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J o r g e Wa g e n s b e r g

LA VERDAD EN CIENCIA
Doctor en física, creador de la colección Metatemas de Tusquets y director
del Museo de la Ciencia de Barcelona, Wagensberg es un incansable
divulgador científico. ¿Dónde radica la verdad en ciencia, si sus bases
están sujetas siempre a revisión? Este texto ensaya algunas respuestas.

¿ Qué es VERDAD en ciencia? En ciencia, el concepto de VERDAD


puede aludir tanto a la realidad como al conocimiento. Son dos senti-
dos diferentes. El concepto de verdad relativo a la realidad misma tiene
interés en una fase de la investigación: el experimento. Experimentar
es conversar con la realidad. Por ello, cuando experimentamos, observamos,
miramos o vemos, lo que nos preocupa es que nuestro interlo- para con ella misma, es un concepto profundo, polémico, pero
cutor sea la realidad de verdad y no cualquier otro substituto de claro y universal. El concepto de verdad asociado al conocimien-
tal realidad. Un caso clásico es la cuestión del ruido y la infor- to es otra cosa. Pero debemos arrancar la discusión desde un
mación. ¿Cómo separar el uno de la otra? Cuando un aparato poco más atrás. ¿Qué es conocimiento?
de observación, o nuestros propios sentidos, nos proporcionan El conocimiento es una representación, necesariamente fi-
datos, la pregunta siempre es: ¿Son de verdad? ¿No será un ar- nita, de un pedazo de realidad, presuntamente infinito. Si, ade-
tefacto? Otro caso no menos trascendente es separar la realidad más, el conocimiento se elabora con cierto método, llamado
de una ilusión de la realidad. ¿Cómo distinguir la una de la otra? método científico, entonces el conocimiento se llama ciencia.
El problema es profundo y afecta directamente a la percepción Retrocedamos un poco. El conocimiento como represen-
humana, un proceso complejísimo que empieza en el mundo fí- tación mental de la realidad, transmisible entre las diferentes
sico de los objetos que emiten señales, continúa por el mundo mentes (que pueblan el mundo intentando a su vez adquirir co-
fisiológico que las capta, sigue en el mundo cerebral que las in- nocimiento), requiere acordar ciertos conceptos y principios.
terpreta y acaba, si acaba, en un mundo psicológico y cultural Lo primero es la partición del universo. El universo, como el
que las distorsiona. No en vano muchos científicos modernos conjunto de todo lo que es, se divide en dos partes bien despro-
definen la percepción como una alucinación controlada. Un ter- porcionadas: la mente y el resto del mundo. En la primera gran
cer aspecto de la verdad de la realidad es plenamente cultural. hipótesis, existe el sujeto de conocimiento y existe el objeto de
Es, por ejemplo, la verdad asociada a la realidad que presentan conocimiento. Se admite, de paso, una segunda hipótesis: en la
los museos. Muchos de estos centros engañan al visitante con la realidad, que acabo de separar de mí, para observar y represen-
exposición de mezclas de piezas de verdad y piezas de mentira. tar, resulta que existen otras mentes con las que intercambiar
Hoy se pueden hacer copias y reproducciones indistinguibles y conocimiento. Ya podemos adelantar otra importante propie-
¿por qué desilusionar al visitante con avisos? ¿Por qué renun- dad del conocimiento, según sea la profusión de mentes que
ciar a una buena copia del buen original que tiene otro buen pueden participar de él: la universalidad. El conocimiento se
museo? El truco es sustituir la realidad, o parte de ella, por transmite de una mente a otra. Lo que no se puede transmitir
conocimiento, es decir, por representaciones de la realidad (co- no es, por definición, conocimiento.
pias, simulaciones, imágenes). Si acompañamos a un niño por Pero dos mentes inmersas en la realidad están separadas por
un museo pronto nos daremos cuenta de la trascendencia de es- la realidad misma. Esto significa que una mente, para comu-
te concepto de verdad, porque su pregunta más frecuente será, nicarse con otra, ha de atravesar la realidad. Es decir, el cono-
con mucho, ésta: “Oye, pero ¿es de verdad o de mentira?” La cimiento creado por una mente, como representación de una
verdad de la realidad, entendida como la fidelidad de la realidad complejidad presuntamente infinita, se ha de traducir en un tro-

