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Revista Latinoamericana de Psicología

Fundación Universitaria Konrad Lorenz


revistalatinomaericana@fukl.edu
ISSN (Versión impresa): 0120-0534
COLOMBIA

1984
Blanca Isabel Calero / Antonio Ortiz
INCREMENTO DEL RETARDO EN LA OBTENCIÓN DE RECOMPENSAS, COMO SISTEMA PARA
MODIFICAR EL COMPORTAMIENTO DELICTIVO JUVENIL
Revista Latinoamericana de Psicología, año/vol. 16, número 001
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Bogotá, Colombia
pp. 25-38

Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal

Universidad Autónoma del Estado de México

http://redalyc.uaemex.mx
REVISTA LATINOAMERICANA DE PSICOLOGIA
1984 VOLUMEN 16 . N9 1 25-38

INCREMENTO DEL RETARDO


EN LA OBTENCION DE RECOMPENSAS,
COMO SISTEMA PARA MODIFICAR
EL COMPORTAMIENTO DELICTIVO JUVENIL
BLANCA ISABEL CALERO· Y ANTONIO ORTIZ
Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia

In orden to modify criminal behavior in youths, a system for in-


creasíng the delay of reinforcement was presented. It was considered
that low capability of conditionability, and hígh impulsivity, were the
main variables associated with delinquency. Four subjects, 17 to 19
years old, from Bogotá, Colombia. were treated with the programo Re-
suIts were positive in alI cases. Delay of reinforcement was obtained
and generalized outside of the ínstitution.

DELINCUENCIA Y ANALISIS EXPERIMENTAL

La delincuencia como problema social ha despertado en los


últimos tiempos un gran interés centrado principalmente en lo si-
guiente:
a) un análisis global del proceso delictivo y de la reacción con-
secuente del grupo social frente a determinados comportamientos
que violan las estructuras preestablecidas; b) la rotulación de estos
comportamientos como nocivos para el grupo social y el estableci-
miento de sitios para su institucionalización; c) la formulación de
postulaciones y soluciones teóricas.
Sin embargo el delincuente. como producto de una situación
medio ambiental modificable no ha sido estudiado suficientemente.
Por lo tanto se hace necesario desarrollar una serie de investigacio-
nes que utilicen una adecuada y rigurosa metodología científica que
permita enfocar el problema estableciendo relaciones funcionales

