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La Termodinámica trata del estudio de la energía, sus formas y transformaciones, así como sus
interacciones con la materia1. Básicamente es una ciencia que trata sobre la conversión de energía calorífica
en trabajo. La energía es imprescindible para la vida. Consumir energía es sinónimo de actividad,
transformación, y progreso. Este progreso ha venido en parte como resultado del desarrollo de la ciencia y de
las aplicaciones termodinámicas, creciendo nuestra habilidad para obtener energía, transformarla y emplearla
convenientemente. En sus orígenes, la Termodinámica surgió del estudio de la producción de trabajo mecánico
a partir de fuentes de calor, centrándose en el estudio y desarrollo de las máquinas térmicas. Actualmente es una
disciplina que interviene en amplios dominios de la Física, desde la Ingeniería a la Biología o la Meteorología.
Dada su generalidad, la Termodinámica es la ciencia básica que se puede aplicar al estudio de numerosos temas,
como son: la transferencia de calor, la mecánica de fluidos, el estudio de las plantas de potencia (combustibles
fósiles, fisión nuclear, fusión nuclear, energía solar, geotérmica, etc.), las máquinas (de vapor, de gasolina,
diesel, turbinas de gas, etc.), el acondicionamiento del aire (que incluye sistemas de calefacción y refrigeración),
el diseño de equipos electrónicos, el comportamiento químico de los semiconductores, el diseño de equipos
mecánicos (lubricación de cojinetes, frenos, etc.) y un largo etcétera. De la aplicación de sus principios,
aprenderemos a conocer cómo se producen las transferencias de energía, de qué dependen y cómo influyen en
el comportamiento de los sistemas, y aún más, obtendremos información sobre la posibilidad de mejorar la
eficiencia de los procesos y cómo hacerlo. Estos aspectos son muy importantes en una sociedad cuyo gran
consumo de energía está influyendo de forma negativa en el medio ambiente.
Podemos decir, de forma general, que es objeto de la Termodinámica todo aquel proceso en el que
intervenga la energía en sus múltiples formas, como energía en tránsito o como energía almacenada. El estudio
de la Termodinámica nos proporciona una base sólida para el análisis de fenómenos desde un punto de vista
energético.
En general, el estudio de cualquier disciplina científica comienza con la definición de aquellos conceptos
que se emplean posteriormente para enunciar los Principios fundamentales.
Un sistema termodinámico puede intercambiar con sus alrededores, a través de sus paredes, energía (en
forma de trabajo y calor) y materia. Todas las transferencias de masa y energía entre el sistema y su entorno son
valoradas en la frontera. En la tabla 1 se resumen los tipos de paredes más frecuentes en los sistemas
termodinámicos.
Decimos que un sistema termodinámico es aislado cuando no intercambia energía ni materia con sus
alrededores, es decir, un sistema aislado es aquél que no interactúa con su entorno.
Las propiedades termodinámicas pueden dividirse en dos categorías: intensivas y extensivas. Las
magnitudes que dependen del tamaño del sistema, tales como la masa, el volumen o la energía interna son
variables extensivas. Las variables intensivas, como la densidad, la temperatura o la presión, no dependen de
la masa del sistema. El cociente entre dos propiedades extensivas de un sistema homogéneo4 es una propiedad
intensiva. Así, si el valor de una propiedad extensiva se divide por la masa del sistema, obtenemos una nueva
propiedad que es intensiva y que se denomina específica. Por ejemplo, al dividir la variable extensiva volumen
por la masa del sistema obtenemos el volumen específico, que es la magnitud inversa de la densidad D.
V 1
v= = [11.1]
m ρ
Desde el punto de vista de la nomenclatura empleada, la variable extensiva se representará con letra
mayúscula y su correspondiente magnitud intensiva, con minúscula5.
Las propiedades termodinámicas son función de estado. Esto significa que las variaciones que
experimenta dicha propiedad son independientes del proceso que conecta los estados inicial y final y queda
perfectamente definida conociendo dichos estados. Como ejemplo de variables de estado tenemos la
temperatura, la presión o el volumen. Matemáticamente hablando esto significa que la diferencial de una función
de estado es una diferencial exacta6. Llamaremos función de proceso a aquellas magnitudes cuyas variaciones
dependen del proceso seguido para ir desde el estado inicial al estado final. Una función de proceso no queda
definida con sólo conocer las propiedades en el estado inicial y final, sino que se necesita conocer el proceso
seguido. El calor y el trabajo son funciones de proceso. El calor que se absorbe o se desprende para ir desde un
estado concreto a otro depende del proceso seguido. La diferencial de una función de proceso es inexacta7.
