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AUTORES:
GARCÍA LYSMAR
GUTIÉRREZ JOSELIN
VELÁSQUEZ JORGE
TUTOR ACADÉMICO:
AUTORES:
GARCÍA LYSMAR
GUTIÉRREZ JOSELIN
VELÁSQUEZ JORGE
TUTOR ACADÉMICO:
2
DEDICATORIA
3
AGRADECIMIENTO
4
ÍNDICE
5
INDICE DE TABLAS
Tabla 1.
Tabla 2.
Tabla 3.
Tabla 5.
6
INDICE DE FIGURAS
Figura 1.
Figura 2.
Figura 3.
Figura 4.
Figura 1
7
FACTORES DE RIESGO POR EL DÉFICIT DEL CONSUMO DE CALCIO
EN LAS EMBARAZADAS DEL SECTOR ZAMBRABO EN EL MUNICIPIO
MIRANDA ESTADO FALCON
PERIODO AGOSTO 2018– ENERO 2019
Correo:
RESUMEN
8
INTRODUCCION
9
El presente documento revela el desarrollo del proyecto de
investigación con el objetivo de Analizar los factores de riesgo por el déficit
del consumo de calcio en las embarazadas del sector Zambrano, Municipio
Falcón del Estado Falcón periodo Agosto 2018– Enero 2019 que acudieron a
los hospitales “Vicente Corral” y “José Carrasco”, de la ciudad de, debido a
que el calcio es el mineral más abundante que se encuentra en el cuerpo
humano y el cuarto componente del cuerpo después del agua, las proteínas
y las grasas. El calcio corporal total, se aproxima a los 1200 gramos, lo que
es equivalente a decir 1,5 a 2% de nuestro peso corporal, siendo los dientes
y los huesos los que contienen la mayor cantidad (alrededor del 99%). Los
tejidos corporales, las neuronas, la sangre y otros líquidos del cuerpo
contienen la cantidad restante de este mineral (1).
Motivados por la importancia de la adecuada ingesta de calcio en
mujeres de las edades mencionadas, un período clave en la prevención de
enfermedades ocasionadas por el déficit de este mineral, ya que dentro del
cual, el calcio participa en la biosíntesis y mantenimiento óseo. Siendo este
mineral esencial para la regulación de las funciones orgánicas y factor
preventivo de futuras patologías.
10
enfermedades crónicas, así como lo hábitos tóxicos, la polimedicación y la
disminución de algunas capacidades físicas como la agudeza visual y los
reflejos, hacen que los pacientes mayores de 65 años sean muy susceptibles
a las fracturas las cuales producen lesiones traumáticas importantes en el
esqueleto2. Entre los factores de riesgo más importantes cabe citar la
insuficiencia ponderal, las prácticas sexuales de riesgo, la hipertensión, el
consumo de tabaco y alcohol, el agua insalubre, las deficiencias del
saneamiento y la falta de higiene2, todo esto junto con la presencia de otros
factores de riesgo, el cual se define como cualquier rasgo, característica o
exposición de un individuo que aumente su probabilidad de sufrir una
enfermedad o lesión.
Sin embargo no todos los mayores presentan los factores de riesgo y
tampoco actúan de igual manera, ya que el proceso de envejecimiento es
particular a cada individuo. Las enfermedades, las limitaciones funcionales y
ambientales influyen en mayor o menor grado haciendo totalmente distintas
las reacciones y las consecuencias de las caídas. Aunque es un fenómeno
común en la adultez, hay que tener cuidado con las caídas y fracturas que se
presentan en esta etapa de la vida, pues los riesgos de sufrir complicaciones
asociadas se elevan con la edad3.
A pesar de su frecuencia, las caídas y las fracturas no son un evento
menor en la tercera edad, cerca del 50% de los ancianos padecen estos
desafortunados sucesos, ya que la gravedad de las fracturas es más alta en
el adulto mayor que en otras etapas de la vida debido a la causa del natural
proceso de envejecimiento se presenta una descalcificación (falta de calcio)
en los huesos, lo que hace que cualquier tipo de golpe tenga una
consecuencia mucho mayor que en las personas más jóvenes. En esta etapa
es común encontrarse con un debilitamiento muscular y la osteoporosis,
11
además de cambios importantes que inciden como es la audición, los
reflejos, la visión, la coordinación motriz, etc3.
Es importante mencionar que las fracturas más comunes que se
presentan en la tercera edad son: fractura de cadera, es una de las más
graves que pueden ocurrir en la tercera edad, puesto que el fémur puede
verse seriamente afectado y así complicar seriamente la movilidad en un
futuro y de acuerdo con la gravedad de la caída, puede necesitar de una
cirugía.
