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POR:
Fermín Vale Amesti
Albanashar Al-Wâli
ALGDGADU
MARTINISMO Y MARTINECISMO
Un antiguo apotegma Iniciático dice “las Doctrinas existen antes de sus representantes
humanos”. Como vamos a hablar del Rito de los Electos-Cohen de Martínez de Pasqually,
quién fue incontestablemente el representante humano de la más alta expresión en su época,
de la más genuina Doctrina Tradicional, centraremos nuestra charla alrededor de quien dio
origen a lo que a posteriori se denominó Martinecismo. En relación con la calidad humana e
Iniciática de éste Adepto, es relativamente poco lo que se conoce, no sólo en el ámbito
profano, sino también en el ámbito Masónico. El IlHRobert Ambelain, en la conferencia
consagrada a Martínez de Pasqually, el 30 de junio de 1959, comenzó el segundo párrafo de
su escrito con las siguientes palabras: “Si nous sommes parfaitement bien renseignés sur ses
disciples les plus illustres: Louis-Claude de Saint Martín et Jean-Baptiste Willermoz, nous
Connaissons assez mal le personnalité de leur Maître Martínez de Pasquallis. Néanmoins, peu à peu,
la persévérance des chercheurs et des hasards providentiels, ont permis de mieux connaître celui que
René Guenón, dans une lettre adressée à un de nos amis en 1933, qualifiait de « dernier Rose-croix
connu, au dix-huitième siècle… », qualification reprise d’ailleurs par un de ses plus fidèles disciple :
Jean Reyor, en 1942. » (Publicado en la Revista « l’initiation » Juillet à Décembre 1959, Paris)
Antes de entrar en materia debo hacer algunas consideraciones que juzgo pertinentes,
teniendo en cuenta que vamos a tratar asuntos específicamente relacionados con el
Esoterismo; término, generalmente mal comprendido y casi siempre usurpado, cuando no
confundido, a veces con propósitos definidos o por ignorancia, con las falsificaciones,
imitaciones y desviaciones de lo que realmente constituye el Esoterismo auténtico, el cual,
designa el aspecto interior, tanto de las principales Doctrinas Tradicionales como de las
órdenes Iniciáticas o escuelas de Misterios. Se trata por lo tanto de un CONOCIMIENTO
INTERIOR, no aprendido, que sobre-pasa el nivel de una filosofía y de una exposición
puramente racional y discursiva, para alcanzar y poner en evidencia, o como bien se dice en
francés “mettre en lumière” (poner en luz) la Verdad Interior y alcanzar las variantes
universales donde se oculta la esencia inefable de la Verdad. Por tal razón, el punto de vista
Esotérico no puede ser admitido y comprendido sino por el “órgano” del Espíritu que es la
INTUICIÓN INTELECTUAL o el “INTELLECTO”, como lo denominaron los Escolásticos
latinos al referirse a “la evidencia interior de las causas que precede toda experiencia”. Como
puede verse, el Esoterismo en sí, no es otra cosa que la gnosis: se trata de un MODO DE
CONOCIMIENTO DIRECTO y no-discursivo. Es el suyo un dominio donde no hay más ni
oposiciones ni antinomias, ni conflictos, ni complementariedades, ni simetrías, porque el
genuino Intelecto, el NOUS de los griegos, se mueve en el orden de una unidad y de una
continuidad isomorfa con la totalidad de Lo Real. Esto fue lo que hizo afirmar a Aristóteles
que “el Intelecto es más verdadero que la ciencia”. El punto de vista Esotérico escapa por
definición a la relatividad de la razón; sin embargo, implica en su orden una certeza; certeza
que no es expresable ni imaginable, pero que sin embargo dimana conceptos únicamente
accesibles por medio de los símbolos. Esta es la razón que explica el por que de la ausencia de
dogmas en la Doctrina Iniciática Masónica. Doctrina que se “explica” únicamente por medio
del simbolismo Masónico, el cual, como es natural, no es accesible sino a algunos, es decir, a
quienes están “cualificados” para comprender el interno significado de su Esoterismo, que es
un modo de expresión mas que de exposición. Las verdades que él transmite son demasiado
elevadas y por ello extremadamente sutiles y complejas para el punto de vista del
entendimiento simplemente racional y dialéctico; razón por la cual, tales verdades no son
accesibles a la mayoría. Precisamente, el simbolismo tiene como función romper la cáscara de
olvido con que cubre la ciencia al intelecto, que es la única que rinde cuenta de la inmanencia
y de la trascendencia, es decir, de la Verdad en la cual el sujeto y el objeto coinciden: lo
esencial domina lo accidental y el Principio domina su manifestación extinguiéndola o
reintegrándola.
