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Escuela D-88 “Salvador Sanfuentes”

Asignatura: Curso: Octavos años 2019


Escuela D-88 Salvador Sanfuentes
Profesor(a):
Asignatura:
Profesor(a):
PRUEBA DE DIANÓSTICO DE LENGUA Y LITERATURA 2019
OCTAVOS BÁSICOS

Nombre: ___________________________________ Curso: ________ Fecha: ______________

Puntaje ideal: _____________ Puntaje obtenido: ______________ Nota: ____________________


N

Lee con atención el texto y responde las preguntas.

Mari Belcha
Pío Baroja

Cuando te quedas sola a la puerta del negro caserío con tu hermanillo en brazos, ¿en que piensas,
Mari Belcha, al mirar los montes lejanos y el cielo pálido?
Te llaman Mari Belcha, María la Negra, porque naciste el día de los Reyes, no por otra cosa; te
llaman Mari Belcha, y eres blanca como los corderillos cuando salen del lavadero, y rubia como las
mieses doradas del estío...
Cuando voy por delante de tu casa en mi caballo te escondes al verme, te ocultas de mí, del médico
viejo que fue el primero en recibirte en sus brazos, en aquella mañana fina en que naciste.
¡Si supieras cómo la recuerdo! Esperábamos en la cocina, al lado de la lumbre. Tu abuela, con las
lágrimas en los ojos, calentaba las ropas que habías de vestir y miraba el fuego pensativa; tus tíos,
los de Aristondo, hablaban del tiempo y de las cosechas; yo iba a ver a tu madre a cada paso a la
alcoba, una alcoba pequeña, de cuyo techo colgaban trenzadas las
mazorcas de maíz, y mientras tu madre gemía y el buenazo de José
Ramón, tu padre, la cuidaba, yo veía por las ventanas el monte lleno de nieve y las bandadas de
tordos que cruzaban el aire.
Por fin, tras de hacernos esperar a todos, viniste al mundo, llorando desesperadamente. ¿Por qué
lloran los hombres cuando nacen? ¿Será que la nada, de donde llegan, es más dulce que la vida que
se les presenta?
Como te decía, te presentaste chillando rabiosamente, y los Reyes, advertidos de tu llegada, pusieron
una moneda, un duro, en la gorrita que había de cubrir tu cabeza. Quizá era el mismo que me habían
dado en tu casa por asistir a tu madre...
Y ahora te escondes cuando paso, cuando paso con mi viejo caballo. ¡Ah! Pero yo también te miro
ocultándome entre los árboles; ¿y sabes por qué?... Si te lo dijera, te reirías... Yo, el medicuzarra
que podría ser tu abuelo; sí, es verdad. Si te lo dijera, te reirías.
¡Me pareces tan hermosa! Dicen que tu cara está morena por el sol, que tu pecho no tiene relieve;
quizá sea cierto; pero en cambio tus ojos tienen la serenidad de las auroras tranquilas del otoño y
tus labios el color de las amapolas de los amarillos trigales.
Luego, eres buena y cariñosa. Hace unos días, el martes que hubo feria, ¿te acuerdas?, tus padres
habían bajado al pueblo y tú paseabas por la heredad con tu hermanillo en brazos.
El chico tenía mal humor, tú querías distraerle y le enseñabas las vacas, la Gorriya y la Beltza, que
pastaban la hierba, resoplando con alegría, corriendo pesadamente de un lado a otro, mientras
azotaban las piernas con sus largas colas.
Tú le decías al condenado del chico: «Mira a la Gorriya.., a esa tonta.... con esos cuernos....
pregúntale tú, maitia: ¿por qué cierras los ojos, esos ojos tan grandes y tan tontos?... No muevas la
cola.»
Y la Gorriya se acercaba a ti y te miraba con su mirada triste de rumiante, y tendía la cabeza para
que acariciaras su rizada testuz.
Luego te acercabas a la otra vaca, y señalándola con el dedo, decías: «Ésta es la Beltza... Hum... qué
negra... qué mala... A ésta no la queremos. A la Gorriya sí».
Y el chico repitió contigo: «A la Gorriya sí»; pero luego se acordó de que tenía mal humor y empezó
a llorar.
Y yo también empecé a llorar no sé por qué. Verdad es que los viejos tenemos dentro del pecho
corazón de niño.
Y para callar a tu hermano recurriste al perrillo alborotador, a las gallinas que picoteaban en el suelo,
precedidas del coquetón del gallo a los estúpidos cerdos que corrían de un lado a otro.
Cuando el niño callaba, te quedabas pensativa. Tus ojos miraban los montes azulados de la lejanía,
pero sin verlos; miraban las nubes blancas que cruzaban el cielo pálido, las hojas secas que cubrían
el monte, las ramas descarnadas de los árboles, y, sin embargo, no veían nada.
Veían algo; pero era en el interior del alma, en esas regiones misteriosas donde brotan los amores y
los sueños
Hoy, al pasar, te he visto aún más preocupada. Sentada sobre un tronco de árbol, en actitud de
abandono, mascabas nerviosa una hoja de menta.
Dime, Mari Belcha, ¿en qué piensas al mirar los montes lejanos y el cielo pálido?

