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¿Cómo recuperar la sexualidad después de

perdonar una infidelidad?


Superar un episodio de infidelidad es una tarea complicada, sobre todo
porque los seres humanos no perdonamos con facilidad y menos
cuando hemos sufrido de forma directa algo tan doloroso como el
engaño y todo lo que esto puede significar.

Es importante entender que para los dos sexos se vive de forma diferente el
perdón de una infidelidad, es decir, los hombres y las mujeres tenemos
visiones diferentes acerca del tema; también depende de cuál de los dos
fue el infiel y las razones que lo llevaron a serlo.

Las mujeres tienden a aceptar más fácilmente la debilidad de los hombres


ante su atracción por otra mujer. De igual forma, como son más
emocionales, ponen el amor por encima de la situación y perdonan con
mayor facilidad, además encuentran más fácilmente explicaciones
para argumentar la falta cometida por su pareja.

Los hombres por su parte, aunque esto también es de las mujeres, sienten
herido su orgullo y autoestima, teniendo en cuenta también la sociedad
machista en la que vivimos, pues siempre será más reprochable ante la
sociedad la infidelidad de una mujer que la de un hombre. Los
hombres tienen menos recursos psicológicos para aceptar el engaño y
tienden a cuestionarse en muchos aspectos, más que las mujeres,
dudando de su aspecto físico, económico y hasta de su inteligencia.

Sin embargo, aunque para las mujeres pueda ser más fácil perdonar, les
resulta más complicado olvidar y sobreponerse a la situación por su
misma condición emocional, cosa que en el hombre que perdona una
infidelidad, no sucede en la mayoría de los casos, pues una vez
perdonan dejan atrás el suceso y pueden continuar sin mayores
problemas.

Una vez se decide en pareja darle una segunda oportunidad a la relación,


otros problemas pueden aparecer. Uno muy frecuente es el tema de la
sexualidad, sobre todo en las mujeres, puesto que su proceso de
perdón y olvido suele ser más lento, pueden presentarse problemas
para alcanzar orgasmos o disfrutar realmente de la relación sexual.
Adicionalmente pueden aparecer fantasmas mientras se está en el
momento, como preguntarse cómo lo hacía con la otra o qué cosas le
decía, etc.

El psicólogo José Alonso Peña, coach en relaciones de pareja, explica que el


primer paso para recuperar no solo la sexualidad sino muchas otras
cosas que se incluyen en una relación de pareja, es trabajar en el
perdón. Mientras siga existiendo rencor no hay verdadero perdón y
aclara que el perdonar no es “dejar pasar” es decidir que aunque dolió
y significó sufrimiento, se está dispuesto a no dejarse afectar más por
el tema e insiste que el perdón es un proceso y que perdonar es
“recordar sin dolor”. En el momento en que recuerdes la situación sin
que te duela puedes estar seguro de que has perdonado.
Una vez se da la posibilidad de volver a la relación, la persona que fue infiel
debe encontrase a sí misma y generar una dinámica nueva, muy
diferente a cómo venía llevándose la relación antes de que se diera el
suceso e indagar acerca de las razones que conllevaron a la infidelidad.

Estas razones deben trabajarse en la recuperación de la relación para un


nuevo comienzo de la misma. El periódico El Espectador publicó hace
un tiempo una estadística a cerca del por qué las personas son infieles.
En esta estadística, son relevantes las siguientes causas: falta de
atención de la pareja, más frecuente en las mujeres que en los
hombres, la oportunidad, más frecuente en los hombres que en las
mujeres, así como la curiosidad y la búsqueda de emociones nuevas. La
pérdida de gusto por la pareja también está incluida en este estudio,
con porcentaje más alto en las mujeres que en los hombres.

Así, el psicólogo explica que en las mujeres la infidelidad se da más por lo


que está pasando en la relación de pareja, mientras que en los hombres
se da por sus emociones, curiosidad y oportunidad, lo cual es
importante entender para saber cómo manejarla en la recuperación de
la relación.

