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UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO”

DECANATO DE CIENCIAS Y TECNOLOGÍA

PROGRAMA DE INGENIERÍA DE PRODUCCIÓN

LOPCYMAT
Casos de Estudio

Elaborado por:

Karla Gatti 24.567.062

Sección 2

Barquisimeto, Diciembre 2018


Introducción

El trabajo que se presenta a continuación presenta una serie de casos


y análisis referidos a la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio
Ambiente de Trabajo (Lopcymat) en los cuales se puede observar la
importancia de conocer los deberes y derechos tanto de los empleados como
de los empleadores dentro de una organización.

Esta ley garantiza a los trabajadores las condiciones, prevención y


seguridad laboral, así como también el conocimiento de la prevención
adecuada en las diferentes áreas de trabajo, ya que cualquier accidente o
enfermedad causada por situaciones no favorables pueden traer como
consecuencia indemnizaciones por parte de los patronos o empleadores.

Es por ello que es de suma importancia conocer los artículos de la


misma, para que los trabajadores se sientan protegidos y amparados en la
ley, también los empleadores deben velar por el bienestar y la salud de
quienes se encuentran trabajando en su negocio, es decir, esta ley determina
como hacer los procedimientos de una manera más segura y apta para todos
los trabajadores.
Casos de análisis relacionados con la Lopcymat

Caso N°1

SCS/TSJ N° 224 de fecha 03.04.17 (caso: LENYS DEL VALLE MELO


RAMÍREZ Vs. AVON COSMETICS DE VENEZUELA, C.A.)

LA INDEMNIZACIÓN POR ENFERMEDAD O ACCIDENTE REQUIERE


DEMOSTRAR QUE ESTOS SON CULPA DEL PATRONO

La Sala de Casación Social sostuvo el criterio referente a que la procedencia


de la indemnización del Art. 130 de la LOPCYMAT requiere que el
reclamante demuestre que la enfermedad o el accidente es consecuencia de
la culpa, imprudencia o negligencia del patrono. En el presente caso “La
demandante alega que en su condición de operadora de línea precisaba
estar sentada sin apoyar los brazos, alzarlos de manera continua y
mantenerlos en el aire de forma repetitiva, que a consecuencia de dicha
labor, el órgano administrativo le diagnosticó discopatía cervical (…) en tal
sentido, demanda la indemnización prevista en el artículo 130 numeral 3 de
la [LOPCYMAT]. No obstante, recuerda la Sala que tal reclamación “…exige
que el daño causado por el accidente de trabajo o enfermedad ocupacional,
se haya originado por la conducta dolosa, culposa, negligente, imprudente o
imperita de la entidad de trabajo, en la protección y resguardo de la salud de
los trabajadores, de allí que la actora debe demostrar la existencia de una
enfermedad o accidente (el daño) como consecuencia de la conducta
imprudente, negligente, inobservante, imperita del patrono (hecho ilícito). De
allí que “A pesar de los incumplimientos del patrono antes mencionados [de
la investigación del INPSASEL], esta Sala debe señalar que por sí
mismos, no bastan para establecer el hecho ilícito, en virtud de que no
existen elementos que acredite que los mismos sean los causantes de la
enfermedad ocupacional certificada, por tanto no cursan pruebas en el
expediente que involucren la culpa, imprudencia o negligencia del patrono en
el infortunio padecido por la trabajadora, siendo carga del reclamante
demostrar la responsabilidad en la materialización del daño, es decir, la culpa
del patrono y el nexo causal, es decir que la enfermedad ocupacional sea
como consecuencia de la conducta infractora del patrono, razón por la cual
se declara la improcedencia de la indemnización prevista en el numeral 3 del
artículo 130 de la [LOPCYMAT].”

