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CRISTIANISMO
EL TESTIMONIO
PROTESTANTE
EN AMÉRICA LATINA
Títulos de la Serie
1. Los dones del Espíritu Santo.
2. La iglesia del nuevo milenio.
3. La oración de poder.
4. El evangelio del reino.
5. La iglesia como comunidad terapéutica.
Otros títulos
1. Historia del cristianismo: los primeros 500 años.
2. Historia del cristianismo: los mil años de
incertidumbre.
3. Historia del cristianismo: las reformas de la
Iglesia.
4. Historia del cristianismo: el cristianismo
denominacional.
5. Historia del cristianismo: el testimonio católico
romano en América Latina.
6. Historia del cristianismo: el testimonio
protestante en América Latina
página 3
Historia del
CRISTIANISMO
EL TESTIMONIO
PROTESTANTE
EN AMÉRICA LATINA
ISBN 978-987-29361-0-5
Impreso en Argentina
ISBN
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
Prólogo 11
Uso de este libro 13
Presentación 17
Lista de Mapas y Cuadros 19
INTRODUCCIÓN GENERAL 21
Introducción 25
El protestantismo durante la conquista 26
Conquista y Reforma. 27
Conquista y potencias protestantes. 27
La Biblia durante la conquista y la colonización 28
La Biblia de los conquistadores. 29
La Biblia y la presencia protestante. 29
El protestantismo durante la colonización 32
Tentativas frustradas de penetración. 32
Piratas y particulares protestantes. 43
Otros intentos de penetración protestante 47
Implantación del protestantismo en las Antillas. 47
Otras influencias protestantes. 52
Evaluación de la penetración protestante 53
Protestantismo e Ilustración. 54
Protestantismo y potencias protestantes. 55
Protestantismo y esclavitud. 57
Introducción 69
Factores que hicieron posible la reaparición del protestantismo 70
Factores políticos y económicos. 70
Factores sociales y demográficos. 71
Factores ideológicos y culturales. 72
Factores espirituales y religiosos. 75
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Introducción 121
Los primeros esfuerzos misioneros organizados 123
Los factores. 123
Los pioneros. 129
Las primeras denominaciones en llegar a América Latina 137
Los metodistas. 137
Los presbiterianos. 145
Los bautistas. 153
Otras denominaciones. 160
Introducción 173
El establecimiento del protestantismo del período 174
Crecimiento. 175
Organización. 179
Difusión. 185
Los problemas del protestantismo del período 189
América Latina como campo misionero. 190
La ideología del panamericanismo. 197
Las relaciones con la Iglesia Católica Romana. 199
“Evangelio individual” vs. “evangelio social.” 202
La formación de un liderazgo nacional. 203
La dependencia del exterior. 205
Las características del protestantismo del período 205
Espíritu polémico y controversial. 206
Dinámica social y política. 207
página 8
Introducción 219
La situación de América Latina 220
La situación económica. 221
La situación social. 221
La situación política. 222
El desarrollo de las iglesias 223
La situación después de 1930. 223
Factores del desarrollo de las iglesias. 225
Surgimiento, desarrollo y maduración de un liderazgo nacional. 234
El protestantismo autóctono 237
Comienzos y desarrollo en América Latina. 238
Características del pentecostalismo latinoamericano. 244
Interpretaciones del pentecostalismo latinoamericano. 252
Énfasis y características del protestantismo del período 263
Libertad religiosa. 263
Identidad evangélica. 264
Movimientos ecuménicos. 267
Heterogeneidad denominacional. 268
Celo evangelizador. 268
Acción social. 269
Expansión misionera. 270
Impulso fundamentalista. 271
Introducción 283
Panorama de la situación continental 284
Situación económica. 285
Situación social. 286
Situación política. 288
Tipología del protestantismo latinoamericano 289
Diversas tipologías del protestantismo latinoamericano. 290
Elementos comunes en el protestantismo latinoamericano. 295
Protestantismo y crecimiento 300
Un crecimiento fenomenal. 300
Factores en el catolicismo. 301
Factores en el protestantismo. 304
Protestantismo y secularización 309
El proceso de secularización latinoamericano. 309
Efectos del proceso de secularización sobre el protestantismo. 311
Protestantismo y fundamentalismo 312
El fundamentalismo evangélico latinoamericano. 312
El fundamentalismo como identidad intra-denominacional. 313
Protestantismo y organizaciones para-eclesiásticas 317
Protestantismo y ecumenismo 319
Conferencia Evangélica Latinoamericana (CELA III). 320
Unidad Evangélica Latinoamericana (UNELAM). 321
Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI). 321
Confraternidad Evangélica Latinoamericana (CONELA). 322
página 9
Introducción 351
Renovación de oportunidades 355
La situación religiosa católica y protestante. 355
Peligros y oportunidades para católicos y protestantes. 356
Globalización de la iglesia. 358
Renovación espiritual 359
La unción. 360
Movimiento de alabanza. 361
Renovación tipológica 362
C. Peter Wagner. 363
Paul Freston. 364
Miguel Berg y Pablo Pretiz. 365
José Míguez Bonino. 366
Hilario Wynarczik. 368
Renovación demográfica 369
Tasas de crecimiento numérico explosivo. 369
Incorporación de sectores sociales no alcanzados. 372
Renovación transformacional 377
El protestantismo como movimiento social.
El reclamo por la igualdad religiosa. 378
La formación de partidos políticos. 379
Renovación eclesiológica 381
Nuevas estructuras eclesiológicas. 381
El surgimiento de mega-iglesias. 384
Las iglesias del nuevo paradigma apostólico. 384
Renovación de la unidad cristiana 387
La crisis de las lealtades denominacionales. 387
El movimiento a la unidad cristiana. 390
Renovación del culto evangélico 395
Cambios en la liturgia. 395
Énfasis en lo milagroso. 396
Centralidad de la Biblia. 397
página 10
P RÓLOGO
En 1981, la Casa Bautista de Publicaciones (El Paso, Texas) hizo una primera
edición con el agregado de dos capítulos sobre el desarrollo del testimonio
cristiano en América Latina. Y en 1985 hizo una segunda edición revisada y
corregida. Estos materiales han servido a la formación de varias generaciones
de siervos y siervas del Señor a lo largo y a lo ancho del continente. Se han
sacado fotocopias y copias (algunas autorizadas y otras no) por millares. Miles
de personas me han pedido una nueva edición a lo largo de varios años.
Pablo A. Deiros
página 12
U S O D E E S T E LIBRO
Este libro fue diseñado y escrito por primera vez, especialmente para cumplir
con los requisitos y orientaciones de la mayor parte de los diversos programas
de formación ministerial, pastoral, misionera y evangelizadora en América Latina.
Fue preparado con el propósito de poner en manos de los estudiantes una guía
de estudios que resumiera lo mejor de otros materiales más avanzados, o que de
alguna manera no están accesibles para la mayoría de los interesados en conocer la
historia del cristianismo en América Latina.
Este libro de texto está preparado para ser usado especialmente en programas
de educación teológica formales y no formales. Esto significa que puede adaptarse
fácilmente a programas residenciales de diverso nivel académico, como también a
programas de educación teológica por extensión, a distancia o de auto-estudio. De
todos modos, la metodología seguida presupone que el estudiante es responsable
en forma personal de su propio estudio e investigación de los temas aquí tratados.
El énfasis está puesto sobre el trabajo personal del estudiante en el hogar más que
en su trabajo en el aula. El estudio independiente del estudiante resultará en el
desarrollo de sus aptitudes naturales y sus dones espirituales, y en la formación de
una disciplina de estudio que le capacitará mejor para el liderazgo cristiano.
El docente que utilice este libro como libro de texto encontrará de utilidad los varios
instrumentos didácticos que el mismo ofrece. He procurado presentar los diversos
temas de la historia del cristianismo de manera variada, atractiva, simple y lo más
didácticamente posible. Algunos mapas y esquemas ayudan a ilustrar y clarificar
los contenidos. De igual modo, cada unidad está acompañada de un Glosario de
términos técnicos o de uso no muy frecuente, una tabla cronológica, un cuestionario
de repaso, tareas diversas para tres niveles diferentes de complejidad académica,
y la sugerencia de algunas cuestiones para la discusión en grupos pequeños, como
también la sugerencia de algunas lecturas adicionales. Las notas bibliográficas al
pié de página presentan los mejores materiales disponibles para el estudio de esta
materia en lengua castellana y algunos otros en otras lenguas. El docente verá de
qué manera puede utilizar mejor los recursos ofrecidos por este texto en el desarrollo
de sus clases.
El lector notará que con frecuencia se citan diversos autores que han escrito
sobre los temas bajo discusión. Las citas transcriptas son el resultado de una
cuidadosa selección de materiales, especialmente de fuentes primarias, hecha
con el propósito de dar oportunidad al estudiante de tomar contacto con las
fuentes documentales de la historia del cristianismo protestante en América
Latina. Las notas bibliográficas al pié de página presentan la literatura que yo
mismo he utilizado para mi estudio personal del tema. De este modo, estas citas
pueden ser útiles para ilustrar, ampliar, aclarar y fundamentar los conceptos
desarrollados en este libro de texto. A su vez, las fuentes están indicadas como
notas al pie de página, para que el lector pueda referirse a ellas en caso de
tener interés en profundizar el tema. Las notas bibliográficas que se incluyen
al pié de página no son exhaustivas, pero presentan los materiales publicados
más importantes, especialmente en lengua castellana, si bien hay muchas citas
de textos en inglés.
Este libro de texto puede ser también de particular valor para el lector
interesado en conocer más profundamente el desarrollo histórico del testimonio
cristiano. No pretende ser un libro erudito, pero sí es un libro elaborado con
el más alto y serio nivel académico. Si bien no es un libro especializado,
reúno en él una síntesis de mis conocimientos y experiencia como historiador
profesional a lo largo de muchos años. He procurado sintetizar e interpretar los
acontecimientos históricos conforme con la metodología de la investigación
histórica más reciente. Su propósito es introducir a los estudiantes y lectores
con diferentes grados de preparación académica a un tema tan importante como
es la historia del cristianismo en América Latina. Los estudiantes y lectores que
deseen continuar profundizando sus estudios y lecturas sobre esta materia,
encontrarán en las notas bibliográficas al pié de página algunos de los mejores
libros disponibles en castellano y en inglés.
página 15
PRESENTACIÓN
1 Jean-Pierre Bastian, “El protestantismo en América Latina,” en Resistencia y esperanza: historia del
pueblo cristiano en América Latina y el Caribe, ed. por Enrique Dussel (San José, Costa Rica: Departamento
Ecuménico de Investigaciones, 1995), 447.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Las razones que dan cuenta de este vacío son varias. En primer lugar,
debe tomarse en cuenta la dificultad metodológica del tema. El protestantismo
latinoamericano es sumamente vasto y diverso. No hay en América Latina un
solo protestantismo, sino que conviven en el continente varios tipos diferentes.
Además, el 75 por ciento del protestantismo actual consiste de movimientos de
tipo pentecostal e independiente, cuya tradición es más oral que escrita y muy
reciente. Esto plantea serias dificultades metodológicas en cuanto a las fuentes
documentales. Hay muy pocos archivos, y la mayor parte de los que existen son
de carácter denominacional y no están abiertos para la investigación seria.
página 18
2 Jean-Pierre Bastian, Breve historia del protestantismo en América Latina (México: Casa Unida de
Publicaciones, 1986), 9.
Pr es ent ac ión
3 Ver Ibid. e Idem, Historia del protestantismo en América Latina (México: Casa Unida de Publicaciones, 1990).
4 Hans-Jürgen Prien, La historia del cristianismo en América Latina (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1985).
5 Pablo A. Deiros, Historia del cristianismo en América Latina (Buenos Aires: Fraternidad Teológica
Latinoamericana, 1992). Ver también, Idem, Historia del cristianismo en América Latina (México: Facultad
Latinoamericana de Estudios Teológicos, 1987).
6 Kenneth S. Latourette, Historia del cristianismo, 2 vols. (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones,
1975); Williston Walker, La historia de la Iglesia cristiana (Kansas: Casa Nazarena de Publicaciones, 1985);
Roland Bainton, La Iglesia de nuestros padres (Buenos Aires: Editorial La Aurora, 1969). Ver también, H. H.
Muirhead, Historia del cristianismo, 3 vols. (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1953); y, Robert
página 19
A. Baker, Compendio de la historia cristiana (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1974).
7 Justo L. González, Historia del cristianismo, 2 vols. (Miami: Editorial Unilit, 1994).
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
8 Pablo A. Deiros, Historia del cristianismo: con énfasis sobre los evangélicos en América Latina (El Paso,
Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1981, 1985, 1987).
L IS T A D E MAPAS Y CUADROS
Mapas
1. Protestantismo y cristiandad colonial. 56
Cuadros
1. Protestantes enjuiciados por la Inquisición en América. 46
2. Protestantes condenados a muerte por la Inquisición
en Hispanoamérica: siglos XVI-XVIII. 76
3. Distribución de la población total de América Latina según
la diversidad de cultos: 1804. 78
4. Crecimiento en membresía de las denominaciones históricas
en México. 177
5. Crecimiento en membresía de las denominaciones
pentecostales en México. 178
6. Número de escuelas dominicales en América del Sur (1925). 183
7. Evolución de la membresía protestante en América Latina. 224
8. Distribución de los misioneros protestantes. 226
9. Crecimiento de la mano de obra industrial en Brasil. 228
10. Divisiones del pentecostalismo en Chile. 240
11. Protestantismo en tres ciudades de Chile. 249
12. Cuatro tesis sobre la expansión del pentecostalismo. 259
13. Notas distintivas del mensaje de salvación pentecostal. 262
14. Crecimiento de las ciudades latinoamericanas más grandes. 287
15. Porcentaje de evangélicos en Chile. 300
16. Rasgos misioneros y misiológicos del protestantismo liberal. 366
17. Pentecostales y carismáticos en América Latina. 370
18. Cristianismo mundial en el año 2000. 372
19. Características de las iglesias del nuevo paradigma apostólico. 386
Introducción
general
mismo en que Cristóbal Colón llegó a esta parte del mundo en 1492. Los
historiadores europeos dicen que españoles y portugueses primero, y luego
holandeses, ingleses y franceses “des-cubrieron” las Américas. Sin embargo, lo
que realmente ocurrió fue que ellos “en-cubrieron” las Américas. La mayoría de
ellos ocultaron la realidad histórica latinoamericana con su visión imperialista,
de arriba para abajo y de afuera hacia adentro de los hechos históricos. Desde
la perspectiva de los indígenas (de abajo para arriba y de adentro hacia fuera),
estos europeos no “descubrieron” sino invadieron, e inmediatamente explotaron
y oprimieron a los pueblos originarios.1
empresa colonial e imperialista del mundo del Atlántico norte. Ambas eran de
origen misionero y llegaron compartiendo de alguna manera los ideales de las
potencias coloniales e imperialistas foráneas: ganar dinero para sus bolsillos y
ganar almas para el cielo.
El trasfondo
histórico
(1492-1810)
INTRODUCCIÓN
Las dos grandes potencias que descubrieron,
conquistaron y colonizaron el continente latino-
americano fueron España y Portugal. Ambos países
eran fervientes en su religión romana y vivían
intensamente el espíritu de la Contrarreforma.
Sus monarcas habían recibido las nuevas tierras
de manos del Papa, como vicario de Cristo, con
el compromiso de asumir la responsabilidad por
la evangelización de los habitantes de las tierras
descubiertas o por descubrir. Para estas dos
potencias católicas romanas no había lugar en el
Nuevo Mundo para otra expresión del cristianismo
que la que ellos sustentaban y por la que habían
luchado por siglos contra los moros y judíos.
_ Conquista y Reforma
De todos modos, son muy pocos los episodios que pueden señalarse, en
los que se dio algún tipo de presencia protestante en el continente durante
este período. Puesto que la parte sur del hemisferio occidental fue conquistado
y colonizado por los pueblos de la península Ibérica, era de esperarse que
el protestantismo no tuviera oportunidades de establecerse durante esa
época. La Inquisición, instalada hacia fines del siglo XVI, no prestó mucha
atención al protestantismo, pero sí la suficiente como para prevenir cualquier
tipo de penetración. Por otro lado, el propio protestantismo europeo era muy
embrionario para el tiempo de las mayores conquistas en el continente, de
modo que estaba más ocupado en sobrevivir en el norte de Europa que en
expandirse a otras latitudes. Más tarde, debido a las guerras religiosas y a
las divisiones y controversias internas, el protestantismo gastó demasiadas
energías en resolver su propia identidad religiosa.
4 José Torre Revello, El libro, la imprenta y el periodismo en América Latina durante la dominación española
(Buenos Aires: Casa Jacobo Peuser, 1940), 105.
El trasfondo histórico (1492-1810)
6 Rodolfo Blank, Teología y misión en América Latina (Saint Louis, Missouri: Concordia Publishing
House, Recursos Étnicos, 1996), 158.
7 José María Bueno Monreal, “Prólogo,” Sagrada Biblia (Barcelona: Herder, 1964).
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Pero este aprecio decayó, hasta que llegó a ejercerse un verdadero control
aduanero para todo tipo de literatura religiosa y particularmente la Biblia. A
medida que en Europa se fue haciendo más patente la identificación entre
protestantismo y lectura y difusión de la Biblia, la Inquisición puso trabas al
ingreso de ejemplares del texto sagrado, especialmente aquellos en lengua
vernácula. El investigador Pedro Henríquez Ureña, en su libro La cultura y las
11 Citado en Luis D. Salem, El Dios de nuestros libertadores (Miami: Caribe, 1977), 154.
12 Ibid., 156.
13 Irving A. Leonard, Los libros del conquistador (México: Fondo de Cultura Económica, 1979).
página 31
16 George T. Warner, C.Henry K. Marten y D. Erskine Muir, The New Groundwork of British History
(Londres: Blackie & Son, 1963), 478-479.
El trasfondo histórico (1492-1810)
17 Sobre la colonia Welser en el noroeste de Venezuela, ver Víctor W. von Hagen, The Golden Man
(Londres: Brook Club Associates, 1974); y especialmente, Alberto San Román, Contribución de los alemanes
en la conquista de Sudamérica: siglo XVI (Buenos Aires: Ediciones Dunken, 1996).
18 Bastián, Historia del protestantismo en América Latina, 38, 39.
19 Sobre el número de colonos que a lo largo de estos años compusieron esta colonia no hay seguridad.
Ver Rafael M. Baralt, Historia de Venezuela (París: Desclée de Brouwer, 1939), 170-172; 181, 185. Ver también
página 33
Sidney Rooy, “¿La llegada de los ‘luteranos’ a Venezuela?” Misión 10 (julio-setiembre 1991): 29; e Idem,
Misión y encuentro de culturas, 12, 13.
20 San Román, Contribución de los alemanes en la conquista de Sudamérica, 27.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
21 Ibid., 36-37. No todos los autores concuerdan en la identidad luterana de los alemanes venidos a
Venezuela. Roberto Huebner, profesor del Seminario Luterano Augsburgo en la ciudad de México, basado
en el libro de Juan Friede, Los Welser en la conquista de Venezuela, niega tal identidad. Ver Roberto G.
página 34
Huebner, “¿Eran luteranos los conquistadores Welser en Venezuela?” Presencia Ecuménica 23 (1991): 14.
Ver también Rooy, Misión y encuentro de culturas, 13, 14.
22 Bartolomé de Las Casas, Brevísima relación de la destrucción de las Indias (Madrid: Sarpe, 1985), 111-113.
El trasfondo histórico (1492-1810)
Para el año 1532 parece que una buena parte de la colonia había aceptado
la fe luterana.28 Sin embargo, como señala Enrique Otte, “la presencia de
luteranos se consideraba peligrosa para los indios, por lo cual la Corona, en la
cédula real 192 del año 1535 prohibió la entrada de alemanes sin licencia del
Consejo (de Indias).”29 Por otro lado, ya desde 1528, fray Antonio de Montesinos
(1470-1530) había sido enviado a la región “para el buen tratamiento de los
indios de la dicha provincia y su conservación a nuestra Santa fe católica para
que no se les haga agravio ni cosa contra su voluntad.”30 De todos modos, los
alemanes no hicieron nada para la evangelización de los indígenas.
23 Georg Friederici, Carácter da descoberta e conquista da América pelos europeus, trad. por Guttorm
Hanssen (Río de Janeiro: Instituto Nacional do Livro, 1967), 237.
24 Volodia Teitelboim, El amanecer del capitalismo y la conquista de América (La Habana: Casa de las
Américas, 1979), 150.
25 Baralt, Historia de Venezuela, capítulo 8.
26 Friederici, Caráter da descoberta, 244.
27 Ibid. Ver también Juan Freide, Los Welser en la conquista de Venezuela (Caracas: Edime, 1961); y,
Nicolás Federman, Narración del primer viaje de Federman a Venezuela (Caracas: Litografía y Tipografía
del Comercio, 1916).
28 Lars P. Qualben, A History of the Christian Church (Nueva York: Thomas Nelson & Sons, 1940), 415.
29 Enrique Otte, Cedulario de la monarquía española, relativo a la provincia de Venezuela: 1529-1552, 2 vols.
página 35
31 Donald E. Worcester y Wendell G. Schaeffer, The Growth and Culture of Latin America, 2da ed. (Nueva
York: Oxford University Press, 1971), 45.
32 Jean de Léry, Indiens de la Renaissance: histoire d’un voyage fait en la terre de Brésil, 1557 (París: Épi, 1972), 13.
33 Bastian, Breve historia del protestantismo, 41.
página 36
34 Jean Crespin, A tragedia da Guanabara ou historia dos protomartyres do cristianismo no Brasil, trad.
por Domingos Ribeiro (Río de Janeiro: Pimenta de Mello, 1917), 19 (n. 7). Hay traducción castellana: Los
mártires de Río de Janeiro (México: Casa Unida de Publicaciones, 1955).
El trasfondo histórico (1492-1810)
35 Crespin, A tragedia de Guanabara, 23-31; Sidney Rooy, “La llegada de la fe reformada a Brasil,” Misión
10 (enero-marzo 1991): 24; e Idem, Misión y encuentro de culturas, 15-18.
36 Jean de Léry, Journal da bord de Jean de Léry en la terre de Brésil, 1557 (París: Editorial de París, 1957).
37 Ver Crespin, Los mártires de Río de Janeiro, 122. Para la Confesión de fe, ver pp. 109-114. André la Fon,
página 37
39 Sobre este tema, ver especialmente, J. M. Gómez-Tabanera, ed., Franceses en la Florida (Madrid:
Historia 16-Hispasat, 1991).
40 Charles-André Julien, Les voyages de découverte et les prémiers établissements: XVe-XVIe siècles (París:
Presses Universitaires de France, 1948), 227.
página 38
Jean-Pierre Bastian: “A fines del siglo XVI, las provincias del norte de
los Países Bajos se organizaron en una república liberándose del poder
español. La tolerancia religiosa vino a hacer de la joven república un país
de refugio para todos los grupos de protestantes perseguidos por el resto
de Europa. Durante el siglo XVII, los marineros holandeses, aliados a
página 39
44 Ibid., 15.
45 Ibid., 24, 25.
46 Herring, History of Latin America, 218.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
los ingleses, dominaban los océanos y consiguieron invadir una parte del
nordeste de Brasil, estableciendo una colonia cuyo centro fue Recife.”47
53 Sidney Rooy, “La llegada de la fe reformada a Brasil (II),” Misión 10 (abril-junio 1991): 39; ver también
Rooy, Misión y encuentro de culturas, 15-18. Las actas mencionadas (desde 1936 a 1644) se encuentran en
Crespin, A tragedia da Guanabara, 87-155.
página 41
57 Ibid. 105.
58 Vicente Themudo Lessa, Maurício de Nassau: o brasileiro (São Paulo: Cultura Brasileira, 1937), 209.
59 Encyclopaedia Britannica, s.v. “Paterson, William,” por Francis Watt y otros.
El trasfondo histórico (1492-1810)
and Sons, 1905), 36-38; John D. Mackie, A History of Scotland (Middlesex: Penguin Books, 1966), 254-256.
62 Guerra, Manual de historia de Cuba, 128.
63 Rooy, Misión y encuentro de culturas, 45.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
64 Francisco Morales Padrón, Manual de historia universal, 6 vols. (Madrid: Espasa-Calpe, 1962), 5:543.
65 Ibid., 541, 542.
66 Wilton M. Nelson, El protestantismo en Centro América(Miami: Caribe, 1982), 15.
El trasfondo histórico (1492-1810)
De los juicios llevados a cabo por la Inquisición entre los siglos XVI y XVIII
en las colonias americanas, 305 lo fueron por herejía protestante y 58 por
sospechosos (113 en el siglo XVI, 128 en el siglo XVII, y 64 en el siglo XVIII).
En todos los casos se trató de laicos y figuran muy pocos españoles y criollos
(10 y 3 respectivamente). En dos siglos y medio, hubo apenas 21 condenados
a la hoguera o a la horca por herejía, habiendo abjurado la mayoría. Muchos de
estos juicios fueron por tener ideas “luteranas,” pero casi nunca por desarrollar
página 45
67 John Armstrong Crow, The Epic of Latin America, 4ta ed. (Berkeley: University of California Press,
1992), 185.
68 Stephen Caiger, Honduras Today (Londres: S.P.C.K., 1949), 13, 14.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
69 Báez-Camargo, Protestantes enjuiciados por la Inquisición en Iberoamérica. Ver también Julio Jiménez
página 46
Rueda, Corsarios franceses e ingleses en la Inquisición en la Nueva España (México: Imprenta Universitaria,
1945); e Idem, Herejías y supersticiones en la NuevaEspaña.
70 Báez-Camargo, Protestantes enjuiciados por la Inquisición en Iberoamérica, 17, 18.
El trasfondo histórico (1492-1810)
1953), 150-152.
72 Helen Miller Bailey y Abraham P. Nasatir, Latin America: The Development of Its Civilization, 2da ed.
(Englewood Cliffs, Nueva Jersey: Prentice-Hall, 1968), 240.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
En Barbados, que había sido colonizada desde 1626, para 1680 ya había
once templos. Sin embargo, no fue hasta 1701 que en Inglaterra se creó la
Sociedad para la Propagación del Evangelio, con el objetivo de evangelizar las
colonias británicas. La alianza anglo-miskita (1640-1820) facilitó la penetración
de colonos ingleses en la costa atlántica de América Central (unos 14.000
colonos en 1770). Durante el siglo XVIII, varios misioneros establecieron
iglesias anglicanas (Natán Price a partir de 1748) y moravas (Cristian Federico
Post a partir de 1752). Sólo en las Honduras Británicas (Belice) quedó una
mayoría católica.75
Los franceses. Las Antillas Menores habían sido olvidadas por los colonos
españoles por ser muy pequeñas, áridas o lejos de sus rutas más frecuentadas.