1 Dirección: Blanca l. Calero. CalIe 1I9A NQ 12-66. Bogotá, Colombia.


26 CALERO Y ORTIZ

individuo-medio ambiente, como explicación del comportamiento


antisocial en su génesis, mantenimiento y prevención, además de
una adecuada rehabilitación de los delincuentes.
Un análisis apropiado de la reacción funcional existente entre
los comportamientos rotulados como delictivos y las variables que
afectan esta relación podría establecer las consecuencias de dichos
comportamientos y las variables que los mantienen, lo que permiti-
ría cuestionar una vez más la efectividad del uso de métodos de
control aversivo, vigentes en la actualidad en nuestra sociedad (Skin-
ner, 1953), comparados con la efectividad de sistemas de control
basados en consecuencias positivas, que refuercen comportamientos
alternativos aceptados socialmente..
Para la presente investigación se diseñó un programa de modi-
ficación del comportamiento en un grupo de sujetos delincuentes
juveniles institucionalizados. Los .autores analizando la situación
actual del sistema carcelario, consideraron que una rehabilitación
del comportamiento delincuente a nivel de institución es ineficaz
y difícilmente alcanzable si se tiene en cuenta que existen como
portamientos rotulados como "desadaptativos" fuera del medio car-
celario pero que resultan "adaptativos" en dicho medio, más aún,
esos comportamientos se hacen necesarios para la supervivencia del
sujeto dentro de la institución (por ejemplo comportamientos agre-
sivos de defensa). Se considera que la rehabilitación del sujeto de-
lincuente debe diseñarse en relación con su medio ambiente social
"natural" (ecológico); en la medida en que se pueda modificar la
tendencia delictiva de un sujeto y se creen situaciones alternativas
de trabajo remunerado y oportunidades educativas, se pueden es-
perar resultados satisfactorios de rehabilitación.
En el ámbito internacional hasta 1960 no se usaron técnicas
de modificación del comportamiento en el medio carcelario; los es-
tudios realizados se limitaron a: 1) explicación del comportamiento
criminal como consecuencia de conflictos íntra-psíquicos adquiridos
por la falta de un desarrollo normal en las diferentes etapas de ma-
duración del individuo (Freud, 1923; Munroe, 1955) además de
los planteamientos tradicionales con respecto a la delincuencia que
la han visto como producto determinista e inmodificable de facto-
res genéticos o psíquicos (véase Ullman y Krasner, 1965). 2) Exá-
menes de las estructuras y valores sociales del individuo en relación
a su grupo de referencia que señalaron como distintivo esencial
de la subcultura delincuente el rechazo a las estructuras y valores
de la sociedad (Merton, 1957; Cohen, 1956). 3) Identificación de
variables demográficas y físicas y su correlación con la personalidad
delincuente (Glueck y Glueck, 1970). 4) Establecimiento de fac-
tores genéticos como determinantes del comportamiento delictivo
(Court y Brown, 1968). 5) Consideraciones de retardo en el desa-
COMPORTAMIENTO DELICTIVO JUVENIL 27
rrollo cognoscitivo como una variable importante en la tendencia
a la acción delictiva (Kidder, 1971).
Históricamente se ha identificado el comportamiento psícopá-
tico con el comportamiento delincuente. Según el DMS III (Ame-
rican Psychiatric Association, 1980) la personalidad psicopática está
formada por: "individuos básicamente no socializados y cuyos pa·
trones de comportamiento los llevan repetidamente a conflictos con
la sociedad. Son incapaces de tener una significativa lealtad con
otros individuos, grupos o valores sociales. Son toscamente egoístas,
irresponsables, impulsivos e incapaces de sentir culpabilidad o de
aprender de la experiencia y del castigo. La tolerancia a la frus-
tración es baja; tienden a culpar a los otros o a ofrecer raciona-
lizaciones plausibles para su comportamiento".
Se puede establecer una relación entre psicopatía y delincuen-
cia si se tiene en cuenta que los sujetos psicópatas tienden a evi-
tar o a escapar de situaciones inmediatas, sin tomar en cuenta o
medir las consecuencias aversivas futuras, o a largo término (Clec-
kley, 1959; Karpman, 1961). Así mismo, se ha establecido que los
sujetos psicópatas tienen una inhabilidad para la adquisición de
respuestas de miedo o evitación, comparados con sujetos normales
(Hare, 1968). La interacción deficiente de dos variables básicas den-
tro del proceso de socialización: baja eondicionabilidad o utiliza-
ción de reforzadores secundarios para la adquisición de patrones de
comportamiento socialmente aceptados (Eysenck, 1957), Y la im-
pulsividad, forma rápida de actuar, en situaciones en las que se
esperaría que una persona "normal" actuaría en forma distinta,
van a producir una alta tendencia a emitir conductas antisociales,
ya que no existen respuestas mediadoras condicionadas de temor.
Solamente en las últimas dos décadas los métodos del análisis
comportamental aplicado, basados en los principios del condiciona-
miento operante, se han utilizado en la modificación y prevención
de la delincuencia juvenil. Estas técnicas se han aplicado a tres
categorías de comportamiento: comportamiento educacional, como
portamiento programado y comportamiento delincuente peNe. Esta
revisión concierne solo a aquellos estudios que se realizaron con
delincuentes "rotulados", es decir, definidos legalmente como delin-
cuentes".
Una forma de modificar los comportamientos delincuentes es
la utilización de las técnicas que se dirigen a disminuir la impulsi-
vidad en la obtención de refuerzos demorados (forma rápida de
satisfacción de necesidades primarias y/o secundarias) características
que permanecen constantes en las definiciones del sujeto psicópata-
delincuente.
El presente estudio experimental seleccionó el área del retardo
en el esfuerzo por considerar que es el comportamiento impulsivo
28 CALERO Y ORTIZ

el que se manifiesta con mayor frecuencia en el comportamiento


delincuente; además porque se ha establecido que se trata de un
aprendizaje deficiente (Eysenck, 1963) consecuencia de la imita-
ción de modelos defectuosos (Ullmann y Krasner, 1965; Stuart, 1971),
por ejemplo: padres, jefes de grupo, etc., que refuerzan la consecu-
ción de recompensas por medios ilícitos, dentro de un ambiente
carente de refuerzos primarios y/o secundarios; se refuerza negati-
vamente o se castiga la consecución de trabajo y cualquiera otra
forma socialmente aceptada.
Consideramos además que la reclusión de sujetos delincuentes
en cárceles, como protección para la sociedad en general, es una
simple anestesis del problema principal. La mayor parte de estos
individuos aprenden durante su tiempo de reclusión, nuevos com-
portamientos delictivos, cuya emisión se hace necesaria para la su-
pervivencia dentro de la institución (véase Ardila 1970, 1974, 1980).