La experiencia nos dice que no todas las propiedades que describen un sistema son independientes. De
hecho basta conocer los valores de un pequeño número de ellas para definir el estado en el que se encuentra el
3
Hay que tener en cuenta que no todas las magnitudes son propiedades.
4
Un sistema es homogéneo cuando sus propiedades fisicoquímicas son las mismas en cualquier punto del mismo.
5
Sólo tendremos la excepción de la temperatura, que simbolizaremos por T, aunque sea una variable intensiva.
6
La simbolizaremos con la letra “d”. Por ejemplo: dT.
7
La simbolizaremos con la letra griega “*”. Por ejemplo: *W.
Para conocer qué valor tienen las propiedades termodinámicas tendremos que medir y para eso
necesitamos que el sistema esté razonablemente “tranquilo”. Esa tranquilidad la vamos a llamar equilibrio
termodinámico. Formalmente diremos que un sistema está en equilibrio termodinámico cuando su estado no
cambia. Esto significa que todas sus propiedades termodinámicas tienen un valor constante e independiente del
tiempo. Para que esto ocurra el sistema no puede tener, en ese momento, ningún tipo de interacción con su
entorno. Por tanto, para poder conocer el estado de un Sistema, éste tiene que encontrarse en equilibrio
termodinámico ya que de lo contrario no podríamos conocer el valor exacto de las variables que definen su
estado8.
Cuando un sistema homogéneo está en equilibrio termodinámico, entre sus variables termodinámicas
existe una relación matemática que se denomina ecuación de estado. Todo sistema termodinámico tiene su
propia ecuación de estado, aunque en algunos casos su forma puede ser tan complicada que no sea posible
explicarla por medio de funciones matemáticas sencillas. Una ecuación de estado se determina mediante la
experimentación y no es consecuencia de una teoría deducida a partir de la propia Termodinámica, sino que
constituye de ordinario una adición experimental a ella. Por tanto, tiene la validez propia del rango en que se
midieron las propiedades termodinámicas. Fuera de este intervalo puede resultar válida otra ecuación distinta.
De esta manera podemos ir de un estado inicial a otro final mediante una sucesión de estados de equilibrio
y, por tanto, conocer el valor de las propiedades termodinámicas en cualquier instante del proceso.
Evidentemente, en los procesos reales son inevitables las situaciones de no equilibrio. Las transformaciones
8
Por este motivo a la Termodinámica Clásica también se la conoce como Termodinámica del equilibrio, pues estudia los Sistemas
en estado de equilibrio, así como los cambios de un estado de equilibrio a otro.
• Es infinitamente lento.
• El rendimiento de la transformación es superior a cualquier otro que se realice por vía irreversible.
Diremos que un proceso es reversible cuando puede invertirse, por cualquier medio posible, sin dejar
cambios ni en el sistema ni en el entorno. Por tanto, en cualquier momento del proceso podemos invertirlo y
volver al estado inicial, volviendo a pasar tanto el sistema como su entorno por los estados por los que pasaron
durante el proceso directo. Todas las transformaciones energéticas del proceso reversible se pueden invertir en
dirección sin modificar ni su forma ni su cantidad. De la definición de proceso reversible se deduce que es
condición imprescindible que sea cuasiestático.
Todo proceso que no es reversible se conoce como irreversible, es decir es un proceso en el que sus
estados intermedios no son estados de equilibrio.
Todos los procesos reales son irreversibles. El interés de los procesos reversibles radica en que se pueden
emplear como modelos ideales para compararlos con los procesos reales. Los procesos reversibles pueden
aproximarse por medio de dispositivos reales aunque nunca pueden alcanzarse.
Un ciclo será reversible cuando todos los procesos que lo forman sean reversibles; si alguno de ellos no
lo es, el ciclo es irreversible.
Para definir una escala de temperaturas se asignan valores numéricos a temperaturas que sean fácilmente
reproducibles con precisión, que se llaman puntos fijos. Existen varias escalas de temperatura, que se
diferencian en que utilizan puntos fijos distintos, aunque históricamente la más conocida es la escala Celsius.
