemos) sino si lo
Insidias factas esse constat, et id est quod fue legal o injustamente, una cuestión a menudo
senatus contra rem publicam factum debatida en numerosos procesos. Hay constancia de
iudicavit: ab utro factae sint incertum est. que se realizó una emboscada y esto es lo que el senado
De hoc igitur latum est ut quaereretur. Ita ha considerado un acto contra el Estado; lo que no está
et senatus rem non hominem notavit, et claro es por parte de quién se realizó dicha emboscada;
Pompeius de iure non de facto sobre este punto, por tanto, es sobre el que se presentó
quaestionem tulit. la propuesta para una investigación judicial; en este
sentido es en el que el senado censuró el hecho y no a
la persona, y Pompeyo presentó este tribunal para
juzgar sobre la legalidad, no sobre el hecho mismo.
XII. Num quid igitur aliud in iudicium 12 En definitiva, ¿se ha presentado a juicio algún otro
venit, nisi uter utri insidias fecerit? punto que no sea cuál de los dos preparó una
Profecto nihil: si hic illi, ut ne sit impune; emboscada al otro? a decir verdad, ninguno. Si fue
si ille huic, ut scelere solvamur. Milón, que no quede impune; pero, si fue Clodio, que
32. Quonam igitur pacto probari potest entonces se nos absuelva de la acusación.
insidias Miloni fecisse Clodium? Satis 32 ¿De qué modo puede probarse que fue Clodio quien
est in illa quidem tam audaci, tam nefaria preparó una emboscada a Milón? Sin duda, es

44
El relato de Cicerón, no por hábil deja de ser tendencioso; basta compararlo con el de Asconio (§ 3-7) para ver cómo
el orador elude un aspecto fundamental: las circunstancias mismas de la muerte de Clodio y si, tal como afirma
Asconio, Milón dio la orden a sus esclavos de que lo remataran después que Clodio resultara herido y se refugiara en
una posada vecina.
45
Sobre los antecedentes de la enemistad entre Milón y Clodio, supra, págs. 443-445.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 55

belua, docere magnam ei causam, suficiente con mostrar que en aquel monstruo tan audaz
magnam spem in Milonis morte y criminal hubo un motivo importante, una gran
propositam, magnas utilitates fuisse. esperanza puesta en la muerte de Milón y numerosas
Itaque illud Cassianum 'cui bono fuerit' ventajas. Valga, en personajes como éstos, aquel dicho
in his personis valeat; etsi boni nullo de Casiano46, «¿para quién resultó beneficioso?»:
emolumento impelluntur in fraudem, aunque las gentes honradas no se ven arrastradas al
improbi saepe parvo. Atqui Milone delito por ningún tipo de interés, a menudo los
interfecto Clodius haec adsequebatur, malvados lo son por un interés insignificante. Pero, con
non modo ut praetor esset non eo consule la muerte de Milón, lo que Clodio conseguía no era
quo sceleris nihil facere posset; sed etiam solamente ser pretor sin la presencia de un cónsul por
ut eis consulibus praetor esset, quibus si culpa del cual no podía realizar ningún crimen sino
non adiuvantibus at coniventibus certe, serlo, además, con unos cónsules con los que, si no con
speraret posse se eludere in illis suis su ayuda sí al menos con su connivencia, esperaba sin
cogitatis furoribus: cuius illi conatus, ut duda salir victorioso en sus alocados proyectos. Según
ipse ratiocinabatur, nec cuperent sus cálculos, éstos ni tendrían deseos —en el caso de
reprimere si possent, cum tantum ser capaces de ello— de detener sus tentativas (pues
beneficium ei se debere arbitrarentur; et, pensaban que le debían un beneficio muy importante)
si vellent, fortasse vix possent frangere y, en el caso de que realmente quisieran, tal vez di-
hominis sceleratissimi conroboratam iam fícilmente podrían dominar una audacia como la de este
vetustate audaciam. hombre tan criminal, una audacia que se había ya
fortalecido con el paso del tiempo.
33. An vero, iudices, vos soli ignoratis? 33 ¿De verdad, sólo vosotros, jueces, desconocéis la
vos hospites in hac urbe versamini? realidad? ¿Estáis viviendo como extranjeros en esta
vestrae peregrinantur aures, neque in hoc ciudad? ¿Vuestros oídos andan de viaje por el
pervagato civitatis sermone versantur, extranjero y no están enterados de un tema tan
quas ille leges—si leges nominandae sunt difundido por la ciudad como es el de las leyes (si es
ac non faces urbis, pestes rei publicae— que se pueden llamar leyes en vez de incendio de la
fuerit impositurus nobis omnibus atque ciudad y ruina de la República) que iba a imponernos a
inusturus? Exhibe, quaeso, Sexte Clodi, todos nosotros y con las que pensaba marcarnos a
exhibe librarium illud legum vestrarum, fuego? Muéstranos, por favor, Sexto Clodio,
quod te aiunt eripuisse e domo et ex muéstranos aquel archivo de vuestras leyes47 que dicen
mediis armis turbaque nocturna tamquam sacaste de la casa de Publio y que, como si de una
Palladium sustulisse, ut praeclarum estatua de Palas se tratara48, te llevaste en medio de las
videlicet munus atque instrumentum armas y del tumulto de la noche para poder ofrecer un
tribunatus ad aliquem, si nactus esses, qui presente sin duda magnífico y un instrumento para su
tuo arbitrio tribunatum gereret, deferre tribunado a la persona (si la hubieras podido encontrar)
posses. Atque per . . . an huius ille legis que iba a ejercer dicho tribunado de acuerdo con tus
quam Clodius a se inventam gloriatur, deseos. Me acaba de lanzar esa mirada con la que solía
mentionem facere ausus esset vivo amenazar a todo el mundo. Realmente, me impresiona
Milone, non dicam consule? De nostrum este resplandor de la curia49.
enim omnium—non audeo totum dicere.
Videte quid ea viti lex habitura fuerit,
cuius periculosa etiam reprehensio est. Et

46
Sobre Casiano, a decir de Cicerón, «un hombre apreciado por el pueblo no por su liberalidad, como otros, sino por su
seriedad y severidad» (Brut. 97), cf. VAL. MÁX., 7, 9.
47
Este pasaje (al igual que Mil. 89) nos indica que Clodio guardaba en un archivo, bajo la forma de volumina, el texto
de sus leyes. Sobre la colaboración de Sexto Clodio en la redacción de las leges Clodianae, cf. dom. 47, nota 65.
48
Cicerón parece referirse a su rescate de las llamas por L. Cecilio Metelo en el 250 (Scaur. 48).
49
Hay en la expresión lumen curiae una evidente ironía, ya que el orador parece referirse al incendio de la curia por los
partidarios de Clodio instigados por Sexto Clodio (ASCON.8).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 56

aspexit me illis quidem oculis, quibus


tum solebat cum omnibus omnia
minabatur. Movet me quippe lumen
curiae!
XIII. Quid? tu me tibi iratum, Sexte, 13 Y ¿qué? ¿Piensas que estoy irritado contigo, Sexto,
putas, cuius inimicissimum multo cuando has castigado a mi peor enemigo de forma
crudelius etiam poenitus es, quam erat incluso mucho más cruel de lo que mis propios
humanitatis meae postulare? Tu P. Clodi sentimientos reclamaban? Fuiste tú el que sacaste de su
cruentum cadaver eiecisti domo; tu in casa el cadáver ensangrentado de Publio Clodio, el que
publicum abiecisti; tu spoliatum lo arrojaste en medio de la plaza pública y el que lo
imaginibus, exsequiis, pompa, dejaste, privado de imágenes de antepasados, de exe-
laudatione, infelicissimis lignis quias, de pompas, de elogio fúnebre, y medio quemado
semiustilatum, nocturnis canibus con unas miserables tablas, para que fuera despedazado
dilaniandum reliquisti. Qua re, etsi por los perros de la noche. Por todo ello, aunque
nefarie fecisti, tamen quoniam in meo actuaste de forma abominable, sin embargo, por haber
inimico crudelitatem exprompsisti tuam, mostrado semejante crueldad contra mi enemigo, no
laudare non possum, irasci certe non puedo felicitarte, pero tampoco debo enojarme
debeo. contigo...50.
34. Audistis, iudices, quantum Clodi 34 Habéis oído, jueces, cuánto interesaba a Clodio la
interfuerit occidi Milonem: convertite muerte de Milón. Dirigid ahora, en cambio, vuestro
animos nunc vicissim ad Milonem. Quid pensamiento a Milón. ¿Qué interés tenía en la muerte
Milonis intererat interfici Clodium? Quid de Clodio? ¿Por qué motivo iría Milón, no diré a
erat cur Milo non dicam admitteret, sed permitirla sino a desearla? «Clodio era un obstáculo
optaret? 'Obstabat in spe consulatus para Milón en sus aspiraciones al consulado». Pero,
Miloni Clodius.' At eo repugnante fiebat, salía elegido pese a su oposición; es más, salía elegido,
immo vero eo fiebat magis; nec me sobre todo, gracias a él: utilizaba a Clodio como
suffragatore meliore utebatur quam argumento en favor de su candidatura con más éxito
Clodio. Valebat apud vos, iudices, que mi propio apoyo. Ante vosotros, jueces, era de un
Milonis erga me remque publicam gran valor el recuerdo de los servicios de Milón hacia
meritorum memoria; valebant preces et mi persona y hacia la República; eran de un gran valor
lacrimae nostrae, quibus ego tum vos nuestras súplicas y lágrimas, ante las cuales me daba
mirifice moveri sentiebam; sed plus cuenta entonces de que vosotros os conmovíais pro-
multo valebat periculorum impendentium fundamente; pero valía mucho más en su favor el temor
timor. Quis enim erat civium qui sibi que sentíais ante los peligros que nos amenazaban.
solutam P. Clodi praeturam sine maximo Pues, ¿había algún ciudadano que se imaginara que la
rerum novarum metu proponeret? pretura de Clodio, ejercida sin control, no iba a estar
Solutam autem fore videbatis, nisi esset acompañada de un gran temor a revoluciones? Por otra
is consul, qui eam auderet possetque parte, os dabais cuenta de que la ejercería sin control,
constringere. Eum Milonem unum esse de no existir un cónsul como éste que se atreviera a
cum sentiret universus populus Romanus, refrenarlo y pudiera hacerlo. Siendo la opinión unánime
quis dubitaret suffragio suo se metu, del pueblo romano que Milón era el único capaz de
periculo rem publicam liberare? At nunc, ello, ¿quién podría dudar de que, al votarlo, se liberaba
Clodio remoto, usitatis iam rebus a sí mismo de temor y a la República del peligro? Pero
enitendum est Miloni, ut tueatur ahora, eliminado Clodio, Milón debe apoyarse en los
dignitatern suam: singularis illa et huic medios habituales para mantener su consideración
uni concessa gloria, quae cotidie social. Aquella gloria, reservada exclusivamente a
augebatur frangendis furoribus Clodianis, Milón y que aumentaba día a día al refrenar las violen-

50
Hay, posiblemente, una laguna en el texto.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 57

iam Clodi morte cecidit. Vos adepti estis, tas locuras de Clodio, ha disminuido ya con la muerte
ne quem civem metueretis: hic de Clodio. Vosotros habéis logrado con ello no tener
exercitationem virtutis, suffragationem temor a ningún ciudadano; éste, en cambio, ha perdido
consulatus, fontem perennem gloriae la posibilidad de ejercitar su valor, la recomendación en
suae perdidit. Itaque Milonis consulatus, favor de su consulado y una fuente inagotable de gloria.
qui vivo Clodio labefactari non poterat, Así que el consulado de Milón, que no podía ser
mortuo denique temptari coeptus est. debilitado estando Clodio vivo, comenzó finalmente a
Non modo igitur nihil prodest, sed obest ser atacado con su muerte. Por lo tanto, la muerte de
etiam Clodi mors Miloni. Clodio no sólo no reporta ningún beneficio a Milón
sino que incluso lo perjudica.
35. 'At valuit odium, fecit iratus, fecit 35 «Pero prevaleció su odio; actuó llevado por la ira y
inimicus, fuit ultor iniuriae, poenitor por su enemistad; se vengó de las afrentas recibidas y
doloris sui.' Quid? si haec non dico dio satisfacción a su propio resentimiento» ¿Y qué? Si
maiora fuerunt in Clodio quam in estos sentimientos se dieron en Clodio, no digo que en
Milone, sed in illo maxima, nulla in hoc? mayor grado que en Milón sino que en él fueron muy
quid voltis amplius? Quid enim odisset importantes y en éste inexistentes, ¿qué más queréis?
Clodium Milo, segetem ac materiem suae Pues, ¿por qué Milón iba a odiar a Clodio (que era un
gloriae, praeter hoc civile odium, quo campo abonado y pretexto para su gloria) si no es con
omnis improbos odimus? Ille erat ut ese odio que como ciudadanos sentimos hacia los
odisset, primum defensorem salutis malvados? Aquél era el que tenía motivos para odiar,
meae, deinde vexatorem furoris, en primer lugar, al defensor de mi regreso; después, al
domitorem armorum suorum, postremo verdugo de su desenfreno y al vencedor de sus armas;
etiam accusatorem suum: reus enim por último, a su propio acusador; pues Clodio fue,
Milonis lege Plotia fuit Clodius, quoad mientras vivió, uno de los acusados por Milón de
vixit. Quo tandem animo hoc tyrannum acuerdo con la ley Plocia51. ¿Con qué espíritu, en fin,
illum tulisse creditis? quantum odium creéis que aquel tirano soportó todo esto? ¿Cuán gran
illius, et in homine iniusto quam etiam resentimiento créeis que había en él y cuán justificado,
iustum fuisse? además, en un hombre tan injusto?
XIV. 36. Reliquum est ut iam illum 14 36 Queda ahora por discutir la afirmación de que la
natura ipsius consuetudoque defendat, naturaleza y forma de ser del propio Clodio constituyen
hunc autem haec eadem coarguat. Nihil su defensa mientras que estos mismos aspectos
per vim umquam Clodius, omnia per vim demuestran la culpabilidad de Milón. «Clodio nunca
Milo. Quid? ego, iudices, cum hizo nada de forma violenta; Milón, todo». ¿Cómo es
maerentibus vobis urbe cessi, iudiciumne posible? Cuando yo, jueces, abandoné la ciudad en
timui? non servos, non arma, non vim? medio de vuestros lamentos, ¿lo que sentí fue temor a
Quae fuisset igitur iusta causa restituendi un tribunal y no, en realidad, a sus esclavos, sus armas
mei, nisi fuisset iniusta eiciendi? Diem y su violencia? En definitiva, ¿qué razón justa habría
mihi, credo, dixerat, multam inrogarat, habido para mi regreso si no hubiese sido injusto mi
actionem perduellionis intenderat; et mihi exilio? Según creo, me había citado a comparecer,
videlicet in causa aut mala aut mea, non había propuesto la imposición de una multa contra mí,
et praeclarissima et vestra, iudicium había intentado un proceso por un delito de alta
timendum fuit. Servorum et egentium traición: sin duda, debí sentir temor a un juicio en una
civium et facinorosorum armis meos causa que, o me era perjudicial, o me atañía a mí solo,
civis, meis consiliis periculisque y que no era precisamente gloriosa ni os concernía a

51
La ley Plotia o Plautia castigaba la violencia armada. Para acusar a Clodio Milón alegó, sin duda, el asalto a su
propia casa el 12 de noviembre del 57 y, sobre todo, el ataque de las bandas de Clodio a los obreros encargados de la
reconstrucción de la casa de Cicerón en el Palatino. Recuérdese que el decreto del senado del 1 de octubre por el que
Cicerón recobró sus propiedades establecía (Att. IV 2, 4; Q. fr. II 1, 2) que la violencia contra la casa de Cicerón se
consideraría un acto contra rem publicam?.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 58

servatos, pro me obici nolui.37. Vidi vosotros. No quise que mis conciudadanos (que habían
enim, vidi hunc ipsum Q. Hortensium, sido salvados gracias a mis decisiones y a mis propios
lumen et ornamentum rei publicae, paene peligros) se expusieran por mi causa a las armas de
interfici servorum manu, cum mihi unos esclavos y de unos ciudadanos miserables y
adesset: qua in turba C. Vibienus senator, criminales.
vir optimus, cum hoc cum esset una, ita 37 He visto, sí, he visto al propio Quinto Hortensio,
est mulcatus, ut vitam amiserit. Itaque aquí presente, esplendor y ornamento de la República,
quando illius postea sica illa, quam a estar a punto de morir a manos de unos esclavos
Catilina acceperat, conquievit? Haec cuando me prestaba su ayuda52; en medio de esta turba,
intentata nobis est; huic ego vos obici pro un hombre intachable como el senador Gayo Vibieno,
me non sum passus; haec insidiata que estaba a su lado, fue golpeado hasta morir.
Pompeio est; haec istam Appiam, ¿Cuándo descansó desde entonces el puñal de ese in-
monimentum sui nominis, nece Papiri dividuo, un puñal que había recibido de Catilina?53. Era
cruentavit; haec eadem longo intervallo éste el puñal que se dirigió contra nosotros; éste, al que
conversa rursus est in me: nuper quidem, yo no consentí que vosotros os expusiérais por
ut scitis, me ad regiam paene confecit. defenderme; éste, el que estuvo acechando a Pompeyo;
éste, el que ensangrentó esa Vía Apia, momumento de
su estirpe, con la muerte de Papirio; éste, el que, mucho
tiempo después, se dirigió de nuevo contra mí54; hace
poco, como sabéis, estuvo a punto de acabar conmigo
junto a la sede del Pontífice Máximo.
38. Quid simile Milonis? cuius vis omnis 38 ¿Qué hay semejante a esto en Milón? Toda la
haec semper fuit, ne P. Clodius, cum in violencia de Milón se redujo a evitar que Publio
iudicium detrahi non posset, vi Clodio, ya que no podía ser llevado ante un tribunal55,
oppressam civitatem teneret. Quem si mantuviera oprimida a la ciudad con su violencia. Si
interficere voluisset, quantae quotiens hubiese querido matarlo, ¡cuántas ocasiones excelentes
occasiones, quam praeclarae fuerunt! tuvo para hacerlo! ¿Es que no habría podido vengarse
Potuitne, cum domum ac deos penatis de él legítimamente cuando defendía su propia casa y
suos illo oppugnante defenderet, iure se sus dioses penates de sus ataques?56. ¿No habría podido
ulcisci? Potuitne, civi egregio et viro hacerlo cuando fue herido su colega Publio Sestio, un
fortissimo, P. Sestio, conlega suo, ciudadano egregio y muy valiente? ¿No habría podido
volnerato? Potuitne, Q. Fabricio, viro cuando fue rechazado un hombre intachable como
optimo, cum de reditu meo legem ferret, Quinto Fabricio por presentar una ley en favor de mi
pulso, crudelissima in foro caede facta? regreso, cuando se produjo una horrible matanza en el
Potuitne L. Caecili, iustissimi foro?57. ¿No habría podido cuando fue asaltada la casa
fortissimique praetoris, oppugnata domo? de un hombre tan justo y valiente como el pretor Lucio
Potuitne illo die, cum est lata lex de me; Cecilio?58. ¿No habría podido aquel día en el que se

52
Sobre este suceso, cf. DIÓN CASIO, XXXVIII 16. Q. Hortensio Hórtalo (ca. 114-50 a.C.) fue cónsul en el 70 y
defensor, como Cicerón, de la política de los optimates. Cultivador de un estilo exuberante fue, después de Cicerón, una
de las figuras más importantes de la oratoria de su época.
53
De nuevo (sen. 33; Quir. 13; dom. 72; 75; har. 5; 42) el orador presenta a Clodio, tanto desde un punto de vista
personal como político, como digno sucesor de Catilina; por lo tanto, Clodio era el nuevo peligro que había que
combatir con las mismas armas con que Cicerón había liberado a la República de la amenaza de Catilina.
54
Sobre estos tres atentados (contra Pompeyo, Papirio y el propio Cicerón), cf., respectivamente, Mil. 18, dom. 49, Mil.
20 y notas.
55
Sobre la imposibilidad «legal» de que Clodio pudiera comparecer en un tribunal para responder a la acusación de vi
presentada por Milón, cf. supra, pág. 204, nota 3.
56
Sobre el asalto a la casa de Milón, cf. supra, pág. 444.
57
El tribuno Q. Fabricio hizo esta propuesta el 23 de enero del 57 (sen. 21, nota 39). El clima de violencia desatado por
Clodio para oponerse a esta propuesta aparece descrito con detalle en Sest. 75-79.
58
Como pretor, L. Cecilio Rufo, hermano de P. Sila, presentó una ley en favor del regreso de Cicerón.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 59

cum totius Italiae concursus, quem mea presentó la ley sobre mi regreso, cuando la afluencia de
salus concitarat, facti illius gloriam libens gentes de toda Italia, provocada ante el interés por mi
agnovisset, ut, etiam si id Milo fecisset, regreso, habría aprobado de buen grado la gloria de
cuncta civitas eam laudem pro sua aquella hazaña? Aunque la muerte de Clodio hubiera
vindicaret? sido obra de Milón, toda la ciudad habría reivindicado
como suyo este honor.
XV. 39. At quod erat tempus? 15 39 Pero, ¿cuáles eran las circunstancias? Como
Clarissimus et fortissimus consul, cónsul estaba Publio Léntulo, un hombre muy
inimicus Clodio, [P. Lentulus,] ultor distinguido y valiente, enemigo de Clodio, vengador de
sceleris illius, propugnator senatus, sus crímenes, protector del senado, defensor de vuestra
defensor vestrae voluntatis, patronus voluntad, abogado del consenso público y salvador de
publici consensus, restitutor salutis meae; mi vida; había siete pretores y ocho tribunos de la plebe
septem praetores, octo tribuni plebei, adversarios de Clodio y defensores de mi persona59; es-
illius adversarii, defensores mei; Cn. taba Gneo Pompeyo, promotor y responsable de mi
Pompeius, auctor et dux mei reditus, regreso, enemigo de Clodio y cuya propuesta en favor
illius hostis, cuius sententiam senatus de mi persona, expresada de la forma más enérgica y
[omnis] de salute mea gravissimam et brillante, la secundó todo el senado60; él fue quien
ornatissimam secutus est, qui populum arengó al pueblo romano y quien, después de presentar
Romanum est cohortatus, qui cum de me un decreto en Capua en favor mío, dio la señal a toda
decretum Capuae fecisset, ipse cunctae Italia (que deseaba mi retorno e imploraba su
Italiae cupienti et eius fidem imploranti protección) para que acudiera en masa a Roma para
signum dedit, ut ad me restituendum conseguir la restitución de mis derechos. Con el dolor
Romam concurrerent; omnium denique de mi ausencia ardía, en fin, el odio de todos los
in illum odia civium ardebant desiderio ciudadanos contra Clodio; si alguien le hubiera dado
mei, quem qui tum interemisset, non de muerte en aquel entonces, no se habría pensado en
impunitate eius, sed de praemiis asegurarle la impunidad sino en otorgarle una
cogitaretur. 40. Tamen se Milo continuit, recompensa. 40 En estas circunstancias Milón se
et P. Clodium in iudicium bis, ad vim contuvo y citó a juicio a Publio Clodio por dos veces61:
numquam vocavit. Quid? privato Milone nunca le provocó de forma violenta. ¿Qué pasó
et reo ad populum accusante P. Clodio, entonces? Con Milón como simple ciudadano
cum in Cn. Pompeium pro Milone privado62, acusado ante el pueblo por Publio Clodio,
dicentem impetus factus est, quae tum cuando se atacó a Gneo Pompeyo por hablar en defensa
non modo occasio, sed etiam causa illius de Milón, ¡qué ocasión, o mejor, qué excelente motivo
opprimendi fuit! Nuper vero cum M. tuvo entonces para caer sobre él! No hace mucho,
Antonius summam spem salutis bonis después que Marco Antonio, uno de los jóvenes de más
omnibus attulisset, gravissimamque ilustre linaje, ofreció una gran esperanza de salvación a
adulescens nobilissimus rei publicae todos los hombres de bien y asumió con gran valentía
partem fortissime suscepisset, atque illam una responsabilidad tan importante en la vida política,

