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<:AUI,OS I.

AGOBIO

PENSAR LA
MODERNIDAD
UNA HISTORIA CULTURAL
DE LAS REVOLUCIONES

3
"

Editorial Biblos / PENSAMIENTO SOCIAL


14 arlos Lagorio

CAPíTULO 1
En esa época, ningún género artístico se comparó a la vanguardia
del expresionismo para denunciar la crisis económica y de valores del La modernidad temprana
capitalismo, que en Alemania desembocó en el nazismo.

***
A modo de síntesis, cabe señalar que una historia cultural no se
refiere sólo a períodos sino fundamentalmente a problemas. En ese
sentido, la elección de tramas que se sitúan en un contexto revolucio-
nario permite validar problemáticas vigentes, que son parte de un
debate actual. La referencia a las conductas, los valores, los símbolos
colectivos y la opinión pública, en el marco de una relación de conflicto La mente desencarnada
con las instituciones, forma parte del hecho revolucionario. Si bien las . .d d or la anatomía", escribe René
problemáticas observadas en el diálogo que se establece entre sujetos "No es un crimen tener CUrI~SI.: ~ científico Ymusicólogo Marin
y acciones mantienen una relación estructural con diferentes discipli- escartes a su interl.ocutor reo~~e:'c:tólica de los mínimo~. Agrega
nas de las ciencias sociales, su interpretación privilegia la densidad Mersenne, pertenecIente a a d Amsterdam en que Iba todos
de ciertas descripciones representativas de la cultura, en desmedro de n la carta: "Pasé una tsmpora a e:ra traer las ~artes que quería
otras fuentes, exposiciones o teorías de autor. Aun teniendo en cuenta los' días a la casa ?e un ca~n.l~:~?" (~OdiS-Lewis, 1996: 115). Dura~t~
esas limitaciones, analizar los recorridos de las huellas que dejaron anatomizar con mas tranqUlh .d La Haye (Francia) realIzo
artistas, científicos y revolucionarios contemporáneos a los hechos el invierno de 1633, el filósofo na~l o.en consistían en apretar una
puede apuntar a esclarecer las problemáticas mencionadas. En el . . Las experiencIas . d 1
reiteradas dlsecclones. . 1 suficientemente leJOS e
ta de un conejo, o
intento de contribuir a una historia cultural, la textura de las formas cuerda fina en 1a aor brotaba cuando la aorta se
simbólicas se implica con los procesos de cambio, comportamientos y , bar que la sangre , Al
corazon, para compro l' ni una gota cuando ésta se encogía- -Ó»

actitudes que afectaron las relaciones de poder. hinchaba Yen cambio no sa la sus conclusiones. Luego sometió
Bajo estas premisas, profundizar en torno de estas representacio- finalizar cada una de ella~ anotaba · me'dicos y filósofos donde
nes se justifica por el grado de anticipación que ofrece la producción . t o lntercam b 10 con 1
los ensayos a un In ens " lés William Harvey sobre a
cultural con respecto a los cambios de sistemas de significados y vi- criticó la teoría vigente d~l Ci~~tI~~~~~emotu cordis (1628), Harvey
siones del mundo. De ahí que los capítulos que conforman este libro circulación de la sangre. n.e ra erros cerdos, sapos, serpientes,
se centran especialmente en descripciones y conceptos cuya densidad -después de realizar dl~ecclOnesa P bí d'emostrado que las válvulas
depende de los casos considerados ejemplos socialmente relevantes. eJosy peces- h a la
ranas, moluscos, cangr . d la sangre a la periferia.
En definitiva, el libro pretende tender líneas de aproximación a un del corazón se oponen al reflujo .e . s pormenorizadamente en su
té sus experienCIa ., '1 f
cierto modo de habitar la distancia o, si se quiere, de habitar la his- Aun cuan d o re 1a o , D tes nunca preCISOcua ue
toria; lejano pero, a la vez, cercano a las vidas y las muertes de los obra de 1637 Discurso del metodo, ~scart ''Y para que sea más
li ., sus expenmen os. ,
otros. el animal que e igio para decir desearía que los que no esten
fácil de comprender lo que voy a 1 trabaj o antes de leer esto, de
'a se tomen e, d
versados en ana t orm , . 1 'de un animal gran e, que
enCIa e corazon "
mandar cortar en su pres d ce bastante al del hombre
un to o se pare
tenga pulmones, pues en. su nombre al pequeño lago-
(v parte). En el texto no menfclOn.acon de su cuerpo a los de un ser
e uipara las unciones
morfo, aunque q ., de una sola: pensar.
humano con la excepclOn
, [ 15 ]
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16 Carlos Lagorio La modernidad temprana

Los aportes del autor del Discurso del método en áreas como las pintor holandés le recomendó a Velázquez conocer. en p~ofundida~ la
matemáticas y la filosofía fueron muy discutidos por sus contemporá- pintura renacentista italiana y encontrar su prop:o estIl?.El artista
neos pero finalmente tuvieron un impacto que fue apreciado durante español siguió los consejos de Rubens y en su p~l,me~VIaje a Ro~a
generaciones. En cambio, sus competencias en astronomía, física, fue recibido en el palacio del Vaticano y permanecro bajo la protección
anatomía y medicina no fueron exitosas. No obstante, las pruebas del cardenal Francesco Barberini.
y constataciones anatómicas que desarrolló le sirvieron para definir En el continente europeo la burguesía ampliaba su espacio de
que la racionalidad del alma humana estaba por encima de cualquier representación simbólica con el soporte material de las artes pl~sti-
potencia que se aloje en la materia. caso Los pintores holandeses instan a representar a los personajes Y
Contemporáneo a la Europa de la Guerra de los Treinta Años (1618- el entorno de la burguesía. Sin embargo, Velázquez pertenecía a la
1648), fue durante un corto período soldado voluntario y participó del cultura de una España que todavía enaltecía los valores del mundo
ejército real en el sitio de La Rochelle, en tiempos de crueles contro- cristiano feudal. Mientras Rembrandt o Rubens pintan burgueses,
versias religiosas. Inmerso en una época marcada por la intolerancia, en cambio, Velázquez y sus coterráneos eligen represe~tar a los
el filósofo francés, formado por los jesuitas en la Universidad de La personajes de la Corte (reyes, señores, meninas, enanos Jorobados
Fleche, argumentó denodadamente que la sabiduría de los hombres o locos), mundo y subcultura de una sociedad dual que rec~aza los
estaba en relación directa con Dios. En la parte IV del Discurso del valores de la burguesía que se forjaban en Holanda y Francia. Esas
método Descartes afirma: características de la pintura española, ajena a los nuevos actores de
la modernidad, están presentes en la obra más famosa de Velázquez,
Puesto que yo conocía algunas perfecciones que me falta- Las meninas (1656). En ella, el artista se hace eco de las primeras
ban, no era yo el único ente que existía, sino que era preciso señales de disolución del imperio español en el continente. Representa
necesariamente que hubiera otro ente más perfecto, del cual yo a Enrique IV y su esposa, en forma borrosa, como a dos fantasmas.
dependiera y del cual hubiese adquirido cuanto tenía. El cuadro de Velázquez ya no retrata la gloria de España, como ha-
bía ocurrido con Las lanzas, sino más bien la decadencia que devino
A pesar de que se había enrolado en el ejército de Maurice de después de la guerra. ,. .
,
"l Nasseau, su calidad de alumno de arte militar le permitía seguir Ahora bien, la atracción por las obras que lego el Renaclffilento y
rr estudiando. En Breda se encuentra con otro miliciano, experto en el entramado de maestros y talleres italianos fueron durante mucho
matemáticas, Isaac Beeckman. El interés por la ciencia forja una tiempo el punto de reunión privilegiado para aprender los sec~etos
amistad duradera. Juntos trabajan para unir la física y la matemática. en la solución de las formas y la mezcla de pigmentos y materiales.
El par de científicos devenidos soldados, por su aspecto y su atuendo, También estuvieron presentes en el ideario de la época las obras
vistos en una pintura de la época, podrían ser parte del centenar de que realizaron en diversos campos de la estética, la anatom~a, .la
figuras, recortadas entre las tropas, embrutecidas por la guerra. ingeniería y la arquitectura antecesores como Leonardo Da VmcI y
El cuadro de Velázquez La rendición de Breda (1634) ilustra el Bruneleschi.
momento de la rendición de los holandeses, que ocurre en 1625 cuando En el siglo XVII artistas flamencos trabajan en Amsterdam, Ver-
Justino de Orange entrega en manos del general Ambrosio Espínola, salles, París y sobre todo en Roma, alentando la búsque~a de nu~vos
enviado por Felipe IV, las llaves de la ciudad. estilos. Francois Dusquesnoy produce toda su obra en Itaha. Consigue
En ese tiempo de monarquías legitimadas por mandato divino y modelar a la perfección el cuerpo humano, incluso a niños que trans-
lazos de sangre, la hegemonía española todavía permanecía intacta. forma en ángeles. Tal como lo hace Rubens en el lienzo, el escultor
La obra -llamada también Las lanzas- es la más importante repre- francés transmite el lenguaje profuso y decorativo del flamenco y
sentación de la Guerra de los Treinta Años. Sin embargo, la pintura una corporeidad sustancial y contradictoriamente blanda, propia
también es una muestra del respeto al intercambio cultural europeo del barroco. Artus Quellinus, perteneciente al taller de Dusquesnoy,
y una afrenta a las diferencias religiosas y las luchas por el poder. r aliza con un equipo de ayudantes el inmenso decorado e~c~ltó~c~
Pese a que Velázquez nunca estuvo en Holanda, compartió con Peter qu doro 1 Ayuntami nto d Am terdam. Lorenzo Bernini, quiza
Paul Rubens la observación de la pintura renacentista que albergaba 1 m lA i ortnn HwlI,or l( 111 p , fu invitado en 1647 por el
la pinacoteca real en el monasterio de El Escorial en España. Allí 1
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18 Carlos Lagorio L modernidad temprana

cardenal Richelieu a París. Esculpió su busto y el del Luis XIV. Nu- su conducción" (Romero, 2008: 39). Voltaire, que pregona la libert d
merosos artistas europeos interactuaron y contribuyeron a cimentar de culto en Tratado sobre la tolerancia, de 1764, critica a la Iglesia
el modelo de cultura europea que un siglo después los iluministas y propone para los aristócratas la flexibilidad de las normas, pero
proyectaron desde el ámbito científico. considera la religión importante como referencia para los sectores
Por su parte, las transformaciones culturales y científicas que populares.
alimentaron la narrativa moderna combinaron un entramado social Cabe señalar que los intelectuales que vivieron en el siglo XVII
de mecenazgo que fomentó la protección de artistas y científicos. Para cordaron con la premisa de una racionalidad que debía alcanzar el
contrarrestar el poder de la Iglesia, Galileo Galilei fue protegido del entido práctico. Ese razonamiento significó una transformación radi-
duque de Toscana; Johannes Kepler, matemático imperial, y William cal frente a las costumbres e ideas que regían la vida de las personas.
Harvey, médico de Jacobo I. En 1605, el astrónomo alemán Kepler dio La utopía y el misticismo habían reinado durante la Edad Media y
a publicidad su primera ley científica, que demostró que los planetas 1Renacimiento. No sólo los filósofos como Tomás Moro y Tommaso
se mueven en recorridos elípticos y tienen el Sol en uno de sus focos. ampanella acuñaron proyectos utópicos. Francis Bacon, con La
A su vez, Galileo le pidió consejos a Kepler en el uso de un nuevo nueva Atlántida de 1623, y Michel de Montaigne, en sus Ensayos de
instrumento, el telescopio, para proseguir sus nuevos descubrimien- 1595 demostraron su admiración por los descubrimientos de nuevas
tos de la Vía Láctea, en pugna con los partidarios del geocentrismo, civilizaciones. Creían en la razón-naturaleza para descubrir los ras-
defensores del argumento que los cuerpos celestes giraban exclusi- tros del hombre no civilizado, situado en un mapa ideal, opuesto al
vamente alrededor de la Tierra. A partir de esos descubrimientos, el uropeo. En el ámbito de la astronomía, Kepler atribuía a la Luna
término universal abarcó un nuevo concepto, el de su validez más allá mares lluvias y seres monstruosos que no podían comunicarse con
de nuestro Sistema Solar. Los descubrimientos en física y astronomía los hu~anos (Comparato, 2005: 106). En Harmonices Mundi (1619),
desarrollados por Kepler y Galileo influyeron en las investigaciones Kepler sostenía que la geometría existió antes de la creación de las
posteriores. El movimiento científico fue tan poderoso cuando se cosas y que era tan eterna como el espíritu divino. .
desembarazó de la tutela de la Iglesia, que despertó en filósofos como De hecho, la geometría divina había aportado los arquetipos para
Baruch Spinoza y Michel de Montaigne la necesidad de una nueva la creación del mundo. Si bien las contribuciones de René Descartes
moral. La ideología retornó del brazo de los cientistas que inaugura- Isaac Newton fueron decisivas para desbrozar el terreno abonado
ron las ciencias de lo social: primero con la encarnación de la razón por la utopía científica, los aportes de Paracelso y Gior.da~o .Bruno
propuesta por los iluministas, después con las reflexiones humanistas (quemado en la hoguera de la Inquisición en Campo d~I FlO~I~~ran
de los filósofos como Condorcet y Montesquieu, que situaron al sujeto discutidos y defendidos por alquimistas y filósofos. La imposibilidad
como observador y partícipe de la vida en sociedad. de unir la experiencia práctica, los logros científicos y los tecnológicos
Durante los siglos XVI y XVII, quienes trascendieron por sus obras con elementos espirituales evidenció el declive de la alquimia clásica
en las áreas de la ciencia y la cultura, de una u otra manera, se y la transición hacia la química moderna. ./ . /
enfrentaron a la cosmovisión y a los tribunales de la Iglesia. El en- En 1619, transcurrido poco más de un año en el eJerclto frances,
mascaramiento de lo profano es la forma sutil que adoptan artistas y Descartes había combatido en Bohemia y en Hungría. Una noche,
científicos para encarar sus producciones en períodos de la represión mientras las tropas, en guerra con España, permanecían acampadas,
ejercida por el cristianismo. En pintura se transmite una advoca- tuvo una profunda crisis mística y prometió a la Virgen ir de pere-
ción de lo sobrenatural con personajes que distan mucho del modelo inación a Loreto si lo ayudaba a diseñar el plan científico-filosófico
renacentista. Las figuras de vírgenes y ángeles adquieren la carna- que había concebido durante la vigilia. Pese a no cumplir su pro~esa,
dura sensual que la burguesía y las clases cultivadas reclaman. Los ab ndonó las armas y se abocó a la tarea intelectual. Estuvo prrmero
desnudos son reales aunque personajes y motivos invocan episodios n Italia y permaneció luego en París hasta 1628, donde conoció a
religiosos. En cambio, se sostienen límites y normas restrictivas para M r nn y tradujo al francés algunas obras de Galileo Galilei (Gey-
las clases populares. "La teoría del encubrimiento, la de la dignidad m n t, 2006: 295). Tanto a Galil o como a Descartes los unió la mi/s~a
como límite necesario para la expansión profana, encuentra su último plIHi n hurnaniata d 1des LLb,.;II1; iruo, la misma confianza metafísica
freno en la idea de Dios que crea el universo, pero no interfiere en ( n el -nrr I"Lo (1I Lol giro (I¡ 111 1111 vn i n i (N gri, 2008: 54).
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Carlos Lagorio 1.11 modernidad temprana

