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Tipología:
Capítulo de libro resultado de investigación (CLRI) titulado: Estudios sobre la crisis de la
gobernanza en Colombia. Propuesta de cambio.
Autores:
Jefferson Wiles (Investigador Escuela de Filosofía)
Diana Patricia Niño Muñoz (Investigadora de la Escuela de Economía)
Liliana Irizar (Directora-Investigadora Escuela de Filosofía)
Cristian Rodríguez (Integrante del Semillero Lumen de la Escuela de Filosofía)
Palabras claves:
Desarrollo regional, Desarrollo integral, Gobernanza, Coordinación horizontal
Resumen
Las líneas que anteceden este estudio sobre la gobernanza en el área metropolitana
Bogotá–Soacha tratarán de soportar desde el campo propio de la disciplina filosófica, los
resultados de investigación que son presentados. Y esto en virtud de dos propósitos: el
primero de ellos, en cuanto corresponde al filósofo la defensa de los verdaderos principios
de las áreas particulares del conocimiento (Dewan, L.); pero, de otra parte, toda vez que
es pretensión de este apartado sintonizarse con lo que Alejandro Llano (2017) esboza
como una filosofía impura, filosofía que «ha metido las manos en la fértil tierra de los
problemas sociales, políticos, económicos y culturales» (Llano, A. 2017, 26), a condición
de ser conocimiento de la realidad (excéntrico y trascendente) y no sólo conocimiento
circular de su propio hacer (autorreferencial).
¿Gobernabilidad, gobernanza o gubernamentalidad? Alejandro Llano asocia a la noción
de crisis de gobernabilidad la noción de complejidad, siendo así, habrá que establecer si
¿es la gobernabilidad la gestión eficiente de la complejidad, esto es, el saber, los
dispositivos, las estrategias, las tácticas, que se hacen cargo de gestionarla? La
complejidad a su tiempo, que Llano (2017, 37) caracteriza como nueva complejidad, la
asocia a los problemas de compatibilidad y coordinación supuestos, por ejemplo, en los
escenarios de globalización, descentralización y coordinación horizontal entre entidades
supramunicipales (objeto de estudio de este capítulo) que ponen en cuestión la noción
de Estado–nación. En concreto, afirma Llano (2017, 38):
«Estamos ante una nueva complejidad, cuyos problemas de compatibilidad y
coordinación son tan agudos que desembocan precisamente en una crisis de
gobernabilidad. Con esta última expresión no me refiero exclusivamente a las dificultades
crecientes, tanto de funcionamiento como de legitimación, con las que tropiezan
actualmente los poderes públicos. La ingobernabilidad desborda el ámbito político y
afecta a todos los centros de toma de decisiones»
La perspectiva aquí esbozada, intuye que la crisis de gobernabilidad excede lo político
(en términos de funcionamiento y legitimación). Lo excede, lo supone, no lo restringe ni
lo limita. En su análisis, Llano se remonta al proyecto de la modernidad y su supuesto de
la controlabilidad, o control racional de la naturaleza y de la sociedad. Luego, a la noción
de crisis de gobernabilidad, se asocia, también, la otra de controlabilidad. La crisis de
gobernabilidad es una crisis del proyecto moderno, merced a sus externalidades, a sus
técnicas ambivalentes. A mayor complejidad más problemática aparece su
gobernabilidad y más probable es la producción de efectos secundarios disfuncionales
(Llano, A. 2017, 38-39). Aquí es de señalar que la complejidad se asocia a la noción de
sistema, por lo que el contenido de la gobernabilidad se trasluce en gobernabilidad de los
sistemas.
La gobernanza del área metropolitana Bogotá–Soacha, sin aún haberla entrado a definir,
en tanto coordinación, por ejemplo, de las entidades municipales en cuestión, ¿qué tiene
de gobernabilidad, en el sentido que se intenta aquí desarrollar? ¿qué hay de
complejidad, de problemas de coordinación, de controlabilidad en tanto técnica
ambivalente, de sistema, en ella?