Otra es la fractura en extremidades superiores; esta zona del cuerpo
se fractura con más frecuencia, el húmero (brazo), el radio y
el cúbito (antebrazo). Este tipo de fracturas causa deformidad, dolor,
hinchazón y movimiento limitado de la extremidad. La fractura de columna es
otra de las más comunes y ocurre cuando algunos de los huesos (vertebras)
sufre traumas. Puede ocurrir por una caída o por las consecuencias de una
enfermedad como osteoporosis o cáncer. Generalmente se presenta como
un dolor agudo en el cuello, la espalda o la cintura y puede ser detectada por
medio de una radiografía3.
En ocasiones el anciano no suele dar importancia a este tipo de
lesiones a menos que le cause dolor o limitación para sus actividades, por lo
que existe un subregistro importante del mismo. La edad no sólo se ha
asociado con el incremento de fracturas, también con el número y gravedad
de las lesiones; de los adultos mayores que sufren alguna caída, sólo 10 a
20 % resulta con algún daño serio, y el número que requerirá atención
médica como resultado directo de la misma es de 14 a 19 por cada 10004.
Ahora bien, es importante enfatizar en esencia lo que es una fractura,
ésta es conocida como una discontinuidad en los huesos, a consecuencia de
golpes, fuerzas o tracciones cuyas intensidades superen la elasticidad del
hueso. En una persona sana, siempre son provocadas por algún tipo de
traumatismo, pero existen otras fracturas, denominadas patológicas, que se
presentan en personas con alguna enfermedad de base sin que se produzca
12
un traumatismo fuerte. Es el caso de algunas enfermedades orgánicas y del
debilitamiento óseo propio de la vejez5.
Si se aplica más presión sobre un hueso de la que puede soportar,
éste se parte o se rompe. Una ruptura de cualquier tamaño se denomina
fractura y si el hueso fracturado rompe la piel, se denomina fractura abierta
(fractura compuesta). La fractura por estrés o sobrecarga es una fisura
delgada en el hueso que se desarrolla por la aplicación prolongada o
repetitiva de fuerza sobre el mismo. Es importante mencionar que existen
varios tipos de fractura, que se pueden clasificar atendiendo a los siguientes
factores: estado de la piel, localización de la fractura en el propio hueso,
trazo de la fractura, tipo de desviación de los fragmentos y mecanismo de
acción del agente traumático6.
Según el estado de la piel existen fracturas cerradas (que también se
conoce como fractura simple), son aquellas en las que la fractura no
comunica con el exterior, ya que la piel no ha sido dañada. También están
las fracturas abiertas o compuesta, son aquellas en las que se puede
observar el hueso fracturado a simple vista, es decir, existe una herida que
deja los fragmentos óseos al descubierto. Ulgunas veces, el propio
traumatismo lesiona la piel y los tejidos subyacentes antes de llegar al hueso;
otras, el hueso fracturado actúa desde dentro, desgarrando los tejidos y la
piel de modo que la fractura queda en contacto con el exterior6.
13
Figura 2 Tipos de Fracturas
Figura 3 Otros tipos de fracturas
14
también puede aparecer fiebre pasado unos días debido a la reabsorción
normal del hematoma. Igualmente se puede presentar entumecimiento,
cosquilleo y la ruptura de la piel con el hueso que protruye. Es importante
señalar que estas fracturas son producidas por diferentes factores de riesgo,
como se mencionó al inicio de esta introducción7.
Entre los factores de riesgo se encuentran los intrínsecos,
principalmente la edad avanzada porque conforme ésta progresa, la masa
ósea disminuye, predisponiendo al individuo a padecer de osteoporosis. El
sexo femenino también es un factor importante, principalmente porque las
mujeres tienen una mayor expectativa de vida, pero atraviesan dificultades
como la menopausia, que a pesar de ser un proceso fisiológico produce
disminución de la densidad mineral ósea, siendo uno de los factores que más
influye en la fragilidad de los huesos. A éstos factores también se suman
bajos niveles de estrógenos y de masa grasa, la nuliparidad y las
alteraciones de propiocepción. Otro factor importante es la mayor cantidad
de afectados de raza blanca, en relación a la asiática y negra7.
La presencia de enfermedades crónicas es un punto importante en el
origen de las fracturas de cadera y tienen una relación directa con la
mortalidad asociada a este padecimiento. Enfermedades neurológicas como
parkinson, alzheimer, demencia senil, esclerosis múltiple y hemiplejía al
limitar la funcionalidad del individuo son condicionantes para sufrir caídas.
También se han encontrado otras comorbilidades propias de la edad:
afecciones cardiovasculares, metabólicas, respiratorias, músculo esquelético,
renal, gastrointestinal y hematológico.
Se ha observado la relación que existe entre fármacos como
antidepresivos, antipsicotrópicos y antihipertensivos que predisponían a las
caídas. Además, se ha demostrado que los anticoagulantes y los corticoides
producen osteoporosis a largo plazo8.
