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La Hermandad Akashica e Historia Sobrenatural de Asia:

Hemos sido malentendidos, estereotipados y estigmatizados por el Concilio de las Nueve


Tradiciones. Los otros Chin’Ta nos miran con sospecha. Abarcamos desde el samurái moderno al
monje pacifista, algunos creen que solo permanecemos en el Concilio de los Nueve por
conveniencia, no podrían estar más lejos de la verdad.

Por ahora, la Tormenta de Avatar nos ha mantenido alejados de nuestros líderes. Los Shi-Ren y los
Varajpani contamos ahora con escasos fondos para financiar nuestras operaciones. ¿Qué fue lo
que sucedió allí en Horizonte?, algunos claman que la amenaza provino desde el mismo Marte,
desde su lado oscuro, en la Telaraña Digital decenas de Adeptos Virtuales elaboran ya sus propias
teorías respecto a lo sucedido y hay quienes se aventuran a señalar la destrucción de Concordia.

El por qué los Adeptos relacionan todo esto con Marte, escapa a mi comprensión. Pero según el
informe de un Adepto anónimo que se hace llamar Nakamoto, todo tiene que ver con una nave, el
Nostromo y un programa dirigido por la Tecnocracia para volver a Autochtonia, si esto es así, sería
mejor empezar a hacer preguntas a Iteración X. Las razones por las cuales Nakamoto compartió
esta información conmigo y no con los miembros de su propia cábala escapan a mi comprensión,
creo que quizá se deba a que sospecha de infiltración por parte de los Dragones Metálicos.

No se sabe quién es Nakamoto, pero conocemos algunos nombres de los miembros de su cábala,
sabemos que ahora están saliendo de Hong Kong. ¿Sabrán sobre la barrera que cerca Hong Kong?
Dicha barrera es un mito con el que comenzamos a jugar algunos de los nuestros, una ilusión
mental para asustar algunos shen y mantenerlos en el área, igual que la Luna Roja, han muerto ya
varios Kuei-Jin. Hasta ahora, la ilusión ha servido un poco para limpiar de esa peste la ciudad. ¿Te
afectó a ti también la ilusión? Entonces hicimos bien nuestro trabajo, fue diseñada con ese
propósito, sabíamos de tus capacidades para discernir ilusiones, pensamos que si podíamos
engañarte también lograríamos hacerlo con los demás seres. Pero hay algo que es real en el cielo:
la Estrella Roja, titilante y distante.
Acudimos entonces a un conocido astrónomo iluminado, un Hijo del Éter que opera en Hong Kong,
su nombre es Dr. Omega al menos según lo que decía el viejo informe de área de la zona antes de
que la Tormenta de Avatar surgiera en la ciudad. Hablamos durante muy corto tiempo, e hicimos
varias entrevistas relacionadas con la naturaleza de dicha manifestación y su importancia
cosmológica. Aunque respondió algunas cuantas preguntas, las preguntas que suscitaron aquellas
conversaciones son mucho más perturbadoras. Genoma, Iqueira… aquellas palabras siguen
resonando en mi mente.

Por cierto, mi mente se ha visto afectada últimamente, no he dormido bien y mi memoria falla
ocasionalmente, quizá sea un ataque mental, no puedo saberlo.

Algo en mi me dice que Condordia, Doissestep aún se mantienen en pie. Quizá todo esto sea
pasajero, quizá nuestros líderes fueron destruidos. La Tormenta es voraz, adentrarse en la Umbra
ahora parece ser bastante inviable. Hay rumores, sin embargo, de que aquellos que se han
adentrado en la Zona del Crepúsculo han conseguido entrar y volver, pero ya no más.

Ya no volverá a ser tan fácil, y adentrarse allí, podría significar quedar atrapado en medio de la
Umbra, sin posibilidad de escape. Aquellos que son capaces de ocultarse en la Teluria tienen una
ventaja, a pesar de todo: la Tormenta no les persigue, pero no les hará la vida más fácil y por eso se
habla de que hay gente atrapada sin poder escapar del Yomi Wan, cercados completamente por
aquella barrera de almas, de avatares fragmentados y rotos, que ahora se alza como una entidad
todo poderosa en la umbra.