Ver sentencia en: http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/abril/197423-


0224-3417-2017-16-112.HTML

En el caso presentado anteriormente, se puede observar cómo a


pesar de las lesiones causadas a la trabajadora por condiciones inadecuadas
en su puesto de trabajo, las evidencias deben ser suficientes para probar que
el patrono es el causante de dichos daños, en este caso no hubo pruebas
suficientes de que existiera un nexo entre el daño causado a la trabajadora y
su patrono, por lo que la sentencia fue parcialmente lo que pedía la
demandante de una indemnización por un monto específico. La corte sólo
aprobó parte de ese monto, ya que no existían suficientes pruebas del nexo
causal,

Caso N°2:

SCS/TSJ N° 292 de fecha 21.04.17 (caso: JOSÉ MIGUEL PALACIOS


VAAMONDE Vs. MANAPLAS, S.A):

IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY PARA LA APLICACIÓN DE LA


PRESCRIPCIÓN DE LAS ACCIONES POR INDEMNIZACIONES
DERIVADAS DE ACCIDENTES LABORALES

La Sala de Casación Social consideró que en el presente caso estaba


prescrita la acción para reclamar la indemnización derivada de un accidente
de trabajo, aun cuando existió una certificación de accidente laboral emitida
por el INPSASEL que fue emitida con posterioridad a la entrada en vigencia
de la LOPCYMAT de 2005 y que la demanda fue presentada dentro de los
cinco (5) años siguientes a dicha certificación. Para el presente caso la Sala
apreció que “…el accidente sufrido por el trabajador ocurrió el 8 de octubre
de 1998 y que fue el 1° de abril de 2013 cuando es certificada la incapacidad
parcial y permanente como consecuencia del accidente de trabajo…”, por lo
que “…resulta evidente que para el año 1998 la norma aplicable en lo
inherente a la prescripción era el referido artículo 62 de la Ley Orgánica del
Trabajo de 1997 (…). Por ende, el actor tenía dos (2) años a partir de esa
fecha para incoar la demanda respectiva, es decir, hasta el 8 de octubre de
2000, sin embargo, no interpuso la demanda sino hasta el día 30 de
septiembre de 2014, ni ejerció ningún acto tendiente a interrumpir la
prescripción.” Asimismo, estimó la Sala que “pretender aplicar el contenido
de la [LOPCYMAT] de 2005 a una situación de hecho ocurrida antes de su
entrada en vigencia, siendo que para ese momento ya se había consumado
con creces el lapso de prescripción previsto en la legislación anterior,
implicaría la reapertura de un lapso legal y la aplicación retroactiva de la Ley,
pues si bien el argumento central del fallo recurrido descansa en el hecho
cierto de que la relación laboral no ha culminado, la consideración de este
elemento a los fines de determinar la prescripción de la acción, no se
encontraba previsto en la Ley aplicable ratione temporis, pues se trata de un
nuevo presupuesto incorporado en una Ley posterior al vencimiento del lapso
de prescripción.”

Ver sentencia en: http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/abril/197766-


0292-21417-2017-15-614.HTML

El caso N°2 muestra como el trabajador José Palacios que


desempeñaba funciones en la empresa MANAPLAS, S.A. sufrió un accidente
en su puesto de trabajo, cuya función era la de montador de moldes, que
requería un trabajo de precisión con su mano derecha. El molde cayó sobre
mano lo que produjo la amputación de 3 dedos y artrodesis de un dedo, lo
que le produce al trabajador una incapacidad parcial permanente, de acuerdo
a lo establecido en el artículo 33, numeral 3 de la Ley Orgánica de
Prevención Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo.

Además el mismo trabajador alegó que según el informe del IVSS


decretó incapacidad residual de un 29%, dejándole una Discapacidad Parcial
Permanente para el Trabajo Habitual con limitaciones para realizar tareas
que requieren precisión, rapidez y exactitud en la mano derecha,
manipulación, levantamiento y traslado de cargas, según los artículos 69, 78
y 80 de la LOPCYMAT. Su error estuvo en no presentar la demanda en el
tiempo que establecía la ley, es decir, dentro de los 2 años próximos a su
accidente, por lo cual perdió su demanda ante la empresa, ya que la misma
alegó que la ley no es retroactiva y que mientras estuvo en vigencia, el
trabajador no realizó la demanda correspondiente.

Finalmente el artículo 9 de la misma ley expresa que las acciones para


reclamar las indemnizaciones a empleadores por accidentes de trabajo o
enfermedades prescriben a los 5 años, contados a partir de la fecha de la
terminación de la relación laboral.

