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del año Dos Mil Dieciocho, reunidos en Acuerdo Ordinario los Señores Jueces de
Doctores Jorge Mario Galdós y Víctor Mario Peralta Reyes (arts. 47 y 48 Ley 5827),
Constitución Provincial, 263 y 266 del C.P.C.C., resultando de ella que debían votar
siguientes:
-C U E S T I O N E S-
-V O T A C I O N-
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Reyes, dijo:
de Bolívar, designada la primera de ellas como parcela 591 f, con una superficie de
con una superficie de 56 has. 66 as. 67 cas., Nomenclatura catastral: Circ. VI, 589
al 33%, según cesión de derechos que hizo a favor de S. N. O., por Escritura n° 125
anexo I; b) El saldo de precio de u$s 135.000 sería abonado en tres cuotas de u$s
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hizo constar en este acuerdo que la Sra. C. declaró haber dado vista de la
cuestión que ha sido sometida a juzgamiento (arts.330, 354 y ccs. del Cód. Proc.).
fue motivo de una excepción de defecto legal deducida por la demandada, que se
tradición de las cinco unidades funcionales del inmueble matrícula 53.254. Así
aludió al acuerdo de reconocimiento de deuda suscripto por las partes con fecha 1
de febrero de 2013 (ver último párrafo del apartado I de este voto), señalando que
(fs.93vta., punto 4). Estas expresiones se complementan con las que volcó la actora
deficiente y contrario a sus intereses por parte de sus abogados, y puntualizó que:
del campo de mi propiedad fue abonado por el Sr. R. E. T., D.N.I. 10.430.647,
quien por alguna extraña razón que sólo conocen los profesionales intervinientes
que éste pudiera escriturar. Como dije antes, éste sí obtuvo la posesión
detrás de las mentiras de la aquí actora”. Así señaló que su parte dio cuenta que la
Sra. C. había cedido con fecha 21 de enero de 2013, al Sr. R. E. T., el 67% de
devolviera las sumas de dinero entregadas que ascendieron a u$s 135.000, las
con el Sr. T.” (fs.104/104vta.). En efecto, tal como lo puntualicé en el último párrafo
actora, fue abonado por el Sr. R. E. T., a quien la demandada B. L. T. cedió los
(fs.93vta., punto 4). Aquí se detecta una cuestión medular del litigio –cuyo
autos. Mientras que, muy por el contrario, la demandada sostuvo que nunca
suscribió cesión alguna con el mencionado Sr. T.; y, más aún, adujo haber
la demandada B. L. T. que jamás pudo tomar posesión del predio rural que fue
vendido por la actora a otra persona, pese a que la actora había percibido las
significativa, sino que nunca pude recuperar nada del dinero abonado ya que estuve
los fines de que se condene a ésta última a pagarle la suma de u$s 135.000.
pudo explotar el predio rural ni tomar posesión del mismo, porque fue vendido por
sin causa de la actora que percibió la referida suma dineraria, por lo que, en
(fs.105/105vta.).
T.; a la vez que también se rechazó la reconvención por enriquecimiento sin causa
deducida por B. L. T. contra M. L. C.; imponiéndose las costas por la acción principal
(fs.224/229vta.).
propios actos. Sostuvo que este incumplimiento por parte de la vendedora del predio
rural (actora en autos), ha sido de una gravedad tal que echa por tierra el hecho que
a fs.285/287.
entre las partes, que fuera celebrado con fecha posterior a la cesión de derechos
por ambos apelantes, dejando sentado, desde ya, que no es procedente el pedido
utilización de los elementos técnicos disponibles, y las pruebas allí receptadas serán
derogado Código Civil, por lo que ésta debe ser la normativa que rija en el caso
(art.7 del C.C. y C.). Sin perjuicio de ello, el código actualmente vigente sirve de
precedentes (esta Sala, causa n°63320, ”Sherar …”, sentencia del 22/11/2018.
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comenzó la a quo por reseñar las posturas esgrimidas por las partes en los escritos
de traba de la litis. Así señaló que la actora reclama la entrega de los referidos
predio rural, habiendo afirmado que nunca se hizo de esa posesión porque la
Sra. C. cedió los derechos que poseía sobre dicho predio al Sr. R. E. T. Ello
pese a que, según los dichos de la demandada, ésta le habría abonado a la actora
litigio y las posturas antagónicas de las partes, en lo que respecta a la acción por
párrafo).
