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Conservacion

Varias conservas en botes de cristal y de latón.

Se llama conserva al resultado del proceso de la manipulación de los alimentos de tal forma
que se evite o ralentice su deterioro (pérdida de calidad, comestibilidad o valores
nutricionales). Esto suele lograrse evitando el crecimiento de pasto natural, levaduras, hongos
y otros microorganismos, así como retrasando la oxidación de las grasas que provocan su
enranciamiento. Las conservas también incluyen procesos que inhiben la decoloración natural
que puede ocurrir durante la preparación de los alimentos, como la reacción de dorado
enzimático que sucede tras su corte.

Muchos métodos de elaboración de conservas incluyen diversas técnicas de conservación de


los alimentos. Las conservas de frutas, por ejemplo elaborando mermeladas a partir de ellas,
implican cocción (para reducir su humedad y matar bacterias, hongos, etcétera), azucarado
(para evitar que vuelvan a crecer) y envasado en un tarro hermético (para evitar su
contaminación).

Son aspectos importantes de las conservas mantener o mejorar los valores nutricionales, la
textura y el sabor, si bien históricamente algunos métodos han alterado drásticamente el
carácter de los alimentos conservados. En muchos casos estos cambios han pasado a ser
cualidades deseables, como es el caso de los quesos, yogures y encurtidos, por ejemplo.

Historia

Antes de las conservas

Antes de las conservas eran conocidos otros métodos para mantener las propiedades de los
alimentos de la vida diaria, como conservarlos en lugares secos y oscuros, envolverlos en
sustancias protectoras como azúcar para conservar las frutas y vegetales, vinagre para
legumbres y frutos, grasa, aceite, arcilla, miel, hielos, etcétera, y eran conocidos los procesos
para hacer ahumados y salazón. (Existe una historia sobre el uso de la sal para conservar
principalmente la carne, este era utilizado comúnmente en los viajes de barcos ya que podían
durar meses enteros y la carne por si sola no se podía conservar así que decidieron
implementar esta medida)

Siglo XIX

En la actualidad

En la actualidad se ha conseguido la esterilización en ausencia de oxígeno. Uno de los mayores


avances es el uso de Pouches Retornables, o bolsas de materiales plásticos flexibles de alta
barrera, que permiten esterilizar los alimentos en autoclaves y obtener mayores beneficios en
sabor, preservación de textura y elementos nutrimentales, menores tiempos de cocción,
facilidad de transportar y abrir, beneficios ambientales, vida de anaquel comparable a las latas,
para uso en horno de microondas, etc.

Conservas en América latina

La pionera en la fabricación de conservas en América latina estuvo ubicada en Chile,


concretamente en Valparaíso en 1872, su producción no era constante, ya que sólo funcionaba
en los cortos periodos de temporada marisquera, pero sigue hasta la actualidad llevada por sus
herederos dicha empresa, ampliando la producción en estos momentos a fabricación de
envases.

Procesos de conservación

Sardinas en lata conservadas en aceite.

Atún en conserva.

Marisco congelado.

Secado o deshidratado

Véase también: Liofilización

Este es uno de los métodos más antiguos utilizados por el ser humano para preservar los
alimentos. El método se basa en el hecho de que los microorganismos que contaminan los
alimentos no pueden crecer en los alimentos secos. Tradicionalmente, carnes, frutas,
vegetales, etcétera, eran colocados a la luz solar para que se les evaporara el agua que tenían;
de esta manera, se lograba que durara mucho más tiempo que si se mantuvieran sin ese
tratamiento. En la actualidad, la deshidratación es un proceso industrial, en si consiste en
quitar toda el agua de un alimento para así evitar que se reproduzcan las bacterias Se puede
realizar mediante la aplicación metódica, progresiva y continuada de calor, o por liofilización.

Adición de sal o Salado

Artículo principal: Salazón

Este método de preservación de alimentos es utilizado desde épocas remotas. Carnes y


pescados pueden ser tratados con sal de cocina, la cual los deshidrata y evita el ataque de
gérmenes, actuando como antiséptico protegiendo a los alimentos.

Ahumado

Artículo principal: Ahumado

El Ahumado es otro método que ha sido utilizado desde épocas remotas; el ahumado conserva
los alimentos gracias al efecto antimicrobial del humo de la madera quemada, la
deshidratación, la destrucción de gérmenes y enzimas por calentamiento del alimento durante
el proceso.1 Aplica principalmente a carnes, pescados y algunos quesos.

Enlatado y embotellado

Artículos principales: Enlatado y Embotellado.

Lata de Conservas de diferentes tamaños. Grupo Auximara.

Es una técnica de preservación de alimentos ampliamente utilizada en la actualidad, y útil


prácticamente para cualquier clase de alimentos. Los alimentos son sellados en su recipiente
después de hacerse el vacío y calentados. Cualquier organismo presente es eliminado por este
procedimiento, y otros no pueden llegar porque los alimentos están aislados al sellarse la lata.
Todo el proceso, que incluye el llenado y el sellado de las latas o contenedores, es realizado
automáticamente en las industrias modernas.