Para 1664 los franceses ya se habían apoderado de unas catorce islas, que
para entonces servían como refugio para los bucaneros. Guadalupe y Martinica
eran colonias oficiales francesas por decisión del Cardenal Richelieu, desde
1635. Mientras tanto, los colonos españoles en La Española habían permitido
que en la mitad occidental de la isla se criasen perros y ganado cimarrón.
Los bucaneros transformaron a la isla Tortuga, cercana a la costa norte de
La Española, en un centro de operaciones. Cuando un gobernador francés,
Olivier Levasseur (1680-1730), fue enviado a ellos para incorporarlos al
dominio colonial de Francia, él se unió a los piratas como su jefe, desafió a las
autoridades centrales y fundó una unión de piratas llamada Los Hermanos de
la Costa, que asoló todo el Caribe.
80 Evangelical Dictionary of World Missions, s.v., “Moravian Missions,” por Paul E. Pierson.
81 Edward Langton, History of the Moravian Church: The Story of the First International Protestant Church
página 51
(Londres: George Allen & Unwin, 1956), 160-162; Sidney Rooy, “La llegada de los moravos a Nicaragua,”
Misión 10 (octubre-diciembre 1991): 21, 22.
82 Rooy, Misión y encuentro de culturas, 115.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
donde fueron bien recibidos por el cónsul británico y por el rey misquito, Jorge
Augusto Federico. Así nació la Iglesia Morava en América Central.83
84 James A. Scherer, Justinian Welz: Essays by an Early Prophet of Mission (Grand Rapids: Eerdmans,
1967), 66, 67.
85 Blank, Teología y misión en América Latina, 163, 164.
El trasfondo histórico (1492-1810)
86 J. Edwin Orr, The Eager Feet: Evangelical Awakenings, 1790-1830 (Chicago: Moody Press, 1975), 92-95.
87 Bastian, Breve historia del protestantismo, 49.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
_ Protestantismo e Ilustración
88 Octavio Paz, El peregrino en su patria: historia y política de México (México: Fondo de Cultura Económica,
1987), 1:451, 452.
El trasfondo histórico (1492-1810)
_ Protestantismo y esclavitud
89 André Gunder Frank, La acumulación mundial: 1492-1789 (México: Siglo XXI, 1979), 181.
90 Juan C. Varetto, Héroes y mártires de la obra misionera desde los apóstoles hasta nuestros días, 3ra ed.
(Buenos Aires: Junta de Publicaciones de la Convención Evangélica Bautista, 1934), 210-215.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
91 Sobre Knibb ver Brian Stanley, The History of the Baptist Missionary Society: 1792-1992 (Edimburgo: T.
& T. Clark, 1992), 76, 77; Mary Turner, Slaves and Missionaries: The Disintegration of Jamaican Slave Society,
1787-1834 (Kingston, Jamaica: The Press University of the West Indies, 1998); y Philip Wright, Knibb “the
página 58
Notorious”: Slaves’ Missionary, 1803-1845 (Londres: Sidgwick and Jackson, 1973). Ver especialmente, Brian
Stanley, “Baptists, Anti-Slavery and the Legacy of Imperialism”, 42.4 (octubre 2007): 284-296.
92 Citado en Varetto, Héroes y mártires de la obra misionera, 213, 214.
El trasfondo histórico (1492-1810)
GLOSARIO
bucaneros: nombre dado a los filibusteros a esa cultura y le asigna un rol salvador
(piratas) que durante los siglos XVII y y civilizador en la historia.
XVIII se afincaron en las islas de Santo
Domingo y la Tortuga, desde donde ejer- evangélico: el término es genérico y casi
cieron gran dominio sobre todo el mar siempre es utilizado por los miembros
Caribe. de las iglesias protestantes en América
Latina, que desean subrayar que su
cédula real: orden del rey que expide algún mensaje es positivo (el evangelio), y que
tribunal superior para conceder alguna el movimiento evangélico no es una mera
merced o tomar alguna providencia. protesta en contra del catolicismo romano.
De allí que se prefiera a “protestante.”
cimarrón: se aplica al animal doméstico
que huye al campo y se hace montaraz o exógeno: se refiere a algo que se ha forma-
se cría en estado salvaje. Por extensión, do o desarrollado fuera de algo. Extraño o
se aplicaba al esclavo africano que huía extranjero; que viene desde afuera.
de la plantación a la que pertenecía y
buscaba refugio en la selva, especial- galeones: barcos que servían para trans-
mente en el Caribe. En Surinam se los portar de América a España los productos
conocía como “bush negroes” (negros de de las minas de oro y plata del Perú y
la selva). México.
destino manifiesto: expresión del me- cuya autoridad, mirada como procedente
sianismo de la ideología de la cultura de Dios, es ejercida por sus sacerdotes
an-glosajona, que atribuye superioridad
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
GLOSARIO
SINOPSIS CRONOLÓGICA
SINOPSIS CRONOLÓGICA
SINOPSIS CRONOLÓGICA
CUESTIONARIOS DE REPASO
TRABAJOS PRÁCTICOS
Lee y responde:
4. También debe ser observado que en todos los lugares en que hay niños,
y especialmente en Recife, se funden escuelas; en este último (lugar) debe haber
además de eso un maestro portugués….
- Evalúa la importancia que daban los reformados holandeses al uso de las lenguas
vernáculas en la evangelización.
en sus reducciones.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
TRABAJOS PRÁCTICOS
- Según el concepto reformado del bautismo, evalúa la decisión de la Clase sobre los
hijos de indios y negros no bautizados.
- Compara este procedimiento bautismal con el seguido por los católicos en la misma
época.
Lee y responde:
Por lo que mira al escándalo de los católicos debo asegurar a V.R. que ni
por argumentos ni razones se han pervertido, ántes bien el libertinaje, descuido
de su salvación y perversidad de costumbres, han contribuido bastante para
radicarse en nuestra católica religión, sin embargo en este corto tiempo no
dejamos de llorar el desórden de algunas mujeres que abandonando su religión,
su honor, sus hijos y su patria se han embarcado con ellos, y dos que contrajeron
matrimonio según el rito protestante….
- ¿Cómo fue el trato concedido por los británicos a la Iglesia Católica Romana en Cuba?
¿Qué pasó con los privilegios eclesiásticos?
Lee y responde:
[Pedro fue condenado por primera vez en 1601] “… por haber guardado la
secta de Calvino y creído que el Sumo Pontífice no era la cabeza de la Iglesia,
ni podía conceder indulgencias ni perdones, y por haber comido carne en días
prohibidos, y dicho que las confesiones se habían de hacer sólo a Dios, y no a los
sacerdotes y que era idolatría adorar al Santísimo Sacramento porque en él no
estaba Jesucristo nuestro Señor, y por haber dicho que no era pecado el estupro,
ni la simple fornicación, sino sólo el adulterio; y por haber tirado con terrones y
costras de bizcochos a una cruz, blasfemando de ella y por haber hecho fuga e
irse a la China con intento de volverse a su tierra a seguir y guardar su secta.”
“Auto de fe del año 1603,” en Boletín del Archivo General de la Nación, Nº 3 (México: 1933),
332-343. Citado en Bastian, Protestantismos y modernidad latinoamericana, 57.
- Identifica cuáles acusaciones son propiamente contra una fe calvinista y cuáles no.
- Identifica qué cuestiones son propiamente teológicas y cuáles son más bien litúrgicas
o rituales.
- Pedro fue condenado a recibir 200 latigazos y a servir dos años en galeras, lo que
finalmente no se ejecutó. ¿Qué era más importante para la Inquisición a principios
del siglo XVII en América: la herejía protestante, la penetración comercial foránea, las
ideas más liberales de los países protestantes, su influencia política, la conducta de los
colonos?
DISCUSIÓN GRUPAL
LECTURAS RECOMENDADAS
La reaparición
(1810-1880)
INTRODUCCIÓN
Durante todo el siglo XVIII, el poder y prestigio
de España en América Latina se encontraban
en franca decadencia. La Corona española era
ostentada por reyes débiles e incapaces, que
requerían cada vez mayores tributos a las colonias,
pero que ejercían cada vez menos una buena
administración. Las noticias de la Independencia de
Norteamérica (1776) y las ideas de la Revolución
Francesa (1789) produjeron un estado de inquietud
e insatisfacción generalizado.
Cabe mencionar varios factores que hicieron posible que, a comienzos del
siglo XIX, el protestantismo se presentara nuevamente en América Latina, pero
esta vez con mejores resultados que en la etapa anterior.
vedado todo contacto con otros países excepto España. Con la independencia,
estas restricciones desaparecieron y las nuevas repúblicas quedaron expuestas
a todas las corrientes de la vida moderna. Muchos tratados de amistad y comercio
con países protestantes incluían cláusulas que demandaban libertad de culto y
tolerancia religiosa para los ciudadanos de los países contratantes. Más tarde,
esta tolerancia (tácita o implícita) habría de aparecer en las constituciones de
algunas repúblicas latinoamericanas.
2 Juan Bautista Alberdi, Bases y puntos de partida para la organización de la República Argentina (Buenos
Aires: Editorial Plus Ultra, 1974), 109-111.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
5 Simón Bolívar, Discursos y proclamas (Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho, 2007), 131.
6 Citado por Arnoldo Canclini, La libertad de cultos(Buenos Aires: Asociación Bautista Argentina de
Publicaciones, 1987), 75.
página 73
7 Sobre el pensamiento de Rocafuerte y su admiración de la libertad religiosa en los Estados Unidos, ver
Alejandro Soto Cárdenas, Influencia de la independencia de los Estados Unidos en la constitución de las naciones
latinoamericanas (Washington: Secretaría General, Organización de los Estados Americanos, 1979), 159.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
10 Tulio Halperin Donghi, Historia contemporánea de América Latina (Madrid: Alianza Editorial, 1977), 258.
11 Bastian, Breve historia del protestantismo, 94.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
a menos que se les dieran garantías de tolerancia. Wilton M. Nelson señala: “Con
la independencia desapareció la Inquisición, la cual, por cierto, era una de las
instituciones más odiadas por los patriotas. Así la independencia quitó el mayor
obstáculo para la entrada del protestantismo.”12
XVI 18 14 3 1
XVII 9 0 7 2
XVIII 0 0 0 0
14 Robert L. McIntire, Portrait of Half a Century: Fifty Years of Presbyterianism in Brazil (1859-1910), Sondeos
46 (Cuernavaca: CIDOC, 1969), 3, 4.Ver también José Carlos Rodrigues, Religiões acathólicas no Brasil, 2da
ed. (Río de Janeiro: Jornal do Comércio, 1904), 104-107.
página 77
15 Justo L. González, Historia de las misiones (Buenos Aires: La Aurora, 1970), 367.
16 Francisco Ordóñez, Historia del cristianismo evangélico en Colombia (Cali: Alianza Cristiana y
Misionera, n.f.), 14.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Blancos 2.937.000
Indígenas 7.530.000
22.486.000
PROTESTANTES 11.636.000
11.636.000
TOTAL 34.942.000
página 78
17 Alejandro Von Humboldt, Ensayo político sobre la Nueva España (México: Editorial Nacional, 1959), 65, 66.
La reaparición (1810-1880)
_ Anglicanos ingleses
18 Kenneth S. Latourette, A History of the Expansion of Christianity, 7 vols. (Grand Rapids: Zondervan,
1970), 5:105.
19 Juan A. Mackay, El otro Cristo español (México: Casa Unida de Publicaciones, 1952), 232.
20 Asa R. Crabtree, Historia dos baptistas do Brasil, 2 vols. (Río de Janeiro: Casa Publicadora Baptista,
1937), 1:29.
página 79
21 Erasmo Braga y Kenneth G. Grubb, The Republic of Brazil: A Survey of the Religious Situation (Londres:
World Dominion Press, 1932), 50.
22 McIntire, Portrait of Half a Century, 94.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Jorge Canning fue uno de los estadistas ingleses más notables, particularmente
por su política exterior de no intervención y patrocinio, especialmente a favor de
los movimientos nacionales y liberales en Europa y América. Hombre de gran
elocuencia, se lo recuerda por un famoso discurso presentado en diciembre de
1826, en el que afirmaba haber sido él quien tomó la iniciativa en reconocer la
independencia de las colonias españolas emancipadas de América del Sur en
1823. Decía él: “Resolví que, si Francia tenía a España, no debía ser España
con las Indias. Reconocí la existencia del Nuevo Mundo para compensar el
balance del Viejo.” En un sentido, las repúblicas latinoamericanas le deben a
este político inglés su existencia política. A él se debe también la disolución de
la Santa Alianza, la introducción del liberalismo en la diplomacia europea y el
desarrollo de la doctrina de la nacionalidad.24
23 Daniel P. Monti, Presencia del protestantismo en el Río de la Plata durante el siglo XIX (Buenos Aires: La
Aurora, 1969), 63, 64. Cf. Webster E. Browning, The River Plate Republics: A Survey of the Religious, Economic
and Social Conditions of Argentina, Paraguay and Uruguay (Londres: World Dominion Press, 1928), 55.
24 Encyclopaedia Britannica, s.v. “Canning, George,”por Elizatbeth F. Malcolm-Smith.
página 80
25 Arnoldo Canclini, Waite H. Stirling: el centinela de Dios en Ushuaia (Buenos Aires: Ediciones
Marymar, 1980).
26 Browning, The River Plate Republics, 55, 56.
La reaparición (1810-1880)
Perú. Durante todo el siglo XIX y hasta 1888, la historia del protestantismo
en el Perú se limita al establecimiento de comunidades de inmigrantes
protestantes y a empresas misioneras que no pudieron permanecer en el país.
Esto es cierto de los anglicanos que organizaron la primera iglesia protestante
en esta república en 1849. Para cumplir con las leyes, se le dio el título oficial
de “Sociedad Anglo-Americana de Instrucción Primaria y Debates.”29
27 J. Lloyd Mecham, Church and State in Latin America: A History of Political-Ecclesiastical Relations, ed.
rev. (Chapel Hill: University of North Carolina Press, 1966), 252.
28 Alberto Methol Ferré, “Las corrientes religiosas,” Nuestra Tierra 35 (1969): 32, 33.
29 Tomás S. Goslin, Los evangélicos en la América Latina: siglo XIX, los comienzos (Buenos Aires: La Aurora,
página 81
1956), 60, 61; Wenceslao O. Bahamonde, The Establishment of Evangelical Christianity in Peru: 1882-1900
(Hartford, Connecticut: tesis doctoral en Hartford Seminary Foundation, 1952), 58-61.
30 Ibid., 62-80.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
en 1837.31 El primer capellán, Juan Rowlandson, llegó en ese año como profesor
privado. Los cultos gozaron de tan buena asistencia que en 1838 se levantó
un salón para tal fin. Los problemas con las autoridades sólo surgieron cuando
algunas chilenas casadas con ingleses quisieron participar de los cultos, lo que
el gobierno prohibió.
31 Ignacio Vergara, El protestantismo en Chile (Santiago de Chile: Editorial del Pacífico, 1962), 25.
página 82
_ Presbiterianos escoceses
Los presbiterianos escoceses constituían el núcleo mayoritario de la
colectividad británica residente en Buenos Aires, y proporcionaron el primer
contingente de colonos que se estableció en el país en 1825, en la colonia
de Santa Catalina de Monte Grande, a pocos kilómetros de la ciudad capital.
El entonces ministro de gobierno y futuro primer presidente de la república,
Bernardino Rivadavia (1780-1845), había convenido con los hermanos Juan y
Guillermo Parish Robertson la contratación de un grupo de colonos escoceses
para esa colonia agrícola. En 1826, a pedido de los colonos, fue ordenado y
enviado por la iglesia presbiteriana de Glasgow un pastor, Guillermo Brown,
que atendió una escuela y la iglesia de la colonia.36
En 1828, las luchas entre los generales Lavalle y Dorrego azotaron la
zona, la colonia fue asaltada y muertos algunos de sus miembros. Brown y
algunos colonos se trasladaron a Buenos Aires, donde se organizó la Iglesia
Presbiteriana Escocesa de San Andrés (en 1829). El primer templo de esta
congregación fue inaugurado en abril de 1835.37 Bajo el pastorado de Santiago
Smith, sucesor de Brown, y que ministró hasta 1883, la iglesia creció y se
expandió, alcanzando varias regiones rurales.38
Digno de mención es también el testimonio del escocés Roberto Haldane,
quien en 1831 compró una finca sobre el río Fucha en Bogotá para él y para
otros inmigrantes escoceses. Más tarde (1837), Haldane se estableció en la
hacienda Palmar. En 1857, un viajero presbiteriano daba testimonio de las
_ Bautistas galeses
39 Citado en Juana Burford de Bucana, La iglesia evangélica en Colombia: una historia (Bogotá: Asociación
Pro-Cruzada Mundial, 1995), 43, 44.
40 Monti, Presencia del protestantismo, 161. Sobre la colonización galesa en Argentina, ver Ibid., 161-179.
41 Ibid., 165. Ver también Abraham Matthews, Crónica de la colonia galesa de la Patagonia, trad. por F. E.
Roberts (Buenos Aires: Raigal, 1954).
42 Arnoldo Canclini, Los bautistas en marcha (Buenos Aires: Junta Bautista de Publicaciones, 1959), 11.
43 Ibid.
44 Arnoldo Canclini, “¡Cien años de historia bautista!” El Expositor Bautista 78 (julio-agosto 1981): 50.
página 84
45 Ver Oscar A. Toledo, “La colonia galesa del Chubut,” Documentos para la historia integral argentina 18,
El país de los argentinos 210 (Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1981), 48, 49.
46 Ibid., 60, 61.
La reaparición (1810-1880)
_ Valdenses italianos
_ Luteranos alemanes
47 Ver especialmente Ernesto Tron, Historia de la iglesia de Colonia Valdense desde la fundación de la
Colonia del Rosario Oriental hasta el día de hoy (Montevideo: Imprenta “El Siglo Ilustrado,” 1928); Boletín de
la Sociedad Sudamericana de Historia Valdense n. 25 (1959); y Monti, Presencia del protestantismo, 179-192.
página 85
48 Ibid., 184-188.
49 Ibid., 10.
50 Prien, Historia del cristianismo en América Latina, 727, 728.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
51 Émile G. Leonard, O protestantismo brasileiro: estudo de eclesiología e história social (São Paulo: ASTE,
página 86
1963), 48.
52 Prien, Historia del cristianismo en América Latina, 729, 730.
53 Sinclair, “El protestantismo en Colombia y Venezuela,” 507, 508.
La reaparición (1810-1880)
Chile. Hubo alemanes en Chile desde comienzos del siglo XIX. Comerciantes,
artesanos, profesionales y militares fueron poco a poco conformando una
comunidad alemana en Valparaíso, ya existente para 1822. Estos evangélicos
alemanes se pusieron en contacto con los ingleses para organizar en 1825 el
primer cementerio protestante en Chile. Los primeros inmigrantes luteranos
alemanes parecen haber llegado a Chile en 1846. Poco más tarde, el gobierno
chileno ofreció oportunidades de colonización a familias alemanas liberales
que habían huido de Alemania por los conflictos provocados por la Revolución
de 1848. Asì, pues, comenzó en gran escala la inmigración alemana en Chile,
a partir de 1850. Estos inmigrantes, muchos de ellos gente educada y con
recursos, se establecieron en Valdivia, Puerto Montt y Santiago, mientras que
los agricultores en su mayoría fueron a parar a la actual provincia de Llanquihue,
al sur, que colonizaron.
América Central. Hacia mediados del siglo XIX llegaron algunos inmigrantes
protestantes, especialmente británicos y alemanes. Las condiciones políticas
en Europa, producidas por la Revolución de 1848, motivaron que algunos
alemanes miraran a Costa Rica como lugar de refugio.58 Más tarde, en el
mismo siglo, llegaron inmigrantes suizos.59 La presencia de estos extranjeros
provocó oposición. Dos alemanes que visitaron Costa Rica entre 1852 y 1853,
observaron: “El pueblo honra a veces a los protestantes con el mote injurioso
de ‘machos’ (mulos) porque los considera, respecto a sus creencias religiosas,
como animales. Por lo demás no existe en la sociedad ninguna repugnancia
contra los protestantes. Pero un disidente, que quiere casarse con una hija
del país, tiene que hacerse católico, es bautizado de nuevo y rociado, para
despojarlo de toda herejía, con una cantidad considerable de agua bendita.”60
57 Ibid., 752.
58 Luis F. González, La historia de la influencia extranjera en el desenvolvimiento educacional y científico de
Costa Rica (San José: Imprenta Nacional, 1921), 85.
59 Ibid., 293-309.
60 Citado en Moritz Wagner y Karl Scherzer, La república de Costa Rica en Centro América (San José:
Imprenta Lehmann, 1944), 139.
página 88
61 Ibid., 119.
62 Juan A. Alsina, La inmigración europea en la República Argentina (Buenos Aires: Imprenta Calle México,
1898), 31, 32.
La reaparición (1810-1880)
Así, pues, para fines del siglo XIX en Argentina había iglesias luteranas
alemanas en zonas rurales y urbanas. Pero también se percibe un cambio en la
composición socio-religiosa, puesto que los alemanes que llegaron a partir de
1871 provenían del Imperio bismarckiano y formaron comunidades de “alemanes
políticos,” mientras que los grupos de inmigrantes alemanes provenientes del
Volga, que se radicaron en el país a partir de 1877 en las provincias de Buenos
Aires, Entre Ríos y Santa Fe, eran más bien “alemanes culturales.”64 Estos
núcleos fueron el origen de la Iglesia Evangélica Luterana Alemana y también
de otros grupos (bautistas y adventistas) de habla alemana.65
_ Evangélicos norteamericanos
65 Victor P. Popp y Nicolás Denning, Los alemanes del Volga (Buenos Aires: Talleres Gráficos Santo
Domingo, 1977), 137-187.
66 Braga y Grubb, The Republic of Brazil, 59-61.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
67 James P. Smith, An Open Door in Brazil: Being a Brief Survey of the Mission Work Carried on in Brazil Since
1869 by the Presbyterian Church in the United States (Richmond: Presbyterian Committee on Publication,
1925), 127.
68 McIntire, Portrait of Half a Century, 25-45; y William R. Read, New Patterns of Church Growth in Brazil
(Grand Rapids: Eerdmans, 1965), 52, 53.
69 Asa R. Crabtree, Baptists in Brazil (Río de Janeiro: Baptist Publishing House of Brazil, 1953), 35.
70 W. Reginald Wheeler, et al.,Modern Missions in Chile and Brazil (Filadelfia: Westminster Press, 1926),
página 90
unos dos años más tarde. Ransom sirvió en Brasil hasta 1887. Pronto llegaron
refuerzos y surgieron numerosas congregaciones.73 En 1881 se estableció
la primera escuela en Piracicaba (en 1975 se transformó en la Universidad
Metodista de Piracicaba), con el propósito de educar a niños y mujeres jóvenes.
Los pioneros metodistas se destacaron por ayudar a los pobres y desvalidos,
y por promover la educación de las mujeres. En enero de 1886 se publicó el
primer periódico metodista.
78 Ibid.
79 Edward A. Odell, It Came to Pass (Nueva York: Board of National Missions, Presbyterian Church in the
USA, 1952), 146, 147.
La reaparición (1810-1880)
80 Julián C. Bridges, Expansión evangélica en México (El Paso: Mundo Hispano, 1973), 10, 11.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
83 Sante Uberto Barbieri, El país de Eldorado (Buenos Aires: La Aurora, 1962), 38.
84 Citado en Creighton Lacy, The Word Carrying Giant: The Growth of the American Bible Society, (1816-1966
(Pasadena: William Carey Library, 1977), 75.
85 Rooy, Misión y encuentro de culturas, 77.
86 Citado en Barbieri, El país de Eldorado, 38.
página 95
88 Rooy, Misión y encuentro de culturas, 77, 78.Ver William Canton, The History of the Bible Society (Londres:
J. Murray, 1904).
89 Sobre Thomson, ver Juan C. Varetto, Diego Thomson: apóstol de la instrucción pública e iniciador de la
obra evangélica en la América Latina (Buenos Aires: Imprenta Evangélica, 1918); Arnoldo Canclini, Diego
Thomson: apóstol de la enseñanza y distribución de la Biblia en América Latina y España (Buenos Aires:
página 96
Sociedad Bíblica Argentina, 1987); y Donald R. Mitchell, “The Evangelical Contribution of James Thomson
to South American Life: 1818-1825” (tesis de Th.D., Princeton Theological Seminary, 1972).
90 Ibid., 72, 73.
La reaparición (1810-1880)
En 1821, Thomson pasó a Chile, adonde fue invitado por el gobierno para
hacer el mismo trabajo educacional que, como representante de la Sociedad
de Escuelas Británicas y Extranjeras, había hecho en Argentina, imponiendo
con entusiasmo el sistema lancasteriano de enseñanza. Fue recibido
por Bernardo O'Higgins y sus ministros, quienes en 1822 le otorgaron la
ciudadanía chilena “atendiendo al notorio patriotismo” y “al relevante mérito”
que había labrado en Chile. 92
Ese mismo año llegó a Perú, por invitación de Bernardo Monteagudo, para
fundar escuelas en el país recientemente independizado por el general José de
San Martín. Este último le ofreció todos los medios para llevar a cabo su labor.
Los cambios políticos que alejaron a San Martín y Monteagudo del escenario
peruano demoraron un poco los planes de Thomson, hasta que Simón Bolívar
lo respaldó y su escuela funcionó con éxito. El Nuevo Testamento fue utilizado
como libro de texto, tal como había ocurrido en las demás escuelas por él
fundadas en los países que anteriormente había visitado. La venta de Biblias en
Lima fue también extraordinaria, ya que Thomson, que a partir de 1824 actuaba
oficialmente como agente de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, logró
vender 500 ejemplares en sólo dos días.93 Thomson persuadió a esta Sociedad
a que lo ayudara a producir una traducción de los Evangelios al quechua, pero
el manuscrito se perdió en las vicisitudes de la guerra. Pasaron cincuenta años
antes que se publicaran porciones bíblicas en ese idioma. Thomson también
alentó una traducción al aymara.94
91 Guillermo Tallon, “El metodismo en Sud América: 1836-1911,” El Estandarte Evangélico de Sud
América, número extraordinario (noviembre 1911): 12.
92 Varetto, Diego Thomson, 43.
página 97
93 Diego Thomson, Letters on the Moral and Religious State of South America (Londres: James Nisbet, 1827),
163.
94 Ibid., 101-103.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
escuelas para niñas y en Lima promovió la misma iniciativa. Junto con José
Francisco Navarrete y Antonio Camilo Vergara presentó un petitorio al Congreso
Constituyente limeño de 1824, en el que argumentaba a favor de la creación de
una escuela para varones y otra para niñas usando el método lancasteriano.