1. El narrador da cuenta de hechos:


a) futuros.
b) pasados.
c) presentes.
d) de un tiempo indeterminado.

2. ¿Por qué la niña se llama Mari Belcha?


a) Por ser morena.
b) Por su cabello rubio.
c) Por el día de su nacimiento.
d) Por su relación con los animales.

3. La intención del narrador es:


a) retratar la figura de Mari Belcha.
b) explicar su afecto por Mari Belcha.
c) decirle a Mari Belcha todo lo que sabe de ella.
d) preguntarse sobre las inquietudes de Mari Belcha.

4. De acuerdo con la lectura, es posible inferir que el narrador:


a) es un pariente lejano de Mari Belcha.
b) observa constantemente a Mari Belcha.
c) persigue a Mari Belcha contra su voluntad.
d) está obligado a comprender a Mari Belcha.

5. La actitud de Mari Belcha es predominantemente:


a) triste.
b) agresiva.
c) persigue a Mari Belcha contra su voluntad.
d) contemplativa.

6. ¿Por qué el médico siente un apego emocional hacia la niña?


a) Necesita entenderla.
b) Era cercano a sus padres.
c) La recibió el día de su nacimiento.
d) Quiere rescatarla de su vulnerabilidad.

7. ¿A quién se dirige el narrador?


a) A Beltza.
b) A Gorriya.
c) A Mari Belcha.
d) A José Ramón.
Un día el pequeño Claudio jugaba en el zaguán, y por la calle pasó un hermoso anciano con lentes
de oro, que caminaba encorvado, apoyándose en un bastón, y precisamente delante del portón se le
cayó el bastón.
Claudio fue presuroso a recogérselo y se lo dio al viejo, que le sonrió y dijo:
-Gracias, pero no me sirve. Puedo caminar muy bien sin él. Si te gusta, tenlo -y sin esperar respuesta
se alejó, y parecía menos encorvado que antes.
Claudio permaneció allí con el bastón entre las manos y no sabía qué hacer. Era un bastón común
de madera, con el mango curvo y la punta de hierro, y no se notaba nada más especial. Claudio
golpeó dos o tres veces la punta en el suelo, después, casi sin pensarlo, montó a horcajadas el bastón
y he aquí que no era más un bastón, sino un caballo, un maravilloso potro negro con una estrella
blanca en la frente, que se lanzó al galope alrededor del patio, relinchando y haciendo salir centellas
de los guijarros.
Cuando Claudio, un poco maravillado y un poco asustado, logró poner el pie en el suelo, el bastón
era nuevamente un bastón, y no tenía cascos sino una sencilla punta oxidada, ni crines de caballo,
sino el mismo mango encorvado.
-Quiero probar de nuevo -dijo Claudio, cuando logró recobrar el aliento.
Montó de nuevo el bastón, y esta vez no fue un caballo, sino un solemne camello con dos jorobas,
y el patio era un inmenso desierto para atravesar, pero Claudio no tenía miedo y observaba desde
lejos, para ver aparecer el oasis.
“Ciertamente es un bastón encantado”, se dijo Claudio, montándolo por tercera vez. Ahora era un
automóvil de carreras, todo rojo con el número escrito en blanco sobre el capó, y el patio una pista
ruidosa, y Claudio llegaba siempre el primero a la meta.
(. . . )
Cada vez que Claudio ponía el pie en tierra el bastón tomaba su aspecto pacífico. La tarde pasó
rápida entre aquellos juegos. Hacia la noche Claudio se asomó a la carretera, y he aquí que ve al
viejo con lentes de oro. Claudio lo observó con curiosidad, pero no pudo ver en él nada especial: era
un viejo señor cualquiera, un poco cansado por el paseo.
-¿Te gusta el bastón? -preguntó sonriendo a Claudio.
Claudio creyó que se lo pedía, y se lo alargó, enrojecido. Pero el viejo hizo señal de que no.
-Tenlo, tenlo -dijo-. ¿Qué hago yo con un bastón? Tú puedes volar, yo solo podré apoyarme. Me
apoyaré en el muro y será lo mismo.
Y se fue sonriendo, porque no hay persona más feliz que el viejo que puede regalar alguna cosa a
un niño.
Rodari, G. A jugar con el bastón (fragmento).