Los microorganismos y las enzimas necesitan cierto grado de temperatura para alterar los
alimentos, pero un exceso de temperatura los destruye. Por eso se emplea la esterilización por
calor para conservar los alimentos, en especial los enlatados. Las latas llenas y
herméticamente cerradas, se someten a elevadas temperaturas (entre los 100º y 150º C.)
durante un tiempo determinado. Una vez esterilizadas las latas, y mientras éstas no se abran y
deterioren, los productos en ellas se mantendrán inalterados durante un tiempo prolongado.
Por esta razón es inútil guardar las latas de conservas en un refrigerador antes de abrirlas.

El embotellado es generalmente utilizado para frutas y vegetales. El proceso es parecido al del


enlatado, pero los alimentos se colocan en botellas en vez de latas.

Congelación

Artículo principal: Congelación (alimentos)

La congelación de los alimentos a temperaturas por debajo de los cero grados puede ser
utilizada para la mayoría de los alimentos como carnes, pescados, frutas, verduras, etcétera,
incluyendo comidas ya cocinadas y preparadas. Cuando se utiliza esta técnica, los alimentos
son congelados rápidamente para evitar cambios en la textura y en el sabor.

La refrigeración: entre 3 °C y 8 °C los alimentos se conservan unos cuantos días.

La congelación: entre -6 °C y -18 °C los alimentos se pueden conservar hasta 3 meses.

La ultracongelación: temperaturas inferiores a -18 °C, pero no inferiores a los -35 °C. Los
alimentos se pueden conservar hasta un año.[cita requerida]

Refrigeración

Antiguas latas de conserva expuestas en el Museo del Mar de Galicia (Vigo).

El proceso en que un alimento es enfriado al vacío tiene como objetivo prolongar la vida útil de
los alimentos, es decir, alargar el tiempo entre la producción y el consumo por parte del ser
humano de forma tal que resulte segura, sin tener que recurrir al congelado u otros métodos
de conservación. El período de prolongación de la calidad del producto depende de los
factores involucrados en el proceso del vacío, ya que cada uno interactúa entre sí durante el
mismo.

La finalidad de este proceso es que la carne sea recubierta por un film que actúe como barrera
tanto para el vapor de agua como para el oxígeno, de manera que se logre el microclima
adecuado entre el film y el corte para la proliferación de bacterias benéficas tales como las
lácticas (parecidas a las que se encuentran en el yogur) ya que el ácido láctico es un
conservante natural para los alimentos. Al mismo tiempo, se obtiene así un hábitat no propicio
para el desarrollo de bacterias indeseadas que perjudiquen la carne o la tornen peligrosa para
su consumo, disminuyendo al mínimo el desarrollo de las mismas y evitando la putrefacción.

Conservación por medios químicos

Hay sustancias químicas que destruyen los microbios, por lo tanto, pueden ser añadidas a los
alimentos para conservarlos. Estas sustancias se conocen, en general, como aditivos químicos.
Dentro de los aditivos químicos más utilizados en la actualidad tenemos: ácido acético, citrato
de sodio, propionato de calcio, nitritos y nitratos. Si bien hay aditivos alimentarios que
preservan los alimentos y evitan que se dañen, algunos también pueden afectar nuestra salud.
Por eso, los alimentos que contienen aditivos deben consumirse con cierta cautela, ya que al
ser ingeridos en grandes cantidades pueden resultar dañinos.
Concentrado de azúcar

Consiste en añadir azúcar a preparados de frutas. De esta manera se evita la oxidación del
fruto, ya que se impide su contacto con el oxígeno del aire. Además, una alta concentración de
azúcar en el almíbar ayuda a mantener la firmeza del producto. Este método es utilizado en la
preparación de frutas, mermeladas, frutas abrillantadas, entre otros, tanto a nivel doméstico
como industrial. Una vez preparadas, las frutas son envasadas en botellas o latas, y así se
preservan con toda su frescura por largos períodos.

Artículo principal: Carne deshidratada

La técnica de secar la carne cruda utilizando el sol como deshidratante es una técnica y
costumbre primitiva usada por muchas culturas, en diferentes épocas y partes del mundo. Se
trata simplemente de un método primitivo que consiste en dejar secar la carne de los animales
domesticados y/o de varias especies a través de la deshidratación; existe evidencia
arqueológica de que el Hombre de Neandertal secaba en cuevas la carne de mamut.

Este proceso que puede durar días, semanas, meses e incluso años, sólo es posible en lugares
con clima de estación seca y fresca, dando como resultado un alimento básico con alto valor
nutricional.

El método consiste en ir cambiando la carne de posición para facilitar la evaporación, inclusive


en ciertas ocasiones puede llegar a realizarse pequeñas perforaciones con el fin de agilizar el
secado/madurado o para una mejor penetración cuando se utiliza sal.

La pérdida de volumen y de peso puede ascender de 40 a 50% e incluso más; por ello, estos
beneficios han hecho que este sea uno de los principales alimentos de elección para viajeros,
exploradores, pueblos cazadores, agricultores de montaña, pastores y nómades, inclusive
como fuente de alimento para los ejércitos (el famoso "kuivaliha" de los soldados finlandeses o
"shit on a shingle" de los soldados estadounidenses, ambos productos utilizados durante la
Segunda Guerra Mundial).

