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Revista de la Dirección de Investigación de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas

Lima, año xi, número 17, julio 2016

CONTENIDO

Para qué aprender


historia en el Perú:
explicaciones finales.
Manuel Burga
Arguedas y la defensa
de la religión andina
en “La agonía de Rasu
Ñiti”. Isaac Huamán
Fiesta de Navidad y
danzas itinerantes
en Chincha. Samuel
Villegas
Gobiernos del Perú
en la historia de la
ENSFJMA. Víctor Hugo
Arana
Entre los Ruku y los
Hirka: la danza Jija Ruku
de Huánuco. Gledy
Mendoza
Tradición oral peruana:
cuentos. Isaac Huamán Arguedas y la defensa
de la religión andina
(compilador)
Carnaval cajamarquino:
coplas. Eugenia Quiroz
Revista de la Dirección de Investigación
Lima, año xi, número 17, julio 2016

Directora General
Lic. Tania Anaya Figueroa

Director de Investigación
Lic. Isaac Huamán Manrique

Equipo de investigación
Víctor Hugo Arana Romero
Gledy Mendoza Canales
Julia Sánchez Fuentes
Iván Sánchez Hoces
Samuel Villegas Páucar

Secretaria
Esther Carhuapoma Herrera

Cuidado de edición
Casimiro Ramírez Tenorio

Foto carátula
Danzantes de tijeras Hermanos Chávez.

ARARIWA
Es una publicación de la
Dirección de Investigación de la
Escuela Nacional Superior de Folklore
José María Arguedas
Jr. Comandante Torres Paz n.° 1170
Santa Beatriz. Lima - Prerú.
Teléfono (01) 719-1731
www.escuelafolklore.edu.pe

Impreso en Lima, Perú, por:

Tiraje:
1000 ejemplares

Hecho el Depósito Legal


en la Biblioteca Nacional del Perú
N.° 2011-15516

Los artículos son de responsabilidad


exclusiva de cada autor.
Se autoriza la reproducción de los
artículos citando la fuente y el autor.

Ukuku de Paucartambo. Foto: Isaac Huamán Manrique


EDITORIAL
El Perú, por sus raíces históricas prepizarristas, antes– ya existían en Lima miles de migrantes,
es sobre todo un país andino y amazónico; como lo testimonia Arguedas en su Yawar
es también un país de mixturas o mestizaje, fiesta (1973).
donde los fenotipos1 de origen europeo La Escuela Nacional Superior de Folklore
(España, Tirol), africano y asiático (China, José María Arguedas, cuyo inicio se da con la
Japón, Arabia) se mezclaron con el fenotipo creación de la “Escuela” de danzas y música
andino y amazónico. Pese a una naturaleza folklórica, en 1948 (Arana 2007), tuvo y aún
hostil, una rica historia prepizarrista (inca y pre tiene vigencia no por su carácter oficial sino
inca) permitió la formación de una de las cinco por la necesidad histórica de la defensa,
civilizaciones más desarrolladas del mundo preservación, investigación, reivindicación,
antiguo. Sin embargo, desde el 16 de noviembre promoción y difusión del patrimonio danzario
de 1532, con la captura del Inca Atahualpa, se y musical del Perú. Es decir: es imposible
iniciaría la destrucción de un mundo antiguo, que un país como el nuestro no tenga una
y por consiguiente, la reestructuración de un institución donde se enseñe a bailar danzas y a
mundo ordenado por España y Europa. La ejecutar instrumentos peruanos. Sin embargo,
Colonia no representó la defensa de lo nativo es muy lamentable que la oficialidad no haya
sino su esquilmación y muerte, representó la entendido el verdadero valor de nuestra
destrucción y la desaparición de lo nativo; la institución como constructora de la llamada
República, no cambió este panorama, pues, en “nación peruana”. Nuestra Escuela, que forma
mayor o menor medida, en esta época se siguió profesores de Arte y Artistas profesionales,
con la destrucción y desaparición de lo nativo, ambos en las menciones de danza o música
antes que con su reivindicación por parte de del folclore peruano, contribuye al desarrollo
la oficialidad. Felizmente, contra todo, parte y afianzamiento de la identidad nacional;
de nuestro rico patrimonio cultural de origen contribuye al bienestar social; contribuye al
nativo no fue arrasado; sobrevivió gracias a la desarrollo educativo y artístico, etc. Y nuestro
resistencia de los pueblos del Perú. anhelo es que la Escuela alcance el nivel de una
En el siglo xx, la migración a Lima y otras de las universidades más importantes del Perú,
ciudades importantes desde los sectores rurales que tenga la mejor infraestructura y logística
y populares, intensificada desde 1940, provocó del país, que tenga el mejor auditorio para
el llamado “desborde popular” (ver Matos Mar mostrar nuestra riqueza danzaria y musical.
1984) y con ello, quedaron garantizadas las Para alcanzar ese sueño, nuestra institución,
condiciones objetivas para poner en marcha con sus tres instancias (Dirección Académica,
una escuela donde se enseñara algo de danza formadora de profesionales de la educación y
y música de los pueblos del Perú. Para 1940 –y el arte; Dirección de Difusión, promotora de la
1
La clase de la que se es miembro según las cualida- cultura nacional; y Dirección de Investigación,
des físicas observables en un organismo, incluyendo sistematizadora de la música, danzas y oralidad
su morfología, fisiología y conducta a todos los ni- peruanas), cumple con la misión de trabajar
veles de descripción. Las propiedades observables
de un organismo. por la cultura auténticamente nacional. En

3
este contexto, la Dirección de Investigación ilustra también el trato que ha dado el Estado
publica semestralmente la Revista Arariwa, de peruano, a través de sus gobiernos, a las
la que, ahora ofrecemos a nuestros lectores, el culturas tradicional y popular del Perú. De
número diecisiete. modo que, sociedad peruana andina y Escuela
El artículo “Para qué aprender historia Nacional Superior de Folklore, son en buena
en el Perú: explicaciones finales”, de Manuel cuenta, protagonistas de un trabajo a veces
Burga, historiador y profesor de la Universidad silencioso pero de gran magnitud, a favor de la
Nacional Mayor de San Marcos, aparece en construcción de la nación peruana.
esta revista por una gran razón: invitar a los “Entre los Ruku y los Hirka: la danza Jija
lectores a reflexionar sobre el Perú, sobre Ruku de Huánuco” de Gledy M. Mendoza
la nación peruana –si es que existe–, sobre Canales, antropóloga por la Universidad
las lecturas de historia del Perú, sobre los Nacional Mayor de San Marcos, autora del
aciertos y desaciertos de los gobiernos, sobre libro Atoq Alcalde - Mama Raywana (2011), e
la esperanza de un proyecto nacional –no de investigadora cultural de la ensfjma, nos ofrece
una inalcanzable utopía–. un panorama del contexto geográfico y social
El segundo artículo, “Arguedas y la defensa en el que se produce y ejecuta la danza Jija
de la religión andina en ‘La agonía de Rasu Ruku. También aborda la gestión coordinada
Ñiti’”, de Isaac Huamán Manrique, Literato entre La Escuela Nacional Superior de Folklore
por la unmsm, autor del libro Literatura de José María Arguedas y la Comunidad de
Huancavelica (2000, 2012), ofrece el análisis Huancabamba (distrito de Llata, provincia de
del relato “La agonía de Rasu Ñiti” de José Huamalíes, Huánuco) para lograr que esta
María Arguedas. En este texto se aborda la danza fuera declarada Patrimonio Cultural de
muerte del danzante de tijeras Rasu Ñiti y su la Nación por el Ministerio de Cultura en el año
trascendencia espiritual y religiosa para el 2015.
mundo andino quechua. En la última parte presentamos una
El artículo “Fiesta de Navidad y danzas pequeña muestra de textos narrativos y cantos
itinerantes en Chincha”, es de Samuel Villegas de la tradición oral peruana. Conviene resaltar
Páucar, historiador por la Universidad Nacional lo valioso de estos discursos, pues están
Mayor de San Marcos y actual investigador de impregnados de una poética muy particular,
la ensfjma. Él ha publicado: Interculturalidad: que solo puede ser producida en las tierras
historia, arte y educación en el Perú del siglo andinas y amazónicas de nuestra patria.
xx (2013) y La danza del Taki Onqoy (2015). En
este artículo, como dice el autor, se “realiza Isaac Huamán Manrique
una descripción etnográfica de la celebración Dirección de Investigación
festiva de la Navidad, realizada en Chincha
(distrito de San Isidro) y Lima (distrito de
San Juan de Lurigancho), [no en el mes de
diciembre sino] en el mes de enero.”
El artículo “Gobiernos del Perú en la historia
de la Escuela Nacional Superior de Folklore
José María Arguedas”, de Víctor Hugo Arana BIBLIOGRAFÍA
Romero, autor del libro Historia institucional Matos Mar, José. Desborde popular y crisis del Estado. El
(2007), e investigador cultural de la ENSFJMA, nuevo rostro del Perú en la década de 1980. Lima, IEP,
1984.
se encarga de abordar la relación que ha
Arana Romero, Víctor Hugo. Historia institucional. Lima,
mantenido la Escuela a lo largo de su vida ENSFJMA, 2007.
institucional, con los diferentes gobiernos Arguedas, José María. Yawar fiesta. Chile, Editorial
del Estado. Casi se diría que esta relación Horizonte, 1973.

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Para qué aprender
historia en el Perú:
explicaciones finales
Manuel Burga
Historiador y profesor
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
5
Plaza de Armas de Huancavelica
ARARIWA - Manuel Burga

LOS DISCURSOS HISTÓRICOS grafo, a sus principales artífices.


EN EL PERÚ La intención de este discurso era
legitimar y legalizar la sujeción
de las sociedades andinas a la
monarquía española: supuesta-
En un mundo cada vez más mente un gobierno civilizador,
conservador, ser marxista evangelizador y moralizador de
parece un anacronismo, un un pueblo bárbaro, idólatra y sin
rezago de otros tiempos. Al moral ni ética.
marxismo, sin embargo, le
hace bien nadar contra la c) La versión criolla de la
corriente.
historia nacional, que va desde
Alberto Flores-Galindo, la Sociedad Amantes del País
Buscando un inca.
(Mercurio Peruano, fines del siglo
xviii) hasta aproximadamente
José de la Riva-Agüero, pasando
por Raúl Porras Barrenechea,
Luis A. Sánchez y Jorge Basadre,

E ric J. Hobsbawm, últimamen-


te muy interesado en discutir
la historia y el significado de la
hasta llegar a los discursos
tardíos de este discurso histórico
en la actualidad. Hay que indicar
nación y los nacionalismos, suele que todos ellos se diferencian
decir que la conciencia nacional por sus orígenes sociales, sus
—de alguna manera— se elabora ideas políticas, formación
desde la historia de una nación, historiográfica y por su mayor o
su memoria colectiva, y pues- menor apego y compromiso con
to que los historiadores son sus el Perú criollo y republicano. Este
constructores de oficio, estos — discurso encuentra numerosos
glo xvi a la actualidad, podemos
lógicamente— están directamen- aspectos negativos en el sistema
distinguir los siguientes tipos:
te implicados en los procesos de colonial hispano, elogia la historia
construcción de las naciones mo- a) La versión inca de la histo- indígena, promueve un Perú
dernas. Entonces, sin duda algu- ria andina, que tuvo —luego de mestizo y enfatiza la inevitabilidad
na, al analizar las “historias” que 1532— en el Inca Garcilaso de la absoluta de la aplicación de la
tenemos y que escribimos pode- Vega a su más ilustre represen- cultura, ciencia y tecnología
mos acercarnos a los problemas tante. Un discurso que, retoman- occidentales en el Perú.
relacionados a la emergencia, de- do la historia oral y oficial de la
d) La versión indigenista na-
sarrollo y madurez de la concien- nobleza cusqueña, presentaba a
cional, un discurso histórico que,
cia nacional en el Perú. Esta con- los incas como los civilizadores de
de alguna manera, retoma mu-
ciencia, como ha sucedido casi en las regiones andinas y los funda-
chas ideas garcilasianas dentro
todas partes, ha sido ampliamen- dores de una sociedad generosa y
de un discurso histórico reivindi-
te influenciada y aun manipulada sin explotación.
cativo. La podemos encontrar en
por los grupos dominantes a tra-
b) La versión hispana de la las fundamentaciones históricas
vés del uso y abuso de la historia
historia virreinal, que tuvo en que acompañan a las demandas
o de la elaboración de discursos
Francisco de Toledo (1569-1581) de reconocimiento de nobleza
históricos dirigidos a legalizarlos
y en Pedro Sarmiento de Gamboa de muchos descendientes de los
o legitimarlos como tales. Entre
(1573), el burócrata y el historió- incas en el periodo colonial. En-
estos discursos, en el Perú, del si-

* Este artículo ha sido tomado de: Magdalena Chocano, Manuel Burga y Mark Turner (2014). Identidad, historia y
utopía. Ministerio de Cultura / Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco. Subdirección Interculturalidad:
Cusco, pp. 39-66.

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Manuel Burga - ARARIWA

plotación y de mar- cíficas. Así, por ejemplo, mientras


ginación de los des- Luis G. Lumbreras insiste mucho
cendientes de esas en el valor sistémico de lo andi-
antiguas civilizacio- no y casi lo opone a lo occidental,
nes. Matrices, según Pablo Macera habla de lo andino
ellos, de nuestra como una fuerza demoledora
nacionalidad actual. que produciría una suerte de in-
En la actualidad en- versión, o Pachacuti, que haría
contramos dos co- de los dominadores de hoy, los
rrientes continuado- dominados o los despojados del
ras de este discurso mañana. Flores-Galindo, en un
histórico. El discurso esfuerzo más sistemático, trató
indianista naciona- de elaborar un discurso histórico
lista, demagógico, donde lo andino —humana y cul-
ideologizado, ficti- turalmente— se presenta como
cio y oportunista y un mecanismo de continuidad
el discurso histórico histórica, de lucha anticolonial y
antropológico de la de integración nacional.
etnohistoria, más
objetivo, científico y He preferido hablar de dis-
aparentemente sin cursos históricos y no de genera-
intencionalidad po- ciones de historiadores, como lo
lítica. hicieron Pablo Macera y Alberto
Flores-Galindo1. El primero dis-
e) Una historia tingue tres generaciones entre
nacional crítica, 1890 y 1935, aproximadamen-
que denuncia el fe- te: la generación del Novecien-
nómeno colonial, tos (Riva-Agüero, Víctor Andrés
critica el fracaso de Belaúnde, Francisco y Ventura
la república criolla y García Calderón, Julio C. Tello);
tre ellos destaca el expediente de promueve una nueva lectura de la generación de la Reforma (Ba-
Melchor Carlos Inca de inicios del la historia peruana desde las ac- sadre, Porras, Haya de la Torre,
siglo xviii y el de Juan de Busta- ciones de las sociedades andinas: Mariátegui, J. G. Leguía, Luis E.
mante Carlos Inca cuando solicita, sociedades conquistadas, varias Valcárcel, Luis A. Sánchez) y la ge-
hacia 1740, que se le adjudique veces derrotadas, pero nunca neración Clausurada (Lohmann,
el rico Marquesado de Oropesa, liquidadas y ahora con mayor Estuardo Núñez, A. Tauro, A. Ta-
antes de los descendientes de visibilidad y lanzadas a la recon- mayo Vargas, E. D. Temple y C. D.
Sayri Túpac y en ese año objeto quista de espacios geográficos, Valcárcel). Nos dice que las dos
de las ambiciones de numerosos políticos y sociales que antes les primeras generaciones constitu-
descendientes de los incas. Este eran negados en el país. Entre los yeron dos historicismos de gran-
discurso de abierto elogio a los representantes de este discurso, des proporciones, por sus obras,
incas, se construye sobre la base para mencionar solamente tres la influencia de sus propuestas y
de la lectura del Inca Garcilaso de casos, tenemos a Pablo Macera,
la Vega, fundamentalmente. Los Luis G. Lumbreras y Alberto Flo- 1
Hay dos ensayos de extraordinaria
que construyen la versión cien- res-Galindo. La limitación mayor calidad de Pablo Macera (1977),
de este discurso histórico es la volumen I: las 76 páginas de sus
tífica de este discurso son Julio “Explicaciones” y “La historia en
C. Tello y Luis E. Valcárcel, que ausencia de un modelo de socie- el Perú: ciencia e ideología”. Al-
destacan la riqueza, singularidad dad nacional donde los otros gru- berto Flores-Galindo, por su par-
te, estudió inteligentemente estos
y gran nivel de todos los desa- pos étnico culturales, como los problemas en dos ensayos: “La
rrollos históricos prehispánicos criollos, mestizos y etnias meno- generación del 68” (1987a) y “La
res, cumplan sus funciones espe- imagen y el espejo: la historiogra-
y denuncian la situación de ex- fía peruana (1910-1986)” (1988).

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ARARIWA - Manuel Burga

conflictiva y complementaria, en
la definición de nuestra concien-
cia histórica. Pero tenemos que
enfatizar que los tres últimos
coinciden en dos rasgos esencia-
les: presentar a nuestra historia
como la memoria de un bien per-
dido y la historia de las ocasiones
desperdiciadas2.

La versión criolla de la histo-


ria nacional expresa, a veces su-
tilmente y otras de manera más
agresiva, su apego a lo occidental
como lo civilizador y la solución
Danza de la Zorreada, Datem del Marañón, Loreto. final. La versión indigenista na-
Fotografía: Mayker Sinarahua Amasifuén cional, en cambio, bajo su forma
actual de la etnohistoria andina,
por el papel que desempeñaron pero también relaciones anóma- ha producido las revelaciones his-
en las universidades y los organis- las entre los miembros de estas tóricas más importantes que han
mos de gobierno. La tercera ge- generaciones y los discursos his- permitido la revaloración de las
neración no gozó —por sus obras tóricos de sus épocas. El discurso culturas indígenas y la renovación
ni por el peso de sus ideas ni por predominante de las dos prime- de la historia nacional crítica.
sus funciones públicas— de una ras generaciones fue el “criollo Este último discurso, a pesar
importancia semejante. nacionalista” que, como indica de sus imperfecciones, busca
Macera, pretendía “(…) consoli- aproximarse a una historia nacio-
Me parece, por otro lado, muy dar esa Peruanidad, apagar odios
interesante la manera cómo ana- nal desde el papel cumplido por
y diferencias; como tarea concre- las sociedades andinas, con sus
liza el significado de la antropolo- ta el arreglo de las fronteras (con
gía y el poco interés que presta- particulares organizaciones polí-
Chile, Bolivia, Ecuador, Colombia) ticas, económicas y sociales, en la
ron estas tres generaciones por para crear el Perú mestizo y cris-
esta disciplina. Lo que hace que construcción de las formaciones
tiano (…)”, (1977: 6-7, t. I). Lo que históricas prehispánicas. La época
un hombre como Julio C. Tello no significa que, entre ellos, no
(1880-1947) y Luis E. Valcárcel prehispánica es presentada como
subsistieran cultivadores del dis- el periodo de éxitos y realizacio-
(1891-1986), promotores de la curso histórico hispánico, otros
antropología en el Perú, no en- nes, de un crecimiento paulatino
del indigenista nacional y que Ba- —en los ámbitos territorial, cul-
cuentren un lugar adecuado en sadre, por ejemplo, anunciara ya
esta nomenclatura generacional. el advenimiento del discurso mo- 2
Basadre (1947), resume de manera
Asimismo, historiadores como derno nacionalista, pero aún con precisa este rasgo de nuestra con-
Ella D. Temple, muy interesada un recurso muy restringido de la ciencia histórica: “(…) la historia
en las instituciones prehispánicas del Perú en el siglo xix es una his-
historia andina. toria de oportunidades perdidas
e hispánicas puede ser muy bien (…)”. Tomo esta cita del ensayo
considerada por sus estudios de En la actualidad, el discurso de Magdalena (1987), donde, sin
los años 40 —sobre las noblezas crítico nacional, por razones téc- citar el libro de Charles Renouvier,
Ucronía, aborda acertadamente
indígenas, huancas e incas en la nicas, sociales y políticas, es el este tema, pero enfatizando más
colonia— como iniciadora de la más importante y de consenso en la inclinación a lo ucrónico, la
historia que hubiese sucedido si
etnohistoria peruana. Por estas más amplio en el país. Lo que no algún evento se habría realizado,
razones he preferido hablar de significa que los otros discursos que en la idea de las “ocasiones
discursos históricos y no de gene- históricos no tengan sus defenso- perdidas”, que me parece de los
más importante. La ucronía es un
raciones de historiadores. Existen, res, cultivadores y propagandis- ejercicio intelectual, premeditado
evidentemente, coincidencias, tas. Todos ellos actúan de manera o inconsciente, que no pretende
tener ningún rigor histórico.

