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48 horas

[exo fanfic trans] 48 horas - capítulo 1


48 Horas: 1 / 21
traducción ing–esp, 1152 words, kris centric, vvpp
"después de 48 horas, solo un chico seguirá vivo en esta casa"

(t/n): beteado por mi salvadora darkkaya y dedicado al completo a mi tonchin que


es la enabler de la traducción LOL saranghae~ capítulo cortito / si reposteáis sin
permiso cualquier cosa que tenga que ver con este fic exo nunca hará comeback y
moriréis a manos de hordas de fans encolerizadas, sankyu <3

Juzgando sólo por su ropa y su apariencia, no podía aceptar que esta persona
tuviera tendencias autistas o violentas. Sé que todas las personas que se niegan a
abrir la boca piensan que los que están frente a ellas no entienden de lo que les
están hablando.
Y teniendo en cuenta el estado en el que se encuentra él en este momento, es
completamente normal.

—Hola —le dije. Cerré la puerta de la sala de interrogatorios y me acerqué a la


mesa—. Soy Frank.

Lo miré, hice una pequeña reverencia antes de sentarme, y le pregunté: —¿Te


apetece una taza de café?

Evidentemente, él no tenía ningún interés en contestar a mi aburrida pregunta.

—A mí también me parece que el café del Departamento Federal es un asco, así


que he traído un poco de té… —dije— he traído esto desde China, ¿quieres
probarlo? —mientras le preguntaba, le hice unos gestos a Mike para que trajera la
tetera—. Me he dado cuenta de que hace mucho tiempo que no bebes agua, y los
humanos necesitamos beber —lo miré antes de continuar — si queremos seguir
vivos.

Se quedó quieto, en la misma posición, pero sus largas pestañas se movieron un


poco.
—No soy de la policía, ni estoy aquí para charlar contigo como un amigo ni para
persuadirte de que hables como si fuera tu niñera —le sonreí—. Soy médico, y creo
que la persona a la que más necesitas en estos momentos.

Sus ojos miraban fijamente al suelo, parecía que no tuviera alma.

—Has pasado por muchas cosas esta semana. Pero algún día —me incliné para
mirarle a la cara, ya que su pelo liso le tapaba la mitad —, algún día seguirás
adelante y afrontarás todo esto. ¿Quieres saber por qué? —le pregunté.

No contestó.

—Porque no estás loco. Tu estado mental es muy estable. Tampoco tienes amnesia.
Tu comportamiento de después de este incidente es una emoción propia de
cualquier ser humano, sobre todo después de pasar por este tipo de experiencia.
Puedes elegir no aceptarlo, pero tu capacidad y tu resistencia mental son mucho
más fuertes que las de cualquier otro chico de tu edad. Aunque intentaras suicidarte
en el chalet, te lo pensaste durante mucho tiempo.

Kris agachó la cabeza, seguía mirando al suelo.

—Tuviste al menos 5 horas, y sólo te quedaste mirando ese bote de pastillas para el
corazón, sin ser capaz de tragártelas —lo miré—. Podrías haber saltado por una
ventana del chalet, podrías haber roto un espejo en pedazos y haberte cortado la
garganta. Hiciste un montón de cosas en el baño para preparar tu muerte, pero no
moriste.

Sus dedos temblaron un poco.

—Tu deseo de seguir viviendo es más fuerte que el de cualquier otro, mucho más
fuerte que el del resto de tus compañeros, que ahora están muertos. Por eso tú
sigues vivo —me acerqué para mirarlo a la cara —. Y la razón por la que Dios te ha
permitido seguir viviendo tal vez no sea porque merecías una recompensa, sino
porque no has sufrido lo suficiente. Quizás este sea su castigo para ti.

Levantó los párpados, sus ojos marrones estaban turbios.

—Puedes quedarte callado durante el resto de tu vida, pasar por una evaluación
psicológica, encontrar un buen abogado que te defienda. Puedes vivir lo que te
queda de vida tranquilamente, tampoco es que ser un cobarde sea nada malo —
dije—. Pero tú no eres así—añadí—. Si fueras así, habrías muerto en ese chalet.

Su voz ronca murmuró sus primeras palabras en días.

—Me estás sobrevalorando.

Sentí cómo la gente que nos observaba desde fuera se adelantaba unos pasos, los
que no llevaban los auriculares para oír la traducción de lo que decíamos se los
pusieron rápidamente. Detrás del espejo unidireccional que había a mi espalda, más
de una docena de ojos podían vernos.

Sonreí y le pregunté:—¿Por qué dices eso?

—¿Te crees muy listo? —me devolvió la mirada y la sonrisa.

—Por supuesto que no —contesté.

—No —se rió, negando con la cabeza—. Debes de estar pensando que lo sabes
todo, que tienes todo bajo control.

Lo miré, en silencio.

—Si te has dado cuenta de eso, también deberías saber que la gente que te ha
invitado a venir no lo ha hecho por este caso o por mí. Yo soy sólo un impostor, he
estado actuando todo el rato—Kris sonrió y me miró con los ojos entrecerrados —.
Nuestro verdadero motivo era engañarte para que vinieras. Crees que me niego a
hablar porque es demasiado doloroso, pero en realidad lo único que estoy haciendo
es actuar.

Miré a Kris, y empecé a considerar seriamente si la evaluación psicológica era


necesaria o no.

—¿Qué te parece? —me preguntó.

Hubo una pausa, tras la cual le contesté: —No te creo.

—¿Qué pasa si salieras de esta habitación y te encontraras con que no hay


nadie? —preguntó.
Me lo pensé por un momento y respondí: —Asumiría que ha ocurrido una
emergencia y que todos han escapado, y que no han tenido tiempo de avisarnos.

—¿Y si no pudieras utilizar tu teléfono para contactar con nadie y vieras que la
puerta principal está bloqueada? —se me quedó mirando.

Yo también lo miré fijamente. Aunque el ambiente empezaba a resultarme bastante


incómodo, tenía que intentar seguir manteniendo mi profesionalidad y mi
tranquilidad.

—Yo… —cogí la taza con ambas manos —, me protegería a mí mismo… y tendría


cuidado contigo.

Sus ojos se oscurecieron de repente, y dijo: —Respuesta incorrecta.

—Nunca tomaría la iniciativa de atacarte antes de conocer la situación —dije—,


pero tampoco confiaría en ti.

Agachó la cabeza y dijo:—Te equivocas… yo también me equivoqué… todos nos


equivocamos.

Observé su expresión y le pregunté: —¿Todos? ¿Te refieres a los demás miembros?

Se rió como de sí mismo, agachando aún más la cabeza. —Tu té no huele mal.

Sólo podía seguirle el ritmo y cambiar de tema. —Oh, ¿ya lo has probado?

—Bi Luo Chon, un viejo amigo mío, solía tomar mucho ese té; lo bebíamos juntos a
menudo—dijo, como si de repente yo mismo me hubiera vuelto un viejo amigo suyo.

—¿Un amigo chino que tenías en Corea? —pregunté.

—Eso es. No podemos beber alcohol como y cuando nos gustaría, así que durante
el Año Nuevo Chino cambiábamos el alcohol por té —empezó a recordar.

—Ese viejo amigo tuyo, ¿sigue en Corea?

Se quedó quieto durante un instante y negó con la cabeza. —No lo sé, pero supongo
que no habrá vuelto a Corea. Siempre decía que se quería ir a casa, jeje.
Mientras hablaba, empezó a derramar lentamente el té de la taza al suelo.

Me quedé mirándolo, en silencio.

—La verdad es que no tengo muchos amigos —levantó la cabeza y me miró—. Él


siempre hablaba de volver a casa, y la verdad es que lo envidio, porque yo ya no sé
dónde está mi hogar. Creo que tienes razón —dijo Kris, sonriéndome—, seguir
vivo… no es una recompensa. Es un castigo.

[exo fanfic trans] 48 horas - capítulo 2


48 Hours: 2 / 21
traducción ing-esp, 1997 palabras, vvpp
"después de 48 horas, solo un chico seguirá vivo en esta casa"

(t/n): beteado por mi salvadora darkkaya y dedicado al completo a mi tonchin que


es la enabler de la traducción LOL saranghae~ / si reposteáis sin permiso cualquier
cosa que tenga que ver con este fic exo nunca hará comeback y moriréis a manos
de hordas de fans encolerizadas, sankyu <3

El tiempo en Los Ángeles era un poco más frío de lo que me esperaba, pero aparte
de eso, no había nada fuera de lo normal ese día. Después de desembarcar del
avión, nos dirigimos a la zona de recogida de equipaje. Chanyeol, Baekhyun y
Jongin iban los primeros, yo sólo oía el parloteo de Baekhyun y la risa exagerada de
Chanyeol. Joonmyun, Kyungsoo, Jongdae y Minseok iban caminando entre ellos y
nosotros. Sehun y Luhan caminaban pegados el uno al otro, como de costumbre,
como si nadie pudiera verlos. Taozi estaba a mi lado, sin parar de quejarse de lo
deprimido que estaba porque estaban publicando sus fotos de predebut en internet
otra vez. Yixing seguía como siempre: iba el último, con los cascos puestos y
mirando a su alrededor a través de los mechones de su pelo liso.
Aminoré el paso a propósito y tiré de él.

—Deberías quitarte eso ya, si no, no nos vas a oír si te llamamos —dije.

Se me quedó mirando, ensimismado, y su expresión se volvió despreocupada:

—Oh, no hay problema —dijo.

No mostró ningún ademán de quitarse los cascos después de eso. Negué con la
cabeza, exasperado, y seguí escuchando las quejas de Taozi. No le había dicho a
nadie que en realidad estaba de mal humor porque había pasado la noche en vela.
Hoy había visto cómo el manager le echaba la bronca a Zhang Yixing por plantear la
idea de volver a casa, así que eso significaba que mis propios planes de volver a
casa se habían ido al traste.

—¿Qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara, como si tus padres se hubieran muerto?
¿Lo he pronunciado correctamente? —dijo Luhan, mientras esperábamos a que
saliera nuestro equipaje. Luhan siempre nos molestaba de este modo cuando sabía
que nadie estaba de humor para hablar.

Zhang Yixing se quitó los cascos y murmuró desde un lado:—Está llorando tu


pérdida en silencio.

—He tenido una vida maravillosa, sobre todo la tenía antes de conocerte —dijo
Luhan, mirando hacia afuera—, y si consigo llegar a la furgoneta a salvo y sin
romperme ningún hueso, consideraré que mi vida ha sido perfecta. Ah, que sepas
que no te has afeitado bien —dijo, mirando a Zhang Yixing con gravedad.

—Y tú no te afeitaste las piernas anoche. Hace un momento, en el avión, pude sentir


esa fuerte presencia masculina que solías tener —dijo Yixing, arreglándose el cuello
de la camisa.

—¿Por qué? ¿Estás cachondo? —Luhan se echó a reír—. Si tienes lo que hay que
tener, cuenta lo cachondo que estás en la entrevista de mañana.

—Barrera idiomática —dijo Yixing, negando con la cabeza —. Si estuviéramos en


Hunan, sería plausible, pero LA no es mi territorio, así que dejaré que Duizhang use
su perfecto inglés para expresar por mí mis sentimientos cachondos.

—Sois unos asquerosos… —dijo Tao mientras les lanzaba una mirada de disgusto
al escuchar su conversación—. Comportándoos de esa manera y tan pegados
delante de otras personas… ¿es que no te basta con Sehun?

—¿De qué habláis? —la voz nasal de Sehun los interrumpió.

—De nada importante —dijo Luhan sonriendo mientras miraba a Sehun —.


Estábamos discutiendo sobre si nos darían vacaciones este año para ir a casa.
—¿Vacaciones? ¿Cuándo? Si es como la última vez, voy a ir contigo a tu casa —
declaró Sehun, sin dar pie a discusión.

—Posiblemente… —Luhan le lanzó una mirada asesina a Huang Zitao, que estaba
intentando disimular una risita—. Aunque supongo que las probabilidades de que
eso pase son muy bajas, a Yixing ya le han reñido… en fin, oye, ese reloj que te
acabas de comprar está muy bien.

—Lo he comprado en la tienda dutyfree del aeropuerto —dijo Sehun, levantando las
cejas.

—¿Ah sí? ¿Y por qué no te he visto comprarlo? ¿Cuándo lo has comprado? Y por
qué no me has dicho que me comprara uno yo también… —Luhan se alejó,
charlando con Oh Sehun otra vez, Huang Zitao me miró e hizo un mohín.

—¿Habrá muchas fans aquí? —preguntó Yixing, mirando hacia afuera.

—No debería haber muchas —dije, mirando hacia otro lado, vi una ventana en la
que podía ver bien mi reflejo y empecé a arreglarme el pelo y las mangas de la
camisa.

—Sí, sí, eres el más guapo del universo —dijo Yixing, poniendo los ojos en blanco.

—Gracias —seguí mirándome en la ventana y arreglándome —. Tu habilidad para


decir piropos sigue siendo tan buena como la primera vez que te conocí.

Me llegó una esperada patada por parte de Yixing, seguida de una frase:

—Y tú sigues siendo tan idiota como cuando te conocí.

—Ninguno de vuestros coeficientes intelectuales ha aumentado mucho, la verdad,


que ya no sois críos… —Luhan se nos adelantó, arrastrando el equipaje que
acababa de recoger.

—Cuando salgamos, buscad una furgoneta amarilla, no os perdáis —dije, mirando


hacia los que tenía delante y luego hacia atrás. Miré por última vez mi reflejo en la
ventana, sintiéndome satisfecho. Zhang Yixing nos miró un instante y se volvió a
poner los auriculares.
Unos minutos más tarde, ya habíamos llegado al vestíbulo del aeropuerto, y había
más fans de las que esperábamos. Lo único que podíamos hacer era seguir hacia
adelante con la cabeza gacha, siguiendo a la persona que teníamos delante.

—¿Y Zhang Yixing? ¿Ya ha vuelto a desaparecer? —miré hacia atrás y busqué con
la mirada por todas partes, y le pregunté a Luhan, que estaba detrás de mí.

—¿No iba contigo? —me dijo Luhan.

—¿Y eso quién lo ha dicho? —seguí buscando, y al final vi a Zhang Yixing en una
esquina, caminando en otra dirección.

—¡¡Zhang Yixing!! —grité. Obviamente, llevaba los auriculares puestos y no me oyó.

Chanyeol, que iba el último, vio lo que estaba haciendo y también le hizo señales a
Yixing, gritando:

—Issing hyung~~ que es por aquí~~

Viendo que el cabezota de Yixing seguía andando en la misma dirección, suspiré y


me abrí paso hacia donde él estaba.

—¡¿Quieres dejar de correr?! —le di un golpe en el hombro y le quité los cascos —.


¿Es que te vas a morir si dejas de escuchar música por un momento?

Zhang Yixing me miró, confuso, señalando hacia la puerta: —¿Pero nuestra


furgoneta amarilla…?

Me giré y vi a Minseok haciéndonos gestos con las manos, junto a nuestra


furgoneta.

—Ven conmigo —dije, y lo arrastré conmigo en la dirección hacia donde estaban


todos.

Nunca supe que la frase que Yixing no había podido terminar era: “¿Pero nuestra
furgoneta amarilla… no es esa de allí?"
Cinco minutos más tarde, todos estábamos subidos en la furgoneta. En el asiento
del copiloto iba un asiático que dijo ser del personal encargado de recibirnos, y el
conductor parecía ser un local.

—Todos los miembros del staff que os acompañaban están ya en otra furgoneta e
irán directos al hotel —hablaba con un coreano muy fluido—, podréis reuniros con
ellos dentro de un rato.

—¿Puedo saber —preguntó Kim Joonmyun, echándose hacia adelante — dónde


vamos a alojarnos y cuánto tardaremos en llegar?

La persona que iba delante soltó una risita.

—El alojamiento es excelente, enseguida lo veréis.

—¡Mierda! ¡No me digas que no puedo utilizar mi teléfono en América! ¡Pero si lo


pregunté específicamente antes de venir y me aseguraron que funcionaría! —dijo
Kyungsoo, frunciendo el ceño y toqueteando su móvil.

—El mío tampoco tiene señal —dijo Chanyeol—, no pasa nada, seguro que
tenemos que esperar un rato… ¡chicos, mirad! ¡Hay carteles de nuestro
concierto! —las pantallas de fuera atrajeron inmediatamente la atención de
Chanyeol.

—Sí, sí…

—Parece que somos muy populares aquí…

—Había muchas fans cuando salimos del aeropuerto…

Todos estaban apelotonados, mirando por la ventana y comentándolo. Ya me había


acostumbrado a la ruidosa charla de cada vez que nos reuníamos.

Me di cuenta de que el reloj rosa de Oh Sehun ya estaba en la muñeca de Luhan.


Habían empezado a discutir sobre el anillo que llevaba Luhan en el dedo corazón,
parecía que tenía una especie de mecanismo secreto. Jongin se había quedado
profundamente dormido en el momento en que había entrado en la furgoneta, Taozi
estaba esforzándose en perfeccionar su presentación en inglés y Chanyeol inclinó la
cabeza y la apoyó en mi hombro, y también se quedó durmiendo.
Zhang Yixing estaba en su mundo otra vez. De repente, giró la cabeza,
sobresaltándome.

—¿Estás seguro de que nos hemos subido a la furgoneta correcta? —me preguntó.

—¿A cuál si no? —lo miré, los demás se estaban quedando dormidos unos detrás
de otros. Yo mismo tenía un poco de sueño.

Aparentemente se quedó en trance, y echó un vistazo a su móvil antes de volver a


mirarme.

—¿Qué te pasa? Despierta, estoy hablando contigo…

—¿Qué pasa? —mi memoria se volvió vaga, sólo podía recordar la cálida luz del sol
de aquella tarde.

—…Ese día… me riñó… cogió el teléfono… —su voz iba y venía en mi memoria—
…es una mujer… —hasta que ya no pude luchar contra el sueño. Antes de
sucumbir completamente, aún pude ver cómo esa persona, completamente confusa,
se daba golpes en la cara mientras sacudía a los otros para tratar de despertarlos.

Después de eso… ya no recuerdo nada.

Cuando me desperté, el único que ya estaba despierto era Jongin. Estábamos todos
tumbados sobre una alfombra, en un chalet de las afueras. Me di cuenta de que
tenía algo en el cuello que me hacía sentir incómodo.

—Ni te molestes, ya lo he intentado, no vas a poder quitártelo —dijo Jongin desde el


sofá.

—¿Cuándo te has despertado? —le pregunté.

—Hace 5 minutos —contestó.

Vi que el reloj señalaba las 10, sólo habíamos dormido poco más de cuatro horas.

—¿Por qué no nos has despertado? —sacudí a Luhan, que estaba a mi lado.
—No hay manera —dijo, con la cara inexpresiva—. Espera un rato y ya se
despertarán.

Y en efecto, todos empezaron a volver en sí después de un rato. Taozi se agarró la


cabeza con una mano y se incorporó, luego se dirigió tambaleándose hacia el baño.
Chanyeol iba dando voces diciendo que su móvil y su mochila no estaban.
Baekhyun dio un grito ahogado al ver lo lujoso que era el chalet, y empezó a
quejarse de que tenía sed y quería beber agua. Sehun le preguntó algo a Luhan en
voz baja, entonces Luhan frunció el ceño y negó con la cabeza, presionándose las
sienes con los dedos. Yixing estaba intentando desesperadamente quitarse el anillo
de metal que llevaba en el cuello, me acerqué y le acaricié la cabeza, diciéndole que
dejara de intentarlo.

El salón era extraño. Había una combinación de colores que no pegaban entre ellos,
un espejo enorme en la pared de al lado de la puerta, dos máquinas Dance
Revolution en una esquina del salón y… un cubo de rubik colgando de una caja
fuerte al lado de las escaleras.

—¿Qué está pasando? —preguntó Joonmyun, acercándose a mí y a Jongin. Negó


con la cabeza, respiró hondo y se arregló el pelo, que llevaba despeinado. Jongin
siguió sentado en el sofá, mirando a la puerta principal, que estaba cerrada.

—Esa puerta está protegida con contraseña —dijo.

—¿Qué? ¿Nos han secuestrado? —preguntó Baekhyun, mirando a su alrededor con


expresión horrorizada. Se puso a revolver a su alrededor buscando su móvil pero no
lo encontró.

—Desde el momento en que nos subimos a esa furgoneta supe que había algo
sospechoso—dijo Luhan—. Pero ahora ya es muy tarde para decir nada.

—Cómo es posible que nos pase algo así cuando acabamos de aterrizar en
América… —dijo Chanyeol con expresión cansada.

—A lo mejor es cosa de alguna fan loca —a Baekhyun se le iluminó la mirada — que


nos está gastando una broma.

Todos se quedaron callados, evidentemente nadie se creía esa teoría.


—Espero que sea eso —dijo Joonmyun, apoyando la cara en sus manos.

De repente, Taozi señaló la pared que teníamos detrás y gritó: —¡Mirad, ¿qué es
eso?!

En la pared de al lado del espejo, aparecieron un montón de palabras en inglés. La


caligrafía era muy mona, aunque el contexto no lo era en absoluto.

“Queridos chicos:

Bienvenidos a Paraíso Blanco, la casa más mágica de Los Ángeles.

Vamos a jugar a un juego.

Será mejor que sepáis lo siguiente:

No intentéis salir de la casa, eso está fuera de vuestras posibilidades.

Lleváis un anillo mágico en el cuello y en él hay un pequeño cuchillo. Si rompéis las


reglas, recibiréis un pequeño castigo.

Tenéis que dividiros en dos equipos. Los dos chicos que estén más cerca de la
puerta en estos momentos serán los capitanes. Ambos capitanes elegirán al primer
miembro de su equipo, y aquellos a los que elijan elegirán a su vez al siguiente
miembro. Así sucesivamente, hasta que no quede ninguno.

El juego es muy simple, y sólo hay dos reglas:

1. Después de 48 horas, sólo un chico debe seguir vivo en esta casa.

2. Los dos últimos chicos que queden vivos deben pertenecer al mismo equipo.

Mucha suerte, mis queridos chicos. Os deseamos la mejor de las suertes.

Vuestros anfitriones.”

—¿Qué dice, duizhang? —me preguntó Taozi.


Aún no me había repuesto cuando el contador que había sobre la puerta mostró de
repente una serie de números.

47h 59m 59s

[exo fanfic trans] 48 horas - capítulo 3


48 Hours: 3 / 21
traducción ing-esp, kris centric, 1564 palabras, vvpp
"después de 48 horas, solo un chico seguirá vivo en esta casa"

(t/n): beteado por mi salvadora darkkaya y dedicado al completo a mi tonchin que es la


enabler de la traducción LOL saranghae~ / si reposteáis sin permiso cualquier cosa que
tenga que ver con este fic exo nunca hará comeback y moriréis a manos de hordas de fans
encolerizadas, sankyu <3

Era una cuenta atrás. Los números seguían disminuyendo. Mientras veíamos cómo el
tiempo pasaba, segundo a segundo, la habitación fue quedándose en completo silencio.
—Están intentado decirnos… que no podemos salir de aquí. Y que dentro de estos anillos
metálicos hay unos cuchillos escondidos —dijo Chanyeol, y su cara se volvió pálida.

—Cuando hayan pasado dos días, sólo uno de nosotros puede seguir vivo —dije, y me
quedé mirándolos a todos, sus expresiones eran de pánico.

—Además, tenemos que dividirnos en dos equipos. Los dos últimos que queden vivos
tienen que pertenecer al mismo equipo —explicó Luhan—. Si violamos las reglas —dijo,
mientras se señalaba el cuello—, probablemente ese cuchillo que hay escondido en los
anillos cumplirá su función.

Todos se quedaron callados, el único sonido que se oía era el del contador, cuyos números
seguían disminuyendo.

—Cómo nos vamos a separar en equipos… —dijo Jongdae en voz baja—, las dos personas
que estén más cerca de la puerta en este momento son los líderes. Ellos empiezan a elegir
miembros, al que ellos elijan escogerá al siguiente miembro y así sucesivamente, hasta que
todos estemos en un equipo o en otro.

Nos volvimos todos a mirar a las personas que estaban más cerca de la puerta: Minseok y
Zhang Yixing.

—¡Esto es una locura! ¡Seguro que es una broma de las fans! —dijo Minseok, negando con
la cabeza, y después cogió una silla y la lanzó con todas su fuerzas contra el cristal de la
ventana.
El cristal parecía blindado y no se hizo ni una grieta, sin embargo, Minseok, que estaba de
pie junto a la ventana, se derrumbó de repente. Chanyeol se acercó corriendo para ver qué
le pasaba y dio un grito, cayendo a un lado. Una gran cantidad de sangre carmesí había
empezado a brotar del cuello de Minseok, y se estaba formando un gran charco
rápidamente bajo su cuerpo y los pies de Chanyeol.

Yo me dejé caer en el sofá, todos habían perdido esa fingida calma que intentaban mantener
y en la habitación reinaba el caos. Baekhyun gritaba, había subido corriendo al segundo
piso del chalet. Jongin se tropezó con la mesa del café y cayó al suelo, las caras de Luhan y
Yixing estaban más blancas que el papel mientras veían la escena que tenían delante, sin
poder articular palabra. Sehun intentaba sobreponerse a las arcadas que lo hacían sujetarse
fuertemente el estómago.

Jongdae fue el que reaccionó de manera más histérica. No sólo se acercó corriendo a
abrazar a Minseok, sino que también le dio la vuelta, y con esto todo el mundo pudo ver
claramente el cuchillo que había salido del anillo y el profundo corte rojo. El pánico se
apoderó de ellos y los gritos cada vez eran más fuertes, incluidos los míos, tal vez.

—¡¿Pero qué es esto?! ¡¿Qué es lo que queréis hacer con nosotros?! —vociferó
Jongdae.Luego se puso en pie y salió disparado hacia la puerta principal, y empezó a
golpear el panel con el teclado para introducir la contraseña. Kyungsoo y Joonmyun se
acercaron corriendo a intentar detenerlo, pero Jongdae no paraba de sollozar mientras
probaba todo tipo de combinaciones numéricas que abrieran la puerta…

—Te quedan dos intentos —se oyó una voz mecánica desde el panel. Jongdae seguía
intentándolo, frenético.

—Te queda un intento —dijo la voz de nuevo.

—¡Para ya! —gritó Jongin desde atrás.

—No has tenido suerte, adiós.

Todos se quedaron paralizados por un segundo, hasta los chillidos histéricos de Jongdae se
detuvieron. Cayó redondo al suelo, e inmediatamente se formó un charco de sangre
alrededor de su cuerpo.

La casa se sumió en un silencio lúgubre, a excepción del sonido de la sangre derramándose.

—¿Jongdae? —Chanyeol dio un paso al frente y lo llamó en voz baja. Miró al panel de la
contraseña, y luego a su compañero caído, incapaz de creerse lo que acababa de ver.
—¡¿Por qué íbamos a morir por intentar desbloquear la contraseña?! —Chanyeol se dio la
vuelta para mirar a todos, su expresión era de extenuación—. ¡¿¡Por qué?!? —rugió, su voz
profunda se oyó por toda la casa—. No —susurró después—. Quiero salir de este lugar…
—observó a su alrededor, entró a la cocina, se subió a la encimera y empleó toda su fuerza
en abrir la ventana del techo de la cocina. Yo fui corriendo hacia él y lo hice bajar—.
¡Suéltame! —me empujó con todas sus fuerzas y me gritó—: ¡No quiero morir aquí!
¿¡Cómo estás tan seguro de que no podemos romper esta ventana y…?!

Volví a acercarme unos pasos, y le di una sonora bofetada para calmar su ataque de histeria.
Se quedó callado de inmediato.

—¿Tantas ganas tienes de morir? —le pregunté, mirándole fijamente.

—Por ahora no tenemos ninguna prisa —me acerqué a él y le quité la sartén que había
cogido para romper el cristal de la mano. Con la mirada fija en el suelo, volví al salón.

No recuerdo cuánto tiempo estuvimos ahí de pie, pero pareció una eternidad.

Después de que el contador se redujera otra media hora, Joonmyun rompió el silencio.

—Vamos a buscar un sitio oscuro y fresco para dejarlos —dijo, mientras miraba a los dos
miembros que yacían en un gran charco de sangre.

Todos se levantaron y se pusieron a buscar por el chalet sin saber exactamente qué era lo
que buscaban, el sonido de las pisadas sustituyó cualquier otra forma de comunicación.

—Aquí hay un sótano —dijo Sehun, mientras abría una pequeña puerta.

El sótano tenía unos dos pisos de profundidad. No había luz y hacía mucho frío. Al fondo
del mismo había una puerta, pero estaba bloqueada. Parecía una especie de garaje.
Joonmyun y Kyungsoo cargaban con el cuerpo de Jongdae, y Luhan y yo llevábamos a
Minseok, y nos pusimos a investigar el lugar.

No había mucho espacio porque había muchos muebles amontonados en el sótano. A medio
camino, noté que mi rodilla golpeaba algo parecido a una estructura metálica, que se movió
un poco, pero ni me molesté en comprobar lo que era.

—¿Dónde los dejamos? —preguntó Kyungsoo.

—Tan al fondo como podamos —contestó Joonmyun.


Al volver del sótano, vi a Yixing y a Jongin arrodillados en el suelo, limpiando las manchas
de sangre. Para cuando todo se calmó un poco, el contador ya marcaba 46 horas y 32
minutos.

—¿Y ahora qué? —Jongin se limpió las manos y preguntó en voz alta, como si nos
preguntara a todos pero haciéndose la misma pregunta a sí mismo.

Miré las reglas del juego de la pared, que seguían inmutables.

—A lo mejor —lo cierto es que estaba tartamudeando al hablar por primera vez desde que
habíamos llegado a la — deberíamos… deberíamos separarnos.

Todos me miraron, y entonces se giraron para mirar a Joonmyun. Todos sabíamos en lo


más profundo de nuestro ser lo que aquello significaba.

Joonmyun me miró fijamente, con una expresión mortificada. Entonces miró al contador: el
tiempo seguía corriendo, pero el juego no había empezado aún.

Lo miré, y en mis ojos había una pregunta: “¿Es esto lo correcto?”

“No lo sé… ¿pero qué sería correcto hacer en esta situación?”, Joonmyun me miró.

“¿La única manera de sobrevivir es siguiendo las reglas?”

“Probablemente… ¿no es eso lo que nos han enseñado desde pequeños?”

Lentamente, Joonmyun bajó la mirada.

Unos minutos después, levantó la cabeza con dificultad, mirando en silencio a las dos
personas que estaban más cerca de la puerta, Yixing y Chanyeol.

—Vamos a dividirnos.

Los dos se pusieron de pie en silencio y se dirigieron hacia cada una de las dos alfombras
que había en el centro del salón, una verde, otra azul.

De pie sobre la alfombra azul, Yixing levantó la cabeza y miró a Chanyeol.

—¿Quién elige primero? —preguntó.