Caso N°3:

SCS/TSJ N° 13 de fecha 18.01.2017 (JOSÉ ANTONIO ZARAGOZA


TORRES Vs LA LUCHA, C.A.):

LAS SECUELAS DE UN ACCIDENTE DE TRABAJO PUEDEN OBLIGAR


AL PAGO DE UNA INDEMNIZACIÓN ADICIONAL. REQUISITOS DE
PROCEDENCIA DE LA INDEMNIZACIÓN POR SECUELAS

“Cuando la secuela o deformaciones permanentes, provenientes de


enfermedades profesionales o accidentes del trabajo, hayan vulnerado la
facultad humana del trabajador, más allá de la simple pérdida de su
capacidad de ganancia en las condiciones (…) el empleador queda obligado
a pagar al trabajador, por concepto de indemnización, una cantidad de dinero
equivalente al salario integral de 5 años contando los días continuos”. “…se
observa que para la procedencia de tal indemnización es necesario que la
secuela del accidente haya vulnerado la facultad humana del trabajador, más
allá de la simple pérdida de su capacidad de ganancia, esto es, que el
trabajador como consecuencia del infortunio se vea afectado en su integridad
biológica, psíquica y emocional". “De las pruebas cursantes a los autos tal
como lo estableció la Sala Constitucional y lo ratifica esta Sala se evidenció
que quedó suficientemente demostrado que al trabajador José Antonio
Zaragoza Torres, debido al accidente de trabajo ocurrido, le fue
diagnosticado: “Incapacidad Parcial y Permanente”, por presentar problemas
osteomuscular y, además, se hizo portador de una patología respiratoria;
pudiéndose establecer, de forma inequívoca, las secuelas originadas, las
cuales trajeron como consecuencia, “la vulneración de su facultad humana
más allá de la simple pérdida de su capacidad de ganancias”, incluso,
alterando su integridad emocional al verse imposibilitado de cumplir con
pleno desenvolvimiento físico, no solo con sus obligaciones económicas, sino
con sus quehaceres personales, al quedar, de acuerdo a lo manifestado en
los diversos informes médicos, limitado para realizar determinadas tareas y
frecuentar determinados lugares, por lo que se declara la procedencia de la
pretensión del demandante en lo atinente a esta indemnización”.

La LOPCYMAT en su artículo 80 señala que la discapacidad parcial y


permanente es la contingencia que, a partir de un accidente de trabajo,
genera en el trabajador una disminución parcial y definitiva menor al 67% de
su capacidad física o intelectual para el trabajo y en este caso se dicta que el
trabajador tiene derecho al valor de 5 anualidades del último salario de
referencia. Apoyándose en este artículo José Zaragoza demanda a su
empleador en “La Lucha C.A.” y este se ve obligado a cancelar lo que
establece la ley para dicho caso. Es decir, en este caso el trabajador obtuvo
el beneficio por hacer un buen uso de la ley que los protege y el empleador
también en responsabilidad de cumplir la ley se ve obligado a cancelar el
monto estipulado.

Caso N°4:

SCS/TSJ N° 11 de fecha 17.01.2017 (EVERT ENRIQUE CASTRO


URDANETA Vs NESTLÉ DE VENEZUELA, S.A.):