En el marco de lo que se conceptúa en Alejandro Llano (2017) como crisis de
gobernabilidad, aúna a esta la necesidad de tender un puente entre el sistema y el mundo
de la vida. Luego, y si estos, sistema y mundo de la vida, están llamados a la unidad o a
la comunión ¿cómo puede verse en la gobernanza del área metropolitana Bogotá–
Soacha una manera de superar esta ruptura, está escisión? ¿Es la coordinación
horizontal este puente? La ingobernabilidad, la misma crisis de gobernabilidad, que en
Llano es de la gobernabilidad de los sistemas se trasluce como «incapacidad para
gestionar una creciente complejidad social» (2017, 36), cuya novedad estriba en que «no
surge de un defecto de organización, sino más bien de un exceso de ella. Se trata de un
orden que engendra desorden» (Llano, A. 2017, 36). La crisis de gobernabilidad, es así
que se relaciona de manera íntima con una nota característica del proyecto moderno: las
consecuencias no previstas de la acción, la controlabilidad de las consecuencias y los
peligros derivados de sus decisiones (Beck, U. 2008, 34-35), y por esta vía el análisis de
Llano (2017) coincide con la perspectiva de la sociología del riesgo:
«La categoría del riesgo, pues, expresa el hecho de tener que tratar con la incertidumbre,
que, hoy día, más que superarse gracias a un plus de saber, parece resultar de un plus
de saber. A veces, este poder no-saber se esconde; a veces, ocupa el centro de atención,
se convierte en terrorífico escenario de negocios excelentes y juegos de poder. Puede
que, gracias al riesgo, la hybris de la controlabilidad gane importancia, pero quizá también
la sabiduría de la incertidumbre» (Beck, U., 2008, 22)
Lo que en Llano (2017) es la gobernabilidad y la complejidad en Ulrich Beck (2008)
vendría a ser, por una parte, gestionar el riego y, por otra, la incertidumbre, ambos
fenómenos mediados por el exceso, antes que por el defecto: exceso de orden, exceso
de saber. El exceso. Como en el caso del mapa que está incluido en el mapa, que nos
recuerda Borges, citando al filósofo estadounidense Josiah Royce: «Imaginemos que una
porción del suelo de Inglaterra ha sido nivelada perfectamente y que en ella traza un
cartógrafo un mapa de Inglaterra. La obra es perfecta; no hay detalle del suelo de
Inglaterra, por diminuto que sea, que no esté registrado en el mapa; todo tiene ahí su
correspondencia. Ese mapa, en tal caso, debe contener un mapa del mapa, que debe
contener un mapa del mapa del mapa, y así hasta lo infinito». Tal empresa, pensamos,
es el mismo proyecto moderno, el de la correspondencia perfecta, el de la completa
inteligibilidad. Por Llano, a través de Beck, se descifra la crisis de gobernabilidad como
una crisis epistemológica. Precisamente, el mismo Llano señala, a propósito del riesgo
de la circularidad, que:
«el propio pensamiento humano […] siempre acaba por ocuparse sólo de sí mismo, ya
que oscila insalvablemente entre sus propias representaciones y unos hechos que no
son más que la reacción de la subjetividad ante los impulsos provenientes de un contexto
empírico, tanto natural como social» (Llano, A. 2007, 15)
Este análisis del exceso como productor de riesgos y de crisis, lo cifra Jacques Baudrillard
(2001) en su conceptualización de la excrecencia: «Ya no estamos en el crecimiento,
estamos en la excrecencia. Estamos en la sociedad de la proliferación, de lo que sigue
creciendo sin poder ser medido por sus propios fines. Lo excrecente es lo que se
desarrolla de una manera incontrolable, sin respeto a su propia definición, es aquello
cuyos efectos se multiplican con la desaparición de las causas. Es lo que lleva a un
prodigioso atasco de los sistemas, aun desarreglo por hipertelia, por exceso de
funcionalidad, por saturación» (Baudrillard, J. 2001, 37). Y a esta concepción están
sujetos la complejidad y la incertidumbre, en tanto categorías de análisis del fenómeno
de la gobernabilidad, de su crisis, de la ingobernabilidad.
«el cambio de ciclo al que tal vez estamos asistiendo tiene mucho que ver con la
extensión de la incertidumbre, lo que no necesariamente es una mala noticia si
aprendemos a manejar esa nueva lógica» (Solana, J. & Innerarity, D.)
El presente apartado responde al propósito de dar cuenta de una valoración crítica de las
ideologías a partir de la óptica de una ética de las virtudes, abierta conceptual y
operativamente a una visión humanista del desarrollo de las personas y de los pueblos.