59
De los pretores, únicamente Apio, hermano de Clodio, le fue contrario (sen. 23 y Sest. 87); de entre los tribunos de la
plebe, Q. Numerio y Atilio Serrano (Sest. 82).
60
Sobre la intervención de Pompeyo en el senado apoyando el regreso de Cicerón, cf. pág. 22. El triunviro era, junto
con el cónsul del 58 L. Calpurnio Pisón, uno de los dos administradores (duumviri) de Capua (sen. 17). Esta ciudad
campana abandonó a Roma durante las guerras púnicas y como castigo perdió sus derechos de civitas sine suffragio que
Roma le había concedido en el 338. a propuesta de César, durante su consulado del 59, fue convertida en colonia
romana.
61
La primera ocasión fallida fue, antes del regreso de Cicerón, tras la violencia de los partidarios de Clodio para
oponerse a las propuestas en favor del exiliado (pág. 22; sen. 19 y Sest. 89). La segunda, tras el asalto a las casas de
Cicerón y Milón en noviembre del 57 (Att. IV 3, 2).
62
Al abandonar Milón su cargo de tribuno hubo de comparecer como ciudadano privado para responder a la acusación
de Clodio, que acababa de conseguir la edilidad. Pompeyo, que lo defendió, tuvo que soportar los insultos de Clodio y
sus partidarios produciéndose un enfrentamiento entre los dos bandos (Q. fr. II 3, 2).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 60

beluam, iudici laqueos declinantem, iam cuando ya tenía en las redes a este monstruo que trataba
inretitam teneret, qui locus, quod tempus de evitar los lazos de la justicia, ¡por los dioses
illud, di immortales, fuit! cum se ille inmortales! ¿hubo un momento y un lugar mejor que
fugiens in scalarum tenebris abdidisset, aquéllos? Cuando Clodio, al intentar huir, se escondió
magnum Miloni fuit conficere illam en la oscuridad de unas escaleras63, ¡qué ocasión más
pestem nulla sua invidia, M. vero Antoni excelente tuvo Milón para acabar con aquella peste sin
maxima gloria? 41. Quid? comitiis in provocar impopularidad alguna, sino, en todo caso, la
campo quotiens potestas fuit! cum ille in gloria más grande para Marco Antonio!64. 41 ¿Qué
saepta ruisset, gladios destringendos, más? ¡Cuántas veces tuvo posibilidad de hacerlo en los
lapides iaciendos curavisset; dein subito, comicios del Campo de Marte, cuando aquél irrumpió
voltu Milonis perterritus, fugeret ad violentamente en el recinto de las votaciones y se
Tiberim, vos et omnes boni vota dedicó a desenvainar espadas y a arrojar piedras para, a
faceretis, ut Miloni uti virtute sua liberet. continuación, huir aterrado al Tíber ante la expresión
del rostro de Milón! ¡Vosotros y todos los hombres de
bien hacíais votos para que a Milón se le permitiera
hacer uso de su coraje contra aquél!
XVI. Quem igitur cum omnium gratia 16 Por lo tanto, si no quiso darle muerte con el
noluit, hunc voluit cum aliquorum beneplácito de todo el mundo, ¿quiso hacerlo, en
querella? quem iure, quem loco, quem cambio, con la desaprobación de algunas personas? a
tempore, quem impune non est ausus, quien no se atrevió a matar cuando la legalidad, el
hunc iniuria, iniquo loco, alieno tempore, lugar, las circunstancias y la impunidad le favorecían,
periculo capitis, non dubitavit occidere? ¿no dudó en matarlo con deshonor, en un lugar y
42. praesertim, iudices, cum honoris circunstancias desfavorabes y con riesgo de su propia
amplissimi contentio et dies comitiorum vida? 42 Teniendo en cuenta sobre todo, jueces, que
subesset, quo quidem tempore—scio estaba cerca el día de las elecciones y la disputa por la
enim quam timida sit ambitio, quantaque más alta magistratura, época ésta (conozco ciertamente
et quam sollicita sit cupiditas los temores que conlleva la búsqueda de votos y cuánta
consulatus—omnia, non modo quae inquietud acompaña a la aspiración al consulado) en la
reprehendi palam, sed etiam obscure que nos preocupan, no sólo las cosas que pueden ser
quae cogitari possunt timemus, rumorem, criticadas en público sino también lo que se pueda
fabulam fictam, levem perhorrescimus, pensar en secreto, en la que nos horroriza cualquier
ora omnium atque oculos intuemur. Nihil leve rumor o habladuría inventada, y examinamos con
est enim tam molle, tam tenerum, tam aut atención los rostros y las miradas de todo el mundo.
fragile aut flexibile, quam voluntas erga Nada hay tan delicado, tan sensible, frágil o inestable
nos sensusque civium, qui non modo como la voluntad y sentimientos hacia nosotros de los
improbitati irascuntur candidatorum, sed ciudadanos, quienes no sólo se irritan con la
etiam in recte factis saepe fastidiunt. 43. inmoralidad de los candidatos sino que, incluso,
Hunc igitur diem campi speratum atque desdeñan a menudo las buenas acciones. 43 ¿De modo
exoptatum sibi proponens Milo, cruentis que Milón, teniendo a la vista el día de las elecciones,
manibus scelus et facinus prae se ferens en el que tenía puestas sus esperanzas y deseos, iba a
et confitens, ad illa augusta centuriarum acudir ante aquellos augustos auspicios65 de las
auspicia veniebat? Quam hoc non centurias con las manos ensangrentadas, presentando y
credibile in hoc! quam idem in Clodio reconociendo el crimen y el atentado? ¡Qué poco

63
De la comparación de este ambiguo pasaje con Phil. II 21, J. H. MOLYNEUX («Clodius in hiding», CQ 11 (1961),
250-251) concluye que, en realidad, Clodio se protegió detrás de una barricada.
64
En esta época M. Antonio, aunque era uno de los acusadores en el proceso (ASCON., 29), estaba en buenas
relaciones con Cicerón. De todos modos, en las palabras del orador se pone de manifiesto la variabilidad de Antonio, ya
que, meses antes, durante su cuestura en el 53, se había enfrentado a Clodio.
65
Auspicia es una fórmula solemne para designar, en realidad, «los comicios centuriados inaugurados por los
auspicios» y que daban, por tanto, a las elecciones un carácter sagrado.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 61

non dubitandum, cum se ille interfecto creíble es esto en alguien como Milón! En cambio, ¡qué
Milone regnaturum putaret! Quid? (quod poco dudoso en el caso de Clodio puesto que pensaba
caput est [audaciae], iudices) quis ignorat llegar a ser rey con la muerte de Milón! Y el aspecto
maximam inlecebram esse peccandi más importante de la audacia: ¿quién ignora, jueces,
impunitatis spem? In utro igitur haec que el mayor atractivo de un delito radica en la
fuit? in Milone, qui etiam nunc reus est esperanza de su impunidad?. ¿En cuál de los dos, por
facti aut praeclari aut certe necessarii, an tanto, se dio esta esperanza? ¿En Milón, que en la
in Clodio, qui ita iudicia poenamque actualidad está siendo acusado de una acción admirable
contempserat, ut eum nihil delectaret o, por lo menos, necesaria? ¿O en Clodio, que había
quod aut per naturam fas esset, aut per menospreciado los tribunales y sus castigos hasta el
leges liceret. punto de que no le complacía nada de lo que estuviese
permitido por la naturaleza o autorizado por las leyes?
44. Sed quid ego argumentor? quid plura 44 Pero, ¿por qué estoy argumentando? ¿Para qué
disputo? Te, Q. Petili, appello, optimum discutir más? Apelo a ti, Quinto Petilio66, un ciudadano
et fortissimum civem: te, M. Cato, testor, tan íntegro como valeroso, y te pongo como testigo a ti,
quos mihi divina quaedam sors dedit Marco Catón (una providencia en cierto modo divina
iudices. Vos ex M. Favonio audistis me ha concedido a vosotros dos como jueces): vosotros
Clodium sibi dixisse, et audistis vivo oísteis de boca de Marco Favonio, y lo oísteis en vida
Clodio, periturum Milonem triduo. Post de Clodio, que éste le había dicho que Milón moriría en
diem tertium gesta res est quam dixerat. el espacio de tres días: tres días después de haberlo
Cum ille non dubitarit aperire quid dicho, la acción se llevó a cabo. Si Clodio no dudó en
cogitaret, vos potestis dubitare quid revelar lo que planeaba, ¿vais a ser vosotros capaces de
fecerit? dudar de lo que hizo?
XVII. 45. Quem ad modum igitur eum 17 45 ¿Cómo es, entonces, que no se equivocó en el
dies non fefellit? Dixi equidem modo. día? Lo acabo de decir hace un momento. No era
Dictatoris Lanuvini stata sacrificia nosse ningún problema conocer las ceremonias religiosas
negoti nihil erat. Vidit necesse esse propias del dictador de Lanuvio, que ya están
Miloni proficisci Lanuvium illo ipso quo establecidas. Vio que necesariamente Milón debía
est profectus die. Itaque antevertit. At partir hacia Lanuvio precisamente en el día en que lo
quo die? Quo, ut ante dixi, fuit hizo: de modo que se le adelantó. Pero, ¿en qué día?
insanissima contio ab ipsius mercenario Como ya he dicho antes, en el día en que tuvo lugar
tribuno plebis concitata: quem diem ille, una asamblea popular muy agitada, provocada por un
quam contionem, quos clamores, nisi ad tribuno de la plebe a sueldo del propio Clodio67. Si no
cogitatum facinus approperaret, hubiese tenido prisa en ejecutar el crimen planeado,
numquam reliquisset. Ergo illi ne causa nunca se habría perdido aquel día, aquella asamblea y
quidem itineris, etiam causa manendi: aquellos aplausos. Por lo tanto, no tenía siquiera un
Miloni manendi nulla [facultas], exeundi motivo para ponerse de camino; más aún, tenía motivos
non causa solum, sed etiam necessitas para permanecer en Roma. Milón, en cambio, no tuvo
fuit. Quid? si, ut ille scivit Milonem fore ninguna posibilidad de quedarse: tuvo, no sólo un
eo die in via, sic Clodium Milo ne motivo sino la obligación de partir. ¿Por qué, pues, si
suspicari quidem potuit? 46. Primum como Clodio supo que Milón estaría de camino en
quaero qui id scire potuerit? quod vos aquel día, Milón, en cambio, no pudo ni sospechar
idem in Clodio quaerere non potestis. Ut siquiera lo mismo de Clodio? 46 Pregunto en primer
enim neminem alium nisi T. Patinam, lugar: ¿cómo pudo saberlo Milón? Una pregunta que
familiarissimum suum, rogasset, scire vosotros mismos no podéis hacer en el caso de Clodio;
potuit illo ipso die Lanuvi a dictatore pues, aunque sólo hubiese preguntado a un buen amigo

66
Se desconoce la identidad de este Q. Petilio, tal vez emparentado con el caballero romano M. Petilio citado en Verr. II
71. Sobre la importancia del testimonio de Catón, cf. Mil. 26.
67
Según Asconio, se trataría del tribuno de la plebe Pompeyo Rufo.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 62

Milone prodi flaminem necesse esse. Sed suyo como Tito Pátina, pudo enterarse de que aquel
erant permulti alii, ex quibus id facillime mismo día, necesariamente, Milón, como dictador,
scire posset [: omnes scilicet Lanuvini]. debía elegir a un flamen en Lanuvio. Había, de todos
Milo de Clodi reditu unde quaesivit? modos, muchos otros por los que podía saberlo sin la
Quaesierit sane—videte quid vobis menor dificultad: evidentemente todos los habitantes de
largiar: servum etiam, ut Q. Arrius, meus Lanuvio. Milón, en cambio, ¿cómo pudo informarse del
amicus, dixit, corruperit. Legite regreso de Clodio? Admitamos como razonable —
testimonia testium vestrorum. Dixit C. fijaos qué concesión os hago— que haya preguntado,
Causinius Schola, Interamnas, más aún, que, como mi amigo Quinto Arrio dijo, haya
familiarissimus et idem comes Clodi,— corrompido a un esclavo. Leed las declaraciones de
cuius iam pridem testimonio Clodius vuestros testigos. Gayo Causinio Escola68, de
eadem hora Interamnae fuerat et Interamna, muy amigo de Clodio y además
Romae,—P. Clodium illo die in Albano acompañante suyo, manifestó que Publio Clodio tenía
mansurum fuisse; sed subito ei esse la intención de quedarse aquel día en Alba, pero que se
nuntiatum Cyrum architectum esse le anunció de repente la muerte del arquitecto Ciro69 y,
mortuum, itaque repente Romam por tanto, decidió de inmediato partir hacia Roma. Lo
constituisse proficisci. Dixit hoc comes mismo ha declarado Gayo Clodio70, también
item P. Clodi, C. Clodius. acompañante de Publio Clodio.
XVIII. 47. Videte, iudices, quantae res 18 47 Observad, jueces, qué importantes
his testimoniis sint confectae. Primum consecuencias se deducen de estos testimonios. En
certe liberatur Milo non eo consilio primer lugar, ha de quedar claramente exculpado Milón
profectus esse, ut insidiaretur in via de haber partido con el propósito de preparar una
Clodio: quippe, si ille obvius ei futurus emboscada a Clodio en el camino si es verdad que en
omnino non erat. Deinde—non enim absoluto podía pensar en encontrárselo. En segundo lu-
video cur non meum quoque agam gar, (no veo por qué no voy a tratar también de mi
negotium—scitis, iudices, fuisse qui in propia causa) sabéis, jueces, que hubo quien, al abogar
hac rogatione suadenda dicerent Milonis por esta propuesta de juicio, dijo que la muerte había
manu caedem esse factam, consilio vero sido perpretada por la mano de Milón, pero a instancias
maioris alicuius. Me videlicet latronem de alguien más importante. Claramente era a mí a quien
ac sicarium abiecti homines et perditi esos hombres abyectos y perversos presentaban como
describebant. Iacent suis testibus [ei] qui un bandido y un asesino71. Los echan por tierra sus
Clodium negant eo die Romam, nisi de propios testigos: éstos afirman que, si no se hubiese
Cyro audisset, fuisse rediturum. enterado de la muerte de Ciro, Clodio no habría
Respiravi, liberatus sum; non vereor ne, regresado a Roma aquel día. He respirado aliviado: no
quod ne suspicari quidem potuerim, temo que pueda parecer que yo proyecté lo que ni
videar id cogitasse. 48. Nunc persequar siquiera pude sospechar.
cetera. Nam occurrit illud: 'Igitur ne 48 Voy a continuar con los demás argumentos, pues se

68
Este habitante de Interamna, durante el proceso contra Clodio por la profanación de los misterios de la Buena Diosa,
había testificado que Clodio estuvo en Interamna la noche en que se produjo el escándalo; pero Cicerón demostró que
esa tarde Clodio había estado con él en su casa. Con este precedente el orador intenta hacer ver la falta de crédito del
testimonio de Causinio en el proceso actual.
69
Arquitecto griego que había prestado sus servicios tanto a Cicerón como a su hermano Quinto (Att. II 3, 2; Q. fr. II
2.2)
70
Lo más seguro, cliente plebeyo de la familia de los Claudi como Sexto Clodio.
71
Aunque lógicamente Cicerón no estuvo en la Vía Apia cuando se produjo el enfrentamiento, sí pudo haber informado
a Milón de los movimientos de Clodio. Sospechas de este tipo serían las que movieron a los tribunos Planco y Q.
Pompeyo a amenazar al orador con acusarlo judicialmente (ASCON., 22). En realidad, ya con ocasión de los
enfrentamientos en noviembre del 57 (asalto a las casas de Cicerón y Milón por parte de las bandas de Clodio y pos-
terior ocupación del Campo de Marte por Milón para impedir que su enemigo fuera elegido edil), se acusaba a Cicerón
de ser el instigador de los actos de Milón: «Todos ellos se quejan de que yo lo he maquinado todo porque no conocen el
valor y la decisión de este héroe [de Milón]» (Att. IV 3, 5).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 63

Clodius quidem de insidiis cogitavit, me objeta lo siguiente: «por tanto, ni siquiera Clodio
quoniam fuit in Albano mansurus.' Si proyectó una emboscada, puesto que su propósito fue
quidem exiturus ad caedem e villa non quedarse en Alba». Es cierto, si no hubiese sido su
fuisset. Video enim illum, qui dicatur de intención salir de esta villa para cometer el asesinato.
Cyri morte nuntiasse, non id nuntiasse, Me doy cuenta, pues, de que el individuo aquél que —
Milonem appropinquare. Nam quid de según dicen— le anunció la muerte de Ciro, en realidad
Cyro nuntiaret, quem Clodius Roma lo que le anunció es que Milón se aproximaba. Pues,
proficiscens reliquerat morientem? Una ¿qué sentido tenía que anunciara la muerte de Ciro, es
fui, testamentum simul obsignavi cum decir, de alguien a quien Clodio, al partir de Roma,
Clodio: testamentum autem palam había dejado moribundo? Yo estuve con él y firmé el
fecerat, et illum heredem et me testamento de Ciro al mismo tiempo que Clodio72.
scripserat. Quem pridie hora tertia Había hecho su testamento públicamente y nos había
animam efflantem reliquisset, eum nombrado herederos a Clodio y a mí. ¿Le había dejado
mortuum postridie hora decima denique el día anterior, a la hora tercia, exhalando su último
ei nuntiabatur? suspiro y al día siguiente, a la hora décima, era cuando
se le comunicaba por fin que había muerto?73.
XIX. 49. Age, sit ita factum. Quae causa 19 49 Admitamos que fuera así; ¿qué razón tuvo para
cur Romam properaret? cur in noctem se dirigirse apresuradamente a Roma y lanzarse en medio
coniceret? Ecquid adferebat festinationis, de la noche? ¿Qué impaciencia lo empujaba? ¿El hecho
quod heres erat? Primum, erat nihil cur de ser heredero? En primer lugar no había razón por la
properato opus esset: deinde, si quid que fuera necesario este apresuramiento; además, si la
esset, quid tandem erat quod ea nocte hubiera habido, ¿qué es lo que podría haber conseguido
consequi posset, amitteret autem si aquella noche, o qué habría perdido de haber acudido a
postridie Romam mane venisset? Atque Roma al día siguiente por la mañana? Además, del
ut illi nocturnus ad urbem adventus mismo modo que Clodio, más que buscar, debió evitar
vitandus potius quam expetendus fuit, sic presentarse en Roma de noche, así también Milón, de
Miloni, cum insidiator esset, si illum ad ser el agresor, si sabía que aquél iba a venir a la ciudad
urbem nocte accessurum sciebat, de noche, debió apostarse y esperarlo: lo habría
subsidendum atque exspectandum fuit. asesinado en la oscuridad, en un lugar apropiado para
50. Nemo ei neganti non credidisset, una emboscada y plagado de bandidos. 50 En el caso
quem esse omnes salvum etiam de negar el crimen, nadie habría dejado de creer a
confitentem volunt. Sustinuisset hoc alguien a quien todos quieren ver a salvo incluso ahora,
crimen primum ipse ille latronum cuando lo está reconociendo. El propio lugar, refugio
occultator et receptor locus, cum neque de bandidos, habría acaparado en un primer momento
muta solitudo indicasset neque caeca nox las sospechas; además, ni la completa soledad del lugar
ostendisset Milonem; deinde ibi multi ab habría denunciado a Milón, ni la noche cerrada lo
illo violati, spoliati, bonis expulsi, multi habría descubierto. Después, resultarían sospechosos
haec etiam timentes in suspicionem muchos de los que habían sido ultrajados, robados y
caderent, tota denique rea citaretur privados de sus bienes por Clodio; muchos de los que
Etruria. temían además que les ocurriera esto mismo; en fin,
Etruria entera habría sido citada a juicio y acusada74.
51. Atque illo die certe Aricia rediens 51 Además es cierto que aquel día Clodio, de regreso
devertit Clodius ad Albanum. Quod ut de Aricia, se desvió para pararse en su casa de Alba.
sciret Milo illum Ariciae fuisse, suspicari Supongamos que Milón sabía que Clodio había estado
tamen debuit eum, etiam si Romam illo en Aricia; de todos modos, debió de sospechar que, a