8. ¿Qué simboliza el regalo que recibe Claudio?


a) El recuerdo de una infancia pasada.
b) El interés por los juegos tradicionales.
c) La capacidad de jugar con la imaginación.
d) El intelecto necesario para crear mundos.

9. ¿Qué quiere decir el siguiente fragmento? “Tú puedes volar, yo solo podré
apoyarme. Me apoyaré en el muro y será lo mismo”.
a) El bastón sirve para volar, pero el anciano, por sus condiciones físicas, ya no puede
hacerlo.
b) El bastón permite a un niño imaginar, que es fundamental; al anciano solo le
permite realizar una tarea mundana.
c) Durante la vejez, las personas son incapaces de caminar solas, por lo que deben
apoyarse en lo que tengan cerca.
d) Durante la infancia, los seres humanos somos capaces de logros extraordinarios, los
que ya no podemos alcanzar en la vejez.

10. ¿Por qué el viejo se va sonriendo?


a) Está feliz de poder caminar sin bastón.
b) Está conmovido por la reacción del niño.
c) Siente satisfacción por haber alegrado a un niño.
d) Siente compasión por un niño que está sufriendo.
11. ¿Cuál de las siguientes alternativas representa el orden de aquello en que se
convierte el bastón?
a) Yegua, auto, camello.
b) Camello, caballo, automóvil.
c) Potro negro, camello, auto rojo.
d) Auto de carreras, equino, dromedario.
12. ¿Por qué Claudio cree que el bastón está encantado?
a) Porque no le permite cansarse de jugar.
b) Porque ante sus ojos cambia y se transforma.
c) Porque apareció misteriosamente al igual que el anciano.
d) Porque es mucho más resistente que cualquier otro bastón.

13. ¿Cuál es el tema del cuento?


a) Los juegos infantiles.
b) La felicidad de los niños.
c) El poder de la imaginación.
d) El consuelo de los ancianos.

14. ¿Con cuál de los siguientes aspectos de la vida cotidiana se relaciona este
relato?
a) La generosidad de los ancianos.
b) La soledad de los menores de edad.
c) Los juegos tradicionales en la infancia.
d) La discapacidad hacia el fin de la vida
“Los Pitufos: la aldea escondida” es una propuesta infantil 100% animada, bien recreada, con
mensaje igualitario de fondo