Precisamente, se tratará de responder a interrogantes tales como: ¿Puede la
cooperación entre ciudades favorecer la competitividad regional y nacional? ¿Es a través
de esta competitividad regional que se logrará incrementar el crecimiento económico y
fomentar la calidad de vida de todos los ciudadanos? ¿Qué relaciones pueden postularse
que median entre la gobernanza y la cooperación regional?
La gobernanza, para efectos de esta investigación, se asocia a un tipo de coordinación
no jerárquica que incentiva la cooperación entre los actores públicos, privados y aquellos
que proceden de la sociedad civil, a propósito de fortalecer los mismos territorios
gobernados.
Se intuye que favorecer la cooperación regional implica la construcción de una
gobernanza de múltiples actores y multidimensional. La cooperación regional en tanto
constitutiva de la gobernanza debe soportarse a través de instituciones políticas y
económicas que generen las condiciones y los incentivos necesarios para su concreción
a través de la acción estatal y profundizando en un paradigma de confianza recíproca, en
contraste con un sistema de complicidades.
La gobernanza opera a través de instituciones y de la institucionalización de prácticas y
conductas. Por lo mismo, para el análisis de medios, que acompaña a esta propuesta,
será determinante establecer los casos en los que la coordinación horizontal regional
reluce, ya por estar presente o bien por su ausencia, de manera que permita entreverse
el marco institucional de la gobernanza en las regiones de Colombia.
En un intento de fundamentación filosófica, a la manera de marco conceptual, habrá que
determinarse en cuanto al tópico de la investigación, a saber, la gobernanza como
coordinación horizontal: ¿en dónde reside la unidad de la multitud de fenómenos que se
le asocian? ¿Son acaso la cooperación regional y la gobernanza como tal, fenómenos
excluyentes y mutuamente desconectados? La respuesta de estos interrogantes, se
piensa, puede estar dada por dos perspectivas analíticas que se identifican como
características de los estudios sobre gobernanza, gobernabilidad y gubernamentalidad
abordados: o bien, la del astillamiento de la realidad (Llano, A. 2017, 5 y 27), o bien la del
afán de totalidad propio del indagar filosófico.
Este afán de totalidad, contrapuesto a la «vivencia del aparente astillamiento de la
realidad que configura nuestro entorno» (Llano, A. 2017, 5), está dado por la perspectiva
analítica de la nueva sensibilidad: modo inédito de pensar, solidario, entroncado en la
realidad y abierto a las personas; perspectiva analítica que persigue suplementos de
sentido para percibir la unidad; capacidad de percepción para lo inmediato, lo cualitativo
y lo plural; perspectiva para la que el descubrimiento del sentido precede a toda
producción de sentido y la funda; inteligencia que se abre a la unitaria pluralidad de lo
real; modo de pensar más flexible, menos polarizado, capaz de reconocer la gradualidad
y descubrir la analogía (Llano, A. 2017, 5, 22, 24, 44, 56).
En contraste, la analítica del astillamiento de la realidad se configura en: un espacio del
déficit de sentido por desconexión respecto al mundo vital; un espacio de la
autorreferencialidad funcional, escasamente poroso a las aportaciones de sentido
provenientes del mundo vital; ordenación caleidoscópica de la realidad cuyo sentido se
torna huidizo; espacio de la entropía social; el desvanecimiento de la posibilidad de la
metáfora, por lo mismo, contaminación de todas las disciplinas, metonimia total;
dispersión e involución del valor; espacio de la simulación en el que se confunde lo real
con su modelo; hiperreal en tanto abolición de lo real por elevación a la potencia del
modelo, por hiperfidelidad macroscópica, por abolición de la distancia entre lo real y su
representación; lo excrecente, la saturación, la orbitalidad (Llano, A. 2017, 38, 50, 54, 55)
(Baudrillard, J. 2001, 13, 14, 16, 35, 36, 38) (Baudrillard, J. 2014, 189, 190)
En este sentido, «la nueva sensibilidad ha afinado nuestra capacidad de percibir la
vaciedad y el extrañamiento de unas estructuras sociales segmentadas y desconectadas,
tanto entre sí como en relación con el “mundo de vida social”» (Llano, A. 2017, 55).