9
A una variable dependiente de la temperatura se la denomina variable termométrica.
En el sistema internacional de unidades, (SI), se utiliza para medir temperaturas la escala Kelvin, también
llamada escala absoluta de temperaturas. Esta escala utiliza como punto fijo el punto triple del agua que es el
punto donde coexisten en equilibrio termodinámico el vapor, el agua líquida y el hielo. A este estado se le asigna
de forma arbitraría el valor 273,16 K. En esta escala el punto de hielo vale 273,15 K y el punto de vapor
373,15 K. La diferencia entre estos puntos es 100 K, exactamente la misma que hay entre estos dos puntos fijos
en la escala Celsius. Ésta es la razón por la que un grado Celsius es totalmente equivalente a un Kelvin10.
Escalas usuales de temperatura Kelvin (K) Celsius (ºC) Fahrenheit(ºF) Rankine (R)
Punto de fusión del hielo a 1 atm 273,15 0 32 491,67
Punto de ebullición del agua a 1 atm 373,15 100 212 671,67
Punto triple del agua 273,16 0,01 32,018 491,688
Podemos transformar los valores de temperatura medida en una escala en valores de otra escala. Para ello,
sólo hay que tener en cuenta los datos de la tabla anterior. Sin embargo, lo más usual es tener que transformar
temperaturas medidas en grados Celsius en Kelvin o viceversa. Además, como en los países de habla inglesa
se suele utilizar la escala Fahrenheit, también puede resultar usual la transformación de temperaturas medidas
en grados Fahrenheit a su valor en grados Celsius o viceversa. Las expresiones de estas conversiones son las
siguientes:
T ( K ) = t ( ºC ) + 273,15 ⇔ t ( ºC ) = T ( K ) − 273,15
t ( ºF ) − 32
t ( ºF ) = 1,8 × t ( ºC ) + 32 ⇔ t ( ºC ) =
1,8
donde " se denomina coeficiente de dilatación lineal, cuya unidad en el SI de unidades es el K!1 o el ºC!1. La
expresión [11.2] también puede usarse en caso de variación infinitesimal de temperatura y de longitud. Es decir:
dL = α LdT [11.2a]
10
Obsérvese que se escribe K y se lee Kelvin. Es incorrecto escribir ºK o leer grado Kelvin.
Aunque el coeficiente " de sólidos y líquidos apenas varía con la presión, sí puede variar con la
temperatura. No obstante, en la mayoría de casos se consigue un nivel de exactitud aceptable utilizando el valor
medio en un amplio intervalo de temperatura.
1 dV
β= [11.4]
V dT p
Es interesante mencionar que el comportamiento del agua a temperaturas comprendidas entre 0ºC y 4ºC
es una excepción muy importante. Al aumentar la temperatura desde 0ºC el agua sufre una contracción, en lugar
de una dilatación. Sin embargo, a partir de 4ºC el agua recupera la tendencia habitual de expandirse al aumentar
la temperatura. Es decir, la densidad del agua líquida es máxima (1 g/mL) a una temperatura de 4ºC. Este hecho
hace, por ejemplo, que al enfriarse un lago el hielo comience a producirse en su superficie, creando una capa
que actúa como aislante térmico que demora, e incluso evita, la congelación de todo el volumen del lago,
permitiendo la conservación de la vida acuática existente.
Entre los distintos sistemas termodinámicos que pueden ser descritos mediante un sistema simple pvT,
las sustancias en forma de vapor (gas) tienen especial interés en Termodinámica, debido a su empleo como
sustancia de trabajo en máquinas térmicas y frigoríficas. Para un sistema dado no existe una ecuación de estado
única que relacione las variables termodinámicas en un amplio rango de valores de las mismas. Sin embargo,
muchos gases que son familiares para nosotros, aire, oxígeno, nitrógeno, dióxido de carbono, etc. se comportan
siguiendo lo que llamamos modelo de gas ideal. Este comportamiento es el que siguen los gases que tienen una
densidad baja11. En general, un gas real se va aproximando al comportamiento ideal según disminuye su presión
y aumenta su temperatura.
La característica que más nos interesa, de momento, de los gases que siguen este modelo es su ecuación
de estado, que está basada en dos leyes experimentales (empíricas), junto con las consideraciones de Avogadro.
