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Pablo le escribe esta carta a Timoteo en gran parte para que se quede en Éfeso, ya
que, había personas que estaban enseñando diferente doctrina. Estos personajes
eran personas se basaban en otros escritos y en el mal uso de la ley (1 Tim 1:3-11).
Después de exhortar a Timoteo que los refute en sus falsas enseñanzas Pablo le
da instrucciones de cómo deben orar hombres y mujeres en el culto (1 Tim 2:1-15)
y cuáles son los requisitos para los ancianos y diáconos de la iglesia (1 Tim 3:1-13)
haríamos bien en estudiar con atención todos los puntos que señala el apóstol
Pablo. Pablo advierte a Timoteo de la creciente apostasía que se irá manifestando
y como en ese contexto debe ser un fiel ministro del Evangelio (1 Tim 4) además
añade cual debe ser el deber de la iglesia sobre las personas viudas de la iglesia y
como los ancianos de la iglesia deben ser reconocidos por su trabajo en predicar y
enseñar (1 Tim 5) también nos haría bien estudiar todo esto.
El capitulo 6 comienza llamado a los esclavos y amos a tener un buen servicio para
con el otro ya que así no se “blasfema el nombre de Dios”. Luego pasa a describir
a los falsos maestros que no conforman con las sanas palabras del Evangelio. Las
características que tienen estos falsos maestros son tres. 1) Ellos enseñan “otra
cosa”, otra enseñanza, otra doctrina, pero no el evangelio de nuestro Señor que
provocan mucho daño como blasfemias, divisiones, malas sospechas, etc. 2) Están
envanecidos, la falsa doctrina nos pone en el centro, nosotros somos la estrella, en
cambio en el evangelio el centro es Dios y no nosotros. 3) No se contentan con la
piedad, más bien la usan como fuente de ganancia, de tal forma que terminan
amando el dinero y sufren las consecuencias por eso. Estas 3 características define
con mucha precisión lo que son los falsos maestros, también Pablo amplia un poco
más la lista en 2 Timoteo 3:1-5 donde se puede observar con mas detalles la maldad
de los hombres.
Como vemos los falsos maestros no están satisfechos con el simple evangelio, no
les parece cosa interesante o profunda. Las Escrituras para ellos les resulta no muy
relevante, yo tengo mi opinión sobre el mismo pueblo evangélico de hoy que parece
estar buscando algo muy similar a esto. No están satisfechos con el simple
evangelio porque a mi entender no conocen el verdadero evangelio. Cada vez que
voy a alguna invitación de cierta “conferencia” lo que pretendo es ir a escuchar
alguien exponer las Escrituras, pero resulta que lo que menos hay es eso, ¿No
revela eso que no hay interés por la Biblia? ¿No revela que al haber poco interés
por la Biblia hay poco interés por la vida piadosa? Este año el Antiguo testamento
una vez con dos introducciones a mi lado y lo volveré hacer de nuevo, tengo
pensando leer la Biblia completa este año ¿Se considera eso algo increíble entre
nosotros? Lo que pretendo hacer en el transcurso de esta semana es que
evaluemos nuestra vida piadosa delante de Dios. Nosotros los cristianos estamos
llamados a vivir una vida piadosa. ¿Qué es una vida piadosa? Una vida piadosa es
vivir en conformidad a la voluntad de Dios durante toda nuestra vida en todas las
áreas. Creo que por eso no vivimos piadosas el día de hoy y es porque vivir
piadosamente cuesta caro. El precio es alto, no por nada Pablo le recuerda a
Timoteo “Todos los que quieran vivir piadosamente sufrirán persecución” (2 Tim
3:12). Nuestra sociedad es cómoda y no queremos incomodidad, siempre
buscamos lo que nos acomode, pero la vida cristiana tiene poco de eso. Por eso
quiero que nos examinemos a la luz de lo que Pablo le dice a Timoteo en este
versículo 11 y en las otras semanas pretendo abordar el versículo 12 y 13 en
adelante. Pablo nos dice que el hombre de Dios o el hombre piadoso se le conoce
como un hombre que Huye de los pecados (v11), Persigue la voluntad de Dios
(V11), Pelea por la vida eterna (V12) y que es obediente y fiel al llamado que Dios
le hizo a su vida (v13-16). Hoy veremos de lo que el hombre de Dios huye y lo que
persigue.