Siendo así, ¿en qué sentido las estructuras sociales, segmentadas y desconectadas, y
el mundo vital pueden ser llamados a unidad?
¿La politización de la vida es un proceso de sustitución metonímica por el cual el mundo
vital se ve constantemente interpelado, marginalizado y sustituido por los sucedáneos del
tecnosistema: política, mercado y medios de comunicación (poder, dinero e influencia)?
Combinación y sustitución es equivalente a metáfora y metonimia.
Para caracterizar ambas perspectivas analíticas recurriremos aquí a desarrollar las
intuiciones contenidas, a nuestro parecer, en el cuento Del rigor en la ciencia de Jorge
Luis Borges, en parte motivados como estamos por las conceptualizaciones de
Baudrillard entorno a lo social como simulacro. «Este cuento es la historia de un mapa.
Pero es también otras historias: la historia de la ciencia, la historia de la filosofía y la
historia de la mirada que permite reconstruir esas historias» (Zavala, L. 18):
... En aquel imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola
Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del imperio, toda una Provincia. Con el
tiempo, esos Mapas Desmesurados no satisficieron y los colegios de Cartógrafos
levantaron un Mapa del imperio, que tenía el tamaño del imperio y coincidía puntualmente
con él. Menos adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes
entendieron que ese dilatado Mapa era inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las
Inclemencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran
despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País
no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.
Suárez Miranda. Viajes de varones prudentes. Libro Cuarto. Cap XLV. Lérida, 1658.
La realidad que abordan ambas perspectivas analíticas (aquí apenas si esbozadas),
coincide con la de aquellas generaciones menos adictas al estudio de la cartografía, que
podría pensarse y se formulará en tono interrogativo, ¿se trata acaso del estudio de la
realidad y de su unidad, esto es, su sentido, toda vez ello fuera posible? Y es que,
efectivamente, los estudios de gobernabilidad, gobernanza y gubernamentalidad,
adoptan la postura inicial de aquella «dificultad que experimentamos para comprender el
mundo y la sociedad» (Llano, A. 2017, 5) y en la que reside «uno de los aspectos más
sorprendentes de la cultura actual […] la dificultad que los ciudadanos de algunos de los
países más desarrollados experimentan a la hora de captar la unidad de realidades y
fenómenos que aparecen ante muchos como elementos mutuamente desconectados»
(Llano, A. 2017, 5).
Aquella perspectiva analítica que, siguiendo en ello a Llano (2017), hemos dado en
caracterizar como del astillamiento de la realidad, lo es, toda vez que lleva a su
consumación, si se quiere, las ruinas del Mapa. La historia de Borges es, en la medida
que lo sea de la ciencia y de la filosofía, la historia de una mirada que permite reconstruir
el sentido, ya como fuga y déficit, ya como búsqueda y reconstrucción de sus fuentes
vitales. Esta historia, es, a su vez, la historia del proyecto moderno y de su crisis, así
como de la tradición que fue relegada.
La pretensión totalizadora y totalizante de la modernidad se identifica con la perfección
que alcanzara el arte de la cartografía, a tal punto que el modelo de lo real será
monstruoso, desmesurado, hiperreal: «Lo hiperreal es la abolición de lo real no por
destrucción violenta, sino por asunción, elevación a la potencia del modelo. Anticipación,
disuasión, transfiguración preventiva, etc.: el modelo opera como esfera de absorción de
lo real» (Baudrillard, J. 2014, 189). Estamos ante lo hiperreal como consumación de la
razón moderna, para la que no hay claroscuros y todo es hiperinteligible. El mismo
Baudrillard continúa diciendo: «Una especie de zoom como en el porno nos aproxima
demasiado de lo real, que nunca existió, no tuvo nunca sentido más que a una cierta
distancia. Disuasión de toda potencialidad real, disuasión por redoblamiento minucioso,
por hiperfidelidad macroscópica, por reciclado acelerado, por saturación y obscenidad,
por abolición de la distancia entre lo real y su representación, por implosión de los polos
diferenciados por los que pasaba la energía de lo real: esa hiperrealidad pone fin al
sistema de lo real, pone fin a lo real como referencial exaltándolo como modelo» (2014,
189-190).