—Decidámoslo como siempre —le contestó Chanyeol, sonriendo.


Los dos contaron hasta tres y sacaron una mano al frente al mismo tiempo.
Lamentablemente, Yixing nunca tenía suerte cuando se trataba de este juego.

Chanyeol dudó durante más de 10 segundos mientras miraba a todos los miembros de
EXO-K.

—Jongin —dijo finalmente.

Jongin se levantó del sofá y se puso a su lado. Pareció que se estrechaban la mano detrás de
la espalda.

—Kris.

Yixing dijo mi nombre en cuanto Jongin se puso al lado de Chanyeol, como si lo hubiera
tenido claro desde el principio. En ese momento vi cómo los ojos de Luhan se oscurecían
un poco.

Me puse de pie y me quedé al lado de Yixing. Jongin se quedó mirándonos a ambos. Con la
cara inexpresiva, dijo un nombre que nadie esperaba y que nos dejo atónitos:—Luhan.

Noté como Yixing me aferró la mano de repente, como si lo hubiera atravesado una
corriente eléctrica.

El ambiente se volvió tenso. Luhan frunció el ceño, sin levantarse de donde estaba. Tras un
momento de silencio, se dirigió lentamente hacia el lado de Jongin.Miré a Jongin y le
pregunté:

—¿Por qué?

No me devolvió la mirada.

—Porque sin Luhan nunca ganaréis —dijo, levantando la barbilla—. Además, no quiero
que estéis hablando siempre en chino y que nadie de mi equipo entienda nada.

Había infravalorado su sangre fría. Sacudí la cabeza y me reí de él, antes de gritar:

—¡Oh Sehun, ven aquí!


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PD: Hay una situación que me resulta graciosísima en este capítulo y que ha dado lugar a
una anécdota con mi tonchin en la que casi me muero de risa por la calle... a lo mejor la
cuento en los comments pero LOL btw ya empieza a ponerse la cosa chunga chunga en este
capítulo... y mi joonmyun que es un //santo// angelito mío... ;___;

[exo fanfic trans] 48 horas - capítulo 4


48 Hours: 4 / 21
traducción ing-esp, kris centric, 2529 palabras, vvpp
"después de 48 horas, solo un chico seguirá vivo en esta casa"

(t/n): beteado por mi salvador darkkaya y dedicado al completo a mi tonchin que


es la enabler de la traducción LOL saranghae~ / si reposteáis sin permiso cualquier
cosa que tenga que ver con este fic exo nunca hará comeback y moriréis a manos
de hordas de fans encolerizadas, sankyu <3

Esa fue una de las pocas veces en mi vida que había decidido vengarme por algo,
sin embargo, evidentemente me había equivocado escogiendo al objeto de mi
venganza. Las consecuencias serían insoportables.
—Tao —dijo Luhan tras unos instantes de silencio, con la cabeza gacha.

Un par de segundos pasaron y entonces Tao saltó:

—¡Joder, Luhan! ¿Por qué tienes que pagarlo conmigo?

—No he pagado nada contigo —de repente, el único idioma que se oía en la casa
era el chino.Los otros parecían tontos, intentando adivinar sobre qué estábamos
discutiendo, aunque creo que no era muy difícil imaginarlo. Desde el momento en
que Jongin había elegido a Luhan, Chanyeol aún no había cerrado la boca.

Luhan levantó la vista para mirar a Tao:—Naturalmente, tengo mis propias razones
para elegirte a ti.

—¡No pienso unirme a vosotros!—la cara de Tao estaba roja de rabia.

—¿Que no te vas a unir? ¿Porque tú lo digas? ¡Joder, ¿crees que yo quiero jugar a
este juego?! —el temperamento de Luhan raramente salía a la luz, ahora su voz
chocaba contra la de Tao.Todos los miembros coreanos los miraban a los dos
gritándose con horror. Kyungsoo le susurró algo a Joonmyun, y entonces éste cogió
a Tao y lo empujó ligeramente, poniéndolo a su espalda. Baekhyun cerró los ojos
con fuerza, como si estuviera a punto de llorar. Chanyeol frunció el ceño y miró a
Baekhyun, probablemente se arrepentía de no haberlo elegido a él el primero.
Cualquiera cosa que hubiera pasado después habría escapado a su control y a sus
expectativas.

—Luhan… —Yixing lo llamó suavemente, y Luhan dejó por fin de discutir. Tao se me
quedó mirando, rojo de frustración hasta el cuello, esperando a que dijera algo.

El grupo que tuviera a Taozi probablemente ganaría, pensé. Seguramente él


también lo sabe.

—Alguien te ha elegido, así que ponte con ellos —le dije con frialdad, en coreano—.
¿O es que ya te has cansado de vivir?

Taozi me miró con los ojos rojos, y las expresiones de los otros miembros parecían
incómodas. No pasaba nada, ya me había acostumbrado a ignorar la incomodidad
de otras personas.

Se me acercó en dos zancadas:—¿Estás seguro de esto? ¿Lo has pensado bien?

—No estoy en posición de pensar en todo esto ahora… —me quedé mirándolo
tranquilamente, y después agaché la cabeza, ignorando la manera en que me
estaba hablando en chino—. Deja de depender tanto de mí, ya te he molestado lo
suficiente.

Se quedó callado durante un largo rato. A lo mejor estaba dolido, o tal vez mi
expresión facial reflejaba mi actitud habitual, la de que nada podía molestarme.

—¿Es eso cierto? ¿O me estás mintiendo? —el estúpido crío se estaba poniendo
serio. Mierda, me regañé a mí mismo mentalmente por complicarlo todo.

—Yo nunca miento —dije.

—Voy a ir con ese equipo, sólo quiero saber si es verdad o mentira —sus ojos se
cerraron, ahora eran sólo dos estrechas rendijas ligeramente enrojecidas. Lo
conocía muy bien, esos ojos se humedecerían en muy poco tiempo, y entonces
empezarían a caer las lágrimas.
Levanté la cabeza y lo miré, y entonces observé la cuenta atrás.—Ya has perdido
demasiado tiempo de todos nosotros.

—¿Y por qué es tan importante no perder el tiempo? ¿Para qué quieres reservarlo?
—como me esperaba, vi cómo las lágrimas empezaban a derramarse de sus ojos—.
¡¿Para matar?! —me gritó.Chanyeol tiró de él inmediatamente hacia atrás,
intentando calmarlo en voz baja, hablándole en coreano. Luhan y Sehun miraban
hacia el suelo, sin palabras, y yo me limpié con calma la saliva que me había
escupido en la cara con sus gritos. Al ver que Chanyeol ya se había llevado a Taozi
a su equipo, le dije a Sehun:

—Venga, siguiente.

Dirigí una mirada al anillo metálico que llevaba Tao alrededor del cuello. Gracias a
Dios, no ocurrió nada.

Sehun levantó la cabeza pesadamente, como si se acabara de despertar de un


sueño muy profundo. No parecía ser consciente de lo que tenía que hacer, y me
miró, confuso.

—Elige a alguien, es tu turno —le indiqué con amabilidad.

Volvió a mirar a los demás con esfuerzo, observó a los miembros que quedaban,
Baekhyun, Joonmyun y Kyungsoo, y luego miró a los miembros que estaban de pie
frente a él: Chanyeol y Luhan. Perplejo, Sehun preguntó:

—Elijo a uno, ¿y después?

El salón se quedó en silencio, podía oír claramente el tic tac del reloj.

Nadie contestó a su pregunta.

Como si le diera pereza, Sehun soltó una risa sarcástica.—En fin —dijo.

Chanyeol y Jongin intercambiaron una mirada, y Yixing me miró a mí sin saber qué
hacer.

Miré al suelo. ¿Qué había hecho?


—Sehun-ah… tienes que elegir a uno… —musitó Chanyeol, ansioso.

Sehun siguió callado, mirando al suelo.

—Si tú no eliges, elegiremos nosotros —dijo Luhan—. Baekhyun —dijo la voz de


Luhan antes de que Sehun pudiera contestar.Vi como Chanyeol, que estaba
enfrente de mí, cerraba los ojos fuertemente, y se agachaba directamente para
apoyarse con las manos en sus rodillas, el pelo le cayó por encima de la frente,
tapándole la cara. Como si se hubiera quemado con algo, Jongin se puso una mano
en la frente y se fue hacia atrás.

Baekhyun fue al lado de Sehun con los ojos entrecerrados. Yixing me lanzó otra
mirada de confusión, supongo que se arrepentía de haberme elegido.

—Tu turno —le dije a Taozi. Sus ojos parecían un estanque de agua calma, había
perdido las ganas de molestarse en lo más mínimo por mí.

Kyungsoo y Joonmyun se miraron el uno al otro, con expresión frustrada, y se


pusieron a discutir algo en voz baja.

—Da igual —sonrió Joonmyun, amargamente—, no es como si nos hubiéramos


vuelto enemigos o algo así, aún podemos pensar en algo juntos… Ya que Kris está
en ese equipo, yo iré al de Chanyeol —me miró, como pidiéndome mi opinión.

—Por supuesto. No hay problema —asentí inmediatamente.Entonces, Joonmyun y


Kyunsoo se dirigieron al lado de Taozi y Baekhyun respectivamente.

La alfombra verde y la azul tenían cada una 5 personas encima. Miré hacia Luhan y
Taozi, y de repente mi corazón se llenó de tristeza. Agaché la mirada, esperando
que esa tristeza no se me reflejara en la cara.

Luhan estaba mirando al suelo, imagino que no podía soportar mirar hacia donde
estaban Yixing y Sehun mirándolo a él. Taozi estaba mirando fijamente en dirección
a la puerta de la casa, probablemente deseando salir por ella e ignorarme para
siempre.

Pero Taozi, estoy seguro de que si consigues salir por esa puerta, me perdonarás.
Eso es todo, pensé. Parecía que mi memoria se iba emborronando por momentos…
En mis vagos recuerdos veía incluso cómo Yixing se acercaba a darle unas
palmaditas en el hombro a Luhan. Chanyeol, Jongin y Baekhyun se abrazaron
fuertemente; Joonmyun se sentó a un lado y nos miraba a todos, pensativo; y Sehun
se quedó agachado en una esquina, atónito. Luhan se dio cuenta, pero nunca se
acercó a él.

Si hubiera sabido en ese momento que todo lo que estaba pasando ante mis ojos
era el único recuerdo exclusivo que me quedaría, me hubiera esforzado en abrir los
ojos al máximo para mirarlos a todos y cada uno de ellos. Sacrificaría cualquier cosa
si pudiera volver a ese mismo momento.

El equipo de Jongin y Chanyeol ocuparía el piso de arriba, así que nosotros nos
quedamos en la planta baja. Aunque sólo había un dormitorio en la planta baja, por
suerte teníamos un cuarto de baño y la cocina. Además, nadie tenía ganas de
dormir en esa situación.

Por otro lado, teníamos un problema mucho más grave: no había agua.

No había agua potable por ningún sitio, incluyendo los grifos del baño y de la cocina.
La tapa de la cisterna del inodoro estaba sellada, y el agua que salía de ella había
pasado por un proceso de desinfección con una especia de espuma limpiadora, así
que el agua, azul y espumosa, no inspiraba mucha confianza. Al menos teníamos
sándwiches y pan en el frigorífico que podría durarnos los dos días.

Obviamente no teníamos ni idea de qué había en el segundo piso, ni si tenían


provisiones o agua. Aunque no habíamos delineado estrictamente el territorio de un
equipo y otro, era mejor que no nos molestáramos entre nosotros. Si sólo había una
cocina en toda la casa, lo único que podía decir era… buena suerte. Compartir la
comida era algo completamente habitual entre nosotros en el pasado, pero ahora…
ya no estaba seguro.

Una hora y media después de medianoche, éramos 5 personas sentadas o


tumbadas en una habitación de unos 20 metros cuadrados. Todos estábamos
exhaustos, pero ninguno dormía.

—¿Qué hacemos? —preguntó Kyungsoo.

—Nada —contesté.
—¿Y entonces para qué has sugerido que nos separáramos en equipos? —me
preguntó, mirándome fijamente.

Me quedé callado. Baekhyun le dio un tironcito en la camiseta y dijo:—Ha sido


Joonmyun el que lo ha propuesto.

—No es verdad —dijo Kyungsoo mirando al suelo—. Ha sido él. Joonmyun sólo ha
seguido su consejo.

Lo sabía. Sabía que yo era el principal culpable de cómo habían quedado los
equipos. Escuchar ahora cómo alguien me lo reprochaba era normal.

—¿De qué sirve discutir sobre esto ahora? —preguntó Sehun, poniendo los ojos en
blanco—. Si tenías una opinión diferente, ¿por qué no la has dicho antes?

Kyungsoo miró a Sehun:—Ni siquiera tú dijiste lo que pensabas, ¿por qué iba a
hacerlo yo?

—Podríais dejar de discutir ya… —dijo Yixing, cansado—. Ya estamos separados,


más nos vale no pelearnos también entre nosotros…

Kyungsoo miró a Yixing y dijo:—Tú eres el líder. Tenemos que obedecerte.

—¿Obedecerme? —Yixing sonrió sarcásticamente—. Simplemente resultó que


estaba más cerca de la puerta, eso es todo.

Sehun miró a Yixing, y luego me miró a mí.—A mí me da igual.

Baekhyun se escondió detrás de Sehun, y se tumbó en la cama:—Kris es el más


mayor, y además ha sido el líder de M durante mucho tiempo. Le obedeceremos a
él.

Nadie dijo nada durante un rato. Sinceramente, el papel de líder… nunca me


interesó.

Pero Yixing me dio un toquecito. Me di la vuelta y vi su pelo despeinado, sus ojos


que me miraban esperando que dijera algo. Esa sensación era como si la persona
en la que más confías te vendara los ojos y te llevara al borde de un precipicio, sólo
para decir con la voz llena de esperanza: "¡Venga, abre la puerta! Ya estamos en
casa".

Me volví para mirarlos a todos.

—Habiendo debutado en el mismo grupo hace tanto, aunque en realidad no haya


sido tanto el tiempo que hemos pasado juntos, aún podemos trabajar unos con
otros, como hacíamos antes, ¿verdad? Antes cooperábamos por ganar más
popularidad. Ahora… es por sobrevivir, la motivación es más fuerte —dije,
sonriendo.

—Pues sí que era fuerte tu motivación por ganar fama —dijo Sehun—, teniendo en
cuenta las interacciones entre Kris Duizhang y los demás miembros.

Estuve callado unos segundos, y entonces respondí:—No suelo mostrar intimidad


con otras personas.

—¿Ah, no? —preguntó, con un atisbo de agresividad.

Me moví, sentándome más cómodamente, y continué:

—A lo mejor a veces sí, lo admito. Pero hablando de eso, ¿quién eres tú para
reprocharme nada? ¿Es que cuando actúas de forma íntima con los demás no te
das cuenta de que la gente está mirando y haciendo fotos?

Sehun se me quedó mirando, sorprendido.

—Pues claro que sé que nos están mirando, lo hago precisamente por eso, ¿me has
visto interactuar íntimamente con los demás en privado?

Era una pregunta de lo más estúpida. Todos los demás pusieron los ojos en blanco.

—¡Pero si no soy gay! —añadió, quedando como más tonto aún. Aunque nadie tenía
el ánimo como para meterse con él por eso en una situación como esa.

—¿Qué estarán haciendo? —Yixing señaló al techo, aunque su mirada no se apartó


de la ventana.
—Probablemente el líder Joonmyun habrá montado una reunión —dijo Kyungsoo,
aturdido.

—Chanyeol estará armando un escándalo, pero siempre estará de acuerdo con el


líder —Baekhyun también parecía aturdido—, y Jongin seguramente ya se habrá
quedado dormido, aburrido por la conversación.

—En cualquier caso —dijo Yixing—, estarán discutiendo qué hacer con nosotros.

—A lo mejor no —dije—. A lo mejor su tema de conversación es tan aburrido como


el nuestro.

—Dime, si en lugar de haberte elegido a ti hubiera elegido a Luhan, ¿cuál sería la


situación ahora? —me preguntó Yixing, dándome un pequeño codazo.

—Estaría en su equipo, pensando en cómo matarte a ti el primero —dije, mirando al


techo.

—¿Por qué yo? —me preguntó Yixing, cambiando al chino de repente.

—Porque prefiero hacer las cosas difíciles primero —contesté.

Se quedó muy quieto durante dos segundos, y entonces me dio un empujón,


expresando su alegre protesta.

—Tengo sed —dijo Sehun de repente. Se puso de pie, haciéndonos saber que
quería salir de la habitación.

—No hay agua, ya lo he comprobado —dije—, ni siquiera de los grifos del baño y la
cocina. A no ser que quieras subir al piso de arriba y preguntarles si tienen agua…

—¿Hay agua en el florero del salón? —preguntó Baekhyun.

—¿Te has vuelto loco? —contestó Yixing con otra pregunta.

—La sed es lo que me ha vuelto loco —dijo Baekhyun—. Si la flor puede bebérsela,
yo también.
—Pues ve a mirar —le dije a Baekhyun—. Pero no enciendas las luces, no quiero
que los otros se den cuenta. Si tiene agua, trae el jarrón aquí.

—De acuerdo —se puso en pie con esfuerzo y salió por la puerta.

Apenas un minuto después, los gritos de Baekhyun nos sacaron de nuestro sopor.
Fue un grito penetrante que venía del salón:

—¿¡Quién eres?! ¡¡No te acerques a mí!!

Inmediatamente después oímos un fuerte ruido, de cómo algo se caía y se rompía


en pedazos.

—¿¡Pero qué pasa?! —Sehun se incorporó rápidamente.

—¡Deprisa! —todos salieron corriendo hacia la puerta, pero antes de que pudieran
abrirla siquiera, se oyó un grito otra vez, seguido por el sonido de algo que se
arrastraba.

Abrí la puerta pero la oscuridad era absoluta. Otro grito desgarrador de Baekhyun
nos indicó la dirección que debíamos seguir, y cuando llegamos vi cómo una
persona sostenía algo y lo hundía en el cuerpo de otra persona, que estaba tirada
en el suelo… todos lo vimos.

Los del piso de arriba bajaban a toda prisa por las escaleras. Las luces se
encendieron, Jongin estaba al lado del interruptor.

Mi visión se dirigió inmediatamente al espejo roto que había junto a la puerta de la


casa, y a Baekhyun, que estaba hecho un desastre. Justo a su lado había una
persona tirada en el suelo, cubierta de manchas de sangre y con un trozo del espejo
roto clavado profundamente en el pecho.

Esa persona era Joonmyun.

[exo fanfic trans] 48 horas - capítulo 5


48 horas: 5/21
traducción ing-esp, 4051 palabras, vvpp
"después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa"
(n/t): estos capítulos los beteo yo misma porque ya hace mucho que los traduje y
puedo ver mis propios errores después de tanto tiempo... y vaya que si los hay ;~;
¡Me ha llevado casi más tiempo corregirlo que traducirlo en su momento! Espero que
todo haya quedado bien y comprensible, porque este capítulo es larrrrgo. ¡Que lo
disfrutéis!

—¡¡Líder!! —Chanyeol estaba boquiabierto, bajó corriendo las escaleras, se arrodilló


en el suelo y observó a Joonmyun con impotencia. Jongin también se acercó
corriendo y levantó la cabeza del líder para apoyarla sobre su regazo, e intentó
detener la sangre que no paraba de brotar de su pecho utilizando sus manos; había
un trozo de cristal roto clavado en el costado derecho de Joonmyun, éste sólo
jadeaba sin poder articular palabra—. ¡Líder! ¡Líder, no puedes morir! —gritaba
Chanyeol mientras veía como la respiración de Joonmyun se iba haciendo cada vez
más débil.—Yo… yo… Líder... ¿Por qué...? —balbuceó Baekhyun.Jongin levantó la
cabeza silenciosamente para mirar a Baekhyun, entonces nos miró a nosotros,
Chanyeol empujó bruscamente a Baekhyun y dijo mientras se le caían las
lágrimas:—¡¿Pero qué has hecho?! —en ese momento, Baekhyun empezó a
sollozar también y a negar con la cabeza continuamente.Yixing se agachó y sujetó a
Baekhyun por los hombros: - Tómate tu tiempo para hablar, y cuéntanos qué ha
pasado.—Salí a buscar agua —dijo Baekhyun desesperado.—Eso ya lo sé, ¿y
después? —preguntó Yixing.—Pasé por al lado del sofá y vi a alguien…. Llevaba
una gorra, estaba de pie junto al espejo con un cuchillo… y una linterna… —
Baekhyun no paraba de tartamudear—. Me miró y se puso el cuchillo al lado de la
cara, y empezó a acercarse a mí… —Baekhyun empezó a llorar—. Entonces…
entonces… alargó la mano hacia mí… así que lo empujé… —dijo—, se cayó de
espaldas y el espejo se rompió.—¿Y entonces lo asesinaste? —preguntó Tao.—¡No!
¡No! ¡Yo no quería! ¡No quería! —nos miró con desesperación a cada uno de
nosotros—, estaba tirado en el suelo y susurró algo que no pude entender… —a
Baekhyun le costaba recordar lo que había visto cuando la habitación estaba a
oscuras—. Entonces… entonces se arrastró hacia mí y me cogió la mano…Nadie
dijo ni una palabra, lo que venía después ya lo tenían claro como el agua, Baekhyun
había cogido un trozo del espejo roto y lo había apuñalado.—Líder…—Sehun y
Kyungsoo se acercaron también, nosotros no nos movimos, dejándoles espacio.Sin
embargo, la respiración de Joonmyun se había acelerado, hacía tiempo que no
podía hablar y simplemente negaba con la cabeza sin parar. Nos miró a todos y de
repente se agarró a las manos de Jongin, como si quisiera decir algo.Al fin, le cayó
una lágrima, y su respiración se paró.Posiblemente fueran lágrimas de frustración,
ya que como pude ver, no había ningún cuchillo en el suelo, sólo un
destornillador.Luhan cogió el destornillador y un tornillo que se había caído del
espejo roto, y miró a Baekhyun.—El cuchillo del que estabas hablando
probablemente fuera esto. Antes de subir al piso de arriba hoy, Joonmyun me
comentó que sospechaba que había un dispositivo de escucha detrás del espejo —
continuó Luhan—, no nos dijo nada y bajó a comprobarlo él solo.—¿Y por qué no
nos lo habías dicho? —Jongin le dirigió una mirada que irradiaba rencor, y Luhan no
sabía qué decir.—¿Y cómo iba a saber Luhan que Joonmyun iba a bajar sin decir
nada? ¡No puedes echarle la culpa! —el tono de Tao seguía siendo el de alguien
que no piensa antes de hablar.—¡Fue él quien le sugirió a Jooonmyun que no
encendiera las luces, lo que llevó a que Baekhyun se confundiera!—¡Eh! —dijo Tao
mientras se estiraba las mangas—, todo esto lo ha causado Baekhyun, no tienes
razones para culparnos, ¡al fin y al cabo es Baekhyun el que no confía en nosotros,
y piensa que saldríamos a matarlo en medio de la noche!—No es eso…—dijo
Baekhyun sollozando—, pensaba que sería el pervertido que nos ha metido
aquí…—Si Baekhyun es culpable o inocente no te corresponde a ti decidirlo —
Chanyeol miraba al suelo y no a Tao mientras hablaba—, el líder lo perdonaría,
siempre que no fuera intencionado.—Por supuesto que no es cosa mía —los ojos de
Tao enrojecieron otra vez—, de todas formas ninguno de vosotros quería estar en el
mismo equipo que yo.—¡Huang Zitao, deja de hablar ahora mismo! —gritó Luhan en
chino.—Si tenías tanto problema con estar en este equipo, podrías haberlo dicho —
comentó Jongin mientras se levantaba—, no te necesitamos.—¿Crees que no lo
dije? —los ojos de Tao tenían un brillo amenazador y se adelantó unos pasos.—
¿Quieres pelea? —Jongin estaba furioso.—¿Piensas que podrías ganarme? —Tao
inclinó la cabeza y observó a Jongin.—Ya basta —dije fríamente.Kyungsoo ayudó a
Baekhyun a levantarse, con la cara cubierta de lágrimas, y se giró para mirar otra
vez a Joonmyun; Yixing se acercó para separar a Tao de Jongin. Tao miró a Yixing y
éste negó con la cabeza.La mirada de Chanyeol no se apartaba de Baekhyun y
parecía que Jongin hubiera echado raíces, no hacía ademán de moverse.—Esto
también es parte del juego —le dije a Jongin.Luhan nos miró a los dos antes de
adelantarse a por Jongin:—Vamos a llevar al líder al sótano.Nos dejó a ambos con
una expresión de rivalidad, Jongin se dio la vuelta y con ayuda de Chanyeol, levantó
a Joonmyun para llevárselo al sótano. Luhan fue corriendo a ayudarles a abrir la
puerta.Kyungsoo se agachó para limpiar la sangre y recoger los pocos trozos del
espejo que quedaban contra la pared, que reflejaban perfectamente nuestras caras.
Nos estábamos segregando lentamente.Todo volvió a calmarse. Chanyeol y los
demás volvieron del sótano, y yo fui a por Luhan.—¿Hay agua en el piso de arriba?
—le pregunté.Negó con la cabeza, impaciente.—Lo he comprobado, ni siquiera hay
agua en el baño. Sólo hay un montón de licores, de todas las clases.¿Licor? Bueno,
ponerme borracho no me parecía tan mala opción, para cuando quisiera estar sobrio
otra vez a lo mejor el contador ya habría llegado a cero.—Nosotros tenemos comida
—le dijo Yixing a Luhan, yo me quedé mirando a Yixing, intentando tragarme mis
preocupaciones.—Ah, ¿en serio? —Luhan agachó la cabeza y se quedó callado.—
¿Tienes hambre? —le preguntó Yixing a Luhan, con la voz muy seria.Sólo hacía un
par de años, a Yixing le pidieron que perdiera peso para prepararse para el debut y
lo sometieron a una dieta muy estricta, y un día Luhan había robado un paquete de
ramen instantáneo, en ese momento le dijo “debes de estar hambriento” con el
mismo tono.Algunas cosas, aun inconscientemente, se convertían en
costumbre.Luhan levantó la cabeza y miró fijamente a Yixing mientras éste le
agarraba la mano y se lo llevaba corriendo a la cocina. Yo les seguí rápidamente, y
vi a Yixing abrir el frigorífico para coger un sándwich.—Sólo hay fríos, cómetelo
aquí, rápido.Luhan miró a Yixing, cogió el sánwich y empezó a devorarlo. Se obligó
a sí mismo a masticar y tragar apresuradamente, con una sonrisa que hacía mucho,
mucho tiempo que no veían.Esa estúpida sonrisa.—¿Quieres otro? —Yixing señaló
al frigorífico.—No, ya está bien —Luhan se limpió la boca—. Si no subo rápido
empezarán a sospechar—Luhan volvió la cabeza para mirarme—. Gracias —
dijo.Aunque al fin y al cabo él no tuviera una relación tan estrecha conmigo,
encontré que las gracias eran innecesarias, sólo era un sándwich… Aún así le debía
muchas comidas.—¿Queréis que le lleve uno a Tao…? —fijó su mirada en mí.—
Olvídalo, es demasiado arriesgado —dudé por un momento antes de seguir
hablando—. Además, no sería la primera vez que se obliga a no comer —dije
mientras recordaba sus ansias de comer patatas fritas cada noche en los dormitorios
después de estar todo el día sin comer.—Entonces me voy —Luhan le dio a Yixing
unas palmaditas en el hombro, y se fue asintiendo con la cabeza hacia mí a modo
de saludo antes de subir las escaleras, dejándonos a mí y a Yixing en la cocina.La
noche era oscura, dependía de la luz que la luna le prestaba, y a mí me parecía
haber vuelto al invierno de hacía 5 años, en el festival de primavera.Por aquel
entonces, Yixing estaba exactamente de la misma manera, de pie en la cocina,
iluminado por la tenue luz de la luna, y presumía de las expectativas y las
esperanzas que se había traído consigo a Corea y cuánta gente había ido a
despedirlo.—El director de mi instituto contó en la asamblea que había venido a
Corea y que ahora tengo mi propio tieba (*foro en la red social china Baidu/como
una página en Facebook para darle a “me gusta” en plan famoso) —dijo satisfecho y
seguro de sí mismo, sonriendo con esos hoyuelos suyos—. ¡Definitivamente voy a
volverme muy famoso, y si no, no voy a volver!Su yo de antes era alguien que no
paraba de parlotear, al contrario que la persona silenciosa y callada que era
ahora.—No soy como tú, que ya has nacido siendo así de elegante, ni como los
otros que pueden controlar muy bien las cosas que hacen —agachó la cabeza—, así
que tengo que tener éxito en algún aspecto, no, tengo que ser el mejor para ser más
exactos.—¿Cuántas personas han ido a despedirte? —le pregunté.Se puso los
dedos bajo la barbilla en gesto pensativo y dijo:—Mi padre, mi madre, mis abuelos,
la gente de la sociedad de artes liberales de mi colegio, mis compañeros de clase
también vinieron a despedirme, mi profesor particular, el profesor Oh que nos
enseñó a cantar a mí y unos cuantos chicos más…—¿Y cuánta gente crees que se
despidió de mí? —le dije sonriendo.—No me digas… ¿más que a mí? —dijo,
haciendo un mohín.Bajé la cabeza, sonreí y negué.—Nadie.Para ser sincero, no
quería hacer ver que yo era tan patético, sólo quería bromear.
Yixing practicaba el baile como loco, era el primero en llegar por la mañana y el
último en irse. Bailaba incluso cuando los demás estaban durmiendo o comiendo
juntos, cuando la gente se relajaba y disfrutaba del poco tiempo libre que tenían, él
seguía bailando. La gente que lo rechazaba no tuvo más remedio que empezar a
darse cuenta de que él, un trainee chino, practicaba más que nadie y sudaba mares
en el estudio con el pelo despeinado y soportando una presión increíble.

—A Yixing-sunbae le encanta bailar —dijo Chanyeol, que iba a la misma clase que
yo.

—Está realmente desesperado por debutar —le dijo Kyungsoo a Joonmyun al oído,
y yo lo oí accidentalmente cuando pasé por su lado.

En invierno del 2010, algunas cosas cambiaron, se volvió aún más callado, y una
vez entré al baño y encontré una botella de vino y a un Yixing muy borracho. Yixing
solía ser muy precavido y evitaba por todos los medios romper las normas. Levantó
la cabeza y me vio, y empezó a reírse.

—¿Crees que todo esto es una tontería?

Le quité la botella, me senté y yo mismo empecé a beber.

—He roto con ella —dijo.

—Sólo es una ruptura, algo que sabías que iba a pasar más tarde o más temprano
—dije.

—He estado bailando hasta el punto…en que lo he perdido todo… ¿crees que podré
debutar?

Me quedé callado, mirándolo, su cara estaba pálida a pesar de lo que había bebido.

—Si no puedo debutar… no sé qué voy a hacer…—se rió levemente—. Ni siquiera


me he graduado en el instituto.