Diego Thomson: “La representación nacional sabe mui bien que desde
Jorge III, dijo a su autor que todo niño pobre de su reyno aprendiese
a leer la Biblia todos los gobiernos de Europa le han honrado con
colocarse al frente de esta institución y ansían y ponen su mayor connato
en generalizarla.… Después de haber establecido en Buenos Aires el
sistema de la enseñanza mutua entre los hombres se ha tratado de
establecerlo en la educación de las mujeres.… ¿Quántas diferencias se
notarían en las costumbres si las mujeres supiesen a fondo su religión,
sus deberes y pusiesen a practicar las luces que sobre ellas pueden
suministrárseles, y las facultades industriales que se pueden enseñar?
Son incalculables los bienes que producirían ambos establecimientos y
nada es más fácil que llevarlo a cabo.”95
100 Kenneth G. Grubb, The Northern Republics of South America: Ecuador, Colombia and Venezuela (Londres:
World Dominion Press, 1931), 69.
101 Ver Varetto, Héroes y mártires de la obra misionera, 250-253.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
colportor, el cura hizo que la gente quemase todas las Biblias, y ahora casi
nadie quiere comprar. Si alguno compra, es después de mucho hablar. Usted
puede imaginar la aflicción de mi espíritu cuando oigo sus absurdas objeciones
y llego a saber que han quemado la Palabra de Dios. ¡Que Dios los perdone,
porque no saben lo que hacen!”102
105 Informe de 1878 de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, citado en Varetto, Héroes y mártires de la
obra misionera, 252.
106 Lacy, The Word Carrying Giant, 75.
La reaparición (1810-1880)
Sin embargo, no fue sino hasta 1833 que se abrió la primera agencia
de la Sociedad Bíblica Americana en América Latina, y fue más bien una
misión itinerante que residente. Isaac W. Wheelwright fue nombrado “para la
costa occidental de Sudamérica” (Chile, Perú, Ecuador, Colombia y partes
de Guatemala). Wheelwright llevó consigo 600 Nuevos Testamentos en
español, varios cientos de Biblias y Nuevos Testamentos en inglés. El proceso
de distribución fue lento y desalentador. Finalmente, el agente renunció y
se quedó como director de una escuela en Ecuador, convencido, ante la
oposición clerical, de que sólo a través de “un medio más aceptable como la
educación,” la juventud latinoamericana podía ser alcanzada por la Biblia y
la fe evangélica. 107 En los años 1846 a 1848 se produjo una turbia amalgama
de difusión protestante de la Biblia y el imperialismo norteamericano,
cuando la Sociedad Bíblica Americana envió a W. H. Norris a México junto
con las tropas estadounidenses que invadían este país. Norris, que había
sido misionero en Buenos Aires, vendió muchos ejemplares de la Biblia en
español. Esta época no fue la más propicia para este trabajo, porque México
sufría una guerra a todas luces injusta. Su territorio era invadido por fuerzas
extranjeras y en los mexicanos había indignación por ello y por todo lo que
procediera de Estados Unidos. 108
Entre los agentes más destacados de esta Sociedad, que llevaron a cabo
una labor de resultados más permanentes, figuran Daniel P. Kidder, Ramón
Montsalvatge, J. De Palma, Guillermo M. Patterson, y José Norwood. Sin
embargo, los tres más notables fueron Andrés M. Milne (1838-1907), Francisco
G. Penzotti (1851-1925) y Hugo Clarence Tucker (1857-1956).
109 Daniel P. Kidder, Sketches of Residence and Travels in Brazil (Filadelfia: Soren & Ball, 1845).
110 Carlos Turner, La Biblia construye en América Latina (Buenos Aires: La Aurora, 1954), 16.
página 102
111 Paul E. Pierson, A Younger Church in Search of Maturity: Presbyterianism in Brazil from 1910 to 1959 (San
Antonio: Trinity University Press, 1974), 10.
112 Lacy, The Word Carrying Giant, 119.
La reaparición (1810-1880)
113 Ibid.
114 Ordóñez, Historia del cristianismo evangélico en Colombia, 25.
115 Lacy, The Word Carrying Giant, 120.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
José Norwood. Patterson fue sucedido en sus labores por José Norwood,
quien a su arribo desde México en 1891 recibió garantías de parte del presidente
de la república de Venezuela que tendría “la misma libertad y protección” para
la distribución de las Escrituras que había conocido en México. Sin embargo,
él, al igual que otros agentes bíblicos, sufrió persecución.118 Cuando fue puesto
en prisión por un jefe policial fanático, apeló al embajador de los Estados
Unidos en Venezuela. Inmediatamente el ministro del interior del país instruyó
al gobernador del estado en el sentido de que “la propaganda de materia
religiosa y las cuestiones de conciencia en general, no son causas legales para
el encarcelamiento bajo ninguna circunstancia” y ordenó “el castigo de aquellos
que por ignorancia o abuso de autoridad habían procedido contra la libertad de
ese individuo.” No obstante, si bien Norwood señalaba que “toda la cuestión
había sido una bendición para la causa,” la persecución contra los colportores y
compradores continuó, y en 1898 Norwood trasladó la agencia a Colombia.119
Andrés Murray Milne. Milne fue un presbiteriano escocés que en 1862 llegó
a Buenos Aires. A partir de 1864 comenzó a realizar un trabajo de colportaje
muy efectivo como agente de la Sociedad Bíblica Americana para el Río de la
Plata.120 En 1887 fue trasladado a Montevideo. Su obra allí fue notable porque
en su casa en 1869 se celebraron los primeros cultos en castellano en Uruguay
y se tuvo la primera escuela dominical. También es notable porque, a través
de ese testimonio, Francisco G. Penzotti tomó contacto con la Sociedad Bíblica
Americana, de la que fue su agente más extraordinario.
hasta Quito con la Biblia (Buenos Aires: La Aurora, 1944); y la síntesis de Francisco G. Penzotti, “Sociedad
Bíblica Americana,” El Estandarte Evangélico de Sud América, número extraordinario (noviembre 1911):
157-161.
La reaparición (1810-1880)
Juan C. Varetto: “Pocos hombres hay que hayan tenido tanto éxito en
la buena distribución de Biblias. No hay país de la América Latina que él
no haya visitado. Con su cartera en una mano y una Biblia en la otra, ha
golpeado las puertas, siendo un mensajero de paz a todos aquellos a quienes
encontraba, insultado y perseguido, nunca ha conocido el desaliento; viajando
constantemente en trenes, en mulas y a pie, sufriendo hambre, durmiendo en
el suelo y conociendo mil clases de privaciones. Su vida es una larga serie de
incidentes y anécdotas conmovedoras.”124
biografía, ver Claudio Celada, Un apóstol contemporáneo: la vida de F. G. Penzotti (Buenos Aires: La Aurora, n.f.);
y Luis D. Salem, Francisco G. Penzotti: apóstol de la libertad y de la verdad( México: Sociedades Bíblicas, 1963).
124 Varetto, Héroes y mártires de la obra misionera, 242.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Su obra más notable tuvo lugar en Perú a partir de 1888. Allí logró vencer
la oposición del clero y los elementos ultraconservadores de la nación. Fue
perseguido y encarcelado en la cárcel de Casas Matas, del Callao, por casi
un año, pero logró salir airoso. Gracias a su celo y constancia, se estableció la
Iglesia Metodista en Perú.125 En 1892 visitó Guatemala, desde donde viajó por
los países de América Central durante 16 años, cumpliendo su labor de agente
de la Sociedad Bíblica Americana. Finalmente, regresó a Buenos Aires para
ocupar el puesto dejado vacante por Andrés M. Milne como secretario regional.
Penzotti falleció en esta última ciudad el 24 de julio de 1925.
Hugo Clarence Tucker. Tucker llegó a Brasil en 1886 como pastor misio-
nero presbiteriano. Antes de cumplir su primer período de servicio, recibió el
encargo de investigar la necesidad de una nueva versión en portugués de la
Biblia y la invitación para ser agente de la Sociedad Bíblica Americana. Viajó
extensamente por el territorio brasilero. Su meta era “poner la Biblia en idioma
portugués en las manos del pueblo y promover la aplicación de la verdad bíblica
y el estilo de vida cristiano, para el mejoramiento de las condiciones sociales,
económicas y culturales en las que vive el pueblo.”126
125 Francisco G. Penzotti, Spiritual Victories in South America (Nueva York: American Bible Society, 1916).
página 106
126 Lacy, The Word Carrying Giant, 196.Ver también Hugh C. Tucker, The Bible in Brazil: Colporter Experiences
(Nueva York y Chicago: Fleming H. Revell, 1902).
127 Ibid.
La reaparición (1810-1880)
¿Cuándo aparece América Latina por primera vez como campo propicio
para la actividad misionera? Fuera de los esfuerzos misioneros llevados a
cabo entre la población africana esclava del Caribe en lengua inglesa, y los
protagonizados por los moravos en las Indias Occidentales Danesas, Jamaica,
las Guayanas Holandesas y América Central, quizás cabe mencionar a Cotton
Mather (1663-1728) como pionero. Mather era un pastor congregacionalista de
Boston que emprendió los primeros ensayos de difundir traducciones bíblicas
protestantes en castellano por Nueva España, por medio de su amigo Samuel
Sewall (1652-1730).128 Mather fue el primero en estudiar el castellano con el
fin de comunicarse con la América hispana.129 Un propósito similar animaría
a Juan C. Brigham, secretario corresponsal de la Sociedad Bíblica Americana
entre 1828 y 1862, después de la independencia de México.
ensayo para llevar la religion a las Indias españolas), publicado en 1699, ejerció
una gran influencia.130 Por entonces no existía una idea clara de la necesidad
de evangelizar las colonias españolas, pues se las suponía ya cristianizadas
por la Iglesia Católica. Hasta que las sociedades misioneras y las iglesias (y las
denominaciones más tarde) no tomaron consciencia de América Latina como
campo fértil para las misiones, no se llevaron a cabo emprendimientos para
la evangelización de la población latinoamericana, tanto criolla como mestiza,
indígena y africana. Cuando esto ocurrió, comenzaron a venir misioneros de
Inglaterra, Norteamérica y del continente europeo.
_ De Gran Bretaña
La afirmación de Inglaterra como gran potencia marítima hacia fines del siglo
XVIII significó que ese país tomara la delantera en el avivamiento misionero en
todo el mundo. Este es el nombre que se le dio al despertar religioso que se
manifestó en la creación, entre 1790 y 1840, de casi todas las grandes agencias
misioneras del siglo XIX, primero en Inglaterra, y luego en Norteamérica, y más
tarde en el continente europeo. El avivamiento religioso de fines del siglo XVIII
fue un factor de suma importancia en este despertar misionero.
Uno de los problemas más serios que enfrentaron los primeros agentes
misioneros metodistas en el Caribe fue la oposición de los dueños de plantaciones
a que se evangelizase y enseñase a los esclavos africanos. A pesar de la
oposición, para 1829 los metodistas ya habían convertido a cerca de mil esclavos
página 108
130 Ibid.
131 J. Edwin Orr, Evangelical Awakenings in Latin America (Minneapolis: Bethany Fellowship, 1978), 8.
La reaparición (1810-1880)
y los habían incorporado a sus iglesias.132 Hacia 1831 comenzó una rebelión de
esclavos en Jamaica, que fue aplastada con ferocidad. Los misioneros fueron
amenazados y arrestados, y muchos esclavos perdieron sus vidas.
132 George Smith, History of Wesleyan Methodism, 3 vols., 2da ed. rev. (Londres: Longman, Green,
Longman and Roberts, 1862), 3:138-140.
133 Latourette, History of the Expansion of Christianity, 5:124.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Pero los plantadores no se daban por satisfechos con nada menos que
la muerte de Knibb, e incendiaban toda casa donde le daban refugio.
Por fin pudo hallar un asilo seguro yendo a habitar en un buque que
estaba anclado en las afueras del puerto.… Pacificada la isla, Knibb
prosiguió sus trabajos con el mismo ardor y fidelidad que antes.… La
esclavitud en Jamaica y en todos los dominios británicos, fue abolida
definitivamente el 1 de agosto de 1838. A media noche Knibb había
reunido su congregación numerosísima. Cuando la hora que anunciaba
el fin del día se acercaba, Knibb, mirando al reloj, exclamaba: ‘La hora se
acerca; el monstruo está muriendo.’ Un silencio sepulcral reinaba en la
asamela. Cuando el reloj dio el último toque de las doce, Knibb exclamó:
‘El monstruo está muerto; los negros están libres.’ Entonces se oyó un
clamor de parte de los libertados, cual, tal vez, nunca se oyó otro sobre
la tierra.”134
_ De Norteamérica
135 Kenneth G. Grubb, Religion in Central America (Londres: World Dominion Press, 1937), 31.
136 Titus Coan, Adventures in Patagonia: A Missionary’s Exploring Trip (Nueva York: Dodd, Mead & Co.,
1880).
La reaparición (1810-1880)
El interés de los Estados Unidos por América Latina creció no sólo como
resultado de la proximidad geográfica, sino también de la simpatía por las
corrientes revolucionarias de principios del siglo XIX. El gobierno norteamericano
reconoció a los movimientos de independencia y nombró representantes
diplomáticos para México (1822), Chile y el Río de la Plata (1823), Brasil y la
Confederación Centroamericana (1824), y Perú (1826). La Doctrina Monroe,
proclamada oficialmente en 1823, advertía a todas las potencias europeas que
el hemisferio occidental ya no estaba abierto a nuevas aventuras colonizadoras.
Este principio proclamado por el presidente norteamericano James Monroe
(1758-1831) se sintetizaba en la frase “América para los americanos.”
_ De Europa continental
138 Israel Belo de Acevedo, As cruzadas inacabadas: introduçâo à história da Igreja na América Latina (Río de
Janeiro: Gémeos, 1980), 97.
página 112
GLOSARIO
colono: habitante de una colonia; arren- liberales: que siguen las doctrinas
datario de una heredad, que la cultiva, del liberalismo favorables a la liber-
labra y suele vivir en ella. tad política y económica de los
Estados, al respeto por las libertades
confederado: perteneciente a los once del individuo. En América Latina, los
estados esclavistas de Norteamérica, que liberales eran guiados por la idea del
se separaron de la Unión en 1860-1861, progreso y la civilización.
y formaron un gobierno que subsistió
hasta la terminación de la Guerra Civil o libertad de culto: tiene que ver con
de Secesión en 1865. la exteriorización y participa-ción
privada o colectiva de las convic-
cuarterones: se aplica en América a ciones religiosas personales. No
los nacidos de mestizo y blanca, o al tiene que ver con los contenidos de
contrario. Se los llama así porque se dice la religión, sino con la exteriorización
que tienen un cuarto de indígena y tres de los mismos en el culto público.
de blanco.
libertad religiosa: aquella facultad
dicotomía: bifurcación, división en dos personal o social de todo ser huma-
partes, separación. no, de escoger, sustentar y practicar
su propia religión, conforme a los
Doctrina Monroe: la posición mantenida dictados de su conciencia, como
en política internacional por los Estados también su derecho de cambiarla
Unidos, no estatuida por ley, pero no por u objetarla por causa de su con-
eso menos firme y eficaz, que sostiene ciencia, libre de toda coerción.
“como un principio en que están envueltos
los derechos e intereses de los Estados logia masónica: local donde se
Unidos, que los Continentes americanos, celebran asambleas de masones
por libre e independiente condición que y cada una de estas asambleas y
han asumido y que mantienen, no pueden el conjunto de individuos que las
considerarse en adelante como sujetos a constituyen.
futura colonización por cualquier potencia
europea.” mulatos: se aplica en América a
los nacidos de negra y blanco, o al
idiosincrasia: un aspecto del comporta- contrario; de color moreno.
miento típicamente característico de un
individuo o pueblo; condición del tempe- raison d’ȇtre: razón de ser.
ramento y carácter de cada persona, por
la que se diferencia de las otras. subcultura: la cultura de un seg-
mento identificable de la sociedad.
iglesia de trasplante: son iglesias pro- Una subcultura es parte de la cul-
testantes en las que la confesión religiosa tura total de la sociedad, pero difiere
sirve de ideología a un grupo de inmigrantes de la cultura más amplia en ciertos
trasplantados, cumpliendo así una función aspectos, por ejemplo, el lenguaje,
socio-cultural que fundamenta su etnia. El las costumbres, los valores o las
factor determinante en estas iglesias no es normas sociales.
el credo religioso, sino el origen étnico y
cultural del inmigrante.
página 113
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
SINOPSIS CRONOLÓGICA
1776 Independencia de los Estados Unidos.
CUESTIONARIOS DE REPASO
Preguntas sobre el nivel básico (para Preguntas suplementarias (para los ni-
los niveles 1, 2 y 3): veles 2 y 3):
1. ¿Qué ocurrió con la mayor parte de 1. Menciona tres vías por las que el
las colonias españolas en América entre protestantismo hizo su reaparición en
1810 y 1825? 2. ¿Cuál era la situa- América Latina. 2. Señala los factores
ción de la Iglesia Católica cuando el políticos y económicos que hicieron po-
protestantismo reapareció en América sible la reaparición del protestantismo.
Latina? 3. ¿De qué manera los proyectos 3. Evalúa el aprecio que los líderes li-
liberales de inmigración favorecieron la berales latinoamericanos tenían del
reaparición del protestantismo? 4. ¿De protestantismo. 4. Describe los factores
qué manera la presencia de colonos espirituales y religiosos que favorecieron
protestantes favoreció el desarrollo de la la reaparición del protestantismo. 5. Eva-
tolerancia religiosa? 5. ¿Cuáles fueron lúa el celo evangelizador y misionero de
los dos países que recibieron el mayor los inmigrantes protestantes llegados
número de inmigrantes? 6. ¿Qué dos durante el siglo XIX. 6. Describe la
grupos protestantes predominaban entre presencia de luteranos alemanes en
los inmigrantes llegados a Argentina y América Latina. 7. Haz una evaluación
Brasil? 7. ¿Cuál fue el cuerpo protes- de la inmigración protestante a América
tante que se estableció primero en Amé- Latina. 8. Haz una evaluación de la obra
rica Latina y dónde? 8. ¿En qué año se de las sociedades bíblicas en América
construyó el primer templo protestante Latina. 9. Describe la obra misionera
en América Latina y dónde? 9. ¿Cuál incipiente de los metodistas y bautistas
fue el alcance de la presencia de los en el Caribe y sus dificultades. 10.
anglicanos en América Latina? 10. ¿En Enumera algunas razones que explican
qué país se radicaron mayormente los el envío de los primeros misioneros a
presbiterianos escoceses? 11. ¿En América Latina.
qué país se radicaron los bautistas ga-
leses? 12. ¿En qué país se radicaron
los valdenses italianos a partir de 1857?
13. ¿Cuál fue el alcance de la presencia Tareas avanzadas (para el nivel 3):
de luteranos alemanes en Brasil? 14.
¿Qué evangélicos del sur de los Estados 1. Identificar una iglesia de inmigración
Unidos se radicaron en América Latina y (iglesia de trasplante o étnica) en tu ciu-
por qué? 15. ¿Quién fue el pionero de la dad e investigar todo lo que se pueda
distribución de la Biblia en América Latina sobre su historia. Redactar un ensayo de
y cuál fue su contribución? 16. ¿Dónde y no menos de 300 palabras.
en qué año se fundó la primera Sociedad
Bíblica en América Latina? 17. ¿Quién 2. Si en tu ciudad hay una agencia de la
fue y qué hizo Lucas Matthews? 18. Sociedad Bíblica, entrevistar a su director
¿Quién fue y que hizo Andrés M. Milne? o gerente general para preguntarle sobre
19. ¿Por qué se considera a Francisco G. la importancia de la labor de distribución
Penzotti como “el héroe más destacado bíblica (en el país, la región o la ciudad)
del protestantismo latinoamericano”? en términos de su impacto evangelizador.
20. ¿Quién fue Hugo C. Tucker y qué Redactar un informe de no menos de 300
hizo? 21. ¿Quién fue Guillermo Knibb y páginas.
qué hizo? 22. ¿Cuál era la actitud de los
Estados Unidos hacia América Latina a 3. Evaluar los primeros intentos misione-
comienzos del siglo XIX? 23. ¿Qué es la ros protestantes en el continente seña-
Doctrina Monroe? 24. ¿Quién fue Diego lando sus aspectos positivos y negativos,
Thomson y qué hizo? 25. ¿Quién fue y redactar un ensayo de no menos de
página 116
TRABAJOS PRÁCTICOS
Lee y responde:
Carta de felicitación.
El saludo que el rey de Inglaterra, Jorge V, envió a la misma iglesia en igual ocasión
pondera su trabajo “como una expresión digna de las mejores tradiciones de la raza y la
fe escocesas.”
J. Monteith Drysdale, A Hundred Years in Buenos Aires: 1829-1929 (Buenos Aires: n.p.,
1929), 67, 68.
- ¿En qué sentido este documento interpreta la función de la iglesia como la preservación
de la “etnia” escocesa?
- ¿Es posible detectar, junto con la fe, elementos de una ideología foránea?
- ¿De qué manera la iglesia es entendida como un “segundo hogar” y un refugio contra la
disolución de las costumbres que la inmigración puede traer aparejada?
- Evalúa los rasgos apuntados desde una perspectiva misionológica. ¿Una iglesia así
puede cumplir con la misión del reino?
página 117
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Lee y responde:
Colportaje y evangelización.
- Evalúa el colportaje como método de evangelización para el día de hoy. ¿Crees que
todavía es efectivo?´
- “La Biblia no pide ni necesita defensores.” ¿Cuál es tu opinión sobre esta afirmación?
- ¿Crees que la experiencia del colportaje es una buena práctica previa para los
candidatos al ministerio pastoral?
- ¿Qué lugar debe ocupar la difusión de la Biblia en una estrategia misionológica actual
y efectiva?
página 118
La reaparición (1810-1880)
Lee y responde:
Citado de una presentación del Dr. Sidney Rooy en el Instituto Superior Evangélico de
Estudios Teológicos (ISEDET), Buenos Aires.
- Ofrecer ilustraciones históricas del impacto del protestantismo sobre el cambio social
en la América Latina poscolonial.
- ¿Qué relación existe entre la penetración misionera del protestantismo y el avance del
imperialismo norteamericano en América Latina?
página 119
- ¿Hasta qué punto los “valores protestantes” podían ofrecer una solución a las crisis
latinoamericanas en materia económica, política, social y cultural?
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
DISCUSIÓN GRUPAL
3. ¿Cuáles serían los métodos más adecuados hoy para llevar la fe evangélica a los
pueblos del continente todavía no alcanzados?
LECTURAS RECOMENDADAS
González, Justo L. Historia del cristianismo, 2 vols. (Miami: Editorial Unilit, 1994),
477-485.
La conquista
(1880-1916)
INTRODUCCIÓN
Hace ya más de un siglo y medio que el
protestantismo ha sido implantado en América
Latina. Obviamente, la Iglesia Católica Romana
siempre consideró como una penetración
injustificada y peligrosa, todos los esfuerzos de
establecimiento de iglesias evangélicas en el
continente. Pero hubo también resistencias desde
el mismo protestantismo hacia las misiones en
América Latina. Los esfuerzos misioneros fueron
considerados producto de grupos fanáticos y
poco cultos, que venían a sembrar donde ya se
había sembrado por siglos. Muchos protestantes,
especialmente europeos, estimaban que, bien o
mal, la Iglesia de Roma había evangelizado el
continente. Según este criterio, no era necesario
gastar recursos en América Latina, cuando había
tantos lugares todavía paganos que había que
alcanzar con el evangelio.
masas, totalmente ajenas a la luz del evangelio. Tuvieron que pasar muchos
años antes que una actitud más liberal, progresista y renovadora trajera una
visión más realista, que superara la estrechez de la intransigencia y el monopolio
religioso católico. Pero esta nueva actitud recién alcanzó cierta madurez en la
Iglesia Católica a partir del Concilio Vaticano II.
Por el lado protestante, hubo que esperar hasta el Congreso Evangélico
de Panamá en 1916 y el de Montevideo en 1925, para que se legitimaran los
esfuerzos misioneros realizados y se alentaran nuevas empresas. No obstante,
en las tres décadas que van desde 1880 a 1916, comenzaron su conquista
evangelizadora la mayoría de los grupos protestantes más significativos que
todavía hoy operan en el continente. Es cierto que algunos lo hicieron en el
curso del medio siglo previo, y otros en los años que siguieron a 1916. Pero
por sus características, este período puede ser considerado como el de la
conquista protestante de América Latina, llevada a cabo por las sociedades
misioneras europeas y especialmente norteamericanas.
El protestantismo tardó mucho en adquirir conciencia de su deber de
testimonio al mundo, y de manifestar un profundo celo misionero. Recién a fines
del siglo XVIII, aparece con gran fuerza este espíritu dentro del protestantismo
europeo y más tarde norteamericano. Durante el siglo XIX, el celo misionero
fue característico de la mayoría de las denominaciones protestantes de Europa
y Norteamérica. Estas iglesias desarrollaron una extraordinaria obra misionera
por todo el mundo. Este fenómeno es el que llevó a Kenneth S. Latourette a
denominar como “El Gran Siglo” al período entre 1815 y 1914.1
No obstante, no fueron muchos los protestantes que durante estos años
pensaron en América Latina como campo misionero. Como se indicó, muchas
iglesias establecidas en Europa consideraban al continente latinoamericano
como ya evangelizado y cristianizado por la Iglesia Católica Romana. Sus
sociedades misioneras preferían realizar su obra en los nuevos territorios
abiertos al avance del imperialismo europeo (británico, francés, alemán, belga)
o norteamericano, y que se encontraban sumidos en el paganismo y la barbarie.
En algunos lugares de Asia, África y Oceanía el catolicismo jamás había llegado,
o bien, su penetración no había sido suficientemente profunda. La tendencia
a mantener a América Latina fuera de la agenda misionera protestante duró
mucho tiempo, y se expresó incluso en la Conferencia Misionera Internacional,
celebrada en Edimburgo en 1910, donde el continente no figuró entre los
campos misioneros considerados.
Por otro lado, en el caso de las sociedades misioneras norteamericanas, la
empresa misionera se vio un tanto frenada hasta 1865 debido a los problemas
generados por la Guerra de Secesión (1861-1865). Las grandes denominaciones
protestantes norteamericanas tenían sus fuerzas divididas por la confrontación
entre el norte y el sur. Al terminar el conflicto interno en los Estados Unidos, las
sociedades misioneras pudieron reforzar sus programas foráneos. En el caso
de las iglesias europeas, éstas sólo apoyaron a sus residentes e inmigrantes
en América Latina, ya que consideraban al continente como territorio católico
romano, y limitaron su trabajo misionero a la conversión de los indígenas no
alcanzados por el catolicismo.
página 122
_ Los factores
2 Orlando E. Costas, The Church and Its Mission: A Shattering Critique from the Third World (Wheaton,
Illinois: Tyndale House, 1974), 245.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
de ser moldeadas de conformidad con las iglesias ‘en la patria del misionero.’