Este último es el prototipo de la agnosia voluntaria, razón suficiente que lo descalifica para
recibir la Iniciación. Es el ignorante que se ignora y por lo tanto es víctima de la ignorancia
absoluta. Es un ciego que sufre de una enfermedad por la cual el Espíritu es incapaz de tomar
consciencia del carácter diferente, quizás extraño pero cierto, de su Ser verdadero. Tal es la
“mentalidad” del hombre profano total, ya que el profano que sin conocer aún el Sendero
Iniciático, lo presiente, lo busca y demuestra con ello que es iniciable, está calificado para la
Iniciación porque hay en él destellos de “Sabiduría Innata”. Resumiendo lo anterior diremos
que la ignorancia absoluta es NO SABER QUE NO SE SABE. El que SABE QUE NO SABE es
el verdadero candidato a la Sabiduría, pues al menos es PHILO-SOPHOS… (Amigo de la
Sabiduría)
Quizás por causa de ignorar que no sabía, Paul Le Cour, en su “famosa” carta a René
Guénon, tratando sobre asuntos que ignoraba, obligó a Guénon, al responderle, a señalar el
error en el que incurría, advirtiéndole: “Nous écrivons pour instruire ceux qui sont aptes à
comprendre, non pour solliciter l’approbation des ignorants…”
El mismo Guénon en otro de sus libros dice: “Du reste, sur n’importe quelle question, on
ne peut exiger que tout sois également compréhensible pour tout le monde sans exception, puisqu’il y a
nécessairement des différences intellectuelles entre les hommes; ce qui ne comprennent que
partiellement sont donc bien forcés de s’en rapporter, pour le surplus, à la compétence de ceux qui
comprennent davantage. Ce n’est point là un appel à l’autorité, puisqu’il s’agit seulement de suppléer à
une insuffisance naturelle, et que nous souhaitons que chacun s’efforce d’aller par lui-même aussi loin
qu’il lui est possible ; ce n’est que la constatation d’une inégalité contre laquelle personne ne peut rien,
et qui ne se manifesta pas uniquement en ce qui concerne le domaine métaphysique »
Ahora bien, ¿cómo puede ocurrir que siendo la Masonería una ESCUELA INICIÁTICA
DE MISTERIOS (Misterios Menores, pero misterios al fin), y que por lo tanto su Enseñanza es
SIMBÓLICA y ESOTÉRICA, la mayoría de sus miembros ignora su propio Esoterismo, o lo
que es aún peor: algunos lo rechazan con ímpetu visceral, con ausencia total de adhesión y
asentimiento? Es obvio que nadie puede dedicarse o consagrarse al Conocimiento sin amarlo
y sin quererlo, tal como no se puede querer una cosa sin conocerla y sin amar su realización…
Es evidente que ese tipo de “ceguera voluntaria” ante la LUZ MASÓNICA es el fruto
de cuanto ocurrió a partir del establecimiento de la Masonería Moderna o Especulativa en
1717 y de todo cuanto sobrevino durante el resto del siglo XVIII, XIX y lo que va del presente
siglo, todo lo cual únicamente atañe a la Masonería ordinaria, especulativa.