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Manuel Burga - ARARIWA

tural y tecnológico— de las socie- dicalizados de las clases medias LA NACIÓN PERUANA: UNA
dades andinas. Este discurso his- limeñas, con marxismo acadé- REALIDAD POSIBLE
tórico destaca la importancia de mico, un inspirador contexto po-
una racionalidad andina, de las lítico internacional, conduciría
soluciones adecuadas, pero sin a la invención de la “idea crítica Ha llegado el momento, para di-
dejar de considerar la naturale- del Perú”. Este discurso histórico lucidar mejor la utilidad o función
za actual de la sociedad peruana nacional moderno, entonces, se de la historia, de preguntarse si
como confluencia de razas, culturas ha sustentado en el marxismo, la existe realmente la nación perua-
y de tiempos históricos. revolución social y en las clases na, y si existe: ¿para qué sirve una
populares peruanas; campesinos, organización de este tipo? Y si no
El apogeo de este discurso lo invasores de tierras en Lima o cla- existe: ¿para qué debe existir?
podemos ubicar en los años 70 y ses medias empobrecidas, sus me- Son preguntas que casi desbor-
80, con la publicación de una ava- jores y más ávidos consumidores. dan los límites de este ensayo; sin
lancha de libros de historia y de De aquí provenía su fuerza, nove- embargo, debo tratar de ofrecer
ciencias sociales, en general. Los dad y potencialidad y también algunas respuestas o reflexiones,
cultivadores, por no decir los fun- sus límites, flaquezas y futura ca- para luego regresar a los temas
dadores de este discurso, pueden ducidad. centrales que me interesan en
ser los miembros de esta aún mal
este ensayo.
definida generación del 68, muy
preocupada en los compromi-
sos políticos, en la militancia, en
la utopía revolucionaria, cautiva
—a veces— de los dogmatismos
más funestos, pero ávida de las
cosas nuevas, la justicia social y
la defensa de los pobres. Y como
los pobres, los marginados, en el
Perú, casi siempre son las pobla-
ciones indígenas, la antropología
y la arqueología —repentinamen-
te— adquirieron una dimensión,
un pragmatismo y una supuesta
utilidad, social y política, nunca
antes vista en ninguna disciplina
social. El marxismo, como todos
pueden suponer, era la teoría
política, económica y social, que
anima la renovación de esta ge-
neración del 683. Una novedo-
sa combinación de jóvenes que
provenían de estratos sociales
muy populares, con jóvenes ra-

3
Esta generación del 68, cuyo pa-
radigma sería Alberto Flores-Ga-
lindo, está integrada por todos los
historiadores, o científicos sociales,
que hemos nacido en los años 40.
Pero a este grupo, por encima de
esta nomenclatura cronológica,
tenemos que incorporar a Luis G.
Lumbreras, Pablo Macera y Aníbal
Quijano, quienes inician el desarro- Imagen del Patrón Santiago, símbolo del sincretismo andino-occidental.
llo de esta “idea crítica del Perú”. Fotografía: Joan Gutiérrez Mejía

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ARARIWA - Manuel Burga

sible, nacional, moderno, que


aún las mayorías imaginan en la
actualidad?

Eric J. Hobsbawm afirma que


generalmente no tenemos du-
das sobre el concepto de nación,
pero basta que alguien nos pida
una definición para que se inicien
nuestras dificultades (1992: 9).
Por eso nos aconseja descartar
la posibilidad de una definición
objetiva, sustentada en hechos
empíricamente constables, para
optar por su contrapartida: “La
alternativa de una definición ob-
jetiva (por el estilo de ‘una nación
es un plebiscito diario’ como dijo
Renán) o individual” (1992: 15).
Una definición objetiva podría ser
aquella que define a una nación
como una comunidad imaginada
en un territorio propio, un Estado
central, una lengua, una religión
y costumbres que han sido pro-
ductos de un largo proceso histó-
Iglesia del distrito de Colasay. Jaén, Cajamarca. Fotografía: Costumbres colasaínas. rico. La definición subjetiva, que
a veces adquiere una mayor im-
portancia para sus usuarios, nos
La mayoría en el Perú, enten- propuestas arguedianas y mostró remite a la existencia de una con-
didos o legos en ciencias socia- que existen respuestas populares ciencia nacional, una memoria
les, cuestionan la existencia de a estas preguntas aparentemente propia y un sentimiento de per-
la nación peruana y de proyec- tan trascendentes. Flores-Galin- tenencia, afecto y obligatoriedad
tos, programas o propuestas que do creyó que en esta obra teatral con una determinada comunidad
permitan su construcción. Pero se podría encontrar una respues- social.
si esto es un agudo problema ta original: “De la confusión y la
para los técnicos, los intelectua- miseria emerge una propuesta, Por otro lado, según este mis-
les y los políticos, no lo es para unir a todos, a la prostituta, al ru- mo historiador existen elementos
los artistas, los narradores y la fián, al loco, al zambo, a la mes- de un protonacionalismo popular
gente común y corriente. En José tiza —alrededor de un proyecto que pueden conducir a la emer-
María Arguedas, quizá desde sus común—, que aun cuando quede gencia de una nación moderna.
primeras obras, encontramos desconocido para los espectado- Entre ellos podríamos mencionar
una preocupación por responder res (un secreto), se encarna en el a la religión, la lengua, la raza, la
a estas preguntas. En Todas las serrano: un personaje recién ve- imagen de un rey y la pertenen-
sangres (1964) y luego en su últi- nido a Lima, muy joven y que se cia a una exitosa organización
ma novela, El zorro de arriba y el expresa tanto en quechua como política imperial pasada. ¿En-
zorro de abajo (1971), se puede en español. Lima y el Perú para contramos, en el caso nuestro, a
percibir un afán de encontrar la todos ellos, unidos desde el mun- estos elementos protonacionales
respuesta en las mismas realida- do de los pobres y de los margi- funcionando positivamente en la
des existentes. El grupo de teatro nados: los nuevos habitantes que construcción de la nación perua-
Yuyachkani, en su obra Encuen- hacen suya a la ciudad y al país” na? Aquí tenemos que recordar,
tro de zorros, teatralizó algunas (1978: 117). ¿Este es el Perú po- de nuevo, que el hecho de que la
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Manuel Burga - ARARIWA

conquista española del siglo xvi tución orgánica que nos condu- como Estado instrumental/pre-
no haya sido completa y que las ciría a imaginarla como una na- bendista, se convirtió en botín de
poblaciones indígenas no fueran ción. El Estado es un ingrediente un grupo, al servicio de sus inte-
totalmente aculturadas nos per- esencial en la construcción de las reses, de clase o bando político,
mite pensar el Perú como una naciones modernas. Una cita de gobernando —casi literalmente
sociedad dual o múltiple. La raza, Eric Hobsbawm nos puede ayu- citando a J. C. Mariátegui— con-
la lengua, la religión, la cultura y dar: “En pocas palabras, el Esta- tra el indio y para pequeños gru-
la tecnología occidentales fueron do gobernaba a un ‘pueblo’ de- pos oligárquicos. Es decir, no go-
más bien patrimonio de las élites finido territorialmente y lo hacía bernó nacionalmente.
españolas y, luego, criollas. Las en calidad de suprema agencia
poblaciones indígenas, por razo- ‘nacional’ de gobierno sobre su Hay otros elementos que de-
nes políticas, económicas y cultu- territorio, y sus agentes llegaban finen la existencia de un Estado
rales, se aferraron —quizá como cada vez más hasta el más hu- nacional moderno que los pode-
estrategia de supervivencia, física milde de los habitantes de sus mos abordar desde las siguientes
y cultural— a lo que imaginaban pueblos más pequeños” (1992: preguntas y respuestas. ¿Somos
propio, aunque tuviera un esta- 89). El Estado peruano del siglo un territorio bien definido? Sí.
tus menor y aun menosprecia- xix, sin ninguna duda, no cumplió ¿Estamos administrativamente
do: como su lengua, sus plantas, las funciones —si nos remitimos gobernados por un Estado cen-
animales, vestidos y organizacio- a la cita anterior— de un Estado tral? Sí, parcialmente. ¿Todos los
nes de solidaridad e intercambio nacional moderno. Al contrario, peruanos respetan y se acogen
recíproco. Por eso, es a un mismo cuerpo de leyes? Sí,
necesario indicar que la pero parcialmente. ¿Los gober-
religión, la cultura y la nantes toman en cuenta, a través
tecnología occidentales, de la voz de sus representantes,
en el caso peruano, no la opinión de las mayorías socia-
han cumplido una de- les? No, salvo en casos excepcio-
finida función integra- nales. ¿Todos los peruanos están
dora, nacionalizadora, comprometidos con el país, como
como en otros países pagadores de impuestos o poten-
de América Latina, sino ciales reclutas para el ejército na-
más bien colonizadora y cional? Definitivamente no, solo
desintegradora. los que no lo pueden evadir pa-
gan lo que deben y únicamente
El Perú, de mane- los más humildes son reclutados
ra indudable, existe. para cumplir su servicio militar
Lo sabemos todos los obligatorio con la patria.
peruanos, pero existe
fundamentalmente en Entonces, podemos concluir
tanto patria, espacio que en el Perú existen elementos
donde hemos nacido, de dos protonacionalismos: uno
al cual pertenecemos, popular y otro de las élites. Am-
amamos en tanto nues- bos en conflicto, abierto o subte-
tra tierra natal, pero no rráneo, y actuando en función de
existe como comunidad proyectos diferentes. El Estado,
—de derechos y obliga- que generalmente ha promovido
ciones— pertenecientes el proyecto occidentalizante de
a todos sus ciudadanos las élites, no ha podido lógica-
por igual. Tenemos que mente cumplir un papel integra-
preguntarnos, entonces, dor y por eso con frecuencia ha
por todos los elementos derivado en un Estado autoritario,
que le darían una consti- Niños del Ande, una imagen de felicidad antidemocrático y antipopular.

11
ARARIWA - Manuel Burga

ma coherente e integrador y sola- servadores de Europa, insisto,


mente destacaron algunas voces nos habla de minorías étnicas,
aisladas. Este nacionalismo incor- culturales, como vascos, cata-
poró a la historia indígena en su lanes, servios o croatas, que no
ideología, pero nunca a los indí- tienen el ingrediente de minus-
genas, más bien los consideraron valía que se otorgó o impuso a
como un obstáculo y un lastre a las poblaciones indias en Amé-
sus proyectos modernizadores. rica Latina. En consecuencia, en
El nacionalismo indianista es ge- nuestro continente, los brotes
neralmente demagógico, funda- de un nacionalismo popular de
mentalmente, desintegrador, sin los grupos no-criollos, antes mar-
propuestas posibles y sin el apo- ginados y maltratados, podrían
yo de las supuestas mismas po- producir incendios aún mayores
blaciones indígenas beneficiarias. que en Europa. Por otro lado, el
mismo Berlin nos recuerda que
La tercera opción, el naciona- los nacionalismos casi nunca be-
lismo moderno en el Perú, de ma- nefician a los grupos dominantes:
nera indiscutible y evidente, pa- “En realidad, el nacionalismo no
rece derivar —aunque el nombre milita inevitable y exclusivamen-
no parezca el mejor— de un na- te a favor de la clase dominan-
cionalismo andino en progresión te. Anima rebeliones contra ella
constante. Es un nacionalismo también, pues expresa el deseo
que proviene de amplias mayo- ferviente de los insuficientemen-
Danzante de Chukchu de la Fiesta Virgen del rías sociales, indígenas, mestizas te considerados de contar para
Carmen, Paucartambo, Cusco. y criollas y de una autenticidad algo entre las culturas del mun-
lograda por un largo proceso de do” (1992: 242). En nuestro caso,
domesticación de plantas, anima- una forma de canalizar positiva-
les y del descubrimiento de orga- mente la fuerza reivindicativa de
TRES NACIONALISMOS Y nizaciones sociales y tecnologías nuestras poblaciones no-criollas
UNA NACIÓN que han permitido un manejo podría ser la construcción de un
racional del entorno ecológico. nacionalismo demagógico india-
Es un nacionalismo que emerge nista que nos podría conducir a
Por otro lado, nadie puede negar
de sus imaginadas raíces propias, la desintegración de la república
que existe una sola nación perua-
más andinas que indias, más po- peruana.
na, pero al mismo tiempo varios
pulares que de las élites, más sin-
nacionalismos, casi excluyentes Muchos historiadores con-
créticas que indígenamente pu-
e intolerantes entre sí. Esto no sideran al siglo xix como la cen-
ras. No es un caso particular que
es ninguna novedad, los naciona- turia de la emergencia de las
afecta solamente al Perú. Isaiah
lismos muy frecuentemente an- naciones modernas. La desapa-
Berlin, al estudiar este fenómeno
teceden y conducen a la nación. rición de los antiguos imperios y
para Europa en general, nos dice:
Me limito a mencionar tres: el monarquías, como el español o
“Es algo que se da entre las mi-
nacionalismo criollo, el naciona- el austro-húngaro de los Habs-
norías o los pueblos reprimidos,
lismo indianista y el nacionalismo burgo, dio paso a las naciones
para los que el nacionalismo re-
andino moderno. ¿Cómo se expli- modernas, más pequeñas, más
presenta erguir la espalda dobla-
ca la existencia de estos diversos integradas como comunidades
da, recuperar una libertad que
nacionalismos? No hay ninguna humanas, más homogéneas y
quizá nunca han tenido (es todo
dificultad para hacerlo. El nacio- más eficientes, como lo demues-
cuestión de ideas en las cabezas
nalismo criollo surgió como mo- tra la historia posterior, para im-
de los hombres), venganza por su
vimiento republicano naciona- pulsar intensos desarrollos indus-
humanidad ofendida” (1992: 242).
lista luego de las victorias de los triales. Esta eficacia, conseguida
ejércitos de San Martín y Bolívar, Este mismo autor, uno de los por un manejo más racional de
pero no logró elaborar un progra- más lúcidos intelectuales con- sus respectivas economías na-
12
Manuel Burga - ARARIWA

cionales, permitió la emergencia


de Inglaterra, Francia, Alemania
e Italia, por ejemplo. El modelo
nacional ganó prestigio, se con-
virtió en modelo indiscutible y en
el paradigma que impulsará los
movimientos de descolonización
en los siglos xix y xx. En el Perú,
no se pudo construir una nación
moderna entre 1821 y 1919. Los
criollos perdieron su oportunidad
histórica de dirigir la construcción
de una república nacional. Inten-
taron más bien, marchando con-
tra el sentido de la historia, conti-
nuar la labor de demolición de las
sociedades andinas y construir
una bastarda sociedad de ancien
régime, aristocrática/oligárquica,
fundada en una suerte de criollis-
mo repetitivo, “eco de ecos”, sin
ninguna originalidad ni eficacia
para impulsar un proyecto nacio-
nal de desarrollo industrial. En la
actualidad no existe una nación
peruana plenamente constitui- Caleta de Huanchaco, Trujillo, La Libertad. Foto: Gledy Mendoza Canales
da. Más bien podemos percibir
el desarrollo de elementos de un nos —con esta metáfora geo- En esta cita encontramos, de
proyecto nacional espontáneo, gráfica— que nuestra historia manera clara y precisa algunos de
no elaborado por el Estado ni moderna occidental, aquella los elementos fundamentales del
las élites sociales ni los partidos que se inicia con la conquista, discurso histórico nacional andi-
políticos. Un proyecto que se co- es una suerte de pequeña pe- no. En primer lugar, considerar al
mienza a estructurar como con- nínsula, apéndice o barniz de periodo colonial, que va de 1532
secuencia de los cambios sociales un gran continente de historia a 1821, como una suerte de in-
que experimenta el país. andina. Por eso es que inme- terrupción de una brillante y exi-
diatamente después agrega: tosa historia autóctona, propia,
“Sin la Arqueología, la nuestra, original, no colonial, gestionada
EL LABERINTO DE solo sería la historia colonial de desde los Andes, para las socie-
una factoría. Aún más, nues- dades andinas y constructora de
LO ANDINO
tras responsabilidades frente a grandes desarrollos históricos.
las clases populares se vuelven La conquista española convirtió
Permítaseme ahora que me re- más explícitas y apremiantes en a los ciudadanos del Tahuantin-
fiera al escrito de Pablo Macera la medida en que nos situamos suyo en indios de una monarquía
en 1976, es una afirmación con dentro del contexto arqueoló- europea que condujo, aparte de
la rotundidad que él solía usar gico. Solo entonces compren- a la degradación social, a la inve-
en esos años: “El Perú moderno demos el gran mal, la gran rup- rosímil discusión sobre la condi-
es históricamente una figura pe- tura, la gran interrupción que ción humana, o subhumana, de
ninsular que apenas si modifica significó la conquista europea y las poblaciones conquistadas. En
la gran masa continental de la cómo de ella arranca por des- segundo lugar, que la conquista
historia andina”. Casi no es ne- dicha lo que no somos” (1977: española, al liquidar a las socie-
cesario ninguna glosa a esta cita, xlvii-xlviii). dades andinas, inaugura un pro-
pero digamos que intenta decir- ceso que nos conduce a “no ser”

13
ARARIWA - Manuel Burga

lo que en realidad somos o debe-


mos ser. Esta propuesta conside-
ra a todos los siglos posteriores a
la conquista como una larga y os-
curantista Edad Media, la conoci-
da época colonial, de negación de
nuestra propia realidad nacional.
En tercer lugar, que la derrota
de Túpac Amaru II en 1781 fue
la frustración de un movimiento
de liberación nacional auténtico y
que la primera República criolla,
aquella que va de 1821 a 1919,
fue —de acuerdo con el mismo
autor— otro periodo de domi-
nación neocolonial de las pobla-
ciones indígenas y de retraso en
la constitución de una sociedad
nacional moderna.

En los años 20 del siglo pasa-


do, con el primer indigenismo y
los nuevos discursos políticos, se
produce el redescubrimiento del
indio, se da inicio a la discusión
sobre la naturaleza de la nación
peruana y la urgencia de la rei-
vindicación de las mayorías indí-
genas4. El proceso que se inicia
Pago o pagachi a la Pachamama. Coporaque, Cailloma, Arequipa.
en estos años y que conducirá Fotografía: Joan Gutiérrez Mejía.
a la Constitución de 1920, al re-
nacimiento de las comunidades invasiones urbanas, sino a múl- lógica en nuestro pensamiento
indígenas, al descubrimiento de tiples formas, algunas pacíficas y histórico y a crear una nueva con-
la cultura andina, a la lucha por disimuladas, de recuperacíón de ciencia histórica, más nacional y
la tierra, las guerrillas de 1965, su presencia en todos los espacios compatible con los cambios so-
la Reforma Agraria de 1969 y las y dimensiones posibles en el Perú. ciales que afectan al país en la ac-
acciones de Sendero Luminoso, a tualidad. Esto es lo que permite
Esto último puede ser discuti- su viabilidad y prestigio actuales.
partir de 1980, convierte al siglo do. En lo que quisiera insistir más
xx en una centuria muy similar es en que el ocultamiento de la Por otro lado, hay una suerte
al xviii, donde las luchas antico- historia andina, por trampa polí- de vía campesina, rural —don-
loniales de los indígenas prepa- tica, inconsciente manipulación de participan las poblaciones de
raron el triunfo de los criollos. ideológica o sincero convenci- provincias, pobres y ricos, indios
Pero esta vez con una diferencia miento en la inevitabilidad de lo y mistis, de las diversas regiones
esencial: las poblaciones andinas occidental, es más bien la conse- del Perú— que invisiblemente
no han recurrido solamente a las cuencia directa del uso que se ha anima el desarrollo de este na-
acciones políticas, las luchas vio- hecho de los diversos discursos cionalismo andino moderno. Se
lentistas, agrarias reivindicativas, históricos que han imperado en utilizan diversos mecanismos: el
nuestro país. El nuevo discurso arte popular, la música, las dan-
4
Flores-Galindo (1980) analiza este histórico nacional, aún bastante zas y la fiesta patronal, entre
fenómeno en el capítulo “El descu- dinámico en la actualidad, tiende otros. El libro último de Josefa
brimiento del mundo andino”, pp. a producir una ruptura epistemo- Nolte Maldonado, Quellcay. Arte
54-75.

14
Manuel Burga - ARARIWA

char que se trata de una influen- Este es un interesante ejemplo


cia más bien del individualismo de la búsqueda de los orígenes
occidental en las formas de con- y de la continuidad de lo que en
vivencia andinas; la actualidad se puede considerar
b) los recuerdos de los sarhui- lo representativo de una identi-
nos de la vida, las actividades y dad nacional. Una cita de Etienne
las fiestas en su tierra natal; y Balibar me permite expresar mi
punto de vista con mayor impar-
c) los gustos o exigencias de cialidad: “El mito de los oríge-
los compradores de estas tablas. nes y la continuidad nacionales
Habría que decir que, en este cuyo lugar se ve claramente en
caso, la recreación de lo andino la historia contemporánea de las
se realiza en las zonas urbanas naciones ‘jóvenes’ surgidas de la
por inmigrantes que vienen de descolonización, como la India y
Sarhua y que en Lima descubren, Angola (aunque se tiene tenden-
en el “arte propio”, una forma de cia a olvidar que también lo han
sobrevivencia al producir objetos fabricado las naciones ‘antiguas’
muy estimados que tienen una en el transcurso de los últimos
demanda que les permite vivir siglos), es una forma ideológica
del trabajo en sus pequeños talle- efectiva, en la que se construye
res artesanales. Lo interesante es cotidianamente la singularidad
la asociación entre estos artistas y imaginaria de las formaciones
los antropólogos, o los artesanos nacionales, remontándose desde
en general y algunas ONG que les el presente hacia el pasado”6. To-
prestan asesoramiento técnico, das las comunidades nacionales,
mercantil y artístico. Esta relación nos dice Benedict Anderson, son
entre lo urbano y lo rural, entre comunidades imaginadas y no
el profesional y el artista o arte- menos reales por eso. Lo que Jo-
sano campesino me parece de sefa Nolte hace en su libro citado
y vida de Sarhua (Lima, 1991) es primera importancia. No se trata no es una demostración histórica,
una interesante exploración an- de ninguna manera de una mani- sino más bien el análisis de la fan-
tropológica sobre las tablas de pulación, sino de procesos más tasmagórica continuidad imagi-
Sarhua, que cualquiera puede complejos donde interactúan la nada que establecen los artistas
suponer un producto de esta ciudad y el campo, el profesional sarhuinos y los compradores de
pequeña población ayacuchana, y los inventores de tradiciones, estas tablas entre la cultura andi-
donde demuestra —con buenas como los denominan Eric J. Hobs- na de ayer y de hoy, entre el arte
pruebas— que son artistas urba- bawm y Terence Ranger5. auténtico de ayer y lo represen-
nos, sarhuinos establecidos en tativo del arte nacional de hoy7.
los asentamientos urbanos de Josefa Nolte, en el libro antes
Lima, los que producen estas ta- mencionado, por ejemplo, esta- Me interesa, por otro lado, la
blas. Tres criterios guían el traba- blece una suerte de continuidad fiesta patronal andina en tanto
jo de estos artistas: entre las quelcas incas, las telas rito y así la he estudiado en los
pintadas en la época del virrey
a) una supuesta, o real, tra- 6
Véase: Balibar y Wallerstein (1991),
Toledo, los dibujos de Guamán
dición de objetos artísticos simi- p. 136.
Poma, las vigas de Sarhua y las
lares en Sarhua; vigas o tablas 7
En esta misma dirección es inte-
tablas de los artistas limeños.
pintadas con escenas o motivos resante el libro de Jürgen Golte
propios, que se colocaban al ter- y Norma Adams. Los caballos de
5
Aquí ambos autores, y otros que Troya de los invasores. Estrategias
minar la techa-casa y que servían se incluyen en este mismo libro, campesinas en la conquista de la gran
probablemente para individuar- discuten los diversos mecanismos Lima (1987), donde muestran mu-
que se utilizan para “inventar tra- chas formas de reinvención de lo
las, para recordar a personas y, diciones”, sean étnicas, tribales o andino como estrategia de sobre-
por lo tanto, habría que sospe- nacionales modernas. vivencia en la gran urbe.

