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AUDITORIA SOCIAL

ANTECEDENTES

Poco se sabe acerca del origen de esta herramienta, que aunque muchos creen que es nueva

debido a la gran difusión que tuvo desde la década de los 90’s; tiene una larga historia que

contar.

Se inicia por abordar un hecho innegable para la historia de la humanidad, nos referimos al

impacto que generó el derecho romano para el desarrollo de la vida político-social de

las sociedades posteriores y respecto a la auditoría social también existe un importante

aporte que destacar.

Es en Roma donde surge entonces la figura de los auditus o escuchas, en donde se llevaban

a cabo revisiones periódicas de manera verbal respecto a la rendición de cuentas públicas en

donde el funcionario público, en consecuencia debía rendir informe de sus actos y el

ciudadano podía tomar acciones; claro está que la figura de ciudadano de aquella época no

corresponde al expresión que hoy conocemos, ya que no cualquier individuo tenía el privilegio

de emplear para sí dicho término, sin embargo, para fines de origen de esta importante

práctica social, los expertos consideran que

aquí encontramos la forma básica de lo que hoy encierra este importante instrumento

de control y acompañamiento social denominado auditoría social.

Uno de los organismos internacionales que le apostó desde hace mucho tiempo al proceso de

fortalecimiento democrático a través de la auditoría social, fue el Banco Interamericano de

Desarrollo; esta Institución ha venido haciendo esfuerzos para promover mecanismos de


vigilancia ciudadana en beneficio del desarrollo en América Latina, promoviendo algunas

de las primeras experiencias de auditoría social debidamente documentadas en la región.

DEFINICION

Es una herramienta de participación ciudadana que facilita a la ciudadanía el control,

seguimiento y evaluación de todas los procesos y recursos de la gestión pública para lograr una

mejor calidad de vida de la población.

La auditoría social es una herramienta para ejercer el control social y la evaluación de la gestión

pública y es, a su vez, una expresión de la corresponsabilidad de la sociedad civil con el Estado,

ya que cuando fiscalizamos la administración y el gasto público, estamos contribuyendo a:

a. Que la planificación y ejecución de proyectos estén orientados a satisfacer las necesidades

de la población y a que se realicen con la calidad, en el tiempo y costo originalmente

definidos.

b. Que la planificación y ejecución de proyectos estén orientados a satisfacer las necesidades

de la población y a que se realicen con la calidad, en el tiempo y costo originalmente

definidos.

c. Corregir procesos, obras que pueden estar en problemas.

d. Promover el uso eficiente de los recursos públicos, lo que redundará en una mayor y mejor

inversión que beneficiará a las comunidades y barrios más necesitados.


e. Que la planificación y ejecución de proyectos estén orientados a satisfacer las necesidades

de la población y a que se realicen con la calidad, en el tiempo y costo originalmente

definidos.

f. Corregir procesos, obras que pueden estar en problemas.

g. Promover el uso eficiente de los recursos públicos, lo que redundará en una mayor y mejor

inversión que beneficiará a las comunidades y barrios más necesitados.

h. Prevenir la corrupción.

i. Mejorar la calidad de vida de la ciudadanía sobre todo a aquella que están sumida en la

extrema pobreza.

j. Mejorar la transparencia y generar confianza de la ciudadanía en las autoridades locales

lo que repercutirá en una mayor recaudación tributaria y en la consecución de la

cooperación de la comunidad para los objetivos y proyectos de la municipalidad.

k. Ayuda a medir el cumplimiento de las políticas públicas comparando promesas y

resultados reales.

l. Promueve el diálogo y la concertación en pro de la colaboración público-privada

efectiva.

También hay quienes consideran que “consiste en la participación sistemática, objetiva y

voluntaria de la población organizada para velar porque los procesos de planificación y

ejecución de proyectos beneficien a sus comunidades y se realicen en condiciones de calidad,


tiempo y costos convenidos; caso contrario propiciar la aplicación de acciones correctivas por

parte de las autoridades” (Contraloría General de la República de Honduras, 1995).