Cada vez entraron a sus filas más y más candidatos con una invariable mentalidad
profana. Fue así como, ante la ignorancia total de los genuinos Principios y finalidades
INICIÁTICAS de la Orden, terminaron por reducirla a una organización con “fines definidos”
de los políticos de turno, en medio de puras intrigas humanas, de lucha partidista y religiosa,
que redujo a las Logias a una especie de corrillo de discusiones interminables, de lucha anti-
clerical a ultranza, en tanto que se desvanecía por total mengua el verdadero CARÁCTER
INICIÁTICO de la Orden, la cual quedó reducida a un nivel bajo de partido político, de
sindicato o de simple sociedad de mutuo-auxilio. Ese estado de cosas llegó al extremo de
convertirse en una especie de mal endémico; mal que ha llegado hasta nuestros días y ha
alcanzado una gran mayoría de Logias y Obediencias donde la Verdadera Tradición
MASÓNICA es una perfecta desconocida, reemplazada como quedó por motivaciones
totalmente ajenas a la Gran Tradición Iniciática, y confundiendo de ese modo lo
TRASCENDENTE por lo CONTINGENTE.
En ese “caldo de cultivo” que contagia a muchas Logias, surgen como hongos la
heterogenización y la anarquía propios del más organizado desorden que está en absoluta y
franca oposición con el lema por excelencia de nuestra Orden: “ORDO AB CHAO” (Hacer o
establecer el Orden del Caos). Es también así como, en lugar de que la Masonería transforme
al profano que se Inicia en ella, son los profanos los que imponen sus creencias, puntos de
vista y métodos en la Orden. Tal DESORDEN, como ya lo señalamos, comenzó en la
Masonería Especulativa en los siglos XVIII y XIX; siglos que muy rimbombantemente fueron
llamados “siglos de las luces”; entendiendo por ello sus “definidores” de entonces (y de hoy),
las “luces intelectuales de la diosa razón”. Es la época del “Síndrome Enciclopédico”, de la
difusión y disfunción del materialismo, del cartesianismo, del idealismo y de muchos otros
“ismos” A LA MODE, que, junto con la idea fija de las mal llamadas “doctrinas iluministas”,
de la Filosofía Natural que exaltaba a la Lógica como la “máquina pensante” a manera de una
pre-cibernética para todo el mundo sin distinción, con evidente detrimento de las legítimas
aspiraciones y derechos del ser individual. Quizás por eso fue que ZACARÍAS WERNER dijo:
“Es preciso que el pueblo no sea aclarado (aufgeklart), sino clarificado (abgeklart)”. (Cf.
“WERNWER ET L’ESOTERISME MAÇONNIQUE”, La Haya-Paris, Edit. MOUTON, págs, 88,
1962).
Ya para 1785, la Sociedad de Weishaupt comenzó su franca declinación, y para finas del
siglo dejó de existir. Como consecuencia de esos acontecimientos, las palabras ILUMINADO e
ILUMINISMO llegaron a ser muy subestimadas y hasta odiadas, especialmente por parte de
la Iglesia Católica, para la cual, la palabra ILUMINADO, con un simplismo bien calculado,
esa sinónimo de racionalista, político extremista y miembro de una sociedad secreta.
“MARTINECISMO Y MARTINISMO”
« Parmi les différents rites dont se sont occupés, des temps immémorial, les maçons les
plus instruits et les plus pénétrés de la persuasion intima que leur persévérance en nos
Travaux doit accroître la somme de leurs connaissances, et les faire parvenir aux Hauts-
Sciences, le Rite des « ELUS-COHEN » est celui qui a conquis le plus d’élèves, et conservé
avec le plus de soin le secret de ses Mystérieux Travaux. »
Tal apreciación, proveniente de una Obediencia Masónica que jamás ha pasado por
Esotérica y que llegó hasta borrar de sus Rituales la invocación al GADU, que se
deslizó abiertamente de la filosofía ecléctica a la política pura, tiene tanto más valor aún. Así
lo reconoce el IlHRobert Ambelain en su obra “LE MARTINISME”, pág. 17. (Editions
NICALUS, Paris, 1946).
No es de extrañar por lo tanto que de todas las diferentes Órdenes de Masonería que
aparecieron en Francia y en toda Europa en el siglo XVIII, ninguna haya tenido una influencia
comparable a la de los “ELECTOS-COHEN” o “CHEVALIERS MAÇONS ELU-COHENS DE
L´UNIVERS”, fundada por MARTÍNEZ DE PASQUALLY en 1767.