Asimismo se ha comprobado que ciertas costumbres como el abuso
del tabaco, el alcohol y la cafeína impiden la remodelación ósea. El alcohol,
15
por la alteración de propiocepción que se produce al estar bajo sus efectos,
sumado a la falta de visibilidad y limitación funcional de adulto mayor,
aumenta el riesgo de padecer una caída y con ello, una fractura. La dieta
inadecuada que se da en los adultos mayores conduce a estos pacientes a la
desnutrición y a la inmovilización prolongada lo que hace que se disminuya la
densidad ósea rápidamente8.
Conforme avanza la edad, los adultos requieren cada vez más de
ayuda para realizar las necesidades básicas de la vida diaria. Un ambiente
no adecuado para ellos (irregularidades en el suelo, falta de soportes,
escaleras, mala iluminación) es un potencial factor para sufrir caídas. La
zona geográfica también juega un papel importante ya que el sol es
necesario para la activación de vitamina D, que es fundamental para una
mejor absorción de calcio8.
De allí la necesidad de determinar los factores de riesgo asociadas a
las fracturas en los pacientes de tercera edad que visitan el Consultorio
Popular Tipo II de Baraived, el cual se realiza con el fin de prevenir estos
sucesos, además de orientarlos sobre la importancia de la sana alimentación
y la vida activa de los mismos para así llevar una vida más saludable y
dinámica para contrarrestar el sedentarismo.
Este estudio se enfoca en los lineamientos estratégicos para la
construcción de un modelo de investigación de la Universidad Nacional
Experimental Francisco de Miranda (UNEFM) con la Promoción de Estilo de
Vida Saludable y como sub-línea temática de Nutrición y Salud que involucra
atención para el tratamiento y seguimiento de pacientes con factores de
riesgos asociados a fracturas o propenso a la misma, recordando que desde
la rutina diaria se pueden prevenir las fracturas como consecuencia de
caídas y enfermedades.
En este sentido, es necesario realizar las recomendaciones de iniciar
tratamiento con una combinación de calcio, vitamina D y drogas
antiresortivas lo cual puede dramáticamente reducir el riesgo de fracturas
16
hasta en un 50%. Ofrecer información al adulto mayor registrado por fractura
debe ser una oportunidad para identificar pacientes de alto riesgo e iniciar
tratamiento. Los estudios previos se han enfocado generalmente en la
iniciación de manejo de este tipo de situación de forma ambulatoria, después
de una fractura de cadera, brazo, piernas entre otros4.
Tomando en cuenta los planteamientos anteriores, es sustancial
respaldar esta investigación con estudios previos sobre el tema con la
finalidad de establecer una relación científica, sólida y bien estructurada, es
por ello que a continuación se mencionan algunas investigaciones realizadas
en esta área. En el ámbito internacional, se refieren las siguientes
investigaciones:
Núñez, M (2003) con su investigación titulada Factores de riesgo
biológicos en ancianos con fractura de cadera. Hospital Clínico Quirúrgico
Docente "Dr. Salvador Allende". La Habana, Cuba. Se realizó un estudio
prospectivo, transversal y descriptivo, en un universo de 341 pacientes
operados por fractura de cadera en el servicio de Ortopedia y Traumatología
del hospital "Salvador Allende", en Ciudad de La Habana; durante el período
comprendido entre el 1 de Abril de 1999 hasta el 1 de Abril del 2000; con el
objetivo de caracterizar algunos factores de riesgo biológicos que afectan a
los ancianos9.
La muestra estuvo constituida por 94 pacientes mayores de 60 años y
residentes en el municipio Cerro. Los índices que predominaron en los
pacientes fueron los siguientes: 61,69% mayores de 80 años, 80,9% de raza
blanca, 74,5% del sexo femenino. Como enfermedad crónica predisponente
prevaleció la osteoartrosis en el 31,9% de los casos. El 60,68% de los
ancianos sufrió la caída que provocó la fractura dentro del hogar, el 22,23%
resultó dañado a causa de las barreras arquitectónicas, la minusvalía visual
representó el 15,9% de las causas de las caídas.
Por otra parte Santillana, S y otros. (2002) en Distrito Federal, México
realizó una investigación titulada Caídas en el adulto mayor: Factores
17
intrínsecos y extrínsecos. El propósito del estudio fue identificar los factores
asociados con caídas en el adulto mayor. Se aplicó la recolección de datos a
pacientes de 60 años o más, sin deterioro cognoscitivo, que por haberse
caído ingresaron al Servicio de Urgencias del Hospital de Traumatología
“Victorio de la Fuente Narváez”. Se registraron datos generales, patologías
previas, estructuras lesionadas, tipo de lesión, sitio de la caída,
discapacidades y consumo de fármacos.5
Se estudiaron 924 pacientes con promedio de edad de 74.4 ± 9.6
años; las patologías más encontradas fueron cardiovasculares, metabólicas y
osteomusculares. Tenían discapacidad visual y para deambular 82 y 57 %,
respectivamente. Los tipos de lesión más encontrados fueron equimosis
(97%), contusión (99.5 %) y fractura no expuesta (87 %); y las estructuras
más lesionadas, cadera 50 %, cabeza y cara 24 %, mano 10 %, hombro 9 %
y tobillo 9 %. La mayoría de las caídas ocurrió en la casa (62 %) y vía pública
(26 %). Entre los factores asociados se encontraron caídas previas y edad
mayor de 80 años, pluripatología, hipertensión, discapacidad para
deambular, discapacidad visual y medicación múltiple.