15
ARARIWA - Manuel Burga

y más bien los españoles resulta-


ban vejados por las mayorías que
se identificaban con el Inca.

En la actualidad, como con-


secuencia de un cambio de acti-
tudes de las poblaciones rurales
modernas, el rol de capitán es
de más prestigio, es asumido por
los mistis, y el de Inca, que exige
menos gastos y da menos presti-
gio, es asumido por los campesi-
nos pobres dentro de una jerar-
quía de cargos que no les niega
el ascenso. En la representación
actual, que se hace en diversas
regiones del Perú9, las poblacio-
nes se dividen en las tradiciona-
les mitades andinas para bailar
con sus parientes y amigos, para
exhibir sus símbolos, para forta-
lecer sus filiaciones y para expre-
sar sus devociones religiosas. En
todas estas representaciones, de
diversas maneras, se evita que
los españoles derroten, maltra-
ten y ejecuten al Inca. Todos los
últimos diez años8. El rito puede de los españoles. En cambio, para
participantes, en los momentos
ser liturgia religiosa y mecanismo las élites indígenas encarnadas
más dramáticos de la represen-
social que trasmite la memoria, por los curacas de las diversas tación, recurren a los símbolos
crea una identidad, reproduce los jerarquías, vestirse como Incas nacionales, la bandera o a un
ordenamientos sociales y legiti- durante estas fiestas, a pesar de soldado de la guerra con Chile,
ma a las élites dominantes. Den- representar un acontecimiento para hacer justicia o poner las co-
tro de la fiesta patronal andina he más bien triste, era asumir — sas en el orden que imaginan es
estudiado un rito de rememora- aunque sea de manera ficticia— la justo. El mensaje de esta fiesta
ción: la muerte de Atahuallpa o legitimidad y condición de nobleza campesina expresa una esperan-
el enfrentamiento de Cajamarca. que heredaban por ser descen- za: por encima de las diferencias
Esta representación se incorpora, dientes de los gobernantes incas. de indios y españoles, de pobres
a mediados del siglo xvii, dentro y de ricos, en algunos casos ficti-
del desarrollo de la fiesta patro- Hay un tercer nivel de apro-
cios y en otros reales, hay la gran
nal andina por diversas razones piación de este ritual histórico:
esperanza en la nación peruana
que son fáciles de imaginar, pero el que realizó la población indíge-
que son difíciles de demostrar. na en su conjunto, por supuesto 9
Las encontramos en casi todas las
Las razones de los funcionarios bajo la conducción de sus cura- provincias del Perú central, depar-
coloniales pueden ser fácilmente cas, para alterar y aun invertir tamento de Lima, Áncash, Junín,
los hechos históricos. En la época Cerro de Pasco y Huánuco. La mis-
comprendidas: esta representa- ma comparsa, bajo diversas moda-
ción, a través de una comparsa, colonial el papel de Inca era asu- lidades, ha sido encontrada en otras
recordaba y reafirmaba el triunfo mido por los curacas y los indios regiones andinas. Así, en agosto de
del común hacían o se vestían 1992, el antropólogo cusqueño Jor-
ge Flores-Ochoa encontró una ver-
8
Véase: Burga (1988). Avances los he de españoles. Por otro lado, la sión muy original de esta misma re-
incluido en el artículo “La comparsa guerra que se representaba era presentación en la fiesta patronal (6
Inca-Capitán: simbolismo, música e de agosto) del pueblo de Puquiura,
identidad”, en: Travesía, N.° 5, 1992.
ritual, al Inca no se lo ejecutaba a pocos kilómetros del Cusco.

16
Manuel Burga - ARARIWA

como posibilidad de justicia y de


convivencia pacífica dentro de
las desigualdades. No es una op-
ción estrictamente indianista, ni
de rechazo a lo occidental ni de
exageradas ambigüedades frente
a su propio bagaje cultural, sino
de esperanza en la nación perua-
na como posibilidad de conjugar
las diferencias dentro de un or-
ganigrama nacional. Esta vía del
nacionalismo popular andino, a
pesar de ciertas indefiniciones, es
una gran enseñanza para la gente
urbana, más culta, más occiden-
talizada y potencialmente consu-
midora de los diversos discursos
históricos que hemos menciona-
do al inicio.
Familia cusqueña de Paucartambo. Fotografía: Isaac Huamán Manrique.

TITO EN SU LABERINTO sible encontrarlo en todas partes mo en el Perú, no lo hice antes


del mundo, efectivamente, los y ahora creo que es el peor mo-
Los tres nacionalismos existen- marxistas se convierten en una mento para hacerlo. Pero quisie-
tes en la actualidad, el criollo, el especie cada vez más difícil de ra referirme a Alberto Flores-Ga-
indianista y el moderno andino, hallar10. Fukuyama nos dice que lindo, una suerte de símbolo de
pueden conducir lógicamente al la mejor prueba para sustentar la nuestra generación y uno de los
enfrentamiento político y a di- victoria final del neoliberalismo más fervorosos creyentes en la
versas formas de intolerancia y es la historia misma que estamos utilidad de la historia para digni-
de rivalidades en el país. Tres dis- viviendo. Entonces, esta cita de ficar la vida de los pobres en el
cursos históricos se encuentran un amigo entrañable, consecuen- Perú. En el mes de junio de 1990,
detrás de estas opciones. Tam- te con sus ideales hasta el final, cuando me encontraba como
bién existe, sobre todo ahora en adquiere un inusitado dramatis- profesor visitante en la Universi-
una situación de profunda crisis mo: “En un mundo cada vez más dad Libre de Berlín, Carlos Cueva
de los partidos políticos, de las conservador, ser marxista parece —un amigo peruano—, director
ideologías y de las instituciones, un anacronismo, un rezago de del grupo de teatro “La otra ori-
el peligro de caer bajo la influen- otros tiempos. Al marxismo, sin lla”, me invitó a Braunschweig a
cia de recientes aventurerismos embargo, le hace bien nadar con- ver una presentación casi privada
políticos, plenos de ignorancia y tra la corriente”. de su nueva obra teatral, enton-
de burdo criollismo. ces denominada “Huayna Cápac”.
No tengo ningún interés en Ellos practican un teatro muy mo-
Por eso es que para terminar hablar de política, ni de marxis-
quisiera referirme al segundo derno, de vanguardia, interesado
epígrafe, un texto escrito por Al- en abordar los problemas huma-
10
Este libro se publicó en España en nos con un lenguaje universal. El
berto Flores-Galindo en 1987, 1992 y es posible encontrarlo en
cuando ya se anunciaban espec- cualquier librería latinoamericana.
tema central de esta obra es la
taculares cambios políticos en el El Perú es un caso aparte: aquí casi conquista del Tahuantinsuyo y las
no se le conoce. En Colombia, por consecuencias que se derivaron
mundo. Ahora, más de cinco años ejemplo, se conoce y lo han discu-
después, cuando ya no existe la tido con una cierta amplitud: un hasta la actualidad. Trazan, en
Unión Soviética ni el socialismo ejemplo podría ser el libro de Juan 120 minutos aproximadamente,
Manuel López Caballero, Crítica un derrotero de la historia perua-
en Europa oriental, cuando el li- al modelo neoliberal (Bogotá, 1992)
bro de Francis Fukuyama es po- periodístico, pero alusivo al tema. na que lleva a Pachacuti de em-

17
ARARIWA - Manuel Burga

perador a vendedor ambulante y histórico nacional y la “idea


a Mama Huaco de diosa y reina crítica” del Perú hasta casi
a vendedora de pescado en Cho- transferirlo a la población
rrillos. La música, los gestos, los y convertirlo en versiones
aparatos, algunos utensilios que más o menos consensua-
manejan en la presentación nos les. Ahora, las cosas han
transportan a las sufrientes po- cambiado, no existe la se-
blaciones de la actualidad y nos guridad epistemológica, los
involucran, gracias a la magia del críticos —bien y mal inten-
teatro, en esa fantástica meta- cionados— se multiplican
morfosis —estudiada con tanta y los mismos beneficiarios
anticipación por el antropólo- parecen preferir las opcio-
go francés Alfred Métraux en su nes que vienen de arriba.
libro Les Incas de 1962— que
convirtió al hombre quechua de Por eso quisiera, para
ciudadano del Tahuantinsuyo a terminar, intentar una re-
indio de los tiempos modernos. flexión a partir de la siguien-
te cita de Immanuel Kant:
Con asombro seguí, durante “Con madera tan torcida
toda la presentación, los movi- como de la que está he-
mientos de un actor, con pan- cho el hombre no se puede
y en el cambio de actitudes de lo
talón negro, camisa blanca y construir nada completamente
que podríamos llamar el “pueblo
arrastrando una vieja máquina recto”, Idee zu einer allgemeinen
peruano”. Los pobres parecerían,
de escribir Underwood, que me Geschichte in weltbürgerlicher
bajo la presión ideológica de la
dijeron podría representar a Al- Absicht, 1984 (tomada del libro
triunfante tecnocracia neoliberal,
berto Flores-Galindo. Las esce- de Berlin 1992: 20). Este filósofo
preferir la solución de los ricos,
nas donde dejaba de arrastrar alemán, en esta cita, transmite el
del capital.
la máquina para mirar inquisi- escepticismo y pesimismo que se
tivamente a sus compañeros, Pablo Macera nos dice que respiraba —a fines del siglo xviii en
escribir frenéticamente y luego la gran dimensión que alcanzó Europa— en un ambiente domi-
tratar de comunicarse con ellos, la generación de la Reforma la nado por un maniqueísmo radi-
indígenas ficticios, me hizo re- debemos explicar en el conven- cal que reducía el ancien régime
cordar al Alberto Flores-Galindo cimiento que ellos tenían de la a lo malo, lo viejo, y las nacientes
de carne y hueso trabajando con utilidad social de la historia y de formas republicanas a lo bueno,
la vieja Olympia en el Instituto las otras disciplinas que practica- lo nuevo, que muy pronto ado-
de Apoyo Agrario y conversando ban. Esta utilidad surgía de la ur- lecería de graves defectos. Esta
con los campesinos en pequeñas gencia de explicar dos coyunturas cita es sumamente pertinente
tertulias informales. Habían resu- difíciles: “dos crisis decisivas de para explicar que nuestros erro-
mido bien una vida, sus apuros y la sociedad peruana tradicional res, fracasos y frustraciones, en
sus esperanzas. No sé cuál sería (la guerra de 1879 y el fracaso de el caso nuestro, no son un patri-
la suerte del Huayna Cápac del la República Aristocrática, 1895- monio propio de los peruanos.
grupo “La otra orilla”, pero pre- 1919, que concluyó en la dictadu- Aunque debemos remarcar que
sumo que no ha sido muy buena. ra de Leguía hasta 1929) volvían el camino del ensayo y del error
Muchas de estas sensaciones me necesario en su caso, en tanto ha conducido al ascenso de Occi-
llevan a pensar en la muerte pre- que grupos dirigentes potencia- dente, de Japón, y otras naciones
matura de Alberto Flores-Galindo les, hacer del pasado una técnica modernas, lo que parece no ha-
(26 de marzo de 90), en los tiem- para la averiguación de su propio ber sucedido en el caso nuestro.
pos difíciles de la actualidad, en el futuro” (1977: 5). Creo que nues- El Perú, en lugar de caminar, con
fracaso de la política y de los so- tra generación del 68, con sus todos los peligros que implican
cialismos autoritarios, en la pérdi- defectos y virtudes, alumbró y los caminos nuevos, ha patinado
da de credibilidad en el marxismo perfeccionó el moderno discurso en los últimos 450 años. A pesar

18
Manuel Burga - ARARIWA

del fracaso de las modernizacio- tico no tiene en cuenta la opinión conducción política: el gobierno
nes, insistimos en ellas sin modi- pública ni la ética ni las particula- constituye la cabeza, la inteligen-
ficar el procedimiento, sino más ridades nacionales ni los compro- cia, y la sociedad civil, las partes
bien con el clásico recurso a la misos elementales de cualquier no pensantes del cuerpo. De nue-
ideología y al engañoso discurso pacto social. En la Europa de las vo ahora, en nuestro país, con un
histórico11. monarquías absolutistas, de los retraso de dos siglos, por obra de
siglos xvi y xvii, donde se gober- la crisis actual, nos debatimos en
Por otro lado, es innegable naba con la teoría del “cuerpo de una suerte de despotismo tecno-
que la sociedad civil existe en el nación”, se impuso una original crático ilustrado.
Perú actual y que ella ejerce sus
derechos civiles y electorales,
pero hay que señalar que la ig-
norancia, los rencores y las bajas
pasiones dominan la actualidad y
la conducen, peligrosamente, a
negar el proceso de constitución
nacional que muy rápidamente
he descrito. Como si la sociedad
pretendiera “nacionalizarse” por
el camino de la “desnacionaliza-
ción”. Esta es la situación actual.
Por eso he citado a I. Kant, para
enfatizar y a la vez disculpar mi
escepticismo por la opinión de
esa “mayoría social”, compuesta
por informales, marginales y des-
esperados, que ahora han con-
vertido al tecnócrata neoliberal
y al empresario mercantilista en
una suerte de héroes sociales y
que han reducido a casi nada al
tradicional proletariado obrero
y a los trabajadores dueños so-
lamente de sus brazos. El Estado
peruano es, de nuevo, como hace
50 años, un Estado instrumental,
prebendista, despótico y autori-
tario, donde el manejo tecnocrá-

11
De Soto. (1986) nos dice es que todo
lo que antes se ensayó en el Perú
no ha sido liberalismo, sino mer-
cantilismo. Pero habría que decir-
le que los países europeos prac-
ticaron el mercantilismo más de
dos siglos para luego desarrollar-
se de manera capitalista. Enton-
ces, el mercantilismo no es malo
intrínsecamente, sino más bien
eficiente en un momento deter-
minado de la acumulación capi-
talista. ¿Por qué hemos patinado
en el mercantilismo/feudalismo
hasta caer en los índices actuales
de deterioro?
Mujeres de la comunidad de Chopqa, Huancavelica

19
ARARIWA - Manuel Burga

Perú y la integración latinoamericana. Delegaciones de danzantes de Ecuador, Colombia, Chile, Panamá y México en la Escuela
Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, 2016.

Los miembros de esa genera- por el apoyo a los cesarismos de- do de estudiar las realidades, de
ción del 68, que tenían una gran mocráticos. ¿Qué hacer? No creo comunicarse con el prójimo, de
fe en el pueblo, en el Perú, en que sea correcto, por más heroi- formular propuestas, para luego
la viabilidad de una nación mo- co que pueda parecer, marchar caer en la incomunicación y el
derna andina, ahora nos vemos contra la corriente. abatimiento. Creo que ha llega-
confrontados a sociedades que do el momento de despojarnos
se derrumban, teorías que se Me conmueve esa figura de todo dogmatismo, deponer
deshacen y pueblos que optan arrastrando su máquina, tratan- momentáneamente nuestros
pasados fundamentos teóricos,
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Instituto de Apoyo Agrario. colectividad en general. Siempre
—————————(1988). “La imagen y el espejo: la historiografía peruana (1910-
1986)”, en: Márgenes, año II, N.° 4, pp. 55-83. Lima. será cierto que la historia no en-
Golte, Jürgen y Adams, Norma (1987). Los caballos de Troya de los invasores. Estra- seña nada en el corto plazo, pero,
tegias campesinas en la conquista de la gran Lima. Lima: Instituto de Estudios Pe-
ruanos. por otro lado, ella nos enseña a
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University Press. co, a imaginar su direccionalidad
Hobsbawm, Eric y Ranger, Terence (1983). The Invention of Tradition. Cambridge:
Cambridge University Press. y a reconocer la coyuntura en que
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tomos.
Soto de, Hernando (1986). El Otro sendero. La revolución informal. Lima: Editorial El
res y desventuras del presente.
Barranco.

20
Manuel Burga - ARARIWA

Arguedas y la defensa de la religión


andina en “La agonía de Rasu Ñiti”

Isaac Huamán Manrique


Lic. en Literatura UNMSM

Danzante de tijeras de Huancavelica.


Fotografía: Danzantes de tijeras
Hermanos Chávez
21
ARARIWA - Isaac Huamán Manrique

totalmente diferentes. Frente a canos tributarios: Rasu Ñiti y su


esta confrontación creemos ne- esposa, “Lurucha” y Atok´ Sayku.
cesaria la defensa de la cultura 1.3. La danza de Rasu Ñiti y
andina. Vista así, la victoria an- el crecimiento del dios Wamani:
dina ante los múltiples conflictos Rasu Ñiti ha empezado a danzar
(social, étnico, cultural, religioso, de acuerdo al ritmo de la or-
político, etc.) parte desde la au- questa y al espíritu que le prote-
tovaloración de lo suyo, empe- ge, pues, se dice que el Wamani
zando por la defensa de la reli- “hace chocar” las tijeras. En el
gión propia. fragor de la intensidad y profun-
didad de la danza, el Cóndor o
“espíritu” del Wamani empieza a
aletear y crecer en la cabeza del
1. ESTRUCTURA DEL CUENTO bailarín.

Este cuento (ver Arguedas 1.4. La muerte del danzante


1983b: 203-210) tiene cuatro y el renacimiento del Wamani:
episodios: Rasu Ñiti baila el Yawar Mayu
(música para finalizar la danza)
1.1. El anuncio de la muer- agónicamente; en este momen-
te del danzante: El indio Pedro to, el Wamani, que aleteaba en
Huancayre, nombre del danzan- su frente se dirige al corazón.
te Rasu Ñiti, animador temido de La hija menor canta; y Rasu Ñiti
A un país antiguo hay que las fiestas de centenares de pue- muere. Entonces, Atok’ Sayku,
auscultarlo. El hombre vale blos, es avisado para despedirse
tanto por las máquinas que joven danzante, empieza a dan-
inventa como por la memo-
del mundo. Él dice: “El corazón zar el Wallpa Waqay (música
ria que tiene de lo antiguo. avisa”, “el corazón está listo”, “el para empezar la danza); ya el
mundo avisa”, “estoy oyendo la cóndor está en su cabeza, con la
José María Arguedas.
cascada de Saño”, “¡estoy listo!”. espalda blanca como el sol del
El sexto: 105.
1.2. La preparación de la mediodía en el nevado. El Wa-
danza final del danzante: Pedro mani está contento por renacer.
Huancayre se viste como Rasu La hija menor celebra la victoria
Ñiti. Pide que llamen al arpista del renacimiento: “No muerto.
“Lurucha” y al violinista don Pas- ¡Ajajayllas! No muerto. ¡El mis-
cual. El Wamani envía a su “espí- mo! ¡Bailando!”. Finalmente, se
El cuento “La agonía de Rasu ritu”, un cóndor gris con mancha sugiere la unión de Atok’ Sayku
Ñiti” (1962), encarna la cerrada blanca en la espalda que arde y con la hija menor de Rasu Ñiti
defensa y reivindicación de la re- vibra, el cual está sentado so- para procrear hijos que peren-
ligión andina, cuya representa- bre la cabeza del danzante. Rasu nicen la tradición. “Wamani es
ción fundamental es el Wamani Ñiti, al referirse a los poderes del Wamani”.
y su “espíritu” (el Cóndor). Esto Wamani dice que lo sabe y lo ve
significa una lucha cultural y reli- todo (“el galope del caballo del
giosa frontal de la cultura andina patrón, lo que las patas de ese 2. LOS PROTAGONISTAS
contra el colonialismo que se im- caballo han matado”, “la porque-
puso desde la llegada de los es- ría que ha salpicado sobre ti”, le Son los siguientes: los danzantes
pañoles, y que no ha terminado dice a su hija, etc.); y que ade- de tijeras (Rasu Ñiti y Atok‘ Sa-
de sentirse hasta hoy, con el sis- más crece para tragar los ojos de yku), el Wamani y su “espíritu”,
tema capitalista. En este cuento ese caballo, porque el patrón sin el patrón y su caballo, la fami-
se condensan una multiplicidad caballo “es sólo excremento de lia del indio Pedro Huancayre o
de conflictos que ha generado borrego!”. En este momento, el “Rasu Ñiti” (la esposa y las dos
la confrontación de dos pueblos Wamani es visto por sus más cer- hijas) y el público.