METüDü

Sujetos: Se empleó una muestra de 4 sujetos delincuentes ju-


veniles, detenidos en un centro carcelario de Bogotá, Colombia,
escogidos por la Dirección de la Institución con la única condición
de que la gravedad de su delito cometido garantizara una perma-
nencia en el centro no inferior a 12 meses y que hubieran sido
clasificados como delincuentes juveniles (menores de edad o sea con
menos de 18 años de edad).
Sujeto 1. De 17 años, sindicado de robo. No había sido pro-
cesado aún. Anteriormente había sido detenido acusado de robo
en vía pública; atraco a mano armada y hurto; ha cumplido con-
dena por estos delitos. Esta era su tercera detención. Lleva 5 meses
detenido.
Sujeto 2. De 19 años, sindicado de atraco a mano armada. Es-
taba siendo procesado. No registraba antecedentes penales. Llevaba
10 meses detenido.
Sujeto 3. De 1'8 años; sindicado de complicidad en hurto. Estaba
siendo procesado. Tenía antecedentes penales similares al anterior;
en esa oportunidad permaneció detenido 14 meses. Llevaba 13 me-
ses detenido.
Sujeto 4. De 17 años, sindicado de participación en robo. No
había sido llamado a audiencia hasta el momento. No registraba
antecedentes penales. Llevaba 18 meses detenido.
Instrumentos. Se utilizó un salón de 5 x 12 mts. con cuatro
ventanas y una puerta de acceso, como aula experimental. Un ta-
blero de 0.80 x 1.20 mts., para instrucciones gráficas adicionales.
Una mesa de madera de 4.00 x 2.50 mts. para trabajar con los
COMPORTAMIENTO DELICTIVO JUVENIL 29
sujetos y cuatro bancos de madera. Dulces de fabricación comercial,
papel celofán, cuchillas, reglas y escuadras y cajas de cartón. Hojas
de papel milimetrado para registro de las gráficas de :ejecución;
tarjetas de registro individual y anuncios en cartulina para infor-
mación adicional de interés de los sujetos.
Procedimiento. Todas las sesiones experimentales tuvieron un
tiempo máximo de duración de una hora, pero los sujetos podrían
suspender su labor en el momento que lo desearan. Se trabajó cin-
co días a la semana, de lunes a viernes. Los sujetos realizaron la
misma tarea (recortar envolturas y envolver dulces) a lo largo de
todo el tratamiento. Cada día los sujetos ocupaban sus puestos res-
pectivos en la mesa de trabajo; en su superficie se encontraban di-
bujados cuatro esqueletos de corte de las envolturas, uno enfrente
del puesto de cada sujeto; además encontraron en la mesa un rollo
de papel celofán del que debían recortar los pliegos; reglas, cuchi-
llas y cajas para empacar los dulces envueltos. La ejecución completa
consistía en recortar un pliego de papel celofán (del rollo) de 50
x 60 cms., para hacer 40 envolturas de dulces de 5 x 6 cms., cada
una; cada hoja de éstas se empleaba para envolver un dulce. Se
registró como tasa de respuesta el número de dulces que empacó
cada sujeto durante el tiempo de situación experimental que decidía
trabajar. Cada sujeto disponía de una caja de cartón, colocada en
el suelo al pie de su silla, donde colocaba las unidades envueltas.
Al final de cada sesión (o cuando el sujeto decidía suspender la
ejecución) los experimentadores contaban el número de unidades
envueltas, revisaban si estaban correctamente empacadas y asigna-
ban un punto por cada unidad correctamente envuelta.
La investigación estuvo dividida en cuatro etapas:
Línea de base. Sustentados en un trabajo previo de implanta.
ción de un sistema de economía de fichas, realizado por los experi-
mentadores durante el semestre anterior en la misma institución
carcelaria, los sujetos desempeñaron la tarea en la forma en que se
indicó anteriormente y podían suspenderla cuando lo desearan. Al
final de su ejecución podían cambiar los puntos ganados por dinero
(cada punto tenía un valor de Col. $ 0.20). Un sujeto podía hacer
varios cambios de puntos por dinero en una misma sesión experi-
mental si lo consideraba necesario y disponía de puntos suficientes;
podría reanudar su trabajo una vez que había decidido suspenderlo
durante la misma sesión experimental.
Se mantuvo esta condición hasta que se obtuvo un criterio de
cambio de puntos estable; luego se pasó a la segunda fase.
Período experimental. Las condiciones de trabajo fueron las
mismas que las establecidas para la fase anterior. La variación con-
sistió en que en esta fase se establecerá un "Criterio Mínimo de
Cambio" (c.m.c.) ; es decir, que los sujetos solamente podían cam-
30 CALERO Y OR TIZ

