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Desarrollo concreto:
1. Resignificando: futuro y respuestas
2. Futuro e intuición: los observadores del máximo futuro
3. Derivación al doble cuántico
4. Futuro y propósito lineal
5. Los potenciales de la derecha
6. El futuro de la Tierra: hacia el Sol
* Conoceremos cómo desde el "pasado" operan los 4 marcadores que codifican mi inconsciente
biológico (del doctor alemán Ryke Geerd Hamer) y mi capacidad de respuesta en el contexto.
Esto va a ser determinante para entender de dónde viene la distorsión en mi percepción, y por
tanto por qué opero o actúo tal y cómo lo hago. (Ir a Resignificando el Pasado: Marcadores de
Hamer e inconsciente biológico)
* Conoceremos la Ley del Desdoblamiento de los Tiempos del científico francés Garnier y la
existencia de un doble cuántico, lo que nos va permitir resignificar la noción de futuro.
* Y finalmente, de esa interacción entre pasado y futuro, resignificaremos la noción de
"presente", que es el punto donde pasado y futuro se equilibran o neutralizan (punto 0), y desde
donde se realiza el enlace lógico (la derivación nocturna) con la Lógica Convergente del
Universo. Futuro. (Ir a Resignificando el Presente: la Plantilla y Alejandra Casado )
Vamos a plantearlo así: Vamos a introducir a propósito un error en la percepción de ese punto
de Perfección que es un instante (y al que hemos llamado punto hiperconvergente), donde
respuestas y preguntas están integradas conformando una Verdad Absoluta. El error va a ser
imaginarnos que podemos separar esa Verdad Absoluta en preguntas y respuestas, y nos vamos
a hacer la siguiente pregunta: en ese instante de Perfección, ¿que fueron antes, las preguntas o
las respuestas?...
Y vamos a contestar asumiendo el margen de error de la respuesta. Podríamos decir que primero
fueron las respuestas, en el sentido de que no había que plantearse ninguna pregunta porque la
verdad mantenía conectadas cada pregunta con su respuesta. Y que después vino la pregunta, la
de ese observador abstracto, que habitando en ese punto de Verdad absoluta y perfección, se
cuestiona cómo sería su universo sino fuera perfecto. Y de este modo, conociendo la
imperfección, reconocerá su estado de perfección. Así, la pregunta es la que separa la Verdad de
su respuesta.
Ahora bien, al aplicar la Lógica inversa de los universos desdoblados, dichos elementos
(pregunta y respuesta), opuestos y complementarios a la vez, van a ocupar su máxima distorsión
y polaridad en el plano 1, de manera inversa a los universos originales. Así, sobre la línea del
plano primero colocamos las preguntas, que quedan a la izquierda, y al final de la línea, las
respuestas, que quedan a la derecha. Por tanto, podemos observar que. Si en los universos
originales primero fueron las respuestas y después las preguntas, en los universos desdoblados
primero son la preguntas y después las respuestas.
De esta manera, las preguntas se sitúan en el pasado y a la izquierda; y las respuestas se sitúan
en el futuro y a la derecha.
Y una vez que se ha argumentado por qué las respuestas están en el futuro, la pregunta es:
¿Y cómo se comunica el ser humano con el futuro?
Así que de momento afirmo que soy un cuerpo físico. Pero no sólo soy materia física, ya que, a
diferencia de un objeto, reconozco que tengo sentimientos. Así que además de mi primera
dimensión: la física, también reconozco en mí una segunda dimensión: la emocional.
Y además de tener emociones, reconozco en mí pensamientos, ideas, creencias. Esa sería una
tercera dimensión: la mental.
¿Puedo entonces afirmar que soy sólo eso?: algo físico, emocional y mental.
Pues bien, aún creo que soy algo más que eso, ya que puedo reconocer algo más en mí, y que no
pertenece sólo a mi cuerpo, ni a mi mente, ni a mis emociones. Algunos lo identifican con algo
que llaman alma, otros, simplemente, lo llaman energía. Por tanto puedo afirmar que además de
todo lo anterior, también soy energía en el más estricto sentido de la ciencia física (y sin entrar
en connotaciones religiosas o metafísicas, que están incluidas). Pues a ese otro aspecto,
identificado como alma o como energía, lo vamos a situar en un cuarto plano o dimensión. Y
este cuarto plano o dimensión es aquella parte de mí que se expresa en frecuencia energética
(ver el artículo de universos desdoblados donde se explica cómo el propósito colapsa la energía
del campo cuántico creando la materia). Y por tanto esta cuarta dimensión es la que me facilita
la comunicación con el campo energético o campo cuántico. Esa es su función: conectarme con
el campo cuántico.
Y es por eso que hacemos este enlace lógico con nuestro inconsciente. De este modo el futuro
deja de ser algo incierto y temeroso y se transforma en un sinfín de posibilidades o respuestas a
escoger.
A modo de resumen, obtenemos algo así:
La pregunta siguiente es: ¿tiene el doble margen de error a la hora de escoger nuestro mejor
futuro?
Recordemos que el único punto perfecto lo situamos en el punto hiperconvergente. Y que a
partir de este punto se desarrolla el desdoblamiento, y con él se incluye el margen de error:
A mayor distancia y separación en una línea, mayor
divergencia y por tanto mayor margen de error
(obtenemos mayor discordancia, discrepancia).
A menor distancia y separación en una línea, mayor
convergencia y por tanto menor margen de error
(obtenemos mayor coincidencia, aproximación).
Por tanto, la línea es divergente y tiene margen de error; en cambio el punto es convergente y no
tiene error.
Ahora vamos a integrar en la plantilla la representación del doble cuántico, que vimos en el
apartado anterior:
Visualmente, podemos observar que el plano 4, donde hemos situado al doble cuántico, se
representa con una línea, más corta que en el plano 1. De lo que podemos concluir que si bien su
margen de error es menor que el margen de error que hay en el plano 1 (puesto que la línea es
más corta), aún participa de cierto margen de error.
Por tanto el doble cuántico actúa con margen de error. Así que derivar al doble implica delegar
en alguien que tiene margen de error.