(vendedora del predio rural) ha sido de una gravedad tal que le resta
que se suma que la actora no ha podido probar sus alegaciones (ver sobre
estas alegaciones la reseña que realicé en el último párrafo del apartado II de este
parcela del litigio, destacando que: “Bajo esa directriz, es que me permito analizar
toda vez que el hecho del no pago en el contrato como estaba estipulado y luego
efectuada en el apartado II, último párrafo, de este voto). En esos escritos dijo la
afirmando la actora en su postulación inicial, que por alguna extraña razón que sólo
T., para que éste pudiera escriturar; agregando que el Sr. T. obtuvo la
compraventa objeto del presente proceso, siendo que ello constituía un hecho
Resulta por demás llamativo que no haya sido objeto de prueba un aspecto fáctico
a destacar los distintos actos procesales que ponen en evidencia esa orfandad
por el art. 452 del código ritual, mediante la agregación de seis preguntas (ver
auto de fs.200). Al mismo tiempo se dispuso el libramiento del oficio del caso y se
le hizo saber a la parte actora que debería informar el juzgado de radicación del
oficio dentro del plazo de diez días del libramiento, bajo apercibimiento de tenerla
por la actora, precisamente, por el rol protagónico que esta parte le había otorgado
activismo del juzgado fue en vano, ante la inacción evidenciada por la actora que
deducido por la accionante, donde se dijo que el testigo se encontraba fuera del
resultaba medular para la acreditación de sus dichos (arts.375, 384, 451 y 452 del
Cód. Proc.).
Algo similar sucedió con otra prueba que hubiera sido de interés
Sr. T. obtuvo en forma inmediata la posesión del predio rural (ver fs.29vta. y
sustentar su pretensión (arts.375, 384, 477, 478 y ccs. del Cód. Proc.).
del letrado que asesoró a la actora en la formalización del negocio jurídico, y a quien
trascendentes las respuestas que pudiera brindar este profesional del derecho,
más, sin embargo, la actora no activó los trámites necesarios para concretar la
producción de esta prueba. Fue así que se intimó a la actora para que en relación
por desistida de la prueba (fs.214vta., último párrafo). La actora solicitó el oficio del
(fs.286, punto 4). Como puede extraerse del desarrollo argumental vertido en este
estos medios de prueba que hubieran sido de gran utilidad para esclarecer la
trama fáctica, máxime que sobre ella recaía la carga probatoria (art.375 del Cód.
Proc.).
por lo que esta prueba no resulta de relevancia. Así se tiene que la demandada B.
agregando que su esposo (Avendaño) tampoco tiene relación alguna con T. Sostuvo
la absolvente que nunca tuvo posesión del campo ni sabe quién maneja el predio
para entregar habló con la Sra. C. para que le entregara el campo, pero la aquí
accionante no cumplió con su obligación contractual (arts.384, 421 y ccs. del Cód.
Proc.).
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partes en los escritos liminares del proceso, pesaba sobre la actora la carga de
probar los hechos que invocó en respaldo de su pretensión (art.375 del Cód. Proc.).
haya cedido a un tercero (R. E. T.) los derechos sucesorios que poseía en los autos
eran las que la actora había recibido por herencia en dicho juicio sucesorio,
por ante el Juzgado de Paz Letrado de Bolívar y que tengo a la vista (ver convenio
fs.222).