22
Isaac Huamán Manrique - ARARIWA

Veremos las consideraciones


del caso de cada uno de ellos:
2.1. Los danzantes de tijeras.
En el cuento se presenta a dos
danzantes de tijeras:
a) Rasu Ñiti, es el viejo danzante
de tijeras que muere danzan-
do, pero cuyo Wamani migra
al cuerpo de un joven dan-
zante para seguir viviendo y
creciendo; y,
b) Atok’ Sayku, es el joven discí-
pulo de Rasu Ñiti, que hace
de nuevo depositario del Wa-
mani.
Veamos algunas considera-
ciones al respecto de los danzan-
tes de tijeras:
2.1.1. Los danzantes de tije-
ras como seres extraordinarios.
El cuento “La agonía de Rasu
Ñiti”, centra la acción en los dan-
zantes de tijeras, personajes que
bailan “solos o en competencia” llu?” (Arguedas 1982: 54-59; Ver to a las campanas. Bajó luego.
(Arguedas 2004, op. cit., 205). además 155, 157, 164). Desde dentro de la torre se oía
El danzante de tijeras es una el canto de sus tijeras; el baila-
constante en la obra de Argue- Sobre el taita “Untu”, dice lo rín iría buscando a tientas las
das (ver Arguedas: 1982: 54-59, siguiente: gradas en el lóbrego túnel. Ya
155, 157, 164; 1974: 58; 1981a: no volverá a cantar el mundo en
Yo vi al gran padre ‘Untu’, trajea-
70). La gran admiración hacia esa forma, todo constreñido, ful-
do de negro y rojo, cubierto de
este personaje de su infancia, se gurando en dos hojas de acero.
espejos, danzar una soga mo-
muestra en la reiteración con la Las palomas y otros pájaros que
vediza en el cielo, tocando sus
que él aborda este tema, pero dormían en el gran eucalipto,
tijeras. El canto del acero se oía
sobre todo en la producción de recuerdo que cantaron mientras
más fuerte que la voz del violín y
el padre ‘Untu’ se balanceaba
un texto exclusivo (“La agonía de del arpa que tocaban a mi lado,
en el aire. Cantaron pequeñi-
Rasu Ñiti”) que busca trascender junto a mí. Fue en la madrugada.
tos, jubilosamente, pero junto a
en términos culturales e históricos. El padre ‘Untu’ aparecía negro
la voz del acero y a la figura del
bajo la luz incierta y tierna; su
En la obra de Arguedas se dansak’ sus gorjeos eran como
figura se mecía contra la sombra
menciona a dos grandes dan- una filigrana apenas perceptible,
de la montaña. La voz de sus ti-
zantes de tijeras: Taita “Untu” y como cuando el hombre reina y
jeras nos rendía, iba del cielo al
“Tankayllu”: “[…] en las fiestas el bello universo solamente, pa-
mundo, a los ojos y al latido de
grandes, K’ollana y Chaupi po- rece, lo orna, le da el jugo vivo
los millares de indios y mestizos
nían en las calles a sus danzak’s. a su señor. (Arguedas 1983b, op.
que lo veíamos avanzar desde el
cit., 205-206).
En todas las esquinas y en las inmenso eucalipto a la torre. Su
plazas, los danzak’s de K’ollana viaje duró acaso un siglo. Llegó
eran dueños. No había hombre Sobre “Tankayllu” escribe:
a la ventana de la torre cuando
para el Tankayllu y para el Taita el sol encendía la cal y el sillar
–Con diablo es compadre, por
‘Untu’ de K’ollana. […] ¿Dónde blanco con que estaban hechos
eso nu asusta –decían [los indios
habiendo hombre para Tankay- los arcos. Danzó un instante jun-

23
ARARIWA - Isaac Huamán Manrique

de bailar como danzante de tije-


ras, y manifiesta que bailó algu-
na vez como tal en la escuela:
[…] Debí danzar yo al compás
de esa música. Lo iba hacer ya.
Había visto a los bailarines de
tijeras saltar como demonios en
los atrios de las iglesias; manejar
sus piernas como si fueran feli-
nos; levantarse en el aire; atra-
vesar a paso menudo, a paso de
ciempiés, los corredores de lajas
de las aldeas; en la madrugada,
a la luz del amanecer, los había
visto danzar sobre los muros del
cementerio, tocando sus tijeras
de acero, de cuyas puntas pare-
cía nacer la aurora. Había desea-
do imitarlos; lo había hecho en
la escuela, entre niños. Lo podía
hacer allí, ahora con la música
de mi amigo y ante un público
espantado que necesitaba algo
Fotografía: Danzantes de tijeras Hermanos Chávez. para salir y rescatar al Papacha
Oblitas. […] (Arguedas 1981a:
asustados, metiéndose en sus un lado, por la vivencia y recuer- op. cit., 189).
casas, ante la llegada del Misitu dos de su infancia: “me recordó
y el danzante ‘Tankayllu’ bailan- de pronto uno de los días más En las últimas décadas (a
do en el descampado], cuando grandes de mi infancia” (Ar- partir de los ‘70) han apareci-
el repique de sus tijeras pasaba guedas 1974: 57); de otro lado, do estudios sobre el Taki Onqoy
por las callecitas y los pampones por razones histórico-religiosas, (1560-1570), movimiento de re-
de los barrios. (Arguedas 1982,
puesto que no existe personaje sistencia religiosa que siguió a
op. cit., 164)
público que se identifique y de- la derrota militar de los pueblos
[…] En los pueblos de Ayacucho fienda a los wamanis y apus, esto vencidos, como parte del enfren-
hubo un danzante de tijeras que
es, que mantenga en vigencia la tamiento a la trágica invasión
ya se ha hecho legendario. Bai-
religiosidad ancestral quechua. española; estos estudios, en los
ló en las plazas de los pueblos
durante las grandes fiestas; hizo
que el Taki Onqoy es visto como
Existen textos en los que re-
proezas infernales en las víspe- “milenarista” por Wachtel, “me-
salta su gran admiración por la
ras de los días santos; tragaba siánico” por Ossio, “nativista”
danza de tijeras: “Las proezas
trozos de acero, se atravesa- por Millones (ver: Ossio 1973),
que realizan y el hervor de su
ba el cuerpo con agujas y gar- han contribuido a entender no
sangre durante las figuras de la
fios; caminaba alrededor de los solo el impacto social sino sobre
danza dependen de quién está
atrios con tres barretas entre todo el impacto cultural religioso
sentado en su cabeza y su cora-
los dientes; ese danzak’ se llamó de este movimiento de contra-
‘Tankayllu’. Su traje era de piel
zón, mientras él baila o levanta y
posición a la invasión española;
de cóndor ornada de espejos. lanza barretas con los dientes, se
además han permitido estable-
(Arguedas 1981a, op. cit., 71). atraviesa las carnes con leznas o
cer un vínculo cercano, casi he-
camina en el aire por una cuerda
reditario, con la danza de tijeras.
La permanencia del danzante tendida desde la cima de un ár-
de tijeras en el pensamiento de bol a la torre del pueblo” (ibíd.). 2.1.2. El danzante de tijeras
Arguedas, tiene, desde nuestro Incluso, hay un texto en el que, está protegido por un “espíritu”.
punto de vista, dos razones: de de la admiración pasa al deseo Se dice que “dependen de quien

24
Isaac Huamán Manrique - ARARIWA

está asentado en su cabeza y Congalla, que Sapischa [mítico


su corazón”: una montaña (Wa- danzante huancavelicano de los
mani), un precipicio de silencio años 50 y 60 que no fue vencido El espíritu del Wamani
“transparente”, una cueva de la por nadie] había pactado con el
que “salen toros de oro y conde- diablo en persona, al pie de una
que asiste al danzante
nados en andas de fuego”, una paccha.” (íd., 50, sic.). Se dice que de tijeras es inmortal.
cascada que se precipita de una su pacto con los Wamanis es de
cordillera, un pájaro, un insecto conocimiento exclusivo del Wa-
volador que conoce el sentido de mani y el danzante: “Sólo sabe el
los abismos, un árbol, una hor- Tayta Wamani y yo.” (íd., 48).
miga, un secreto de lo nocturno,
Desde la perspectiva de la
un pájaro maldito o nocturno, el
Iglesia Católica y sus creyentes,
hakakllu o el chusek’; el San Jor-
el pacto con los dioses andinos
ge, negro insecto de alas rojas
es visto como “pacto con el dia-
que devora tarántulas.
blo”, y la presencia del Wamani
Como se sabe, en Huanca- en los danzantes es considerada
velica, Ayacucho y Apurímac, un acto pagano. No en vano, en
los danzantes de tijeras están algunos lugares, en las zonas ru-
protegidos por algún Wamani rales de Huancavelica, por ejem-
(Apu, Awki), a pesar de deno- plo, la danza de tijeras se conoce
minarlos indebidamente como como “Supay chaki” u hombre
“diablo”, “demonio” o “supay”. con pies del demonio; “Supay
Por ejemplo, sobre “Tankayllu” se wasipi tusuq” o danzante del in-
dice: “Con diablo es compadre, por fierno; “Layqa tusuq” o Demonio
eso nu asusta –decían [los indios danzante. (íd., 16-18).
asustados, metiéndose en sus ca-
2.1.3. El danzante de tijeras
sas, ante la llegada del Misitu y el
es un intermediario humano en-
danzante ‘Tankayllu’ bailando en el
tre el dios Wamani y la comu-
descampado], cuando el repique
nidad. El danzante, en su vida
de sus tijeras pasaba por las calleci-
ordinaria, es un humano (indio
tas y los pampones de los barrios.”
Pedro Huancayre, con esposa y
(Arguedas 1982, op. cit., 164).
dos hijas), pero como danzante
La danza de tijeras, por su asume una condición sagrada,
ritualidad quechua, está aso- suprahumana, la que le permite
ciada a los dioses andinos: apus comunicación exclusiva con el
y wamanis. Es una de las mani- dios Wamani; por tanto, el Wa-
festaciones rituales andinas más mani, cuyo “espíritu” se asienta
claramente nativas, pues el dan- en la cabeza del danzante y ma-
zante es el máximo tributario de neja sus manos, puede ser visto
los apus y wamanis: se inicia o por el danzante y también puede
bautiza ante un Wamani, y tri- hablarle directamente al cora-
buta su vida ceremonial danza- zón: el Taita K’arwarasu, Wamani
ria, sobre todo, a los Wamanis. de Lucanas, le habló al varayok’
“El danzante de tijeras no es un alcalde, “directamente al cora-
hombre común. Habla con el zón” “cuando estuvo escarbando
Wamani, no tiene miedo al do- la nieve, para encontrar el suelo
lor porque el Wamani está en su y enterrar la ofrenda.” (Argue-
cuerpo.” (Rojas 2011: 31); “Para das 1982, op. cit., 139). Como
Apu Qurisutuq, Manta, Huancavelica
realizar las pruebas de sangre, personaje público, el danzante
comentaban los lugareños de de tijeras, hijo de un Wamani,

25
ARARIWA - Isaac Huamán Manrique

tocar, puesto que son las monta- pues, nuestro segundo Dios. / To-
ñas, sobre todo las montañas con das las montañas tienen Wamani.
nieve. Dentro de la religiosidad En todas las montañas está el Wa-
andina ancestral, Wamani es una mani.” (íd., 41; testimonio de Don
de las divinidades fundamenta- Nieves Quispe, cabecilla del ayllu
les. Está normalmente represen- de Qollana; ver además p. 49).
tado por los grandes nevados o
El Taita K’arwarasu, el Wama-
montañas. A pesar de la imposi-
ni de Lucanas, “tiene tres picos
ción cristiana, es una divinidad
de nieve, es el padre de todas las
andina ancestral que se reveren-
montañas de Lucanas”, es el “cui-
cia permanentemente; en buena
dador de toda la tierra lucana”
parte de las veces de manera sin-
(Arguedas 1982, op. cit., 138).
crética. Una montaña tiene una
cruz como signo de la suprema- 2.2.2. El dios Wamani es po-
cía cristiana, pero muy por el fon- deroso. Según el cuento, tiene
do, se reverencia al dios Wamani. capacidad para eliminar al poder
He aquí algunos textos re- que está detrás del patrón: el
cogidos por el propio Arguedas, “caballo”; por ello, considerando
como antropólogo: al patrón como la causa del sufri-
miento y de salpicar “porquería”
Los naturales rinden diario a los sobre los indios, crece para ma-
wamanis. […] Los wamanis son tar al caballo.
las montañas, Señor Wamani.
Hay mayores y menores. Don Pe-
Conforme a la condición di-
dro es el mayor de los wamanis vina del Wamani, dios vigente
Danzante de tijeras de Ayacucho. de Puquio […] El Qarwarasu es el de los indios, le es inherente el
Fotografía: Danzantes de tijeras Hermanos Chávez. mayor de los wamani. […] El wa- poder divino para proteger a su
mani es la montaña. ‘Wamaniqa pueblo, para destruir a los que
demuestra públicamente el rito oprimen a su gente, etc. Como
orqom’, afirmó categóricamente
de la danza, extrema, compleja y el auki mayor de Pichqachuri: se sabe, los pueblos andinos
desafiante. ‘El Wamani es la montaña’ […]. nunca dejaron de reverenciar a
2.1.4. El espíritu del Wamani También son wamanis las pam- sus dioses ancestrales (Wama-
que asiste al danzante de tijeras pas. […] ‘Es el segundo Dios. El ni, Apu, Pachamama, Tayta Inti,
es inmortal. En el cuento se con- que nos cuida, el que nos da de etc.); y, cuando era necesario
figura una suerte de reencarna- comer […]. Él –el Wamani– es la se les pedía que destruyan a los
tierra, como si fuera Dios, el ser dioses y hombres invasores que
ción del espíritu del Wamani y
de nuestros animales. Todo vie- les hacían sufrir y morir. Argue-
transfiguración del maestro en
ne de él. De él brota la bendición
el discípulo: Atok’ Sayku es Rasu das, sin duda alguna, era partíci-
[…] ‘El Wamani es bravo, puede
Ñiti renacido y nuevo depositario pe de ello, como se puede ver en
succionarnos el corazón duran-
del Wamani. su obra.
te el sueño’; es bravo ‘así como
es bravo el hombre poderoso, el 2.2.3. El dios Wamani tiene
2.2. Wamani, el dios andino hombre que tiene mucho dine- un intermediario natural: el cón-
ancestral. Wamani, el dios an- ro’ […] el ‘Wamani se enojaba si dor gris. Según el cuento, se tra-
dino ancestral, es protector de sus naturales no le pagaban lo ta de un “espíritu” en forma de
Rasu Ñiti; es una montaña sagra- que estaba convenido. (Argue- cóndor gris cuya espalda blanca
da, cuyo “espíritu” es un cóndor das 1987a: 45-47). vibra o arde, pero que oye todo
gris con la espalda brillante.
“Los wamanis existen, pro- (“todos los cielos”, lo padecido y
Veamos algunas considera- piamente (como ser y como cosa bailado; lo que se sufrirá, “el ga-
ciones al respecto: original, nuestra). Ellos fueron lope del caballo del patrón”, “lo
2.2.1. El dios Wamani es visi- puestos (creados) por el antiguo que las patas de ese caballo han
ble o concreto. Se le puede ver y señor, por Inkarrí. / El Wamani es, matado”, “la porquería que ha

26
Isaac Huamán Manrique - ARARIWA

flictos que vivieron los indios,


desde la llegada de los españo-
les en 1532; y, en 1962, no ha-
bía perdido vigencia como tal.
El patrón ha sido sinónimo de
abuso, despojo, muerte, des-
trucción, violencia, violación,
discriminación, entre otros vejá-
menes. (ver: Agua, Yawar Fiesta,
Diamantes y pedernales, Amor
mundo, etc.).

2.3.2. El caballo del patrón.


Según el cuento se configura
como el generador del poder del
patrón o hacendado.

Como se sabe, el caballo


jugó un papel primordial en la
conquista de América, puesto
que este animal, extraño, gran-
de, fuerte y veloz para los nati-
vos, brindó una extraordinaria
Apu de Huancavelica
ventaja a los españoles frente a
salpicado sobre [la hija mayor]”, bajo el ciclo cristiano.” (Argue- los ejércitos nativos. La victoria
incluso “el crecimiento de nues- das 1974: 57-59; ver: Arguedas de los españoles en Cajamarca
tro dios que va a tragar los ojos 1982: 170, 179). fue resultado de la contunden-
[del caballo del patrón]”). te arma denominada “caballo”.
2.3. El patrón de la hacien- Garcilaso de la Vega, escribe
Según los trabajos de investi-
da y su caballo. El “patrón” y que “comúnmente los indios
gación antropológica de Argue-
su caballo, anunciados muy bre- tienen grandísimo miedo a los
das, el cóndor es un ser sagrado
vemente, hacen de oponentes caballos” (ver Garcilaso 1973:
de la religiosidad ancestral que-
fundamentales que justifican la 175-178); por su parte, López de
chua; es considerado Wamani o
continuidad de la existencia y el Gómara, escribe que los indios
Auki1 , pero sobre todo un porta-
crecimiento del Wamani. Aquél, “procuraban antes matar uno de
dor del espíritu del Wamani. En
el patrón, existe como tal, porque esos animales que los amenaza-
palabras de don Mateo Garriazo,
el caballo le confiere poder para ban, que a herir diez hombres; y
“el más sabio indio de Puquio, de
someter a los indios; sin caballo más adelante ubicaron siempre
la comunidad de Chaupi”: “Dios-
no es nada, y puede ser vencido. las cabezas (de los caballos ma-
ninchikqa separawmi” (Arguedas
1987: 38); “[…] El auki de Chaupi Veamos algunas considera- tados) donde pudieran verlas los
afirmó que el Cóndor es Wama- ciones: cristianos, adornadas con flores
ni, pero payqa separawmi [él y ramas en señal de victoria.”
2.3.1. El patrón no tiene po-
es separado]. […]” (íd., 41). “Los Los indígenas no temían a los es-
der. Según el cuento, el patrón
cóndores debían reverenciar a la pañoles de a pie; pero los caba-
sin caballo es “sólo excremen-
montaña […] El Auquimarca, con llos, les aterrorizaban.
to de borrego”, lo que ilustra su
las reverencias, aparecía más condición débil y repulsiva.
2.4. El arpista “Lurucha”. La
silencioso, más rojo y solemne
El patrón de hacienda (te- música con la que bailan los dan-
1
Nombre del espíritu de la montaña rrateniente o gamonal) ha sido zantes de tijeras es ejecutada por
y del sacerdote que lo representa el protagonista central de la na- un arpista y un violinista; éstos,
en la comunidad y que, al mismo
tiempo, representa a la comunidad rrativa de Arguedas. Ha sido el los músicos, se complementan
durante la fiesta del agua. generador de los múltiples con- plenamente con el danzante. En

27
ARARIWA - Isaac Huamán Manrique

el cuento solo se elogia la natu- de Atok’ Sayku para perennizar la tamente la verdad, no hay allí un
raleza sagrada del arpista, pues- pervivencia del dios Wamani. ápice de mentira, es la verdad.
to que se dice haber sido hecho […]” (encuentro, 109).
con maíz blanco, por ello le es 3. DE LA MUERTE DE RASU ÑITI
posible ver al Wamani y presen- Si bien, por el proceso de en-
AL RENACIMIENTO DE LOS WA-
tir la muerte de Rasu Ñiti. doculturación, Arguedas había
MANIS
profundizado la cultura y religión
No es casual la presencia del “La agonía de Rasu Ñiti”, es un
de los indios, como antropólogo
maíz blanco; es un elemento cuento con el que Arguedas de-
comprobó la vigencia y en algu-
vital para la vida del campesi- fiende la vigencia y revitalización
na medida la efectividad de estos
no, pero también tiene carácter de la religión andina quechua.
dioses: “Los naturales parecen te-
sagrado (“Sara Mama” o la Ma- Wamanis y cóndores, elementos
ner en cuenta que reciben dones
dre del Maíz), y es usado en los de la religión ancestral india –no
efectivos únicamente de sus anti-
rituales ganaderos dirigidos al cristiana–, están vigentes en la fe
guos dioses: los wamanis, mama
Wamani o a la Pachamama. religiosa de José María Arguedas. allpa o allpa tierra y el aguay unu.
[…]”; los Wa-
2.5. Los hu-
manis “real-
manos. En el
mente exis-
relato se toma
ten y que
en cuenta: a los
son exclu-
danzantes de ti-
sivos de los
jeras (Rasu Ñiti
naturales.”
y Atok‘ Sayku),
(Arguedas
al patrón (de
1987a: 74-
hacienda), a la
75). “La re-
familia del indio
ligión local
Pedro Huan-
aparece con
cayre o “Rasu
una estruc-
Ñiti” (la esposa
tura muy
y las dos hijas) y
sólida y con
al público.
obligaciones
2.5.1. Las per- de culto
sonas ordinarias Arpa y violín de los danzantes de tijeras. Fotografía: Danzantes de tijeras Hermanos Chávez. que son es-
no pueden ver al trictamen-
Wamani. Según te obser-
el cuento, no tienen “fuerza” En este caso, el escritor orienta vadas. Los dioses locales están
para ello. En general, hacen de su creación literaria hacia la de- presentes en todos los aspectos
público observador, como suce- fensa de la perspectiva y verdad y acontecimientos importan-
de en los eventos ceremoniales indias, de la cual es partícipe: tes de la vida individual y social;
(Huancavelica, Ayacucho o Apu- aparecen como los elementos en
rímac) en los cuales bailan los […] Yo creo que los novelistas, los que realmente se sustenta la
danzantes de tijeras. especialmente los que contem- seguridad tanto individual como
plamos el mundo como una cosa social.” (íd., 76). Como niño dice
2.5.2. La familia de Rasu Ñiti.
viva, interpretamos esa realidad (Arguedas 1981a: 87):
La esposa, ve por momentos al sin que lo que hayamos mostra-
espíritu del Wamani; la hija ma- do sea menos irreal, menos ver-
yor, no puede verlo, ha sido sal- […] ¡Apu K’arwarasu, a ti voy a
dadero que lo que tratamos de
picada con la “porquería”; la hija dedicarte mi pelea! Mándame
mostrar. Cuando he releído con
tu killincho para que me vigile,
menor, tiembla y canta en los temor las pocas cosas que he
para que chille desde lo alto. […]
momentos finales de su padre, escrito, he tenido la convicción,
El Karwarasu es el Apu, el dios
dice que su padre no ha muerto, la felicidad indefinible de saber
regional de mi aldea nativa. Tie-
además se le sugiere ser esposa que eso que he dicho es absolu-