Aquí, la crisis de la modernidad se vislumbra como una crisis de sentido. El problema
cartesiano del puente (de saber cómo la res cogitans y la res extensa se vinculan) es
reformulado, las consecuencias son llevadas a su consumación, a su punto más extremo:
el ejercicio que se impone, bien podría ser el de ver la historia de la filosofía
contemporánea a la luz, precisamente, de la historia de este imperio, de este metáfora.
Ahora bien, ¿es esta «una cuestión radicalmente ética y, en último término,
trascendente» (Llano, A. 2017, 10-11)?
En las ruinas del Mapa, asistimos a la «incapacidad de conexión y solidaridad» (Llano,
A. 2017, 11) que Alejandro Llano caracteriza como la era de la desconexión. Intuición que
puede corroborarse en nuestras ciudades: «La ciudad ya no tiene habitantes, ya no tiene
personas que viven sus calles, sus espacios: el centro es un lugar para trabajar, para
comprar, ir a la oficina, pero no para vivir allí; la periferia es el lugar donde no se vive,
sólo se duerme… La ciudad ha perdido su vida» (Tonucci, F. 1998, 23). Con la
desconexión viene la pérdida de la ciudad como lugar de encuentro, donde el espacio
público ya no nos ofrece contactos de baja intensidad (como un corto intercambio de
palabras, como una breve conversación con la persona sentada a nuestro lado en un
banco, como la charla con un niño en un autobús, como mirar a alguien mientras trabaja
y preguntarle un par de cosas). La importancia de estos contactos reside en la posibilidad
de «estar con otras personas, verlas y oírlas, y recibir estímulos de ellas constituyen
experiencias positivas, alternativas a estar solos» (Gehl, Jan. 2006, pp. 25). Y es aquí
donde «el propio individuo está presente, participa en pequeña medida, pero en definitiva
participa» (Gehl, Jan. 2006, pp. 25).
En la era de las ruinas del Mapa, de la desconexión, del astillamiento de la realidad, de
la pérdida de la ciudad, del individualismo democrático («en el que la recombinación de
insolidaridad y proteccionismo da origen a asombrosas piruetas», Llano, A. 2017, 30),
¿cómo captar el mundo y la sociedad en la que todo está conectado con todo (Llano, A.
2017, 5)? Los suplementos de sentido: a través de «esa nueva manera de ver y pensar
las cosas, que está persiguiendo suplementos de sentido para lograr percibir unidades
comprensibles» (Llano, A. 2017, 22). Nueva manera que no es otra cosa que la nueva
sensibilidad.
Claridad. Gobernanza y HC.
Metodología
Para alcanzar el objetivo de investigación, este estudio se dividió en tres fases. En una
primera etapa se realizó una revisión de literatura sobre la gobernanza y el desarrollo
regional centrado en las áreas metropolitanas. Asimismo, los fundamentos filosóficos del
Humanismo Cívico apoyaron esta etapa para articular la gobernanza y comprender su
coordinación horizontal desde la perspectiva antropológica de Llano (1999).
En una segunda fase fue necesario realizar un análisis cualitativo para aterrizar la
disertación teórica al caso de estudio, y de esta forma comprender el proceso y nivel de
gobernanza realizado en el intento fallido por constituir el área Metropolitana Bogotá-
Soacha en el periodo 2012-2015. Este acercamiento tuvo dos grandes componente para
recolectar la información. El primero fue un recuento histórico a través de noticias que
evidenciaran el proceso en medios de esta constitución. El segundo mecanismo para
recolectar información se centró en entrevistas semiestructuradas a personas del sector
público, involucradas en el proceso de constitución del área metropolitana (Ver Error!
Reference source not found.). Al reconocer que el seguimiento de noticias podría
generar algún sesgo o desconocer elementos claves para el análisis, las entrevistas
permitieron superar este limitante para triangular la información y esclarecer algunos
relatos periodísticos.
Para realizar el rastreo de noticias, se consultaron tres fuentes principales con acceso a
documentación en internet: El Tiempo, El Espectador y Periodismo Público. Los dos
primeros son periódicos de alcance nacional de prestigio investigativo, en donde ambos
tienen una sección dedicada a los problemas bogotanos. El último es una publicación
local de Soacha, que permite tener un acercamiento a la visión de este último municipio.