Desde 1996, la carne deshidratada ha sido elegida varias veces por astronautas como comida
espacial gracias a su bajo peso y su alto valor nutricional (baja en grasas y alta en proteínas).23

El método del "secado al sol", "secado al aire" o "secado al viento" es el más primitivo; en
regiones de América del Sur y en función de la gran disponibilidad de la sal se dio el salado
siendo esta técnica mucho más eficiente; posteriormente y más evolucionado devino el
ahumado en frío, inclusive el agregado de hierbas aromáticas, especias y/o condimentos como
pimienta, ajíes molidos, nuez moscada, etc. incrementando y mejorando el sabor de la carne
deshidratada.

Fue la necesidad de conservar la carne por largos períodos de tiempo debido a la falta de
tecnología y herramientas de refrigeración necesarias. Inicialmente, fue producido en forma
individual o artesanal, posteriormente la producción fue desarrollada por carniceros para
llegar finalmente a la industria.

Sin necesidad de un lavado previo, muchas veces deshuesada y sin grasa, fileteada,
deshebrada en trozos o simplemente en un solo cuerpo, una vez disecada podía transportarse
fácilmente o almacenarse por largos períodos de tiempo.

Con el transcurso de los siglos, estos productos resultaron ser ingredientes importantes en la
gastronomía de muchas regiones del mundo donde todavía se las consume. Con el curado se
mejoraron las técnicas surgiendo así los jamones, chacinados, embutidos y la industrialización
de la producción en ambientes controlados de luz, temperatura y humedad a través de
saladeros con técnicas como la liofilización.

La técnica del "salado" puede realizarse "por salmuera" (que es el más común para los
pescados) y "en seco" (que se utiliza más comúnmente para la carne). La diferencia reside
básicamente en la técnica de preparación aunque se obtiene prácticamente el mismo
resultado: carne seca o deshidratada.

ANALGÉSICO
Cajas de analgésico Tilidin Retard.

Un analgésico es un medicamento para calmar o eliminar el dolor, ya sea de cabeza, muscular,


de artritis, etc. Existen diferentes tipos de analgésicos y cada uno tiene sus ventajas y riesgos.
Etimológicamente procede del prefijo griego an- (‘carencia, negación’) y άλγος (/álgos/,
‘dolor’).

Aunque se puede usar el término para cualquier sustancia, es decir, cualquier medio que
reduzca el dolor, generalmente se refiere a un conjunto de fármacos, de familias químicas
diferentes que calman o eliminan el dolor por diferentes mecanismos.

Clasificación de los analgésicos

Antiinflamatorios no esteroideos

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son un grupo de fármacos heterogéneo, cuyo


representante más conocido es la aspirina. Actúan sobre todo inhibiendo a unas enzimas
llamadas ciclooxigenasas, cruciales en la producción de prostaglandinas, sustancias
mediadoras del dolor. Corresponden al primer escalón analgésico de la OMS, junto con el
paracetamol (AINE carente de efectos antiinflamatorios). Además de propiedades analgésicas,
los AINE son antipiréticos, antiinflamatorios y algunos antiagregantes plaquetarios. Tienen el
inconveniente de que no se puede superar una dosis de tolerancia o techo terapéutico debido
a los graves efectos adversos como es la hemorragia.

Opiáceos menores

Son un grupo de sustancias, la mayoría sintéticas como el tramadol que imitan, con menor
poder analgésico, la acción de los opioides. Corresponden al segundo escalón analgésico de la
OMS.

Opiáceos mayores

Son un grupo de fármacos, unos naturales (opiáceo) como la morfina y otros artificiales
(opioide) como el fentanilo, que actúan sobre los receptores opioides de las neuronas del
sistema nervioso, imitando el poder analgésico de los opiáceos endógenos. Son los fármacos
analgésicos más potentes conocidos y corresponden al tercer escalón analgésico de la OMS. Se
pueden asociar y potencian su acción con los AINE, pero no es biológicamente correcto
asociarlos a opiáceos menores.
Los opiáceos mayores no presentan techo terapéutico, por lo que se puede aumentar la dosis
según la presencia de dolor y tolerancia del paciente. Presenta el inconveniente de que son
sustancias estupefacientes y deprimen el sistema nervioso central en las primeras dosis.

Otros

Ziconotide es un fármaco que no es opioide, ni un AINE, y tampoco un anestésico local. Usado


en el tratamiento del dolor crónico.

Fármacos adyuvantes

Aunque no son analgésicos cuando se administran aisladamente, potencian la acción de


cualquier analgésico en asociación. Entre los fármacos adyuvantes analgésicos se encuentran:

Corticoides.

Antidepresivos, sobre todo los antidepresivos tricíclicos.

Anticonvulsivantes, sobre todo en el dolor neuropático.

Aunque no se pueden incluir dentro del grupo de los analgésicos, el placebo, es decir, el efecto
placebo o alivio del dolor en ausencia de un tratamiento conocido biológicamente como
activo, es capaz de activar áreas cerebrales dedicadas al alivio del dolor, provocando cambios
físicos en la manera en la que el cerebro responde al dolor, visible en resonancia magnética
funcional, por lo que está demostrado que la confianza que deposita el paciente en un
tratamiento, mejora los resultados del mismo. A pesar de todo, ninguna fase del tratamiento
del dolor pasa por la utilización de placebo, porque no es ético.