Para el momento en que recuerdes que te entregue esta carta, te encontraras con que ya ha
llegado la Tormenta de Avatar a Asia. No te adentres en los mundos espirituales, podría ser la
última vez que tengamos noticia de ti.

Volviendo al tema, los Wu Lung ahora están del lado de los Akashica, pero debemos mantenerles
vigilados después de todo fueron nuestros enemigos por siglos. Me temo que ahora nos
enfrentamos a nuevas realidades y nuestro orgullo no puede hacernos prescindir de su apoyo.

Es además un símbolo de respeto el que, a pesar de no estar acuerdo con nuestros ideales,
accedan a acudir a nosotros. Muy pocos dentro del Concilio nos ven con buenos ojos, más aún
fuera de este, y lo cómico es que finalmente, todos respetan nuestro poder.

Esta conversación podría parecer un despropósito para ti, ¿no decía pues tu tutor dentro de la
orden que el mejor alumno es aquel que rápidamente abraza el precio total de la dedicación y
progresivamente prescinde rápidamente de ser guiado? El loto de la iluminación florece dentro de
cada estudiante y un maestro sabe que no debe tocar los pétalos pues podría dañar la flor que es
el camino del sabio.

El precio es pesado, pero has podido soportarlo. No has confundido la vacuidad a la que
abrazamos, el desprendimiento, con el vacío o la corrupción de quienes finalmente renuncian o se
hacen renegados, ni de los que manchan horrorosamente su avatar en búsqueda del Descenso. Los
herméticos nos miran y envidian nuestra disciplina, nuestra capacidad para amasar poder, ya que
las correspondencias elementales enlazan nuestro cuerpo, nuestra mente y espíritu, guiándonos a
la comprensión de que el yo es una ilusión, algo que a ellos les ha costado entender: el poder solo
sirve para desprenderse de esta ilusión.
Las esferas nos muestran este esfuerzo.

Nuestro dominio característico comprende la Mente, a causa de ello algunos de los nuestros
parecen estar en un estado meditativo constante. Tendemos a ver el mundo con una intensidad
que penetra la ilusión en busca de una verdad más profunda. A veces reaccionamos inclusive al
pensamiento antes de que las otras personas articulen siquiera palabra. Son afines para nosotros
auras de color blanco o azul.

Mente: Santana (el flujo, el río, la corriente). Para utilizar la mente el Akasha debe practicar el
Mushin, el estado de no-mente. En este estado, las nociones egoístas son dejadas a un lado, la
ilusión del yo es desechada y la mente se abre a percibir sus alrededores, esto nos permite actuar
sin obstáculos. Cuando la ilusión del ego se dispersa, somos capaces de recibir el flujo de las otras
mentes en nosotros o de fluir.

Correspondencia: Lokhadhatu, el dharma de la Red de Indra que vincula a todos los elementos no
permanentes de la realidad. La Red lo conecta todo, la separación es una ilusión causada por el
samsara. El Monte Meru es el centro de la Red y es el ancla donde descansa la existencia que viaja
a través de la Rueda de las Edades.

Entropía: el Karma y el Sunyata. El Karma es la fuerza de la causa, el resultado y el efecto. Sunyata


es el estado de no permanencia que todas las cosas poseen. Entendiendo que el karma mismo es
no permanente, y por lo tanto como todas las demás cosas, una ilusión, podemos alterar su causa.

Fuerzas: la interacción natural de los Cinco Elementos o Agentes (Fuego, Tierra, Metal, Agua,
Madera). Imitando el espíritu de los Agentes, podemos utilizar las cualidades de los Cinco Agentes.

Sobre los cinco elementos: Todos los Chin’ta de Asia se adscriben al sistema de los Cinco
Elementos.

Fuego: refuerza tierra, disminuye metal. Se relaciona con la valentía, los modales, la alegría, la
mente, el corazón y el intestino delgado.

Tierra: refuerza el metal, disminuye el agua. Se relaciona la meditación, la sabiduría, el


pensamiento, el Spleen y el estómago.

Metal: refuerza el agua disminuye la madera. Se relaciona con la justicia, la calma, el dolor, y el
alma P’o (el lado oscuro del alma).

Agua: refuerza bosque, disminuye fuego. Se relaciona con la fe, la voluntad, el miedo, las rodillas,
la vejiga.

