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Pablo Cobreros
Departamento de Filosofía
Universidad de Navarra
pcobreros@unav.es
m,
Índice
Índice iii
1 Lógica tradicional 7
1.1 La naturaleza de la lógica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.1.1 Lógica natural, ars logica y ciencia de la lógica . . . . . . . . . 7
1.1.2 El objeto de la lógica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.1.3 Relación de la lógica con otras partes de la Filosofía . . . . . . 13
1.2 El concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.2.1 Concepto formal y concepto objetivo . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.2.2 El universal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.2.3 Los predicables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.3 El juicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.3.1 Juicio psíquico y juicio lógico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.3.2 Estructura y fundamento de la relación predicativa . . . . . . . 26
1.3.3 La proposición y sus especies . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
iii
Í
Bibliografía 79
Bibliografía 79
iv
Introducción
1
Í
2
Índice
3
Í
4
Índice
5
1
Lógica tradicional
7
. L
8
1.1. La naturaleza de la lógica
***
Antes de responder a la cuestión sobre la distinción entre
propiedades lógicas y propiedades reales conviene hacer un pequeño
inciso sobre la noción de ente.
9
. L
1.1.9 La palabra ‘ente’ viene del latín ‘ens -tis’, participio de presente del
verbo ‘sum’. Etimológicamente significa algo así como lo que es.
1.1.10 La noción de ente es peculiar; no es un concepto entre otros con-
ceptos (como la categoría máximamente general). Todo concepto tiene
una extensión (el conjunto de objetos de los que es verdadero) y una
intensión = significado intensión (las notas en la definición del concepto). Hay una relación de
proporción inversa entre extensión e intensión en un concepto: cuanto
mayor es la extensión de un concepto, menor es su intensión y a la
inversa. Por ejemplo, los conceptos, Hombre - Animal - Viviente están
ordenados de menor a mayor extensión y de mayor a menor intensión.
Si la noción de ente fuese una categoría máximamente general tendría
la mayor extensión posible, pero también la menor intensión posible (es
decir, vacío de significado). [Por cierto, Hegel identifica el concepto de
ser con la nada; quizá tiene conexión con esto] Conclusión: la noción
de ente no es un concepto que se obtenga por la línea de generalización
de otros conceptos.
1.1.11 Como dice Aristóteles, ‘el ente se dice de muchas maneras’; es
decir, que la noción de ente es análoga. Un término es usado de man-
unívoca = era unívoca en ocasiones distintas cuando es usado con un significado
unambiguous; tiene un completamente idéntico en ambas ocasiones. Por ejemplo, cuando dec-
solo sentido imos que Juan es hombre y que Pedro es hombre, empleamos unívoca-
mente el término ‘hombre’. Un término es usado de manera equívoca
en ocasiones distintas cuando es empleado en cada ocasión con signifi-
cados completamente distintos; por ejemplo, cuando digo que Marta y
María son judías y cuando digo que hoy hay para comer judías, em-
pleo el término ‘judía’ equívocamente. Un término es usado de manera
análoga en distintas ocasiones cuando es usado en cada ocasión con un
significado en parte igual y en parte distinto. En este sentido, los usos
análogos de un término se sitúan a medio camino entre la univocidad
y la equivocidad. Por ejemplo, en el siguiente ejemplo,
1) Dios es santo
2) El Evangelio es santo
empleamos el término ‘santo’ análogamente. Es evidente que en
ambos caso empleamos el término ‘santo’ con sentidos relacionados;
pero no se puede entender que el sentido sea completamente el mismo,
puesto que sólo Dios es propiamente santo, y si llamamos a un libro
santo es por su relación con Dios. La analogía fue estudiada en pro-
fundidad por los medievales (ver, por ejemplo, García-López, Lecciones
de Metafísica Tomista, ‘La analogía del ente’). Ellos hacían muchas
10
1.1. La naturaleza de la lógica
11
. L
12
1.1. La naturaleza de la lógica
13
. L
1.2 El concepto
14
1.2. El concepto
15
. L
1.2.2 El universal
1.2.7 (Términos universales) Las cosas con las que podemos tratar
habitualmente son singulares. Sin embargo, hay términos que tienen
cierta intención universal. Por ejemplo, el término ‘hombre’ tiene una
intención universal en el sentido de que no se refiere a un único hombre,
sino al conjunto de todos ellos (por contraste a, digamos, ‘Pedro’ que
es un término singular). Aristóteles define lo universal como ‘algo uno
relativo a muchos’ (Met. VIII, c.13).