La persona a quien le fueron infiel igualmente debe perdonarse a sí misma


por las causas que generaron en el otro la infidelidad. También se trata
de no sentir rencor hacia su pareja ni hacia la tercera persona que
estuvo involucrada en el suceso, pues mientras el perdón no sea una
realidad, siempre aparecerán los fantasmas.

Para terminar, José Alonso aconseja asesoría profesional para superar el


tema y explica que en la etapa de la reconciliación puede que le vaya
muy bien a la pareja pero después, los patrones que se llevaban antes
en la relación pueden volver a aparecer y generar problemas
desencadenados de la situación. Afirma que en estos casos la
reconciliación debe ser sana y desde de cero para que sea más
satisfactoria. Es muy importante insistir en que es un tema de los dos
en donde se generen nuevos acuerdos y el trabajo sea individual y en
conjunto.

¿Qué tiene de malo mostrar las “ganas” de


estar en una relación?
Algunos te dirán "cuando no lo busques te llegará", pero ¿qué pasa si
algunas no estamos dispuestas a esperar?

Digamos que por cuestiones que desconocemos la gente se encuentra


dividida sobre cómo debe comportarse estando soltera. Por un lado, si
estás saliendo con varias personas a la vez, por más que cumplas las
reglas, te juzgan. En cambio si empiezas a salir con solo una, “estás
poniendo todos tus huevos en una sola canasta”. Pero peor aún,
cuando declaramos la búsqueda por el amor verdadero lo primero que
nos dicen es “no muestres las ganas, los hombres la huelen y se
ahuyentan, no quisieras parecer desesperada”.
Pero acaso ¿qué tiene de malo mostrar las ganas? ¿Realmente puede
perjudicarte, arruinar cualquier posibilidad de atracción, o por qué es
tan mal visto?

Si eres ambiciosa en lo profesional y te esfuerzas por salir a encontrar el


trabajo de tus sueños , te aplauden. Pero que ni se te ocurra buscar con
quien compartir esa vida maravillosa por la que tanto has trabajado.
¿Por qué? En parte porque en cierta medida, aunque glorificamos el
romance, también tenemos la idea que debemos ser ferozmente
independientes. “¿Depender de alguien más? ¡Jamás!”.

Esto crea una suposición de que al buscar el amor estás tratando de llenar
un hueco, cuando por supuesto no siempre es el caso (¿o sí?
Descubrelo aquí). No deberíamos tener que excusarnos por querer
alguien a quien abrazar los domingos por las mañanas, ni por lo
contrario explicar que no estamos buscando alguien que llene un vacío
profundo, ni alguien que supla nuestras carencias emocionales.

Por otro lado, mostrar las “ganas” puede tener implicaciones de estar
abierta a relaciones sexuales. Cosa que a las mujeres se les recrimina,
pues no es digno de una lady. Porque claro, si estás teniendo citas con
hombres es fácil suponer que estás teniendo sexo. Así que a cambio de
vulgaridades en muchas ocasiones la gente opta por llamarte
“desesperada”.

Al final todo se reduce a que tenemos una idea bastante loca sobre lo que
supone que debe ser el amor. Encontrar a alguien es el resultado de
una situación mágica, no debe ser calculada, predeterminada, ni
planificada. Por lo que si tomas el asunto en tus manos, estás yendo en
contra de la noción de cómo debería ser.

¡Olvídate! No hay absolutamente nada de malo en priorizar la búsqueda del


amor y nadie tiene derecho a hacerte sentir mal por eso. Y si eso es
“mostrar la sed”, ¡que así sea!, un motivo más para salir por unas
copas.

Eso sí, también están los que muestran demasiado entusiasmo: “Hola me
llamo Pepa y quisiera estar embarazada en julio”. O las que aún dejan
que sus relaciones pasadas arruinen las futuras y están en lágrimas
antes de que incluso el capuccino haya llegado a la mesa. Pero si tus
“ganas” son replanteadas en “esto es lo que quiero y esto es lo que soy”
puede que seas justo lo que él estaba buscando.

La moraleja de esta historia es que la “desesperación”, las “ganas” y la


“sed” no tienen que ser tus enemigos.

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