Otro trabajo cuyos datos sirven de respaldo para esta investigación
fue el realizado por Rego, Hernández y otros (2017) titulado Factores
asociados a la fractura de cadera en el hospital clinicoquirúrgico "Dr.
Salvador Allende" cuyo objetivo fue Determinar los factores asociados a la
fractura de cadera en pacientes mayores de 65 años en el Hospital "Dr.
Salvador Allende". Se realizó un estudio epidemiológico observacional
analítico de casos y controles. Los casos fueron los pacientes con fractura de
cadera. Se consideraron variables demográficas y clínicas seleccionadas. Se
emplearon métodos estadísticos descriptivos y la razón de ventajas para
estimar el riesgo, así como regresión logística para valorar los factores de
confusión.
El estudio incluyó 196 casos y 392 controles. Las variables asociadas
con fractura de cadera fueron: edad (OR: 1,9; IC 95 %: 1,3-2,9; p= 0,001);
18
color de la piel (OR: 4,2; IC 95 %: 2,3 - 7,6; p= 0,000); APP de: fractura de
cadera (OR: 4,1; IC 95 %: 1,5- 11.1; p= 0,005); de caídas (OR: 2,2; IC 95 %:
1,1 - 4,3; p= 0,020); de HTA (OR: 2,6; IC 95 %: 1,7 - 4,1; p= 0,000); consumo
actual de: antihipertensivos (OR: 4,4; IC 95 %: 1,5 - 12,8; p= 0,007), y
antianginosos (OR: 0,1; IC 95 %: 0,1 - 0,9; p= 0,027). El estudio concluyó
que la edad, el color de la piel, los antecedentes de fractura de cadera, de
caídas, de hipertensión arterial y el consumo actual de antihipertensivos eran
las variables que se asociaron con riesgo aumentado de fracturas.
En el ámbito regional se refiere el siguiente trabajo:
La investigación de Nasillo, Bracho y Loaiza (2017) Procedencia del
medio rural como un factor de riesgo para la aparición de Osteoporosis:
utilidad del ultrasonido del tobillo para el despistaje inicial. El objetivo fuer
realizar el despistaje y diagnóstico de la osteoporosis en un grupo de
mujeres, procedentes de la población rural del municipio Los Taques, Estado
Falcón, quienes presentaban para el momento de la entrevista dos o más
factores de riesgo para el desarrollo de osteoporosis. Se incluyeron para este
estudio únicamente las primeras 100 mujeres que presentaban durante la
entrevista clínica dos o más factores de riesgo para la enfermedad10.
A las 100 pacientes incluidas en el estudio se les practicó una prueba
de densitometría mediante el método de ultrasonido del tobillo o calcáneo
(US). Entre los factores de riesgo encontrados en las pacientes con
diagnóstico confirmado de osteoporosis mediante DEXA, se encontraron:
edad mayor de 60 años, historia de menopausia no tratada, un peso corporal
menor de 60 Kg y antecedentes de ingesta escasa de leche.
A efectos de la presente investigación se citaron los trabajos antes
expuestos ya que guardan relación con la misma desde el punto de vista en
factores de riesgo de fracturas en el adulto mayor. Sin embargo, es preciso
destacar que así como existen factores de riesgo, también existen conductas
que ayudan a la prevención de las fracturas.
19
El ejercicio físico ayuda al desarrollo y remodelación ósea, por lo tanto
es el principal protector exógeno ante la osteoporosis. Como ya se ha
mencionado, el calcio y la vitamina D son necesarios para el óptimo
mantenimiento de la masa ósea. Si los niveles de vitamina D en el cuerpo
son muy bajos, no se satisfacen los requerimientos diarios de calcio, por lo
que el organismo se ve obligado a tomarlo de la masa ósea existente. Es por
ello que una dieta adecuada de éstos, acompañada de una exposición solar
moderada, son factores fuertemente protectores ante la osteoporosis 11.
Con el envejecimiento aumentan las patologías crónicas (HTA,
demencia, esclerosis múltiple, osteoporosis, etc.) y las personas se vuelven
más frágiles. El cambio de estilos de vida y la introducción de comida rápida,
sumado al hecho de que parte considerable de la población es sedentaria,
hace que nos alimentemos de manera incorrecta, de allí la falta de nutrientes
y minerales (calcio, sodio, algunas vitaminas) importantes para el buen
mantenimiento de la salud12.