—Ninguno de nosotros puede volver atrás ahora, yo estoy en la misma situación —


dije, mirando fijamente la botella.

—Cinco años —levantó los dedos—. Me he dado cinco años… si no debuto en cinco
años, volveré a casa.

—¿Volver a casa para qué? —dije.

—Para buscar un trabajo, algo que me dé de comer —sonrió—. Mírame a la cara…


¿crees que tendría éxito como bailarín en un bar?

Lo miré y negué con la cabeza.

—Eso podría hacerlo yo… pero si tú quieres tener alguna oportunidad, necesitarías
cirugía plástica.

—Eh, ¿tú como bailarín? Ese negocio no saldría adelante…

Sonreí mientras lo levantaba del suelo del baño y lo saqué de allí, vi que estaba
lloviznando, aunque no lo suficiente como para que fuera una molestia.

—¿Tienes un cigarro? —me preguntó con los ojos enrojecidos.

—Creía que no fumabas —le dije.

—Dame uno —dijo mientras me metía la mano en el bolsillo para sacar una cajetilla
medio vacía de tabaco. Cogió un cigarro, se lo puso en los labios y volvió a meter la
mano para buscar el mechero. Le llevó una eternidad encenderlo.

—Anda, dámelo —cogí el mechero y le encendí el cigarro, se lo pasé y vi como se


atragantaba al darle la primera calada y se ponía a toser.

Yo también cogí uno y lo encendí. Esa noche, en la que nuestro futuro parecía
impredecible, tampoco sabíamos que sería la mejor de las noches.

Desde la cocina, los ojos de Yixing siguieron a Luhan mientras subía por las
escaleras y volvía a su habitación. Apoyándome contra la encimera de la cocina, vi a
Luhan llegar rápidamente al segundo piso, saludar a Chanyeol y darle unas
palmaditas en las manos a Jongin. En la oscuridad, Chanyeol y Jongin lo
despidieron y se giraron, utilizando una voz que ellos creían que era baja para
continuar con lo que estaban hablando.

—Baekhyun nunca habría hecho una cosa así, no consigo creérmelo —Chanyeol
sacudió la cabeza, hablando con voz segura.
—Él nunca lo habría hecho, pero alguien podría haberle obligado —la voz de Jongin
era suave como el terciopelo.Chanyeol se quedó paralizado unos segundos y abrió
la boca de par en par.—Quieres decir que… ¿Kris…?Jongin le lanzó una mirada
asesina y luego miró a su alrededor.—¿¡Quieres bajar el volumen?!Chanyeol se
tapó la boca y se quedó en blanco unos instantes.—Kris… nunca haría una cosa
así… si tuviera que matar a alguien, probablemente lo haría él mismo.Esto me
conmovió por un momento, alguien que había entrenado conmigo durante tantos
años y que probablemente me había visto recibir incontables sermones y castigos,
era imposible que pensara que yo tendría la habilidad intelectual de enviar a otra
persona a matar a alguien por mí.—¿Y entonces quién podría ser? Es imposible que
Kyungsoo o Sehun le ordenaran a Baekhyun que matara al líder, no me lo creería ni
aunque se hubieran vuelto locos… —susurró Jongin.—Eh~ en comparación —
Chanyeol se quedó pensativo— parece que Kris es el más sospechoso…Me
imaginé su expresión idiota, agaché la cabeza e intenté contener la risa.—¡Ah, sí!
¡También está Yixing! —exclamó Chanyeol como si hubiera visto la luz de repente y
recibió otra mirada asesina de Jongin, que se cubrió la boca y lo riñó en susurros.—
¡Luhan está en la habitación de al lado así que haz el favor de no hacer tanto
ruido!—Además, Yixing… es el líder del equipo —dijo Chanyeol.—El único enemigo
de ese chico es él mismo —dijo Jongin negando con la cabeza. Levantó la mirada
hacia el techo—. Da igual que sea el líder, tú también eres el líder de nuestro equipo
y eres tan inútil como él.Chanyeol agachó la mirada y retorció los dedos, luego
dirigió una mirada dolida a Jongin.—No creo que ninguno de ellos pudiera hacer una
cosa así… —dijo Chanyeol, sus ojos parecían como de cristal—. A lo mejor las
cosas no han sido tan retorcidas como pensamos.Jongin bajó la cabeza en
silencio.—Joonmyun bajó a comprobar lo del espejo, Baekhyun salió y lo vio. Como
todo estaba tan oscuro y él estaba asustado… —Chanyeol continuó—, perdió los
papeles y empujó al líder contra el espejo.Chanyeol se pasó los dedos por el pelo.—
Conozco a Joonmyun desde hace 6 años —susurró Jongin—, 6 años… y nunca
había visto una expresión así en su rostro hasta ahora… como si deseara decirme
algo con todas sus fuerzas… Si este juego es real —Jongin levantó la cabeza—, no
pienso morir antes que ninguno de ese equipo.Ya lo sabía, y en ese equipo yo
estaba incluido.No quería escuchar más, y justo cuando estaba a punto de volver a
la habitación, Baekhyun abrió la puerta con cuidado y salió, en la oscuridad.
Chanyeol se alarmó al oír movimiento y miró hacia esa dirección, al darse cuenta de
que era Baekhyun, ignoró a Jongin y se lanzó escaleras abajo, saltando los
escalones con esas piernas tan largas. Le dio un abrazo a Baekhyun y quiso
llevárselo con él al piso de arriba, Baekhyun dudó un instante pero al final se fue con
él.Yo fui hacia mi habitación y vi a Sehun y a Kyungsoo, parecían dormidos, y a
Yixing, que estaba sentado al lado de la ventana. Me senté junto a él.—Tengo
muchísima sed —dijo.—Si duermes, no te darás cuenta.—Probablemente moriré
mañana, así que no merece la pena dormir hoy —Yixing miró fijamente por la
ventana; había muchas estrellas. Pero por supuesto, esto podía ser sólo impresión
mía, ya que no tenía costumbre de mirar al cielo.
—No tiene por qué ser así —me sacudí el polvo de las manos y lo observé—. A lo
mejor llegas vivo al final.

—¿Alguien como yo?

—¿Qué clase de persona eres tú? —le pregunté medio en broma.

—Soy del tipo al que matan en el momento en que empieza el juego —confesó—.
Además he tenido muy mala suerte últimamente, la semana pasada mi reloj empezó
a fallar, la semana anterior se me rompió el helado y se cayó al suelo… —aunque
me resultaba difícil comparar esos dos incidentes con el problema que teníamos
ahora, fingí ser comprensivo y le di unas palmaditas—. Y me niego a aceptar el
hecho de que no voy a poder comer una buena comida antes de morirme, si
supieran cuántos años llevo a dieta… —dijo apesadumbrado.

Mientras miraba a ese glotón, empecé a notar que mi corazón estaba extrañamente
tranquilo.

—Ya hace más de un año desde la última vez que fui a casa, y ni siquiera me han
pagado el sueldo del mes pasado… —con tanta queja, básicamente estaba
demostrando el dicho de que la muerte siempre llega en mal momento.

Me apoyé contra la ventana y señalé afuera:

—Bueno, por lo menos hoy hace una noche preciosa.

Hubo una pausa, y me preguntó:

—Si sobrevivieras, ¿qué querrías hacer? —sus ojos brillaron, parecían las estrellas
que había fuera, en el cielo.

—Llevaría una vida normal —le contesté.

—¿Y cómo sería esa vida normal? —preguntó.

—Probablemente… comer, dormir y beber —dije. Si hubiera sido el yo de antes, no


hubiera dicho lo de beber.
—Hey —se puso las manos detrás de la cabeza, revelando su hoyuelo por un
momento—, si fueras a morir mañana, seguramente estarías comiendo y durmiendo
hoy, dejando aparte el hecho de que no puedes beber agua.—O tal vez no —le
contesté con una sonrisa.—Si mañana fuera a morirme —miré por la ventana—
probablemente buscaría a alguien con quien compartir un beso.Se quedó paralizado
durante un par de segundos y se echó a reír.—Qué pena, en los últimos años tu
personalidad ha acabado volviéndose negativa... Aquí sólo hay chicos.—Y es por
eso que no voy a morir —dije.—¡Mira! ¡Un mosquito hembra! ¡A por ella! —
ignorando mi mirada de desprecio, siguió señalándome al mosquito.—¿Seguro que
si le doy un beso no la mataré? —dije entrecerrando los ojos.—Bueno, si ella no te
vale, puedes pedírselo a Luhan, seguro que colaboraría —dijo apasionadamente,
dejando entrever la provocación.—No, soy muy quisquilloso para esas cosas.—
Enhorabuena por haber elegido tu mano derecha después de todos estos años —
dijo sonriendo.Me quedé helado durante un par de segundos antes de lanzarle una
patada, diciendo:—Eso es incomparable al lío que tienes tú con tu mano
izquierda.Nuestra conversación continuaba, hablábamos de cosas tontas, como en
los viejos tiempos. No sé por qué ya no puedo recordar esas conversaciones, pero
me daba la sensación de que en cualquier momento podría hablarle al aire y sabría
cómo me contestaría. Podría imitar a un perfecto Zhang Yixing.—Voy a dejar de
hablar —dijo, y cerró los ojos.—¿Por qué?—Porque necesito conservar mi saliva —
siguió hablando con los ojos cerrados—. Salir contigo no me deja escapatoria, tengo
que salvarme a mí mismo.—Enhorabuena por tus métodos de autoenseñanza —
dije—, que te ayudan a ti y a todos.—¿...Por qué no elegí a Luhan? —frunció el
ceño.—Te podrías haber guardado esa pregunta —entrecerré los ojos—, decirla en
voz alta no era necesario.—Teniendo en cuente tu habilidad intelectual y emocional,
los otros acabarán con nosotros dentro de poco —dijo dolorosamente.—Bueno, soy
más grande que ellos, les llevará un tiempo poder conmigo —dije con desdén—. Sin
embargo, el más fácil de vencer serías tú, dancing machine.—Sí, claro…—me miró
con atención—. ¿Crees que tu amiguito nos ayudaría a espiar un poco?—
¿…Chanyeol?... ¿Por qué no buscas a Luhan directamente?—¿Y por qué tú no has
pensado en Tao? —cerró los ojos, se apoyó en mí y bostezó.—¿Crees que Tao
querría hablarme siquiera? Ya estaría bien con que no me pegara con sólo verme —
dije, y cogí una manta y cubrí a Yixing con ella.—Si has hecho algo malo, te
mereces el castigo.Nunca fallaba a la hora de darme consejos en el momento
adecuado.—¿Vas a dormir? Te quedan menos de cuarenta horas de vida y te estás
preparando para dormir justo antes de morir...—Es un simple instinto humano, como
el de besar —dijo cerrando los ojos—. La gente que muere mientras duerme es la
que más suerte tiene.—Si alguien viene a matarte, no voy a salvarte.—De acuerdo.
Nos vemos en el cielo —susurró.
—¿Y si fuera yo quien te matara?
—Entonces irías al infierno… además, irías tú solo… Tú eliges… —las comisuras de
sus labios se curvaron en una sonrisa traviesa.

No me importaba esa expresión desdeñosa en su cara, de hecho, me eché a reír, ya


estábamos todos acostumbrados a lanzarnos este tipo de amenazas.

Yixing se quedó durmiendo, yo moví su cuerpo para tumbarlo en la cama y salí para
ir al baño. En la oscuridad, vi a Baekhyun tirado en el suelo junto a la cristalería del
salón, no estoy muy seguro de lo que estaba haciendo. Dejé la puerta del dormitorio
abierta para él, y en una media hora, se levantó y se dirigió al cuarto de baño.

Encendió las luces, yo me apoyé contra la puerta para verlo acercarse al espejo,
sacar un frasquito de eyeliner y comenzó a delinear sus ojos cuidadosamente.
Empezó por el ojo derecho y luego siguió con el izquierdo, para después difuminar la
línea, como si se estuviera preparando para una actuación.

Bajando la cabeza, reprimí esa sensación tan extraña que tenía a pesar de que no
entendía nada de lo que estaba pasando. Dejando la puerta abierta, volví
sigilosamente a la habitación.

Al día siguiente a mediodía, me despertó el sonido tintineante de vasos y botellas


chocando, que llegaba desde fuera de la habitación. Todos fruncieron el ceño
debido al miedo y al cansancio, ninguno de nosotros podía luchar contra la fatiga.
—¿Qué están haciendo? —murmuró Sehun.

—A lo mejor ha venido alguien a salvarnos —cerré los ojos y fruncí el ceño—, se ha


descubierto la verdad y ha venido la policía.

—Eso sería lo mejor, desde luego. Pero… —dijo Kyungsoo— ¿…no crees que
llegan un poco tarde?

Baekhyun se frotó los ojos y se incorporó, miró a la puerta y dijo:—Voy a salir a


echar un vistazo.

En el momento en que se levantó, conseguí sobreponerme al cansancio, me


levanté, un poco tambaleante, y le dije:—Voy contigo.

Para decepción nuestra, la policía no estaba por ningún lado, sólo eran Chanyeol y
Luhan colocando unos cuantos vasos vacíos en la mesa de café. Jongin y Tao
estaban sentados en el sofá, cada unos sostenía tres botellas de vodka y tequila y
nos dijeron:—Teníamos mucha sed, y encontramos estas botellas de alcohol, vamos
a bebérnoslas todos juntos.

Había un escorpión negro, dormido, dibujado en la mesa de cristal, y por un


momento, el corazón se me aceleró un poco.

—¿Quién ha dibujado esto? —preguntó Baekhyun.

—Yo —dijo Chanyeol—. Os habéis levantado muy tarde y estaba aburrido, así que
me puse a dibujar un poco.

—¿Tanto echabas de menos a Kris…? —Baekhyun se acercó a Chanyeol y le dio


un empujoncito. Éste se frotó los ojos y volvió hacia la habitación, tocó a la puerta y
gritó:—¡Despertaos! ¡Vamos a beber!

Observé el escorpión dibujado en la mesa de cristal y noté cómo me latía el corazón.


Recordaba algo vagamente, pero parecía como un sueño.

Después de un par de minutos, Sehun salió de la habitación, inseguro, y preguntó:

—¿Qué clase de alcohol…?

Miró a las ordenadas filas de vasos que estaban en la mesa con cara extrañada.

—No hay agua en ningún lugar de la casa, pero en el segundo piso hay unas
cuantas botellas de alcohol… —Chanyeol abrió una botella de vodka y fue llenando
los vasitos uno a uno—. Aunque no sea demasiado bueno para el estómago… es
bastante mejor que morirse de sed —nos miró a mí y a Sehun, y nos hizo gestos
para que bebiéramos.

Tao se adelantó, cogió uno de los vasos más cercanos al borde de la mesa, seguido
por Jongin y Luhan. Luhan sujetó uno de los vasos, y empujó el contiguo hacia mí,
mirándome. Sehun también fue a coger un vaso, pero cuando estaba a punto de
cogerlo Chanyeol se le adelantó y tuvo que coger el de al lado.

—Ah~ Esto… —Chanyeol se frotó el estómago y dejó el vaso en la mesa otra vez en
su posición original—. Primero tengo que hacerme cargo de un problema… personal
—dijo, y salió corriendo al baño.
—Aaah, Kyungsoo y Yixing no se han despertado aún —Baekhyun se acercó a la
mesa, y en ese momento, Chanyeol salió del baño. Se miraron a los ojos un
momento, Baekhyun dudó pero cogió un vaso, y Chanyeol cogió el vaso que estaba
justo detrás rápidamente, pero no era el mismo vaso que le había quitado a Sehun
antes.

—¡Kyungsoo! —gritó Jongin—. ¡Despierta!.Luhan, por su parte, decidió entrar


directamente en nuestra habitación y sacar a Yixing a rastras.

Sólo quedaban 2 vasos de alcohol en la mesa, Yixing se frotó los ojos mientras se
acercaba. De repente, Tao cogió uno de los vasos y se lo dio a Yixing. Kyungsoo
llegó un poco después, y tuvo que coger el último vaso de alcohol. Vi que las
expresiones de Chanyeol y Jongin eran un poco extrañas, y esta expresión no
cambió, sino que se intensificó cuando Kyungsoo se tomó todo el alcohol de un
trago. Esta expresión era especialmente pronunciada en la cara de Chanyeol, que
se acercó a Kyungsoo con la cara pálida, preocupado por cada uno de sus
movimientos e intentando incluso que se sentase.

Enseguida encontré explicación para este comportamiento tan extraño. De repente,


Kyungsoo se hizo un ovillo en el sofá, agarrándose el pecho y jadeando con una
expresión de dolor en la cara. Chanyeol parecía no saber qué hacer, se arrodilló
junto al sofá y empezó a limpiarle el sudor con la mano, mientras Jongin intentó que
se sentara y repetía:

—¡Vomítalo, vomítalo!

—¿Qué ha pasado? —aparté a Chanyeol del sofá.

—Me duele el corazón… no puedo respirar… —Kyungsoo se agarraba el lado


izquierdo del pecho muy fuerte, su respiración se estaba acelerando a un ritmo
vertiginoso.

—¿Es alérgico al alcohol? —escuché cómo Yixing le preguntaba a Sehun en voz


baja.

—No, ya hemos bebido juntos antes y toleraba bastante bien la bebida… —Sehun
estaba muy alarmado, miraba a todo el mundo con expresión de terror.

—Aguanta… no te rindas… —Chanyeol sollozaba mientras sostenía a Kyungsoo en


sus brazos—.Perdón… perdónanos…
Los movimientos de Kyungsoo fueron deteniéndose gradualmente, y un par de
minutos después dejó de moverse completamente. Chanyeol se quedó mirando
inexpresivamente a la persona que sostenía en sus brazos, y no se atrevía a
comprobar si seguía respirando o no.

—Está muerto —dijo Tao tras poner el dedo bajo la nariz de Kyungsoo para
comprobar si había algún signo de respiración, y miró a Chanyeol.

En esos pocos instantes de silencio, probablemente todos hicimos varias


suposiciones.

—¿Qué le habéis puesto al alcohol? —miré a Chanyeol.

Chanyeol me ignoró y continuó abrazando a Kyungsoo con la mirada perdida.


Parecía que todavía no era del todo consciente de lo que había pasado.

Jongin fue recuperándose poco a poco del golpe, se puso delante de Tao, levantó la
cabeza y dijo lentamente:

—Has hecho trampas.

Sorprendentemente, Tao no se defendió, se metió las manos en los bolsillos y miró


hacia otro lado.

—Si vamos a jugar de esta manera —dijo Jongin—, la igualdad de oportunidades no


es más que un montón de mierda, ¿verdad, panda? —dijo, y dio un empujón en el
pecho a Tao.

Tao se mordió el labio, y no contestó nada, contrariamente a como hubiera actuado


en cualquier otra situación

—Un panda sólo deja sobrevivir a otro panda, lo irónico es que los pingüinos le
creyeron.

Jongin se echó a reír hasta que pareció que se estaba volviendo loco, y dijo:—Esto
es absurdo.

Luhan dijo:—¿Y quién ha sido el primero que ha jugado sucio? Si la decisión hubiera
sido arbitraria, habría sido Sehun el que estuviera aquí tirado, muerto.
Los miré en silencio, disfrutando del espectáculo.

Sehun bajó la cabeza, inexpresivo, y miró su vaso, que estaba medio vacío. Cerré
los ojos y de repente me sentí muy cansado y asqueado; puede que fueran los
efectos secundarios de beber alcohol con el estómago vacío. El silencioso escorpión
dibujado en la mesa agitó su cola venenosa discretamente.

No recuerdo cómo se encargaron del cuerpo de Kyungsoo, y tampoco las


discusiones que tuvieron. Sólo recuerdo a Yixing apoyándose en mí, suspirando:—
Seguramente la cola del escorpión era venenosa.

—No lo sé —contesté.

Me miró una vez más, se acercó a la mesa y colocó su vaso encima de la negra cola
del escorpión, dándole la vuelta al vaso para tapar el aguijón. Qué idea tan genial.

Sehun se acercó lentamente, aún no había soltado su vaso.

—¿A quién querían matar? —preguntó.

Esa era una buena pregunta, probablemente ni siquiera ellos lo tenían muy claro.
Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuché el sonido de un objeto
rompiéndose contra el suelo en el piso de arriba.

—¡Lo único que dije es que no sabía los efectos secundarios de estas pastillas para
el corazón! —era la voz de Luhan.

—¡Era un bote entero, creo que los efectos eran de esperar! —la voz de Chanyeol.

—Joder, y lo dices como si no hubieras estado de acuerdo desde el principio… —la


voz de Tao hablando en chino.

—¿Qué coño dices? ¡Habla en coreano! —la voz de Jongin, el sonido de alguien
empujando la mesa.

—¡Digo que todos estuvimos de acuerdo desde el principio! ¿A qué viene todo esto
ahora? —gritó Tao.
—¡Dijimos dos pastillas! ¡No el maldito bote entero! —la voz grave de Chanyeol se
escuchaba sobre las demás—. En lo que nos pusimos de acuerdo fue en dejarlos
inconscientes para que no pudieran atacarnos… —lo que dijo después no se
escuchó por los gritos de la violenta discusión de Tao y Jongin.

Después empezó a oírse el sonido de objetos estrellándose contra el suelo. Me


acerqué un par de pasos al final de las escaleras para ver a Jongin sujetando a
Luhan por el cuello, contra la pared.

—Recuerda bien mis palabras: tú eres el asesino de Do Kyungsoo y de Kim


Joonmyun.

La cara de Jongin estaba roja, y estaba sacudiendo a Luhan de un lado a otro. Los
párpados de Luhan se entrecerraron, mirando al suelo.

—¿Pero de qué coño hablas? —resonó la voz de Tao, y separó a Jongin de Luhan
de un empujón, Jongin cayó al suelo—. ¿¡Cómo vas a culpar a Luhan de la muerte
de Kim Joonmyun?!

—¡Él fue el único con el que habló Joonmyun! ¡Era el único que lo sabía! —Jongin
se levantó y le gritó a Tao, con tono lloroso.

—Ya basta —Luhan interrumpió los gritos y se arregló el cuello de la camiseta—. Ya


sabíamos que alguien iba a morir.

Todo se quedó en silencio durante unos segundos, Park Chanyeol lo miró con los
ojos entrecerrados y dijo:—Sí, probablemente ya has programado el orden de
nuestras muertes, dime, ¿cuándo me toca?

—Me sobreestimas —dijo Luhan—. Pero si sigues así, supongo que morirás antes
que yo.

[exo fanfic trans] 48 horas - capítulo 7


48 horas: 7/21
traducción ing-esp, 1706 palabras, kris-centric, vvpp
"después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa"
(t/n): sorry por la tardanza ;___; he estado ocupada con un trabajo de terminología que casi
acaba conmigo, pero gracias a dios he acabado yo antes con él. ¡Disfrutad del capítulo!

Era un día soleado, las flores y las plantas que se veían desde la ventana estaban
abriéndose, como si nos mostraran su fuerza de voluntad. Con el recordatorio constante de
la cuenta atrás, parecía que nuestra vida iba evaporándose en los coloridos alrededores de la
casa.
2 horas más tarde, Luhan bajó las escaleras.

—Gracias —le dije, sabiendo que él me entendería.

—No hay de qué —no expresó ni la más mínima intención de hacerme caso y se acercó a
Sehun, que estaba en una esquina y que por un momento entrecerró los ojos y reveló una
sonrisa.

—¿Estás bien? —Luhan se acercó y le acarició el pelo.

—Me duele un poco el estómago —Sehun se frotó la barriga aunque sus ojos permanecían
fijos en la cara de Luhan.

—Eso es porque bebiste alcohol con el estómago vacío, tienes que comer algo. Eh… no
tenéis…—se volvió a mirarme a mí— ¿No tenéis comida?

Sehun se frotó el estómago otra vez y le susurró algo a Luhan al oído, éste pareció calmarse
y sonrió. Sehun se lo llevó a toda prisa a la cocina, probablemente para darle otro sándwich.

Agaché la cabeza, todos apreciaban mucho a Luhan. ¿Si yo estuviera en el otro equipo, el
tonto que tenía al lado mío en ese momento me habría dicho que tenían comida? Miré a
Yixing. Esa mañana, otra persona más había caído antes de que tuviera tiempo de peinarse
siquiera, y su pelo parecía un nido deshecho, tenía las manos metidas en los bolsillos y la
mirada gacha, fija en un punto del suelo. Me pregunté en qué estaría pensando.

Si se lo dijo a Luhan, supongo… que probablemente también me lo habría dicho a mí. Me


reconforté a mí mismo con esa idea y decidí que a partir de ese momento iba a tratar mejor
a Yixing.

Chanyeol bajó las escaleras, su expresión no era ni de lejos tan alegre como solía ser.

—¿Qué tal? —le pasé brazo sobre los hombros—. ¿Has memorizado del todo el rap que
teníamos que grabar para el MV hoy?

Levantó sus grandes ojos para mirarme, pero no dijo nada.


—No tienes por qué lamentarte —lo miré—. Deberías aprender de Luhan, es un juego,
¿no? —dije, y señalé a la cocina.

Agachó la cabeza, parecía que estuviera pensando en algo y un momento después dijo:

—No quiero matar a nadie.

—Yo tampoco —le contesté—. Entonces, ¿quieres vivir?

Lo pensó un poco y asintió vigorosamente.

—Matarme o morir, ¿qué elegirías? —le pregunté, bromeando.

Rompió un pequeño silencio y dijo:—¿Y tú? ¿Matar a Yixing-hyung o morir, qué elegirías?

Miré hacia donde estaba Yixing, en su mundo, parecía que su alma ya se hubiera esfumado
de su cuerpo. Le di unas palmaditas a Chanyeol en el hombro y le dije al oído:—No puedo
compararme contigo, yo soy mucho más egoísta.

—Si esa es la única forma de sobrevivir, prefiero morir.Se quedó de pie detrás de mí. Bajé
la cabeza con remordimiento, esa perspectiva para mí desapareció cuando tenía 10 años.
Sonreí y me di la vuelta para mirarlo:

—Es más fácil decirlo que hacerlo —le dije, le di la espalda y me marché.

A mediodía, todos estábamos en el salón, la sed había acabado con nuestras fuerzas incluso
para hablar. Tao se bebió él solo una botella entera de vino, me miraba fijamente con esos
ojos que se esforzaba por mantener abiertos en su estado de embriaguez.

Chanyeol y Baekhyun estaban tumbados en el sofá, observándose las palmas de las manos,
Chanyeol gritó con tono exagerado que éste iba a ser un mal año para él. Eso me recordó
que este año cumpliría mi mayoría de edad, y también Luhan.

—Deja de mirarme, no llevo ropa interior roja —me llegó el sonido de su voz aunque me
estaba dando la espalda, como si supiera que estaba pensando en él.

—Hyung, ¿qué has dicho? —preguntó Sehun, inclinándose hacia él.

—He dicho que estoy teniendo mala suerte este año —alargó la mano para tocarle las
orejas a Sehun.

—Vas a sobrevivir —dijo Sehun entrecerrando los ojos.


Luhan se rió:—Bueno, haré lo que pueda.

—Hyung, si me muero, ¿te pondrás triste? —Sehun lo miró a los ojos.

Luhan levantó el brazo como a cámara lenta y le acarició el pelo a Sehun.—No he tenido la
oportunidad de ver tu casa en Beijing —Sehun agachó la cabeza y ser retorció las manos
nerviosamente.

Vi como los ojos de Luhan se dirigían hacia la ventana y parecía que fuera a decir algo,
pero se tragó sus palabras. Yo sabía que se parecía a mí, que no llamaba a menudo a sus
padres.

Me hice amigo de Luhan en 2008.

Por varias razones, tuvo que esperar dos años para poder firmar su contrato con la empresa,
y durante ese tiempo, incluso hizo audiciones para otras compañías. Justo al final, cuando
estaba a punto de rendirse, una oportunidad se presentó frente a él. Al debutar, siempre
hablábamos de su camino hasta el debut como si no hubiera sido nada, pero sinceramente,
yo sabía que su preparación fue más dura y llevó más tiempo que la de los demás.

Tanto Yixing como yo hicimos audiciones en China antes de ir a Corea, pero él tuvo que
esperar en Corea a que la oportunidad de la audición le llegara.

La entrada en la compañía no fue tan difícil para él, ya que tenía un nivel aceptable de
coreano además de su más único e inigualable talento: hacer amigos. Al principio a mí no
me gustaba demasiado, en su larga lista de amigos parecía que yo era la única excepción; y
eso que compartíamos el idioma y teníamos un amigo en común, Yixing. Pero éramos dos
personas que, aunque tenían todos los requisitos para llevarse bien, simplemente empezaron
a evitarse mutuamente.

Al debutar, a Luhan le impusieron la tarea de ser "mono y adorable", y como era capaz de
adaptarse a todo, aprendió rápidamente las reglas del juego y cómo aplicarlas. Tenía una
apariencia y una personalidad que podían compararse a las mías, y además era mayor que
yo, y se integró muy bien en el grupo. Sin embargo, simplemente no conectábamos. Yo
prefería salir con Tao, que me idolatraba, y a él le gustaba estar con Yixing, lanzándose
pullas el uno al otro.

Aparentemente a todos nos gustaba hacernos amigos de gente que no supusiera una
amenaza. Luhan apenas volvía a su casa, ni siquiera llamaba, no como Yixing y Tao que
llamaban casi día sí, día no. Era excepcionalmente parecido a mí en este aspecto, pero
nunca hablábamos de ello. Lo cierto es que la personalidad de Luhan no era tan adorable,
odiaba tener que actuar de forma mona y yo no estaba seguro de que estuviera agradecido
por tener que representar ese papel. En privado, no le gustaba mucho hablar, normalmente
se le veía fumando cuando no había nadie alrededor. Fumaba muchísimo.

—¿Vas a volver a casa el mes que viene? ¿Puedes llevar unas cosas de mi parte? —Pocas
veces me pedía ayuda, así que esto me causó mucha impresión.

—¿El qué? Que no pese mucho —le dije.

—No, no pesa —me dio un paquete blanco—. No es nada caro, gracias por hacerme el
favor.

Siempre tan educado, supongo que lo hacía por mi apariencia distante.En el paquete había
unos pendientes preciosos. Se los di a la chica, pero ésta no parecía tan contenta como me
esperaba.

—Gracias, y perdón por las molestias —dijo ella, y cogió la caja pero ni siquiera le echó un
vistazo antes de meterla en su bolso.

—Esto… ¿no quieres que le dé ningún mensaje a Luhan? —le pregunté, incómodo.

—Dile que… trabaje duro —la cara de la chica era tranquila, como el agua—. Y que no me
vuelva a enviar nada, nunca más.

Le di a Luhan el primer mensaje, no el segundo. En ese otoño en Seúl, aún recuerdo su


expresión indiferente. En los años que siguieron, Luhan mantuvo su vitalidad, su
popularidad e incluso su locura… Tenía a su mejor amigo, Oh Sehun, debutamos y
alcanzamos más fama y popularidad, sin embargo, seguía escondiéndose en sitios donde
sus fans no pudieran encontrarlo para calmar su necesidad de nicotina.