Bosque: refuerza el fuego, disminuye la tierra. Se relaciona con los apetitos, la simpatía, la furia, el
hígado y el alma Hun (el lado luminoso del alma)

Vida: El Neigong (el logro interno). La perfección de la habilidad física y el cuerpo, el microcosmos
de las Diez Mil Cosas, con Chi fluyendo a través de sus meridianos de manera similar a las líneas de
dragón conducidas por el yin y el yang y los Cinco Ministros. Manipulando el cuerpo, sus puntos de
presión y vibraciones podemos mantener el microcosmos interno en balance.
Materia: La alquimia capaz de aprisionar los Cinco Agentes en un objeto, el akashica se enfoca en
el proceso más no en el resultado. Durante el proceso de artesanía, se debe entrar en un estado de
absorción meditativa que permita influenciar la materia.

Primordial: La respiración de Pangu (el creador), el Chi. El akashica puede regular el flujo del chi
en el universo y en aquello que constituyen las Diez Mil Cosas. Es el Akasha, la revelación
primordial de la existencia que es conducida por el Sam y por lo tanto refleja el Yin (lo entrópico),
el Yang (lo dinámico) y el Li (lo estático). El Akashica debe mantener el balance para no perder el
contacto con su propia naturaleza despertada.

Espíritu: Le llamamos al igual que a los demás sobrenaturales: Shen. Shen se divide de manera
numerosa en las Diez Mil Cosas. Una escuela nuestra cree que los espíritus son el reflejo de los
seres sintientes sobre el Todo y por lo tanto estos no son más diferentes que los diferentes estados
de pensamiento. La otra escuela cree en una Burocracia Celestial que tiene una posición para cada
espíritu, los cuales son seres completamente aparte de aquellos del mundo material, estando cada
uno de estos espíritus atado a unos deberes dentro de la Burocracia. Así, hay para nosotros seis
reinos que abarcan todo el mundo espiritual: El Tian (la Alta Umbra), Maya (el Ensueño), el Mundo
Yang, El mundo Material, el Mundo Yin y el Yomi Wan.

Tiempo: El tiempo, el movimiento del tiempo es circular, no linear. El tiempo se ve a través de los
ojos del yo, el cual es limitado; el tiempo es una ilusión que debe trascenderse, solo escapando a
su ego el Akashica puede ver más allá de la medida humana y puede influenciar el tiempo con su
mente logrando la resolución del Karma.

Sobre los Vajrapani: Somos la más marcial de todas las sectas, perseguimos el Drahma (La ley que
nos obliga a trascender a nuestro enemigo, el drahma es nuestro lugar en el mundo y la manera a
través de la cual nos libramos del samsara) a través del deber. Somos las Escamas del Dragón, los
Guerreros, El Puño Combatiente (este último nombre se considera un insulto).

Los Vajrapani originales creían que el fuerte trabajo físico conduciría a la iluminación. Tarde o
temprano esto llevaría a su interés por la disciplina del combate y por lo tanto a una orden de
naturaleza militar. Las Guerras del Himalaya (un conflicto entre los Akashica y los Euthanatos)
involucrarían a los nacientes Akashica y Euthanatos, los primeros estaban perturbados por la
animosidad con la cual los cultos de Thanatos mataban en el nombre del Karma, mientras que los
Euthanatos estaban preocupados por la voluntad de los Akashica de abstraerse del mundo y
escapar de la Rueda de las Edades.

Estos conflictos iniciarían en el 900 a.e.c. En Bután surgió una plaga, ambos grupos se aliaron para
combatirla, pero los Euthanatos liderados por Ranjit pronto comenzaron a asesinar a los enfermos
para contener la enfermedad, lo que causó la ira del Tigre de Humo (el líder de los Akashica en
China en aquella época). Los Euthanatos sostienen que esto fue para evitar la expansión de la
enfermedad y una manera de que estos enfermos reencarnaran en vidas más felices. Según
testimonios de antiguos escribas de la orden, las acciones de Ranjit y de los Dacoit (el más grande
de los cultos de la muerte alrededor del cual orbitaban los otros) fueron parte de un esquema
general para provocar la división de los Akashica. Hoy día la masacre es recordada como la
Coumada Blanca.
De aquella época data el más grande de todos los nuestros, Chan Ng el general Vajrapani que
lideró las fuerzas Akashicas. Chan trató de negociar la paz, pero solo encontró la hostilidad; por
esta razón, por ver el cinismo de los Euthanatos fue a la guerra e hizo llover fuego sobre el
enemigo.

