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Satélites, clima y glaciares. Investigación y Ciencia, mayo 2002.

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Carmelo Alonso-Jimenez
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 climay glaciares
Satélites,
Los satélites de observación de la Tierra
constituven una valiosa herramienta oara el conocimiento
de los fenómenos dinámicos que gobiernan el ambiente
Carmelo Alonso Jiménez y Victoriano Moreno Burgos
I 4 de octubre de 1957 se puso en órbita el
Sputnik 1. D€sde entonces, los satélites han
cambiado nuestra concepción del mundo.
Existe hoy una exteDsa cohorte de ellos en
órbita alrededor de nuestro planeta, destinados a usos
civiles y militares. Entre los usos civiles destacan las
telecomunicaciones, la localización de un objetivo y
la observación de la Tierra.
El lanzami€nto del primer ERTS (siglas de la ex-
presión inglesa para designar al satélite centrado en
los recursos naturales y técnic¿s asociadas) inaugura,
en 1972, la telederección espacial. Estos satélites de
gg-n.inilrlrlngtrt$ q&tq,s "\s!' Jrm "$tg,(r d9 ".ha"rtr$J,rt"cJ\mÁ1i90
observacióny_¿a_egu_pndos
para registrar el relieve terrestre, los océanos y la
atmósfera. La información aportada por tales senso-
res reviste sumo interés para la investigación básica
y aplicada.
Con su seguimiento permanente y sistemático de
los fenómenos atmosféricos, los satélites meteoroló-
gicos aportan los datos que, combinados con los ob-
tenidos por estrciones terrestres, permiten elaborar
pronósticos en tiernpo real y alimentar a los mode-
los numéricos de predicción climática. La identifi-
cación y la cartografía de las áreas con alto riesgo
de inundaciones, por ejemplo, constituye un requi-
sito obligado para cualquier estudio de planificación
territorial. Mediante la teledetección podemos deli-
mitar el área afectada por una avenida y observar
los efectos de la misma en las zonas circundantes,
tales como la erosión del suelo o la acumulación de
materiales.
De las imágenes de satélite se puede extraer in-
formación sobre la extensión y localización de los
recursos forestales, además de los cambios operados
por tala, ramoneo o incendios. Nos ayudan también
CARMELO ALONSO JIMENEZ y VICTORIANO MORE-
NO BURCOS desarrollan su actividad profesional en el de-
partamento de teledetección de INDRA ESPACIO. Ambos
se formi¡ron en la Univers¡dad Complutense de Madrid.
a conocer el impacto ambiental causado por vertidos
y otras agresiones al medio. O a descubrir los efec-
tos de la escasez de agua por sobreexplotación de
los depósitos y cambios en el régimen de lluvias.
De las emisiones de dióxido de carbono a la de-
forestación o la desertización, son muchos los fac-
tores que afectan al clima. Analizando las imágenes
de satélite, correspondientes a diferentes fechas, po-
demos estudiar, por ejemplo, los avances y retroce-
sos que experimentan Ios glaciares de montaña, sis-
temas dinámicos esp€cialmente sensibles a las
condiciones del entorno. Podríamos incluso decir que
,b9tr¿
¿Dequéhablamos?
T os datosrecabados
por los sensores
instalados
a
l-¡ bordo de los satélitesse analizan luego mediante
técnicas de procesado digital e interpretación de imá-
genes. El intercambio de información entre el sis-
tema dinámico terrestre sometido a observación y el
sensor se realiza a través de un flujo de ene¡gía elec-
tromagnética,que tiene un carácte¡ unidireccional en
la teledetecciónpasiva y, bidireccional, en la activa.
En la teledetección pasiva la fuente primaria de
radiación es el Sol. Aunque la radiación solar cubre
el espectro electromagnético, los sensores t¡abajan en
la región del visible y diversas partes del infrarrojo,
incluido el térmico, con longitudes de onda del or-
den de micrometros. Al atravesar la atmósfera, esta
energía se ve sometida a modificaciones de intensi-
dad y de distribución espectral. Tras Ia interacción
con la superficie teffestre, la energía reflejada re-
1. 0BSERVACl0lll DE lllUESTR0P[AftlETAdesdeel espa.
cio. Se empleandos técnicas.En la telcdetecciónpas¡va
s0 recoge la radiaciónsolar rsfle¡ada por la superficie
terrestre y la ¡adiacidn térm¡ca em¡tida por la propia
Tier¡a. [a ycnta¡a que suponeut¡lizar esta radiaciónse
Íe c0nt¡arrestadapor las modificacionesque ¡roduce la
atmósfera.En la telcdetscciónact¡va. el pr0p¡o satélite
es la fuente de ¡adiacióncon la quo ilumina la superfi.
cio de la Tier¡a s¡n yerse afectada00r la atmúsfera.
y CrENcrA,mayo. 2002
lNvESTrcAcróN
^ torna a Ia atmósfera, donde sufre nuevas modifica-
ciones antes de úc nzar el sensor, quien remite los
resultadosde sus medicionesa las estacionesrecep-
toras en Tiena.