1.2.8 La palabra ‘hombre’ es en cierto sentido algo particular. [ Mati-
zación: el lenguaje es simultáneamente particular y abstracto: podemos
distinguir entre tipo e instancia. La palabra ‘hombre’ como tipo es
una única palabra del castellano; sin embargo, esta palabra puede tener
muchas instancias numéricamente distintas (cuando la pronuncia Juan,
cuando la escribe Pedro etc.) Cuando hablamos de palabras, por ejem-
plo, solemos hablar de tipos más que de instancias. Millán no considera
en su libro este tipo de universalidad] Aunque la palabra ‘hombre’ es en
cierto sentido particular, tiene algo en virtud de lo cual puede referirse
a muchos, puesto que la palabra se aplica tanto a Juan como a Pedro,
como a cualquiera de los hombres. Aquello por virtud de lo cual un
término puede ser referido a muchos no puede poseerlo el término de
suyo (ya que éste es particular): no puede ser ninguna propiedad real
del término, ya sea éste entendido como tipo o como instancia.
1.2.9 Los términos llamados universales, como ‘hombre’, no son en sí
mismos universales. Su universalidad es una propiedad lógica, es de-
cir, una propiedad que el término adquiere sólo cuando es concebido
por la mente. A esta propiedad de los términos universales se le llama
significación universal, de manera que los términos universales son en-
titativamente singulares y significativamente universales.
Cuál es la definición de 1.2.10 Apunte: sobre la significación lógica y natural. No toda signifi-
"signo"? cación es puramente lógica; existen además los signos naturales. Los
signos naturales son aquellos que guardan una relación real con su sig-
nificado. Un signo es aquello que nos lleva a algo distinto de sí mismo.
16
1.2. El concepto
17
. L
cumple con más perfección que cualquier otro objeto la misión de signo.
Como hemos comentado más arriba, el signo es algo que nos lleva a
algo distinto de sí mismo. En el caso de los signos habituales hay
que reparar en primer lugar en el signo y sólo en un segundo lugar
somos llevados a lo significado: para que el humo nos lleve al fuego
hay que reparar en primer lugar en el humo; del mismo modo, para que
la palabra nos lleve a la cosa hay que reparar en primer lugar en la
palabra. El caso del concepto formal es distinto; presenta lo significado
sin imponer su propia realidad. Como dice Millán, ‘puedo pensar el
hombre sin pensar el acto por el que lo pienso’.
1.2.14 Representación universal del concepto formal. El concepto formal
en cuanto acto real es singular y concreto. Sin embargo, en cuanto
representativo de algo ‘distributivamente predicable de una pluralidad
de seres’ (el concepto objetivo) consituye un universal in repraesentando.
Así las cosas:
singulares universales
Términos universales en sí mismos significativamente
Conceptos formales en sí mismos representativamente
18
1.2. El concepto
humanidad); del mismo modo que cuando digo que Sócrates es blanco,
no afirmo que Sócrates y la blancura sean la misma cosa. Dado que los
juicios de identidad y las predicaciones son iguales en su estructura, la
diferencia entre ambos debe venir por el tipo de términos involucrados
en tales juicios. Lo más razonable es pensar que en el caso de los juicios
de identidad los términos que aparecen a ambos lados de la cópula son
términos singulares, mientras que en el caso de las predicaciones, o bien
el segundo término o bien ambos son términos universales. Es decir,
lo que hace que ‘Juan es el alumno sentado en la primera fila’ sea un
juicio de identidad es el hecho de que ‘Juan’ y ‘el alumno sentado en la
primera fila’ son términos singulares, mientras que ‘Juan es hombre’ es
una predicación porque ‘hombre’ es un término universal.
