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2018

USO RACIONAL DE
MEDICAMENTOS

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Universidad Nacional del Altiplano
Facultad de Medicina Humana
Escuela Profesional de Medicina Humana

Cátedra: Ginecología y Obstetricia

Docente:
Dr. Dr. Simón Checa Inofuentes

Presentado por:
Milagros Yamin Ajahuana Mendoza

Código: 120583

PUNO – PERÚ
2018

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Contenido
1. DEFINICIÓN DE USO RACIONAL DE MEDICAMENTOS ............................................................... 4
2. USO IRRACIONAL DE MEDICAMENTOS...................................................................................... 4
3. BUENAS PRACTICAS DE PRESCRIPCIÓN ..................................................................................... 5
3.1. Definir el o los problemas del paciente ............................................................................. 6
3.2. Especificar el o los objetivos terapéuticos ......................................................................... 6
3.3. Diseñar un esquema terapéutico apropiado para el paciente ......................................... 6
3.4. Iniciar el tratamiento (Formular la receta) ........................................................................ 7
3.5. Brindar información, instrucciones y advertencias ........................................................... 8
3.6. Supervisar la evolución del tratamiento............................................................................ 8
4. INDICADORES DE USO RACIONAL DE MEDICAMENTOS ............................................................ 8
6. MARCO NORMATIVO ............................................................................................................... 10
6.1. LEY GENERAL DE SALUD N° 26842 ................................................................................... 10
6.2. LEY Nº 29459 LEY DE PRODUCTOS FARMACEUTICOS, DISPOSITIVOS MÉDICOS Y
PRODUCTOS SANITARIOS............................................................................................................. 10
6.3. RESOLUCIÓN MINISTERIAL RM N° 192 – 2008 DEL MINSA ............................................. 10
7. CONCLUSIONES ......................................................................................................................... 11
8. BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................... 11
9. ANEXOS ..................................................................................................................................... 12

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INTRODUCCIÓN

La necesidad del uso racional de medicamentos (URM) para enfrentar apropiadamente los
problemas de salud ha sido reconocida en 1985 por la Organización Mundial de la Salud como una
prioridad y una estrategia especialmente en países de limitados recursos y con deficientes
sistemas de salud, como el Perú, donde se han producido diversos avances y retrocesos que
merecen ser revisados y evaluados. En este artículo abordaremos algunos aspectos de este tema:
la relación entre el acceso a medicamentos y el URM, la formación de los recursos humanos, el uso
no racional de medicamentos, el rol de los medicamentos esenciales, el desarrollo del petitorio
nacional, etc.

Después de la Segunda Guerra Mundial (1939–1945), el gran desarrollo del sector industrial de
medicamentos ha permitido que estos sean parte de los recursos terapéuticos más importantes
de la medicina occidental. En las últimas décadas su relevancia se ha incrementado por la
disponibilidad de nuevos y potentes fármacos que permiten afrontar una mayor diversidad de
enfermedades.

En los países pobres y subdesarrollados, que enfrentan la mayor parte de la carga mundial de
enfermedades (aproximadamente 90% según la OMS), los sectores ricos de la población tienen
acceso a los medicamentos pero su uso es frecuentemente inapropiado; mientras que en los
sectores pobres, con mayores problemas de salud, hay serias dificultades para acceder a los
medicamentos debido a su escasez en los servicios públicos de salud y a los elevados precios del
sector privado. En el caso de países como el Perú, la OMS ha estimado que más del 50% de todos
los medicamentos se recetan, se dispensan o se venden de forma inadecuada, el 50% de pacientes
los toman en forma incorrecta y alrededor de un tercio de la población carece de acceso a
medicamentos esenciales.

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1. DEFINICIÓN DE USO RACIONAL DE MEDICAMENTOS

El concepto de URM se establece en la Conferencia de Expertos en Nairobi Kenya, realizada en


1985 por la OMS.