PARA DETERMINAR EL MONTO Y/O LA PROCEDENCIA DE LAS


INDEMNIZACIONES POR ENFERMEDAD, ES NECESARIO TOMAR EN
CUENTA SI EL TRABAJO ES LA CAUSA DIRECTA O UNA CONCAUSA
DE AQUELLA

“El monto correspondiente por concepto de responsabilidad objetiva del


patrono, para lo cual se debe tener en cuenta, que la labor ejecutada por el
accionante para la empresa demandada no requiere de conocimientos
especiales, así como la joven edad del actor, y de la posibilidad de poderse
adiestrar y ejecutar otras labores productivas diferentes a las ejecutadas
habitualmente, aunado al hecho de que la lesión sufrida no fue originada por
el trabajo pues se trata de una afección degenerativa que se empeoró con
ocasión del trabajo, es decir, las actividades realizadas por el actor
constituyeron una concausa, razón por la cual esta Sala de Casación Social,
estima una indemnización por concepto de daño moral por la cantidad de
Veinte Cinco Mil Bolívares (Bs. 25.000,oo). (…) “En cuanto al lucro cesante
de conformidad con lo establecido en el artículo 1.185 del Código Civil, el
trabajador solicita el pago de 32 años de trabajo remunerado, pues a su decir
va a dejar de percibir todos los salarios correspondientes a esos años, lo que
implica el pago completo de los salarios hasta la edad de 72 años.
En el caso en concreto no se frustró la expectativa de vida del
trabajador pues él no murió, por lo que no sería justa esta sentencia si
acordara el salario señalado durante los años de vida que le restan, porque
su esperanza de vida no resultó frustrada por la enfermedad sino que se ve
disminuida su capacidad económica por la discapacidad total y permanente
para el trabajo habitual, por lo que se tomara en referencia a la vida útil para
el trabajo que son los 60 años de edad, y también tomando en consideración
el grado en la culpa que tiene la patronal, pues ésta no ocasionó la
enfermedad ocupacional, ya que esta es de origen degenerativo y fue
empeorada por el trabajo por lo que constituye una concausa.

En este orden de ideas, el demandado no probó además su


imposibilidad física o intelectual de obtener trabajo remunerado, pues sus
capacidades físicas e intelectuales no quedaron neutralizadas totalmente,
solo para el trabajo que habitualmente ejecutaba para la demandada, ni que
el empleador haya tenido una conducta omisiva, culposa, imprudente,
negligente, inobservante o imperita, ni violaciones que sean determinantes
directas de la enfermedad ocupacional padecida por éste, razón por la cual
resulta improcedente lo relativo al lucro cesante.

Caso N°5:

SCS/TSJ N° 52 de fecha 26.02.2015 (MARISOL MOLINA DE ESSER vs.


INVERSIONES PEROZO GARCÍA, C.A. Y OTRA):

NO SE CONSIDERA ACCIDENTE DE TRABAJAO IN ITINERE OCURRIDO


UNA HORA DESPUÉS DEL HORARIO Y CERCANO AL SITIO DE
TRABAJO

La Sala de Casación Social reiteró su criterio según el cual para que un


accidente de trabajo pueda ser considerado in itinere, requiere de
correspondencia cronológica y en razón de la a. En este sentido indica la
Sala, que el accidente debe ocurrir en “…el recorrido habitual del trabajador,
salvo que haya sido necesario realizar otro trayecto por motivos que no le
sean imputables y exista concordancia cronológica y topográfica en el
mismo…” En el presente caso la demandante ejercía el cargo de Ejecutiva
de Ventas en las Zonas de Yaracuy y Lara, en un horario comprendido de
Lunes a Viernes de 8:00a.m a 12:00m y de 1:30p.m a 5:30p.m y los Sábados
de 8:00a.m a 12:00m. La Sala constató que el infortunio ocurrió un día
sábado y “…la demandante declaró haber pasado por la empresa a las 8:00
a.m., regresar a las 12:00 m. y salir de ahí a la 1:00 p.m.” En virtud de lo
anterior, consideró que “tal hecho debe contrastarse con la hora del
accidente de tránsito, que acaeció aproximadamente a las 2:00 p.m”, por lo
que se evidenció que el accidente no se produjo en el recorrido habitual en
dichas áreas geográficas, ni dirigiéndose a su residencia, incluso determinó
que el infortunio ocurrió una hora después y “…en una zona geográfica
cercana [al sitio de trabajo]…” por lo que concluyó “…que el recorrido de la
demandante fue interrumpido y, por ende, no existe concordancia
cronológica”. En virtud de lo anterior la Sala niega en el presente caso la
ocurrencia de un accidente de trabajo in itinere.

Ver sentencia en: http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scs/febrero/174701-


0052-26215-2015-11-0593.HTML

En el caso anteriormente expuesto, Marisol Molina sufre un accidente


de tránsito cercano a su trabajo, por lo que exige a la empresa que la
indemnice apoyada en el artículo 69 de la Ley Orgánica de Prevención,
Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo, alegando a un accidente de
trabajo in itinere.