Ahora bien, para que ‘hombre’ sea un término universal, debe sig-
nificar algo universal. Si lo significado por ‘hombre’ fuese algo singular
y concreto, entonces ‘Juan’ y ‘hombre’ no podrían pertenecer a categorías
distintas: ambos nombrarían algo singular. Por tanto, debe haber algo
en sí mismo universal que es lo significado por los términos universales.
1.2.16 El concepto objetivo es universal in essendo. Como acabamos de
ver, es necesario que haya universales para que haya auténticas pred-
icaciones y no sólo juicios de identidad. Cuando decimos de alguien
que es hombre, lo que se predica no es ni el término ni el concepto
formal sino aquello que es en sí mismo universal: el concepto objetivo.
Cuando decimos que Pedro es hombre, establecemos cierta relación
entre Pedro y el concepto objetivo hombre. Si resulta que la predicación
es verdadera, de algún modo la humanidad está presente en Pedro;
de hecho la humanidad está presente en cada objeto que cae bajo la
extensión del concepto hombre, aunque no del mismo modo en que está
en el concepto.
19
. L
20
1.2. El concepto
21
. L
Predicabilidad esencial:
• Parte de la esencia:
22
1.3. El juicio
Predicabilidad accidental:
1.3 El juicio
23
. L
24
1.3. El juicio
25
. L
Total Parcial
Materia Suj / Pred Suj
Forma Cópula Pred
26
1.3. El juicio
• atención (vocativa)
• contestar (interrogativa)
• realizar una acción
– superioridad del hablante (imperativa)
– inferioridad del hablante (deprecativa)
27
. L
Ejemplos:
28
1.3. El juicio
29
2
Consecuencia lógica y lógica clásica
31
. C
32
2.1. Consecuencia lógica: necesidad y forma
33
. C
34
2.3. Semántica y consecuencia lógica
35
. C
Prueba. Supongamos: ✏ A
m (definición de consecuencia lógica)
no hay una interpretación I tal que: I( ) = 1 para todo 2 y I(A) = 0
m (definición de ‘¬’)
no hay una interpretación I tal que: I( ) = 1 para todo 2 y I(¬A) = 1
m (definición de satisfacibilidad)
[ {¬A} no es satisfacible.
2.4 Tableaux
2.4.1 Las definiciones de la sección anterior del lenguaje, la semántica y
la consecuencia lógica definen la lógica proposicional clásica. Podemos
determinar si un enunciado es consecuencia lógica de un conjunto de
enunciados analizando cada posible interpretación. Sin embargo, este
procedimiento puede resultar bastante penoso a partir de un número
razonable de variables proposicionales. Por ejemplo, el número de in-
terpretaciones para un argumento con ocho variables proposicionales es
256 (28 ).
Un sistema deductivo es un conjunto de reglas que permiten con-
struir una prueba para establecer si un enunciado es consecuencia de
un conjunto de premisas. Las reglas de un sistema deductivo atienden
sólo a la forma de las fórmulas en el argumento, no a las interpreta-
ciones. La relación de consecuencia aportada por un sistema deductivo
es, en este sentido, sintáctica.