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zo de realidad para que así pueda alcanzar otra mente de desti- so) y un máximo (verdadero). Por ejemplo: ¿en qué cabello exac-
no. Es el caso de una pintura, una escultura, una ecuación ma- tamente se queda calvo un melenudo cuando le arrancamos los
temática, un poema, un programa de ordenador, un gesto, un cabellos de uno en uno? Antes de llegar incluso al conocimien-
objeto... Por ello, un conocimiento está encuadrado en el espa- to general de la realidad, el concepto de verdad pierde su ca-
cio y el tiempo. Empieza y acaba. El conocimiento es finito. rácter absoluto. La verdad tiene peso, la verdad tiene grados, la
Nos acercamos así a la primera cuestión. El conocimiento es verdad tiene matices.
una representación de la realidad rigurosa y necesariamente fi- Pero resulta que no todo el conocimiento es conocimiento
nita, mientras que la realidad representada es presuntamente hablado o escrito con palabras. El conocimiento es mucho más
infinita. Un elemento de la realidad, un suceso o un objeto, só- amplio que una proposición o un conjunto de proposiciones. El
lo es idéntico a sí mismo. En efecto, es imposible demostrar que conocimiento puede ser una ley expresada matemáticamente,
dos pedazos de realidad son una clasificación, una des-
idénticos porque infinita se- cripción, un dibujo, un libro,
ría la tarea de recorrer todos una teoría, un sistema de
sus detalles, matices, partes, ecuaciones, incluso, ya lo he-
estados y variables que lo de- mos dicho, un poema. ¿Qué
finen. Es imposible porque es ahora la verdad de un co-
nunca se puede estar seguro nocimiento? La verdad es
de que uno ha terminado de algo mucho más complejo,
considerar todas esas varia- difuso y trascendente. Em-
bles. En cambio, basta la pecemos de nuevo:
primera diferencia, una so- Sea la mente, la realidad
la, para concluir que dos y el conocimiento. ¿Qué es
pedazos de realidad son di- la verdad? La verdad es una
ferentes. En otras palabras, calidad del conocimiento, la
el conocimiento siempre que alude al grado de com-

Ilustración: LETRAS LIBRES / Max Luchini


es una aproximación finita patibilidad entre la simpli-
de una realidad infinita. cidad que representa y la
La verdad de los lógicos, complejidad que es repre-
la verdad de las proposicio- sentada. La cuestión fun-
nes, es un concepto simple damental, creo, es que en
y claro porque la realidad principio la primera es fini-
cae lejos. No hay que hacer ta y la segunda es infinita. En
demasiadas concesiones en cualquiera de sus sentidos el
su honor. Las proposiciones son verdaderas o no verdaderas (fal- concepto de verdad está muy emparentado con el de fidelidad.
sas), como máximo son indecidibles. Si una afirmación es de- Y la fidelidad entre la realidad y su conocimiento depende del
cidible ya sólo puede ser verdadera o no serlo. A es A es una método con el que se elabore la representación. En otras pala-
proposición verdadera, A es no A es una proposición falsa. Esta bras, hablar de las diferentes ideas de verdad equivale a ocupar-
verdad es una verdad interior a la construcción mental de la se de otra cuestión: ¿cuántas clases de conocimiento distintos se
matemática, una verdad en función de la cual se construye pueden elaborar?
toda la lógica, sí, pero un concepto que agota su significado en Creo que son tres y cada una viene con su verdad bajo el bra-
sí mismo. zo. Son: la verdad en la ciencia, la verdad en el arte y la verdad
Basta que la proposición aluda a la realidad de este mundo revelada. Empecemos por la ciencia. Ciencia es conocimiento
para que las cosas se compliquen muy rápidamente. El propio elaborado respetando tres principios. Los tres principios regu-
lenguaje cubre el concepto de verdad con una delicada capa de lan tres importantes aspectos de la relación entre el sujeto y el
ambigüedad. En efecto, digamos, y es mucho decir, que el dic- objeto de conocimiento, entre la mente y la realidad con la que
cionario del idioma con más palabras no llega a cien mil pala- se encara. Cada principio sirve, justamente, para caracterizar la
bras. Bien, pues resulta que el número de objetos y fenómenos verdad en ciencia. Son éstos:
distintos de este mundo son muchos más, claro. Esto significa Principio de objetividad: de todas las maneras de observar una
que cualquier proposición escrita en el más rico de los idiomas realidad, la más objetiva es la que menos altera la propia obser-
es, si alude a la realidad de este mundo, forzosamente falsa. Sen- vación. De esta manera el sujeto y el objeto se independizan al
cillamente, no hay bastantes palabras para decir la realidad. máximo, con lo que aumenta la facilidad con que la verdad cien-
Ahora la proposición no puede tener sólo dos estados accesibles tífica puede transmitirse de una mente a otra. La verdad cientí-
(verdadero y falso), sino infinitos valores entre un mínimo (fal- fica, en virtud de este principio, tiende a ser universal.