En la teledetecciónactiva, el sistema terrestreque
se pretendeobserv¿r se irradia con una fuente arti-
ficial instaladaen el propio satélite- Podemos,pues,
controlar la potencia"longitud de onda, polarización
y ángulo de iluminación de la radiación electro-
magnéticaemitida; el sensorregistra la radiación re-
trodispersadapor la superficie.
El flujo de radiación incidente sobre una zona de
la superficie terestre se denomina inadiancia. En
parte se refleja (constituyendo el albedo de la su-
perficie), en parte se absorbey en parte se transmite
por la zona en cuestión. En teledetecciónpasiva, la
superficie terrestrese consideraopaca,de nula trans-
misividad; en ella, pues, las fracciones reflejada y
absorbidason complementarias.
Con el tiempo, la energía absorbida por la super-
ficie se libera. Es lo que se llama su emisividad.
-- Mientras que la reflexión se centra en la banda del
especro con longitudes de onda comprendidasentre
0,3 y 3 ¡rm, la emisión lo hace en la banda del in-
franojo térmico, entre 7 y l8 pm. Los sensorespa-
sivos utilizan esta segundabanda para determinar la
temperatura de la superficie terresre a partir de su
relación con la cuarta potencia de la temperatura
(ley de Stefan-Boltzmann).En la reflexión y la emi-
sión de energía se fundamentan las mediciones de
teledetecciónpasiva.
Los tipos de cobertura superficial (bosques,cam-
pos de cultivo, espejos de agua, suelos con escasa
vegetación,nieve o hielo) se distinguen por la ener-
gía que reflejan y emiten. Tal peculiaridad diferen-
ciadora constituye su firma espectral. En la banda
del espectrocorrespondienteal visible-infrarrojo cer-
cano, la radiación reflejada por los vegetalespresen-
ta un máximo relativo de alrededorde 0,65 ¡rm y un
aumento brusco hacia los 0,75 ¡rm, que se mantiene
lNvEsrrcAcróNy CtENclA, m¿yo, 2002
constantehasta los 1,3 pm; se presentaotro máximo
hacia los 1,6 pm.
La absorción de la radiación incidente producida
por la clorofila es la responsablede la baja reflec-
tividad en la región visible y del pico en 0,ó5 ¡rm,
mientras que la estructurainterna de las hojas es la
responsablede la intensareflectividad por encima de
los 0,75 pm. Dicha estructura y, por tanto, la re-
flectividad en esta banda difiere de una familia ve-
getal a otra, variando también con el tiempo y con
la presenciade enfermedades.
En el infrarrojo térmico, el espectrode emisión de
la cubierta vegetal dependede la transPiración.Du-
rante el dla las hojas a plena luz cierran sus esto-
mas para evitar la desecación.Durante la noche se
abren y la temperaturade las hojas se hace un poco
superior a la del ambiente. El análisis del compor-
tamientode los vegetalesen el infrarrojo térmico nos
permite distinguir entre diferentes familias e incluso
entre iírboles sanos y enfermos.
La atmósferadistorsiona estos espectrosde radia-
ción reflejada y emitida: absorbe energía en unas
bandas,dispersa la radiación en otras y, como todo
cuerpo"caliente", emite en el infrarrojo térmico.Todo
ello convierte a la atmósferaen un filtro selectivo,
de suerte que, en algunas regiones del espectro,se
hace prácticamente imposible la observación. Las
principalesventanasatmosféricasson, en el visible e
infrarrojo cercano,entre 0,3 y 1,35 pml en el infrarro-
jo medio,entre 1,5 y 1,8 pm, entre 2 y 2,4 pm, enne
2,9 y 4,2 pm y entre 4,5 y 5,5 ¡rm; en el infrarrojo
térmico, entre 8 y 14 pm; y las microondaspor en-
cima de 2 cm.
Satélites
deobservación
T os satélites meteorológicosson geosíncronos,es
l_r decir. su perfodo orbital coincide con el de ro-
tación de la Tierra. Para ello se mantienenen órbi-
tas sobre el ecuadora una altura de unos 36.000km,
77
siempresobreel mismo punto de la supe¡ficieterres-
tre. Proporcionanuna visión instantáneaglobal cada
30 minutos. Un s¿télite de este tiPo es el METEO-
SAT.