La tendencia era la de producir réplicas prácticamente idénticas.” El informe
de la Consulta de Willowbank (1978) continúa diciendo: “Debe agregarse que
dichos esquemas eran entusiastamente adoptados por los nuevos cristianos,
resueltos a no quedar atrás en nada con respecto a sus amigos occidentales,
cuyos hábitos y modos de adorar venían observando atentamente.”6
7 Rubén Lores, “El destino manifiesto y la empresa misionera,” Vida y Pensamiento (Costa Rica) 7 (nn.
1-2, 1987): 20. Publicado también en Lectura teológica del tiempo latinoamericano (San José, Costa Rica:
Seminario Bíblico Latinoamericano, 1979), 215, 216.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
10 Ibid., 391.
11 Citado en Frederik Merk, La Doctrina Monroe y el expansionismo norteamericano (Buenos Aires: Paidós,
1966), 190.
La conquista (1880-1916)
_ Los pioneros
hizo puerto en Bahía (Brasil) en camino a la India. Su visita fue breve, pero
suficiente para impresionarlo y llevarlo a orar para que Dios enviara obreros
a un campo tan necesitado.18 A su vez, algunas denominaciones protestantes
manifestaron su inquietud de misionar en América Latina desde muy temprano
en su período formativo, especialmente en los Estados Unidos. Tales inquietudes
se concretaron a partir de la cuarta década del siglo XIX. Los nombres de
sus protagonistas principales representan las tradiciones denominacionales
diferentes, que han ejercido una influencia protestante permanente en la vida
espiritual de América Latina.
18 Arthur Judson Brown, One Hundred Years: A History of the Foreign Missionary Work of the Presbyterian
Church in the U.S.A. (Nueva York: Fleming H. Revell, 1936), 787.
19 Sobre la vida y obra de Allen Gardiner, ver Arnoldo Canclini, Hasta lo último de la tierra: Allen Gardiner y
las misiones en Patagonia (Buenos Aires: La Aurora, 1951); Idem, Allen F. Gardiner: marino, misionero, mártir
(Buenos Aires: Marymar, 1979); Robert Young, From Cape Horn to Panama (Londres: South American
Missionary Society, 1905); Armando Braun Menéndez, Pequeña historia fueguina (Buenos Aires: Emecé,
1945); Ismael A. Vago, Allen Gardiner: el mártir de Tierra del Fuego (Buenos Aires: La Aurora, 1939); Richard
Hough, The Blind Horn’s Hate (Nueva York: W. W. Norton, n.f.).
20 Francis E. Clark y Harriet A. Clark, The Gospel in Latin Lands: Outline Studies of Protestant Work in the
página 130
Latin Countries of Europe and America (Nueva York: Macmillan, 1909), 305.
21 Ibid., 306; Monti, Presencia del protestantismo, 98.
22 Ibid., 98, 99.
La conquista (1880-1916)
En 1850 Gardiner llegó a Tierra del Fuego acompañado por otros seis
ayudantes: Juan Maidment (catequista), Ricardo Williams (médico metodista),
José Erwin (carpintero), y los marineros Badcock, Bryan y Pearce. Desembarcaron
en la ensenada Banner. Llevaban provisiones para seis meses, luego de los
cuales un barco pasaría a recogerlos. Pero ese barco no llegó a tiempo. Cuando
en octubre de 1851 una expedición salió en busca de los misioneros, sólo
encontró sus cadáveres. El escorbuto y el hambre habían terminado con ellos
y con los planes misioneros de Gardiner.24El famoso científico Carlos R. Darwin
(1809-1882), quien visitó la misión en su memorable viaje en el S.S. Beagle,
escribió a la Sociedad Misionera Sudamericana: “El éxito de la Misión a Tierra
del Fuego es tanto más maravilloso y me asombra, cuanto yo siempre profeticé
un fracaso completo. Ella es un gran éxito. Me sentiré orgulloso si su Comité
piensa adecuado elegirme como miembro honorario de su Sociedad.”25
23 Ibid., 102, 103. Ver también Goslin, Los evangélicos en América Latina, 56.
24 Una descripción vívida de esta trágica aventura misionera según el propio relato de sus protagonistas,
se encuentra en Arnoldo Canclini, ed., Diario de Ricardo Williams (México: Casa Unida de Publicaciones,
1959); y Arnoldo Canclini, ed., Últimos documentos del capitán Allen F. Gardiner (México: Casa Unida de
Publicaciones, 1959). Ver también, Arnoldo Canclini, 400 años de protestantismo argentino: historia de la
presencia evangélica en la Argentina (Buenos Aires: Facultad Internacional de Educación Teológica, 2004),
página 131
149-152.
25 Brown, One Hundred Years, 787, 788.
26 Canclini, ed., Diario de Richard Williams, 93.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
“Si hay un deseo que tengo para el bien de mis prójimos es que la misión de
Tierra del Fuego sea proseguida con vigor, como así también todo el trabajo
en Sudamérica, especialmente en la rama chilidugu (así denominaba Gardiner
al sur de Chile). Pero todo lo dirigirá y obrará el Señor, porque suyos son los
tiempos y las sazones, y los corazones de todos están en sus manos.”27
Roberto Reid Kalley. El tercer pionero fue el Dr. Roberto R. Kalley (1809-
1888), médico escocés profundamente religioso, que el 10 de marzo de 1855
llegó al Brasil procedente de la isla de Madeira. Allí había establecido varias
congregaciones, distribuido unos 3.000 ejemplares de la Biblia, y cumplido un
ministerio que incluía la educación y la medicina, junto con la visitación pastoral,
la predicación expositiva y la instrucción bíblica. Kalley había llegado a Madeira
en 1838 sin ser sostenido por ninguna misión. Pero se vio forzado a salir de la
isla a causa de la oposición religiosa y de la mala salud de su esposa.36
36 Michael P. Testa,O apóstolo da Madeira (Lisboa: Igreja Evangélica Presbiteriana de Portugal, 1963),
260, 261.
37 Varetto, Héroes y mártires de la obra misionera, 259, 260.
La conquista (1880-1916)
38 Léonard, O protestantismo brasileiro, 49-54. Ver también Fortunato Luz, Esboço histórico da escola
página 135
dominical da Igreja Evangélica Fluminense (Río de Janeiro: Igreja Evangélica Fluminense, 1932).
39 Kessler, A Study of Protestant Missions in Peru and Chile, 96.Ver también Juan B. A. Kessler, Historia de
la evangelización en el Perú (Lima: Ediciones Puma, 2010), 71-73.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
40 Wade Crawford Barclay, History of Methodist Missions (Nueva York: Board of Missions and Church
Extension of the Methodist Church, 1957), 3:792-797. Ver también Goodsil F. Arms, History of the William
Taylor Self-Supporting Mission in South America (Nueva York: The Methodist Book Concern, 1921).
41 Ver su propio relato de sus viajes misioneros en Will Payne y Charles T. W. Wilson, Missionary
página 136
Pioneering in Bolivia: With Some Account of Work in Argentina (Londres: H. A. Raymond, n. f.) Ver también
Gilberto M. J. Lear, Un explorador valiente: pequeña biografía de la vida del infatigable don Guillermo S. Payne
(Lanús, Argentina: Librería Editorial Cristiana, 1951).
La conquista (1880-1916)
_ Los metodistas
42 Rooy, Misión y encuentro de culturas, 96, 97. Ver Justo L. González, The Development of Christianity in the
Latin Caribbean (Grand Rapids: Eerdmans, 1969), 67; 27.
43 Latourette, History of the Expansion of Christianity, 5:124.
La conquista (1880-1916)
llegó a ser su pastor. Dempster realizó una fecunda labor misionera entre 1836
y 1842. Su propósito era la predicación en castellano, pero en aquellos años
el país se encontraba bajo la dictadura del caudillo Juan Manuel de Rosas, y
éste se lo prohibió explícitamente. El trabajo de Dempster fue continuado por
Guillermo Norris, que había estado trabajando en Montevideo. Bajo su pastorado,
se construyó el primer templo metodista en Argentina, en 1843. Desde 1856, el
Dr. Guillermo Goodfellow se hizo cargo de la obra metodista en Argentina.45
Los cultos en castellano estuvieron prohibidos hasta 1867, cuando el 25 de
mayo (Fiesta Patria) de ese año, Juan F. Thomson, destacado predicador metodista
formado bajo la influencia de Guillermo Goodfellow, predicó el primer sermón
en castellano en un culto público. Thomson era un hombre de sólida formación
intelectual. Había realizado estudios teológicos en la Ohio Wesleyan University,
en los Estados Unidos, y regresó a la Argentina en 1866. Allí, en el hogar de
Fermina León de Aldeber, predicó el primer sermón protestante en castellano en
una reunión evangélica. Su ministerio se llevó a cabo en ambas márgenes del Río
de la Plata. Murió cerca de los noventa años de edad, en 1933.46
La obra metodista continuó desarrollándose en Argentina con paso firme.
En 1871 se predicó el primer sermón en castellano en la ciudad de Rosario.
A partir de 1880, la Iglesia Metodista alcanzó la plenitud de su organización
institucional, en razón del crecimiento de su membresía y el mayor número de
pastores ordenados. Hubo progresos también en lo educativo y social. En esa
década, las damas metodistas de los Estados Unidos comenzaron una escuela
en Rosario (Colegio Americano). En 1913 se fundó en Buenos Aires el Colegio
Ward, en cuya gestión colaboraron metodistas y discípulos de Cristo. Con gran
empuje, los metodistas se expandieron fuera de Argentina, y llegaron incluso a
Uruguay y otros países como el Perú y Bolivia.
Bolivia. El país había sido visitado por colportores metodistas como Francisco
Penzotti, Andrés Milne y Tomás B. Wood. Sin embargo, el primer metodista en
predicar en Bolivia fue Juan F. Thomson, quien en los años 1890 y 1891 lo
hizo en La Paz. Su obra no fue continuada sino hasta 1901, cuando arribó Karl
Beutelspacher, enviado desde Chile como superintendente del nuevo distrito
boliviano.47 El énfasis mayor de la obra metodista en Bolivia tuvo que ver con la
fundación de instituciones educativas y de asistencia médica. En La Paz (1907)
y Cochabamba (1912) se fundaron “Colegios Americanos.” En el campo médico,
los metodistas fundaron el Pfeiffer Memorial Hospital y la Clínica Americana.48
Panamá. Los metodistas fueron también pioneros en Panamá gracias a las
labores de Guillermo Taylor en 1877, cuando esta nación era todavía parte de
Colombia. Hacia 1844 ya había misioneros metodistas en la región. En verdad,
se considera a la iglesia británica como la iglesia madre de la obra metodista
en este país. Se cuenta que una tal Madre Abel, una inmigrante de las Antillas
que llegó a Panamá vía los Estados Unidos, introdujo el metodismo en la isla de
49 P. D. Mitchell, Misión y comisión del metodismo (México: Casa Unida de Publicaciones, 1949), 149.
50 Alfred C. Snead, Missionary Atlas: A Manual of the Foreign Work of the Christian and Missionary Alliance
(Harrisburg, Pennsylvania: Christian Publications, 1950), 70, 71; Goslin, Los evangélicos en la América
Latina, 74.
página 141
Guerra, Hombres nuevos: metodismo y modernización en México, 1873-1930 (México: Centro de Comunicación
Cultural CUPSA, 1992), 143, 144.
56 González, Historia de las misiones, 353.
La conquista (1880-1916)
FLET-Instituto Bíblico Asunción, 1987), 31-34; Goslin, Los evangélicos en la América Latina, 38, 39.
59 Goslin, Los evangélicos en la América Latina, 155.
60 Guillermo Milován, La Biblia en el Paraguay (Asunción: Sociedad Bíblica del Paraguay, 1980), 11-13.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
64 Marcos Antonio Ramos, Panorama del protestantismo en Cuba (Miami: Caribe, 1986), 97, 98. Ver
también Sterling A. Neblett, Methodism in Cuba: The First Thirteen Years (Macon, Georgia: 1966); e Idem,
Historia de la Iglesia Metodista en Cuba, 2 vols. (Buenos Aires: El Evangelista Cubano, 1973).
La conquista (1880-1916)
_ Los presbiterianos
Los presbiterianos tienen el honor de haber figurado entre los primeros en
abrir muchos campos misioneros en el continente.
Argentina. El primer esfuerzo misionero en Argentina fue emprendido por la
Junta de Misiones Foráneas de la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos,
que había sido fundada en 1837. Sin embargo, el trabajo ya había comenzado
en 1826 con el arribo de Teófilo Parvin y Juan C. Brigham, quienes llegaron al
país para estudiar las posibilidades misioneras. Parvin había sido ordenado
por el presbiterio de Filadelfia en enero de 1826, y poco después navegó con
su esposa a Buenos Aires. Estos misioneros aprovecharon especialmente las
oportunidades abiertas en el campo de la educación. Parvin se ganaba la vida
dando clases de inglés y griego en la universidad nacional; fundó una escuela
para varones y, más tarde, en cooperación con la señorita Sara McMullin, una
escuela para niñas. En un informe al presbiterio de Filadelfia, señalaba que
además de la obra educacional, él conducía cultos regulares de predicación
los días domingos, había comenzado una sociedad bíblica y misionera, y
establecido una escuela dominical con 107 alumnos.
Teófilo Parvin: “En conclusión, estoy feliz de poder decir que, en mis
labores académicas y clericales, he sido favorecido en las últimas seis
65 Emilio Pantojas García, La iglesia protestante y la americanización de Puerto Rico: 1898-1917 (Bayamón,
página 145
Puerto Rico: Prisa-Movimiento Ecuménico Nacional de Puerto Rico, n.f.), 13. Ver también Donald T.
Moore, Puerto Rico para Cristo (Cuernavaca: CIDOC, 1970).
66 González, Historia de las misiones, 433.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
semanas con los servicios valiosos del Rev. Guillermo Torrey. Como
resultado de su arribo y el establecimiento del Rev. Brown, de Escocia,
en una villa de inmigrantes escoceses a unas doce millas de la ciudad,
probablemente encontraremos más fácil, tan pronto como podamos
recibir las dimisiones de los presbiterios a los que pertenecemos, de
formar un presbiterio en Buenos Aires. Por lo tanto, tengo que solicitar
mi dimisión de su reverendo cuerpo, con miras a conectarme con un
presbiterio que se organice aquí. La gran dificultad de mantener cualquier
intercambio sirve como mi apología por no haber enviado por algunos
meses una comunicación de una naturaleza similar a la presente.”67
Pratt trabajó en Colombia desde 1856 hasta 1859, cuando volvió a los
Estados Unidos para servir como capellán en el ejército Confederado durante
la Guerra Civil. En 1869 regresó a Colombia y se quedó hasta 1878. Allí
estableció iglesias en Bogotá y Bucaramanga. Su labor más importante fue la
traducción de la Biblia al castellano, que se conoce como la Versión Moderna
(terminada en 1893 después de siete años de trabajo), para la Sociedad Bíblica
Americana. Había planeado escribir en español un comentario de cada libro de
la Biblia, pero su muerte interrumpió el proyecto, del que logró completar sólo
tres volúmenes.
71 Sobre Pratt, ver Ordoñez, Historia del cristianismo evangélico en Colombia, 28-36.
72 Ibid., 37-49.
73 Boanerges Ribeiro, O Padre Protestante: José Manoel da Conceição (São Paulo: Casa Editora
página 147
Presbiteriana, 1950).
74 Julio Andrade Ferreira, Historia da Igreja Presbiteriana do Brasil, 2 vols. (São Paulo: Casa Editora
Presbiteriana, 1959), 1:9-60. Ver también Pierson, A Younger Church in Search of Maturity, 19-39.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Por otro lado, el trabajo de Conceiçâo fue notable. Desde joven se había
interesado por el estudio de la Biblia y las ideas de la Reforma. Este interés
le valió el título de “padre protestante.” Finalmente, cuando contaba con 40
años de edad abandonó la Iglesia Católica Romana y se retiró al campo. Allí lo
visitó el misionero Alejandro L. Blackford. En 1864 fue bautizado en la iglesia
presbiteriana de Río de Janeiro. En Brotas, la última parroquia donde había
ejercido el sacerdocio, comenzó a predicar con inusitado éxito. Después de
enfrentar algunos problemas con los misioneros por la orientación itinerante
que le daba a su trabajo y a su piedad, Conceiçâo pasó los últimos años de su
vida como predicador solitario, hasta su muerte en 1873. Gracias a su esfuerzo
y el de otros, la denominación presbiteriana se expandió de norte a sur,
fundando congregaciones y escuelas, hasta transformarse en la más sólida de
las iglesias protestantes de misión en el Brasil durante este período.75
En 1888 los dos grupos presbiterianos que trabajaban en el país (bajo los
misioneros del sur y del norte de Estados Unidos) se unieron en un Sínodo de
Brasil, que desde entonces se conoció como Iglesia Presbiteriana del Brasil,
con gobierno autónomo. Más tarde surgieron divergencias que, agravadas por
la cuestión masónica, llevaron a una nueva división. Se organizó entonces la
Iglesia Presbiteriana Independiente del Brasil, en 1903, bajo el liderazgo de
Eduardo C. Pereira.76
Informe Anual de la Junta (1841): “Si bien esta misión está en el presente
ubicada en Texas, es propiamente una misión a México. No está lejos el
día cuando la intolerancia del papado ya no será capaz de retener en
oscuridad y reclusión a los millones de México y América del Sur. Así
página 148
79 Melinda Rankin, Twenty Years among the Mexicans: A Narrative of Missionary Labor (Cincinnati: Chase
& Hall, 1875).
80 Brown, One Hundred Years, 811.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
En 1888 se abrió una obra en Taltal y diez años más tarde otra en
Concepción. El testimonio presbiteriano se caracterizó por su énfasis sobre
la evangelización y la obra educacional y literaria. En Santiago, el misionero
Samuel J. Christen fundó el Instituto Internacional (1886), que bajo la dirección
de Webster E. Browning cambio de nombre en 1898 y pasó a llamarse Instituto
Inglés. Junto con los metodistas, los presbiterianos fundaron el Seminario
Bíblico Unido, en Santiago. Desde 1884 se publicó El Heraldo Evangélico, que
más tarde se unió al periódico El Cristiano publicado por los metodistas, con el
nombre de El Heraldo Cristiano.83
la obra. Terminada la guerra, los presbiterianos del sur y del norte volvieron a
Cuba. Los segundos trabajaron en La Habana, con la colaboración de Collazo
y de Pedro Rioseco. Los primeros hicieron una importante contribución en el
campo de la educación.
86 George G. Groff, “Puerto Rico as a Mission Field,” Independent 50 (diciembre 22, 1898), 881.
87 González, Historia de las misiones, 429, 430.
La conquista (1880-1916)
_ Los bautistas
88 Ibid., 419.
89 Goslin, Los evangélicos en la América Latina, 81.
página 153
92 Horace O. Russell, The Baptist Witness: A Concise Baptist History (El Paso: Carib Baptist Publications,
1983), 133-139.
93 Sobre Crowe, ver Juan C. Varetto, Federico Crowe en Guatemala (Buenos Aires: Junta Bautista de
página 154
Publicaciones, 1940). Ver también Justo Anderson, Historia de los bautistas, 3 vols. (El Paso: Casa Bautista
de Publicaciones, 1990), 3:304, 305.
94 Russell, Baptist Witness, 185.
La conquista (1880-1916)
95 Ibid., 181-184; Anderson, Historia de los bautistas, 3:15-53. Ver también Alejandro Treviño, Historia de
los trabajos bautistas en México (El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1939).
96 Russell, Baptist Witness, 189-193,
97 Sobre los bautistas en Brasil, ver Crabtree, História dos baptistas do Brasil; y Délcio Costa, Colunas
página 155
Cuba. Los comienzos bautistas están asociados con las luchas por la
independencia. Un pastor de Cayo Hueso, Florida, predicó a los refugiados
políticos cubanos. Uno de ellos, Alberto J. Díaz, llevó el testimonio a La
Habana, donde en 1886 se constituyó una iglesia. A causa de la Guerra
Hispanoamericana (1898) el testimonio fue interrumpido y tuvo que ser iniciado
de nuevo.103 Carlos D. Daniel se ocupó de esta tarea, y más tarde, cuando éste
dejó Cuba por enfermedad (1905), lo hizo Moisés N. McCall. En ese año se
constituyó la Convención Bautista de Cuba Occidental. En 1899 los bautistas
del norte comenzaron en el oriente, enviando a H.L. Moseley como misionero.
100 Arnoldo Canclini, Génesis y significado de los primeros grupos protestantes en Buenos Aires (Buenos Aires:
Academia Nacional de la Historia, 1982), 38.
101 Sobre Besson, ver Santiago Canclini, Pablo Besson: un heraldo de la libertad cristiana (Buenos Aires:
Junta de Publicaciones de la Convención Evangélica Bautista, 1933).
página 156
Uno de los destacados líderes nacionales que trabajaron en Santiago fue Teófilo
Barocio, célebre por sus dotes oratorias. Los bautistas del oriente cubano se
organizaron en Convención en 1918.104
Costa Rica. Los colportores de las sociedades bíblicas fueron los primeros
en traer el evangelio al país. El primer trabajo bautista fue llevado a cabo
por misioneros ingleses entre los africanos de la costa. En 1888 la Sociedad
Misionera Bautista de Jamaica envió sus primeros misioneros a Puerto Limón.
Esta obra fue absorbida más tarde por la Misión Centroamericana. Los bautistas
del sur entraron al país por medio de la literatura publicada por la Casa Bautista
de Publicaciones, que fue utilizada por grupos independientes. Con la ayuda de
Pablo Bell y Aurelio Gutiérrez se inició la obra en San José hacia 1944.105
El primer misionero bautista fue Hugo P. McCormick, enviado por los bautistas
del norte. Desde un comienzo McCormick se involucró en las cuestiones civiles
de Puerto Rico y se adhirió a la política anexionista de los Estados Unidos. El
presidente de este país, William McKinley (1843-1901), había sido un antiguo
condiscípulo suyo y le ofreció nada menos que la gobernación de Puerto
Rico.107 El misionero no aceptó, pero más tarde fue designado coordinador
106 W. H. Sloan, “Puerto Rico and the Puerto Ricans,” The Missionary Review of the World 12 (abril 1899): 258.
107 Tomás Rosario Ramos, Los bautistas en Puerto Rico (Santo Domingo: Librería Dominicana, 1969), 49.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
de las labores de salvamento con motivo del huracán de 1899, a petición del
gobernador militar de aquel momento.108
108 J. A. Riggs, Baptists in Porto Rico: Brief Historical Notes of Forty Years of Baptist Work in Puerto Rico, 1899-
1939 (Río Piedras: Puerto Rico Evangélico, 1939), 5.
página 158
112 William H. Brackney, “The Legacy of Archibald B. Reekie,” International Bulletin of Missionary Research
28:2 (abril 2004): 81.
113 Ibid., 133-157. Ver también, Agnes Graham, Pioneering with Christ in Chile (Nashville: Broadman
página 159
Press, 1943); José L. Hart, Gospel Triumphs in Argentina and Chile (Richmond: Educational Department of
the Foreign Mission Board of the Southern Baptist Convention, 1925); y Roberto Cecil Moore, Hombres y
hechos bautistas de Chile (Santiago: Editoriales Evangélicas Bautistas, n.f.), 7-16.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
_ Otras denominaciones
114 Mildred W. Spain, And in Samaria: A Story of More than Sixty Year’s Missionary Witness in Central America,
1890-1954 (Dallas: Central American Mission, 1954).
La conquista (1880-1916)
a este continente. Otro pionero hermano libre fue Carlos Torre (1853-1923),
quien respondió al desafío de Ewen. En 1889 viajó con su esposa a Buenos
Aires y se empleó en el puerto de la ciudad que estaba en construcción.
Torre fundó varias congregaciones, puso en funcionamiento una imprenta, y
preparó una carpa para la proclamación del mensaje. En Quilmes levantó un
orfanato y distribuyó alimento y vestido a muchos. Sirvió en la Sociedad Bíblica
local entre 1916 y 1923.115 La Unión Evangélica inició sus labores en 1886,
mientras que la Iglesia Evangélica Danesa y el Ejército de Salvación hicieron
lo propio a partir de 1890, la Alianza Cristiana y Misionera en 1895, la Misión
Evangélica Sudamericana en 1898, la Iglesia Reformada Holandesa en 1900,
y los pentecostales llegaron en 1909.
Algo similar ocurrió en Cuba, donde para 1915 ya habían entrado nueve
denominaciones evangélicas. En Haití, estuvieron presentes antes de 1915 la
Iglesia Protestante Episcopal, la Alianza Cristiana y Misionera y los adventistas.
Los metodistas libres entraron a la República Dominicana en 1889, pero no
fue hasta después de 1914 que el protestantismo tuvo una representación
significativa en ese país.
página 161
115 Raúl Caballero Yoccou, Épocas cumbres en la extensión del evangelio y la responsabilidad social (Miami:
Editorial Unilit, 1995), 118, 119.
116 Pantojas García, La iglesia protestante y la americanización de Puerto Rico, 17.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
GLOSARIO
avivamiento: restauración de la vida una relación directamente proporcional
espiritual de creyentes e iglesias que, entre el espacio territorial disponible y
habiendo conocido la gracia de Dios la capacidad del Estado para desarrollar
y el nuevo nacimiento, se han enfriado sus recursos y acceder a sus objetivos.
en su fe, han perdido su visión, se han
vuelto al mundo, y son ineficaces en el factor: elemento causal que provoca
cumplimiento de la misión. Se caracteriza un determinado resultado o que es un
porque sus resultados más impactantes ingrediente en el funcionamiento de
no se dan tanto dentro de la iglesia como un proceso o promueve la función del
fuera de ella. Las conversiones masivas mismo. Una de dos o más variables que
y el impacto del evangelio penetran se combinan para producir un cierto
profundamente las estructuras sociales y resultado.
producen cambios significativos en ellas.
historia de las misiones: es la historia de
denominación: agrupación organizada de cómo los diversos campos misioneros han
congregaciones con creencias, eclesiología sido penetrados por la iglesia, y también de
y liturgia similares. Estas agrupaciones cuándo, cómo y por qué esa penetración
generalmente son internacionales, y es no se ha producido. Incluye tanto la
a través de ellas que los cristianos se expansión geográfica del cristianismo
relacionan con otras denominaciones, como su influencia en los distintos niveles
estructuras civiles y gobiernos. de la cultura y la sociedad.
determinada práctica religiosa. Nadie misión de fe: aquella que se lleva a cabo
debe ser presionado por creer o no, o sin depender de una junta o sociedad
para creer o no. misionera, sino que el misionero se
sostiene con recursos propios, gene-
libre empresa: aquella que en el sistema ralmente obtenidos de ofrendas de
capitalista está basada en la competencia particulares o iglesias que los apoyan
económica y el libre juego de las leyes o de actividades profesionales, como
que rigen los mercados y la economía, la educación. Generalmente son mi-
sin restricciones o condicionamientos siones no denominacionales o inter-
por parte del Estado. denominacionales.
página 163
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
SINOPSIS CRONOLÓGICA
1818-1833 Viajes de colportaje de Diego Thomson.