Eran esos pequeños cambios, los invisibles, como esa expresión que acababa de poner…
Yo no era íntimo amigo suyo, pero nunca se me escapaban esas pequeñas cosas que para
los demás pasaban desapercibidas.

Tal vez es que éramos así de parecidos.

Oh Sehun se sentó en una esquina de la habitación, mirando en silencio a la máquina de


baile Dance Revolution que había a su lado. De repente, le brillaron los ojos.

—A lo mejor todos nos hemos equivocado...


Esas dos máquinas a las que no les habíamos prestado atención alguna tenían un pequeño
cartel colgado:

“Queridos chicos,

¿queréis un poco de agua?

Tendréis que pelear por ella.

Todos sois buenos bailando, ¡elegid a uno de cada equipo!

El que gane, se lleva el agua. El que pierda, un pequeño castigo.”

—¡Joder! —agarré el cartel y me ensañé con la máquina de baile, dándole patadas como
loco, Zhang Yixing vino y me abrazó por detrás—. ¡¿Os parece divertido, joder?! —me di
la vuelta y le grité al reloj de la cuenta atrás hasta que Yixing me empujó al sofá.

Jadeó y se me quedó mirando, yo le devolví la mirada hasta que momentos después admití
mi derrota y eché la cabeza hacia atrás. Había usado hasta la última gota de mi saliva, no
quería volver a hablar.

Todos se quedaron callados, aunque el baile era la base de nuestro trabajo, todos estábamos
deshidratados y habíamos perdido las fuerzas para movernos, mucho menos para bailar.
Además, había que tener en cuenta el “pequeño castigo”. Pero si no bailábamos, no
tendríamos agua. Mientras pensaba esto, se me olvidó el paso del tiempo hasta que la voz
de Jongin me despertó de mi trance.

—¡Venga, Lay! —dijo.

[exo fanfic trans] 48 horas - capítulo 8


48 Horas: 8/21
traducción ing-esp, 2493 palabras, kris-centric, vvpp
"después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa"

Las miradas de todos nosotros aterrizaron en Yixing, que estaba sentado en el sofá,
al que todo esto había pillado por sorpresa, pero que se levantó inconscientemente.
—La lesión de su espalda no se ha curado todavía –dije, y sujeté a Yixing, que ya
estaba yendo hacia la máquina Dance Revolution—. En la actuación de antes de
subir al avión empeoró, y lo sabes —miré fijamente a Jongin.
Dejó escapar un gruñido, molesto, y me miró burlón:

—Bueno, ¿y qué te parece si eres tú el que juega conmigo?

Por alguna razón, me tragué mis palabras. Era un cobarde.

—Y quién no tiene algún tipo de lesión aquí —dijo Jongin, sonriendo, despreciando
con la mirada a Yixing. Ésa era la mirada que Yixing había visto tantas veces desde
que llegó a Corea y a la que aún no había podido acostumbrarse. Jongin conocía las
debilidades de Yixing demasiado bien.

—Está bien, no pasa nada —Yixing apartó mi mano, se alejó de mí y se subió a la


Dance Revolution.Luhan me miró, ansioso, parecía que me preguntaba con
la mirada qué era lo que yo quería. Me sentí con ganas de darme mil bofetadas, me
moría por bajar a Yixing de la Dance Revolution. Pero no lo hice. Simplemente vi
como mis hermanos se jugaban a suertes sus propias vidas.

—Lay, eres un oponente respetable, pero no vas a ganar —Jongin se cruzó de


brazos mientras escrutaba a Yixing. Éste se quedó en silencio, mirando a la
pantalla.

—¿Empezamos? —Jongin miró a Yixing, provocándolo.

De repente, Luhan exclamó:—¡Esperad!

Los dos chicos que estaban de pie sobre la Dance Revolution volvieron la cabeza
para mirar a Luhan, esperando a que continuara.

Luhan me miró a mí, y luego a Jongin, parecía que no encontrara las palabras.

—¿Cuál… cuál será el castigo? —preguntó.

—No lo sé —dijo Jongin—. Si quieres, puedes bailar en mi lugar, y cuando pierdas


contra Lay nos enteraremos —estaba tranquilo mientras sostenía la mirada de
Luhan—. Hace apenas un momento, ¿no decías que alguien tenía que morir? —le
reprochó, esperando a oír su decisión—.¿Qué pasa? ¿Ahora que el objetivo no es el
mismo, la cosa cambia?
Luhan guardó silencio durante mucho tiempo mientras miraba fijamente a la pantalla
de la Dance Revolution.

—Bueno, vamos a empezar —dijo Yixing, dándole la espalda al resto de miembros.

—¿Cómo quieres jugar? ¿Dobles estilo libre? —Kim Jongin lo miró, Yixing levantó la
cabeza y todos sabíamos lo que eso significaba.

Todos conocíamos ya el juego de las máquinas Dance Revolution, sobre todo la PIU
Dance Machine que teníamos delante ahora mismo, porque era el mismo tipo de
máquina que utilizábamos para practicar cuando éramos trainees. La Piu Dance
Machine, también llamada New Century Dancer, se volvió increíblemente popular en
Asia en sólo 10 años, y era famosa por su dificultad y por la cantidad de estilos
complejos de juego que tenía.

Incluso para gente que tuviera formación en baile, el objetivo y modo de juego de la
Dance Revolution ya era de nivel avanzado. En estilo libre, la habilidad al bailar y la
seguridad en uno mismo eran cruciales a la hora de ganar puntos, es decir, uno
tenía que utilizar su instinto para saber de antemano los movimientos que tenían que
hacer, y esto era imposible para alguien como yo.

Sin embargo, Yixing y Jongin no sólo podían jugar en el nivel más avanzado de
estilo libre, sino que también podía establecer su propio nivel de dificultad para el
juego. Por ejemplo, como Jongin acababa de decir, una sola persona podía bailar lo
que tendrían que hacer dos, o sea, que sus puntos se duplicarían con cada
movimiento que hicieran, pero no podían parar ni un momento.

Todos habíamos jugado a ese juego “imposible” en el pasado cuando estábamos


entrenando, y hasta estas dos personas lo habían pasado mal intentando superar
este nivel. Si uno perdía la calma durante el juego, era imposible que pudiera
recuperarse.

Yixing sonrió, con los ojos tristes.

—Cualquier cosa me vale.

—La tercera canción —dijo Jongin mirando a la pantalla.

Dándose la vuelta, Zhang Yixing se quedó muy quieto por un instante y dijo en
chino:
—Sal de aquí con vida, mis padres están en tus manos.

Entonces, le hizo un gesto a Jongin para que comenzara.

No estaba seguro de si eso iba dirigido a mí o a Luhan, ni siquiera pude responderle


nada antes de que el juego comenzara. Y pronto me di cuenta de que el juego no
parecía un juego para nada, más bien era una tortura.

Cada vez que Yixing tenía que agacharse a tocar una de las flechas de la plataforma
de baile con ambas manos, el sudor goteaba de las puntas de su pelo y las gotas
volaban por todas partes con los vigorosos movimientos de su cuerpo al bailar.

Su mirada no se relajó en ningún momento, con esa expresión que nos decía que
seguía aguantando a pesar de que no podía más, esa mirada que había visto tantas
veces antes.

Innumerables noches en un solitario estudio de baile, frente al enorme espejo que


de forma inconsistente reflejaba un brillo de esperanza y seguridad, pero también
mal humor y desesperación.

—Tus movimientos no son lo suficientemente explosivos —decía el profesor de


baile, impasible. Esta era la razón por la que Yixing no subió a la clase avanzada
después del examen del verano de 2009. Para Yixing, que se había especializado
en baile, no pertenecer a la clase avanzada significaba que no tenía ninguna
posibilidad de debutar.

—Puedo mejorar —contestó Yixing, haciendo una reverencia.

No me sorprendió, porque incluso cuando ya pensabas que estaba acabado, él


siempre se las apañaba para seguir adelante, como diciéndote: “mira, estoy vivo.”

Ya había olvidado cuánto tiempo hacía que habían empezado, pero ambos estaban
ya en ese momento en el que tenían que darlo todo para seguir. Los dos chicos
deshidratados apretaban los dientes, con las caras casi cadavéricas. La espalda de
Zhang Yixing probablemente estaba ya entumecida, y como hacía tanto tiempo que
pasaba hambre, la expresión de Kim Jongin era de todo menos saludable. Esas
expresiones que mostraban que no tardarían mucho en desmayarse estaban
suplicando que el juego acabara pronto.
En el momento en que ambos completaron el mismo movimiento, el juego se paró.
Las dos pantallas dijeron que habían pasado de nivel, y que tenían que pulsar el
botón para pasar a la siguiente ronda.

De rodillas en la plataforma de baile, los dos jadeaban y respiraban pesadamente,


mirando a las pantallas, no podían articular ni una sola palabra. Yixing agachó la
cabeza, se mordió el labio y cerró los ojos con fuerza, con la mano izquierda se
sujetaba la espalda, y ni siquiera podía ponerse en pie. Los labios de Jongin
estaban mortalmente pálidos, tenía las dos manos en el suelo para mantenerse en
equilibrio, y sufría unas oleadas de náusea incesantes. Si tenían que bailar otra
ronda, sin duda tendríamos un ganador antes de que terminaran el baile entero.

—Ya no pueden seguir, tenemos que elegir a otros dos que los sustituyan —Sehun
se adelantó y sonrió en mi dirección.

En frente de nosotros, Luhan se puso de pie y se acercó a la Dance Revolution. Se


dio la vuelta y miró a Chanyeol y Tao, y le dijo a Chanyeol:—¿Ves? Supongo que
esto es el karma, por decirte que morirías antes que yo.

Yixing estaba empapado de sudor, tirado en el suelo mirando a Luhan con mucha
preocupación.

—¿Cómo vamos a jugar? —Luhan sonrió mientras miraba a Sehun.

—Tú eliges —Sehun inclinó la cabeza a un lado.

—Nosotros no podemos jugar a doble estilo libre, pero si jugáramos normalmente


tampoco podríamos declarar un ganador —dijo Luhan. Sehun agachó la cabeza,
pensativo, había muchos estilos de juegos, pero él y Luhan eran buenos en varios
aspectos, era una decisión difícil.

—Vamos a hacerlo a suertes —Luhan se dio la vuelta y miró a Chanyeol.

Después de correr escaleras arriba para buscar un papel, le pidió a Baekhyun su


eyeliner, Chanyeol partió el papel en 10 trozos en los que escribió algo, los plegó y
se los puso todos en la mano. Luhan le hizo un gesto a Sehun para que eligiera uno;
Sehun cogió un trozo de papel plegado, lo abrió, y dentro estaba escrito en coreano:

—De rodillas.
No daba crédito a mis ojos.

“De rodillas” era un estilo de baile que esos bailarines buenísimos (y locos) habían
inventado, en el que había que bailar arrodillado, y esto requería mucha fuerza en la
cintura y en las extremidades. Era un estilo que provocaba muchas lesiones en la
cintura, en la espalda y en las rodillas. Además, este tipo de baile no era bonito de
ver en absoluto.

Una de las razones por las que nunca jugábamos a este estilo era porque lo
utilizaban como castigo para los trainees. Todo el mundo miraba mientras la persona
cumplía con su castigo, y normalmente los castigados acababan perdiendo el interés
y la pasión por el baile debido a la grandísima humillación que esto suponía, y
terminaban por dejar de entrenar. A veces, este era el propósito último del castigo, si
alguien perdía el interés en seguir entrenando probablemente es que nunca estaría
preparado para debutar. Aquellos que decidían seguir adelante prestaban menos
atención a su reputación, carga, humillación y el dolor que causaban los rumores. Se
volvían más perseverantes, más competentes y acababan por cumplir las
expectativas de la empresa, volviéndose artistas puramente vocacionales.

De entre nosotros 12, había un único miembro que había cumplido con este castigo,
y ese miembro era Zhang Yixing.

A principios de 2010, la selección de candidatos apropiados para la nueva boy band


que la compañía quería que debutara estaba a la vuelta de la esquina, y Zhang
Yixing, a quien ya habían ascendido a la clase avanzada tras mostrar mejoras
significativas, era uno de los candidatos para el rol de bailarín principal. Aunque la
intensa competición aún existía, Zhang Yixing se convirtió en el candidato más
probable para esa posición, justo por detrás de Kim Jongin, ya que la compañía
planeaba abrir una puerta al mercado del entretenimiento en China. Aunque ya
hacía 2 años que era trainee, había demasiada gente con los ojos puestos en el
papel de bailarín principal.

—Ni siquiera es guapo, ¿es sólo porque es chino…? —escuché esa frase mientras
Yixing y yo volvíamos hacia el dormitorio, pero nuestro intelecto nos decía que no
podíamos permitirnos cometer ningún error en ese período de tiempo.

Nuestros defectos tuvieron que surgir en el peor de los momentos. Una noche, a
final de febrero de 2010, recibí una llamada del director, que me dijo que fuera a la
pequeña sala de prácticas de la sala de invitados de la compañía para someterme a
la legendaria inspección facial. Durante esta inspección, mi cara sería evaluada para
ver si necesitaba algún tipo de cirugía plástica antes de debutar.

Fui a la inspección con el corazón inquieto. Aunque estaba totalmente en contra de


la idea de la cirugía, aún tenía esperanzas de pasar la inspección con los rasgos
genuinos de mi rostro; o que fueran sólo un par de retoques lo que necesitara.

Nunca había estado en la sala de invitados, y no había ningún profesional


esperándome allí, al contrario de lo que yo pensaba. Encendí las luces y vi un
pequeño cuarto de baño, una habitación con una cama y la famosa sala de prácticas
de dentro de la habitación.

Al entrar, me di cuenta de que había espejos por todas partes, y cámaras en todas
las esquinas. Una voz que salía de uno de los altavoces en la esquina de la
habitación me ordenó que diera un giro de 360º, que pusiera diferentes expresiones
faciales, que alargara los brazos, que me doblara hacia delante, y otras muchas
cosas.

Las hice todas.

Después, la voz me ordenó que me desnudara, y que volviera a hacerlo todo.


Después de dudar mucho, dije:

—Primero tengo que ir al baño.

Fui corriendo al salón e intenté abrir la puerta para salir, pero me di cuenta de que la
puerta se había cerrado automáticamente desde fuera después de que yo entrara.
Intenté calmarme, volví al cuarto de baño en el que había una ducha. Saqué el
teléfono y marqué un número: el de Zhang Yixing.

Después de decirle dónde estaba, Zhang Yixing llegó enseguida, pero al darse
cuenta de que no tenía la llave de la habitación, me mandó un mensaje:

"Intenta aguantar un poco, haz que no sospechen."

Poco después, trepó por la pared y llego a la conserjería que había en el segundo
piso, rompió la ventana, cogió las llaves de todas las puertas del edificio, abrió la
puerta y nos fuimos corriendo.
No se lo dijimos a nadie. Al día siguiente, cuando los conserjes estaban a punto de
llamar a la policía para denunciar a Zhang Yixing por destrucción de la propiedad y
por el robo de las llaves, el director dijo que lo dejaran correr.

—No tendréis que informar a la policía sobre esto —dijo—. Decidles a todos los
trainees que se reúnan en la sala polivalente.

Ese día hacía sol. Zhang Yixing confesó, delante de todos los trainees, que sólo
había robado las llaves porque quería comprobar si se había olvidado la cartera en
el estudio de prácticas. Aunque la razón era un poco absurda y no tan grave como
para llegar al punto de romper una ventana, el presidente no intentó ahondar más en
el tema, sino que le dio a Yixing dos opciones: dimitir e irse de la empresa
inmediatamente, o cumplir con el castigo de bailar en la Dance Revolution
arrodillado.

De esta forma, Zhang Yixing cumplió con su castigo ante la mirada de todos sus
sunbaes. Sus rodillas raspadas y el tormento perenne que le causaba su lesión en la
espalda eran el resultado de este castigo.

De pie frente a la Dance Revolution, Sehun y Luhan estaban callados, Chanyeol dijo
apresuradamente:

—No, no, esto es culpa mía, no tendría que haber puesto esa opción, coged otra,
coged otra.

Dudó por un momento, pero Luhan levantó la cabeza y dijo:

—Olvídalo, al fin y al cabo el objetivo de esto es distinguir entre el ganador y el


perdedor, esta es la manera más adecuada.

Sehun miró a Luhan y sonrió.

—Además, ninguno de los dos hemos probado este estilo antes. Es lo justo.

Mientras veía a los dos arrodillándose en la plataforma de baile, preparándose para


el juego, Yixing, que estaba tumbado en el suelo, levantó la vista y le dijo a Luhan
en chino:
—No estés tan seguro de ti mismo.

Frente a la Dance Revolution, Sehun entrecerró los ojos, sonriendo, y se giró hacia
Luhan.

—No me dejes ganar —dijo.


Sin dejar de mirar al frente, Luhan dijo:

—Esa podría ser la excusa perfecta. Si ganas, más te vale decir después que me
fue porque me dejé ganar, no que no fui lo suficientemente bueno.

—Estás enfrentándote a la muerte, podrías dejarte de bromas —Sehun frunció el


ceño.

—¿Y quién ha dicho que voy a morir? —Luhan estaba estirando los músculos—
. Aunque tenga unos pocos años más que tú, eso no quiere decir que no sea igual
de ágil.

—Eres el sunbae más sinvergüenza que he conocido en mi vida —dijo Sehun


negando con la cabeza.

—Y tú eres el maknae más arrogante que he visto —comentó Luhan con una
sonrisa.

—¿Empezamos? —Luhan se giró hacia Sehun—. Más te vale dar lo mejor de ti


mismo, no ha habido ni una sola vez en que me hayas ganado en un juego.

—Y que lo digas… —Sehun evitó mirarlo a los ojos—. ¿Por qué te enviarían tus
padres a Corea? Conocerte ha sido lo más desafortunado que me ha pasado en la
vida.

—Mis padres no me enviaron a Corea —dijo Luhan con una risita—. Ellos no
querían que fuera, fui yo porque quise.

—Ya, seguro que fue por eso… —Sehun agachó la cabeza, y cortó la frase a mitad.
Luhan agachó la cabeza también.

Tras unos segundos de silencio, Luhan sonrió y le dijo a Sehun:


—Cuando consigas el agua, no te olvides de prepararme un bubble tea.

—No tenemos leche… —Sehun fijó la vista al frente— y tampoco tenemos té.

—Entonces… —Luhan mantuvo la cabeza gacha—, hazlo cuando salgas de aquí –


sonrió mientras se quitaba el anillo que llevaba en su dedo corazón—. Este anillo
tiene 3 partes que giran, es un puzzle, juega con él.

Sehun cogió el anillo, y dijo:—No lo has resuelto…

—No soy un experto en resolver puzzles —se rió Luhan—. Tendrás que resolverlo
tú.

Sehun asintió y se puso el anillo en el dedo corazón.

En qué punto de tu vida empieza la cuenta atrás… nunca puedes saberlo.

Era obvio que ninguno de los dos tenía ni idea de cómo se jugaba arrodillado.
Aunque utilizaban las manos desesperadamente para intentar cubrir donde sus
rodillas no llegaban, el ritmo que llevaban seguía siendo caótico; no habían llegado
a la mitad del juego cuando el indicador del nivel de errores seguía acumulando
puntos hasta que la pantalla de Sehun se puso roja, e inmediatamente después, la
luz roja empezó a brillar también en la pantalla de Luhan.

—Luhan ya no puede seguir —Yixing se sentó en el suelo y negó con la cabeza—


. Lo está haciendo todo mal.Jongin, que estaba de pie en el lado contrario le gritó a
Sehun:

—¡Mantén la calma! ¡Intenta tranquilizarte y dejarás de cometer errores!

Parecía que todos estaban ayudando a quien no debían.

La barra de los errores subía y subía, los dos chicos seguían arrodillados, jadeando
de forma irregular, sin dejar de mirar a la pantalla. La música hacía eco en el
silencioso salón y la situación pendía de un hilo, ya no podían permitirse más
errores.

Todos los demás estábamos callados, en completo silencio.


De repente, Luhan se puso de pie y cambió al método de juego normal, utilizando
los pies para marcar puntos. La caótica situación pronto cambió y su nivel de errores
empezó a estabilizarse.

Lo cierto es que la máquina no tenía manera de saber si estaba utilizando las


rodillas o los pies para bailar.

Sehun se volvió a mirar a Luhan, boquiabierto, sin saber qué estaba pasando, pero
para cuando quiso darse la vuelta para volver a mirar a la pantalla, su margen de
error llegó a cero.

La plataforma de la Dance Revolution se retrajo hacia los lados, revelando un


agujero en el suelo, al estar Sehun completamente desprevenido cayó sin remedio,
sin tiempo para intentar evitarlo. Se escucharon dos golpes secos.

¡Bam! ¡Bam!

La Dance Revolution empezó a emitir música de celebración por la victoria de


Luhan, mientras un paquete entero de agua mineral descendía del techo, junto a un
poco de confeti dorado que cayó en el pelo de Luhan.

—¡¡Sehun!! —gritó Chanyeol hacia el interior del oscuro agujero.

Jongin fue corriendo hacia Luhan, que se había desplomado en el suelo y estaba
paralizado, lo cogió por el cuello de la camiseta y le dio un puñetazo. Dio unos
pasos atrás, de la comisura de la boca de Luhan salía sangre.

—Cabrón hipócrita —dijo Jongin entre dientes, y se volvió, apresurándose a bajar al


sótano.

Cuando entré en el sótano, Chanyeol y Baekhyun habían encontrado la linterna e


iban un paso por delante de mí, explorando. Había un hedor desagradable flotando
en el aire.

Con la sola ayuda de la débil luz de la linterna, encontramos a Sehun, tirado debajo
de donde estaba la Dance Revolution. Junto al lugar donde había caído había un
trampolín descolocado. Al caer, debía haberse chocado con los pies contra el borde
del trampolín, y así cayó con la cabeza por delante, golpeándose contra los afilados
bordes del soporte del trampolín. Alrededor de su cabeza había un charco de
sangre. No respiraba.

Luhan estaba junto a mí, y sugirió con voz histérica:

—D-deberíamos llevarlo arriba primero.

Miré a Luhan.—Ya está muerto.

—Pero aquí la temperatura es horrible… —continuó Luhan—. Y él estaba


resfriado…

Yixing se acercó a Luhan y se agachó, y le dio un abrazo a un Luhan tembloroso.

—Luhan, vamos a salir de aquí —dijo Tao, en un intento de hacer que Luhan se
levantara, pero éste lo empujó e intentó levantar el cadáver.

—¡Luhan! —exclamó Tao mientras intentaba retener a Luhan con todas sus
fuerzas—. ¡Ya está muerto!

Como si no oyera nada de lo que le decían, Luhan seguía intentando levantar a


Sehun, totalmente desorientado. Yixing lo observó, y salió del sótano para volver
casi en seguida. Se puso delante de Luhan, le abrió la boca con dos dedos y obligó
a Luhan a beber el alcohol que contenía una botella que había traído de arriba.
Después de media botella, le preguntó:

—¿Es suficiente? —y se lo quedó mirando, a Luhan se le escapaban gotas de


alcohol de la boca.

Levantando la cabeza, Luhan abrió un poco los ojos y le preguntó a Yixing:

—¿Qué pasa? ¿Es que el avión no ha despegado?

Yixing inclinó la cabeza en silencio, lo abrazó, apoyó el peso de Luhan sobre sí


mismo y lo sacó del sótano.
La mañana se hizo eterna, a mí ya se me había olvidado dónde estábamos, la razón
por la que estábamos jugando a este juego y lo que nos esperaba al final.

El reloj de pared señalaba las 4 en punto. Chanyeol y Tao estaban tumbados, con
sus piernas larguísimas estiradas en el sofá, y Baekhyun jugueteaba con las botellas
vacías mientras que Yixing estaba tumbado en la alfombra, intentando soportar el
dolor que irradiaba de la lesión de su espalda. Jongin tenía el mismo aspecto que yo
ayer, como si se acabara de despertar de un sueño muy profundo, con la cara
inexpresiva, mirando por la ventana.

Luhan, por el contrario, ya no estaba serio, sonreía como un idiota en sus sueños y
yo me preguntaba en qué estaría soñando.

—¿Qué creéis que hay en esa caja fuerte? —preguntó Baekhyun mientras
observaba la caja fuerte con el cubo de Rubik colgado.

—Quién sabe, tendrás que preguntarle a Luhan —dijo Tao.

—A lo mejor tiene la contraseña para abrir la puerta —dijo Chanyeol con su tono
optimista habitual.

—O a lo mejor lleva una bomba conectada —dijo Jongin. Luego inclinó la cabeza y
siguió mirando por la ventana.

Me levanté y fui tambaleándome hasta el baño, negándome a admitir que tenía tanta
sed que no podía soportarlo más, mientras que Yixing seguía tirado en el suelo,
deshidratado después de todo lo que había sudado durante el juego. Antes de que
Luhan se despertara, parecía que era Jongin el que había asumido el papel del líder,
él y Chanyeol ya habían subido el agua al segundo piso y Tao también había subido
a beber un poco. Antes que volver a emborracharme o tener que tomar la decisión
de beberme mi propia orina, tal vez debería arrodillarme ante Jongin y suplicarle que
me diera un poco de agua y que después me matara directamente.

Dos horas después, Luhan por fin despertó. Se apoyó las manos en la parte trasera
de la cabeza, sin duda para intentar contener un dolor punzante, y tenía los ojos
inexpresivos, pero no preguntó por qué no estaba Sehun. No parecía que hubiera
tenido la suerte de volverse loco o desarrollar amnesia, sólo que, como todos los
que seguíamos vivos, estaba pasando por una serie de cambios y permanecía con
vida.
—El agua está arriba —le dijo Jongin.

Miré a Jongin antes de acercarme a él, apenas manteniendo el equilibrio, y me


arrodillé delante de él.

—Danos un poco de agua, aunque sólo sea un poquito. —Fijé mi mirada en el suelo.
Justo como esperaba, no recibí respuesta alguna—. Por favor, Yixing ya no puede
más —dije con la cabeza agachada.

—Já —por encima de mi cabeza sonó una risa helada—. O sea, que si te doy un
vaso de agua, ¿tú se lo darías a Yixing? —su voz estaba llena de desprecio—. Otro
cabrón hipócrita.

Miré al suelo, no conseguía levantar la cabeza. En ese período de tiempo, Tao se


levantó y se dirigió a las escaleras. Jongin extendió una pierna para bloquearle el
paso, rechazando sus acciones en silencio.

—El agua no es sólo tuya —dijo Tao.

—Tienes razón, es el agua que ganó Luhan —dijo Jongin fríamente—. Y la ganó
haciendo trampa.

—¡Luhan! —Tao se dio la vuelta y lo llamó a gritos pero nadie respondió.

Yixing, que seguía tirado en el suelo, se cubrió la cabeza y dijo en chino con la voz
ronca:—Olvídalo, Tao.

Me acerqué a Luhan y le supliqué:—Por favor, danos agua.

Después de quedarse quieto unos instantes, dijo:—De acuerdo. Hagamos un


intercambio. Agua por comida.

—¿Qué comida? —preguntó Chanyeol.

—Hay sándwiches en la nevera —dijo Luhan tranquilamente.

Punto de vista de Frank:


Kris se había quedado dormido, apoyado sobre la mesa de la sala de
interrogatorios, ni siquiera con todo el té que había tomado pudo resistirse al
cansancio; ya que no había dormido nada en por lo menos 3 días, el sueño le sería
muy beneficioso. Parecía que mi conversación con él le había aliviado un poco la
presión que sentía, y como doctor estaba muy satisfecho.

Salí de la sala de interrogatorios con las tazas vacías, y vi a Mike saludándome con
la mano. Me acerqué con una sonrisa y le di las tazas.

—¿Ha sido incómodo de ver?

—¡Has estado fantástico! —Los ojos le brillaban—. Aunque también tengo que
decirte que hace más de 24 horas que me fui de casa por este caso. Mi novia
pensará que me he fugado contigo o algo.

—Oh, ¿en serio? Parece que tu novia sabe apreciar mis encantos.

—Seguro —contestó con toda tranquilidad—. Pero sí que es cierto que al señor
superviviente lo has conquistado con esos encantos tuyos.

—Por supuesto, es mi obligación que un chico triste se sienta feliz —dije, yendo
hacia el cuarto de baño—. No te olvides de traer otras dos tazas de té, esto aún no
ha terminado.

Mike recogió las tazas perezosamente.

—Vaya, ahora resulta que soy el camarero. En fin, sigue animando a ese chico triste
tan mono, nosotros te estaremos observando.

Cuando salí del baño, vi a Kris, que aún dormía con el pelo rubio despeinado sobre
la mesa.—Con todos los años que llevo colaborando con vosotros, ¿no me puedes
dar algunos de esos detalles que sólo saben los de dentro? —le dije a David, su
cabeza calva me impedía ponerme serio.

—Mira, Frank, si los muertos hablaran, lo que dirían sería espantoso. Sin tener la
formación pertinente, me temo que tu corazón no lo soportaría —dijo.

—Me hago responsable de mi corazón —dije—. Tengo la mejor de las medicinas.

—¿En serio? ¿Qué marca es? —se rió y me miró.


Lo miré con impotencia, saqué un bote de pastillas de mi bolsillo y dije:

—No suelo revelarle mis problemas de salud a ningún colega… además, no soy
parte de la policía.

David miró el bote de pastillas y dijo:

—Vaya, parece que esta marca es muy popular.

—No cuestiones mis gustos —dije—. Yo nunca utilizo marcas populares, incluso
para los medicamentos.

—Oh, puede que esa no sea una buena costumbre —dijo David—. Podrías morir de
forma muy dolorosa.

—¿Qué pasa, la presión constante está empezando a afectarte al corazón? —le


pregunté—.Pensaba que los ataques al corazón eran algo muy común entre
vosotros.

—Frank —David miró el pequeño bote de pastillas con curiosidad y luego me miró a
mí—. Si un día me entero de que eres mago a tiempo parcial o algo así,
definitivamente me encargaré de que te arresten.

—¿Ah sí? ¿Puedo pedir que me encierren con ese pequeño entonces? —pregunté
riéndome.

—¿Cómo? —me dio un pequeño codazo—. No sabía que tuvieras ese tipo de
hobbies.

—Qué mal pensado eres —sonreí—. Solamente estoy cumpliendo con mi trabajo,
eso es todo, algo que vosotros no entenderíais… magia oriental. —Me di la vuelta y
entré a la sala de interrogatorios.

Abrí la puerta y desperté a Kris de su sueño, si es que se le podía llamar así, y no


pesadilla.

—Lo siento —utilicé el pie para cerrar la puerta—. No quería interrumpir tus dulces
sueños.
Parecía que Kris estuviera tomando una decisión antes de dirigirme una fría risa,
supongo que quería decir que sus sueños eran de todo menos dulces.