biar por dinero los puntos ganados, cuando habían llenado Un


mínimo de puntos (p. ej., 50 puntos). Este criterio se aumentó
cada semana hasta conseguir que los sujetos realizaran sus cambios
solamente una vez por semana; al mismo tiempo, se establecieron
valores diferentes para los puntos.
Se dieron oportunidades de cambio demorado, para aquellos
sujetos que acumulaban un mayor número de puntos. Así, si un
sujeto acumulaba el e.m.e, y 100 puntos más, al efectuar el cambio
cada punto adquiría un valor adicional de $ 0.03; si acumulaba el
c.m,c, y 200 puntos más, cada punto valía $ 0.04 más al realizar
el cambio y si el sujeto acumulaba el c.m.c. y 300 puntos más a.l
efectuar el cambio, cada punto valía $ 0.05 más (esta es la mayor
oferta adicional del cambio demorado).
No existió un tiempo fijo de duración para esta fase. El cri-
terio fue modificado cuando se hubo estabilizado la variable de-
pendiente, en la forma de cambio de puntos por dinero una vez
por semana (cada cinco días hábiles de trabajo).
Reversión. Se establecieron las condiciones de la fase inicial.
Los puntos adquirieron nuevamente un valor de cambio constante.
Se estableció un Contrato Comportamental con cada uno de los
sujetos, el cual consistió en estipular por escrito las condiciones y
la cuota de trabajo que se comprometían a cumplir los sujetos. Los
experimentadores establecían la cantidad de dinero, y cada cuanto
tiempo iban a pagarles a los sujetos por su trabajo. Para los indi-
viduos que no desearan establecer un contrato comportamental con
los experimentadores, se les ofreció la posibilidad de continuar tra-
bajando con el sistema de puntos anterior, advertidos del mecanis-
mo de funcionamiento posterior de este programa.
El tiempo de duración aproximado de esta fase fue de una
semana.
Contrato Comportamental. Se le informó: HA partir de hoy los
puntos perderán su valor de cambio en un centavo menos cada
semana. Ustedes pueden seguir cambiando sus puntos con este sis-
tema si lo desean. O, si prefieren, pueden hacer un contrato de
trabajo individual con nosotros, en el que les indicaremos unas con-
diciones diferentes de trabajo para el futuro".
No hubo tiempo fijo de duración para esta fase. Una vez lo-
grados todos los criterios propuestos, se consiguió jurídicamente po-
ner en libertad a los sujetos de este tratamiento. Una vez conseguido
esto, se llevó a cabo un seguimiento post-experimental de doce me-
ses de duración, para cada uno de los sujetos, una vez que se les
hubo conseguido una actividad laboral remunerada, fuera de la ins-
titución. Sobra decir que los sujetos no tenían conocimiento de
esta condición, lo cual podría actuar como variable de contami-
nación en manipulación de la variable independiente.
COMPORTAMIENTO DELICTIVO JUVENIL 31

RESULTADOS
Las gráficas que representan las ejecuciones de los sujetos a lo
largo del tratamiento; son de dos clases: las figuras 1, 3, son del
primer tipo; las figuras 2, 4', son del segundo tipo.
En la primera clase de figuras, se representan las sesiones día-
rias de trabajo en el eje horizontal (por razones de limitación de
espacio, no aparecen todas las sesiones realizadas, sino solamente las
más importantes), y en el eje vertical se representan las tasas de
respuesta (de ejecución individual).
Las líneas continuas verticales indican los cambios de fase, que
en su orden fueron: Línea de Base, Período Experimental, Rever-
sión y Contrato Comportamental.
Las ejecuciones de las tres primeras fases se representan por
una curva de puntos continuos; la última situación (contrato com-
portamental) se representa por valores discretos (puntos), y las con-
diciones de cambio fijadas para las situaciones anteriores ya no
rigen aquí.
El segundo tipo de figuras, representan los cambios individua-
les (cada barra significa la cantidad de puntos acumulados hasta
el momento de efectuar el cambio) y la sesión de trabajo en la cual
se realizó. En el eje vertical se representa la magnitud del cambio
(cantidad de centavos obtenida al efectuarlo) y en el eje horizontal
se indica la sesión de trabajo en la cual Se efectuó.
La Fig. 1 muestra las ejecuciones del sujeto 1 a lo largo del tra-
tamiento; se puede observar que el rango de ejecución (tasa de res-