La ley de Boyle-Mariotte, (1660), establece que el volumen de un gas varía de forma inversamente
proporcional a la presión, si la temperatura permanece constante. Es decir:
11
En el modelo de gas ideal no existen interacciones entre sus moléculas. Esto ocurre cuando la densidad del gas es baja.
V
V = T ⋅ Cte ' ⇒ = Cte ' [Ley de Gay-Lussac]
T
Finalmente Avogadro llegó a la conclusión experimental de que volúmenes iguales de gases diferentes,
a la misma presión y temperatura, contienen el mismo número de moléculas y además que en un mol de
cualquier sustancia existe el mismo número de moléculas, al que se conoce como número de Avogadro, cuyo
valor es: NA = 6,022A1023 moléculas/mol.
pV
= n Cte "
T
Considerando el hecho experimental de que 1 mol de cualquier gas, a una presión de 1 atm y una
temperatura de 0ºC (273,15 K), ocupa un volumen de 22,4 L podemos obtener el valor de la constante.
La ecuación de estado anterior puede también expresarse en función de la variable intensiva volumen
específico (v) como pv = rT, donde r es la constante específica de cada gas y se obtiene dividiendo R por la masa
molecular (Mm).12
R
r= [11.7]
Mm
Por supuesto, no existe ningún gas que cumpla exactamente estas condiciones. El gas ideal es un modelo.
El hecho de que un gas pueda considerarse ideal depende del error que aceptemos como admisible. Muchos
gases a presiones bajas y temperaturas superior o igual a la temperatura ambiente siguen la ecuación de estado
de un gas ideal con error inferior al 1%.
Una sustancia pura es aquélla cuya composición química es homogénea. Una sustancia pura no tiene
por qué estar constituida por un único compuesto químico. Una mezcla de gases, por ejemplo, puede
12
Recuerda que el número de moles es el cociente entre la masa y la masa molecular.
Definimos fase como un sistema de composición química y propiedades físicas homogéneas (propiedades
intensivas uniformes) limitado por una superficie, llamada frontera de fase o interfase, a través de la cual las
propiedades físicas cambian bruscamente. Así, por ejemplo, si tenemos un cubito de hielo inmerso en un vaso
de agua líquida, la interfase entre la fase sólida y la líquida del sistema es la superficie del cubito de hielo. Tanto
el cubito de hielo como el agua líquida son partes homogéneas del sistema que tienen la misma composición
química (H2O), sin embargo, cada una de estas partes del sistema tiene propiedades físicas diferentes. Por
ejemplo, la densidad de la fase sólida es menor a la de la fase líquida. El conjunto de propiedades intensivas
debe ser el mismo en toda la fase.
Las fases más conocidas, por su abundancia, son la sólida, líquida y gaseosa. Un sólido se caracteriza por
tener un tamaño y forma fijos. Un líquido adopta la forma del recipiente que lo contiene teniendo un volumen
fijo. Un gas llenará todo volumen del recipiente que lo encierra. Una sustancia puede tener diferentes fases
dentro de estas fases principales que hemos enunciado. Por ejemplo, el azufre a temperatura ambiente puede
estar en tres fases sólidas que se diferencian entre sí porque tienen estructuras cristalinas diferentes (la
monoclínica, romboidal y amorfa). El carbono puede existir también en dos fases sólidas diferentes que son el
grafito y el diamante. Ambas fases del carbono tienen la misma composición química (carbono) pero se
diferencian en su estructura cristalina y en otras propiedades físicas (color, dureza, etc.). Otro ejemplo es el helio
que tiene dos fases líquidas diferentes.
No hay que confundir el concepto de mezcla con el de un sistema formado por dos fases. Por ejemplo,
una mezcla de oxígeno y nitrógeno constituye una fase gaseosa. Las moléculas de ambos gases se mezclan
homogéneamente ocupando todo el volumen del recipiente que las contiene, siendo imposible diferenciar entre
cada uno de sus componentes. Si mezclamos agua y alcohol (líquidos miscibles) y agitamos fuertemente se
forma una mezcla que tiene las mismas propiedades físicas sea cual sea la zona que consideremos del volumen
total. Por tanto, tenemos una fase única. Sin embargo, si mezclamos agua y aceite y agitamos fuertemente
tendremos un sistema formado por gotitas de aceite emulsionadas en agua. Estos líquidos son inmiscibles y no
forman un sistema homogéneo. Según la zona que escojamos del volumen total las propiedades físicas son
diferentes. Tenemos un sistema formado por dos partes homogéneas y de propiedades bien diferenciadas. Es
decir, existen dos fases.
