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Pero volvamos a los temas que suelen interesar a los psicólogos. Esta cuestión, así como el
hecho de que, históricamente, se ha hablado también de diferentes escuelas de psicología,
puede llevarle a plantearse la clásica pregunta “¿psicología o más bien psicologías?” Sin
embargo, y pese a la heterogeneidad existente en los diferentes campos que comprende la
psicología, todos y cada uno de ellos comparten unos intereses comunes, aunque enfaticen, en
cada caso, ciertos aspectos en concreto.
Está la psicología clínica y de consejería cuyas descripciones concuerdan con la idea popular,
muy extendida, de a qué se dedica un psicólogo. En el caso de los psicólogos clínicos, estos se
ocupan principalmente de diagnosticar, descubrir las causas y aplicar tratamientos a los
trastornos mentales. La labor de los psicólogos consejeros es asesorar a personas sin
trastornos mentales conocidos, con el fin de que logren un mejor ajuste a situaciones y
problemas que compartimos la mayoría de las personas en nuestro día a día; por ejemplo,
problemas de pareja, convivencia, o la elección de una carrera profesional.
Luego están los psicólogos sociales. Los psicólogos sociales estudian, principalmente, el modo
en que las personas se influyen entre sí, las actitudes, los prejuicios, el conformismo, la
obediencia a la autoridad y la importancia que ejercen los factores socioculturales sobre
nuestra interpretación de la realidad y sobre nuestro comportamiento. También se interesan
por estudiar el comportamiento de las personas cuando están solas o cuando forman parte de
un grupo, y los fenómenos que surgen en la relación entre diferentes grupos y entre sus
miembros, como el favoritismo endo-grupal y el liderazgo.
Los psicólogos de la personalidad se interesan por las diferencias que presentan las personas
en distintos rasgos de personalidad: por qué algunas personas son más ansiosas, impulsivas,
introvertidas, malhumoradas etc. También por las diferencias en estos rasgos, o la expresión
de dichos rasgos, entre hombres y mujeres, entre diferentes grupos raciales o étnicos, o entre
las diversas culturas del mundo.
Y los psicólogos del desarrollo estudian el desarrollo físico y cognitivo desde antes del
nacimiento hasta la vejez, tanto en lo que se refiere a los aspectos comunes del desarrollo,que
son universales, como en las diferencias entre individuos en estos aspectos. Hay psicólogos del
desarrollo más centrados en los bebés e interesados en cómo van adquiriendo los niños
pequeños los distintos logros de aprendizaje y nociones como causalidad, permanencia del
objeto, el apego de los niños a sus padres, el desarrollo de la moral etc. Otros están más
interesados por el periodo de la adolescencia y los cambios que ocurren en esta etapa, como la
transición de niño a adulto, con todo lo que conlleva (por ejemplo, aparecen nuevas
responsabilidades y retos), la búsqueda de identidad, y el cambio en las relaciones con su
familia y sus iguales. Por último, hay psicólogos del desarrollo más centrados en los cambios
que suceden en la etapa adulta de la vida, la madurez, el ajuste a las situaciones de estrés
propias de la persona adulta, las relaciones, la paternidad, la realización personal, la jubilación,
la vejez y la etapa que precede a la muerte.
Por último, tenemos a los neurocientíficos y los psicofisiólogos que estudian los fundamentos
biológicos de la conducta. Qué áreas del cerebro se activan más cuando se realiza una tarea, se
está pensando en algo o se experimenta una emoción, los efectos de las lesiones cerebrales, el
funcionamiento de las neuronas, los neurotransmisores, los medicamentos, las drogas.
Básicamente estudian el funcionamiento del sistema nervioso y su relación con la conducta,
procesos fisiológicos como el hambre, la sed, el sueño o el sexo, o psicológicos, como la
memoria, atención, la conducta motora y el lenguaje.
Pero, independientemente de la especialización por la que opte cada psicólogo, habida cuenta
de que es un territorio tan vasto que resulta imposible especializarse en todo lo que abarca, en
general, lo que tienen en común todos los psicólogos entre sí, orbita alrededor de 5 focos de
interés que, a día de hoy siguen siendo tema de debate y discusión.
Persona / Situación
¿En qué medida nuestros comportamientos se deben a procesos que ocurren dentro de la
persona, como deseos, pensamientos, emociones o actitudes, y en qué medida se deben a
factores externos como la influencia social, las características de una situación en concreto o
las ventajas o recompensas que podemos obtener si realizamos la conducta?
Naturaleza/ Crianza
¿Lo que somos se debe a tendencias innatas que tenemos como especie o tienen más que ver
con nuestros aprendizajes, educación y cultura donde vivimos?
Estabilidad / Cambio
¿Las características psicológicas que desarrollamos durante los primeros años de vida son
permanentes y fijas o susceptibles de cambio a lo largo del ciclo vital?
Diversidad / Universalidad
¿En qué medida somos todos parecidos, o incluso iguales, y en qué medida somos diferentes
de los demás?
Mente / Cuerpo
¿Cuál es la relación de la mente con el cerebro? Y también ¿cómo puede emerger algo como
la mente a partir de la actividad cerebral?
Otra clasificación más amplia que aparece en numerosos textos de psicología es la que
distingue, dentro de la llamada psicología científica, entre psicología básica y psicología
aplicada. Según esta clasificación, la psicología básica se ocupa del estudio de los procesos
psicológicos básicos de las personas normales y maduras (adultos que no tengan lesiones
cerebrales o padezcan alguna patología mental). Recuerde que por procesos psicológicos
básicos entendemos la percepción, la motivación, atención, memoria, aprendizaje,
pensamiento y lenguaje, principalmente, aunque hay muchos otros procesos que están
subsumidos en alguno de estos. Si, además, la psicología básica utiliza el método
experimental, entonces puede llamarse psicología experimental o también psicología general.
Estas clasificaciones son un tanto artificiales puesto que la mayoría de psicólogos científicos