A Descartes le preocupaban fenómenos como los torbellinos, la Pese a la crítica acerba que generó el Discurso del método entre ~os
velocidad de los cuerpos y las mareas. El Discurso del método incluye l ólogos de las universidades de Leiden y Utre.c~t, ~ las controve:sIas
tres ensayos: uno sobre óptica, donde se publicó por primera vez la que envolvieron a su autor -que incluyeron. InJ~r:as y calumr:Ias-,
ley de la refracción (que había descubierto el holandés Willibrord nadie imaginó que su tesis, "pienso, luego existo .fba a revoluCIOnar
Snel), otro sobre meteorología que explicaba el fenómeno del arco I metafísica moderna. Sin embargo, el éxito que la obra obtuvo a
iris y un tercero sobre geometría. En su época la tesis dominante partir del siglo XVIII en el mundo del pensamiento filosófico.no ~ue
estudiada por Kepler, Galileo y Harvey describía al movimiento como quiparable al de sus investigaciones en e~terr~no de las cIe~~Ias
circular. Según Descartes, la existencia de la materia sutil excluye naturales, contenidas profusamente en el mismo hbro. La metafísica,
toda posibilidad de formar un vacío, pues penetra el espacio universal que toma como fundamento y eje del conocimiento al ser, se ,v.a a
y forzosamente se mueve en círculo. Cuando un cuerpo se desplaza desplegar en diversos planos de la ciencia, la cul~u~a y la pohtI~a.
abandona el espacio donde está y debe expulsar al que está en el lugar Luego de su muerte acaecida en 1650, el todavía incomprendido
que el reemplazante va a ocupar. El universo está lleno de materia I escartes fue reivindicado un siglo después por el movimiento ilu-
y en el mundo los elementos se explican con la ayuda de una ciencia minista durante la segunda etapa de la modernidad que generó un
exacta: la geometría. !
pacio ~ue validó las teorías racionalistas. El atractivo del Disc.urso
En la segunda mitad del siglo XVII, ante la necesidad de poner \ del método fue el rechazo a la subordinación del sujeto a objetos ¡
en circulación las ideas científicas entre círculos de legos y univer- ideales o reales (como habían argumentado Platón y Aristóteles)'y
sitarios, hicieron su aparición las revistas científicas. Al Journal de su vez un punto de partida: pensar la praxis del ?-om~re. A partir
savants (1665) se sumaron la Acta Eruditorum (1682) y las célebres de Descartes el sujeto se sitúa en el centro de la historia. I

Monatsgesprache (1688) que incorporaron instrucciones pedagógicas, Mientras tanto, la burguesía francesa, que había acumulado po-
crítica y reseñas (Habermas, 1999: 62). A su vez, la avidez por las der económico debe esperar su hora. Luego del asesinato de su rey
noticias, como la que suscitó la Guerra de los Treinta Años, requirió 'nrique N, en' 1610, la burguesía comenzó a ejercer presión ~on.sus
otro tipo de formato editorial. Los primeros corantos (precursores de demandas, pero fue derrotada. Contribuyó a esa derrot~ transItona el
los periódicos) eran gacetas que durante la primera mitad del siglo desprestigio del humanismo libertino frente a l.afi~o~ofíade los me:a-
empezaron a circular en Holanda y se extendieron a otros países. nicistas como Descartes, más acorde con los prInCIpIOSque dafendían
Se traducían a diferentes idiomas y relataban los hechos recientes. príncipes y obispos que no querían perder sus pri~legios. De esa for-
Debían sortear la censura de las Iglesias y los controles de los correos ma se cierra el camino de renovación que había ahmentado el tercer
reales. De hecho durante varios años se difundieron en forma clan- st~do, compuesto por el pueblo llano y liderado P?r l.aburguesía. La (
destina, hasta que los primeros periódicos hicieron su aparición en L sis de Toni Negri sobre Descartes señala la COInCIdenCIa entre el
los albores del siglo XVIII. dualismo mecanicista del filósofo y el testamento político del cardenal
En Inglaterra y en el continente la circulación de textos impresos, Richelieu, ideólogo de la monarquía. Ambos coinciden y apelan a la
que se traducían a los demás idiomas y luego se exportaban a las tabilidad del ordenamiento político basado en la monarquia abso-
colonias de ultramar, daban cuenta de la creciente importancia de la 'Iuta convertido en ideología de Estado. Sin embargo, la coincidencia
cultura europea como matriz civilizatoria de carácter etnocéntrica. ntre Descartes, la Iglesia y el sistema político que regía Europa no
Resulta interesante destacar que el Discurso del método fue escrito impidió que se abriera una brecha en la evolución del pens~mIento.
en Holanda y publicado en 1640, en francés, y luego traducido a otros El Discurso del método fue un texto clave para una burguesIa que. ~e
idiomas europeos. Descartes pidió que el editor le reservara doscientos ncaminaba entusiasta al sendero del racionalismo en la conformación
ejemplares de la primera edición para distribuidos personalmente. d un mundo capitalista que desplazó finalmente a la Iglesia como
Envió copias de su libro al rey Luis XIII, al cardenal Richelieu, al institución dominante en el plano de la ideología.
embajador francés en La Haya, a los cardenales Bagni y Barberini
(sobrino del papa Urbano VIII) y tres copias a la Universidad de La
Fleche, porque aspiraba a que los jesuitas lo incluyeran como manual
en las clases de ciencias naturales.
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Carlos Lagorio 1,11 modernidad temprana

Descartes, vecino de Rembrandt nidad, ya que habían sido prohibidas por las bula~ papale~ hast~ fi~~s
el l siglo XVI. Leonardo Da Vinci había transgredido esta interdicción
Podría ser que Descartes se recluyera veinte años en Holanda 111 participar clandestinamente en disecciones de cadá:eres de ser~s
en la ?úsqueda de un clima que no perturbara sus investigaciones humanos y de animales. Las obras publicadas en Estudws del coraz~n
y escritos. En ese período se muda veinticuatro veces. Ahora bien ( 1513), que abarcan dibujos de los músculos y válvulas del corazon,
en 1~32, cuidaba .el jardín de su morada transitoria, diseccionab~ on una muestra de su profundo conocimiento de la anatomía.
mamíferos, experimentaba, escribía ensayos e intercambiaba co- Las prácticas vinculadas a la auscultación del cuerpo humano
rre~pon~encia con numerosos científicos. A escasos kilómetros de su I rovocaron en Descartes la admiración y el reconocimiento a la m~-
~esIdencIa, Rembrandt trabajaba en una de sus obras pictóricas más dicina situación que se reflejó en la amistad y la correspondencIa
Importantes, La lección de anatomía del doctor Nicolás Tulp, Aunque que entabló con varios médicos. Sin embargo, no se comprobó que sus
se presume que no se conocieron, Descartes y Rembrandt son dos uxperiencias anatómicas hayan servido para mejorar la salud de los
claro.s representantes de la ciencia y la cultura del siglo XVII, que en p cientes, y menos aún la de los animales. En una carta de respues.ta
la primera etapa de la modernidad vivieron e innovaron en un clima Il Huygens, quien le había pedido una explicación de algunas funcio-
de tensión con los poderes dominantes. , s de la mecánica, el filósofo le contestó que estaba muy ocupado en
Un dato resul~~ revelador: el primer secretario del príncipe de una investigación trascendental para librar a la humanidad de una
Orange, ?onstanb]n Huygens, poeta y funcionario clave del gobierno, infinita cantidad de enfermedades del cuerpo y el espíritu, e incluso
patrocinó a Descartes y a Rembrandt. Protegió y facilitó al filósofo d la debilidad de la vejez. No existe documentación de su ambiciosa
~edIOs para su prolongada estadía en Holanda y fue el mecenas más obra más que las experiencias anatómicas citadas y los remedios
Importante que tuvo el famoso artista flamenco. Asimismo, un cuadro , seros a los que era muy afecto. Cuando enfermó de neumonía en
que Rembrandt hizo por encargo del gremio de cirujanos tuvo el poder I!; tocolmo, él mismo elaboró una mezcla de tabaco con vino caliente
de m~~trar al pueblo la pasión por la anatomía, que había animado que no sirvió para sus propósitos curativos. Asimismo, los numerosos
también a Descartes a incursionar en la materia. jercicios de cirugía que practicó fueron, m~s bien, un .medio ,p~ra
La lec~ión de anatomía del doctor Tulp (1632) es un homenaje a xplicar el funcionamiento del cuerpo a partir de mecamsmos flSICO-
los profesionales de las ciencias de la salud. La composición se centra químicos no orgánicos, en el marco de una concepción totalizadora
en ocho cirujanos y el cuerpo yacente. El público es el espectador del d la ciencia, que nunca abandonó.
cuadro. Tulp, el único que ostenta el doctorado, es el personaje princi- Si bien poseía una importante biblioteca y había leído y releído
pal. Por ~llo, luce sombrero, joyas y vestimenta de seda, como símbolo l los clásicos, en sus obras Descartes rechaza las enseñanzas de la

de autoridad profesional. En contraste con su maestro, los discípulos, hi toria. Samuel Sorbiere, discípulo del filósofo mecanicista Pierre
que for~an ~n coro, viste~ un traje negro, sencillo y despojado de ssendi, comentó que estaba interesado en conocer la bibliografía
accesorios, símbolo de humildad ante la sabiduría. utilizada por Descartes. En ese momento el filósofo estaba instalado
El filósofo francés proyectó las funciones del cuerpo humano con n una aislada morada holandesa, a pasos de una playa con dunas y
la ayuda de un conejo. El artista flamenco utilizó el cadáver de un J' deada de árboles. Eljoven Sorbiere viajó hasta la casa de la pequeña

h0.mbre sentenciado a muerte para su lección de anatomía. Ambos I calidad de Egmond. Descartes lo recibió, pero mantuvo en secreto
evItaro.n transgredir la norma de la Iglesia que prohibía practicar la HU inmensa biblioteca compuesta por libros cosidos y ricamente en-
autopsia a seres humanos considerados normales. El primero utilizó 'u dernados. El anfitrión prefirió recibir al huésped en el interior de
un ammal; el otro, el cadáver de un supuesto delincuente. Holanda II n stablo hediondo. Además sorprendió a Sorbiere, ya que en vez de

se había independizado del imperio español y abrazaba la reforma Iibr le mostró un novillo muerto, listo para su disección. La actitud
luterana, más condescendiente con las prácticas anatómicas. El cuer- I cartes, tildada de grosera por el visitante, le sirvió para enviar
po del ahorcado había sido cedido a los cirujanos de la Universidad un ñal. No estaba dispuesto a aprovecharse de la historia, ni a
de Amsterdam para que se hiciera una autopsia pública, según la r p tir la cita de los autores clásicos.
costumbre que luego se extendió por Europa. 'MIU 1m nt , n un d m tración de audacia, Rembrandt tam-
Esas experiencias anatómicas fueron un hito de progreso y moder- hi(l, Ii ri o bj lo d HII I in ura un al im 1qu había sido recien-
24 Carlos Lagorio 25
Ln modernidad temprana