Hacia el 850 se hizo claro que las victorias de los Akashicas sobre los cultos a la muerte eran
temporales. Alrededor del 535 a.e.c se intentó negociar la paz, pero fue en vano. Finalmente,
hacia el 354 finalmente, los Akashica fueron expulsados del sur de Asia.

En la época de las Guerras del Himalaya, teníamos la misión específica de proteger a la Hermandad
Akashica de las amenazas que se cernieran sobre la orden, fue así como nosotros iniciamos la
guerra al ver las acciones de Ranjit.

Pero fracasaríamos ante los Euthanatos. Tras finalizar la guerra, Chan Ng desapareció junto con
Tigre de Humo escapando de sus asesinos. Ningún Registro Akashica da cuenta de lo sucedido,
pero se cree que fueron emboscados por un grupo de Coristas Celestiales que les acogió mientras
estos escapaban, ya derrotados por los cultos a la muerte. Fue entonces cuando nuestra orden se
fracturó: los Li-hai se separaron del resto de la orden, mientras que aquellos que permanecieron se
diseminaron al sur de Asia. En Japón, nos entremezclamos con los guerreros samurái, y
rechazamos los llamados de los Akashicas de China para cooperar contra los invasores mongoles.
En Korea nos mezclamos con la clase guerrera Hwarang. En China el surgimiento de la dinastía
Ming nos envió a los Monasterios convencidos de que el mundo no tenía más necesidad de
progreso militar. Más tarde trabajamos con los Shi-Ren para montar una resistencia contra la
dinastía Manchu y los Wu Lung que los apoyaban y luego contra el imperialismo occidental.

El siglo XX llegó y muchos de nosotros luchábamos unos contra otros, fue el horror de Hiroshima y
Nagasaki lo que nos uniría.

Hoy día nos enfrentamos a un grave problema: solemos reclutar dentro de nuestras propias líneas
familiares, de las 36 líneas familiares que permanecen asociadas a nuestra secta, menos de la
mitad tienen algún despertado. Hemos entonces preferido enseñar los fundamentos del Do a los
durmientes y otras artes marciales mientras nuestros Sifu buscan aprendices con el potencial de
despertar en la magia, es la solidaridad lo que nos mantiene en pie y el motivo por el cual nos
consideran particularmente peligrosos.

Somos una gran familia y aquellos iluminados entre nosotros recibimos el mismo trato que recibe
el profesor de artes marciales, el yo después de todo no es más que ilusión, el progreso solo sirve
para trascender dicha ilusión, por lo tanto, el avance del conocimiento es todo menos personal,
razón por la cual debe involucrar a la comunidad misma.

Para hablar de nuestras sectas principales empecemos por Japón, en Japón operan los Tenshin
Arashi Ryu, los cuales operan enfocándose en la arquería, la espada y el combate montado. La
Bodhimandala (capilla) está abierta a cualquier Vajrapani, excepto aquellos de Corea.

En China El Estandarte del Dragón de Ébano, mantiene una fina línea entre las artes marciales y
espirituales prohibidas por el régimen. Siguen el camino de Shenglong, las Montañas Sagradas de
China son para ellos las sendas que conducen al Sendero Invisible que es el Camino del Dragón, la
puerta a los otros mundos. Algunos de ellos claman, que las esferas de Shenglong se manifiestan
cada cierto tiempo en el mundo, concediendo a quien las porta un deseo de enorme poder,
aunque Shenglong puede poner límites a dichos deseos. En sus leyendas se suele hablar de
legendarios Reyes Mono guerreros que habitaron en la Segunda Edad.