«Les Quatre Portes du temple étant ouvertes, par le pouvoir du Grand Architecte de l’Univers et de
Charles Stuard, Roy d’Ecosse, d’Irlande et d’Angleterre, grand Maitre de toutes les Loges répandues
sur la surface de la terre, La Loge de Stuard ayant constitutions dans la province d’Aix en France, le
20 Mai 1738, en vertu de notre pouvoir et autorité, nous Grand-maître de la Maçonnerie d’Ecosse,
d’Irlande et d’Angleterre, avons confié notre droit et pouvoir de Grand Maître de Loge a notre
Respectable Maître Don Martinez Pasquallis, Ecuyer, âgé de soixante sept ans, natif de la ville
d’Alicante, en Espagne, afin qu’il puisse diriger et construire en paix sour toute la surface de la Terre
un Temple au grand Architecte, l’ayant constitué a cet effet et le constituant en vertu de notre pourvoir
bon et valable. Amen.Amen.Amen. Nous, Grand Maître de la Loge de Stuard, donnons ordre à notre
Député Grand-maître de diriger nos ouvrages et ceux de Puissant Maître Joachim Don Martínez de
Pasquallis son fils aîné, âgé de vingt-huit ans, natif de la ville de Grenoble en France, et que cette même
Constitution et Patente il lui remettra dans la forme ordinaire avant sa mort ou à sa bonne volonté,
afin qu’il puisse jouir et servir de son droit le pouvoir, ayant publié cette Constitution et Patente de
Grand-Maître de la Loge Stuard, le 20 mai en la Grand-Loge de l’Orient et en 1758. » (Cf. G. Van
Rijnberk : « MARTINES DE PAQUALLY », Tomo II, págs. 56 y 57). Para entonces, el padre de
Martínez tenía 67 años de edad.
« Martínez de Pasqually passa asa vie à enseigner aux maçons français des Obédiences
Ordinaires (et que erraient de systèmes philosophiques en systèmes), et cela sous l’aspect
extérieur d’un Rite Maçonnique ordinaire, un véritable enseignement Initiatique,
susceptible de revêtir l’aspect d’une Théodicée, d’une Cosmogonie, d’une philosophie. »
« A fin d’avoir des éléments déjà à demiformés à une certaine discipline, intellectuelle et
matérielle, il n’acceptai en son Ordre que des Maçons réguliers titulaires du grade de
«Maître» (troisième degré). Mais d’autre part, comme il arrivait que des éléments de
grand intérêt, lui parvissent par le canal de vie «profane», il établie, à la base de son
système, une transmission préalable suffisamment rapide des trois degrés de la
Maçonnerie ordinaire (Maçonnerie bleu ou de «Saint Jean»). En fait, on le comprendra
par la suite, la raison secrète de cette affiliation préalable à la maîtrise maçonnique résidait
dans la fait que son école reposait sur la même légende, le même mythe, que la Franc-
Maçonnerie. De la légende d’Hiram, présentée sans commentaires sans aucune allusion à
son ésotérisme, Martínez de Pasqually donnait une explication trascendentale, ossature de
son système théogonique. Mais il la donnait dans les classes supérieures de l’Ordre sous ce
second aspect, laissant aux trois dégrée inférieurs ordinaires la présentation légendaire,
commune à toutes les obédiences.»
En virtud de la patente Masónica que había recibido del Gran Maestro de la Logia de
Stuard a través de su padre, Martínez funda en 1754 en Montpellier el Capítulo de “Los
Jueces Escoceses”. Durante los años 1755 a 1761 viaja por toda Francia escogiendo candidatos
calificados y en 1764 la Logia “La Perfection Elue Ecossaise” se convierte en la LOGIA
MADRE Cohen, posteriormente denominada “La Française Elue-Ecossaise”. El 1º de febrero
de 1765 la Gran Logia de Francia reconoció a esta Logia y le entregó la Carta Patente que la
admitía como inscrita bajo su Obediencia.