Analgésicos

Aminas

{Paracetamol} {Fenacetina}

AINE

{Ácido mefenámico} {Aspirina} {Celecoxib} {Clonixinato de Lisina} {Diclofenaco} {Diflunisal}


{Etodolaco} {Ibuprofeno} {Ketoprofeno} {Ketorolaco} {Meloxicam} {Metamizol} {Mesalazina}
{Naproxeno} {Piroxicam} {Rofecoxib} {Salsalato} {Indometacina}

Cannabinoides

{Cannabis} {Tetrahidrocannabinol}

Opioides

{Alfentanilo} {Carfentanilo} {Buprenorfina} {Codeína} {Codeinona} {Dextropropoxifeno}


{Dihidrocodeína} {beta-Endorfina} {Fentanilo} {Heroína} {Hidrocodona} {Hidromorfona}
{Metadona} {Morfina} {Morfinona} {Oxicodona} {Oximorfona} {Petidina} {Remifentanilo}
{Sufentanilo} {Tebaína} {Tramadol}

Otros

{Ziconotide}

Jabón
Jabón de tocador.

El jabón (del latín tardío sapo, -ōnis, y este del germánico saipôn) es un producto que sirve
para la higiene personal y para lavar determinados objetos.1 Se puede encontrar en pastilla,
en polvo, en crema o líquido.

2 imágenes equivalentes de la estructura química del estearato de sodio, y un jabón


tradicional.

El jabón generalmente es una sal sódica o potásica resultante de la reacción química entre un
álcali (hidróxido de sodio o de potasio) y un lípido;2 esta reacción se denomina saponificación.
El lípido puede ser de origen vegetal (como el aceite de coco) o animal (como la manteca de
cerdo). El jabón es soluble en agua. Por sus propiedades detersivas se utiliza para el lavado de
ropa, corporal, etc.3

Los ácidos grasos que se utilizan como materia prima del jabón son los siguientes:

Aceites vegetales: coco, soja, maíz, oliva, lino, algodón.

Aceites animales: de pescado, grasas animales.

- Luego, éstos se combinan con cremas, perfumes y colorantes para darles vistosidad.

Tradicionalmente, es un material sólido. En realidad la forma sólida es el compuesto «seco»,


sin el agua que se emplea en la reacción mediante la cual se obtiene el jabón. La forma líquida
es el jabón «disuelto» en agua. En este caso, su consistencia puede presentar distintas
viscosidades.

Origen del jabón

Como ocurre con otros muchos productos, no está claro cuándo ni cómo se inventó el jabón, y
diversos pueblos se atribuyen su invención.

Según una de las leyendas, se descubrió en Italia. Cuentan que en el Monte Sapo, cerca de
Roma, se hacían sacrificios ceremoniales de animales. En ese mismo monte ardían fuegos para
la realización de esas ceremonias de sacrificio. Cuando llovía, el agua arrastraba la grasa animal
y las cenizas de esos fuegos, que bajaban por riachuelos hasta la base del monte. Los esclavos
que lavaban la ropa de sus amos en las aguas que bajaban desde ese monte descubrieron que
esas aguas la limpiaban mejor e, indagando en la razón de esto, descubrieron cómo hacer
jabón.

Los restos de jabón más antiguos son de origen babilonio y datan del 2800 a. C.

Tipos de jabones

Jabón para afeitar

Tradicional jabón de Marsella

Existen innumerables tipos de jabón, con distintas combinaciones de consistencia, olor, forma,
color, textura, propiedades limpiadoras o terapéuticas. Algunos de los más conocidos tipos de
jabones son:

Jabón de Marsella

Jabón de Castilla
Azul y blanco portugués

Jabón de brea

Jabón de coche

Para afeitar

Jabón de Alepo. Fabricado en Alepo, Siria, utilizando extractos de laurel y aceite de oliva

Jabón líquido

Jabón de aceite

Jabón de glicerina

Acción detergente

Los jabones ejercen su acción limpiadora sobre las grasas en presencia del agua debido a la
estructura de sus moléculas. Estas tienen una parte liposoluble y otra hidrosoluble.4

El componente liposoluble hace que el jabón «moje» la grasa disolviéndola y el componente


hidrosoluble hace que el jabón se disuelva a su vez en el agua.

Las manchas de grasa no se pueden eliminar solo con agua, por ser insolubles en ella. En
cambio, el jabón, que es soluble en ambas, permite que la grasa se diluya en el agua.

Cuando un jabón se disuelve en agua disminuye la tensión superficial de esta, con lo que
favorece su penetración en los intersticios de la sustancia a lavar.5 Por otra parte, los grupos
hidrofóbicos del jabón se disuelven unos en otros, mientras que los grupos hidrofílicos se
orientan hacia el agua, generando un coloide, es decir, un agregado de muchas moléculas
convenientemente orientadas. Como las micelas coloidales están cargadas y se repelen
mutuamente, presentan una gran estabilidad.

Métodos de obtención

Caja de jabón "Amigo del Obrero" de México. De la colección del Museo del Objeto

En esencia, el proceso de obtención del jabón, sea industrial o artesano, consta de tres fases:
saponificación, sangrado y moldeado.

Saponificación: se hierve la grasa en grandes calderas, se añade lentamente soda cáustica


(NaOH) y se agita continuamente la mezcla hasta que comienza a ponerse pastosa. La reacción
que ha tenido lugar recibe el nombre de saponificación y los productos son el jabón y la lejía
residual, que contiene glicerina:

grasa + sosa cáustica → jabón + glicerina.