temente carneado. El buey desollado (1640) es una obra maestra en el El retrato más conocido de Descartes y el que obtuvo mayor can-
terreno del dibujo y la composición. La pintura transmite el dominio tidad de reproducciones fue uno que se atribuyó a Frans Hals. Es la
de la luz que se derrama desde arriba sobre el animal estaqueado. v rsión heroica de un rostro donde sobresalen ojos escrutadores, bigote
La res muerta, colgada debajo de un aparejo de madera, semeja una nnegrecido y barba candado, que enaltecían una figura corpulenta.
crucifixión donde la metáfora del dolor y la muerte se hace presente. La Los expertos demostraron que había varias copias falsas; incluso la
elección del animal estaqueado seguramente habría sido despreciada ¡ue se expuso durante décadas en el Louvre no era auténtica. En
por sus competidores, que a la manera de Frans Hals recreaban en ,. alidad, el pintor de las familias y el paisaje burgués no había re-
la pintura de género escenas de la vida burguesa. tratado a Descartes jamás. Del filósofo se conservan sólo dos retratos
El cuadro de Frans Hals Grupo familiar con un criado negro ante uutenticados, pero de pintores menores: un dibujo de Frans Schooten
un paisaje (1645) representa con fidelidad la cultura burguesa de la y una pintura de Jan-Baptist Weenix, que contradicen al admirable
época. Tiene el valor testimonial de la burguesía holandesa, una de Aunque falso Hals, y en cambio inmortalizan al verdadero hombre
las más prósperas de Europa. Basada en un intercambio intenso de cuerpo menudo, brazos cortos, rechoncho, con ojeras y papada que
de bienes de carácter capitalista, esa clase social elaboró una identi- fue Descartes (Watson, 2004: 167).
dad propia, distinta de los sentidos dramáticos y exaltados del mundo La obra más famosa y controvertida de Rembrandt es Ronda
católico. Por eso, en la pintura, los personajes visten trajes festivos, de noche (1642). En ella, los protagonistas de extracción burguesa
pero adecuados cada uno a su rol en la familia. Terciopelos negros, r velan en sus atuendos las jerarquías militares, pero también las
camisas blancas, cuellos y puños con encajes, eran los símbolos que sociales. El escenario demuestra improvisación y espontaneidad en
unificaban a las familias burguesas que poseían las telas de lino más l formación militar. Espadas y armas de fuego se mezclan en des-
finas del mundo y flores que se pagaban con oro en los mercados. En rden con lanzas y tambores. Como si fueran actores de una obra
el retrato del grupo familiar, únicamente el traje marrón del esclavo t atral, las miradas de los dieciséis personajes eluden al espectador.
negro contrastaba con las suntuarias vestimentas de la familia. 1 autor agregó figuras de jóvenes y su propio retrato, recortado en
Tulipanes, ricas telas, pasamanería, galones y joyas eran parte de un segundo plano, que escudriña una composición de vestimentas
las imágenes más frecuente en los paseos de carruajes y barcos que lujosas y estridentes, de gestos y actitudes que denotan lealtades y
atravesaban calles y canales. El amor formaba parte de la unión de desconfianzas.
las parejas y las manos unidas comosímbolo de fidelidad, grabadas en Rembrandt realizó contratos importantes y ganó mucho dinero.
el centro de la chimenea del gran salón del Ayuntamiento de Amster- Ello ocurrió mientras fue el elegido por la burguesía de Amsterdam.
dam, daban la bienvenida a los nuevos matrimonios. Diferente de la in embargo su estrella cambió y debió vender sus colecciones de
concepción del matrimonio que animaba a los católicos, basada en el rte. Una de las causas de la ruina económica del pintor tuvo relación
cálculo y la ostentación, presente en la burguesía del resto de Europa, con su personalidad, que no medía los gastos. Otra habría sido el
esos caracteres se complementaban en la familia nuclear holandesa ncono de un sector de la burguesía que no deseaba ver sus defectos
con el respeto sin prejuicios por el amor. retratados.
Hals, quien no poseía la técnica depurada que logró Anton van El enojo de la burguesía holandesa forma parte de una serie de
Dyck, tuvo en cambio la capacidad de plasmar la psicología de cada hipótesis, que esgrime Peter Greenaway en su documental ficcional
personaje en el lienzo, así fuera en un retrato por encargo o en una Rembrandt's J'accuse (2008). La película analiza en forma exhausti-
pintura de los sectores populares. Pero el éxito no lo acompañó en v 31 secretos del cuadro Ronda de noche, para probar un supuesto
su madurez. Su vasta experiencia lo instó a abrir un nuevo taller Timen perpetrado por el grupo de arcabuceros que justamente posan
en 1650, que no pudo solventar. Sus acreedores lo demandaron en para la obra. Llamado también La milicia del capitán Frans Banning
repetidas ocasiones. Finalmente embargaron su patrimonio que se 'q, el retrato de gran formato alude a la representación de una
había reducido a tres colchones, almohadas, un aparador, una mesa mili i urb na compuesta por voluntarios burgueses. Los de mayor
y cinco cuadros. .i rar u a h brf n p rt necido a las familias más ricas deAmsterdam
Además de familias prominentes, los personajes más famosos <tu " difig''lHi1,dos P r la ir n a y l s asp cto no formales que intro-
también fueron retratados. th [o H rnhr I dl n l 'lltldl'o, ofendido» O d rubí rtos n la trama
26
Carlos Lagorio 1", modernidad temprana 27

de los detalles simbólicos de la obra, habrían decidido no encargarle "11 obstáculo más importante que el origen y la religión de cada uno.
ninguna obra más. Noobstante, ninguno recibió protección de las instituciones monoteís-
Contrariamente a la hipótesis de Greenaway, que plantea la ruina Im¡ de Occidente (católica, protestante, judía), a las que estuvieron
económica de Rembrandt luego de pintar Ronda de noche, el pintor vinculados por sus historias de vida. Más bien la ayuda por parte de
flamenco recibió, en cambio, más encargos. De hecho, el famoso cuadro 1" Iglesias fue retaceada y sus acciones cuestionadas. En definitiva,
compartió con otros de menor jerarquía -El juramento de los bátavos IOH tres sufrieron la falta de reconocimiento a su esforzada obra. Con
(1?61) y Los síndicos de los pañeros (1662)- un lugar en el Ayunta- rIaridad, Spinoza brindó un ejemplo de las nuevas devociones de
miento de Amsterdam. El juramento de los bátavos fue pintada mucho d mtíficos y artistas al reclamar un dios, entendido no como persona,
después que Ronda de noche, representa a otra compañía de milicianos romo lo piensan los filósofos teístas, sino un dios como sustancia que
burgueses y por su gran formato también debió ser recortada para que /' identifica con la naturaleza.
pudIer~ s~r expuesta en el edificio del Ayuntamiento frente a la plaza
Dam. SI bien la estrella del artista había cambiado, su suerte no fue
tan mala como la de otros pintores, como Jan Steen que alternaba La cultura encarnada
su oficio de pintor con el más rentable de cervecero, o la de Frans
Hals, quien también había retratado reuniones de milicias cívicas y Una de las razones para tomar en cuenta la producción artística
corporaciones y sin embargo terminó en la extrema pobreza. hurroca consiste en relacionar la cultura con el avance científico. La
¿Resulta verosímil un diálogo entre Descartes y Rembrandt? Aun- vi ión de los artistas fue contraria al dominio científico y racional
qu.ee.lcientífico nunca posó para el artista, no es improbable que haya que desarrollaron los mecanicistas en general y los cartesianos
eXIs~Id~un encuentro en una de las salas de la mansión de Huygens, un particular. La segunda razón fue la legitimidad que habían
el principal mecenas de ambos. Si Descartes vio el cuadro del buey de- ndquirido las artes plásticas, los saberes populares y los filósofos,
sollado, pudo haberle comentado a Rembrandt la anécdota del establo , nsiderados hasta ese momento libertinos y utópicos. A menudo,
y su biblioteca. Si además visitó el gran salón del Kloveniersdoelen n la pintura del siglo XVI los monstruos se corporizan en animales,
sede. ~unicipal de la compañía de arcabuceros en Amsterdam, pud~ h tias imaginarias y cuerpos enfermos por las plagas, para sim-
percibir que Ronda de noche, la obra más celebrada, fue pintada con h lizar el terror que inspira transgredir las Sagradas Escrituras,
luz artificial, con el objetivo de enfocar los fragmentos más impor- {, mo en el cuadro La tentación de san Antonio (1515) de Matthias
tantes del cuadro, que paradójicamente apela a una ambientación J rünewald. Finalmente, la locura presente en el imaginario pictó-
nocturna aunque retrate una escena diurna. rico de Bosch, Brueghel y Durero había superado el miedo cósmico
Quizá la reunión entre ambos haya tenido lugar en una casa flo- y terrenal para integrar el campo conceptual presente en el pen-
tante de Brouwersgracht (el canal de los cerveceros). Probablemente amiento de la época.
se .sentaron alrededor de una mesa en un bar de ese canal, donde por Por su parte, Erasmo de Rotterdam y Michel de Montaigne no des-
primera vez se degustó cerveza con lúpulo, cuya fórmula a partir de d ñaron el concepto de locura comoverdad relativa que puede dominar
esa época se universalizó. Si se observa la siguiente afirmación se 1\ lo hombres y debe estar subordinada a la razón (Pandolfi, 2007:
p.odría afirmar que un nuevo concepto científico y estético fue com~ar- 1 5). Sin embargo, la pintura flamenca dejó de lado lo sobrenatural
tido por ambos. En la quinta parte del Discurso del método Descartes v loró la naturaleza en armonía con los cánones de belleza que la
describe que "los pintores, no pudiendo representar todos los lados burguesía quería instaurar.
de un cuerpo en un lienzo plano, escogen uno de los principales y lo En el siglo XVII, contrariamente a lo que acontecía en el campo
exponen a la luz, dejando los demás a la sombra para que se vea sólo ci ntífico, la pintura representó el cuerpo humano, no tanto por el
con la perspectiva del lado escogido". punto de vista de la referencia iconográfica como por la imagen del
En esa época de guerras religiosas, fue en territorio holandés l'll rp mi mo.
donde los vectores de la cultura y la religión podían converger en
la ~reación. Así lo testimonian las obras de Descartes, Rembrandt y F:1 u rp om la vidn rganizada había adquirido una nue-
Spinoza. En un sentido, la burguesía y su telaraña financiera fueron va nutonom u p r .(\pLII 111 (\1 ,1 mund •d la u ant s r ci ra.
28 Carlos Lagorio l.n modernidad temprana 29

Comoencarnación de la vida, se convirtió en entidad misteriosa, mente a Rembrandt, quien aprendió de la carnadura de los primeros
totalmente distinta de otra materia. (Lowe, 1999: 163) planos de los cuerpos de pecadores que reemplazaron a ángeles y
figuras celestiales. Se había comprobado que el universo estaba en
Rembrandt se interesó más por la vida terrenal que por la divina movimiento y por lo tanto el hombre también asumía su propia diná-
y se inspiró en Caravaggio, quizá el primero de los artistas que se mica. En la modernidad el movimiento inspiraba la libre circulación
atrevió a pintar al hombre de carne y hueso. Ambos describieron los d la vida en las ciudades, el progreso y el cambio social. El pintor
modos y estilos de una época, con la impronta de una vida ajena a los holandés, subyugado a su vez por la innovación pictórica del italiano,
cánones de la belleza del Renacimiento. El cuerpo ya no era el producto r volucionó el carácter de la imagen.
de un trabajo artificioso, imbuido de los ideales de la mitología clásica Rembrandt rompió con la visión estática de la pintura y, pese a las
y de la religión cristiana. Se puede afirmar que la intencionalidad de Iimitaciones de los materiales y de las artes visuales de su tiempo,
los artistas se opuso al ideal de la mente desencarnada que imperó ti puede afirmar que persuadió a sus contemporáneos de la visión
en los filósofos mecanicistas de su tiempo. d una imagen en movimiento. La obra Ronda de noche es en ese
Durante los primeros años del siglo XVII, el joven Caravaggio fue ti ntido reveladora. En ella, perfeccionó el claroscuro para filtrar
convocado por el cardenal Francesco del Monte (mecenas y operador la luz en la ambientación de una representación más a tono con las
en el mercado del arte) para pintar en selectas capillas de Roma. El cenas protagonizadas por la burguesía naciente. La mayoría de los
artista italiano aceptó, pero en su obra El martirio de Mateo (1602) pintores de renombre habían retratado milicias cívicas. Estas milicias
renunció a los motivos renacentistas y eligió como modelos a los n pertenecían al ejército. Su verdadera misión era la protección de
marginados del universo religioso. Sus lienzos de hasta cinco metros I s bienes de la burguesía en las ciudades. En tiempos de paz orga-
de ancho, comparables en tamaño a las pantallas de uso frecuente , izaban paradas y desfiles en homenaje a las fechas históricas más
en las salas de cine del siglo xx, formaron parte de una sociedad del importantes de las provincias holandesas.
espectáculo donde desfilaron tahúres, proxenetas y ladrones. A partir Si bien la Guerra de los TreintaAños, en 1642, no había terminado,
del autoconocimiento, germinado en las vivencias y amistades que I situación que se advierte es distendida y Rembrandt transmite ese
el pintor italiano mantenía con los villanos, se hicieron carne las 'lima a los protagonistas de Ronda de noche y al público. En Europa
verdades impiadosas de los habitantes de las ciudades italianas que istían conversaciones de paz, donde los países en pugna consolida-
fueron su guía para las diferentes escenas. En las obras pictóricas los b n o cedían sus posiciones. El reconocimiento de la plena soberanía
marginales se convirtieron en discípulos de Cristo. Uno de los tres ti los Estados imperiales, entre los que se encontraba Holanda,
Mateos originales, considerados vulgares y sacrílego s por el clero, ( ra una realidad que selló la Paz de Westfalia (1648), que sepultó
fue destruido. d finitivamente la hegemonía española. Justamente, un cuadro de
Caravaggio reflexionó sobre los textos sagrados con profundidad B rtholomeus van der Helst representa a una guardia cívica que en
y dejó de lado la iconografía tradicional. Al mismo tiempo creó una 11 n banquete celebra el fin de la guerra.
profunda visión poética a partir del tratamiento que le dio a la luz "Marx observó que Rembrandt pintó a la madre de Dios como a
y a la oscuridad. Además, sus personajes representan una ruptura: /1 rui campesina holandesa, con el objetivo de dar su opinión sobre la
el inicio de una época cuando la naturaleza comienza a ser develada id ología y las condiciones materiales en un debate sobre la libertad
por la experiencia y no por la revelación. de prensa" (Molineux, 2003: 9). La producción artística destinada
111 mbito privado estaba en auge, mientras que los encargos des-
En la Conversión de san Pablo sus figuras presentan una ti nados al arte sacro disminuyeron drásticamente. El calvinismo
agresividad plebeya. Los pies sucios que los verdugos de san hnb a xpulsado de sus templos la representación divina. Además
Pedro muestran al espectador y el caballo de san Pablo que
ti los p didos que realizaban gremios y asociaciones civiles, crecía
vuelve su inmensa grupa a la asunción de la Virgen, como si
.11 núrn r d los r tratos d familia y los temas relacionados con la
se tratara de una protesta contra el arte idealista. (Langdon,
2010: 225) vidu d m ti .'1 rt h land n u tancia con los intereses
ti \'''1\ bUI" II ti 1\ qu A"rndllltlm L s e nvi rt n epicentro del
1111111(\0.
Los cuadros de Caravaggio impresionaron al público y post rior-
31
30 Carlos Lagorio La modernidad temprana