—¿Tienes hambre? —pregunté—. Si no te importa, te recomiendo el ramen de


marisco, aunque no sea auténtico tiene su punto.

—Está bien. No tengo hambre —dijo, arreglándose el pelo con la mano.

—De acuerdo entonces —sonreí—. Como quieras.

Su cara parecía demasiado pálida para ser asiático, sus mejillas y su mentón eran
tan esbeltos que parecía que los hubieran esculpido. Sin embargo, tenía un par de
ojos impresionantes, y miraba a la gente como si hubiera una capa de neblina
cubriéndolos.

—¿Sabes muchas cosas que yo no sepa? —preguntó de repente.

—¿Por ejemplo? —lo miré.

—Por ejemplo… si hay otra gente aparte de mí en el Departamento Federal ahora


mismo…—dijo—. ¿Hay más miembros de nuestro grupo?

—¿Si están los cadáveres? —No sabía a qué se refería exactamente, así que decidí
usar esas palabras y hablé cuidadosamente.

Sus pupilas parecieron reflejar una emoción perdida, y él también eligió con cuidado
sus palabras.

—¿Están todos… todos están muertos?

—¿Tú mismo no lo sabes? —lo miré, pensando en las peculiares expresiones de


Mike y David y lo protectores que estaban siendo con la información, cosa que
nunca antes habían hecho—. Yo sólo soy un doctor, pero creo… que si te las
arreglas para ayudarles, a la policía, quiero decir, ellos también se esforzarán por
ayudarte a ti.

Ese par de bonitos ojos se cubrió con una niebla aún más espesa, y se fueron
hundiendo en una sombra oscura.
Punto de vista de Kris:

Nuestra cena fue muy simple, aquello era como un campamento de adelgazamiento
que ofrecía resultados excelentes. Después de comernos un sándwich en un minuto,
me bebí una botella entera de agua.
—Quiero comer comida de Hunan —Yixing entró en su gloriosa ilusión otra vez.

—No poder comer lo que te apetezca antes de morir es una de las cosas más tristes
del mundo —dije—. Hasta a los prisioneros condenados a muerte les dejan elegir
una buena comida antes de ser ejecutados.

—Si hubiera sabido que las cosas iba a ser así, nunca me hubiera puesto a dieta en
mi vida —dijo Yixing.

—Si hubieras sabido esto —le di con el dedo en el hoyuelo— no te habrías


convertido en artista.

Me miró.—Aunque pudiera volver a empezar, volvería a elegir convertirme en artista


—me sonrió—.¿Después de tantos años y aún no me conoces lo suficiente?

Al volver al salón, no había ni un alma. Yixing y yo vimos el cubo de Rubik resuelto


en la escalera y la caja fuerte abierta, sin saber qué método emplearía Luhan para
matarnos.

Tampoco sabíamos dónde estaba Baekhyun. Examiné el exquisito dibujo del


escorpión. Nunca me había dado cuenta de que tenía una habilidad tan especial.
Tengo que decir que soy una persona que admira mucho a la gente que dibuja bien.
Suelen observar meticulosamente todo lo que les rodea; y cuando tú ya has olvidado
el aspecto de algo, ellos aún lo recuerdan.

Se hizo de noche otra vez, ya había pasado la mitad de las 48 horas. Baekhyun
estaba tumbado en su cama y parecía que ya se había quedado durmiendo,
mientras que Yixing estaba sentado sobre la alfombra, al lado de la ventana.

Una estrella fugaz cruzó el cielo. Según las leyendas, una estrella fugaz predecía la
muerte de una persona. Yixing también la había visto; parpadeó un par de veces
pero no dijo nada.
—Sería bonito que la gente que muere se convirtiera en estrellas fugaces —dije—
. Podríamos volar a cualquier sitio.

—Yo no quiero convertirme en estrella fugaz —dijo Yixing—. Yo quiero convertirme


en un árbol y no ir a ninguna parte.

—¿Es porque piensas que ya te has movido lo suficiente en esta vida y quieres
descansar en la siguiente? —lo miré, divertido.

Me respondió poniendo los ojos en blanco.

—¿Y si eso pasara, qué tipo de árbol querrías ser? —le pregunté.

—El que hay en el jardín de mi casa, por supuesto —dijo.

—De acuerdo. Yo iré a regarte.

—Ah, muchas gracias, me aseguraré de echar raíces y crecer mucho —sus


hoyuelos se dejaron ver cuando sonrió.

—Las palabras que dijiste antes de subir a la Dance Revolution… ¿las dijiste por
mí? —pregunté, mirándole a los ojos.

Se quedó callado un momento, y dijo:—Eso sigue siendo válido.

Me quedé mirándolo, agaché la cabeza y dije:

—Mi madre está relativamente bien en Canadá… y mi padre vive solo en


Guangzhou… quiero decir, si…

—Lo entiendo.

Miró por la ventana y la luz de la luna le iluminó la cara.

Sonreí un poco, ese era nuestro acuerdo tácito, esa comprensión mutua que no
necesitaba de palabra alguna. Si de verdad se convertía en un árbol, sólo con ver
sus hojas yo podría saber si necesitaba agua.
Esa noche fue especialmente silenciosa y tranquila, ni siquiera escuché ningún
susurro desde el piso del arriba, como solía ocurrir. Podría ser porque éramos
menos. Me levanté para ir al baño, y el silencio de la noche se rompió cuando la
puerta del baño crujió al abrirse. Me quedé fuera del baño un momento porque sabía
que Baekhyun y Yixing seguían en la habitación, y tomé mis precauciones antes de
entrar lentamente.

La ducha que había al fondo del baño tenía la mampara cerrada. Al acercarme
despacio, vi de refilón el eyeliner especial de Baekhyun junto al espejo del baño, y
dos caracteres chinos garabateados en él: “Deprisa, vete”.

Habría reconocido esa letra hasta en el infierno.

—¿Tao? —susurré suavemente en dirección al espejo, pero la puerta de la ducha


siguió cerrada. Acaricié el marco blanco, nadie habló, pero se oía una respiración
entrecortada.

Me pareció que había vuelto a la escena en el hotel en el que nos alojamos en


Tokyo el día anterior al SMTOWN. Tao estaba bloqueando la puerta del baño con su
cuerpo, encerrándome dentro, “no te escondas de mí, duizhang”. Soltó una risa
amarga, acompañada de la misma respiración entrecortada.

No es que quisiera evitarlo, ojalá me lo hubiera estado imaginando todo o fueran


alucinaciones, pero seguía viéndolo como un hermano pequeño al que tenía que
proteger. Tao tenía una cara seductora y encantadora que hacía juego con su
perfecta figura y con sus habilidades en artes marciales, esa extraña contradicción
que le había acompañado desde el debut y le había hecho acaparar las miradas de
todo el mundo. Durante la primera ronda de promoción en China, él era el que
resultaba más atractivo y travieso, incluso más que Yixing y Luhan.

Sin embargo, ser más atractivo de lo normal no era necesariamente bueno, sobre
todo cuando la atención empezó a centrarse en nosotros dos. Tao era incapaz de
reprimir sus emociones, incluso soltaba lo que se suponía que no podía decir en los
programas de variedades. Por supuesto, esto al presentador le venía de perlas, pero
las fans convertían hasta el grano de arena más diminuto en una montaña.

No recuerdo cuándo empezó, pero al final me di cuenta de que Tao había cambiado
un poco. Sus respuestas hacia las preguntas y las indirectas del presentador
pasaron de incómodas negaciones a una aceptación eufórica, hasta yo lo admiraba
por lo bien que estaba llevando el tema de que lo emparejaran con otros miembros.
Fue sólo un año después cuando me di cuenta de que Tao estaba siendo
completamente sincero, no le importaban para nada ni su popularidad en parejas ni
las reacciones de los fans hacia ello.

Después de un tiempo, hasta la gente de nuestro alrededor empezó a encontrarlo


raro. Su expresión decidida al mirarme, y su forma de defenderme a capa y espada
siempre eran como una espina que se me clavaba en el costado, no sabía cómo
reaccionar a eso; Cuando nos alojamos en la misma habitación de hotel y
bajábamos tarde juntos día sí y día también, Luhan se acercó a mí y me dijo:

—Hazte cargo tú solo de sacar lo que haya en la basura de vuestra habitación.

Desde ese momento, empecé a guardar distancias con Tao, y apenas teníamos
interacción personal. El ultrasensible Tao en seguida se dio cuenta de cómo había
cambiado nuestra relación. Se limitaba a sonreír, y cada vez hablaba menos.

Después de eso, sin decirle nada a la empresa, empezó a salir con una trainee de
China. Salían de compras e iban de la mano por la calle, incluso se besaban en
público, sus descaradas acciones fueron objeto de mucha polémica, tanto entre las
fans como en la propia empresa. La segunda vez que le advertí que moderara un
poco sus acciones, me dijo:

—Creía que esto era lo que querías.

Pensé que probablemente todo este desastre era culpa mía, pero no podía imaginar
qué era lo que había hecho mal. Pensaba que era una bendición que aún existiera
alguien dispuesto a llamarme “gege”, hermano mayor, y sentía que tenía que seguir
dándolo todo por protegerlo

La luz de la luna entraba por la ventana del baño. Dándome la vuelta, cogí el
eyeliner y dibujé torpemente un melocotón en el espejo (*a Tao le llaman “peach”
(melocotón) en China*), rodeando las dos palabras que él había escrito. No miré
atrás cuando salí, pero lancé unas palabras al aire:

—Todo lo que dije ayer era mentira.

Recuerdo aquella noche extremadamente bien, recuerdo cada palabra que dije,
cada acción, lo que podría haber hecho pero no hice. En el momento en que salí del
baño, Baekhyun salía de la habitación. Me quedé quieto un instante cuando
nuestros hombros se rozaron al cruzarnos, pero al final decidí no decir nada.
Él entró al baño y yo volví a la habitación.

Ni siquiera había pasado un minuto cuando oí unos fuertes ruidos en el baño, yo


estaba sentado en la cama. El sonido de unos puños dando golpes contra la pared,
el eco de unos zapatos crujiendo contra el suelo, los intentos fallidos de alguien de
coger aire.

—¿Qué está pasando? —Yixing se levantó, mirándome, y se dirigió hacia la puerta.

—¡No vayas! —susurré, muy serio, Yixing me miraba con expresión asombrada.

Se oyó el sonido de alguien golpeando la puerta del baño, pero la puerta se cerró
con un clic. Los demás, que estaban en el piso de arriba, bajaron las escaleras para
ver qué pasaba, la luz bañaba el salón. Cuando Chanyeol entró torpemente al cuarto
de baño, todo había vuelto a quedarse en silencio.

—Ya podemos ir —le dije a Yixing.

Baekhyun estaba tirado en el suelo del baño. Tenía fuertemente enrollada en el


cuello una fina cuerda de plástico blanco, una de sus manos aún se aferraba a Tao,
que estaba de pie junto a él.
Baekhyun, que yacía en el suelo, ya había exhalado su último aliento.

Chanyeol se agachó, mirando la cuerda de plástico, parecía que esa cuerda fuera lo
único que podía enfocar su vista en esos momentos.—¿Qué ha pasado? —le
preguntó Jongin a Tao, fríamente.

Tao, pálido, evitó su mirada; Luhan estaba apoyado contra la pared, callado.

—Luhan… —Chanyeol cogió la cuerda de plástico y se giró hacia Luhan—, ¿esta no


es la cuerda que sacaste de la caja fuerte?

Mirando a Chanyeol, Luhan le extendió una mano para ayudarlo a levantarse, pero
se llevó un manotazo.

—¿¡Por qué no nos dijiste nada antes de hacer… esto?! —rugió Chanyeol,
ahogándose con sus propias lágrimas.

La mano de Luhan que había recibido el empujón se había quedado colgando en el


aire. Luhan bajó la mirada y retiró la mano.
—¿Qué es esto? —Jongin, que estaba de pie, se acercó lentamente al espejo—,
¿chino? —giró la cabeza lentamente, mirándonos a los cuatro—. Sólo matáis a los
coreanos, y no a los chinos… ¿¡esto es algún secretito que tenéis entre vosotros,
chinos?! —nos miró amenazadoramente, y utilizó toda su fuerza para golpear a Tao
en el pecho. Tao acusó el golpe y no contraatacó.

—Esto es un malentendido —sostuve la mano de Jongin que había utilizado para


empujar a Tao.

—Claro… ¿cómo he podido olvidarlo? Tú… y él —Jongin señaló a Yixing con el


dedo—, los dos estabais justo en la habitación de al lado, ¿¡cómo puede ser que
hayáis llegado después que todos nosotros?!

—Le dije que no se acercaran —Tao entrecerró los ojos y miró a Jongin,
provocándolo.

Todo lo que recuerdo del segundo siguiente es a Jongin y Tao enzarzándose en una
pelea. Jongin gritando y llorando era algo que no se veía todos los días.

—¡SIN MI PERMISO! ¿¡CÓMO TE HAS ATREVIDO A MATAR A BAEKHYUN?!

Tao empezó a darle patadas a Jongin hasta que lo tuvo tirado en el suelo y
arrinconado contra la puerta, y le gritó en mandarín:

—¡Joder, no te creas que eres el único con cojones para hacer esto!

Jongin se lanzó contra Tao instintivamente, gritando. Tao era mucho más alto que
él, pero en los ojos de Jongin había un brillo de pura locura. Tao y él fueron
luchando y empujándose hasta que llegaron al salón, y allí Tao le pegó un puñetazo,
seguido de un codazo en la rodilla. Jongin cayó de rodillas hacia delante, entonces
Tao le dio una patada en la cintura y la expresión de Jongin fue de un dolor atroz.

—¡Dejad de pelearos! —dijo Luhan, intentando desesperadamente sujetar a Tao


desde atrás, pero parecía como si Tao hubiera perdido el control sobre sí mismo. No
paró hasta que junté toda mi fuerza para agarrarlo por detrás y separarlo de Jongin.
En esos segundos de silencio, Luhan soltó la mano que agarraba a Tao, y éste se
dio la vuelta, Chanyeol se acercó a Jongin, que estaba herido, pero yo vi a Jongin,
con los ojos rojos, sentarse y extender la mano hacia una botella de alcohol que
había en la mesita.
Se tambaleó en dirección a Tao.

Parecía que el tiempo se hubiera ralentizado en mi memoria.

—¡Tao! —gritó Yixing, horrorizado.

Tao se giró para mirar a Yixing y por un momento vio la figura de Jongin
estampándole la botella de vino. Utilizó su brazo para defenderse instintivamente, la
botella se rompió y el fuerte olor del licor impregnó su pelo. Cuando Tao se llevó las
manos a los ojos para protegerlos del alcohol…

El reloj de la pared hizo otro tic-tac…

Tao miró a Jongin con los ojos de par en par, traumatizado. Bajó la mirada, había
una botella de vino rota clavada en su abdomen. Todo el peso de su cuerpo lo
sujetaba esa botella, hasta que Jongin lo empujó contra la pared.

En ese momento, todo parecía inaudible, mis sentidos se hicieron añicos; sólo veía
la expresión indefensa y sobrecogida de Tao, y su abdomen sangrando
profusamente.

Yixing se había acercado, e intentaba desesperadamente apartar al aturdido Jongin;


Tao se deslizó por la pared hasta el suelo, dejando un rastro de sangre a su
espalda. Me acerqué tambaleándome, creo que me caí un par de veces en el
proceso, la cabeza de Tao estaba ladeada, sus ojos eran idénticos a aquellos que vi
la primera vez que lo conocí.

—Duizhang… me duele…—dijo, sus palabras se entrecortaban.

No recuerdo si le contesté algo o no. Ese recuerdo sólo era una hoja en blanco, a lo
mejor mi propio sistema inmune lo había borrado.

Después de eso, Tao se quedó dormido. No se movió en absoluto, cada segundo


estaba más y más frío. Yo veía puntos negros y me pitaban los oídos, me puse de
pie y cogí una de las botellas de alcohol, la rompí contra la mesa y me acerqué a
Kim Jongin, que estaba en una de las esquinas de la habitación.

Seguía allí de pie, completamente atónito. Junto a él estaba Chanyeol, que estaba
esforzándose en apartarlo, pero era demasiado tarde. Mira, tu cuello parece muy
vulnerable, todo acabará muy rápido. ¿Chanyeol se acercó a intentar hablar
conmigo? Lo cogí por el cuello y lo tiré al suelo.

Parecías poseído, no querías rendirte por nada del mundo, ¿es porque era la
primera vez que matabas a alguien? Eres tan inferior, mírate, te voy a asesinar, vas
a morir muy pronto. Levanté ligeramente la botella, la giré. ¡Kim Jongin, acompaña a
Huang Zitao!

La cara de Luhan apareció delante de mí antes de que pudiera hacer nada. En mi


cabeza sonó una alarma, mi mano se paró por un segundo. Bajé la cabeza y vi a
Luhan entre Jongin y yo.

—¿Qué estás haciendo? —le pregunté con la mirada.

Él agachó la cabeza, el pelo le tapaba los ojos. Mi cerebro dejó de funcionar por un
momento, sin entender lo que pasaba. Mis ojos se dirigieron hacia Kim Jongin,
Chanyeol lo estaba arrastrando al piso de arriba. Intenté dejar atrás a Luhan y fui
hacia las escaleras. De nuevo, Luhan me bloqueó el paso, con las manos
firmemente apoyadas en las paredes. Parecía que mi inteligencia se había
deteriorado, ¿cómo podía haber olvidado que Luhan pertenecía al otro equipo?

—¿Crees que no me atrevería a matarte? —le pregunté.

—Entonces hazlo.

Qué sinvergüenza.

Retrocedí dos pasos. ¿Cómo podía haber olvidado que esta era una reunión
amistosa entre chinos y coreanos? Además, a Luhan era al que mejor se le daba lo
de la amistad profesional. Pero por desgracia, yo no era Zhang Yixing, siempre
podía resistirme, incluso si me ofrecían la amistad más cálida. No intentes
aprovecharte de mi paciencia, has sobreestimado mi amabilidad y tu propia
inteligencia emocional. Sin embargo, de repente Luhan recibió un doloroso golpe en
la cara, su nariz empezó a sangrar y cayó al suelo.

—¡Fuera de aquí! —miré atrás y vi a Yixing gritándole.

Luhan se puso de pie como pudo rápidamente, subió las escaleras sin mirar atrás.
Pensé que nuestros muchos años de amistad se acababan de arruinar ese fatídico
día, pero no tenía ni la autoridad ni el derecho de reprocharle nada. Debería ser
como él, el perfecto superviviente, aprovechándose de todo y de todos y tomando la
iniciativa como hiciera falta para sobrevivir. Visto desde esta perspectiva, en eso
todos éramos mucho menos femeninos que él.

[exo fanfic trans] 48 horas - capítulo 13


48 Horas: 13/21
traducción ing-exp, 1214 palabras, vvpp
"después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa"

(t/n): con el furor del gayo daejun de ayer y exo Y SM THE SEVEN OMFG y la
barriguita perfecta de mi dios coreano y su b u l g e (todo el mundo se encargó de
pasarme gifs así que creo que lo he visto ya desde todos los ángulos UNGHH) no
pude subir el capi, hoy tendréis por partida doble!! Mientras voy a ponerme a
contestar biblias comentarios :P Y de regalito:

Punto de vista de Frank:


Cuando salí de la sala de interrogatorios, sentí que necesitaba un poco de aire
fresco urgentemente. Este adolescente, que había pasado por tantas cosas, estaba
de espaldas a nosotros, mirando a la pared. Probablemente esa era la única manera
de la que se permitía derramar alguna lágrima.

Si uno está triste, debería permitir que sus lágrimas fluyan. Seguramente no le
enseñaron eso en su empresa coreana.

Me trataba como a un sacerdote, confesándose y esperando que yo redimiera su


alma. Pero yo no podía hacer eso; es más, lo que iba a hacer era venderla. La única
persona en el mundo que podía salvarlo, era él mismo.

Esa noche Kris estaba irremediablemente agotado y no dijo ni una palabra más. Salí
solo a la terraza para fumarme un cigarro y cuando volví, la comisaría era un caos:
una mujer coreana vestida con ropa de oficina estaba hablando con David, histérica,
agitando el teléfono que llevaba en la mano. David le hacía gestos para que se
calmara, y le mandó a Mike que encontrara un traductor a la vez que buscaba papel
y boli para tomar nota de cualquier declaración.
Esto obviamente no me incumbía, y Kris seguía durmiendo en la sala de
interrogatorios, ajeno al desorden que se había desatado fuera. Para él, la historia
había terminado el día de antes, sin saber la causa ni las consecuencias, sólo
experimentando el proceso. Tal vez su papel ya no era importante. La gente ve el
mundo a través de un filtro, prestando atención sólo a su pequeño rincón en el
mundo. El dolor y la felicidad, el júbilo y la pérdida: a los ojos de Dios, sólo eran
motas de polvo.

Esa noche, mientras volvía a casa, a pesar de que la carretera era la misma de
siempre, de algún modo me las apañé para perderme. A lo mejor hay personas que
se pasan cada día yendo de un lado a otro, perdidos, sobre todo los que han perdido
las coordenadas de su propia vida. Desde el punto de vista social, yo sólo era un
psicólogo contratado por la policía; mientras que él tenía todas las papeletas para
convertirse en un preso, en escoria. Estábamos sentados frente a frente, pero
cuando salía de esa habitación yo respiraba el aire de la libertad y él se enfrentaba a
la prisión, algo que inevitablemente lo privaría de su juventud. Pero yo sabía que,
como dos seres humanos iguales, de algún modo él era mi maestro.

Desde ayer, él y sus amigos muertos me habían enseñado la dignidad de la lucha


por la supervivencia. Todos estuvieron involucrados en el juego y finalmente
decidieron luchar; y eso me hacía sentirme celoso como persona mayor que ellos.
Eran un grupo de niños que se merecía todo mi respeto.

Habían vivido sus vidas de forma seria, no como yo, que a veces vivía como si ya
estuviera muerto. Al despertar, a veces pensaba que la vida no tenía ningún precio,
que recibíamos la cálida luz del sol sin tener que dar nada a cambio, y mi deseo de
agachar las orejas ante las cosas más insignificantes nunca cambió. Pensaba que
esto era vivir con dignidad.

Pero tal vez había estado equivocado, tal vez este grupo de jóvenes había tenido
que pasar por la experiencia del sacrificio durante toda su vida para conseguir todas
esas cosas insignificantes que yo no valoraba, insignificantes hasta el punto que una
persona de éxito como yo consideraría ridículo; y sin embargo para ellos era un
incentivo que hacía arder su sangre.

No sólo en esa casa.

Quizá nunca admitiría que, si en efecto todos somos iguales a los ojos de Dios, esos
chicos a los que yo al principio veía sólo como caras bonitas y femeninas habían
sido mucho más valientes que lo que yo lo había sido en toda mi vida.
Ya había pasado más de la mitad del proceso, y yo aún no sabía que la noche
anterior sería la última en la que Kris me hablara de sus compañeros antes del
juicio.

La mañana siguiente, Mike vino a saludarme. Kris parecía extraordinariamente


tranquilo, llevaba el pelo recogido hacia atrás, y hasta musitó un par de palabras de
agradecimiento cuando Mike lo ayudó. Aunque no tenía libertad de movimiento, aún
tenía la costumbre de inclinar la espalda haciendo reverencias para dar las gracias,
y ese gesto, en el contexto de su rostro solemne y su condición de sospechoso,
resultaba especialmente absurdo.

Pensé que si hubiera unos cuantos más de su grupo a su lado, haciendo


reverencias, habría parecido menos incómodo.

Ese día conocí a una mujer de mediana edad muy educada, la madre de Kris. Junto
a ella estaba el padrastro de Kris y mi viejo amigo Konrad Steinweg, un prestigioso
(y carísimo) abogado de LA, especializado en conseguir que absolvieran a los
principales sospechosos de varios casos.

—Cuánto tiempo sin verte, viejo amigo, veo que sigues echando una mano por aquí
—dijo Konrad, y extendió la mano, este hombre de ascendencia alemana criado en
EEUU parecía aún más severo y formal que todos los alemanes juntos.

—Lo mismo digo, sabía que en cuanto aparecieras no podría continuar con mi
trabajo —dije estrechando su mano de mala gana.

—Por favor, deja que yo me encargue de todo esto de ahora en adelante —dijo
Konrad—, ya sabes, creo que hacer que el chico hable mucho no le beneficiará en
nada.

—Sin embargo, sigo teniendo curiosidad por lo que va a pasar —dije.

—Entonces me aseguraré de que te incluyan en la lista de personas que asistirán a


la vista oral —dijo, soltando una risa.

Fruncí el ceño.

—¿Tan pronto? —pregunté. Me sentía como si hubiera algo fuera de lugar.


—Tendrás que ir y preguntarle a la policía, sin embargo, por lo que yo sé ahora
mismo de la situación, está metido en un problema muy gordo.

Parecía que los acuerdos de confidencialidad me mantenían al margen de un


montón de información. Me acerqué a Mike y vi a Kris saliendo de la sala de
interrogatorios, seguramente para reunirse con sus padres y su abogado.

Levanté la cabeza y le dije a Mike:

—Siempre echas a patadas a las únicas personas que hacen algo útil.

—Venga, Frank, lo que mantiene la boca de ese chico cerrada no somos nosotros ni
su abogado, por supuesto que todos queríamos que hubiera hablado más.

—El proceso judicial ha sido muy corto, ¿qué cargos habéis presentado? —le
pregunté.

Mike me lanzó una mirada significativa.

—Lo que él te ha dicho no es necesariamente la verdad, y lo que tú has oído no


tienen por qué ser los hechos.

—¿Y eso qué significa? —Hasta el momento, no había dudado de la honestidad y


credibilidad de ese paciente.

—Bueno… —Mike me miró—, ¿de lado de quién estás? Porque parece que es el del
Sr. Superviviente, ¿eh?

—Bueno, estaré presente en el juicio —le dije, impotente—, no creo que haya
problemas en hablarme de los cargos ahora.

Tras un momento de silencio, Mike agachó la cabeza.

—Tres cargos por asesinato.

Me quedé helado.

—¿Asesinato de quiénes?
—Los coreanos Kim Jongin, Park Chanyeol, y el chino Zhang Yixing.

Mike cerró de un golpe los documentos que llevaba en la mano, se dio la vuelta y se
fue.

Punto de vista de Frank:


Después de aquello, volví a mi vida normal, el número de pacientes en mi clínica no
paraba de aumentar y con ello, tenía cada vez menos tiempo para mí mismo; había
olvidado gradualmente mi encuentro con el joven chino-canadiense igual que
olvidaba a todos mis demás pacientes. Sólo de vez en cuando, cuando leía el
periódico y veía los artículos y la especulación sobre este caso, me acordaba de que
había tenido un contacto muy cercano con el principal implicado.

La verdad es que no estaba ni un poco preocupado sobre su situación, y eso no se


debía ni mucho menos a que tuviera confianza en Konrad. Por lo que sabía, cuando
una persona se encuentra en un entorno tan hostil, que supone una amenaza
tangible para su vida, todos sus actos pueden ser clasificados como “en legítima
defensa”.

Tal vez una persona como yo, que no sabía mucho de leyes, podría estar sentada
en el jurado, votando por su inocencia. Sin embargo, me sentía inquieto por las
palabras de Mike; si me había mentido otra vez, no volvería a ayudarle.

—Tengo tiempo, para el juicio, quiero decir —le dije a David por teléfono.

—¿Ah sí? Parece que has pospuesto todas las citas con tus pacientes para el mes
que viene, ¿no? Sí que te has interesado en el chaval, se ha convertido en tu
paciente VIP —dijo David con una sonrisa.

—Ya te he dicho que no me van los chicos monos. Qué irónico, soy alguien a quién
tú has contratado y sin embargo estoy deseando que pierdas el caso.

—Siempre juzgas por las apariencias —dijo David con la voz hosca—, en el futuro
sólo te daré casos de criminales feos.

—Por favor, eso no, sólo conseguirás que deje mi trabajo. En fin, nos vemos la
semana que viene, manda un saludo de mi parte.

—¿Te refieres a que salude a Mike, o al chico? —dijo riéndose.


—Adivínalo —colgué el teléfono.

El jueves, el cielo estaba gris, y acostumbrado como estaba a decidir mi humor de


acuerdo al tiempo, sentí un escalofrío de miedo. Al acercarme con el coche a los
juzgados, vi un gran grupo de reporteros, muchos de los cuales tenían rasgos
asiáticos.

Salí del coche tras aparcar y los periodistas empezaron a grabarme, probablemente
por el traje que llevaba y por la chapa de “acceso libre” que llevaba en la solapa.
Una asiática que no entendía inglés extendió el micro hacia mí, y me preguntó si era
abogado o investigador.

Sacudí la mano, con la intención de acabar con esto lo antes posible, y entonces oí
una voz que decía:

—¡Esa es la familia del fallecido…! —y entonces la muchedumbre se aglomeró


hacia un punto detrás de mí, me volví instintivamente par ver a un hombre de
mediana edad intentando proteger a otra mujer, también de mediana edad, de las
preguntas de los periodistas. Además de la situación incómoda en la que se
encontraban, probablemente tampoco entendían lo que les estaban preguntando.

Suspiré y me abrí paso para protegerlos a ambos.

—¿Podéis dejarles pasar, por favor? —dije a los periodistas, y los conduje por las
escaleras hacia la entrada, la mayor parte de los medios seguía fuera, gritando sus
preguntas.

—Gracias —dijo la mujer, con la cabeza gacha.

—¿Coreano? ¿Chino? —les pregunté en un inglés simple, esperando que me


entendieran. La mujer miró a su marido.

—Chinos —dijo el hombre en mandarín.

—¿Ah sí? Yo también —sonreí cuando el alivio se reflejó en sus rostros. La mujer
me cogió la mano y dijo—: Cuando llegamos no entendíamos nada, los encargados
de recepción parecían muy ocupados, estábamos preocupados por si no
encontrábamos el camino para llegar aquí hoy.
—Bueno, ya han llegado, así que todo está bien, ¿no? —Los llevé hasta la sala de
espera, aún no había mucha gente, me acerqué a la máquina de café de la esquina
para poner dos cafés con leche y azúcar.

—Sólo hay café, espero que no les importe —dije.

—Gracias, gracias… —se pusieron de pie rápidamente para cogerlo, aunque no


parecían muy interesados en bebérselo—. ¿Usted también es del departamento de
policía? —preguntó el hombre.

—Oh, no —dije riéndome—, soy médico.

—¿Médico…? —parecían sorprendidos—, ¿Los médicos también tienen que estar


presentes en el juicio…? ¿Médico forense? —de repente se pusieron tensos.

Me apresuré a calmarlos.

—No, no, sólo soy psiquiatra, estuve interrogando al sospechoso.

Su expresión cambió ligeramente cuando oyeron la palabra “sospechoso”.

