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ANEXOS 2
Edad Antigua:
En esta época se contemplaban a los menores y sus derechos, desde la perspectiva de
absoluto sometimiento a sus padres. Así pues, la familia y el Estado decidían por la vida
y futuro del niño, sin tomar en cuenta sus anhelos propios. Podemos observar de tal
forma que en algunos pueblos, tales como la región de Palestina, se hacían sacrificios
humanos utilizando personas menores de edad, se decidía sobre su futuro, el cual ya no
podía variar o se les sometía al trabajo familiar, así como se les podía reducir a la
esclavitud, incluso como pago por deuda de sus padres. En las culturas occidentales
mediterráneas, los derechos de las personas menores de edad se subordinaron
enteramente al Estado, el cual dictaba como debía ser el futuro del niño, según la clase
a la que éste pertenecía, decidía por su vida y su forma de crianza, así pues en las
ciudades griegas el niño era separado de su familia a edades tempranas, para que se le
fomentara en la cultura física, en el desarrollo del intelecto, en la preparación para la
milicia, o se le dispusiera para el trabajo si era esclavo.
El Derecho Romano
Desde la Ley de las XII Tablas, que datan de la primera era Romana, denominada era
arcaica, 450 A.C, se manifiesta objetiva y normativamente la “diferencia de los menores
de edad” desde lo que podríamos denominar un aspecto eminentemente jurídico, cual es
la capacidad jurídica de “los menores” en cuanto al goce y ejercicio. Como se sabe, allí
se funda la conocida “capitis deminutio” por razón de la edad, que es retomada
posteriormente por el Código Civil de nuestra época.
En el desarrollo del Derecho Romano, se aprecian raíces propias de la incapacidad
declarada a los menores de edad; así, nacen las figuras de los “sui iuris” que, como se
sabe, eran personas en el sentido de capacidad de goce y de ejercicio, potestades o
facultades propias de un “ser humano”, aunque se desconocía la noción de sujetos de
derechos, tal como el derecho moderno la instituye, y por otra parte los “alieni iuris”, que
abarcó a hombres con características contrarias a los primeros, especialmente los “alieni
iuris subiectus”, que se encontraban en la condición de dependencia absoluta de otras
personas, sujetas a su poder o sobre los que los independientes y hombres libres
ejercían derechos, bien devenidos de las condiciones sociales y económicas de las
castas, bien de la condición de ser “paters familia”, como las mujeres sometidas a la
potestad marital de aquel, los hijos, los esclavos, los sirvientes, los hijos, entre otros.
En el grupo de los disminuidos en su capacidad por razón de la minoridad que aún no
alcanzaban la pubertad se distinguían a su vez los infantes e impúberes mayores que
infantes, es decir los más cercanos a la infancia y los más cercanos a la pubertad. En la
Era Arcaica, infantes eran aquellos de menor edad que todavía no habían alcanzado la
capacidad de hablar o expresarse de forma coherente.
Edad Media:
Para el siglo XVII surge la ideología de arrancar al niño del mundo de los adultos,
estableciendo diferencias cimentadas en conductas y culturas, normas, órdenes e
imposiciones para cada grupo dentro de la familia.
Edad Moderna:
En esta época, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, se modifican
los resabios del pensamiento medieval, respecto de los derechos de los menores,
movimientos que tienden a reconocer que los derechos que posee todo ser humano son
extensivos al niño, con la diferencia que éste necesita del cuidado y protección del
adulto para desarrollarse; así pues, se va perdiendo cada vez más la noción que los
menores son adultos en pequeño y se va adoptando la idea que el niño y niña son
incapaces y todavía no tienen un claro discernimiento y por tal razón deben ser
orientados y educados por el adulto.
Época Contemporánea:
A partir del finales del siglo XIX con el desarrollo y avance del pensamiento al niño se
considera como un ser humano con todas sus capacidades completas y con goce de sus
derechos en su totalidad, pero por estar en un proceso de desarrollo necesita de la
protección y el cuido, en primer lugar de su familia, donde se le debe brindar educación,
salud y protección en general, y en segundo lugar, al Estado que es el garante de que
sus derechos sean cumplidos.
ANEXO 3
Condición en la que se encuentran los niños y niñas cuando no reciben los cuidados
que requieren, se encuentran abandonados, en riesgo o han cometido un hecho
antisocial.
“Modelo tutelar, ó situación irregular o asistencialista” que tiene como punto de partida la
consideración del niño o adolescente como “objeto de protección”.
A través de la historia, la niñez o minoría de edad, fue un estado en la vida del ser
humano que careció de importancia, pues siempre se consideró que no tenían una
aptitud y personalidad propia como la del adulto, por lo cual se consideraba que los
menores dependían del adultocentrismo.
En el devenir histórico, podemos observar que el primer derecho que se reconoce a los
niños y niñas es el de protección, pero supeditado a la consideración que de tal derecho
hicieran los adultos y posteriormente mediante el Estado.
Etapas de la historia que han ido evolucionando los derechos de los niños, niñas y
adolescentes:
La Convención sobre los Derechos del Niño fue adoptada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, exactamente 30 años después de
aprobarse la Declaración de los Derechos del Niño de 1959.
Implica que las niñas, niños y adolescentes ejercen sus derechos y sus deberes
conforme al desarrollo de sus capacidades físicas y psicológicas, tomando en
consideración la dirección y orientación apropiadas de sus padres o de quienes ejercen
su representación legal.
Por ejemplo, el derecho a una educación de calidad, esta inicia desde su familia, a
medida que crece va al kínder y sus padres le ayudan en sus tareas, donde inicia a
colorear, dibujar, recortar, para luego empezar a escribir, leer e ir descubriendo nuevas
cosas con su propia experiencia.
Igualdad, no discriminación y equidad (Art 11)
Se entiende por interés superior de la niña, niño y adolescente toda situación que
favorezca su desarrollo físico, espiritual, psicológico, moral y social para lograr el pleno y
armonioso desenvolvimiento de su personalidad.
Así como las niñas, niños y adolescentes tienen Derechos, también tienen deberes, al
igual que los padres, madres, y personas responsables.
ANEXO 4
ANEXO 5
El órgano supremo del CONNA es el Consejo Directivo, el cual estará integrado por la
máxima autoridad de las siguientes Instituciones:
Del Órgano Ejecutivo, los titulares encargados de los siguientes ramos:
Seguridad Pública y Justicia;
Hacienda;
Educación;
Trabajo y Previsión Social; y,
Salud Pública y Asistencia Social.
De la Procuraduría General de la República;
De la Corporación de Municipalidades de la República de El Salvador; y,
Cuatro representantes de la sociedad civil organizada elegidos por la Red de Atención
Compartida, dos de los cuales deberán pertenecer a organizaciones no
gubernamentales de Derechos Humanos.
EL ÓRGANO JUDICIAL
La Procuraduría tiene como objeto velar por la protección, promoción y educación de los
Derechos Humanos y por la vigencia irrestricta de los mismos. Tiene un papel de
vigilancia en la LEPINA.