72
Testamentos, redactados sobre tablillas de madera endurecidas con cera, estaban unidos por un hilo sobre el que los
testigos ponían su sello.
73
La hora tercia sería en torno a las 9 de la mañana; la hora décima en tomo a las 4 de la tarde. El argumento no es muy
consistente, ya que un moribundo podía haber permanecido así un día entero.
74
Etruria había sido el teatro principal de las malversaciones y violencias de Clodio (Mil. 26, 55, 76, 87).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 64

die reverti vellet, ad villam suam, quae pesar de que deseaba regresar a Roma aquel día, se
viam tangeret, deversurum. Cur neque desviaría de su ruta para llegar a su villa de Alba que
ante occurrit, ne ille in villa resideret, nec estaba al borde del camino. ¿Por qué, entonces, no le
eo in loco subsedit, quo ille noctu salió antes al encuentro para evitar que se hospedara en
venturus esset? su villa, y no se apostó en un lugar a donde aquél iba a
llegar por la noche?
Video adhuc constare, iudices, omnia:— 52 Hasta ahora, jueces, veo que todo concuerda: para
Miloni etiam utile fuisse Clodium vivere, Milón era incluso útil que Clodio permaneciera vivo;
illi ad ea quae concupierat optatissimum para éste, la muerte de Milón era lo más deseable de
interitum Milonis; odium fuisse illius in cara a alcanzar sus ambiciones; su odio contra él era
hunc acerbissimum, nullum huius in muy intenso; ningún resentimiento, en cambio, por
illum; consuetudinem illius perpetuam in parte de Milón; era una costumbre permamente en
vi inferenda, huius tantum in repellenda; Clodio recurrir a la violencia; en éste, únicamente
52. mortem ab illo denuntiatam Miloni et repelerla; aquél había ya amenazado con la muerte a
praedicatam palam, nihil umquam Milón y lo había manifestado de forma pública75; nunca
auditum ex Milone; profectionis huius se oyó nada semejante en boca de Milón; aquél conocía
diem illi notum, reditus illius huic el día de la partida de éste, a quien, en cambio, le era
ignotum fuisse; huius iter necessarium, desconocido el regreso de Clodio; el viaje de Milón era
illius etiam potius alienum; hunc prae se obligado; el de aquél, más bien, inoportuno; éste había
tulisse illo die Roma exiturum, illum eo adelantado que saldría de Roma aquel día; Clodio había
die se dissimulasse rediturum; hunc disimulado su intención de regresar ese mismo día;
nullius rei mutasse consilium, illum Milón no había modificado en nada sus planes; Clodio
causam mutandi consili finxisse; huic, si se inventó un pretexto para modificarlos; Milón, de
insidiaretur, noctem prope urbem prepararle una emboscada, habría debido esperar a la
exspectandam, illi, etiam si hunc non noche cerca de la ciudad; aquél, aunque no lo temía,
timeret, tamen accessum ad urbem debería haber tenido miedo de acercarse a la ciudad de
nocturnum fuisse metuendum. noche.
XX. 53. Videamus nunc (id quod caput 20 53 Veamos ahora un punto capital: el lugar mismo
est) locus ad insidias ille ipse, ubi en el que se encontraron, ¿para quién de los dos
congressi sunt, utri tandem fuerit aptior. finalmente fue más favorable a la hora de tender una
Id vero, iudices, etiam dubitandum et emboscada? Pero esto, jueces, ¿debe suscitar todavía
diutius cogitandum est? Ante fundum dudas y reflexiones por más tiempo? ¿Delante de una
Clodi, quo in fundo propter insanas illas propiedad de Clodio en la que, merced a aquellas
substructiones facile hominum mille extravagantes construcciones, podía haber fácilmente
versabantur valentium, edito adversari un millar de hombres aguerridos, ante una posición del
atque excelso loco, superiorem se fore enemigo elevada y dominante, había pensado Milón
putarat Milo, et ob eam rem eum locum que resultaría vencedor y por esta razón, sobre todo,
ad pugnam potissimum elegerat? an in eo había elegido aquel lugar para la lucha? ¿O, más bien,
loco est potius exspectatus ab eo qui fue esperado en ese lugar por Clodio, que había
ipsius loci spe facere impetum cogitarat? planeado atacarle confiado en el lugar mismo? Los
Res loquitur ipsa, iudices, quae semper hechos, jueces, que son los que tienen siempre más
valet plurimum. 54. Si haec non gesta valor, hablan por sí mismos. 54 Si todo esto, en vez de
audiretis, sed picta videretis, tamen oído contar, lo viérais en pintura, aparecería claramente
appareret uter esset insidiator, uter nihil cuál de los dos era el agresor y quién de ellos no tenía
cogitaret mali, cum alter veheretur in ninguna mala intención: yendo como iba Milón en
raeda paenulatus, una sederet uxor. Quid coche, envuelto en la capa de viajero y sentado al lado
horum non impeditissimum? vestitus an de su mujer; ¿había algún impedimiento mayor que la

75
Cf. supra, Mil. 26.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 65

vehiculum an comes? Quid minus vestimenta, el vehículo o la compañía? ¿Hay algo


promptum ad pugnam, cum paenula menos apropiado para luchar que el verse enredado por
inretitus, raeda impeditus, uxore paene el manto, encerrado en el coche y casi encadenado a su
constrictus esset? Videte nunc illum, esposa? Mirad ahora al otro, en primer lugar, saliendo
primum egredientem e villa, subito: cur? de su villa de improviso (¿por qué?) al atardecer (¿qué
vesperi: quid necesse est? tarde: qui necesidad tenía?) y con lentitud (¿era lo conveniente,
convenit, praesertim id temporis? sobre todo a esa hora?); se desvió del camino en
Devertit in villam Pompei. Pompeium ut dirección a la villa de Pompeyo (¿para visitar a
videret? sciebat in Alsiensi esse: villam Pompeyo?). Sabía que se encontraba en Alsio (¿para
ut perspiceret? miliens in ea fuerat. Quid visitar la villa?). Ya había estado en ella mil veces.
ergo erat? morae et tergiversationes: dum ¿Por qué, entonces? Se trataba de una demora y de un
hic veniret, locum relinquere noluit. subterfugio: no quiso abandonar el lugar hasta que
llegara Milón.
XXI. 55. Age nunc; iter expediti latronis 21 55 Veamos ahora: comparad la marcha expedita de
cum Milonis impedimentis comparate. aquel salteador con la impedimenta de Milón. Aquél,
Semper ille antea cum uxore, tum sine con anterioridad, siempre había viajado acompañado de
ea; numquam nisi in raeda, tum in equo; su esposa; entonces viajó sin ella. Nunca lo había
comites Graeculi quocumque ibat, etiam hecho, a no ser en coche; en aquella ocasión lo hizo a
cum in castra Etrusca properabat, tum caballo, a dondequiera que iba, incluso cuando tenía
nugarum in comitatu nihil. Milo, qui prisa por llegar a su campamento de Etruria76, le
numquam, tum casu pueros acompañaba un séquito griego77; aquel día, nada de
symphoniacos uxoris ducebat et hombres frívolos en su comitiva. Milón, en cambio,
ancillarum greges. Ille, qui semper secum cosa que nunca había hecho, llevaba casualmente aquel
scorta, semper exoletos, semper lupas día a unos jóvenes músicos78, esclavos de su mujer y a
duceret, tum neminem, nisi ut virum a todo un tropel de criadas. Aquél, que siempre llevaba
viro lectum esse diceres. Cur igitur victus consigo cortesanas, libertinos y prostitutas, no se llevó
est? Quia non semper viator a latrone, entonces a nadie a no ser hombres escogidos
non numquam etiam latro a viatore personalmente. ¿Por qué, entonces, resultó vencido?
occiditur: quia, quamquam paratus in Porque no siempre el viajero muere a manos del
imparatos Clodius, tamen mulier bandido; a veces también el viajero mata al bandido;
inciderat in viros. 56. Nec vero sic erat porque Clodio, aunque preparado para atacar a gente
umquam non paratus Milo contra illum, desprevenida, sin embargo, había atacado a unos
ut non satis fere esset paratus. Semper hombres como si fuera una mujer. 56 Aunque tampoco
[ille] et quantum interesset P. Clodi se Milón dejaba de estar nunca en guardia contra Clodio;
perire, et quanto illi odio esset, et de modo que estaba bastante prevenido. En todo
quantum ille auderet cogitabat. Quam ob momento tenía presente cuánto le interesaba a Clodio
rem vitam suam, quam maximis praemiis su muerte, cuán grande era el resentimiento que aquél
propositam et paene addictam sciebat, sentía hacia él y cuánta su audacia. Por todo ello nunca
numquam in periculum sine praesidio et exponía al peligro, sin escolta y protección, una vida
sine custodia proiciebat. Adde casus, como la suya por la cual sabía que se había puesto casi
adde incertos exitus pugnarum precio y se habían ofrecido grandes recompensas.

76
En sus propiedades de Etruria, en donde reuniría sus bandas de esclavos. Cicerón las denomina castra porque son el
centro militar de las expediciones de Clodio (Mil. 26).
77
Los Graeculi eran esclavos o clientes griegos que servían de divertimento a su dueño. Esta mención a los
acompañantes griegos (Mil. 28) es una constante en Cicerón para criticar a sus adversarios. Así, reprocha a Gelio,
amigo de Clodio, estar rodeado de Graeci (Sest. 110), a Pisón poseer una corte de petimetres griegos (sen. 14), etc.
78
Symphoniacos. esclavos músicos. Para explicar que el acompañamiento de Milón no tenía ningún carácter militar
Cicerón remarca todos los detalles referidos al cortejo de su esposa.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 66

Martemque communem, qui saepe Añade, además, las vicisitudes del azar, los resultados
spoliantem iam et exsultantem evertit et inciertos de los combates y la imparcialidad de Marte79,
perculit ab abiecto: adde inscitiam pransi, quien a menudo derribó y abatió a manos de un ad-
poti, oscitantis ducis, qui cum a tergo versario quebrantado a quien, exsultante de alegría, se
hostem interclusum reliquisset, nihil de disponía ya a cobrar los despojos. Añade la torpeza de
eius extremis comitibus cogitavit, in quos un jefe, bien comido, bien bebido y somnoliento, que,
incensos ira vitamque domini desperantis después de haber rodeado a su enemigo por la espalda,
cum incidisset, haesit in eis poenis, quas no pensó en los acompañantes que cerraban la
ab eo servi fideles pro domini vita comititva y, tras caer sobre quienes estaban llenos de
expetiverunt.< odio y habían perdido toda esperanza de que su señor
estuviera vivo, acabó sufriendo el castigo con el que
unos siervos fieles vengaron en él la muerte de su
señor.
57. Cur igitur eos manu misit? Metuebat 57 ¿Por qué, entonces, Milón les ha concedido la
scilicet ne indicaretur, ne dolorem libertad?80. Sin duda temía ser denunciado por ellos,
perferre non possent, ne tormentis que no fuesen capaces de soportar el dolor y que,
cogerentur occisum esse a servis Milonis mediante torturas, fuesen obligados a confesar que
in Appia via P. Clodium confiteri. Quid Publio Clodio fue muerto en la Vía Apia a manos de
opus est tortore? quid quaeris? los esclavos de Milón. ¿Qué necesidad hay de la
Occideritne? occidit. Iure an iniuria? tortura? ¿Qué es lo que preguntas? ¿Si resultó muerto o
nihil ad tortorem: facti enim in eculeo no? Fue muerto. ¿Justa o injustamente? Eso, en nada
quaestio est, iuris in iudicio. concierne al torturador; en el potro de tortura tiene
lugar el interrogatorio sobre los hechos; en los
tribunales, sobre las cuestiones de derecho.
XXII. Quod igitur in causa quaerendum 22 Tratemos, por tanto, aquí de aquello que debe
est, indagamus hic: quod tormentis indagarse judicialmente. Admitamos eso que tú
invenire vis, id fatemur. Manu vero cur pretendes descubrir con torturas. Pero, si lo que
miserit, si id potius quaeris, quam cur preguntas es por qué les concedió la libertad en vez de
partim amplis adfecerit praemiis, nescis por qué no les recompensó más generosamente, es que
inimici factum reprehendere. 58. Dixit no sabes criticar la actuación de tu adversario. 58
enim hic idem, qui omnia semper Ciertamente este mismo Marco Catón, que siempre
constanter et fortiter, M. Cato, et dixit in manifiesta todas sus opiniones con firmeza y valentía,
turbulenta contione, quae tamen huius dijo (y lo dijo en medio de una agitada asamblea que,
auctoritate placata est, non libertate pese a todo, pudo ser sofocada con su autoridad) que
solum, sed etiam omnibus praemiis quienes habían defendido la vida de su señor eran más
dignissimos fuisse, qui domini caput que merecedores, no sólo de la libertad sino de todo
defendissent. Quod enim praemium satis tipo de recompensas. En efecto, ¿qué recompensa es lo
magnum est tam benevolis, tam bonis, suficientemente importante para unos esclavos tan
tam fidelibus servis, propter quos vivit? abnegados, nobles y fieles, y a quienes Milón les debe
Etsi id quidem non tanti est, quam quod la vida? Aunque realmente esto no tiene tanta
propter eosdem non sanguine et importancia como el hecho de que, gracias a ellos, no
volneribus suis crudelissimi inimici haya dado satisfacción, con su sangre y sus heridas, a
mentem oculosque satiavit. Quos nisi los ojos y deseos de un enemigo tan cruel. Si no les
manu misisset, tormentis etiam dedendi hubiese concedido la libertad, aquellos que habían
fuerunt conservatores domini, ultores salvado a su señor, que lo habían vengado del crimen y

79
Martem communem, expresión común para señalar el resultado incierto de la guerra ( Fam. VI 4, I; Phil. X 20).
80
80 Recuérdese (ASCON., 11) que, cuando los acusadores quisieron interrogar a los esclavos de Milón, éste fue
asistido por Hortensio, Cicerón, M. Marcelo, M. Calidio, M. Catón y Fausto Sila, lo que pone de manifiesto la impor-
tancia que se daba a su testimonio y la hábil maniobra de Milón al concederles la libertad.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 67

sceleris, defensores necis. Hic vero nihil lo habían defendido de una muerte violenta, sin duda
habet in his malis quod minus moleste habrían sido sometidos a torturas. a decir verdad, en
ferat, quam, etiam si quid ipsi accidat, medio de sus desgracias, no hay nada que más
esse tamen illis meritum praemium tranquilice a Milón que el hecho de haberles pagado la
persolutum. recompensa que se merecen con independencia de lo
que a él mismo le pueda suceder.
59. Sed quaestiones urgent Milonem, 59 Pero —según dicen— los interrogatorios bajo
quae sunt habitae nunc in atrio Libertatis. tortura, que en la actualidad se han celebrado en el
Quibusnam de servis? rogas? de P. Clodi. Atrio de la Libertad81, son abrumadores contra Milón.
Quis eos postulavit? Appius. Quis ¿De qué esclavos se trata? ¿Me lo preguntas? De los
produxit? Appius. Unde? ab Appio. Di esclavos de Publio Clodio. ¿Quién les ha pedido su
boni! quid potest agi severius? [De servis testimonio? Apio82. ¿Quién los ha presentado como
nulla lege quaestio est in dominum nisi testigos? Apio. ¿De parte de quién vienen? De parte de
de incestu, ut fuit in Clodium.] Proxime Apio. ¡Oh dioses! ¿Se puede actuar más
deos accessit Clodius, propius quam tum rigurosamente? Clodio ha llegado ya muy cerca de los
cum ad ipsos penetrarat, cuius de morte dioses, más cerca incluso que cuando penetró en sus
tamquam de caerimoniis violatis propias moradas, puesto que se está investigando sobre
quaeritur. Sed tamen maiores nostri in su muerte como si de la profanación de los misterios se
dominum [de servo] quaeri noluerunt, tratara83. Y, sin embargo, nuestros antepasados no
non quin posset verum inveniri, sed quia quisieron que se investigara a los esclavos en contra de
videbatur indignum esse et [domini] su señor, no porque no pudiese descubrirse la verdad
morte ipsa tristius. In reum de servo sino porque parecía algo indigno y más lamentable que
accusatoris cum quaeritur, verum inveniri la muerte misma del señor: ¿se puede, acaso, descubrir
potest? 60. Age vero, quae erat aut qualis la verdad cuando se interroga a un esclavo del acusador
quaestio? 'Heus tu, Rufio' (verbi causa) en contra del acusado? 60 Veamos, de todos modos,
'cave sis mentiaris. Clodius insidias fecit cuál fue el interrogatorio y de qué forma. Por ejemplo:
Miloni ?' 'Fecit:' 'certa crux.' 'Nullas «¡Eh, tú, Rufión84, cuidado con mentir! ¿Clodio
fecit:' 'sperata libertas.' Quid hac preparó una emboscada contra Milón?» —«La
quaestione certius? Subito abrepti in preparó». (Tiene ya asegurado el patíbulo) — «En
quaestionem, tamen separantur a ceteris absoluto»85. (Ya tiene la esperada libertad) ¿Hay algo
et in arcas coniciuntur, ne quis cum eis más seguro que este interrogatorio? Los retenidos para
conloqui possit. Hi centum dies penes el interrogatorio de forma imprevista son separados de
accusatorem cum fuissent, ab eo ipso los demás y se los encierra en celdas para que nadie
accusatore producti sunt. Quid hac pueda hablar con ellos. Éstos, en cambio, fueron
quaestione dici potest integrius, quid presentados como testigos por el propio acusador des-
incorruptius? pués de haber permanecido cien días en su casa. ¿Puede
decirse que exista algo más correcto e imparcial que
este interrogatorio?
XXIII. 61. Quod si nondum satis cernitis, 23 61 Y, si todavía no veis bastante claro —por más

81
No se tiene seguridad sobre el emplazamiento (tal vez en el Aventino) e identificación de este monumento.
82
Apio Claudio Pulcro, el hermano mayor de Clodio: precisamente sus dos hijos fueron los que exigieron que declarara
la servidumbre de Milón (ASCON., 10) y los que iniciaron el proceso judicial (ASCON., 24-25).
83
Nueva alusión a los misterios de la Buena Diosa. Fue entonces, al profanar unas ceremonias religiosas, cuando Clodio
estuvo más cerca de los dioses. Puesto que la ley prohibía el interrogatorio de los esclavos salvo si su dueño era acusado
de «violación de los misterios», el orador señala la ironía que supondría precisamente el asimilar a Clodio a una
divinidad o personaje sagrado.
84
Nombre típico de esclavo, formado sobre el radical de rufus, «pelirrojo»; los esclavos de la comedia tenían
precisamente como signo distintivo una peluca de este color.
85
Nuevo ejemplo del empleo del lenguaje coloquial en los discursos de Cicerón (QUINTIL., inst. orat. VIII 3, 21-23, y
L. LAURAND, Études..., op. cit., págs. 278-279).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 68

cum res ipsa tot tam claris argumentis que el hecho mismo salte a la vista con tantas pruebas y
signisque luceat, pura mente atque con indicios tan evidentes— que Milón regresó a Roma
integra Milonem, nullo scelere imbutum, con la conciencia limpia y tranquila, sin sentirse
nullo metu perterritum, nulla conscientia manchado por ningún crimen ni aterrado por ningún
exanimatum, Romam revertisse, temor ni turbado por ningún remordimiento, recordad,
recordamini (per deos immortalis!) quae por los dioses inmortales, la rapidez con que regresó, la
fuerit celeritas reditus eius, qui ingressus forma en que se presentó en el Foro mientras la curia
in forum ardente curia, quae magnitudo estaba en llamas, su grandeza de ánimo, la expresión de
animi, qui voltus, quae oratio. Neque su rostro y sus palabras. Ahora bien, no se confió
vero se populo solum, sed etiam senatui únicamente al pueblo sino también al senado; y no sólo
commisit; neque senatui modo, sed etiam al senado, sino además a las fuerzas de protección
publicis praesidiis et armis; neque his públicas; y junto a éstas, también a la autoridad de
tantum, verum etiam eius potestati, cui aquel a quien el senado había confiado todo el Estado,
senatus totam rem publicam, omnem la juventud de toda Italia y todas las fuerzas militares
Italiae pubem, cuncta populi Romani del pueblo romano. Sin duda, de no tener confianza en
arma commiserat: cui numquam se hic su propia causa, nunca Milón se habría confiado a un
profecto tradidisset, nisi causae suae hombre como éste86, que estaba al tanto de todo, que
confideret, praesertim omnia audienti, tenía grandes temores y muchas sospechas, y que,
magna metuenti, multa suspicanti, non además, daba crédito a algunos rumores. La fuerza de
nulla credenti. Magna vis est la conciencia es grande, jueces, y lo es en ambos
conscientiae, iudices, et magna in sentidos; de modo que nada temen los que no han co-
utramque partem, ut neque timeant qui metido ningún delito y quienes lo cometieron creen que
nihil commiserint, et poenam semper el castigo está presente constantemente ante sus ojos.
ante oculos versari putent qui peccarint.
62. Neque vero sine ratione certa causa 62 Y no es que no haya una razón precisa para que la
Milonis semper a senatu probata est. causa de Milón haya merecido siempre la aprobación
Videbant enim sapientissimi homines del senado. Hombres muy sabios veían las razones de
facti rationem, praesentiam animi, su actuación, su sangre fría y la firmeza de su defensa;
defensionis constantiam. An vero obliti ¿O es que habéis olvidado, jueces, cuáles fueron —en
estis, iudices, recenti illo nuntio necis el momento mismo de conocerse la noticia de la muerte
Clodianae, non modo inimicorum de Clodio— las habladurías y opiniones, no sólo de los
Milonis sermones et opiniones, sed non enemigos de Milón sino también de gente mal in-
nullorum etiam imperitorum? Negabant formada? Decían que Milón no regresaría a Roma. 63
eum Romam esse rediturum. 63. Sive Porque una de dos: si hubiera actuado movido por un
enim illud animo irato ac percito fecisset, espíritu lleno de ira y resentimiento para, inflamado por
ut incensus odio trucidaret inimicum, el odio, asesinar a su enemigo, pensaban que Milón
arbitrabantur eum tanti mortem P. Clodi consideraría la muerte de Publio Clodio de una
putasse, ut aequo animo patria careret, gravedad tal que se exiliaría de buen grado después de
cum sanguine inimici explesset odium haber satisfecho su odio con la sangre de su enemigo;
suum; sive etiam illius morte patriam pero, si hubiera pretendido con aquella muerte liberar a
liberare voluisset, non dubitaturum la patria, pensaban que un hombre valiente como él,
fortem virum quin, cum suo periculo después de haber proporcionado la salvación al pueblo
salutem populo Romano attulisset, romano con riesgo de su propia vida, no dudaría en
cederet aequo animo [legibus], secum someterse también a las leyes de buen grado, en
auferret gloriam sempiternam, nobis haec llevarse consigo una gloria sempiterna y en dejar para
fruenda relinqueret, quae ipse servasset. vuestro disfrute cuanto él mismo había preservado.
Multi etiam Catilinam atque illa portenta Muchos hablaban también de Catilina y de aquellos