La búsqueda fue realizada en los buscadores de cada uno de estos medios, restringiendo
el análisis a todos las noticias que abordaran al mismo tiempo a Bogotá y a Soacha
durante el periodo de estudio 2012-2015. Para rectificar la inclusión de todos los artículos
de prensa de esta problemática, se realizó también la búsqueda por Google avanzado,
restringiendo al dominio de cada una de las páginas web. A continuación se muestran el
número de noticias recopiladas por año.
1
Estos fueron identificados en el diagnóstico realizado por XXXX(XXXX)
Cundinamar Gobernador Infraestructu Integración Relación
ca ra vial regional alcalde-
nación
Presidente Agua Relación
alcalde-
sociedad
civil
Corporació Ambiente Relación
n Autónoma alcalde-
Regional empresas
(CAR)
Asamblea Seguridad Relación
sociedad
civil-
estado
Comité de Relación
desarrollo sociedad
Regional civil-
empresa
Consejo Relación
metropolita empresa-
no de estado
planeación
Empresa
Fuente: Elaboración propia
Los criterios para la categorización de las noticias y de las entrevistas se establecen con
claridad en la Tabla 3. De esta forma, se garantizó la objetividad en la codificación de los
documentos para así poder establecer el análisis de gobernanza propuesto.
Tabla 3 Criterios de cada categoría Commented [DN1]: Revisar la tabla que tenía Jefferson sobre
los retos
Fuente: Elaboración propia
Resultados históricos
2012
- Ante la decisión del Alcalde de Bogotá Gustavo Petro, para que la Empresa de
Acueducto de Bogotá dejara de suministrar Agua en Bloque a los municipios aledaños,
la gobernación de Cundinamarca propuso como alternativa la construcción de una
empresa regional, mediante concesión, para prestar los servicios de acueducto y
alcantarillado en el departamento. El proyecto sería consolidado a través de recursos de
la empresa de servicios públicos, del departamento y de los municipios. (Cantillo, 2012a) Commented [CR2]: Centro-periferia
- La administración de Bogotá propuso una modificación al trazado inicial del plan para la
descontaminación del río Bogotá que consistió en el traslado de la construcción de la
planta de tratamiento de aguas residuales en el sector de Canoas al Charquito. La
iniciativa desató una polémica con el Gobierno Nacional que aseguró que su aporte, de
cerca de 190 mil millones de pesos, solo serían destinado para la financiación del
proyecto original. Commented [CR3]: Incluir mapa
Costos de operación de la planta de elevación.
Aunque la construcción de PTAR de Canoas quedó definida en el fallo que el tribunal Commented [CR4]: 2004 fallo tribunal superior de
Cundinamarca. (
superior de Cundinamarca emitió en el año 2004, y que posteriormente fue ratificado por
el Consejo de Estado, el gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá
(EAAB), Diego Bravo, aseguró que la propuesta de la administración distrital permitiría
evitar los altos costos de mantenimiento, operación y consumo energético que implicaría
la construcción de la planta en ese sector, además de que haría innecesaria la
construcción de la planta de elevación de las aguas del río.
Sin embargo, la modificación al trazado original implicaría retrasar los trámites para el
inicio de la obra y sobrepasar el plazo de vencimiento que puso el Gobierno Nacional
para la entrega de los recursos. De acuerdo con el viceministro de Agua, Iván Mustafá,
si no se agilizaban los tramites y se acreditaban los requisitos para el giro, la liberación
de los recursos iría a la financiación de otros proyectos. (Téllez & Londoño, 2012)
- Después de una reunión entre el alcalde de Soacha, Juan Carlos Nemocón, con
técnicos y funcionarios del Distrito, las dos administraciones radicaron un documento ante
la Registraduría para que la creación del área metropolitana sea definida a través de una
consulta popular.
Para logro de esos objetivos, el gobernador afirmó que el Plan de Seguridad contará con
una mesa de trabajo intersectorial con Juntas de Acción Comunal, padres de familia,
estudiantes, Policía y todos los demás actores que conforman una sociedad.
Los municipios de Soacha, Mosquera, Fusagasugá, Facatativá, Girardot, Madrid, Funza,
La Mesa, Zipaquirá, Chía, Guaduas y Villeta fueron escogidos por tener más de 60 mil
habitantes y presentar altos índices delincuenciales. (“A 12 municipios llegará el plan de
seguridad y convivencia ciudadana,” 2012)
2013
Como una de las estrategias para la erradicación de la minería ilegal la CAR lanzó el
“Proyecto piloto de Esquema de Pagos por Servicios Ambientales” el que busca que los
campesinos que viven en las áreas protegidas se dediquen a la protección y vigilancia
cuidado del medio ambiente y abandonen las actividades agrícolas y. (“CAR demanda
29 títulos mineros en áreas de reserva forestal,” 2013).
