¿MÚSICA PARA QUÉ?

¿Música para qué?. Propósitos y finalidades del quehacer y la enseñanza musical.

Jesús Adolfo Hernández Sánchez

Universidad Autónoma de Baja California, Licenciatura en música

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La música un arte antiguo que su desarrollo ha sido grande en los últimos 500 años, hoy

en día muchas personas lo practican de manera empírica y otros profesionalmente. Los empíricos

se encargan, usualmente, de reproducir lo que escuchan, sin tener clara una teoría musical, un

oído bien adiestrado o un análisis previo, ya sea antropológico, armónico, melódico de lo que se

ejecuta, es decir sin conocer lo que sucede dentro de la profundidad de la música. La visión que

se maneja para ellos al final es solo una parte superficial, por lo cual se obtiene como resultado

un trabajo incompleto o deficiente.

Este trabajo es vendido para muchas personas que no tienen idea de lo que consumen, por

el mismo hecho de que los músicos empíricos forman gran parte del entorno de los que ingieren

su trabajo o reproducción. Estos crean sus escuelas donde enseñan de esta manera y la gente

también los compra, ya sea para para niños algunos jóvenes, o personas grandes jubiladas, que es

lo más predominante, así logrando un círculo interminable de receptores con esta mentalidad.

Cuando los empíricos llevan a cabo la misión que creen que tienen, o en base a la

necesidad de generar dinero a través de la docencia, al impartir clases y dentro de la ignorancia,

proporcionan conocimientos básicos teóricos adquiridos, en base a eso es muy probable que los

principios estén mal, porque ellos también fueron enseñados de esta forma, así contaminando

erróneamente a los receptores de esta información, de manera que la mente se programa de

forma limitada, con horizontes sin mucha capacidad de expansión. Esto crea una perspectiva no

objetiva de lo que es la música y su funcionamiento real.

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Un músico formal debe encargarse de explotar las habilidades desarrolladas y también las

que no lo están, para así proporcionar una visión realmente objetiva al emitir conocimientos. Se

necesita comenzar un proceso donde los receptores de información estén en práctica de lo que se

aprende, la pasión de hacerlo, que se encuentra dentro del gusto que uno tiene, esta se vuelve su

incentivo, además de estar en constante actualización, innovación o investigación de nuevas

formas de hacer funcionar lo ya adquirido.

Los principales que deben encargarse de vivir en función de un lugar mejor son los

activos, o sea los estudiantes, profesores, los que desempeñan actualmente. El objetivo principal

es que en otros lugares donde no existe esta mentalidad, se plasme un “grano de arena” dentro de

los que ignoran lo que los músicos formales saben y que el círculo vicioso de la cultura

preestablecida se altere.

En conclusión, el deber de cada persona en una sociedad es desarrollar un papel

inteligente, funcional y de calidad, independientemente de cual sea su profesión, para esto es

indispensable romper estigmas preestablecidos, mantener una mente abierta a nueva y

actualizada información, estar dispuestos a recibir y aceptar, esta es la postura que debe tomar

tanto el docente como el alumno, así se rompen las barreras de una cultura que vive en un ciclo

de ignorancia, alimentándose de conocimientos certeros y mantener las mentalidades dispuestas

a la expansión.