86
Recuérdese (ASCON., 13) que Milón envió un mensaje a Pompeyo diciéndole «que renunciaría a su candidatura al
consulado en el caso de que Pompeyo lo considerara oportuno».
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 69

loquebantur: 'Erumpet, occupabit hechos monstruosos: «Se manifestará violentamente;


aliquem locum, bellum patriae faciet.' ocupará alguna plaza y hará la guerra a su patria». ¡Qué
Miseros interdum civis optime de re desgraciados son a veces los ciudadanos que prestaron
publica meritos, in quibus homines non excelentes servicios a su patria: la gente no sólo olvida
modo res praeclarissimas obliviscuntur, sus brillantísimas gestas sino que, incluso, sospecha de
sed etiam nefarias suspicantur! 64. Ergo ellos planes criminales! 64 Todo aquello, pues, resultó
illa falsa fuerunt, quae certe vera falso; sin duda, habría resultado cierto si Milón hubiese
exstitissent, si Milo admisisset aliquid cometido algún acto del que no pudiera defenderse
quod non posset honeste vereque honrada y rectamente.
defendere.<
XXIV. Quid? quae postea sunt in eum 24 ¿Qué ocurrió después? Se acumularon contra él
congesta, quae quemvis etiam imputaciones tales que habrían abatido a cualquiera que
mediocrium delictorum conscientia se sintiera culpable incluso de los delitos más
perculissent, ut sustinuit, di immortales! insignificantes. ¡De qué forma, dioses inmortales, logró
Sustinuit? immo vero tit contempsit ac soportarlas! ¿Soportarlas? Más bien, ¡cómo despreció y
pro nihilo putavit, quae neque maximo consideró sin valor unas imputaciones que no habrían
animo nocens neque innocens nisi sido capaces de ignorar ni el culpable, por más que
fortissimus vir neglegere potuisset! fuera de una gran fortaleza de espíritu, ni el inocente,
Scutorum, gladiorum, frenorum, de no ser una persona muy valerosa! Se denunciaba que
pilorumque etiam multitudo deprehendi podría descubrirse en su casa un gran número de
posse indicabatur; nullum in urbe vicum, escudos, de espadas, de lanzas e, incluso, de bridas; no
nullum angiportum esse dicebant, in quo había barrio ni callejón en la ciudad —según decían—
Miloni conducta non esset domus; arma en donde no se hubiese alquilado una casa al servicio
in villam Ocriculanam devecta Tiberi, de Milón; habían sido transportadas armas a su villa de
domus in clivo Capitolino scutis referta, Otrícoli87 a través del Tíber; su casa en la colina del
plena omnia malleolorum ad urbis Capitolio88 estaba llena de escudos y todos los lugares
incendia comparatorum: haec non delata plagados de dardos incendiarios preparados para
solum, sed paene credita, nec ante prender fuego a la ciudad. Se difundieron todas estas
repudiata sunt quam quaesita. 65. noticias —e incluso se les dio crédito—, y no fueron
Laudabam equidem incredibilem desmentidas hasta después de ser investigadas. 65 Por
diligentiam Cn. Pompei, sed dicam ut mi parte, aplaudía, sin duda, la extraordinaria diligencia
sentio, iudices. Nimis multa audire de Gneo Pompeyo. Pero voy a hablar tal como pienso,
coguntur, neque aliter facere possunt, ei jueces. Aquellos a quienes se ha encomendado el
quibus tota commissa est res publica. gobierno de todo el Estado, están obligados a prestar
Quin etiam fuit audiendus popa Licinius oído a demasiadas cosas y no pueden actuar de otro
nescio qui de Circo maximo, servos modo. Más aún, hubo que escuchar la declaración de
Milonis, apud se ebrios factos, sibi un tal Licinio, victimario89 del Circo Máximo; decía
confessos esse de interficiendo Pompeio que unos esclavos de Milón, que se habían em-
coniurasse, dein postea se gladio borrachado en su casa, le habían confesado que
percussum esse ab uno de illis, ne formaban parte de un complot para asesinar a Gneo
indicaret. Pompeio in hortos nuntiavit; Pompeyo; y que después fue herido con una espada por
arcessor in primis; de amicorum sententia uno de ellos para que no los denunciase, a Pompeyo se
rem defert ad senatum. Non poteram in le da la noticia en sus jardines; se me hace llamar entre
illius mei patriaeque custodis tanta los primeros; por consejo de sus amigos denuncia el
suspicione non metu exanimari; sed hecho ante el senado. Yo no podía dejar de asustarme

87
Ocriculum (en la actualidad Otrícoli) estaba situada al sur de Umbría en el margen derecho del Tíber.
88
Esta casa de Milón sería distinta de la situada en el Cermalo y asaltada por las bandas de Clodio el 12 de noviembre
del 57 (Att. IV 3, 3, y A. C. CLARK, M. Ciceronis Pro T. Annio Milone..., op. cit., pág. 55).
89
Es decir, el carnicero que degollaba las víctimas de los sacrificios.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 70

mirabar tamen credi popae, confessionem en medio de las sospechas del hombre que era el
servorum audiri, volnus in latere, quod guardián de mi seguridad y de la patria, pero me
acu punctum videretur, pro ictu sorprendía, con todo, que se diera crédito a un
gladiatoris probari. 66. Verum, ut victimario, que se prestara oídos a la declaración de
intellego, cavebat magis Pompeius quam unos esclavos y que la herida en el costado, que parecía
timebat, non ea solum quae timenda el pinchazo de una aguja, se admitiera como el golpe de
erant, sed omnia, ne vos aliquid timeretis. un gladiador. 66 La realidad —según creo— es que
Oppugnata domus C. Caesaris, clarissimi Pompeyo, más que temer, lo que hacía era estar en
et fortissimi viri, per multas noctis horas guardia, no sólo ante aquello que podía provocar
nuntiabatur. Nemo audierat tam celebri inquietud sino ante cualquier circunstancia para evitar
loco, nemo senserat: tamen audiebatur. que vosotros sintierais temor ante nada. Se decía que la
Non poteram Cn. Pompeium, casa de un hombre tan distinguido y valiente como
praestantissima virtute virum, timidum Gayo César había sido atacada por la noche durante
suspicari: diligentiam, tota re publica varias horas. Nadie había oído ni sentido nada en un
suscepta, nimiam nullam putabam. lugar tan frecuentado90, y, sin embargo, se daba crédito
Frequentissimo senatu nuper in Capitolio a la noticia. Era incapaz de imaginar temeroso a un
senator inventus est qui Milonem cum hombre de unas virtudes tan esclarecidas como Gneo
telo esse diceret. Nudavit se in Pompeyo; pensaba que ninguna precaución es excesiva
sanctissimo templo, quoniam vita talis et cuando se ha asumido el gobierno de todo el Estado.
civis et viri fidem non faciebat, ut eo Hace poco, en una sesión muy concurrida del senado en
tacente res ipsa loqueretur. el Capitolio, se encontró un senador que afirmaba que
Milón iba armado91. Y, ya que la conducta de un
ciudadano y de un hombre como Milón no inspiraban
confianza, se desnudó en aquel lugar sacrosanto para
que, sin pronunciar él palabra, hablaran los propios
hechos.
XXV. 67. Omnia falsa atque insidiose 25 67 Se ha comprobado que todo eran falsedades e
ficta comperta sunt. Cum tamen, si invenciones insidiosas y, pese a ello, Milón todavía
metuitur etiam nunc Milo, non iam hoc inspira temor en la actualidad. No nos preocupa ya la
Clodianum crimen timemus, sed tuas, acusación por la muerte de Clodio sino que es por tus
Cn. Pompei—te enim iam appello, et ea sospechas, Gneo Pompeyo —a ti me dirijo y en un tono
voce ut me exaudire possis—tuas, tuas, tal que puedas oírme claramente—, es por tus sospe-
inquam, suspiciones perhorrescimus: si chas —repito— por las que estamos muy preocupados.
Milonem times; si hunc de tua vita Si temes a Milón, si crees que éste está planeando
nefarie aut nunc cogitare aut molitum ahora un crimen contra tu persona o que lo maquinó en
aliquando aliquid putas; si Italiae dilectus otra ocasión, si las levas de Italia —tal como algunos
(ut non nulli conquisitores tui de tus reclutadores repitieron a menudo—, si estas
dictitarunt), si haec arma, si Capitolinae fuerzas militares, las cohortes del Capitolio, las
cohortes, si excubiae, si vigiliae, si guardias y los centinelas, si estos jóvenes escogidos
dilecta iuventus quae tuum corpus que protegen tu persona y tu casa han sido armados
domumque custodit contra Milonis contra un ataque de Milón, y si todo esto ha sido
impetum armata est, atque illa omnia in organizado, preparado y dirigido contra esta única
hunc unum instituta, parata, intenta persona, es que se considera sin duda que hay en él un
sunt,—magna in hoc certe vis et gran poder, un coraje increíble y unas fuerzas y recur-
incredibilis animus, et non unius viri sos que no son propios de un solo hombre, si es que

90
César habitaba la Regia, palacio del Pontífice Máximo situado en la Vía Sacra, en pleno foro; por tanto, era
difícilmente creíble que su casa hubiese sido atacada sin que nadie se apercibiera de lo sucedido.
91
Según ASCON., 17, fue P. Cornificio quien lanzó esta acusación. Milón, por tanto, en una sesión del senado
celebrada en el templo de Júpiter Capitolino, se quitó la ropa para demostrar que no llevaba armas encima, un gesto
considerado sacrílego al haberse realizado en un lugar sagrado.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 71

vires atque opes iudicantur, si quidem in realmente se eligió a un general tan distinguido y se
hunc unum et praestantissimus dux armó a toda la República únicamente contra él.
electus et tota res publica armata est. 68. 68 Pero ¿quién no se da cuenta de que se te
Sed quis non intellegit omnis tibi rei encomendaron todos aquellos miembros de la
publicae partis aegras et labantis, ut eas República que estaban enfermos o tambaleantes para
his armis sanares et confirmares, esse que los sanaras y reafirmaras con esas armas? Si se le
commissas? Quod si, locus Miloni datus hubiese permitido a Milón92, a buen seguro que te
esset, probasset profecto tibi ipsi habría demostrado a ti en persona que nunca hubo para
neminem umquam hominem homini nadie un hombre tan querido como tú lo fuiste para él;
cariorem fuisse quam te sibi; nullum se que él nunca evitó peligro alguno en defensa de tu
umquam periculum pro tua dignitate dignidad; que en muy numerosas ocasiones había
fugisse; cum ipsa illa taeterrima peste se combatido contra aquel azote tan abominable por
saepissime pro tua gloria contendisse; defender tu gloria; que su propio tribunado estuvo
tribunatum suum ad salutem meam, quae guiado por tus consejos para conseguir mi salvación,
tibi carissima fuisset, consiliis tuis tan querida para ti93; que él, ante el peligro que corría,
gubernatum; se a te postea defensum in había sido después defendido por ti94 y que le habías
periculo capitis, adiutum in petitione ayudado en su candidatura a pretor; que había esperado
praeturae; duos se habere semper tener siempre como sus dos mejores amigos a ti, por la
amicissimos sperasse, te tuo beneficio, ayuda que le prestaste, y a mí, por la que él me prestó.
me suo. Quae si non probaret, si tibi ita Si él no llegara a convencerte de todo esto, si esa
penitus inhaesisset ista suspicio nullo ut sospecha se hubiese clavado en tu interior hasta el
evelli modo posset, si denique Italia a extremo de no poder ser arrancada de ningún modo, si,
dilectu, urbs ab armis sine Milonis clade en suma, Italia no hubiera de cesar nunca en sus levas
numquam esset conquietura, ne ille hand ni la ciudad en armarse de no conseguir la derrota de
dubitans cessisset patria, is qui ita natus Milón, con toda seguridad no habría dudado en
est et ita consuevit: te, Magne, tamen abandonar su patria alguien como él que nació y vivió
antestaretur, quod nunc etiam facit. dispuesto a ello. Pero antes te habría puesto a ti,
Magno, como testigo, tal como lo hace hoy.
XXVI. 69. Vide quam sit varia vitae 26 69 Estás viendo cuán variable y cambiante es la
commutabilisque ratio, quam vaga condición de vivir, qué inconstante y voluble la fortuna,
volubilisque fortuna, quantae infidelitates cuán grandes deslealtades hay en la amistad, cómo la
in amicis, quam ad tempus aptae hipocresía se adapta a las circunstancias, cuántos
simulationes, quantae in periculis fugae abandonos y cobardías de los más próximos se
proximorum, quantae timiditates. Erit, producen en medio de los peligros. Llegará, llegará, sin
erit illud profecto tempus, et inlucescet duda, el tiempo y resplandecerá, al fin, el día en el que,
aliquando ille dies, cum tu—salutaribus, en medio de una situación —según espero— favorable
ut spero, rebus tuis, sed fortasse motu (tal vez por algún cambio de las circunstancias
aliquo communium temporum, qui quam generales, que, por experiencia, debemos saber que
crebro accidat experti scire debemus—et acontece con frecuencia), eches en falta la bondad de tu
amicissimi benevolentiam et gravissimi mejor amigo, la lealtad de un hombre muy seguro y la
hominis fidem et unius post homines grandeza de ánimo del ciudadano más valiente de todos
natos fortissimi viri magnitudinem animi cuantos han nacido.
desideres. 70. Quamquam quis hoc 70 Aunque, ¿quién puede creer que Gneo Pompeyo,
credat, Cn. Pompeium, iuris publici, buen conocedor del derecho público, de las costumbres
moris maiorum, rei denique publicae de nuestros antepasados y de la administración del

92
De hacer caso al testimonio de Asconio, Pompeyo rehusó conceder audiencia a Milón y le prohibió el acceso al
senado.
93
Sobre la actuación de Milón en favor del regreso del exiliado cf. sen. 19: 30: Quir. 15: har. 6-7; Sest. 86; Mil. 38. etc.
94
Ya que Pompeyo había defendido a Milón cuando éste fue acusado por Clodio de vi (dom. 50, nota 116).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 72

peritissimum, cum senatus ei commiserit Estado, al encomendarle el senado que velara «para que
ut videret Ne quid res publica detrimenti la República no sufriera menoscabo alguno»95 (esta
caperet (quo uno versiculo satis armati sola frase bastó siempre para armar a los cónsules
semper consules fuerunt, etiam nullis incluso sin necesidad de recurrir a las armas), que éste
armis datis), hunc exercitu, hunc dilectu hombre —repito—, con un ejército y con la
dato, iudicium exspectaturum fuisse in autorización para hacer una leva, habría esperado a un
eius consiliis vindicandis, qui vi iudicia tribunal para castigar los planes de alguien dispuesto a
ipsa tolleret? Satis iudicatum est a eliminar con su violencia los propios tribunales?96. Por
Pompeio, satis, falso ista conferri in su parte, Pompeyo ha dictaminado con suficiente
Milonem, qui legem tulit, qua, ut ego claridad que esas imputaciones contra Milón eran
sentio, Milonem absolvi a vobis falsas; ha presentado una ley por la que debéis (en mi
oporteret, ut omnes confitentur, liceret. opinión) o bien os es posible (tal como todos admiten)
71. Quod vero in illo loco atque illis absolver a Milón.
publicorum praesidiorum copiis 71 En realidad, el hecho de que esté sentado en aquel
circumfusus sedet, satis declarat se non lugar, rodeado de tropas de protección pública, pone
terrorem inferre vobis—quid enim minus suficientemente de manifiesto que no pretende
illo dignum quam cogere ut vos eum atemorizaros (pues ¿hay algo más indigno de él que
condemnetis, in quem animadvertere ipse obligaros a que condenéis a alguien a quien él mismo
et more maiorum et suo iure posset? sed podría castigar de acuerdo con la costumbre de nuestros
praesidio esse, ut intellegatis contra antepasados y sus propios derechos legales?) sino
hesternam illam contionem licere vobis serviros de ayuda para que comprendáis que, al
quod sentiatis libere iudicare. contrario que en la asamblea de ayer97, os es posible
emitir con libertad el veredicto que consideréis
oportuno.
XXVII. 72. Nec vero me, iudices, 27 72 Ni me preocupa realmente, jueces, la acusación
Clodianum crimen movet, nec tam sum por la muerte de Clodio, ni soy tan insensato,
demens tamque vestri sensus ignarus desconocedor o ignorante de vuestra forma de pensar
atque expers, ut nesciam quid de morte como para no saber cuál es vuestra opinión sobre la
Clodi sentiatis. De qua, si iam nollem ita muerte de Clodio. Aunque renunciara en este momento
diluere crimen, ut dilui, tamen impune a refutar la acusación tal como la he refutado, de todos
Miloni palam clamare ac mentiri gloriose modos Milón podría impunemente exclamar ante todo
liceret: 'Occidi, occidi, non Sp. Maelium, el mundo e inventar, con orgullo, lo siguiente: «He
qui annona levanda iacturisque rei matado, sí, he matado, pero no a Espurio Melio98, que
familiaris, quia nimis amplecti plebem al disminuir el precio del trigo a costa de su patrimonio
videbatur, in suspicionem incidit regni familiar, resultó sospechoso de aspirar a la tiranía
appetendi; non Ti. Gracchum, qui porque daba la impresión de que favorecía en exceso a
conlegae magistratum per seditionem la plebe; ni a Tiberio Graco, que, de forma sediciosa, se
abrogavit, quorum interfectores apropió del cargo de su colega99; quienes los mataron
impleverunt orbem terrarum nominis sui han llenado el orbe de la tierra con la gloria de sus
gloria; sed eum—auderet enim dicere, nombres; sino que he matado —se atrevería a decir
cum patriam periculo suo liberasset— después de haber librado a la patria con riesgo de su

95
Sobre el senatus consultum ultimum, cf. pág. 11, nota 3.
96
Es decir, según el razonamiento de Cicerón, Pompeyo disponía de poderes excepcionales en virtud del senatus
consultum ultimum y, por tanto, habría podido ejecutar sumariamente a Milón (como hizo Cicerón en el 63 con los
partidarios de Catilina) si lo hubiera considerado culpable. Al constituir un tribunal especial, daba la impresión de que
Pompeyo no era contrario a la absolución de Milón. Como se ve, una argumentación no del todo convincente: Pompeyo
prefería un proceso legal y no cometer el mismo error que Cicerón durante su consulado.
97
Sobre esta asamblea, cf. ASCON.28.
98
Sobre Espurio Melio, cf. dom. 101, nota 146.
99
Tiberio Graco destituyó y reemplazó al tribuno Octavio, cuyo veto impedía la aprobación de su ley agraria.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 73

cuius nefandum adulterium in propia vida— a un hombre cuyo abominable adulterio


pulvinaribus sanctissimis nobilissimae en un lecho sacrosanto sorprendieron 73 unas mujeres
feminae comprehenderunt; 73. eum cuius de la más alta nobleza; a aquel con cuyo castigo tantas
supplicio senatus sollemnis religiones veces el senado decretó que debía expiarse la
expiandas saepe censuit—eum quem cum profanación de solemnes ceremonias religiosas; a aquel
sorore germana nefarium stuprum fecisse de quien Lucio Lúculo100, bajo juramento y después de
L. Lucullus iuratus se quaestionibus interrogar a sus esclavos, afirmó haber averiguado que
habitis dixit comperisse; eum qui civem había cometido un impío adulterio con su hermana
quem senatus, quem populus Romanus, carnal; a aquel que, sirviéndose de unos esclavos
quem omnes gentes urbis ac vitae civium armados, desterró a un ciudadano a quien el senado, el
conservatorem iudicarant, servorum pueblo romano y todas las naciones habían considerado
armis exterminavit; eum qui regna dedit, salvador de la ciudad y de la vida de sus conciudada-
ademit, orbem terrarum quibuscum voluit nos; a aquel que concedió y quitó reinos y se repartió el
partitus est; eum qui, plurimis caedibus mundo con quienes quiso; a aquel que, después de
in foro factis, singulari virtute et gloria cometer numerosos asesinatos en el foro, con la
civem domum vi et armis compulit; eum violencia de las armas obligó a encerrarse en su casa a
cui nihil umquam nefas fuit, nec in un ciudadano de unas virtudes y un prestigio
facinore nec in libidine; eum qui aedem extraordinarios101; a aquel para quien nunca hubo nada
Nympharum incendit, ut memoriam sagrado ni en sus crímenes ni en sus desenfrenos; a
publicam recensionis tabulis publicis aquel que incendió el templo de las Ninfas para destruir
impressam exstingueret; 74. eum la relación oficial del censo impresa en los registros
denique, cui iam nulla lex erat, nullum públicos102; 74 a aquel, en fin, para quien ya no
civile ius, nulli possessionum termini; qui existían leyes, ni derecho civil ni límites de las
non calumnia litium, non iniustis propiedades; que intentaba apoderarse de fincas ajenas,
vindiciis ac sacramentis alienos fundos, no ya mediante denuncias calumniosas ni con
sed castris, exercitu, signis inferendis reclamaciones o reivindicaciones ilegales sino
petebat; qui non solum Etruscos—eos desplegando campamentos, ejércitos y enseñas; que, no
enim penitus contempserat—sed hunc P. sólo a los etruscos (a quienes había ya menospreciado
Varium, fortissimum atque optimum totalmente) sino a un ciudadano muy valeroso e
civem, iudicem nostrum, pellere intachable como Publio Vario (uno de nuestros actuales
possessionibus armis castrisque conatus jueces)103 se atrevió a expulsarlo de sus propiedades
est; qui cum architectis et decempedis con un ejército armado; que recorría las villas y
villas multorum hortosque peragrabat; jardines de muchos propietarios en compañía de
qui Ianiculo et Alpibus spem arquitectos y agrimensores; que había puesto al
possessionum terminarat suarum; qui, Janículo y a los Alpes como límite para su ambición de
cum ab equite Romano splendido et forti, posesiones; que, al no haber conseguido de un
M. Paconio, non impetrasset ut sibi caballero romano ilustre y valeroso como Marco
insulam in lacu Prilio venderet, repente Paconio que le vendiera la isla que tenía en el lago
luntribus in eam insulam materiem, Prelio104, de repente, sirviéndose de unas barcas, hizo
calcem, caementa, arma convexit, transportar a la isla madera, cal, piedras de