SINOPSIS CRONOLÓGICA
1870 Entrada de los metodistas a Chile. Dogma de la infalibilidad
papal.
SINOPSIS CRONOLÓGICA
1909 Fundación de la Convención Bautista Argentina. Biblia de
Scofield.
CUESTIONARIOS DE REPASO
CUESTIONARIOS DE REPASO
TRABAJOS PRÁCTICOS
TAREA 1: Hasta lo último de la tierra.
Lee y responde:
“Jueves 12 de junio (1851). Ah, soy feliz día y noche, hora por hora. Dormido
o despierto, soy feliz más allá de donde llega el pobre alcance del lenguaje. Mis
goces están con Aquel cuyos deleites han estado siempre con los hijos de los
hombres, y mi corazón y espíritu están en el cielo con los benditos. He sentido
cuán santa es esa compañía. He sentido cuán puros son sus afectos, y me he
lavado en la sangre del Cordero, y he pedido a mi Dios las vestiduras blancas
para que yo también pueda mezclarme con el brillo del día y ser uno con los hijos
de luz.
Hemos estado mucho tiempo sin ninguna clase de alimento animal. Nuestra
dieta consiste en avena y guisantes, y ocasionalmente arroz, pero aun de esto,
sólo tenemos provisión suficiente para durar este mes o un período muy corto
más. El tiempo es muy malo, con una gruesa capa de nieve en el suelo. Pero esto
no es el aspecto peor de nuestro caso. Todos están ahora seriamente afectados…
tenemos síntomas definidos de escorbuto y algunos deben seguir en pie, con
la carga de las tareas que les corresponden, pero su perseverancia, buena
voluntad y paciencia merecen la mayor alabanza, al mismo tiempo que hacen
surgir de nuestros corazones una sentida sensación de nuestras obligaciones
hacia ellos y dolor por obligarlos a tan grande prueba. ¡Que el Señor los bendiga
y recompense! En verdad, su bendición está sobre ellos, y el Espíritu de gracia
está trabajando profundamente en sus almas. Mucho más podría agregar, pero
me duelen los dedos del frío y debo envolvérmelos en las ropas. Pero mi corazón
está ardiente, ardiente con la alabanza, agradecimiento y amor a Dios mi Padre,
y a Dios mi Redentor.”
Arnoldo Canclini, ed., Diario de Ricardo Williams (México: Casa Unida de Publicaciones,
1959), 92, 93.
- Reflexiona sobre la manera en que Williams analiza la realidad de la crisis que vive y
cómo la relaciona con la fe.
página 169
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Lee y responde:
El señor Gilbert era insultado de la manera más soez, apedreado por las
calles, y a veces no podía salir a comprar los alimentos necesarios para su familia
porque los fanáticos rodeaban su casa lanzando amenazas de muerte.
De los convertidos decía la gente que eran personas que habían vendido
su alma al diablo por una suma de dinero que los protestantes le facilitaban y a
la casa del señor Gilbert muchas veces llegaban personas dispuestas a efectuar
ese negocio.
Juan C. Varetto, Héroes y mártires de la obra misionera, 3ra ed. (Buenos Aires: Junta de
Publicaciones, 1934), 247, 248.
- Confecciona una lista de las acciones anti-protestantes emprendidas por los fanáticos
y el clero católicos según el texto citado.
- ¿De qué maneras los misioneros podrían haber dejado esa impresión?
Lee y responde:
Christian Work in Latin America: Panama Congress, 3 vols. (Nueva York: The Missionary
Education Movement, 1917), 1:320.
- ¿Te parece que la comprensión evangelizadora norteamericana que refleja este párrafo
de una recomendación a los misioneros, propuesta por una comisión del Congreso, está
compenetrada de un sentido paternalista? ¿Por qué?
- ¿Cuál te parece que es la cualidad fundamental para el desarrollo de una obra evangélica
efectiva en América Latina? Fundamenta tu opinión.
DISCUSIÓN GRUPAL
LECTURAS RECOMENDADAS
González, Justo L. Historia de las misiones (Buenos Aires: La Aurora, 1970), 327-439.
Goslin, Tomás S. Los evangélicos en la América Latina (Buenos Aires: La Aurora, 1956).
El establecimiento
(1916-1930)
INTRODUCCIÓN
En el período entre 1880 y 1930, América Latina
sufrió dos crisis severas: la primera hacia 1880 y
la segunda después de la Primera Guerra Mundial
(1914-1918). Con relación a la primera, la década
de 1880 es el momento en que América Latina
establece una nueva dependencia colonial, esta vez
con Inglaterra, secundada por Alemania y Francia.
Después de 1918 serán los norteamericanos
quienes harán sentir su tutela sobre Cuba, Puerto
Rico, Panamá, el Caribe y Venezuela, llegando
también al resto del continente y ocupando el lugar
de los ingleses.
Según Bastian: “Las iglesias participaron del auge económico que propició
la expansión misionera inglesa y norteamericana a escala mundial. En
América Latina el protestantismo norteamericano en particular acompañó la
expansión económica y política, difundiendo los valores norteamericanos en
el continente.”1 El protestantismo se identificó con esta corriente imperialista
económica y cultural, y penetró en América Latina llevado en parte por ella.
Muchas veces su prédica consistió en la exaltación de los valores de la cultura
anglosajona, despreciando al indígena, al africano y al mestizo, y acusando
a la Iglesia Católica Romana de ser la culpable de la barbarie y del atraso
cultural del continente. La Iglesia Católica Romana, a su vez, reaccionó a este
nuevo avance protestante, y lo hizo reasumiendo su labor misionera, pero no
en el sentido de traer la fe evangélica, sino en importar una nueva versión
de la fe católica, una fe europea y romana. Se quiso hacer del catolicismo
latinoamericano un catolicismo contemporáneo del europeo y romano de la
segunda mitad del siglo XIX, con toda su religiosidad intimista y romántica. A
su vez, la Iglesia no tuvo más remedio que procurar una convivencia cordial
con el Estado.
Fue con las iglesias que se levantaron como resultado de las labores
misioneras, que el protestantismo quedó definitivamente establecido en el
continente. A su vez, fueron estas comunidades de fe las que imprimieron el
perfil característico del protestantismo latinoamericano hasta tiempos recientes.
No obstante, si bien hoy este protestantismo manifiesta otras características, su
identidad continúa estrechamente relacionada con los fundamentos evangélicos
desarrollados en esta etapa de establecimiento. Esto se hace más claro cuando
se toman en cuenta los medios por los cuales tal establecimiento se produjo y
sus particulares circunstancias.
_ Crecimiento
Como se indicó, para Kenneth S. Latourette los cien años que van de 1800
hasta 1914 merecen ser calificados como “el Gran Siglo” de la expansión
misionera en el mundo. En América Latina “el Gran Siglo” comenzó después
de la Primera Guerra Mundial, en el período que estamos considerando.
No obstante, este crecimiento fue lento al principio y en medio de grandes
dificultades. Por otro lado, no todos los grupos protestantes crecieron con la
misma intensidad. Las iglesias de origen inmigratorio estuvieron a merced de
los flujos de nuevos contingentes, que después de su época de oro (entre 1895
y 1914), pasaron a disminuir sensiblemente a partir de 1930. Estas iglesias,
mayormente encerradas en sí mismas como enclaves éticos casi o crecieron.
Las iglesias de origen misionero comenzaron a experimentar un crecimiento
que alcanzaría un gran desarrollo en el período siguiente. En este período,
estas iglesias fueron arraigándose y planificando mejor su trabajo.
2 Ibid., 102.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
3 E. J. Bingle y Kenneth G. Grubb, eds., World Christian Handbook: 1952 (Londres: World Dominion
página 176
6 Donald McGavran, Church Growth in Mexico (Grand Rapids: Eerdmans, 1963), 15.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
_ Organización
10 Christian Work in Latin America: Montevideo Congress, 1925, ed. por Robert E. Speer, Samuel G. Inman y
Frank K. Sanders, 2 vols. (Nueva York: Fleming H. Revell, 1925), 2:243-292.
11 Ibid., 2:290.
El establecimiento (1916-1930)
Hubo un afán muy particular por parte de las agencias misioneras por hacer
del templo un símbolo de la presencia protestante en los varios países. De allí
que se procurara levantarlo en una buena ubicación y dotarlo de una arquitectura
sencilla pero clara en su connotación religiosa. Sobre todo, limitados a los
recursos disponibles, se procuraba hacer del lugar de culto evangélico una
antítesis del boato católico. De allí que se eliminaran al máximo los elementos
decorativos y se procurara hacer del lugar de reunión un auditorio más que
un santuario. El templo evangélico fue un recinto dedicado a la predicación
de la Palabra antes que un lugar de culto y adoración. En muchos grupos
evangélicos, incluso, se evitó el uso del vocablo “templo” y se prefirió el de
“salón” para referirse a sus lugares de reunión.
Rodolfo Blank: “Tal vez lo que más caracterizaba la primera ola del
protestantismo era el gran énfasis dado a la educación. Con escuelas
diurnas, nocturnas, rurales, urbanas, agrarias, técnicas e industriales,
así como escuelas dominicales, las iglesias protestantes fueron
pioneras en la promoción de la educación popular en América Latina.
En el altiplano alrededor del Lago Titicaca, los Adventistas del Séptimo
Día establecieron 19 escuelas para los indígenas entre 1899 y 1916.
Las escuelas protestantes, en muchas partes, eran superiores a las del
Estado en cuanto a técnicas de enseñanza, pedagogía pre-escolar y
enseñanza técnica. Un énfasis especial fue dado a la enseñanza de
mujeres. Tanto la Iglesia Católica como las escuelas estatales habían
descuidado la educación de la mujer. Las escuelas protestantes
ayudaron a promover la tradición liberal, anticatólica y democrática, y a
elaborar una cultura política antiautoritaria. Muchos de los futuros líderes
políticos e intelectuales liberales del continente recibieron su formación
en las escuelas protestantes.”15
página 182
_ Difusión
21 John R. Mott, The Evangelization of the World in this Generation (Nueva York y Londres: Student
Volunteer Misionary Union, 1900).
22 Bastian, Breve historia del protestantismo, 105-107.
El establecimiento (1916-1930)
Los oyentes. No les fue fácil a los agentes misioneros alcanzar a las clases
dominantes y a las élites liberales. Estos usaron a los misioneros como instrumentos
para alcanzar sus ideales de progreso y civilización mediante la fundación de
escuelas, hospitales, casas de amistad, como también para hostigar a la Iglesia
Católica, a la que consideraban en buena medida responsable del oscurantismo
y retraso de América Latina. Pero no fueron personas de clase media alta o de la
oligarquía en el poder las que concurrieron a los “salones evangélicos” a escuchar
las “conferencias” que los misioneros o predicadores nacionales predicaban.
Quizás es por esto que durante estos años una y otra vez se elaboraban planes
y estrategias para alcanzar con el mensaje a los estratos más altos y educados
de la sociedad. Por el contrario, fue entre los pobres y la clase media baja que
los misioneros obtuvieron mayores respuestas a su mensaje. El protestantismo
logró penetrar en los sectores sociales de mayor movilidad social, que estaban
buscando una ideología que los ayudara a justificar este desplazamiento. El
evangelio les prometía no sólo un cambio de vida espiritual sino también social e
incluso económica. Según observaba un misionero, “los pobres, a menudo, son un
material tan prometedor como los ricos para la ciudadanía, bien sea de la iglesia
como del Estado. Sólo les ha faltado la oportunidad.”24
del evangelio” eran asimiladas como parte del precio que debía pagar para
obtener el ansiado ascenso social. El misionero imponía esas demandas como
los elementos que habrían de construir la clase media, que sería el soporte de
la democracia y la libertad que traerían el progreso definitivo al continente.
Los medios. Para este período ya eran numerosos los recursos con que
contaban las iglesias evangélicas para el cumplimiento de su misión evangelizadora.
No obstante, hubo algunos medios que se usaron con mayor entusiasmo y que
fueron más efectivos para llegar a las personas con el evangelio.
27 W. Dayton Roberts, “Strachan, Harry,” en Biographical Dictionary of Christian Missions, ed. por Gerald
H. Anderson (Nueva York: Macmillan Reference USA; Londres: Simon & Shuster and Prestice Hall
International, 1998), 645.
El establecimiento (1916-1930)
Las audiciones radiales fueron otro de los medios de difusión del evangelio
que fue introducido en estos años. En Argentina, el primer bautista en predicar
por radio fue Juan C. Varetto, en 1928. Con anterioridad (1925), Haroldo Stacey
y su padre habían intentado lo propio con una pequeña estación casera en la
provincia argentina de Catamarca. Desde entonces, las audiciones radiales
se fueron multiplicando por todo el continente. Hacia fines de este período
aparecerán las primeras emisoras evangélicas, algunas de las cuales todavía
continúan su ministerio de difusión del evangelio. Quizás la más destacada de
todas sea HCJB “La Voz de los Andes,” al pié del Cotopaxi, en Ecuador. Todo
comenzó con un leve susurro de 250 vatios el día de Navidad de 1931, en un
cobertizo para ovejas en Quito. El Dr. C. W. Jones y Rubén Larsson con sus
esposas fueron los pioneros de este ensayo de radio, que convirtió a la HCJB
en la primera emisora misionera cristiana del mundo. Los primeros idiomas
empleados fueron el castellano y el inglés.
Las reuniones al aire libre se popularizaron durante este período allí donde
las condiciones de tolerancia religiosa lo permitían. Los hermanos libres y
el Ejército de Salvación fueron pioneros en la aplicación de este método de
difusión, que en algunos lugares resultó muy atractivo. El predicador junto a un
puñado de creyentes, a veces con un armonio portátil u otro instrumento musical,
ocupaban una esquina o un lugar en la plaza central, donde comenzaban a
cantar para atraer la atención del público. Luego de algunos testimonios, el
predicador a viva voz proclamaba su mensaje. A pesar de las burlas y no pocas
veces la violencia, los “evangelistas” ganaban nuevos adeptos.
28 Juan Kessler y Wilton M. Nelson, “Panamá 1916 y su impacto sobre el protestantismo latinoamericano,”
página 190
en Oaxtepec 1978: unidad y misión en América Latina, ed. por Comité Editorial del CLAI (San José, Costa
Rica: Consejo Latinoamericano de Iglesias, 1980), 11, 12; Webster F. Browning, New Days in Latin America
(Nueva York: Missionary Education Movement of the United States and Canada, 1925), 188, 189.
El establecimiento (1916-1930)
32 Braga, Pan-Americanismo, 87, 88; Blank, Teología y misión en América Latina, 192, 193.
33 Braga, Pan-Americanismo, 12, 13. Estos documentos están incluidos en la obra en tres volúmenes,
Christian Work in Latin America, Panama Congress.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
La publicación que presenta los documentos del Congreso afirma que éste
fue “verdaderamente sudamericano” y que “su dirección estaba en manos de
latinoamericanos.”39 Los temas desarrollados tuvieron que ver con América del
Sur y el presidente y moderador del Congreso fue Erasmo Braga, un destacado
líder presbiteriano brasilero. El idioma oficial fue el castellano, si bien los
participantes en el Congreso se comunicaban en inglés. De esta manera,
la dirección estuvo en manos de los misioneros y los oficiales de las juntas
misioneras.
Descriptive Account of the Principal Mission Lands and Comprehensive Indices (Nueva York: Institute of Social
and Religious Research, 1925).
39 Christian Work in South America: Montevideo Congress, 1:20-22.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
42 Samuel G. Inman, Evangelicals at Havana (Nueva York: Committee on Cooperation in Latin America,
s.f.), 146, 147.
43 Báez-Camargo, Hacia la renovación religiosa, 124.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
con la conducta inmoral de ciertas empresas financieras ni con las acciones del
gobierno de los Estados Unidos.
los hechos. Según Arturo Piedra, la preocupación por las cuestiones sociales
no pasó de la mera retórica entre algunos misioneros afines a la teología liberal
norteamericana y no llegó a las bases en las congregaciones locales.45
45 Arturo Piedra, Evangelización protestante en América Latina:análisis de las razones que justificaron y
promovieron la expansión protestante, 2 vols. (Quito: Consejo Latinoamericano de Iglesias, 2000-2002),
2:131, 132.
página 197
los países del continente y publicó numerosos libros sobre el tema. Ahora
bien, poco a poco, en la medida en que se multiplicaron las intervenciones
militares norteamericanas, Inman y la revista La Nueva Democracia
adoptaron una posición más crítica e incisiva frente a las acciones que
abarcaba el término genérico ‘imperialismo norteamericano.’ La revista,
que dirigió de 1920 a 1939, sirvió de tribuna a las ideas antimperialistas
difundidas en muchos artículos firmados por los demócratas peruanos
Haya de la Torre, Luis Alberto Sánchez y Jorge Basadre, o por los
socialistas argentinos José Ingenieros, Alfredo L. Palacios y Manuel
Ugarte…. Como verdadero estratega, Inman logró instaurar el diálogo
entre las élites intelectuales latinoamericanas y norteamericanas, a
través de su revista y de los vínculos que estableció, los cuales rebasaban
el ámbito de las iglesias protestantes latinoamericanas… Además, en su
revista puso de manifiesto a los latinoamericanos que debía distinguirse
entre el pueblo y el gobierno norteamericanos en la medida en que, en
Estados Unidos, particularmente en las iglesias, se tendía a condenar
toda intervención militar…. Los dirigentes protestantes latinoamericanos,
producto de la educación recibida en las escuelas misioneras, fueron los
agentes de esta política de buen vecino espiritual.”48
50 Ibid., 26.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
55 Ibid., 2:72.
El establecimiento (1916-1930)
56 Samuel Escobar, Tiempo de misión: América Latina y la misión cristiana hoy (Bogotá y Guatemala: Clara-
Semilla, 1999), 116.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
57 Ibid., 2:54.
58 Ibid., 2:53, 54.
59 Báez-Camargo, Hacia la renovación religiosa en Hispanoamérica, 50; 189-191.
El establecimiento (1916-1930)
luego, de otras denominaciones, en la segunda mitad del siglo XIX. El otro modo
de presencia protestante lo constituyó la inmigración alemana, holandesa o de
otros países, que en general, en tiempos más recientes, había comenzado a
salir de su enclave cultural y étnico.
62 Samuel Escobar, “El reino de Dios, la escatología y la ética social y política en América Latina,” en El
reino de Dios y América Latina, ed. por C. René Padilla (El Paso: Casa Bautista de Publicaciones,1975), 132.
El establecimiento (1916-1930)
_ Actitud proselitista
GLOSARIO
American way of life: estilo de vida inerrancia: posición teológica que sos-
norteamericano; conjunto de los rasgos tiene que los textos bíblicos son inerran-
característicos y valores de la cultura de tes, es decir, que tienen la cualidad de
los Estados Unidos. estar libres de todo error de hecho o
interpretación. Esta posición pretende
apología: defensa o respuesta razonada defender la autoridad de la Biblia frente
a la prédica persecutoria, que procura a aquellos que se supone tienen un con-
justificar al cristianismo frente a las ideas cepto demasiado bajo en cuanto a su
o culturas que se le oponen. En razón de inspiración o autoridad.
que la iglesia es enviada al mundo a dar
testimonio del evangelio, se encuentra interiorización: aceptación por un indi-
con preguntas, malas interpretaciones, viduo, como parte de sí mismo, de una
acusaciones y ataques a los que debe actitud, creencia o valor sostenido por
responder en testimonio y defensa a fin otra persona o grupo.
de asegurar una recepción justa de su
mensaje (1 P. 3.15; 2 Co. 7.11; Fil. 1.7, 16). membresía: estado o estatus de ser
miembro y el cuerpo de miembros de una
barroquismo: calidad de lo barroco y determinada organización o grupo. En
tendencia a lo barroco. general, en las iglesias evangélicas en
América Latina, el creyente se incorpora
Big stick: doctrina y política aplicada a la membresía de una iglesia local a
por los Estados Unidos en América través del bautismo.
Latina. La expresión fue utilizada por el
presidente Teodoro Roosevelt en uno mestizaje: acción y efecto de mestizar,
de sus primeros discursos, cuando dijo: es decir, cruzar las razas, y por extensión
“Habla quedamente y lleva un buen abarca también la convergencia cultural.
garrote (big stick), así llegarás muy En América Latina se produjo el mestizaje
lejos,” para referirse a su política exterior de tres universos culturales: el indígena,
en relación con América Latina. el blanco y el africano.
coche bíblico: nombre con que se de- misionólogo: aquel que se dedica al
signaba antiguamente a un vehículo estudio de la misión de la iglesia.
de regular tamaño, adaptado para el
transporte de misioneros, evangelistas, li- modernismo: movimiento de principios
teratura y equipos. El vehículo era utilizado del siglo XX de origen católico romano,
en giras evangelizadoras de población en que promovía el liberalismo teológico y
población, y generalmente servía como la crítica bíblica, insistiendo en que la
“casa rodante,” depósito de libros y li- verdad del cristianismo es algo vivo y
teratura, y alojamiento económico para los que está en un proceso de permanente
misioneros. En Argentina, el primer “coche reformulación. Según el modernismo, los
bíblico” fue introducido por el evangelista Evangelios no son un registro confiable
hermano libre J. H. L. Ewen, en 1891. de la enseñanza de Jesús, sino que
expresan la fe de la iglesia primitiva. El
eclesiológico: relativo al estudio de la movimiento tuvo su correlato protestante,
doctrina de la iglesia, su misión, forma especialmente en Estados Unidos.
de gobierno y organización.
movilidad social: movimiento de un in-
espacio religioso: las personas y los dividuo o grupo de una clase o estrato
grupos de los cuales el individuo es social hacia otro. En el uso más común, la
consciente y hacia los cuales orienta movilidad social se refiere al movimiento
su conducta en la esfera religiosa. El ascendente o descendente dentro de un
espacio religioso está determinado por sistema de estratificación.
la percepción del individuo de su mundo
página 210
GLOSARIO
página 211
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
SINOPSIS CRONOLÓGICA
1908-1935 Dictadura de Juan V. Gómez en Venezuela.
CUESTIONARIOS DE REPASO
Preguntas sobre el material básico Preguntas suplementarias (para los ni-
(para los niveles 1, 2 y 3): veles 2 y 3):
TRABAJOS PRÁCTICOS
TAREA 1: Congreso de Obra Cristiana en Panamá.
Lee y responde:
Christian Work in Latin America: Panama Congress, 3 vols. (Nueva York: Missionary
Education Movement, 1917), 1: 264, 265.
- A la luz de este documento, ¿puede decirse que las deserciones del catolicismo
beneficiaron al protestantismo?
- ¿Crees que la Iglesia Católica ha estado perdiendo poder en América Latina en el curso
del siglo XX?
TRABAJOS PRÁCTICOS
TAREA 2: El Congreso de Montevideo, 1925.
Lee y responde:
Christian Work in South America: Montevideo Congress, 2 vols. (Nueva York: Fleming H.
Revell, 1925), 1:232.
- ¿Cuál era el problema educativo básico de los países latinoamericanos en 1925, según
este documento?
TRABAJOS PRÁCTICOS
Lee y responde:
Walter Rauschenbusch, Christianizing the Social Order (Nueva York: Macmillan, 1912), 90, 91.
- ¿Hasta qué punto la “teología del evangelio social” representó un aporte positivo a la
elaboración de una estrategia misionera efectiva en el período de 1916-1930?
DISCUSIÓN GRUPAL
2. Discutir críticamente la formación del liderazgo nacional durante este período. ¿Fueron
adecuados los modelos utilizados? ¿Qué tipo de líderes nacionales produjeron estos
programas de capacitación? ¿Cuál fue el ideario educativo de la educación teológica
en este período?
del siglo XX hasta hoy. ¿Qué lugar tiene la controversia en la predicación y enseñanza
evangélica actual?
El establecimiento (1916-1930)
LECTURAS RECOMENDADAS
Bastian, Jean-Pierre. Breve historia del protestantismo en América Latina (México: Casa
Unida de Publicaciones, 1986), 111-124.
CLAI, Oaxtepec 1978: unidad y misión en América Latina (San José, Costa Rica: Consejo
Latinoamericano de Iglesias, 1980), 11-43.
Míguez Bonino, José. Rostros del protestantismo latinoamericano (Buenos Aires y Grand
Rapids: Nueva Creación, 1995), 11-33.
página 217
UNIDAD 5
El desarrollo
(1930-1960)
INTRODUCCIÓN
El desarrollo numérico del protestantismo latino-
americano durante estas tres décadas no fue muy
notable. Al menos, no fue tan explosivo como en
las décadas que siguieron. No obstante, fuera de
la dimensión demográfica, hubo otros factores de
desarrollo, que resultaron de gran significación.
fue haciendo rápidos progresos en casi todos los países en las décadas que
siguieron a 1930.1
1 William R.Read, Víctor M. Monterroso y Harmon A. Johnson, Avance evangélico en la América Latina
(El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1971), 50, 51.
2 J. Edwin Orr, Evangelical Awakenings in Latin America (Minneapolis, MN: Bethany Fellowship, 1978), 185.
El desarrollo (1930-1960)
_ La situación económica
_ La situación social
3 Pierre Chaunu, Historia de América Latina, 7ma ed.(Buenos Aires: EUDEBA, 1976), 126.
4 Ver United Nations, Department of International Economic and Social Affairs, Demographic Yearbook:
Historical Supplement, Special Issue, Nueva York: United Nations, 1979), 308-326; United Nations,
página 221
Department of International Economic and Social Affairs, “Patterns of Urban and Rural Population Growth,
Series A,” Population Studies, n. 68 (Nueva York: United Nations, 1980), 13-16; James W. Silkie, Statistical
Abstract of Latin America, vol. 22 (Los Ángeles: UCLA Latin American Center Publications, 1983), 86-96.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
_ La situación política
La situación política del continente fue afectada por las crisis que siguieron a
la depresión económica mundial, que inauguró el período en consideración. Una
serie de gobiernos militares instalaron en el poder el autoritarismo de los cuarteles,
muchas veces asociado al poder clerical y a las élites agro-ganaderas. La ideología
prevaleciente fue el fascismo, con un fuerte énfasis nacionalista, estatista y autoritario.
Todo esto resultó en regímenes populistas en casi toda la región.