fue abonado por R. E. T., a quien la Sra. T. cedió los derechos y obligaciones
de demanda que por alguna extraña razón que sólo conocen los profesionales
93vta.). Esta versión de los hechos es la misma que la actora brindó al absolver
el Dr. H. (su abogado) con el Sr. A. (esposo de la demandada), y que el que puso
el dinero fue el Sr. T.; no recordando cuánto dinero recibió ella, porque de todo se
persona; manifestó que el campo se lo entregó al Sr. T. y que éste tiene la posesión
realizado la constatación del estado de ocupación del predio rural (ni haberse
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anterior, pues sobre esta parte recaía la carga de la prueba. El art.375 del código
de rito establece las reglas que rigen la carga de la prueba, disponiendo que cada
una de las partes deberá probar el presupuesto de hecho de la norma o normas que
señala el modo de decidir en el fondo cuando falta la prueba de los hechos que
Prueba Judicial, tercera edición, págs.424 y 425; ver también Quadri, La prueba en
sea rechazada. Ello por cuanto el juzgador necesita adquirir plena certeza, de ser
ello posible, acerca de los hechos (o de la afirmación que sobre ellos hacen las
que están dirigidas al juez que deberá tenerlas en cuenta al sentenciar en los
matrícula 53.254, que habían sido convenidas como parte de pago en el contrato
ningún modo puede pretender que se le haga tradición de las unidades funcionales
que incurrió M. L. C. (arts.512, 1137, 1197, 1198 primer párrafo, 1204 y ccs. del
Cód. Civil; arts.163 inciso 5, 375, 384, 421, 452, 453 y ccs. del Cód. Proc.).
afirmar que en ese acto la demandada habría admitido la entrega de los inmuebles
que las partes efectuaran una estipulación sobre esta cuestión, en atención a que
que se había producido una demora en la tradición de los mismos (ver memoria
la actora realizó a favor de T., se formalizó con fecha 21 de enero de 2013, o sea
febrero de ese mismo año, razón por la cual bien puede suponerse –ante la falta
y 1198 primer párrafo del Cód. Civil; art.375 del Cod. Proc.). Tampoco reviste interés
pues lo cierto es que ante la carencia de prueba sobre la versión de los hechos dada
igual que la entrega de las unidades funcionales, y que recién después de haberse
promovida por quien tenía la carga de la prueba de la versión de los hechos que
postura procesal de la actora (arts.330, 332, 354, 375, 384 y ccs. del Cód. Proc.).
L. T., con imposición de las costas a la actora en su calidad de vencida (art.68 del
Cód. Proc.).
observa que allí la demandada alude a la sorpresa que le generó haber tomado
de R. E. T., dentro de la cual se encontraba el predio rural que había sido objeto de
celebrara con la actora, al señalar que jamás pudo explotar el predio rural ni tomar
posesión del mismo, porque fue vendido por la actora a otra persona (T.), con quien
la suma de u$s 135.000. Dijo la demandada reconviniente que hay falta de causa
para este efectivo incremento patrimonial de la accionante, a la vez que una pérdida
privada de una suma de dinero significativa, sino que nunca pude recuperar nada
del dinero abonado ya que estuve impedida de explotar el campo que comprara a
la Sra. C.” (fs.105). Fue así que solicitó, por razones de estricta justicia, que la actora
(fs.105vta.).
relativas a la carga de la prueba (art.375 del Cód. Proc.). Entiendo que esta parcela
reconvención deducida por B. L. T., aunque con un menor alcance al pretendido por
prerrogativa conferida por el iura novit curia (art.163 inc.6 del Cód. Proc.),
otras). En efecto, más allá del erróneo enfoque legal que en esa pieza procesal se
privado, Obligaciones, tomo 4, pág.111, con cita de numerosos autores; siendo ésta
la doctrina actualmente consagrada en los arts. 1794 y 1795 del Código Civil y
una vía procesal idónea para obtener la satisfacción de su pretensión, la cual surge
del efecto natural que acarrea la ineficacia del negocio jurídico motivo del presente
que quedan firmes (arts.555, 1052, 1204 y ccs. del Cód. Civil; arts.1080 y 1081 del
cargo de ésta, que consistía en la entrega de la porción indivisa del predio rural a la
compradora, por una razón sobreviniente a la formación del contrato, cual fue la
Derecho Civil, Obligaciones, Bs. As. 1989, tomo I, págs.501 y 502; Wayar, Tratado
de la mora, Bs. As. 2007, págs.42, 43, 44 y 45). Es decir que la sobreviniente
probatorias obrantes en la causa a los fines de establecer cuál fue la suma dineraria
se tiene que en el boleto de compraventa celebrado entre las partes con fecha 23
venta. Allí se indicó que la suma de u$s 45.000 se abonó en efectivo en ese acto,
fs.15vta., cláusula tercera, punto 2); por lo que al haber quedado suficientemente
acreditado este pago realizado por la compradora, surge palmaria la obligación que
recae sobre la vendedora de restituirle a aquélla esta suma dineraria que recibió en
virtud del contrato ineficaz (arts.555, 1052, 1204 y ccs. del Cód. Civil, art.375 del
Cód. Proc.).