—Si no les parece demasiado intrusivo por mi parte… —medité sobre qué palabras
utilizar, y pregunté prudentemente—: ustedes son los padres de…

La mujer de mediana edad miró a su marido y dijo:

—No estoy muy segura de si lo conoce, pero mi hijo se llama Zhang Yixing.

48 horas: 15 / 21
traducción ing-esp, 3517 palabras, kris centric, vvpp
"después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa"

El juicio dio comienzo.


—Desearía entregar los resultados de la evaluación psiquiátrica del acusado, Wu Yi
Fan, al juez —dijo Lan, el fiscal, y le entregó el documento a un miembro del
personal del juzgado—. Su estado mental es estable, puede firmar para hacerse
responsable de su testimonio. —Lan entregó otro documento.
—Tanto la evaluación psiquiátrica como su testimonio son válidos –dijo el juez un
poco después.

—De acuerdo con las pruebas que la policía ha presentado, el acusado no sólo se
ha callado una parte de la verdad, sino que ha alterado la verdad sin autorización. —
Hizo un gesto hacia la presentación que había en la pantalla antes de continuar—.
En primer lugar, la casa no estaba tan aislada y sellada como él ha testificado —en
la pantalla había una foto de la casa, y Lan señaló la pequeña ventana del techo de
la cocina—. Según la 7ª línea de la sección 3, el acusado declaró que uno de los
fallecidos, Park Chanyeol, intentó una vez romper la ventana utilizando una sartén,
pero que el acusado lo detuvo antes de que pudiera hacerlo por miedo a que
sufriera algún tipo de castigo tras romperla. Sin embargo, después de eso, alguien
rompió esta ventana.

Me quedé sin palabras al ver la ventana en la foto, rota.

—Esto hace que el resto de la declaración sea ilógica e inválida, porque si hubieran
roto la ventana en ese momento —Lan se dio la vuelta para mirar al jurado—, se
habrían dado cuenta de que todas las ventanas de la cocina eran de cristal normal y
corriente, y también de que la supervivencia de todos ellos era plausible.

—En segundo lugar, según la línea 12 de la sección 7 de la declaración, el acusado


señaló que la puerta del sótano estaba cerrada a cal y canto, impidiendo que
pudieran salir. Sin embargo, lo cierto es que la cerradura de la puerta estaba abierta,
simplemente estaba pasado el pestillo.

—¿Había huellas dactilares o algún rastro de los implicados en la puerta? —


preguntó el juez.

—No —Lan se dio la vuelta para mirar al juez—, tanto el pomo como la puerta en sí
estaban limpísimos.

—Por supuesto, el punto más importante sería… —continuó Lan, dirigiéndose al


jurado—. Como todos sabemos, aunque el acusado fue el único superviviente que la
policía encontró, averiguamos que no había 11 fallecidos, de hecho, sólo había 9.

Recordé la pregunta que Kris me había hecho. ¿Están todos muertos?...

—De acuerdo con la línea 2, sección 7 de la declaración, el acusado declaró que los
miembros Kim Jongdae y Kim Minseok murieron poco después de entrar a la casa
porque rompieron la ventana y excedieron los errores del código de la puerta, a
causa de un corte en la garganta. Pero la verdad es… —miró a Kris—, que no
pudimos encontrar los cadáveres de ninguno de los dos en ninguna parte de la casa,
y tampoco encontramos restos de sangre. Ambos se encuentran desaparecidos.

Se empezaron a oír pequeñas discusiones en la sala. El juez golpeó la mesa con su


martillo y dijo:

—¡Silencio!

Los pensamientos que se arremolinaban en mi cabeza empezaron a aclararse, pero


aún había muchos obstáculos que no lograba superar. Miré hacia Kris, pero sólo
podía ver su silueta. No sabía cómo se las iba a apañar para explicar esto.

—Quiero volver a ese último punto que el fiscal ha mencionado. —Viendo como Lan
volvía a su asiento, Konrad se puso en pie, sonriendo ligeramente mientras
avanzaba hacia el jurado.

—9 jóvenes muertos, 1 afortunado pero mentalmente traumatizado líder y dos


miembros inexplicablemente desaparecidos —se dio la vuelta para mirar al
público—. ¿Quién parece más sospechoso de todos? Sin tener en cuenta la
explicación sobre las muertes de Kim Jongdae y Kim Minseok que mi cliente ha
dado, quisiera darles un poco de información sobre la casa—. Mientras hablaba,
sacó un fajo de documentos y se los dio al juez y al jurado.

La infame casa blanca apareció en la pantalla. Había una granja a la izquierda de la


misma, detrás de la casa había preciosas montañas y lagos, sería un buen lugar
para pasar las vacaciones.

—Paraíso Blanco es una casa que se encuentra junto a una granja abandonada al
norte de las afueras de la ciudad, y la compró un mago americano, Louis Klein en
mayo del 2011. Este mago participó en varios shows de magia en Seúl, Corea entre
los años 2005 y 2009. Los hechos tuvieron lugar cuando este mago se encontraba
enseñando magia en Australia, y debido a la investigación que llevamos a cabo
sobre este caso, ha vuelto a Los Angeles para ser interrogado. Ahora, quiero
llamarlo a declarar como testigo.

Un hombre blanco, de estatura media, salió al estrado.


—Señor Klein, ¿jura decir la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad? Si no
lo hace, podrá ser demandado por perjurio —dijo el juez.

—Lo juro —dijo el mago.

—¿Dónde se encontraba usted cuando tuvo lugar el incidente, es decir, desde el 28


de marzo hasta el 30 de marzo del año 2014? —preguntó Konrad.

—Estaba enseñando magia al sur de Sydney, Australia; los informes de inmigración


lo confirman —dijo el mago.

—¿Estaba al tanto de que su casa al norte de Los Angeles estaba siendo utilizada
en el periodo de tiempo en el que ocurrió el incidente? —Konrad se acercó a su
lado.

—Sí, lo sabía —contestó el mago—. En febrero de este año, mientras estaba


viviendo por un tiempo en Corea, un amigo mío al que conocí por razones de
trabajo, Kim Song Bin, me pidió prestada mi casa.

Dándose la vuelta, Konrad miró al juez.

—La persona a la que el Sr. Klein ha mencionado, Kim Song Bin, es uno de los
directores ejecutivos de una empresa de telecomunicaciones en Corea. Es el padre
de uno de los miembros desaparecidos, Kim Jongdae.

En la sala empezaron a oírse conversaciones.

—¿Y Kim Song Bin mencionó alguna vez la razón por la que necesitaba tomar
prestada su casa?—continuó Konrad.

—Sí, me dijo que su hijo iba a venir a Los Ángeles y que quería pasar el fin de
semana en mi casa —dijo el mago—, incluso dijo que me daría las gracias
apropiadamente la próxima vez que fuera a Corea por pedírsela de forma tan
repentina.

—¿Le pidió alguna cosa más? —preguntó Konrad.

—Sí, a petición de mi viejo amigo, contraté a un chófer local así como un asistente
coreano, y les di sus números de teléfono al señor Kim Song Bin.
—¿Alguna cosa más? —Konrad lo miró fijamente.

—Sí, también había un coche con revestimiento especial que inhibe la señal
telefónica. Lo he utilizado otras veces, durante espectáculos de magia. También
pequeñas cantidades de gas éter inocuo, sólo producen un efecto somnífero —dijo
el mago, incómodo, y añadió—: estos productos pueden comprarse legalmente y no
son dañinos en absoluto —remarcó—. Supuse que su hijo quería gastarle una
broma a sus amigos.

—Gracias —Konrad se volvió hacia el jurado—, ya no tengo más preguntas para el


testigo.

—Orden —dijo el juez al público, que estaba discutiendo sobre lo que acababan de
oír. Miré a David y a Lan, sus caras no reflejaban muestra alguna de asombro ni
sorpresa.

—El día que llegaron a EEUU, y bajo los efectos del cansancio por su trabajo y el
estrés, el miembro de EXO Kim Jongdae llevó a sus compañeros, sin que estos
dieran su consentimiento previo para ir a la casa ya que estaban inconscientes, y no
mantuvo contacto alguno con los miembros de su personal en ningún momento —
dijo Konrad—. Después de dos días, 9 miembros estaban muertos y sólo quedaba 1
vivo, y Kim Jongdae sigue desaparecido. Creo que la verdad está muy clara… —Se
dio la vuelta para mirarnos—. Kim Jongdae, miembro de EXO, es altamente
sospechoso de haber planeado todo este caso de asesinato múltiple. La persona
que debería estar sentada en el banquillo es él, no el único superviviente.

Miré a la madre de Kris y su expresión se relajó un poco.

—Como una de las víctimas implicadas en el caso, al estar bajo la amenaza de


cortarle la garganta en cualquier momento, todas las acciones del acusado fueron
bajo legítima defensa ya que se encontraba en una situación especial, y en ese
momento en particular hizo lo que hizo para poder sobrevivir —Konrad se giró e hizo
una breve reverencia al jurado—, he terminado mi intervención.

La silueta de Kris seguía inmóvil; no sabía en qué estaría pensando en ese


momento.

—Creo que una frase que el testigo de la defensa, el Sr. Klein, ha dicho merece
especial atención—Lan se puso en pie y se dirigió hacia el jurado—. Esa frase es
“era una broma”. El señor Klein ha mencionado que pensó que el hijo de su amigo
iba a gastarles una broma a sus amigos, yo sólo quiero debatir la probabilidad de
este razonamiento e inferencia —dijo Lan, tranquilo—. Del 28 de marzo al 30 de
marzo, ambas son fechas próximas a una fecha en particular, el 1 de abril. April’s
fools (el día de los inocentes en EEUU), y justo ese día era también el segundo
aniversario desde que debutaron. Sé esto no porque haya investigado sobre el
grupo, sino porque el mismo Kim Jongdae me lo ha hecho saber —giró la cabeza
para poner en marcha una nueva presentación en la pantalla mientras aclaraba lo
que acababa de decir.

En la pantalla se veía un espejo roto, desafortunadamente, lo que se veía no era


una lista interminable con las reglas del juego, sólo unos cuantos caracteres
coreano que era incapaz de entender. Sentí a la pareja coreana sentada a mi lado
dar un grito ahogado.

—El significado de estas palabras coreanas es: Segundo aniversario —explicó


Lan—. En la segunda sección de la declaración, se menciona que había proyectado
un largo texto en inglés que contenía las reglas del juego, de hecho este es un
espejo de plasma, pero no se utilizó sólo para proyectar las reglas del juego.
Llegados a este punto, comentaré el resto más tarde, cuando llame a mi testigo a
declarar —dijo.

—Hace un momento, el abogado del acusado ha dicho que Kim Jongdae no había
contactado a nadie de su staff, pues bien, quiero llamar a declarar a la señora Huan
Song, que iba a ser su mánager y acompañante en este viaje.

Para mi consternación, me giré para ver una cara familiar, la de la mujer histérica
que hablaba por teléfono en la comisaría.

—¿Durante cuánto tiempo se ha hecho cargo de este grupo? —preguntó Lan.

—Un año y tres meses —contestó.

—¿Kim Jongdae era una persona cerrada? ¿Cómo era su relación con el resto de
los miembros?—preguntó Lan.

—Tenía una personalidad… muy cálida —dijo la mujer tras dudar un momento—, se
relacionaba bastante bien con todos los demás miembros.

—Antes del incidente, ¿hubo alguna discusión o algo fuera de lo normal?


—¿Peleas?...Oh, no —negó con la cabeza—, discutir era algo imposible viniendo de
él.

—Cuando el avión llegó a LA, ¿recibió usted alguna llamada de parte de Kim
Jongdae? —Lan la miró fijamente, mientras le formulaba la pregunta más
importante.

—Sí —admitió ella.

Vi cómo Kris levantaba la cabeza para mirar al público.

—Cuando llegamos a América, utilicé mi tarjeta sim americana y mantuve el móvil


coreano apagado. Como mi teléfono coreano estaba casi sin batería y había
olvidado traer el cargador, redirigí todas mis contactos y llamadas a mi móvil
americano así que me imaginé que no habría problema —dijo solemnemente—.
Esto es lo que causó la incomunicación entre Kim Jongdae y yo, ya que sólo recibí
su mensaje en mi móvil coreano tras el incidente.

—¿Qué decía el mensaje? —preguntó Lan.

—Decía: “No te preocupes, estaremos de vuelta mañana por la mañana, puedes


enviarme el nombre del hotel” —dijo con la cabeza agachada.

—Gracias —Lan se giró para mirar al juez y dijo—: Quiero llamar a declarar a otro
testigo: el asistente coreano del Sr. Klein, quien los llevo a las afueras. El Señor
Zheng.

Un hombre joven con rasgos asiáticos se acercó al estrado.

—¿Qué órdenes le dio Louis Klein? —preguntó Lan.

—Me dijo que llevara a los chicos a la casa de las afueras, y me dejó el coche y el
número de un conductor. También me dijo que preparara un poco del gas somnífero
y que uno de los chicos estaría en contacto conmigo —dijo el joven.

—¿Y se puso en contacto con usted? —preguntó Lan.

—Sí, hablamos, y al oír que él también era coreano fui especialmente amable con él
y le ofrecí mi ayuda para cualquier cosa que necesitara. La verdad es que no fue
gran cosa, el conductor nos llevó a la casa, ya estaban todos dormidos a causa del
gas. —Intentó recordar cada detalle con todas sus fuerzas—. Cuando llegamos, los
demás seguían dormidos, así que le di a Jongdae y a otro chico un paquete de
agua, les enseñé cómo funcionaban las cosas de la casa, el proyector…

—¿Y cómo funcionaba el proyector? —inquirió Lan.

—El muro de proyección y la máquina de baile estaban conectados, primero tenían


que introducir algunas de las claves, la verdad es que no estoy seguro de cuánto
tiempo estuvieron jugueteando con ello. Además, el reloj de la cuenta atrás también
estaba conectado con el proyector.

—¿Y qué hay de la caja fuerte con el cubo de rubik?

—Sí, iba conectada al cubo de rubik pero no se podía abrir, no había nada dentro —
contestó.

—¿Y el agujero de la máquina de baile? —insistió Lan.

—Oh, ese agujero se abría siempre que una persona perdía, sin embargo había un
trampolín debajo así que siempre rebotaban, a Louis le encantaba gastar esa
broma.

Kris, que estaba delante de mí, tembló ligeramente.

—Estos anillos, ¿los vio aquel día? —preguntó Lan.

—Son anillos de magia normales, Louis tenía muchos artículos para magia en la
casa —dijo Zheng.

—Gracias. —Lan miró al juez—. No tengo más preguntas. —Siguiendo las


instrucciones del personal del juzgado, el coreano salió de la sala—. El punto más
llamativo de todo el caso, y que resultó en el caos de todo el incidente, eran estos
anillos mágicos —Lan levantó uno de los anillos, en una bolsa de plástico sellada—.
Si seguimos al pie de la letra la descripción de la sección 2, línea 5 de la declaración
del acusado, si un cuchillo saliera de este bajo circunstancias especiales, no se
trataría de un simple artículo de magia. Sin embargo, lo más extraño es que dicho
cuchillo en realidad no existe —Lan sostuvo el anillo en la mano y se giró hacia Kris,
que parecía ligeramente sorprendido, levantando poco a poco la cabeza para mirar
al anillo—. Encontramos un total de 10 anillos en la casa, eran todos anillos
normales sin ningún cuchillo ni arma alguna escondidos, morir por esto era
simplemente imposible. —Lan se dio la vuelta para mirar a Kris—. No había ninguna
circunstancia que pusiera en peligro tu vida, pero qué es lo que has hecho…

Kris empezó a temblar violentamente, doblándose lentamente por la cintura.

— Park Chanyeol, coreano, muerto a causa de heridas en el abdomen —en la


proyección apareció la foto que ya había visto al principio de todo—, el lugar de la
muerte fue el armario del dormitorio del primer piso —.Lan señaló las manchas de
sangre de la pared—, en él se han encontrado las huellas del acusado, de nadie
más. Kim Jongin, coreano, su muerte se debió a un impacto directo en la cabeza, el
arma parece ser una sartén —Lan señaló la sartén que había tirada a un lado de la
foto—. Las huellas halladas en la sartén pertenecen a dos personas: el acusado, y la
otra víctima, Park Chanyeol. Además, un botón que el fallecido Kim Jongin tenía
fuertemente agarrado se ha confirmado como de la camiseta de Wu Yifan —Lan
paseó tranquilamente por delante de Kris—. La piel que había debajo de sus uñas
también era tuya. Zhang Yixing, chino —continuó Lan— murió desangrado a causa
de un corte en la muñeca. Había un rastro de su sangre desde el cuarto de baño del
segundo piso hasta el lugar de su muerte, el dormitorio del segundo piso. El arma
fue un trozo de espejo roto, las únicas huellas halladas en él son del acusado.

Kris se encogió y tembló, agarrado a las barras fuertemente; yo no era capaz de


definir sus expresiones.

—En realidad esto era sólo un juego, una fiesta sorpresa, en el juego no había
armas que pudieran causar la muerte. Sin embargo, el acusado convirtió el juego en
una masacre —dijo Lan.

—Protesto —habló Konrad—. Las palabras que utiliza el fiscal son una violación de
la personalidad de mi cliente.

—Se acepta —dijo el juez.

—Evidentemente, esto no era tan simple como una fiesta sorpresa. Tengo una
pregunta —Konrad se puso en pie.

—Adelante —dijo el juez.


—El fallecido Oh Sehun cayó a través del agujero de la máquina de baile, y murió de
un impacto en la cabeza, al contrario de lo que ha dicho el testigo sobre que
rebotaría —Konrad proyectó una foto del cadáver de Oh Sehun.

—En la declaración del acusado, se hace mención a que entraron y salieron del
sótano en numerosas ocasiones para mover los cuerpos —contestó Lan—. ¿Cómo
podemos confirmar que el trampolín no se movió entonces?

Miré a Kris, que estaba de espaldas a mí, tal vez él ya supiera por qué Oh Sehun no
había rebotado alegremente en el trampolín.

—Si especulamos a partir de aquí, coincidiendo con su segundo aniversario y April’s


fools, los miembros de EXO Kim Jongdae y Kim Minseok habían montado un plan
para celebrar esta estimulante fiesta sorpresa. Primero utilizaron sus muertes
fingidas para hacer énfasis en lo serio y real que era el juego, esperando que los
demás se dieran cuenta del cartel que había colgado en la Dance Revolution. Una
vez se pusieran a jugar, quien perdiera rebotaría hacia arriba mientras que el
ganador presionaría el botón sorpresa de la pantalla, y entonces las reglas del juego
del espejo se convertirían en las palabras que están viendo ahora mismo, “Segundo
aniversario”, todo estaba planeado para que fuera alegre y perfecto.

Hice memoria, pero no recordaba que Kris hubiera dicho que le habían prestado
atención a la palabra “sorpresa” de la pantalla, ni por parte de Luhan ni de ningún
otro, mientras Sehun caía hacia su muerte. Casi se me olvidó el hecho de que no
había escuchado la historia completa.

—Así pues, en este juego, porque no era más que eso, un juego, los miembros
murieron por asesinatos internos, que nadie había planeado. El único superviviente
de esta cadena de asesinatos es el acusado.

Lan señaló a Kris, proyectando su voz fuerte y clara hacia el público.

Yo no tenía claro en qué momento Kim Jongdae y Kim Minseok se habían dado
cuenta del caos en que se había convertido el juego, tal vez cuando todo el mundo
había ignorado la Dance Revolution, cuando Kim Joonmyun encontró la muerte o
cuando el trampolín se torció. En su desesperada huida, no esperaban que los
hechos fueran a desarrollarse de este modo.

Muchas veces, la situación acaba de la forma menos esperada.


En el tiempo de descanso, me acerqué a Mike y salimos fuera.

—Tienes que proteger su estado mental, parece que hoy ha descubierto muchos
hechos que desconocía.

—Lo sé —Mike levantó las cejas—. Yo también lo he visto. Pero había muchas
cosas que no necesitaba saber antes de esto.

—Sí, y parece que tampoco era necesario que yo las supiera —dije.

—¿Aún te estás quejando sobre eso? —Mike me pasó el brazo por los hombros—.
Para nosotros tampoco es fácil, tener que hacer malabarismos con la protección del
estado mental del sospechoso y soportar la presión de lo que dice la gente y los
superiores… Si te soy sincero, ni siquiera cobro tanto como para aguantar esto.

—Ya lo sé, y yo no quiero ponerte más presión, sólo digo… —levanté la cabeza y
miré hacia el frente—. A lo mejor, además de la soledad y la culpa, ha desarrollado
tendencias suicidas.

—¿Suicidas…? Imposible. Con todo lo que ha pasado, sigue vivo. Ese chico tiene el
límite muy alto, lo más seguro es que se trague todas sus emociones.

Me acordé de verlo encogido al darse cuenta de que el anillo no contenía ningún


cuchillo hoy mismo.

Mike estaba completamente equivocado, hay un tipo de humanos que


constantemente se tragan sus propias emociones, a los que les faltan las histéricas
expresiones externas como las lágrimas o los gritos, y simplemente contienen la
tortura en su propia sangre.

—Es cierto… pero espero que la ya considerable presión que acumula en el cerebro
no haya llegado a su límite.

Punto de vista de Frank:Pensé que mi conexión con este caso, y con ella la que
tenía con este chico silencioso de cabellos dorados, ya se había cortado. Caminaba
por el pasillo de la oficina, iba dando golpecitos con la carpeta en la pared; ya había
acabado, y aún así yo no podía evitar sentir que faltaba algo.
Pero así es la vida.
A veces, el destino es muy extraño. Yo pasaba los días ocupado con las cosas
cotidianas, pero a veces, por la noche, mientras conducía de vuelta a casa, aún
pensaba en ese chico al que sólo había visto un par de veces. Recordaba la taza de
té que derramó, sentía una sensación cálida en mis recuerdos, y todo se acumulaba
de forma desordenada en mi cerebro. También recordaba sus manos temblorosas
en el juicio.

Esto no era normal. Pensé que lo mejor sería irme corriendo a cualquier bar y
encontrar a alguien con quien charlar.

Al llegar a casa, empecé a ver los vídeos y la información sobre el grupo de este
chico. Él resultó ser el tipo estándar de líder, explicando pacientemente el
significado del nombre del grupo así como las canciones del álbum, y a veces, se
ponía como un padre gruñón. Por primera vez, reconocí las caras de Luhan y Zhang
Yixing. Estaban juntos a menudo, ya fuera pinchándose el uno al otro o molestando
a la gente a su alrededor, y Kris siempre los miraba con la misma expresión a medio
camino entre la frustración y la alegría.

Park Chanyeol era mucho más alto de lo que me imaginaba, y su voz era todo lo
contrario a lo que esperaba. Este chico expresaba sus emociones muy
abiertamente, y desde el punto de vista psicológico, él y Kris eran polos opuestos.
Sin embargo, era evidente que Kris le tenía mucho aprecio; la expresión en sus ojos
cuando miraba hacia Chanyeol era de envidia e indulgencia.

Esperaba que Kris no volviera a ver estos vídeos nunca más.

Ese día, estaba a punto de empezar a trabajar en la oficina cuando recibí una
llamada inesperada de mi secretaria.

—Son de la comisaría. Dicen que ya os conocéis y que no tienen por qué pedir cita.

Le dije a mi secretaria que los dejara pasar. Cuando abrí la puerta, vi a David
sonriendo frente a mí, y esto me pilló con la guardia baja. Él, que siempre estaba
ocupado hasta el punto en que nadie veía ni su sombra, se había presentado en mi
clínica.

—Me ha sorprendido, señor detective —dije, levantando las cejas y apretándome el


pecho—. ¡Ya sé que mi vida personal es un poco caótica, pero creo que no es tan
serio como para que lo consideren ilegal!
Él no dijo nada y se sentó, con la sonrisa aún en la cara. Su forma de mirarme
estaba haciendo que se me pusieran los pelos de punta.

—Joder —le dije—, entiendo que anules esa invitación a un viaje a la nieve, pero no
tienes por qué mirarme así.

—He venido para pedirte que vuelvas —murmuró David—. El mismo caso, el del
grupo de chicos coreanos.

Mi corazón dio un vuelco. Juguetée con el boli que llevaba en las manos en silencio.

—Sé que presentarme aquí de repente interrumpiendo tu trabajo y llevarte conmigo


es poco respetuoso, pero después del primer juicio, el chico se ha puesto testarudo
otra vez, y esta vez ni siquiera habla con su abogado defensor. El caso no se ha
cerrado aún, y tampoco hay detalles sobre los tres asesinatos que se le atribuyen.
—David levantó la cabeza y me miró, con los brazos descansando sobre sus
piernas—. Así es muy difícil dar cuenta de todo esto, sobre todo a los medios y a las
familias de las víctimas.

—¿No deberíais centraros en los dos miembros desaparecidos? —dije. David me


miró. Parecía como si fuera a decir algo pero se hubiera arrepentido en el último
momento—. Sabes que después de un periodo de desaparición tan largo, lo más
probable es que esos dos ya estén muertos.

Mi frente se arrugó de preocupación.

—No hay indicios de que esos dos miembros vayan a cometer ningún crimen, ni de
que tengan ningún plan de hacerlo. No tenían motivos para planear los asesinatos,
ni intención de matar, ni mataron a nadie en realidad; e incluso si los encontráramos,
sólo se consideraría delito menor —David me miró fijamente—. El público y las
familias de las víctimas también necesitan una explicación válida de todo lo que ha
pasado.

Bajé la mirada, haciendo garabatos en un papel.

—Ya han pasado muchos días, y sólo hemos conseguido sacarle una frase aparte
de todas las cosas raras que dice en sueños —David me miró con los ojos
irritados—. Dijo que quería beber ese tipo de té. Así que tienes que volver —dijo
David—. Tu evaluación del paciente no está completa, y no serás capaz de dejar a
un paciente así, a mitad del tratamiento…
Mi coche se averió el día que volví a la comisaría, así que tuve que llegar
caminando después de pensármelo y frustrarme mucho.

En la sala de interrogatorios, el pelo de Kris seguía recogido hacia atrás como antes,
pero su cara estaba más pálida que nunca. Estaba en las nubes, a veces se echaba
a reír de repente. Mike estaba a mi lado, negando con la cabeza mientras miraba los
papeles que tenía en las manos.

—Aparte de hablar dormido, lo único que hace es soltar esa risita.

—¿Qué clase de cosas dice en sueños? —pregunté.

—Primero habló en mandarín, y el traductor dijo que estaba repitiendo “el mechero
no tiene gas, el mechero no tiene gas…” y durante los siguientes días cambió de
tema y empezó a canturrear cosas raras en inglés… —dijo Mike—. Estamos
planeando mandarlo a que pase por otra evaluación psiquiátrica en dos días, ya que
el juicio claramente le ha dejado secuelas muy negativas en su estado mental.

Miré a Kris y dije:

—Luego hablaremos de eso, espera a que hable primero con él.

Abrí la puerta, me senté en la silla habitual y puse una taza de té delante de él. Dije:

—Cuánto tiempo sin verte, viejo amigo, ¿cómo estás?

Kris se dio la vuelta y hasta sonrió levemente.

—Estoy bien.

El comienzo de nuestra conversación superó mis expectativas, no podía saber si se


estaba comportando así porque me consideraba su médico o porque confiaba en mí
como amigo.

—Pensaba que no ibas a volver a hablar nunca más —sonreí—. He oído que tu
abogado, Konrad Steinweg, está cansado de esperar a que hables. Por si no lo
sabías, sus honorarios son altísimos.

—Sólo echaba de menos tu té —dijo.


—Parece que por fin he podido satisfacer tus preferencias, qué bien.

Agachó la cabeza, en silencio.

—Vi a los padres de Yixing en la vista oral —dije—. Estaban sentados justo a mi
lado.

Sus ojos se iluminaron por un momento, pero se apagaron al instante.

—Su madre no cree en absoluto que tú seas el asesino —dije—, sólo recuerda
cosas buenas sobre ti.

Movió nerviosamente las cejas, y sus labios se movieron, murmurando:

—Él se parece mucho a su madre…

Me acerqué más.

—¿Qué has dicho?

Kris sonrió levemente y negó con la cabeza.

48 Horas: 17/21
traducción ing-esp, 975 palabras, kris-centric, vvpp
"después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa"

Punto de vista de Kris:


No pude dormir en toda la noche, y cuando el sol salió en la mañana del segundo
día, mis ojos seguían abiertos. Odiaba el insomnio tanto como odiaba no ponerme
borracho incluso después de haber bebido muchísimo.

Miré a Yixing entre mis párpados caídos. Cualquier mirada podía ser la última. Lo
cierto es que había nacido siendo un pesimista, igual que Park Chanyeol había
nacido siendo optimista.

Como las dos únicas personas de nuestro equipo que quedaban, era evidente que
no teníamos muchas posibilidades de ganar. Aún recordaba que había una
misteriosa regla por encima de las otras 10, que decía que los dos últimos
supervivientes debían ser del mismo equipo. Eso implicaba que si uno de nosotros
moría, el otro indudablemente sería empujado hacia la muerte también. No éramos
personas de una inteligencia brillante, pensé con una sonrisa, pero para él era aún
peor; no había ni rastro de crueldad en Yixing.

Abrió los ojos y me miró somnoliento,

—¿Cuándo te has despertado?

—Hace un momento —le dije.

—¿He tenido una pesadilla? —pensó en voz alta.

—No —le respondí—, probablemente los dos muramos pronto, así que podríamos
celebrarlo bebiendo un poco.

—¿Qué? —sonrió levemente mientras se sentaba—. Normalmente yo como yogurt


cuando celebro algo.

Lo miré misteriosamente, sonriendo.

—Compórtate como un adulto.

Me miró y me lanzó un golpe.

Esa mañana estaba lloviendo a mares, el juego terminaría en 12 horas. No estaba


seguro de si podríamos vivir para ver otro día lluvioso como este. A mi lado, Yixing
estaba en su mundo, como siempre.

—¿En qué piensas? —le pregunté.

—Estaba pensando… ¿y si el mundo de los sueños es el real, mientras que lo que


estamos viviendo ahora es sólo un sueño?

—Y si los Kris y Yixing del mundo real se despiertan, ¿dónde iríamos nosotros? —
miré al suelo frente a mí.

—Si los del mundo real despertaran… —sonrió—, entonces nosotros moriríamos,
supongo.
Así que la muerte no es más que el despertar de un sueño.

Este sueño era bonito, en este sueño habíamos pasado mucho tiempo juntos, ¿no
estaríamos mejor si despertáramos de él todos juntos? Así no nos perderíamos.
Sonreí al mirarle y no dije nada de esto en voz alta.

Se dio la vuelta para mirarme con una sonrisa radiante, parpadeó un par de veces y
tampoco dijo nada.