Los modos de vida actuales llevan a vivir en un entorno cada vez más
complejo que requiere una gran capacidad de adaptación, algo que resulta
más difícil a medida que nos hacemos mayores. La lentitud en los reflejos, la
menor movilidad. Por otra parte, envejecer se asocia con deterioro cognitivo
y físico que causa la pérdida de autonomía, haciendo que los parientes,
familiares y amigos se conviertan en el cuidador principal del individuo.
Sin embargo, actualmente a consecuencia del trabajo, los familiares
no tienen el tiempo suficiente para poder cuidar del anciano, por lo que cada
vez más, las personas mayores están obligadas a vivir solos o pasar el día
sin compañía. Aunque existen cuidadores, muchas veces el cansancio o la
falta de tiempo conllevan optar por la institucionalización de la persona de
tercera edad. Sin embargo, sea comprobado que los ancianos
institucionalizados sufren más caídas que los que viven en la comunidad 14.
Por otra parte es necesario tener en cuenta la escala de valoración
del riesgo de fracturas, ya que como profesionales de la salud dedicados al
20
estudio, prevención y tratamiento de la osteoporosis deseamos detectar a los
pacientes en riesgo para centrar en ellos esfuerzos diagnósticos y
terapéuticos antes de que una fractura, aparezca.
En los últimos años se han hecho esfuerzos considerables para
desarrollar técnicas de detección de la población en riesgo, puesto que por
suerte, existen medidas diagnósticas, preventivas y terapéuticas eficaces.
Además, en los últimos años se ha tomado conciencia de que las fracturas
pueden aparecer en sujetos sin criterios densitométricos de osteoporosis y, a
la inversa, se ha constatado la existencia de pacientes con criterios
densitométricos de osteoporosis que no sufren fracturas. Así, mediante la
integración de información aportada por diferentes factores de riesgo de
osteoporosis, se disponen hoy de herramientas que permiten el cálculo del
riesgo absoluto de fractura en los próximos años. Estas herramientas
denominadas Escalas de Valoración del Riesgo de Fracturas, serán
adecuadas para decidir la necesidad de pruebas diagnósticas adicionales o
para iniciar un tratamiento específico13.
A partir de los datos de cohortes, se han generado modelos de
predicción de una fractura en el futuro y han evaluado la asociación de
determinados factores de riesgo con la capacidad de predicción. A
continuación, se detallará cada una de las escalas de valoración existentes
con sus respectivos factores de riesgo utilizados para evaluar el riesgo de
fracturas: Escala de Framo, para utilizar esta escala, se necesitan considerar
los siguientes Factores de riesgos:
I. Edad ≥ 80 años.
II. Peso < 60 kg.
III. Necesita los brazos para levantarse de la silla.
IV. Fractura previa después de los 40 años.
Basta que el paciente cumpla dos (2) o más de estos factores de riesgo
para que sea considerado paciente de alto riesgo. Sin embargo, esta escala
al no estar validada es de poco uso. Con respecto a la escala de Black
21
(Black Fracture Index), cuyos resultados han creado un modelo de predicción
a 5 años de FC, fracturas vértebra o no-vertebrales en pacientes con
Densidad Mineral Ósea (DMO) conocida y no conocida. Los factores de
riesgo utilizados en esta escala son15:
I. Edad
II. Fractura > 50 años (puntuación: 0-1)
III. Fractura materna de cadera > 50 años (puntuación: 0-1)
IV. Peso < 57 Kg (puntuación: 0-1)
V. Tabaquismo (puntuación: 0-1)
VI. Necesita brazos para levantarse de la silla (puntuación: 0-1)
VII. DMO cadera
Tabla 1. Puntuación según la edad del paciente para la valoración del riesgo
de fractura de cadera
Puntuación 0 1 2 3 4 5
Puntuación 0 2 3 4
Puntuación final:≥ 4 (sin DMO): alto riesgo; ≥ 6 (con DMO): alto riesgo
Para esta escala, basta que el paciente obtenga una puntuación final ≥ 4
(sin DMO) para que sea paciente de alto riesgo. Por el contrario, si se
dispone de la densidad mineral ósea, la puntuación debe ser ≥ 6 para ser
22
considerado paciente de alto riesgo. Este modelo es uno de los más
empleados en el cálculo del riesgo absoluto de fractura a cinco 5 años en
mujeres posmenopáusicas mayores de 65 años no tratadas con fármacos
antirresortivos. Permite el cálculo del riesgo de fractura basado en factores
clínicos, independientemente del valor de densidad mineral ósea o
incluyendo éste. Esta escala está validada solo en población femenina, por lo
tanto no se recomienda el empleo de este índice en varones, ni tampoco se
recomienda en pacientes con osteoporosis secundaria15.
