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8 TIPS PARA RECIBIR MAS REVELACIÓN DE DIOS

Bill Johnson
Muchas personas me piden que ore por ellas para que reciban una mayor
revelación de las Escrituras. Si bien siempre es un honor bendecir a alguien
a través de la oración, poco se entiende cómo viene la revelación o sobre
quién viene. Una de las más grandes alegrías en mi vida es oír la voz de
Dios. No es difícil, pero hay un costo que viene con la impartición.

La siguiente es una lista de consejos prácticos para aquellos que quieren


obtener mayor revelación de Dios.

1.- Conviértete en niño


La sencillez y humildad de corazón ayudan a una persona a escuchar a
Dios, mientras que el deseo de ser “profundo” es un deseo desperdiciado.
Lo que muchos descubren después de años de enseñanzas es que la
palabra que es simple es a menudo la palabra más profunda. “En aquel
tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la
tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y
las revelaste a los niños.” (Mateo 11:25)

2.- Obedece lo que ya sabes


Jesús enseñó a quienes lo seguían, “El que quiera hacer la voluntad de
Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia
autoridad” (Juan 7:17).
“El que quiera…conocerá” – Claridad viene sobre aquel dispuesto a hacer
la voluntad de Dios. La voluntad de obedecer atrae la revelación, porque
dado que Dios es el mejor administrador, sólo invierte sus tesoros en un
terreno fértil: un corazón rendido a Él.

3.- Aprende el arte bíblico de la meditación


“De noche me acordaré de mi canción; En mi corazón meditaré, Y mi
espíritu indaga” (Salmos 77:6)
La meditación bíblica es una búsqueda diligente. Las sectas ocultistas
enseñan a las personas a vaciar sus mentes como medio de meditación,
pero la biblia nos enseña a llenar nuestras mentes con la palabra de Dios.
La meditación la realiza un corazón tranquilo y una mente “dirigida”.

Saborear la palabra en nuestro interior, mediante la “búsqueda curiosa” que


brota de ese “corazón de niño”, eso es meditación.

4.- Vive por fe.


Vivir por fe en aquello a que Dios me ha llamado a hacer en el presente me
califica para recibir más. “El dios de este mundo ha cegado la mente de
estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo,
el cual es la imagen de Dios.” (2 Corintios 4:4). Observa que la luz del
evangelio viene a la persona que cree. Revelación viene sobre aquel que
expresa fe. Vive con el entendimiento de que Dios ya ha decidido revelarte
sus misterios (Mateo 13:11) y pide conforme a eso. Así que agradécele por
adelantando.

5.- Adquiere un corazón entendido


Este tipo de corazón tiene los fundamentos apropiados para que algo sea
construido sobre él. Esto se refiere a los conceptos básicos del Rey y de
su reino. Los cimientos apropiados atraen al constructor (El revelador) para
venir y construir sobre esos cimientos. “Pero para el entendido, el
conocimiento es cosa fácil”. (Proverbios 14:6).
Dios sabiamente entrega una revelación fresca a aquellos que tie nen los
principios básicos en su lugar. Cuando la revelación viene, el corazón
entendido tiene una ranura en donde guardarla. No se pierde como las
semillas esparcidas por el suelo.

6.- Entrégale a Dios tus noches


Intento terminar cada día con los deseos y afectos de mi corazón dirigidos
hacia el Espíritu Santo. Qué manera tan asombrosa de ir a dormir. Cantar
de los cantares dice esto poéticamente: “Yo duermo, pero mi corazón está
despierto”(Cantares 5:2). A Dios le encanta visitarnos en la noche y nos
entrega instrucciones que serían más difíciles de recibir durante el día. (Job
33:15-16) El deseo de dar a Dios nuestra noche fluye naturalmente del
“corazón de niño”, que sabe que la revelación no se puede ganar. Pídele
específicamente que te ministre en la noche mediante visiones y sueños.
Una vez que tengas una visión o sueño, escríbelo y pídele discernimiento
para entenderlo.

7.- Entrega a otros lo que ya has recibido


Nunca subestimes lo que las personas hambrientas pueden apren der de ti
mientras ministras la palabra. Estar dando continuamente a otros es una
manera segura de recibir más. Cuando nos toque enfrentar situaciones
complicadas al ministrar a otros puede ser que descubramos lo que Dios
ha estado poniendo dentro nuestro durante la noche. Él extrae desde las
profundidades de nuestros corazones las cosas que aún no son parte de
nuestros pensamientos conscientes. (Proverbios 20:5)

8.- Conviértete en un amigo de Dios


Dios comparte sus secretos con sus amigos. “Ya no los llamo esclavos,
porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son
mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo.” (Juan
15:15).
Él les hace saber todas las cosas a sus amigos. No sólo quiere compartir
todo, sino también nos ha invitado a pedir todo de Él. Pero acostúmbrate a
escuchar cosas que no necesariamente deben ser compartidas con otros.
Escucha mientras Él te habla, pero habla solamente sobre lo que Él te de
la libertad de hablar. Algunas cosas son reveladas solamente porque
somos Sus amigos y no son para ser compartidas con otros.
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