2.4.2 El sistema de tableaux consta de un conjunto de reglas para de-
scomponer las fórmulas en un argumento dando lugar a un árbol. Un
36
2.4. Tableaux
⇧ ⇧
⇧ ⇧ ⇧
37
. C
2.5 Contra-modelos
2.5.1 Un contra-modelo para un argumento de premisas y conclusión
A es una interpretación que muestra 2 A. Una tabla abierta para
[{¬A} indica que existe una interpretación que satisface la lista inicial
de fórmulas. Podemos seguir las indicaciones mostradas por una rama
abierta de la tabla para encontrar un contra-modelo que muestre que
2 A.
2.5.2 El procedimiento es simple: para cada variable proposicional p, si
p aparece en la rama, I(p) = 1 y si ¬p aparece en la rama I(p) = 0 (en
38
2.6. Corrección y completud
39
. C
Prueba. La prueba del lema se realiza examinando por casos cada una
de las reglas. Supongamos que I es fiel a b y que aplicamos a una fbf
A en b una de las reglas:
a) Para !:
a. i) Si A es de la forma ¬(B ! C) y aplicamos la regla correspondi-
ente, entonces sólo se da lugar a una nueva rama, la compuesta por b
añadiéndole B y ¬C. Como I es fiel a b, I(¬(B ! C)) = 1; pero esto
es así si y sólo si I(B) = 1 y I(¬C) = 1. Esto quiere decir que I es
fiel a la rama generada por la aplicación de la regla correspondiente a
¬(B ! C) en b, puesto que es fiel a b y hace verdaderas B y ¬C.
a. ii) Si A es de la forma B ! C y aplicamos la regla correspondiente,
obtenemos dos nuevas ramas, la compuesta por b añadiéndole ¬B y la
compuesta por b añadiéndole C. Como I es fiel a b, I(B ! C) = 1. Por
tanto, o bien I(C) = 0, en cuyo caso I(¬B) = 1, o bien I(C) = 1. Esto
quiere decir que I es fiel a al menos una de las dos ramas generadas
por la aplicación de la regla correspondiente a (B ! C) en b, puesto
que es fiel a b y o bien hace verdadera a ¬B o bien hace verdadera a
C (o a ambas).
El resto de casos se dejan al lector como ejercicio.
40
2.6. Corrección y completud
41
. C
Prueba. Supongamos que 0 A. Esto quiere decir que hay una tabla
completa para el conjunto [ {¬A} que tiene alguna rama, b abierta.
Por el lema de completud, la interpretación I inducida por b asigna a
todos los miembros de el valor 1 y a A el valor 0. Esta interpretación
es un contra-modelo que muestra que 2 A.
2.7 Ejercicios
1. Responda a las siguientes preguntas
42
2.7. Ejercicios
a) {A ! B} ` ¬B ! ¬A
b) {¬B ! ¬A} ` A ! B
c) ` ¬(¬A ^ A)
d) ` (A ! (¬A ! B))
e) ` (((A ! B) ! A) ! A)
f) (p ! q) ^ (r ! s) ` (p ! s) _ (r ! q)
g) ¬(p ! q) ` p
43
. C
h) q ` p ! q
i) ¬p ` p ! q
j) (p ^ q) ! r ` (p ! r) _ (q ! r)
a) (p ! q) _ (r ! q) 0 (p _ q) ! r
b) (p ! (q ! r)), (p _ q) 0 r
44
2.7. Ejercicios
45
3
El sistema básico de la lógica modal
47
. E
{'[t/x], t = u} ✏ '[u/x]
La regla permite sustituir toda ocurrencia de un término singular
t por otro término singular u bajo el supuesto de que t y u tienen la
misma referencia [ésta es una regla válida de la lógica clásica de primer
orden con identidad, salvando que no haya conflicto de variables, imag-
ino]. Por ejemplo, del enunciado,
1) Giorgione era un pintor italiano
podemos inferir válidamente,
1*) Barbarelli era un pintor italiano
puesto que ambos términos, ‘Giorgione’ y ‘Barbarelli’, refieren a la
misma persona.
3.1.3 Sin embargo, existen multitud de contextos en los que términos
singulares con la misma referencia no son válidamente sustituíbles.