Otra escala es la de Women´s Health Initiative (WHI). Esta escala
consiste en un algoritmo predictivo en la aparición de factores de riesgo a
cinco (5) años, obtenidos a partir de mujeres postmenopáusicas de una
cohorte observacional del estudio WHI y validada en este mismo. Los
factores de riesgo utilizados con su respectiva puntuación se representan en
la tabla 3. Dependiendo de la puntuación final, se evalúa la probabilidad (%)
del riesgo de una posible FC15.
23
(Sydney, Australia) y puede ser aplicada tanto en hombre como en mujeres.
24
La inclusión de la información aportada por los actores de riesgo
independientes de la densidad mineral ósea mejora la sensibilidad para
cualquier valor elegido de la especificidad. Con la información aportada por
estudios prospectivos poblacionales se ha podido demostrar y validar en
otras poblaciones que, en el caso de factores de riesgo, el gradiente de
riesgo asociado a la presencia de factores de riesgo clínicos es similar a la
de la densitometría como única fuente de información. Esto implica que la
valoración del riesgo puede mejorarse con la integración de los factores de
riesgo clínicos, tanto si se dispone de valores de densidad mineral ósea
como si no.
Es preciso conocer el riesgo absoluto de fractura del paciente, puesto
que resulta más informativo sobre el riesgo real de sufrir una fractura en los
siguientes años y, además resulta un concepto fácil y sencillo para los
pacientes y los clínicos que otras medidas (T-score, el riesgo relativo)15.
Con la información obtenida se creó una herramienta para el cálculo del
riesgo absoluto de FO en los siguientes 10 años (FRAX) basadas en factores
de riesgos predictivos y ajustado por la tasa de fracturas osteoporóticas de
diferentes países. Como valor añadido, este cálculo se puede hacer sin
conocer el valor predictivo de la densidad mineral ósea. Los factores de
riesgo utilizados para cada paciente se describen en la figura 4. 15:
25
Figura 5: Calculadora online del riesgo de Fractura (FRAX), desarrollada por la
OMS
Este modelo tiene indiscutibles ventajas, como por ejemplo: la
disponibilidad tanto de tablas para descargar en la web como de una
calculadora online que en unos pocos segundos permite obtener un valor del
riesgo absoluto. Además este modelo, contempla todas las causas de
muertes así como el impacto de los factores de riesgo de osteoporosis sobre
otras causas de muertes (por ejemplo: tabaco y la muerte cardiovascular). No
obstante, también presenta sus debilidades, ya que en la mayoría de los
estudios poblacionales puede haber un sesgo de respuesta al incluir a los
pacientes más enfermos y con mayor riesgo de fracturas. Las principales
críticas al modelo de FRAX se dirigen a su uso como herramienta para
establecer criterios de indicación de tratamientos o de evaluación
densitométrica.
Más allá del previsible efecto del modelo sobre el reembolso de las
densitometrías y de los tratamientos y el impacto que esto tendría sobre
ciertas compañías; lo que parece claro de momento, es la ausencia de
estudios que hayan mostrado prospectivamente la precisión de instrumento
y, lo que no es menos importante, la incapacidad mostrada hasta la fecha
para demostrar la eficacia de los fármacos antiosteoporóticos de que
disponemos en sujetos seleccionados sólo en base a FR o incluso en sujetos
con FR con osteopenia. Además, para algunos la mayoría predictiva de los
modelos con factores de riesgo es escasa, especialmente en el caso de FC
en mayores de 70 años y en fracturas no vertebrales.
No obstante, la herramienta FRAX es un claro avance en el
reconocimiento del riesgo absoluto como factor clave para guiar a médicos y
a pacientes en la toma de decisiones como la necesidad de pruebas
complementarias accesorias o la indicación y necesidad de tratamientos
farmacológicos.
Por todo esto, se hace necesario establecer programas de prevención,
porque la mayoría de la población senil y sus cuidadores principales o
familiares no tienen suficiente conocimiento de los factores de riesgo de las
26
caídas que producen fracturas y como evitarlos. Asimismo, en la mayoría de
los domicilios, el entorno no está bien adaptado a las condiciones de estas
personas.
En este sentido, es pertinente realizar esta investigación ya que las
fracturas constituyen una de las lesiones más frecuentes en las personas de
tercera edad, y se ha determinado que reducir los factores de riesgo puede
revenir estos sucesos.
De lo anterior expuesto surge la siguiente interrogante, para detectar
los factores de riesgo asociadas a fracturas en los pacientes de la tercera
edad y además orientarlos sobre la importancia de la sana alimentación y la
actividad física para contrarrestar el sedentarismo y obtener una vida más
saludable
¿Cuáles son los factores de riesgo asociados a fracturas en los pacientes de
tercera edad que asisten al Consultorio Popular Tipo II de Baraived?