28
Isaac Huamán Manrique - ARARIWA

ne tres cumbres nevadas que se mente en él, como


levantan sobre una cadena de vivían en los indios
montañas de roca negra. Le ro- de su infancia. Los
dean varios lagos en que viven dioses andinos de
garzas de plumaje rosado. El cer- los danzantes de
nícalo es el símbolo del K’arwa- tijeras eran los de
rasu. Los indios dicen que en los
él: “[…] la teoría so-
días de Cuaresma sale como un
cialista no solo dio
ave de fuego, desde la cima más
un cauce a todo el
alta, y da caza a los cóndores,
que les rompe el lomo, los hace
porvenir sino a lo
gemir y los humilla. Vuela, bri- que había en mí de
llando, relampagueando sobre energía, le dio un
los sembrados por las estancias destino y lo cargó
de ganado, y luego se hunde en aún más de fuerza
la nieve. por el mismo he-
cho de encauzarlo.
Recuerda Arguedas que “la ¿Hasta dónde en-
interpretación desde dentro del tendí el socialismo?
mundo andino, y no solamente No lo sé bien. Pero
del indio, no habría sido posible no mató en mí lo
únicamente por el hecho de que mágico. […]” (Ar- Fotografía: Danzantes de tijeras Hermanos Chávez.
quienes así lo hicimos tuvimos guedas 1983a: 10).
la suerte de vivir con los indios, Con el cuento “La agonía de de liberación de la opresión y los
como los indios, participando de Rasu Ñiti”, José María Argue- opresores, de tener un verdade-
sus dolores, de sus esperanzas, das, pone en manos de los lec- ro dios que se renueva y crece
de su fe, de toda su vida […].” tores un texto de defensa de la con los danzantes de tijeras, al
(Alegría y otros 1986: 235). Y religión ancestral indígena, de final sacerdotes de los apus y wa-
cuál era esa fe y esperanza de la vigencia y renovación del dios manis.
los indios que vio Arguedas en andino Wamani, de la esperanza
su infancia, sino la liberación de
los patrones y de su dios, puesto BIBLIOGRAFÍA
que ese dios defendía a quienes
los hacían sufrir sin medida y sin Arguedas José María. “Discusión de la 1986b1 Cantos y cuentos quechuas. T. I.
narración peruana”. Lima, Municipalidad de Lima.
esperanza alguna. Arguedas, no
1960 En: La Gaceta de Lima. Lima, ju- 1986b1 Cantos y cuentos quechuas. T. II.
se identificaba con la religión lio-agosto, p. 10. Lima, Municipalidad de Lima.
cristiana porque los represen- 1972 Páginas escogidas. Lima, Editorial 1987a Formación de una cultura nacio-
tantes de la Iglesia no ofrecían Universo. nal indoamericana.
ninguna esperanza de salvación 1974 El Sexto. Argentina, Editorial Lo- 4ta. ed. México, Siglo xxi.
sada. 1987b Indios, mestizos y señores. Lima,
o liberación de los sufrimientos 1981a Los ríos profundos. 10a ed. Argen- Editorial Horizonte.
terrenales para los indios, por- tina, Edit. Losada. 2004 José María Arguedas. ¡Kachkanira-
que según los curas, el “Wiraqo- 1981b Agua. Lima, Edit. Horizonte & qmi! ¡Sigo siendo!
cha patrón era el representante Edit. Salqantay. Lima, Fondo Editorial del Congre-
de Dios” (íd., 238). 1982 Yawar Fiesta. Lima, Editorial Ho- so del Perú.
rizonte. Alegría, Ciro y otros. Primer encuentro
La elección religiosa de Ar- 1983a El zorro de arriba y el zorro de de narradores peruanos. 2da. ed.
guedas, a pesar del componente abajo. Lima, Edit. Horizonte. 1986 Lima, Latinoamericana Editores.
1983b “Rasu Ñiti.” En: Obras completas. Garcilaso de la Vega, Inca. Comen-
ideológico principista de su so- T. I. Lima, Edit. Horizonte, pp. tarios reales de los Incas. T. III.
cialismo, como bien lo manifies- 203-210.
1973 Lima, Editorial peisa.
ta en algunos de sus textos, no 1984 Katatay. Lima, Editorial Horizonte.
Rojas de la Cruz, Juan. La danza de
dejó de ser andina quechua. Los 1986a Diamantes y pedernales. Lima, tijeras de Huancavelica.
Editorial Horizonte.
Apus y Wamanis vivían sólida- 2011 Huancavelica, Imprenta fas.

29
ARARIWA - Samuel Villegas Páucar

Fiesta de Navidad
y danzas itinerantes en Chincha

Mg. Samuel Villegas Páucar


Investigador Cultural de la ENSFJMA

30 Fotografía: Samuel Villegas


Samuel Villegas Páucar - ARARIWA

El presente artículo es un podrá verse en los siguientes pá-


rrafos, la fiesta de la Navidad es
yuvado a organizarlo en Lima, con
la participación de los familiares
avance del Proyecto de Investi-
gación “Por la ruta del Mercu- una de las expresiones religiosas pobladores de Castrovirreyna.
rio. Fiesta, migración y religión y festivas de mayor movilidad en
En tal sentido, dos fiestas son
en Castrovirreyna (Huancaveli- espacios geográficos disímiles,
importantes por su capacidad de
ca)”. Se realiza una descripción unidos por el comercio y la per-
convocatoria: por un lado está la
etnográfica de la celebración tenencia familiar y/o distrital. Sin
fiesta patronal, que reúne a los
festiva de la Navidad, realiza- embargo, es probable una mayor
residentes provincianos en Lima,
da en Chincha (distrito de San consistencia en la influencia del
quienes acuden a sus pueblos de
Isidro) y Lima (distrito de San formato festivo andino, justamen-
origen para celebrar dicha fiesta,
Juan de Lurigancho), en el mes te a partir del proceso de la inmi-
si bien ahora también se cele-
de enero. La información fue gración andina a la capital, algo
bra en Lima, de forma paralela
recabada en el presente año. que Quijano (1980) ha convenido
o posterior a la de Huancavelica.
en llamar “cholificación” de Lima.
La segunda es la fiesta de Navi-
La imposición del orden so- dad y/o la Bajada de Reyes.

A nivel nacional una de las cial colonial y su subsistencia


Lamentablemente hemos
fiestas más celebradas es la parcial de las bases socioeconó-
encontrado pocas referencias bi-
Navidad. Al respecto, varios au- micas en el siglo xix y xx permi-
bliográficas de esta fiesta huan-
tores han explicado la raigambre tió la continuidad del racismo. El
cavelicana1. De allí nuestra inten-
cristiana y autóctona de esta proceso social de cholificación
ción de explorar el tema y hacer
fiesta (Ramírez 2005, Arroyo no ha eliminado del todo ni las
una descripción de esta fiesta,
2006, Hocquenghem 1989, Vil- expresiones ni el comportamien-
presenciada en una visita a la
capoma 2008). En efecto, desde to racista, palpables en la ruta
provincia de Chincha, distrito de
el siglo xvi las celebraciones de migratoria referida. Las rutas de
San Isidro, de observación a un
la Navidad y Bajada de Reyes es- comunicación terrestre han servi-
conjunto de danzantes que via-
tán referidas a elementos tanto do de canal al ingreso de elemen-
ja desde la provincia de Castro-
de procedencia cristiana como tos culturales provincianos, gene-
virreyna a la ciudad de Chincha
de los rituales preincaicos e in- rando en las ciudades de Pisco y
y luego a Lima, para celebrar la
caicos. En los siguientes siglos la Chincha manifestaciones de racis-
fiesta de bajada de Reyes.
continuidad de esta festividad se mo, afectando de paso el ámbito
verá influenciada por los cambios artístico cultural. Sin embargo, en La coordinación se hace pre-
socioculturales, quizá con mayor los últimos años se ha reducido la viamente en redes familiares que
contundencia en nuestros días. intensidad de dicho fenómeno so- cada año celebran esta fiesta. Para
cial, frente al avance de los valo- ello se cuenta con una Asociación
Uno de los factores que ha res democráticos nacionales y las de residentes huancavelicanos,
propiciado la trasformación de leyes represoras del racismo. originarios de la provincia de Cas-
las formas tradicionales de la trovirreyna. Los asociados alqui-
fiesta de Navidad es su cerca- Dada la creciente y mayori-
lan un local, ubicado en el distrito
nía con el espacio capitalino. De taria población capitalina de ori-
de San Juan de Lurigancho. Luego
hecho, ha de reconocerse la im- gen provinciano, se abrió paso la
de viajar por dos o tres días desde
portancia de la ruta migratoria exigencia de celebrar la fiesta de
sus pueblos de origen (pueblos de
que une las ciudades de Huan- Navidad sobre todo en los conos
Mollohuasi, Anta, Huaytará, entre
cavelica, Castrovirreyna, Chincha populares, por ejemplo en el dis-
y Lima. Decimos migración y no trito de San Juan de Lurigancho.
Este lugar alberga y recibe de
1
Excepto el importante estudio de
solo inmigración del campo a la Claude Ferrier. Navidad en los
ciudad, concepto caro a los es- forma periódica visitantes del in- andes: Arpa comparsas y zapateo
tudios sociológicos del Perú del terior andino. Las dificultades de en San Francisco de Querco (2008),
poder viajar a sus pueblos de ori- publicado por el Instituto de
siglo xx (Cotler 2005, Matos Mar Etnomusicología de la pucp, Lima.
1984). En realidad, existe una gen y el vivo deseo de celebrar las Ferrier vincula la Navidad de la
fiestas costumbristas, entre ellas comunidad rural de Querco a la
relación dialéctica histórica en- antigua celebración de la fiesta
tre Lima y Huancavelica. Como la fiesta de Navidad, habría coad- del Qhapaq Raymi prehispánico.

31
ARARIWA - Samuel Villegas Páucar

aves, animales, frutos o estrellas.


Asimismo todos llevan un ele-
gante sombrero negro. Las da-
mas del segundo grupo vestían
blusas blancas y faldas de color
rosado encendido. Sin embargo,
este segundo grupo no tenía los
sombreros tan elegantes ni las
bandas de color rojo (reemplaza-
das por cintas con los colores de
la bandera peruana) que sí lleva-
ba el primer grupo.
El grupo de mujeres danzan-
tes lleva en la mano izquierda
un pañuelo blanco y en la mano
Celebración itinerante de la Navidad de Castrovirreyna en San Juan de Lurigancho.
Fotografía: Samuel Villegas derecha sostiene un estandarte3
(hecha de palo de madera) cu-
otros), alrededor de veinte jóve- “taitai” o “viejos” y los músicos. bierto de papeles metálicos de
nes, sumados los familiares y ve- Primero hicieron su ingreso la colores vivos e intensos. Las dos
cinos de Castrovirreyna, llegaron pareja de cargontes o mayordo- mujeres que van adelante llevan
a Lima para ejecutar los bailes de mos, quienes cargaron la imagen respectivamente el estandarte
Navidad, de forma tardía, el 17 de de la Virgen María, rodeados por cuya forma es de un hexagrama
enero del 2016. los dos “ancianos”, seguidos por regular, o la estrella de David.
el primer grupo de danzantes. Las otras dos mujeres que van en
Como toda celebración, más
Más tarde ingresaría el segundo la cuarta fila, lleva cada una un
si se trata de una, producida en
grupo, con la pareja de cargon- palo de eucalipto en cuya parte
Lima, acarrea gastos que deben
tes adelante, la mujer llevaba superior se subdivide en cinco
ser compensados con ingresos
en brazos la caja que contenía palos de menor extensión, las
de dinero. En consecuencia, se
la imagen del niño Jesús en su cuales apuntan a cinco direccio-
cobra la módica suma de diez
cuna, el mayordomo llevaba en nes, la quinta en dirección al cie-
soles por el ingreso al local, que
sus brazos un ramo de flores. lo. Los varones no llevan estan-
es casi el pago de la comida ofre-
cida en la tarde. Sin embargo, La vestimenta de los jóvenes darte, pero cada uno sostiene en
como la fiesta subsecuente se danzantes tiende a ser uniforme. la mano derecha una sonaja de
extiende hasta horas de la ma- En el primer grupo, los varones madera o de metal.
drugada del día siguiente, los visten camisa blanca, pantalón Delante del grupo de danzan-
mayores ingresos provienen de negro o azul marino, pañuelos al tes, dos personajes son los ver-
la venta de bebidas alcohólicas cuello del mismo color y zapatos daderos protagonistas, aunque
(cerveza). Una parte de los ingre- negros. Las mujeres visten blusa en cierto modo pueden ser vis-
sos permite financiar el traslado, blanca, falda de seda de color tos como marginales al mensaje
la vestimenta y la alimentación azul claro brillante, que hace festivo. Se trata de los “machos”
de los danzantes y los músicos. juego con los pañuelos llevados representados por dos jóvenes.
en el cuello, del mismo color y La vestimenta de los “machos” o
En la versión festiva del pre-
zapatos negros. Pero en Chincha “viejos” son informales, en con-
sente año bailaron dos grupos
el color de la vestimenta puede traste con los danzantes. Uno
o comparsas2, compuestos de
cambiar; así, el color usado aquí tiene mayor protagonismo por
ocho danzantes, dieciséis en to-
fue de color verde intenso. En sus saltos, vivacidad y alegría, lle-
tal, sin contar a los “machos”,
Lima, el primer grupo porta en va una cubierta de piel de zorro,
2
Sin embargo, a decir de los residen-
el pecho una banda de color rojo un poncho de estilo ayacuchano
tes de Castrovirreyna, son “pandi- carmesí, adornada por blondas
llas”. Los cargontes son llamados doradas y figuras coloridas de
también “carguyoc”.
3
Llamado también “azucena”.

32
Samuel Villegas Páucar - ARARIWA

y sombrero que causa gracia con


solo observarlo. El otro lleva en
la cara una piel de carnero, por
ello esta disfrazado de presa, es
decir, la presa del zorro. Los ob-
jetos característicos que permi-
ten identificarlos como ancianos
es el uso de un palo, a manera de
bastón y un sombrero viejo de
ala ancha. Ellos en todo momen-
to bailan zapateando y durante
los duelos personales hacen bro-
mas al público.
El “zorro” baila y salta de un
extremo a otro, siempre con la
cabeza agachada, cual si fuese
anciano en verdad. Siguiendo el
compás de la música del arpa y
el violín, hace vibrar su sonaja
y lanza en cada salto interjec- Los danzantes en el local de San Juan de Lurigancho (Archivo personal de Samuel
Villegas)
ciones propias de un anciano,
lo cual parece a la vez lamento
El conjunto está conformado por 3. “Pascua”. Es un baile de tris-
(“¡ay!”), pero que provoca riso-
cuatro músicos; los instrumentos teza pero también de alegría.
tadas en el público espectador.
principales son el arpa y el violín. Es de tristeza porque algunos
Los dos ancianos intercam- Cuentan con un amplio reper- creyentes no logran ver al
bian posiciones bailando cons- torio musical, circunscrito a la niño, mientras que otros sí, de
tantemente, aunque siempre el Fiesta de Navidad. Las piezas mu- allí la alegría. Su ritmo es más
que lleva la piel de zorro demues- sicales se componen de cuatro lento y acompasado.
tra mayor agilidad y astucia. Si en partes, distintas unas de otras en
Lima llevaron dos sombreros vie- 4. “Copla”. Compuesto de dos
cuanto a ritmo y mensaje:
jos, en Chincha los trocaron por partes. La primera es una in-
dos sombreros de mujer, motivo 1. “Caminero”. Antiguamente se troducción acompasada, lue-
de hilaridad para los asistentes. acompañaba con versos, bue- go sigue el zapateo, de movi-
na parte de ellos olvidados mientos más animados.
El zapateo es acompañado por
una vez desaparecidas las vie-
el tañido de los sonajeros. Estos Resulta inevitable comparar
jas generaciones. El mensaje
instrumentos tienen un sonido la versión itinerante de esta fies-
es la búsqueda del Niño Jesús.
especial si están hechos de plata. ta presentada en Lima y provin-
Una vez que el niño ha naci-
Como lo explican los mismos dan- cias. Mientras en Lima empezó
do, los creyentes buscan y en-
zantes, las de mejor sonido son a las 11:00 a.m. y culminó en la
cuentran al niño Jesús, de allí
las sonajas antiguas, máxime si las madrugada del día siguiente, en
el baile para celebrar al niño.
planchas son de metal precioso. Chincha se inició a las 8:00 p.m. y
2. “Divino”. Su hermosa melodía
Los zapateos de Navidad, culminó para el público en gene-
justifica el nombre. Tiene dos
como cabe esperar, son básica- ral bien entrada la noche, sobre
partes, la primera introduc-
mente de ritmo entre suave y todo por motivos de seguridad,
toria y la segunda más ligera.
ligero, sin llegar a ser ni violentos mientras que en la casa del ma-
Es un baile más acompasado,
ni rápidos. Los bailes son de dos yordomo principal continuó la
destaca las notas musicales del
tipos: grupales y duelos personales. celebración acompañada de las
arpa, y como su nombre lo in-
bebidas acostumbradas. En los
Los músicos también llevan dica, expresa una alegría subli-
momentos de descanso, el ma-
una banda que les cruza el pe- me por la felicidad de ver, con-
cho, similar a la de los danzantes. yordomo se encarga de distribuir
templar y adorar al niño Jesús.

33
ARARIWA - Samuel Villegas Páucar

virreyna. En Lima y Chincha la


vitalidad de la danza se reduce
a unas pocas horas y los men-
sajes cantados tienen un públi-
co urbano y desarraigado de su
tierra. Sin embargo, los bailes
son dedicados a la imagen de
la Virgen María y el Niño Jesús,
las cuales son colocadas en una
mesa de ofrendas florales, fren-
te a los danzantes. Cabe resaltar
que en las ofrendas también se
observan productos alimenticios
como la papa y el maíz4.
Esta fiesta costumbrista es un
espacio en el que se congregan
distintas generaciones, desta-
cando la de los adultos y jóve-
nes. Según comentaron las per-
sonas de mayor edad, al margen
de la celebración de la Navidad
Los “taitai” bailan junto a los danzantes en Chincha (Archivo personal de
y la Pascua, existe la convicción
Samuel Villegas). de que se trata de celebraciones
que ayudan a conservar o resca-
las bebidas, que, dada la esta- En ambos contextos, tanto la tar del olvido costumbres anti-
ción, pueden ser refrescos, pero danza como las piezas musicales guas, valoradas por algo más que
siempre con algo de aguardien- son de clara influencia católica una simple nostalgia. En especial
te. También se distribuye comida cristiana, pero con caracteres de se extrañan las coplas y versos,
a los invitados o asistentes, ya que origen autóctono, visibles sobre de allí nuestra preocupación por
la danza se desarrolla en la calle, todo cuando esta fiesta se da en la literatura oral, felizmente rei-
frente a la casa del mayordomo. los pueblos andinos de Castro- vindicada en años recientes5. La
pérdida de la memoria colectiva
es grave, se deja constancia de
que estas costumbres en los úl-
BIBLIOGRAFÍA timos tiempos se están perdien-
do, debido a que los jóvenes en
Arroyo Aguilar, Sabino. “Culto a los hermanos cristo sistema religioso andino general ya no quieren practicar-
y cristiano: redes y formas culturales del poder en los Andes”. Tesis para
optar grado de doctor en Ciencias Sociales. Universidad Nacional Mayor de la, porque tienen gustos “mo-
San Marcos, Facultad de Ciencias Sociales, Lima, 2006. dernos” o porque simplemente,
Cotler, Julio. Clases, Estado y nación en el Perú. Instituto de Estudios peruanos, quienes sabían de las coplas o
Lima, 2005. versos de antaño, ya murieron.
Hocquenghem, Anne Marie. “Bajada de Reyes en Narihualá”. Centro de Investi-
gación y Promoción del Campesinado (cipca), Piura, 1989.
Matos Mar, José. Perú. Estado desbordado y sociedad nacional emergente. Cen- 4 Muchos de los detalles descritos
tro de Investigación de la Universidad Ricardo Palma, Lima, 2010. aquí difieren de las anotaciones
Quijano, Aníbal. Dominación y cultura: Lo cholo y el conflicto cultural en el Perú. de Sergio Quijada Jara. Estampas
Mosca Azul Editores, Lima, 1980. huancavelicanas. Temas folclóricos.
Lima, 1985, p. 23.
Ramírez Bautista, Bernardino. “La Fiesta de las Cruces, expresión del sincre-
tismo cristiano-indígena”. Revista de Investigaciones sociales. unmsm/iihs, 5 En tal sentido véase el aporte va-
vol.13, N° 22, 2009, pp.195-225. lioso de Isaac Huamán Manrique.
Literatura de Huancavelica, la voz del
Vilcapoma, José Carlos. La danza a través del tiempo: en el mundo y en los andes. trueno y del arco iris (historiogra-
Asamblea Nacional de Rectores-Universidad Nacional Agraria La Molina, fía literaria de Huancavelica). Pa-
Lima, 2008. chakuti editores, Lima, 2012.

