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Ortega y Gasset
Por tanto —y esto es decisivo para cuanto digamos en este curso, hay dos
formas de darse cuenta de algo, o lo que es igual, de existir algo para mí: una en que
me doy cuenta de ese algo por separado, en que, digámoslo así, lo tomo ante mí de
hombre a hombre, lo hago término preciso y acotado de mi darme cuenta; y otra
forma en que el algo existe para mí sin que yo «repare» en él.
»La piedra no se siente ni sabe ser piedra: es para sí misma como para todo
absolutamente ciega. En cambio, vivir es, por lo pronto, una revelación, un no
contentarse con ser sino comprender o ver que se es, un enterarse. Es el
descubrimiento incesante que hacemos de nosotros mismos y del mundo en
derredor. Al percibimos y sentimos, tomamos posesión de nosotros y este hallarse
siempre en posesión de sí mismo, este asistir perpetuo y radical a cuanto hacemos y
somos diferencia el vivir de todo lo demás. Las orgullosas ciencias, el conocimiento
sabio no hacen más que aprovechar, particularizar y regimentar esta revelación
primigenia en que la vida consiste.
En suma —terminaba yo—, mi vida es evidente, con lo cual quería decir que
todo en ella, cuanto forme parte de ella existe para mí, me es transparente. Lo que
pase en las células de mi cuerpo no me es transparente, no existe para mí en mi vida,
como no existe tampoco lo que acontezca en el mecanismo psíquico de eso que llamo
mi alma. Es más, cuerpo y alma no existen para mí, vitalmente no forman parte de
mi vida. Son uno y otra —cuerpo y alma— dos construcciones intelectuales mías,
dos hipótesis, dos teorías que yo he hecho o recibido de otros para aclararme ciertos
problemas que mi vida me plantea. Lo que existe vitalmente para mí es, pues, mi
teoría de las células y mi teoría sobre el alma, esto es, dos convicciones mías, pero
las células mismas y el alma misma no forman parte de mi vida. El salvaje no tiene
o puede no tener la idea de cuerpo ni la idea del alma y, sin embargo, vive.
Con esto cerramos este paréntesis correctivo. A fin de que pongan ustedes
orden en sus apuntes, les propongo que titulen esto que acaban de oír así:
«Esclarecimiento en segunda proximación de la frase: la vida es evidente, es un
saberse a sí misma, un enterarse.»