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J o rg e Wa g e n s b e rg : L a v e r d a d e n c i e n c i a

Principio de inteligibilidad: de todas las maneras de representar mismo. La idea de la universalidad de una verdad en el arte no
la realidad con igual mérito, la más inteligible es la más com- es la misma que en la ciencia. Aquí la universalidad se mide por
pacta. Comprensión es compresión. Comprender es reducir. Lo el doble de actos artísticos ocurridos. La universalidad en el ar-
más inteligible es lo que más realidad representa, lo irreduci- te es par. En ciencia la verdad es siempre provisional y se dice
ble. Es lo común entre realidades distintas, es la palabra, la con la boca pequeña, sólo se está seguro cuando la contradicción
clasificación, la fórmula... Conocimiento inteligible es, por ejem- ocurre, cuando la verdad muere. En el arte, curiosamente, ocu-
plo, el que es capaz de reconocer al autor de todas sus firmas rre lo contrario. Nunca se está seguro cuando la verdad no
(intersección), no el que reproduce cualquiera de ellas (y sólo ocurre, pero cuando ocurre, entonces no hay discusión posible.
ella) con precisión tan grande como se desee. Toda la mecáni- En la ciencia se está seguro cuando no hay ciencia, pero, ay, no
ca se comprende en función de las leyes de Newton, pero éstas, se está tanto cuando hay ciencia. En el arte se está seguro cuan-
como todas las leyes fundamentales, ya no se comprenden en do hay arte, pero, ay, no se está tanto cuando no hay arte.
función de nada más fundamental. La verdad científica es ella Si uno se ha emocionado con Mozart, la verdad ya ha ocu-
misma incomprensible por incompresible, pero sirve para rrido, pero poco significa que no haya habido emoción con
comprender un mayor o menor trozo de la realidad. La verdad Bartok... La intuición es una clase de roce entre la experiencia
científica, en virtud de este principio, tiende a ser útil para an- previa y la incertidumbre del momento. La grandeza de la cien-
ticiparse a la incertidumbre, la ilusión de todo ser vivo. cia es que puede comprender sin intuir, la grandeza del arte es
Principio dialéctico: de todas las maneras de representar la rea- que puede intuir sin comprender.
lidad, la más dialéctica es la que más se arriesga a entrar en con- La verdad revelada es, sencillamente, una representación
tradicción con la realidad. La afirmación Mañana lloverá o no finita presentada como parte inseparable de una complejidad
lloverá es absolutamente verdadera, alguna de las dos cosas efec- infinita. La verdad revelada se acepta tal como viene. Una reve-
tivamente ocurrirá, pero no es una verdad científica porque no lación no cambia. Se puede cambiar, eso sí, de revelación. Es la
se arriesga a ser desmentida. Una verdad revelada, por ejemplo, intuición. Es la creencia, la religión. Nada de la realidad obliga
se deja confirmar por la realidad, pero no desmentir. En ciencia, a cambiar una verdad revelada. Si hay contradicción se echa ma-
la dialéctica entre teoría (conocimiento) y experiencia (realidad) no de la interpretación o se asimila la contradicción sin resol-
genera dos tipos de paradojas: paradojas de contradicción (la ex- ver. La revelación no se obliga a ser coherente.
periencia sugiere A y la teoría no-A) y paradojas de incompleti- Creo que ciencia, arte y revelación son tres formas puras de