“El URM requiere que los pacientes reciban los medicamentos apropiados a sus necesidades
clínicas, a una dosificación que cubran sus propios requerimientos individuales, por un periodo
adecuado de tiempo, y al costo más bajo posible para ellos y para su comunidad”. (1)

El URM en un contexto biomédico incluye los siguientes criterios:

a. Indicación apropiada: la prescripción está basada en necesidades y consideraciones


médicas sólidas.
b. Medicamento apropiado: considerando eficacia, seguridad, conveniencia para el paciente
y costo.
c. Dosificación, administración y duración del tratamiento apropiados.
d. Paciente adecuado: que no existan contraindicaciones, que la probabilidad de reacciones
adversas sea mínima.
e. Dispensación correcta, incluyendo información apropiada a los pacientes acerca de los
medicamentos prescritos.
f. Adherencia del paciente al tratamiento.

Conforme a estos criterios, los prescriptores deberían seguir un proceso estándar para su tarea, e
iniciarla con un diagnóstico que defina el problema y el tratamiento que requiere. Luego, el
objetivo terapéutico debe ser definido. El prescriptor debe decidir qué tratamiento es requerido,
basado en información actualizada sobre medicamentos y terapéutica, para alcanzar la meta
deseada para un paciente individual. Cuando decide tratar con medicamentos, se debe establecer
la dosis y vía de administración del fármaco elegido, así como la duración del tratamiento según la
condición del paciente y de su enfermedad. Para ello debe ofrecer información apropiada al
paciente acerca del diagnóstico y del medicamento indicado. Finalmente debe decidir cómo
monitorear el tratamiento, después de considerar los probables efectos terapéuticos y adversos
del mismo.

Consecuentemente, el medicamento debe ser dispensado de una forma segura e higiénica,


asegurándose que el paciente entienda la dosificación y curso de la terapia, para que tome
correctamente la medicina. La adherencia ocurre si el paciente (y la comunidad) entiende y
aprecia el valor de usar en forma apropiada medicinas específicas para indicaciones específicas.

2. USO IRRACIONAL DE MEDICAMENTOS

Los medicamentos son recursos terapéuticos críticos que deben ser usados en forma apropiada,
segura y solo cuando son necesarios. El uso no racional de medicamentos tiene diversas
modalidades: cuantitativas (sobreuso, infrauso, polifarmacia, etc.) y cualitativas (uso inapropiado,
erróneo, inseguro, etc.), en un contexto de factores sistémicos tales como falta de sistemas
regulatorios adecuados, escasez de medicamentos esenciales, mayor disponibilidad de

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medicamentos comerciales no esenciales y de mayor costo, predominio de información no
objetiva y sesgada en medicamentos, fuerte influencia de la promoción farmacéutica tanto en
prescriptores como en consumidores, expendio de medicamentos por personal no entrenado,
etc.(1)

El escaso conocimiento y experiencia del prescriptor es solo un factor en el uso no racional de


medicamentos. La calidad del uso de los medicamentos suele ser más deficiente en el sector
privado que en el sector público, por la menor regulación y mayor gasto a nivel privado, expresado
en el pago a cargo del paciente por cada actividad o servicio que recibe (fee for service, por
ejemplo en los consultorios o clínicas privadas, policlínicos “de la Solidaridad”). Paradójicamente,
para el paciente con seguro privado se ha desarrollado una mayor regulación y control en la
prescripción de los medicamentos, mediante la contención de costos para preservar la
rentabilidad. En tal sentido las Empresas Prestadoras de Salud (EPS) aplican conceptos limitantes
como “paciente / costo–mes”, obligando a las clínicas a establecer mecanismos de control de la
prescripción de los médicos (por ejemplo, en los programas informáticos usados por el área de
farmacia, aparecen alertas cuando se prescribe productos más caros) para no caer en pérdidas;
ello contribuye a controlar los costos pero no necesariamente favorece la racionalidad.(1)

El uso inapropiado de medicamentos en una amplia escala tiene efectos adversos significativos en
los costos de la atención de salud, en su calidad y la de la terapia farmacológica. Además, favorece
la diseminación de la resistencia antimicrobiana y una mayor incidencia de reacciones adversas
medicamentosas. Por último, este uso inadecuado promueve en los pacientes una inapropiada
confianza en los medicamentos.