Pablo comienza señalando a Timoteo que “Huya” de estas cosas ¿Qué cosas? Las
cosas que acaba de nombrar sobre los falsos maestros. ¿Acaso es posible que un
cristiano pueda desear las cosas que los falsos maestros desean? Sin duda creo
que es posible. Como dije anteriormente en mi experiencia he visto que los
cristianos actuales no se conforman a las sanas palabras, a la doctrina, el viejo pero
siempre eterno evangelio. Hay muchos que están esperando oír algo nuevo o
novedoso pero que paradójicamente nunca han escuchado mucho del evangelio.
Esta tendencia por lo novedoso es muy amplio, los niños esperan un juego tras otro,
los jóvenes una moda tras otra, las señoras una novela tras otra, los hombres una
diversión tras otra. Los cristianos por otro lado esperan una revelación tras otra, una
conferencia tras otra, un concierto tras otro, un campamento tras otro, pero no están
tomando en profundidad ninguna de esas cosas, todo le parece “interesante” pero
en realidad no estudian nada en serio. Esta es una forma sutil de “No conformarse
a las sanas palabras del evangelio”.
Estas son las cosas de las cuales un hombre de Dios debe huir. Debe Huir de no
conformarse al Evangelio, del envanecimiento o vanidad y del amor al dinero.
Fíjense que el “Huir” acá no es opcional, es un imperativo es un mandato tal como
se usa la misma palabra en 2 Timoteo 2:22 donde dice “Huye también de las
pasiones juveniles” No le dice que piense, observe, analice y luego huya, le dice
que huya inmediatamente sin pensarlo.
Pero el hombre de Dios no solamente se le conoce por lo que el “huye” sino también
por lo que el persigue. El hombre de Dios debe seguir como en una carrera la corona
de Gloria, la voluntad de Dios cueste lo que cueste, jamás se puede quedar
solamente con lo que es hoy, sino que debe anhelar seguir en la carrera de la fe
creciendo en santidad y piedad hasta la muerte.
El hombre de Dios debe perseguir “la piedad” (gr. Eusebia) debe seguir lo devoto,
lo reverente. Esta palabra aparece 9 veces en esta carta y nos muestra lo importante
que es para Dios. Pablo ora para que vivamos en toda “piedad” y honestidad (2:2)
habla de las mujeres que profesan la “piedad” (2:10) llama al evangelio el misterio
de la “piedad” (3:16) y doctrina que es conforme a la “piedad” (6:3) y habla de
hombres que toman como fuente de ganancia la “piedad” (6:5) Al parecer si hay
algo que define al cristianismo es la piedad. Pero seamos realista ¿Es lo que vemos
hoy? ¿Vemos a los niños siendo guiados en la piedad? ¿Vemos padres piadosos?