Sangrado: el jabón obtenido se deposita en la superficie en forma de gránulos. Para que cuaje
de una manera completa se le añade sal común (NaCl). Esta operación recibe el nombre de
sangrado o salado; con ella se consigue la separación total del jabón (que flotará sobre la
disolución de glicerina), de la sosa cáustica (que no ha reaccionado) y de agua.

Moldeado: ya habiendo realizado el sangrado, el jabón se pasa a otro recipiente o vasija donde
se le pueden añadir perfumes, colorantes, productos medicinales, etc. Entonces, todavía
caliente, se vierte en moldes, se deja enfriar y se corta en pedazos.
El jabón líquido está constituido principalmente por oleato de potasio, preparado por la
saponificación del ácido oleico con hidróxido de potasio. También es muy usado (por ser más
económico), el estearato de sodio o palmilato de sodio, análogo al anterior, usando ácido
estearílico, esteárico o palmítico e hidróxido sódico, respectivamente.

En la actualidad hay dos métodos de obtención del jabón, ambos basados en la saponificación.

Primer método

Fabricación de jabón en el siglo XIX

En el primer método se produce la saponificación directamente sobre la grasa, se hace


reaccionar el álcali con la grasa, y se obtiene el jabón y glicerina. Este método tiene como
desventaja que es más difícil la separación de la glicerina y el jabón.

Segundo método

En este método, primero se produce la ruptura química de la grasa, y se obtiene la glicerina y


los ácidos grasos; éstos se separan antes. Luego se produce la sal del ácido graso y los
alcalinos.

Variantes

También se le suele agregar colorantes, cargas (para abaratar el costo), glicerina, etc.

Farmacéutica

En farmacéutica, se puede utilizar amoníaco u otro alcalino, o un óxido metálico, sobre aceites,
grasas o resinas, y se mezcla a veces con otras sustancias que no producen saponificación. En
el campo de la medicina es muy frecuente utilizar jabón antiséptico con iodopovidona, entre
otros compuestos, y en sus diferentes presentaciones comerciales.6

Fabricación industrial

Las materias primas se mezclan con agua hasta que forman una pasta. Después se realiza la
atomización, que consiste en transformar la pasta en polvo:

La pasta pasa por un tubo a presión y entra en una gran torre, donde es "rociada" con aire
caliente a contracorriente.

El aire evapora el agua de la pasta y se forma el polvo (es más o menos fino según la presión
con la que ha salido del tubo y el diámetro de los orificios del "rociador").

Algunos de los ingredientes, que no pueden resistir la temperatura del aire caliente o la
humedad, se añaden al polvo obtenido después de la atomización.

A continuación, el polvo se revuelve en un tambor giratorio.

Finalmente, pasa por un cedazo que separa las partículas demasiado finas o gruesas, esto hace
un contraste en los diferentes tipos de jabones que podemos encontrar en los mercados.

Jabon en química Un jabón es el compuesto químico que se obtiene cuando se hace


reaccionar un ácido graso con un álcali como el hidróxido de sodio (NaOH). Así, cuando
durante la refinación de un aceite se neutraliza para quitarle acidez, lo que se pretende es
formar los jabones correspondientes.
Detergente

La palabra inglesa equivalente es detergent. El término alemán empleado es tensid, que


parece más preciso, ya que hace referencia directa a sus propiedades físico-químicas. En
medicina se entiende por deterger, limpiar una úlcera o herida, y se denominan detersorios las
sustancias que se emplean para ello. Esto implica que puedan calificarse como detergentes
sustancias tan dispares como la saliva, el jabón o la gasolina dependiendo de sobre qué
superficies sean empleadas, ya que cuando limpian tienen un efecto detergente. También se
podría definir que detergente es cualquier sustancia que tiene propiedades de disolver a otra
sustancia incorporando la sustancia disuelta en la sustancia detergente inicial.

La mayoría de los detergentes son compuestos de sodio del sulfonato de benceno sustituido,
denominados sulfonatos de alquilbenceno lineales (LAS). Otros son compuestos de
alquilbencen sulfatos de cadena ramificada (ABS), que se degradan más lentamente que los
LAS. Hasta 1970 un detergente típico de lavandería de gran potencia contenía 50% de
tripolifosfato de sodio (fosfato) y sólo un 18% de LAS. Como se mencionó anteriormente es el
LAS el que tiene la acción detergente, y desde entonces algunos fabricantes han reducido el
porcentaje de fosfatos.

los detergentes deben tener capacidad humectante y poder para eliminar la suciedad de las
superficies, así como mantener los residuos en suspensión. Asimismo, deben tener buenas
propiedades de enjuague, de suerte que se eliminen fácilmente del equipo los residuos de
suciedad y detergente. Existen muchos tipos de detergentes, por lo que se recomienda
informarse al respecto con el fin de asegurar que el detergente a utilizarse sea el adecuado
para eliminar el tipo de suciedad que se busque limpiar y se aplique en la concentración y
temperaturas correctas.

Propiedades

La vida diaria se entiende por detergentes únicamente a las sustancias que disuelven las grasas
o la materia orgánica gracias a su tensoactividad. Este término pasó del lenguaje industrial al
lenguaje doméstico para referirse a ellos en contraposición con el jabón. Pero en realidad, el
jabón es un detergente más.