Los satélites de recursos natumles son heliosín-
cronos. El paso de la sonda sobre un punto de la
superficie terrestre ocurre siempre a la misma hora;
la relación angula¡ entre éste y el plano orbit¿l del
satélite se mantieneconstante.Con un perfodo de re-
volución inferior a dos horas, los satélites de esta
clase están situados entre 500 y 1500 km de altura.
A unos 832 km se halla el IRS-IC, a 830 el SPOT,
a unos 785 km ERS-I y ERS-2, y a 705 el LAND-
SAT-5, por citar algunos.
El proceso de adquisición de datos se realiza a
través de sensoresóptico-electrónicos,que recogen
78
2. El. BAtAtICt DE MASA llE Ut GIAGIABviene regu.
lado por la isotsrm¡ de cGrogrados.Por Btlcimade esta
lfnea imrgipariada equilibrio predominala acumulación
de hielo; por dohaio,su fusión. L¡s alterac¡onesquo su-
frs sl clima de la Tis¡ra ss rofloian 0n ls Gota¡ la que
sc s¡túo d¡chalínoa.
la energfa reflejada o emitida por la superficie te-
rrestre, Convenientementecodificada en lo que se
llama valor digital, la información se archiva en or-
denadorespara su manipulación ulterior. En el sen-
sor pasivo de alta resolución en el visible, a bordo
del satélite SPOT se disponen en línea una serie de
detectoresde acoplamientode carga que abarcantodo
el campo de visión, fragmentandola imagen en cel-
das o pÍxeles. En los sensoresde ba¡rido
multiespectraly cartográfico,asimismopa-
sivos, del LANDSAT-5, se barre la escena
con un espejo basculantecuyo eje de os-
cilación es paralelo a la trayectoria del
satélite portador-
Dent¡o de los sensoresactivos de los saté-
lites ERS-I y 2 destaca el radar de apertu-
ra sintética, que opera en el intervalo de
longitudesde onda entre 5,2 y 7,1 cm, co-
rrespondientea la región de las microondas.
La antenaemite pulsosen la dirección per-
pendicular a la trayectoriadel satélite. Es-
tos pulsos de microondas se dispersanal
interaccionarcon la superficie terrestre;los
pulsos retrodispersados hacia la antenason
recogidos para su ulterior procesamiento,
que dará por resultadola formación de una
imagen.En resumen,la imagencreadacon-
tiene información sobre el coeficiente de
3, Et ESPAflAlas mas¡s glaciaresso en-
rue ren d¡str¡bü¡dasa lo lrrgo dcl Pirineo
rragonés,lle ellas. el gl¡ci¡r dsl Ansto Gsol
d0 mryor .noÍsión, soguidopor el ds la üa.
l¡det¡.
lNvEsrtcAcróN y C¡ENcrA,mayo, 2002
i
retrodispersión de microondas
correspondiente a la cobertura
observada sobre Ia Tierra.
En estos procesos importa un
parámetro sobre todo, a saber,
el poder de resolución, la ca-
pacidad para distinguir entre
señales próximas en el espacio
o de espectro similar. Para me- Tit3
TMl TM2
dir variables biofísicas y climá-
ticas los sensoresaplicados a la
teledetección deben atender a
cuatro tipos de resolución: es-
pecral, espacial, temporal y ra-
diométrica. La resolución es-
pectral concierne al número y
anchura de los intervalos de lon-
gitud de onda en el espectro
electromagoético, a las bandas.
Los sensores activos son los que
poseen menor resolución espec- Tit4 TM5 TM7
tral ya que suelen trabajar en que les llega
4. tOS SEIIS0RES PASIV0Sdctsctanl¡ radiaciónclectromagrét¡ca
un solo canal, en tanto que los
del súelo o|r difercnt0s ¡otsnralosds l0n!¡túdcsdo onda,0 b¿t|das'El scnsor
pasivos presentan resoluciones
espectrales en varias bandas-
cartográficodol satél¡ts IAIUDSATregistra 18 informacióncontenidaen s¡etc
La resolución espacial es un
banda-s: t¡¿s dentro ds la regiónvisible del sspectro(Tll1, Tilz y Tli3l V el
índice de la menor separación
r0st0 0n la re¡ión infrarroiaifml, n¡l¡ v TMTI y el infrarroiotónnico (TMo)'
angular o lineal entre dos ob-
jetos que puede detectar e¡ sen-
sor. Esta distancia, que corresponde al tamaño del se establece una transfornración matemática entre las
píxel, depende de la altura a la que se encuentra el coordenadas de un punto loc¿lizado en la imagen' un
satélite, su velocidad y el número de detectores de cruce de carreteras o de ferrocarril por ejemplo' y
que consta el sensor. En algunos de los sensores pa- el mismo punto localizado sobre un mapa.