Sin embargo, la empresa demandada resulto ganadora en su defensa,


ya que demostró que no existía concordancia cronológica por lo cual la
demanda no procedió. Cabe resaltar que la ley expresa que su aplicabilidad
es siempre y cuando el recorrido del trabajo a casa no haya sido alterado y
que el recorrido no haya sido interrumpido, como fue el caso de Marisol que
se desvió de su trayecto rutinario. Asimismo a pesar de que la demandante
tuve lesiones que la dejaron incapacitada por algún tiempo, se demostró que
la empresa no era responsable de dicho accidente por haber ocurrido en
situaciones ajenas a lo contemplado en la ley.

Caso N°6:

SCS/TSJ N° 1172 de fecha 21.11.2013 (ALEXANDER JAIMES vs. C.A.


CERVECERÍA REGIONAL):

ACCIDENTE IN ITINERE – MONTO DE INDEMNIZACIÓN POR DAÑO


MORAL

La Sala de Casación Social determinó la responsabilidad objetiva de la


empresa demandada con ocasión de que el demandante sufrió un accidente
de tránsito “…acaecido en el trayecto del trabajo a su residencia…”, por lo
que condenó al pago de las indemnizaciones de la Ley Orgánica del Trabajo
y a una retribución por daño moral. En el presente caso, quedó demostrado
el accidente de tránsito y que en dicha oportunidad “…el [demandante] venía
solo, que la vía se encontraba oscura y que el mismo se encontraba
manejando a exceso de velocidad…”, por lo tanto la Sala sostuvo que aun
cuando se trató de un accidente de trayecto (in itinere), su “…ocurrencia no
guarda relación con ningún hecho negligente o imprudente por parte de la
accionada.” En consecuencia, la Sala sólo condenó a las indemnizaciones
que proceden con ocasión de la responsabilidad objetiva del empleador y
visto que el demandante no estaba afiliado al Instituto Venezolano de los
Seguros Social para la época del accidente, es por lo que resolvió que
“…tiene el empleador el deber de cancelar las indemnizaciones previstas en
el Título VIII de la [Ley Orgánica del Trabajo de 1997]” por incapacidad
absoluta y permanente. Por último, la Sala estimó que el daño moral “…no
tiende a compensar el perjuicio extrapatrimonial sufrido, sino que éste sirve
para acordar una satisfacción al damnificado…” y por ello, luego del análisis
de los hechos y en aplicación de sus criterios, determinó que “…considera
justo y equitativo fijar la cantidad de doscientos noventa mil bolívares fuertes
(BsF. 290.000,00), el monto por daño moral que debe pagar la empresa
demandada…”

Alexander Jaimes, el demandante del caso, tuvo un accidente de


tránsito en el trayecto del trabajo a su residencia, el sujeto demanda a la
empresa Regional apoyándose en el artículo 69 de la LOPCYMAT que
establece los accidentes “in itinere”

Sin embargo, el demandante no estaba inscrito en el Instituto


Venezolano de Seguros Sociales, así como lo estable la Ley Orgánica del
trabajo y la sentencia del tribunal para este caso fue que la empresa pagara
un monto justo por daños morales al trabajador, más no las indemnizaciones
que el exigía ya que el accidente aunque ocurrió en el trayecto estipulado
también se vio afectado porque el sujeto iba conduciendo a alta velocidad,
que ya no es responsabilidad de la empresa.

Caso N°7:

SCS/TSJ N° 1384 de fecha 1.10.2014 (Demanda de nulidad ejercida por


ALPLA DE VENEZUELA, S.A. contra la investigación de accidente de
trabajo, de fecha 15.9.2011 y emitido por la DIRESAT Carabobo -
INPSASEL)