tud (la experiencia sugiere A y la teoría no sugiere ni A ni no-A). conocimiento y que cada una trata con una verdad muy diferen-
La ciencia, en virtud de este principio, tiende a ser coherente y te. Por su propia definición, yo diría que la verdad científica ne-
completa. La verdad científica, en virtud de este principio, ne- cesariamente cambia, que la verdad revelada necesariamente no
cesariamente cambia. En ciencia la verdad se escribe con doble cambia y que el arte, aunque no necesariamente, cambia. Tam-
uve de verdad vigente. El científico, por oficio, se levanta por la bién hay que apresurarse a decir que, en la práctica, el cono-
mañana con la idea de poner la verdad vigente a prueba. La ver- cimiento puro no existe. Todo conocimiento es una mezcla
dad científica, en virtud de este principio, es una verdad con mi- ponderada de las tres formas puras. Todo conocimiento tiene
núscula, provisional, inacabada... No hay trauma en sustituir una algo de ciencia, algo de arte y algo de revelación. Es decir: toda
verdad por otra. Ésta es la grandeza de la verdad científica. La verdad de conocimiento es una mezcla impura de tres formas
hora de la verdad es su colisión con la realidad. La verdad cien- puras de verdad. Toda verdad tiene su ingrediente científico, ar-
tífica se inclina ante la realidad, no importa la autoridad ni el tístico y revelado.
prestigio de quien haya enunciado la verdad antigua o la nueva. En particular, el método científico sirve para tener ideas,
El arte o la revelación no tienen por qué respetar el método pero no sirve para capturar ideas. Las ideas pueden venir de
de la ciencia. La verdad en arte o la verdad revelada son verda- cualquier otro método no científico. La verdad que alude a la
des muy distintas. ¿Cómo es la verdad en arte? El conocimien- realidad de este mundo no puede ser absoluta, no puede ser
to en arte es la propia obra de arte. ¿Qué es una obra de arte? Yo pura. En la historia del arte se encuentran interesantísimas com-
diría que una obra de arte es aquella que participa como míni- binaciones. Hay artistas científicos como Picasso, Borges o Bach
mo de un acto artístico, donde acto artístico es toda complejidad y artistas revelados como Van Gogh, Kafka o Chopin, todos enor-
infinita emitida por una mente en forma finita, cuando otra men- mes artistas. Pero cuando el conocimiento tiene que ver con la
te declara recibir tal complejidad en su presunta infinitud. Esta anticipación o con la convivencia –pienso en un Boeing 747 o
emoción es la hora de la verdad en el arte. Y la verdad en el arte en unas elecciones democráticas–, mejor que el conocimiento
es la verdad de esta declaración. Algunos miles de años de his- impuro, puestos a desviarse, lo haga en la dirección de la ver-
toria avalan que el arte, definido así, es posible. Sigamos. ¿Qué dad científica más que en cualquiera de las otras dos. No es una
es un artista? Pues cualquiera de los dos participantes en un ac- paradoja: enfrentarse con la incertidumbre obliga a manejar
to artístico. La verdad en arte es algo muy real y muy concreto y una verdad frágil, poco inmune y nada blindada. La verdad cien-
queda claro con la siguiente definición, la de sinceridad en el ar- tífica adora la duda, adora la disyuntiva, adora la negación y
te: se da cuando un artista experimenta el acto artístico consigo adora la interrogación. ¿O no? ~

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