sivos en explotación varía desde los cerca de 6 m La corrección atmosférica se hace obligada, dada
hasta los 120 m. La resolución temporal, relativa a la presencia de aerosoles, partículas en suspensión y
la periodicidad orbital del satélite, define el número vapor de agua que dispersan la radiación transmitida
de días u horas que transcurren entre dos observa- enire la superficie y el sensor. A ese fenómeno de
ciones consecutivas de la misma porción de la su- dispersión hayleigh-Mie se debe el color azul del
perficie terrestre. Por rlltimo, la resolución radiomé- cieio durante el día y de sus tonos anaranjados du-
trica es la capacidad del sensor para dete¡tar variaciones rante el atardecer- Las correcciones atmosféricas, que
en el flujo de radiación (8 bits para la mayoría de requieren modelos matemáticos muy refinados, tien-
los sensores actuales). den a eliminar en lo posible las alteraciones en el
La imagen digital constituida como resultado frnal registro de la imagen como consecuencia de dicha
representa, mediante una matriz numérica, la super- disoersión.
ficie acotada- Cada componente de la matriz es un Úna vez georreferenciada la imagen y corregidos
punto imagen o píxel y su valor numérico indica la los efectos atmosféricos, los técnicos disponen de dis-
intensidad de radiación recibida por el sensor. Esta tintos métodos pala exhaer de ella la información ne-
representación posibilita que las imágenes se some- cesa¡ia. Los métodos más simples combinan los da-
tan a diferentes algoritmos matemáticos, que gene- tos adquiridos en diferentes bandas esPectrales para
rarán nuevas imágenes, donde aparezcan las carac- obtenei imágenes coloreadas, como es el caso del
terísticas buscadas de la porción de su¡rerficie de la falso color. Para clasifica¡ pot temas los valores di-
Tierra observada. gitales de los pÍxeles que componen Ia imagen se ha
áe recurrir a métodos más complejos, entre ellos los
Métodos matemáticos basados en índices espectrales, como el índice de ve-
getación.
Tlntre los tratamientosmatemáticos empleadosme-
-D ,"""n citarse los procesosde georre renciación y varlab¡lidad
glacial
Dinámica climál¡ca
y de corrección atmosférica.El primero, imprescin-
dible para poder superponera la imagen cualquier /'ton las técnicas de teledetección espacial Pode-
información cartográfica auxiliar o para acometerun \--. *o. avanzar la influencia del cambio climático
estudiomultitemporalentre dos o más imágenes,con- en nuestro entorno. En particular' la tracción refle-
siste en dotar a la imagen de planimetría. Para ello iada de la radiación de onda corta incidente reviste

79
INv[s'r]c^crdN\, CrENcr^.mayo. ?002
 Banda5 y dureza, hasta convertirse en el
hielo esponjoso que da origen,
por recrista¡izaciones,a una masa
cristalina y azulada. Este hielo
ROJO de glaciar presenta una densi-
dad media entre 0-80 v
0,90 g/cm3; s" "ornportu "omá
un material plástico y moldea-
Banda 5 ble que permite el lento des-
plazamiento de Ia est¡uctura en-
tera, pendiente abajo, por efecto
de la gravedad-
VERDE En su continuo descenso, la
lengua glaciar baja hasta una al-
titud en que la temperaturaam-
biente, superior a 0 oC, favorece
Banda 2 la ablación de la masa helada.
La línea que une los puntos con
esta temperatura determina la
isoterma de cero grados; la iso-
terma constituye una línea ima-
ginaria de equilibrio que separa
la zona alta, donde predomina
la acumulación, de la zona in-
ferior, donde la ablación es más
5. tAS IMAGEilES 0BTEIIIDAS ElllCADABAIIDA,reprcsentadas en blancoy ne- fuerte. La cota media a la que
gfo, puedenasociarsecon los tres coloreselemsntales:roio, verde y azul. Se se sitúa, Ho, fluctúa estacional-
obt¡enen¿sí ¡náosncsc0lo¡eadas que puedenser de color real o falso color. mente desde un valor mínimo
Estascompos¡ciones permitenuna meiord¡scriminación de las Gubiertasterres- (cota más baia alcanzableen la
trcs que las bardas orig¡nales. estación fría, Ho,nin) hasta un
valor máximo (cota más alta que
Duede alcanzarseen éooca esti-
interés en los estudios de la cobertu¡a de nieve. Los val, Ho,n¡*). Cualquier relación causal entre el cam-
glaciares cubren alrededor del lOTa de la superficie bio climático global y los glaciares debe también ex-
sólida de la Tierra. De ellos, sólo el I % está ocu- plicar la pauta de variación temporal interestac¡onal
pado por los glaciares de montaña, mientras que an- de estas cotas.