En concordancia con lo antes expuesto, se formularon los siguientes
Objetivos
27
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
Objetivo General:
Determinar los Factores de riesgo asociados a fracturas óseas al adulto
mayor del consultorio popular Tipo II de Baraived, Municipio Falcón del
Estado Falcón periodo Marzo – Junio 2.018
Objetivo Específico:
- Categorizar según grupo etario a la población de Baraived.
- Identificar los factores de riesgo en el adulto mayor que acude al
Consultorio Popular Tipo II de Baraived.
- Promover estrategias educativas para modificar el riesgo de fracturas
óseas en el adulto mayor que acude al consultorio Popular Tipo II de
Baraived
28
MARCO METODOLOGICO
Población y muestra:
El termino población se refiere al conjunto de unidades que componen
el colectivo en el cual se estudiará el fenómeno expuesto en el proyecto de
investigación. Mientras que la muestra es el conjunto de unidades de
muestreo incluidas en la muestra mediante algún procedimiento de
selección14.
Según el último censo poblacional15 realizado en el año 2017 existen
246 personas de la tercera edad en la población de Baraived. Sin embargo,
solo 35 acuden al consultorio Popular Tipo II del sector, constituyendo estos
35 la población de esta investigación.
Se consideró un muestreo de tipo probabilístico, o muestras al azar,
que son aquellas en las cuales todas y cada una de las unidades de la
población tienen una probabilidad conocida, distinta de cero, de ser incluida
en la muestra16. La muestra se basó en un total de 25 personas de la tercera
edad que acuden al Consultorio Popular Tipo II de Baraived y cumplieron con
los criterios de inclusión y exclusión.
29
Criterios de Inclusión:
Criterios de Exclusión:
30
participante en qué consistía la investigación y las actividades que se
pretendía ejecutar, realizando el levantamiento de datos correspondientes.
Partiendo de los resultados arrojados, se establecieron las actividades
a seguir para el cumplimiento de los objetivos de la investigación; de igual
forma se aplicaron técnicas como observación directa y revisión bibliográfica
para fundamentar el trabajo de investigación, siendo necesario recurrir al
cuaderno de notas, textos bibliográficos y cámara fotográfica como
instrumentos de recolección de datos para llevar un registro detallado de los
mismos.
Se realizó, la captación de los pacientes que acudieron al Consultorio
Popular tipo II de Baraived, identificando a la población con predisposición a
padecer factores de riesgo de fracturas óseas, al tener seleccionada la
población de estudio se le expuso el objetivo de la investigación y quienes
estuvieron de acuerdo en participar en la misma, firmaron el consentimiento
informado.
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
31
uso del programa Excel 2013. Se calcularon las estadísticAs descriptivas
correspondientes, siendo presentados en cuadros y gráficos. Se estudiaron
variables demográficas (edad, sexo, color de la piel) y variables clínicas
seleccionadas: fractura de previas, consumo tabáquico y de alcohol,
antecedentes patológicos personales de: osteoporosis, diabetes, asma y
consumo de medicamentos. El sesgo por presencia de factores de confusión
se minimizó con los criterios de exclusión y técnicas de análisis estadísticos.
32
RESULTADOS
33
Divorciado (a) 1 4%
Total 25 100%
Ocupación
Ninguna 10 40,00%
Obrero 3 12,00%
Jubilados
10 40,00%
(ninguna)
Carpintero 1 4%
Costurera 1 4%
Total 25 100%
ANÁLISIS:
En cuanto a las características sociodemográficas se destaca que el
88% de la muestra estudiada (22 adultos mayores) pertenece al género
femenino. Se resalta gráficamente la ocupación de la muestra estudiada
debido a que la mayoría se encuentra en condición inactiva desde el punto
de vista físico y laboral (refirieron ser jubilados y/o no tener ninguna
ocupación), dato sumamente relevante ya que es uno de los factores a
considerar para evaluar el riesgo de padecer fracturas.
34
sumatorio de todos los valores asignados a cada FR. El rango oscila de ≤7 a
≥25. El punto de corte para considerar alto riesgo de fractura es ≥21.
A continuación se muestra una imagen del vaciado de los datos para
cálculo de riesgo de quien hemos llamado paciente 9 (p9)
Figura 6 Cálculo de riesgo del p9. Vaciado del instrumento en la herramienta del cálculo
online Se
WHI evidencia
julio 2018 en la Figura 5 que la probabilidad del paciente de
padecer fractura en los próximos cinco años es mayos al 30% destacando el
hecho de poseer antecedentes de fracturas propias y en sus padres, además
la edad y el sedentarismo son factores determinantes.