3. BUENAS PRACTICAS DE PRESCRIPCIÓN

La Universidad de Gröningen (Holanda) desarrolló una metodología sistematizada para la


enseñanza de la farmacoterapia racional que la OMS auspicia e impulsa en todo el mundo. Esta
modalidad de enseñanza incorpora la medicina basada en la evidencia y el enfoque por
problemas, enfatizando la adquisición de habilidades más que de conocimientos.(2)

Este modelo de prescripción, en el cual se plantea el concepto de la farmacoterapia racional,


entendida como un conjunto de decisiones y acciones que, sobre la base de un correcto
diagnóstico e identificación de los problemas del paciente, involucra los siguientes aspectos: la
consideración de las medidas no farmacológicas, la determinación de usar o no medicamentos y,
en caso de ser necesario, una correcta selección de estos agentes terapéuticos, la elaboración de
un apropiado régimen de dosificación, seguido de instrucciones claras y completas para facilitar el
cumplimiento de la terapia, y un adecuado seguimiento o monitoreo de la evolución del paciente.

Este proceso comprende un conjunto de aspectos que permiten dotar a los prescriptores de
herramientas que ayudan a mejorar el desarrollo de sus labores, siempre basados en la evidencia
científica disponible. Introduce un enfoque racional, lógico, paso a paso, para resolver los
problemas de salud de los pacientes.

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El proceso de la terapéutica racional consiste en:

1. Definir el o los problemas del paciente.


2. Especificar el o los objetivos terapéuticos.
3. Diseñar un esquema terapéutico apropiado para el paciente.
4. Iniciar el tratamiento.
5. Brindar información, instrucciones y advertencias al paciente.
6. Supervisar la evolución del tratamiento.

3.1. Definir el o los problemas del paciente

Los pacientes acuden a consulta buscando alivio a sus problemas de salud, consultando muchas
veces por un síntoma o signo aislado, por lo que es necesario antes de decidir un tratamiento,
establecer en lo posible un buen diagnóstico.

Un diagnóstico correcto se basa en la integración de muchos fragmentos de información: una


acuciosa historia clínica, un examen físico sistemático y completo, y el uso de exámenes auxiliares
cuando sean necesarios.

3.2. Especificar el o los objetivos terapéuticos

Antes de escoger un tratamiento, es esencial especificar el o los objetivos terapéuticos. Por


ejemplo, en un niño con diarrea aguda acuosa (sin moco ni sangre) y deshidratación, el objetivo
terapéutico será prevenir que continúe perdiendo más líquidos y electrolitos, y reponer las
pérdidas. El tratamiento anti-infeccioso con antibióticos no será parte del objetivo terapéutico en
este paciente.

Especificar el objetivo terapéutico es una buena manera de estructurar el pensamiento, impulsa a


concentrarse sobre el problema real, lo que limita el número de posibilidades terapéuticas, y hace
fácil la elección final.

Es importante conocer los puntos de vista del paciente, respetando sus derechos, hacerle conocer
el objetivo terapéutico, y que sea partícipe de la decisión. Con esto se logra un adecuado
cumplimiento de las indicaciones terapéuticas (adhesión al tratamiento).

3.3. Diseñar un esquema terapéutico apropiado para el paciente

Éste es el paso más difícil y se requiere información apropiada, esfuerzo y experiencia por parte
del prescriptor. Se recomienda que cada prescriptor cuente con una relación de medicamentos
que conozca bien (formulario personal), en concordancia con las guías y protocolos de atención,
que utilizará en el tratamiento de los problemas de salud prevalentes, y que deberá actualizar
regularmente. Una vez que se ha definido el o los objetivos terapéuticos, se hará una relación de

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los posibles tratamientos eligiendo, entre los productos disponibles en el mercado, el o los
medicamentos sobre la base de su perfil farmacológico de eficacia, seguridad, conveniencia y
costo.