taño flegaron a cubrir más del 3QVo de las tier¡as Un calentamiento generalizado de la atmósf'erase
emereidas del hemisferio norte. traducirá en un aumento de la altitud de la línea de
Los cambios en la extensión de los glaciares de equilibrio, Ho.r*, con el tienrpo. El equilibrio de
montaña en el pasado y en el presente ponen de ma- masa del gl¿ciar quedará entonces descompensado.
nifiesto la variabilidad del clima terreslre en los úl- pues se estrecharála zona de deposición de la nieve.
timos 100.000 años. Si la geomorfología nos ayuda mientras que aumentará la parte sometida a fusión.
a conoser la dinámica de los glaciares durante el El resultado neto será una disminución del volumen
Pleislocenoy el Holoceno, las crónicas históricas nos del glaciar y, por tanto, un retroceso de su iiente
relatan su evolución a lo largo del último milenio; hacia un nivel más alto en el valle.
las imágenes de satélite nos ofiece¡ sus últimos El balance de masa del glaciar es el parárnetrode-
25 años. Pero, ¿,qué ¡elación existe entre cambios terminante de los cambios de su tamaño. que se ma
climíticos y variación de los glaciares? nifiestan en cambios del área del mismo. El tiempo
Los glaciares de montaña son masas móviles de de retraso depende de la respuesta dinámica. que
hielo y nieve granulada. Se originan por metamor- varía de un glaciar a otro en lunción de su tamnño.
fbsis a partir de l¿ acumulación y compactación de la superficie y los regímenes térmicos e hidráulicos.
nieve en la cabecera. o circo glaciar. La nieve de- El balance neto en cualquier punto del -slaciar du-
positada en esas zonas de escasa pendiente termina rante determinado período de tiempo viene dado por
por adquirir un espesor enorme. En virtud de la pre- la diferencia entre la ntasa acumulada y la ablación
sión que ejercen las capas superiores. las inf'eriores en dicho intervalo.
pierden parte del aire que tenían encerradoentre sus El principal elemento regulador del clima terres¡re
cristales y se trasforman en neviza. de mayor con- y. por tanlo. de la dinámica de los glaciares es el
sistenc¡aque la nieve. La densidad media de la nieve, balance entre la energía solar incidente. la fracción
del orden de 0,35 g/cm3,aumentahastael valor corres- rellejada de la misma y la energía infrarroia emitida
pondiente a la neviza, 0.55 g/cm3- en tbrma de radiación térmica por la superficie.
A medida que la neviza pierde aire con la pro- La cantidad de energía solar que incide. por uni-
fundidad. adquiere mayor transparencia, compacid¿d dad de tiempo, sobre una superficie unitaria perpen-

l.t0 lNvEsT¡cAclóN
r- CrENcrA.mayo. 200f
dicula¡ a la dirección de irradiación se denomina ción en el retroceso experimentadopor la cubierta
constantesolar:tiene un valor medio de 1370Wm-2. de hielo.
En 1924, Milutin Milankovich, de la Universidad de
Belgrado,demostróque la constantesolar no era tal' glaciar
Dinámica enel Pir¡neo
sino que su valor variaba con el tiempo de forma
periódica, debido a tres factores astronómicos.En T-l n el Pirineo español las masasglaciares se dis-
primer lugar, la figura elipsoidal de la Tiena; en -D tribuven desdé el macizo de Balaitous, en la
razón de ello, su eje de rotación experimenta una cuenca dél río Gáltego, hasta el Aneto-Maladeta,en
precesión.En scgundo lugar, el ángulo enre el eje las cuencasde los rfos Esera y Noguera-Ribagorzana'
de rotación de la Tierra y el plano perpendiculara Son los tlnicos representantesde las masas móviles
la eclíptica, cifrado en 23o27', sufre fluctuaciones de hielo en la penfnsulay los más meridionalesde
a lo largo del tiempo debido a
la influencia gravitatoria de los
demás planetas. Por último, la
excentricidad de la órbita te-
restre también experimenta va-
riacion€s periódicas, con la va-
riación consiguiente de la
dist¿ncia media entre la Tierra
y el Sol. Para un valor de la
excentricidad mayor disminuye
el flujo anual de energía solar TM3
incidente.