IMPACTO DE BALA (HECHO DE UN TERCERO) SE CONSIDERA


ACCIDENTE DE TRABAJO

La Sala de Casación Social determinó que el impacto de bala que un


trabajador sufrió en su espalda y que fue ocasionado por un tercero, se debía
reputar como un accidente de trabajo por cuanto el hecho no hubiese
ocurrido si el trabajador no se hubiese trasladado a su sitio de trabajo. En el
presente caso se solicitó la nulidad del informe de investigación en razón de
haberse declarado que la conducta delictual de un tercero ajeno al hecho
social trabajo, se debía reputar como un accidente de trabajo in itinere. Al
respecto la Sala apreció que el accidente que padeció el trabajador
“…ocurrió durante el recorrido habitual a su lugar de faena…” para cumplir un
turno nocturno (desde las 10:30 pm hasta las 6:00 am) y por ende, “…el
accidente deriva con ocasión del trabajo…” De allí que la Sala concluyó que
“…si bien participa de la causa del infortunio de trabajo la actividad de un
tercero, tal accidente no hubiese ocurrido de no precisar el trabajador su
traslado al sitio de trabajo el día del nefasto suceso, en su recorrido habitual,
requerido por el turno que le correspondía…”; y en consecuencia, determinó
que la causa del accidente no fue el hecho delictual del tercero, sino “…el
trabajo mismo, he aquí la relación causal, constituyendo un riego especial el
horario del traslado…”

Ver sentencia en: http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scs/octubre/169058-


1384-11014-2014-14-331.HTML

En este caso planteado se puede observar como la empresa


queriendo desligar su responsabilidad con su empleado, introduce un recurso
de apelación sobre la investigación de un empleado que recibió un disparo
en el camino del trabajo a su casa, cabe destacar que el trabajador cumplía
con trabajos nocturnos.

Sin embargo, la apelación fue declarada sin lugar, ya que según lo


establecido en la LOPCYMAT los accidentes ocurridos en el trayecto rutinario
de los empleados del domicilio al sitio de trabajo, son considerados como
accidentes laborales y por ende requieren de la indemnización
correspondiente, según el artículo 130 de la misma ley.
Caso N°8:

SCS/TSJ Nº 841 de fecha 27.7.2012 (únicos y universales herederos del


ciudadano JAVIER ELIÉCER AFRICANO FANDIÑO vs. MARCELO Y
RIVERO COMPAÑÍA ANÓNIMA):

FUERZA MAYOR-RIESGO ESPECIAL EN CASOS DE ACCIDENTE DE


TRABAJO/ PRINCIPIO DE EQUIDAD.

La posición que tomó la Sala de Casación Social fue condenar al demandado


al pago, con base en el principio de equidad, de una indemnización por daño
moral a favor de los herederos de un trabajador quien fungía como conductor
y murió con ocasión de un incendio que alcanzó a un local propiedad de un
cliente del demandado y en el que aquél se encontraba prestando servicio.
La Sala determinó que si bien la causa de la muerte, el incendio, no podía
ser imputable al demandado, aquella constituyó un riesgo
especial comprobado (“…una fuerza que [agravó] los riesgos inherentes a
dicha labor ejecutada o convenida…”) que no excluye al empleador de la
llamada responsabilidad objetiva, esto es la obligación de “…pagar a los
trabajadores accidentados las indemnizaciones respectivas,
independientemente de la culpa o negligencia…”. La Sala concluyó que el
trabajador “…fue expuesto a un riesgo especial, al tener que acudir
constantemente a las instalaciones de Víveres El Nacional, que si bien era
un supermercado, se encontraba al lado de un local “armería” en el que se
comercializaba con “grandes cantidades” de material explosivo…”; declaró
que se trataba de un accidente in itinere y sostuvo, a los fines de justificar la
condena de cien mil Bolívares Fuertes (Bs. F. 100.000,00) por concepto de
daño moral, que “…razones de equidad llevan a reflexionar cuanto más justa
resulta una indemnización en casos como el de marras…”, puesto que “…El
principio de la equidad previsto (…) como fuente del derecho, debe ser
tomado en cuenta para juzgar en situaciones como las que se plantean en el
actual caso…”.
Ver sentencia en: http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scs/Julio/0841-27712-
2012-11-1171.html

El caso presentado con anterioridad relata el fallecimiento del


ciudadano Javier Africano, el cual tuvo el accidente laboral que le produjo la
muerte cuando realizaba sus labores en un vehículo y se trasladaba al centro
de trabajo. En estos casos la LOPCYMAT en su artículo 86 establece la
pensión que debe pagarse a los herederos. Además de la indemnización
correspondiente por daños morales.

