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LA VERDAD EN CIENCIA
Doctor en física, creador de la colección Metatemas de Tusquets y director
del Museo de la Ciencia de Barcelona, Wagensberg es un incansable
divulgador científico. ¿Dónde radica la verdad en ciencia, si sus bases
están sujetas siempre a revisión? Este texto ensaya algunas respuestas.
Principio de inteligibilidad: de todas las maneras de representar mismo. La idea de la universalidad de una verdad en el arte no
la realidad con igual mérito, la más inteligible es la más com- es la misma que en la ciencia. Aquí la universalidad se mide por
pacta. Comprensión es compresión. Comprender es reducir. Lo el doble de actos artísticos ocurridos. La universalidad en el ar-
más inteligible es lo que más realidad representa, lo irreduci- te es par. En ciencia la verdad es siempre provisional y se dice
ble. Es lo común entre realidades distintas, es la palabra, la con la boca pequeña, sólo se está seguro cuando la contradicción
clasificación, la fórmula... Conocimiento inteligible es, por ejem- ocurre, cuando la verdad muere. En el arte, curiosamente, ocu-
plo, el que es capaz de reconocer al autor de todas sus firmas rre lo contrario. Nunca se está seguro cuando la verdad no
(intersección), no el que reproduce cualquiera de ellas (y sólo ocurre, pero cuando ocurre, entonces no hay discusión posible.
ella) con precisión tan grande como se desee. Toda la mecáni- En la ciencia se está seguro cuando no hay ciencia, pero, ay, no
ca se comprende en función de las leyes de Newton, pero éstas, se está tanto cuando hay ciencia. En el arte se está seguro cuan-
como todas las leyes fundamentales, ya no se comprenden en do hay arte, pero, ay, no se está tanto cuando no hay arte.
función de nada más fundamental. La verdad científica es ella Si uno se ha emocionado con Mozart, la verdad ya ha ocu-
misma incomprensible por incompresible, pero sirve para rrido, pero poco significa que no haya habido emoción con
comprender un mayor o menor trozo de la realidad. La verdad Bartok... La intuición es una clase de roce entre la experiencia
científica, en virtud de este principio, tiende a ser útil para an- previa y la incertidumbre del momento. La grandeza de la cien-
ticiparse a la incertidumbre, la ilusión de todo ser vivo. cia es que puede comprender sin intuir, la grandeza del arte es
Principio dialéctico: de todas las maneras de representar la rea- que puede intuir sin comprender.
lidad, la más dialéctica es la que más se arriesga a entrar en con- La verdad revelada es, sencillamente, una representación
tradicción con la realidad. La afirmación Mañana lloverá o no finita presentada como parte inseparable de una complejidad
lloverá es absolutamente verdadera, alguna de las dos cosas efec- infinita. La verdad revelada se acepta tal como viene. Una reve-
tivamente ocurrirá, pero no es una verdad científica porque no lación no cambia. Se puede cambiar, eso sí, de revelación. Es la
se arriesga a ser desmentida. Una verdad revelada, por ejemplo, intuición. Es la creencia, la religión. Nada de la realidad obliga
se deja confirmar por la realidad, pero no desmentir. En ciencia, a cambiar una verdad revelada. Si hay contradicción se echa ma-
la dialéctica entre teoría (conocimiento) y experiencia (realidad) no de la interpretación o se asimila la contradicción sin resol-
genera dos tipos de paradojas: paradojas de contradicción (la ex- ver. La revelación no se obliga a ser coherente.
periencia sugiere A y la teoría no-A) y paradojas de incompleti- Creo que ciencia, arte y revelación son tres formas puras de
tud (la experiencia sugiere A y la teoría no sugiere ni A ni no-A). conocimiento y que cada una trata con una verdad muy diferen-
La ciencia, en virtud de este principio, tiende a ser coherente y te. Por su propia definición, yo diría que la verdad científica ne-
completa. La verdad científica, en virtud de este principio, ne- cesariamente cambia, que la verdad revelada necesariamente no
cesariamente cambia. En ciencia la verdad se escribe con doble cambia y que el arte, aunque no necesariamente, cambia. Tam-
uve de verdad vigente. El científico, por oficio, se levanta por la bién hay que apresurarse a decir que, en la práctica, el cono-
mañana con la idea de poner la verdad vigente a prueba. La ver- cimiento puro no existe. Todo conocimiento es una mezcla
dad científica, en virtud de este principio, es una verdad con mi- ponderada de las tres formas puras. Todo conocimiento tiene
núscula, provisional, inacabada... No hay trauma en sustituir una algo de ciencia, algo de arte y algo de revelación. Es decir: toda
verdad por otra. Ésta es la grandeza de la verdad científica. La verdad de conocimiento es una mezcla impura de tres formas
hora de la verdad es su colisión con la realidad. La verdad cien- puras de verdad. Toda verdad tiene su ingrediente científico, ar-
tífica se inclina ante la realidad, no importa la autoridad ni el tístico y revelado.
prestigio de quien haya enunciado la verdad antigua o la nueva. En particular, el método científico sirve para tener ideas,
El arte o la revelación no tienen por qué respetar el método pero no sirve para capturar ideas. Las ideas pueden venir de
de la ciencia. La verdad en arte o la verdad revelada son verda- cualquier otro método no científico. La verdad que alude a la
des muy distintas. ¿Cómo es la verdad en arte? El conocimien- realidad de este mundo no puede ser absoluta, no puede ser
to en arte es la propia obra de arte. ¿Qué es una obra de arte? Yo pura. En la historia del arte se encuentran interesantísimas com-
diría que una obra de arte es aquella que participa como míni- binaciones. Hay artistas científicos como Picasso, Borges o Bach
mo de un acto artístico, donde acto artístico es toda complejidad y artistas revelados como Van Gogh, Kafka o Chopin, todos enor-
infinita emitida por una mente en forma finita, cuando otra men- mes artistas. Pero cuando el conocimiento tiene que ver con la
te declara recibir tal complejidad en su presunta infinitud. Esta anticipación o con la convivencia –pienso en un Boeing 747 o
emoción es la hora de la verdad en el arte. Y la verdad en el arte en unas elecciones democráticas–, mejor que el conocimiento
es la verdad de esta declaración. Algunos miles de años de his- impuro, puestos a desviarse, lo haga en la dirección de la ver-
toria avalan que el arte, definido así, es posible. Sigamos. ¿Qué dad científica más que en cualquiera de las otras dos. No es una
es un artista? Pues cualquiera de los dos participantes en un ac- paradoja: enfrentarse con la incertidumbre obliga a manejar
to artístico. La verdad en arte es algo muy real y muy concreto y una verdad frágil, poco inmune y nada blindada. La verdad cien-
queda claro con la siguiente definición, la de sinceridad en el ar- tífica adora la duda, adora la disyuntiva, adora la negación y
te: se da cuando un artista experimenta el acto artístico consigo adora la interrogación. ¿O no? ~