No suele ser común que una cinta se estrene en territorios europeos (y mucho menos en España)
antes de haber desembarcado en las salas de cine estadounidenses. Por eso, es curioso recordar que
Los Pitufos: La Aldea Escondida llega a España el próximo 31 de marzo, una semana antes de
estrenarse en EE.UU.
Lo primero que quiero adelantar es que, aunque cuenta con un enfoque y guión claramente infantil,
hubiera sido valiente y necesario darle un tono más maduro al film en la línea de lo que otras
compañías como Pixar suelen intentar. Había materia prima para ello en esta Los Pitufos: La Aldea
Escondida. Luego lo iré desgranando algo más profusamente.
Ver en cine siempre algo relacionado con Los Pitufos es agradable para alguien que ha leído desde
hace años aventuras ideadas de Peyo, el creador belga que ideó a los inolvidables y famosos Pitufos,
pero también a otros grandes personajes como Johan y Pirluit que vivían peripecias caballerescas
en una imaginaria Edad Media entre pócimas, magos y sortilegios.
En este aspecto, Los Pitufos: La Aldea Escondida deja mejor sabor de boca y es más acertada que
los intentos de las películas previas que trataron de mezclar figuras digitales con imagen real y
quisieron dar a estos pequeños seres azules un tono más moderno. No obstante, no hicieron sino
entorpecer su aura y carisma (no, la presencia de Neil Patrick Harris tampoco las salvaba). Esas
películas no fueron para nada brillantes en general, salvo ráfagas aisladas y era relativamente
sencillo mejorarlas. Se ha conseguido, claro.
La nueva propuesta, dirigida por Kelly Asbury (artífice de la co-dirección de Shrek 2) está destinada
a hacer las delicias de los más pequeños, sin muchas más pretensiones o florituras. Tampoco queda
la sensación de que se ha llegado a la bra definitiva sobre los personajes de Peyo. Cuando uno se
pone algún capítulo suelto de la serie de animación de los 80 retrotrae a elementos nostálgicos que
esta nueva cinta no es capaz de transmitir en su misma fuerza. Aunque lo intenta...
En su búsqueda por ser original, Los Pitufos: La Aldea Escondida parte de la idea de intentar
arrancar una historia a partir uno de los personajes clave de la aldea: Pitufina. ¿Cuál es su origen?
¿Es realmente una pitufo más? ¿Por qué en su aldea solo hay chicos y solo existe una mujer?
En la cinta, todos reconocemos rápidamente a Papá Pitufo y a la citada Pitufina pero estos personajes
no serían igual de potentes si no estuvieran arropados por otros acompañantes clave como son
Fortachón, Filósofo o Torpe (se echa de menos a otros como Bromista, que hubiera podido dar
mucho juego con gags y chistes adecuados).
La aventura que todos ellos vivirán, a través del denominado Bosque Prohibido, es ideal para los
niños, aunque muchos adultos percibirán claras carencias. Por ejemplo, se echará de menos a
Glotón, Pastelero, Poeta o Vanidoso, por citar algunos más personajes.
En el lado positivo, la animación está muy lograda, especialmente prestando atención a Gargamel,
el siempre eterno villano de los Pitufos. La verdad es que tanto Gargamel como su gato Azrael son
muy potentes.
En las versiones originales las voces de Julia Roberts, Mandy Patinkin, Demi Lovato, Joe
Manganiello, Michelle Rodriguez, Ellie Kemper o Titus Burgess son reconocibles. En la versión en
castellano estamos ante Macarena García (Pitufina), Jordi Sánchez (Gargamel), Luis Piedrahita
(Pitufo Filósofo), Pablo Ibañez (Pitufo Gruñón) y Eva Hache (un personaje sorpresa que no vamos
a desvelar aquí y conviene descubrir en el film).
La película, manteniendo el tono infantil, juega a ofrecer el mensaje adulto del poder femenino y
gana en trabajo digital y animado a las versiones que la gran pantalla nos había ofrecido hasta ahora.
Por eso no es justo suspender el conjunto sino valorar su contexto y locuacidad. Lleven a sus niños
a descubrir la aldea escondida antes de que alguien les desvele lo que pueden encontrar allí (lo cual
es bastante sorprendente y atrevido, dicho sea de paso).

Los Pitufos: La Aldea Escondida se estrena el próximo 31 de marzo en cines.

LO MEJOR: La importancia del mensaje con un tono por apoyar la figura femenina, promocionando
la idea de igualdad entre hombres y mujeres desde un producto infantil. Sí, es feminista y bastante
atrevida.

LO PEOR: Demasiado ligera para ser tomada en serio en muchas escenas, queda algo lejos de la
magia de los Pitufos originales de Peyo.

http://es.ign.com/los-pitufos-la-aldea-escondida/116421/feature/critica-de-los-pitufos- la-aldea-
escondida (adaptación).

15. ¿Cuál es la función discursiva del recuadro final?


a) Resumir lo expresado en el párrafo anterior.
b) Facilitar la lectura en personas con dificultades visuales.
c) Focalizar la atención del lector en la evaluación general de la película.
d) Concluir el texto a través de una proyección que faculte el debate sobre el film.

16. ¿Por qué el autor se refiere a la película como “feminista”?


a) Porque el argumento se centra en una protagonista femenino.
b) Porque aborda la igualdad de género en forma explícita y osada.
c) Porque busca concientizar a los niños sobre la importancia de tratar bien a las
mujeres.
d) Porque deja a los personajes masculinos como torpes e inferiores frente al personaje
femenino.

17. ¿Cuál de los siguientes enunciados refleja la visión del autor sobre Peyo y su
trabajo?
a) Peyo era un caricaturista fecundo y reconocido mundialmente.
b) El dibujante Peyo fue el único caricaturista prolífico del siglo XX.
c) Gracias a su creatividad, Peyo inventaba personajes entrañables.
d) Los Pitufos fueron el único dibujo de calidad producido por Peyo.