Me quedé tumbado en la cama, mirando al techo; y Yixing abrió la puerta para ir al


baño. Cuando la puerta de nuestro dormitorio se cerró de golpe de repente, supe
que había vuelto a empezar, y que acabaría pronto. Miré por la ranura de la puerta y
vi la expresión de pánico de Chanyeol, que estaba inclinado como si estuviera
atando algo a la puerta. Había atado el pomo de la puerta al cerrojo con la cuerda
de plástico que tenían. Una forma muy simple de bloquear la puerta.

Me puse a darle patadas a la puerta, desesperado, y afuera oí cómo volcaban una


mesa y la tiraban al suelo y cosas que chocaban. Había un horrible 3 contra 1 fuera
del dormitorio, pero no podía verlo y mucho menos podía ayudar.

—¡Park Chanyeol! ¡Abre la puerta! —grité mientras las lágrimas caían por mis
mejillas—. ¡¡Te lo suplico, abre la puerta!!

Él estaba fuera, utilizando desesperadamente todo el peso de su cuerpo para


bloquear la puerta. Me ggiré, cogí una silla y la lancé contra la puerta, pero no sirvió
para nada. Tenía la mente en blanco, miré a mi alrededor y de repente vi la espada
retráctil que había colgada en la pared. Al descolgarla y tocar un botón, se extendió
en toda su longitud, parte por parte. Me agaché junto a la puerta y pasé la espada
por la rendija de la puerta, y de un tajo corté la cuerda en dos. Di un paso atrás y le
di una patada con todas mis fuerzas a la puerta.

Durante las clases de rap siempre decías:

—Esto es un juego, no hay que tomárselo tan en serio.

Conocerte fue una de las mejores cosas que me habían pasado en la vida. Tú fuiste
el que me enseñó y corrigió mi pronunciación al decir “perdóname”, ¿no?
La comisura de sus labios empezó a sangrar cuando le hundí el puño en la
cara; perdóname.

Me has dirigido demasiadas sonrisas, mientras que yo no era capaz de darles tantas
sonrisas a los demás. Encadené un puñetazo tras otro en su estómago, la persona
frente a mí gimió y se dobló sobre sí mismo, dolorido. Le golpeé fuertemente la
rodilla para que cayera al suelo. Estaba medio arrodillado en el suelo, no sabía si lo
que goteaba en el suelo era sudor o lágrimas. ¿Ya no puedes seguir bailando,
Chanyeol? Qué pena, ese es un sueño que ha dejado de existir.

Lo levanté agarrándolo del pelo, y lo lancé contra la pared; tu cara manchada de


sangre sigue siendo tan hermosa como la primera vez que te vi; la luz de tus ojos
sigue siendo igual de brillante. Si no fuera por las lágrimas que amenazaban con
caer de tus ojos, podría fingir que esto era como la primera vez que te vi,
presentándote todo serio, “¡Hola! ¡Soy Park Chanyeol!”

Perdóname, haré todo lo que pueda por seguir vivo y arrepentirme por esto el resto
de mi vida. No podía contener las lágrimas cuando lo cogí y lo metí en el armario.
Cerré la puerta, incapaz de mirarlo por última vez.

La persona que atravesó la puerta del armario con la espada… la persona a la que
rechazaría el resto de mi vida…

Fui yo.

Pero tú, que gastaste toda tu energía en aprender a hablar y rapear lo más rápido
posible, no dijiste ni una sola palabra antes de morir. Después de sonreír durante
toda tu vida, me dejaste sólo con tu silencio.

48 Horas: 18/21
traducción ing-esp, 977 palabras, kris-centric, vvpp
"después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa"

Salí del dormitorio con la mente en blanco, el salón estaba hecho un desastre. No
sabía en qué momento de la pelea llegué, sólo sabía que Yixing ya tenía la cara
amoratada y manchada de sangre, llevaba la ropa rota y estaba peleando con Kim
Jongin desde el sofá hasta las escaleras, rodando por ellas hasta llegar al suelo. Me
miró durante un segundo cuando salí, y Jongin aprovechó el momento para darle un
puñetazo y tirarlo al suelo, y empezó a darle patadas sin piedad alguna. Yixing
parecía un muñeco de trapo bajo todas las patadas, pero sorprendentemente pudo
zafarse y agarró a Jongin, presionándolo contra el suelo con su cuello fuertemente
atrapado entre sus brazos.
Ya lo había dicho, él era así: justo cuando creías que estaba acabado y que iba a
rendirse, sacaba fuerzas de flaqueza, recordándote que seguía vivo.

Corrí hacia la cocina y abrí uno de los armarios, saqué esa sartén con la que
Chanyeol había intentado romper la ventana, y me dirigí hacia los dos que estaban
enzarzados en la pelea. Justo un segundo antes de que oyera a Yixing gritar
“¡CUIDADO!”, me tropecé con esa estúpida cuerda de plástico.

Me di la vuelta y de repente fue como si una bomba me estallara en la cara, sentí


alcohol y sangre goteando por mi cabeza, empapándome el cuello y la parte
superior de mi cuerpo. Cuando abrí los ojos otra vez, vi a Luhan de pie delante de
mí con un mechero en la mano, me estaba mirando como si estuviera poseído.

Escuché a Yixing gritar a mi izquierda.

—¡¡Luhan!!

Mi mente no podía escuchar ningún otro sonido, y creo que la de Luhan tampoco
porque en ese momento se giró para mirar a Yixing.

—¿Yixing? —dijo.

Al momento siguiente, Yixing se lanzó contra Luhan y lo tiró al suelo, el mechero


cayó al menos dos metros más lejos. Jongin agarró a Yixing por el cuello desde
atrás y lo levantó. Cogió uno de los cristales de las botellas rotas que había en el
suelo y lo presionó contra la arteria carótida de Yixing.

—¡¡Yixing!! —bramó Luhan instintivamente—. ¡No lo toques! ¡¡No te atrevas a


hacerle nada!! —dijo, medio arrodillado, intentando levantarse del suelo e ir a
ayudarle.

—¡No te acerques! —le dijo Jongin a Luhan—. ¡Ni tú tampoco! —me miró a mí, que
había avanzado unos pasos intentando acercarme.
—¡Chanyeol! —Jongin gritó en dirección al dormitorio, pero nadie respondió—.
¡¡Chanyeol, ¿dónde estás?! —gritó desesperado, aunque seguía sin haber
respuesta.

A Jongin se le cayeron las lágrimas, nos miró a los tres y me preguntó:

—¿Dónde está Chanyeol?

Chanyeol ya está muerto, pensé, pero no me atreví a decírselo. Era una situación
igualada, de 2 a 2, y en este caso, Yixing iba a morir. Bajé la cabeza y me quedé
callado, Luhan se volvió para mirarme, como si estuviera sopesando algo.

—¿Has matado a Chanyeol? —me preguntó, calmado, en chino.

—No lo sé… está en el armario —balbuceé con la voz ronca

Luhan se dio la vuelta y miró un instante hacia el dormitorio. Probablemente ya


sabía la respuesta.

En el otro lado, Yixing me sonrió ligeramente, como despidiéndose de mí.

Jongin parecía asustado por nuestra conversación en mandarín, dándose cuenta de


que era el único que no la entendía.

—Luhan… —la voz le temblaba—, de qué estáis hablando… ¿dónde está


Chanyeol…?

Miré a Luhan con ojos suplicantes, él no me miró a mí.

Miró por la ventana tranquilamente, las comisuras de sus labios se curvaron un poco
hacia arriba y parecía que estuviera perdido en sus pensamientos. La verdad es que
la pregunta que se estaba haciendo a sí mismo era muy fácil.

—Chanyeol… —Luhan miró al frente, sonriendo, mientras se acercaba a Jongin y


Yixing—, se ha bebido unas cuantas copas y se ha quedado dormido —dijo,
cogiéndole la mano a Jongin para alejar el trozo de cristal.

Jongin lo miró, sus ojos parecían frágiles y desconsolados.


—¿De verdad? —preguntó, susurrando.

—Sí, de verdad —Luhan asintió con una sonrisa, retiró los trozos de la botella y
separó a Yixing del brazo de Jongin, empujándolo en mi dirección—. Se despertará
dentro de poco.

Luhan abrazó a Jongin, acariciándole la espalda, yo me puse a Yixing sobre la


espalda, Jongin estaba sollozando como un niño, con las manos aferradas a la
camiseta de Luhan.

Era una mañana muy lluviosa, los cuatro estábamos en ese salón destrozado,
tomando la decisión más difícil de nuestras vidas.

Todos éramos culpables, porque la respuesta ya estaba escrita en la sangre de


cada uno de nosotros.

Igual que Sehun, que se ofreció voluntario a bailar sobre la Dance Revolution. Esa
fue su respuesta.

Igual que Tao, que hizo trampas constantemente por sus amigos. Esa fue su
respuesta.

Igual que Chanyeol, que me miró atónito pero no se resistió. Esa fue su respuesta.

Igual que yo, que elegí acercarme a Jongin con la sartén en la mano, oculta tras mi
espalda. Esa fue mi respuesta.

Igual que Luhan, que me vio pero cerró los ojos y se quedó callado, esa fue la
respuesta que eligió para Jongin, también la que eligió para Yixing y para mí, e
incluso, la respuesta que eligió para sí mismo.

Levanté el brazo y lo dejé caer. Jongin se giró para mirarme, cayendo lentamente,
una mano aferrada a mi hombro, la otra a mi ropa.

Cerré los ojos y lo empujé hacia el suelo con todas mis fuerzas. Sus ojos
desesperados estaban abiertos de par en par, probablemente recordando todas las
batallas que había experimentado en su corta vida. Esta sería su única derrota, su
última derrota.
Luhan se arrodilló en el suelo, hasta que el pulso de Jongin se detuvo. Le cerró los
ojos.

—Que descanses —dijo Luhan mientras se levantaba, y pasó por al lado de Yixing y
de mí—. He perdido —dijo.

Estábamos paralizados. Yixing y yo le devolvimos la mirada a Luhan. Se dio la


vuelta para dirigirnos su habitual y radiante sonrisa,
—Buena suerte —dijo, y nos saludó con la mano suavemente.

Siempre hay personas que vencen a todos sus enemigos y que aun así, deciden
perder contra sí mismos. La única cosa más difícil que la muerte es vivir con dolor.
Él siempre había sido más inteligente y decidido que yo. Tomó la decisión correcta.

No sé cuánto tiempo había pasado, Yixing estaba durmiendo en el sofá. Luhan abrió
la puerta para salir del dormitorio del segundo piso, y se quedó al pie de la escalera.

—¿Puedo coger la cuerda de plástico que hay en el suelo? —preguntó sonriendo.

Miré al suelo, sabía que la cuenta atrás marcaba 4. Mientras vaciaba la gasolina del
mechero gota por gota, tomé la decisión más estúpida de toda mi vida, la decisión
que sería el clavo que me mantendría en la cruz durante el resto de mi existencia.

Negué suavemente con la cabeza.

Como si le hubieran quitado un peso de encima, Luhan asintió y sonrió.

—Entonces olvídalo… Por cierto, necesito pedirte un favor.

—Habla —dije, manteniendo la vista fija en el suelo.

—Esta es la dirección de mi casa y el número de teléfono —dobló el trozo de papel


que llevaba en las manos en forma de avión—. Ya hace más de dos años que no
hablo con mis padres… —dijo como si nada—. Tengo algo de dinero ahorrado en el
banco, no es mucho, pero si pudieras ayudarme a hacérselo llegar… y también —
señaló con la cabeza hacia donde estaba Yixing— dile adiós a ese idiota de mi
parte, ¿vale?

—¿Quieres que lo despierte? —dije.


Levantó las manos en el aire, haciéndome señales para que parara.

—No, no lo molestes.

—Siempre me estás dando recados. —Lo miré fijamente—. ¿Por qué no los haces
tú mismo?

Dudó por un segundo y me sonrió con ojos cansados.

—Se me dan fatal las palabras.

Esa fue la última frase que me dejó, y probablemente la última frase que le dejó al
mundo entero. Entonces se agachó y dejó su reloj rosa en el suelo.

Me sonrió, se dio la vuelta y fue a la habitación, desapareciendo de mi campo de


visión.

Más de media hora después, escuché un fuerte golpe fuera de repente. Yixing aún
estaba durmiendo, así que me levanté y fui hacia la ventana de la cocina para echar
un vistazo. Mi visión era limitada, no podía ver a nadie, sólo sangre carmesí que
flotaba con la lluvia. Subí al segundo piso y sólo vi la puerta que daba a la chimenea
abierta de par en par, y que las sábanas de la cama estaban rotas en tiras. No había
nadie en todo el segundo piso.

Me senté, solo, en el dormitorio del segundo piso, pasé la mano por la alfombra que
todos habían pisado. Me levanté y fui hacia las escaleras para coger el reloj rosa. Se
había quedado parado en la hora en que Sehun murió.

El juego se acercaba a su fin; mira, Yixing, hemos ganado…

48 Horas: 20/21
traducción ing-esp, 947 palabras, kris centric, vvpp
"después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa"

Cuando Yixing se despertó, ya eran las 7 de la tarde.


Se frotó los ojos y miró la cuenta atrás en la pared, ya sólo quedaban 3 horas y dijo
lánguidamente:

—Ya es tan tarde…


Se tumbó de lado en el sofá, encogido, y yo lo miré a los ojos.

—¿Dónde están los demás? —preguntó.

—Están todos muertos —dije.

Parpadeó y miró hacia arriba, con la mente en blanco.

No me preguntó cómo había muerto Luhan, probablemente tampoco necesitaba


saber la respuesta.

Se puso de pie y subió lentamente las escaleras. Abrió la puerta del segundo
dormitorio del segundo piso, y vio el desastre.

Sonrió sin decir nada y miró por la ventana.

Fuera no paraba de llover, las gotas de lluvia golpeteaban contra las hojas y el
cristal de la ventana al caer. No estaba seguro de qué era lo que había en la
atmósfera esa noche en particular, que hacía que no necesitáramos hablar.

Esas palabras que nunca dije, palabras que ni siquiera estaba seguro de que
existieran.

—Hola, me llamo Zhang Yixing. —Sonrió mientras se rascaba la oreja—. Eres la


primera persona china que conozco aquí.

—Wu Yi Fan —le estreché la mano.

Bien entrada la noche, en febrero de 2010, yo estaba sentado en el dormitorio,


mirando un puñado de llaves con desesperación. Agachó la cabeza y me sonrió,
después me pasó el brazo por los hombros y dijo:

—No pasa nada, a lo mejor si me hago gigoló hasta gano más dinero que tú como
famoso.

En una noche lluviosa del invierno de 2010, se fumó el primer cigarro de su vida,
decidió recompensarse a sí mismo y se acercó a un reloj blanco y negro que había
expuesto en un escaparate. Cuando vio lo caro que era, sacó todas sus tarjetas y
todo el dinero que llevaba y miró al empleado tímidamente.

—No tengo dinero suficiente, pero ¿me lo puedes reservar?

Anoche, la estrella fugaz cruzó el cielo. Se sentó junto a la ventana, con una ligera
sonrisa.

—Si me despertara mañana, no querría vivir solo —dijo, y me miró con esa sonrisa.

Algunas cosas era mejor no mencionarlas.

Nos quedamos los dos de pie en el dormitorio. Me acerqué a él y lo abracé,


lentamente, por detrás.

No se dio la vuelta para mirarme, ni dijo una sola palabra.

—¿Cuándo vas a matarme? —preguntó después, despreocupadamente, con los


ojos fijos en lo que se veía desde la ventana.

Cerré los ojos y apoyé la frente sobre su hombro.

Soy un traidor y un falso. Lo he sido toda mi vida, pero justo en el momento en que
tenía que ser más falso que nunca, de algún modo perdí la facultad de usar esa
virtud.

—Ahora —susurré, mi voz temblaba y sonaba hosca mientras acercaba la boca a su


oído. También temblé cuando le di la vuelta y le di un beso en los labios.

Abrió los ojos, sorprendido, y me miró con esa mirada. Una mirada que no se podía
describir con palabras.

Una mirada que parecía decir “te perdono”.

Era como si la lluvia que caía fuera me hubiera empapado de la cabeza a los pies,
mis brazos y piernas, estaba calado hasta los huesos. Él era como el árbol que
había fuera, goteando lluvia mientras me miraba fijamente, parecía que sus ojos me
decían no estés triste, esto no es culpa tuya.
Mis lágrimas empezaron a caer incontrolablemente, le besé suavemente las cejas, la
nariz, los labios, dejando que las gotas saladas pasaran por entre nuestras
lenguas… Se apoyó contra la fría pared, respondiendo dulcemente a mis besos, con
toda la suavidad que podía. No podía verle la cara, y tampoco podía ver la mía, este
es el punto ciego que hay en mis recuerdos. No era capaz de encontrar ninguna
forma de corroborar esto con palabras, mi mente se quemaba y sólo quedaban
cenizas que se iban volando, dejándome con la sensación de que algo se había
hundido en mi corazón.

Fuimos tambaleándonos hasta que entramos en el cuarto de baño. Lo presioné


contra la pared, le acaricié el pelo, peinándoselo cuidadosamente hacia abajo y
apartándoselo de la cara; respirando entrecortadamente e incapaz de decir ni una
sola palabra. Yixing cerró los ojos y apretó su frente contra la mía.

Rompí el espejo del lavabo, y cogí uno de los trozos. Le sujeté las manos con fuerza
detrás de la espalda, y él inclinó la cabeza hacia un lado. Respirábamos fuertemente
en los oídos del otro, agaché la cabeza y empecé a besarlo apasionadamente, cerró
los ojos y me respondió con todas sus fuerzas. Justo en ese momento, le clavé el
trozo de espejo en la muñeca, cortándole las venas.

Todo ocurrió en silencio. Levantó la mano izquierda para limpiarme las lágrimas, y
se dejó caer al suelo débilmente, su cálida sangre fluía por el suelo.
Inconscientemente, quise detener la hemorragia con mi ropa, parecía que se me
había olvidado que había sido yo quien le había herido.

Una lágrima cayó de sus ojos.

—Quiero irme a casa —dijo.

Lo levanté y lo llevé a la habitación. En ella, había unos ventanales que llegaban al


suelo y que daban al este. Cogí una silla y lo senté en ella, arreglándole el pelo y la
ropa; Yixing me mostró una sonrisa, y como si estuviera increíblemente exhausto,
dijo:

—Voy a dormir un poco.

Entonces, cerró los ojos.

Me quedé mirando a esos ojos, pero nunca se volvieron a abrir.


Sentado frente a la ventana, me quedé paralizado, no sabía si habían pasado
minutos u horas.

En ese lejano Este, no había ningún sitio al que yo pudiera llamar hogar; pero
adondequiera que fuera él, esperaba ir yo también, si podía.

48 Horas: 21/21
traducción ing-esp, 993 palabras, kris centric, vvpp
"después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa"

Punto de vista de Frank:


—Se ha quedado dormido —salí de la sala de interrogatorios, y le dije a Mike—:
Dadle un poco más de tiempo… creo que está muy cansado.

Mike no estaba tan animado como antes, apretó los documentos que David le había
dado y miró a Kris con expresión extraña, lo que se escondía en esa mirada se
escapaba a mi conocimiento.

—Mi misión ha terminado —sonreí, dándole a David una palmadita en el hombro.

Me sonrió, como queriendo decir algo que luego se calló. Con algo de duda, cogió
su carpeta y me dijo:

—Sí, tu trabajo ha terminado, sin embargo… creo que deberías saber esto —me
pasó un fajo de documentos—. Compruébalo por ti mismo.

Una hora después, paseando por los pasillos de la ya vacía comisaría, mis pisadas
parecían extraordinariamente solitarias.

Lo que pasó después de aquello… es mejor no hablar de eso. Kris ya había dejado
caer su escudo protector, capa por capa, y ahora no era nada más que una masa
deformada. Todos tenemos que guardarnos cosas para nosotros mismos, ¿no?

Ocurrió cuando quedaba menos de una hora para el final de la cuenta atrás, y
también cerca de una hora después de la muerte de Zhang Yixing. Kris estampó una
silla contra la ventana, el cristal se rompió y no pasó nada más.

Después, intentó poner el código de la puerta, sólo para descubrir que después de
tres intentos fallidos a pesar de los caóticos intentos, tampoco pasaba nada.
Entonces, cogió la sartén que Park Chanyeol utilizó una vez e intentó romper el
tragaluz de la cocina, el mismo que evitó que rompiera Chanyeol. El tragaluz se
rompió, y no pasó nada.

La histeria se apoderó de él, y destrozó todo lo que encontró a su paso en el salón,


dándole patadas al sofá y a la mesa de café repetidamente e incluso abriendo
agujeros en las paredes. Tambaleándose, se acercó a la Dance Revolution y vio el
texto que había salido con la victoria de Luhan, que nadie más había mirado:
SORPRESA.

Puso una mano temblorosa sobre ese texto, y las reglas del juego que se
proyectaban en la pared desaparecieron. Como si fuera una pesadilla, unas pocas
palabras en coreano de un brillante color rojo aparecieron en su lugar: “¡Feliz
segundo aniversario!”

Era como si empezara a darse cuenta de algo, y a la vez, no fuera capaz de verlo
claramente. Todos los demás ya habían despertado, sólo él seguía atrapado en la
pesadilla.

Un par de días después, visité la comisaría para arreglar unos documentos


relacionados con el caso, y antes de irme, fui a visitar a este paciente tan especial.

Vestido con un uniforme de prisionero demasiado grande para él, parecía


anormalmente delgado. Necesitaba un corte de pelo, ya que lo llevaba despeinado
como siempre, sus bonitos dedos reposaban sobre sus piernas y tenía la cara
pálida.

Seguía tosiendo, cuando le pregunté por su salud sólo asintió con la cabeza, para
hacerme saber que estaba bien.

Yo tenía demasiado miedo de imaginarme su vida en la cárcel. Aunque llevara el


uniforme de prisionero y ni una gota de maquillaje, seguía siendo increíblemente
guapo. Si estuviera en la cola para entrar en un bar homosexual, ya tendría miedo
por su seguridad, ni que decir tiene si estaba en la cárcel y encima era asiático.

—Si… en el futuro, me refiero —me froté la punta de la nariz, escogiendo


cuidadosamente mis palabras—, durante tu estancia en la prisión, hay algo que te
incomode… No dudes en contactarme, tengo un par de conocidos que son
abogados —le di mi tarjeta—. Supongo que no podrás llevarte esto contigo, pero
acuérdate de mi nombre, muchos de los policías me conocen —le dije
amigablemente.

Si mi paciente hubiera elegido la muerte, habría sido poner en entredicho mi trabajo,


aunque esto era algo que yo no podía evitar de ningún modo.

Cogió mi tarjeta y me miró con una sonrisa como si hubiera entendido lo que quería
decir.

—No voy a suicidarme, no te preocupes.

—Eso es bueno —lo miré.

—Voy a vivir —dijo con la cabeza agachada—, y aceptaré mi castigo. Y además de


eso… —seguía sonriendo—, me esforzaré por vivir más, para que ese castigo se
prolongue.

Miré fijamente al chico, igual que la primera vez que lo vi, seguía teniendo esa
extrema presencia.

—Aquí hay como muchas rocas apiladas —sonrió y se señaló al pecho—, con cada
castigo, me sentiré como si una de las piedras se esfumara, así que a lo mejor si me
quedo aquí un par de siglos, podré volver a respirar libremente.

Me quedé en silencio, quizás, al contrario de lo que yo pensaba, no todo el mundo


necesitaba un psiquiatra. Todos sentimos alguna clase de dolor del que nadie puede
salvarnos, y cuando al fin éste desaparece, nuestra vida se va junto a él.

Una tarde, dos semanas después, las noticias estaban llenas, como siempre, de
desastres en todo el mundo. Por el insignificante informe local de un accidente de
coche, supe que el señor Zheng, el asistente del mago, había muerto.

En realidad, quizás había muchas cosas que ya nadie sabría nunca.

Nadie sabría que Kim Joonmyun, que cayó contrá el espejo, había musitado estas
palabras: “He oído unos ruidos que vienen del sótano.”

Nadie sabría que, en su última confesión, Kris me había susurrado: “En realidad yo
moví ese trampolín, sólo un poco, sin querer.”
Nadie sabría que, en 2014, el famoso joyero alemán Wellendorf había fabricado un
anillo de edición limitada, extravagantemente caro, que consistía en tres secciones
giratorias que podían moverse para que, al coincidir, mostraran una ilustración. Una
simple cursiva de una palabra en alemán: “Liebe”(*).

Además, nadie sabría que en invierno de 2010, Zhang Yixing pudo al fin comprar
ese reloj blanco y negro de Tissot que había deseado durante tanto tiempo, y en
cuyo dorso había grabada una simple línea.

“Sólo se detiene cuando te enamoras”.

Punto de vista de Kris:


Ese día, estábamos en el backstage tras terminar nuestro concierto en Tokyo. Yixing
le hacía reverencias a cada persona del staff que pasaba, lo conociera o no;
Chanyeol se reía con su profunda voz, cogiendo el confeti dorado que tenía en el
pelo y poniéndolo en el mío, Luhan y Sehun ya estaban jugando juntas a la última
versión de un juego para el móvil; Jongin le dio a Baekhyun una caja alargada,
cuidadosamente envuelta. Baekhyun abrazó a Jongin sonriendo y dando saltitos
después de abrir la caja, sosteniendo un eyeliner.

—Duizhang, me he resbalado un poco mientras hacía la exhibición de artes


marciales, ¿crees que alguien se habrá dado cuenta? —dijo Tao, preocupado.

—No, no te preocupes —interrumpió Luhan, dejando de prestarle atención al


juego—, había demasiada gente, todo era muy caótico, seguro que nadie te ha visto.

—Soy muy alto y bastante fácil de ver, ¿vale?

—Sí, sí, sabemos que eres el más alto —Yixing se acercó y le dio una palmadita en
el hombro, entonces me cogió del brazo y me susurró al oído—: acabo de ver al Jefe
y llevaba la bragueta bajada.

Baekhyun fue dando saltos hasta Chanyeol, que lo abrazó por detrás y lo levantó en
el aire, Jongin se agachó y lo cogió por las rodillas y fueron llevándolo en brazos a
pesar de las protestas de Baekhyun. Chanyeol siguió dándole palmadas en el
trasero a Baekhyun y riéndose a carcajadas.

Bajo las luces del backstage, las caras maquilladas de todos estaban ligeramente
rojas y sudorosas. Sin embargo, se veía que todos estábamos muy felices,
probablemente tan felices como yo. Ese día ellos también debieron de pensar que
realmente nos habíamos hecho grandes. Me di la vuelta para ver el espléndido
escenario, con toda la iluminación y los confetis dorados flotando en el aire, y me
pregunté si esto contaba como un punto de inflexión en la vida.

—¡Vamos a hacernos una foto juntos! —sugirió Joonmyun.

—¡Sí! —Siempre era Chanyeol el primero al que se oía. Cogió a Baekhyun, Jongin y
Kyungsoo para que se pusieran al borde del escenario, Luhan también arrastró a
Sehun, que estaba ocupado jugando con su móvil, para que se acercara, y Tao vino
corriendo mientras llamaba a Jongdae y a Minseok. Yo también me acerqué,
colocando lentamente mi brazo sobre los hombros de Yixing.

Pensaba que este era un camino que nunca se iba a acabar, pero sin darme cuenta,
se convirtió en un camino que he tenido que recorrer solo. El lugar junto a mi
hombro ahora está vacío, esa persona, esas personas con las que había caminado
hasta ahora… nunca puedes saber cuándo saldrán de tu vida.

Nunca dudes que, exactamente en este momento, estás viviendo el mejor momento
de tu vida.

Simplemente, aún lo sabes.

------FIN.

48 Horas: Análisis final (por la autora)


traducción ing-esp, 1530 palabras, kris centric, vvpp
"después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa"

Casi 60000 palabras (en chino), 48 horas, todos tenemos nuestro propio Hamlet en
nuestro interior, ¿qué aspecto tiene el tuyo?
Sí, todo lo que has leído es cierto, no hay ilusiones, ni una enfermedad mental, ni
hay discrepancias intencionales. La fiesta sorpresa era real, las dos personas
obligadas a esconderse también eran reales, y con respecto a si siguen vivas, o si el
trampolín estaba movido desde el principio, pregúntale al fallecido señor Zheng.

Desde el punto de vista de la persona que planeó todo esto, es el final perfecto,
utilizando con éxito la fiesta para escapar a la justicia y para tener a alguien a quien
echarle las culpas.
La más alta esencia del asesinato es tener un chivo expiatorio, o matar a los vivos a
través de alguien que ya está muerto. Después de todo, la primera persona en morir
no tendrá manera de desvelar ningún secreto.

Al principio de este efecto dominó había una cálida y dulce fiesta. Sin embargo, con
el abrupto cambio de dirección que hubo a medio camino, y sin la influencia de los
miembros, el resultado final no habría llegado tan lejos. Pero espera, no te olvides,
sólo tú y yo conocemos esta información; Kris, sin embargo, no sabe absolutamente
nada ni lo sabrá mientras viva. Seguirá pensando que todo fue una broma.

Ninguno de los miembros era extremadamente inteligente.

Kim Joonmyun, que llevaba una gorra simplemente para reducir la posibilidad de
que la cámara lo detectara (cámara que sólo existía en su imaginación) oyó en ese
momento los ruidos del sótano. Al oír los gritos de Baekhyun, lo último que se
esperaba es que él pareciera tan amenazador con el efecto de la linterna mientras
se ponía la punta del destornillador en los labios, intentando calmar a Baekhyun
para que dejara de gritar.

Baekhyun no pudo deducir sus pensamientos. Si tú salieras al cuarto de baño y


vieras una persona con una gorra y sosteniendo una linterna encendida de pie en
medio de la habitación, intentarías desesperadamente salir corriendo por la puerta.
Sin embargo, no te olvides, las puertas estaban cerradas, y en el sótano había dos
cadáveres.

Baekhyun era bastante peculiar, ¿verdad? Poniéndose el eyeliner que Kim Jongin le
regaló en mitad de la noche. ¿O es peculiar sólo porque quien lo contó, Kris, pensó
que lo era?

Para las personas que encontraron esta reacción extraña: después de verte
involucrado en todas las sospechas mutuas en la casa, ¿actuarías como Kris, que
salió el baño en silencio a pesar de saber que estaba abandonando a Baekhyun
para que muriera?

Estás equivocado, precisamente él era la persona más fácil de engañar y más


estúpida de este juego, estúpido hasta el punto en que puso la amistad por encima
de las reglas del juego.

Es el tipo de persona que revelaría todos los secretos comerciales de su empresa


en el momento en que cualquier viejo amigo le diera unas palmaditas cariñosas en
la espalda, pidiéndoselos. Incluso si la empresa entera piensa que es un espía,
aunque el mundo entero piense que lo han engañado para revelar esos secretos, él
seguiría pensando que lo único malo de haber revelado los secretos es que perderá
su trabajo.

¿Tienes a algún Kim Jongin en tu entorno?