Este procedimiento se hizo con los 25 adultos estudiados, resultando
que solo una persona (p1) tiene menos del 0,5% de probabilidades de
padecer fracturas en los próximos cinco años. El rango detectado fue de
≤0,5% a ≥30% de probabilidades de padecer fracturas óseas. Una vez
vaciado los datos de los 25 pacientes se obtuvo el promedio general de
riesgo, el cual se describe a continuación:
35
Tabla 5 Promedio de riesgo de fracturas en los adultos mayores que acuden
al Consultorio Popular TipoII de Baraived
Paciente Resultados individuales Promedio General
p1 0,50%
p2 1%
p3 2,5
p4 5%
p5 3%
p6 1,20%
p7 1,30%
p8 2%
p9 30,00% 32,68%
p10 1.7%
p11 3.4%
p12 3.6%
p13 4.3%
p14 11.8%
p15 2.1
p16 8.4%
p17 1.7%
p18 2.3
p19 2.7%
p20 4.6%
p21 2.4%
p22 3.3%
p23 3.9%
p24 2.2%
p25 3.5%
36
Factores de riesgo detectados
Uso de anteojos 17 25
8
Uso de tratamiento para diabetes 15 25
5
Uso de corticoides 16 25
9
Fracturas previas 10 25
15
Antecedentes de osteoporosis 15 25
10
Fumador 1 2425
Fisicamente Activo 1 2425
0 5 10 15 20 25 30
Uso de
Antecedente
Fisicamente Fracturas Uso de tratamiento Uso de
Fumador s de
Activo previas corticoides para anteojos
osteoporosis
diabetes
Total 25 25 25 25 25 25 25
No 24 24 15 10 16 15 17
Si 1 1 10 15 9 5 8
Total No Si
37
agudeza visual y, sin olvidar también que entre más fármacos se les
administre, los efectos secundarios se incrementarán y se favorecerán los
riesgos.
25
20
15
10
Fisicamente Activo
5 Fracturas previas
0 Antecedentes de osteoporosis
Si No
Antecedentes de osteoporosis 15 10
Fracturas previas 15 10
Fisicamente Activo 1 24
38
Desde esta perspectiva se planificaron actividades físicas para
desarrollarlas en la comunidad, entre estas una bailoterapia para adultos
mayores y un encuentro recreativo, a la cual acudió el80% dela población
estudiada, manifestando satisfacción y la necesidad de planificar en la rutina
cotidiana actividades de este tipo.
39
de investigación, razón por la cual se solicitó el permiso a los responsables
del consultorio popular tipo II de Baraived. El acceso encriptado a las bases
de datos, y exclusivamente para las gestiones propias que sean necesarias
para el objeto de estudio.
40
las personas estudiadas refirió que realizaba actividad física programada
(caminata) y 24 personas indicaron ser inactivas físicamente, alegando que
las tareas del hogar le limitan el tiempo para la actividad física programada
pero que también debido a esta realizan recorridos constantes al mercado,
bodega, iglesia entre otros espacios.
41
CONCLUSIÓN
42
RECOMENDACIONES
43
BIBLIOGRAFÍA
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Rego José, Hernández y otros. Factores asociados a la fractura de cadera en el
hospital clinicoquirúrgico "Dr. Salvador Allende". Revista Cubana de Salud Pública.
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institucionalizada. Estudio de cohortes prospectivo Med Clin (Barc),(1999)
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Incidencia de la fractura de cadera osteoporótica en Galicia en relación con la
dispensación de medicamentos.
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Clínico Quirúrgico Docente "Dr. Salvador Allende". La Habana, Cuba (2003)
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Nasillo, Nasillo, Bracho y Loaiza Procedencia del medio rural como un factor de
riesgo para la aparición de Osteoporosis: utilidad del ultrasonido del tobillo para el
despistaje inicial.Los Taques estado Falcón. (2017)
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Programa de uso racional de medicamentos del servicio de andaluz de salud. Grupo
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farmacoterapéuticas 2007 (actualizada en Marzo 2008, y febrero 2009).
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Briones Guillermo Metodología de la investigación cuantitativa en las ciencias
sociales. Instituto Colombiano para el fomento de la Educación Superior, ICFES.
Bogota, Colombia 2002
16
Edad y Sexo de la Población de la Parroquia Baraived del Municipio Falcón,
Estado Falcón. Año 2017 Fuente: Censo Poblacional 2017
ANEXOS
45
ANEXO 1
CONSENTIMIENTO INFORMADO
Firma: ___________________________
46
Anexo 2 Encuesta y Cuestionario aplicado
47
Anexo 3 Aplicación del Cuestionario y Encuesta
48
Anexo 4 Charla Preventiva sobre Factores de riesgo asociados a fracturas óseas
49
Anexo 6 Bailoterapia
50
Anexo 7 Paseo con el Adulto Mayor de Baraived
51
Anexo 8 Actividades Recreativas
52
53