El ejercicio del poder y del control del Estado varió regionalmente, conforme
a la herencia y a las condiciones históricas. El papel del Estado, generalmente
en manos de las oligarquías rurales presionadas por las nuevas clases medias
urbanas, fue mucho más intervencionista, llegando a generar hacia fines de
los años de 1960 un “capitalismo de Estado.” En líneas generales, el Estado
procuró modificar las viejas instituciones o crear otras nuevas, destacándose un
énfasis mayor de su parte sobre los derechos sociales con la reglamentación
de las relaciones de trabajo y del derecho de propiedad. Además, el Estado se
afirmó como representante de la sociedad y árbitro entre los grupos sociales,
procurando controlar a las clases populares y trabajadoras, temeroso de que
éstas amenazasen al sistema. El Estado también amplió las oportunidades
educativas, reafirmando su carácter universal, secular, gratuito y obligatorio,
con lo cual restringió el monopolio ideológico de las oligarquías y de la Iglesia
Católica. Finalmente, el Estado hizo girar su política económica en motivaciones
progresistas, nacionalistas y desarrollistas.5
página 222
5 Marcos T. Kaplan, Formação do Estado nacional na América Latina (Río de Janeiro: Eldorado,
1974), 268-272.
El desarrollo (1930-1960)
Resultados
PAÍS del crecimiento.
1916 El protestantismo
1937 se manifestó
1952 1962en un
proceso de expansión y con una influencia cada vez mayor sobre el medio en
el que se desenvolvía. El crecimiento
AMÉRICA 59.773 fue bastante notable,
250.448 539.154 ya que para 1936
727.209
CENTRAL
la comunidad protestante había alcanzado la cifra de 1.400.000 creyentes, de
los cuales la mayoría estaba constituida por latinoamericanos. No obstante,
ARGENTINA
el desarrollo después de 1930 tuvo dos196.100
6.850 257.621 hasta
fases: en la primera, 414.323
fines de la
Segunda Guerra Mundial, el crecimiento fue a ritmo lento; en la segunda, hasta
la década de 1960, el247
fines de BOLIVIA 14.008
crecimiento 16.475
numérico fue 43.135
casi explosivo.
8 Ibid., 129.
9 Belo de Acevedo, As cruzadas inacabadas, 134.
El desarrollo (1930-1960)
AMÉRICA
1.438 2.951 4.488 11.363 690 %
LATINA
1960 1.509.713
15 Instituto Brasileiro de Geografía e Estadística, Anuário Estadístico, 1956, 1962, citado en Willems,
Followers of the New Faith, 266.
16 Edward Norman, Christianity in the Southern Hemisphere: The Churches in Latin America and South Africa
página 228
19 Robert K. Merton, Social Theory and Social Structure (Glencoe, Ill.: Free Press, 1957).
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
evangélicos auspiciados por las iglesias desde 1948 en adelante. Ver W. Dayton Roberts, “El movimiento
de cooperación evangélica: de San José 1948 a Bogotá 1969,” en Oaxtepec 1978: unidad y misión en América
Latina, ed. por CLAI (San José, Costa Rica: Consejo Latinoamericano de Iglesias, 1980), 45-64.
El desarrollo (1930-1960)
21 Webster E. Browning, “Latin America,” en Evangelism, vol. 3 de The Tambaram Series (Londres: Oxford
página 231
24 David Martin,Tongues of Fire: The Explosion of Protestantism in Latin America (Oxford: Basil Blackwell,
1990), 45.
25 Ibid.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
26 Sobre Morris y su obra, ver: Todo por Dios, por mi patria y mi deber (Buenos Aires: n.p., 1942); Antonio
página 234
Sagarna, Morris redivivo (Buenos Aires: Asociación Cristiana de Jóvenes, 1942); Ismael A. Vago, Morris: una
vida consagrada a la niñez desamparada (Buenos Aires: La Aurora, 1947); Bernardo González Arrili, Vida y
milagros de mister Morris (Buenos Aires: La Aurora, 1955).
El desarrollo (1930-1960)
27 Ver Read, Monterroso y Johnson, Avance evangélico en la América Latina, 302, 303. Sobre la educación
página 235
teológica en este período, ver Wilfred Scopes, ed., The Christian Ministry in Latin America and the Caribbean:
Report of a Survey Commission of the International Missionary Council (Ginebra: Comission on World Mission
and Evangelism of the World Council of Churches, 1962).
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
EL PROTESTANTISMO AUTÓCTONO
36 Edward L. Cleary y Juan Sepúlveda, “Chilean Pentecostalism: Coming of Age,” en Power, Politics, and
Pentecostals in Latin America, ed. por Edward L. Cleary y Hannah W. Stewart-Gambino (Boulder, Colorado:
Westview Press, 1998), 100, 101.
37 Sidney H. Rooy, “Francescon, Luigi,” en Biographical Dictionary of Christian Missions , ed por Gerald
H. Anderson (Nueva York: Macmillan Reference USA; Londres: Simon & Shuster and Prestice Hall
International, 1998), 221.
página 241
38 Prien, Historia del cristianismo en América Latina, 825. Ver Walter Hollenweger, El pentecostalismo:
historia y doctrinas (Buenos Aires: La Aurora, 1976), 131-139.
39 Read, New Patterns of Church Growth in Brazil, 26.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
46 Roberto Domínguez, Pioneros de Pentecostés en el mundo de habla hispana, vol. 2: México y Centroamérica
(Hialeah, Florida: Literatura Evangélica, 1975), 25-29.
47 Ibid., 63-152.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Christian Lalive d’Epinay fue uno de los sociólogos que más profundamente
procuró interpretar el movimiento pentecostal de este período. Él veía al
pentecostalismo de estos años como un sistema religioso en un determinado
nivel social, partiendo por un lado del proceso social y su problemática, y por
otro de los patrones sociales y culturales, y los contenidos de la conciencia. 49
Otro estudioso que veía al pentecostalismo de estos años como un movimiento
popular era Emilio Willems. Según él, el movimiento pentecostal era una
“iglesia de los desheredados,” utilizando la frase que popularizara H. Richard
Niebuhr. Es decir, era un movimiento popular integrado mayoritariamente
por las clases pobres. En este sentido, las iglesias pentecostales de este
período eran las “iglesias de los pobres,” en contraposición con la Iglesia
Católica (entendida por entonces como la “iglesia de los ricos”) y las iglesias
protestantes tradicionales (consideradas como las “iglesias de la clase
media”).50 Sea como fuere, las iglesias pentecostales en estos años tuvieron
éxito en apelar a personas cuyas comunidades personales habían sido
destruidas y habían perdido su sentido de identidad como resultado de la
migración interna y los cambios resultantes en la estructura social, o que
necesitaban reestructurar sus relaciones dentro de un grupo primario para
encontrar su identidad perdida.
48 Ver David B. Barrett, “The Twentieth Century Pentecostal/Charismatic Renewal in the Holy Spirit,
with Its Goal of World Evangelization,” International Bulletin of Missionary Research 12:3 (1988): 119-129.
página 244
49 Christian Lalive d’Epinay, El refugio de las masas: estudio sociológico del protestantismo chileno (Santiago
de Chile: Editorial del Pacífico, 1968), 15-17.
50 Willems, Followers of the New Faith, 117, 197-220.
El desarrollo (1930-1960)
Por otro lado, contra lo que muchos habían afirmado erróneamente, los
pentecostales de estos años no se habían excluido del activismo social. Los
pentecostales en América Latina parecían estar más involucrados política y
socialmente que lo que suponían los observadores casuales o críticos. Su
prioridad principal sobre la evangelización a veces parecía oscurecer su real
compromiso con la transformación de la comunidad, pero no lo negaba. Como
ha señalado William Menzies: “Lo que se pasa por alto es que los pentecostales
se han movido quietamente en relación con la renovación social de maneras
no llamativas, trabajando con los pobres de este mundo en rincones no
publicitados.”53
51 Ibid., 218.
52 Christian Lalive d’Epinay, “Latin American Protestantism in a Revolutionary Context,” Lutheran
Quarterly 22 (febrero 1970): 31.
53 William Menzies, “Current Pentecostal Theology of the End Times,” The Pentecostal Minister 9:3
página 245
(1988): 9. Ver Margaret M. Poloma, “Pentecostals and Politics in North and Central America,” en Prophetic
Religions and Politics: Religion and the Political Order, vol. 1, ed. por Jeffrey K. Hadden y Anson Shupe (Nueva
York: Paragon House, 1986), 329-352.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Emilio Willems: “La práctica del ascetismo jamás falla en ser de alguna
ayuda para lograr al menos un grado modesto de seguridad económica.
La rigidez de la estructura de clase y la falta de oportunidades
económicas en la sociedad chilena hacen muy difíciles tales cambios.
Consecuentemente, las sectas chilenas son socialmente mucho
más homogéneas que sus contrapartes brasileras. Especialmente en
São Paulo, no es inusual que obreros de cuello blanco y pequeños
comerciantes pertenezcan a la Congregación Cristiana o a la Asamblea
de Dios. En las áreas más urbanizadas de São Paulo, quizás un quinto
de los pentecostales pertenecen a la clase transicional y unos pocos
han sido capaces de acumular una riqueza considerable.”54
56 José Míguez Bonino, “Hacia un protestantismo ecuménico: notas para una evaluación histórica del
protestantismo entre la I y II CELA (1949-1960),” en Oaxtepec 1978: unidad y misión en América Latina, ed.
por CLAI (San José, Costa Rica: CLAI, 1980), 69.
57 Para un análisis crítico de la educación teológica en América Latina, ver Hugo Zorrilla, “Aspectos
críticos en la educación teológica en América Latina,” en Lectura teológica del tiempo latinoamericano (San
José, Costa Rica: Seminario Bíblico Latinoamericano, 1979), 238-246; Osvaldo L. Mottesi, “Educación
teológica y coyuntura histórica,” en Ibid., 247-254; Hiber Conteris, “La educación teológica en una
sociedad en revolución,” en Por la renovación del entendimiento: la educación teológica en la América Latina,
página 247
ed. por Justo L. González (Río Piedras, Puerto Rico: La Reforma, 1965), 95-125; y Scopes, ed., The Christian
Ministry in Latin America.
58 Jorge Pixley, “El fundamentalismo,” Estudios Ecuménicos 3 (junio-agosto 1985): 33.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
una conciencia muy profunda de los problemas teológicos, sino que más bien
tiene un cierto prejuicio contra cualquier tipo de discusión teológica. Según
él, junto a cualquier otro latinoamericano, el evangélico comparte un escaso
sentido de tradición histórica.59 De allí que el protestantismo latinoamericano
de este período, incluido en esto el pentecostalismo, no haya creado casi
nada en materia teológica, sino que se ha limitado a reflejar las tendencias ya
existentes en otros lugares.60 Según Lalive d’Epinay, “es interesante notar que
palabras tales como ‘debate,’ ‘discusión,’ crítica,’ tienen un sentido peyorativo en
las esferas evangélicas.”61
59 José Míguez Bonino, “Análisis de las relaciones del protestantismo con el catolicismo romano hasta
1960,” en Lectura teológica del tiempo latinoamericano. Ensayos en honor del doctor Wilton M. Nelson, ed. por
Carmelo E. Álvarez y Pablo Leggett (San José, Costa Rica: Seminario Bíblico Latinoamericano, 1979), 204.
60 José Míguez Bonino, “Main Currents of Protestantism,” en Integration of Man and Society in Latin
America, ed. por Samuel Shapiro (Notre Dame y Londres: University of Notre Dame Press, 1967), 191.
61 Christian Lalive d’Epinay, “La iglesia evangélica y la revolución latinoamericana,” Cristianismo y
página 248
64 Ibid., 272.
página 249
65 David Martin, “Speaking in Latin Tongues,” National Review, Setiembre 29, 1989. Ver también “The
Hidden Fire,” una entrevista con David Martin por Tim Stafford, Christianity Today, Mayo 14, 1990; y el
estudio completo de Martin (352pp.), Tongues of Fire.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
69 Arthur F. Glasser, “Foreword,” en Paul A. Pomerville, The Third Force in Missions (Peabody, Mass.:
Hendrickson Publishers, 1985), vii.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Harvey Cox: “La mayoría de los sociólogos… cree que las iglesias
pentecostales ayudan a las personas a ‘adaptarse’ a un mundo
cambiante. Pero difieren en cuanto a la manera en que esta adaptación
ocurre. Algunos creen que otras tradiciones cristianas—especialmente
el catolicismo popular en América Latina—realmente preparan a las
personas para la experiencia Pentecostal. Otros enfatizan el rompimiento
radical, a veces incluso personalmente riesgoso, que debe hacer un
nuevo convertido. Algunos ven al pentecostalismo como un proceso
de modernización, que provee de un patrón contenedor transicional
para personas que están desarraigadas de las culturas tradicionales
pero que todavía no están preparadas para el individualismo radical
de la vida urbana moderna. Otros sostienen que el pentecostalismo es
una “huelga social” contra la modernidad, un intento desesperado por
recuperar al menos algunos elementos de un pasado que se desvanece
rápidamente. Aun otros lo ven como una combinación ingeniosa de lo
viejo y lo nuevo, lo premoderno y lo posmoderno. Pero todos ellos están
de acuerdo en que el pentecostalismo latinoamericano está creciendo a
página 252
70 Ver Donald W. Dayton, Theological Roots of Pentecostalism (Grand Rapids: Zondervan, 1987).
El desarrollo (1930-1960)
71 Harvey Cox, Fire from Heaven: The Rise of Pentecostal Spirituality and the Reshaping of Religion in the
Twenty-First Century (Reading, Mass.: Addison-Wesley Publishing Co., 1995), 172.
72 Míguez Bonino, Rostros del protestantismo latinoamericano, 61. Quentin Schultze, subrayando
la importancia de la cultura oral como elemento clave para comprender la dinámica interna del
pentecostalismo, sintetiza varias otras aproximaciones interpretativas. Ver Quentin Schultze, “Orality and
Power in Latin American Pentecostalism,” en Coming of Age: Protestantism in Contemporary Latin America ,
página 253
ed. por Daniel Miller (Lanham, Nueva York y Londres: University Press of America, 1994).
73 Willems, Followers of the New Faith.
74 Míguez Bonino, Rostros del protestantismo latinoamericano, 62.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Además, las pautas éticas del pentecostalismo rompían con la anomia al indicar
claramente que un creyente no debía beber alcohol, o fumar, o bailar, o ir al cine,
o fornicar. Esto resultó en una reputación de sobriedad, puntualidad, honestidad,
laboriosidad y lealtad. De esta manera, podían conseguir más y mejores trabajos,
contar con la confianza de otros, procurar mejorar sus condiciones de vida y de
educación y, como indica Willems, salir de las franjas inferiores de la pirámide social
y comenzar a ascender hacia la clase media. De esta manera, el pentecostalismo
ayudó a sus cuadros a adaptarse mejor a un mundo cambiante.
88 David Stoll, Is Latin America Turning Protestant? The Politics of Evangelical Growth (Berkeley: University
of California Press, 1990), 314.
89 Ibid., 314-321.
El desarrollo (1930-1960)
90 Darío López, Pentecostalismo y transformación social: más allá de los estereotipos, las críticas se enfrentan
con los hechos (Buenos Aires: Kairos, 2000), 52.
91 Cox, Fire from Heaven, 182.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
92 Ver Samuel Escobar, “La presencia protestante en América Latina: conflicto de interpretaciones,”
en Historia y misión: revisión de perspectivas, ed. por Samuel Escobar, Estuardo McIntosh y Juan Inocencio
(Lima: Ediciones Presencia, 1994), 16; Idem, “The Promise and Precariousness of Latin American
Protestantism,” en Coming of Age: Protestantism in Contemporary Latin America, ed. por Daniel Miller
(Lanham, Nueva York y Londres: University Press of America, 1994), 27-29; e Idem, “Conflict of
Interpretations of Popular Protestantism,” en New Face of the Church in Latin America, ed. por Guillermo
Cook (Nueva York: Orbis Books, 1994), 130-134.
93 Everett A. Wilson, “The Dynamics of Latin American Pentecostalism,” en Coming of Age: Protestantism
in Contemporary Latin America, ed. por Daniel Miller (Lanham, Nueva York y Londres: University Press of
America, 1994), 90.
94 Juan Sepúlveda, “The Pentecostal Movement in Latin America,” en New Face of the Church in Latin
página 262
America, ed. por Guillermo Cook (Nueva York: Orbis Books, 1994), 72, 73.
95 Ibid.; y Juan Sepúlveda, “Reflections on the Pentecostal Contribution to the Mission of the Church in
Latin America,” Journal of Pentecostal Theology 1 (1992): 100-104.
El desarrollo (1930-1960)
_ Libertad religiosa
96 Kenneth G. Grubb, ed., The Church and the State, vol. 6 en The Tambaram Series (Londres: Oxford
University Press, 1939), 167, 168.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
_ Identidad evangélica
_ Movimientos ecuménicos
Las dos décadas que van desde 1941 a 1961 se caracterizaron por el
surgimiento de movimientos ecuménicos de fuerte contenido laical, de corte
para-eclesiástico, muy críticos de las iglesias establecidas, y en algunos
casos, con marcados tintes ideológicos. Es así como emerge una generación
de líderes nacionales dispuestos a controlar el proceso latinoamericano de las
iglesias y se muestran muy críticos de su accionar en el continente. El aporte de
pensadores como Karl Barth y Dietrich Bonhöeffer provocó en algunos un cierto
desencanto con la imagen triunfalista de muchas denominaciones evangélicas
liberales. En general, estos líderes favorecieron posturas de tipo revolucionario
y se mostraron muy radicales en cuanto a su perspectiva del cambio político,
social y económico del continente. De todos modos, su contribución al desarrollo
de las iglesias fue mínima, ya que carecieron de bases suficientes y se aislaron
109 Sobre estas organizaciones ecuménicas especializadas, ver Marcelo Pérez Rivas, “El ecumenismo en
América Latina,” en Norman Goodall, El movimiento ecuménico: qué es y cómo trabaja (Buenos Aires: La
Aurora, 1970), 218-223.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
_ Heterogeneidad denominacional
_ Celo evangelizador
110 CELA II, Cristo, la esperanza para América Latina, 167, 168.
111 Read, Monterroso y Johnson, Avance evangélico en la América Latina, 326, 327.
El desarrollo (1930-1960)
_ Acción social
_ Expansión misionera
Muchos veían que, para que las fuerzas evangélicas pudiesen cumplir con
su misión, era necesario que el protestantismo se renovase profundamente en
lo espiritual. Otros consideraban que ya había pasado la hora de la controversia
anticatólica y de las actitudes defensivas de una minoría acomplejada. En
las palabras de una de las conferencias evangélicas latinoamericanas: “No
estamos en América Latina para combatir al catolicismo romano, sino para dar
testimonio de Jesucristo.”
página 270
_ Impulso fundamentalista
118 Thomas J. Liggett, The Role of the Missionary in Latin America Today (Nueva York: Committee on
Cooperation in Latin America, 1963), 15.
El desarrollo (1930-1960)
GLOSARIO
alienación: término usado por Carlos Marx crisis: interrupción grave en el estilo
para describir de qué manera el trabajo de vida normal de un individuo o de
repetitivo enajena o aleja a las personas un grupo, que se suscita con una si-
de su creatividad. El término es usado tuación inesperada, para la cual éstos
también por algunos teólogos protestantes no se hallan preparados y que genera
influidos por el existencialismo, para problemas para los que las respuestas
referirse al extrañamiento del yo de sí habituales no son adecuadas. Una crisis
mismo, de otros y de Dios. requiere el desarrollo de nuevas formas
de pensamiento y acción.
anomia: aquella situación de perplejidad
en la que el individuo se siente como si no desarrollismo: política aplicada por
hubiese normas. Supone ciertas fisuras algunos Estados en América Latina que
en la organización de la sociedad. Se consistía en la importación de capital
caracteriza por la ausencia relativa o por norteamericano y tecnología de los paí-
la confusión de valores en una sociedad o ses capitalistas centrales, con miras a
grupo. Encuentra su raíz en los conflictos lograr el desarrollo de los países depen-
en relación con las normas y los roles, dientes.
que llevan a un desajuste entre los
objetivos deseados como metas sociales emocionalismo: estado de exaltación
y los medios frecuentemente ineficaces emocional que otorga primacía a lo
que se tienen para alcanzarlos. sensible por sobre la razón y el pensa-
miento lógico. La religiosidad prevale-
ascetismo: teoría y práctica de la abs- ciente entre los evangélicos en América
tinencia y mortificación de los sentidos. Latina está marcada fuertemente por el
Tiene como objeto asegurar la perfección emocionalismo.
espiritual, sometiendo el cuerpo al con-
trol del espíritu. Es una forma de vida ethos: en la antropología cultural es el
basada en la devoción hacia ciertos va- conjunto de ideas y creencias que la
lores o ideales espirituales, por la que mayoría de las personas de un grupo ét-
se renuncia a los placeres físicos y se nicamente delimitable tiene acerca de los
destaca la simplicidad, la disciplina y la problemas fundamentales. Designa una
negación de sí mismo. Tiene que ver con norma de vida o comportamiento que es
prácticas austeras destinadas a llevar al aprobado por la gente, y que expresa una
control del cuerpo y de los sentidos. escala de valores útiles para el cuerpo
social. Señala al carácter, sentimiento,
catolicismo popular: consiste en una naturaleza moral o creencias guiadoras,
serie de gestos modelados, propios de distintivos de una persona, grupo o
una religión universal (catolicismo) que institución.
se ha popularizado, que tienden a perder
los valores doctrinarios originales y su- estructura social: las distintas maneras
plantarlos por expectativas utilitarias, lo predefinidas en que los grupos e indi-
cual los acerca más al polo mágico que al viduos se organizan y relacionan los unos
religioso. Esto lo torna disfuncional en el con los otros. Tiene que ver con el patrón
proceso de cambio social y es producto, de estatus y roles interrelacionados esta-
en gran medida, de la institucionalización blecido en una sociedad u otro grupo en
e inculturación del catolicismo en una un momento particular y que constituye
sociedad en vías de secularización. un conjunto relativamente estable de rela-
ciones sociales. Esta estructura permite
clase media: aquel segmento de un a los individuos de una sociedad saber
sistema de estratificación social y econó- de qué manera pueden comunicarse con
mica de una sociedad que no tiene un los otros miembros de la misma.
estatus excepcionalmente bajo ni alto.
En una sociedad preindustrial está com- ex-nihilo: “de la nada,” expresión latina
página 273
GLOSARIO
GLOSARIO
página 275
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
SINOPSIS CRONOLÓGICA
SINOPSIS CRONOLÓGICA
1954 Ascensión de Alfredo Stroessner al poder en Paraguay.
página 277
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
CUESTIONARIOS DE REPASO
Caracteriza el liderazgo nacional durante Pentecostalism: A Religion Made to Travel, ed. por
estas décadas. 7. Señala algunos rasgos Murray W. Dempster, Byron D. Klaus y Douglas
Petersen (Oxford: Regnum, 1999), 143.
El desarrollo (1930-1960)
TRABAJOS PRÁCTICOS
Lee y responde:
Hace algunos años, un club de caballeros de Santa Ana (El Salvador) patrocinó la
apertura de una escuela particular. Según todos los informes, sin embargo, la escuela
no tuvo éxito.
De una carta escrita por Ruth M. Carr, directora del Colegio Bautista de Santa Ana, El
Salvador, citada en W. Stanley Rycroft, Sobre este fundamento (Buenos Aires: La
Aurora, 1944), 154, 155.
- ¿Cuál te parece que era la posición social prevaleciente de los alumnos en cuestión?
- Evalúa la disciplina del Colegio Bautista. ¿Cuáles te parece que eran las motivaciones
para la misma?
TRABAJOS PRÁCTICOS
TAREA 2: Tipología del protestantismo latinoamericano.
Lee y responde:
¿Civilizar o evangelizar?
- ¿Qué denominaciones han sido “civilizadoras” y por qué? ¿Qué denominaciones han
sido “evangelizadoras” y por qué?
TRABAJOS PRÁCTICOS
Lee y responde:
- ¿Cuáles son algunas de las “múltiples manifestaciones” del Espíritu Santo, según el
pentecostalismo de la época?
página 281
120 Juan Sepúlveda, “Pentecostal Theology in the Context of the Struggle for Life,” en Faith Born in the
Struggle for Life, ed por D. Kirkpatrick (Grand Rapids: Eerdmans, 1988), 299, 300.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
DISCUSIÓN GRUPAL
LECTURAS RECOMENDADAS
CLAI, Oaxtepec 1978: unidad y misión en América Latina (San José, Costa Rica: CLAI,
1980), 45-80.
La maduración
(1960-1990)
INTRODUCCIÓN
Las tres décadas que cubren este período
del desarrollo del protestantismo en el continente
han estado acompañadas de cambios radicales
y a veces traumáticos al interior de las iglesias y
sus relaciones con el mundo. Precisamente la
profundidad del impacto del contexto mundial,
continental, regional y local sobre el testimonio
cristiano de las iglesias ha sido tan grande, que estas
mismas circunstancias han ayudado notablemente
al protestantismo latinoamericano a madurar en
múltiples aspectos.
_ Situación económica
_ Situación social
(1)
Población total de la ciudad en millones.
(2)
Población proyectada de la ciudad en millones.
(3)
Tasa de crecimiento anual.
(4)
Porcentaje de crecimiento entre los años indicados.
(5)
Población de la ciudad como porcentaje de la población total del país.
(6)
Porcentaje de la población urbana en el país.
1 Según estimaciones y proyecciones de las Naciones Unidas para 1994 para “aglomeraciones urbanas”
(áreas urbanas densamente pobladas).
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
_ Situación política
radical fue ganando cada vez más adeptos. Más seria todavía fue la resultante
infiltración del consumismo, del materialismo y del hedonismo, característicos
del capitalismo descarnado y secularista. En lo que hace a la justicia, lo legal
muchas veces chocó con lo moral, a la luz del evangelio. La situación de la mujer
siguió siendo de postergación, justificándose esto con argumentos culturales y
tradicionales, que no se corresponden fielmente con la doctrina cristiana.
Este parece ser un buen lugar para considerar esta cuestión, ya que es en
estas décadas en que se definen los perfiles característicos de las diversas
expresiones del protestantismo del continente. Es también en estos años que
un número mayor de autores evangélicos se muestran interesados en esta
cuestión y presentan diversas maneras de caracterizar al protestantismo
latinoamericano. Es también en estos años que este protestantismo comienza
a llamar la atención de los sociólogos de la religión y otros estudiosos de la
realidad social y cultural.
Rubem Alves. Según este autor, “para entender” el caso específico del
protestantismo latinoamericano de sus días (1960-1970), “es necesario
verificar su conducta en el contexto global de la sociedad latinoamericana.”4
El enfoque de Alves era ideológico y típico del clima intelectual setentista. Él
utilizó el doble concepto de Karl Mannheim de utopía e ideología para sacar sus
conclusiones.5 En este sentido, Alves ubicaba las divisiones del protestantismo
en “el proceso de reorganización” por el que los diferentes grupos estaban
pasando vis à vis la crisis de la sociedad de América Latina. Él consideraba lo
que el protestantismo podía haber sido (sus posibilidades utópicas) y lo que
había llegado a ser (sus tendencias ideológicas). De allí que, para él, había dos
tipos de protestantismos en América Latina en aquellos años: el conservador
y el revolucionario.6
José Míguez Bonino. Este destacado teólogo argentino presentó por aquel
tiempo (1972) una interpretación ideológica similar a la de Alves, pero con
una aproximación más histórica, social y eclesiástica.8 Míguez Bonino siguió
3 Sobre el particular, ver Orlando E. Costas, Theology of the Crossroads in Contemporary Latin America:
Missiology in Mainline Protestantism, 1969-1974 (Amsterdam: Rodopi, 1976), 30-40.