Por ejemplo, mientras que el enunciado,
2) Giorgione fue llamado así por su estatura
es verdadero, el resultado de sustituir por un término con igual refer-
encia,
2*) Barbarelli fue llamado así por su estatura
es falso. El motivo por el que no podemos sustituir en 2) es claro: el
enunciado tiene el mismo significado que,
2**) Giorgione fue llamado ‘Giorgione’ por su estatura
de modo que en 2) el término ‘Giorgione’ cumple la doble misión de
referir al pintor y al nombre del pintor.
3.1.4 En muchos otros casos, el fallo de la regla de sustitución no parece
estar basado en una ambigüedad tan clara como en el caso de 2). Por
ejemplo, asumiendo que Felipe no sepa demasiada geografía el siguiente
enunciado podría ser verdadero,
3) Felipe cree que Tegucigalpa está en Nicaragua
Sin embargo, por falsa que sea la creencia de Felipe, parece que no
podemos atribuirle la siguiente creencia,
3*) Felipe cree que la capital de Honduras está en Nicaragua
Un caso paradigmático de este tipo de contextos es el de los contex-
48
3.1. Introducción: origen e interés filosófico de la lógica modal
49
. E
50
3.3. Semántica y consecuencia lógica
51
. E
52
3.4. Tableaux
3.4 Tableaux
3.4.1 La idea que subyace a las tablas para el lenguaje modal es análoga
a la que subyace a las tablas para el lenguaje proposicional clásico:
las tablas describen un procedimiento sistemático para encontrar una
interpretación que satisfaga un conjunto de fórmulas. Si conseguimos
probar que [ {¬A} no es satisfacible, habremos probado que ✏ A. En
el caso de que una tabla completa para [ {¬A} esté abierta, podremos
construir un contra-modelo siguiendo una de sus ramas abiertas para
mostrar que 2 A.
3.4.2 Las tablas del lenguaje modal son árboles iguales a los presentados
en el capítulo anterior excepto que en cada nodo del árbol tendremos: o
bien un par hA, ii donde A es una fórmula e i un número natural o bien
algo de la forma irj, donde i y j son números naturales. Intuitivamente,
los números naturales designan mundos posibles. En los nodos en los
que aparezca una fórmula y un número, se afirma que la fórmula en
cuestión es verdadera en el mundo nombrado por el número. En los
nodos en los que aparezca algo de la forma irj se afirma que el mundo
nombrado por j es accesible desde el nombrado por i.
Cuando nos pidan probar que ✏ A, situaremos en los nodos de la
lista inicial a cada miembro B de seguido de 0 más ¬A seguido de 0.
Las reglas para los operadores clásicos son iguales que las dadas en el
capítulo anterior excepto que las cosas son relativas a mundos posibles.
Por ejemplo, la regla para la implicación será:
A ! B, i
¬A, i B, i
Y del mismo modo el resto de reglas [Ejercicio].
3.4.3 Hay cuatro nuevas reglas para los operadores modales. Las dos
primeras introducen la negación dentro del operador (están basadas en
la dualidad de los operadores modales):
¬2A, i ¬3A, i
3¬A, i 2¬A, i
[Ejercicio]: Tomando el hecho de que 2 y 3 son duales, mostrar que
¬2A si y sólo si 3¬A y que ¬3A si y sólo si 2¬A.1
1
De hecho hay un resultado mucho más general acerca del intercambio entre ‘3’
y ‘2’, para todos los sistemas modales normales: podemos cambiar toda ocurrencia
de 3 por 2 y viceversa en cualquier secuencia de operadores modales en una fórmula
53
. E
54
3.5. Contra-modelos y diagramas
55
. E
w1 ¬p, q
w0
w2 p, ¬q
56
3.6. Corrección y completud
57
. E
58
3.6. Corrección y completud
para esta lista, por el lema de corrección, habría también una función
f 0 que mostraría que ⌫f 0 (i) (C) = 1 y ⌫f 0 (i) (¬C) = 1 para alguna fórmula
C y algún número natural i. Como esto último es imposible, todo árbol
para [ {¬A} está abierto, es decir, 0 A.