Con el inicio de la era del Estado secularizado, la tolerancia reli- comparar conceptos inherentes al hombre y la sociedad con la materia
giosa alcanza a los calvinistas y progresivamente a otros credos. Por corpórea y la organicidad de la naturaleza. Las únicas exce~ciones
primera vez los cambios confesionales son reconocidos como parte de inmateriales que defendían como a sus propias vidas eran DIOSY el
los derechos individuales. Las personas pueden, de ahí en más, asumir alma racional.
una identidad religiosa diferente de su familia de origen. Ahora bien, la categoría de especie humana había sido no~brada
Por su parte, los artistas comienzan a tomar en cuenta cada vez por John Rayen Historia Planetarum (1686). A pesar de la Impor-
con mayor dedicación los avances de la ciencia. La admiración de la tancia de las descripciones taxonómicas de Linneo y su aporte a la
sociedad burguesa por los avances científicos en materia de carto- historia natural en la distinción de plantas y animales, su definición
grafía, astronomía, matemáticas y medicina se materializan en las de Homo sapiens resaltaba las características visibles y no las dife-
representaciones pictóricas. Las naturalezas muertas no solamente rencias entre el hombre y los primates.
representan adornos, frutas o animales. En pinturas de la época se Un siglo después, Charles Darwin abrevó en la filo~ofíaraci~nalista
advierten libros, objetos de precisión, microscopios y variados ins- artesiana para fundar una nueva ciencia de lo SOCIal.Considerado
trumentos científicos. Los creadores de esas imágenes que semejan 1 padre de la antropología, afecto a las experiencias taxonómica~,
fotografías están dispuestos a captar la evolución de la técnica, incluso r alizó una serie de avances científicos dirigidos a elaborar una teona
en los instrumentos musicales. eneral de la evolución de las especies y fue el primer científico que
En el cuadro de Johannes Vermeer El geógrafo (1668) se puede 1final de su vida abrazó el ateísmo.
contemplar a un científico trabajando, junto a un globo terráqueo Cabe destacar que los primeros textos antropológicos desarrolla-
y rodeado de libros. La cultura se encarna en la naturaleza y tam- r n conceptos y clasificaciones sobre los animales, las máquinas, los
bién en la actualización de las ciencias. La apertura hacia el mundo monstruos los niños y los salvajes. Esa fue la elección de las temáticas
científico se refleja en el clima cultural de Holanda en el siglo XVII, . ntrales para la construcción de una ciencia del hombre. A partir de
colmado de iniciativas vinculadas al progreso que manifiesta el es- 1 primera modernidad las reflexiones sobre la naturaleza. hu~ana
píritu moderno. H caracterizan por continuos desconfinamientos y contamínacionee
H mánticas entre el hombre y la máquina (Pandolfi, 2007: 123).
Descartes sintió admiración por la naturaleza de los animales a
Máquinas sin alma 1 que atribuyó, al observar algunas de sus acciones, "más industria
que nosotros". Por ello argumentó que "el alma racional no puede ser
"Evidentemente Descartes nunca vio un simio." La frase de Carl extraída en modo alguno de la potencia de la materia. No basta que
Linneo, taxonomista sueco que se hizo famoso en los círculos inte- I sté alojada como piloto en un buque". Su versión sobre la potencia

lectuales con la publicación de El sistema natural de las especies, de d la materia desvinculada del pensamiento le impidió vaticinar
1735, satirizó al filósofo que consideraba a los animales como una otras relaciones entre la anatomía, el animal y el hombre: "No deben
máquina sin alma. Se puede afirmar que Linneo descubrió el eslabón l' mfundirse las palabras con los movimientos naturales que revelan
perdido del Homo sapiens al definir lo humano no como una carac- po iones y pueden ser imitados tanto por máquinas como por anima:
terística física o del alma, sino a partir de su capacidad de adquirir 1 8". En las cientos de cartas que intercambió con Mersenne relato
conocimiento. IllH xperiencias que lo impulsaron a identificar a los animales con
"El hombre es el animal que tiene que reconocerse humano para una metodología simplista de estímulo-respuesta. Desde la ventana
serlo". El Homo sapiens no es, por lo tanto, ni una sustancia, ni una ti u casa en Leiden, arrojó a un gato para demostrar la falta de
especie claramente definida; es más bien una máquina antropológica I moción del felino.

o una máquina óptica, como enunció Thomas Hobbes. Una máquina N es aventurado afirmar que el filósofo sentía horror por loros y
óptica se podría considerar un ente complejo, construido por una se- inonos, obre todo porque interpelaban, con el habla unos y con los
rie de espejos en los que el hombre, mirándose, ve su propia ima n Ht S tro ,las cualidad d 1 ser humano: "Se ve bien que poco les
deformada en rasgos de mono (Agamben, 2007: 59). Cab ñal r 1 1',,11./\ par qu p n h hln r, y unque se nota la desigualdad entre
fascinación que producía a lo m canici ta ,c mo D S art S y Hobb s /llIillll\l H duna mism« ( pnt'i¡. lo miamo qu ntre los hombres, y
32 I '1 1111101111 "lcI"t! LOI1lPI'11I11l 33

que unos son más fáciles de adiestrar que otros, no es de creer que .11 11'('hOH natural s del hombre (Negri, 2008: 150-151). El mecanicismo
un mono y un loro que fuera de lo más perfecto de su especie igualara .11 braza una concepción de soberanía que de manera brutal
11111> 8
en eso a los niños de los más estúpidos". Es muy probable que esas I p\llld intetizar como lo hizo Cardin Le Bret en La soberanía del
elucubraciones también estuvieran vinculadas a sus temores a la " V ( I()'2): "La soberanía no es más divisible que el punto en geome-
Iglesia. La institución religiosa venció al escéptico que no abandonó t IIU". L calificación de máquinas sin alma aplicada a animales y
la premisa fiel a una relación trascendente entre la razón, el alma y 1 (·luvo no se derrumbó en el pensamiento occidental hasta que la
Dios. Su presunta fidelidad fue uno de los factores que le impidieron 1/. volución Francesa irrumpió con letra y sangre. Un efecto de domi-
aventurarse en el camino de la evolución genética. HIII·j n equivalente ocurrió en la esfera política. Mientras el Antiguo
Ni él ni otros pensadores de su tiempo comprendieron la hipótesis 1/f\~ j men perduró, atento al razonamiento absolutista de Le Bret y la
que enuncia la continua transformación de las especies. Aun así, se III( lit lidad predominante en la época, los súbditos eran equiparables
podría afirmar que Descartes fue el precursor de una visión del hombre 11 111 quinas sin ciudadanía.
centrada en el lenguaje y el pensamiento: "Jamás una máquina o un
animal, aun cuando su parecido o sus acciones fueran semejantes a
los humanos, podrían usar palabras y ni otros signos componiéndo- 1.11 reglas de la alteridad
las como lo hacemos nosotros, para manifestar a los demás nuestros
pensamientos". Según el razonamiento de Giorgio Agamben, la má- En la primera etapa de la modernidad, luego del descubrimiento de
quina antropológica funciona mediante una exclusión en Descartes m rica, la política de conquista, avasallamiento cultural y extermi-
y a través de una comparación anatómica en Darwin. ' 1I lo de los pueblos originarios se tradujo nuevos modos de producción
El mecanicismo de Descartes también puede ser considerado un inaugurados en el siglo XVI. La servidumbre se adapta a formas de
avance en la comprensión del mundo que responde a las más profun- 111\ omienda. El indio no era considerado sujeto. La concepción de los
das exigencias del siglo.Aun en la creencia de que el mundo había sido protagonistas de la conquista oscilaba entre la visión de Cristóbal
creado por una deidad, el hecho de que el mundo es naturaleza y fun- ; lón que capturaba a los indígenas para completar una colección de
ciona independientemente según sus propias leyes resultó innovador. 11 rturalista (objetos) o la de Hernán Cortés, que pensaba a los indíge-
Igual que un reloj, el mundo funciona una vez que ha sido puesto en IH). como sujetos reducidos al papel de productores de objetos.
marcha por el relojero, sin necesidad de supervisión ni intervención Esa concepción de la alteridad no era ajena a la que sustentaban
externa (Grayling, 2007: 201). Quizá por ello la tesis del filósofoalarmó .j ntíficos y artistas europeos. El célebre pintor alemán Albert Durero
a los teólogos que le atribuyeron al dios máquina de los mecanicistas observa las obras de los artistas nativos que se enviaban a la corte
el desprecio por el relato de la creación en el Génesis. r al y, como lo hizo Cortés, las considera exóticas. Su actitud forma
La condición del método y la crítica al principio de autoridad p rte de una visión totalmente ajena a la civilización mexica. Cuan-
científica se tradujeron en la superación de la física cualitativa de I Durero dibuja a modelos indígenas, conserva su estilo de pintor
la escuela aristotélica. Descartes fue uno de los creadores de la fun- uropeo ya que el arte indio no ejerce en su obra ninguna influencia
damentación de una nueva física unida a una amplia capacidad de tética (Todorov, 1998: 142)
experimentación. Pero, en términos filosóficos, hay una profunda En el proceso de internacionalización que se iniciaba en el si-
inestabilidad en la filosofía del mecanicismo. Tanto Descartes como lo XVII, el mercantilismo buscó otras alternativas al agotamiento de
el filósofo mecanicista Pierre Gassendi utilizan el escepticismo como I s reservas de mano de obra indígena, diezmada por las enfermedades
herramienta de ruptura con el humanismo, y a la hora de construir y el trabajo en las minas, y en algunos casos por rebeliones de tribus
una propuesta apelan a la infalibilidad de las leyes morales en el orden que resistieron durante décadas. En las regiones que ocupan actual-
social. Una suerte de manipulación que les sirve para mantener su mente Brasil y Argentina, un número importante de indígenas no sólo
fidelidad a las normas de la Iglesia que trata los ámbitos de las leyes fueron activos en las prácticas de fuga de las encomiendas sino que
naturales en órdenes inescrutables. también se unieron a los colonos blancos, y sus hijos se convirtieron
Cabe deducir que en el pensamiento mecanicista habría una en artesanos y pequeños agricultores.
prevalencia de los valores de orden y autoridad con respecto a los La célebre disputa que había dominado el espíritu colonial du-
34 Carlos Lagorio La modernidad temprana
35