4 Rubem Alves, “Función ideológica y posibilidades utópicas del protestantismo latinoamericano,” en
De la iglesia y la sociedad(Montevideo: Tierra Nueva, 1971), 4.
5 Ver Karl Mannheim, Ideology and Utopia (Nueva York: Harvest Books, 1936).
6 Alves, “Función ideológica y posibilidades utópicas del protestantismo,” 15-20.
página 290
7 José Míguez Bonino, “La actitud política de los protestantes en América Latina,” Noticiero de la Fe 37
(julio 1972): 4-6.
8 Ibid., 4-7.
La maduración (1960-1990)
Por otro lado, Míguez Bonino no tomó en cuenta los rápidos procesos de
socialización por el que las iglesias del tipo 4 estaban pasando en aquellos años
(1960-1970), ni los fenómenos de carácter sectario que habían afectado a las
iglesias del tipo 3.12 Además, no cabía calificar de “sectas” a denominaciones
como la Alianza Cristiana y Misionera, la Iglesia Evangélica Libre y la Iglesia del
Pacto. De hecho, el propio Míguez Bonino rechazaría en el período siguiente
tal calificativo como inapropiado, en medio de las campañas anti sectarias
promovidas por seguidores de este movimiento en los Estados Unidos y
católicos ultra conservadores en América Latina.13 En cuanto a los pentecostales
y las “misiones de fe,” si bien podían detectarse actitudes sectarias en algunos
casos, el enorme proceso de institucionalización y adaptación social por el que
estaban pasando en ese tiempo los acercaba cada vez más al “protestantismo
tradicional” o al menos a las denominaciones “conversionistas establecidas.”14
9 Ver Christian Lalive d’Epinay, “Los protestantes latinoamericanos: un modelo tipológico,” Fichas
de ISAL 3:24 (1970); ver también Idem, “Les protestantismes latinoaméricans: un modéle typologique,”
Archives de Sociologie des Religions 15:30 (1970): 33-58; e Idem, “Toward a Typology of Latin American
Protestantism,” Review of Religious Research 10 (1968): 4-11.
10 José Míguez Bonino, “Visión del cambio social y sus tareas desde las iglesias no-católicas,” en Fe
cristiana y cambio social en América Latina: Encuentro de El Escorial, 1972, ed. por Instituto Fe y Secularidad
(Salamanca: Sígueme, 1973), 179.
11 Ibid., 179, 180.
página 291
12 Ibid. 181.
13 Ver en la próxima Unidad la discusión de esta cuestión.
14 Costas, Theology of the Crossroads, 31-33.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Where Tomorrow Struggles to Be Born: The Americas in Transition (Nueva York: Friendship Press, 1979),
59. Para un estudio completo de estas Iglesias en el Río de la Plata, ver Villalpando, ed., Las iglesias de
trasplante.
La maduración (1960-1990)
18 Samuel Escobar, “Identidad, misión y futuro del protestantismo latinoamericano,” Boletín Teológico
3-4 (1977): 2, 3; e Idem, “¿Qué significa ser evangélico hoy?” Misión 1 (marzo-junio 1982): 15, 16.
19 Ibid., 15.
20 Samuel Escobar, “El problema ecuménico en América Latina,” Misión 4 (setiembre 1985): 78.
página 293
21 Costas, Theology of the Crossroads, 40-47. Ver también, Idem, “La teología evangélica en el Mundo
de los Dos Tercios,” Boletín Teológico 19 (diciembre 1987): 20; y José Míguez Bonino, “Cristianismo en
América Latina,”Orientación 19:1 (enero-marzo 1971): 9, 10.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
22 Kenneth Strachan llama la atención a este movimiento misionero independiente en The Missionary
Movement of the Non-historical Groups in Latin America (Nueva York: Latin American Cooperation
página 294
Committee, 1957).
23 Ver C. Peter Wagner, Spiritual Power and Church Growth(Altamonte Springs, Fl.: Strang Communications,
1986).
La maduración (1960-1990)
24 Costas, El protestantismo en América Latina hoy, 10, 11; Wagner, Spiritual Power, 131-146.
25 González, Historia de las misiones, 438; Wagner, Spiritual Power, 11, 12.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
27 Ibid., 47; Escobar, “Identidad,” 3; Kenneth S. Latourette, Desafío a los protestantes (Buenos Aires: La
Aurora, 1957), 78.
28 González, Historia de las misiones, 197, 198.
La maduración (1960-1990)
29 Escobar, “El reino de Dios, la escatología y la ética social y política en América Latina,” 131-134.
30 H. Richard Niebuhr, Christ and Culture (Nueva York: Harper, 1951), 45.
página 297
31 Ibid., 48.
32 Pablo A. Deiros, Protestantismo en América Latina: ayer, hoy y mañana (Miami: Editorial Caribe, 1997),
54.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
35 Ibid., 55.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
PROTESTANTISMO Y CRECIMIENTO
_ Un crecimiento fenomenal
36 Según los censos oficiales de población. Los porcentajes son sobre el total de la población.
La maduración (1960-1990)
_ Factores en el catolicismo
37 Ver Humberto Lagos Schuffeneger y Arturo Chacón Herrera, Los evangélicos en Chile: una lectura
página 301
39 Ver el ensayo introductorio de David Martin, en Thomas Gannon, ed., A General Theory of Secularization
(Londres: Macmillan, 1988).
La maduración (1960-1990)
los pastores evangélicos, debían pasar largos años de estudios teológicos. Esta
experiencia también los fue alienando poco a poco culturalmente de su pueblo.
En contraste, los pobres se vieron más atraídos por el trabajo cotidiano de los
evangélicos entre el pueblo, su énfasis constante en los beneficios sociales de
una moralidad estricta, y en la manera en que la conversión podía transformar
a un delincuente del barrio en un líder honesto de la comunidad.
_ Factores en el protestantismo
Este patrón puede ser contrastado con el carácter cada vez más foráneo
del sacerdocio católico en América Latina durante estos años. A medida que
el enorme crecimiento de la población del siglo XX sobrepasó los recursos
humanos de la Iglesia, declinó radicalmente la proporción de sacerdotes en
el pueblo y aumentó el tamaño de las parroquias en el sentido demográfico.
En consecuencia, ingresaron sacerdotes extranjeros, mayormente europeos,
algunos para cumplir con ministerios especializados. Muchos vinieron a
principios de la década de 1960, en respuesta a los llamados de los papas
Juan XXIII y Paulo VI, de más clérigos para llevar a cabo la obra en el mundo
subdesarrollado. Su presencia en América Latina ayudó a la integración de los
página 304
41 Ibid.
La maduración (1960-1990)
inmigrantes católicos, pero no fue efectiva para paliar los disloques culturales
asociados con la migración y la urbanización interna de los pueblos.
42 Estas percepciones fueron reconocidas por los obispos latinoamericanos en las Conferencias de
Medellín (1968) y Puebla (1979). Ver Documento de Puebla, 10, 11.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
En este sentido, no era extraño que los convertidos hubiesen sido sacados
de una subcultura desarraigada y alienada, de gente cuya trama de familia
extendida se había desintegrado en el movimiento hacia las ciudades y que
en consecuencia habían perdido mucho de la infraestructura necesaria para
sobrevivir allí. En su análisis del pentecostalismo chileno de este período,
Humberto Lagos Schuffeneger y Arturo Chacón Herrera señalaban en estos
años: “El mensaje evangélico aparece como una respuesta a la incertidumbre y
a la dislocación social que se produce como consecuencia de la transformación
material acelerada del país.”46 Este mensaje fue una respuesta a las
inseguridades personales que producían estas transformaciones, que fueron
muy profundas en los años de este período.47
PROTESTANTISMO Y SECULARIZACION
49 Sepúlveda, “Reflections on the Pentecostal Contribution to the Mission of the Church in Latin
America,” 103.
50 Stoll, Is Latin America Turning Protestant? 109.
página 309
51 Gary Nigel Howe, “Capitalism and Religion at the Periphery,” en Perspectives on Pentecostalism: Case
Studies from the Caribbean and Latin America, ed. por Stephen D. Glazier (Washington, D.C.: University
Press of America, 1970), 135-141.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
PROTESTANTISMO Y FUNDAMENTALISMO
52 Nancy Paredes Muñoz y Pedro Carrasco Malhue, “La Biblia anotada de Scofield: instrumento del
fundamentalismo,” Taller de Teología 8 (1981): 27-44.
página 312
57 Ver C. René Padilla, ed., Hacia una teología evangélica latinoamericana (San José, Costa Rica: Caribe,
1984). Ver también Gabriel Fackre, The Religious Right and the Christian Faith (Grand Rapids: Eerdmans,
1982), 5-7; y Kenneth Kantzer, “Unity and Diversity in the Evangelical Faith,” en The Evangelicals, ed. por
David F. Wells y John P. Woodbridge (Nashville: Abingdon Press, 1975), 39.
58 J. Montgomery, “DAWN is About to Break on Guatemala,” Global Church Growth (marzo-abril
1984): 351.
59 Stoll, Is Latin America Turning Protestant?122. Stoll destaca que las reuniones de Palau estaban
página 314
organizadas para la televisión. Cuando aparecía ante estadios vacíos, por ejemplo, se hacía sentar al
auditorio detrás de la plataforma, de modo que las cámaras del otro lado del campo de juego dieran la
impresión de un estadio lleno.
La maduración (1960-1990)
Si bien Palau sostenía que era apolítico, siempre procuró el favor de las
autoridades, entre ellas de Alfonso López Michelsen en Colombia, Alfredo
Stroessner en Paraguay, Efraín Ríos Montt en Guatemala y Fernando Belaúnde
en Perú. Con sus “desayunos de oración” y entrevistas especiales, Palau
procuró obtener licencia para transmitir su programa “Luis Palau responde” y
sus campañas por emisoras radiales y de televisión bajo control gubernamental.
En Bolivia, por ejemplo, el Instituto Lingüístico de Verano introdujo a Palau a
militares como Hugo Banzer (gobernó de 1971 a 1978) y Juan Pereda Asbún
(1978). Utilizando medios bajo control estatal, Palau exhortó a los bolivianos a
obedecer a su gobierno, porque así lo ordenaba Dios (según su interpretación
de Romanos 13). Eventualmente, bajo otro dictador militar (Luis García Meza,
quien gobernó de 1980 a 1981), Palau convocó a un “nuevo énfasis en la
moralidad,” con el apoyo de un régimen ligado a la violencia de derecha y al
tráfico de cocaína.61
60 Ver Luis Palau, Luis Palau: Calling the Nations to Christ (Chicago: Moody Press, 1983).
61 Sobre esta campaña, ver Stoll, Is Latin America Turning Protestant, 122.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
62 Sobre las campañas de Mottesi y su uso de los medios masivos, ver Kate Rafferty, “Gospel Air Power in
Central America,” Religious Broadcasting (abril 1984): 22, 23.
La maduración (1960-1990)
Marcha. A través de las reuniones masivas y todos estos medios, Ávila predicó
en estos años a millones de personas.
63 Donald McGavran, Understanting Church Growth (Grand Rapids: Eerdmans, 1969), 32. Ver también
Arthur F. Glasser, “Church Growth and Theology,” en God, Man and Church Growth, ed. por A. R. Tippett
página 317
(Grand Rapids: Eerdmans, 1973), 52; John H. Yoder, “Church Growth Issues in Theological Perspective,”
en The Challenge of Church Growth: A Symposium, ed. por Wilbert R. Shenk (Elkhard, Indiana: Institute of
Mennonite Studies, 1973), 44.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
personas en América Central en la primera mitad de 1983 y que ha circulado por todo el continente. Esta
película ya ha sido vista por millones de personas en todo el mundo.
66 Ibid.
La maduración (1960-1990)
PROTESTANTISMO Y ECUMENISMO
67 Stoll, Is Latin America Turning Protestant?92. Este autor discute el evento “Explo 85,” una extravagancia
página 319
tecnológica para aquel entonces, que reunió a 300.000 cristianos evangélicos en 90 conferencias locales
vía satélite.
68 Ibid.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
71 Ibid., 102.
72 Míguez Bonino, “Visión del cambio social,” 185.
73 Costas, “Una nueva conciencia protestante,” 82-92.
La maduración (1960-1990)
75 Ibid.
76 Bolioli, “Una historia de unidad,” 36. Ver especialmente, UNELAM, Preguntas y respuestas acerca de
UNELAM (Buenos Aires: Departamento de Publicaciones de UNELAM, n.f.), 7.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
_ Asociaciones de Seminarios
Teológicos por Extensión), que en 1980 junto con ALET formó la Asociación
Latinoamericana de Institutos por Extensión y Seminarios Teológicos (ALIET).
79 C. René Padilla, “Qué es la Fraternidad Teológica Latinoamericana?” Misión 4 (marzo 1985): 34.
80 C. René Padilla, “La Fraternidad Teológica Latinoamericana: una evaluación crítica,” Misión 12
(diciembre 1983): 28.
La maduración (1960-1990)
PROTESTANTISMO Y EVANGELIZACION
A menudo, se atribuye este fracaso a los métodos misioneros del siglo XVI,
caracterizados por su superficialidad y violencia. Pero, en realidad, lo que ocurrió
es que los misioneros no fueron muy numerosos. Otro factor es que la Iglesia
Romana se ajustó superficialmente a las religiones pre-cristianas. No hubo una
verdadera conversión al cristianismo, sino una imposición de la cultura cristiana
sobre el paganismo autóctono. Otra falla reside en la historia del catolicismo
político, que hizo que la gente sospechara que los nombres de Jesús y María
estuviesen siendo usados para ocultar algo completamente diferente, y la
religión cristiana fuese sólo un instrumento de dominación política.
Siguiendo los datos de Read, Monterroso y Johnson (su libro fue publicado
en 1970), para 1967 había 74.394 comulgantes en las iglesias latinoamericanas
relacionadas con las misiones no denominacionales, o sea el 1.5 por ciento del
total de miembros. En las iglesias pentecostales había 3.104.535 miembros,
o sea el 63.3 por ciento. En las iglesias tradicionales el total era de 1.252.434
miembros, o sea el 25.5 por ciento del total. Es sorprendente el hecho de que el
personal de las misiones no denominacionales constituía para entonces el 32.4
por ciento del total, aunque sus iglesias contaban sólo con el 1.5 por ciento del
total de miembros. Mientras tanto, los misioneros pentecostales constituían el
9.8 por ciento de todos los misioneros de América Latina, pero sus iglesias
contaban con el 63.3 por ciento de la membresía total. Las denominaciones
tradicionales sumaban un 44.8 por ciento, mientras su membresía totalizaba el
25.5 por ciento. Evidentemente, la denominación evangélica de crecimiento más
explosivo por aquellos años era la de los diversos grupos pentecostales.88
Hacia fines de este período (1990), las iglesias podían evangelizar con
libertad en casi todo el continente, sin las restricciones o persecuciones que
hubo en otros tiempos, especialmente por instigación del clero católico. Esta
labor proselitista se realizaba también con el aporte de organizaciones o
instituciones para-eclesiásticas como eran las estaciones de radio (La Voz de
los Andes, de Quito; la Cruz del Sur, de La Paz; o Radio Transmundial), o bien
programas radiales evangélicos (La Hora Luterana, Luis Palau Responde). Las
Sociedades Bíblicas, y otras agencias como Juventud para Cristo, Cruzada
a Cada Hogar, Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo, los Gedeones
Internacionales, Juventud con una Misión, y otros se sumaban al trabajo de las
iglesias locales en el testimonio cristiano.
Falta de cooperación. Esto tenía que ver con la efectividad con que las
iglesias evangélicas hacían su impacto en la sociedad donde actuaban. En
principio, las iglesias no se rehusaban a cooperar entre sí, y de hecho, de tanto
en tanto o de alguna manera lo hacían. Pero había muchas dificultades en la
práctica. En Bolivia, por ejemplo, había más de 60 denominaciones evangélicas
en estos años. Es cierto que el país era grande y había lugar para todos. Pero,
especialmente en las ciudades, se habían suscitado problemas de cooperación,
estableciéndose así una dura competencia inter-eclesiástica para conseguir
adeptos. En buena medida, esto se debía al hecho de que en la ciudad, era
más fácil que en el campo percibir la diversidad de las iglesias.
La maduración (1960-1990)
iglesia, que lo hace a partir de su propia vida. En América Latina, las iglesias,
en general y particularmente en estos años, estuvieron más preocupadas en el
montaje de sus estructuras y programas internos, que en cumplir la ineludible
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
misión de ser sal y luz en el mundo. Hubo un divorcio muy marcado en algunos
casos entre teología y ética, entre prédica y acción, entre doctrina y praxis. Las
iglesias que pregonaban el amor de Dios no siempre eran un buen ejemplo
o claro reflejo de ese amor; las que proclamaban justicia solían crear dentro
de su seno las más absurdas condiciones opresivas o de marginamiento y
discriminación. La rigidez, el ajuste estricto a las tradiciones heredadas y la
falta de plasticidad ante el cambio hicieron morir en la esterilidad o dormitar en
el conformismo a muchas iglesias.
_ La situación
_ La evangelización
89 Sobre la obra de los moravos entre los miskitos, ver Mary W. Helms, Asang: adaptaciones al contacto
página 333
cultural en una sociedad misquita (México: Instituto Indigenista Interamericano, 1977); y Rooy, “La llegada
de los moravos a Nicaragua,” 21, 22.
90 Léonard, O protestantismo brasileiro, 40.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
92 Ver Paul Burgess, Historia de la obra evangélica presbiteriana en Guatemala (Quetzaltenango, Guatemala:
El Noticiero Evangélico, 1957); y Anna Marie Dahlquist, Burgess of Guatemala (Langley, British Columbia:
Cedar Books, 1985).
La maduración (1960-1990)
95 Ver Norma Hinojosa, “Violencia y desplazamiento en los Andes del Perú,” enHacia una teología
evangélica indígena, por varios autores (Lima: Centro Evangélico de Misiología Andino Amazónica y
Fraternidad Teológica Latinoamericana, 1995), 35-50.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
96 Citado en Fernando Quicaña Avilés, “El desafío de hacer teología en el contexto andino,” Hacia una
página 336
teología evangélica indígena, por varios autores (Lima: Centro Evangélico de Misiología Antino Amazónica
y Fraternidad Teológica Latinoamericana, 1995), 85.
97 Citado en Ibid., 86.
La maduración (1960-1990)
_ Crecimiento y desarrollo
La obra evangélica entre los pueblos originarios del continente en este período
experimentó, en algunos casos, un crecimiento notable. Este fue el caso entre
los quechuas de la provincia de Chimborazo (Ecuador), especialmente entre
1965 y 1979, con tasas que no bajaban de 1.000 incorporaciones por año. Tito
Paredes atribuye este crecimiento explosivo a varias causas: la intensificación
del personal misionero y la multiplicación de los medios de servicio, que creó
confianza y apertura; el impacto del ministerio radial con una revalorización
de la cultura y el idioma quechua; la nacionalización o indigenización de las
iglesias; diversos servicios a la comunidad quechua en general, especialmente
a través de líderes evangélicos; la entrega de parte de las misiones foráneas
de parte de sus edificios; y una mayor conciencia de parte de los creyentes
quechuas de su responsabilidad por la evangelización de su pueblo en su
propio idioma.98
98 Tito Paredes, “La evangelización de los pueblos quechuas,” América Latina y la Evangelización en los
años 80 (Quito: II Congreso Latinoamericano de Evangelización, 1979), 29-52.
99 Christian Work in South America: Montevideo Congress, 2:147-222.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
GLOSARIO
acción social: acción orientada hacia privilegios ilegítimos del derecho ab-
o influida por otra persona o personas soluto de propiedad, y son agudizadas
como intento organizado de resolver un por la cultura urbano-industrial.
problema social.
familia nuclear: la unidad básica de la
actitud: tendencia a actuar de manera organización familiar, compuesta por los
consistente en relación a ciertos objetos cónyuges y sus hijos. Puede ser parte
y situaciones relacionadas. de una familia más amplia o familia
separada. A veces se usa la expresión
aculturación: el proceso de interacción equivalente de familia conyugal.
entre dos sociedades, en el que la cul-
tura de la sociedad en la posición sub- hedonismo: teoría de la motivación
ordinada es modificada drásticamente humana en la que se sostiene que la
para conformarse a la cultura de la so- conducta puede ser mejor explicada y
ciedad dominante. En el proceso se da comprendida si se parte del supuesto
la adquisición o el intercambio de ras- de que, en última instancia, su objetivo
gos culturales. Es también el proceso consiste en evitar el dolor y buscar el
dinámico por el cual una sociedad en placer. Como sistema de ética normativa,
contacto con otras sociedades cambia su consiste en la doctrina según la cual el
cultura, se adapta a una nueva situación, placer y la felicidad debieran constituir el
acepta algunas innovaciones, y modifica valor más alto del esfuerzo humano.
su sistema.
inflación: condición económica carac-
asociación voluntaria: grupo espe- terizada por la abundancia de dinero y
cializado, formalmente organizado, en de demanda de compra en relación con
el que la pertenencia se basa en una la oferta de bienes disponibles, y que se
elección deliberada y al cual sus miembros manifiesta en lo fundamental por el alza
pueden renunciar si así lo desean. En ella de los precios, y a veces, por aumentos
se persiguen objetivos bien delimitados y nominales de salarios, pero con altas
definidos. Los miembros pertenecen a la tasas de desempleo.
asociación voluntariamente y pueden reti-
rarse de ella libremente cuando lo deseen, ladino: se aplica al indígena que habla
siendo hasta cierto punto voluntaria la correctamente el castellano o al negro
mayor o menor participación en el grupo. africano bastante aculturado en la cultura
blanca. También se refiere a la persona
consumismo: consumo descontrolado que desciende de español e india, pero
de riqueza, bienes y servicios princi- de cultura latina.
palmente con fines de ostentación, sin
necesidad o por encima del nivel de marginamiento: condición que resulta
subsistencia. de una situación social en la que la
estructura se establece en un punto
dependencia: teoría marxista para ex- de cierto equilibro (organización social
plicar las relaciones internacionales relativa) dejando fuera de los cauces de
entre los países dominantes y los países participación a grupos o sectores de la
dominados. Puede ser económica, sociedad.
tecnológica, política y cultural. Son
ejemplos de dependencia la presencia medio ambiente: el ambiente efectivo,
de conglomerados multinacionales que es decir, todo lo que estimula e influye
sólo velan por sus propios intereses a en la conducta de un individuo o de un
costa del bien del país que los acoge, grupo.
y la pérdida del valor de las materias
primas nacionales en comparación con medios masivos: todo medio o ins-
el precio de los productos elaborados trumento de comunicación que alcanza a
página 339
GLOSARIO
SINOPSIS CRONOLÓGICA
SINOPSIS CRONOLÓGICA
página 343
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
CUESTIONARIOS DE REPASO
CUESTIONARIOS DE REPASO
página 345
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
TRABAJOS PRÁCTICOS
Lee y responde:
- ¿Cuál es tu opinión sobre las luchas por el poder eclesiástico entre los evangélicos en
el continente?
- Evalúa el itinerario de la FTL desde su creación a la luz de las afirmaciones del texto
leído.
página 346
La maduración (1960-1990)
TRABAJOS PRÁCTICOS
TAREA 2: Pentecostalización de América Latina.
Lee y responde:
TRABAJOS PRÁCTICOS
Lee y responde:
Que no hubo tal descubrimiento como se quiere hacer creer, sino una invasión
con las siguientes implicaciones: (a) exterminio a sangre y fuego y dolencias a
más de 75 millones de hermanos nuestros; (b) usurpación violenta de nuestros
dominios territoriales; (c) desintegración de nuestras organizaciones socio-
políticas y culturales; (d) sujeción ideológica y religiosa en detrimento de la lógica
interna de nuestras creencias religiosas.
La invasión de que fuimos objeto, desde sus inicios hasta nuestros días, fue una
permanente violación de nuestros derechos humanos fundamentales.
DISCUSIÓN GRUPAL
3. Discutir la relación del protestantismo latinoamericano con las culturas indígenas del
continente en términos de su evangelización e integración a la gran familia evangélica
latinoamericana.
LECTURAS RECOMENDADAS
Deiros, Pablo A. Protestantismo en América Latina: ayer, hoy y mañana (Miami: Editorial
Caribe, 1997), 37-110.
La renovación
(1990-hoy)
INTRODUCCIÓN
La última década del siglo XX representó cambios
enormes en el desarrollo político, económico,
social y cultural del continente. América Latina fue
la región del mundo que aplicó de manera más
disciplinada las políticas económicas resultantes
del Consenso de Washington. Los presidentes
Carlos Menem (Argentina), Fernando Collor de
Mello (Brasil), Carlos Salinas de Gortari (México),
y Alberto Fujimori (Perú), resultaron los principales
exponentes de esas políticas. Se creó el Mercosur
(1991). México entró al Tratado de Libre Comercio
del Atlántico Norte (1993), con Estados Unidos
y Canadá. En Chile, tras 17 años de opresión,
terminó la dictadura de Augusto Pinochet y se
inició el largo gobierno de la Concertación entre
socialistas y demócrata-cristianos, que excederá
la década. En Paraguay finalizó la dictadura de
Stroessner, una de las más largas de la historia, y
se abrió una prolongada etapa democrática. Al sur
de México se produjo el levantamiento indígena
neozapatista (1994) por parte del Frente Zapatista
de Liberación Nacional. En Guatemala, con la
firma de la paz en 1996, finalmente terminó una
guerra civil que duró 36 años y que dejó más de
200.000 muertos y desaparecidos.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
La crisis de las economías del Sudeste asiático en 1998 provocó una reacción
en cadena en la economía internacional. En ese mismo año, Europa prosiguió
en camino hacia la unidad, y los distintos países ratificaron la implantación de
la unidad monetaria (el euro). La década terminó con América Latina como
la región con mayor desigualdad social del planeta y la única en la que no se
avanzó en la lucha contra la pobreza, según un informe del Banco Mundial
del año 2003. La aparición de Internet como una herramienta al alcance de
la población, marcó una revolución cultural cuyo alcance aún no puede ser
claramente evaluado, pero que sin duda ha cambiado para siempre la manera
en que las personas se comunican. Junto a los espectaculares avances de la
informática, la introducción y generalización de los teléfonos móviles ha sido la
innovación tecnológica fundamental de los años noventa.