100
L. Lúculo estaba casado con la hermana más joven de Clodio, con la que el tribuno habría mantenido relaciones
incestuosas. Lúculo la repudió a su regreso de Asia (har. 9. nota 15).
101
Es decir, a Pompeyo (sen. 4, nota 8).
102
La misma idea que en sen. 7 y har. 57. Al destruir los archivos del censo, Clodio podía modificar los cuadros
electorales e inscribir indebidamente a sus partidarios. Distinta es la interpretación de C. NICOLET («Le temple des
Nymphes et les distributions frumentaires», CRAI (1975), 29-51) para quien el templo habría abrigado los registros de
los beneficiarios de las distribuciones frumentarias y Clodio lo habría incendiado a finales del 57 para destruir las listas
revisadas por Pompeyo en detrimento de los partidarios del tribuno.
103
El personaje nos es desconocido. Tan sólo tenernos la mención de un P. Vario que defraudó al prestamista de Ático
en el 65 (Att. I 1, 3).
104
Pequeño lago volcánico de Etruria.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 74

dominoque trans ripam inspectante, non construcción y arena, y, a la vista de su dueño que lo
dubitavit exstruere aedificium in alieno; contemplaba desde la otra orilla, no dudó en construir
75. qui huic T. Furfanio,—cui viro, di un edificio en suelo ajeno; 75 que a Tito Furfanio105
immortales! quid enim ego de muliercula aquí presente, ¡por los dioses inmortales, qué hombre!,
Scantia, quid de adulescente P. Apinio (¿y qué decir de una simple mujer como Escancia o de
dicam? quorum utrique mortem est un muchacho como Publio Apinio? a los dos los
minitatus, nisi sibi hortorum possessione amenazó con la muerte si no le cedían la propiedad de
cessissent,—sed ausum esse Furfanio sus jardines), a Tito Furfanio —repito— se atrevió a
dicere, si sibi pecuniam, quantam decirle que, si no le entregaba el dinero que le exigía,
poposcerat, non dedisset, mortuum se in llevaría un cadáver a su casa para encender de este
domum eius inlaturum, qua invidia huic modo el odio contra un hombre como él; que a su
esset tali viro conflagrandum; qui hermano Apio (un hombre con el que me une la más
Appium fratrem, hominem mihi sincera amistad)106 lo desposeyó, en su ausencia, de una
coniunctum fidissima gratia, absentem de de sus propiedades; que decidió construir una pared a
possessione fundi deiecit; qui parietem través del vestíbulo de la casa de su hermana y poner
sic per vestibulum sororis instituit sus cimientos de tal modo que le impedía a ella, no sólo
ducere, sic agere fundamenta, ut sororem la utilización del vestíbulo sino cualquier acceso y
non modo vestibulo privaret, sed omni entrada».
aditu et limine.'
XXVIII. 76. Quamquam haec quidem 28 76 Todo esto, sin embargo, resultaba —al
iam tolerabilia videbantur, etsi parecer— tolerable, a pesar de que estaba atacando por
aequabiliter in rem publicam, in privatos, igual al Estado y a particulares, a extranjeros y a
in longinquos, in propinquos, in alienos, allegados, a extraños y a sus propios familiares; pero,
in suos inruebat; sed nescio quo modo no sé cómo, fruto de la costumbre, la increíble
iam usu obduruerat et percalluerat paciencia de la ciudad se había ido ya endureciendo e
civitatis incredibilis patientia. Quae vero insensibilizando. Ahora bien, ¿de qué forma habríais
aderant iam et impendebant, quonam podido rechazar o soportar unas desgracias que estaban
modo ea aut depellere potuissetis aut ya próximas y os amenazaban? Si Clodio hubiera
ferre? Imperium ille si nactus esset,— conseguido un poder supremo no voy a hablar de los
omitto socios, exteras nationes, reges, aliados, de las naciones extranjeras, reyes y tetrarcas107,
tetrarchas; vota enim faceretis, ut in eos pues habríais hecho que Clodio se lanzara contra ellos
se potius immitteret quam in vestras antes que contra vuestras posesiones, vuestras casas y
possessiones, vestra tecta, vestras riquezas— ¿riquezas, digo? ¡por los dioses que, a buen
pecunias:—pecunias dico? a liberis (me seguro, aquél nunca habría contenido sus desenfrenadas
dius fidius) et a coniugibus vestris pasiones ante vuestros hijos y vuestras mujeres!
numquam ille effrenatas suas libidines ¿Creéis que son inventados unos hechos que están a la
cohibuisset. Fingi haec putatis, quae vista, que son conocidos de todo el mundo y
patent, quae nota sunt omnibus, quae demostrados con pruebas, es decir, que habría reclutado
tenentur? servorum exercitus illum in en Roma ejércitos de esclavos para apoderarse con
urbe conscripturum fuisse, per quos ellos de toda la República y de las posesiones
totam rem publicam resque privatas privadas?108. 77 Por lo tanto, si Tito Anio gritara con
omnium possideret? 77. Quam ob rem si una espada ensangrentada en las manos: «¡Acercaos, os
cruentum gladium tenens clamaret T. lo ruego, y escuchadme, ciudadanos! He dado muerte a

105
Amigo de Cicerón; los otros personajes citados en el pasaje nos son desconocidos.
106
Apio Claudio Pulcro, hermano de Clodio y que precedió a Cicerón en el proconsulado de Cilicia, había sido en un
primer momento adversario del orador, pero se había reconciliado posteriormente con él (cf. dom. 111, nota 162).
107
De tetrarcas como Deyótaro, al que Clodio había despojado de su sacerdocio en Pesinunte y del territorio de esta
ciudad para concedérselo a Brogitaro (dom. 129, nota 190); de reyes como Ptolomeo, rey de Chipre cuyo reino y bienes
confiscó Clodio durante su tribunado (dom. 20, nota 26).
108
De nuevo, la amenaza de una revolución de los esclavos asociada a la figura de Clodio (Sest. 34, Mil. 89 y notas).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 75

Annius: 'Adeste, quaeso, atque audite, Publio Clodio y, con esta espada y esta diestra, he
cives: P. Clodium interfeci; eius furores, alejado de vuestras cabezas sus violentas locuras, que
quos nullis iam legibus, nullis iudiciis ya no éramos capaces de refrenar con leyes ni con tri-
frenare poteramus, hoc ferro et hac bunales; así que gracias a mí solo se mantienen en la
dextera a cervicibus vestris reppuli, per ciudad el derecho, la justicia, las leyes, la libertad, el
me ut unum ius, aequitas, leges, libertas, sentido del honor y las buenas costumbres»; de seguro
pudor, pudicitia in civitate maneret!' esset que habría que temer cómo iba la ciudad a acoger esta
vero timendum, quonam modo id ferret acción. Pues ¿quién hay en la actualidad que no
civitas! Nunc enim quis est qui non apruebe, alabe, afirme y piense que Tito Anio ha
probet, qui non laudet, qui non unum prestado a la República el mejor servicio de todos los
post hominum memoriam T. Annium tiempos y ha provocado una alegría inmensa en el
plurimum rei publicae profuisse, maxima pueblo romano, en Italia entera y en todas las naciones?
laetitia populum Romanum, cunctam No puedo juzgar cómo fueron en el pasado las
Italiam, nationes omnis adfecisse et dicat manifestaciones de alegría del pueblo romano; sin
et sentiat? Non queo vetera illa populi embargo, nuestra época ha contemplado ya muchas y
Romani gaudia quanta fuerint iudicare: muy importantes victorias de grandes generales:
multas tamen iam summorurn ninguna de ellas ha causado una alegría tan grande y
imperatorum clarissimas victorias aetas tan duradera. 78 Grabad esto en vuestra memoria,
nostra vidit, quarum nulla neque tam jueces. Tengo la esperanza de que vosotros y vuestros
diuturnam attulit laetitiam nec tantam. hijos veréis muchos hechos venturosos en la República;
78. Mandate hoc memoriae, iudices. ante cada uno de ellos siempre os pararéis a pensar que,
Spero multa vos liberosque vestros in re si viviera Publio Clodio, no habríais podido contemplar
publica bona esse visuros: in eis singulis nada de esto. Abrigamos una esperanza firme y —
ita semper existimabitis, vivo P. Clodio como confío— muy fundada de que este año mismo ha
nihil eorum vos visuros fuisse. In spem de ser muy favorable para la ciudad al encontrarse
maximam, et (quem ad modum confido) como cónsul un hombre tan distinguido109, después de
verissimam sumus adducti, hunc ipsum haberse reprimido el desenfreno de la gente, refrenadas
annum, hoc ipso summo viro consule, las ambiciones e instauradas las leyes y los tribunales.
compressa hominum licentia, Por lo tanto, ¿hay alguien tan insensato como para creer
cupiditatibus fractis, legibus et iudiciis que habría sido posible alcanzar todo esto si Publio
constitutis, salutarem civitati fore. Num Clodio viviera? Bajo la tiranía de un loco como él,
quis est igitur tam demens, qui hoc P. cuanto poseéis ahora a título privado y como propio
Clodio vivo contingere potuisse ¿qué derecho de propiedad perpetua habría podido
arbitretur? Quid? ea quae tenetis, privata mantenerlo?
atque vestra, dominante homine furioso
quod ius perpetuae possessionis habere
potuissent?
XXIX. Non, timeo, iudices, ne odio 29 No temo, jueces, que parezca que yo, inflamado
inimicitiarum mearum inflammatus por un resentimiento, fruto de mi propia hostilidad,
libentius haec in illum evomere videar estoy descargando mi cólera con más pasión que
quam verius. Etenim si praecipuum esse verdad. Aunque debía ser éste un asunto exclusivo mío,
debebat, tamen ita communis erat sin embargo era Clodio tan enemigo de todos que mi
omnium ille hostis, ut in communi odio resentimiento casi se confundía en medio de esta
paene aequaliter versaretur odium meum. antipatía general. No hay palabras suficientes para
Non potest dici satis, ne cogitari quidem, expresar —ni siquiera se puede imaginar— la magnitud
quantum in illo sceleris, quantum exiti de los crímenes y desastres que aquél provocó.
fuerit. 79. Quin sic attendite, iudices. 79 Prestadme todavía vuestra atención, jueces.
Nempe haec est quaestio de interitu P. Imaginaos (pues nuestra mente es libre y ve lo que

109
Pompeyo, que habia sido nombrado consul sine collega (ASCON., 14).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 76

Clodi. Fingite animis—liberae sunt enim quiere de la misma forma que distinguimos lo que
nostrae cogitationes, et quae volunt sic estamos viendo), imaginaos, pues, en vuestro
intuentur ut ea cernimus quae pensamiento este supuesto: si pudiéramos conseguir
videmusfingite igitur cogitatione que absolvierais a Milón, pero con la condición de que
imaginem huius condicionis meae, si Publio Clodio volviera a la vida... (¡Qué expresión de
possim efficere ut Milonem absolvatis, terror habéis puesto!), ¿cómo os perturbaría que él
sed ita, si P. Clodius revixerit. Quid voltu estuviera vivo, puesto que, estando muerto, os ha
extimuistis? quonam modo ille vos vivus impresionado esta simple idea? Si el propio Gneo
adficeret, quos mortuus inani cogitatione Pompeyo, hombre de un valor y de una fortuna tales110
percussit? Quid! si ipse Cn. Pompeius, que fue capaz de conseguir lo que nadie excepto él
qui ea virtute ac fortuna est ut ea potuerit consiguió, si Pompeyo, repito, hubiese tenido la
semper quae nemo praeter illum, si is, posibilidad, bien de establecer una investigación
inquam, potuisset aut quaestionem de judicial sobre la muerte de Publio Clodio, bien de
morte P. Clodi ferre aut ipsum ab inferis hacerle venir a él mismo de los infiernos, ¿cuál de las
excitare, atrum putatis potius facturum dos cosas pensáis que habría hecho? Aunque quisiera
fuisse? Etiam si propter amicitiam vellet hacerle venir de los infiernos por razones de amistad,
illum ab inferis evocare, propter rem no lo habría hecho por el bien de la República.
publicam fecisset. Eius igitur mortis Vosotros, por tanto, estáis sentados para vengar la
sedetis ultores, cuius vitam si putetis per muerte de alguien cuya vida no quisierais restituir
vos restitui posse, nolitis; et de eius nece aunque os creyérais capaces de hacerlo, y ha sido
lata quaestio est, qui si lege eadem propuesto un tribunal para investigar su muerte violenta
reviviscere posset, lata lex numquam por alguien que, si pudiera resucitarlo merced a esta
esset. Huius ergo interfector si esset, in misma proposición de ley, nunca la habría presentado.
confitendo ab eisne poenam timeret quos En conclusión, si Milón fuese su asesino, ¿al confesarlo
liberavisset? 80. Graeci homines deorum iba a temer un castigo de aquellos a los que había
honores tribuunt eis viris qui tyrannos liberado?
necaverunt. Quae ego vidi Athenis! quae 80 Los griegos tributan honores propios de dioses a los
aliis in urbibus Graeciae! quas res divinas hombres que dieron muerte a los tiranos111 ¡Qué
talibus institutas viris! quos cantus, quae celebraciones he visto en Atenas y en otras ciudades de
carmina! prope ad immortalitatis et Grecia! ¡Qué ceremonias divinas instituyeron en honor
religionem et memoriam consecrantur. de tales hombres, qué cantos, qué poemas! Se los
Vos tanti conservatorem populi, tanti consagra casi a un culto y a un recuerdo inmortales; ¿y
sceleris ultorem non modo honoribus vosotros, al salvador de un pueblo tan grande y al
nullis adficietis, sed etiam ad supplicium vengador de un crimen semejante no vais a concederle
rapi patiemini? Confiteretur, confiteretur, ningún honor sino que, además, consentiréis que sea
inquam, si fecisset, et magno animo et arrastrado al suplicio? Él confesaría si hubiese
libenter fecisse se libertatis omnium cometido un delito, confesaría, repito, haber hecho con
causa, quod et ei non confitendum modo, ánimo decidido y de buen grado algo que no sólo debía
verum etiam praedicandum. confesar sino, incluso, proclamar.
XXX. 81. Etenim si id non negat ex quo 30 81 Así pues, si no niega un acto del que nada pide,

110
La fortuna que había favorecido las empresas de Pompeyo es una referencia habitual en Cicerón (cf. por ejemplo de
imper. 47.48). Tal como se ha ido viendo a lo largo del discurso, el orador parece esforzarse en intentar conseguir para
su defendido el favor de Pompeyo. Para BOULANGER (Cicéron. Discours XVII, op. cit, págs. 58-59) toda esta
exposición sobre la esperanza que el orador tiene puesta en el consulado de Pompeyo sería un añadido al discurso
original en los meses que siguieron al proceso y cuando Cicerón, al ver sólidamente establecida la autoridad de
Pompeyo, quiso asegurar su futuro político. Por el contrario, A. M. STONE («Pro Milone. Cicero's second thoughts»,
Antichton 14 (1980), 88-111) cree ver en el Pro Milone publicado críticas veladas a Pompeyo que Cicerón no pudo
haber incluido en el discurso original.
111
Cicerón piensa probablemente en personajes como Harmodio y Aristogitón, que dieron muerte a los hijos de
Pisístrato y a los que la ciudad de Atenas rendía un culto semejante al de los héroes (DEMÓST., De falsa legat. 280).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 77

nihil petit nisi ut ignoscatur, dubitaret id excepto ser absuelto, ¿dudaría en confesar algo por lo
fateri ex quo etiam praemia laudis essent que debería incluso esperar la recompensa de la
petenda? nisi vero gratius putat esse gloria?112. a no ser, en verdad, que piense que a
vobis sui se capitis quam vestri vosotros os resulta más grato que él haya sido defensor
defensorem fuisse, cum praesertim [in] de su propia vida antes que de la vuestra, sobre todo
ea confessione, si grati esse velletis, porque, si quisierais ser agradecidos, con una confesión
honores adsequeretur amplissimos. Si como ésta alcanzaría los honores más altos. Pero, si no
factum vobis non probaretur— aprobarais su actuación aunque, ¿cómo podría nadie
quamquam qui poterat salus sua cuiquam dejar de aprobar su propia salvación?—, si, a pesar de
non probari?—sed tamen si minus todo, a los ciudadanos no les hubiese resultado digno
fortissimi viri virtus civibus grata de agradecimiento el valor de un hombre tan heroico,
cecidisset, magno animo constantique Milón abandonaría esta ciudad ingrata con ánimo
cederet ex ingrata civitate. Nam quid generoso y firme. Pues, ¿habría algo más ingrato que el
esset ingratius quam laetari ceteros, que, mientras los demás se alegraban, únicamente se
lugere eum solum prop ter quem ceteri lamentase aquel gracias al cual los demás tenían
laetarentur? 82. Quamquam boc animo motivos de alegría?
semper omnes fuimus in patriae 82 Sin embargo, a la hora de reprimir a los traidores a
proditoribus opprimendis, ut, quoniam la patria, todos hemos sido siempre de este parecer:
nostra futura esset gloria, periculum puesto que nuestra iba a ser la gloria futura, también
quoque et invidiam nostram putaremus. como nuestros debíamos considerar los riesgos y la
Nam quae mihi ipsi tribuenda laus esset, impopularidad que pudiéramos correr. En verdad, ¿qué
cum tantum in consulatu meo pro vobis alabanza debería concedérseme a mí mismo cuando,
ac liberis vestris ausus essem, si id, quod durante mi consulado, mostré tanto atrevimiento por
conabar sine maximis dimicationibus defenderos a vosotros y a vuestros hijos, si mi
meis me esse ausurum arbitrarer? Quae propósito hubiera sido atreverme a acometer todas mis
mulier sceleratum ac perniciosum civem empresas sin necesidad de entablar los combates más
interficere non auderet, si periculum non peligrosos? ¿Qué mujer no se atrevería a matar a un
timeret? Proposita invidia, morte, poena, ciudadano criminal y peligroso si no sintiera temor ante
qui nihilo segnius rem publicam defendit, el peligro? El que, pese a la perspectiva de la
is vir vere putandus est. Populi grati est impopularidad, de la muerte o del castigo, no por ello
praemiis adficere bene meritos de re defiende con menos ardor a la República, ése ha de ser
publica civis; viri fortis ne suppliciis considerado como un auténtico hombre. Es propio de
quidem moveri ut fortiter fecisse un pueblo agradecido premiar a los ciudadanos que han
paeniteat. 83. Quam ob rem uteretur prestado excelentes servicios al Estado; de un hombre
eadem confessione T. Annius qua Ahala, valeroso es no dejarse influir, ni siquiera por los
qua Nasica, qua Opimius, qua Marius, suplicios, como para sentir vergüenza de haber actuado
qua nosmet ipsi; et, si grata res publica valerosamente.
esset, laetaretur: si ingrata, tamen in gravi 83 Por lo tanto, Tito Anio haría la misma confesión
fortuna conscientia sua niteretur. Sed que Ahala, que Nasica, que Opimio, que Mario113 y que
huius benefici gratiam, iudices, fortuna nosotros mismos; y, si la República fuera agradecida,
populi Romani et vestra felicitas et di Milón se alegraría; si fuera ingrata, con todo, en medio
immortales sibi deberi putant. Nec vero de su difícil situación, él encontraría apoyo en su propia
quisquam aliter arbitrari potest, nisi qui conciencia. Pero, jueces, la Fortuna del pueblo romano,
nullam vim esse ducit numenve divinum; vuestra propia buena situación y los dioses inmortales

112
Es decir, puesto que la muerte de Clodio aparece descrita por Cicerón de forma semejante a la de otros tiranos (Sest.
80, 83 y 89) como Tarquinio el Soberbio, Espurio Melio o Tiberio Graco, Milón aparecería como el conservator populi
y, tras la muerte de Clodio, debería recibir el título de auctor et procurator rei publicae. Para un análisis de esta
«teoría» de Cicerón sobre el tiranicida y sus fundamentos filosóficos, tal como aparece desarrollada en este discurso, cf.
M. E. CLARK — J. S. RUEBEL, «Philosophy and rhetoric...», art. cit.
113
Sobre estos personajes, citados además en el mismo orden cronológico, cf. Mil. 8, nota 9.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 78

quem neque imperi nostri magnitudo piensan que se les debe agradecimiento ante esta buena
neque sol ille nec caeli signorumque acción. No hay nadie capaz de pensar de forma distinta,
motus nec vicissitudines rerum atque a no ser alguien que crea que no existe poder ni
ordines movent, neque (id quod providencia divina alguna, alguien a quien no logran
maximum est) maiorum sapientia, qui impresionar ni la grandeza de nuestro imperio, ni la luz
sacra, qui caerimonias, qui auspicia et del sol, ni los movimientos del cielo y de las
ipsi sanctissime coluerunt, et nobis suis constelaciones, ni los cambios y el orden naturales, ni
posteris prodiderunt. —lo que es más importante— la sabiduría de nuestros
antepasados que no sólo practicaron ellos mismos, con
la mayor piedad religiosa, los cultos sagrados, las
ceremonias y los auspicios, sino que nos los han
transmitido a nosotros, que somos sus descendientes.
XXXI. 84. Est, est profecto illa vis: 31 84 Existe, existe sin lugar a dudas ese poder; y la
neque in his corporibus atque in hac capacidad de vida y de sentimiento que hay en nuestros
imbecillitate nostra inest quiddam quod cuerpos y nuestra debilidad, existe también en ese
vigeat et sentiat, et non inest in hoc tanto movimiento tan grande y maravilloso de la naturaleza,
naturae tam praeclaro motu. Nisi forte a no ser que piensen que no existe, porque tal poder
idcirco non putant, quia non apparet nec divino no está a la vista ni se puede ver; ¡como si
cernitur: proinde quasi nostram ipsam pudiéramos ver, comprendiendo claramente su natu-
mentem qua sapimus, qua providemus, raleza y ubicación, nuestro propio espíritu, con el que
qua haec ipsa agimus ac dicimus, videre comprendemos, prevemos, hacemos y decimos estas
aut plane qualis aut ubi sit sentire mismas cosas! Así, pues, este mismo poder que a
possimus. Ea vis igitur ipsa, quae saepe menudo proporcionó una prosperidad y una abundancia
incredibilis huic urbi felicitates atque increíbles a esta ciudad114, es el que ha extinguido y
opes attulit, illam perniciem exstinxit ac aniquilado a aquel azote de Clodio; inspiró primero su
sustulit; cui primum mentem iniecit, ut vi mente para que se atreviera a irritar con su violencia y a
irritare ferroque lacessere fortissimum provocar con las armas a un hombre tan valeroso como
virum auderet, vincereturque ab eo, quem Milón y para que acabara siendo vencido por él: si hu-
si vicisset habiturus esset impunitatem et biera vencido a Milón, habría conseguido una
licentiam sempiternam. 85. Non est impunidad y una libertad sin límites.
humano consilio, ne mediocri quidem, 85 No es por una decisión humana, jueces, ni siquiera
iudices, deorum immortalium cura, res por una preocupación sin importancia de los dioses
illa perfecta. Religiones me hercule inmortales por lo que este hecho se llevó a cabo. ¡Por
ipsae, quae illam beluam cadere viderunt, Hércules, las propias regiones que vieron caer a aquel
commosse se videntur, et ius in illo suum monstruo parecen haberse conmocionado y haber
retinuisse. Vos enim iam, Albani tumuli mantenido sus propios derechos en aquel castigo! En
atque luci, vos, inquam, imploro atque efecto, a vosotros colinas y bosques albanos, sí, a
obtestor; vosque, Albanorum obrutae vosotros os suplico y os pongo por testigos; a vosotros,
arae, sacrorum populi Romani sociae et altares soterrados de los albanos, compañeros de los
aequales, quas ille praeceps amentia, ritos del pueblo romano y de su misma antigüedad,
caesis prostratisque sanctissimis lucis, altares a los que aquel demente en su locura115, después
substructionum insanis molibus de cortar y derribar los bosques sacrosantos, había
oppresserat. Vestrae tum [arae] vestrae cubierto con la mole extravagante de unos cimientos;
religiones viguerunt; vestra vis valuit, fue entonces cuando cobró vida vuestro carácter sa-
quam ille omni scelere polluerat. Tuque grado, entonces cuando prevaleció el poder divino que