L(nea Base Período Experimentel Ril',orojon i Cont,Comportemental

100

lO
o
80
.. ' .
!

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40

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5·25 35 40·45 56
Sesiones Diarias

FIGU RA 1. Puntos ganados por el wjeto 1 en cada 58.101'1d. t"b.jo


32 CALERO Y ORTIZ

puestas o sea puntos ganados en cada sesión de trabajo) en Línea


de Base (de cinco sesiones de duración) fue de 41 a 100 puntos,
para un total de 348 puntos ganados, PG,con un promedio de 69,6
por sesión. A su vez, el rango de Puntos Cambiados, P.C. (Fig. 2),
en esta fase fue de 50 a 100 puntos con un total de 328 P. C.
(Cuando los totales de P.G. y P.C. no coinciden, quiere decir que
el sujeto no cambió la totalidad de los puntos acumulados y el
"saldo" pasó a sumarse en la fase siguiente), con un promedio de
82. P.C. por sesión y efectuó cambios en el 80% de las oportunida-
des. El total de puntos acumulados por este sujeto en el segundo
período (Experimental) de 30 sesiones de duración, fue de 2.470
puntos, lo que da un promedio de 61,43 puntos acumulados por
sesión, superior al promedio en la fase anterior (69,6) y un pro-
medio de 205,83 P.C./sesión y cambios en el 40% de las oportu-
nidades, la mitad de los efectuados en Línea de Base.

Unee Base Paríodo Ex.perimenÚlI Reversión Cont.Com ¡Ortamntal

2000

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11 '500

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15·26 35
I 40-45 56
Sa.iona. Diaria.

FIGURA 2. Distribución da los cambios del sujeto 1 durante el tratamiento

La frecuencia de cambios por oportunidad de este sujeto en la


fase 3 (de Reversión; cinco sesiones de duración), se mantuvo cons-
tante (40%), pero el promedio de P.C./sesión disminuyó de 205,83
puntos en la fase anterior, a 195 puntos en la presente; así mismo,
el promedio de P.G./sesión(75,4'6) aumentó en comparación con
COMPORTAMIENTO DELIC'nVO JUVENIL 33

el de Línea de Base (69,6) pero disminuyó en comparación con el


promedio en la fase 2 (81,43). En cambio, fue el sujeto que mayor
ajuste presentó en la cuarta fase (Contrato Comportamentalj , con
ejecuciones estables de 90 puntos/sesión y obtención del reforzador
al final de cada semana.
La acción de la Variable Independiente (refuerzo diferencial
de obtención de gratificaciones demoradas) se puede observar cla-
ramente en los espaciamientos sucesivosde las oportunidades de cam-
bio a lo largo del tratamiento. Puede verse en la Fig. 2, que mues-
tra la distribución de los cambios del sujeto 1.
La Fig. 3 por su parte muestra las ejecuciones del sujeto 2. Se
puede observar un total de 421 P.G. en la fase 1, con un promedio
de 84,2 P.G./sesión y un total de 321 P.C. en esta fase (100 menos
de los ganados), y un promedio de 64.2 P.C./sesión con cambios en
el 100% de las oportunidades, en contraste con un promedio de
80,77 P.G./sesión, en la fase siguiente, ligeramente inferior al de
la presente; un total de 2523 P.G. en la fase 2 (rango de P.G.,
40-120) Y un promedio de 194,08 P.C./sesión, casi tres veces mayor
que el promedio en Línea de Base (64,2) mientras que la frecuen-
cia de las oportunidades de cambio disminuyó del 100% en la fase
anterior, al 4'3,33% de las veces, en esta fase.