rante el siglo XVI respecto de la naturaleza de los nativos se encarnó d sde Norteamérica a Sudamérica, adoptan el sistema de "trabajo
entre Bartolomé de Las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda. El pri- no libre" de los africanos deportados por la fuerza. En 1675, los so-
mero describió y criticó la matanza y desaparición de los indígenas b rano s de Inglaterra y Francia reconocen oficialmente el fenómeno
en su Brevísima relación de la destrucción de las Indias, en cambio d la esclavitud. John Locke escribe en La Constitución de Carolina,
Sepúlveda no podía lamentarse ya que interpretó que no tenían d 1699: "Todo hombre libre de Carolina tendrá poder y autoridad
alma. Pese a la pacificación que invoca Las Casas, quien persuade a absoluta sobre sus propios esclavos negros". Los protestantes, que
las autoridades para que los nativos no sean torturados ni extermi- h bían sido más flexibles que los católicos en la apertura hacia las
nados, fracasa varias veces en su intento. Llama la atención que la nuevas ciencias, dictaron en cambio normas inflexibles que llegaron
feligresía a la que él perteneció marchó junto a las tropas españolas ni punto de someter a esclavitud a las mujeres blancas que se casaban
en sus expediciones. La cristianización tiene un rédito muy escaso e n hombres negros. En los Estados protestantes, aunque los traba-
a los ojos de los sobrevivientes que observan cómo sus compañeros jadores se convirtieran al cristianismo, por su co~or de piel debían
mueren como cristianos porque los españoles los cuelgan de los árboles p rtenecer de por vida a los dueños de las plantaciones.
con los brazos en cruz. El rey y España son los únicos referentes del El trabajo intelectual de Locke se extendió a la pedagogía y la éti-
sacerdote católico. . Tanto desde la ciencia política como desde el campo educativo sus
Finalizada la primera etapa de la conquista, bajo el reinado de l orías se interpretaron como logros en los derechos de las personas.
Felipe 11, en 1573 se redactan las ordenanzas definitivas sobre las L s complejas relaciones entre libertad natural y libertad patriar-
Indias. Las Casas participa en la controversia preparatoria de Va- cal, entre autoridad y libertad, nutren su extensa obra. Su concepto
lladolid advirtiendo que "los descubrimientos no se den con títulos sobre el estado de naturaleza completa la idea iusnaturalista que
y nombres de conquista; pues habiéndose de hacer con tanta paz y había esbozado Hobbes. En cambio, Locke califica a ese estadio del
caridad como deseamos, no queremos que el nombre dé ocasión ni color h mbre como pacífico, aunque no reniega de la esclavitud. Más aún,
para que se pueda hacer fuerza o agravio a los indios". Al leer el texto l n el Segundo tratado sobre el gobierno civil, de 1662, afirma: "Las
de las Ordenanzas, no sólo se encuentra la letra de Las Casas sino I yes de la naturaleza obligan a los hombres de manera absolu.ta,
también la influencia incontrastable de Hernán Cortés. Para el cura la medida en que son hombres, aunque jamás hayan ostablecido
la esclavitud debe ser desterrada, al igual que la violencia, salvo en 11 asociación ni un acuerdo solemne entre ellos, acerca de lo que
caso de necesidad extrema. La pacificación y la administración pos- ti nen o no tienen que hacer". Se podría acotar que la normativa
terior deben practicarse con moderación. La conversión no debe ser m ral es una construcción de la burguesía para la burguesía. Según
impuesta sino ofrecida. Cortés, que se impuso con una lógica basada (11 pensador inglés, los padres deben enseñar liberalidad a los niños
en la estrategia de las armas combinadas con la información y la co- y r comienda que aquellos que están a cargo del niño d~s?ongan que
municación, el término "pacificación" debía suplantar a "conquista" (\H liberalidad se pague con intereses. Rousseau critica a Locke
(Todorov, 1998: 188). A pesar de que Las Casas optó por una política y) acusa de hacer del niño "en apariencia liberal y de hecho un
colonial tolerante y litigó a favor de los indígenas, sin embargo con- '", zquino", de enseñarle sólo una "liberalidad usuraria" (Tarcov,
servó para su servicio un esclavo negro. 19 1: 171).
En el siglo XVII, la controversia pasó a un segundo plano. Los na- L acentuación de la rigidez de las relaciones laborales en el modo
tivos ya no eran considerados esclavos sin alma. La Iglesia condenó d( r ducción colonial, específicamente en las plantaciones, fue una de
la trata y, a partir de la expulsión de los jesuitas de Brasil, propició IIIH pr misas de la esclavitud en la modernidad temprana. La explota-
un cambio de "naturaleza" de los indígenas. I'i n lonial perpetraba una separación aun más profunda, es decir,
Para los colonizadores, incrementar la producción de metales y privab los esclavos del grado mínimo de humanidad, negándoles, en
materias primas fue una prioridad que demandaba mano de obra 110m r d la sumisión al trabajo forzado, la libertad de procrear seres
en abundancia. Ante la necesidad de una explotación intensiva de humanos libr y n muchos e sos la propia facultad de reproducirse
los recursos naturales que bajo la forma de metales y alimentos rnnv rti re n mi rnbr d un ~ mili (Pandolfi, 2007: 122).
requerían los europeos, en el siglo XVII nace la esclavitud y por ende COlllrnri un ní, n un orden ·oloni I y un ci d d iberoameri-
la problemática de la negritud. Los latifundi tas blanco y criollo, 1'/lIIIII'(gidnpol"(ld n('llOdivil\oyolnbHolllLiHmomon rqui 'nla
36 Carlos Lagorio 1", modernidad temprana 37

época de sor Juana Inés de la Cruz los mejores espíritus comienzan Resulta curioso que recién a fines del siglo ~ la Iglesia Católica
a mostrar -así sea en forma borrosa y tímida- una vitalidad y curio- "(~ ptara haber incurrido en errores en el juic:io que condenó a Ga-
sidad intelectual en abierto contraste con la anemia de la España de I I o. Su máxima autoridad en 1992, Juan Pablo n, afirmó que la fe
Carlos n (apodado "el hechizado"). Sigüenza y Góngora se interesan y I razón ya no serían causales de conflictos. ~ero la rehabilitación
por las antiguas civilizaciones indias, con sor Juana y algunos otros, d( Galileo por parte de la Iglesia fue parcial. La documentación
y por la filosofía de Descartes" (Paz, 1971: 66). d( I Vaticano se refiere a los errores de los teóJogos que dictaron la
Mientras España declinaba como potencia, la santa inquisición ,'ondena. Sin embargo, no hubo una revisión del juicio por parte
creada allí en 1480 por los Reyes Católicos todavía estaba en su d i la Congregación para la Doctrina de la Fe, una institución que
apogeo. El tribunal juzgaba a herejes protestantes y a falsos conver- nún en la actualidad evalúa las problemáticas que la Inquisición
sos (judíos y musulmanes) y en forma encubierta a todo aquel que ,'( olvía con arbitrariedad y la más cruel repr~sión. Recientemente
fuera crítico a la ideología católica. En Italia, Galileo fue acusado de ( permitió una edición de los Documentos vaticanos del proceso de
herejía. A los acusados les estaba negado todo derecho a defensa, se tinlileo Galilei (1611-1741). La duda acerca d~ si la Iglesia había o
los torturaba, y las condenas iban desde la prisión, la hoguera o la 110 utorizado la publicación de Diálogo sobre los dos máximos sis-
horca. Una pintura de Francisco Ricci muestra un juicio, también I¡'I/WS del mundo, de1616, ha sido despejada. En realidad, quienes
llamado auto de fe, realizado en la Plaza Mayor de Madrid en 1680, ,', .urrieron a la figura de Galileo como tral{sgresor encubrieron
presidido por el monarca Carlos n, el hechizado, quien pese a dar so- una acción del poder político de la institución. En ese sentido, el
bradas muestras en público de su enfermedad mental, decidía sobre It lstoriador Mario Bagioli afirma que a partir de la lectura de los
la muerte o la vida de los procesados. do .umentos no hay forma de salvar el papel jugado por la Iglesia
I il se proceso.
No cabe duda de que en el siglo XVI el modelo copernicano y las
La máquina de la razón d( mostraciones científicas confrontaban directamente con las Escri-
!.1I1' s. Escudado en la fragmentada política italiana, Galileo había
Mersenne, el amigo incondicional, le pide por correo a Descartes ,'( alizado gran parte de sus investigaciones primero en la vieja Uni-
el manuscrito de su nueva obra Le Monde para su edición. El filósofo v( r idad de Padua (fundada en el siglo XIII) y lU~goen Venecia, donde
le responde que le enviará un borrador y como posdata le requiere a ,'(1 .ibió un salario del Estado, lejos del control de Roma. En Padua
su interlocutor que le envíe una copia de El diálogo sobre los princi- 1'\ I protegido de la República de Toscana, gob~rnada por la familia
pales sistemas del mundo, de 1632, que Galileo acaba de publicar. A M dicis, Allí perfeccionó unas lentes de origen holandés, que podrían
medida que los descubrimientos en física y astronomía contrastaban 1'0' siderarse un juguete para la óptica moderna, y construyó un po-
con las verdades reveladas en las Sagradas Escrituras, la intolerancia doro O telescopio. Además, descubrió tres luna, de Júpiter y, lo que
hacia los adelantos científicos se incrementó. Descartes nunca obtiene "1 sultó más temerario, el perfecto desplazamiento de ellas alrededor
el ansiado impreso, escrito por el científico italiano, para constatar dll s planeta de nuestra galaxia. Consiguió vender a la marina de
sus propias tesis sobre física y astronomía que formaban parte de I u rra de Venecia la invención del telescopi- que revolucionó la
Le Monde. 11 Lr nomía al superar el sistema creado por holomeo, y prosiguió
Ese verano de 1633, Galileo es arrestado y condenado por la Inqui- 1'011 sus descubrimientos hasta que las autoridades eclesiásticas lo
sición y todas las copias de El diálogo fueron quemadas en Roma. I n v it ron al Vaticano a dialogar con los inqUisidores. El científico
'l/'j'U m nt6 que utilizó como hipótesis las prentisas dadas a conocer
En cierto modo la caída del favorito no constituye un caso al pOI' op mico. El papa Urbano lo envió a prisión y el Diálogo sobre
que se le pueda otorgar el beneficio de una causa justa, ya que /11/1 do» máximo istemas del mundo fue prQhibido por la Iglesia
se parece más bien a un ritual de sacrificio. Es precisamente su d urn ,IL do ci ntos ño
relación con el Papa lo que impide que Galileo sea un acusado 11]1 HIT Ht Y la ond na el lil o inftuyeton en Descartes, que
común y corriente. (Bagioli, 2008: 421)
nhnndonu In mpr Hi\ el plIbli '¡II' au obra y I ti' nsmit a Mersenne
1I di t'iHI 11 d( di HLJ'llh' f.1· MIII"I¡·, Hin ( mlH\I'go, un ti mpo d pu s
39
l.n modernidad temprana
38 Carlos Lagorio

1 s sentidos o los sueños. Ni siquiera la imaginación puede ayudar al


reflexiona y desiste. Nunca publicará Le Monde, pero incluirá parte
ntendimiento de los hechos naturales. Pero las máquinas artificiales
de su contenido en diversos capítulos del Discurso del método.
1 someten a prueba, lo seducen. .
Para él hay un poder sobrenatural que afortunadamente domma
Aunque el pánico inicial de Descartes se mitigaría lo su-
11 los hombres: "La casualidad hace que mire por la ventana a unos
ficiente para extractar partes de El mundo y unirlas a sus
escritos sobre el método, que constituirían el célebre Discurso hombres que pasan por la calle, a cuya vista no dejo ~e exclamar
del método, que apareció en 1637 como su primer obra publi- jue veo a unos hombres, como asimismo veo la cera; y, SIn embargo,
cada, en 1940 aún le preocupaba que la Iglesia descubriera ¿qué es lo que veo por la ventana? S~mbreros, ~apas, que muy ~Ien
que albergaba opiniones copernicanas y le persiguiera por ello. podrían ocultar unas máquinas artificiales, movidas por resortes . La
(Grayling, 2007: 220) metáfora invita a comprender que esas figuras son hombres porque
1poder de juzgar reside en sus espíritus.
Las complejas relaciones de las sustancias corpóreas y materiales Las observaciones de Joseph Jacotot, intelectual y pedagogo del
(la res extensa de la naturaleza) no fueron un obstáculo para que siglo XVIII revelan como prioridad el ejercicio de la voluntad en la
Descartes las expresara en fórmulas algebraicas. Si la naturaleza actividad intelectual presente en Descartes: "Esa voluntad soy yo,
no se puede conocer a través de los sentidos, la aprehensión de su S mi alma, mi potencia, mi facultad. La mano y la inteligencia son
realidad consiste en indagar la extensión y el movimiento. En defi- clavas y cada una de ellas tiene sus atributos. El hombr~ es una
nitiva, el verdadero conocimiento de la naturaleza es matemático. inteligencia al servicio de la voluntad". La igualdad carte~Iana del
Por eso, introduce la idea de movimiento y recrea la idea geométrica (' gito cobra vida en un nuevo sujeto pensante que se expenmenta a
de representación a través del álgebra. Ahora bien, el filósofo resultó H mismo en las acciones que ejerce sobre sí y sobre otros cuerpos. En
un innovador de la física moderna al elaborar un nuevo instrumento 1 actualidad, se comprende que la significación también es producto
del conocimiento: la geometría analítica. En su obra Meditaciones d la voluntad (Ranciere, 2007: 76).
metafísicas, de 1647, prosigue el entramado del Discurso del método Debido a su afán pedagógico, el filósofo publicó el Discurso del
elaborado una década antes y avanza en la caracterización de la res IIL todo en francés y no en latín, para ser comprendido no sólo por los
extensa de la naturaleza. En ese texto analiza el concepto de materia .atedráticos sino también por las mujeres y el pueblo. Sin embargo, no
y sus transformaciones a través de un ejemplo, el de la cera, extraída I udo soportar el debate que generó su obra. En ge~eral,. consideraba
de la miel de las abejas. O sea, elige una materia que puede adquirir 11 cios a quienes criticaban sus escritos, y falsas e IrracIOna:es a sus
diversas formas y olores. nrgumentaciones. Incluso Thomas Hobb~s'"uno de ~us a?,mIradores,
Si hubiera que resumir, Descartes cumple un papel innovador en (' n quien compartió una cena, le parecia desprec;a~le. Pese a su
la elaboración de teorías científicas que analizan la escisión entre .ar cter arbitrario, Descartes mantuvo arduas polemIcas. en to~no a
sujeto y objeto. Su método se basa en separar dos sustancias básicas I-Ill obra si bien solamente tomó en cuenta el iritercambio de Ideas
que son la mente y la materia (dicotomía mente-cuerpo). La distinción ion científicos como Isaac Beckman, al punto de plagiar a algunos de
entre racionalidad y causalidad terminó separando también el mun- II . En cambio, se tornó irascible con los profesores de la Universidad
do de la experiencia humana (racional) del mundo de los fenómenos ti Utrecht que lo acusaron mediante libelos de erigirse en un astuto
naturales (mecánicos). I ~nsor del ateísmo.
En los Países Bajos escribió prácticamente la totalidad de sus Huygens, quien fuera mecenas de artistas e incondiciona~ pr?tec-
obras más consultadas. Si hubo un país que protegía las ciencias y ~()r d Descartes en Holanda, le aconsejó no responder a las diatribas:

las artes, fue sin duda Holanda. Allí el filósofo conoció a Anna Maria "LOH t 6logos son como los cerdos; si les estiras la cola, chillan". El
Schurman, que pertenecía a la elite de la Universidad de Utrecht y oí.rora fi 1 discípulo de los jesuitas no le hizo caso y ~l~vó el to~o de
había publicado un texto sobre la aptitud de la mujer para las ciencias 111 poi mica a través d cartas condenatorias a sus crrticos. Lo CIerto
y las letras. Quizá la formación religiosa o la misoginia del filósofo, 1\1( qu 1 di puta ntabl d ntr 1 autor del Discurso del método
o ambas a la vez, le impidieron entablar amistad con una mujer que y 101-1 'L log 8 d la n ivt rHid"d do ~tr cht, lla~ada la querella
por su trayectoria podía ser considerada un par. tll' i lt rech! , H\IHt~iL)
In 111,(\11('\"1 (\(\ In int I tualid d europea. La
Descartes no se conformó con criticar la apariencia que brind n
40 Carlos Lagorio La modernidad temprana 41