34
Samuel Villegas Páucar - ARARIWA

Gobiernos del Perú en la historia de la


Escuela Nacional Superior de Folklore
José María Arguedas

Víctor Hugo Arana Romero


Investigador Cultural ENSFJMA

Artistas profesionales de la ENSFJMA


viviendo el arte, 2016.
Foto: Isaac Huamán Manrique

35
ARARIWA - Víctor Hugo Arana Romero

SIGLO XX Paralelos al indigenismo sur- jandro Vivanco afirma que la


gieron otros movimientos que tradición de peregrinación,
PRIMERA MITAD: 1900-1950 fomentaban la organización de paseo y velada artística en
las bases populares: obreros, Amancaes desde el siglo xvi
El Indigenismo: un movimiento campesinos, etc. Augusto B. Le- hasta el primer cuarto del si-
continental guía, entonces, juzga oportuno glo xx, era un muestrario de
un acercamiento a estos secto- géneros musicales limeños y
En el año 1943 se realizó la Pri- res para su campaña hacia un de costa. Resulta sorprenden-
mera Conferencia de Ministros y segundo gobierno del Perú. te que en 1927 se convoque a
Directores Generales de Educa- representantes de los géneros
ción en Panamá, en ella se acor- Si bien, por lo general, se des-
andinos en una Lima comple-
dó recomendar a los gobiernos taca del “Oncenio” la creación
tamente reacia a la población
de las naciones de América im- de organismos de protección
y a las expresiones andinas.
pulsar la “investigación folklóri- de los derechos indígenas, sería
ca”1 de sus pueblos originarios. oportuno remarcar dos hechos Indigenismo de Estado. En 1945,
que son pioneros respecto de la durante el gobierno de José Luis
Una década después, en cultura popular. Bustamante y Rivero, se crea la
1954, se celebró la Semana del
Sección de Folklore en la Direc-
Folklore Americano en Santiago 1. Misión Incaica. En el año 1923
ción de Educación Artística y
de Chile a la que concurrieron, [20 años antes de la Confe-
Extensión Cultural del Ministe-
en representación de Perú, Rosa rencia de Panamá] se encarga
rio de Educación. A esta Sección
Elvira Figueroa y José María Ar- a Luis E. Valcárcel la organiza-
llegan en 1947 Mildred Merino
guedas: en este encuentro nues- ción de una delegación repre-
y José María Arguedas, activán-
tro país fue felicitado por tener sentativa de música y danzas
dose el Registro y Calificación de
la primera escuela de folklore en tradicionales para una gira
Artistas del Folklore Peruano; la
América (Arana 2007: 22). por países del sur. Es el pri-
recopilación y selección de ora-
mer antecedente de lo que
lidad tradicional que constituyó
después se ha llamado Con-
Perú: organización de bases el libro Mitos, leyendas y cuen-
junto Nacional de Folklore,
populares tos peruanos. Se genera también
constituido esa vez por artis-
un movimiento de instituciones
Los antecedentes del movimien- tas formados en sus propias
como el Correo Central, los co-
to indigenista coinciden con la comunidades.
legios nacionales, incluso la Uni-
época de lo que Basadre deno-
2. Oficialización del Festival de versidad San Antonio Abad del
minó República Aristocrática
Pampa de Amancaes. Ale- Cusco, nucleadas por el Ministe-
(1895-1919). Según el historia-
dor, para estos gobernantes era
muy difícil concebir una cultura
popular, pues, cultura era un
producto de las clases media y
alta; las masas no generaban cul-
tura, solo folclore.

1
Resolución Suprema Nº 3479 del
30 de Oct. 1945. Segundo consi-
derando: “Que en la Conferencia
Interamericana de Ministros de
Educación, realizado el año 1943
en la ciudad de Panamá, se aprobó
una recomendación especial para
promover y apoyar la investigación
folklórica, como un poderoso medio
de acercamiento entre los pueblos
americanos”. Archivo de la Direc- De izquierda a derecha: Raúl García Zárate, Milly Ahón, (¿?), ex Ministro de
ción de Investigación. Educación Idel Vexler, Enriqueta Rotalde y Emilio Morillo. Foto: Marino Martínez.

36
Víctor Hugo Arana Romero - ARARIWA

Tropa de sikuris de
la ENSFJMA, 2005

rio de Educación para el acopio ne su directora es que se reco- es tomado en cuenta; organiza
de datos sobre fiestas tradicio- nozca su escuela como Escuela las delegaciones nacionales Jo-
nales. A pesar de este gran mo- Nacional. safat Roel Pineda.
vimiento, el documento final, el
Calendario de Fiestas Tradicio-
Gobierno Revolucionario de las
nales, no llegó a publicarse, que- SEGUNDA MITAD: 1951-2000
Fuerzas Armadas
dó pendiente.
Entre la Investigación y la for- Primera fase. Juan Velasco Al-
La primera escuela de folclor.
mación profesional varado representa una etapa
México, Chile, Brasil, Argentina,
singular en la historia de la repú-
ya asumían cursos de danzas fol- Acción Popular, primer gobier- blica. Se propone una toma de
clóricas en instituciones educa- no. Con Fernando Belaunde ac- conciencia política de las bases
tivas nacionales; a estos cursos ceden como funcionarios dos sociales y la recuperación de sus
acude Rosa Elvira Figueroa y con figuras conocidas del tiempo valores culturales. Llevó a cabo
esta experiencia funda su escue- de Bustamante y Rivero: Luis E. el Inkarrí, convocatoria nacional
la el 2 de junio de 1948, solici- Valcárcel y José María Arguedas. de expresiones autóctonas pre-
tando al Ministerio de Educación El proyecto de ley de recono- sentadas en Lima. Se decretó
el correspondiente Valor Oficial. cimiento como Escuela Nacio- que los medios de comunicación
Logra este objetivo el 8 de junio nal es rechazado por Belaunde; difundieran una Programación
de 1949 mediante la resolución pero el Poder Legislativo, bajo la nacionalista con porcentaje obli-
1053, durante el gobierno de presidencia de Fernando León gatorio para las expresiones de
Manuel Odría, quien había de- de Vivero, con mayoría aprista, cultura tradicional.
puesto a Bustamante y Rivero. hace suya la ley y la promulga.
Arguedas, director de la Casa de Por su lado, la Escuela de
Odría utilizaría oficialmente Folklore en 1969 es declara-
al elenco “Perú canta y baila” de la Cultura, se limita a convocar a
concurso la plaza de la dirección da en reorganización mediante
la Escuela de Rosa Elvira Figue- comisión que preside Victoria
roa para actos oficiales como la en la que es nombrada Mildred
Merino de Zela. Santa Cruz, quien presenta un
inauguración del colegio Meli- proyecto para la formación de
tón Carvajal y el nuevo Estadio En los viajes de 1966 y 1967 a
un representativo artístico de
Nacional, en 1952. Entonces, el Venezuela, y en 1968 a México,
música y danzas tradicionales,
segundo objetivo que se propo- el elenco “Perú canta y baila” no como corolario de una progra-

37
ARARIWA - Víctor Hugo Arana Romero

mación académica mucho más


ambiciosa. Josafat Roel opinaba
al respecto que el proyecto era
inadecuado a la realidad acadé-
mica nacional.
En 1972 se crea el Instituto
Nacional de Cultura y Victoria

Foto: Isaac Huamán Manrique


Santa Cruz ejecuta su proyecto
artístico en esa entidad creando
el Conjunto Nacional de Folklore,
sobre la base de una selección
muy exigente que asumía el re-
pertorio nacional en general.
Segunda fase. Entre 1975 y 1980,
gobierno de Francisco Morales Ber-
múdez, la Escuela se debate entre
comisiones que buscan definir sus La Escuela Superior de Folklore Fujimorato
objetivos dudando entre la forma-
En 1985 llega el APRA al poder. En 1990 entra a palacio Alberto
ción académica superior y un insti-
Es ministra de educación Merce- Fujimori. Enriqueta Rotalde es
tuto de investigación en folclor.
des Cabanillas. A ese ministerio nombrada en la Dirección Ge-
llegan también Emilia Ahón Hol- neral de la Escuela: Activa las
Segundo gobierno de Belaunde: guín como asesora y el maestro direcciones de Investigación y
vigencia política de Arguedas Jaime Guardia para integrar el Difusión, nombra docentes, crea
En 1980 retorna al palacio Fernan- Comité Técnico de Folklore. Los el Conjunto de Danzas y Música
do Belaunde Terry. En 1982 la Es- profesores y trabajadores de la Folklórica del Perú con integran-
cuela se convertiría en Centro de Escuela habían presentado un tes de esta Escuela. Convoca a
Investigación y Apoyo al Folklore, expediente solicitando que la Es- maestros de prestigio intelec-
coincidiendo con una de las aspi- cuela recupere el nivel superior tual como Washington Delgado,
raciones de José María Arguedas; para la formación de profesiona- Wilfredo Kapsoli, Carlos Castillo
pero desaparece el Conjunto Na- les en folclor; entonces, aprove- Ríos, Alfonsina Barrionuevo, Ar-
cional de Folklore. El ministro de chando la presencia de Guardia turo Corcuera, Armando Sán-
entonces, Patricio Ricketts Rey en el Ministerio de Educación chez Málaga; entre los artistas
de Castro, declara frente a una y la asesoría del Dr. Rodrigo Pi- Carlos Hayre, Pepe Villalobos,
representación de trabajadores mentel2, logran que se atienda Adolfo Zelada, Félix Casaverde,
en la que pude participar: “¿Por ese pedido y así, en 1988, se crea Orlando Izquierdo, Eusebio Sirio
qué va a haber un solo conjunto la Escuela Nacional Superior de “Pititi”, Julio Vallenas Fournier,
nacional que asuma todo el re- Folklore José María Arguedas. Alfredo Curazzi Callo, Luis Justo
pertorio tradicional? ¿Por qué no Se nombra a Emilia Ahón Hol- Caballero, Arnaldo Uribe, Fran-
son los propios artistas populares guín Directora General, quien se cisco Palacios. Dudamos de que
de géneros tradicionales los que aboca principalmente a la ade- haya habido una política cultural
representen al Perú?” cuación institucional y a estable- monitoreada desde el palacio;
cer una estructura curricular. La creemos que quien dirigía la Es-
Una revelación más clara de cuela hizo valer todas sus capaci-
que Arguedas gravitaba en las suceden por poco tiempo Luis
Montero y posteriormente Darío dades y relaciones para que esta
mentes y decisiones del gobier- sea respetada y se le asigne un
no, se produjo en 1984, cuando Chávez de Paz.
presupuesto digno.
se crea el Centro Nacional de
Folklore José María Arguedas La forma cómo terminó el fu-
2
Información brindada por el maestro jimorato arrojó sombras sobre
con preeminencia en investiga- Julio Vallenas Fournier, en conversa-
ción y capacitación de artistas. ción personal. cuantos habían prestado servi-

38
Víctor Hugo Arana Romero - ARARIWA

cios a dicho gobierno; pero es Poco antes de que concluya el que la Escuela podía gobernarse
cierto que internamente se ha- gobierno de Toledo se designa con su propia gente; pero habría
bía ido desgastando la escasa y nuevamente a Queta Rotalde que decir que todas las sangres
corta armonía institucional. Los en la dirección de la Escuela; sin no siempre llegan al mismo co-
docentes y estudiantes genera- embargo, una vez más, docen- razón, y tal vez ese espejo roto
ron denuncias y protestas que tes y estudiantes impusieron su que es la visión institucional
concluyeron con la designación cambio. Quedó a cargo la profe- entre sus estamentos, hizo que
de una comisión interventora sora Bertha León Tazza. algunos intereses desboquen;
que tenía, entre otras funciones, quien no resistió la presión fue
la de revisar las cuentas. El infor- 2005: Nuevas elecciones, viejos el director general agudizando
me final no inculpaba a nadie. conocidos. Alan García Pérez, sus problemas de salud: falleció
Tampoco hubo nadie que revir- Mercedes Cabanillas y Emilia en ejercicio de sus funciones, el
tiera las denuncias en otras por Ahón Holguín, presidente de la año 2013.
difamación y calumnia. república, ministra de educación
Tiempos de Ollanta Humala y su
  y directora general de esta Es-
consabido gobierno nacionalista.
cuela respectivamente.
Se impulsó un proceso de refor-
SIGLO XXI La preocupación de la profeso- ma educativa que, finalmente,
ra Ahón fue fortalecer aún más al trunca el camino hacia la condi-
Entre la Universidad y el Institu- personal docente. En esta oportu- ción universitaria de las escuelas
to Tecnológico nidad la Escuela alcanza el rango de formación artística.
universitario, a pesar de oposito-
El presidente Toledo explota su Asumió la Dirección General
res como el propio presidente de
imagen de “cholo emergente” Benjamín Loayza Sandoval. Con
la república. Se dio inicio enton-
frente a sus electores, la primera la consigna de “recuperar el prin-
ces a un proceso de adecuación
dama relieva el turismo andino y cipio de autoridad” hizo frente a
de la Escuela a Universidad ante
la exportación de insumos tradi- los docentes nombrados; pero el
la Asamblea Nacional de Recto-
cionales. Durante este gobierno exceso de la “facultad directriz”
res; como parte de este proceso
asume la dirección de la Escuela, o la confianza en sus asesores ju-
se demanda la elaboración de un
el Dr. Emilio Morillo Miranda. El rídicos o tal vez la ingenuidad de
estatuto que, pese a tantos es-
impulso principal: la Innovación sus funcionarios devino baldón
fuerzos, no se logró aprobar.
educativa. Constituye los conse- en la historia institucional, pues,
jos educativo y consultivo para La oportunidad perdida. El pro- en 67 años de historia, es la úni-
una gestión mejor coordinada; fesor Roel Tarazona Padilla es ca gestión a la que una auditoría
en este último se cuenta con in- designado director general; era oficial detectó irregularidades
telectuales como Rodrigo Mon- la oportunidad de demostrar administrativas en cuatro de sus
toya, Leo Casas, Manuel Acosta
Ojeda, entre otros. Se impulsa
un equipo de investigación con
Chalena Vásquez a la cabeza y
se retoman las líneas históricas
del ex Departamento de Folklo-
re de la Casa de la Cultura: dan-
za, música y literatura oral y se
asume el proyecto nacional del
Calendario de Fiestas Tradicio-
nales, a esto se agrega Historias
de vida.
En esta gestión comienza a
vislumbrarse el fortalecimiento
de un grupo de docentes que Foto: Isaac Huamán Manrique
reclamaba más oportunidades.
39
ARARIWA - Víctor Hugo Arana Romero

directores. Basado en este hecho


un grupo de docentes presionó
al Ministerio de Educación para
sustituirlo.
La profesora Liz Reyes Rome-
ro, asumió la encargatura, pero
ni el tiempo ni las condiciones
le permitieron hacer más que un
intento de ordenar algunos en-
redos administrativos heredados
de la gestión anterior.
Actualidad. Desde el presente
año, 2016, la dirección ha sido
asumida por los docentes nom-
brados que, hay que reconocer- Conversatorio: “La Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas: Historia
lo, siempre, o por lo menos des- y perspectivas en el siglo xxi”. Fotografía: Iván Sánchez Hoces.
de que fueron nombrados, han
estado vigilantes y beligerantes.
A la cabeza de ellos, la profeso- agentes de las expresiones tra- 5. En estos años se hace eviden-
ra Tania Anaya, en lo que va de dicionales. te una tendencia a la elitización
su gestión, cuenta como logro de la educación artística que va
2. Esta segunda tendencia ha
la consecución de un local en el siendo asumida por universi-
generado un academicismo ex-
que después de algunos años es- dades privadas, entre otras la
tremo, que ha determinado la
tamos nuevamente juntos. Universidad Católica, mientras
precariedad, si no el desplaza-
miento, del agente natural, el el Estado parece abandonar esa
cultor que, si no tiene grados de misión al destinar a las escuelas
formación académica, aunque nacionales de arte a la condición
CONCLUSIONES no haya mejor representante de de institutos tecnológicos de-
(Pensando en voz alta) su cultura, queda al margen. pendientes de la Dirección Re-
gional de Lima Metropolitana.
3. Ninguna gestión se ha preo-
1. Dos corrientes se pueden di- 6. Creemos que a estas alturas
cupado por establecer un esta-
ferenciar en la historia de la de la historia, la academización
tus jurídico del cultor dentro del
Escuela: Una manifestada con del folclor es un hecho porque
sistema educativo. Más bien, el
mayor o menor énfasis por los es una necesidad; sin embargo,
perfil académico para la direc-
gobiernos de Leguía, Bustaman- falta definir el estatus legal de su
ción de esta institución resulta
te y Belaunde; que consideraba principal agente: el cultor, que
poco comprensible cuando solo
las expresiones de cultura tradi- debe tener el espacio que le co-
considera una opción profesio-
cional como objeto de estudio rresponde en esta institución,
nal: la de docente y, por añadi-
privilegiando el registro y la in- complementada y asistida por
dura: nombrado.
vestigación, pero no como for- sus elementos académicos.
mación profesional, artística ni 4. La Escuela sigue llevando el
nombre de José María Arguedas; 7. Nuestra institución debería
docente; que apoyaba al cultor y
sin embargo, no parece haber conciliar las dos corrientes his-
decidía que sea él quien difunda
zanjado el cuestionamiento que tóricas que la han orientado:
sus propias expresiones. Y otra
este hacía sobre la academiza- la investigación y la formación
representada por Odría, León
ción del folclore, que queda me- académica como fuentes concu-
de Vivero en 1963, y en los dos
jor expresado por Josafat Roel rrentes para la transmisión del
gobiernos de Alan García Pérez
Pineda: el Estado no puede re- conocimiento y la identidad pe-
reconociendo niveles académi-
emplazar al pueblo en su función ruana.
cos a la institución sin mayor
preocupación por los propios formativa.

40
Víctor Hugo Arana Romero - ARARIWA

Entre los Ruku y los Hirka:


la danza Jija Ruku de Huánuco
(Comunidad de Huancabamba, distrito
de Llata, provincia de Huamalíes)

Gledy M. Mendoza Canales


Investigadora Cultural de la ENSFJMA

Fotografía: Fiorela Rodríguez Espinoza.


41
ARARIWA - Gledy Mendoza Canales

D urante la gestión del doctor Emilio


Morillo Miranda como Director Ge-
neral de la Escuela Nacional Superior de
Folklore José María Arguedas, y de la seño-
ra musicóloga Chalena Vásquez Rodríguez
en la Dirección de Investigación, se buscó
dar continuidad a temas desarrollados por
diversos intelectuales e instituciones des-
de mediados del siglo XX, cuyos resultados
habían quedado pendientes; estos fueron:
Historia de Vida y Diccionario Biográfico de
Autores y Compositores de la música tradi-
cional de una época que podría considerar-
se “de oro”; así como también el Calendario
de Fiestas del Perú.
Un tiempo después, a partir del año
2005, siendo Director de Investigación el
doctor Roel Tarazona Padilla, se establecie-
ron en equipo tres líneas de estudio:
1. Fiestas y Danzas,
2. Música,
3. Literatura Oral.
Dentro de la primera línea, está com-
prendido el Calendario de Fiestas, que se com-
Jija Ruku en el desfile por Fiestas Patrias el 28 de julio
de 2013, en la capital del distrito de Llata. Foto: Fiorela
plementa con estudios etnográficos principal-
Rodríguez Espinoza. mente de danzas en el contexto de fiestas
tradicionales. Es así que hasta el presente
se ha conseguido que el Ministerio de Cul-
Este trabajo está dedicado al señor Pedro Livias tura reconozca y declare como Patrimonio
Cultural de la Nación a la danza Los Negri-
Espinoza, cajero huancabambino fallecido en
tos de la capital de Huancavelica y al géne-
agosto del 2013.
ro musical y de danza: La Muliza.
También se ha gestionado este recono-
Uno de los intelectuales más prolíficos de Llata, el cimiento para cuatro danzas del distrito de
señor Willelmo Mauricio Robles Gonzáles, realizó
sus estudios superiores en la Pontificia Universidad Llata, provincia de Huamalíes, Región Huá-
Católica del Perú, obteniendo el título de Bachiller nuco. Estas danzas son:
en Filosofía, Historia y Letras en 1928. Escribió un
conjunto de obras etnográficas referidas a su provin- • Atoq Alcalde - Mama Raywana, de una de
cia Huamalíes, una de ellas es: “Dialecto Llatino del las parcialidades de este distrito;
quechua - Gramática y Léxicos”; en el que ofrece 1642 • Acha Ruku, del centro poblado de Cancha-
“voces dialectales”, conteniendo entre otros temas, un
amplio glosario de términos quechua traducidos al pampa;
español y viceversa, constituyendo un gran aporte al • Las Pallas, de Libertad y Progreso; y
conocimiento de este idioma en el contexto provin-
cial. La escritura que asume corresponde en parte a • Jija Ruku, danza de la que hablaremos en
una ortografía perteneciente al español. En el presen- este artículo, que se ejecuta en el centro po-
te artículo se ha tratado de usar una ortografía del blado de Huancabamba.
quechua convencional en la mayoría de los casos y en
otros, usando la forma cotidiana de escribir en Llata,
como es el término “jija” con el uso de la “j”.

42
Gledy Mendoza Canales - ARARIWA

Los migrantes de los diversos


pueblos del Perú, desde su con-
texto social y cultural, conti-
núan celebrando y organizando
las fiestas tradicionales de sus
pueblos de origen. Y en ellas en-
cuentran muchas veces una lógi-
ca de existencia, una razón para
mantenerse integrados a su co-
munidad de origen y a sus acti-
vidades sociales. Al trasladarse a
otros lugares llevan sus costum-
bres y tradiciones en la memo-
ria, estableciendo su práctica en
los nuevos espacios sin desligar-
se de su tierra, con la que man-
tienen lazos prácticos y afectivos
como: compartir la solución de
sus problemas, mantener una
vivienda en su lugar de origen,
Músicos mayor y menor, acompañantes de la danza Jija Ruku de Huancabamba.
participar en las festividades, Fotografía: Fiorela Rodríguez Espinoza.
sostener la producción de algún
bien, sobre todo relacionado a la munal de sus tierras, encabeza- de la visión unitaria que tienen
agricultura o a la ganadería, de da por el Delegado Comunal, el acerca de la naturaleza. Además,
forma compartida con parientes Agente Municipal y el Teniente construyen su visión dialécti-
o allegados que permanecen en Gobernador. Estas parcialidades ca del cosmos a partir de con-
su localidad. a su vez forman parte de un cen- cepciones duales como: arriba/
La fiesta es un hecho que co- tro poblado, que ya tiene como abajo, derecha/izquierda, fuera/
adyuva a la integración humana, representante a un alcalde y su dentro, etc., esto les permite ubi-
comunal, emocional y devocio- correspondiente equipo de con- carse con mayor precisión dentro
naria. Tiene además, en la música cejales. de su entorno natural.
y la danza componentes signifi- Es interesante conocer cómo
Para ellas, cada elemento
cativos que, al ser trasladados estas poblaciones, que constitu-
de su espacio circundante, es
como bagaje personal, encuen- yen la unidad política mínima de
nombrado y considerado como
tran nuevas formas de transmi- nuestra patria, son conscientes
un referente existencial donde
sión a espacios mayores. Esto, de que tanto su tierra como sus
también los fenómenos natu-
en los últimos años, ha hecho manifestaciones culturales, en
rales y sociales son muy impor-
evidente la necesidad de gestio- especial su danza representativa,
tantes. Tanto los cerros, los ríos,
nar un reconocimiento efectivo son la base de su identidad y su
las quebradas, los lagos, las la-
y legal para muchas danzas, que prestigio con los que pueden te-
gunas, las explanadas, así como
han sido reconocidas y declara- ner mayor presencia dentro de las
las rocas zoo y antropomorfas y,
das oficialmente por el Ministe- otras comunidades no solo a nivel
en especial, los monumentos an-
rio de Cultura, como Patrimonio regional sino también, nacional.
cestrales y las huacas, tienen un
Cultural de la Nación.
Manejan una concepción pre- nombre, y poseen vida propia.
En general, las parcialidades cisa de sus recursos geográficos En general, cada uno de ellos es
o anexos de los pueblos del Ande y ecológicos, utilizando topóni- protagonista de una narración
del Perú, tienen una población mos que reflejan las característi- mítica, y, sobre todo, de una
promedio de 400 habitantes, son cas físicas, los elementos consti- danza representativa cuyos orí-
reconocidas como comunidad y tutivos y la ubicación espacial de genes se pierden muchas veces
gozan de la administración co- cada uno de ellos, como parte en los límites de la memoria.