^--os
oeríodos característicos de
los efeitos producidos por cada
uno de los tres factores son de
22.000, 41.000 y 100.000 años,
respectivamente. Estos ciclos se
han observado a partir de las
variaciones de la composición
isotópica del oxígeno de los fo-
NDVI
raminíferos bentónicos en los
sedimentos marinos. TM4
Por otro lado, el albedo de-
pende, entre otras cosas, de l¿
distribución del hielo Y la nieve
sobre Ia superficie, Si las zonas
cubiertas por hielo y nieve se
reducen, disminuirá. Entonces-
la superficie terrestre absorberá
más energía y el sistema se ca-
lentará aún más, provocando a
su vez la reducción de la capa
-+ hielo.
Pero eso no es todo. Del aumen- TM2
to de la concentraciónde dióxi-
do de carbono y otros gases de
invemadero en la atmósfera se
sigue un aumento generalizado
de la temperatura terrestre. Es-
tos gases actúan como Pantalla
en un solo sentido: dejan que
la energía solar calienae la su-
perficie e impiden que la energía NDSI
térmica reemitida se pierda en
el esoacio. Por tanto, la dismi-
nución del albedo global de la Tit5
Tierra y el aumento de la con- son
6. PUESTo oUEtAS IMAGÉIES de la Tierraqüssdquiersn los sstól¡tss
centración de los gases inver-
nadero se acoplan intensificando matricesdenúmefos,podemoslssl¡z¡rGonollasoper¡Gionesalgobra¡casq
el efecto de calentamiento glo- ayuten" me¡or"rl¡ diicriminaciónsntrslas GobGrtursstcrr0strss'Entreostas
of índicede (t) v el índicede nisve(úl'
vesetrción
bal y provocando una acelera- ü;;;";;;-;;"tuenrt"n

8t
INvEsrrcActóNy CrENctA, mayo, 2002
rwI t'\
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I
t lle del ¡-ío Noguera Pallaresa hastl el Escra.
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' l
7. UTlLlzAlllD0tAS TECÍI|ICAS DE TEIEDETEGGI0II es'
pacial puedenobservarselas var¡acionesexperimentadas
por la superfic¡ede los glaciaresen diferentesperíodos
de tiem0o.11)Glaciarde la Maladeta,(21glaciardel Anet0,
l3l glaciar de Coronas,{4} glaciar de Barrancs.{5) gla'
c¡ar de Tempestades.
Europa. Según un invent¿rio olicial realizado en la
segundamittd de los años ochenta del siglo xx, h¿bía
26 glaciares y 3lreleros, ocupando los pri¡neros ula
extensión total de 509 hectáreas.Otro inventario mís
¡eciente. realizado a principios de los años noventa
por J. Chueca y F. Lampre. rebajó el número de gla-
ciares a l6 y una exteDsióntotal aproxitnadade 387,5
hectáreas.
F. Scl¡¡ader. que acometió a finales de¡ siglo xtx
el estudio sistemáticode los glaciarespirenaicos,iden-
t¡ficó en el macizo del Aneto I I glaciates con una
extensión total de 692 hectáreas;la mayor superlicie
correspondía al del Aneto. con 228 hectíreas, l16
hectáreasabarcaba el de Maladeta y el más pequeño
e¡a el de Alba. con 12 hectáreas. En la cartografía
inicial de casi una centuria después,se determinó la
extensión de estos mismos glaciares en 136 hectá-
reas para el del Aneto.75 hectáreaspara el de Ma-
ladeta y 1,5 para el de Alba.
A lo largo del siglo xx, el glaciar del Aneto había
sufiido, pue-s.una pérdida de m¿sa con una tasa me-
dia de I hectÍrea por año. En la actualidad algunos
de ellos han quedado reducidos a pequeños heleros
condenados a desaparecer. De otÍos sólo queda el
rastro geomorfológico de su presencia esculpido en
la roca.
En 1995 y 1996 desarrollamosen el dePartamento
de teledetecciónde lndra Espacio una investigación
sobre los efectos que la variabilidad climática ejer-
ce sob¡e la dinámica de los ecosistemasterrestres.
Trabajanos sobre imágenes adquiridas por el sensor
cartográfico del LANDSAT-5. Emprendimos un aná-
Iisis multitemporal para determinar el retroceso de
los glaciares. En teledelección. un análisis multitem-
poral implica la manipulación de imágenes de la
misma zona adquiridas en diferentes fechas.