¿Vemos iglesias piadosas? ¿Vemos pastores piadosos? ¿Vemos jóvenes
hambrientos por ser piadosos? Al parecer es lo que menos vemos. Y Esto es por el
simple hecho de que nuestra sociedad de comodidad tiene más influencia en
nuestra vida que el mismo evangelio. Esto es porque la piedad tiene que ver un
esfuerzo, un sacrificio, debe doler, debes gemir, debes llorar para ser piadoso, no
es un camino fácil. Pablo lo ilustra de esta manera en 4:7-8 “Ejercítate en la piedad”
¿Cuánto nos ejercitamos en la piedad? ¿Cuánto tiempo asolas con Dios, con la
Biblia orando? ¿Cuánto dedicamos a memorizar o estudiar la Biblia? ¿Aun existen
los devocionales diarios? ¿Qué paso con las adoraciones familiares? ¿Dónde se
fueron esos padres que pasaban en la Biblioteca estudiando las Escrituras para
enseñar a sus hijos? ¿Dónde están esas madres que enseñaban a sus hijos a ser
piadosos? Hay que decirlo con lágrimas, pero casi no existen. Y nuevamente hay
que repetirlo, esto es porque la piedad duele y cuesta, pero tal como nos dice Pablo
la piedad aprovecha para esta vida y para la eterna (4:8)
El hombre de Dios sigue “la fe” (gr. Pistis) significa persuasión, credibilidad,
convicción, confianza. Esta palabra aparece 19 veces en la carta, por lo que parece
ser también de suma importancia. Siempre ha existido debate por esta palabra ya
que se usa en el sentido objetivo y subjetivo. Se usa en el sentido objetivo de “fe”
como sistema de creencias (3:9; 4:1) y en el sentido subjetivo como la fe de uno
(4:6; 4:12) Hay que tener mucha conciencia que existe fe fingida (1:5) y también
personas que naufragan en cuanto a la fe (1:19) que en el fondo revelan que en
verdad nunca tuvieron la fe verdadera en el Señor sino una fe falsa. Una de las
cosas que más ha perdido el cristianismo actual es el autoexamen de la fe. Cuando
uno lee libros de los predicadores antiguos una de las cosas que es muy común es
que ellos constantemente les estaban predicando a las personas sobre el
autoexamen de su fe. Nosotros hoy en día debemos ser capaces de siempre auto
examinar nuestra fe, no para torturarnos y tener miedo del infierno, sino
exactamente lo contrario para poder tener cada día más seguridad de nuestra fe.
Por supuesto que abra algunos que estarán temblando, algunos que tienen fe débil
encontraran mayor confianza y reposo en Jesús y otros porque no están seguros
¡Más si vives pecando! Podrán correr a los brazos del Salvador de manera real. Un
hombre de Dios siempre sigue la fe y persevera en ella.
Un hombre de Dios sigue “el amor” (Gr ágape) afecto, benevolencia. Aparece 5
veces en esta carta. Pablo dice que el mandamiento para refutar a los falsos
maestros es el amor (1:5) que el amor de Dios es abundante (1:14) la mujer cristiana
debe permanecer en el amor (2:15) debemos ser ejemplos en amor (4:12). Es
interesante que el amor aparece una vez, pero con otra palabra. Esto se debe a que
es un falso amor, el amor al dinero (6:10) Si pensamos en nuestra sociedad es fácil
detectar que la ideología del falso amor ya está por todas las partes. Por “amor” un
hombre mata a su pareja, porque se acabo “el amor” se separan, por “amor” una
mujer aborta, por “amor” se casaran las parejas homosexuales, todo es por “amor”.
Ahora pensemos en los círculos cristianos parece haber invadido la misma ideología
falsa del amor. Dice un Dios de “amor” no puede enviar gente al infierno”, lo que
importa es “amor” no la doctrina, no debes juzgar debes “amar”. Hay que ser
sumamente cuidadosos en cómo se usa la palabra amor hoy en día. El amor en las
Escrituras está definido como unido a la verdad. El verdadero amor que debemos
mostrar por el mundo es decirle la verdad. Pero también debemos mostrar el amor
en nuestras iglesias, debemos amarnos unos a otros, debemos crecer en amor,
debemos negarnos a nosotros mismos para amar a nuestros hermanos. El amor es
el distintivo del cristianismo, pero definamos bien lo que es amor.
El hombre de Dios huye de los que no se conforman a las sanas palabras del
Evangelio, del envanecimiento y del amor al dinero. Y debe seguir la justicia, la
piedad, el amor, la fe, la paciencia y la mansedumbre. Pero en el fondo de todo este
escenario el hombre de Dios debe huir del pecado, lo más rápido y fugaz que pueda
y correr con todas sus fuerzas y energías, como corriendo por su vida a los brazos
de Jesús, aferrarse en su sacrificio y en su justicia, porque él es su único y suficiente
salvador.