18. ¿Cómo es la nueva cinta en comparación a sus antecesoras?


a) Ágil.
b) Sencilla.
c) Anticuada.
d) Innovadora.
19. ¿Qué pretende el autor con mencionar el estreno de la cinta en el segundo
párrafo?
a) Criticar que el estreno europeo sea previo al norteamericano.
b) Cuestionar la decisión de invertir el orden de localización de los estrenos.
c) Alabar el hecho de que Estados Unidos sea el último país donde se estrene.
d) Destacar que la película se estrene antes en España que en Estados Unidos.

20. Según el autor, ¿cuál de los siguientes elementos mejoraría la cinta?


a) Integrar más pitufos reconocibles de la caricatura clásica.
b) Un mensaje de género igualitario en el marco del feminismo.
c) La presencia de actores hollywoodenses famosos en las voces.
d) Incrementar la calidad de los efectos visuales de la producción.

(Escena II) Martina, Valerio y Lucas

Martina: (Soñando, APARTE) ¿Cómo encontrar algo con que vengarme?


(…)¿Será algo en lo que pueda ayudar?

Valerio: Tal vez; podría ser. Tratamos de encontrar un hombre muy especial, un médico fuera de lo
común, capaz de aliviar en algo a la hija de nuestro amo, atacada por una rara enfermedad que le
ha tragado la lengua de la noche a la mañana. Varios médicos han agotado todos sus conocimientos
con ella; pero sabemos que se puede encontrar gente con secretos geniales, conocedores de ciertos
medicamentos muy particulares y con talento para lograr lo que otros no han podido.

Martina: (Dice las dos primeras líneas en voz baja) ¡Parece que el cielo me inspira una gran idea
para vengarme del sinvergüenza de mi marido! (En voz alta) No podrían haber encontrado un lugar
más apropiado para dar con lo que buscan. Hay aquí un hombre, el hombre más maravilloso del
mundo, especialista en enfermedades sin solución.
(…)La locura de este es tanta, que llega a ser increíble. A veces, hasta tal punto que insiste en
mantener ocultas sus virtudes. Incluso ha preferido que le saquen la verdad a golpes, antes de
admitir sus geniales conocimientos. Les advierto que les será imposible lograr que confiese su
verdadera profesión. Jamás reconocerá que es médico, si no quiere. Sólo lo conseguirá si cada uno
de ustedes agarra un palo y lo golpea hasta que asuma lo que en un principio les negó ser. Eso
hacemos nosotros cuando lo necesitamos.

Valerio: ¡Qué manía tan extraña!

Martina: Cierto, pero verán que después de todo hace maravillas.

Valerio: ¿Cómo se llama?

Martina: Se llama Sganarelle. No cuesta nada reconocerlo: es un hombre con una gran barba negra,
que lleva un cuello adornado y un traje amarillo y verde.
Lucas: ¡Un traje amarillo y verde! ¿No será un dotó de loros?

Valerio: ¿Será cierto que es tan bueno como dice usted?

Martina: ¡Qué! Se trata de un médico milagroso. Seis meses atrás, una mujer fue desahuciada por
todos los médicos. Hace seis horas estaba muerta. La preparaban para sepultarla, cuando trajeron
a la fuerza al hombre del que hablamos. Al verla, le puso una gotita de no sé qué en la boca y en
ese mismo instante se levantó de la cama y se puso a dar un paseo por su pieza como si nada
hubiera pasado.
Lucas: ¡Ah!

Valerio: Tendrá que haber sido una gota de oro potable.

Martina: Quizá. Todavía no hacen tres semanas que un niño de doce años cayó desde un
campanario y se quebró la cabeza, los brazos y las piernas al dar contra el pavimento. No tardaron
en llevar al hombre en cuestión. Le untó todo el cuerpo con un ungüento que él sabe preparar; el
niño se levantó inmediatamente y corrió a jugar a las bolitas.

Lucas: ¡Ah!

Valerio: Entonces este médico tiene la panacea.

Martina: ¿Quién lo duda?

Lucas: ¡testiguado! Tenemos justo al hombre necesitante. ¡vamo a buscarlo!


Valerio: Estamos sumamente agradecidos por el favor que nos ha hecho.

Martina: pero no se vayan a olvidar de la advertencia que les hice.

Lucas: ¡sántrodo! Déjeno eso a nosotro. Si de palo se trata, ya tenemo al toro por la asta.

Valerio: (A Lucas) ¡Qué suerte habernos topado con esta mujer! Al menos por mi parte, pongo toda
la esperanza del mundo en este señor.

Escena V: Sganarelle, Valerio, Lucas.