El esquema terapéutico elegido no significa, necesariamente, prescribir un medicamento. Puede


ser que el paciente requiera otro tipo de indicaciones, como medidas dietéticas, ejercicios y/o
cambio de hábitos inapropiados.

3.4. Iniciar el tratamiento (Formular la receta)

Una receta representa una instrucción de un prescriptor a un dispensador. Cada país tiene sus
propias regulaciones respecto al formato o contenido de la receta.

La receta deberá escribirse con letra clara y legible, que pueda ser interpretada por todos a fin de
evitar errores de comprensión.

Se recomienda que una receta contenga los siguientes datos:

 Nombre, dirección y teléfono del prescriptor.


 Consignar título y número de colegiatura profesional del prescriptor. Estos datos deben
figurar en forma impresa, sellada o en letra legible. También debe consignarse el nombre
del establecimiento de salud cuando se trate de recetas oficiales de dicho lugar.
 Nombre, dirección y teléfono del paciente. En casos de niños y ancianos, es conveniente
consignar la edad del paciente.
 En el caso de recetas de fármacos sometidos a fiscalización sanitaria, además de consignar
el diagnóstico, está legalmente establecido que se consigne el número del Documento
Nacional de Identidad (DNI) del paciente; y en caso de extranjeros, el número de
pasaporte o del carné de extranjería (DS No.023-2001-SA).
 Nombre del o los medicamentos prescritos, consignando obligatoriamente su
Denominación Común Internacional (DCI), y de forma opcional, el nombre de marca, si el
prescriptor lo considera necesario.
 Concentración del principio activo. Se deben usar las abreviaturas internacionalmente
aceptadas: g (gramo), mL (mililitro), mg (miligramo). Trate de evitar los decimales y, si es
necesario, escriba la totalidad de cada palabra para evitar malentendidos. Por ejemplo,
escriba 50 microgramos de levotiroxina, y no 0,050 mg o 50 mg.
 En la prescripción de fármacos sometidos a controles especiales es más seguro escribir la
concentración, forma farmacéutica y la cantidad total en palabras.
 Forma farmacéutica y cantidad total: Utilice sólo abreviaturas corrientes que sean
conocidas por el farmacéutico.
 Lugar y fecha de prescripción y de expiración de la receta.
 Firma habitual y sello del prescriptor.
 Información dirigida al farmacéutico que el prescriptor estime conveniente.
 Indicaciones para el paciente y/o acompañante.

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3.5. Brindar información, instrucciones y advertencias

Se estima que aproximadamente 50% de los pacientes no toman los medicamentos que se les ha
prescrito de manera correcta, los toman de manera irregular o no los toman en absoluto. Las
razones que explican este hecho son: precios elevados, remisión de los síntomas, presentación de
efectos indeseados, percepción que el fármaco es inefectivo, y esquemas de dosificación
complicados. ¿Cómo mejorar la adherencia del paciente al tratamiento?

• Brindando el tratamiento adecuado.

• Teniendo una buena relación médico-paciente.

• Proporcionando información, instrucciones y advertencias.

3.6. Supervisar la evolución del tratamiento

La supervisión del tratamiento permite determinar si el tratamiento ha dado resultados o, si es


necesario, aplicar alguna otra medida. Para ello es necesario mantenerse en contacto con el
paciente, lo que puede hacerse de dos maneras:

• La monitorización pasiva, a cargo del paciente, al que se instruye sobre qué hacer frente a
posibles resultados de la terapia (tratamiento no efectivo, aparición de efectos no
deseados).
• La monitorización activa, realizada por el prescriptor mediante controles periódicos
establecidos, de acuerdo a la enfermedad y a las condiciones particulares del paciente.