Aunque los jabones comparten estas propiedades, los jabones no son considerados en la
práctica como detergentes. Los jabones deben su tensoactividad a la propiedad de sus
moléculas de tener una parte hidrófila (a su vez lipófoba) y otra lipófila (a su vez hidrófoba)
(v.gr. molécula anfifílica) y poder emulsionar la suciedad insoluble en agua. En el jabón, esta
propiedad se obtiene al hidrolizar un ácido graso de cadena larga con una sal alcalina,
frecuentemente de sodio o de calcio. Este proceso se denomina saponificación. El extremo de
la molécula que contiene al ácido graso es lipófilo, y el que contiene al átomo alcalino es
hidrófilo. Ésta fue básicamente la única sustancia tensoactiva utilizada a nivel doméstico hasta
mediados del siglo XX. Cuando aparecieron las lavadoras automáticas se creó una demanda
progresiva de sustancias más activas y que se comportasen mejor en aguas duras, (más ricas
en calcio), ya que éstas aumentaban la hidrosolubilidad del jabón, con lo que era arrastrado
antes, disminuyendo el tiempo de contacto entre el mismo y la ropa. Esto se sumó a la escasez
de jabón que se había producido durante la Segunda Guerra Mundial. Aparecieron en el
mercado doméstico productos detergentes de origen industrial que fueron incluyendo mezclas
de tensoactivos con otras sustancias, (coadyuvantes, como los polifosfatos, silicatos,
carbonatos y perboratos, y agentes auxiliares que incluyen entre otros enzimas, sustancias
fluorescentes, extabilizadores de espuma, colorantes y perfumes). Los primeros detergentes
de este tipo, derivados del benceno, se utilizaron ampliamente en los años 40 y 50, pero no
eran solubles ni biodegradables, lo que los hacía ecológicamente dañinos. Una segunda
generación de detergentes, los alquilsulfonatos lineales, resultan menos tóxicos al ser
biodegradables.

El primer detergente (jabonoso) se fabricó en Alemania en 1906, y consistía en una mezcla de


jabón tradicional al que se añadió perborato y silicato sódicos. Se denominó con las tres
primeras letras de cada añadido, Persil.

Detergentes ácidos

Los detergentes ácidos son recomendados para limpiar superficies de cemento o materiales
pétreos, pues recuperan la apariencia estética de fachadas y muros, disminuyendo los tiempos
de limpieza.

Estos productos ofrecen las siguientes ventajas:

Limpia rápidamente.

Mejora la apariencia y adherencia de las superficies.

No mancha.

Aplicación de detergentes

Humedecer la superficie antes de aplicar.

La aplicación se debe hacer con brocha o rodillo, el producto se debe aplicar sin diluir o bien
diluir en una proporción de 1l de detergente por 3 de agua.

Después de aplicar espere de 8 a 12 minutos a que el producto penetre en la superficie.

Cepille la superficie, con un cepillo de cerdas plásticas o metálicas, dependiendo de la dureza


de los residuos, hasta retirarlos por completo.

Una vez que ha eliminado todos los residuos, enjuague la superficie con agua y jabón hasta
eliminar por completo el detergente ácido y neutralizar la superficie.

Precauciones

No exceda la dosificación recomendada y no deje el detergente ácido sin neutralizar por


mucho tiempo, ya que la superficie se puede deteriorar.

No utilice el producto para limpiar superficies de metal o acero como: cimbras, tubería
metálica, acero de refuerzo, etc., ya que el producto podría corroerlas.

No mezclar con lavandina.

Diferencia entre jabón y detergente

La principal diferencia se encuentra en los grupos polares, en los jabones es el grupo


carboxilato (O=C-O-Na) en cambio en los detergentes es el grupo SO3 Na. El detergente es
disolvente GH8 mientras el jabón es IJ45 para además hacerlo de una forma corrosiva.

Fertilizante
Fertilizando con nitrógeno un campo de maíz, en Estados Unidos.

Un fertilizante o abono es cualquier tipo de sustancia orgánica o inorgánica que contiene


nutrientes en formas asimilables por las plantas, para mantener o incrementar el contenido de
estos elementos en el suelo, mejorar la calidad del sustrato a nivel nutricional, estimular el
crecimiento vegetativo de las plantas, etc. Ejemplos naturales o ecológicos de abono se
encuentran tanto en el clásico estiércol, mezclado con los desechos de la agricultura como el
forraje, o en el guano formado por los excrementos de las aves (por ejemplo de corral, como el
de la gallina).

Estiércol empleado como abono.

Las plantas no necesitan compuestos complejos del tipo de las vitaminas o los aminoácidos,
esenciales en la nutrición humana, pues sintetizan todo lo que precisan; solo exigen una
docena de elementos químicos que deben presentarse en una forma que la planta pueda
absorber. Dentro de esta limitación, el nitrógeno, por ejemplo, puede administrarse con igual
eficiencia en forma de urea, nitratos, compuestos de amonio o amoníaco puro.1

La definición de abono según el reglamento de abonos de la Unión Europea es "material cuya


función principal es proporcionar elementos nutrientes a las plantas"

La acción consistente en aportar un abono se llama fertilización. Los abonos, junto a las
enmiendas, forman parte de los productos fertilizantes.