114
114 Para esta misma idea, cf. har. 19.
115
Se habrá podido observar la reiteración de Cicerón al referirse a Clodio y sus secuaces con los adjetivos amena,
furiosus, demens, insanus, etc. Es éste un lugar común de la invectiva ciceroniana para resaltar los defectos de los
improbi. Para un estudio exhaustivo sobre este punto, cf. G. ACHARD, Pratique rhétorique..., op. cit., págs. 239-272.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 79

ex tuo edito monte, Latiaris sancte aquél había profanado con toda clase de crímenes. Y tú,
Iuppiter, cuius ille lacus, nemora finisque sagrado Júpiter Lacial116, desde lo alto de tu montículo,
saepe omni nefario stupro et scelere cuyos lagos, cuyos bosques y cuyo territorio había
macularat, aliquando ad eum mancillado a menudo con todo tipo de estupros y
poeniendum oculos aperuisti. Vobis illae, crímenes, por fin has abierto los ojos para castigarlo. Es
vobis vestro in conspectu serae, sed por vosotros, por vosotros y ante vuestra presencia, por
iustae tamen et debitae poenae solutae lo que se le ha dado un castigo tardío pero, con todo,
sunt. 86. Nisi forte hoc etiam casu factum justo y merecido.
esse dicemus, ut ante ipsum sacrarium 86 A no ser que afirmemos que se debió a una
Bonae deae, quod est in fundo T. Sergi casualidad el hecho de que fuera delante mismo del
Galli, in primis honesti et ornati santuario de la Buena Diosa, que se encuentra en la
adulescentis, ante ipsam, inquam, Bonam hacienda de Tito Sercio Galo —uno de los jóvenes más
deam, eum proelium commisisset, intachables y distinguidos—, delante mismo, repito, de
primum illud volnus acciperet, quo la Buena Diosa donde, después de entablado el
taeterrimam mortem obiret; ut non combate, recibió aquella primera herida por la que
absolutus iudicio illo nefario videretur, sufrió una muerte tan horrible; de modo que dio la
sed ad hanc insignem poenam reservatus. impresión de que no había sido absuelto en aquel juicio
impío117 sino, más bien, de que había sido reservado
para un castigo ejemplar como éste.
XXXII. Nec vero non eadem ira deorum 32 Y ciertamente fue esta misma ira de los dioses la
hanc eius satellitibus iniecit amentiam, ut que inspiró a los satélites de Clodio la demencia de que
sine imaginibus, sine cantu atque ludis, fuera quemado, abandonado en el suelo, sin imágenes
sine exsequiis, sine lamentis, sine de antepasados, sin cantos ni juegos, sin exequias,
laudationibus, sine funere, oblitus cruore lamentaciones ni elogio fúnebre, sin ceremonia
et luto, spoliatus illius supremi diei fúnebre118, cubierto de sangre y de barro, y privado de
celebritate, cui cedere inimici etiam la celebración solemne del día supremo, una
solent, ambureretur abiectus. Non fuisse celebración que incluso los enemigos suelen conceder.
credo fas clarissimorum virorum formas Creo que los dioses no permitieron que las imágenes de
illi taeterrimo parricidae aliquid decoris los hombres más egregios proporcionaran gloria alguna
adferre, neque ullo in loco potius mortem a un parricida tan abominable como aquél ni que su
eius lacerari quam in quo vita esset muerte fuera denigrada en otro lugar que no fuera el
damnata. mismo en el que su vida había resultado condenada.
87. Dura (me dius fidius) mihi iam 87 A fe que me parecía ya penosa y cruel la Fortuna del
Fortuna populi Romani et crudelis pueblo romano por consentir durante tantos años que
videbatur, quae tot annos illum in hanc aquél se burlara de nuestra República. Había profanado
rem publicam insultare pateretur. con su adulterio los cultos religiosos más sagrados;
Polluerat stupro sanctissimas religiones, había atropellado los decretos más importantes del
senatus gravissima decreta perfregerat, senado; con sobornos se había librado públicamente de
pecunia se a iudicibus palam redemerat, los tribunales; había perseguido al senado durante su
vexarat in tribunatu senatum, omnium tribunado y anulado las actuaciones que el consenso de
ordinum consensu pro salute rei publicae todos los estamentos había dictado por el bien del
gesta resciderat, me patria expulerat, Estado; me había expulsado de mi patria, había

116
El templo de Júpiter Lacial, protector de la antigua confederación latina, se encontraba en la cima del más alto de los
montes albanos. En su honor se celebraban las Ferias Latinas, fiesta anual de todos los pueblos del Lacio, que duraba
tres días y cuya fecha de celebración la fijaban los magistrados en ejercicio. El tercer día se realizaba en la cumbre de
estos montes (mons Latiaris) un sacrificio a Júpiter en el que se inmolaba un toro blanco.
117
Es decir, el juicio fraudulento en el que Clodio fue absuelto de la profanación de los misterios de la Buena Diosa
(pág. 13, nota 8).
118
Interesante enumeración de los elementos más característicos de un funeral solemne.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 80

bona diripuerat, domum incenderat, arrebatado mis bienes, incendiado mi casa y perseguido
liberos, coniugem meam vexarat, Cn. a mis hijos y a mi esposa; había declarado una guerra
Pompeio nefarium bellum indixerat, impía a Gneo Pompeyo; había provocado la matanza de
magistratuum privatorumque caedis magistrados y ciudadanos particulares, incendiado la
effecerat, domum mei fratris incenderat, casa de mi hermano, devastado Etruria y privado a
vastarat Etruriam, multos sedibus ac muchos de sus casas y fortunas; apremiaba y perseguía;
fortunis eiecerat. Instabat, urgebat. Roma, Italia, las provincias y los reinos no podían
Capere eius amentiam civitas, Italia, poner freno a su locura; en su casa se estaban grabando
provinciae, regna non poterant. ya las leyes que nos someterían a nuestros esclavos119;
Incidebantur iam domi leges, quae nos no había nada de nadie que no hubiese deseado para sí
servis nostris addicerent. Nihil erat y que no creyera que sería suyo a lo largo de este año.
cuiusquam, quod quidem ille adamasset, 88 Salvo Milón nadie obstaculizaba sus proyectos. Al
quod non hoc anno suum fore putaret. 88. otro personaje que podía ser un obstáculo creía haberlo
Obstabat eius cogitationibus nemo ligado prácticamente a su causa gracias a una reciente
praeter Milonem. Illum ipsum, qui reconciliación120; decía contar con el apoyo de César;
obstare poterat, novo reditu in gratiam ya había menospreciado los sentimientos de la gente de
quasi devinctum arbitrabatur: Caesaris bien con ocasión de mi desgracia. Sólo Milón lo
potentiam suam esse dicebat: bonorum apremiaba.
animos in meo casu contempserat: Milo
unus urgebat.
XXXIII. Hic di immortales, ut supra dixi, 33 Como he dicho antes, fue entonces cuando los
mentem illi perdito ac furioso dederunt, dioses inmortales inspiraron a aquel hombre infame y
ut huic faceret insidias. Aliter perire loco el proyecto de preparar una emboscada a Milón.
pestis illa non potuit: numquam illum res No hubo otra forma de poder destruir a aquel azote;
publica suo iure esset ulta. Senatus nunca la República habría podido castigarle con sus
(credo) praetorem eum circumscripsisset. propias leyes. Creo que el senado habría intentado
Ne cum solebat quidem id facere, in ponerle límites durante su pretura; pero ni siquiera
privato eodem hoc aliquid profecerat. 89. había conseguido nada cuando actuó contra él como
An consules in praetore coercendo fortes ciudadano privado.
fuissent? Primum, Milone occiso 89 ¿Es que habrían tenido valor los cónsules para
habuisset suos consules: deinde quis in refrenar su pretura? En primer lugar, si Milón hubiese
eo praetore consul fortis esset, per quem resultado muerto, Clodio habría tenido a su favor a los
tribunum virtutem consularem dos cónsules; además, ¿qué cónsul habría sido valiente
crudelissime vexatam esse meminisset? ante un pretor como aquél, al recordar que por obra
Oppressisset omnia, possideret, teneret: suya y durante su tribunado se habían atacado de la
lege nova [quae est inventa apud eum forma más cruel los valores consulares? Se habría
cum reliquis legibus Clodianis] servos lanzado contra todo, de todo se habría apoderado y
nostros libertos suos fecisset: postremo, hecho dueño; mediante una ley nueva, descubierta en
nisi eum di immortales in eam mentem su casa junto con las otras leyes clodianas, habría
impulissent, ut homo effeminatus convertido a nuestros esclavos en sus libertos121; por

119
Clodio, al parecer, había hecho grabar las leyes, antes incluso de que fueran votadas. Para un análisis de este pasaje,
cf. L. PEPPE, «Ancora a proposito di Cic. Mil. 32,87 e della legislazione di Clodio», Scritti Guarino IV, Nápoles. 1984.
1675-1678.
120
Sobre esta reciente reconciliación entre Pompeyo y Clodio (con la que se explicaría el apoyo de este último a los
candidatos de Pompeyo al consulado) y, en general, sobre las cambiantes relaciones entre estos dos personajes, cf. R.
SEAGER, «Clodius. Pompeius and the exile of Cicero», Latomus 24 (1965), 519-531.
121
Para provocar la hostilidad contra Clodio por parte de la oligarquía senatorial y de los ciudadanos romanos en
general, Cicerón asocia constantemente a los esclavos en las actividades del antiguo tribuno (sen. 33, dom. 54; Sest. 34,
95; Mil. 26, 36, 73). Sobre esta idea, cf. F. FAVORY, «Clodius et le péril servile: fonction du thème servile dans le
discour polémique cicéronien», Index 8 (1978-79), 173-205.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 81

fortissimum virum conaretur occidere, último, si los dioses inmortales no hubieran empujado a
hodie rem publicam nullam haberetis. un hombre afeminado122 como él hacia el propósito de
intentar matar a un valiente como Milón, en este
momento no tendríais gobierno alguno.
90. An ille praetor, ille vero consul,—si 90 ¿Es que Clodio pretor o Clodio cónsul —en el caso
modo haec templa atque ipsa moenia de que estos templos y estas murallas, estando él vivo,
stare eo vivo tam diu et consulatum eius hubiesen podido mantenerse en pie durante tanto
exspectare potuissent,—ille denique tiempo y aguardar su consulado—, en fin, estando con
vivus mali nihil fecisset, qui mortuus, vida no habría cometido ningún mal un hombre como
uno ex suis satellitibus [Sex. Clodio] aquél, que, incluso muerto, incendió la curia con uno de
duce, curiam incenderit? Quo quid sus secuaces, Sexto Clodio123, como responsable?
miserius, quid acerbius, quid luctuosius ¿Hemos visto alguna vez algo más triste, más doloroso
vidimus? Templum sanctitatis, o más lamentable? ¡Es el santuario de la santidad, de la
amplitudinis, mentis, consili publici, grandeza, de la sabiduría, de las deliberaciones
caput urbis, aram sociorum, portum públicas, el lugar más importante de Roma, el altar de
omnium gentium, sedem ab universo los aliados, el puerto de todos los pueblos, la morada
populo concessam uni ordini, inflammari, concedida por todo el pueblo a este único estamento lo
exscindi, funestari? neque id fieri a que hemos visto en llamas, destruido y profanado por
multitudine imperita—quamquam esset obra, no de una multitud ignorante —lo cual ya sería en
miserum id ipsum—sed ab uno? Qui cum sí mismo lamentable— sino de un solo individuo! Si
tantum ausus sit ustor pro mortuo, quid este incendiario se atrevió a tanto en favor de un
signifer pro vivo non esset ausus? In muerto, ¿de qué no habría sido capaz como abanderado
curiam potissimum abiecit, ut eam de Clodio, en vida de éste? Arrojó su cadáver contra la
mortuus incenderet, quam vivus curia para que Clodio, muerto, incendiara la sede que
everterat. 91. Et sunt qui de via Appia ya había subvertido en vida.
querantur, taceant de curia! et qui ab eo 91 ¿Y hay todavía quienes hacen oír sus quejas por lo
spirante forum putent potuisse defendi, ocurrido en la Vía Apia y, en cambio, callan ante los
cuius non restiterit cadaveri curia! sucesos de la curia? ¿Hay quienes piensan que el foro
Excitate, excitate ipsum, si potestis, a habría podido ser defendido contra un hombre vivo,
mortuis. Frangetis impetum vivi, cuius cuando la curia no pudo hacer frente a su cadáver?
vix sustinetis furias insepulti? Nisi vero Llamadlo, llamadlo, si podéis, de entre los muertos.
sustinuistis eos qui cum facibus ad ¿Seréis capaces de detener los ataques de un hombre
curiam cucurrerunt, cum falcibus ad vivo cuando a duras penas podéis contener las furias de
Castoris, cum gladiis toto foro volitarunt. su cadáver insepulto? a no ser que realmente hayáis
Caedi vidistis populum Romanum, contenido a aquellos que acudieron corriendo a la curia
contionem gladiis disturbari, cum con antorchas, con hoces al templo de Cástor, a
audiretur silentio M. Caelius, tribunus aquellos que se extendieron por todo el foro armados
plebis, vir et in re publica fortissimus, et con espadas. Los visteis masacrar al pueblo romano y
in suscepta causa firmissimus, et dispersar con las armas una asamblea cuando, en
bonorum voluntati et auctoritati senatus silencio, se estaba oyendo al tribuno de la plebe Marco
deditus, et in hac Milonis sive invidia Celio124, un hombre muy firme en su patriotismo y en
sive fortuna singulari, divina et la defensa de las causas que sostenía, entregado a los

122
Es éste (effeminatus) otro de los lugares comunes de la invectiva de Cicerón contra Clodio (dom. 139, har. 4, 44;
Sest. 116: Mil. 55; cf. también, impudicus o impudens: har. 48, 59, Mil. 76) para presentar a Clodio como un vicioso
por naturaleza, como un degenerado sexual. En realidad, las mismas acusaciones las había lanzado o lanzará contra el
resto de sus adversarios: Verres, Catilina, Gabinio o Marco Antonio. Cf. F. GRONFOY, «Homosexualité et idéologie
esclavagiste chez Cicéron», DHA 4 (1978), 219-262.
123
Sobre Sexto Clodio, cf. dom. 25, 47, 83, y las notas respectivas.
124
Tribuno de la plebe a quien Cicerón había defendido en abril del 56 (Pro Caelio), se destacó por su defensa de Milón
(ASCON., 9 y 16).
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 82

incredibili fide. deseos de las gentes honradas y a la autoridad del


senado, y de una lealtad excepcional, divina e increíble
en medio de la impopularidad o, si se prefiere, de la
fortuna de Milón.
XXXIV. 92. Sed iam satis multa de 34 92 Pero ya he hablado lo suficiente sobre la causa
causa: extra causam etiam nimis fortasse judicial y, tal vez, hasta demasiado sobre cuestiones
multa. Quid restat nisi ut orem externas a la causa. ¿Qué me queda, sino rogaros y
obtesterque vos, iudices, ut eam suplicaros, jueces, que concedáis a este hombre
misericordiam tribuatis fortissimo viro, valeroso una misericordia que él mismo no os implora,
quam ipse non implorat, ego etiam pero que yo, aunque se oponga, os imploro y solicito?
repugnante hoc et imploro et deposco? Si, en medio del llanto de todos nosotros, no habéis
Nolite, si in nostro omnium fletu nullam visto una sola lágrima de Milón, si contempláis su
lacrimam aspexistis Milonis, si voltum rostro siempre imperturbable y su voz y sus palabras
semper eundem, si vocem, si orationem firmes e invariables125, no por ello seáis con él menos
stabilem ac non mutatam videtis, hoc compasivos. Tal vez, incluso, merezca una ayuda
minus ei parcere: hand scio an multo sit mayor; pues, si en los combates de gladiadores y ante
etiam adiuvandus magis. Etenim si in la situación y la suerte de unos hombres de condición
gladiatoriis pugnis et infimi generis humana ínfima solemos hasta detestar a los cobardes, a
hominum condicione atque fortuna los que imploran y suplican que se les permita vivir,
timidos atque supplices et ut vivere liceat mientras que deseamos que se salven los valientes, los
obsecrantis etiam odisse solemus, fortis esforzados y los que se lanzan a la muerte con ardor, si
atque animosos et se acriter ipsos morti somos más compasivos con aquellos que no reclaman
offerentis servare cupimus, eorumque nuestra misericordia que con los que no cesan de
nos magis miseret qui nostram implorarla, ¡con cuánta más razón debemos actuar así
misericordiam non requirunt quam qui en el caso de ciudadanos valientes!
illam efflagitant,—quanto hoc magis in
fortissimis civibus facere debemus?
93. Me quidem, iudices, exanimant et 93 Verdaderamente me descorazonan y no me dejan
interimunt hac voces Milonis, quas audio vivir estas palabras de Milón que no ceso de oír y que
adsidue et quibus intersum cotidie. todos los días pronuncia en mi presencia: «Mis mejores
'Valeant,' inquit,—valeant cives mei: sint deseos» —dice— «mis mejores deseos para mis
incolumes, sint florentes, sint beati: stet conciudadanos; que estén sanos y salvos, que sean
haec urbs praeclara mihique patria prósperos y felices; que se pueda mantener esta ilustre
carissima, quoquo modo erit merita de ciudad y mi muy amada patria; no me importan los ser-
me. Tranquilla re publica mei cives, vicios que le he prestado; puesto que no se me permite
quoniam mihi cum illis non licet, sine me disfrutar de ello en su compañía, que puedan disfrutar
ipsi, sed propter me tamen perfruantur. mis conciudadanos de una República en paz sin mi
Ego cedam atque abibo: si mihi bona re compañía pero, de todos modos, gracias a mis
publica frui non licuerit, at carebo mala, servicios. Me iré; me exiliaré. Si no se me permite
et quam primum tetigero bene moratam gozar de una patria benévola, al menos estaré lejos de
et liberam civitatem, in ea conquiescam. una patria ingrata y, tan pronto como llegue a una
94. O frustra, 'inquit,' mihi suscepti ciudad libre y de buenas costumbres, encontraré en ella
labores! O spes fallaces et cogitationes mi descanso».
inanes meae! Ego cum tribunus plebis re 94 «¡Oh esfuerzos afrontados en vano —exclama
publica oppressa me senatui dedissem, Milón—, oh esperanzas engañosas y proyectos inútiles!