El resultado del tratamiento puede ser:

• La solución del problema clínico: verificar que el esquema terapéutico se cumplió.


• No evidencia de mejoría: se deben verificar todos los pasos anteriores (diagnóstico,
objetivo terapéutico, adecuación del medicamento, prescripción correcta, información,
instrucciones, cumplimiento, y monitoreo del efecto).
• Presentación de efectos adversos: se debe evaluar la severidad y, de acuerdo a la
magnitud, decidir la conveniencia de continuar, modificar o suspender el tratamiento.
Debe reportarse obligatoriamente las reacciones adversas así como la falta de efectividad
inusual de medicamentos.

4. INDICADORES DE USO RACIONAL DE MEDICAMENTOS

Selección Racional de Medicamentos

1. Existencia de medicamentos no considerados en el Petitorio Nacional de Medicamentos


Esenciales (PNME) sin aprobación del Comité Farmacológico (CF) en DISA/DIRESA.
2. Existencia de Comités Farmacológicos (CF) operativos.

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3. Existencia de Petitorios de Medicamentos Esenciales por niveles de atención en
DISA/DIRESA.(3)

Uso Racional de Medicamentos en trabajadores de salud

4. Prescripción de medicamentos incluidos en el PNME en establecimientos de salud.


5. Prescripción de medicamentos en Denominación Común Internacional (DCI) en
establecimientos de salud.
6. Precripción de Antimicrobianos en establecimientos de salud.
7. Implementación del Sistema de Dispensación de Medicamentos en Dosis Unitaria
(SDMDU) en establecimientos hospitalarios.(3)

Uso Racional de Medicamentos en la Comunidad

8. Compra de Antimicrobianos sin receta médica (Rp) en establecimientos del sector público
y privado.
9. Compra de Psicotrópicos sin receta médica (Rp) en establecimientos del sector público y
privado. (3)

5. FARMACOVIGILANCIA

El Sistema Peruano de Farmacovigilancia, conducido por la Dirección General de Medicamentos,


Insumos y Drogas (DIGEMID) del Ministerio de Salud, tiene como objetivos:

1. Detectar oportunamente las reacciones adversas, especialmente las nuevas, severas, e


inesperadas y las interacciones de los medicamentos que están siendo utilizados en el
país;
2. Identificar oportunamente los problemas de efectividad de los medicamentos;
3. Identificar factores de riesgo para las reacciones adversas y las interacciones entre
medicamentos;
4. Estimar cuantitativamente la presentación y el riesgo de ocurrencia de reacciones
adversas a medicamentos;
5. Evaluar, en lo posible, comprobar y registrar la información obtenida sobre las reacciones
adversas e interacciones medicamentosas y problemas de efectividad de los
medicamentos;
6. Difundir oportuna y eficazmente la información obtenida, previamente procesada; y
7. Proponer las medidas convenientes y hacer el seguimiento de su cumplimiento.

La DIGEMID en base a información generada en el marco del Sistema Peruano de


Farmacovigilancia podrá asumir acciones regulatorias orientadas al control y a la minimización de
los riesgos por el uso de los medicamentos registrados en el país, con el fin de garantizar el acceso
de la población a medicamentos eficaces y seguros.(2)

El Sistema Peruano de Farmacovigilancia considera un formato para el reporte de sospechas de


reacciones adversas a medicamentos, dicho formato constituye un instrumento importante a

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utilizar por todos los profesionales de la salud, quienes están obligados a comunicar a la Autoridad
de Salud de nivel nacional, las reacciones adversas a medicamentos que revistan gravedad.