En Corea, la cosa se complica, sabemos que hay al menos cuatro familias distintas operando con
las cuales hemos perdido contacto tras la guerra de Corea. Los Sulsa, Takashi, Irotoshi y Souruko.
Los Sulsa son una secta con alto grado de secrecía que comparte una tradición con los Kannagara y
los Jnani. Sus espadas son legendarias y algunos claman que hay unas cuantas de ellas que fueron
usadas para asesinar los dragones en la Era Antigua, sin embargo, se caracterizan por algo: no
permiten durmientes como aliados, todos sus aliados son sobrenaturales, su historia como
cazadores de dragones los ha puesto en relaciones hostiles con el Estandarte del Dragón de Ébano
a lo largo de su historia, ahora deben aceptarlos puesto que la situación a la que se enfrentan los
akashica en Asia no permite una guerra interna entre la secta.

Historia General

Como muchas otras facciones los Akashica claman ser la más antigua sociedad mágica. Cada secta
tiene sus propios ritos distintivos. Los Akashica consideran que sus orígenes se trazan a los últimos
seres iluminados que vieron el ciclo final de la creación anterior. En dicho ciclo final, una gran
cantidad de personas logró la ascensión. Cuando el fin del mundo llego, los seres más sabios se
resguardaron en la montaña de Meru. Vagas memorias de esta ciudad mágica darían lugar a las
leyendas de Shangri-La y del Shambhala, ciudades donde los vientos de las montañas llevaban las
voces de los dioses.

Desafortunadamente Meru “la Bendita” fue destruida cuando el deseo material condujo a los shen
por fuera de sus deberes. Los Wan Xian, que habían sido creados por la Burocracia Celestial para
legislar en su nombre y aplicar la voluntad divina comenzaron a luchar unos contra otros. En
aquella época los Wan Xian ansiaron el Chi y fueron maldecidos por el cielo convirtiéndose en
vampiros, los hengeyokai asesinaron inocentes y los iluminados se enamoraron de los Cinco
Elementos causando desgracias con su uso. Algunos Akashica clamaron que una Madre de Jade o
Señor del cielo les escondía secretos que yacían en las estrellas, por eso el mundo estaba lleno de
placeres, para que no alcanzar jamás la verdadera liberación.

Fue allí cuando surgió el Manto que separa los mundos. En China, los Wu Lung gozaban de
enorme dominio y fueron enemigos de los Akashica. Fue en aquella era cuando los Akashica
encontraron el Templo Shaolin en el Tíbet, el Bodhidarma (un ser que había alcanzado la
iluminación y con un poder similar al de una divinidad) expulsó con su santidad a los espíritus que
allí habitaban, alejando a los vampiros y otros seres sobrenaturales que sintieron vergüenza de sus
acciones ante su presencia. Los Kannagara acudieron creyendo en el Voto del Bodhissatva, y el
Templo Shaolin se abrió para todo aquel que buscase la iluminación.

A pesar de los esfuerzos de los ataques de los Wu Lung en el Templo, que finalmente acabarían
destruyéndolo mucho más tarde (en 1735), la Hermandad prosperó. Cuando los mongoles
conquistaron mucho de Asia, emisarios Jnani hicieron la paz con los chamanes y minaron los
esfuerzos mongoles de invadir Japón. Cuando cayó la dinastía Yuan, la hermandad Akashica era
considerada la sociedad mágica más poderosa del Este y la primera en ser convocada en la Gran
Convocación (que daría origen al Concilio de las Nueve Tradiciones Místicas) para consternación de
los Wu Lung.
Los esfuerzos de la Hermandad Akashica por apoyar la dinastía Ming serian minados por los Wu
Lung, cuyos corruptos consejeros y soldados provenientes de Manchuria terminaron por
destronarles. Los Vajrapani y los Shi-Ren usaron el Templo Shaolin como un bastión rebelde. Los
Vajrapani lucharon con la dinastía Qing y los Wu Lung que les apoyaban. La Hermandad seria
derrotada cuando la traición surgiese dentro del Templo por parte de los otros Shen. Los Akashica
sintieron que su confianza fue traicionada, habían abierto el Templo para la iluminación universal y
los discípulos que habían acudido allí les habían traicionado. Fue entonces cuando los Shi-Ren
formaron sociedades secretas y los Vajrapani se acentaron en Okinawa.