125
Según el testimonio de Plutarco (Cic. 35, I), la impasividad de Milón y su negativa a suplicar indispusieron a los
jueces contra él: «Milón asistió al proceso en actitud desafiante y sin apariencia de temor alguno, sin que jamás se
dignara dejarse crecer los cabellos como hacían otros acusados ni vestir con ropa de luto...». Para un análisis de la
peroración, cf. T. W. GUZIE, «Conclusion of Cicero's Milo», art. cit.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 83

quem exstinctum acceperam, equitibus Después que, como tribuno de la plebe, en medio de
Romanis, quorum vires erant debiles, una República oprimida, ofrecí mis servicios a un
bonis viris, qui omnem auctoritatem senado al que había encontrado sin vida, a unos
Clodianis armis abiecerant, mihi caballeros romanos de débiles fuerzas y a unos
umquam bonorum praesidium defuturum ciudadanos de bien que habían perdido toda su
putarem? ego cum te'—mecum enim autoridad ante la violencia armada de Clodio, ¿iba a
saepissime loquitur—'patriae pensar que me podría faltar alguna vez el apoyo de
reddidissem, mihi putarem in patria non estos hombres honrados? Después que a ti, Cicerón,»
futurum locum? Ubi nunc senatus est, —pues habla muy a menudo conmigo— «te devolví a
quem secuti sumus? ubi equites Romani tu patria, ¿iba a pensar que yo no tendría un lugar en
illi [illi],' inquit, 'tui? ubi studia ella? ¿Dónde está ahora el senado al que hemos servido
municipiorum? ubi Italiae voces? ubi —dice—, dónde aquellos caballeros romanos
denique tua illa, M. Tulli, quae plurimis partidarios tuyos, dónde el entusiasmo de los
fuit auxilio, vox atque defensio? mihine municipios, las voces de Italia, dónde, en fin, la defensa
ea soli, qui pro te totiens morti me obtuli, de tu voz, Marco Tulio, que a tantos proporcionó
nihil potest opitulari?' ayuda? ¿Sólo a mí, que tantas veces me enfrenté a la
muerte por defenderte, no va a poder ayudarme?»
XXXV. 95. Nec vero haec, iudices, ut 35 95 Realmente, estas palabras no las dice como yo
ego nunc, flens, sed hoc eodem loquitur ahora, con lágrimas en los ojos, sino con esa misma
voltu quo videtis. Negat enim, negat expresión con la que ahora lo estáis contemplando.
ingratis civibus fecisse se quae fecerit; Afirma una y otra vez que cuanto hizo no lo hizo por
timidis et omnia circumspicientibus unos ciudadanos desagradecidos; no niega que fuera
pericula non negat. Plebem et infimam por unos asustadizos y temerosos ante cualquier
multitudinem, quae P. Clodio duce peligro. Os recuerda que consiguió con su esfuerzo, no
fortunis vestris imminebat, eam, quo sólo hacer cambiar de intención a la plebe y al pueblo
tutior esset vestra vita, se fecisse más humilde que, bajo la guía de Publio Clodio,
commemorat ut non modo virtute amenazaba vuestras fortunas sino que, incluso, los
flecteret, sed etiam tribus suis patrimoniis conquistó a costa de sus tres patrimonios126; y está
deleniret; nec timet ne, cum plebem seguro de que, al aplacar con favores a la plebe, no dejó
muneribus placarit, vos non conciliarit de ganarse vuestro afecto por los servicios excepciona-
meritis in rem publicam singularibus. les prestados a la República. Afirma que, durante esta
Senatus erga se benevolentiam misma época, a menudo se ha puesto de manifiesto la
temporibus his ipsis saepe esse benevolencia del senado hacia su persona y que, sea
perspectam, vestras vero et vestrorum cual sea el curso que el destino le conceda, se llevará
ordinum occursationes, studia, sermones, consigo vuestras muestras de afecto y las de vuestros
quemcumque cursum fortuna dederit, se estamentos, vuestros desvelos y vuestras palabras.
secum ablaturum esse dicit. 96. Meminit 96 Recuerda también que sólo le faltó la proclamación
etiam sibi vocem praeconis modo del heraldo127 —algo que no echó de menos—; había
defuisse, quam minime desiderarit; sido declarado cónsul con los votos unánimes del
populi vero cunctis suffragiis, quod unum pueblo y eso es lo único que deseaba. Ahora, por
cupierit, se consulem declaratum: nunc último, si las fuerzas militares presentes van a dirigirse
denique, si haec contra se sint futura, sibi contra él, recuerda que lo único que hay en su contra es
facinoris suspicionem, non facti crimen la sospecha de un crimen, no una inculpación cierta
obstare. Addit haec, quae certe vera sunt: sobre el hecho128. Añade, además, algo del todo cierto:
fortis et sapientis viros non tam praemia que los hombres valerosos y sabios suelen buscar, no

126
Cf. ASCON., 3, nota 4.
127
La proclamación oficial (renuntiatio) del resultado de las elecciones, presidida por el magistrado correspondiente,
era realizada por un heraldo (Verr. 5, 38).
128
Cicerón está aludiendo posiblemente no al asesinato de Clodio sino a las supuestas amenazas de Milón contra
Pompeyo.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 84

sequi solere recte factorum, quam ipsa tanto la recompensa por sus buenas acciones como las
recte facta; se nihil in vita nisi propias acciones en sí mismas; que él, durante su vida,
praeclarissime fecisse, si quidem nihil sit no hizo nada que no fuera lo más admirable posible,
praestabilius viro quam periculis patriam puesto que nada hay más admirable para un hombre
liberare; beatos esse quibus ea res honori que salvar a su patria de los peligros.
fuerit a suis civibus, 97. nec tamen eos 97 Afortunados son —continúa— aquellos para los que
miseros qui beneficio civis suos vicerint; esta acción fue motivo de honra por parte de sus
sed tamen ex omnibus praemiis virtutis, conciudadanos, pero, no por eso son desdichados
si esset habenda ratio praemiorum, quienes, con sus favores, vencieron en generosidad a
amplissimum esse praemium gloriam: sus conciudadanos. Y, sin embargo, de entre todas las
esse hanc unam quae brevitatem vitae recompensas a la virtud —si es que hay que tener en
posteritatis memoria consolaretur; quae cuenta las recompensas— la más magnífica es la gloria.
efficeret ut absentes adessemus, mortui Ésta es la única capaz de proporcionar, con el recuerdo
viveremus; hanc denique esse, cuius de la posteridad, consuelo ante la brevedad de la vida,
gradibus etiam in caelum homines la única que logra conseguir que los ausentes estemos
viderentur ascendere. 98.'De me,' inquit, presentes y que, aunque muertos, sigamos con vida; la
'semper populus Romanus, semper única, en fin, por cuyos peldaños hasta parece que los
omnes gentes loquentur, nulla umquam hombres alcanzan el cielo129.
obmutescet vetustas. Quin hoc tempore 98 «De mí» —afirma— «siempre hablarán el pueblo
ipso, cum omnes a meis inimicis faces romano y todas las naciones; ninguna época venidera
invidiae meae subiciantur, tamen omni in dejará nunca de mencionarme. Más aún, en nuestros
hominum coetu gratiis agendis et días y a pesar de que mis enemigos aplican sus
gratulationibus habendis et omni sermone antorchas para avivar el odio contra mí, soy celebrado
celebramur.' Omitto Etruriae festos et en todas las reuniones con muestras de agradecimiento,
actos et institutos dies: centesima lux est felicitaciones y todo tipo de manifestaciones. No voy a
haec ab interitu P. Clodi, et (opinor) hablar de los días de fiesta celebrados e instituidos en
altera. Qua fines imperi populi Romani mi honor en Etruria. Creo que han pasado ya ciento dos
sunt, ea non solum fama iam de illo, sed días desde la muerte de Publio Clodio. Allí por donde
etiam laetitia peragravit. Quam ob rem se extienden las fronteras del imperio del pueblo
'Ubi corpus hoc sit non,' inquit, 'laboro, romano ha llegado, no sólo la noticia de aquel suceso
quoniam omnibus in terris et iam versatur sino también la alegría por lo ocurrido. De ahí que no
et semper habitabit nominis mei gloria.' me preocupe» —dice— «dónde irá a parar mi cuerpo,
puesto que la gloria de mi nombre anda ya por todas las
tierras y siempre permanecerá en ellas».
XXXVI. 99. Haec tu mecum saepe his 36 99 Estas son las palabras que me dijiste a menudo
absentibus, sed isdem audientibus haec sin la presencia de estos jueces; pero, ante ellos
ego tecum, Milo: 'Te quidem, cum isto mismos, que me están escuchando, yo te respondo,
animo es, satis laudare non possum; sed, Milón, lo siguiente: «Siendo como eres tan valeroso, no
quo est ista magis divina virtus, eo soy capaz de elogiarte cuanto mereces, pero, cuanto
maiore a te dolore divellor. Nec vero, si más alta es tu virtud, más intenso es el dolor por
mihi eriperis, reliqua est illa tamen ad separarme de ti. En verdad, si te arrancan de mi lado,
consolandum querella, ut eis irasci no me quedará ni siquiera el consuelo de quejarme
possim, a quibus tantum volnus accepero. mostrando mi irritación contra aquellos por cuya culpa
Non enim inimici mei te mihi eripient, habré recibido una herida tan cruel; porque no son mis
sed amicissimi; non male aliquando de enemigos quienes te van a arrebatar de mi lado, sino
me meriti, sed semper optime.' Nullum mis mejores amigos; no quienes alguna vez se
umquam, iudices, mihi tantum dolorem comportaron mal conmigo sino quienes me prestaron
inuretis—etsi quis potest esse tantus?sed siempre excelentes servicios». Nunca, jueces, me

129
Para esta misma idea. cf. dom. 75.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 85

ne hunc quidem ipsum, ut obliviscar causaréis un dolor tan grande —aunque, ¿puede haber
quanti me semper feceritis. Quae si vos algún otro mayor?—, pero ni siquiera este mismo será
cepit oblivio, aut si in me aliquid capaz de hacerme olvidar la estima que siempre me
offendistis, cur non id meo capite potius habéis tenido. Si se ha apoderado de vosotros la falta de
luitur quam Milonis? Praeclare enim memoria o si habéis encontrado en mí algo que os haya
vixero, si quid mihi acciderit prius quam disgustado, ¿por qué no recae el castigo sobre mi
hoc tantum mali videro. 100. Nunc me cabeza y no sobre la de Milón? Moriré sin duda feliz, si
una consolatio sustentat, quod tibi, T. tengo la suerte de morir antes de ver una desgracia
Anni, nullum a ille amoris, nullum studi, semejante.
nullum pietatis officium defuit. Ego 100 En este momento me sostiene un único consuelo:
inimicitias potentium pro te appetivi; ego que no te ha faltado, Tito Anio, mi afecto, mi entrega y
meum saepe corpus et vitam obieci armis mi sentido del deber hacia los amigos. Por defenderte
inimicorum tuorum; ego me plurimis pro me he atraído la enemistad de los poderosos130 y, a
te supplicem abieci; bona, fortunas meas menudo, he expuesto mi cuerpo y mi vida a las armas
ac liberorum meorum in communionem de tus enemigos; por ti he caído suplicante a los pies de
tuorum temporum contuli: hoc denique muchas personas y he ofrecido mi fortuna, mis bienes y
ipso die, si quae vis est parata, si quae los de mis hijos para compartir tus avatares; hoy mis-
dimicatio capitis futura, deposco. Quid mo, en fin, si se ha maquinado algún acto de violencia,
iam restat? Quid habeo quod faciam pro si va a haber alguna lucha por defender tu vida, yo la
tuis in me meritis, nisi ut eam fortunam, reclamo para mí. ¿Qué resta ya? ¿Qué me queda por
quaecumque erit tua, ducam meam? Non hacer en pago a los servicios que me prestaste, sino
recuso, non abnuo; vosque obsecro, considerar como propia tu suerte, cualquiera que ésta
iudices, ut vestra beneficia, quae in me sea? No me niego a ello ni lo rechazo; a vosotros,
contulistis, aut in huius salute augeatis, jueces, os suplico que los beneficios que me otorgas-
aut in eiusdem exitio occasura esse teis, los aumentéis absolviendo a Milón o que, en caso
videatis. de condena, veáis cómo dichos beneficios se pierden
por completo.
XXXVII. 101. His lacrimis non movetur 37 101 Milón no se conmueve ante estas lágrimas —
Milo. Est quodam incredibili robore tal es su increíble fortaleza de espíritu—; considera que
animi. Exsilium ibi esse putat, ubi virtuti el exilio está allí donde no hay lugar para la virtud: que
non sit locus; mortem naturae finem esse, la muerte es un final natural, no un castigo. ¡Ojalá
non poenam. Sed hic ea mente qua natus mantenga este espíritu con el que nació! Y ¿qué?
est. Quid vos, iudices? quo tandem animo Finalmente, jueces, ¿cuáles van a ser vuestros
eritis? Memoriam Milonis retinebitis, sentimientos? ¿Mantendréis el recuerdo de Milón y a él
ipsum eicietis? et erit dignior locus in lo desterraréis? ¿Y habrá un lugar en la tierra que acoja
terris ullus qui hanc virtutem excipiat, sus virtudes, más digno que éste que lo ha visto nacer?
quam hic qui procreavit? Vos, vos Apelo a vosotros, sí, a vosotros, hombres valerosos,
appello, fortissimi viri, qui multum pro re que habéis derramado tanta sangre por la patria; apelo a
publica sanguinem effudistis: vos in viri vosotros, centuriones y soldados131, ante el peligro que
et in civis invicti appello periculo, corre un ciudadano que no conoce la derrota; ¿una
centuriones, vosque milites: vobis non virtud tan grande como la suya va a ser arrojada,
modo inspectantibus, sed etiam armatis et desterrada y expulsada fuera de esta ciudad ante
huic iudicio praesidentibus, haec tanta vosotros, que, no sólo lo estáis contemplando sino que,
virtus ex hac urbe expelletur, además, os encontráis armados protegiendo este
exterminabitur, proicietur? 102. O me tribunal?
miserum! O me infelicem! Revocare tu 102 ¡Ay desdichado y desgraciado de mí! ¿Tú, Milón,
me in patriam, Milo, potuisti per hos: ego fuiste capaz de hacerme regresar a mi patria con la

130
De algunos tribunos de la plebe (ASCON., 20 y 22) y, posiblemente, del propio Pompeyo.
131
Cicerón se dirige, por tanto, a las tropas que, durante el proceso, rodeaban el foro.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 86

te in patria per eosdem retinere non ayuda de los presentes, y yo con ellos mismos no voy a
potero? Quid respondebo liberis meis, poder retenerte en tu patria? ¿Qué responderé a mis
qui te parentem alterum putant? Quid hijos, que te consideran un segundo padre? ¿Qué
tibi, Quinte frater, qui nunc abes, consorti respuesta te daré a ti, Quinto, hermano mío, que ahora
mecum temporum illorum? Mene non estás ausente de la ciudad132 y que participaste conmigo
potuisse Milonis salutem tueri per de mis avatares? ¿Responderé que no fui capaz de velar
eosdem, per quos nostram ille servasset? por la salvación de Milón sirviéndome de las mismas
At in qua causa non potuisse? quae est personas con las que él logró salvarme a mí? ¿Y en qué
grata gentibus . . . non potuisse? eis qui proceso no fui capaz? En un proceso que es del agrado
maxime P. Clodi morte acquierunt: quo de todas las naciones. ¿Y de quiénes no pude
deprecante? me. 103. Quodnam ego conseguirlo? De aquellos que, con la muerte de Publio
concepi tantum scelus, aut quod in me Clodio, alcanzaron una gran tranquilidad. ¿Quién se lo
tantum facinus admisi, iudices, cum illa pedía? Yo mismo.
indicia communis exiti indagavi, 103 Pues ¿qué crimen tan grave cometí, jueces, o de
patefeci, protuli, exstinxi? Omnes in me qué delito tan grande me hice culpable cuando
meosque redundant ex fonte illo dolores. investigué, descubrí, revelé y destruí aquellas pruebas
Quid me reducem esse voluistis? an ut que anunciaban la ruina de todos nosotros? Ésa es la
inspectante me expellerentur ei per quos fuente de la que rebosan todos los sufrimientos que me
essem restitutus? Nolite, obsecro vos, afligen a mí y a los míos. ¿Por qué quisisteis que
acerbiorem mihi pati reditum esse, quam regresara? ¿Acaso para que ante mi vista fueran
fuerit ille ipse discessus. Nam qui expulsados aquellos gracias a los cuales se había
possum putare me restitutum esse, si conseguido mi regreso? Os los ruego: no permitáis que
distrahar ab his, per quos restitutus sum? mi regreso sea para mí más amargo de lo que lo fue mi
propia partida. Porque ¿cómo puedo creerme restituido
si me veo privado de aquellos que me hicieron volver?
XXXVIII. Utinam di immortales 38 ¡Ojalá los dioses inmortales lo hubiesen permitido
fecissent—pace tua, patria, dixerim; —que pueda decirlo con tu venia, patria mía, pues temo
metuo enim ne scelerate dicam in te quod que las palabras que piadosamente voy a decir en favor
pro Milone dicam pieutinam P. Clodius de Milón puedan parecer impías contra ti—, ojalá que
non modo viveret, sed etiam praetor, Publio Clodio, no sólo viviera sino que, además, fuera
consul, dictator esset, potius quam hoc pretor, cónsul y dictador con tal de no ver este
spectaculum viderem! 104. O di espectáculo!
immortales! fortem et a vobis, iudices, 104 ¡Qué hombre más valeroso, dioses inmortales, y
conservandum virum! 'Minime, minime,' que se merece ser salvado por vosotros, jueces! «No,
inquit. 'Immo vero poenas ille debitas no» —responde Milón— «al contrario; es mejor que
luerit: nos subeamus, si ita necesse est, Clodio haya expiado el castigo que merece; nosotros, si
non debitas.' Hicine vir, patriae natus, no hay más remedio, suframos un castigo inmerecido».
usquam nisi in patria morietur? aut, si ¿Un hombre como éste, que nació para servir a su
forte, pro patria? Huius vos animi patria, va a morir en otra parte que no sea su patria o, si
monumenta retinebitis, corporis in Italia por casualidad es así, morirá de otra forma que no sea
nullum sepulcrum esse patiemini? Hunc en su defensa? ¿Mantendréis el recuerdo de su espíritu
sua quisquam sententia ex hac urbe generoso y permitiréis que su cuerpo no tenga un
expellet, quem omnes urbes expulsum a sepulcro en Italia?133. ¿Alguien va a expulsar de esta
vobis ad se vocabunt? 105. O terram ciudad, con sus votos, a un hombre como éste, a quien,
illam beatam, quae hunc virum exceperit: una vez expulsado por vosotros, todas las ciudades
hanc ingratam, si eiecerit; miseram, si harán llamar a su lado?
amiserit! Sed finis sit: neque enim prae 105 ¡Dichosa la tierra que acoja a este hombre; ingrata

132
El hermano de Cicerón se encontraba en aquel momento en las Galias como legado de César.
133
Un ciudadano, al exiliarse, perdía junto con sus derechos civiles el ius sepulcri.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 87

lacrimis iam loqui possum, et hic se esta nuestra si lo expulsa y desgraciada si lo pierde!
lacrimis defendi vetat. Vos oro Pero acabemos ya: las lágrimas no me dejan hablar y
obtestorque, iudices, ut in sententiis Milón se opone a que le defienda con lágrimas. Os
ferendis, quod sentietis id audeatis. ruego y suplico, jueces, que, en el momento de votar os
Vestram virtutem, iustitiam, fidem, mihi atreváis a expresar lo que sentís. Creedme: vuestra
credite, is maxime probabit, qui in virtud vuestro sentido de la justicia y vuestra lealtad
iudicibus legendis optimum et tendrán principalmente la aprobación de aquel que, al
sapientissimum et fortissimum quemque elegir a los jueces, escogió a los más íntegros, a los más
elegit. sabios y a los más valientes de todos.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 88

ÍNDICE DE NOMBRES*

(ABREVIATURAS: sen. = Cum senatui gratias egit, Quir. = Cum populo gratias egit, dom.=
De domo sua, har. = De haruspieum responso, Sest. = Pro P. Sestio, Vat. = ln Vatinium, Mil. =
Pro T. Annio Milone)

Acaya: dom. 60.


Acio (autor trágico): Sest. 123.
África: Quir. 20; Sest. 50; Vat. 12.
Africano Publio (Escipión): har. 24: 41: Mil. 8; 16; 20.
africanos: Vat. 28.
Ahala (ver Servilio Ahala).
Abatas: Sest. 143.
Alba: Mil. 46; 48: 51.
albanos: Mil. 85.
Albino, Aulo (Postumio), cónsul en el 99: Quir. 11.
Albino, Gayo: Sest. 6.
Albinovano, Marco: Vat. 3; 41.
Albinovano, Publio: har. 12.
Alejandría: dom. 20.
alejandrinos: har. 34.
Alfio, Gayo: Vat. 38.
alóbroges: dom. 134.
Alpes: Mil. 74.
Aislo: Mil. 54.
Anagni: dom. 81.
Ancario, Quinto, tribuno del 59: Sest. 113.
Aníbal: har. 27; Sest. 142.
Anio. Tito (ver Milón, Tito Anio).
Antíoco el Grande: Sest. 58.
Antonio, Marco, cónsul en el 99: Quir. 11.
Antonio. Marco, cónsul en el 44: Mil. 40.
Antonio (Hybrida), Gayo, cónsul en el 63: dom. 41; Sest. 8; 9: 12; Vat. 27; 28.
Apeninos: Sest. 12; Mil. 26. Apia (Vía): Sest. 126; Mil. 14; 15;18; 37; 57; 91.
Apinio, Publio: Mil. 75.
Apio (ver Claudio, Apio).
Apio Claudio (el Ciego): Mil. 17.
Apolo: har. 18.
aqueos: Sest. 94; 120.
Aqueronte: sen. 25.
árabes: dom. 124.
argivos: Sest. 122.
Aricia: Mil. 51.

*
Hace referencia a todas las obras que comprende el volumen 195 de la colección de la BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS
(Discursos IV de Cicerón)
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 89

Arístides: Sest. 141.


armenios: Sest. 58.
Arrio, Quinto: Vat. 30, 31; Mil. 46.
Asia: dom. 52; har. 28; Sest. 58; 68.
Átalo: Sest. 58.
Atamante: har. 39.
Atenas: Mil. 80.
atenienses: Sest. 48; 110; 141.
Atenión: har. 26.
Atilio Gaviano (ver Serrano, Sexto).
Atilio Régulo, Marco: Sest. 127.
Atilios Calatinos: Sest. 72.
Atinio (Labeón), Gayo: dom. 123.
Aufidio, Gneo: dom. 35.
Aufidio (Orestes Aureliano). Gneo, cónsul en el 71: dom. 35.
Aurelio (tribunal): dom. 54; Sest 34.

Babilonia: dom. 60.


Beocia: dom. 60.
Bíbulo, Marco (Calpurnio), cónsul en el 59: dom. 39; 40; 69; har. 48; Vat. 21; 22; 24.
Bitinia: sen. 38.
Bizancio: dom. 52; 53; 129; Sest. 56.
bizantinos: har. 59.
Brindis: Sest. 131.
Brogitaro: dom. 129; har. 28; 29; 59; Sest. 56.
«Bruto» (tragedia de Acio): Sest. 123.
Brutos: Sest 143.
Buena Diosa: dom. 105; har. 8; 37; Mil. 86.

Calidio, Marco: sen. 22. Camilos: Sest. 143.


Campo de Marte: sen. 28; dom. 75; 90: 142; har. 42; Sest. 108; Mil 41.
capadocio: sen. 14.
Capena (puerta): Sest. 131.
Capitolio: sen. 12; 25; 32; dom.5; 6; 7; 15; 76; 101; 139; 144: Sest. 26; 28; 124; 131; Mil. 64: 66;
67.
Capua: sen. 17; Sest. 9; 10; II; 19: Mil. 39.
Carbón, Gayo: Mil. 8.
Caribdis: har. 59.
Carinas: har. 49.
cartagineses: har. 19; Sest. 142.
Cartago: har. 6; Sest 127.
Casiano: Mil. 32.
Casio, Gayo, censor en el 154: dom. 130; 136.
Casio (Longino), Lucio, tribuno en el 137: Sest. 103.
Casio (Viscelino), Espurio, cónsul en el 502: dom. 101.
Cástor (templo): dom. 54; 110; har. 28; 49; Sest. 34; 79:83; 85; Vat. 31; 32; Mil. 18; 91.
Catilina, Lucio (Sergio): sen. 10; 12; 33; Quir. 13; dom. 13; 61: 62; 72; 75; har. 5; 42; Sest.
12; 28; 42: Mil. 37; 63.
Catón (de Útica), Marco (Porcio): dom. 20; 21; 22; 23; 65; 66; Sest. 12; 60; 62; Mil. 16: 26; 44;
58.
Cátulo, Quinto (Lutacio), cónsul en el 102: dom. 102; 114; 116; 137.
Cátulo, Quinto (Lutacio), cónsul en el 78: sen. 9; dom. 113; Sest. 101; 121; 122.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 90

Causinio Escola, Gayo: Mil. 46.