43
ARARIWA - Gledy Mendoza Canales

En la actualidad, las narra- te, si ya son más de cincuenta tizantes de la danza y el aporte
ciones míticas son objeto de años ininterrumpidos que la vie- de todos los comuneros residen-
estudio y recuperación; pero, es- nen ejecutando para engalanar tes en la comunidad o fuera de
pecialmente las danzas, vienen sus fiestas locales y distritales, ella. La participación es asunto
siendo enriquecidas en su prácti- es una danza que ha adquirido comunal, una obligación más en-
ca local, distrital y provincial para muchos contenidos propios que tre otras de esta condición.
ser reproducidas a nivel regional son únicos de Huancabamba. Así
La danza es parsimoniosa y,
y nacional, especialmente en la de firme es la identidad de estos
de acuerdo a los cambios de la
ciudad capital, a través de las pueblos.
coreografía, se acompaña con
asociaciones de migrantes.
Se ejecuta durante la fiesta tonadas diversas, ejecutadas por
Hablemos ahora, en particu- patronal de El Señor de Exalta- un músico conocido como ‘ca-
lar, de la danza Jija Ruku de la ción, cuyo día central es el 14 de jero’. Intervienen 20 bailarines
parcialidad de Huancabamba del setiembre. Para esta fecha los que danzan en dos columnas y
centro poblado Florida, ubicado danzantes son comprometidos en dos momentos principales: el
al noreste de la ciudad de Llata, por el responsable de otorgar la desplazamiento de la comparsa
a una distancia de aproximada- danza para la fiesta, quien garan- (pasacalle) y el desarrollo de di-
mente 8 kilómetros por carretera tiza la alimentación de la cuadri- versas figuras coreográficas, que
y 3.5, por camino de herradura. lla durante los días de fiesta. son rematadas con el regional
Esta danza fue reconocida como Aywalá (despedida).
Para la celebración de las
Patrimonio Cultural del Perú, Fiestas Patrias, tanto en la loca- Los cajeros, músicos que eje-
mediante Resolución Viceminis- lidad como en la ciudad de Llata, cutan un instrumento de vien-
terial Nº 082-2015-VMPCIC-MC. las autoridades asumen la res- to, como la quena o el pinkullu,
Los comuneros de Huanca- ponsabilidad de su organización complementando con el bombo
bamba enarbolan la danza Jija y suministran la alimentación y el al que denominan “caja”, son
Ruku como propia y exclusiva y alojamiento cuando se trasladan personajes que generalmente
sostienen que “ninguna pobla- a la ciudad. Para esto cuentan dominan diversas tonalidades
ción más la baila”. Evidentemen- con las donaciones de los simpa- propias de las danzas de la pro-

Danzantes Jija Ruku de Huancabamba en guapido de satisfacción. Fotografía: Fiorela Rodríguez Espinoza.

44
Gledy Mendoza Canales - ARARIWA

un centro arquitectónico cere-


monial consistente en una uni-
dad pétrea maciza ubicada en
la parte central de una planicie
circular con entorno en leve de-
clive. Este complejo de piedra
lisa presenta aproximadamente
doscientos metros de ancho y
unos cincuenta metros de alto.
En la parte izquierda existe una
cueva a baja altura cuya entrada
es estrecha, pero, con un poco
de esfuerzo, permite ingresar
a un pequeño recinto donde
pueden permanecer unas cua-
tro personas adultas erguidas.
Luego, en la parte superior hay
Don Hipólito Candelario Espinoza, artista múltiple, cantor, narrador y danzante, una división que da lugar a un
brindando una canción en quechua. Fotografía: Fiorela Rodríguez Espinoza segundo piso de mayor ampli-
tud, cuyo acceso era posible a
vincia. Son, también, los que aproximadamente a tres kilóme- través de una especie de gra-
muchas veces trasladan la músi- tros, en la parte alta, al noroes- dería que ya ha sido destroza-
ca entre los pueblos, además de te del pueblo, se encuentran las da por el tránsito constante de
ser los que dirigen las mudanzas tres Wankas de Ushnu1, tres res- personas. En la parte derecha
de la coreografía a través del tos pétreos, “guardianes perma- del complejo pétreo, cuyo borde
cambio de las melodías, e inclu- nentes” de este espacio desde alto anguloso nos insinúa su ca-
so, se encargan del control de su un pasado remoto. En la misma rácter de wanka, se pueden vis-
calidad. El año 2013, se pudo en- dirección y aproximadamente lumbrar aún dibujos rupestres,
contrar a Teodoro Pujas Gargate, a un kilómetro del pueblo, se que muestran figuras humanas
joven cajero de quince años de encuentra otra wanka, que de- desplazándose en medio de
edad, cuyo tío le instruyó en nota el significativo nombre de auquénidos. Estas grabaciones
esta práctica, el mismo año. Sin Wanka Hirka: “la wanka del Hir- evidencian el remoto pasado ga-
embargo, en Llata, por tratarse ca”. El nombre de este caserío, nadero de estas comunidades y
de un contexto mayor, lo acom- Huancabamba, fue oficializado refuerzan la versión del origen
pañó el cajero experimentado, el 4 de abril de 1909. del nombre Huánuco, que esta-
don Pedro Livias Espinoza, quien ría relacionado al de Guanuku
A medio kilómetro al este, Pampa que en quechua significa
falleció el mismo año en el mes
se encuentra Uchku Machay, “Explanada de guanacos”2.
de agosto.
Decir “Jija Ruku”, es decir Los huancabambinos llevan
1
Usnu. S. Hist. Pequeña estructura de piedra
“Anciano propio del Hirka”. Esto o de otro material, ubicada generalmente
esta presencia ancestral en-
denota el nombre regional de en el medio de las plazas de los centros marcando su existencia diaria.
los dioses tutelares de los cerros urbanos, que servía de trono para los Además de estos representan-
inkas, o sus representantes, para presidir tes originarios de su historia, la
en el idioma quechua de la par- algunas ceremonias oficiales o profanas.
te norte de la región central del Diccionanario Quechua-Español-Quechua
naturaleza es también pródiga,
Perú, en especial, Huánuco. (1995). Primera edición Municipalidad del pues tienen al río Waray Ragra
Qosqo, p. 694. que al juntarse con el río Tarikay,
Así como “ruku” significa “an- Ushnu. S. Ruinas preincaicas. Willelmo toma su nombre y al pasar por
ciano”, Huancabamba significa Robles Gonzáles (2008). Obras Completas.
los bordes del paraje Suria, tam-
“Explanada de los wanka”. El ori- Llata, Huamalíes, Huánuco. Edit. Munici-
palidad de Huamalíes – Casa de la Cultura
gen de este nombre se explica de Llata, pág. 327. 2
Como expresa el historiador Walde-
si consideramos que, ubicadas mar Espinoza (2005: 88-341).

45
ARARIWA - Gledy Mendoza Canales

bién asume su denominación; y comuneros. Antes de la ceremo- guardar para agradar al Hirka, y
más abajo desemboca en el río nia los niños jugaban al trompo también, que el pastoreo se lle-
Marañón. Existe también al nor- comunicándose en un quechua ve a cabo en paz. A la noche, le
te de su pueblo un par de for- muy propio del lugar que, eso sí, hace el recuento del primer día
maciones pétreas verticales que extrañamos en las declamacio- de labor en que un zorro asustó
descansan sobre la peña deno- nes a la patria en la ceremonia a la esposa; el segundo día, en
minada Viuda Gaga3, o, Peña de posterior. Un poblador, el señor que el antojo pide comer vizca-
la Viuda, de la cual cuentan, “no don Hipólito Candelario Melga- cha, habla de cómo cazar dicho
consentir hombres, [pues] al pa- rejo Espinoza y dos jovencitas, animalito, colocando paja en-
sar se accidentan, mueren o des- nos brindaron sus respectivas cendida en una de las salidas de
aparecen”. Un poco más hacia el canciones. El señor se expresa- la guarida, para atraparlo en la
este, también en la parte alta, se ba en quechua local, tanto en otra cuando trate de escapar del
divisa al borde del cerro un corte sus cantos como en su narrativa; humo; finalmente, manifiesta su
abrupto en la roca, al que se le las jovencitas cantaron al amor satisfacción al degustar la carne
denomina Cuchillo Wala Punta4, con sus voces frescas y mucho asada. Dos niños vistiendo sus
y a la misma altura, a unos dos sentimiento. Don Hipólito, ade- respectivos uniformes de estu-
kilómetros, se encuentra Molino más de cantar, nos mostró con diantes, demuestran su maestría
Rumi (molino de piedra), deno- sus expresiones la personalidad en el dominio de la danza.
minada así por su forma circu- del Jija Ruku como personaje de
La cuadrilla de los Jija Ruku
lar. Los espacios que rodean al la danza: viejo enamorador que
danza en la plaza de Huanca-
pueblo por la parte baja, se re- adelanta los labios expresando
bamba cerrando la ceremonia
conocen como barrios, con de- un beso (cuya representación
de Fiesta Patrias el día 26 de ju-
nominaciones acorde a sus ca- se expresa en una máscara ela-
lio, como lo hacen el mismo día
racterísticas ecológicas, como la borada con la piel de ubre de
todas las cuadrillas de los cen-
yerba que crece ahí o el piso que vaca, y los pezones ubicados en
tros poblados y parcialidades
lo compone, términos que mere- las mejillas, denotan granos típi-
del distrito de Llata. Los días 27
cen ser investigados con mayor cos en el cutis de los ancianos).
y 28 todas estas agrupaciones
detenimiento, pues su significa- Con el tronco brevemente cur-
acompañadas por pobladores
do alude a la relación del hom- vo, pero sosteniéndolo erguido,
del lugar, acuden a Llata a par-
bre con su medio ambiente y con lleva la mano izquierda en puño
ticipar en la celebración de las
su espacio natural y cultural. oculta en la espalda; con la de-
Fiestas Patrias organizadas por
recha sostiene en el aire su cor-
El día 26 de Julio, Huanca- la Municipalidad Provincial de
to bastón (vara) como símbolo
bamba celebra las Fiestas Pa- Huamalíes y del distrito de Llata,
de elegancia; sus movimientos
trias en su soleada plaza central. tomando parte del desfile cívico
son parsimoniosos, ocasional-
El año 2013, que la visitamos, y recorriendo el pueblo. Partici-
mente se yergue curvando la
presentaron en el programa pan, además, en dos tardes de
espalda hacia atrás, posando el
cantos y poesía por los estu- concurso de danzas entre los cer-
bastón sobre el hombro dere-
diantes de las dos instituciones ca de quince centros poblados y
cho y abriendo la mano izquier-
educativas de inicial y primaria, algunas de las aproximadamen-
da como sosteniendo el riñón de
luego el desfile escolar. Final- te 24 parcialidades, más alguna
ese lado, para emitir un sonido
mente presentaron su danza danza invitada de la provincia o
gutural de satisfacción “¡aggg!”,
emblemática de los Jija Ruku, de otra región. El 2014 la danza
ante el descanso corporal que
cuyos danzantes son jóvenes invitada fue la de Los Caporales;
denota esta posición.
y el 2015, la Danza de tijeras de
3
Gaga. S. Peña, peñasco. Willelmo Robles En su narración nos contó la Huancavelica. Justamente el 28
Gonzáles (2008). Obras Completas. vida de un ruku y su esposa du- de julio del año de nuestra visi-
Llata, Huamalíes, Huánuco. Edit.
Municipalidad de Huamalíes – Casa
rante dos días de vida, en los que ta, 2013, los Jija Ruku fueron ga-
de la Cultura de Llata, pág. 309. le indica, a ella, en lenguaje colo- nadores del primer puesto en el
4 quial, cómo la coca le sabe bien concurso intercomunidades lla-
Huala S. Piedra o piedras cortantes.
Idem, pág. 311. y el buen humor que se debe tinas, con los señores Alejandro

46
Gledy Mendoza Canales - ARARIWA

Directiva de la Asociación los Tigres de Huancabamba. Fotografía: Iván Sánchez Hoces.

Leandro Chávez como agente La directiva de la asociación Patrimonio Cultural de la Na-


municipal y Teodocio Cristóbal que estuvo a cargo de la gestión ción, por el Ministerio de Cultu-
Niño como Delegado Comunal. de la declaración de la danza ra del Perú, es un reconocimien-
Jija Ruku de Huancabamba, to a los valores culturales de
Los huancabambinos migran-
como Patrimonio Cultural de la alto nivel humano que aporta
tes domiciliados en Lima se man-
Nación, fue la siguiente: al Perú como nación. El presen-
tienen activamente organizados
Señor Heriberto Jorge Cris- te año, entre los requisitos para
en la Asociación los Tigres de
tóbal, presidente; Zenón Huerta dar este reconocimiento a una
Huancabamba, y están atentos
Rojas, vicepresidente; Zócimo danza, se ha incluido el compro-
a las diversas ocasiones de ex-
Esaquiel Huerta Reyes, secreta- miso explícito de la población
posición de la danza y las gestio-
rio; Benito Huerta Rojas, Fiscal; cultora a darle continuidad y
nes necesarias para su cultivo y
Olimpo Huerta Rojas, tesorero. a defender su autenticidad sin
promoción, en coordinación con
Vocales: Nazario Inga Huerta, producir dolor o sufrimiento a
los pobladores y autoridades de
Wilmer Javier Benites Rojas y ningún ser vivo.
su tierra. Como parte de estas
expresiones de amor a su dan- delegado de deportes, Arsenio
za, tienen una cuadrilla con su Reyes Sabrera.
respectivo cajero, que conoce las La declaración de una ma-
tonadas originarias de su pueblo. nifestación cultural local como

BIBLIOGRAFÍA Referencias:
Diccionanario Quechua-Español-Quechua (1995). Primera Manuscrito anónimo: “Creación y/o denominación
edición. Municipalidad del Qosqo, p. 694. de «Huancabamba»”, entregado por el señor Éver
Guadia Flores, delegado comunal, a Iván Sánchez
Espinoza Soriano, Waldemar (2005). Huamalíes. Cultu- Hoces, Investigador Cultural de la Dirección de In-
ra, Historia y Perspectivas. Primera Edición. II Fórum. vestigación, el 28 de enero del 2014.
Tomo I. Ed. Universidad Nacional Federico Villarreal.
Lima. Perú. Reunión de investigadoras culturales de la Dirección
de Investigación de la ENSF José María Arguedas,
Robles Gonzáles, Willelmo Mauricio (2008). Obras Gledy M. Mendoza Canales, Fiorela Rodríguez Es-
Completas. Llata, Huamalíes, Huánuco Edit. Munici- pinoza. La reunión se llevó a cabo el día 26 de julio
palidad de Huamalíes-Casa de la Cultura de Llata. del año 2013, aproximadamente a la una de la tardde.

47
Tradición oral peruana
(cuentos)

Isaac Huamán Manrique


(compilador)

Pastoreo en la Meseta del Collao, Puno. Fotografía: M. Eufemia Ramírez T.


El poderío del Tayta Huamani

Gladis Arhuata Casavilca


(Prov. de Huancavelica, dpto. de Huancavelica)
Recopilado por: Flavio Donoso Larrea.

B ueno esta es una historia muy triste que


les voy a contar. Pasó con un amiguito, pe-
queñito, al que también el Tayta Huamani con
su poder, lo ha pisado; más que todo, dicen,
que el Tayta Huamani cuando te encuentras
con él, te pisa justo en la cabeza, eso es lo que
dicen.
Un día vino pues un jovencito, eran las
siete de la noche allá; pero en la sierra allá,
las siete, las ocho es como si dijeran las doce
aquí en Lima; era antes, en mis tiempos. En
ese tiempo el chiquito fue a visitar a su amigo
para hacer la tarea; estarían por lo menos dos
o tres horas, y al rato, cuando ya terminan de
hacer la tarea, dice que ya el chiquito decide
irse porque ya era las diez de la noche. Decide
irse y lo ve mi mamá, y mi mamá le dice al chi-
quito que ya se vaya a su casa. No era tan lejos
su casa, era por lo menos cerca a la plaza, cru-
zando un parquecito. Entonces los amiguitos
se despiden. En eso que se despiden, luego de
Apu Ataypura.
cinco minutos, viene su papá corriendo y toca Fotografía: Jesús Caso Alvarez
la puerta, y dice que su hijo estaba tirado en su
puerta, botando espuma. Entonces le pregun-
taron al otro chiquillo, y en eso, se lo llevaron
hacer daño porque le manda el brujo. Y
al hospital. Ya luego cuando lo atendieron en
el niño se encontró con eso porque justo
el hospital, el doctor dice que tuvo derrame
por esa callecita venían dos personas, y
cerebral y falleció en el camino. Vinieron los
detrás de esas personas venía un caba-
policías a investigar por todo lo que había pa-
llo galopando, haciendo bulla, y justo se
sado porque fue raro lo que pasó; pero ya la
choca con el chiquito y le sale aplastan-
gente de la sierra, ya sabe que cuando esas co-
do su cabeza. Y cuentan que pudo haber
sas pasan es porque el cerro hacía eso.
sido el cerro, porque de la forma que
Después de un buen tiempo, la comadre murió, muerte instantánea, con 14 años,
dijo: “¿Qué habrá pasado con mi hijo?”. Y no me parece, porque un derrame le da a
mamá le dijo que a su hijo se lo había llevado los viejitos, pero eso fue lo que le pasó al
la suerte de una persona, y que el cerro viene a chiquillo, una muerte triste.

49
ARARIWA - Tradición oral

Illa, el toro

Gladis Arhuata Casavilca


(Prov. de Huancavelica, dpto.
de Huancavelica)
Recopilado por: Flavio
Donoso Larrea.

Apus Kaklluninyuq Raqra y Oqaqa Paqcha, Hatun Wayllay,


Huancavelica.

Resulta que el tío, el esposo de mi tía,


falleció joven, yo no sé por qué. Y cuando
murió, como era el dueño, las vacas
empezaron a morir; por las puras se caían,

E sta es la historia de mi abuela, la historia se resbalaban… Y desaparecieron las


que en vida me contaba siempre, vacas. Y ya mi abuelita me cuenta, que en
porque con ella hablábamos quechua y ese tiempo nosotros siempre hemos estado
me contaba su niñez, su juventud, sus con la abundancia de la leche, y nada nos
vivencias. Un día, me cuenta que su faltaba porque antes se hacía puro trueque,
hermana tenía bastantes vacas, y resulta tú hacías tu queso y lo cambiabas por
que una de sus vaquitas era de la Illa. La otros productos. Y mi abuelita me cuenta
Illa es la cueva de un cerro de donde salía que ellos hacían puro viaje para hacer
una nube negra en forma de toro, pero trueque, tres, cuatro meses de viajes…,
era una nube medio ploma. Y dicen que los transportes eran con caballos y usaban
en ese tiempo, cuando las vacas se iban a las llamas para traer los bultos. En sí, ella
ese cerro, salía la Illa y cruzaba a las vacas. dice que todos los años eran así. En ese
Y luego, la vaquita que era del esposo de plan habrán vivido por lo menos veinte o
mi tía, salió preñada. De la Illa, sus crías treinta años, en abundancia, hasta que las
llegaron a ser más de ochenta vacas, puras vaquitas se acabaron. Eso fue lo que me
vacas, no había ni un solo toro, y estaban contaba, de sus viajes y de la abundancia
bien alimentadas. que tuvieron de tanta leche, eso es todo.

50
Tradición oral - ARARIWA

C uenta mi abuelo que


cuando era joven, allá
en la sierra, se va un día
al campo a pescar truchas
y a cazar vizcachas. La
vizcacha es un animalito
que se parece al conejo
pero tiene su colita, y su
carne es deliciosa. Dice
mi abuelo que ellos, como
vivían en la altura, en
donde Huancavelica es
una zona de puna, se iban
a cazar a las vizcachas, ya
sea con escopetas, ya sea
con una trampita, con eso
cazaban. Y un día dice,
que se fue a cazar y cazó
una vizcachita, pero la
vizcachita tenía una cinta;
se la llevó para prepararse
un asadito y comieron
delicioso. Al poco tiempo dice mi abuelo, que
empezó a enfermarse. Resulta que estaba
adelgazándose y no sabían por qué. Y eso
La vizcacha del sucede sobre todo cuando el cerro o Tayta
Huamani le agarra a las personas. Y en estos
Tayta Huamani casos siempre acuden a los curiosos. Un
día dice que su mamá fue [al curioso] para
Gladis Arhuata Casavilca preguntar: “¿Por qué mi hijo está tan mal?”,
(Prov. de Huancavelica, dpto. y dice que era porque él había agarrado
de Huancavelica)
un animalito del Tayta Huamani. Entonces
Recopilado por: Flavio Donoso Larrea.
dijo cómo podían hacer para curarlo, y el
curioso le dijo que tenían que hacer un pago
porque el cerro pide eso. El tipo de pago es
con frutas, animales y dulces. Parece que
el curandero tiene pactos con el Cerro y le
había pedido tres animalitos, para salvar su
vida con esos animalitos. Y dice que le pidió
Fotografía: Jesús Caso Alvarez

un corderito, un cachorrito y algo de él, y


no sabían qué dar. Y tanto que le estaban
buscando, dice que le encontraron en su
cuerpo un piojito, le ofrecieron al Cerro y
mi abuelo se curó.

