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ENSAYO SOBRE EL ÁMBITO DE LA HUELGA Y SUS PROBLEMAS DE LOS

NO AFILIADOS”

El derecho de huelga y de sindicalización son derechos consagrados y

reconocidos por la OIT (Organización Internacional del Trabajo), y la

Constitución Política del Perú, prescrito en el artículo 28°, regula el derecho a la

libertad sindical, sobre el particular menciona que el Estado reconoce los

derechos de sindicación, negociación colectiva y huelga, cautelando su ejercicio

democrático; asimismo, el referido artículo establece una serie de obligaciones

por parte del Estado, en relación con cada uno de los derechos mencionados,

respecto de la libertad sindical, establece la obligación de garantizarla; sobre la

negociación colectiva establece la obligación de fomento; no obstante, en lo

referido al derecho de huelga nuestra Constitución establece la obligación estatal

de regulación, debiendo establecerse sus excepciones y limitaciones con la

finalidad que el ejercicio del mismo se realice en armonía con el interés social.

Nuestra Constitución reconoce la posible colisión del derecho de huelga con

derechos de terceros, según nuestra legislación, cuando la huelga es decidida

por la mayoría de trabajadores de un determinado ámbito, suspende la relación

laboral del total de trabajadores de aquellos que no se encuentren de acuerdo

con la medida de paralización.

Durante el ejercicio del derecho de huelga, es común encontrar situaciones en

las cuales los intereses de los huelguistas entran en conflicto con derechos de

terceros.

Desde mi punto de vista, esto vulnera el derecho que tienen los trabajadores que

no se encuentran de acuerdo con la medida de paralización de labores, ya que

esto afecta a seguir generando ingresos económicos que sirve para garantizar
su subsistencia y la de su familia y en este caso mediante la duración de la

huelga se suspende la remuneración, es decir se produce una suspensión

perfecta de la relación laboral.

La huelga es el derecho que tienen los trabajadores para promover y defender

sus intereses sociales y económicos, como una forma de presión para obtener

la restitución, mejora o creación de un derecho.

En este caso debido a que la huelga es un derecho, pero asimismo la libertad

laboral también lo es, considero que el derecho de huelga si bien se ejerce de

manera colectiva, es en realidad un derecho individual de cada trabajador quien

debe decidir si quiere o no participar en la huelga, más aún si no está afiliado a

un sindicato. Por lo tanto, yo creo que se debería respetar la libertad de trabajo

de aquellos que no quieran sumarse a la huelga, para que de esa manera no sea

vulnerado su derecho a la libertad de trabajo.

Una solución a este conflicto entre el derecho de huelga y libertad de trabajo, se

podría encontrar en una modificación legislativa, la cual garantice el ejercicio de

la libertad de trabajo de aquellos que no se encuentran de acuerdo con la medida

de paralización y desean continuar laborando; más aún, si tenemos en cuenta

que según lo indicado por el supremo intérprete de la Constitución el derecho de

huelga en su contenido esencial, contempla también una dimensión negativa,

vista esta como el derecho de no ejercitar dicho derecho o derecho de no

sumarse a la medida de paralización, lo cual no significa otra cosa que el derecho

de continuar laborando de aquellos disconformes con la medida de huelga.

Es necesario otorgar a los no huelguistas (los no afiliados a un sindicato) la

posibilidad de recurrir a otros mecanismos de solución de conflictos, o de


simplemente tomar la decisión de no sumarse a la medida de paralización y

continuar laborando; permitiendo la coexistencia del derecho de huelga y la

libertad de trabajo sin la necesidad de menoscabar a uno de ellos.

Cabe recalcar que la huelga no implica el fin de un trabajo ni es causa de despido

ni de ningún tipo de sanción, pero si la suspensión del salario, lo cual como ya

antes mencionado, perjudica el ingreso económico del trabajador.

Por lo expuesto antes mencionado llego a la conclusión de que, la huelga no

tiene por qué afectar los beneficios de los trabajadores no huelguistas, aun

cuando aquellos sean impedidos de trabajar por culpa de los huelguistas o

porque se produce una paralización subsecuente del proceso productivo; allí se

aplica el principio de la responsabilidad por el riesgo del negocio. Tampoco tiene

porqué afectar al personal de empresas contratistas de otra principal, respecto

al régimen salarial, ya que son no huelguistas.

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