6. MARCO NORMATIVO

6.1. LEY GENERAL DE SALUD N° 26842

Es la regla primordial e imperativa en la que se basan los demás reglamentos del país para la
dispensación de los servicios de índole sanitario (de Salud), tales como:

 Servicios médicos
 Productos farmacéuticos, insumos, instrumental, sanitarios, quirúrgicos, cosméticos, de
higiene, etc.
 Salud laboral
 Información, publicidad, seguridad, …

Se compone de forma general por lineamientos que debe seguirse para un adecuado
funcionamiento y regulación de las actividades que se relacionan con la Salud. Fue Promulgada el
9 de julio de 1997 y publicada el 20 de julio de 1997. (4)

Los profesionales de salud están obligados a comunicar las reacciones adversas graves a la
Autoridad de Salud, los productores y distribuidores de medicamentos están obligados a informar
de las reacciones adversas de las que tengan conocimiento.

6.2. LEY Nº 29459 LEY DE PRODUCTOS FARMACEUTICOS, DISPOSITIVOS MÉDICOS Y


PRODUCTOS SANITARIOS.

Publicada el 26 de Noviembre del 2009. Esta Ley, busca definir y establecer los principios, normas,
criterios y exigencias básicas sobre los productos farmacéuticos, dispositivos médicos y productos
sanitarios de uso en seres humanos.

Unos de los aspectos importantes que contempla esta Ley es la autorización sanitaria previa al
funcionamiento de los establecimientos de fabricación, importación, exportación,
almacenamiento, distribución, comercialización, dispensación de productos farmacéuticos.
Asimismo, se establece la obligatoriedad para dichos establecimientos de contar con la dirección
técnica profesional Químico Farmacéutico u otro profesional de ser el caso.

De sus principios básicos con los productos farmacéuticos, de uso en seres humanos en cuanto
sea aplicable a cada caso, se sustenta en lo sigiente: seguridad, eficacia, calidad, racionalidad,
accesibilidad, equidad, bien social, objetividad, y transparencia.

6.3. RESOLUCIÓN MINISTERIAL RM N° 192 – 2008 DEL MINSA

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La prescripción por denominación común internacional o DCI, es obligatoria en el sector público y
también en el sector privado. Mediante esta misma resolución se aprueba la escala de multas para
profesionales médicos, cirujanos, dentistas y obstetras que consignen en la prescripción de
medicamentos únicamente el nombre de marca sin hacer mención explícita a la DCI.

7. CONCLUSIONES

El uso racional de los medicamentos es un proceso que comprende:

 Una prescripción apropiada de los medicamentos.


 Disponibilidad oportuna de medicamentos eficaces, seguros y de calidad comprobada, a la
mejor relación costo beneficio.
 Conservación, almacenamiento y dispensación en condiciones adecuadas.
 Administración correcta.
 Consumo en las dosis, intervalos y períodos indicados por el profesional prescriptor.

8. BIBLIOGRAFÍA

1. Leda A, Da R, Rio R, Janeiro D. Uso Racional De Medicamentos. 2014;35–44. Available from:


https://www.arca.fiocruz.br/bitstream/icict/11634/1/25.pdf

2. Miniesterio de Salud Lima-Perú. Manual de Buenas Prácticas de Prescripción [Internet].


2005. Available from: http://bvs.minsa.gob.pe/local/minsa/1431.pdf

3. DIGEMID. Indicadores Uso Racional de Medicamentos. Dir Acceso Y Uso Medicam


[Internet]. 2009;1–27. Available from:
http://www.digemid.minsa.gob.pe/UpLoad/UpLoaded/PDF/indicadores_urm_2009.pdf

4. Aguilar NG, Girón Aguilar Nora DR, Rúgeles J, Barrera N, Velasco N, Amaya C, et al.
Resolución Ministerial No 552_2007/MINSA. Sistema de Distribución de Medicamentos en
Dosis Unitaria. Rev Colomb Ciencias Quim [Internet]. 1998;(5):21–3. Available from:
http://www.digemid.minsa.gob.pe/UpLoad/UpLoaded/PDF/Publicaciones/URM/P22_2007-
01-01_RM_552-2007.pdf

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9. ANEXOS

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