Infraestructura vial y movilidad: Con el fin de aliviar la entrada de carga pesada a Bogotá,
La Gobernación de Cundinamarca propuso la creación de unas plataformas logísticas en
Soacha y Mosquera, para mover la carga de grandes camiones y tractomulas a vehículos
más livianos para su traslado hacia la capital, que requeriría la ampliación de algunas
vías y la construcción de nuevos corredores alternos en Bogotá. Sin embargo, para el
alcalde de Bogotá Gustavo Petro, la idea de extender las vías de la ciudad podría generar
conurbación hacia la sabana, lo cual va en contra de los planes del Distrito para frenar la
expansión de la capital (“A organizar transporte de carga para mejorar movilidad,” 2013).
2014
Agua y ambiente: El personero de Soacha, Henry Sosa, envió una nota de alerta a la
administración sobre la crítica situación en materia ambiental del municipio. El
crecimiento urbanístico sin ninguna planeación, el aumento de la minería ilegal, el
deterioro de los humedales y los recursos hídricos, son algunos de los problemas que
tienen en peligro la calidad de vida de las más de 500 mil personas que habitan en
Soacha. Para el personero, la falta de una coordinación diligente con entidades de orden
nacional, departamental, local y distritales de Bogotá es la causa que las autoridades
municipales hayan sido incapaces de adelantar acciones de conservación, defensa y
protección del medio ambiente. Según el Catastro Minero de la Agencia Nacional de
Minería (ANM), en Soacha existen 52 títulos mineros para explotar materiales de
construcción. De esos, solo 12 tienen plan de manejo ambiental. En cuanto a las minas
ilegales, no hay datos concretos. El director de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, afirmó
que en el municipio existen cerca de 130 zonas de explotación minera, pero por acción
de la minería ilegal podrían ser 200. (“Soacha, un crítico panorama ambiental,” 2014).
El Consejo de Estado, después de casi nueve años, ratificó y amplió una sentencia con
la que el Tribunal Superior de Cundinamarca había ordenado en el 2004 el inicio
inmediato de la descontaminación de la cuenca del río Bogotá. 19 entidades de la Nación
quedaron comprometidas a girar cerca de 6 billones de pesos para ejecutar las obras de
ingeniería necesarias para descontaminar el río y para recuperar el ecosistema de su
ribera, deteriorado desde el mismo nacimiento de la corriente hasta su desembocadura
en el río Magdalena. Entre las obras están la ampliación de la planta de tratamiento de
aguas residuales del Salitre, la construcción de la de Canoas, una estación elevadora,
para evitar crisis energéticas, y plantas menores de tratamiento en 46 municipios por los
que pasan las negras aguas del Bogotá. (“Lo que ordena el histórico fallo para salvar el
río Bogotá,” 2014).
Por decisión del Consejo de Estado, emitida el 28 de marzo del 2014, se dio un plazo
perentorio de máximo tres años para poner a rodar el plan de salvamento del río Bogotá
y sentar las bases de su descontaminación definitiva. Con un total de 87 órdenes, que
cobijan a 19 entidades de la nación, a 46 municipios que están en la cuenca del río, y a
una larga lista de empresas privadas a las que el máximo tribunal declaró responsables,
por acción o por omisión, de la catástrofe ambiental, ecológica, económica y social del
río y sus afluentes, se definió una ruta de acciones específicas para cada una de las
autoridades nacionales, regionales y locales que deberán ser ejecutadas en plazos
perentorios e improrrogables. (“Las 87 órdenes del Consejo de Estado para salvar el río
Bogotá,” 2014).