3.6.5 DEFINICIÓN: Sea b una rama abierta completa. La interpretación
inducida por b es cualquier interpretación = = hW, R, ⌫i definida de igual
modo que en 2.5.2.
3.6.6 LEMA DE LA COMPLETUD: Sea b una rama abierta completa.
La interpretación = inducida por b es tal que, para cualquier fórmula
A
Si A, i está en b, ⌫wi (A) = 1
Si ¬A, i está en b, ⌫wi (A) = 0
(por inducción sobre el conjunto de fórmulas)
Caso base: Supongamos que A es una variable proposicional. El
lema se cumple por la definición de interpretación inducida por b.
Paso de inducción:
Hipótesis de inducción: Sean B y C fórmulas tales que: si B, i está en
b entonces ⌫wi (B) = 1 y si ¬B, i está en b, entonces ⌫wi (B) = 0; si C, i
está en b entonces ⌫wi (C) = 1 y si ¬C, i está en b, entonces ⌫wi (C) = 0.
a) El caso para los operadores clásicos es idéntico al lema de com-
pletud en 1.6.9 excepto por la relatividad a mundos posibles.
b) Para A = 2B
Si 2B, i está en b entonces (dado que la rama es completa) también lo
está B, j para todo j tal que irj esté en la rama. Por la construcción
de la interpretación inducida por b, wi Rwj en = y por la hipótesis de
inducción ⌫wj (B) = 1. Por tanto ⌫wi (2B) = 1 en =.
Si ¬2B, i está en b entonces, tambíen lo está 3¬B, i, así como irj y ¬B, j
para algún j. Por la construcción de interpretación inducida, wi Rwj y
por la hipótesis de inducción: ⌫wj (B) = 0. Por tanto, ⌫wi (2B) = 0.
(El caso para 3 es similar a éste).
3.6.7 TEOREMA DE COMPLETUD: Para cualquier conjunto finito
de fórmulas bien formadas y cualquier fórmula A, si ✏ A, entonces
` A.
Supongamos que 0 A, de modo que todo árbol para [ {¬A} está
abierto. Tomando cualquiera de esos árboles y cualquier rama abierta,
la interpretación inducida es un contra-modelo que muestra 2 A.
59
. E
3.7 Ejercicios
1. Formalice los siguientes argumentos y demuestre que son válidos
(en lógica proposicional clásica). Después explique por qué la
validez de estos argumentos parece problemática.
a) ¬p ^ 3p
b) p ^ ¬2p
c) ¬p ^ 2p
d) ¬2p ^ ¬2¬p
e) p ! p
f) 2p ! p
g) p ^ q
h) 2(2p ! p)
i) 33p
60
3.7. Ejercicios
a) (p 7! q) ^ (r 7! s) ` (p 7! s) _ (r 7! q)
b) ¬(p 7! q) ` p
c) q ` p 7! q
d) ¬p ` p 7! q
e) (p ^ q) 7! r ` (p 7! r) _ (q 7! r)
61
4
Sistemas normales de lógica modal
63
. S
64
4.2. Consecuencia lógica en D, T , B y S4
65
. S
66
4.3. Tableaux para D, T , B y S4
¬(2p ! 3p), 0
2p, 0
¬3p, 0
2¬p, 0
0r 1
p, 1
¬p, 1
⇤
La línea quinta se obtiene a través de la aplicación de la regla
correspondiente a la serialidad de R. La tabla correspondiente para K
hubiera terminado en la cuarta línea y el correspondiente contra-modelo
hubiera tenido esta forma:
w0
Como w0 no accede a ningún mundo, 2p es verdadero allí pero 3p
es falso. Dado que las interpretaciones seriales son un subconjunto de
las interpretaciones para K, este hecho muestra que el sistema D es una
extensión propia de K.