En este caso la empresa demandada tuvo que cancelar el monto


estipulado en la sentencia ya que se demostró que el accidente había sido in
itinere (artículo 69) y que además el trabajador se encontraba
constantemente expuesto a riesgos. Finalmente se utiliza el principio de
equidad ya que en la indemnización moral se toma en cuenta que la empresa
sabía que su trabajador estaba expuesto a un peligro latente y que en
consecuencia le causó la muerte.

Caso N°9:

SCS/TSJ Nº 885 de fecha 8.8.2012 (DEURA DEL VALLE MEDINA


BRAVO y CARMEN DEL VALLE BRAVO AGUILERA vs. IMPRESOS
ACEA HERMANOS, C.A. y GRÁFICAS ETXEA, C.A.)

PRESCRIPCIÓN DECENAL EN CASO DE HEREDEROS RECLAMANTES.

En la presente sentencia la Sala de Casación Social resuelve sobre el tiempo


de prescripción de acreencias de naturaleza laboral cuando éstas hayan sido
reclamadas por los herederos del trabajador, fijando un nuevo criterio. Así en
la sentencia la Sala sostiene que en virtud del fallecimiento del trabajador
“…las acreencias provenientes de la prestación de su servicio, las cuales sin
lugar a dudas entraron dentro de su patrimonio hereditario, se transmitieron
por vía sucesoral a sus causahabientes…”, pero estimó que tales acreencias
que en principio tienen carácter laboral, en la oportunidad en la que entran a
formar parte del acervo hereditario, se convierten en “…acreencias
personales, por lo que su reclamo formará parte de las acciones personales
a las que deberá aplicársele, en materia de prescripción, las disposiciones
contenidas en el Código Civil”.

La sentencia está disponible en:


http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scs/Agosto/0885-8812-2012-11-614.html

En consecuencia, los herederos de un trabajador tendrán, en lugar de


un año como sostiene el artículo 61 de la Ley Orgánica del Trabajo de
1997, diez años a partir de la muerte del causante para interponer la
acción con motivos de los reclamos laborales, según la prescripción para
acciones personales dispuesta en el artículo 1.977 del Código Civil.

Esta sentencia tiene que ver con el artículo 86 de la LOPCYMAT que


establece la pensión al sobreviviente, esto hace referencia a todos aquellos
que dependían del fallecido por el accidente trabajo y que cumplan los
requisitos de dicho artículo de la Ley. Además se estableció la prescripción
de esta pensión a los herederos luego de 10 años. Es decir, que pasado ese
tiempo, los familiares o dependientes directos no podrán gozar del beneficio.

Caso N°10:

SCS/TSJ N° 27 de fecha 30.01.2017 (LUZ MERALYS JIMÉNEZ MOLINA y


otros Vs INVERSIONES JUANA ANTONIA, C.A. y GRUPO COROMIX):

UN TRABAJADOR PUEDE EXIGIR QUE UN TERCERO (EMPRESA)


RESPONDA JUNTO CON SU PATRONO DE FORMA SOLIDARIA Y POR
EL HECHO DEL DEPENDIENTE (TRABAJADOR DEL TERCERO) POR
LAS INDEMNIZACIONES DERIVADAS DE UN ACCIDENTE DE TRABAJO
“…que desde el día 25 de abril de 2009, el [ciudadano Edgar Bernardeth
Castro Ramírez], comenzó a prestar sus servicios ininterrumpidos a la
sociedad mercantil Inversiones Juana Antonia, C.A. (…) que el día lunes 16
de mayo de 2011, (…), se encontraba prestando sus servicios en la obra
(…), a cargo de las sociedades mercantiles Inversiones Juana Antonia, C.A.,
y el grupo económico Coromix (…) Que la mayoría de los trabajadores,
incluyendo al difunto (…), subieron a la platabanda (se encontraban
laborando en altura) mientras que la bomba propulsora del concreto
premezclado tomaba posición y disponía su brazo mecánico para apuntar
hacia el lugar donde se haría el vaciado del concreto premezclado. (…) Que
un movimiento brusco producto de una mala manipulación del brazo
mecánico del camión bomba, causó que este hiciera contacto con las líneas
aéreas energizadas que pasaban por la construcción, rompiendo una de
ellas que cayó sobre el tubo o brazo mecánico del camión bomba que
sostenía el ciudadano Edgar Bernardeth Castro Ramírez, produciéndose de
esta manera una descarga eléctrica que impactó en su humanidad,
causándole la muerte de manera fulminante, casi instantánea. (…) De la
responsabilidad del grupo Coromix. (…) se dispuso que la responsabilidad
civil ordinaria del patrono por hecho ilícito, no excluye necesariamente la
posibilidad de que se admita, al propio tiempo, la reclamación por
responsabilidad civil de quien concurre en el hecho ilícito.