Pero vamos en orden: Los Wu Lung eran los hechiceros dragones y quienes trajeron la noción de
civilización a China, así como muchas de las reglas políticas y el confucionismo, a ojos de los
Akashica mantenían el ciclo, no buscaban trascenderlo sino reforzarlo, fueron ellos quienes
crearían el concepto de Mandato Divino y se nombrarían a sí mismos emisarios de la Burocracia
Celestial (concepto que algunos opinan nace con ellos). Según se cree la guerra entre los Wu Lung
y los Akashica tuvo sus inicios alrededor del 496 a.e.c , ambas facciones en un inicio colaboraron
contra amenazas que se cernían sobre China, esta es la era de las grandes leyendas que pueblan la
historia de la Era de las Leyendas. Pero finalmente en medio de dicho combate hallarían
diferencias (tal como sucedió con las Guerras del Himalaya contra los Euthanatos), porque por otra
parte los Wu Lung estaban convencidos que ellos eran más aptos para gobernar toda China,
después de todo se consideraban a sí mismos emisarios de los dioses, hechiceros que hacían la
voluntad de los dragones (Esto llevaría más adelante al nacimiento de los Sulsa, que se veían a sí
mismos reacios a aceptar el poder de la Burocracia Celestial y comenzaron a asesinar los dragones
a los que adoraban los Wu Lung, algo que los pondría en problemas también con el Estandarte del
Dragón de Ébano).

Fue en esta era cuando los distintos estados que componen China, se encontraban en guerra, en el
periodo que se conoce como El Periodo de los Estados en Guerra (Warring States Period). Los Wu
Lung intentaban unir China bajo un solo gobernante, es así como alrededor del 221 a.e.c surge la
idea de una Burocracia Celestial, bajo la dinastía Qin: Los Wu Lung se nombran hechiceros de los
Dragones y crean un conjunto de reglas sobre el funcionamiento de la magia en china y su
regulación: crean las bases legales sobre las que se basarían tanto las tradiciones como la
tecnocracia posteriormente para crear el Concilio y la Unión, sin embargo dichas leyes provenían
del Cielo, haciendo que todo aquel que las desafiase fuese anatema de la Creación y enemigo de la
Ciudad Santa, Yu-Shan: la Ciudad Mística del Emperador y de los Reyes Dragon (un reino que se
hallaba más allá de Horizonte y que ahora se ha perdido en la Umbra). Así, los Wu Lung
consiguieron el favor de los Reyes Dragones, mientras que los Akashica solo pudieron conseguir el
favor de los dragones menores, puesto que ninguno de los Akashica estaba dispuesto a aceptar a
los Reyes Dragones como dioses, Shenglong seria atacado por los Reyes Dragones que lo
degradarían y expulsarían de Yu-Shan, Shenglong sabiamente robó las Esferas del Emperador
Dragón y las lanzó a la Creación haciendo que los Reyes Dragones no pudiesen recuperarlas nunca
más, no sin antes pedir un deseo para sí mismo: ser un dios libre del rigor de la Burocracia, para
ello Shenglong se ató con el mundo y con las esferas.

Durante la Dinastía Han (209-9 a.e.c), los Wu Lung se encargaron de hacerle la vida difícil a sus
contendientes Akashica. Y sería entonces, cuando los Akashica comenzarían la construcción de
monasterios a lo largo de toda Asia, estableciendo con ello pequeñas unidades monásticas.
Es en el 529 cuando los Akashica ocupan el Templo Shaolin. Y de ahí en adelante comenzaran a
hacerse fuertes. En esta época los Wu Lung no controlaban ya el emperador y un nuevo grupo
había aparecido: el Dalou’laoshi (los Dragones Elementales), los Dragones Elementales, estaban
cansados de las guerras entre los magos, pero decidieron por el momento solo observar cómo los
Wu Lung y los Akashica se aniquilaban unos a otros, fue entonces cuando comenzaron a controlar
el Camino de la Seda, haciéndose ricos en sus intercambios comerciales y culturales con los
Dedalianos de Roma (uno de los grupos fundadores de la Orden de la Razón que luego se
convertiría en la Unión Tecnócrata) que por entonces veían como caía el Imperio Romano de
Occidente y buscaban salvaguardar la cultura romana (algo que lograrían finalmente, haciendo que
el paradigma occidental descansara sobre las bases del pensamiento construido tanto por los
griegos como por los romanos).