Las auditorías sociales son un mecanismo para la participación ciudadana. Permiten dar

seguimiento a la administración pública y las entidades estatales que ejecutan proyectos con

fondos públicos, para que lo hagan con probidad, transparencia y calidad. Ello

indudablemente redundará en una mayor y mejor inversión pública local lo que beneficiará a

la población más necesitada.

Las auditorías muestran si alguien está haciendo bien su trabajo y permiten la

identificación de oportunidades de mejora. Por tanto conducen a la innovación y al desarrollo.

El objetivo de una iniciativa de auditoría social es promover una administración pública más

transparente y eficiente. Como mecanismo de control social, su propósito no es frustrar las

actividades del gobierno, crear obstáculos innecesarios, acusar o señalar con el dedo a

funcionarios/as del gobierno, ni convertirse en una fuerza policial amenazadora. Por el contrario,

según especialistas en el tema, el objetivo principal es fortalecer la capacidad de respuesta de

los gobiernos, proporcionando al personal críticas constructivas e información sobre su

desempeño e impacto. En la medida en que las personas que trabajan en la función pública

colaboren y permitan que la ciudadanía pueda ejercer su función de control social, la auditoría

social puede mejorar enormemente la legitimidad y credibilidad de las instituciones democráticas

generando una mayor confianza entre ciudadanía y funcionarios/as públicos/as.

La auditoría social se enfrenta a los prejuicios y temores que generan las auditorías financieras

que, en algunas ocasiones y períodos históricos, han sido usadas como amenaza y armas de
presión política. La auditoría financiera escudriña en la búsqueda de delitos en el ejercicio de la

función pública –como la corrupción- y de su resultado pueden sobrevenir medidas punitivas

contra las personas imputadas. La auditoría social busca el empoderamiento de la ciudadanía,

prevenir errores, velar por la calidad de la inversión pública y de los procesos políticos así como

proponer, no solo medidas correctivas, sino también nuevas formas de implementar la gestión

pública. Las consecuencias que ocasiona la auditoría social son una mayor interacción con el

gobierno municipal, una gestión pública más democrática y un mayor gobernabilidad municipal

y por supuesto una mejor calidad de vida de la población.

El Centro Pluricultural para la Democracia, que con el apoyo de la cooperación del

Reino de Noruega, publicó un interesante documento de estudio de fácil comprensión y

en el cual después de hacer referencia a ciertas definiciones previas concluye con

el siguiente concepto: "La auditoria social se convierte, en una estrategia para

acceder a información (transparencia), medir, controlar (rendición de cuentas), evaluar

(eficiencia y eficacia) y dar seguimiento a las acciones de gobierno y de instituciones que

manejen fondos del Estado con fines de mantener pesos y contrapesos para lograr la

efectividad de las

políticas de Estado (monitorear).

Elice Navarro, argumenta que: “la idea de la auditoría social es especialmente relevante en

la democracia, porque el poder deviene del conjunto social que lo delega mediante el voto,

además señala que el representante elegido, no está sujeto a mandato imperativo; no

obstante, no puede desvincularse de tal manera de su elector, que no pueda reclamarle

nuevamente un voto en la siguiente elección”

ACTORES CLAVES Y SU ROL EN UN PROCESO DE AUDITORIA SOCIAL

a. ¿QUIÉN REALIZA LA AUDITORÍA SOCIAL?


A la pregunta de quién realiza la auditoría social la respuesta es única y definitiva: la población,

los/as ciudadanos/as. Esta respuesta excluye al Estado y a cualquiera de sus agentes como

autores de procesos de auditoría social.

La auditoría social la realiza la ciudadanía en forma individual o colectiva a través de las

organizaciones de la sociedad civil, ONG, movimientos sociales así como las comunidades o

barrios organizados, las personas. beneficiarias de un proyecto o usuarias de un servicio público.