Cuando una sustancia se encuentra en dos fases que coexisten en equilibrio, la presión y la temperatura
tienen un valor concreto. Si cualquiera de estas dos propiedades cambiara sin variar la otra podríamos asegurar
que una de las dos fases no existe. A cualquier temperatura sólo existe una presión correspondiente en la que
las dos fases coexisten en equilibrio. De igual forma si las dos fases existen a una presión dada, la temperatura
del sistema tiene un valor concreto y no otro. Es decir, tanto la presión como la temperatura son propiedades
dependientes en el caso de un equilibrio de fases.
Se conoce por condiciones de saturación aquéllas bajo las cuales dos o más fases de una sustancia pura
están en equilibrio. La presión y la temperatura se conocen como presión de saturación y temperatura de
saturación, respectivamente. A cualquiera de las fases que estén bajo las condiciones de saturación se le llama
fase saturada. Es importante indicar en este punto que no es necesario que coexistan las dos fases para decir que
una fase está saturada.
A modo de ejemplo del equilibrio de dos fases de una sustancia pura consideremos el caso del amoniaco.
El amoniaco gaseoso (una fase única) puede existir como tal a 25ºC bajo una presión cualquiera, siempre que
sea inferior a 10 atm. El amoniaco en fase líquida puede existir a 25ºC, siempre y cuando la presión sea superior
a 10 atm. La única presión a la que pueden coexistir ambas fases, si la temperatura es de 25ºC, es a la de 10 atm.
Figura 6
Si intentamos seguir aumentando la presión veremos que no se puede hasta que no haya pasado todo el
vapor de amoniaco a la fase líquida. Es decir, durante el proceso de cambio de fase la presión y la temperatura
permanecen constantes. Una vez que todo el amoniaco está en fase líquida entonces podremos continuar
aumentando la presión.
Veamos otro ejemplo de cambio de fase más familiar. Supongamos un dispositivo cilindro-pistón que
contiene agua en fase líquida a 25ºC y una presión de 1 atm. Evidentemente en estas condiciones el agua está
lejos de poder pasar a estado vapor, y se dice que es un líquido comprimido o subenfriado. Pongamos un
mechero debajo del cilindro-pistón y comencemos a proporcionar energía térmica al sistema agua. Conforme
se va calentando el agua empieza a sufrir cierta expansión con lo que el émbolo comenzará a elevarse. Durante
este proceso de calentamiento la presión del agua permanece constante a 1 atm y seguimos teniendo agua
comprimida. Llegará un momento en el que se habrá transferido tal cantidad de calor al agua líquida que su
temperatura será de 100ºC. En este preciso instante, por muy pequeña cantidad de calor que le demos al agua
ésta comenzará a evaporarse. A este agua líquida que está a punto de sufrir un cambio de fase a vapor se le
conoce como líquido saturado. Conforme sigamos proporcionando calor se irá produciendo un cambio de fase
de líquido a gas. Durante este proceso, tanto la presión como la temperatura permanecerán constantes a 1 atm
y 100ºC, respectivamente, siendo éstas las condiciones de saturación líquido-vapor. Si le proporcionamos al
cilindro-pistón la suficiente cantidad de calor toda el agua líquida podrá pasar a vapor. Posteriormente, el vapor
podrá aumentar su temperatura a valores superiores a 100ºC y diremos, en este caso, que tenemos un vapor
sobrecalentado, que es un vapor que está lejos de pasar a la fase líquida. Por otra parte, podemos retirar el
mechero del cilindro y observaríamos que el vapor comienza a pasar a estado líquido. Un vapor que está a punto
de sufrir un cambio de fase a líquido recibe el nombre de vapor saturado.
• La solidificación es el paso de líquido a sólido. Para una sustancia pura el punto de fusión coincide con
el punto de solidificación.