Cecilia y Didia (leyes): dom. 41; Sest. 135.
Cecilio (Rufo), Lucio: sen. 22; Mil. 38.
Celículo: har. 32.
Celio, Marco: Mil. 91.
Cepión, Quinto (Servilio): dom. 120.
Ceres: dom. 125.
Cerdeña: Val. 12.
César, Gayo (Julio): dom. 22; 39; 40; har. 47; 48; Sest. 39: 41: 71; 132; 135; Vat. 15; 22; 29; 38;
Mil. 66; 88.
César. Sexto (Julio): har. 12.
Cesón, Quincio: dom. 86.
Cesonino Calvencio (ver Pisón, Lucio).
Cestillo, Gayo: sen. 21.
Cetego, Gayo (Cornelio): sen. 10; dom. 62.
Chipre: dom. 20; 52; 53; 65; Sest. 59; 62; 64.
Cicerón, Marco (Tulio): dom. 44; 47; 50; 85; 102; 133; Mil. 94.
Cilicia: dom. 23; Sest. 55. cilicios: har. 42.
cimbros: dom. 102.
Cina, Lucio (Cornelio), cónsul en el 87-84: sen. 9; dom. 83; har. 18; 54; Sest. 77; Vat. 23.
Ciro: Mil. 46; 47; 48.
Cispio, Marco: sen. 21.
Claudia, Quinta: har. 27. Claudio, Lucio: har. 12.
Claudio, Tito: Vat. 3.
Claudio (Pulcro), Apio, cónsul en el 54: dom. 40; har. 26: Mil. 59; 75.
Claudio (Pulcro), Gayo, cónsul en el 92: har. 26.
Clodia (gens): dom. 34; 116; Sest. 81.
Clodia (ley): Sest. 69; Mil. 89.
Clodio. Gayo: Mil. 46.
Clodio, Sexto: dom. 25; 26; 47; 48; 83; har. 11; 59; Sest. 133; Mil. 33.
Clodio (Pulcro), Publio: dom. 12; 22; 26; 48; 70; 71; 79; 104; 108; 112; har. 1; 4; 8; 9; 37; 43;
44; 53; passim; Sest. 68; 78; 79; 81; 82; 85; 89; 94; 130; Vat. 33; 36; 40; Mil. passim.
Clodios: dom. 50; 116; har. 59.
Colina (tribu): Mil. 25.
Concordia (templo, estatua): dom. 11; 130; 131; 136; 137; Sest. 26.
Cornelio, Gayo (tribuno del 67: Vat. 5.
Cornelio (¿Máximo?), Quinto: har. 12.
Cornuto, Gayo: sen. 23.
Coruncanio, Tiberio, cónsul en el 280: dom. 139.
Cosconio, Gayo: Vat. 12. Cosconio, Gayo, tribuno en el 59: Vat. 16.
Cota, Lucio (Aurelio), cónsul en el 65: dom. 68; 84: Sest. 73; 74.
Craso, Lucio (Licinio), cónsul en el 95: dom. 50.
Craso, Marco (Licinio): har. 12.
Craso, Publio (Licinio): sen. 23.
Craso (Dives), Marco, cónsul en el 70 y 55: har. 47; Sest. 39: 41; 48.
Curcio (Peduceano), Marco: sen. 21.
Curión, Gayo (Escribonio), cónsul en el 76: har. 12; Vat. 24.
Curios: Sest. 143.

dárdanos: Sest. 94. Décimos: dom. 50.


Decio, Publio: Sest. 48.
Decios: dom. 64; Sest. 143.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 91

Deyótaro: har. 29.


Diademato, Lucio (ver Metelo Diademato, Lucio).
Diana: har. 32.
Dirraquio: Sest. 94: 140.
Domicio, Gneo. tribuno en el 59: Sest. 113.
Domicio (Enobarbo), Lucio: Vat. 25; Mil. 22.
Druso, Marco (Livio): dom. 41; 50;120; Vat. 23; Mil. 16: 20.

Elia y Fufia (leyes): sen. II: har. 58; Sest. 33; 114; Val. 5: 18; 23; 37.
Elio (ver Ligo).
Elios: Sest. 69.
Emilio (Lépido), Marco, cónsul en el 187 y 175: dom. 136.
Emilios: Sest. 143.
epicúreo: sen. 14.
Equimelio: dom. 101.
Erecteo: Sest. 48.
Escancia: Mil. 75.
Escauro, Marco (Emilio), cónsul en el 115: dom. 50; har. 43; Sest. 39.
Escauro, Marco (Emilio): har. 12; Sest. 101; 116.
Escatón: dom. 116.
Escévola (ver Mucio Escévola, Publio).
Escila: har. 59; Sest. 18.
Escipión (Asiático), Lucio (Cornelio), cónsul en el 83: Sest. 7.
Escipión (Emiliano Africano), Publio (Cornelio): har. 6.
Escipión (Nasica), Publio (Cornelio), cónsul en el 191: har. 27.
Escipión (Nasica Serapión), Publio (Cornelio): dom. 91; Mil. 8; 83.
Escipiones: sen. 37; Quir. 6; Sest. 143.
Esopo (actor trágico): Sest. 123.
Espartaco: har. 26.
Estrecho de Gibraltar: Vat. 12.
Etruria: har. 20; 25; Mil. 26: 50; 55; 87; 98.
etruscos: har. 18; 25; 37; 53; Mil. 74.

Europa: har. 28.


Fabricio, Quinto: sen. 22; Sest. 75; 78; Mil. 38.
Fabricios: Sest. 143.
Fadio (Galo), Tito: sen. 21.
Fanio, Gayo: har. 12; Sest. 113.
Fausto (hijo de Sila): Vat. 32.
Favonio, Marco: Mil. 26; 44.
Fíbulo, Gayo: Vat. 31.
Fidulio: dom. 79; 80; 82.
Filipo, Lucio (Marcio), cónsul en el 91: dom. 84.
Filipo, Lucio (Marcio), cónsul en el 56: har. 11; Sest. 110.
Filoctetes: har. 39.
Firmidio: Sest. 112.
Flaminio (Circo): sen. 13; 17; Sest. 33.
Flaminino, Tito (Quincio), cónsul en el 123: dom. 136.
Fonteya (gens): dom. 116.
Fonteyo, Publio: dom. 35; 77; har. 57.
Fortuna (diosa): Sest. 5; Mil. 83; 87.
Frigia: har. 27.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 92

Fulvio Flaco, Marco, cónsul en el 125: dom. 102; 114.


Furio Camilo, Marco: dom. 86.
Furfanio, Tito: Mil. 75.

Gabinio, Aulo, cónsul en el 58: sen. 16; dom. 23; 55; 66; 70; 102; 124; 125; 126; har. 2; Sest. 32;
53; 55; 70; 93; Vat. 25.
Gades: dom. 80.
Galba, Publio (Sulpicio): har. 12.
Galia: har. 42.
Gálico (Campo): Sest. 9.
galogreco: har. 28.
galos: dom. 101; har. 19.
Gavio Olelio: Sest. 72.
Gavios: Sest. 72.
Gelio, Lucio: Quir. 17.
Gelio (Publícola), Lucio: Sest. 110; 111; 112; Vat. 4.
Gelios: har. 59.
Glabrión, Manio (Acilio), cónsul en el 67: har. 12.
Glaucia, Gayo (Servilio): har. 51.
Graco (= Numerio): Sest. 72; 82.
Graco, Gayo (Sempronio): dom. 24; 82; 102; har. 41; 43; Sest.101; 103; 140; Mil. 14.
Graco (pseudo): Sest. 101.
Graco, Tiberio (Sempronio): dom. 91; har. 41; 43; Sest. 103: Mil. 8; 72.
Gracos: Sest. 105; Vat. 23.
Gran Madre: har. 24; Sest 56.
Grecia: dom. 60: I I I; Sest. 142; Mil. 80.
griegos: har. 19; Sest. 94; 110; 122; 126; 141; 142; Mil. 28; 55: 80.

Hércules: dom. 134; Sest. 143; Mil. 85.


Hermarco: har. 34.
Hiémpsal: Vat. 12.
Hispania: dom. 52; Vat. 12; 13.
hispanos: har. 19.
Horacio (Pulvilo), Marco, cónsul en el 509 y 507: dom. 139; Mil. 7.
Hortensio (Hórtalo), Quinto: Sest. 3; 14; Mil. 37.

Interamna: dom. 80; Mil. 46. Italia: sen. 24; 26; 28; 29; 38; 39 Quir. 1; 4; 10; 1 I; 16; 18; dom. 5;
26; 30; 57; 75; 82: 87; 90: 132; 142; 147; har. 5; 27: 28; 35; 41; 46; Sest. 12; 25; 26; 32; 36; 37; 38:
72; 83; 87; 107; 128; 129; 131; 145; Vat. 8; Mil. 38: 39; 61; 67; 68: 77; 87; 94; 104.
ítalos: har. 19.

Janículo: Mil. 74.


julias (leyes): har. 48.
Julio, Sexto (Julio), pretor en el 123: dom. 136.
Julio (César Estrabón Vopisco), Gayo: har. 43.
Juno: dom. 144:
Júpiter: Quir. 1: dom. 14; 92; 144; har. 10; 20; 21: Sest. 129; Val. 20; Mil. 85.

Lacial (monte): Mil. 85.


Lacio: har. 62.
Lamia, Lucio (Elio): sen. 12; Sest. 29.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 93

Lanuvio: Mil. 27: 45: 46.


Laterense, Marco: Vat. 26. latinos: dom. 78; har. 19; 20; Sest. 30.
Lenio Flaco, Marco: Sest. 131.
Lentidio: Sest. 80.
Lentidios: dom. 89.
Léntulo, Lucio (Cornelio), vencedor de Mitrídates: Vat. 25.
Léntulo, Publio (Cornelio), hijo de Léntulo Espínter: Sest. 144.
Léntulo (Clodiano), Gneo (Cornelio), cónsul en el 72: dom. 124; Vat. 27.
Léntulo (Crus), Lucio (Cornelio), cónsul en el 49: har. 37.
Léntulo (Espínter), Publio (Cornelio), cónsul en el 57: sen. 5; 8; 9; 27; 28; Quir. 1 I; 15; 17: 18:
dom. 7; 30; 70; 71; 75; har. 12; 13; Sest. 70; 72: 107; 147; Mil. 39.
Léntulo (Marcelino), Gneo (Cornelio), cónsul en el 56: har. 2; I I; 13; 21; 22.
Léntulos: Sest. 143.
Lépido, Marco (Emilio), cónsul en el 46 o 66: Mil. 13.
Libertad (atrio): Mil. 59.
Libertad (estatua): dom. 108; 110; 1 I I; 116; 131.
Licinia: dom. 136.
Licinia y Ebucia (leyes): dom. 51.
Licinia y Junia (leyes): Sest. 135; Vat. 33.
Licinio: Mil. 65.
Ligo, Sexto (Elio): dom. 49; Sest. 68; 94.
ligur: har. 5.
Lolio. Marco: dom. 13; 14; 21; 89.
Lolios: dom. 21; 89.
Lúculo, Marco (Terencio Varrón), cónsul en el 73: dom. 132;133; har. 12.
Lúculo (Póntico), Lucio (Licinio), cónsul en el 74: har. 42; Sest. 58; Vat. 24; Mil. 73.
Lúculos: sen. 37; Quir. 6.

Macedonia: dom. 55; 60; 70; har. 35; Sest. 13; 71; 94; Vat. 25.
Madre del Ida: har. 22.
Magno (ver Pompeyo, Gneo).
Mancino, Gayo (Hostilio), cónsul en el 137: har. 43.
Manlio (Capitolino),
Marco: dom. 101.
Marcelo, Gayo: Sest. 9.
Marcio (Filipo), Quinto, cónsul en el 186 y 169: dom. 130.
Mario, Gayo: sen. 38; Quir. 7; 9; 10; 11; 19; har. 51; 54; Sest. 37; 38; 50; 116; Mil. 8; 9; 83.
Marsella: Sest. 7.
marsos: dom. 116; Vat. 36.
Marte: Sest 12; Vat. 25; Mil. 56.
Mastanesoso: Vat. 12.
Mauritania: Vat. 12.
Máximo (circo): Mil. 65.
Máximo, Quinto: Vat. 28.
Máximos: Sest 143; Vat. 28.
Megalenses (juegos): har. 22; 24; 26.
Melio, Espurio: dom. 101; Mil. 72.
Memio, Gayo: Vat. 33; 34.
Menia (columna): Sest. 124.
Ménula: dom. 81.
Mesala, Marco (Valerio), cónsul en el 61: har. 12.
Mesio, Gayo: sen. 21.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 94

Metelo (Baleárico), Quinto (Cecilio), cónsul en el 123: dom. 136.


Metelo (Caprario), Gayo (Cecilio), cónsul en el 113: sen. 37: Quir. 6.
Metelo (Céler), Quinto (Cecilio), cónsul en el 60: sen. 25; har. 45; Vat. 19.
Metelo (Crético), Quinto (Cecilio), cónsul en el 69: dom. 123; har. 12.
Metelo (Diademato), Lucio (Cecilio), cónsul en el 117: sen. 37; Quir. 6.
Metelo (Escipión Nasica), Quinto (Cecilio): har. 12; Sest. 124.
Metelo (Macedónico), Quinto (Cecilio), cónsul en el 143: dom. 123.
Metelo (Nepote), Quinto (Cecilio), cónsul en el 57: sen. 5; 9: 25; 37; Quir. 6; dom. 7; 11: 13; 70:
82; har. 13; Sest. 130.
Metelo (Numídico), Quinto (Cecilio), cónsul en el 109: sen. 25; Quir. 9; 11; Sest. 37; 101: 130.
Metelo (Pío), Quinto (Cecilio), cónsul en el 80: sen. 37; 38.
Metelo (Pío), Quinto (Cecilio)
Publio Cornelio Escipión Nasica, cónsul en el 52: dom. 123; Sest. 124.
Metelos: sen. 25; 37; Quir. 6; Sest. 130; 131.
Mevulano, Gayo: Sest. 9. Milcíades: Sest. 141.
Milón, Tito (Anio): sen. 19; 30; Quir. 15; har. 6; 7; Sest. 85; 86: 87; 88; 89; 90; 92; 95; 144; Vat.
40; 41; Mil., passim.
Minerva: dom. 92; 144.
Mintuma: Sest. 50.
minturnenses: Quir. 20.
Mitrídates: dom. 19; Sest. 58.
Mucio, Gayo: Sest. 48.
Mucio (Escévola), Publio, cónsul en el 133: dom. 91; 136.
Murena, Lucio (Licinio), cónsul en el 62: dom. 134; har. 42.

Nasica (ver Escipión Nasica, Publio).


Neptuno: har. 20.
Ninfas (templo): Mil. 73.
Ninio (Cuadrato), Lucio: sen. 3; dom. 125; Sest. 26; 68.
Numa Pompilio: dom. 127.
Numancia: har. 43.
Numerio, Quincio Rufo: Sest. 82; 94.

Octavio, Gneo; cónsul en el 87: har. 54; Sest. 77.


Opimio, Lucio, cónsul en el 121: Quir. 11; Sest. 140; Mil. 8; 83.
Opio. Gneo: Quir. 12.
Orestida: har. 35.
Ostia (puerto): Sest. 39.
Otrícoli: Mil. 64.

Paconio, Marco: Mil. 74.


Palas (estatua): Mil. 33.
Palatina (tribu): dom. 49; Sest. 114.
Palatino: sen. 18; dom. 62; 103; 116; har. 16; 24; 49; Sest. 54.
Papiria (ley): dom. 128; 130.
Papirio, Quinto: dom. 127; Mil. 37.
Papirio (Maso), Marco: dom. 49; Mil. 18.
Pátina. Tito: Mil. 46.
Paulo, Lucio (Emilio), cónsul en el 50: Vat. 25; Mil. 24.
Paulos: Vat. 28.
pelignos: Vat. 36.
persas: dom. 124; har. 28.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 95

Persia: dom. 60.


Pesinunte: har. 28; 29; Sest. 56.
Petilio, Quinto: Mil. 44.
Petreyo, Marco: Sest. 12.
Piceno: har. 62.
Pisauro: Sest. 9.
Pisón (Cesonino Calvencio), Lucio (Calpurnio), cónsul en el 58. sen. 13; 16; dom. 23; 55; 66; 70;
102; 112; har. 2; 32; Sest. 32; 33; 53; 54; 60; 70; 93.
Pisón (Frugi), Gayo (Calpurnio): sen. 38; Quir. 7; Sest. 54; 68; Vat. 26.
Pisones: sen. 15.
pitagórico: Vat. 14.
plaguleyos: dom. 89.
Plancio, Gneo: sen. 35.
Plátor: har. 35.
Plocia (ley): Mil. 35.
Pompeyo (Magno), Gneo: sen. 5; 29; Quir. 16; 18; dom. 3; 13; 16; 18; 19; 25; 27; 30; 31; 66; 67;
69; 129; har. 45; 46; 47; 48; 49; 50; 51; 52; 58; Sest. 15; 39; 41; 58; 67; 69; 74; 107; 133; Vat. 24;
Mil. 2; 15; 18; 20; 21; 31; 37; 39; 40; 54; 65; 66; 67; 68; 70; 79; 87. Ponto: sen. 38; Sest. 58.
Popilio, Publio, cónsul en el 132: sen. 37; 38; Quir. 6; 9; 11; dom. 82; 87.
Porsena: Sest. 48.
Postumio: Sest. 111.
Potenza: har. 62.
Prelio: Mil. 74.
Propercio, Sexto: dom. 49.
Ptolomeo: dom. 20; Sest. 57.
Pulcro (ver Clodio Pulcro, Publio)
Pupio, Marco: dom. 35.
Pupio (Pisón Calpurniano), Marco, cónsul en el 61: dom. 35.
Púzol: Vat. 12.

Quintilio, Sexto: sen. 23. Quíos: har. 34.


Quirino: har. 12.

Reate: Sest. 80.


Roma: sen. 17; 24; 25; dom. 51; 71; 79; har. 27; 28; 42; Sest. 11; 29; 30; 32; 41; 52; 56; 65; 68;
82; 83; 122; 127; 128; Vat. 6; 17; 20; 36; Mil. 27; 28; 39; 45; 46; 47; 48; 49; 51; 61; 62; 76; 87.
Rómulo: Vat. 20.
Rufión: Mil. 60.

sabinos: Vat. 36.


Salud (templo): Sest. 131.
samnitas: Sest. 134.
Saturnino, Lucio (Apuleyo): dom. 82: har. 41; 43; Sest. 37; 39; 101; 105: Vat. 23; Mil. 14.
Saturno: har. 20.
Sempronia (ley): dom. 24.
Seplasia (plaza de Capua): Sest. 19.
Septimio. Gayo: sen. 23.
Sercio Galo. Tito: Mil. 86.
Sergia (tribu): Vat. 36.
Sergio, Lucio: dom. 13; 14; 21; 89.
Sergios: dom. 21; 89.
Serrano (Gaviano). Sexto (Atilio): har. 32; Sest. 72; 74; 85; 94.
Marco Tulio Cicerón E n d e f e n s a d e T . A n i o M i l ó n 96

Servilio (Ahala), Gayo: dom. 86; Mil. 8; 83.


Servilio (Vatia Isáurico), Publio, cónsul en el 79: sen. 25; Quir. 17; dom. 43; 123; 132; 133; har.
2; 12; Sest. 130.
Servilios: sen. 37; Quir. 6.
Servio Tulio: Sest. 123.
Sestio, Lucio: Sest. 10.
Sestio, Publio: sen. 20; 30: Quir. 15; Sest. passim: Vat. 2; 3; 10; 11; 41; Mil. 38.
Seyo. Quinto: dom. 115; 129; har. 30.
Sibila: har. 26.
Sila, Lucio (Cornelio): dom. 43; 79: har. 18; 54; Vat. 23.
«Simulador» (obra de Afranio): Sest. 118.
Siria: dom. 23; 52; 55; 60; 70: Sest. 55; 71; 93.
sirios: dom. 124; har. 28.
Sulpicio (Rufo), Publio: har. 41; 43; Vat. 23.

Tanagra: dom. III; 116.


Tauro (monte): Sest. 58.
Telus: dom. 101; har. 20; 31.
Temístocles: Sest. 141.
Teodosio: har. 34.
Terencio (Culeón), Quinto: har. 12.
Tesalia: dom. 60.
tesalios: Sest. 94.
Tesalónica: har. 35.
Tíber: Sest. 77; Mil. 41; 64.
Tigranes: dom. 19; Sest. 58.
Titio: dom. 21; har. 59; Sest. 80; 112.
Titios: dom. 21; har. 59.
Tito: Sest. 118.
tracios: Sest. 94.
Tulio, Marco (ver Cicerón).
Tulio. Quinto: Mil. 102.
Tulión Siro, Publio: har. 1.
Túsculo: sen. 18; dom. 62; 124.

Vaco, Marco (Vitrubio): dom. 101.


Valeria (tabla): Vat. 21.
Valerio, Quinto: sen. 23.
Valerio (Publícola), Publio, cónsul en el 509-7 y 504: har. 16.
Vario. Publio: Mil. 74.
Vario, Quinto: Sest. 101.
Vatinio, Publio: Vat. 1; 2; 6; 7; 10; 15; 19; 25; 34: 38.
Velia (monte): har. 16.
Vesta: dom. 144; har. 12.
Vetio, Lucio: Sest. 132; Vat. 24; 25; 26.
Vibieno, Gayo: Mil. 37.
Virtud (templo): Sest. 116; 120.
Volterra: dom. 79.

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