Inee Bese Periodo ElIpedmental Reversión Cont.Comportemental

100
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o
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5·25 35 40 - 46 66
Sesiones Olerias
FIGURA 3. Puntos ganados por el sujeto 2 en clde .. sión

El total de P.G. por el sujeto 2 en la fase de Reversión fue


de 417, ligeramente inferior al total en Línea de Base (421 pun-
tos) pero el promedio de P.G./sesión decreció de 84,2 en esa fase,
a 83,4 en ésta; el promedio de P.C./sesión fue de 208,5 puntos,
CALERO y ORTIZ

superior al de la fase 2 (194,08), Y la frecuencia de las oportunida-


des de cambio también decreció del 43.33% en la fase anterior, a
40% en Reversión.
Fue el único caso en el cual la supresión de la variable inde-
pendiente no aumentó los promedios de ejecución en la variable
dependiente, sino que los disminuyó (resultado contrario al espera-
do) , dada la forma de manipulación de las contingencias de refuer-
zo programadas. Sin embargo, la gráfica de ejecución muestra un
decremento en la ejecución en el período de Reversión, comparado
con el Período Experimental, lo cual hace pensar que no es de
alarmar el aparente "incremento" de la ejecución.
La estabilización de este sujeto a las condiciones de Contrato
Comportamental fue lenta (el criterio de estabilización solamente se
logró en la tercera semana de introducido), pero su ejecución se
ajusta a los requisitos exigidos en esta situación. (Véase Fig. 4).
Estos resultados satisfacen las expectativas de los investigado-
res y permiten apreciar de forma objetiva la efectividad del trata-
miento.

Linea Base Período Experimental Reversión Cont.Comp rtamental

2000

~s 1500
~
E
::l
e
«
'"
O 1000
e::l
11.

500

000 ••• I I
5 -25 35 40 - 45 55
Sesiones diarias

FIGURA 4. Distribución de los cambios del sujeto 2 durante el tratamiento

La Fig. 2 como hemos dicho representa los cambios realizados


por el sujeto 1. Del total de oportunidades para cambio, utilizó
el 80% en Línea de Base, con un promedio de 82 P.C./sesión, en
COMPORTAMIENTO DELICTIVO JUVENIL 35
comparación con la utilización del 40% de las oportunidades de
cambio, en el período Experimental.
Solamente empleó el 40% de las oportunidades de cambio en
Reversión, igual al número de oportunidades empleadas en la fase
anterior, pero en promedio de P.C./sesión disminuyó de 205,83 a
195,00 puntos en fase. Esto demuestra un decremento en la obten-
ción de refuerzos demorados cuando se suprimió la acción, de la
variable independiente, en el tratamiento.
Por otra parte, la tendencia a responder establemente (tasa de
respuestas/sesión uniforme: 90 puntos/sesión), en la condición de
Contrato Comportamental apareció desde la primera semana, mos-
trando un mantenimiento deseable de la obtención de resfuerzos
demorados, moldeado previamente, que es uno de los propósitos
del presente estudio.
El sujeto 2 presentó una elevada frecuencia de cambio en
Línea de Base (100% de las oportunidades), con un promedio de
64,2 P.C./sesión, en comparación con un promedio de 194.08 P.C./
sesión en el período Experimental y con un decremento notorio en
las oportunidades de cambio (43.33% de los casos). .'
Como se dijo anteriormente, los resultados del sujeto 2 parecen
contradecir el paradigma teórico de reforzamiento demorado, pero
se puede observar claramente que el promedio de P.C./sesión en la
fase de Reversión es de 208,5 puntos, en comparación con 194,88
puntos en el período Experimental, aunque el porcentaje de opor-
tunidades de cambio es mayor en el período Experimental (43.33%)
que en la fase de Reversión (40%).
Probablemente si se hubiera hecho una Reversión un poco
más prolongada, se habría podido observar con más claridad la di-
ferencia entre las dos condiciones.
Sin embargo, no se puede desconocer el hecho de que fue el
sujeto que presentó el ajuste más lento a las condiciones de Con-
trato Comportamental (apareció en la tercera semana), pero las con-
diciones de cambio, fueron finalmente las requeridas.
Los datos de los sujetos 3 y 4 son análogos a los de los dos
primeros sujetos, y por lo tanto no consideramos necesario presen-
tar las gráficas correspondientes.