pluma elegida por Gisbertus Voetius, el rector de esa universidad, dernidad asestaron un golpe irreversible a la confianza humana en
fue la de su discípulo, el teólogo Martin Schoock, que sumió en un el mundo y el universo: la tajante separación entre ser y apariencia.
tono panfletario a la polémica. En el opúsculo El admirable método, Porque la relación ya no es estática como lo había enunciado el es-
de 1643, Shoock acusó a Descartes de ateísmo, de predicar contra cepticismo tradicional" (Arendt, 2004: 303). La filosofía moderna dio
los clásicos, de demonizar el método escolástico y de escoger con su por superada la tradición y el Renacimiento, que había descubierto
método "el camino más directo para llegar al delirio, a la locura, al en la Antigüedad que la verdad se revela a sí misma. La duda era
frenesí más insensato" (Guenancia, 2002: 98-99). Quizá la inhabitual cierta y real.
violencia y vulgaridad del escrito y la escasa jerarquía intelectual Si bien la filosofía cartesiana se difundió en Europa, el contexto de
de Shoock impulsaron al filósofo a responderle directamente a su la época remitía a una modernidad incipiente. Solamente las elite s
maestro, Voetius. discutían con intensidad las propuestas que las ciencias naturales y la
A pesar de que Descartes fundamentó en su obra el dualismo entre filosofíasometían a la vara de las demostraciones. En cierto modo, las
la materia y el alma, su filosofía tuvo como objetivo superar la pers- batallas intelectuales que encaró Descartes culminaron en la segunda
pectiva del mundo material de Aristóteles y la armonización teológica tapa de la modernidad. Sus argumentaciones no sólo fueron utiliza-
a la que había arribado Tomás de Aquino en el siglo XIII. das para criticar a quienes recurrieron a la teología sino también a
los ensayistas que acudieron a la experiencia sensible y singular del
Su propósito declarado era borrar la ciencia y la metafísica humanismo como parte de sus indagaciones. Entre los siglos XVII y
aristotélicas tradicionales y reemplazarlas con una mirada
XVIII, el ser moderno, el ser permeable al cambio, abierto a los sueños
nueva sobre las cosas, limpia, racional, libre de tecnicismos,
matemáticamente fundada, sostenible y claramente argu-
de la razón, todavía anidaba en grupos minoritarios.
mentada, y creía con sinceridad que esto no contradecía los Elaborar un método racional, una ciencia unificada y un lenguaje
principios teológicos básicos, sino que era coherente con ellos. universal eran tareas plagadas de obstáculos. Los dos primeros pro-
(Grayling, 2007: 289) yectos (un método racional y una ciencia unificada) formaron parte de
los avances científicos de Descartes. El tercer proyecto fue esbozado
Más tarde, en 1646, los calvinistas de la Universidad de Leiden luego por Gottfried Leibniz (1646-1716) y formó parte de uno de los
prohibieron en su totalidad la filosofía que pretendiera la gradual intentos filosóficos más ambiciosos del siglo XVII: la creación de un
superación del aristotelismo. Descartes apeló a la intervención del I nguaje universal.
príncipe de Orange, quien intercedió y lo favoreció. Dado que había El filósofoalemán, oriundo de Leipzig, realizó numerosos trabajos
dos escuelas enfrentadas entre sí, la filosófica y la teológica, el rector n torno a las ciencias jurídico-morales, la lógica, la matemática y
de Leiden, bajo la recomendación de la máxima autoridad política, I física. Hasta entonces, los cartesianos seguían recurriendo a la
autorizó que la física de Descartes se impartiera entre los alumnos y utoridad divina para explicar que los movimientos de los cuerpos
prohibió cualquier discusión metafísica -para disgusto de los teólo- !ol n una ocasión para que Dios, vinculado a la esencia del alma hu-

gos-, fuera aristotélica o cartesiana. mana, sea el árbitro entre las decisiones de los pensamientos y los
m vimientos mecánicos. Ante esa contradicción, Leibniz concilia
I iciones y propone que el alma y la masa corporal son como dos
La razón onírfca l' 1 des, sincronizados, pero cada uno funciona independiente del
(1 r . En la Monadología, de 1714, el mundo está constituido por un
Así comoHobbes leyó febrilmente a Descartes, Isaac Newton (1642- núm ro infinito de mónadas (unidades de fuerza dinámica), según
1727) también lo hizo. Con la puntillo sidad y el respeto que no había 11 n armonía preestablecida y ordenadas gradualmente desde la
obtenido de sus contemporáneos, el creador de la física moderna no mnl, ria hasta una mónada superior (Dios). "Con su doctrina de la
sólo siguió sus pautas metodológicas sino que expuso un análisis del ('01 tinuid d, u teoría de la volución por grados y su concepción del
Sistema Solar a partir del bosquejado por el filósofo francés. I uní, p rLi ul r m un mi r mos, r presentaba una defensa
"La acerbidad de la duda en Descartes se comprende hoy con n"'lt11\1 d 1 modo d .ompr: nsi 11 qu 11 mamo in cdoque" (White,
claridad si se considera que los nuevos descubrimientos de la mo- • ,OOr¡: (17), Hu '(lO('¡ pd ••1 111111'0 IllO!ol He proy 'Lo \fi 1 an li i d la
42 Carlos Lagorio 1,(\modernidad temprana 43

historia, siendo el contexto o el macrocosmos una totalidad de hechos e norme en la sistematicidad del pensamiento moderno. Las teorías
históricos que se unen en su diferencia. . ntradas en la razón científica provocaron la apertura hacia otros
En Europa, durante la época de las monarquías absolutas la re- iampos del conocimiento.
lación entre gobernantes y pensadores fue prolífica. Leibniz estuvo Concluida la Guerra de los Treinta Años, Descartes transita la
atento a los conflictos que podían reeditar otra guerra de los treinta última etapa de su vida. Confiesa que la pasión no había sido objeto de
años. Guiado por el temor a una nueva confrontación entre naciones HUS estudios y decide escribir un tratado sobre las pasiones: "Es una

redactó en 1670 un plan de unión europea que mitigara las apeten- materia que nunca había estudiado antes". Luego de las publicaciones
cias territoriales y económicas. La solución consistía en encauzar la ti 1Discurso del método y Meditaciones metafísicas, confirma su teo-
colonización de nuevos territorios para evitar rivalidades. El plan r a. Reitera su concepción de la relación alma-cuerpo y se concentra
de internacionalización del filósofo, bajo el paraguas que le confería sobre los principios morales. Curiosamente, en su primera obra de
el modelo etnocéntrico de civilización, atribuía la legitimidad de la juventud, El compendio de música, había descripto las pasiones del
conquista a Suecia en Siberia; Inglaterra y Dinamarca en América del ulma producidas por el sonido armónico de la música, aunque tam-
Norte, España en América del Sur, Holanda en las Indias Orientales hién la importancia de las proporciones matemáticas presentes en
y Francia en África y Egipto. las vibraciones armónicas.
Al año siguiente, el ideal político de Leibniz se complementó con Su obra postrera retorna las preocupaciones que había eludido en
la propuesta ecuménica de Jacques Bossuet, La exposición de la fe H l corpus teórico y la titula Las pasiones del alma, de 1649. En su
católica y las controversias, de 1671. En el texto, el influyente teólogo escrito llama la atención sobre el hecho de que una pequeña glándula,
francés ideó un proyecto para lograr la unión de las Iglesias. El legado lit pineal, cumpla un papel decisivo en las relaciones del alma y el
de Descartes está presente en la utopía de Leibniz, que propone a los cuerpo. Así la describe Descartes en el artículo 31 de Las pasiones del
jesuitas interceder en su proyecto ecuménico y les obsequia la arit- alma: "La parte del cuerpo en la que el alma ejerce inmediatamente
mética binaria de su Ars combinatoria para que descifren el 1 Ching, HU funciones no es de ningún modo el corazón, ni tampoco el cerebro,
el libro oracular oriental, compuesto por hexagramas. Hino solamente su parte más interna, una glándula muy pequeña,
Además, al libro originario de China se lo conoce como el Libro de Hituada en el centro de su sustancia y suspendida de tal modo por
las mutaciones, cuyos primeros textos se remontan al 2600 a.C. Luego e ncima del conducto por donde los espíritus de las cavidades anterio-
incorporó aportes de la dinastía Chou y de los comentaristas de la " se comunican con las posteriores". Es posible que haya elegido la
escuela de Confucio, aunque su publicación en Europa fue posterior a , I ndula pineal porque le parecía el único órgano en el cerebro que
la empresa de Leibniz. El 1 Ching fue editado a fines del siglo XIX y se no está duplicado bilateralmente y porque creía erróneamente que
le atribuyó características mágicas, hasta que el psiquiatra Carl Jung f ra exclusivo de los seres humanos.

escribió un prólogo a una edición de 1948 que contribuyó a derrumbar Es evidente que las emociones del alma lo alteran más que nin-
ese mito. El texto fundacional de la cultura oriental coincide con el ,'ún otro pensamiento, por eso las clasifica. Vale la pena tomar en
surgimiento de la escritura: ('U nta las que enuncia como primitivas: las pasiones del corazón.

Ad miración, amor, odio, deseo, alegría y tristeza forman parte de


Para los chinos, según el célebre Shuo wenjie de Jiu Chen, tina clasificación de tono melancólico. No obstante, el sustrato que
obra publicada durante el primer siglo de nuestra era, fue , u a la obra esta fundamentado en su lógica mecanicista. Por ello
Chang Ji, enviado de Huang Di (el dios amarillo), quien en el nnaliza, por ejemplo, que la alegría provoca el sonrojo y la tristeza
siglo XXVI a.C., tras observar las huellas dejadas por los pájaros hnc palidecer. Le fascina priorizar razonamientos tales como la
y otros animales, tuvo la inspiración de utilizarlas para distin- ve lo .idad de la circulación de la sangre, que cuanto más rapidez
guir entre las diferentes cosas, inventando de esta manera la nrlqui r má se calienta y provoca alegría y cuando se desacelera
escritura china. (Calvet, 2007: 23)
( nfrfa y produc tri t za. En esta peculiar obra, ningún estado
do Inil o I s aj no. La burl ,la risa, la compasión, la gratitud, la
Pese a la revisión que sufrieron las leyes que legitimaron con una 1If\l' lt.itlld, lo indign ci n, In v rgü nza, la imprudencia y el júbilo
pretendida validez universal las más diversas experiencias anatómi- dc HIlI"I) l)l\jo HIIle ,1l.0 d( (lIt,ortl 101ft),
cas, astronómicas y matemáticas, los cartesianos habían dado un pa
44
Carlos Lagorio I , IIlIld rnidad temprana 45

Como en ninguna otra de sus obras, el filósofo se sume en contra-


dicciones que vulneran su más cara distinción, el cuerpo y el alma. .. dido de la reina escribe una versión
,11111 .111 primera Juventubd'l~ feD rante cuatro meses el filósofo se
HU
Así la analiza Descartes en Las pasiones del alma, artículo 212: 1 ti 'a de una obra de a e_. u ara reunirse con Cristina en la
1, unta a las cinc~ de la man~~:t~ educativo. Una mañana helada
El alma puede tener sus placeres aparte. Pero en cuanto a 1!lldi()!. ea y cumplir con el con 'abandona los salones de la
los que comparte con el cuerpo, dependen enteramente de las . d 1650 fermo de neumoma, .
pasiones. Pero la sabiduría resulta especialmente útil en este .1, '1' brero Ae ,en del
s semanas e lnCl e incid nte y pese a los remedios . que
punto, pues enseña a dominar las pasiones de tal forma, y a luhlioteca. escasa '1 . 1 e el de un inerme conejo, se
I 111i mo elaboró, su corazon, a igua qU rd de cobre
manejarlas con tanta habilidad, que los males que causan son d' f locado en un a au t .
muy soportables, e incluso todos ellos pueden ser una fuente di' IlVO '. Su ea aver ,ue .eib iz descubrió ese texto inédito de Desear-
de gozo. IIn tiempo despues, Lei n , h bí sido enviado por su mecenas,
1, ,I'~I filósofo y pensador aleman. .~ la eci al a París Debía conven-
B· b g a una mision esp . ..
1 I hurón von
La pasión por el arte también anida en su mente pero se oculta ante . domer . ur dir, Europa a cam bi10 de invadir Egipto. Leibniz
b'