En el año 618 los Wu Lung retoman el control sobre el Emperador (Dinastía Tang 618-907) y
consiguen la destrucción del Templo Shaolin. Esta época es recordada como la época de las
grandes batallas entre los Wu Lung y los Akashica, es allí cuando surgen las leyendas sobre las artes
marciales y lo que estas pueden lograr, en ellas los Guardias del Templo de los Vajrapani y los
Guerreros de la Escuela del Tigre de los Wu Lung batallaron con profunda ignominia, pero también
hay leyendas en ambas facciones de guerreros que batallaron siguiendo el más estricto código de
conducta, teniendo el más profundo honor y respeto por el enemigo.

Es entonces cuando muchos Akashica deciden abandonar china para irse a Japón. Desde la caída
de la dinastía Tang hasta el siglo XIII los Wu Lung gozaran de un poder real, tan real que fue en este
momento cuando los Akashica por poco ven el fin de su orden (serian salvados por místicos
campesinos que no estaban afiliados a ninguna facción, los cuales les colaboraron desde las
sombras, todavía hoy no se sabe por qué lo hicieron ni quienes fueron). Entonces lo inesperado
sucedería: En 1279 llegarían los mongoles. Mientras tanto, del 1274 al 1281 los esfuerzos
mongoles de invadir Japón serian contrarrestados por Akashicas japoneses, liderados por los Jnani.

Cuando una peste virulenta comenzó a azotar a los invasores, los Akashica ofrecieron la cura a los
invasores y a cambio estos les permitieron gozar de más libertad que a los que a los Wu-Lung o al
Dalou’laoshi. Mientras tanto los Akashica japoneses tomaron una actitud distante con respecto a
lo que ocurría en China: considerando que era culpa de los mismos Akashica su derrota puesto que
algunos habían decidido colaborar con seres que estaban dentro de la Burocracia Celestial, tales
como Shenglong, abrazando así la ilusión de la divinidad y por lo tanto huyendo de la
responsabilidad de trascender la ilusión del yo y el culto a la divinidad.

Cuando el Daoluo’ Laoshi acudió a la Convención de la Torre Blanca que daría origen a la
Tecnocracia y al Juramento de Fuego, también juró la Declaración de la Torre de Ébano (aunque de
inmediato los tecnócratas occidentales notaron que sus maneras de apreciar las cosas eran muy
distintas y vieron dicho acto más como el interés de los Dragones Elementales de decir “estamos
con ustedes, pero tenemos nuestra manera de hacer las cosas”. La Declaración fue la siguiente:

“La humanidad no será amenazada por hombres enloquecidos ni por bestias, puesto que haremos
del mundo un lugar de Orden y Razón, los gobernantes de la humanidad serán los humanos
mismos, la empresa que comprometerá a la humanidad será su propia conservación, así pues, con
este Sello Candente, que lleva el emblema de la Orden de la Razón, prometemos con la
mortificación en nuestra carne cuya herida no podrá ser curada y ante el fuego que llevaremos a
nuestros enemigos a la muerte, prometiendo entonces que el Triunfo de la Humanidad será la
erradicación del mundo sobrenatural y la realización de la Voluntad Colectiva. Declaramos
entonces guerra total contra los magos, las brujas, las hadas, los boggies, los Dyvells, los
Changelings, los seres de la Umbra, los Demonios, los hombres bestias, las criaturas de la noche y
otros seres que puedan amenazar la voluntad humana. Queme pues el fuego nuestra carne y que
ardan sus miserables cuerpos y su errado conocimiento. Hoy nace la Orden de la Razón”.