cual se estableció que sería abonada el día 30 de marzo del año 2012 (fs.15vta.,
cláusula tercera, punto 3). Es evidente que aquí se deslizó un error de fecha porque
diciembre de 2012; razón por la cual debe interpretarse que la fecha que en rigor
se estableció para este pago era el día 30 de marzo del año 2013, porque si así no
constitución misma del negocio jurídico (arts.375 y 384 del Cód. Proc.). Ahora
pago, siendo estériles las alegaciones que sobre el particular realiza en su escrito
extremo fáctico. Es así que no resulta de gravitación a los fines que aquí interesan,
del Cód. Civil); máxime que, vuelvo a repetir, no hay ninguna prueba documental
recordar cuánto dinero recibió ella, porque de todo se encargó su abogado Dr.
H., sin que hubiera brindado precisión alguna sobre la cantidad de dinero
recibida por este letrado. Por lo demás, al no haber comparecido como testigo
este profesional del derecho (pese a la relevancia que su testimonio hubiera tenido),
en los puntos 2 y 3 del apartado VII de este voto; arts.375, 384, 421 y ccs. del Cód.
Proc.).
compradora a raíz del negocio de compraventa que devino ineficaz, lo que se hará
efectivo dentro del plazo de diez días de adquirir firmeza el presente decisorio. Sin
procesal de congruencia (arts.34 inc.4 y 163 inc.6 del Cód. Proc.). Y ello por cuanto
accionada a cumplir una obligación que no fue motivo del juicio; de lo contrario se
“Benedetti, Omar N….”, del 09/06/1992; Ac 41765, “Lozano, Raúl F….”, del
84919, “Martinez, Emilio…”, del 03/03/2004; C 102887, “Blotta, Maria y otros…”, del
G. S…”, del 15/04/2015; en igual sentido, esta Sala, causas n° 37517, “Cabrera de
Quin M. E….”, del 17/04/97; n° 46.041, “Visconti, Pedro Emilio…”, del 18/11/03; n°
49.401, “Cascio…”, del 14/03/06; del 14/03/06; 49.157, “Crivelli…”, del 02/03/06;
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“Hermosilla, Silvina Ivana…”, del 22/09/11; Causa nº 57607, “Vittor, Mónica Beatriz,
resultado perdidosa en esta parcela del litigio (art.68 y 274 del Cód. Proc.).
con arreglo a la decisión que se adopta en la presente sentencia (art.274 del Cód.
Proc.). Esta solución torna innecesario el abordaje del recurso de apelación que
Así lo voto.
Reyes, dijo:
de u$s 45.000, que fuera entregada por la compradora a raíz del negocio de
compraventa que devino ineficaz, lo que se hará efectivo dentro del plazo de diez
días de adquirir firmeza el presente decisorio; sin adición de intereses porque los
que prospera parcialmente, por haber resultado perdidosa en esta parcela del litigio
(arts.68 y 274 del Cód. Proc.); 4) Imponer las costas de alzada a la actora
presente decisorio revocatorio del fallo de la anterior instancia (art.68 del Cód.
sentencia; por lo que se torna innecesario el abordaje del recurso de apelación que
Así lo voto.
S E N T E N C I A
AUTOS Y VISTOS:
CONSIDERANDO:
reconviniente la suma de u$s 45.000, que fuera entregada por la compradora a raíz
del negocio de compraventa que devino ineficaz, lo que se hará efectivo dentro del
plazo de diez días de adquirir firmeza el presente decisorio; sin adición de intereses
y 163 inc.6 del Cód. Proc.); 3) Imponer a la actora reconvenida las costas de la
parcela del litigio (arts.68 y 274 del Cód. Proc.); 4) Imponer las costas de alzada a
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(art.68 del Cód. Proc.); 5) Dejar sin efecto las regulaciones de honorarios
Jorge Mario Galdós - Presidente – Dr. Víctor Mario Peralta Reyes – Juez – Cám.
Civ. y Com. Sala II. Ante mí: María Fabiana Restivo – Secretaria – Cám. Civ. y Com.
Sala II.