(…)
Valerio: ¿Será usted el señor Sganarelle?
Sganarelle: ¿Y qué?
Valerio: Le pregunto si usted se llama Sganarelle.
Sganarelle: Sí y no, según lo que quieran de él.
Valerio: ¿No es usted médico?
Sganarelle: No.
Lucas: ¿Usté no e dotó?
Sganarelle: Lo que acaban de escuchar.
Valerio: Bueno, si prefiere así, empezaremos a convencerlo (tomando un palo cada uno, le dan un
buen azote)
Sganarelle: ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! Seré lo que les parezca.
Lucas: ¿Qué no e un dotó?
Sganarelle: No, ¡hasta cuándo! (Vuelven a pegarle) ¡Ay! ¡Ay! ¡Está bien! En ese caso, soy médico,
soy médico. También farmacéutico, si les parece. Prefiero ser lo que sea a que me azoten con palos.

El médico a palos, Molière.

21. El fragmento anterior se caracteriza por:


a) Informar objetivamente de los hechos y situaciones que se desarrollan en la
obra.
b) Una discusión entre dos criados y un médico.
c) Una esposa que idea su plan de venganza en contra de su marido Sganarelle.
d) Hacer una crítica a todas las personas que dicen tener conocimiento médico.

22. ¿Por qué Sganarelle finalmente cede afirmativamente a la pregunta de los dos
criados?
a) Porque realmente esa era su profesión.
b) Porque Valerio y Lucas lo atacan con golpes cada vez que responde
negativamente.
c) Porque quiere ayudar a los criados.
d) Porque estaba tan ebrio que accedió a ayudarlos.

23. ¿Cuál es el propósito de Valerio y Lucas?


a) Conseguir ayuda para sanar a la hija de su amo, que había sido atacada por una
extraña enfermedad.
b) Buscar a la hija de su amo, que estaba perdida en el bosque.
c) Conseguir que alguien se hiciera pasar por médico.
d) Convencer a Sganarelle para que fingiese ser médico.

24. El texto anterior es predominante:


a) Lírico.
b) Narrativo.
c) Dramático.
d) Informativo.
25. El fragmento anterior pertenece a la comedia porque:
a) La finalidad de la comedia es representar la realidad tal cual es.
b) Existe una situación absurda a través de la cual hay una crítica social con
personajes tipo.
c) La situación presentada es abordada de manera chistosa.
d) Se puede apreciar un tipo de conflicto menos grave que en una tragedia.

26. ¿Por qué la obra lleva ese nombre?


a) Porque para ser buen médico se debía golpear y humillar a los enfermos.
b) Porque Sganarelle se esforzó mucho para ser un médico respetado.
c) Porque, supuestamente, Sganarelle confesaba su profesión cuando se le
golpeaba.
d) Porque ser médico significaba mucho dolor y sufrimiento para él.

Sganarelle: No, ¡hasta cuándo! (Vuelven a pegarle) ¡Ay! ¡ay! ¡Está bien! En ese caso, soy médico,
soy médico. También farmacéutico, si les parece. Prefiero ser lo que sea a que me azoten con palos.

27. El mensaje expresado entre paréntesis cumple la función de:


a) Indicar cuáles son las acciones que deben realizar los personajes al momento de
la representación teatral de la obra.
b) Señalar los sentimientos expresados por los personajes en el desarrollo de la
obra dramática.
c) Manifestar las distintas características que tienen los personajes y cómo éstos
evolucionan a lo largo de la obra.
d) Señalar distintos espacios donde se desarrolla la obra dramática.

28. De acuerdo al fragmento anterior ¿Qué son los apartes?


a) Las indicaciones que deben seguir los actores a los momentos de la
representación teatral.
b) Son los momentos en que los personajes “hablan solos” en actitud reflexiva.
c) Parte del diálogo dirigida al espectador y se supone que los otros personajes no
oyen.
d) Son las distintas escenas que se desarrollan en la obra.
29. ¿Cuál es el mensaje implícito que se le entrega al receptor?
a) La eliminación de la pobreza.
b) El incumplimiento de la promesa de terminar con el hambre.
c) La desesperanza al saber que no se podrá eliminar la pobreza antes del 2015.
d) La manifestación en contra de las promesas acerca de la eliminación de la
pobreza.

30. ¿El afiche logra transmitir el mensaje deseado?


a) Sí, porque incluyen un eslogan.
b) No, porque no es auspiciado por ninguna marca conocida.
c) Sí, porque tanto la imagen como el eslogan captan la atención de los receptores.
d) No, porque los elementos icónicos se confunden con la promoción de un
restaurante.

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