Como un apunte curioso de la historia, a dicha reunión acudió la facción akashica del Shi-Ren. Lo
que causó evidentemente molestia entre los Dragones Elementales y los Wu Lung que, aunque
comulgaban con los intereses pautados por el Archimago Yoassmy Bani Ex Miscellanea de Britania
Amo De la Torre Blanca de Languedoc (que daría lugar a que se llamase así la reunión en su honor,
tras su asesinato en el 1325) estaban allí principalmente para solicitar ayuda con la intención de
expulsar a los mongoles de China. Los Wu Lung y los Dragones enfurecieron ante la idea de
colaborar con el Shi-Ren para expulsar a los mongoles y se negaron a la propuesta del Shi-Ren de
formar una alianza. Los Dragones Elementales se resguardaron en las costas donde florecía el
comercio esperando recibir ayuda de los Artificieros occidentales (pero estos estaban ocupados
con sus economías que ahora se enfrentaban a la Crisis Bajo Medieval y a la llegada de la Peste
Negra, además de que las cruzadas y la perdida de San Juan de Acre habían consumido mucho de
su tiempo, esfuerzo, dinero y conocimiento, marcando el fin de las Cruzadas), los que decidieron
quedarse ayudaron a los Wu Lung a tomar venganza sobre los Akashica (que habían colaborado
con el enemigo para llevar su perdición, como lo veían los Wu Lung).

Sucederían entonces un montón de revueltas campesinas que desafiarían el gobierno de los


mongoles. Ni los Dragones Elementales ni los Wu Lung pudieron controlarlos, solo los Akashica
pudieron forjar lazos con grupos como los Turbantes Rojos. Entonces, en 1368 llega al poder el
primer emperador de la dinastía Ming, apoyado por aristócratas Shi-ren y guardas Vajrapani.

Pero aquí viene lo divertido: el poder de los Akashica no era real, los Wu Lung lo sabían y por eso
se reían de que los Akashica fuesen convocados en la Gran Convocación que daría origen al
Concilio de las Tradiciones (1449-1466).

Para el año 1644 la dinastía Ming caería ante los soldados de Manchuria que serían apoyados por
los Wu Lung. Finalmente, en 1735 los Wu Lung consiguieron vengarse de los Akashica que
destruyeron gran parte de su cultura colaborando con los mongoles, los Wu Lung pagaron con la
misma moneda: Destruyeron de una vez y por todas el Templo Shaolin.

Llegarían los occidentales en las Guerras del Opio y con ellos los Cinco Dragones Metálicos que
ahora entraban a competir directamente con los Dragones Elementales (acogiendo este nuevo
grupo a algunos asiáticos que en un inicio colaboraron con los colonos, pero luego terminarían por
desplazar de sus rangos de poder a los extranjeros, erigiéndose los Dragones Metálicos como otra
tecnocracia asiática en todo su derecho). Así el colonialismo reforzó el poder tecnócrata sobre Asia,
los Dragones Metálicos descubrieron las armas y la política revolucionaria (algunos consideran que
esta fue una estrategia de los Dragones Metálicos para purgar sus filas, pero la revolución cultural
les traería más problemas de los pensados). Y los Wu Lung se enfrentaban ahora a su destrucción
definitiva.

Hong Kong cayó en manos de los británicos. Pasaría muchísimo tiempo y finalmente los japoneses
invadirían Manchuria, acontecería la guerra Sino-japonesa, luego las bombas aliadas golpearían las
fortalezas de los Wu Lung en Asia. Más tarde la segunda guerra mundial pondría a los Akashica
unos contra otros. Los elementos tecnocráticos en la revolución destruirían el ejercito de Zhen Di.
Los Wu Lung corrieron buscando refugio, pero entonces sucedió algo inesperado: llego el
comunismo.

Ahora la tecnocracia se encontró con que sus hombres y mujeres más educados eran enviados a
los campos y a las fábricas. Las antiguas costumbres fueron denigradas y reprimidas.

Ahora ha llegado la Sexta Era. El rápido desarrollo económico ha hecho fuertes a los Cinco
Dragones Metálicos, y la tecnocracia, al menos en sus altos rangos es completamente asiática
digan lo que te digan. Ahora hay que aceptarlo: Los Akashica fracasaron en la Guerra de la
Ascensión, miran con tristeza hacia la República Popular China, no pudieron arrebatar el poder de
los Wu Lung, aunque ahora ven como estos enfrentan el exterminio. Bajo el enorme peso del
Karma, muchas sectas dentro de la Hermandad han aprendido a hacer las cosas sin fiarse ahora de
la historia, y muchos magos abrazan una vida ordinaria en lugar de la conquista mágica, después
de todo, una vez que se abandonan las conspiraciones lo único que queda es el yo y la lucha por la
supervivencia, para tristeza de muchos Akashica que defienden los viejos caminos, esta es una era
de suma individualización y egoísmo.

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