En cuanto a la primera década del siglo XXI, estuvo marcada por la guerra
contra el terrorismo, declarada por los Estados Unidos bajo el mandato de
George W. Bush, tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra las
Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono, en los que murieron cerca
de tres mil personas. En ese contexto tuvieron lugar los conflictos bélicos en
Afganistán (desde 2001) e Iraq (desde 2003) que provocaron, respectivamente,
el derrocamiento de los regímenes talibán y de Saddam Hussein. También fue
la década del auge de China como potencia mundial y el ascenso económico de
la India y Brasil, convertidos en polos de referencia a nivel mundial. La década
también trajo la primera presidencia de un afroamericano (Barack Obama) en
los Estados Unidos y la mayor ampliación de la historia de la Unión Europea (1
de mayo de 2004), con la incorporación de diez nuevos países en su mayoría
procedentes del Este de Europa (antiguo bloque socialista). En estos años se
vio también el ascenso de políticos de izquierda en América Latina y el conflicto
de Estados Unidos por mantener un estricto control para evitar el paso de
indocumentados latinoamericanos a su país. Fueron también años de logros
científicos en campos como la genética (secuenciación del genoma humano)
o la astronáutica. Los últimos años de la década estuvieron profundamente
marcados por el inicio de la crisis financiera y bursátil mundial, iniciada en los
Estados Unidos en 2008 y ocasionada por la burbuja del mercado inmobiliario.
Esta crisis acabó afectando al tejido económico mundial y convirtiéndose en el
acontecimiento más importante del último tercio de la década.
1 Sobre esta cuestión ver el volumen 4 de esta serie, Historia del cristianismo: el cristianismo denominacional.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
RENOVACIÓN DE OPORTUNIDADES
2 Paul Freston, “Between Pentecostalism and the Crisis of Denominationalism: The Future of the
Historic Churches in Latin America,” en In the Power of the Spirit: The Pentecostal Challenge to Historic Churches
página 356
in Latin America , ed. por Benjamin F. Gutiérrez y Dennis A. Smith (Drexell Hill, Pennsilvania: Asociación
de Iglesias Presbiterianas y Reformadas en América Latina y Centro Evangélico Latinoamericano de
Estudios Pastorales, 1996), 196.
La renovación (1990-hoy)
que debilita el compromiso con el reino de Dios. Además, los evangélicos aman
la Biblia, pero son casi analfabetos en el conocimiento de la misma. Alrededor
de un ochenta por ciento de todos los pastores evangélicos en el continente
carecen de una educación teológica formal o al menos de una adecuada for-
mación ministerial. La enseñanza de la Biblia en muchísimas comunidades
locales brilla por su ausencia, y el celo evangélico tradicional por la lectura de
la Biblia y la aplicación de sus enseñanzas está desapareciendo. La unidad
cristiana continúa siendo un desafío mayor no sólo para los evangélicos sino
también para los católicos romanos. Se han llevado a cabo esfuerzos enormes
en esta dirección, que han probado ser muy auspiciosos. Pero el camino a
la unidad cristiana para el mejor cumplimiento de la misión recibida, todavía
continúa siendo una oración a la espera de una respuesta (Juan 17.21-23).
_ Globalización de la iglesia
RENOVACIÓN ESPIRITUAL
_ La unción
4 Ver John White, Aunque resuciten los muertos (Buenos Aires: Certeza/ABUA, 1993), 7-10.
página 360
5 Ver David Pytches, Ven, Espíritu Santo (Buenos Aires: Certeza/ABUA, 1992).
6 Pablo A. Deiros y Carlos Mraida, Latinoamérica en llamas: historia y creencias del movimiento religioso
más impresionante de todos los tiempos (Miami: Caribe, 1994), 149.
La renovación (1990-hoy)
_ Movimiento de alabanza
Durante los años de este período, América Latina fue conmovida por un
verdadero movimiento de alabanza. El aumento casi explosivo de la producción
de canciones cristianas por todo el continente fue una indicación de esto. Se
produjo, así, una verdadera revolución no sólo litúrgica sino en los contenidos de
la adoración comunitaria. Los himnos evangélicos tradicionales y su expresión
más característica, el himnario, fueron siendo reemplazados por una nueva
gama de canciones.
La poesía de las canciones era mucho más lírica que la de los himnos
tradicionales. Su propósito no era tanto didáctico o moral, como emocional y
experiencial. Por lo general, se trataba de textos bíblicos de contenido de
alabanza, que eran cantados con buen ritmo. El objetivo no era tanto la expresión
doctrinal de la fe, como la manifestación emocionada de los sentimientos hacia
el Señor, en base al contenido bíblico. El tiempo de alabanza daba comienzo al
culto y ocupaba buena parte del mismo. Se trataba de una celebración festiva,
alegre y bulliciosa de la presencia del Señor en medio de su pueblo. A este tiempo
de regocijo espiritual, le seguía un tiempo de adoración, en el cual, a través de
canciones más suaves, lentas y más orientadas a la oración, la congregación se
podría acercar al trono de Dios en reconocimiento de quién es él.
RENOVACIÓN TIPOLÓGICA
Por otro lado, toda tipología depende en alto grado de las presuposiciones
de quien la formula. En algunos casos, el prejuicio, el fanatismo, la ignorancia o
el compromiso con una determinada versión del protestantismo latinoamericano
o una postura ideológica puede obnubilar al estudioso y forzarlo a hacer
caracterizaciones contradictorias o fuera de la realidad verificable. Uno de los
más destacados pensadores evangélicos latinoamericanos parece cometer
este error al tipificar, de manera ambigua y con grandes imprecisiones, a un
amplio y dinámico sector del espectro evangélico latinoamericano como “para-
evangélico.”
8 Samuel Escobar, “Los evangélicos en América Latina hoy,” Apuntes Pastorales 22:1 (octubre-diciembre
2004): 11. Las itálicas son mías para énfasis.
La renovación (1990-hoy)
un instrumento que les ayude a ellos y a sus lectores a comprender una realidad
que de otro modo sería inabarcable y caótica. De allí que cada generación debe
hacer su propio ejercicio tipológico, procurando ajustarlo lo más posible a la
realidad observable y siendo lo más explícito en cuanto a las presuposiciones
desde donde se parte en el análisis. Las tipologías más recientes que voy a
presentar a continuación no son las únicas ni las más notorias, pero sí son
suficientes para tener una muestra de la variedad de aproximaciones.
_ C. Peter Wagner.9
9 C. Peter Wagner, ed., The New Apostolic Churches (Ventura, California: Regal Books, 1998); e Idem, La
iglesia innovadora (Buenos Aires: Peniel, 2005).
10 C. Peter Wagner, ¡Cuidado! Ahí vienen los pentecostales (Miami: Vida, 1973). Ver también, Idem, Avance
página 363
C. Peter Wagner: “En la primera parte de nuestro siglo [siglo XX], los
pentecostales volvieron a descubrir el poder de Dios y se convirtieron
en canales de las señales y los prodigios [“primera ola”]. Pronto, pasada
la mitad del siglo, los carismáticos llegaron a concordar con aquellos, y
desarrollaron grupos llenos del Espíritu Santo en las iglesias tradicionales
[“segunda ola”]. Este pudiera ser el tiempo de Dios para que los que no
se han identificado con ninguno de estos movimientos se pongan en
contacto con la clase de poder que se describe en el Nuevo Testamento
[“tercera ola”].”12
_ Paul Freston.13
21 Ibid., 46.
22 Ibid., 51.
23 Ibid., 74.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
_ Hilario Wynarczyk.24
24 Ver Hilario Wynarczyk, Ciudadanos de dos mundos: el movimiento evangélico en la vida pública argentina
página 368
1980-2001 (Buenos Aires: UNSAM Edita, 2009), 39-53. El estudio de Wynarczyk trata específicamente del
desarrollo del movimiento evangélico en Argentina, pero muchas de sus conclusiones son válidas para
otros países, especialmente del Cono Sur.
La renovación (1990-hoy)
RENOVACIÓN DEMOGRÁFICA
Las tasas de crecimiento numérico en estos años han superado los niveles
alcanzados en cualquiera de los períodos anteriores. De hecho, en 1928, José
Carlos Mariátegui, en su obra Siete ensayos de interpretación de la realidad
peruana, que es un clásico en los estudios latinoamericanos, afirmaba lo
siguiente:
25 José Carlos Mariátegui, Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (Barcelona: Red Ediciones,
2006), 170.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
del hemisferio norte por las denominaciones misioneras. Además, los pente-
costalismos latinoamericanos crecieron fuertemente contextualizados a los
sectores populares, y con sólidas y profundas raíces autóctonas. De allí el
secreto de su crecimiento explosivo en comparación con el crecimientos de
otras formas del protestantismo latinoamericano.
29 Patrick Johnstone y Jason Mandryk, Operation World: Prayer Calendar (Carlisle, Cumbria, U.K.:
Paternoster Lifestyle, 2001), 33, 34.
página 371
Cristianos 1.990.018.000
Pentecostales/carismáticos 530.000.000
Anglicanos 73.200.000
Bautistas 59.600.000
Luteranos 57.700.000
Presbiterianos 49.800.000
Metodistas 33.000.000
Pentecostales/Carismáticos 530.000.000
32 Según Vinson Synan, “Streams of Renewal at the End of the Century,” en The Century of the Holy Spirit:
100 Years of Pentecostal and Charismatic Renewal, ed. por Vinson Synan (Nashville: Thomas Nelson, 2001),
372.
La renovación (1990-hoy)
Junto con esto es posible verificar una mayor participación del liderazgo
indígena en los cónclaves evangélicos del continente, con lo cual las
comunidades indígenas evangélicas han ido adquiriendo una mayor visibilidad
social en dicho campo, a pesar de la indiferencia blanca y mestiza. Ya en CLADE
III (Quito, 1992), el teólogo indígena del Perú, Fernando Quicaña, concluía su
ponencia llamando la atención a la necesidad de un mayor espacio para la
expresión de la iglesia indígena, al decir: “A la iglesia quechua y aymara, que
es parte del reino de Dios y miembro de la iglesia de Cristo, Dios ha dado
la autosuficiencia para poder conducir el proceso de desarrollo espiritual,
sin tutelaje teológico ni litúrgico; reconocemos que nuestra alta cultura tiene
muchos aspectos positivos para la comunicación del evangelio de Dios en los
página 374
35 Fernando Quicaña, “Ponencia 2,” en CLADE III, Todo el evangelio para todos los pueblos desde América
Latina (Quito: Fraternidad Teológica Latinoamericana, 1992), 156.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
36 Marcelino Tapia, “Bases hermenéuticas bíblicas para una teología andina y la misión,” en Hacia una
teología evangélica indígena, por varios autores (Lima: Centro Evangélico de Misiología Andino Amazónica
y Fraternidad Teológica Latinoamericana, 1995), 98, 99.
37 Ver Elizabeth Brusco, “The Reformation of Machismo: Asceticism and Masculinity among Colombian
Evangelicals,” en Rethinking Protestantism in Latin America, ed. por Virginia Garrard-Burnett y David Stoll
(Filadelfia: Temple University Press, 1993), 143-158.
38 Carol Ann Drogus, “Private Power or Public Power: Pentecostalism, Base Communities, and Gender,”
en Power, Politics, and Pentecostals in Latin America, ed. por Edward L. Cleary y Hannah W. Stewart-Gambino
(Boulder, Colorado: Westview Press, 1998), 55-75.
página 376
39 Cacília Mariz y María das Dores Campos Machado, “Pentecostalism and Women in Brazil,” en
Power, Politics, and Pentecostals in Latin America, ed. por Edward L. Cleary y Hannah W. Stewart-Gambino
(Boulder, Colorado: Westview Press, 1998), 41-54.
La renovación (1990-hoy)
RENOVACIÓN TRANSFORMACIONAL
42 Matthew Marostica, “Pentecostals and Politics: The Creation of the Evangelical Christian Movement
in Argentina, 1983-1993” (tesis de Ph.D., Berkeley, California: Political Sciences Department, University
of California, 1997).
La renovación (1990-hoy)
47 Roberto Zub, “Los evangélicos son cada vez más políticos,” Revista Envío Digital 132 (noviembre 1992).
48 Ver C. René Padilla, comp., De la marginación al compromiso: los evangélicos y la política en América
página 380
Latina (Buenos Aires: Fraternidad Teológica Latinoamericana, 1991); y, José Míguez Bonino, Poder del
evangelio y poder político: la participación de los evangélicos en la política en América Latina (Buenos Aires:
Kairos, 1999).
La renovación (1990-hoy)
RENOVACIÓN ECLESIOLÓGICA
49 Víctor Arroyo y Tito Paredes, “Evangelicals and the ‘Fujimori Phenomenon’,” Transformation 9:3
página 381
51 Carlos Mraida, “La unidad como señal de avivamiento,” en Manantiales de avivamiento, ed. por C.
Peter Wagner y Pablo A. Deiros (Miami: Betania, 1998), 188, 189.
La renovación (1990-hoy)
Carlos Mraida: “Se trata de siervos del Señor a quienes sus pares
le reconocen autoridad espiritual, respaldo ministerial y sobre todo
una gran capacidad para captar la visión de Dios para su tiempo y
transmitirla a los demás. El apóstol no es alguien que se impone por la
vía del mando, sino que es reconocido por su autoridad espiritual. No
es alguien que ejerce influencia sobre los demás por medio de la fuerza
de una estructura, sino un siervo a quien sus consiervos se sujetan
voluntariamente en lo espiritual.”53
página 383
52 Ibid., 190.
53 Ibid., 191.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
_ El surgimiento de mega-iglesias
54 Wagner, La iglesia innovadora, 9-22; e, Idem, The New Apostolic Churches, 13-25.
La renovación (1990-hoy)
página 385
55 Pablo A. Deiros, “Apostolicity, Contemporary,” en Global Dictionary of Theology, ed. por William A.
Dyrness y Veli-Matti Kärkkäinen (Downers Grove, Illinois: IVP Academic; Nottingham, Inglaterra: Inter-
Varsity Press, 2008), 60, 61.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Según Wagner, una de las características más salientes de las iglesias del
nuevo paradigma apostólico es el deseo consciente de reinstalar el ministerio
y oficio de apóstol, ya sea que se utilice ese término o no. Las iglesias que se
caracterizan como “apostólicas” en su naturaleza son altamente proselitistas,
razón por la cual se destacan por su crecimiento rápido y ampliación de
ministerios de todo tipo. La dinámica de extensión local y foránea de estas
congregaciones es alta. Muchas de las agencias misioneras latinoamericanas,
que han ocupado el lugar de las agencias del Atlántico Norte en el mundo, se
han desarrollado en estas iglesias. Wagner señala: “Una parte importante de
su metodología es reconocer a los líderes apostólicos en naciones extranjeras,
página 386
56 Según Vinson Synan, en “Streams of Renewal at the End of the Century,” 377.
La renovación (1990-hoy)
57 Wagner, “New Apostolic Reformation Missions,” en Evangelical Dictionary of World Missions, ed. por
A. Scott Moreau (Grand Rapids: Baker Books; Carlisle, Cumbria, Reino Unido: Paternoster Press, 2000),
679.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
60 Ibid., 646.
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
61 Pablo A. Deiros, “Nuestras raíces,” en Argentina oramos por vos: bases para la transformación de una
nación (Buenos Aires: Argentina Oramos por Vos, 2003), 17.
La renovación (1990-hoy)
¿Cuáles han sido, entonces, en los últimos veinte años, los factores aglutinantes
del pueblo evangélico en América Latina? ¿Qué fuerzas o experiencias han
resultado eficaces en nuclear o reunir a las múltiples y diversas expresiones del
protestantismo evangélico latinoamericano en este período? ¿Cuáles han sido
los caminos de expresión del movimiento de unidad cristiana, que parecen estar
desarrollándose y creciendo en las últimas dos décadas?
simultáneos en las principales ciudades del país. El mayor fruto de estos mega-
eventos fue la constitución del campo evangélico como un sujeto de la sociedad
civil. Lo mismo ocurrió en otros países del continente.
Carlos Mraida: “Por mucho tiempo nos hemos estado preocupando por
la ortodoxia, es decir, por sostener una ‘sana doctrina.’ Y en nombre
de esa sana doctrina, muchas veces hemos lastimado el corazón de
Dios, al pelearnos con nuestros hermanos. Más tarde, el énfasis cambió,
y nuestra preocupación fue por tener una ortopraxis, es decir, por
sostener una práctica cristiana comprometida y sana. Y en nombre de
esa ortopraxis nos hemos enfrentado con nuestros hermanos, hiriendo
el corazón del Padre. Por cierto, sin descuidar la preocupación por la
ortodoxia y la ortopraxis, creo que debemos prestar más atención a
una ortocardía, es decir, debemos procurar que nuestro corazón sea un
corazón correcto. Y nuestro corazón es correcto y el adecuado cuando
página 392
Esto dio lugar, especialmente en la primera década del siglo XXI, a nuevas
formas de organización del testimonio evangélico latinoamericano. En una era de
redes (networks), muchas iglesias vieron en ello una estrategia válida y adecuada
para organizarse a fin de cumplir la misión con mayor efectividad. Siguiendo los
página 393
que un proyecto. Es una meta y un medio para completar la misión que ha sido
La renovación (1990-hoy)
confiada, y para el logro de aquello por lo que por muchos años se ha estado
orando y trabajando: “América Latina para Cristo.”
_ Cambios en la liturgia
_ Énfasis en lo milagroso
66 Ibid., 636.
La renovación (1990-hoy)
_ Centralidad de la Biblia
protestante para iniciar una obra sectaria. Su objetivo primario fue fundar
Historia del Cristianismo, el testimonio protestante en América Latina
Es cierto que más tarde este testimonio se vio enriquecido con las
variadas corrientes de inmigrantes protestantes, la mayoría provenientes de
Europa, que levantaron sus iglesias de sólida tradición histórica. Más tarde,
este testimonio se fortaleció y amplió con el arribo de los primeros misioneros
denominacionales, quienes con gran esfuerzo fueron dando forma a las
primeras expresiones institucionales evangélicas. De hecho, se debe a ellos
la ruptura del cautiverio étnico del evangelio y su comunicación en la lengua
vernácula a toda la población. Más tarde, fueron otros los que tomaron la
antorcha e hicieron su contribución a partir de agencias que funcionaban “por
fe.” Y, finalmente, el pentecostalismo barrió todos los rincones del continente
con su mensaje vigoroso y entusiasta, destinado a todas las personas, pero
especialmente a los más olvidados en la sociedad.
GLOSARIO
atavismo: recurrencia en un organismo Consenso de Washington: es un listado
social o en cualquiera de sus partes de de políticas económicas consideradas
una forma típica de los ancestros más durante los años de 1990 por los orga-
remotos que la generación inmediata nismos financieros internacionales y
anterior, generalmente debido a una ve- centros económicos con sede en Wa-
neración del pasado como una realidad shington (Estados Unidos), como el mejor
mejor que el presente o como normativo programa económico que los países
para el presente. latinoamericanos deberían aplicar para
impulsar el crecimiento. A lo largo de la
bases sociales: el término bases sirve década, el listado y sus fundamentos
para identificar a grupos o sectores de económicos e ideológicos se afirmaron,
cualquier grupo humano de carácter tomando la característica de un programa
social, religioso o político que se encuen- general de corte neo-liberal.
tre más cercano a la comunidad a la que
sirven o de la que forman parte. A su control social: cualquier medio social
vez, las bases sociales son asistidas por o cultural utilizado para imponer res-
organizaciones mayores, que pueden tricciones sistemáticas y relativamente
ser desde un partido político, una ONG, consistentes a la conducta individual, y
federaciones o confederaciones de mediante el cual las personas son mo-
organizaciones o secciones de orga- tivadas a adherir a las tradiciones y a las
nizaciones nacionales o regionales, o pautas de conducta que son importantes
asociaciones religiosas. En teoría, las para el funcionamiento pacífico de un
bases sociales son la célula más pequeña grupo o sociedad. Probablemente, la
y más relacionada con el pueblo llano forma más corriente de control social de-
en una determinada agrupación social. pende de la aceptación por el individuo
Varias religiones, partidos políticos y mo- de los patrones de conducta definidos
vimientos sociales consideran a las bases como buenos y apropiados a través de
como uno de los ejes de sus actividades, las normas sociales de conducta y las
en ocasiones buscando estructurarse expectativas del rol. La religión orga-
casi totalmente en torno a éstas dándole nizada provee de un poderoso sistema
un papel secundario o simbólico a la diri- de control social formal.
gencia, ya que las decisiones de peso y
hasta su ejecución estarían a cargo de discriminación: es una práctica que
las mismas bases sociales. resulta de una actitud de perjuicio, y que
consiste en el trato desigual para los
campo de fuerzas: toda situación es el diferentes individuos o grupos de per-
resultado de la interacción de variables sonas, sobre la base de algún atributo,
que construyen un campo de fuerzas y en general de carácter categorial, tal
determinan la realidad actual. El análisis como el origen racial, étnico, religioso
del campo de fuerzas es una técnica o de clase. Incluye cualquier conducta
aplicable a situaciones sociales pro- basada en una distinción hecha sobre la
blemáticas no concebidas en forma base de categorías naturales o sociales
estática sino en continuo movimiento ge- que no poseen relación alguna con las
nerado por las fuerzas que influyen sobre capacidades o los méritos individuales ni
ellas. La aparente estabilidad del campo con la conducta de las personas.
de fuerzas se sostiene por un equilibrio
precario entre fuerzas impulsoras y fuer- dualismo: doctrina, sistema filosófico
zas restrictivas. Lo que se pretende es o creencia que admite la existencia de
evaluar el impacto que pueden causar dos fuerzas, substancias, realidades
las soluciones propuestas. En el campo o principios iguales, opuestos, irre-
de fuerzas hay potencias visibles o invi- conciliables e irreductibles, que son
sibles, activas o pasivas, materiales o incapaces de una síntesis final o de sub-
inmateriales y según el resultado que se ordinación el uno al otro, que están en
página 400
GLOSARIO
GLOSARIO
principios de los años de 1960 por Nikos sincretismo: sistema religioso o filo-
Nissiotis y Johannes B. Metz, y se tornó sófico que pretende conciliar varias
característico de la teología política. doctrinas y prácticas diferentes. El sincre-
tismo une elementos distintos, tomados
ortocardía: sin dejar de lado el creer de diversos sistemas, en una nueva
correcto y el actuar correcto que co- totalidad o sistema. Ocurre cuando una
rresponden al compromiso cristiano, la forma o símbolo cultural es adaptado a
ortocardía pone énfasis sobre un sentir la expresión cristiana, pero lleva con él
correcto, o sea, un corazón correcto delante ciertos significados unidos al sistema
de Dios. Por encima del pensamiento anterior de creencias.
y la voluntad, la ortocardía coloca los
sentimientos, fundamentalmente el amor. sistema de cargo: se lo llama también
Según este planteo, se puede repetir de “culto de cargo” y es un movimiento social
manera impecable un credo y actuar de reactivo que tiene la intención de traer los
manera aceptable, pero si no hay amor de bienes materiales de la civilización a una
nada sirve (1 Co. 13.1-3). sociedad en proceso de aculturación.
SINOPSIS CRONOLÓGICA
1982-1983 El líder evangélico, general Efraín Ríos Montt, presidente
de Guatemala.
SINOPSIS CRONOLÓGICA
CUESTIONARIOS DE REPASO
CUESTIONARIOS DE REPASO
Tareas avanzadas (para el nivel 3): gélicos como el general Efraín Ríos Montt
y Jorge Serrano Elías en Guatemala y
1. En un ensayo de 500 palabras hacer una evaluación.
describe la crisis del protestantismo de-
nominacional durante el período bajo 3. Describe e ilustra el peregrinaje de los
estudio. creyentes evangélicos de congregación
a congregación.
2. Obtener toda la información posible
sobre el gobierno de presidentes evan-
página 406
La renovación (1990-hoy)
TRABAJOS PRÁCTICOS
Lee y responde:
Esto nos lleva a una causa más profunda: de muchas maneras las
comunidades o congregaciones evangélicas, particularmente en barrios o
pequeñas poblaciones, prestan un servicio a la gente. Muchas veces, sus dirigentes
o pastores son reconocidos como gente honesta y servicial; la congregación
presta ayuda solidaria y en muchos casos no solamente a sus miembros sino
a todos. Hay una presencia positiva reconocida: es el testimonio de vida que da
credibilidad. Y aquí tocamos el nudo del tema. Finalmente, es el evangelio mismo
el que impulsa a participar en la política porque, aunque sea imperfecta y a veces
‘sucia’ y ‘peligrosa,’ es una forma en que se puede expresar el amor cristiano al
prójimo en algunas de sus necesidades humanas más urgentes. Particularmente,
en las graves crisis que las sociedades latinoamericanas estamos sufriendo,
este reclamo a la solidaridad y el servicio fraterno se hace imperioso a cualquier
persona o grupo que se atreva a llamarse discípulo de Jesucristo.”
José Míguez Bonino, Poder del evangelio y poder político (Buenos Aires: Kairos, 1999),
11-13.
página 407
TRABAJOS PRÁCTICOS
TAREA 2: Iglesia y sociedad.
Lee y responde:
CLADE III, “Declaración de Quito,” en Todo el evangelio para todos los pueblos desde
América Latina, Tercer Congreso Latinoamericano de Evangelización (Quito:
Fraternidad Teológica Latinoamericana, 1992), 859.
- ¿Piensas que hay una difusión suficiente de las iniciativas evangélicas en el continente
en materia de responsabilidad social y política?
- ¿En qué áreas te parece hay necesidad de una mayor reflexión y acción en relación con
la responsabilidad social y política evangélica?
TRABAJOS PRÁCTICOS
Lee y responde:
Cada vez son más las iglesias que no parecen conformarse con ser un
pequeño remanente escogido, de una supuesta buena calidad espiritual. La
verdad de que Dios habla hoy no queda reducida al título de una versión bíblica,
sino que es el hecho necesario para un pueblo que está involucrado en un campo
de batalla espiritual y en el que necesita dirección específica, puntual e inmediata
de su Señor, mientras confronta al enemigo en su nombre en todos los frentes
donde este sigue pretendiendo deshumanizar la vida humana. La unción del
Espíritu se democratiza y no queda retenida como privilegio de los ‘espirituales,’
los ‘religiosos,’ los ‘iniciados,’ los administradores oficiales de los misterios de la
fe, o los poseedores exclusivos de las claves crípticas de la verdad.”
Pablo A. Deiros, “Las raíces y los frutos del avivamiento en Argentina,” en Manantiales de
avivamiento: lo que el Espíritu dice a través del avivamiento en Argentina, ed. por
C. Peter Wagner y Pablo A. Derios (Miami: Betania, 1998), 55.
- Elaborar un ensayo crítico de no menos de 500 palabras sobre los comentarios del
autor a la luz de tu experiencia personal en el contexto en el que sirves al Señor.
DISCUSIÓN GRUPAL:
LECTURAS RECOMENDADAS
Míguez Bonino, José. Rostros del protestantismo latinoamericano (Buenos Aires: Nueva
Creación; Grand Rapids: Eerdmans, 1995), 5-104.