LA ORATORIA Y LAS CUALIDADES DE UN ORADOR

Muchos manifiestan que “La palabra tiene Poder”, es así que en esencia los oradores utilizan está
frase para poder dirigirse a cualquier tipo de público y en distintas situaciones comunicativas de
manera eficaz y efectiva. Sabemos que no es fácil hablar en público ni mucho menos llegar a ellos,
para eso se necesita trabajar muchas técnicas de expresión oral que nos permita dirigirnos de
manera clara y efectiva a nuestros interlocutores, un orador tiene que seguir disciplinadamente estas
técnicas que a la larga se convierten en cualidades.

Lo primero que debe hacer un orador es controlar su emotividad (perder el miedo al dirigirse al
público) sólo así podrá adquirir seguridad, éste es el paso más importante, puesto que de esto
dependerá su buen desenvolvimiento frente a un público determinado.

Otro paso que debe seguir un orador es ser claro y preciso, quiere decir que debe hacerse
comprender perfectamente, asimismo, debe dar en pocas palabras la explicación pedida.

Asimismo, debe tener una gran capacidad para sostener una controversia, para ello debe
expresarse de manera cortés y reflexiva.

Todo orador debe hablar con atractivo, esto es una gran cualidad, porque utiliza un léxico variado,
tiene cuidado de no caer en la monotonía y se adecua al nivel sociocultural de los interlocutores.

Otra capacidad que debe desarrollar el orador es influir en los otros, logrará influir en los demás
siempre y cuando sus ideas induzcan o estimule al interlocutor a creer en todo lo que manifiesta.

Otra cualidad del orador es de producir buena impresión, esto se da cuando el lenguaje oral va
acompañado de gesticulaciones que le dan mayor expresividad al mensaje que envía a los
interlocutores.

En conclusión, sólo se puede llegar a hablar con autoridad cuando se haya desarrollado estos
pasos con mucha perseverancia y disciplina, en verdad todos podemos llegar a ser grandes
oradores, para ello debemos considerar muchos factores que permiten que nuestra comunicación
sea la más óptima posible, entre estos factores tenemos: el nivel de conocimiento, el nivel
lexicológico, el nivel sociocultural y la actitud. Cuanto más conocemos diversos temas nuestra
comunicación se tornará efectiva, asimismo, cuando incrementamos nuestro acervo lexical
podemos ser más claros en nuestras apreciaciones utilizando un léxico variado, esto evita de no
caer en la monotonía y en otros vicios verbales, de igual manera, el buen orador debe de adecuarse
al nivel sociocultural de los interlocutores, es decir, debe identificar a qué tipo de público va dirigido
su discurso. Si tomamos en cuenta estos aspectos con disciplina, seremos grandes oradores.