51
Encuentro con el Tayta Huamani

Gladis Arhuata Casavilca


(Prov. de Huancavelica, dpto. de Huancavelica)
Recopilado por: Flavio Donoso Larrea.

T ambién allá en la sierra se viajaba así antes, a pura


senda, a caballo. Según me contó mi abuelo, una
vez cuando ya estaba llegando de viaje, en el mismo
Huancavelica, cerca de la casa, ahí donde hay una pis-
cina cerca a nuestro barrio San Cristóbal, dice que ahí
se encontró con un jinete brillante, estaba con su caba-
llo bien brillante. Como allá también se habla de los
pishtacos, pensaba que era eso, estaba con miedo; pero
no era, porque le vio y no le hizo nada, el caballo de mi
abuelito también no podía moverse. Y dice mi abuelito
que hizo un esfuerzo grande para seguir avanzando. Y
galopando con su caballo se fue, pasó delante del “se-
ñor” que estaba ahí. Pero detrás de él, el “señor” tam-
bién seguía corriendo. Él seguía galopando y en eso
como ya estaba cerca de su casa, dio la vuelta y el ca-
ballo que lo estaba siguiendo se pasó para el otro lado,
para otra calle. Y en eso cuando llega a su casa todo
asustado gritaba: “¡Ábranme la puerta por favor!”, “¡El
pishtaco me está persiguiendo!”. Él pensaba que era
pishtaco; no era pishtaco, y entonces empezó a botar
espuma por la boca.
Y allá la gente sabe que cuando te cruzas con el Tayta
Huamani empiezas a botar espuma, y eso también le
pasó a un joven, que sí he visto cuando le pasó, porque
se cruzó con el cerro. Eso existe, parece mentira pero sí
existe. Hasta ahora me cuenta mi abuelo y le pregun-
to, y me dice que esas cosas sí existen. En este caso, el
joven seguía botando espuma. Se fue al día siguiente
donde un curioso, porque la gente ya sabe los sínto-
mas, y le dijo que para sanarse tenía que hacer un pago.
Por no creerle, se fue donde otro curioso, y ese también
le dijo que tenía que hacer un pago. Dice que primero
le hizo una curación con una hierba, por lo que estaba
vomitando, y luego hicieron el pago, y se curó.
Lo último que me contó mi abuelo fue que en una
invasión por Puruchuco, vio al jinete galopando, que
caminaba también bajo la luna llena. Dice que es como
una nube blanca que por momentos se te aparece, tú lo
ves, y luego se desaparece. Y mi abuelo me dice que él
lo ha visto bien y que sí, sí era el Tayta Huamani.
52
La historia de Valicha
Gregorio Yauri Yauri
(Cusco)
Recopilado por: Flavio Donoso Larrea.

T e voy a contar la pequeña historia de Va-


licha. Valicha fue Valeriana Huilca Con-
dori. Dicen que en su época era la mujer más
bonita de Acopia, una provincia de Cusco.
Yo no sabía nada de ella hasta que un día leí
en el periódico que Valicha de Acopia, había
sido invitada por Alan García al palacio de
gobierno. Entonces dio la ocasión que viajo
al Cusco y le pregunto a mi mamá: “¿Quién
es Valicha?, sé que es de acá de Acopia”. En-
tonces mi mamá me dice: “Es tu tía”. Y yo le
digo: “¿Por qué habría ido ella para allá?”.
Y entonces mi mamá me cuenta en ese mo-
mento que era la chica más bonita y que de
ella se había enamorado un profesor, que
había ido a enseñar a Acopia. Y como era
tan bonita esta muchacha en su momento,
el profesor quería tener una relación formal
con ella. Entonces los papás de Valicha no
estaban de acuerdo con esa relación, por qué
motivos, no sé, pero el profesor estaba tan
enamorado de la chica que hacía hasta lo im-
posible para poder casarse. Nunca lo logró
porque sus papás la apartaron, la mandaron
a Cusco a trabajar en una casa. Y el profesor
había viajado de Acopia hacia otro sitio, y al
regresar ya no encontró a Valicha. Entonces
el profesor se sintió decepcionado, desespe-
rado, la buscó en Cusco, Abancay y nunca
la encontró. Hasta que fue tanta su tristeza
que en memoria de su amor a Valicha, le
compuso la canción tan conocida interna-
cionalmente: “Valicha”, que todos lo cantan,
que todos lo bailan; en qué peña no tocan Chacoya, Ticrapo,
“Valicha”; es un orgullo para mí, porque soy Huancavelica.
Fotografía: Felia
de ese pueblo y más todavía ahora que mi Ramírez Herrera.
mamá me dice que es mi tía, y su canción es
el himno de Cusco. Hace poco ella falleció,
pero siendo su nombre tan famoso, ella mu-
rió en la soledad. Nadie se acordó de ella, y
ella, Valicha, se fue con su amor al cielo.
53
ARARIWA - Tradición oral

La laguna de Paca
(leyenda)

Amelia Pizarro Rodríguez


(Junín)
Recopilado por: Flavio Donoso Larrea.

M is papás me contaron hace muchísimos


años una leyenda, que pasó allá en Paca
que está en Jauja, departamento de Junín. Di-
cen que antiguamente, a nuestro Señor Dios
se le decía el Tayta. Y en una ciudad cerca de
la laguna de Paca, ahí había una fiesta; todo el
pueblo estaba de fiesta. Ese lugar se llamaba
Sauce. Era un tiempo en donde las personas
hacían fiestas como se dice, botando la casa
por la ventana. Entonces, un mendigo viene
Laguna de Paca, Junín. Fotografía: Ana Z. Ramírez T.
a una casa, en plena fiesta y toca la puerta, y
no le hacen caso y lo botan. Y nunca le dieron
lo venció, porque ella quería ver qué era lo que
un plato de comida, ni un jarro de agua; pero
pasaba en ese pueblito. Y cuando se volteó vio
resulta que la persona que se había acercado
que el pueblo se estaba inundando, era como
a esa casa era nuestro Señor Dios al que se le
un diluvio y todo era un caos, que daba mie-
decía Tayta. Pero las personas no lo sabían, y
do y pena, la gente gritaba, los animales, todo.
no le hicieron caso. Él seguía su ruta, y se fue a
Y al ver esto la mujer se convirtió en una pie-
otra casa donde también estaban de fiesta, tocó
dra, la curiosidad lo mató, y esa piedra ahorita
la puerta y le abrieron, le dieron de comer, le
existe allá en Paca, está como estatua. Los otros
dieron la bienvenida, le dieron de todo. Y el se-
familiares que se han salvado, bueno, han se-
ñor ahí les dice: “Ustedes son buenas personas,
guido viviendo, han habitado en otro pueblo,
sin embargo, las personas de allá en donde me
porque del pueblo que se ha hundido se formó
he acercado para ver cómo son, son unas malas
la laguna de Paca. Dicen que de esa laguna sale
personas porque no me dieron ni un vaso de
un becerrito de oro que, dicen, es un fantasma.
agua, me botaron, pensaban que era un loco,
pero yo soy otra persona”. Entonces, las per- Ahorita, la laguna de Paca es un lugar don-
sonas que lo habían acogido estaban muy con- de van los turistas. Pero esa laguna tiene una
tentos, más todavía cuando él les dijo: “Como historia que es peligrosa, dicen que antigua-
son unas buenas personas les voy a agradecer mente, las personas que iban con su bote a pa-
muchísimo, pero en este pueblo que se llama sear no regresaban. Ahora último ya no se van
Sauce, hay personas buenas y malas, y como muy al fondo sino que se quedan por la mitad
se han portado mal conmigo este pueblo va a y regresan.
desaparecer”. No le creían que iba a desapare- Esa historia es una leyenda que ha pasado an-
cer el pueblo, pero resulta que ese pueblito lla- tiguamente y mis papis me han contado. Por
mado Sauce desapareció. Resulta que el Señor eso hay que ser una buena persona sea con
se fue por el cerro y le dijo a la persona que le los buenos o con los malos. Y esa mujer que se
brindó apoyo: “Señora tú te vas por el cerro del ha convertido en piedra ahorita existe allá en
frente, no voltees”. Ella se fue con su bebé, con Paca, las personas que van a la laguna dicen
su familia, y no volteó. Pero después, caminan- que es encantada, incluso dicen que sobre sus
do por el cerro, en ese momento la curiosidad aguas aparece una sirenita.

54
Tradición oral - ARARIWA

se dedicaban al trabajo de
traer yuca, al trabajo de traer
el diario de la casa, de traer el
caniri, el plátano.
El Aviriri podía ver solo a
sus hijas y a sus esposas, y a
su familia, pero no podía ver
a otras personas. Un día, una
de sus hijas fue al río y escuchó
un sonido, como de un bote,
aunque ellos no sabían qué
era un bote; entonces ella
se fue corriendo a decirle a
su papá: “¡Papá, papá, algo
viene del medio del río!”.
Y, entonces su padre no le
hizo caso; él seguía tejiendo
su cabello largo. Él no tomó
importancia a su hija. Luego,
su hija vuelve al río, como queriendo sacar
agua, y nuevamente escucha un sonido de
algo más cercano, más cerca el barco pues.
El Aviriri Entonces vuelve a decir a su papá, por
(cuento asháninca) segunda vez: “¡Papá, papá, viene, viene algo
quéée, que suena en medio del río!”. Pero,
igual, no le daba preocupación a su padre; él
Yessica Blanca Sánchez Comanti seguía haciendo su trabajo. Por tercera vez,
(Junín) cuando el barco ya estaba muy muy cerca a
Recopilado por: Diego Varillas Torres la comunidad nativa de Otica, la hija le dice
a su padre: “¡Papá, papá, viene, viene una
cosa del medio del río!”. Al rato, dice la hija:
“¡Es gigante, papá! Han llegado personas
que están maltratando a nuestra gente. ¿Vas
a permitir eso?”. Entonces, su papá, levanta

M
su mirada y hace ver sus ojos blancos. Y con
is abuelos, desde muy antiguo, vivían
una sola mirada empieza a convertir a los
en esta comunidad. Teníamos nuestro
extranjeros en piedra inmensa.
Dios llamado Aviriri, que significa Dios de
la Tierra, Dios de los Bosques. Este Aviriri Con esa mirada blanca, los extranjeros,
se dedicaba solamente a tejer peines… Ese todos ellos españoles, fueron convertidos
era su único trabajo en su comunidad. Él en hormigas gringas. En la actualidad, en
tenía seis hijas mujeres y cinco hijos, con las noches escuchamos sonidos de fiestas y
los cuales vivía en la playa. Aviriri solo se tambores en medio del barco, porque según
dedicaba a hacer su trabajo…, y a mirar lo que dice el Aviriri, los que estaban fuera
abajo; nunca miraba a otras personas. Este del barco fueron convertidos en hormigas, y
Aviriri, que nosotros teníamos como Dios los que estaban adentro, fueron encerrados
dedicado a hacer peines para sus hijas, vivía en los cuartos del barco. Según ellos, siguen
con las mamás de las niñas. Las mamás solo viajando…

55
ARARIWA - Tradición oral

Pakitzapango: la Tierra del gavilán


(cuento asháninca)
Yessica Blanca Sánchez Comanti (Junín)
Recopilado por: Diego Varillas Torres

Río Chunchuca, Colasay, Jaén, Cajamarca. Fotografía: Ana Z. Ramírez T.

E ste cuento que les voy a contar es un muy lejos por la esposa del gavilán. Y
cuento del Pakitzapango, que significa cuando veía que venía gente, la esposa
“Tierra del gavilán”. Cuentan que en una decía: “¡Amor, tengo hambre! Quiero que
época toda la comunidad Asháninka vivía caces a la persona más gorda de esa familia”.
en una sola comunidad, y que eran muy En ese momento al esposo le empezaban
unidos. a crecer alas…, hasta convertirse en una
De pronto la comunidad se da cuenta que gran ave. Entonces, desde el hueco de la
la gente estaba disminuyendo, por lo cual cueva donde vivían, empezaba a volar en
alguien dijo: “¿Qué está pasando? ¿Qué dirección del río, para atrapar a la persona
pasa acá? ¿Por qué están desapareciendo más gorda. El gavilán atrapaba a la persona
las personas, así de repente?”. Sin embargo, gorda; y para no levantar sospechas, a la
el que preguntó era una persona que en las esposa de esta persona gorda se lo comía,
noches se convertía en gavilán, todo esto y a los demás los mataba. De este modo
para atrapar a los que venían en balsas por sucedían las desapariciones, hasta que la
el río. comunidad se da cuenta de la disminución
de los comuneros: “Antes éramos sesenta
Sucede que a la esposa del gavilán le comuneros, pero ahora estamos solo
gustaban las personas gordas, las personas un treinta por ciento. ¿Por qué estamos
que tenían grasa, porque eran más ricos… desapareciendo?, ¿por qué estamos
Entonces…, entonces cada familia que disminuyendo en la comunidad?”, decían
venía en alguna balsa era vigilada desde preocupados.

56
Tradición oral - ARARIWA

La babosa
(cuento asháninca)
Yessica Blanca Sánchez Comanti (Junín)
Recopilado por: Diego Varillas Torres

E xistía una familia asháninka muy


unida. En esta familia había seis
hombres y una mujer. La mujer era muy
hermosa y muy encantadora, tanto así que
el padre la cuidaba, la protegía y la engreía
mucho. A la engreída hija, que tanto le
gustaba explorar, le gustaba caminar e ir
a pescar en las noches; en cambio no le
gustaba buscar comida.
Cierta vez, ante la desobediencia de la
hija, el padre le dijo: “¡No quiero perderte
como a tu madre!”. Ella, igual que otras
veces, no le hacía caso, así que se iba a
explorar en las noches y regresaba al
Un comunero hizo ver que algo día siguiente. El padre, le dice otra vez:
estaba pasando en el río; y que era ahí “¿Por qué no me haces caso? ¿Por qué me
donde alguien o algo hacía que la gente desobedeces?”. Y ella, nada, ni siquiera le
desaparezca. Así que los asháninkas, atiende.
muy inteligentes ellos, pensaron en una Entonces, la mujer con su cushma, sin
trampa para atrapar al culpable de las hacer caso se va una vez más, se escapa
desapariciones. Hicieron un muñeco gordo de la casa, esta vez cuando la luna está
de barro, al cual vistieron con cushma, en medio del cielo. En medio de la noche
corona y flecha. Lo pusieron en medio de la sube a un árbol, donde una babosa había
balsa; pero debajo del muñeco estaba parte ingresado a su cuerpo sin que ella se dé
del pueblo, con la intención de atrapar al cuenta. Al regresar, su padre le vuelve a
culpable de todo. Efectivamente, el culpable decir: “¿Dónde has estado? ¿Con quién
cayó: era un gavilán. El pobre gavilán fue has estado? ¡No quiero que te pase nada
destrozado con flechas y machetes, hasta el malo!”. Y, ella no responde nada.
punto que las plumas caían y flotaban por
Al pasar los meses se cuenta que no
el río, y en la orilla donde tocaban tierra se
le bajaba su mes. Preocupada, se va al
convirtieron en personas que comen gente,
curandero, y le dice: “Cheripiari, ¿qué es
o sea en caníbales.
lo que me pasa? ¿Por qué no me baja mi
Desde entonces existen los caníbales. Así mes?”. Entonces el Cheripiari le dice: “¡Ah!,
termina este cuento del Pakitzapango. porque tú estás embarazada, no de un ser
humano, sino del mismo demonio.
57
ARARIWA - Tradición oral

El falso bebé

Elizabeth Jáuregui Saavedra


(La Libertad)
Recopilado por: Diego Varillas Torres

B ueno, te voy a contar un cuento de que


me contaron mis abuelitos. Dicen que
en el pueblo de Lúcuma había un señor
que le gustaba mucho andar en las noches.
Entonces, dicen que un día este señor se
fue del pueblo de Lúcuma a un caserío
llamado Peñeytay. Y como a este señor le
gustaba tanto hacerse de noche, también en
ese caserío se hizo de noche. Su prima: “No
te vayas, primo, quédate!”, le dijo. Pero él:
“Nooo, porque yo soy un hombre valiente,
y yo ando a la hora que a mí me da la
gana”, respondió sin reparo. Así pues, todo
valentón, agarró su mula y se vino… A un
kilómetro del pueblo, más o menos, hay una
quebrada llamada Shunguyurán. Cuando él
se estaba acercando a esta quebrada escuchó
un llanto, era como el llanto de un bebito:
“Ingááaa ingááaa…” Entonces él, que venía
bien sentado en su mula, dijo: “¡Qué mujer
maldita habrá botao a su hijo, dejándolo Paraje agreste, propicio para la inventiva oral de las
acá!”. Fue a ver. Era un bebito calatito que comunidades andinas.

estaba en el suelo. Al ver esto, él se sacó su


poncho y envolvió al bebe; luego montó en embalao con su mula. Estando al otro
su mula y se vino. extremo comenzó a llamar a su tío Pedro:
En el camino, poco a poco la mula no quiso “¡Tío Pedro, tío Pedroooo, tío Pedrooo!...
caminar; se hacía pacá, se hacía pallá… En Y desde el otro lado, el bebe del demonio
eso, escucha que el bebe le dice: “Páááa, gritaba: “¡Pérame papá, espérame papá!”.
pááa..., papá. Páa…, jajaa…”. Entonces Gracias a Dios, de tanto llamar al tío Pedro,
él voltea y le dice: “¿Qué?”. Y vio al bebe este le contestó desde la otra banda: “¿Qué
que llevaba; y este le vuelve a decir: “¡Pa, quieres, hijo?”. El demonio, ante la pérdida
mira mi dente; pa, mira mi dente!”. O sea, de una oportunidad de devorar un alma
quería que le mire su diente, porque él no inocente, le dijo al hombre: “Da las gracias
era un niño de verdad; era el demonio. En por quién te has quedado en este mundo,
eso, el bebe agarra al hombre, y este no sino hoy día te habría llevado conmigo”.
sabía qué hacer… Cuando se encontraba Esto le quedó de experiencia pa’ que este
cerca de un abismo, como sea trató de señor nuuunca más ande en la noche.
deshacerse del bebe endemoniado. Lo Desde allí dejó de andar en la noche, dejó de
agarró…, y juiíííííiii…, lo botó al abismo. caminar y de irse, como una ave nocturna,
Inmediatamente, para salvarse, salió de un lado a otro. Allí acabó todo.
58
Tradición oral - ARARIWA

Carnaval
cajamarquino
(coplas)

Eugenia Quiroz Castañeda


Lic. en Literatura UNMSM

Clarines de Cajamarca. Foto: Andina. Eduardo Lozano


59
ARARIWA - Eugenia Quiroz Castañeda

Las muchachas de este tiempo


apuradas a casarse
no pasa dos o tres años
loquitas a divorciarse.

Las muchachas de este tiempo


usan traje a la rodilla
y apenas que se agachan
se les ve la rabadilla.

Las mujeres de este tiempo


visten de mucho bluyín
para igualar a los hombres
sólo les falta el cushpín.

Los jóvenes de este tiempo


usan sombrerito gacho;
y en resumidas no tienen
ni medio pa’ su rangacho.

Los muchachos de este tiempo


son como la paja seca
y si dan para el amor
ya no dan pa’ la manteca.

Chinita de ojitos zarcos


cinturita de algarrobo,
si no quiere tu mamita Mirador de Santa Apolonia, Cajamarca.
Fotografía: Eleuterio Monteza C.
esta noche yo te robo.
60
Eugenia Quiroz Castañeda - ARARIWA

Nadie ha visto lo que he visto


en el pueblo de Chancay
una mujer a caballo
chancándolo a su añañay.

Prefiero mujer con falda


y que no use pantalón
porque cuando ella se agacha
se me alegra el corazón.

Con las mujeres de ahora


yo no quiero ningún trato
porque hieden a ratón
y alborotan a mi gato.

Qué bonita señorita,


qué bien le sienta el vestido
y lo juro por mi madre
que no está como ha nacido.

Cuando ya me esté muriendo


siéntate a mi cabecera
que al mirar tus lindos ojos
pueda ser que no me muera.

Hasta mi guitarra siente


con ser madero vacío
como no voy a sentir yo
si me quitan lo que es mío.
61
Chinita si tú me quieres Yo te quise por bonito
hazme señas de la esquina sin saber lo que tú eras
engañándole a tu mamá te cansas con un cariño
que el gato está en la cocina. por otra te desesperas.

El barril con la payanca, Yo vivo en la chirimoya,


el urpo con la botija, al pie de la cansaboca;
entretienen a los viejos, las muchachas de este barrio
mientras yo estoy con la hija. me miran y abren la boca.

Arbolito de mutuy
cargadito de semilla,
cómo quieres que te quiera
sin gusto de tu familia.

Ya me dicen que te casas


con un viejo millonario
de nada sirve la plata
si ya no canta el canario.

Dices que ya no me quieres


después que me has querido,
ahora te parezco infierno
antes yo tu gloria he sido.

Quién es ese pajarillo


que canta sobre el rocoto;
anda dile que no cante
que mi amor se va con otro.
62

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