Una auditoría social exitosa requiere que las personas que monitorean o hacen seguimiento

de las actividades de gobierno, mantengan su objetividad e independencia del gobierno. La

recolección objetiva e imparcial de datos y/o de información es vital para la capacidad de las

auditorías sociales de informar a ambos, gobiernos y sociedad, acerca de las actividades de

gobierno y sus consecuencias. Los ejercicios de auditoría social que están políticamente

motivados, pierden credibilidad e impacto.9

Las iniciativas de auditoría social proporcionan mejores resultados cuando la ciudadanía

está incluida activamente en todo el proceso, desde el diseño y planificación hasta la

implementación. Esto aumenta el entendimiento de las personas participantes y el sentimiento

de propiedad del proceso, y también mejora la sostenibilidad potencial. Las iniciativas ciudadanas

que se originan en organizaciones sin apoyo de la comunidad, pierden credibilidad y

efectividad.10

b. ¿A quiénes se controla o fiscaliza?

A toda la gestión pública, la que se concreta en políticas, programas, proyectos, planes,

legislaciones, instituciones o procesos.


Fuera de la gestión pública la auditoría social puede aplicarse a programas proyectos, procesos

de bienestar colectivo que son ejecutados con fondos públicos, y servicios públicos que antes

eran ofrecidos por el Estado y que ahora son brindados por entes privados. El fundamento para

aplicar la auditoría social a este tipo de organismos es que administran fondos públicos o bienes

públicos en los que están implicados derechos, relacionados con estos servicios y de los que el

Estado no puede desentenderse ni la ciudadanía dejar de exigir.

Para que la auditoría social tenga éxito es necesaria la colaboración del Gobierno Municipal

por lo que se requiere de la voluntad política, apertura y cooperación de los/as funcionarios

correspondientes, sin que por ello el comité o grupo que hace la auditoría social pierda su

independencia e imparcialidad.

3. ¿En qué momento se audita?

Con el propósito de que la auditoría social tenga un enfoque preventivo y correctivo, la auditoría

social se debe realizar desde el diseño de la política pública, hasta su ejecución y evaluación;

o bien, antes, durante y después que se ejecute un proyecto o una obra.

4. Qué busca medir la auditoría social

1. La auditoría social mide el logro de los objetivos propuestos en las políticas, programas,

proyectos, instituciones, procesos, presupuestos. Es decir, mide la eficacia.

2. La correspondencia adecuada entre los costos de la gestión pública y los resultados que

genera. Es decir, la eficiencia.


3. La calidad, manera oportuna y mínimo costo posible con que se prestan los servicios

públicos. Es decir, la economía.

4. participación de la población en todo el proceso de la gestión de lo público y la respuesta

de la misma a las demandas explicitamente planteadas por la población. Es decir, la

participación ciudadana.

5. La aplicación del principio de máxima publicidad de los actos de las instituciones públicas

sobre todos sus procesos. Es decir, la transparencia.

6. El cumplimiento del marco legal establecido para la gestión pública evaluada. Es decir,

la legalidad.

7. La identificación de recursos públicos utilizados con fines proselitistas.

8. El uso adecuado, lícito, de recursos públicos. Es decir, la identificación y prevención de la

corrupción.

Las organizaciones socias de Global Communities – Gobierno Territorial Awaltara, Bluefields

Indian and Caribbean University (BICU), Centro de Estudios y Centro de Estudios y Promoción

Social (CEPS), Fundación de Mujeres de San Miguelito (FUMSAMI), Red de Mujeres

Chontaleñas (RMCh), Asociación para el Progreso y el Desarrollo Rural (APRODER) y el Centro

para la Educación y Prevención del SIDA (CEPRESI)- consideran que la auditoría social mide,

además: el avance de una acción, la probidad y la transparencia, la eficiencia, eficacia y calidad;

el buen uso de los recursos, la participación de la población en la toma de decisiones, el

cumplimiento de la ley y la equidad. Es fundamental a la hora de ejecutar la obra determinar cómo


ésta impactará a las mujeres. También velar por el equilibrio entre los distintos sectores y entre

el área urbana y la rural.