René Guenón atribuye este vuelco hacia el Misticismo por parte de Saint-Martín, a la
consecuencia de una falla de algún género en relación con las cualificaciones iniciáticas
requeridas para realizar la Iniciación efectivas. También contribuyó mucho en el cambio de
actitud y de parecer de Saint-Martín su intelectualismo exagerado y la lectura de obras de
Jacobo Boheme y de Swedenborg, lo que demuestra que no era un “convencido” de su Vía y
cambiaba de opinión por efecto de simples lecturas…. Esto parece ser muy cierto, por cuanto
ya a la edad de 50 años (1793), Saint-Martín volvió su pensamiento hacia la escuela COHEN
de Martínez de Pasqually, la cual él había abandonado muy a la ligera. En su carta al Barón
de LIEBISDORF, el 1º de Julio de 1796, le confiesa:”Martínez de Pasqually tenía la CLAVE
ACTIVA de lo que Jacobo Boheme expone en sus teorías, pero no nos creía en disposición de
realizar estas altas verdades”. Aunque es cierto el dicho jurídico de que “a confesión de la
parte, relevo de pruebas”, no obstante, ya era demasiado tarde para una rectificación: el
maestro Martínez de Pasqually había fallecido….
Las Ordenes Esotéricas, como los seres humanos, tienen sus ciclos de nacimiento,
crecimiento, vida y desaparición física. Sin embargo, únicamente hay un “cambio de nombre”
porque quienes fueron debidamente Iniciados en la Orden Original, constituyen el “hilo
continuador” que mantiene ininterrumpida la Gran Cadena Iniciática. Como el FÉNIX, ella
vuelve a RE-nacer con su “nuevo nombre” y con nuevos componentes humanos que habrán
de continuar indefinidamente la Milenaria Tradición de los Genuinos MISTERIOS
INICIATIVOS DE OCCIDENTE. Así ocurrió en un remoto pasado, ocurre en el presente y
ocurrirá fatalmente en los tiempos que están por venir…. La manifestación actual de ese
IMPULSO ESPIRITUAL se conoce en los medios de la Tradición Masónica Esotérica como
“EL RETORNO DE HENOCH”…. Con éste título será publicado dentro de pocos meses un
libro que escribí sobre el tema específico de la Iniciación Occidental. Será publicado por
ÉDITIONS TÉLÈTES, 51 rue la Condamine, 75017 PARIS.
Es indudable que nadie puede mostrar a otro la Luz masónica si ese otro es incapaz de
percibirla internamente. Quizás fue por eso que el QH JORGE ADOUM (además de
Masón era un alto grado de los DRUSOS del Líbano) se lamentaba diciendo: “Algunos
Masones son como los camellos del desierto: se mueren de sed cargados de agua…”.
Mientras el individuo no esté dispuesto a cambiar, nadie más podrá lograrlo. Y nadie
podrá convencer a quién no esté ya convencido. La percepción de la Verdad no está al alcance
de quienes se cierran a todas las posibilidades de comprensión, quien no posee ya de
antemano esa “segunda naturaleza”, permanecerá siendo un profano a pesar de todas las
Iniciaciones simbólicas que haya podido recibir. Nadie puede legítimamente, impunemente,
negar la Verdad bajo el pretexto de que no le interesa, ya que el hecho de ser rechazada y
hasta despreciada, no le hace perder su valor: el perdedor es quien la rechaza…. ¡La Verdad
es totalmente independiente de nuestra disposición o predisposición a admitirla o a
rechazarla, porque la Verdad ES, no se discute…!
Para quien está maduro para la comprensión de las Grandes Verdades Eternas, apenas
son necesarias algunas palabras, ligeras alusiones o vestigios de Enseñanza, porque él, en su
silencio interior recibe la Verdad y la reconoce: solo le basta silenciar los sentidos externos
para escuchar la voz interior; y aunque se le hable en metáforas o se le enseñe por medio se
símbolos y de analogías, el los tomará como lo que son: un medio adecuado para expresar lo
que para muchos otros resulta ser un enigma.