Nuestro trabajo se cenhó en el macizo del Aneto.
Coronado por el pico del mismo nombre a 3404 me-
82
tros de altura. cuenla con el nrayor aparato glaciirr
en extensión ¡i volumen dc toda lt cordillera. Este
n¡acizo es l¿r ternrin¿rció¡rocciden(al de un cxtenso
batolito granodior'ítico que se extiende desde el va-
Dado que querÍtmos observ¿rtlos glaciarcs y c¡ue
éstos se encuentranen zonas rlc ¡rol¿rl¡lcacumulaciirn
i
inverlal de nieve. seleccionanroslas lechits dc ad-
quisición de las imúgenesen lunció¡r de la lirsitin dc
la nieve depositada y de la ausencia tle nubes que
ocultase¡r los glaciares. Utilizanros imítgenes de ve-
rano to¡Dadasentre 19[15y l!)91.
La firma espec(ralde la superlicie cubierta de hielo
o nieve se caracteriza por prescrllür'ttn¡r rcduecitin
geleral de la lellectancia con el incremento de la
longitud de ondal es rnáxir¡ra cn las bundas corres-
pondientes al visible y rrtínimu en el i¡rlr¿r¡roit¡me-
dio. Adenrás, este coD¡porta¡nientodepended|J la pre-
s e n c i a y c o n c e n l r u c i ó nd e s u s l a n c i l s e o r l ¡ l n t i n n l e s
en la nieve, del ángulo de obse¡-vacióny de la ru-
gosidad de la superficie.
En el proceso de elaboración de mapas de d¡stri-
bución de los glaciales y e¡r la estinracit'rnde las
caractetísticasde los mismos, irrrprlrta no cont'undir
tales estructuftls con otras cubie¡'tasde la su¡rerlicie
ni, sobre todo, con las rrubes..lelf Dozier. de lu Uni-
versidad de C¡lif<rrnia eD Sanla Biirbam. mostró en
1988 clue la principal propiedad riptica del hiclo y
del agua residía e¡r la relaci(in ertre (.l flujo de energía
incidente y el absorbido. En lu banda 2 dcl Land-
sat-TM la nieve brilla nrás que cualquier otra su-
perficie natural, mientras que en la banda 5 del mismo
sensor la rel'lectanciade las nubes sigue siendo muy
alta. cayendo a valores próxirnos a cero para el hielo.
Este hecho pernrite una buena discriminación entre
glaciares y nubes mediante el sensor cartográficQdel
LANDSAT.
Estas bandas se toman como base para realizar unir
operación algebraica. que nos darú unr nueva in'!a-
gen. La operación consiste e¡r tornar la matriz de los
valores digitales registradospor el sersor en lü ban-
da 2 del espectro electrorn¿gnético. esto es, la imagen
en dicha banda. y restarle la matriz de los valores
digitales registrados en la banda 5. El resultado es
otra imagen que sólo contiene infbrnración sobre las
masas glaciares. A la nueva inragen se l¿ denomina
Índice de nieve.
A partir de estas imágenes. digitalizamos los con-
tornos de los glaciares, para conocer las dif'e¡encias
en su evolución temporal. El glaciar del Aneto. que
contaba con ll8 hectáreas en 1985. abarcaba. en
1991, 95,3 hectáreas: había disminuido a una tasa
media anual de 3,8 hectáreas-casi cuatro veces su-
perior a la tasa de retroceso correspondientea la pri-
mera mitad del siglo.
Pod€mos comparar los datos del retroceso experi-
mentado po¡ los actuales glaciares con la disminu-
ción de extensión de los paleoglaciares en el pa-
sado. Combinando el trabajo de campo corr imágenes
obtenidas por sensores de alta resolución espacial.
como los de los satélites SPOT o IRS-lC, podemos
establecer la secuencia de esa retracción. oue no es
lNvEsrrcacróN\ CttNcra. tnilyo. :00:
 otra que la respuesta de estos sistemas
a la va¡iabilidad natural del clima. Esta
comparación nos permitirá calibrar la
magnitud del efecto antrópico sobre el ó
tr
clima. 23,0e
En el macizo del Aneto, la temPera- 920
tura muestra un descenso con la altitud ú
o
con un gradiente de 0,5 a 0,6 oC por G crn
reE cÉ
cada 100 meros. Con ello. la isoterma g 5
de cero grados en ta época estival (Homáx) f
se sitúa entorno a los 3000 metros, y Q 300 1.2o3
t¡J
en el período que va de diciembre a o
marzo dicha isoterma llega a descender 2W z
hasta los 1600 metros (Ho.¡n). El aumen- 1063
to generalizado de temperatura de la z.