Integración: El alcalde de Bogotá, Rafael Pardo, y el alcalde de Soacha, Juan Carlos Commented [CR10]: 19 marzo destitución Petro
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, radicó ante el Congreso un proyecto de ley
para la conformación del área metropolitana entre Bogotá y Soacha. La iniciativa busca
que se establezca un régimen político, administrativo y fiscal que permita el desarrollo
“armónico, integrado y sustentable”, en temas como servicios públicos, manejo de los
POT, expansión del uso del suelo para viviendas, políticas de transporte público, entre
otros. (“Gobierno radica proyecto de ley para área metropolitana entre Bogotá y Soacha,”
2014). La Corte Constitucional había enterrado el proyecto porque, de acuerdo con la ley
1625 de 2014 que regula la realización de este tipo de procesos, estableció que es el
Congreso el que debe expedir una ley que reglamente la forma en que se debe constituir
el área metropolitana dada la condición especial y extraordinaria de las dos entidades
territoriales. (“El nuevo intento por el área metropolitana entre Bogotá y Soacha,” 2014)
Sin embargo, para el Gobierno Nacional, la unión es impostergable y urgente porque
permitiría “resolver los problemas que padecen los habitantes de la ciudad y del
municipio” (“Unión de Bogotá y Soacha, una necesidad inaplazable,” 2014). Por esa
razón, el ministro Cristo presentó la propuesta incluyendo las especificaciones jurídicas Commented [CR11]: % consejo y % censo electoral
Después de que ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, radicara ante el congreso el
proyecto de ley que permita la integración entre Bogotá y Soacha en un área
metropolitana, el gobernador de Cundinamarca Álvaro Cruz, reiteró que este acuerdo
resulta innecesario cuando ya existen áreas metropolitanas constituidas, como la RAPE,
y cuestionó que la iniciativa haya sido impulsada sin consultar a la Gobernación. También
insistió en que la integración en un área metropolitana podría comprometer la autonomía
de las partes. Ante los pronunciamientos del gobernador Juan Carlos Nemocón, alcalde
de Soacha, resaltó la importancia de que esta unión se concrete dada la existencia de
problemáticas que sólo se podrían solucionar en conjunto, como el transporte o los
servicios, mientras que la RAPE contempla áreas de influencia superiores a las del área
metropolitana que es un proyecto específico. (“Unión de Bogotá y Soacha, una necesidad
inaplazable,” 2014)
2015
La Secretaria Distrital de ambiente, Susana Muhamad, anunció que tras la firma del
acuerdo se consolidará la Mesa Regional de la Calidad del Aire entre Bogotá y los
municipios cercanos, De acuerdo con la funcionaria, la mesa permitirá abrir un espacio
de coordinación interinstitucional para articular los planes de acción de las entidades
públicas nacionales, regionales y locales para la prevención y control de la contaminación
del aire y sus efectos en la salud de las personas (“Bogotá y municipios cercanos firman
pacto por la calidad del aire,” 2015)
Seguridad: La Defensoría del Pueblo emitió una alerta por presuntas violaciones de
derechos humanos en Soacha. Aunque el municipio registró una disminución
considerable en las tasas de homicidio, la institución llamó la atención sobre la presencia
de grupos armados ilegales, en zonas como San Mateo, Centro, La Despensa, San
Humberto, Compartir y Altos de Cazucá, en la frontera con Bogotá, que exponen a
muchos habitantes a la violencia y a la delincuencia. (“Homicidios en Soacha, en la mira
de la Defensoría,” 2015)
- El presidente Juan Manuel Santos entregó al alcalde Gustavo Petro un cheque simbólico
para la construcción de la primera línea de metro de Bogotá. Sin embargo, puso como
condición que, para hacer efectiva la entrega de los recursos ($9,6 billones de pesos), la
obra tendrá que estar integrada al proyecto de la red férrea regional con Facatativá y
Soacha (“Un impulso a los metros ligeros en Soacha y Facatativá,” 2015)
- Ciudadanos de Soacha, agrupados en el colectivo “Soacha, sí se puede”, solicitaron de
manera directa al presidente Juna Manuel Santos la integración prioritaria del municipio
a los planes de inversión y desarrollo de la nación para superar el déficit de infraestructura
vial y educativa.
Gerardo Ardila, secretario Distrital de Planeación, apoyó el concepto del Alcalde Petro y
aseguró que la obra generaría un aumento en la percepción de inseguridad, al tiempo
que generaría afectaciones negativas al paisaje urbano y complicaciones en materia de
salubridad (“Rechazan construcción de viaducto elevado en la Autopista Sur de Bogotá,”
2015)