Partiendo de esta premisa, se observa que en el caso marras el grupo


Coromix participó en la comisión del hecho ilícito que produjo la muerte del
ciudadano Edgar Castro, circunstancia que se verifica, entre otros elementos,
del expediente de investigación del Inpsasel en el cual cursa la certificación
de accidente de trabajo (…) observa la Sala que los dependientes o
trabajadores del grupo Coromix, fueron quienes operaron los equipos que
causaron la ruptura abrupta de la línea de media tensión eléctrica. Que
además el grupo Coromix es el propietario del camión bomba y la jirafa o
pluma que causa la ruptura de la línea de alta tensión eléctrica, de tal modo
que el accidente de trabajo es imputable de manera concurrente a la
sociedad mercantil Inversiones Juana Antonia, C.A. y al grupo Coromix, de
conformidad con los artículos 1191 y 1195 del Código Civil. (…) de
conformidad con las normas de derecho común, (…), se condena al grupo
Coromix a responder solidariamente de la condena por lucro cesante
establecida en este fallo.(…) se condena al grupo Coromix a responder
solidariamente de la indemnización compensatoria por daño moral”.

Los artículos de la Lopcymat que apoyan este caso, son: el artículo 85


y 86 que hacen referencia a las prestaciones por muerte del trabajador activo
y gastos de entierro y de la pensión del sobreviviente. Y el artículo 130 que
hace presente como deben ser calculadas las indemnizaciones por parte de
la empresa en caso del accidente de un trabajador.

Caso N°11

Cristian Ramírez se fracturó dos dedos cuando cargaba unos bloques dentro
de la construcción donde labora, esta información se la suministró a los
funcionarios del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad
Laborales (Inpsasel), quienes evaluaron su caso, le dieron un reposo y
exigieron al patrono una indemnización. Luego de recuperarse volvió a su
trabajo.

Siempre que el empleado haya tenido una lesión corporal o funcional


debe notificarlo al Inpsasel, el cual es el único ente que tiene competencia
para calificar el origen del accidente de trabajo. Para hacer el reporte deberá
registrase en su página web, llenar unas planillas con todos los datos
solicitados, enviar la notificación, imprimir el documento que te refiere el
sistema y llevarlo a la sede más cercana del ente. Los funcionarios harán
una investigación y realizarán un certificado explicando el tipo de accidente,
grado de discapacidad e indemnizaciones monetarias que deben pagarle al
afectado.

Además debe realizarse el primer reporte. Según el artículo 73 de la


Lopcymat, el patrono debe informar el accidente de trabajo dentro de la hora
siguiente después de ocurrido ante el Inpsasel, el Comité de Seguridad y
Salud Laboral de la empresa y su sindicato.
Conclusión

Después de haber estudiado todos los casos presentados


anteriormente se llega a la conclusión de que muchos trabajadores se
encuentran realizando actividades en puestos de trabajos que representan
riesgos para su salud sin ser previamente notificados por su empleador. Así
como también el desconocimiento de la ley impide en muchos casos que las
demandas procedan, ya que no se siguen los lineamientos en el tiempo
establecido en la ley.

De igual forma muchas veces las empresas buscan librarse de sus


responsabilidades con los trabajadores cuando éstos tienen algún accidente,
la presente ley establece los pasos a seguir en cualquier caso que se
presente el accidente y los posibles daños, para cada uno teniendo su pena
y responsabilidad que debe ser cumplida según lo determine la ley.
Bibliografía

Actualidad Laboral en: http://www.actualidadlaboral.com.ve/

Acceso a la Justicia en: https://www.accesoalajusticia.org/

Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo


(2005)

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