Diagrama p!T
Las variaciones en las propiedades durante los procesos de cambio de fase se estudian y se comprenden
más fácilmente si se representan gráficamente las propiedades en los llamados diagramas de propiedades. Vamos
a comenzar por el diagrama p!T para una sustancia pura (Figura 7). En este diagrama se representan aquellas
parejas de valores de presión y temperatura para las cuales pueden coexistir dos fases diferentes de una sustancia
pura. En estos diagramas aparecen las fases separadas entre sí por tres líneas. La línea que une aquellos puntos
en los que coexisten las fases líquido!vapor constituye la línea de vaporización; la línea que une los puntos en
los que pueden coexistir las fases líquido!sólido es la línea de fusión y la línea que separa las fases
vapor!sólido es la línea de sublimación. En estos diagramas cada área corresponde a los intervalos de presión
y temperatura en los que existe una sola fase. Este diagrama p!T también se conoce como diagrama de fases
de una sustancia pura, ya que aparecen las tres fases de la misma.
La intersección de las tres líneas de fusión, vaporización y sublimación dan lugar a un punto conocido
como punto triple, y es aquella pareja de presión y temperatura a la que pueden coexistir las tres fases
simultáneamente: sólido, líquido y vapor. Si la sustancia puede existir en más de tres fases diferentes tendrá más
de un punto triple. Al ir aumentando la presión y la temperatura, el volumen específico del líquido saturado se
incrementa y disminuye el del vapor saturado, de forma que al final de la línea de vaporización son iguales y
el líquido y el vapor son indistinguibles entre sí. Este punto es el punto crítico. La presión y la temperatura
crítica son los valores de la presión y la temperatura máximas a las que las fases líquida y vapor distinguibles
pueden coexistir en equilibrio.
Toda la región a la derecha de la línea de vapor saturado corresponde al vapor sobrecalentado. En este
diagrama p!v las mezclas bifásicas están representadas por áreas mientras que en un diagrama p!T venían
representadas por puntos. De esta forma el punto triple en un diagrama p!v viene dado por una línea triple. El
área encerrada en la zona acda corresponde a la mezcla líquido-vapor, es decir, al vapor húmedo. Todos los
estados del vapor húmedo contenidos en esta región eran puntos en la línea de vaporización del diagrama p!T
comprendidos entre el punto triple y el punto crítico.
Los puntos de la línea ef corresponden a estados de sólido saturado mientras que el líquido saturado en
el punto de congelación está situado en la línea ag. El área encerrada entre los puntos agfea corresponden a
mezclas bifásicas sólido-líquido. Estos estados eran puntos de la línea de fusión en un diagrama p-T. Finalmente,
la zona encerrada entre los puntos oedb corresponden a mezclas sólido-vapor, siendo estas mezclas puntos en
la línea de sublimación de un diagrama p-T. La línea oe corresponde al sólido saturado y la db representa al
vapor saturado. Las líneas punteadas que aparecen en el diagrama p-v corresponden a isotermas, las cuales
coinciden con las isóbaras en las zonas bifásicas.
Supongamos que tenemos un vapor sobrecalentado representado por el punto 1 en el diagrama. Si este
vapor lo comprimimos isotérmicamente su volumen comenzará a disminuir lentamente. Cuando la presión del
vapor alcance el valor de la presión de saturación correspondiente a la temperatura a la que se encuentra el
vapor, tendremos vapor saturado (punto 2). Si mediante algún mecanismo conseguimos eliminar calor del
sistema comenzarán a parecer gotas de líquido dentro del vapor, estará teniendo lugar el cambio de fase.
Posteriores eliminaciones de energía térmica harán que el vapor húmedo se vaya enriqueciendo en fase líquida
y empobreciendo en fase vapor. Durante este proceso la presión y la temperatura permanecerán constantes. Al
llegar al punto 3 todo el vapor habrá pasado a líquido saturado. Si proseguimos la compresión isotérmica el
líquido saturado irá disminuyendo su volumen de forma más rápida que en el caso de la fase vapor. Alcanzado
un valor dado de presión (la presión de saturación para la congelación) nos encontraremos de nuevo en una línea
de saturación, en este caso la del cambio de fase de líquido a sólido. Si enfriamos el líquido saturado en la línea
de congelación empezarán a parecer pequeños cristales en su interior. Este cambio de fase de sólido y líquido
también ocurre de forma isóbara e isoterma. Cuando todo el líquido haya pasado a fase sólida tendremos sólido
saturado.