4.3.4 (T): `T 2p ! p
¬(2p ! p), 0
2p, 0
¬p, 0
0r 0
p, 0
⇤
La cuarta línea del árbol corresponde a la aplicación de la regla
para interpretaciones reflexivas. Nótese que la serialidad no hubiera
sido suficiente para cerrar la tabla. Una interpretación serial en la que
el axioma es falso tiene esta forma:
w0 ¬p / w1 p
67
. S
¬(p ! 23p), 0
p, 0
¬23p, 0
3¬3p, 0
0r 1
¬3p, 0
2¬p, 0
1r 0
¬p, 0
⇤
La regla correspondiente a la simetría se emplea en la línea octava.
La consecuencia lógica en B preserva la verdad en todas las interpreta-
ciones reflexivas y simétricas, de modo que B es al menos tan fuerte
como T . La tabla anterior, sin embargo, no se hubiera cerrado em-
pleando únicamente la regla para la reflexividad. Una interpretación
reflexiva en la que el axioma B es falso tiene este aspecto:
y0 p
w /y
w1 ¬p
68
4.4. Tablas infinitas
y0 p
w /y
w1 p y
/w
2 ¬p
y0 p o
w /y
w1 p o y
/w
2 ¬p
69
. S
70
4.5. El sistema S5
Una tabla abierta puede ser completa aunque infinita. En tal caso, el
contra-modelo generado por la tabla será también infinito. Por ejemplo,
el contra-modelo generado por la tabla anterior tiene este aspecto:
y0
w /y
w p y
/w p...
1 2
4.5 El sistema S5
4.5.1 Una relación R en un conjunto es euclídea cuando para cua-
lesquiera elementos del conjunto a, b y c si a está conectado por R con
b y a está conectado por R con c entonces b está conectado por R con
c. A es una consecuencia lógica de en S5, escrito ✏S5 A, si y sólo si
para toda interpretación reflexiva y euclídea = y todo mundo w en =, si
todo elemento de es verdadero en w entonces A es verdadero en w.
En otras palabras, ✏S5 preserva la verdad en todas las interpretaciones
reflexivas y euclídeas.
Una manera alternativa de caracterizar la relación de consecuencia
en S5 es diciendo que la consecuencia en S5 preserva la verdad en todas
las interpretaciones reflexivas, simétricas y transitivas. La razón de esto
es que, por una parte, toda relación reflexiva y euclídea es simétrica y
transitiva y, por otra parte, toda relación relfexiva, simétrica y transitiva
es euclídea [Dejar como ejercicio].
Los datos anteriores son suficientes para saber que S5 extiende tanto
a B como a S4 (y, al extender a los dos, no siendo ellos extensión del
otro, sabemos que S5 los extiende propiamente). Además, podemos cap-
turar la relación de consecuencia en S5 por medio de las tablas de dos
maneras distintas: o bien empleando la reglas correspondientes a la
reflexividad y a la euclidicidad [Ejercicio: defina la regla correspondi-
ente] o bien empleando las reglas relativas a la reflexividad, simetría y
transitividad.
1
Más aún, para cualquier lógica A que hemos visto, si es A-satisfacible, tiene
un modelo finito. Éste es un resultado que cae fuera del objeto de este libro. Para
más sobre este tema ver [Blackburn et al., 2004, c. 2].
71
. S
72
4.5. El sistema S5
Paso de inducción:
a) El caso en que A es de la forma ¬B, B _ C, B ^ C o B ! C es
trivial.
73
. S
74
4.7. Lecturas informales
75
. S
76
4.7. Lecturas informales
77
. S
4.8 Ejercicios
1. Explique qué es un sistema axiomático.
78
4.8. Ejercicios
a) ✏l A =) ✏g A
b) ✏g A =)
6 ✏l A
(c) ✏g A =) 2! ( ) ✏l A
(d) 2! ( ) ✏l A =) ✏g A
79
Bibliografía
81