la lógica de su pensamiento. Sin embargo, Las pasiones del alma es , , I 11 LUlS XN edno 1672
mva hasta
1 Viersa 11e s , pero no pudo entrevistar al
quizá su contribución más importante a los estudios de la psicología 11" n1 marzo
S· be rgo fue bien . reciibido1
por los científicos franceses
, .
y
del hombre. La vida de Descartes fue recatada, casi monacal. Lue- 11, 'yo. In
. , em . a, - -c.,
llí Perfeccionó su s estudios en matemáticas
go del nacimiento de una hija de su juventud, no reconocida, Francine, 1'j\l'lnan~c~ovanos an?~ a. rtas de la Academia Francesa de las
se preocupó por acreditar una apariencia de celibato durante el resto Mil ctlvldad.l~ ,abnollahs.p~e . del pensamiento racionalista no
1'11111 .ias. Su vision de a is oria y
de su vida. Un tiempo, madre e hija vivieron con él, aunque las nom- 1" /1 I misma que la de su antecesor.
braba como su ama de llaves y su sobrina. Sobrevivió a ambas.
En su madurez se relacionó con dos mujeres que pertenecían a la Cuando Leibnizpasaba revista al ~asado remot? veí~~~ :~
alta aristocracia y, como era frecuente en la época, eran sus amigas isamente las mismas fuerzas en Juego que :velaa t
pero también oficiaron de mecenas. O sea que tanto Isabel, princesa precisamente, f ran ni exactamen e
o
de Bohemia, como la reina Cristina de Suecia tenían la capacidad ~~~e:eef:::;ó~~~:e::~~:i~:~:n~:rl:~ d: ~o~i;.r:~~n,sino más
de apreciar su genio y financiar proyectos. Isabel fue su discípula y bien la armonía de los opuestos. (White, .
mantuvo con ella una relación epistolar que influyó, sin duda, en sus
escritos. "Nadie me ha comprendido mejor", confesó Descartes. dí París uno de sus anfitriones le dio a
1 urante s~ lar~a esta la en ublicación atribuida a Descartes,
En 1649 envía a la imprenta el manuscrito de Las pasiones del I .oibniz una PISt~ CIerta sob;. un~ p te el joven filósofo llegó hasta
alma y viaja a Estocolmo, invitado por la reina Cristina, quien de-
I"'HL entonces mhallab~e:, m~e~~~aba las siglas FRC (fraternitas
seaba que fuera su profesor a tiempo completo. Descartes la elogia en j I propietario de una edición q " stado Consumida por la
su correspondencia con Isabel. En las cartas que le escribe justifi- ') L bra estaba en pesimo e. .. 1
I wwe crücts ), a o di .
e a'ginas del escrito ongma .
d d '1
»

ca su amistad con la reina: "Conocerla fue suficiente para atreverme ervaba ieciseis p ib
11111 a, so o cons li uiso que la copiara, Lei _
a decir que tiene más virtud de la que la fama le atribuye". Durante 0m su dueño, Claude ClerSetle~, nO eqscrito luego de numerosas
(1
su corta estadía en Suecia acepta dictarle clases de filosofía. Cristina . 1 h bilidad de recons rurr e l ..
luego se convertirá al catolicismo en gran medida por la influencia I\I~ tuvo a a 11 1 d acerca de las composiciones
del filósofo. II ('/,U ra : El texto resultó r;::~í: d~~eñado a partir de los cinco só-
Illom tricas que Descartes eloctaedro el dodecaedro y
Moliere, autor y actor central en la cultura de su tiempo, señala It/lOH platónicos: el cubo, el tetr~e~~'exhaustivo ~ razonado de los
que "escribe para morigerar las pasiones, no para eliminarlas". Su j I i('OH dro. Se trataba de un es u l uidores atribuyeron poderes
obra teatral aborda la condición de la mujer y la realidad del mundo
01 ldos ]os que los griegos y s,: s::.:sto en lenguaje geométrico y
burgués en Las preciosas ridículas de 1659, La escuela de las mujeres IlIlHLi 'OA.Al recorrer el texto, cocóp 1 capaz de unificar todos los
de 1662 y Las mujeres sabias de 1672. En las obras del comediógrafo s . día hallar una l' rmu a ,
po 1
advierte la burla a la hipocresía d las mujer abias art i n /l11'(\hnll

,
1 6 Y tra r un v r dad absoluta para las matema- 1
Ahora bien, el escrito pó turno d rtor A t n IIAm tivo oltdoH I r gu L r"HI 7. Loibniz "'1'6 14'1'1)1 vil ri notas] margen de as
:lt,\';:jl;~IHllql::' ~(\('()n~L;'\I.Y 1, COllnloviclo por ( I traba] , n una de as
46 Carlos Lagorio l. modernidad temprana 47

notas resalta el descubrimiento de lajoya de la corona matemática ngonísticas, aquellas que resultan abstractas para la masa porque
de Descartes CAczel,2008: 203). privilegian el ejercicio del poder antes que el discernimiento entre el
Luego del hallazgo de Leibniz, el original del cuaderno guardado bien y el mal, entre lo humano y lo inhumano.
por Clerselier desapareció. Dos siglos después, en 1987, Pierre Cos- A Hobbes -como a Descartes-le espanta la locura no orgánica que
tabel actualizó y publicó la copia perdida de los rosacruces y las notas nmenaza a los hombres sanos. La lectura que realiza Hobbes de la
en los márgenes de Leibniz. Se había descubierto la clave secreta de novela El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de 1605, de
Descartes. La clave era el gnomon, término utilizado por los griegos Miguel de Cervantes Saavedra, pone de manifiesto esa concepción
para proyectar las sombras y calcular las horas. Tiempo después la .rítica de las pasiones, en cuyo estado no se razona ni se le teme a la
palabra gnomo n adquirió un significado científico: la regla que espe- muerte violenta. Alonso Quijano puede adquirir el carácter temido de
cifica la disposición de una secuencia de números. I~~locura del Quijote en el ámbito de la ficción. Pero la vida en socie-
La historia de la ciencia no reconoce a Descartes como pionero d d que exige la normativa moderna funciona como un freno a la no
en esta materia. El científico Leonard Euler (1707-1783) publicó la r cionalidad del arte y lo onírico. Descartes y Hobbes se conocieron y
fórmula mágica que gobierna la estructura de todos los sólidos tridi- tuvieron una relación epistolar a través de Mersenne, el privilegiado
mensionales. En 1730 se supo que Euler visitó en secreto la biblioteca interlocutor del filósofo francés.
de la Universidad de Hannover, donde se encontraba la copia del
cuader~o de Descartes reconstruido por Leibniz, que había despertado Durante su estancia en París en 1634, Hobbes conoció a
las pasiones del alma de los científicos en pugna. Marin Mersenne, a quien más tarde, en su autobiografía en
verso, describiría como el eje alrededor del cual giraban todas
las estrellas del mundo de la ciencia. (Skinner, 2010: 28)
Ciencia y poder político
Se puede afirmar que en el siglo XVII las teorías políticas que
Los filósofos..comenzaron a delimitar los campos de estudio y, u tentaron visiones del mundo que no reprimían las pasiones y
dada l.a com~leJIdad de los fenómenos de carácter social y político, 1\1 deseo, en definitiva, la carnadura humana, pasaron a un oscuro
a partir del siglo XVII surgen teorías de autor que dan nacimiento a undo plano. Desde una visión racionalista Hobbes dictaminó so-
las ciencias sociales. Con la creación del primer tratado de ciencia hr la necesidad de un pacto inquebrantable de los hombres con el
política, Leviatán (1651), Thomas Hobbes, que se consideraba un oberano instituido por el Estado. El andamiaje hobbesiano pretendió
fiel discípulo de Descartes, se tuvo en cuenta el poder de las Iglesias, odificar una teoría deductiva que legitimara el poder político, tanto
y en particular la autoridad de los reyes que atribuían al mandato pnr Estados monárquicos como republicanos, cuyo razonamiento
divino su legitimidad como gobernantes. Por ello fundamenta en sus f't 1 ra equivalente a la demostración de un teorema. Pese a la inge-
escritos que la responsabilidad última del gobernante no es ante el nuidad de la propuesta, su teoría abrevó en una estructura analítica
pueblo sino ante "el ser supremo". Hobbes se aboca a la tarea, inédita t Hp cífica en torno de una nueva concepción de la filosofía política:

desde la Política de Aristóteles, de construir una teoría política au- 111 • ntractualismo.

t?noma p~r~ los Estados. Se considera que la innovación teórica y el En la teoría contractualista hobbesiana, la delegación del poder
ngor analítico de Hobbes minaron los supuestos en los que se basó la 1111 bruto, por parte de cada uno de la totalidad de los miembros de

teoría especulativa de Nicolás Maquiavelo en torno al poder político. 11111 comunidad, a una o a varias personas capaces para gobernar,

La metodología elaborada por el florentino para acrecentar el poder vluhilizó el pasaje del estado de naturaleza a la sociedad política.
de los príncipes encontró su límite en las teorías que acompañaron 1 ) 11 monarca o los miembros de una república podían ser los sujetos
el despertar de las ciencias sociales. i ibl d ese pacto y los responsables de concentrar el monopolio
Aun así, el decisionismo político de Maquiavelo y los instrumentos di In fu rza. En síntesis, el contrato como categoría política y social
de. análisis que proveyó siguieron siendo fuentes de consulta para pl rmit up r r la confrontaciones, validar la paz y construir un
quienes detentaron el poder o quisieron obtenerlo. La compl [a trama 11) uido d d r ch. in mbargo 1 ontractualismo clásico va aevolu-
de la acción política en Maquiavelo r mit a la adopción d e i n l' 011111' htl ,in (brmnH (\0 frohi(ll'llo mt nOHtWL crática que la preferida
)101' 01111 Hof() in) I H,
48 Carlos Lagorio 1,11
modernidad temprana 49

Al tratar el despotismo como una forma legítima de monar- En síntesis, el alma de la soberanía no estaría centrada exclusi-
quía, Hobbes deja ver, con mayor claridad que antes, que su /1mente en la cabeza del rey sino más bien en los cuerpos periféricos
meta fundamental es justificar la soberanía absoluta. (Skinner, q\1 se constituyen en sujetos. Para Michel Foucault, el poder no se
2010: 57) udquiere ni se conserva. El poder funciona a través de una organiza-
1Ion reticular, que se modifica y no está localizada. En las mallas de
Consciente del poder que tienen las imágenes para representar 111'ro del Leviatán los súbditos no lo padecen, más bien son sujetos
los atributos del poder, Hobbes le transmitió a su editor la imagen 11stóricos en su construcción y transformación.
que soñó podía simbolizar al gobernante y su dominio. La tapa de la ¿Fue sincera la adhesión del autor del Leviatán a la autocracia
primera impresión del Leviatán sintetiza en forma alegórica la teoría 1limo sistema de gobierno? ¿O más bien se trató de una simple cons-
del autor. La tradición tipográfica y libresca se había convertido en 1ntación de la realidad? El escritor era consciente de la fragilidad del
una realidad. La tendencia iconográfica fue importante, como se ve 11/1 'j nte Estado de derecho que había sido vulnerado por guerras
en portadas grabadas, altamente simbólicas, que persistieron a través .1111 ticas. Luego de la ejecución de Carlos 1, se vivió el clima de una
de la década de 1660, llenas de figuras alegóricas y otros motivos no 11pública ficticia, con la presencia de católicos y puritanos en pugna
verbales (Ong, 2006: 125). En su portada, el Leviatán ha sido imbui- '1111los niveladores que aspiraban a un régimen democrático y a una
do de los atributos de la monarquía. La figura real luce la corona, IhHoluta libertad religiosa, la revolución sangrienta. Con la aboli-
la espada y el cetro (vara labrada en oro y símbolo de dignidad). La , 011de la monarquía crece elliderazgo de Oliver Cromwell, quien
gigantesca figura reina sobre sus dominios (ciudad y campo). El con- 11'omulga la ley de navegación y dicta una amnistía que le permite a
tenido que da forma a su cuerpo está compuesto por decenas de otros l luhb s regresar a Inglaterra después de once años de exilio. Final-
cuerpos muy pequeños. La composición metaforiza la adhesión de los I'I~lit ,en 1653 Cromwell asume el título de lord protector y disuelve
súbditos que renuncian a su propio poder para que el monarca los re- 11 Pnrlamento. Es posible que el temor de Hobbes a la censura y el
presente. Vale la pena reflexionar si el gigante llamado Leviatán es ,11 ti rro hiciera que validara la autocracia como una de las fuentes
un humanoide o un animal artificial que probablemente para el autor .11uutoridad legítima, En 1658 muere el lord protector convertido en
también representa a la maquinaria artificial del Estado moderno. .1 l'l.ndor. En 1660, con la restauración de la monarquía en el trono,
En la introducción del Leviatán, su autor afirma: 11,1110II impide la reedición del Leviatán.
) b consignar que durante el protectorado de Cromwell se funda
La naturaleza (el arte con que Dios ha hecho y gobierna
1" (:ommonwealth. Esa asociación, que prometía el bien común a sus
el mundo) está imitada de tal modo, como en otras muchas
llllhit.nntes, se extendió también al andamiaje colonial británico. Sin
cosas, por el arte del hombre, que éste puede crear un animal
artificial. 111111111' o, las comunidades que vivieron bajo el imperio británico no se
111 11I1(l'iron con la declaración de derechos que fueron promulgados
La descripción de los cientos de cuerpos que componen la malla 1111.11 d la Revolución Gloriosa de 1688, que impuso una monarquía
reticular (la armadura del monarca) representada en la portada del 1111111 m ntaria en Inglaterra. En realidad vivieron las penurias de la
libro sugiere otra interpretación: un replanteo de la visión mecanicista I I 1I I-In i6n racial y la explotación de sus recursos.
y unívoca en Hobbes que proyecta el concepto de la multiplicidad de los hor bien, la descripción simbólica del andamiaje burocrático
cuerpos en contradicción con la resolución de una voluntad única. 111/Ido p r las monarquías absolutas necesariamente debía incluir
11 ,1(' 'i n de una corte que mediara con las burocracias y el pue-
Más que preguntarse cómo el soberano aparece en el vér- Idll "Una corte está concebida ante todo como un centro, como un
tice, era necesario indagar cómo se han constituido los sujetos 1'llIdll ' ntral a partir del cual orientarse. La tendencia a moverse a
realmente, materialmente, a partir de la multiplicidad de los 1111IHllILo ntral es muy antigua y ha sido observada incluso en los
cuerpos, de las energías, de las materias, de los deseos, de 111111pl\lI' s" ( an tti, 2005: 569). La Corte forma parte ineludible
los pensamientos. Captar la instancia material de la sujeción .1. 111111()IU\rquas qu van a ini iar 1e mino de construcción de los
en cuanto constitución de los sujetos habría sido exactamente lo 1', 1111111 mod mOR unif '111'(11(j rcito I br d lo impuestos y
contrario de lo que Hobbes había querido hacer con el Leviatán. 1 11111111' 'OIl 111['1'Il/'1I)("tlll'Í )11poi t kll. A I()Hmi mbro d 1 ort
(Foucault, 1992: 38)
50 Carlos Lagorio 1,11 modernidad temprana 51