5. Qué se puede auditar

El presupuesto municipal, tal a como veremos en el cuadro siguiente, ofrece muchas

posibilidades para auditarse. Si partimos de que es a través del presupuesto que se distribuyen

los recursos económicos para la ejecución de las políticas públicas municipales y que éstas se

materializan con la puesta en marcha de planes, programas y proyectos dirigidos a satisfacer

las necesidades, intereses y expectativas de la ciudadanía, el Presupuesto Municipal es el

instrumento de gestión pública local al que debemos prestar atención con prioridad.

Nuevamente hay que destacar que de nada sirve colocar una propuesta de enmienda en el

presupuesto municipal si luego no le damos seguimiento a éste ni monitoreamos su ejecución.

El Presupuesto Municipal es uno de los pilares fundamentales del desarrollo sostenible y con

equidad del municipio.

OBJETIVOS DE LA AUDITORIA SOCIAL

 Fortalecer los mecanismos de vigilancia y control de la contratación pública para

la promoción de una buena gestión, prevención y combate a la corrupción.

 Fortalecer los procesos de participación ciudadana en el seguimiento y control de

los proyectos, obras y servicios públicos.

 Coadyuvar al manejo transparente, honesto y eficiente de los recursos públicos.

 Velar por los intereses de la comunidad como beneficiarios de la acción pública.


 Promover el liderazgo y participación ciudadana en la defensa del bien común.

En ese contexto, los ciudadanos interesados en poner en práctica sus derechos a

través de la auditoría social, se preguntan si existen límites ante las acciones o

problemas que desean auditar; esto debido a la falta de conocimiento respecto a la

normativa legal que los ampara y a la falta de aclaración respecto a lo que significa

cosa pública; por lo que sin ánimo de entrar en definiciones legales, porque es materia

del capítulo siguiente, de forma sencilla se describen los elementos que pueden y

deben ser susceptibles a un acompañamiento social:

 Proyectos, obras y servicios del Municipio.

 Contratación y ejecución de obras públicas.

 Formulación y ejecución de presupuestos.

 Programas de salud, educación, bienestar social, medio ambiente, servicios

públicos.

 Toma de decisiones administrativas.

 Actuación de los funcionarios.

Existen organizaciones sociales de distintas partes del mundo que le han dado

su aporte ya sea a la definición o a la metodología de la auditoría social,

enriqueciéndola y permitiendo que se acople a las necesidades de cada problema que

la colectividad desee auditar.


Siempre es necesario conocer el procedimiento a seguir para implementar la

herramienta; sin embargo también es importante conocer el ¿Por qué? Es decir, tener

claridad de lo que se busca alcanzar y en ese sentido se han determinado tres

dimensiones de la auditoría social: La primera gira entorno a la búsqueda de

información (auditoría social informativa); busca recopilar información para determinar

que se ha hecho y establecer y dar a conocer públicamente lo que dejó de hacerse, no

busca resolver sino informar para evidenciar anomalías o dudas.

La segunda dimensión (auditoría social explicativa), no solamente informa sino

explica y por ende genera juicios respecto al asunto o problema auditado. Esta

dimensión busca evidenciar anomalías y establecer causas y consecuencias.

Sin embargo, la dimensión que debería prevalecer en todo momento es aquella que

busca informar, explicar y además exigir (auditoría social exigitiva). Esta dimensión que

es la que comúnmente se promueve, busca evidenciar para reorientar las anomalías

con la finalidad de solucionar el problema que dio origen al proceso de auditoría

social, esta dimensión va mas allá de un simple informe de recopilación de información

que presente los hallazgos porque brinda recomendaciones y deduce responsabilidades

para quienes han incurrido en delitos que deberán ser atendidos por la autoridad legal

competente.

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