ul
atmósfera afecta también a la dinámica
d€ esta última cota. Esto se traduce en
es8
variaciones estacionales de la cubierta
de nieve. La medida de su extensión y .1800 1900 2000
17OO
el equivalente en agua constituye otra
de las aplicaciones interesantes de la te- 8. EV0[UCl0ifd0 fa concsntrac¡ón atmosfóric¡de CO2lanrillol' segúa
ledetección espacial. el análisisqulmicods la$ tufbu¡ssdo aire sncsrradas en el hiclo8ntár'
^ Para la estimación de las condiciones y
tico, medicionesdirectas en los l¡llimos 30 años. En roio so repre'
le fusión y el equivalente en agua de senta la eyolücióndel mayorde los glaciarospirenaicosGnlos úll¡mos
la nieve es necesario recurrir a Ia re- 100 años.En tamañocomport¡m¡snt0 se basanquianospronosiicanun
gión de las microondas, a través de los Galcnttmientodo ls atmósfofa.
sensores activos. En ellos, la longitud
de onda de las microondas desempeña
un papel importante en la interacción entre el Pulso La observaciónde los glaciares de montaña y de
incidente y la superficie de la nieve. La profundidad la cubierta de nieve desde el espacio ha de hacer
de penetracióndel pulso en la nieve dependede la frente a un problema singular: coinciden con re-
longitud de onda; a medida que aumentaésta,lo hace giones con una cobertura nubosa pelsistente,lo que
también la profundidadde penetración.Para una lon' aificulta la toma de datos, en especial por los sen-
gitud de onda de 3 cm, el pulso penetraen la nieve sores ópticos pasivos. Por eso, los sensoresactlvos
seca hasta una profundidad de i0 m. Un pulso de resultan imprescindibles en este tipo de observa-
una longitud de onda de 5 cm, que es la que co- ciones.
rrespondea la banda C del sensordel ERS-I, la pro- Parece estar cada día más clara la influencia que
fundidad de penetraciónllega hasta 18 metros. las actividadeshumanastienen sobre el clima. Con
En los sensoresactivos conviene tener en cuenta el fin de poder emprender medidas correctoras' es
que el coefici€nte de dispersión de microondas de- necesarioconocer el alcancede dicha influencia. En
pende directamentede la constantedieléctrica de la ese camino, la observaciónde la Tierra desdeel es-
superficie. Las característicasde la propagación de pacio desempeñaun importante papel. La toma con-
una onda electromagnéticaen un medio, pensemos iinua de datós por parte de los satélites Permitexn
-- en su velocidad de propagación,dependende dicha sesuimientopermanentede la evolución de aquellos
constantedieléctrica. Con mayor propiedad, el co- pró"".ot "uyu dinámicaestá ligada al clima. Tal es
ciente de las constantesdieléctricas en dos medios él caso de las cubiertas de hielo y nieve sobre el
distintos (en este caso el aire y la nieve) determina Dlaneta.
los coeficientesde transmisión y de reflexión de la
radiación electromagnéticaen la interfase que separa
dichos medios.
En la nieve. el valor de la constante dieléctrica,
y por tanto el coeficiente de dispersión, varía en
función de su contenido en agua líquida- Cuanto ma-
yor es el contenido de humedad de la nieve, mayor
THEoRY AND APPLICATIONS OF OPTICAL REMOTE SENSING.
es su coeficiente de dispersión. En este comporta- G. Asr¡r Ed. John Wiley; 1989.
miento nos basamospara separarla nieve seca,cuyo C. PiNiIIA. RA-MA; 1995.
ELEMENTOSDE TELEDETECCIÓN.
coeficiente es similar al de las superficies libres de IMAGENES LANDSAT.TM EN
ANALISISMULTITEMPORAL DE
nieve, de la nieve húmeda. Podemosasí precisar el LA CARToGRAFfADE LAS MAsAs DE HIELo Y NIEVE APLI-
comienzo de la fase de fusión nival y, mediante un CADA A LA MoDELIZACIóNHIDRoLÓGICA.C. Alonso y V.
seguimiento multitemporal, evaluar la cantidad de Moreno en Reústa de Teledetección'vol. 7 páginas 35-47:
agua disponible en los ríos en diferentes períodos diciembre 1996.
de tiempo.

INvEsrrcAcróNY CrENcrA,mayo, 2002 83

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