se les permite algunos derechos pero están limitados a conservar su lJ n nuevo orden
puesto, y conscientes de sus limitaciones rinden homenaje al soberano.
El poder no se sustenta sólo entre diferentes; debe apelar a otros más Las frecuentes invocaciones a la utopía que habían signado la fi-
semejantes: los cortesanos. lnsoña de Francis Bacon en su obra Novum organum (1620) y al libre
John Locke re tomó el instrumento contractualista de Hobbes aun- pcusamientc del humanismo libertino de Montaigne gravitaron en las
que incursionó en la elaboración de una teoría política que combinó su visiones del mundo que confrontaron con la racionalidad cartesiana,
raíz liberal con los preceptos que el germen del capitalismo insinua- Iundamentada en una moral ajustada a la razón. Montaigne describe
ba. En el Segundo tratado sobre el gobierno civil, de 1662, describió 111 hombre de su tiempo como un enfermo de presunción que olvida
los fundamentos de la propiedad privada y desautorizó a Hobbes, al 1111 es prisionero de la parte más pútrida y muerta del universo.
invocar como legítimo el derecho a la rebelión de los gobernados. Sin It:H olvido es la peor de las locuras. La relación entre razón y locura
apartarse de los dictados religiosos, apeló a la cosmogonía, instó a VII a estar excluida del pensamiento de Descartes como la ilusión y
encontrar en las señales del cielo el camino de la rebelión del pueblo td rror que la mente deben superar. Paradójicamente, y pese a la
frente a las promesas de felicidad incumplidas de los gobernantes. r n aceptación de la comunidad científica sobre el naciente método
Considerado el padre del liberalismo, Locke plantea tres formas de t'/I rtesiano, no cesaron las controversias.
dominio: el paternal, el civil y el despótico. La legitimación de cada una Por su parte, Descartes invitaba a "dejar de lado absolutamente
de ellas se basa, para el paternal, en un fundamento natural; para el 11 1 literatura". Consideraba que la acumulación de experiencia
civil en el consenso, y finalmente para el despótico en el triunfo de las y 1 interés de viajeros e historiadores no debían ser tenidos en
armas. El consenso es una construcción contractual que abjura de las 1'\1 inta para la reflexión filosófica. Las condiciones de lo racional se
otras formas de dominación, con la salvedad del derecho, que otorga ustentaban a partir de ideas y principios generales que pudieran
la propiedad privada (fuente de poder económico). Acicateado por las tI plicar los casos individuales. Lo transitorio debía dejar paso a lo
discusiones teológicas de la época, el escritor inglés intervino en la \1\ rmanente. El Renacimiento y la premisa aristotélica de buscar
problemática religiosa. Durante su destierro en Holanda escribió la 1" crteza en la naturaleza del caso concreto se diluyeron a medida
Epístola de tolerancia (1685), que se publicó en forma anónima unos q\l la modernidad y el capitalismo se afianzaron. Sin embargo,
años después. También hizo aportes en pedagogía y psicología en el ti 1I r nte el desarrollo de la modernidad la ciencia racional no pudo
ensayo Sobre el entendimiento humano (1688). ( pultar estilos de vida y proyectos utópicos que se combinaron con
Después de las teorías contractualistas de Hobbes y Locke, la edad 111 literatura y el arte.
de la razón fue el punto de partida para que otros autores iniciaran Por qué se ha propuesto el cogito de Descartes como un concepto
el camino de la especialización de las ciencias sociales que enfocaron tundador de la modernidad? ¿Fue una teoría más que se remitió a
fenómenos complejos en áreas específicas: el hombre, la sociedad y lo uutoconsciente, la duda y la reflexión? ¿O en cambio sentó las
el lenguaje. h IH de una edad de la razón que enraizó el concepto de ciencia
Sucede que en el siglo XVII la ciencia y la filosofía no se habían t 11 1 metanarrativa de la modernidad? Quizá Descartes haya sido
separado lo suficiente como ocurrió después de Newton y Kant. Des- 1111 pionero en el camino cimentado por las positividades modernas,
cartes llamaba "filosofía" a la ciencia natural y cuando se refería a nunque también fue el heredero privilegiado de la episteme clásica,
la filosofía prefería nombrarla como metafísica. En pleno siglo XVIII, q\l no negó y profundizó. Su conocimiento de la metafísica colaboró
Newton todavía rotulaba de "filosofía experimental" las investigacio- 1'011 un ordenamiento que fundamentó con la creación de un sistema
nes que realizaba y se congratulaba de exponer sus conclusiones ante Idl 'br ico de la representación.
astrónomos y filósofos. Kant fue el último de los filósofos que realizó 1ara Foucault, Descartes fue uno de los exponentes más claros
estudios de astronomía y ciencias naturales y dirimió sus indagaciones dI lA pr ntación de la mathesis como ciencia universal de la me-
con especialistas de esas áreas. ¡(Idn 1 rden de las r pre ntaciones. La pretensión de constituir
11I1 -on irni nto v rdad 1'0 S tradujo en la mathesis universalis
po 1.\11 d p r ¡:¡ rt, H, <1\1 fu 10 pi dr b al para el incipiente
I l('iOlllllililTlO fil()H )firo, I'odllll 111' <\\1( lA math si.e;h ya dominado
52 Carlos Lagorio I I modernidad temprana 53

las ciencias en general, tanto las matemáticas como la gramática, , 1, mento s más significativos, sino el aparato embrionario y órganos
la historia natural y el análisis de las riquezas. El filósofo no habría rurno los cotiledones. La flora francesa (1778) y Memorias de física e
negado el imperio de las semejanzas que fuera dominante durante IliHtorianatural (1797) de Jean-Baptiste Lamarck fueron decisivas a
el Renacimiento, más bien concilió un proyecto de carácter universal In hora de desbrozar el camino hacia una nueva ciencia: la biología.
con el orden de las comparaciones, dándole a la semejanza la univer- 11:1 ientífico francés se había negado a practicar disecciones y recha-
salidad de la forma pura. Parafraseando a Descartes, todo conoci- IIb un principio de clasificación para los animales inferiores que
miento se obtiene por la comparación de dos o más cosas entre ellas. 11 fundara sólo en la parte visible de la naturaleza. La observación
El orden de la representación había entrado en escena. La mathesis, di 1espacio profundo, interior y esencial de la naturaleza va a hacer
que sirvió para establecer un cuadro ordenado de identidades y de inducar la lógica tradicional de la historia natural y la autoridad
diferencias entre las representaciones, tuvo entre los siglos XVII y IIL lectual derivada de la taxonomía. Hasta el siglo XVIII, "los clasi-

XVIII su máximo apogeo. En la época de Descartes y de Leibniz, la [u-adores establecieron el carácter por medio de la comparación de
transparencia recíproca del saber y de la filosofía era total. Ambos , tructuras visibles, es decir, mediante la relación de elementos que
permanecieron muy cerca de las premisas que fueron constitutivas , 1'/1 n homogéneos ya que cada uno de ellos podía servir, de acuerdo al

del pensamiento clásico. pt'iI cipio ordenador que se hubiera elegido, para representar a todos
Hasta fines del siglo XVIII el hombre fue considerado como figura, IIIH demás" (Foucault, 2002: 222).
como pliegue del saber. Ese orden clásico de las representaciones Tal como analiza Foucault, a fines del siglo XVIII y durante la
puede ser graficado a través de la expresión simbólica de una obra I'gunda etapa de la modernidad los problemas relacionados con el
pictórica paradigmática. La ausencia del sujeto se revela en el análi- I Impo formal y el campo trascendental del conocimiento van a ser
sis del cuadro de Velázquez Las Meninas (1656), cuyo análisis ocupa fllI \ tos en suspenso y el saber ya no se va a desplegar sobre el fondo

el contenido del primer capítulo del libro Las palabras y las cosas uuificado y unificador de una mathesis universal clásica. El primero
de Foucault. El juego de las representaciones remite mediante una 1111 produce una ruptura con esa concepción clásica es Kant. El filó-

creación artística a la ausencia del hombre en la teoría clásica del lile) lemán dio los primeros pasos hacia una episteme moderna. Su
saber. Aun cuando la producción del conocimiento de la época llamada VIIHt obra apunta a reconstruir una nueva relación entre el sujeto
clásica fue prolífica, en definitiva el saber no formaba parte de una V ni objeto, relación que un siglo antes Descartes y los mecanicistas
humanidad consciente. 11111> an contribuido a escindir.
De todas maneras, en la modernidad temprana el hombre actúa en ra Kant, existen dos fuentes de la experiencia y el conocimien-
función de un movimiento autónomo de la representación. La Lógica 111: 1 intuición (la sensibilidad) y los conceptos (el entendimiento).
de Port Royal, de 1662, fue el primer manual de lógica moderna, deri- mb s facultades, sensibilidad y entendimiento, se relacionan a
vada de La lógica, o el arte de pensar, que escribieron los j ansenistas 1I'Ilv s de la imaginación. En la Crítica de la razón pura, de 1781,
AntoineArnauld y Pierre Nicole en 1646. En la redacción del texto que dldin la imaginación como la facultad de la síntesis en general.
cobró popularidad y fue legitimado durante siglos habría colaborado 1':" 1 Crítica de la razón pura la imaginación sirve al intelecto;
el filósofo Blaise Pascal. La lógica de Port Royal y su gramática del I 11 1 Crítica del juicio, de 1790, el intelecto está al servicio de la
signo enuncian dos ideas: una, la de la cosa que representa; la otra, 1"\ .¡pnación.
la de la cosa representada. Su influencia fue inmensa para la mayoría
de los científicos que colaboraron en la Enciclopedia, de 1765. Las Nuestra sensibilidad parece necesitar la imaginación, no
taxonomías y las clasificaciones tendían a representar los caracteres s610como auxilio para el conocimiento, sino también para re-
visibles de los seres vivos. La visión del ser y de la representación onocer la identidad en la diversidad. (Arendt, 2003: 147)
todavía sustentaba un enfoque tradicional.
En el siglo XVIII se dará un cambio fundamental en la ciencia. El I';n 1 e mpo de la cultura las transformaciones que terminan con
verbo "clasificar" va a significar la relación entre lo visible y lo invisi- 1" ju gos 1 ico d la m J nza y los signos van a tomar cuerpo
ble. Por ejemplo: en el orden vegetal se puede comprobar qu no on , 1\ 1 \ literatura, prim J'() -on 011 (1/1 q/lUot y Iu o e n Juliette(1801)
las flores ni los fruto -la partícul má vi ibl d 1 B plantas-los d,1 Mn rqu H el 8nd(, 1,11 lit, ..,11,\11',1 d, \/1 !TI el 1'1 id d t mprana hizo
54 Carlos Lagorio 1,11 modernidad temprana 55

posible que las palabras se reencontraran nuevamente en su natu- lrhros indígenas de Chilam Balam fue profética: "Aquellos que no
raleza de signos. plI dan comprender morirán; aquellos que comprendan, vivirán".
Sin embargo, el hechizo de una teoría racional influyó en forma
determinante en el ideario que inició el camino del evolucionismo
histórico. La invocación a un camino de progreso y certidumbre y a
la promesa de felicidad del hombre fue desde entonces una impronta
universalista de la modernidad. Desde esa perspectiva, la sub alter-
nización de las culturas de los pueblos conquistados que se materia-
lizó en el siglo XVII contribuyó a crear una línea divisoria entre esas
culturas y el modelo de civilización etnocéntrico.
A pesar de que algunos de esos pueblos, como el azteca, habían
sojuzgado a otros indígenas, la otredad no implicaba una alteridad
radical. Hay conquista, aliados y prisioneros para los sacrificios,
pero no hay extrañeza absoluta. De los totonacas, por ejemplo, los
aztecas dicen que, al mismo tiempo que hablan una lengua bárbara,
son civilizados. En cambio, los primeros testigos que ante la llega-
da de los españoles se apresuran a dar parte de sus impresiones a
Moctezuma le transmiten que "cosa tan digna de asombro nunca
así se vio". Al no poder integrados en el mismo casillero que a los
totonacas, los aztecas renuncian, frente a los españoles, a su siste-
ma de otredades humanas. Recurren a la única fórmula posible: el
intercambio con los dioses. En cierto modo, tratados como dioses de
tez blanca. En ese juego fatal del intercambio, los españoles, como
le ocurre a Colón, no logran ver al otro como humano y diferente al
mismo tiempo, y lo tratan como si fuera un animal. Asimismo, el
engaño de los aztecas no habrá de durar mucho, aunque sí lo sufi-
ciente para perder la guerra y América quede sometida a Europa
(Todorov, 1998: 84-85).
Además de la violencia física ejercida por los conquistadores, la
adaptación al modelo civilizatorio implicó una red de mediaciones
simbólicas. Por un lado, la transformación de los dioses del pan-
teón precolombino en un abanico de santos católicos disfrazados de
nativos formó parte del ejercicio de poder simbólico. Por otro lado,
el modelo etnocéntrico fue para las ciencias sociales el peldaño
superior de una plataforma cultural que la totalidad de las etnias
debían transitar si aspiraban a los bienes culturales de la civilización
europea. En el mundo de las ideas, el triunfo de la razón ilustrada
acompañó al poder coercitivo y económico.La Ilustración y la ciencia
occidental descalificaron las lógicas fundadas en el pensamiento
de las civilizaciones precolombinas, que se habían expresado en la
oralidad, y en una visión de lo local y lo temporal, r frendada n 1
panteísmo. La expr ión f t lista hall d n la pr p ti d 1

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