DISCUSION

La impulsividad juega un papel muy importante en el com-


portamiento delincuente. La forma rápida de obtener refuerzos y
la técnica de moldeamiento para la obtención de refuerzos demo-
rados (más valiosos que los que pudieran lograr en forma rápida)
resultó ser muy adecuada para estudiar este problema. Más
36 CALERO Y ORTIZ

que medir hasta qué punto se conseguiría una demora en la ob-


tención de refuerzos, nos interesaba poder establecer empíricamente
la factibilidad de manejar este tipo de contingencias de refuerzo
en instituciones carcelarias, donde las contingencias medioambien-
tales naturales y establecidas, presentan una serie de características
marcadamente diferentes de las que se puedan encontrar en otras
condiciones de ambientes institucionalizados.
De acuerdo a los resultados obtenidos se observó un incremen-
to continuado de obtención de refuerzos demorados (de mayor va-
lor), hasta alcanzar el criterio de cambio de puntos por dinero, una
vez por semana.
Se utilizó un diseño ABA, y solamente se manipuló una vez
la variable independiente a lo largo del tratamiento, en la situación
de período Experimental, en que se moldeó el comportamiento de
escogencia de refuerzos demorados una vez por semana, condición
que se mantuvo hasta que se consideró suficientemente fortalecido
dicho comportamiento.
Como recurso procedimental adecuado para mantener el com-
portamiento moldeado de obtención de refuerzos demorados de los
sujetos hasta su salida de la institución carcelaria y su reintegro a
su medio ambiente social natural -ya que los sujetos que forma-
ban parte de este estudio estaban sindicados de delito y no conde-
nados- y además, porque el hecho de tomar parte en la investiga-
ción no les concedía la libertad al finalizarla, se vió la necesidad
de introducir el paradigma "Conducta Interpuesta" propuesto por
Ferster (1953) y ratificado por Sidman (1973), que sostiene que
"el reforzamiento retardado implica alguna conducta terminal in-
mediatamente anterior a la administración del refuerzo primario".
Basados en el hecho de que evidencias experimentales previas (Can-
trell y cols., 1959; Miller, 1972; Stuart, 1971), sugieren la posibili-
dad de usar la técnica de Contrato Comportamental en ambientes
institucionalizados como finalización en la secuencia de tratamien-
to experimental, sin que esto implique la alteración de las condi-
ciones antecedentes (controlando de esta forma la introducción de
variables extrañas dentro de la situación experimental), se decidió
diseñar un modelo de Contrato en el que se conservaran las con-
diciones experimentales manipuladas en la fase 2 (período Expe-
rimental) y que a la vez satísfaciera las condiciones de conducta
alternativa entre el comportamiento moldeado hasta ese punto y la
situación de libertad, condición necesaria para la iniciación de un
tratamiento postexperímen tal con los mismos sujetos, fuera de la
institución. Se observó una ejecución estable y constante, del 100%
del requisito exigido durante el tiempo que se manipuló esta con-
tingencia, para la creación de una secuencia de comportamientos
(encadenamiento de respuestas) adaptativos dentro de las condicio-
COMPORTAMIENTO DELICTIVO JUVENIL 37
nes sociales de trabajo, que se espera refuercen y mantengan el
comportamiento adquirido, llenado los requisitos propuestos de re-
habilitación y reintegro del sujeto delincuente a su grupo social.

RESUMEN

En una institución para delincuentes juveniles, en Bogotá, Co-


lombia, en la cual los autores habían establecido previamente una
economía de puntos, se tomó una muestra de 4 sujetos delincuentes
juveniles reincidentes. Presentaban una forma 'impulsiva" (rápida)
de obtener los refuerzos, lo cual corroboraba las observaciones de
McCord y McCord (1964) y de Mischel (1961). A los sujetos se les
sometió a un tratamiento experimental que consistía en una técni-
ca para moldear la demora en la gratificación; se reforzaban dife-
rencíalmente las respuestas hacia la meta de mayor demora en la
obtención de refuerzos. La tarea (empacar dulces) era simple y
se aprendió rápidamente. Los puntos se cambiaban por dinero, en
períodos de tiempo cada vez más demorados. Se empleó la técnica
ABA. La investigación demoró 6 meses. Los resultados fueron po-
sitivos, e indicaron que es posible aprender a demorar la obtención
de refuerzos en delincuentes juveniles. En la fase post-experimental
se sustituyó el sistema de economía de puntos por un contrato com-
portamental, Los resultados se generalizaron más allá de la insti-
tución carcelaria.

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