Los abonos han sido utilizados desde la Antigüedad, cuando se añadían al suelo, de manera
empírica, los fosfatos de los huesos (calcinados o no), el nitrógeno de las deyecciones animales
y humanas o el potasio de las cenizas.

Fertilizantes o abonos principales

Los abonos aportan:

Nutrientes primarios: nitrógeno (símbolo químico N), fósforo (P), potasio (K).5 Se habla de
abonos de tipo NPK si los tres están asociados juntos. Si no se habla igualmente de fertilizantes
de N, P, K, NP, NK o PK.

Nutrientes secundarios, calcio (Ca), azufre (S), magnesio (Mg).

oligonutrientes o micronutrientes tales como el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el molibdeno


(Mo), el cobre (Cu), el boro (B), el zinc (Zn), el cloro (Cl), el sodio (Na), el cobalto (Co), el
vanadio (V) y el silicio (Si).

Estos elementos secundarios y micronutrientes se encuentran habitualmente en cantidad


suficiente en el suelo, y son añadidos únicamente en caso de carencia.

Las plantas tienen necesidad de cantidades relativamente importantes de los elementos


primarios. El nitrógeno, el fósforo y el potasio son pues los elementos que es preciso añadir
más corrientemente al suelo.

El nitrógeno contribuye al desarrollo vegetativo de todas las partes aéreas de la planta. Es muy
necesario en primavera al comienzo de la vegetación, pero es necesario distribuirlo sin exceso
pues iría en detrimento del desarrollo de las flores, de los frutos o de los bulbos.

El fósforo refuerza la resistencia de las plantas y contribuye al desarrollo radicular. El fósforo se


encuentra en el polvo de huesos
El potasio contribuye a favorecer la floración y el desarrollo de los frutos. El potasio se
encuentra en la ceniza de madera.

Los fertilizantes NPK constituyen la base de la mayor parte de los abonos vendidos en nuestros
días. El nitrógeno es el más importante de entre ellos, y el más controvertido dada la fuerte
solubilidad en el agua de los nitratos y su contaminación a las aguas freáticas cuando se abusa
de ellos

Abonos orgánicos

Artículo principal: Abono orgánico

Los abonos orgánicos son generalmente de origen animal o vegetal. Pueden ser también de
síntesis (aminoácidos, urea...).

Los primeros son típicamente desechos industriales tales como desechos de matadero (sangre
desecada, cuerno tostado, desechos de pescado, lodos de depuración de aguas). Son
interesantes por su aporte de nitrógeno de descomposición relativamente lenta, y por su
acción favorecedora de la multiplicación rápida de la microflora del suelo, pero enriquecen
poco el suelo de humus estable.

Los segundos pueden ser desechos vegetales (residuos verdes), compostados o no. Su
composición química depende del vegetal de que proceda y del momento de desarrollo de
éste. Además de sustancia orgánica contiene gran cantidad de elementos como nitrógeno,
fósforo y calcio, así como un alto porcentaje de oligoelementos. También puede utilizarse el
purín pero su preparación adecuada es costosa.

El principio de los abonos verdes retoma la práctica ancestral que consiste en enterrar las
malas hierbas. Se realiza sobre un cultivo intercalado, que es enterrado en el mismo lugar.

Cuando se trata de leguminosas tales como la alfalfa o el trébol, se obtiene además un


enriquecimiento del suelo en nitrógeno asimilable pues su sistema radicular asocia las
bacterias del tipo Rhizobium, capaces de fijar el nitrógeno atmosférico. Para hacer esta técnica
más eficaz se siembran las semillas con la bacteria.

Abonos inorgánicos

Fertilizante-organico-natural

Los abonos inorgánicos son sustancias de origen mineral, producidas bien por la industria
química (abonos químicos -desde 1840, Justus von Liebig-), bien por la explotación de
yacimientos naturales (fosfatos, potasa)...

Véase también: abono mineral

La industria química interviene sobre todo en la producción de abonos nitrogenados, que


pasan por la síntesis del amoníaco a partir del nitrógeno del aire. Del amoníaco se derivan la
urea y el nitrato. También interviene en la fabricación de abonos complejos. Los abonos
compuestos pueden ser simples mezclas, a veces realizadas por los distribuidores
(cooperativas o intermediarios).
Existen muchas variedades de abonos que se denominan según sus componentes. El nombre
de los abonos minerales está normalizado, en referencia a sus tres principales componentes
(NPK): Se pueden clasificar según el estado físico en el que se comercializan:

Sólidos: muchos fertilizantes NPK, ureas, etc.

Líquidos: algunos fertilizantes NPK, aminoácidos, ácidos húmicos...

Además, encontramos otra clasificación en función de cuantos elementos nutritivos tenga la


formulación del fertilizante:6

Plaguicida

Avioneta vertiendo plaguicidas.