Ha hecho un montón de cosas estúpidas, como provocar constantemente a Huang


Zitao, a quien no podía vencer; insultar a Luhan, el miembro más inteligente, e
incluso matar a miembros de su propio equipo. Aparte de eso, él fue el que tomó la
decisión que cambió el destino de todos ellos: saltarse a Baekhyun y elegir a Luhan.
Todos estos actos y decisiones fueron los que hicieron que sobreviviera hasta el
final. Estás equivocado si crees que fue porque le gustaran las peleas, fue porque
instintivamente comprendió que el caos le ofrecía una posibilidad más prolongada
de sobrevivir, comparado con vivir en orden. Cuando sólo quedaban tres personas
chinas, cuando todo el caos había acabado, su tiempo también terminó.

Los humanos son seres complejos, tienen muchas caras, y tanto tú como yo hemos
experimentado momentos que se contradicen con nuestra personalidad. Luhan no
era una excepción.

La dosis demasiado alta de pastillas para el corazón fue cosa suya. Hizo que Tao se
escondiera en el baño del primer piso, eso también es cierto; protegió a Kim Jongin
de Kris, eso también es verdad. Incluso separó a Kris y a Yixing, sosteniendo un
mechero en la mano y a punto de quemar vivo a Kris. Eso también lo hizo él.

Sin embargo, el que se quedó paralizado y tiró el mechero, el que no fue capaz de
ver a Zhang Yixing morir ante sus ojos y el que sacrificó su propia vida, también fue
él.

No perdió contra nadie, sólo contra sí mismo, y el instante en el que admitió su


derrota ya no importaba.

Luhan nunca pensó en el suicidio. Incluso al final, hizo un último intento por vivir. No
había pensado en controlar ni planear la muerte de Oh Sehun, era un ser ordinario,
como tú y yo, entrando en pánico 5 segundos después de una muerte, y pensando
en ello todavía 10 horas después de esa muerte inevitable.

¿Zhang Yixing se portó como un tonto?


Nunca hizo nada contra nadie, nunca mató a nadie y ni al principio ni al final lo
planeó siquiera. No tenía un nivel de inteligencia demasiado alto, simplemente
seguía sus instintos y hacía lo que podía dentro de sus capacidades, pero al final,
sobrevivió y fue la última persona en morir.

Tao lo protegió de tomar el vaso envenenado, Kris lo protegió de ver la escena de


Baekhyun asesinado, Luhan se sacrificó por protegerlo. ¿Por qué hicieron eso?

Volviendo a lo que él hizo: le recordó a Tao que no tenía que ser tan duro con
Jongin, le dijo a Luhan dónde estaban los sándwiches, resolvió la situación cuando
Kris perdió el control e incluso salvó a Kris cuando Luhan estaba frente a él,
sosteniendo el mechero. Todo esto volvió a él al final, que estaba aislado y a la vez
protegido por los que lo rodeaban.

Hay algo que Luhan, la persona más lista, no hizo. Utilizar la forma más sensata de
luchar hasta el final, que es nada más y nada menos que las emociones sinceras.

Kris sobrevivió, pero fue la persona que más daño sufrió durante el juego.

Mató a Park Chanyeol, a Kim Jongin e incluso a Zhang Yixing, estos actos nunca
fueron dirigidos a ayudar a otra persona. Sus asesinatos tenían una única razón: su
propia supervivencia. ¿Es egoísta? Mira a los soldados y a los empresarios de éxito
que viven en este mundo, ¿han llegado a donde están por su narcisismo? Aunque
llegó hasta el final, con sus nervios de acero tensados hasta el límite, asesinó a
Zhang Yixing cortándole las venas, y ahora el destino se pasará toda su vida
haciéndole sentir como si lo cortaran en pedacitos lentamente. Este mundo no es
simplemente un problema matemático con una respuesta correcta y otras
incorrectas, ya que la obediencia ciega a las reglas, la mayor parte de las veces no
promete resultados.

Cuando la cuerda que ataba las vidas de tres personas brillaba en su mente, cuando
pensó en las razones por las que no debía darle esa cuerda a Luhan. Esas escenas
probablemente aparecerán para siempre en sus sueños: la maldita cuenta atrás, que
marcaba que quedaban 4 horas, o él mismo empapado de alcohol ante el mechero;
mientras vaciaba el mechero de gasolina, gota a gota, quería preguntarle a Luhan,
sin que Yixing estuviera delante: ¿me hubieras quemado vivo? Luhan negó con la
cabeza cuando decidió las respuestas a sus propias preguntas.

Este texto no contiene ninguna intención de explicar nada, simplemente expone las
elecciones hechas por 12 personas completamente normales bajo la influencia de
unas reglas. Tú podrías ser uno de ellos y yo también, al fin y al cabo sólo son
personas normales y corrientes. Ellos con su entrenamiento diario y el sudor de su
frente, y tú con tus constantes horas de estudio preparándote para los exámenes.
Ellos saben cantar y bailar, pero créeme, tú has aprendido cosas que ellos no
sabrán en su vida.

Su amistad puede parecer tan cierta como la que tenemos nosotros con nuestros
amigos, pero puede que tampoco sea tan sólida e invencible. No hace falta que
haya un juego de supervivencia extrema, tal vez pueda atribuirse a cosas menores,
pero todos se van, uno a uno.

Esto no explica nada sino el hecho de que la gente se reúne conforme el destino los
llama. Cuando te das cuenta de esto, ya has pasado por muchas cosas y madurado
con las incontables partidas y reuniones, pero el precio a pagar por esa madurez es
la juventud. Ocurre lo mismo con estas personas: mientras las acompañas en su
crecimiento, a lo mejor llegas a entender gradualmente que la experiencia y los
recuerdos que quedan al final son más importantes que los resultados, sean buenos
o malos.

Así que, si tus sentimientos ahora mismo están intoxicados por sus amistades, ¿por
qué no echas un vistazo más de cerca a la gente que te rodea? Este es el análisis
final.

48 Horas: EXTRA
traducción ing-esp, 4092 palabras, kris centric, vvpp
"después de 48 horas, sólo un chico seguirá vivo en esta casa"

Tal vez esto te ayude a entender mejor el fic, o al menos a aclarar algunas de las
confusiones que hayan podido surgir. Estamos destinados a perder a las personas a
las que amamos. ¿Cómo si no sabríamos lo importantes que son para nosotros?

1. Kris

Al salir del baño vi a Baekhyun salir del dormitorio, y me paré, inconscientemente,


en el momento en que nos cruzamos.
No me di la vuelta, pero aún así podía ver su diminuta figura aproximarse al cuarto
de baño. Recordé el showcase de Seúl hacía dos años, cuando dijo:

—Los rasgos faciales de Kris hyung se parecen un poco a los míos, por eso quería
acercarme a él.

Frente a la cámara me mantuve formal, pero por dentro me estaba riendo. ¿En qué
exactamente crees que nos parecemos? Yo tengo las facciones delicadas mientras
que tú tienes los ojos, la nariz y la boca pequeños.

Me acordé de cuando llevamos de vuelta al hotel a Yixing, cuya lesión de la espalda


había vuelto a hacer de las suyas, y Yixing dijo:

—Baekhyun, sólo te estás comportando amablemente y acompañándome al hotel


porque quieres estar más cerca de tu Kris-hyung, ¿no? Ni siquiera puedes ocultar la
admiración que sientes por él.

Baekhyun estrechó los ojos y sonrió:

—Sí, admiro a Kris-hyung, pero me gustas tú, Yixing-hyung, ya he dejado pasar


muchas oportunidades de pedirte un beso, creo que ahora es una buena ocasión —
fingió darle un beso a Yixing, que lo esquivó, siseando de dolor.

Baekhyun se retiró rápidamente, preguntando nervioso:

—Lo siento, lo siento, ¿estás bien?

Yixing negó con la cabeza, y mirándome a mí preguntó con una sonrisa:

—¿Por qué todo el mundo idolatra a este tipo, qué es lo que tiene? Dime, ¿por qué?

Baekhyun puso los ojos en blanco

—Porque Kris-hyung es alto, yo también quiero hacerme más alto.

Yo, que siempre había estado muy seguro de mí mismo y de mi carisma, me quedé
mirándolo.

—Estás de coña. ¿Es sólo porque soy alto?


Baekhyun no hizo nada más que sonreír.

Miré para otro lado y vi a Jongin, que no paraba de mirar hacia donde estábamos, y
algo me vino a la mente, así que dije en voz deliberadamente alta:

—¿Entonces por qué no admiras a Jongin? Él también es alto.

Como esperaba, me pareció ver cómo Jongin, que nos daba la espalda en ese
momento, aguzaba el oído nerviosamente.

Baekhyun hizo un mohín, su cara se entristeció y dijo:

—¡Tiene dos años menos que yo! Odio a la gente que es más joven pero más alta
que yo.

Los hombros de Jongin se hundieron como si estuviera deprimido. Me costó mucho


contener la risa, y dije en chino:

—No idolatres a hyung, hyung es sólo una leyenda.

Baekhyun inclinó la cabeza y le preguntó a Yixing:

—¿Y eso qué significa?

Yixing se echó a reír y pensó por un momento cómo definir la frase china y al final
dijo:

—Ha dicho que no lo idolatres, porque no es tan bueno como tú piensas.

Sólo ahora me daba cuenta de lo apropiada que había sido la traducción de Yixing.

Pequeño Baekhyun, no idolatres a hyung, hyung es una mala persona.

1. Zitao
Apreté fuertemente la cuerda de plástico alrededor del esbelto cuello de la persona
que acababa de entrar; y me sentí ridículo cuando me puse a temblar por la
sorpresa y el dolor al darme cuenta de quién era.

¿Acaso la lista de los que iban a morir no estaba clara en el momento en que
escribiste esas palabras en chino, que sólo los miembros chinos podían entender?
Me dije a mí mismo, ¿por qué estás fingiendo?

Aunque él era más mayor, era mucho más bajo y pequeño que yo, y ni siquiera
necesité toda mi fuerza para sentir como su vida se acababa en mis manos.

Agaché la cabeza y evité mirarlo a él, que agitaba las manos desesperadamente e
intentaba apoyarse en el suelo con los pies. Vi de refilón el colgante de un filete. Me
acordé de lo que dijo:

—Simplemente me regalaste este colgante sin que yo supiera el significado que


había tras él, sin saber si querías que lo guardara o que lo llevara, así que me he
comprado una cadena para llevarlo puesto.

Aflojé mi presa, y él se arrastró por el suelo, agonizando.

No sabía quién había cerrado la puerta. Apretando los puños, lo arrastré hacia mí
otra vez y apliqué aún más fuerza a la cuerda, estrangulándolo con tanto ímpetu que
hasta empezaban a verse mis venas.

Era como si estuviera viendo la escena desde la puerta.

Recordé mi fiesta de cumpleaños de hacía 2 años, él dijo:

—Tao, en Corea siempre estás a mi lado, he oído que incluso lloraste una vez
porque me echabas demasiado de menos mientras estabas en China, aunque la
apariencia de Tao dé tanto miedo, en mi corazón él es muy amable...

Vi como esa persona, verdaderamente amable y débil, iba dejando de forcejear, y


finalmente, dejó de moverse.

Vi como su asesino agachó la cabeza y se le escapó una lágrima, que cayó en la


pálida cara de Baekhyun.
De repente, pareció como si estuviera viendo una perspectiva muy clara de esa cara
mientras me oía a mí mismo decir:

—Beef, te echo de menos otra vez, te echo tanto de menos que estoy llorando.

Cada vez que hacíamos promociones en China, yo estaba a tu lado, traduciendo


para ti. Estoy deseando traducir para ti otra vez, vete, rápido.

Vete ya.

¿Por qué no te vas?

1. Byun Baekhyun

Vi cómo el cuerpo de Kyungsoo, que no podía respirar, caía, como si el aguijón del
escorpión se hubiera clavado en su pecho, justo como yo clavé ese trozo de cristal
en el pecho de Joonmyun.

Me acordé de cuando hacíamos el tonto, saludando a las fans de formas graciosas


cuando nos rodeaban en el fansign, y después hundíamos la cabeza en la mesa por
la vergüenza. Recordé lo que Chanyeol me dijo:

—Siempre estás mirando a Kyungsoo cuando se comporta como un alien, se te ve


en la cara una especie de amor adorable pero trágico. Qué asco.

Lo miré mal, y seguí observando a Kyungsoo como si fuera mi dios:

—Eso a ti no te importa. Además, mira lo que está haciendo, es tan adorable que
me voy a morir.

Pero ahora, es él el que está muerto. Yo lo he matado.

D.O.-alien, ¿has vuelto a tu planeta? La Tierra es muy peligrosa, no vuelvas aquí.

Cuando me agarraron el cuello por detrás, lo primero que me vino a la mente fueron
las clases de aikido que había tomado. El maestro nos había enseñado cómo
enfrentarnos a ataques por detrás. Sin importar lo fuerte que fuera el atacante, si
respondías rápidamente no podías fallar.

Extendí el brazo hacia atrás pero no puede agarrar nada, miré en el espejo y vi que
era mi Ternera, Tao.

Me quedé helado por un segundo, y de repente me tiró al suelo, estrangulándome.

No tenía ninguna oportunidad. Y aunque la tuviera, ya la había perdido.

Escuché su voz que temblaba ligeramente cuando dijo mi nombre, Bo Xian, aunque
estuviera en chino pude entenderlo.

En el pasado, cuando nos presentábamos en China, siempre estaba a mi lado,


diciéndomelo todo palabra por palabra. La verdad es que sabía que yo no
necesitaba que me lo dijera todo, pero cada vez que lo oía hablarme
voluntariamente, me sentía eufórico.

Habló otra vez en chino. “Lo siento”. Eso también lo entendí.

Quería decirle que no importaba, pero me estaba asfixiando y no podía emitir ni un


sonido, miré su expresión de dolor con los ojos abiertos de par en par, pensando
desesperadamente en tres palabras en chino.

No pasa nada.

4. Park Chanyeol

Cuando Kris salió sujetando la espada con la que había cortado la cuerda de
plástico, me quedé paralizado. Hacía un momento, cuando nos separaba la puerta,
podía utilizar toda mi fuerza, pero ahora que lo tenía frente a mí no había nada que
pudiera hacer.

Recordé las veces que rapeamos juntos, cuando nos sentíamos mal porque no
podíamos bailar tan bien como los demás a causa de nuestras piernas y brazos tan
largos, cuando nos sentamos juntos en el borde de la acera compartiendo unos
auriculares y escuchando música, cuando nos pasábamos el brazo por los hombros
en los conciertos, presumiendo de lo altos que éramos y lo bien que nos llevábamos.
Cada vez que los dos grupos nos reuníamos yo siempre sucumbía a la tentación de
seguirlo, él decía:

—Hey Chanyeol, tú otra vez.

Y yo contestaba:

—Eh, eres muy alto y siempre te encuentro aunque no quiera.

Admiraba a Kris, no sólo por el hecho de que fuera más alto. Había nacido con un
aura que atraía al público, una presencia que inspiraba confianza en los demás.

Recordé aquella vez en que pusimos en ridículo la forma de bailar el uno del otro,
Kris me cogió del cuello y utilizó su presencia otra vez, diciendo:

—Como vuelvas a ser tan arrogante, te pego.

Yo sonreí y contesté:

—¿Cómo le vas a poner la mano encima a este súper extremadamente adorable


hermano tuyo?

Se echó a reír y negó con la cabeza diciendo:

—Sí, ¿cómo iba a ser capaz de pegarte?

Kris me agarró por el pelo y me estampó contra la pared, entonces vi sus ojos tristes
y noté dolor por todo mi cuerpo, quería hablar, Wu Fan, me has pegado. Pero
enseguida me tiró dentro del armario.

El mundo se quedó a oscuras, esa cara tan impactante por la que había sentido
envidia y celos incontables veces, en la que tanto confiaba, estaba fuera de mi vista.
Sólo sentí un repentino dolor en el estómago. Me apoyé contra la puerta y murmuré:

—Hyung, me has pegado.

Chanyeol: Sigo idolatrando a Kris, es una persona que daría cualquier cosa por sus
amigos. Y dentro de “cualquier cosa”, yo estaba incluido.
Kris: No te he dicho que tu forma de bailar era realmente horrible y que no era cosa
de tu altura, yo que soy más alto que tú puedo bailar mucho mejor. La próxima vez
no te unas a este tipo de grupo, no encajas aquí.

5. Kris

Levanté el brazo y lo dejé caer, Jongin se giró para mirarme, cayendo lentamente,
tenía una mano aferrada a mi hombro, la otra a mi ropa.

Cerré los ojos y lo empujé hacia el suelo, sus ojos desesperados estaban abiertos
de par en par, probablemente recordando todas las batallas que había
experimentado en su corta vida. Esta sería su única derrota, su última derrota.

Kim Jongin, ¿no has estado diciendo que éramos unos hipócritas? ¿Y tú qué?

Tao mató a Baekhyun, y tú lo mataste a él.

Baekhyun mató a Joonmyun, al que tú conocías desde hacía 6 años. Tenías el


corazón roto pero aún así protegiste a Baekhyun sin dudarlo.

Kim Jongin, tú también eres un hipócrita.

Siempre actuabas con desdén y despreocupación, y sin embargo dejaste entrever al


Jongin poderoso pero delicado al principio del juego. Eras el rey de los juegos, nadie
podía vencerte, nadie excepto Baekhyun, pero todos sabemos que lo hiciste a
propósito.

Esta vez, fue su muerte lo que te hizo perder.

Cuando vi como mirabas su cuerpo, lo supe.

Estás fuera.

Y en efecto, enseguida te derrumbaste, perdiste el control y te volviste vulnerable.


Toda la calma y la sabiduría que habías mostrado antes se rompieron en pedazos.

Miré a Luhan, diciéndoselo con la mirada. Has perdido, Kim Jongin, vas a perder.
Me acordé de una ocasión inusual en las que nos quedamos solos en una esquina
para hablar, y mencionaste que habías oído que mi apodo era “Sacerdote”.
Jongin nunca me había idolatrado incondicionalmente como los otros miembros, por
supuesto yo no era tan narcisista como para darme cuenta de que todos los demás
me adoraban, sólo me inspiraba curiosidad, así que miré a los demás y le dije, en
broma:

—Todos son creyentes, fieles míos; y ¿por qué un niño como tú no se ha unido a mi
iglesia?

Reveló una extraña sonrisa y contestó:

—Tengo otras creencias.

Aunque su mirada seguía fija en el montón de gente que teníamos delante, vi como
sonreía mostrando todos los dientes, y parecía un adolescente alegre, con toda la
vida por delante.

Kris: Jongin, en principio tú eras la persona que habría vivido hasta el final, si
Baekhyun no hubiera existido. Además, fui yo el que mató a tu Baekhyun, no Tao.
Apuñalaste a la persona equivocada.

Kim Jongin: A lo mejor al principio no tendría que haber ido de listo, no tendría que
haber elegido a Luhan. Aunque hubiéramos muerto antes por los planes que habrían
hecho los chinos y que no habríamos entendido, al menos Baekhyun habría muerto
a mi lado, o mejor, podríamos haber muerto juntos.

Con la persona a la que más quería proteger muerta, ¿qué otra cosa podía hacer?

6. Luhan

Al descubrir la chimenea, pensé que ya que iba a morir, ¿por qué no intentarlo por
última vez?

Bajé las escaleras para buscar a Yifan, vi la cuerda de plástico y le pregunté si


podría prestármela. Negó con la cabeza. Me burlé en silencio, pensando: “Te he
preguntado que si la puedo coger, y la tratas como si fuera algo tuyo, por favor, fui
yo quien la consiguió después de resolver el cubo de Rubik.” Por fuera, sonreí y le
dije:

—Olvídalo entonces… Por cierto, tengo un favor más que pedirte.


Entonces, a pesar de lo que hice después, no tenía ninguna gana de escapar de
todas formas.

Vi cómo sostenía el mechero con el que casi lo quemé vivo, no lo culpaba. Volví al
piso de arriba para romper en pedazos las sábanas y atarlas entre ellas sin utilizar
mucha fuerza siquiera, las até demasiado despreocupadamente.

Me juzgué a mí mismo porque quería morir pero a la vez fingía querer salvar mi vida.
Perdonadme por mi peculiar y desmedido humor, incluso en el último momento
estaba riéndome tanto de mí mismo que no podía ponerme recto, hasta se me
saltaron las lágrimas.

Era muy consciente de cómo se veía mi delicada cara, porque podía ver a Sehun
justo frente a mí, riéndose a carcajadas y señalándome, diciendo:

—Hyung, te están saliendo las arrugas otra vez.

Mientras caía, era extraño, todo estaba a oscuras pero podía ver a Sehun abajo,
mirando hacia arriba, con esa risa suya que hacía que sus ojos parecieran dos
medias lunas.

—Hyung, estoy aquí para cogerte.

Extendí mis brazos hacia él.

7. Kris

No culpaba a Jongdae ni a Minseok. Podía imaginarme la sorpresa y el horror que


sintieron cuando vieron el cadáver de Joonmyun, y entendía cómo no fueron
capaces de soportar la culpabilidad y la desesperación. Por eso huyeron, dejando
atrás una casa llena de gente que seguía sin saber nada y que iban a matarse entre
ellos. De todas formas, ¿qué otra cosa podrían haber hecho? ¿Salir y contárnoslo
todo, decirnos “eh, mirad, aún estamos vivos pero el líder Joonmyun está muerto de
verdad”?

Casi estaba agradecido de que se hubieran ido, si no, yo no sería la única persona
que se sintiera destruida. ¿Cómo íbamos a soportar los 11 restantes la muerte de
Joonmyun y el hecho de que no había forma de volver atrás?
Vaya, no tengo vergüenza. Sigo viéndome a mí mismo como el héroe que se quedó
solo, a soportar todo el dolor y el castigo. Todo era como un sueño, como si todos
los que habían muerto me rodearan y me dijeran a la vez:

Duizhang, date prisa y despierta, Duizhang, despiértate…

Quería despertarme, quería abrir los ojos y encontrarme con sus caras sonrientes,
pero no había manera posible. Yo también había muerto, en mi sueño había muerto.

¿La gente que muere en mundos diferentes puede volver a encontrarse?

8. Oh Sehun

Al caer sin estar preparado, sentí que el repentino vacío no estaba bajo mi cuerpo,
sino en mi pecho. Parecía que mi cuerpo se había golpeado contra algo varias
veces antes de estrellarse contra el suelo, pero no sentí dolor alguno, toda la
atención de mi corazón estaba en una pregunta que me ocupaba la mente:

Lo que has hecho, ¿ha sido para ganarme a mí, o para perder al hacer trampas?

Esta era la pregunta más importante del mundo, era de mucha más importancia que
el hecho de si yo iba a morir o no.

Te he hecho muchas preguntas que no has podido contestar.

—Hyung, cuando encuentres novia, ¿te lo pasarás mejor yendo con ella a tomar
bubble tea o conmigo?

—Hyung, ¿cuántos años crees que estaremos juntos? Quiero decir el grupo, no
nosotros dos…

—Hyung, cuando vuelvas a China en el futuro, ¿seguirás viniendo aquí? ¿Puedo ir a


visitarte…?

Cuando te hacía todas estas preguntas, lo único que hacías tú era acariciarme la
cabeza y sonreír sin decir nada. Al final, yo siempre lo dejaba estar.
Pero esta vez… nunca había deseado tanto una respuesta.

Mi consciencia amenazaba con apagarse, pero usé toda mi fuerza de voluntad para
mantenerla despierta.

Oh Sehun, te lo suplico, aguanta un poco más.

Luhan hyung, te lo ruego, baja rápido.

Os lo pido a todos, por favor…

Mi cuerpo se había golpeado tan fuertemente contra el suelo que había empezado a
sangrar, temía gastar demasiado esfuerzo y aguante con el dolor. Mis lágrimas
estaban a punto de derramarse, pero tenía miedo de que eso me nublara la vista y
no pudiera ver ese brillo de esperanza.

En la oscuridad, finalmente vi algo de luz, como si una figura se estuviera


acercando.

¿Eres tú, Luhan?

Nunca lo supe.

Al final me di cuenta de que no importaba cuánto lo desearas ni lo duro que


trabajaras para conseguirlo. Hay cosas que son y serán imposibles.

Yo sólo quería tiempo para una respuesta.

9. Kim Jongin

Se oyó un estruendo en el piso de abajo. Luhan, Chanyeol y yo bajamos corriendo.


Chanyeol iba el primero, yo lo seguía de cerca mientras que Luhan iba el último.

No estoy seguro de en qué momento mis pisadas empezaron a ir más lentas y mi


corazón más rápido.

Para cuando llegamos al pie de las escaleras y nos acercamos al rayo de luz que
salía del baño, no conseguía moverme. Notaba una sensación extraña en el pecho,
que me oprimía el corazón; me resistí a esos pensamientos mientras me acercaba
más y más, como si detrás de esa puerta hubiera una escena que vería en las
pesadillas más horribles durante el resto de mi vida.

Al final, llegué hasta la puerta. Chanyeol la abrió.

El rayo de luz se hizo más grande, aniquilando a la vez toda la luz de mi mundo. Me
di cuenta de que no había llegado a aclarar el asunto que llevaba pensando tanto
tiempo: ¿era sólo un encaprichamiento, o era amor?

Antes de todo esto, había estado atrapado en un dilema interno durante mucho
tiempo, así que había tomado la decisión de no preocuparme más y dejar que las
cosas siguieran su curso. Un día lo entendería, y en ese momento, no importaba
cómo acabaran las cosas, se lo contaría a él.

Sin embargo, ese día ya nunca llegaría.

Me volví loco, no era consciente de mis acciones. En el momento en que recobré el


sentido, tenía una botella rota en la mano, Tao estaba contra la pared con la botella
clavada profundamente en el abdomen.

Había sido él, no yo, ¿verdad?

Alguien me empujó, otros corrieron, unos se acercaron a mí, me arrastraron… yo no


veía nada de eso, yo no estaba en esa habitación.

Fue en el Disneyland de LA, tenía los cascos puestos e iba caminando detrás de
todos los demás. Desde que debutamos había sido siempre así, cada vez que se
reunía todo el grupo yo me sentía un poco confuso. Sehun siempre estaba pegado a
Luhan, así que yo no sabía a qué grupo unirme. Acabé por ir solo, escuchando
música, así también estaba feliz.

Sin embargo, poco después Tao se acercó y me pasó el brazo por los hombros,
hablándome en frases muy cortas; no podía entender su bajísimo nivel de coreano
con la cantidad de palabras en chino que metía por en medio, y él tampoco podía
entenderme en realidad, pero insistía en hablar conmigo a pesar de que ni siquiera
me había quitado los cascos.
Sabía que me había visto solo y que estaba preocupado por si no me lo estaba
pasando bien. Aunque no me hacía falta que me acompañara, me sentí
emocionado.

Era una reunión, un par de meses después del debut, acompañamos a EXO-M a
una ceremonia de rookies en China.

En ese momento yo ya me había asentado en este grupo de locos, y el coreano de


Tao iba mejorando. Se acercó y se quedó a mi lado, nos miramos el uno al otro y
sonreímos. Después de un momento de silencio, le pregunté:

—¿Y eso que ya no vienes a intentar hablar sin sentido conmigo últimamente?”

Tao se rió.

—Ya tienes a alguien que te acompaña a todas partes, sois tan inseparables… ya
he cumplido mi propósito y ahora no conviene que moleste —miró hacia un lado.

Sabía perfectamente a quien se refería, me notaba la cara ardiendo y lo ignoré,


diciendo:

—Al principio no éramos amigos, yo estaba bien solo y tú tuviste que venir a
molestarme con ese horrible coreano tuyo. Y ahora que puedes hablar bien, ¿te
retiras?

—Entonces siempre estabas tan callado… Y ni siquiera te reías, llegué a pensar que
eras autista, ¿vale? —me dirigió una mirada—. Pero ahora estás siempre tan feliz…
que temo que el autismo se vaya a convertir en epilepsia.

Me eché a reír.

—¡Si me pasa algo de eso, será culpa vuestra! Con esta banda de colgados, es
imposible protegerse a uno mismo.

Yo no solía reírme así, ni siquiera con mis mejores amigos, normalmente sólo
conseguía soltar risas forzadas. Cuando mis familiares me preguntaban si estaba
bien, yo no sentía nada fuera de lo normal, ¿es que tenía que estar siempre
riéndome como un loco? Sin embargo, al haber pasado tantas horas con los del
grupo, había llegado a estar a punto de desmayarme de tanto reír.
Hasta Tao sonreía tanto que se le veían todos los dientes, y tras una pausa,
susurró:

—La verdad es que los quiero mucho a todos.

—Ya lo sé, ya se lo has dicho a las fans muchísimas veces —dije.

Se puso serio y dijo:

—No, no me refería a las fans, quería decir a vosotros. Os quiero muchísimo a


todos.

En la ceremonia de premios, nosotros nos quedamos fuera, ellos subieron al


escenario. EXO-M había recibido el premio al mejor rookie de China. Sólo hacía un
momento, en el backstage, decían:

—Ni siquiera lo soñéis, no vamos a caer tan bajo como para ponernos a llorar, no os
preocupéis.

Esas 6 personas estaban ahora llorando como magdalenas.

Era como si observara desde lejos, las luces brillaban y los dos 12 estábamos sobre
el escenario. Me acordé de lo que dijo Tao hacía tiempo:

—Los 12 tenemos que estar juntos siempre, tenemos que seguir siempre así.

De repente, noté calor en los ojos y miré a Tao, que estaba a unos 10 metros de mí
en el escenario, y contesté a la frase que me había dicho un par de horas antes.

—De acuerdo.

La gente se vuelve poderosa cuando tiene alguien a quien proteger.

Yo creía que era poderoso porque tenía a quien proteger. Si hubiera sido tan
poderoso, podría haberlos protegido a todos. Sin embargo, no pude salvar ni
siquiera a esa persona.

Sólo fui lo suficientemente poderoso para verlos morir uno a uno frente a mis ojos.
Me di la vuelta, queriendo decirles a todos ellos que si nos daban otra oportunidad,
me gustaría pasar 2 días de vacaciones con todos ellos, y utilizaríamos nuestros
viejos métodos para tomar las decisiones finales, algo que era mi fuerte: piedra
papel tijeras.

El perdedor se quedaría atrás para aceptar su castigo: sobrevivir.

Y entonces, como si hubiera leído mis pensamientos, una persona formuló su


respuesta: Kris.

Ya no había más oportunidades.

Me agarré a su ropa, mirándole con los ojos de par en par, quería preguntarle:

—Si le pidiera perdón a Tao, ¿me perdonaría? ¿Querría seguir con nosotros?

Pero me empujó. Me dejó caer.

Kris, ¿y tú? ¿Me perdonarás?

Pensé que aunque en algún momento me encontrara con sus almas, o aunque
pudiera volver atrás en el tiempo, no se diría; pero los quería a todos, a todos y cada
uno de ellos.

Simplemente yo era así.

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