Según la definición de la FAO, un plaguicida o pesticida, es «cualquier sustancia destinada a


prevenir, destruir, atraer, repeler o combatir cualquier plaga, incluidas las especies indeseadas
de plantas o animales, durante la producción, almacenamiento, transporte, distribución y
elaboración de alimentos, productos agrícolas o alimentos para animales, o que pueda
administrarse a los animales para combatir ectoparásitos. El término incluye las sustancias
destinadas a utilizarse como reguladores del crecimiento de las plantas, defoliantes,
desecantes, agentes para reducir la densidad de fruta o inhibidores de la germinación, y las
sustancias aplicadas a los cultivos antes o después de la cosecha para proteger el producto
contra la deterioración durante el almacenamiento y transporte. El término no incluye
normalmente los fertilizantes, nutrientes de origen vegetal o animal, aditivos alimentarios ni
medicamentos para animales».1

En la definición de plaga se incluyen insectos, hierbas, pájaros, mamíferos, moluscos, peces,


nematodos, o microbios que compiten con los humanos para conseguir alimento, destruyen la
propiedad, propagan enfermedades o son vectores de estas, o causan molestias. Los
plaguicidas no son necesariamente venenos, pero pueden ser tóxicos para los humanos u otros
animales.

Pero de acuerdo a la Convención de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes, 9


de los 12 más peligrosos y persistentes compuestos orgánicos son plaguicidas.23

El término plaguicida está más ampliamente difundido que el nombre genérico exacto: biocida
(literalmente: matador de la vida). El término plaguicida sugiere que las plagas pueden ser
distinguidas de los organismos no nocivos, que los plaguicidas no lo matarán, y que las plagas
son totalmente indeseables.4

Usos

Sus usos más comunes pueden ser matar ratas y mosquitos que pueden transmitir
enfermedades como la fiebre amarilla y la malaria.5 También pueden matar insectos que nos
causan picaduras o que dañan a nuestros animales o a nuestras propiedades.5 Los herbicidas
también pueden proteger nuestras frutas y verduras. Los herbicidas se usan para eliminar las
malezas y también para controlar a las plantas invasoras que pueden infligir daños en el medio
ambiente. Los herbicidas también se usan en lagos y lagunas para controlar el crecimiento de
algas y plantas acuáticas que puedan interferir con la natación, la pesca o que den malos
olores.6 Se usan para controlar las termitas y el moho que pueden dañar las construcciones.5
En los lugares de almacenaje de alimentos se usan para controlar a los roedores e insectos que
infectan los granos y otros alimentos. Cada plaguicida trae aparejados algunos riesgos; el uso
adecuado de plaguicidas reduce esos riesgos a un nivel considerado aceptable por las agencias
que regulan su uso, tales como la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA
por sus siglas en inglés) y por la Agencia Reguladora del Manejo de Pestes (PMRA) de Canadá.

Los plaguicidas pueden ahorrar dinero a los agricultores al prevenir las pérdidas de cosechas
por insectos y otras plagas. En un estudio se calculó que los agricultores en los Estados Unidos
ahorraron el equivalente de cuatro veces el coste de los plaguicidas.7 Otro estudio demostró
que el no usar plaguicidas resultaba en una pérdida del 10% del valor de las cosechas.8 Otro
estudio realizado en 1999 encontró que una prohibición de plaguicidas en los Estados Unidos
puede resultar en un aumento del coste de los alimentos, pérdidas de empleos y aumento del
hambre mundial.9

Estructura química del DDT, recientes estudios involucran este insecticida con el cáncer de
mamas, en animales es tóxico para toda la cadena alimentaria por bioacumulación, su uso
actual está prohibido.

El DDT, un compuesto organoclorado, ha sido usado fumigando las paredes de las casas para
combatir la malaria desde la década de 1950. La Organización Mundial de la Salud ha apoyado
estas medidas en algunas de sus declaraciones.10 Sin embargo un estudio en 2007 parece
involucrar al DDT en el cáncer de mama cuando se sufre exposición al mismo antes de la
pubertad.11 También puede ocurrir envenenamiento por DDT y otros compuesto clorados
cuando entran en la cadena alimentaria. Los síntomas incluyen excitación nerviosa, temblores,
convulsiones y muerte. Los científicos calculan que el DDT y otros compuestos químicos en la
categoría de organofosfatos han salvado 7 millones de vidas desde 1945 al prevenir
enfermedades como la malaria, peste bubónica, tripanosomiasis y tifus.4 Sin embargo el DDT
no siempre es efectivo, ya que los insectos desarrollan resistencia al mismo. Esta resistencia se
empezó a notar desde 1955 y ya en 1972 diecinueve especies de mosquitos han llegado a ser
resistentes al DDT.12 En 2000 un estudio en Vietnam demostró que los métodos de control
que no usan DDT son más efectivos.13 El efecto ecológico del DDT en los organismos es un
ejemplo de bioacumulación. Su uso está actualmente prohibido por el Convenio de Róterdam
que involucra un gran número de países. Ventajas y riesgos

Las ventajas del uso de plaguicidas son la reducción de la brecha de productividad y la del nivel
de insalubridad en la agricultura.

Aunque estos efectos sean positivos, hay que compararlos con el riesgo de provocar el deceso
de otros seres vivos y consiguiente desastre ecológico como con el poco conocido insecticida
Detritus De Tijereta. Ciertos plaguicidas son "tan efectivos" que los han tenido que prohibir
para evitar la desaparición de las plagas al cien por ciento.

Los plaguicidas son sustancias químicas utilizadas para controlar, prevenir o destruir las plagas
que afectan a las plantaciones agrícolas. La mayoría de estas sustancias son fabricadas por el
hombre, por eso son llamados plaguicidas sintéticos

Los fertilizantes son productos químicos, naturales o industrializados que se administran a las
plantas con la intención de optimizar su crecimiento.• Fertilizantes naturales (orgánicos).

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